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  • Si algo tiene claro Lady Megan Philiphs es que ningn hombre doblegar sucarcter y su voluntad. Acostumbrada a cuidar y velar por la seguridad de sushermanos, Megan es una joven intrpida, de bello rostro moreno, a la que ledivierten los retos y no le asusta el sonido del acero. Si algo tiene claro elguerrero Duncan McRae es que su vida es la guerra. Acostumbrado a liderarejrcitos, y a que la gente agache atemorizada la cabeza a su paso, al llegar alcastillo de Dunstaffnage para asistir a la boda de su amigo Axel McDougall, seencuentra con un tipo de enemigo muy distinto al que conoce: la joven einquietante Megan. Conseguirn Megan y Duncan sobrevivir todos esosmeses sin ahogarse? O por el contrario la pasin les terminar consumiendo?

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  • Ttulo original: Deseo concedidoMegan Maxwell, 9 marzo 2010.Traduccin: El nombre del traductor

    Editor original: wertmon (v1.0 a v1.0)ePub base v2.0

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  • Captulo 1

    Dunhar (Inglaterra), Ao 1308Lady Megan Philiphs no poda creer lo que estaba oyendo. Escondida tras la arcada

    de roble macizo escuchaba a su ta Margaret hablar con Bernard Le Cross, el obispoque tan poco le haba gustado en vida, a su madre.

    Ilustrsima. Es de extrema importancia que oficiis las bodas aun sin lasamonestaciones pertinentes dijo Margaret con su atpica voz ronca.

    Lady Margaret asinti el obispo, para m ser un placer ocuparme de esadoble boda.

    Tengo que decir, en favor de los caballeros, que ambos conocen a las doncellasdesde pequeas y estn satisfechos con la idea de desposarse con ellas y ensearles losmodales y la clase que les falta rio con malicia. Adems, ya cuentan con veinte ydieciocho aos.

    La entiendo, lady Margaret murmur el rollizo obispo tomando una nueva tortade semillas de ans.

    Ser un acuerdo beneficioso para todos. Adems, no se han podido negar riosir Albert Lynch, mando de Margaret y to de las muchachas. Entre los favores queme deben los caballeros y el pensar en someterlas en sus camas se han animado conrapidez.

    No veo el momento en que esas salvajes desaparezcan de mi vista escupi sinescrpulos Margaret, mientras entregaba al sacerdote ms pastas.

    Cunto odiaba a aquellos tres mestizos! En especial, a las muchachas. Siemprehaban sido la vergenza de la familia. Ella misma haba sufrido las consecuencias deque su hermano se casara con una salvaje escocesa. Cuando todo el mundo se enter deaquella boda, Margaret y Albert dejaron de ser invitados a los bailes y actos socialesde la poca. Pero ahora que su hermano George y la salvaje de su cuada habanmuerto, ella se ocupara del futuro de aquellos mestizos.

    Incrdula, Megan escuchaba los oscuros planes de su ta, apoyada sobre la bonitaarcada que su padre mand construir. Aquella casa, que tantos momentos bonitos habaalbergado en vida de sus padres, ahora se haba transformado en un hogar siniestro acausa de la presencia de sus tos.

    Esta mujer est loca, pens Megan, plida como la cera. Al escuchar aquello,casi se le haba paralizado el corazn. Pretendan que su hermana y ella se casaran condos enemigos de su padre. Los hombres que siempre le repudiaron por el simple hecho

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  • de unirse en matrimonio con su madre, Deirdre. Aquellos que siempre las habanmirado con ojos llenos de lascivia.

    Me imagino que ambas desaparecern de estas tierras prosigui el obispo conindiferencia, mientras se limpiaba las comisuras de su arrugada boca con una delicadaservilleta de lino. Con sinceridad, lady Margaret, quitaros de encima a esas dosmolestias es lo mejor que podis hacer.

    Cada da es ms difcil la convivencia reproch Albert. Se niegan a sersumisas y obedientes, y a comportarse como damas. Pero claro, qu se iba a esperar deellas, teniendo la madre que han tenido y la educacin que les ofrecieron!

    Se marcharn y desaparecern de nuestras vidas dijo tajante Margaret. Slopermanecer en esta casa el pequeo Zac, bajo mi tutela. Es el heredero y, como tal, locriar. Eso s, sin la influencia de esas dos salvajes. Le ensear a ser un buen inglspara que machaque a esos malditos highlanders.

    Megan no pudo escuchar ms. Las lgrimas resbalaban por sus mejillas dejandosurcos a su paso. Necesitaba salir de all. Con sumo cuidado, desapareci saliendo alpatio trasero de la casa, junto a las preciosas flores que su madre plant aos atrs.Tom varias bocanadas de aire mientras corra, y se internaba en el bosque.

    Necesitaba hablar con John de Lochman, el mejor amigo de sus padres, por lo quese intern bosque a travs en busca de aquel que siempre les haba dado consuelo,desde que sus progenitores desaparecieran.

    Agotada por la carrera, par unos instantes a descansar. La angustia le hacamaldecir en voz alta convulsivamente.

    Bruja! Maldita bruja!Qu te ocurre, Megan? dijo una voz junto a ella asustndola.Oh, Shelma! exclam al reconocer a su hermana. Tenemos que encontrar

    con urgencia a John.Est en las cuadras con Patrick. Pero qu te pasa?Shelma, ta Margaret pretende casarnos. A ti con sir Aston Nierter y a m con sir

    Marcus Nomberg.Qu?! grit incrdula. Odiaba a esos hombres, tanto como ellos a ellas.

    Pero pero si esos hombres nos desprecian.Ojal se pudran en el infierno! vocifer Megan. Pretenden quitarnos de en

    medio, para educar a Zac y quedarse con todas las propiedades de pap. Ven, debemosencontrar a John!

    El corazn les lati con fuerza cuando comenzaron a correr por el florido bosque de

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  • lamos.Pero John qu va a hacer? pregunt llorosa Shelma. l no puede ayudarnos.

    Le matarn.No s qu har respondi sin aire Megan. Pero al morir pap, me pidi que,

    si alguna vez me vea en peligro, acudiera a l.Cogidas de la mano llegaron hasta las majestuosas caballerizas, donde uno de los

    hombres de John las salud y les indic dnde encontrarlo. Sorteando con celeridad ahombres y caballos, llegaron hasta el lateral de las caballerizas. Agotadas, vieron, Johncon las riendas de un precioso caballo en sus manos.

    Cunta belleza junta! bram John acercndose a ellas.Aquel gigante de casi dos metros adoraba a las muchachas, al igual que haba

    adorado a su dulce madre Deirdre. De pronto se par en seco y, observando los ojosvidriosos de las jvenes, rugi:

    Qu ocurre aqu?Una vez dijiste que si alguna vez nos veamos en peligro te lo dijera jade

    Megan agarrando a su hermana. Ta Margaret quiere casarnos este fin de semana consir Aston Nierter y sir Marcus Nomberg.

    Qu ests diciendo, muchacha?! grit mientras el corazn le lata acelerado.Era imposible. Cmo iban a hacerles aquello a esas dos adorables muchachas? Sir

    Marcus y sir Aston eran dos caballeros del rey Eduardo II, duros y despiadados, quenunca aceptaron el matrimonio entre George y Deirdre por el simple hecho de ser ellaescocesa. Cmo demonios se iban a casar con ellas?

    Entiendo que tienes que pensar en ti prosigui Megan, quien arda de rabia porlo que queran hacerles. Nosotras no queremos que tengas problemas ni con ellos nicon nadie. Pero estoy desesperada, John, no s dnde ir, ni qu hacer para que mishermanos no sufran la injusticia que mis tos quieren para ellos.

    Muchacha dijo John tocndole la barbilla con afecto. Hace aos promet a tupadre que si algn da l faltaba, yo me ocupara de vosotras. Despus de su muerte,vuestra madre tambin me lo pidi, y jur ante Dios que as lo hara, y lo har!

    Pero dnde podemos ir? llorique una asustada Shelma. Siempre hemosvivido aqu. ste es nuestro hogar. sta es nuestra casa.

    Os llevar con vuestro abuelo.Qu?! exclam, perpleja, Megan. Nuestro abuelo?Angus de Atholl, del clan McDougall asinti con firmeza John.Pero pero comenz a balbucear Shelma, pero las palabras se ahogaron en

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  • su garganta, horrorizada por tener que acercarse a los terribles highlanders.Vive cerca del castillo de Dunstaffnage.Crees que querr ocuparse de nosotros? pregunt Megan tomando aire. Salir

    de las tierras inglesas para meterse en zona escocesa era muy peligroso. Nuncahemos tenido contacto con l, y quiz tampoco quiera saber nada de nosotras.

    Vosotras no. Pero vuestra madre sigui en contacto con l a travs de m durantetodos estos aos. Angus es un buen hombre, adoraba a vuestra madre y sufri muchocuando ella decidi abandonarle para correr a los brazos de vuestro padre. Alprincipio se enfad muchsimo. No entenda cmo su preciosa hija se poda haberenamorado de un ingls. Pero el amor que senta por vuestra madre y la amabilidad devuestro padre le hizo entender y aceptar ese amor.

    Ser buena idea acudir a l? volvi a preguntar Megan mientras intentabacalmar a su hermana, que segua sollozando.

    S, muchacha asinti John con rabia en la mirada y en sus palabras. Creoque sta es la nica opcin que tenis para libraros de la crueldad de vuestros tos y deesos maridos que os quieren imponer.

    Est bien acept Megan sintiendo cmo un fro extrao le recorra la espalda. Cundo salimos? Y, sobre todo, cmo avisaremos a nuestro abuelo?

    Maana por la noche, cuando todos duerman, ser un buen momento.Estaremos preparadas con Zac afirm Megan, decidida.Iremos a caballo, no podemos ayudarnos de ninguna carreta, por lo que coged lo

    justo. Ah!, y llevad ropa de abrigo, en las Highlands la necesitaris.

    Aquella noche, en el saloncito azul, mientras esperaban a que terminaran de servirla cena junto a sus crueles tos, ambas hermanas permanecan en silencio.

    Estis muy calladas hoy, nias reproch su ta mirndolas con ojos deserpiente venenosa, mientras se meta una cucharada de caldo en su arrugada boca.

    Hoy dimos un largo paseo por los alrededores de Dunhar invent Megan.Creo que eso nos cans en exceso, ta.

    Y, como es lgico, habris estado montando a caballo como un par de salvajes,verdad? pregunt la mujer sabiendo cmo las muchachas montaban sus caballos.

    Hemos montado a caballo como nuestra madre nos ense contest Shelmamirndola desafiante.

    Otra salvaje! se mof sir Albert Lynch, su to.

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  • No os permito que hablis as de nuestra madre murmur Megan dando ungolpe en la mesa con la mano, mientras le miraba a travs de sus ojos negros con odio ydesprecio.

    Y a m no me gusta que me hables con ese descaro respondi secamenteAlbert.

    Tengo hambre! protest Shelma intentando tranquilizar a su hermana.Tranquilo, Albert carraspe Margaret, limpindose la boca con la servilleta de

    lino. Esta situacin durar poco tiempo. Reljate y disfruta.En ese momento apareci William, el criado de la casa. Mirando a las jvenes con

    un gesto de complicidad, les gui un ojo y curv su boca a modo de sonrisa. Odiaba alos Lynch. Nunca le gust la manera en que aquellas personas se comportaban con lasnias.

    Seores, han llegado sir Marcus Nomberg y sir Aston Nierter.Al escuchar aquellos nombres, a Shelma le dio un vuelco el corazn. Entre tanto,

    Megan, con una frialdad inusual en ella, contena su rabia y rogaba tranquilidad a suhermana con la mirada.

    Oh, qu encantadora visita rio como una serpiente Margaret, mientras selevantaba junto con su marido para atender a los invitados. Tomad asiento.Cenaremos todos juntos.

    Lady Margaret, sir Albert salud Marcus. Pasbamos por aqu, pero nopretendemos molestar.

    Vos nunca molestis sonri la mujer con su falso gesto. Para nosotros es unhonor contar con vuestra agradable compaa.

    Por favor, caballeros indic sir Albert. Estamos encantados con vuestravisita. Compartid nuestra cena.

    Si insists asinti de buen agrado sir Aston. Yo estar encantado.Sir Marcus, un hombre alto, despiadado y estirado, se atus su ridculo bigote al

    sentarse junto a Megan. Mientras, sir Aston, entrado en carnes y con su caractersticoolor a rancio, se acomod al lado de Shelma.

    William cruz una rpida mirada con Megan y sali del saln mientras ella lededicaba una fra sonrisa a sir Marcus, a pesar del asco que le daba su cara marcada deviruela y sus ojos de ratn.

    Lady Megan, esta noche estis especialmente encantadora dijo Marcusdevorndola con la mirada.

    No puedo decir lo mismo de vos, pens ella mirando a su hermana.

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  • Gracias, sir Marcus respondi con una forzada sonrisa.Megan era una preciosa y joven muchacha que atraa las miradas de los hombres

    por su escandaloso pelo oscuro y sus ojos negros como la noche.Lady Shelma, vos tambin estis preciosa con ese vestido azul seal sir

    Aston rozando con su mano el cabello castao de la joven, dejndola sin palabras.Qu galantes sois, caballeros! afirm Margaret, mientras William volva a

    entrar y con gesto serio indicaba a otro criado que les sirviera caldo.La cena fue una autntica humillacin. Tanto Megan como Shelma, en diferentes

    ocasiones, tuvieron que apartar y sujetar las lascivas manos que bajo la mesa, una yotra vez, se posaban sobre sus faldas con intenciones nada inocentes. Agotada por losdisimulados forcejeos y con ganas de chillar, Megan se levant. Tomando a su hermanade la mano, se disculp con intencin de marcharse.

    No seis antipticas, nias las detuvo Margaret, que tena muy claro su plan.Seguro que nuestros invitados desearan dar un paseo por los alrededores.

    Con desgana y malhumorada, Megan anduvo hacia la puerta, pero una mano laatrap por la cintura hacindola frenar.

    Tan cansada estis? escuch la voz pastosa de sir Marcus, mientras notabacmo los dedos de ste la agarraban con fuerza de la cintura.

    Hoy hemos tenido un da agotador se disculp Shelma.Sujetando con firmeza a las jvenes, sir Aston y sir Marcus salieron de la luminosa

    estancia del saln. Sin importarles los gestos contrariados de las doncellas, tras bajarlos escalones de la entrada, se desviaron hacia un lateral de la casa. Un lugar oscuro ysombro. Una vez all, nada pudieron hacer para continuar juntas. Sir Aston tom uncamino diferente llevndose del brazo a Shelma, mientras Megan bulla de rabia.

    A qu se debe ese gesto tan serio? pregunt sir Marcus.Considero que sera ms apropiado que los cuatro permaneciramos juntos

    contest Megan intentando corregir la direccin. No me parece adecuado quedarnosa solas. No est bien visto.

    Escocesa, existen tantas cosas que no estn bien rio sir Marcus empujndolacontra la pared de la casa y comenzando a manosearla.

    Qu hacis?! grit enfurecida Megan dndole un fuerte empujn. Oshabis vuelto loco?

    Loco me tienen tus cabellos, tus ojos respondi aplastndola contra la pared,mientras intentaba meterle su asquerosa lengua en la boca y sus manos luchaban porsubirle el vestido, tus lozanos pechos, y no veo por qu esperar ms tiempo, si

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  • finalmente sers para m.Asustada y rabiosa, se vio inmovilizada por aquel hombre que le sacaba apenas una

    cabeza. Not cmo la mano de l se introduca por su escote para tocar salvajementesus pechos.

    Soltadme, asqueroso patn! grit ahogada por la impotencia de verse as yobservar en la lejana que su hermana estaba en la misma tesitura. O juro que no serconsciente de mis actos.

    Tu fiereza me hace ver que sers ardiente en mi cama, escocesa no entredientes al verse manejando la situacin. Una vez que te tenga desnuda en mi lecho,hars todo lo que a m se me antoje.

    Os lo advert buf levantando una de sus rodillas y dndole con todas susfuerzas donde saba que le dolera.

    Inmediatamente se vio liberada y a sir Marcus rodando por el suelo aullando dedolor.

    No volvis a tocarme en vuestra vida! O no responder de mis actos escupiMegan.

    En ese momento se escuch un nuevo aullido. Era sir Aston, quien tras haberrecibido un empujn por parte de Shelma haba cado al suelo clavndose las espinasde los rosales. Shelma, sin esperar un instante ms, se reuni con su hermana. Juntasentraron rpidamente en la casa.

    Qu ocurre? pregunt Margaret, sentada frente a la lujosa chimenea.Esos hombres se han propasado con nosotras grit Megan echando fuego por

    los ojos. Qu es lo que pretendis hacer? Qu es eso de que seremos para ellos?La verdad sonri Albert. A partir de ahora tendris que ser cariosas y

    complacientes con vuestros prometidos.Ellos no son nuestros prometidos! chill Shelma.Lo son sentenci Margaret viendo entrar a aquellos hombres en la habitacin

    con gesto contrariado. En pocos das, os desposaris con ellos y nadie lo podrimpedir.

    Me niego a comenz a decir Megan, pero sir Marcus le solt una bofetadaque la hizo caer al suelo.

    Al ver aquello, Shelma se abalanz sobre l, pero sir Aston, rojo de rabia, la asipor el cuello y la tir tambin.

    Caballeros! intervino Margaret sin levantarse de su silla. Entiendo queestas salvajes os hagan perder la cordura, pero, aunque slo sea por la memoria de mi

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  • queridsimo hermano George, esperad a estar desposados para tratarlas como semerecen.

    Sois lo peor, pens Megan mirando a su ta.Ser un autntico placer gru sir Marcus, quien tras un saludo sali de la

    habitacin seguido por sir Aston.Unirnos a estos hombres?! Cmo podis permitir semejante osada?

    vocifer Megan mientras ayudaba a su hermana a levantarse del suelo.He dispuesto con el obispo vuestros enlaces. No se hable ms.Mis padres no consentiran esta barbaridad manifest Megan, tocndose su

    dolorida mejilla.Querida nia rio con altivez Margaret, no olvides que ellos ya no estn aqu,

    y la que decide vuestro futuro soy yo. Casar a dos mestizas, en los tiempos que corren,no es nada fcil.

    Vuestra sangre escocesa y salvaje continu Albert riendo como una hienaser derrotada.

    Sois balbuce Megan a punto de abalanzarse sobre su to.Estamos cansadas interrumpi Shelma obligando a su hermana a mirarla.

    Ahora, si nos disculpis, deseamos retirarnos. Buenas noches.Sin detenerse, corrieron hacia sus habitaciones encontrndose por el camino con

    Edelmira, la mujer de William, quien sin pensarlo las abraz, acunndolas comocientos de veces lo haba hecho durante aquellos duros aos.

    No podemos continuar aqu solloz Shelma.Ay, nias mas susurr Edelmira. Qu podramos hacer para ayudaros?No te preocupes, Edel la tranquiliz Megan abrazndola. Algo se nos

    ocurrir.Al da siguiente, la maana amaneci soleada. El cielo era azul clido, pero el

    humor de ambas era oscuro y desafiante. Shelma se asust al ver la mejilla hinchada deMegan. Deban escapar. Sus vidas corran peligro!

    John, que no haba dormido la noche anterior preparando el viaje, se horroriz alverlas en aquella situacin. Pero, tras tranquilizarse, les inform que haba conseguidola ayuda de dos hombres, y que las esperaran de madrugada en la parte trasera de lacasa, junto a la arboleda.

    Aquella noche, mientras cenaban con Margaret y Albert, se alegraron de que stos

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  • no tuvieran ganas de charlar, por lo que pronto se retiraron a su habitacin.En la quietud de la noche, Megan fue hasta el cuarto donde dorma su pequeo

    hermano Zac: un nio de apenas un ao, rubio e inquieto. Lo cogi con delicadeza y,tras envolverlo en una capa de piel, sali con todo el cuidado que pudo para nodespertarlo. Shelma esperaba en la puerta, vigilando que nadie les escuchase. Bajaroncon cuidado las escaleras. Cuando atravesaban la cocina, de pronto una voz lasparaliz.

    Os hemos preparado algo para el camino dijo William saliendo de las sombrasjunto a Edelmira. Quiero que sepis que nunca me olvidar ni de vos ni de vuestrospadres, y siento en el alma no poder ayudaros en nada ms.

    William, por Dios, no digas nada! pidi Megan hablando en susurros para nodespertar a Zac.

    Ay, nias mas solloz Edelmira con tristeza mientras le daba a Shelma unpaquete con queso, pan y leche para Zac. Os echar mucho de menos.

    Y nosotras a ti susurr Shelma acercndose para darle un beso. Ahora,marchaos. Nadie tiene que saber que nos visteis. No queremos ocasionaros problemas.

    Alargando la mano, Megan tom la de William, quien, con una triste sonrisa, asintiantes de soltarla.

    Que la felicidad sea la dicha de vuestra futura vida suspir el ancianomayordomo.

    Gracias, William le agradeci Megan con una sonrisa en la boca mientrasEdelmira la abrazaba.

    Cuidaos, por favor murmur el hombre asiendo a su mujer antes dedesaparecer entre las sombras.

    Quin anda por ah? pregunt Margaret, que llevaba una vela encendida en lasmanos. Al descubrir a las jvenes, pregunt: Qu hacis, insensatas?

    Paralizadas con el pequeo Zac en brazos, no supieron qu hacer hasta que Williamy Edelmira, saliendo de las sombras sin pensrselo, empujaron a Margaret hacia unlado, con tan mala suerte que la vela que sta llevaba en la mano cay sobre el cesto dela ropa sucia, prendiendo todo con la rapidez de la plvora.

    No es momento de pararse a mirar indic William. Corred. Corred y nomiris atrs.

    Pero William grit Megan viendo a Edelmira en el suelo junto a su ta.Por favor, marchaos y buscad la felicidad grit empujndolas.La intranquilidad se apoder de ellas desde el momento en que comenzaron a

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  • correr. Pero, a mitad de camino, un grito desgarrador procedente de la garganta deWilliam hizo que Megan se parase en seco y mirase hacia atrs. El fuego se habaapoderado de toda la cocina y comenzaba a subir hacia la planta de arriba. Con los ojosencharcados en lgrimas, las hermanas Phillips comprendieron el triste final deaquellos dos ancianos que las haban ayudado. Cuando las manos de John las agarrarony las llevaron hasta la arboleda sin perder tiempo, comenzaron un peligroso y agotadorviaje, hasta el hogar de su abuelo, muy lejos de Dunhar.

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  • Captulo 2

    Castillo de Dunstaffnage (Escocia), Agosto de 1314Haban pasado unos meses desde que, el 24 de junio, Robert de Bruce, liderando el

    ejrcito escocs junto a los jefes de los principales clanes de Escocia, haba salidovictorioso en la batalla de Bannockburn.

    En un principio, Robert de Bruce pens firmar un tratado de paz con el rey ingls,Eduardo II. Pero, tras ver fallida esta opcin, los escoceses, aun siendo menor ennmero que los ingleses, cargaron contra el ejrcito enemigo y salieron victoriosos.

    Nadie olvidara aquel da en que el rey Eduardo II lleg acompaado por infinidadde caballeros, arqueros, lanceros y algunos escoceses contrarios a las ideas de Robertde Bruce, la gran mayora del clan McDougall, que no era muy numeroso, pero s losuficiente para daar y crear la discordia entre las gentes de su propio clan. Mientras,el ejrcito de Robert de Bruce slo se compona de valientes guerreros bienentrenados, unos cuantos a caballo y cientos de voluntarios sin entrenar, pero con ansiasy ganas de luchar.

    El primer da de batalla, Henry de Bohun, caballero del rey Eduardo II, creyndosesuperior a Robert de Bruce, provoc una lucha lanza en mano al estilo de los torneos.Robert, que no se amilanaba ante nadie, acept tal reto exponiendo su vida, pero tras uncorto combate Henry de Bohun acab muerto por un hachazo en la cabeza, mientrasBruce slo se lamentaba por haber roto el mango de su hacha, ante sus amigos y fielesseguidores Duncan y Niall McRae y Lolach McKenna.

    El segundo da, el rey Eduardo II, enloquecido de rabia por la anterior victoria,orden al conde de Gloucester cargar contra los salvajes escoceses. Pero de nuevo lasuerte estuvo del lado escocs. Robert de Bruce volvi a demostrarle que, aunque susfuerzas militares eran inferiores en nmero, tenan mucho ms talento. Y ayudado porDuncan y Niall McRae y Lolach McKenna, entre otros, emboscada tras emboscada,empalaron a miles de lanceros ingleses junto al conde de Gloucester.

    Desesperados, los ingleses huyeron perseguidos por la infantera escocesa lideradapor Axel McDougall, que junto a otros luch sin piedad hasta conseguir lo quebuscaban: la independencia de Escocia.

    Tras aquel nuevo desastre y sintiendo que no podran conseguir amilanar a aquellosvalientes escoceses, las tropas inglesas en buena parte integradas por highlandersayudaron al rey Eduardo II a huir al galope del campo de batalla. Lleg hasta Duchar,donde tom un barco que le llev de vuelta a su amada Inglaterra.

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  • Los meses pasaron, pero los clamores de la batalla continuaban muy vivos. Por losdistintos caminos y montaas de Escocia se poda ver a muchos valerosos escocesesregresando a sus hogares, de los que marcharon sintindose hijos oprimidos deInglaterra y a los que volvan siendo hombres libres de Escocia.

    En el castillo de Dunstaffnage, propiedad del clan McDougall, tras el regreso delvaleroso laird Axel McDougall, se estaba preparando una boda. Para Axel no habasido fcil aquella guerra. Tuvo que luchar contra gente de su propio clan y, aunque porocultos antecedentes familiares la sangre inglesa corriese por sus venas, si algo tenaclaro es que era escocs.

    Nunca olvidara el dolor en el pecho que sinti cuando vio los cuerpos de susprimos Lelah y Ewan despedazados en el campo de batalla. Pero, tras la amargura delcombate, le aguardaban das de gloria y tranquilidad. Por ello, tras volver deBannockburn, formaliz su boda con Alana McKenna, una jovencita que aos atrs lehaba robado el corazn.

    El castillo de Dunstaffnage comenzaba a llenarse de guerreros venidos de otrosclanes. Axel, desde las almenas de su castillo, observaba cmo un grupo de unos treintahombres se acercaba a caballo. Sonri al reconocer a su buen amigo Duncan McRae, untemible e inigualable guerrero, al que apodaban El Halcn por su intimidatoria miradaverde y su rictus de seriedad. Se deca que cuando El Halcn fijaba su mirada en ti,slo era por dos razones: o porque ibas a morir, o para sonsacarte informacin.

    A su paso, las mujeres ms osadas le miraban con deseo y ardor. Toda Escociaconoca su fama de mujeriego, compartida junto a su hermano Niall y su ntimo amigoLolach. Duncan era un highlander de casi dos metros, de cabello castao con reflejosdorados, cutis bronceado y ojos verdes como los prados de su amada Escocia. A sustreinta y un aos posea una envergadura musculosa e impresionante, gracias alentrenamiento diario y a las luchas vividas.

    Con Duncan cabalgaba su hermano Niall, un joven valiente, aunque de carcterdistinto. Mientras que el primero era serio y reservado, el segundo frecuentaba labroma y luca una perpetua sonrisa en la boca.

    Lolach McKenna, amigo de la infancia de los hermanos McRae, resida en elcastillo de Urquhart, junto al lago Ness. El temperamento de Lolach resultaba agradabley conciliador, y, al igual que el resto, era un hombre de aspecto imponente, poseedor deunos ojos de un azul tan intenso que las mujeres caan rendidas a sus pies.

    Quines son? pregunt Gillian, una preciosidad rubia, mientras frunca losojos para distinguirles.

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  • Duncan y Niall McRae, Lolach McKenna y sus guerreros. Les invit a mi boda respondi Axel mirando con adoracin a su hermana.

    Oh Nial McRae suspir mirando hacia los guerreros que entraban en esemomento por la arcada externa del castillo. Deberas habernos avisado de que ElHalcn y su hermano venan.

    Tranquila, hermanita sonri al escucharla. Son tan peligrosos para ti comolo soy yo.

    Si t lo dices sonri al escuchar a su hermano.Gillian estaba encantada de volver a tener a Axel a su lado. Atrs quedaron los

    tiempos en los que tema que cualquiera de su clan quisiera matarlo por no seguir al reyEduardo II.

    Axel, crees que este vestido es lo suficientemente elegante para tu boda? pregunt girando ante la mirada divertida de l.

    Tu belleza lo eclipsa, Gillian. Creo que conseguirs que los hombres sedesplomen a tu paso; por lo tanto, ten cuidado, no quiero tener que usar mi espada elda de mi boda.

    Desde que haba cumplido dieciocho aos, Gillian era consciente de la reaccinque despertaba en los hombres y eso le produca un enorme placer.

    En ese instante, los cascos de los caballos retumbaron contra las piedras del suelo ala entrada del castillo. El podero y la fuerza de esos guerreros hicieron que todos losall presentes dejaran sus labores para mirarlos con admiracin y temor.

    Voy a recibir a mis invitados. Avisa a Alana, le gustar saludarles dijo Axelbesando a su hermana.

    En pocos instantes lleg hasta la gran arcada de entrada. All pudo ver una vez mscmo la gente bajaba la mirada al paso de Duncan, cosa que le provoc risa.

    Al ver a su amigo Axel, Duncan levant la mano a modo de saludo y, dando unsalto, baj de su semental Dark y estrech a su amigo en un fuerte y emotivo abrazo.

    McDougall! bram Lolach McKenna con una amplia sonrisa. Tus gentesparecen asustadas a nuestro paso.

    En cuanto os tengan aqu un par de das, os perdern el miedo respondi Axel.Aqu nos tienes. Dispuestos a asistir a tu boda sonri Duncan al pelirrojo Axel

    . Dnde est esa futura seora de tu hogar?Aqu respondi Alana, que desde su ventana haba visto llegar a los guerreros

    polvorientos, y corri para saludarles.Vos, milady? observ Duncan a la extraordinaria mujer de ojos verdes, pelo

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  • claro y sonrisa tranquilizadora que se ergua ante l.Te lo dije, Alana murmur Lolach besndole la mano. Indiqu hace aos que

    tu belleza sera un peligro para algn incauto.Encantada de volver a verte, primo salud a Lolach.Sois la pequea Alana? pregunt Niall acercndose al grupo.S sonri la muchacha mirando a Axel, su prometido.Ahora entiendes por qu quera formalizar rpidamente este enlace? musit

    asindola por la cintura.No tendrais una hermana o una prima para presentarme? se mof Niall tras

    saludarla, mientras las criadas que se arremolinaban en la arcada les miraban con ojoslibidinosos y risas atontadas.

    Buenas tardes, caballeros! salud Gillian situndose junto a su hermano.Gillian era menuda comparada con Alana y otras mujeres, pero sus ojos azules, su

    cara de ngel y el vestido marrn que se ajustaba a su cuerpo lozano hicieron que todaslas miradas se posaran en ella.

    Ella es vuestra hermana? pregunt Niall al ver aparecer a esa encantadorajovencita.

    No, pero pronto lo ser respondi Alana cogindola de la mano, mientras trasellas se oa un poco de revuelo. Alguien discuta.

    Es mi pequea hermana Gillian advirti Axel. Recurdalo.Mientras Niall continuaba con los ojos fijos en Gillian, Axel se percat de que

    Duncan observaba algo tras ellos. Qu miraba?Encantado de volver a veros. Niall se acerc a la joven Gillian, quien se

    sonroj. Ahora os recuerdo, aunque habis cambiado mucho. La ltima vez que os villevabais largas trenzas infantiles.

    Si mal no recuerdo respondi Gillian reponindose del sonrojo, la ltimavez que nos vimos, vos os tirasteis al lago a rescatarme.

    En serio? rio Alana al ver los ojos resplandecientes de Gillian. Tendra quehablar con ella.

    Tena dos opciones respondi Niall recobrando la compostura. Salvaros odejar que os ahogarais. Y, tras echarlo a suertes, no tuve ms remedio que tirarme alagua.

    Echarlo a suertes?! espet Gillian cambiando su expresin sonriente por unaamenazadora.

    Yo que t, callara mascull Duncan viendo cmo aquella joven le miraba.

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  • Pienso como tu hermano. Cllate! advirti Lolach echndose hacia un lado.Pero la juventud de Niall hizo que, tras guiarle el ojo a una de las criadas y sta

    sonrer, volviera a dirigirse a la joven hermana de Axel.Gillian Gillian Os recuerdo como una mocosa pesada. Os daba igual subir a

    un rbol que embadurnaros de barro junto a los dems chicos. Y lo peor: tuve quesoportar vuestro pringoso beso lleno de barro cuando os salv en el lago. Al ver larabia en ella, finaliz: Aunque ahora tengo que admitir que os habis convertido enuna autntica belleza, y que cualquier hombre estara dispuesto a soportar vuestrosbesos con barro.

    Niall! advirti Axel. Aparta tus ojos y tus embaucadoras palabras de mihermana si no quieres tener problemas.

    Tranquilo, Axel rugi muy enfadada Gillian demostrando su carcter. Noest hecha la miel para la boca del asno. Ni en mis ms oscuros pensamientosconsentira que un imbcil como ste se acercara a m, y menos an que me besara.

    Gillian?! la rega Axel, sorprendido por aquella contestacin.Haciendo caso omiso a su hermano, se volvi furiosa y desapareci por la arcada

    del castillo, dejndoles a todos muertos de risa, incluidos los guerreros que seguanmontados en sus caballos a la espera de que sus jefes Duncan y Lolach les indicaranque desmontaran y buscaran un sitio donde descansar.

    Niall! grit Myles. Te dej sin palabras la dama.Myles, quieres morir?! bram Niall, molesto. Mide tus palabras si no

    quieres probar el acero de mi espada.Ser mejor que calles rio uno de sus hombres de confianza, a Niall no le

    gusta que se mofen de l cuando una dama le ha pisado el cuello.Su hermano Duncan y Lolach se miraron y sonrieron.Te dijimos que callaras, muchacho. Slo tenas que haber mirado sus ojos para

    saber que lo que estabas diciendo no era de su agrado murmur Lolach tocando consu mano el hombro derecho del muchacho.

    Mientras en el patio todos los ojos seguan pendientes de la conversacin entreNiall, Lolach y Axel, Duncan fij su mirada en una mujer que acababa de salir y sehaba situado tras Axel y Alana. En un principio, cuando sali Alana, escuch vocesdentro del castillo, pero tras marcharse Gillian, malhumorada, su corazn se paralizcuando vio aparecer a la mujer con los ojos negros ms espectaculares que haba vistonunca.

    Axel, con disimulo, mir hacia atrs y sonri al entender la cara de su amigo

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  • Duncan. Mientras, la moza en cuestin no se percataba de nada.Duncan intervino Axel tomndole por sorpresa. Te presento a Megan de

    Atholl McDougall.Megan, desconcertada, no saba dnde mirar.Perdonad se disculp atragantndose con la saliva, mientras situaba a su

    hermano tras ella y se alisaba la falda. No estaba atenta a vuestras conversaciones.Tranquila, Megan dijo Alana tomndole la mano para darle un par de

    palmaditas. Entendemos que Zac estaba llamando tu atencin; por lo tanto,solucionemos primero una cosa y luego otra.

    Duncan, que no haba podido apartar la mirada de aquella mujer, deseaba ms quenada en el mundo conocer su sonrisa. Deba de ser espectacular!

    Con fingida indiferencia, Duncan la mir. Era tan alta y estilizada como Alana. Suespectacular cabello rizado era tan negro que casi pareca azul. Sus retadores ojos lecautivaron en pocos instantes, pero su boca Por todos los santos, su boca!, penssintiendo un escalofro. Cmo deseaba tomar aquellos labios y beberlos hasta hacerlosdesaparecer.

    Por su parte, Megan no se haba dado cuenta de cmo aquel guerrero la miraba.Estaba tan obsesionada con proteger a su hermano que no poda pensar en nada ms.

    Veamos prosigui Alana haciendo salir a Zac de las faldas de Megan. Ques lo que te pasa? Por qu has montado tanto jaleo?

    Quiero ir a ver a los feriantes respondi el nio. Pero ella, como siempre,no me deja.

    Por qu no le dejas? pregunt Axel.Distradamente, Megan se retir el pelo de la cara, un gesto que encant a Duncan,

    tanto como saber que aquel pillastre rubio no era hijo de la mujer.Mi seor comenz a decir Megan olvidndose del resto de las personas, le

    he dicho que no sea impaciente. Ms tarde, le llevar yo.No es justo! Yo quiero ir con los otros chicos. No con una gruona grit Zac

    intentando alejarse de su hermana, cosa que ella no le permiti.El cro le pis el pie.Zac, te voy a machacar, le indic Megan con la mirada, aguantando el dolor del

    pisotn, mientras Duncan les observaba divertido.Megan sonri Axel, algn da debers empezar a confiar en l.Deberas prometer a tu hermana que te portars bien seal Alana mirando al

    nio.

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  • Este pillo respondi Megan dndole una colleja que hizo sonrer a los hombres es capaz de meterse en ms de un problema a la vez. Recordadlo, lady Alana.

    La verdad, Zac, es que tu hermana tiene razn dijo Axel, que conoca bien alnio. Por lo tanto, vas a esperar en tu casa hasta que alguno de tus familiares te puedaacompaar, y esto es una orden orden levantando la voz para intimidarle.

    Ve ahora mismo con Shelma indic Megan, y no te muevas de all hasta queyo llegue.

    El nio, tras sacarle la lengua a su hermana y ver cmo sta apretaba los puos parano cogerle por el pescuezo, se alej cabizbajo.

    Est bien sonri Alana al ver la reaccin del nio. Pasemos dentro. Estoyconvencida de que estos guerreros estarn muertos de sed y hambre. Luego,volvindose hacia Megan que vea alejarse a su hermano, dijo: Dile a Frida yMarsha que necesitamos asado y cerveza en abundancia.

    Ahora mismo asinti Megan desapareciendo tras la arcada, seguida por Alanay Axel.

    Halcn! exclam Lolach. Lo que oigo es tu corazn desenfrenado por esabonita muchacha.

    Qu dices? disimul volvindose hacia su amigo con seriedad. Mi coraznslo late desenfrenado cuando estoy combatiendo. No lo olvides.

    Disculpa mi equivocacin palme reprimiendo una sonrisa, mientras se lesuna Niall. Slo digo, y esto va por ambos, que veis a una bonita mujer y babeiscomo bebs.

    Djate de tonteras buf Duncan sin querer escucharle ms.Eres un bocazas! se carcaje Niall dando un empujn a Lolach, al tiempo que

    todos entraban en el castillo.

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  • Captulo 3

    Aquella tarde, Duncan, Axel y algunos de los hombres salieron con sus caballos arecorrer la zona. Axel quera ensearles varias cosas que estaba haciendo. Mientras,las criadas atendan al resto de los guerreros encantadas, soltando risotadasescandalosas cuando alguno de ellos les deca alguna dulzura e intentaba meter susmanos bajo sus faldas.

    En las habitaciones superiores del castillo, Alana se probaba su vestido de novia,junto a Gillian y Megan, que se haban hecho grandes amigas.

    Gillian pregunt Alana, se puede saber por qu has insultado a Niall?Sencillamente, porque se lo mereca solt Gillian mirando a Alana con altivez.Has insultado a uno de los guerreros? pregunt Megan. Y yo, me lo he

    perdido?Gillian y Megan se carcajearon.Por el bien de tu hermano y de tu clan, deberas tener ms cuidado con tus

    palabras y tus actos apostill Alana.Tienes razn asinti Gillian mordindose el labio. Procurar tener ms

    cuidado.El Halcn no poda apartar sus ojos de ti seal Alana mirando a Megan.

    Acaso no te diste cuenta?No, lady Alana. Sonriendo, se corrigi al recordar cmo la llamaba cuando

    estaban solas. No, Alana. Tengo cosas ms importantes en que pensar.Duncan es un hombre muy guapo coment Gillian asomndose a la ventana

    oval para mirar el paisaje verde de los campos.Y las doncellas se pelean por compartir su lecho sigui Alana. Es un

    guerrero muy deseado por las mujeres.No ser yo la que me pegue con nadie por un hombre rio Megan. Y menos

    por ese que tiene donde elegir.Deberas buscar un marido, Megan indic Gillian mientras observaba a

    algunos highlanders cepillar a sus caballos. Toda mujer debe tener a su lado unhombre que la proteja.

    Ya tengo al abuelo, a Mauled y a Zac buf percatndose de lo pesadas que sepondran aquellas dos con ese tema.

    Pero ellos no pueden calentar tu cama y tu cuerpo como lo hara por ejemploDuncan sonri pcaramente Alana.

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  • Alana! exclam Gillian al escucharla.No necesito que nadie caliente mi cama. Me la caliento yo slita sin tener que

    soportar a nadie.Oh, oh suspir Gillian al ver a Shelma correr hacia el castillo. Tu hermana

    viene hacia aqu y no trae muy buena cara.Shelma? pregunt Megan acercndose a la ventana.Al asomarse vio a su hermana llegar con cara de pocos amigos y pronto supo por

    qu.Dnde est Zac? pregunt Shelma a gritos mientras se retiraba el pelo castao

    de la cara. Su hermano las iba a volver locas.Le envi contigo hace un buen rato contest Megan resoplando. No te

    muevas, bajar enseguida y te juro que cuando lo encuentre le arrancar las orejas.Ese hermano tuyo indic Gillian. Es cabezn.Pero ms lo soy yo asegur Megan mirando a Alana. Me tengo que ir.No te preocupes, Megan dijo Alana tomndola de la mano, seguro que estar

    jugando por algn lado.Te acompao seal Gillian, que conoca bien las fechoras de Zac.Tras despedirse de Alana, abrieron la pesada arcada de madera y salieron al oscuro

    pasillo alumbrado por antorchas. Bajaron la escalera de piedra en forma de caracolhasta llegar a la sala principal, donde an quedaban algunos hombres que las miraronboquiabiertos murmurando palabras en galico al verlas pasar.

    Juro que lo matar en cuanto lo tenga en mis manos despotric Megan sinpercatarse de que los hombres las miraban y rean ante ese comentario.

    Veamos en qu clase de fechora anda metido ese mequetrefe respondi Gillianagarrndose las faldas.

    Cruzaron el patio a toda prisa para llegar hasta Shelma, que al verlas grit:Te juro que lo mato, Megan!Eso ya lo dijo tu hermana sonri Gillian para templar el nimo de Shelma.Dijo que quera ir con otros muchachos a ver a los feriantes record Megan.Lo saba! grit Shelma.Las tres muchachas, andando a paso rpido, se dirigieron hacia la explanada donde

    los feriantes comenzaban a montar sus puestos. Una explanada algo hmeda por laslluvias, y con barro.

    All est ese rufin! indic Megan.Pero las tres se quedaron sin palabras cuando vieron cmo el nio se acercaba con

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  • sigilo, junto a un par de chicos del clan, a uno de los puestos y, mientras el feriantecolocaba unas telas, le quitaban cosas escondindolas bajo sus camisas.

    De pronto, unas vasijas de barro cayeron al suelo atrayendo la mirada del feriante.Los haban pillado! Por lgica, el hombre cogi a Zac. Era el ms pequeo.

    El nio comenz a gritar al verse sujeto por unas manos que lo zarandeaban. Al veraquello, a Megan se le subi el corazn a la boca y, echando a correr seguida por lasotras dos, se detuvo a unos pasos del feriante, quien ya le haba propinado un par deazotes a Zac.

    Disculpad, seor. Por favor! susurr Megan sin aliento por la carrera.Serais tan amable de soltar a mi hermano? Yo os pagar lo que ha roto.

    Este sinvergenza es tu hermano? pregunt el hombre cogindole por elcuello mientras Zac lloraba.

    S, seor asinti Shelma plantndose junto a Megan. Es nuestro hermano yos pedimos que le soltis.

    Yo no hice nada! minti Zac intentando zafarse del hombre.Zac, cllate! reproch Gillian, enfadada, notando cmo sus pies se hundan en

    el barro.Qu no hiciste nada?! bram el hombre dndole un bofetn que doli ms a

    las muchachas que al nio. Me estabas robando y me has roto algunas jarras. Eso esno hacer nada?!

    En ese momento sali de su carro la mujer del feriante, y Megan puso los ojos enblanco al reconocer a Fiona, que se llev las manos a la cabeza al ver los destrozos.

    Malditas y apestosas sassenachs! escupi la mujer al verlas.Cllate! grit enfurecida Gillian.Aquella maldita palabra haba causado mucho dolor a sus amigas y a su propia

    familia.No queremos tener los, Fiona advirti Shelma mirndola con recelo.Fiona era una antigua vecina del pueblo. Durante los aos que vivi all, primero su

    madre y luego ella siempre las trataron con tono despectivo. Las odiaba por su sangreinglesa. Incluso en varias ocasiones, Megan y ella haban llegado a las manos.

    Entiendo vuestro disgusto, seor prosigui Megan mirando al feriante. Poreso os repito que pagar lo que mi hermano

    Estate quieto, ladronzuelo! grit el hombre dando otra bofetada a Zac, lo quehizo que su hermana mayor perdiera la paciencia.

    Escuchad, seor! vocifer Megan, enfurecida. Si volvis a darle un bofetn

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  • ms, os lo voy a tener que devolver yo a vos.Qu t me vas a dar un bofetn a m! se carcaje el feriante, indignado.Gillian y Shelma se miraron. Megan era capaz de eso y de mucho ms.Pero quin te has credo t para hablar as a mi hombre? ladr Fiona

    plantndose ante Megan con los brazos en jarras.Soy Megan. Te parece poco? aclar mirndola con desprecio. Volvindose

    hacia el hombre, escupi: Soltad a mi hermano. Ya!Este sassenach grit con desprecio el feriante es un futuro delincuente, y

    como tal debera ser tratado.Se acabaron las contemplaciones, Fiona, pens Megan mientras se retiraba el

    pelo de la cara. Aquella rolliza muchacha haba hecho mucho dao a su abuelo con susterribles comentarios y estaba harta.

    Yo no soy sassenach aull Zac, que a su corta edad an no llegaba acomprender por qu a veces la gente se empeaba en insultarle de aquella manera.

    No lo puedes negar, mocoso escupi Fiona. T y tus hermanas olis adistancia a la podredumbre de los sassenachs.

    Oh, Dios, te matara con mis propias manos, pens furiosa Megan alescucharla.

    Y t hueles a excremento de oso cruzado con una bruja grit Shelma muyenfadada, momento en que Fiona se abalanz sobre ella.

    Megan intent separarlas, pero la corpulenta mujer de otro feriante se abalanzsobre ella. La lucha estaba servida.

    Al ver aquello, Gillian comenz a gritarles a todos que era la hermana de AxelMcDougall y que ste les echara de sus tierras. Pero nadie le hizo caso. Las mujerescontinuaban tirndose de los pelos y arrastrndose por el barro, por ello Gillian no selo pens dos veces y, sin importarle nada, se tir encima de ellas.

    Los gritos y la algaraba que se organiz atrajeron las miradas de todo el mundo.Haba pelea!

    De pronto, el fuerte ruido de los cascos de varios caballos y un rugido atronadorprovocaron que todos se parasen en seco. Ante ellos tenan a su seor Axel, a ElHalcn y a algunos hombres ms.

    Qu ocurre aqu?! pregunt Axel con gesto de enfado, montado en su enormecaballo blanco.

    Su sorpresa fue tremenda cuando reconoci entre aquel amasijo de cuerpos a suhermana, a Megan y a la hermana de sta. Desmontando con rapidez e intentando

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  • mantener el control, ayud a Gillian a ponerse en pie. Tena el pelo revuelto, estabaempapada y con la ropa pringada de barro.

    Gillian, por todos los santos. Qu haces? Qu ha pasado?Enfurecida por aquella intromisin, se apart de su hermano y, ayudando a Megan y

    Shelma a ponerse en pie, grit encolerizada:Esas malditas mujeres, Axel. Se abalanzaron sobre nosotras.Niall, contemplando la escena divertido a lomos de su semental, se acerc al

    bullicio junto a Lolach.Veo que por aqu las cosas no cambian brome Niall. Pero una mirada dura de

    Axel le indic que callara.Los feriantes se quedaron de piedra al ver al seor de los McDougall matndoles

    con la mirada. Tras l se encontraban El Halcn, Niall y Lolach, quienes lesobservaban muy serios, conteniendo las ganas de rer ante semejante cuadro.

    El muchacho rob y rompi varias vasijas se defendi el feriante en un tonodiferente, mientras an sujetaba a Zac. Es ms, si le registris encontraris bajo sucamisa algo del botn.

    Soltad a mi hermano! bram Megan acercndose con la cara enrojecida yaraada. Soltadle ahora mismo o juro que os matar.

    La rabia en su mirada y el coraje en sus palabras dejaron sin aliento a los guerreros,quienes vieron en Megan a una mujer con mucho carcter. Aquella fuerza atrajo an msla curiosidad de Duncan al reconocer a la morena.

    Pero ella comenz a decir Fiona sealndola.Cuida tus palabras cuando hables de mi hermana o te las volvers a ver conmigo

    advirti Shelma.Qu carcter tienen las mujeres de esta tierra! susurr Niall a Lolach, quien

    nuevamente tuvo que contener la carcajada.El feriante solt a Zac, que corri a esconderse tras Megan, quien tena el rostro

    arrebolado.Zac, has robado? pregunt con su voz ronca Duncan atrayendo las miradas de

    todos, mientras bajaba de su oscuro y enorme caballo.Seor comenz a decir Shelma intimidada ante El Halcn, es un nio yEstoy hablando con vuestro hermano musit Duncan mirndola.Maldita sea, Zac. Ahora, cmo salimos de sta?, pens Megan al ver que aquel

    enorme guerrero se acercaba a ella.Zac continuaba escondido tras su hermana mayor, que por primera vez mir a los

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  • ojos a aquel highlander sintiendo un extrao ardor en sus entraas vindole caminarhacia ella. El de ojos duros e implacables era El Halcn, el terrible guerrero del quetantas historias macabras haban odo y el que, segn Alana, la haba estadoobservando. Su figura era imponente e implacable, tanto por altura como por la anchurade sus hombros, sobre los que descansaba un brillante pelo castao.

    Zac! Has desobedecido mis rdenes reproch Axel, enfadado. Y esoconlleva un castigo.

    No! gritaron al unsono Megan y Shelma.Axel! grit Gillian, horrorizada. Por el amor de Dios. Es un nio! Y ellos

    no aceptaron la oferta de Megan de pagarles lo robado y roto. Slo se han dedicado ahumillarlas e insultarlas, y luego

    Maana, Zac prosigui Axel indicndole a su hermana que callara, quieroverte en el castillo para hablar sobre tu castigo.

    Niall y Lolach, al escuchar aquello, se miraron. Conocan a Axel y saban que elcastigo que impondra al muchacho no ira ms all de ayudar en las cocinas delcastillo.

    Zac lo llam Duncan agachndose para ponerse a su altura. Podras salir delas faldas de tu hermana para que pueda hablar contigo como un hombre.

    El nio, plido y asustado por sus actos y por aquel enorme guerrero, sali convalenta. Duncan lo mir y estuvo a punto de blasfemar cuando contempl an marcadoen su cara el bofetn del feriante.

    Ensame qu has robado indic Duncan.Sin necesidad de repetir la pregunta, el nio meti sus manitas bajo la camisa sucia

    y sac algo que deposit en las grandes y callosas manos de Duncan.Quera que mis hermanas fueran guapas a la boda y cog estos colgantes para

    ellas.Oh, Zac susurr Megan agachndose junto a l, incapaz de pronunciar una

    palabra ms.Al agacharse junto al cro, Megan qued muy cerca de Duncan, que admir su

    belleza a escasos centmetros y percibi su olor a musgo fresco. Por primera vez en suvida, se dio cuenta de que el color negro tena ms de una tonalidad al perderse en losojos de la muchacha. Sus labios le invitaban a besarlos, a tomarlos, y la calidez de surostro, an embarrado y sucio, le dej sin palabras.

    Zac, cario susurr Megan. Nosotras te lo agradecemos, pero no queremosque robes nada, no lo entiendes?

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  • Robar es algo que no est bien recalc confuso Duncan, turbado por lapresencia de la joven. Muchos hombres van a las mazmorras, mueren o son azotadospor ello. Quieres que te ocurra algo as?

    Seor salt rpidamente Shelma. Si mi hermano tiene que ir a las mazmorraso ser fustigado, ocupar su lugar.

    Al escuchar aquello, a Megan le hirvi la sangre y se le aceler el corazn. Nuncalo permitira!

    Qu dices?! No consentir algo as aclar Megan. Y mirando de frente a losojos de Duncan, con ms valor que muchos guerreros, aadi: Ambos son mishermanos, seor. Soy responsable de ellos. Ante cualquier cosa que ellos hagan, laresponsabilidad es ma. Si alguien tiene que ir a algn lado o pagar algo, no dudis queser yo.

    Aquellas palabras dejaron mudos a todos. Lolach se asombr por la fuerza deaquellas mujeres, en especial por la joven que responda al nombre de Shelma, quien lemir en un par de ocasiones y le sonri.

    No estoy diciendo que nadie tenga que ser azotado aclar Duncan, confuso porla reaccin de las muchachas. Slo le estoy haciendo entender a Zac que robar lepuede acarrear en el futuro muy serios problemas a l y a su familia.

    En eso tiene razn mi hermano asinti Niall. Zac debe aprender desdepequeo que cierto tipo de situaciones le pueden traer problemas.

    Duncan, con pesar, retir su mirada de la muchacha para fijarla en el nio y decir:Promteme que nunca ms volvers a robar o sern tus padres, responsables de

    ti, los que paguen tus problemas.No tengo padres indic el nio muy serio, sintiendo el dolor en los ojos de

    Megan al escuchar aquello.Pero tienes hermanas respondi Duncan. Ellas desean que algn da seas un

    valeroso guerrero que las defienda, no crees? Adems, estoy seguro de que a tu seorle gustara poder contar con guerreros como t.

    Os lo prometo, seor respondi con timidez el nio. l quera ser guerrero.Guerrero, ese rufin! se mof Fiona por aquel comentario. Pero si ellos

    sonCllate! grit Gillian intuyendo lo que aquella bruja iba a decir. No vuelvas

    a insultarlos o te las vers de nuevo conmigo.Vuelve a decir esa palabra! Vuelve a insultarnos! vocifer Megan

    levantndose para encararse con la mujer. Y te juro que te arranco los dientes y me

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  • hago un collar con ellos.Al escuchar aquello, Duncan mir a su hermano y a Lolach sorprendido. Nunca

    haba conocido una mujer con ese carcter.Fiona orden Axel al intuir lo que ocurra. Recoge tus mercancas y sal de

    mis tierras.Pero, seor susurr el feriante cogiendo a su mujer por el brazo para que

    callara.Sin preguntar intuyo lo que aqu ha ocurrido prosigui Axel, serio. Si alguno

    ms desea marcharse con ellos, adelante! Pero a mi gente nadie la insulta. Por lo tanto,y entendiendo que la noche se acerca, la nica opcin que soy capaz de razonar es quepasis la noche aqu. Pero por la maana no os quiero ver en mis tierras. Entendido?!

    S, seor asintieron los feriantes alejndose de Fiona, que echaba chispas alver cmo aquellas muchachas sonrean.

    Zac! Recuerda tu promesa seal Duncan muy serio. Con tranquilidad, sedirigi al feriante, que estaba plido de miedo. Yo me har cargo del pago.

    No, laird McRae! exclam Megan agarrndole del fornido brazo para llamarsu atencin. No os preocupis, lo pagar yo.

    No es necesario susurr Duncan a escasos centmetros de ella.En ese momento, Megan fue consciente de su osada al tocarle y, dando un paso

    hacia atrs, se alej de l. Duncan, an con la mirada puesta en ella, senta la manocaliente y palpitante de la muchacha sobre su piel. Su suavidad haba sido muyagradable!

    Como un halcn eligiendo a su presa, clav sus verdes ojos en ella y, durante unosinstantes, ambos se miraron a los ojos, como si no existiera nadie ms.

    De momento tosi Axel interrumpiendo, lo que vais a hacer es ir a vuestrascasas a cambiaros de ropa y quitaros el barro de encima. Ms tarde, seguiremoshablando. Luego, volvindose hacia los feriantes, dijo: Maana por la maana, alque piense como ellos, no lo quiero ver por aqu.

    No s an lo que ha pasado asever Duncan sealndolos. Pero, por mistierras, no os quiero ver.

    Ni por las mas concluy Lolach.Ven aqu, Gillian llam Axel a su hermana. Te llevar al castillo para que te

    cambies de ropa y vuelvas a ser una dama.Soy una dama! grit enfadada al verse izada por su hermano ante la cara de

    guasa de Niall. Pero las injusticias pueden conmigo.

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  • Vamos, Zac apremi Megan cogindole de la mano y comenzando a andar.Duncan! grit Axel mientras volva su caballo en direccin al castillo.

    Podras ocuparte de que Megan y sus hermanos lleguen a casa sin que se metan en mslos?

    No! grit Megan intentando alejarse lo antes posible de aquellos hombres.Nosotros iremos andando, mi seor. Est muy cerca. Adems, nos encanta pasear.

    Pero los guerreros ya haban tomado su decisin.Ni lo sois intervino Lolach acercndose a Shelma, a quien iz sin previo

    aviso para sentarla ante l, dejndola con la boca abierta. Ser un placeracompaaros.

    Os lo agradezco, laird McKenna sonri Shelma acomodndose a su lado,dejando a su hermana sin palabras por aquella ligereza, y en especial por su cara detonta.

    Tenis un poco de sangre aqu susurr Lolach tocndole con la punta del dedoen el cuello, quedando atontado al ver aquella vena color verde latir ante sus ojos.

    Oh, no os preocupis sonri Shelma limpindose como si nada. Sonrasguos sin importancia.

    Shelma, pero qu haces coqueteando?, se pregunt Megan, incrdula, al vercmo aqulla pestaeaba.

    Cualquier mujer se horrorizara por marcar su piel de esta forma rio Niall alver la cara de bobo de Lolach.

    Nosotras no somos cualquier mujer y menos an nos asustamos por un poquito desangre contest sonriendo Shelma, dejndoles asombrados por su seguridad.

    Tras tenderle al feriante unas monedas, que ste recogi con una falsa sonrisa en loslabios, Duncan, en dos zancadas, lleg hasta su caballo y de un gil salto mont en l.

    Niall! Coge al muchacho y agrralo bien, no se te vaya a caer orden con vozalta y clara, como estara acostumbrado a hacer.

    Y, sin decir nada ms, se acerc a Megan tendindole la mano para que subiera.Algo desconcertada y molesta por el giro de los acontecimientos, acept su mano y, trasnotar cmo l la levantaba como una pluma y la sentaba ante l, dijo ms tiesa que unpalo:

    Gracias por pagar la deuda, laird McRae, pero mis hermanos y yo podramos irandando.

    Ni hablar respondi rodeando con su brazo izquierdo su cintura para tenerlaasida con fuerza. Yo te llevar hasta all y me asegurar de que no te pase nada.

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  • El camino no era muy largo, y menos a caballo. La humilde cabaa de AngusMcDougall estaba prxima a las caballerizas y junto a la herrera. Shelma y Lolachrieron durante el camino por los comentarios de Niall, quien maldeca su mala suertepor tener que llevar a un muchacho y no a una dulce dama.

    Duncan, por su parte, no poda pensar en otra cosa que no fuera la mujer que tenaentre sus brazos. Sentada ante l, pudo aspirar mejor an su aroma, un aroma diferenteal que nunca hubiera olido. Cada vez que ella volva la cabeza para ver si sus hermanosles seguan, Duncan poda admirar la delicadeza de sus rasgos; incluso una de esasveces su mentn choc con la frente de ella, sintiendo de nuevo la suavidad de susedosa piel.

    Megan, incmoda por estar en aquella absurda situacin, intent mantener laespalda rgida. Echarse hacia atrs supona sentir la musculatura de aquel guerrerocontra ella, y no estaba dispuesta. Ver su imponente figura, cuando l se haba bajadodel caballo para acercarse a ella y a su hermano, la haba dejado desarmada. Aqul eraEl Halcn, el guerrero ms temido por los clanes y ms codiciado por las mujeres. Peroante ella haba demostrado humanidad al hablar a Zac con delicadeza y lgica, y nopoda olvidar cmo ste le escuch y le sonri.

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  • Captulo 4

    El anciano Angus de Atholl, que en ese momento estaba hablando con Mauled, elherrero del clan McDougall, se asust cuando vio llegar a sus nietos acompaados poraquellos guerreros. Un conocido sudor fro recorri su cuerpo al mirar a Megan pero,segn se fueron acercando y vio las sonrisas de Shelma y Zac, se tranquiliz.

    Es all, seor susurr con la garganta seca Megan. Mi abuelo es quien cuidade los caballos en el clan.

    Pero aquello es la herrera respondi Duncan mirando hacia donde ella lesealaba, mientras disfrutaba de los pequeos roces que el movimiento del caballo lepermita.

    Vivimos junto a Mauled. Su mujer muri hace dos aos y mi hermana y yo nosocupamos de l.

    A qu te refieres con que os ocupis de l? pregunt, curioso y molesto.No quisiera ser descorts, pero a vos qu os importa, seor?La valenta y el descaro de aquella mujercita le hicieron gracia.Llmame Duncan le susurr al odo ponindole el vello de punta.Disculpad, laird McRae contest volvindose para mirarle a los ojos, cosa de

    la que se arrepinti. La dura y sensual boca de l roz la suya brevemente. Pero nocreo que sea buena idea que os llame de esa manera. No debemos olvidar quin sois.Prefiero llamaros laird McRae.

    Duncan. Me gustara y preferira que me llamaras as.No! indic dejando latente su testarudez y, bajando la voz para que nadie les

    escuchara, le susurr: He dicho que no, laird McRae, no insistis.Duncan insisti l.Ja! De eso nada, pens Megan.No.Eres cabezota, mujer! se quej frunciendo el ceo; no estaba acostumbrado a

    repetir las rdenes ms de una vez.Por todos los santos celtas! buf retirndose con una mano un rizo negro que

    caa entre sus ojos. Cuntas veces tengo que deciros que no, seor?Hasta que digas s respondi disfrutando de aquella conversacin.Pero ella era terca, tan terca como una mula.No lo dir. Adems, permitidme deciros que estoy segura de que si os llamo

    Duncan, luego querris algo ms de m y yo no estoy dispuesta a daros nada espet

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  • airada. Porque, que os quede claro, soy pobre, pero decente. No caliento el lecho denadie y tened por seguro que aunque seis el poderossimo Halcn, y las mujeres sepeleen por estar con vos, a m no me impresionis. Por lo tanto, os agradecera que novolvis a insistir, laird McRae.

    Cuando Megan cerr la boca fue consciente de cmo le haba hablado. Por elloblasfem para s y cerr los ojos arrepentida de su rpida lengua, mientras Duncansonrea entre asombrado, incrdulo y divertido.

    All est el abuelo! grit Zac en aquel momento saludando con la mano.Los caballos, a paso lento, se acercaron a Angus, que los recibi con una sonrisa y

    el desconcierto en la cara. Era raro que sus nietas volvieran acompaadas.Por san Ninian! Qu os ha ocurrido? pregunt al ver las pintas que traan.Hola, abuelo salud Zac mientras Niall le bajaba. Has visto? Nos

    acompaan unos guerreros, y el que lleva a Megan es El Halcn.Zac! le reprendi Megan con rapidez.Una vez que el caballo de Duncan par, la muchacha, sin previo aviso se zaf de las

    manos del jinete y de un salto descabalg sin su ayuda, dejndole de nuevosorprendido. Las mujeres que conoca necesitaban ayuda tanto para subir como parabajar de los caballos, y ms si tenan la altura de Dark. Al ver que Shelma haca lomismo, sonri ante la cara de asombro de Lolach.

    Abuelo Megan le bes. Ellos son laird Duncan McRae, su hermano NiallMcRae y laird Lolach McKenna, y nos han trado porque tuvimos un percance en laferia, pero no te preocupes, no ha pasado nada.

    Percance? Qu ha ocurrido? pregunt el anciano de pelo canoso tocndose labarbilla.

    Pues mira comenz a decir Shelma.Fue algo muy tonto, seor sonri con complicidad Niall intentando ayudarlas a

    fabricar una mentira. Ellos estaban subidos en un carromato y uno de nuestroshombres sin querer les embisti.

    Todos quedaron callados a la espera de la reaccin del anciano, que tras mirarlescon ojos sabios murmur levantando un dedo:

    sa ha sido una buena mentira, muchacho, pero conociendo a mi meto Zac estoyseguro de que l ha tenido algo que ver, verdad?

    Yo, abueloAbuelo, no tiene importancia. Zac se meti con un feriante inform Megan

    omitiendo ciertos detalles y bueno

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  • Tus hermanas han tenido que volver a pelearse por ti? rega el viejo al nio,que esta vez se esconda tras Shelma.

    Os peleis muy a menudo por vuestro hermano? pregunt muerto de risaNiall. Aquello era cmico.

    Uf gesticul Megan poniendo los ojos en blanco, comprobando Niall susentido del humor. Si os contara la cantidad de veces, no os lo creerais.

    Verla sonrer y bromear con su hermano hizo que Duncan disfrutara del momento.En poco tiempo, y sin ella ser consciente, haba disfrutado de su sonrisa, su bravura ysu belleza. Incluso su extrao acento al hablar le cautiv.

    Ese pequeo diablillo Otro anciano canoso, Mauled, se uni al grupo.Acabar con sus hermanas antes de convertirse en hombre.

    Mauled, no exageres! sonri Megan, asombrando de nuevo a Duncan poraquella dulzura en su cara al mirar a aquel hombre y a su abuelo.

    Soy Duncan McRae se present acercndose a los ancianos para tenderles lamano. No os preocupis, ya le hemos regaado nosotros y, maana, Axel quiereverlo para imponerle un castigo.

    Encantado, laird McRae salud Mauled cogiendo con fuerza su mano. Tenaante l al temible Halcn, y eso era todo un honor.

    Por todos los santos! bram el viejo Angus mirando a Mauled. Has odo?Otra vez mis nias defendiendo a este gusano. Esto nunca va a cambiar? Qu quieres?Matar a tus hermanas?

    Venga, venga, abuelo rio Shelma mirando a Lolach. No ha sido para tanto.Intentando calmarse, Angus invit a los guerreros a tomar cerveza para refrescarse

    la garganta mientras sus nietas se cambiaban y lavaban.Dnde estn los padres de vuestros nietos? pregunt Lolach al recordar que el

    nio les haba revelado que no tenan padres.Murieron hace aos respondi secamente Angus. No quera dar ms

    explicaciones. Yo me ocupo de ellos.Instantes despus, los tres guerreros se sentaron en un tronco frente a la cabaa de

    madera dejando que los ancianos, emocionados por tener a gente importante en suhogar, les hicieran miles de preguntas sobre la batalla de Bannockburn. Zac, traslavarse, se uni a ellos. Poco tiempo despus, Duncan vio salir a Megan cargada conropa para dejarla en un apartado y volver a entrar en la casa, aunque antes sus ojosvolvieron a cruzarse con los de l.

    Qu guapo es! rio excitada Shelma mirando disimuladamente por la ventana

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  • . Has visto qu ojos tan bonitos tiene?Quin? pregunt Megan, inquieta.Lolach. Oh, Dios. Cmo me ha gustado cabalgar con l! Me miraba de una

    manera que queUn consejo, hermanita dijo sealndola con el dedo. No suees con cosas

    que no podrn ser. l es Lolach, el laird del clan McKenna.Shelma, segura de sus encantos, mir a su hermana y con gesto despectivo dijo:Y?sta es tonta, pens Megan antes de responder.Recuerda quines somos para ellos. En el momento en que sepan que pap era

    ingls, se burlarn de nosotras como casi todo el mundo y nos llamarn apestosassassenachs. Adems, no has odo la fama que tienen esos guerreros?

    Sin querer escuchar ms tiempo a su hermana, Shelma abri la arcada de la cabaay se uni al grupo. Desconcertada y escondida en el interior de su hogar, Megan pudover a travs de la ventana cmo Duncan miraba con curiosidad hacia la casa.Esperara verla a ella?

    Ms tarde, Shelma entr en la cabaa para coger ms cerveza. Duncan, extraadopor que Megan no volviera a salir, la acompa con la excusa de ayudarla a sacar lasjarras. Al entrar, se encontr con una casa humilde, ordenada y limpia, y a Megancocinando.

    Venimos por ms cerveza indic Shelma con alegra.Muy bien asinti sin mirarles.Notaba cmo todo su cuerpo temblaba de emocin por tener a aquel fornido

    guerrero tras ella. Presenta cmo l la miraba y aquello la estaba matando.Esas flores dijo Shelma al ver un ramo encima de la mesa son del pesado

    de Sean?Eso dijo el abuelo asinti Megan torciendo el gesto al or aquel nombre.Qu pesado, por Dios! sonri Shelma mirando a Duncan. Cundo se dar

    cuenta de que no quieres nada con l?Tras llenar las jarras y alarmado por los absurdos nervios que le provocaba la

    cercana de aquella mujer, Duncan sali de la casa, pero se qued anclado en la puertacuando escuch de pronto a Shelma dejar de hablar galico para hacerlo en ingls, unidioma que casi nadie utilizaba en las Highlands.

    Qu haces? pregunt Shelma acercndose a su hermana.Estoy cociendo hierbas respondi sonriendo ensendole hojas de acedera

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  • entre otras.No! Sers bruja?! rio Shelma al saber para qu solan utilizar esas hierbas

    . A quin se las vas a echar?A la rolliza Fiona. Estoy harta de sus insultos. Esta noche me acercar a su carro

    y echar un poquito de esto en su agua. Maana y pasado maana tendr unos das muydepurativos.

    Ambas rieron divertidas hasta que Shelma dijo:Eres tremenda, hermanita! Me dejars acompaarte?No. Te quedars con Zac. El abuelo tiene que descansar. Sonri al imaginarse

    a Fiona con el culo escocido de tanto evacuar. Ser algo rpido. Adems, iracompaada por lord Draco.

    Despus de escuchar aquella conversacin, Duncan se dirigi hacia los hombres, ymientras les oa rer, ajeno a su conversacin, pens: Por qu las muchachashablaban aquel idioma?. Y en especial: Quin es ese tal lord Draco?.

    Un rato despus, los ancianos Angus y Mauled, encantados por la conversacin deaquellos jvenes guerreros, los invitaron a cenar, pero stos declinaron la oferta:saban que en el castillo les esperaban. Por ello, con ms pereza que otra cosa,montaron sus caballos y cabalgaron de regreso.

    Lolach! increp Duncan. Percibo que tu corazn de guerrero se ablandacuando ve una mujer bonita.

    El guerrero, al escucharle, le mir con el ceo fruncido.Por Dios, Lolach! Ha sido vergonzoso. Qu manera de babear! se mof Niall.Por todos los santos! sonri Lolach al pensar en la dulce Shelma mientras

    entraban por las puertas del castillo. Pero quin puede resistirse a esa dulcesonrisa?

    Tienes razn, amigo asinti Duncan con una sonrisa. Tiene una bonitasonrisa.

    Al entrar en el saln principal, Duncan y Lolach se dirigieron hacia sus hombres,que beban cerveza y bromeaban con unas mozas. Tras darles instrucciones, semarcharon con Axel y Niall, quienes estaban enfrascados en una conversacin conAlana y Gillian.

    Buenas noches salud Lolach. Permitidme deciros que vuestra belleza escegadora.

    Me has quitado el halago de la boca asinti Duncan.Gracias sonri Gillian.

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  • Niall estuvo a punto de atragantarse al mirarla. Gillian estaba preciosa con aquelvestido celeste.

    Sois muy atentos sonri Alana al ver al temible Halcn junto a ella. Qu talllegaron Megan y Shelma?

    Bien, bien respondi Niall al ver que su hermano y Lolach callaban comomuertos, y mirando a Axel pregunt: Todas las mujeres de estas tierras tienen elmismo carcter?

    Niall advirti Duncan al ver la mirada de Gillian.Aquel juego que haban comenzado aquellos dos poda costarles caro.Ocurre algo con las mujeres de estas tierras? sise Gillian con los ojos

    entrecerrados.Oh, t tranquila respondi Niall al ver su cara de pocos amigos. T an

    eres una nia: Sonriendo a Alana, aadi: Preguntaba por las mujeres.Alguien te ha dicho alguna vez que tienes menos delicadeza que un asno?

    murmur Gillian, ofendida y roja de rabia.Alana, al escucharla, se llev la mano a la boca y fue Axel quien habl.Gillian, son nuestros invitados le record. Comprtate.Tranquilo, hermano recalc alejndose al ver entrar en el saln a sus primas

    Gerta y Landra junto a su abuelo Magnus. Educacin no me falta, pero ciertosanimales y sus modales me sacan de quicio.

    Te acompao indic Alana mientras la tomaba de la mano y tiraba de ella paratranquilizarla.

    A qu animal se refiere? pregunt Niall mientras sonrea.Axel resopl y le mir.As no llegars a ninguna parte, muchacho le susurr Lolach, divertido,

    mientras Magnus caminaba hacia ellos.Eso pretendo declar bajito, pero no lo suficiente para no ser odo.Muchachos! salud Magnus al acercarse a ellos. Me dijeron que habais

    llegado. Qu alegra veros! Cmo est mi buen amigo Marlob?Qued algo triste por no poder venir inform Duncan tras un cordial saludo.

    Pero su delicado estado no le permite hacer un viaje tan largo.Saludadle de mi parte y decidle que vaya preparando esa agua de vida tan

    estupenda que prepara, que cualquier da me presento por all.Le hars feliz! sonri Niall.Las risotadas de dos mujeres les hicieron mirar.

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  • Quines son? pregunt Lolach sonriendo con encanto.Las nietas de mi hermana Eufemia respondi Magnus.Las pesadas de mis primas subray Axel y, mirando a Niall, pregunt: Se

    puede saber qu te pasa con mi hermana?No me pasa nada, aunque me hacen gracia sus reacciones.Niall advirti Axel, aljate de mi hermana.Duncan mir a su amigo y a su hermano, pero no dijo nada.Eso hago respondi Niall dejando de sonrer. No lo ves, McDougall?Muchachos! les rega Magnus. Haced el favor de comportaros.Niall y Alex se midieron con la mirada hasta que Lolach se interpuso entre ellos

    para acabar con aquella tontera. Se conocan de siempre. Sus padres haban sidobuenos aliados y amigos en vida. Pero Axel conoca a su hermana y saba que siemprehaba suspirado por aquel McRae.

    Magnus, Axel interrumpi Duncan empujando a su hermano. Quisiera hablarcon vosotros.

    Esperaremos fuera apunt Lolach cogiendo del brazo a Niall.No seal Duncan. No saba por qu, pero lo que iba a preguntar senta que a

    ellos tambin les interesara.T dirs dijo Magnus sentndose en un banco de madera.Quera preguntaros por Megan y sus hermanos solicit atrayendo la atencin

    de Lolach y Niall. Qu les ocurri a sus padres?Habis conocido a esas dos maravillosas mujercitas? aplaudi Magnus al

    pensar en ellas. Las quera tanto como a su propia nieta Gillian.Abuelo, ellas y tu querida nieta estaban enzarzadas en una pelea con los feriantes

    aclar Axel hacindole sonrer.Cualquier cosa que hiciera Gillian, o aquellas hermanas, a Magnus siempre le haca

    sonrer. Las adoraba.Qu carcter tienen! Verdad? Observando a Duncan, el anciano aadi:

    Muchacho, mujeres as pocas encontraris.Duncan, creo que corresponde a mi abuelo responder a tu pregunta.Todos miraron al anciano que tras remolonear finalmente dijo:Murieron hace aos, lejos de estas tierras aclar cambiando su humor.Aquella respuesta no calm la curiosidad de Duncan, que volvi al ataque.Eso no me dice mucho, Magnus. Mirando a su amigo prosigui: Quiz me

    puedas decir por qu se pelearon con los feriantes, o cul fue el insulto que

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  • desencaden todo.Qu pretendes saber? rugi Magnus cruzando los brazos ante su pecho.Duncan le mir.Pretendo saber por qu hablan entre ellas un idioma que no es el galico.Qu dices? pregunt extraado Niall mientras Lolach no entenda nada.Escuchadme bien y medid vuestras palabras tras lo que os voy a relatar pidi

    Magnus mirando a Axel. Tras un largo silencio, comenz: El padre de las muchachasera ingls. Contento? pregunt mirando a Duncan, que no se inmut. Su madre eraDeirdre de Atholl McDougall, una encantadora muchacha que un da se enamor de untal George. Recuerdo que cuando se march con l, Angus sufri muchsimo. Su mujer,Philda, haba muerto y la marcha de Deirdre lo dej solo y triste. Lo siguiente que s esque el padre de las muchachas muri en una cacera cuando alguien err su tiro, yDeirdre muri tras el parto del pequeo Zac. Megan me cont que fue un ingls, amigode su padre, quien, arriesgando su vida y la de algunos hombres, les ayud a huir de latirana de sus tos, trayndoles de nuevo a su casa, con su abuelo y con su clan.

    Son inglesas? pregunt desafiante Niall.No. Ellas son escocesas afirm Axel.Una noche, hace seis o siete aos, apareci Angus con las dos muchachas y el

    beb en brazos. Tras pedirme permiso para que ellos pudieran vivir aqu, pasaron aformar parte de mi clan. Ellas son tan McDougall como lo soy yo, y no permitir quenadie lo dude ni un solo instante asever Magnus con severidad.

    Un sassenach. Es su padre? pregunt incrdulo Lolach.S asinti Axel y, aunque he matado a cientos de ellos, soy de los que

    piensan que no todos son iguales.Por supuesto que no afirm Magnus, a quien recordar todo aquello le

    entristeca.A excepcin de pocas personas y Marlob, el abuelo de Duncan y Niall, pocos

    conocan su gran secreto.No existe ningn sassenach diferente reproch Niall. Todos son iguales. Se

    distinguen a leguas. Con razn esas dos muchachas tienen tanto carcter. Tienen elcarcter retorcido ingls.

    Perdona que te corrija interrumpi Lolach todava sorprendido. Pero esecarcter es ms escocs que ingls. Tengo entendido que las inglesas son fras comotmpanos de hielo, y no veo que esas muchachas sean as.

    Tienes razn asinti Niall moviendo la cabeza y sonriendo al recordar a un par

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  • de inglesas que se cruzaron en su camino.Oh se lament Magnus al escucharles negando con la cabeza. Qu

    equivocados estis!Existe algo ms, verdad? murmur Duncan clavndole la mirada.El guerrero y el anciano se miraron, hasta que este ltimo habl.Cuntaselo, Axel susurr Magnus con voz ajada por la tristeza, mientras se

    levantaba y se acercaba al calor del hogar para no dejar que nadie viera en esemomento sus encharcados ojos.

    Mi abuela Elizabeth era inglesa confes Axel viendo cmo su abuelo echabaun tronco al hogar. Ese es un secreto bien guardado en mi familia. Ella fue unavctima de su propia patria por ayudar a los escoceses. Tenis algo ms que preguntar?

    En ese momento, las mujeres se dirigan hacia ellos. Duncan, al ver el dolorreflejado en los ojos de Magnus, decidi terminar la conversacin e ir a cenar.

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  • Captulo 5

    El bosque de acebo que se cerna ante Megan era oscuro a pesar de que la lunallena irradiaba un esplendor magnfico. La primera vez que vio aquel bosque plagadode acebo, maravillosos pinos y robles, fue la noche que lleg con John y sus hombres.All se despidi de su buen amigo para nunca ms saber de l. Qu habr sido de suvida?, pens mientras caminaba junto a lord Draco, su gentil y cansado caballo, queJohn, aquel fatdico da, se acord de rescatar.

    Lord Draco era un caballo viejo, de color pardo y ojos cansados que revelaban susveinte aos de edad. Pero Megan lo adoraba. Nunca olvidara el da que sus padres selo regalaron. Tena seis aos, poco menos que ahora Zac, por lo que ambos crecieronjuntos, y juntos haban vivido muchos momentos buenos y malos.

    Aquella noche, tras salir sigilosamente de su casa, Megan lleg hasta donde losferiantes acampaban y no se percat de que unos ojos divertidos e incrdulosobservaban todos y cada uno de sus movimientos.

    Con sigilo, Megan se acerc al carromato donde la rolliza Fiona y su maridodorman. Con rapidez, ech algo que llevaba en las manos dentro de un recipiente debarro. Tras aquella accin, con la misma tranquilidad y sigilo con que lleg, se march.

    Duncan, que haba estado esperando su aparicin durante un buen rato, se quedmaravillado al verla. La joven haba irrumpido ante l vestida como un muchacho.Nada de vestidos, de cabellos al viento, ni delicadeza al caminar. Ahora, aquella jovenllevaba unos pantalones de cuero marrn, una camisa de lino, una vieja capa oscura yunas botas de caa alta, que facilitaban sus movimientos, mientras que su pelo estabarecogido en una larga trenza bajo un original pauelo. Duncan, con la boca seca,observ desde las sombras sus controlados movimientos y no pudo dejar de rer cuandovio que ella derramaba algo dentro de la vasija. Al verla desaparecer entre los rboles,se puso en marcha. Tena que alcanzarla.

    Qu hace una muchacha andando sola por el bosque a estas horas?Al escuchar aquellas palabras, Megan se par en seco.Maldita sea. Qu hace ste aqu?, pens Megan volvindose hacia l.Su aspecto era inquietante. Ahora estaba limpio y aseado. Incluso se le vea guapo.

    Su bonito pelo castao se meca por encima de los hombros desafiando al aire,mientras sus penetrantes ojos verdes la escrutaban. A punto de soltar un suspiro, sinsaber por qu, llev su mirada hacia su sensual boca, la cual, segn haba odo a lasmujeres, era una boca clida y suave para besar. Realmente, aquel hombre era una

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  • autntica provocacin. Pero qu haca all mirndola con aquellos ojos inquisidores?Estaba dando un paseo con mi caballo, seor aclar tomando con fuerza las

    riendas de lord Draco, que resopl al sentir compaa.Vestida de muchacho? Y echando pcimas en el agua de los dems?Pero bueno! Qu desfachatez! se enfad Megan cambiando de postura. Me

    has estado espiando, miserable gusano?Sus ojos se agrandaron como platos al darse cuenta de cmo haba hablado al laird

    McRae, a El Halcn, y comenz a preocuparse por las consecuencias que aquelloacarreara a su familia. Levantando las manos a modo de disculpa, habl:

    Oh Dios mo. Disculpad mis palabras, seor. Tengo el horrible defecto dehablar antes de pensar.

    Por qu no me sorprende? Levant una ceja divertido. Tranquila, no tepreocupes. Pero por experiencia te dir que las cosas se tienen que pensar antes dedecirlas.

    Al escucharle, ella suspir.Tenis razn, seor asinti provocndole una sonrisa al mostrar una expresin

    de estupor y bochorno.Yo no dir nada, si t prometes no hacerlo tambin. No quisiera que la gente

    perdiera el miedo que me tiene respondi acercndose ms a ella, dejando latente suincreble estatura y su porte de guerrero.

    Os lo prometo, seor asinti dndose la vuelta. Agarrando con fuerza lasriendas de lord Draco, comenz a andar. Buenas noches, laird McRae.

    Duncan solicit asindola del brazo. Mi nombre es Duncan y no s por quextrao juicio has decidido seguir llamndome de otra manera.

    Otra vez con lo mismo? protest mirando al cielo de modo cmico. Creo,seor, que os expres lo que pensaba sobre ello.

    No pienso como t, muchacha aclar maravillado por el desparpajo y graciade ella. Y si me permites, te acompaar hasta tu casa.

    No necesito proteccin, seor. Y no os lo tomis a mal, pero no os lo permito rechaz su oferta mordindose el labio inferior.

    l sonri clavando su inquietante mirada verde sobre ella.Piensas rebatir todas mis rdenes? insinu apretndole el brazo.Por supuesto. No soy ningn guerrero respondi dando un tirn para soltarse.Ay, Dios. Otra vez, pens Megan tras decir aquello.Duncan, al ver de nuevo aquel gesto preocupado, dijo:

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  • Sabes? No tengo ganas de discutir. Te acompaar insisti, resuelto,caminando junto a ella.

    Tras rumiar por lo bajo, cosa que hizo gracia a Duncan, ambos pasearon en silenciohasta que la oy susurrar.

    Has dicho algo?Hablaba a lord Draco respondi sin mirarle.Lord Draco es tu caballo? pregunt extraado por el nombre.S asinti cerrando los ojos. Fue el nombre que elegimos mi padre y yo.Curioso nombre lord Draco reflexion observando los gestos avergonzados de

    ella. Nunca haba conocido un lord de esta especie.Laird McRae, vuestro caballo es impresionante dijo para desviar el tema,

    mientras le entraban ganas de rer por la absurda situacin que estaba pasando.Duncan corrigi sealndola con el dedo. Y antes de que desates esa lengua

    viva que tienes, djame decirte que me qued muy claro que eres pobre y decente, perotambin quiero que te quede muy claro que no te obligar a que calientes mi lecho, ninada por el estilo. Slo quiero que me llames por mi nombre, como yo a ti te llamo porel tuyo. Tan difcil es decir Duncan?

    Qu bonita es!, pens el highlander.De acuerdo sonri dejndole sin aliento. Duncan, vuestro caballo es una

    preciosidad.Dark es un buen caballo respondi tocando el testuz del caballo, que a modo

    de agradecimiento frot su hocico contra su mano. Sabes? Hoy me he dado cuentade que mi caballo y t tenis el mismo color de pelo.

    Por san Ninian! no ella al escuchar aquello. Me han dicho muchas cosas,pero nunca que mi pelo era como el de un caballo.

    No he dicho eso se defendi divertido al escucharla. Slo que tu color depelo y el de Dark es el mismo.

    Pues sabis lo que os digo? replic Megan cogiendo su trenza para ponerlajunto al caballo. Qu tenis razn! Tras sonrer pregunt: Llevis muchos aosjuntos?

    Tantos que nos entendemos a la perfeccin.Entiendo asinti ms relajada. A m me pasa lo mismo con lord Draco: a

    veces con mirarnos nos comprendemos. Incluso me ayuda cuando otros caballos seponen tercos.

    Cmo?

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  • Mi abuelo se encarga de los caballos del clan McDougall explic mirando lasestrellas. Por norma, cuando nos traen un caballo nuevo, es l quien lo prepara, pero,cuando uno sale rebelde y salvaje, me lo deja a m. Retirndose con la mano unmechn de pelo continu: Mauled y el abuelo dicen que yo hablo con los animales, yen cierto modo tienen razn. Les miro a los ojos, les hablo con cario, y al final hacenlo que yo quiero con la ayuda de lord Draco.

    Lo dices en serio? pregunt con una leve sonrisa.Totalmente en serio asinti mirando aquella sonrisa que l se empeaba en

    ocultar. Lord Draco y yo somos un buen equipo.Eso me indica que llevis mucho tiempo juntos.S asinti cambiando el gesto. Mis padres me lo regalaron cuando cumpl

    seis aos. Con l aprend a montar yY? Duncan enarc la ceja al ver que ella cortaba la frase.Nada, nada. Neg con la cabeza. Recordar era doloroso.Angus y Zac comentaron que tus padres haban muerto.Recordar a sus padres an le dola.S. Hace aos. Por eso vinimos a vivir con el abuelo.Dnde vivas antes? pregunt intentando ver hasta dnde era capaz ella de

    contar.Pero la reaccin a esa pregunta fue desmesurada. Se revolvi contra l y, con la

    cara contrada por el enfado, le dio tal empujn que lo desconcert. Sin ningn miedose le encar como pocos rivales haban osado hacerlo.

    Qu queris saber exactamente? O mejor dicho: ya lo habis odo! Verdad? grit mirndole con rabia.

    No s de qu ests hablando minti al ver el dolor en su mirada. Slointentaba ser amable contigo.

    Oh, s que lo sabis, laird McRae! grit haciendo que la sangre de Duncan seespesara. Yo viva en una casa muy bonita, pero asfixiante, lejos de aqu, donde loslujos eran parte de mi vida, como no lo son ahora. Pero os dir, seor prosiguisealndole con el dedo, que por muy humilde que sea este hogar, mi hogar!, con losojos cerrados lo prefiero por muchas razones que nunca nadie llegar a comprender.

    Duncan no pudo resistir. Tenerla tan cerca era una tentacin. Estaba acostumbrado aque las mujeres se le echaran encima, aunque las rameras con las que l estabaacostumbrado a tratar no tenan ni la suavidad, ni la mirada retadora, ni el aroma deella. Sin saber por qu, la atrajo hacia l y tom sus labios vorazmente.

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  • Megan, al sentirse rodeada por aquellos poderosos brazos y ver cmo Duncantomaba su boca, intent apartarse. Pero el desconocido deseo que sinti por l hizo quese dejara besar.

    Los labios de Duncan eran exigentes y calientes. Su lengua hizo que Megan abrierala boca, donde l entr y explor sin miedo, percibiendo un sinfn de sensaciones quehasta el momento nunca haba experimentado. Era deliciosa!

    Tras un intenso beso, el hocico de lord Draco dio en el hombro de la mujer,trayndola de nuevo a la realidad. Y dndole un empujn con todas sus fuerzas,consigui desprenderse de su abrazo con la respiracin entrecortada y los labioshinchados por aquel apasionado beso.

    Lo siento se disculp Duncan con voz ronca, atontado por lo que su cuerpohaba sentido al tomar entre sus brazos a aquella mujer. Al abrazarla haba notado queella se refugiaba en l y eso le haba provocado una ternura hasta ahora desconocida.Te pido disculpas, Megan; no pretenda hacerlo. Pero no s qu me ha pasado.

    No os preocupis, laird McRae respondi ms confundida que l, mientras suschispeantes ojos negros lo acuchillaban. Nunca debera haberme fiado de vos, ni devuestra palabra! Sois El Halcn grit haciendo que se sintiera mal. La idiota hesido yo al pensar que no reclamarais nada ms que una simple charla. Por lo tanto,olvidemos el tema y buenas noches, seor!

    Una vez dicho aquello, comenz a bajar la colina que llevaba hasta su hogar,temblorosa por el beso y por la extraa atraccin y seguridad que haba sentido con l.

    Mientras ella se alejaba, Duncan la observ con su mirada penetrante. Tras verladesaparecer por la arcada de su cabaa, su boca esboz una pequea sonrisa y,montando a Dark, le susurr:

    Volvamos al castillo, la fiera ya est en casa.

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  • Captulo 6

    Durante los das anteriores a la boda, Megan intent por todos los medios nocruzarse con Duncan. Pero era imposible, pareca que estaba predestinada a verlo entodos lados. Alana, bastante observadora, se fij en cmo desde que haban llegadoaquellos tres guerreros, Niall, Duncan y Lolach, las mujeres del castillo se habanrevolucionado. Todas intentaban ser ellas las que calentaran sus camas, e incluso susprimas haban sido vistas tonteando con un par de guerreros McRae.

    Gillian, por su parte, y a pesar de discutir en todo momento con Niall, parecabuscarle desesperadamente, y Axel pudo comprobar con sus propios ojos cmo Niall,en cuanto vea aparecer a Gillian, buscaba excusas para desaparecer.

    Megan, desde lo ocurrido, procuraba no estar sola