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Historia(s) perdidas del cine Antonio Moreno: Made in Hollywood E l ciclo que Filmoteca Española dedica al actor y director Antonio Moreno es, sin exagerar, todo un acontecimiento. Se trata de la primera vez que se organiza una retrospectiva de una de las figuras españolas más injustamente olvidadas y con una trayectoria muy difícil de resumir por larga, completa, apasionante, coherente y admirable. La frase que se suele utilizar para definirle es “Antonio Moreno fue el primer español que triunfó en Hollywood”. Pero se queda corta. Fue mucho más que eso. La importancia de su carrera reside en la increíble línea que recorre, acompañando la Historia del Cine desde sus inicios. Actor a las órdenes de D. W. Griffith en sus primeros cortos en Nueva York; estrella desde 1915, una de las primeras con club de fans; su carrera en el cine mudo americano es apabullante: protagonizó La tierra de todos (1926), Ello (1927), Mare Nostrum (1926), Madame Pompadour (1927); fue el galán de Gloria Swanson, Greta Garbo, Pola Negri, Dorothy Gish, Marion Davies… Si se busca su nombre en Internet se encuentra siempre la misma versión de su historia: “Fue uno más de los latin lovers a la sombra de Valentino”. Pero esta afirmación es falsa. Antonio ya era un actor famoso y consolidado cuando Valentino empezaba a actuar. Y continúa: “La llegada del sonoro hundió su carrera por culpa de su acento español”. También falso. La historia del cine se cuenta mal en demasiadas ocasiones y los errores se repiten y multiplican en la red formando una montaña de lugares comunes. No. Antonio tenía una preciosa voz y siguió haciendo películas en el sonoro, dedicándose primero a recuperar sus raíces con las versiones españolas rodadas en Hollywood en las que también, a veces, hacía la versión en inglés. Cumplió su sueño de dirigir en México, donde realizó Santa (1932), la primera película sonora mexicana, un título mítico que marcó el comienzo de la Edad de Oro del cine de ese país. Siguió actuando en los 40 y 50, trabajando con magníficos directores. El broche de oro es, sin duda, Centauros del desierto (1956), en un papel que todo amante del cine recuerda. ¿Por qué ha sido olvidado entonces? Esa es la pregunta que intenta responder The Spanish Dancer, el documental que acompaña al ciclo. En él hemos ido en busca de Antonio y hemos descubierto que hay otra historia del cine que pocas veces se cuenta: la del cine perdido, de ese 90% del mudo que los estudios de Hollywood quemaron o tiraron al mar porque ya no era rentable, esa enorme parte de nuestra herencia cinematográfica que, según muchos historiadores y cineastas, alcanzó la perfección. Antonio Moreno hizo 150 películas. Más de la mitad están perdidas. La mayoría de las que quedan sólo pueden verse en archivos en Estados Unidos, Inglaterra, Italia, España, México, Argentina... Muchas están en copias en nitrato, incompletas o en malas condiciones y no se pueden proyectar. Filmoteca Española ha hecho un esfuerzo colosal para mostrar su impresionante recorrido por cinco décadas de cine. No ha sido fácil, pero mereció la pena. Antonio Moreno ha sido olvidado porque su trabajo ha quedado “perdido” en esa inmensa laguna de cine de incalculable valor que no podremos ver nunca. Una laguna llena de historias tan magníficas como la de Antonio. Afortunadamente hemos podido recuperar la suya. El reconocimiento le llega cuando se cumplen 130 años de su nacimiento en Madrid, 50 de su muerte en Beverly Hills y 90 del rodaje de un documental titulado En la tierra del sol que Antonio protagonizó en 1927 en España y que se consideraba perdido hasta ahora. Este documental apareció durante la investigación que narra The Spanish Dancer y será proyectado dentro del ciclo. Siempre es un acontecimiento recuperar piezas perdidas del gran puzle de la Historia del Cine y vamos a celebrarlo en septiembre y octubre en Filmoteca Española. Muchas gracias. Mar Díaz Directora del documental The Spanish Dancer La investigadora y documentalista presentará todas las sesiones del ciclo “Antonio Moreno: Made in Holtywood” Maestro de las sombras Centenario Jean-Pierre Melville C on motivo del centenario de su nacimiento, que se cumplirá el 20 de octubre, Filmoteca Española dedica una retrospectiva a Jean-Pierre Melville. Conocido principalmente como un maestro del polar (género híbrido entre el policíaco y el noir), este ciclo permite descubrir otros aspectos de su filmografía -desde la película que inspiró a Truffaut para Los 400 golpes hasta su polémica visión de la Resistencia francesa- y adentrarse en su particular mundo. «Empezaba el día a las nueve de la mañana, viendo una película en el cine de la Paramount, y lo terminaba de la misma manera, a las tres de la madrugada. Era una obsesión más fuerte que todo. No podía dominar esta necesidad absoluta de ver películas durante todo el tiempo, todo el tiempo, todo el tiempo». «No creo en la amistad masculina, menos todavía en la amistad entre hampones o entre hampones y policías. Pero es justo el tipo de cosas que me gusta incluir en mis películas […] La cualidad primordial que exijo al héroe de mis historias es que sea un personaje trágico. Quiero que eso quede claro en los cinco primeros minutos de la película». «Un cineasta es como el maestro de un espectáculo de sombras. Trabaja en la oscuridad. Crea a través de efectos. Soy perfectamente consciente de la extraordinaria deshonestidad que supone ser eficaz, pero al espectador nunca se le debe permitir ser consciente de hasta qué punto todo está manipulado. Debe estar hechizado, prisionero de la película». «Mi cine es lo contrario del estilo documentalista que hacen mis colegas, donde se ve la vida tal como es. Yo parto de una idea, de una reflexión, de una visión. Invento mi realidad e intento recrearla por medios artificiales». «Creo que las opiniones personales no tienen nada que ver con los problemas cinematográficos… Lo que yo piense de la fe, de la no- existencia de Dios, del socialismo y otras cosas, entra dentro de mi mundo privado, un ámbito que intento no mezclar con el de mis películas porque me parece que no es cosa mía el ofrecer mensajes (políticos, metafísicos o lo que sea). Puede que discutir los grandes temas sea cosa de otros cineastas, pero yo, personalmente, prefiero no tocarlos, no me interesa explorarlos». «Como tengo mucho cuidado de no ser jamás realista, no hay retratista más impreciso que yo. Lo que hago es falso. Siempre». «Durante mi periodo experimental, desde Le silence de la mer hasta Deux hommes dans Manhattan, la estrella no tenía lugar en mi cine, porque yo buscaba un lenguaje. A continuación, desde que trabajé con Jean-Paul Belmondo, contraje la enfermedad de trabajar con estrellas y fue agravándose, hasta el punto de que debo reconocer que desde entonces las estrellas son las cocreadoras de mis películas». Declaraciones de Jean-Pierre Melville extraídas de: Melville on Melville, de Rui Nogueira (Secker and Warburg, 1971) Jean-Pierre Melville, de Carlos Aguilar (Cátedra, 2016) Adictos a Ferrara, adictos al Doré N o lo vamos a negar: queremos espectadores adictos y omnívoros, que no impongan fronteras a sus placeres cinematográficos. Espectadores que no hagan distinción expresa entre clásico y moderno, presente y pasado, géneros y territorios, formatos y duraciones, alta cultura y arte popular. A su modo, el inclasificable trabajo de Abel Ferrara, desde las cloacas del underground neoyorquino, el horror grunge y el cine exploitation hasta las piezas documentales y los retratos pasolinianos de los últimos años, también huye espantado de toda clase de etiquetas y convenciones. Toda su vasta, ecléctica y salvaje filmografía se proyectará en Filmoteca Española a lo largo de septiembre y octubre, incluyendo el montaje del director de su pieza de culto El cazador de gatos (Cat Chaser, 1989), que nunca se distribuyó comercialmente. El pintor y psicópata al que daba vida el propio Ferrara en el festín de hipertrofiada violencia Killer: El asesino del taladro (The Driller Killer, 1979) era, como prácticamente todos los personajes de sus ficciones, un ser propulsado por la adicción, expresada en diversas formas y fascinaciones en toda su obra, sean el sexo, la droga, la violencia, el poder, la sangre, la religión, el arte, la tecnología… Equilibrista del caos y superviviente del apocalipsis neoyorquino de los setenta, pariente creativo de Dario Argento, Roland Barthes, Nicholas Ray, Monte Hellman, John Cassavetes o Martin Scorsese, el autor de The Addiction (1995) ha creado su propia estética de la subversión y las aberraciones, que proyectadas en orden cronológico nos arrojan un punto de inflexión con la obra maestra Go Go Tales (2007). En el club “The Paradise” de Ray Ruby (Willem Dafoe, actor fetiche de Ferrara) se concentra la perversa y cómica visión del mundo capitalista que el cineasta del Bronx ha ido desbrozando, tercamente, a lo largo de su filmografía. Es su búsqueda de la felicidad en contacto con la comedia clásica, pero también con el noir, con el sexploitation, con el thriller… No es casual que ese camino le haya conducido hasta la prodigiosa Pasolini (2015) para escenificar con abrasivo lirismo y conciencia política las últimas horas del poeta. Nos colma de satisfacción adictiva que el propio Ferrara, sin duda uno de los últimos y genuinos independientes del cine norteamericano, se haya implicado personalmente con la retrospectiva que varios meses atrás le planteamos desde Filmoteca Española. Ha decidido para la ocasión visitar Madrid por primera vez, donde presentará Go Go Tales en el Doré (día 14), impartirá una clase magistral en La Casa Encendida y dará un concierto con una banda local en la sala Moby Dick (día 15). Su vigor y energía, su carisma fuera de toda norma, su insobornable actitud frente a la vida y el arte –a la que podremos asomarnos en la entrevista que le realiza la escritora Alissa Bennet en el film Head and Hands: My Black Angel (2013), de Aïda Ruilova– también se expresa en su faceta como intérprete y compositor musical (fue ‘rockero’ antes que cineasta, al fin y al cabo), tan vinculada al característico diseño sonoro de sus películas. Su figura enérgica y espectral forma parte ineludible de los bajos fondos neoyorquinos, tal y como aparece retratado en Go Get Some Rosemary (2009) [que se verá en la sección “Cinéditos”] por los hermanos Safdie, acaso los últimos mavericks de Nueva York, que entregaron a la pasada edición de Cannes la mejor película a concurso. Decía Jonathan Rosenbaum que en el cine de Abel Ferrara se disputa como en ninguna otra filmografía de la posmodernidad la “saludable tensión entre las películas de explotación y la seriedad”, que su tradición es la de todos aquellos que como Chaplin o Von Sternberg o Welles “fueron repelidos por la industria cultural”; mientras que para Nicole Brenez su obra es un territorio de negaciones del humanismo donde desaparecen los límites entre industria y vanguardia y reformula todos los géneros posibles para dotarlos de un contenido social, histórico y político. Su impactante, inolvidable versión de Body Snatchers / Secuestradores Entidades colaboradoras: Agradecimientos: La Cinémathèque de Toulouse, Festival de San Sebastian, Anthology Film Archives, Hollywood Academy of Motion Pictures Arts and Science, Curtocircuito. Suscripción a la alerta del programa mensual del cine Doré ADIC TOS A FERRARA SEPTIEMBRE OCTUBRE 2017 KILLER. EL ASESINO DEL TALADRO ÁNGEL DE VENGANZA CIUDAD DEL CRIMEN CHINA GIRL EL CAZADOR DE GATOS EL REY DE NUEVA YORK TENIENTE CORRUPTO SECUESTRADORES DE CUERPOS JUEGO PELIGROSO THE ADDICTION EL FUNERAL OCULTO EN LA MEMORIA NEW ROSE HOTEL UN CUENTO DE NAVIDAD MARY GO GO TALES CHELSEA ON THE ROCKS NAPOLI NAPOLI NAPOLI 4:44 LAST DAY ON EARTH WELCOME TO NEW YORK SEARCHING FOR PADRE PIO PASOLINI ALIVE IN FRANCE PIAZZA VITTORIO Sede Filmoteca Española: C/ Magdalena,10 28012 Madrid Tel.: 91 467 2600 [email protected] Precio: Normal: 2,50 € por sesión y sala 20,00 € abono de 10 sesiones. Estudiante: 2,00 € por sesión y sala 15,00 € abono de 10 sesiones. Horario de taquilla: Desde las 16.15 h. hasta 15 minutos después del comienzo de la última sesión. Venta anticipada: 1/3 del aforo para las sesiones del día siguiente. De 21.00 hasta cierre de taquilla (mínimo 21.30) Sala de proyección: Cine Doré C/ Santa Isabel, 3 28012 Madrid Tel.: 91 369 3225 91 369 1125 (taquilla) 91 369 2118 (gerencia) Entrada libre a cafetería Horario de cafetería: 16.00 h. - 23.00 h. LUNES CERRADO Buzon de sugerencias: [email protected] septiembre 2017 Antonio Moreno: Made in Hollywood Centenario Jean-Pierre Melville Abel Ferrara presentará Go Go Tales el jueves 14 en el Doré. Al día siguiente impartirá una clase magistral en La Casa Encendida y ofrecerá un concierto en la Sala Moby Dick (entradas a la venta en Ticketea y Wegow). Adictos a Ferrara Retrospectiva integral de Abel Ferrara Centenario Fernando Rey Visita de Abel Ferrara a Madrid de cuerpos (1993) emerge acaso como la metáfora más plástica y horripilante del arraigo de las formas del mal en los cuerpos y la psique moderna. Hiroshima y los campos de exterminio son espacios centrífugos en la arquitectura moral del cine de Ferrara. La sensibilidad trash como camino al conocimiento: los vampiros filosóficos, los ángeles negros, los policías paranoicos o los gánsteres melancólicos. De toda esa fauna de outsiders, presencias fantásticas y mitológicas reescritas por el imaginario de los horrores del siglo XX, también se han alimentado los subproductos más heterodoxos y marginales de nuestra cinematografía, que pretendemos ir rescatando en la sección de nuevo cuño “Sala:B”, comisariada por Álex Mendibil. El último miércoles de cada mes la pantalla de sala 2 dará cabida, entre el espíritu lúdico y vindicativo, a películas españolas de género, serie B y rarezas agrupadas en un tema específico, haciendo honor además a la tradición de la sesiones continuas o programas dobles. Se trata de reivindicar el espíritu escapista y de culto de estas producciones, sin nostalgias de ningún tipo, colocando el foco en expresiones de genuino y libre cine de autor, capaz de dialogar con lo contemporáneo y reposicionar corrientes o arquetipos actuales. A la adicción por Ferrara se suman este mes tres efemérides ineludibles: los centenarios de Fernando Rey y Jean-Pierre Melville, y los 130 años desde que Antonio Moreno naciera en Madrid para convertirse en el primer actor español en desarrollar una carrera en Hollywood, medio siglo que empieza en Griffith y termina en Ford, columnas vertebrales del cine americano. La apasionada y necesaria investigación realizada por Mar Díaz sobre “The Spanish Dancer”, un artista inmerecedimente olvidado por la historiografía del cine español, nos puso en la pista para armar un ciclo de quince títulos, casi en su totalidad inéditos en España. Se trata de una abundante selección en todo caso a partir de una amplia filmografía cuyos trabajos mudos han desaparecido en su mayor parte, y aquellos que han sobrevivido al tiempo se proyectarán en el Doré en sesiones con música en directo compuesta al piano por Marcos Ortiz. También nos llena de alegría, como no podía ser de otro modo, acoger este mes dentro de la retrospectiva casi íntegra de su fimografía (El guardaespaldas se ha resistido) el estreno mundial de las copias restauradas de los grandes clásicos de Jean-Pierre Melville, francotirador ineludible del cine francés, eslabón entre su clasicismo y su modernidad. La Fundación Melville y el Instituto Francés han planificado un recorrido de sus películas por diversas filmotecas y festivales del mundo que arranca en el Cine Doré y que cuando regrese a Madrid, a finales de 2018, será para acoger el primer trabajo del cineasta, el cortometraje documental 24 heures de la vie d’un clown (1946), que realizó con 29 años y con el que nunca se mostró conforme, de ahí su lógica desaparición de los circuitos de exhibición. Más cine sumergido (y rescatado) en un programa que, esperamos, genere múltiples y nuevas adicciones a las pantallas del Doré. Carlos Reviriego Director de Programación Antonio Moreno en Crestmount, la mansión donde vivió en Los Ángeles La bailarina española (The Spanish Dancer, Herbert Brenon, 1923) Portada de la revista Motion Picture Santa (Antonio Moreno, 1931) Madame Pompadour (Herbert Wilcox, 1927) El silencio de un hombre (Le samouraï, Jean-Pierre Melville, 1967) Ángel de venganza (Ms.45, Abel Ferrara, 1981)

septiembre Adictos a Ferrara, Maestro de las sombras 2017 ...2585525b... · cloacas del underground neoyorquino, el horror grunge y el cine exploitation hasta las piezas documentales

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Page 1: septiembre Adictos a Ferrara, Maestro de las sombras 2017 ...2585525b... · cloacas del underground neoyorquino, el horror grunge y el cine exploitation hasta las piezas documentales

Historia(s) perdidas del cineAntonio Moreno: Made in Hollywood

El ciclo que Filmoteca Española dedica al actor y director Antonio Moreno es, sin exagerar, todo un acontecimiento. Se trata de la primera vez que se organiza una retrospectiva

de una de las figuras españolas más injustamente olvidadas y con una trayectoria muy difícil de resumir por larga, completa, apasionante, coherente y admirable. La frase que se suele utilizar para definirle es “Antonio Moreno fue el primer español que triunfó en Hollywood”. Pero se queda corta. Fue mucho más que eso. La importancia de su carrera reside en la increíble línea que recorre, acompañando la Historia del Cine desde sus inicios. Actor a las órdenes de D. W. Griffith en sus primeros cortos en Nueva York; estrella desde 1915, una de las primeras con club de fans; su carrera en el cine mudo americano es apabullante: protagonizó La tierra de todos (1926), Ello (1927), Mare Nostrum (1926), Madame Pompadour (1927); fue el galán de Gloria Swanson, Greta Garbo, Pola Negri, Dorothy Gish, Marion Davies…

Si se busca su nombre en Internet se encuentra siempre la misma versión de su historia: “Fue uno más de los latin lovers a la sombra de Valentino”. Pero esta afirmación es falsa. Antonio ya era un actor famoso y consolidado cuando Valentino empezaba a actuar. Y continúa: “La llegada del sonoro hundió su carrera por culpa de su acento español”. También falso. La historia del cine se cuenta mal en demasiadas ocasiones y los errores se repiten y multiplican en la red formando una montaña de lugares comunes. No. Antonio tenía una preciosa voz y siguió haciendo películas en el sonoro, dedicándose primero a recuperar sus raíces con las versiones españolas rodadas en Hollywood en las que también, a veces, hacía la versión en inglés. Cumplió su sueño de dirigir en México, donde realizó Santa (1932), la primera película sonora mexicana, un título mítico que marcó el comienzo de la Edad de Oro del cine de ese país. Siguió actuando en los 40 y 50, trabajando con magníficos directores. El broche de oro es, sin duda, Centauros del desierto (1956), en un papel que todo amante del cine recuerda.

¿Por qué ha sido olvidado entonces? Esa es la pregunta que intenta responder The Spanish Dancer, el documental que acompaña al ciclo. En él hemos ido en busca de Antonio y hemos descubierto que hay otra historia del cine que pocas veces se cuenta: la del cine perdido, de ese 90% del mudo que los estudios de Hollywood quemaron o tiraron al mar porque ya no era rentable, esa enorme parte de nuestra herencia cinematográfica que, según muchos historiadores y cineastas, alcanzó la perfección. Antonio Moreno hizo 150 películas. Más de la mitad están perdidas. La mayoría de las que quedan sólo pueden verse en archivos en Estados Unidos, Inglaterra, Italia, España, México, Argentina... Muchas están en copias en nitrato, incompletas o en malas condiciones y no se pueden proyectar.

Filmoteca Española ha hecho un esfuerzo colosal para mostrar su impresionante recorrido por cinco décadas de cine. No ha sido fácil, pero mereció la pena. Antonio Moreno ha sido olvidado porque su trabajo ha quedado “perdido” en esa inmensa laguna de cine de incalculable valor que no podremos ver nunca. Una laguna llena de historias tan magníficas como la de Antonio. Afortunadamente hemos podido recuperar la suya. El reconocimiento le llega cuando se cumplen 130 años de su nacimiento en Madrid, 50 de su muerte en Beverly Hills y 90 del rodaje de un documental titulado En la tierra del sol que Antonio protagonizó en 1927 en España y que se consideraba perdido hasta ahora. Este documental apareció durante la investigación que narra The Spanish Dancer y será proyectado dentro del ciclo. Siempre es un acontecimiento recuperar piezas perdidas del gran puzle de la Historia del Cine y vamos a celebrarlo en septiembre y octubre en Filmoteca Española. Muchas gracias.

Mar DíazDirectora del documental The Spanish Dancer

La investigadora y documentalista presentará todas las sesiones del ciclo “Antonio Moreno: Made in Holtywood”

Maestro de las sombrasCentenario Jean-Pierre Melville

Con motivo del centenario de su nacimiento, que se cumplirá el 20 de octubre, Filmoteca Española dedica una retrospectiva a Jean-Pierre Melville. Conocido

principalmente como un maestro del polar (género híbrido entre el policíaco y el noir), este ciclo permite descubrir otros aspectos de su filmografía -desde la película que inspiró a Truffaut para Los 400 golpes hasta su polémica visión de la Resistencia francesa- y adentrarse en su particular mundo.

«Empezaba el día a las nueve de la mañana, viendo una película en el cine de la Paramount, y lo terminaba de la misma manera, a las tres de la madrugada. Era una obsesión más fuerte que todo. No podía dominar esta necesidad absoluta de ver películas durante todo el tiempo, todo el tiempo, todo el tiempo».

«No creo en la amistad masculina, menos todavía en la amistad entre hampones o entre hampones y policías. Pero es justo el tipo de cosas que me gusta incluir en mis películas […] La cualidad primordial que exijo al héroe de mis historias es que sea un personaje trágico. Quiero que eso quede claro en los cinco primeros minutos de la película».

«Un cineasta es como el maestro de un espectáculo de sombras. Trabaja en la oscuridad. Crea a través de efectos. Soy perfectamente consciente de la extraordinaria deshonestidad que supone ser eficaz, pero al espectador nunca se le debe permitir ser consciente de hasta qué punto todo está manipulado. Debe estar hechizado, prisionero de la película».

«Mi cine es lo contrario del estilo documentalista que hacen mis colegas, donde se ve la vida tal como es. Yo parto de una idea, de una reflexión, de una visión. Invento mi realidad e intento recrearla por medios artificiales».

«Creo que las opiniones personales no tienen nada que ver con los problemas cinematográficos… Lo que yo piense de la fe, de la no-existencia de Dios, del socialismo y otras cosas, entra dentro de mi mundo privado, un ámbito que intento no mezclar con el de mis películas porque me parece que no es cosa mía el ofrecer mensajes (políticos, metafísicos o lo que sea). Puede que discutir los grandes temas sea cosa de otros cineastas, pero yo, personalmente, prefiero no tocarlos, no me interesa explorarlos».

«Como tengo mucho cuidado de no ser jamás realista, no hay retratista más impreciso que yo. Lo que hago es falso. Siempre».

«Durante mi periodo experimental, desde Le silence de la mer hasta Deux hommes dans Manhattan, la estrella no tenía lugar en mi cine, porque yo buscaba un lenguaje. A continuación, desde que trabajé con Jean-Paul Belmondo, contraje la enfermedad de trabajar con estrellas y fue agravándose, hasta el punto de que debo reconocer que desde entonces las estrellas son las cocreadoras de mis películas».

Declaraciones de Jean-Pierre Melville extraídas de:Melville on Melville, de Rui Nogueira (Secker and Warburg, 1971)

Jean-Pierre Melville, de Carlos Aguilar (Cátedra, 2016)

Adictos a Ferrara,adictos al Doré

No lo vamos a negar: queremos espectadores adictos y omnívoros, que no impongan fronteras a sus placeres cinematográficos. Espectadores que no hagan distinción

expresa entre clásico y moderno, presente y pasado, géneros y territorios, formatos y duraciones, alta cultura y arte popular. A su modo, el inclasificable trabajo de Abel Ferrara, desde las cloacas del underground neoyorquino, el horror grunge y el cine exploitation hasta las piezas documentales y los retratos pasolinianos de los últimos años, también huye espantado de toda clase de etiquetas y convenciones. Toda su vasta, ecléctica y salvaje filmografía se proyectará en Filmoteca Española a lo largo de septiembre y octubre, incluyendo el montaje del director de su pieza de culto El cazador de gatos (Cat Chaser, 1989), que nunca se distribuyó comercialmente.

El pintor y psicópata al que daba vida el propio Ferrara en el festín de hipertrofiada violencia Killer: El asesino del taladro (The Driller Killer, 1979) era, como prácticamente todos los personajes de sus ficciones, un ser propulsado por la adicción, expresada en diversas formas y fascinaciones en toda su obra, sean el sexo, la droga, la violencia, el poder, la sangre, la religión, el arte, la tecnología… Equilibrista del caos y superviviente del apocalipsis neoyorquino de los setenta, pariente creativo de Dario Argento, Roland Barthes, Nicholas Ray, Monte Hellman, John Cassavetes o Martin Scorsese, el autor de The Addiction (1995) ha creado su propia estética de la subversión y las aberraciones, que proyectadas en orden cronológico nos arrojan un punto de inflexión con la obra maestra Go Go Tales (2007). En el club “The Paradise” de Ray Ruby (Willem Dafoe, actor fetiche de Ferrara) se concentra la perversa y cómica visión del mundo capitalista que el cineasta del Bronx ha ido desbrozando, tercamente, a lo largo de su filmografía. Es su búsqueda de la felicidad en contacto con la comedia clásica, pero también con el noir, con el sexploitation, con el thriller… No es casual que ese camino le haya conducido hasta la prodigiosa Pasolini (2015) para escenificar con abrasivo lirismo y conciencia política las últimas horas del poeta.

Nos colma de satisfacción adictiva que el propio Ferrara, sin duda uno de los últimos y genuinos independientes del cine norteamericano, se haya implicado personalmente con la retrospectiva que varios meses atrás le planteamos desde Filmoteca Española. Ha decidido para la ocasión visitar Madrid por primera vez, donde presentará Go Go Tales en el Doré (día 14), impartirá una clase magistral en La Casa Encendida y dará un concierto con una banda local en la sala Moby Dick (día 15). Su vigor y energía, su carisma fuera de toda norma, su insobornable actitud frente a la vida y el arte –a la que podremos asomarnos en la entrevista que le realiza la escritora Alissa Bennet en el film Head and Hands: My Black Angel (2013), de Aïda Ruilova– también se expresa en su faceta como intérprete y compositor musical (fue ‘rockero’ antes que cineasta, al fin y al cabo), tan vinculada al característico diseño sonoro de sus películas. Su figura enérgica y espectral forma parte ineludible de los bajos fondos neoyorquinos, tal y como aparece retratado en Go Get Some Rosemary (2009) [que se verá en la sección “Cinéditos”] por los hermanos Safdie, acaso los últimos mavericks de Nueva York, que entregaron a la pasada edición de Cannes la mejor película a concurso.

Decía Jonathan Rosenbaum que en el cine de Abel Ferrara se disputa como en ninguna otra filmografía de la posmodernidad la “saludable tensión entre las películas de explotación y la seriedad”, que su tradición es la de todos aquellos que como Chaplin o Von Sternberg o Welles “fueron repelidos por la industria cultural”; mientras que para Nicole Brenez su obra es un territorio de negaciones del humanismo donde desaparecen los límites entre industria y vanguardia y reformula todos los géneros posibles para dotarlos de un contenido social, histórico y político. Su impactante, inolvidable versión de Body Snatchers / Secuestradores

Entidades colaboradoras:

Agradecimientos:

La Cinémathèque de Toulouse, Festival de San Sebastian, Anthology Film Archives, Hollywood Academy

of Motion Pictures Arts and Science, Curtocircuito.

Suscripción a la alerta del programa mensual del cine Doré

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ADICTOS A FERRARASEPTIEMBREOCTUBRE2017

KILLER. EL ASESINO DEL TALADROÁNGEL DE VENGANZACIUDAD DEL CRIMENCHINA GIRLEL CAZADOR DE GATOSEL REY DE NUEVA YORKTENIENTE CORRUPTOSECUESTRADORES DE CUERPOSJUEGO PELIGROSOTHE ADDICTIONEL FUNERALOCULTO EN LA MEMORIA

NEW ROSE HOTELUN CUENTO DE NAVIDADMARYGO GO TALESCHELSEA ON THE ROCKSNAPOLI NAPOLI NAPOLI4:44 LAST DAY ON EARTHWELCOME TO NEW YORKSEARCHING FOR PADRE PIOPASOLINIALIVE IN FRANCEPIAZZA VITTORIO

Sede Filmoteca Española:C/ Magdalena,1028012 MadridTel.: 91 467 [email protected]

Precio:Normal:2,50 € por sesión y sala20,00 € abono de 10 sesiones.Estudiante:2,00 € por sesión y sala15,00 € abono de 10 sesiones.

Horario de taquilla:Desde las 16.15 h. hasta 15 minutos después del comienzo de la última sesión.

Venta anticipada:1/3 del aforo para las sesiones del día siguiente. De 21.00 hasta cierre de taquilla (mínimo 21.30)

Sala de proyección:Cine DoréC/ Santa Isabel, 328012 MadridTel.: 91 369 3225

91 369 1125 (taquilla)91 369 2118 (gerencia)

Entrada libre a cafetería

Horario de cafetería:16.00 h. - 23.00 h.

LUNES CERRADO

Buzon de sugerencias:[email protected]

septiembre2 0 1 7

Antonio Moreno:Made in Hollywood

CentenarioJean-PierreMelville

Abel Ferrara presentará Go Go Tales el jueves 14 en el Doré. Al día siguiente impartirá una clase magistral en La Casa Encendida y ofrecerá un concierto en la Sala Moby Dick (entradas a la venta en Ticketea y Wegow).

Adictosa Ferrara Retrospectivaintegral de Abel Ferrara

CentenarioFernando Rey

Visita de Abel Ferrara a Madrid

de cuerpos (1993) emerge acaso como la metáfora más plástica y horripilante del arraigo de las formas del mal en los cuerpos y la psique moderna. Hiroshima y los campos de exterminio son espacios centrífugos en la arquitectura moral del cine de Ferrara.

La sensibilidad trash como camino al conocimiento: los vampiros filosóficos, los ángeles negros, los policías paranoicos o los gánsteres melancólicos. De toda esa fauna de outsiders, presencias fantásticas y mitológicas reescritas por el imaginario de los horrores del siglo XX, también se han alimentado los subproductos más heterodoxos y marginales de nuestra cinematografía, que pretendemos ir rescatando en la sección de nuevo cuño “Sala:B”, comisariada por Álex Mendibil. El último miércoles de cada mes la pantalla de sala 2 dará cabida, entre el espíritu lúdico y vindicativo, a películas españolas de género, serie B y rarezas agrupadas en un tema específico, haciendo honor además a la tradición de la sesiones continuas o programas dobles. Se trata de reivindicar el espíritu escapista y de culto de estas producciones, sin nostalgias de ningún tipo, colocando el foco en expresiones de genuino y libre cine de autor, capaz de dialogar con lo contemporáneo y reposicionar corrientes o arquetipos actuales.

A la adicción por Ferrara se suman este mes tres efemérides ineludibles: los centenarios de Fernando Rey y Jean-Pierre Melville, y los 130 años desde que Antonio Moreno naciera en Madrid para convertirse en el primer actor español en desarrollar una carrera en Hollywood, medio siglo que empieza en Griffith y termina en Ford, columnas vertebrales del cine americano. La apasionada y necesaria investigación realizada por Mar Díaz sobre “The Spanish Dancer”, un artista inmerecedimente olvidado por la historiografía del cine español, nos puso en la pista para armar un ciclo de quince títulos, casi en su totalidad inéditos en España. Se trata de una abundante selección en todo caso a partir de una amplia filmografía cuyos trabajos mudos han desaparecido en su mayor parte, y aquellos que han sobrevivido al tiempo se proyectarán en el Doré en sesiones con música en directo compuesta al piano por Marcos Ortiz.

También nos llena de alegría, como no podía ser de otro modo, acoger este mes dentro de la retrospectiva casi íntegra de su fimografía (El guardaespaldas se ha resistido) el estreno mundial de las copias restauradas de los grandes clásicos de Jean-Pierre Melville, francotirador ineludible del cine francés, eslabón entre su clasicismo y su modernidad. La Fundación Melville y el Instituto Francés han planificado un recorrido de sus películas por diversas filmotecas y festivales del mundo que arranca en el Cine Doré y que cuando regrese a Madrid, a finales de 2018, será para acoger el primer trabajo del cineasta, el cortometraje documental 24 heures de la vie d’un clown (1946), que realizó con 29 años y con el que nunca se mostró conforme, de ahí su lógica desaparición de los circuitos de exhibición. Más cine sumergido (y rescatado) en un programa que, esperamos, genere múltiples y nuevas adicciones a las pantallas del Doré.

Carlos ReviriegoDirector de Programación

Antonio Moreno en Crestmount, la mansión donde vivió en Los Ángeles

La bailarina española (The Spanish Dancer, Herbert Brenon, 1923)

Portada de la revista Motion Picture Santa (Antonio Moreno, 1931)

Madame Pompadour (Herbert Wilcox, 1927)

El silencio de un hombre (Le samouraï, Jean-Pierre Melville, 1967)

Ángel de venganza (Ms.45, Abel Ferrara, 1981)