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Conceptos de repaso para la mat de Pragmática
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Introducción a la Sesión IIRepaso del tema anterior.
Como se leyó en los temas pasados, la pragmática lingüística es un área que no puede
separarse de la comunicación, pues es ahí donde se realiza. En la comunicación, encontramos
la conducta de quienes la ejecutan, de los usuarios de una lengua o bien dicho de los
hablantes que toman las funciones de emisor-receptor: el emisor, al formular o estructurar los
mensajes (función emotiva), y el receptor, al interpretarlos (función apelativa). Una de las
funciones primordiales en las que reside el área de estudio de la Pragmática es en la función
metalingüística, en la reflexión del código, y es ahí, en su uso, donde se observa la diferencia
de esta área de la lingüística con los niveles de la lingüística.
Partiendo de esto último, es evidente que los mensajes se configuran con fonemas que
concatenados forman palabras (unión de morfemas) y éstas, oraciones. Se ha pensado que el
texto es esta misma hilaridad de oraciones que conllevan ideas, pensamientos, etc. propios de
cualquier emisor, pero con la característica de ser el manifiesto de un emisor y no el
intercambio de dichas concatenaciones que contienen una carga de ideas que pudieran estar
materializadas en una palabra, en una frase, en una oración, en un párrafo, etc.
Con esto último, entre el estudio de la Lingüística y la Pragmática hay dos preguntas básicas
con las cuales se puede entender el material que una aporta a la otra. Esto es, la Lingüística se
aborda en niveles de la lengua: el estudio de los fonemas (el estudio de los sonidos que se
articulan para expresar significados), el de los morfemas (unidades mínimas con significados
gramaticales o léxicos), el de la sintaxis (el estudio de las sintagmas: frases, oraciones, etc) y
el de la semántica (el estudio del significado en cualquiera de los niveles anteriores). Por ello,
en la Lingüística se aborda la pregunta “¿qué quiere decir tal elemento? o bien ¿por qué se
construye así dicho elemento?” y dependiendo de dicha parte, entrará en análisis su
correspondiente nivel. Por ejemplo: ¿qué quiere decir la palabra “ataraxia”? Varios niveles
pueden entrar: el de la lexicografía con el estudio etimológico de la palabra; el morfológico
con la segmentación en sus unidades mínimas (prefijo, raíz, base y sufijo), y por ende, el
semántico ayuda a la lexicografía a asentar el significado, y a la morfología, para describir el
comportamiento de cada uno de los elementos para crear el significado pleno de la palabra.
1
Si esta pregunta se genera cuando dos hablantes están participando en la comunicación, toma
otra peculiaridad: “¿qué quiso decir?”. Por ello “pragmática lingüística estudia esa segunda
dimensión del significado, analizando el lenguaje en uso, o, más específicamente, los
procesos por medio de los cuales los seres humanos producimos e interpretamos significados
cuando usamos el lenguaje.” (Reyes, 8). Por ejemplo, en el siguiente diálogo se puede
dimensionar lo anterior:
“- ¿te cuento un chisme?
-¡ah! ¡tú siempre tan serio!
-¿por qué me dices serio? Si no te voy a hablar de la muerte…”
Es evidente que el hablante que contesta está ironizando lo que el otro quiere expresar, y la
forma en que interpretó la misma palabra “chisme”. Sin embargo, su respuesta se basó en
una forma que no es propia de la estructura lingüística, sino del uso: la ironía (elemento de
actitud o conducta del hablante), y solo se da en el contexto comunicativo, no hay fórmula
lingüística que ayude a detectarla. Es por esto que “la pragmática se ocupa de estudiar el
significado lingüístico pero no el significado de las palabras aisladas de contexto, ni de las
oraciones aisladas de contexto, sino el significado de las palabras (u oraciones, o fragmentos
de oraciones) usadas en actos lingüístico de comunicación. El significado del lenguaje usado
se suele llamar ‘significado del hablante’, y se caracteriza por ser intencional y depender de
las circunstancias en que se produce el acto de la palabra”. (Reyes, 8).
El significado del hablante está a expensas tanto de quien produce el mensaje como de quien
lo recibe, sin soslayar el elemento fundamental que lo enmarca: el contexto. Hay que recordar
que para Jakobson, el contexto contiene la función referencial del lenguaje, aquella a la que
se dirige la atención de ambos participantes: de qué se va a hablar, y qué es lo que voy a
interpretar. Este punto de partida, este nivel referencial, es bastante ambiguo, pues depende
de esa intención que tenga el hablante para decir el cómo ve, nota, percibe su mundo y cómo
el receptor interpreta lo anterior con el cómo adecua la información mensaje con su propia
visión y percepción del mundo (aquel en donde se enmarca el mismo referente del mensaje
codificado y decodificado).
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Es importante distinguir este significado con el significado convencional, ya que el primero
se “opone a la de significado convencional, a veces llamado literal, que es el que las
expresiones poseen por convención, el que comparte toda la comunidad de hablantes y suele
estar registrado en gramáticas y diccionarios.” (Reyes, 9). Esta es otra diferencia entre la
pragmática lingüística y la lingüística, pues como nos indica Reyes (2007), el significado
convencional corresponde al de la lengua, no al del uso; es el enfoque de la semántica y de la
lexicografía; el que se encuentra propiamente dicho en los diccionarios. A saber:
-¿Me das la hora?
Dentro del contexto comunicativos, se entiende (entre emisor y receptor) que, primero, se
realiza una pregunta; luego, se hace una petición; y por último, que se puede o no responder
(la función apelativa). En este último está el significado del hablante ya que lo que hay que
responder es ese “dar la hora”; pero, si no se está dentro del mismo contexto social (Frías,
2001), la pregunta es ilógica “no se puede dar la hora, ¿cómo se transfiere una hora?”, a esto
se refiere el significado convencional. Si la respuesta es la hora que en ese momento marca el
reloj, entonces el contexto está perfectamente delimitado y ambos participantes o hablantes
saben el significado de la pregunta y su correspondiente respuesta lógica. Así, como se puede
entender a partir del ejemplo, la lógica de los hablantes o usuarios de la lengua, no es el
mismo de las convenciones, sino de los usos y los significados que cobra en el contexto por la
necesidad expresiva de los hablantes.
Gracias al contexto, por lo tanto, es como se puede entender cualquier expresión codificada
por el emisor y otorgarle un significado. A esto se refiere la unidad mínima con sentido
dentro de un contexto comunicativo: el enunciado. Expresiones como “¡eh!”, “yo soy”,
“mande”, “híjoles”, etc. son analizables y toman relevancia en el análisis. Este punto es otra
de las diferencias con la Lingüística: para ésta, son solo unidades con significado, que pueden
ser una oración, una frase, una interjección; pero dentro del diálogo cobran un elemento más
que dicha ciencia no podría sola analizar: el sentido1. Reyes (2007) menciona que “algunas
expresiones como, por ejemplo, yo, este, allá, mañana, solo significan cuando se las pone en
un contexto. Si alguien golpea la puerta y dice: Abre, soy yo debo reconocer la voz para
decidir a quién le abriré o no la puerta, ya que la palabra yo no remite a ninguna persona
1 En sesiones próximas se profundizará en el estudio de este término.
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específica (la importancia de los deícticos en Frías2), sino que meramente señala al que habla.
Yo y otras expresiones similares dejan de referirse al mundo cuando se las saca de contexto:
sin un punto de origen (un hablante en su lugar y tiempo, dotado de intención comunicativa)
resultan vacías.” (10). Por ello, los deícticos carecen de relevancia significativa si no están
encuadradas bajo un contexto, bajo el marco de la referencialidad.
Así, a manera de repaso de la introducción, los conceptos que hasta este momento se han
estudiado son:
Diferencias entre la Lingüística y la pragmática lingüística.
Funciones del lenguaje y su relación con los elementos de la pragmática.
El significado del hablante y el convencional.
Deícticos y su relación con el contexto.
Tipos de contexto: social, situacional y lingüístico.
2 Estudiado en la sesión pasada (Frías, 2001)
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