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ADAM SMITH ADAM SMITH TEORIA DE LOS TEORIA DE LOS SENTIMIENTOS SENTIMIENTOS MORALES MORALES (1759) (1759)

Sentimientos Morales 2

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Sentimientos morales, Adam Smith

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  • ADAM SMITHTEORIA DE LOS SENTIMIENTOS MORALES (1759)

  • PARTE IDe la propiedad de la accin

  • NECESIDADES HUMANASPrimera dimensin de necesidades primarias o esenciales

    Segunda dimensin de necesidades

  • Capitulo I: De la SimpataElementos de la Naturaleza Humana:

    *Amor Propio *Compasin (self love) (fellow feeling)

  • Capitulo I: De la SimpataComo no tenemos la experiencia inmediata de lo que otros hombres sienten, slo podemos comprender su padecimiento concibiendo lo que nosotros sentiramos en una situacin semejante IMAGINACIONPOTROCONDOLENCIA

  • Capitulo I: De la SimpataEjemplos de nuestro sentido de condolencia:

  • Capitulo I: De la SimpataCualquiera sea la pasin en la persona primariamente inquietada, brota una emocin anloga en el pecho de todo espectador, que corresponde a lo que, haciendo suyo el caso, se imagina seran los efectos del que las sufre

  • CONCEPTOS DE EMPATIA Y SIMPATIAEMPATIA: Del griego antiguo , (en el interior de) y o (sufrimiento)Sentir dentro Ponerse en el lugar del otro. Capacidad de percibir, entender e introyectar la emocin del otro, independientemente de compartir su visin

    SIMPATIA: Del griego antiguo , Smpatheia, (junto con) y o (sufrimiento)Sentir junto con Respuesta emocional en forma de comprensin y ayuda ante la situacin ajena. Comunidad de sentimientos. Padecer conjuntamente

    Comparten una raz comn (o)

  • Capitulo I: De la SimpataLa Simpata no surge tanto de contemplar a la pasin, sino de la situacin que mueve a sta. Lo primero que nos preguntamos es:Qu os ha acontecido?Cul es la causa de su padecer?

  • Capitulo III: Del modo en que juzgamos acerca de la propiedad o impropiedad de los sentimientos ajenos por su armona o disonancia con los nuestrosConceder nuestra aprobacin a las pasiones ajenas como adecuadas a su objeto, equivale, pues, advertir que simpatizamos sin reservas con ellas; y el desaprobarlas, por inadecuadas, implica que no simpatizamos del todo con ellas

  • Capitulo III: Del modo en que juzgamos acerca de la propiedad o impropiedad de los sentimientos ajenos por su armona o disonancia con los nuestrosLa aprobacin o no de los sentimientos ajenos depender de:Las causas que lo provocan o el motivo que los ocasionanEl fin que se propone o el efecto que tienden a producir

  • PARTE IIDel mrito y el demrito, o de los objetos de la recompensa y el castigo

  • Seccin II: De la justicia y la beneficenciaEs indudable que cada ser humano est preparado para cuidar de s mejor que ninguna otra persona

  • PARTE IIIDel Fundamento de nuestros juicios respecto de nuestros propios sentimientos y conducta y del sentido del deber

  • Capitulo I: Del principio de la aprobacin y reprobacin de s mismoLas primeras ideas sobre belleza o deformidad las sacamos de los otros y nos preocupan solamente a causa de sus efectos sobre los dems

  • Capitulo I: Del principio de la aprobacin y reprobacin de s mismoNo podemos nunca formar juicio alguno respecto a nuestros propios sentimientos, a no ser que nos salgamos de nuestro natural asiento y procuremos visualizarlos como si estuviesen a cierta distancia de nosotros

  • Capitulo I: Del principio de la aprobacin y reprobacin de s mismoSomos espectadores de nuestro propio comportamiento y procuramos imaginar el efecto que ste producira sobre nosotros. Tal es el nico espejo con el que podemos, a travs de los ojos ajenos, escudriar la conveniencia de nuestra propia conducta

  • Capitulo I: Del principio de la aprobacin y reprobacin de s mismoCuando me esfuerzo en examinar mi propia conducta:

    ESPECTADOR IMPARCIAL O JUEZAGENTE O PERSONA JUZGADA

  • Capitulo I: Del principio de la aprobacin y reprobacin de s mismoQu mayor felicidad que la de ser amado y saber que merecemos el amor?

    Qu mayor desdicha que la de ser odiado y saber que merecemos el odio?

  • Capitulo IV: Sobre la Naturaleza del engao de s mismo y del origen y utilidad de las reglas generalesExaminamos nuestra propia conducta en dos circunstancias:Cuando estamos a punto de actuar, todo aparece amplificado y desfigurado

    Despus de haber actuado, todo parece apaciguado y los juicios pueden ser ms imparciales

  • Capitulo IV: Sobre la Naturaleza del engao de s mismo y del origen y utilidad de las reglas generalesEl engao a s mismo, esta fatal flaqueza de los hombres, es causa de ms de la mitad de los desrdenes de la vida humanaLa Naturaleza ha puesto remedio a esto dotndonos de un sentido moral basado en la EXPERIENCIA, que nos indica ciertas reglas generales relativas a lo que es debido y conveniente ya sea hacer o evitar

  • Parte IVDe los efectos de la utilidad sobre el sentimiento de aprobacin

  • Captulo I: De la belleza que la apariencia de utilidad confiere a todas las producciones artsticas, y de la generalizada influencia de esta especie de bellezaUTILIDAD Fuente de belleza Proporciona placer y comodidad

  • Captulo I: De la belleza que la apariencia de utilidadEl poder y la riqueza en verdad son: gigantescas y laboriosas mquinas destinadas a proporcionar unas cuantas insignificantes comodidades para el cuerpoque se obtienen mediante una atencin llena de ansiedades y fatigosos desvelosson inmensos edificios que para levantarlos requieren la labor de toda una vida perdida

  • Parte VIIDe los Sistemas de Filosofa Moral

  • De los diversos sistemas que se han elaborado respecto del principio aprobatorioEl Amor a s mismo

    La Razn

    El Sentimiento

  • Captulo I: De los sistemas que derivan el principio aprobatorio del Amor a s mismoHOBBES: El hombre se ve obligado a refugiarse en la sociedad, no por ningn amor natural hacia sus semejantes, sino porque necesita la colaboracin de los otros para su subsistencia

    Todo lo que contribuya al orden y al bienestar social se considera virtuoso, lo que lo perturba es vicioso

  • THOMAS HOBBES(1651)El hombre es un animal egosta, vanidoso y de naturaleza blica, que slo por coaccin externa puede ser conducido a la realizacin de actos virtuosos. Por lo tanto, la moral y la convivencia social y poltica slo son posibles a base de contrariar esa tendencia natural del hombre

  • BERNARD MANDEVILLE(1705)El hombre es un animal movido por el egosmo y la vanidad, pero en su caso, estos impulsos primarios son los motores de la industria, el comercio y el progreso material. El egosmo no es opuesto a la sociabilidad y su supresin no necesariamente es beneficiosa para todos. El afn de productividad es un afn de poder y dominio

  • Captulo I: De los sistemas que derivan el principio aprobatorio del Amor a s mismoAl final, es la simpata indirecta que experimentamos hacia quienes reciben el beneficio o sufren el perjuicio de las acciones puestas en marcha, la que determina nuestra aprobacin, considerando la posibilidad de tener que actuar en compaa de esos potenciales semejantes

    Puede la Simpata considerarse un principio egosta?

  • Captulo II: De los sistemas que hacen de la Razn el principio de la aprobacinEstado de NaturalezaEstado blicoNo es posible una existencia segura y pacfica entre los hombres

    Estado CivilExiste un orden social que se sostiene en instituciones polticas y leyesDepende de la obedienciaSujeta la conciencia al poder civil no al eclesisticoHOBBES

  • Captulo II: De los sistemas que hacen de la Razn el principio de la aprobacinCon anterioridad a toda legislacin, la mente est dotada de una facultad mediante la cual puede distinguir lo bueno de lo malo RAZON

    Las sentencias morales corrientemente admitidas se forman, como toda mxima general, por la experiencia y la induccin

  • Captulo II: De los sistemas que hacen de la Razn el principio de la aprobacinNo obstante, el placer y el dolor que son los principales objetos del deseo y la aversin, no se disciernen racionalmente, sino que se distinguen mediante un sentido inmediato y una emocin

    La razn no hace que un objeto resulte por s mismo agradable o desagradable, slo puede revelar que tal objeto es medio para obtener algo que sea placentero o no

  • Captulo III: De aquellos sistemas que hacen del Sentimiento el principio de la aprobacinPueden dividirse en dos distintas clases:Los que consideran que se funda en un sentimiento de naturaleza peculiar basado en un poder especial de percepcin (sentido moral) que la mente ejerce en presencia de ciertos actos o afectosLos que consideran que se funda en la simpataVirtud Utilidad (Simpata con la felicidad de los afectados)

  • Captulo III: De aquellos sistemas que hacen del Sentimiento el principio de la aprobacinSe cuestiona que el principio de aprobacin sea una facultad de especie peculiar con que la naturaleza dot a la mente humana, anlogo al de los sentidos externos