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REVISTA DE LITERATURAS POPULARES / AÑO IV / NÚMERO 1 / ENERO-JUNIO DE 2004 El cancionero popular que se canta en México es nuevo y es viejo; pro- viene de distintas hibridaciones, de las cuales toma algunos elementos poéticos e innova en otros. El uso de imágenes es uno de los aspectos en los que podemos analizar ese proceso. Por un lado, existen en el cancio- nero mexicano símbolos que provienen de la antigua lírica hispánica popular; por el otro lado, sin embargo, el cancionero se distingue por la manera en que utiliza este recurso poético e innova en otros, como en la mayor utilización de la comparación y la metáfora. 1 El simbolismo de la antigua lírica popular es una de sus característi- cas distintivas frente a la lírica cortesana contemporánea; no obstante, al pasar de los siglos, y después de la intensa convivencia entre ambas, la lírica culta no sólo influyó en la lírica popular homogeneizando la versificación y propiciando un lenguaje más discursivo, sino que ade- más produjo una reducción en el uso de los símbolos. 2 l a fijación de símbolos en el cancionero tradicional mexicano MARIANA MASERA Instituto de Investigaciones Filológicas, UNAM 1 Aquí considero importante señalar, como se ha demostrado en muchos estudios, que la lírica popular es poesía con sus propias convenciones poéticas, que a veces reflejan la realidad y a veces sólo reelaboran ciertos elementos de la tradición. No creo, por ello, que tenga sentido discutir si es simple o compleja la poesía popular a la luz de la lírica culta, pues se caería en un anacronismo. La lírica popular y la culta siempre han convivido, y por tratarse de un proceso dinámico, las influencias se dan en ambas direcciones. Desde esta perspectiva difiero del interesante análisis propuesto, en otro número de esta revista, por Martín Sánchez Camargo (Sánchez Camargo, 2002). 2 Utilizo aquí la definición dada por Carlos Magis: “Llamo imágenes a las diversas figuras literarias que tienen por objeto la depuración estética de la realidad concreta que rodea al cantor. La denominación general incluye símil (o comparación), la metáfora, la alegoría y el símbolo” (Magis, 1969: 325). Asi-

Simbolismo en Cancionero Mexicano

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  • REVISTA DE LITERATURAS POPULARES / AO IV / NMERO 1 / ENERO-JUNIO DE 2004

    El cancionero popular que se canta en Mxico es nuevo y es viejo; pro-viene de distintas hibridaciones, de las cuales toma algunos elementospoticos e innova en otros. El uso de imgenes es uno de los aspectos enlos que podemos analizar ese proceso. Por un lado, existen en el cancio-nero mexicano smbolos que provienen de la antigua lrica hispnicapopular; por el otro lado, sin embargo, el cancionero se distingue por lamanera en que utiliza este recurso potico e innova en otros, como en lamayor utilizacin de la comparacin y la metfora.1

    El simbolismo de la antigua lrica popular es una de sus caractersti-cas distintivas frente a la lrica cortesana contempornea; no obstante,al pasar de los siglos, y despus de la intensa convivencia entre ambas,la lrica culta no slo influy en la lrica popular homogeneizando laversificacin y propiciando un lenguaje ms discursivo, sino que ade-ms produjo una reduccin en el uso de los smbolos.2

    la fijacin de smbolos en el cancionerotradicional mexicano

    MARIANA MASERAInstituto de Investigaciones Filolgicas, UNAM

    1 Aqu considero importante sealar, como se ha demostrado en muchosestudios, que la lrica popular es poesa con sus propias convenciones poticas,que a veces reflejan la realidad y a veces slo reelaboran ciertos elementos de latradicin. No creo, por ello, que tenga sentido discutir si es simple o complejala poesa popular a la luz de la lrica culta, pues se caera en un anacronismo.La lrica popular y la culta siempre han convivido, y por tratarse de un procesodinmico, las influencias se dan en ambas direcciones. Desde esta perspectivadifiero del interesante anlisis propuesto, en otro nmero de esta revista, porMartn Snchez Camargo (Snchez Camargo, 2002).

    2 Utilizo aqu la definicin dada por Carlos Magis: Llamo imgenes a lasdiversas figuras literarias que tienen por objeto la depuracin esttica de larealidad concreta que rodea al cantor. La denominacin general incluye smil(o comparacin), la metfora, la alegora y el smbolo (Magis, 1969: 325). Asi-

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    El objetivo de este trabajo es el estudio de cmo, en algunas coplasdel cancionero moderno, un smbolo heredado del cancionero popularhispnico antiguo puede simultneamente sobrevivir como smbolo poli-smico y readaptarse, sufriendo un proceso de fijacin de significado.

    1. El simbolismo en la antigua lrica

    Los smbolos de connotaciones erticas tomados de la naturaleza sonlos ms relevantes en la antigua lrica, como afirma Margit Frenk: lasimgenes tomadas de la naturaleza suelen ser en esta poesa muchoms que un mero elemento decorativo: suelen estar cargadas de un va-lor simblico (Frenk, 1971: 54). En un trabajo muy posterior, la estu-diosa aclara:

    En las canciones populares europeas no hay, por lo visto, aspecto de la vidanatural que aparezca exclusivamente como tal. Podemos estar casi segurosde que siempre que se mencione, digamos, una fuente, un arroyo, o el ro oel mar, sus aguas estarn asociadas a la vida ertica y la fecundidad huma-nas, inclusive cuando no se las mencione de manera expresa.

    mismo, tomo de este autor la definicin de representacin: es un tipo de descrip-cin que logra plasmar la visin de un objeto (sus caracteres fsicos y la suges-tin emotiva) que tiene el poeta. La recreacin tiene tal vigor que puede dar laimpresin de una representacin sensible. Esa particular caracterizacin de unobjeto puede utilizar la comparacin y la metfora como medios subsidiarios(Magis, 1969: 326, n. 212). Dada la complejidad de la discusin sobre los con-ceptos de metfora y smbolo, aclaro que en este trabajo considero la metforacomo a condensed verbal relation in which an idea, image or symbol may, bythe presence of one or more other ideas, images, or symbols, be enhanced invividness, complexity, or breadth implication (Princeton Encyclopedia, 1974:sv. metaphor). Y entiendo como smbolo a manner of representation in whichwhat is shown (normally referring to something material) means, by virtue ofassociation, something more or something else (normally referring to somethingimmaterial). Thus a literary symbol unites an image (the analogy) and an ideaor conception (the subject) which that images suggests or evokes (PrincetonEncyclopedia, 1974: sv. symbol).Vase para estos mismos conceptos la completaexposicin que ofrece Helena Beristin (1997).

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    [...] Adems, el uso de los smbolos naturales en las poesas tradiciona-les, que se puede afirmar que en un momento dado, en un rea geogrficalimitada, el conjunto de smbolos que aparecen en las canciones popularesconstituye un lenguaje, un sistema o cdigo (Frenk, 1998: 162, 181).

    Otro aspecto formal que explica el uso de los recursos poticos quehoy nos ocupan es la brevedad de esa lrica. En dos, tres, cuatro versos,y en la actualidad en cuatro, cinco o seis, debe decirse todo. Elloimplica que cada palabra en la copla es esencial para su significacin,tanto en el aspecto formal como en el de contenido. Acertadamente, seha llamado Lyra minima3 a esta poesa, donde los recursos utilizados porel creador deben ser conocidos por todos, de modo que su seleccindebe provenir de un acervo comn de imgenes entendidas por la co-munidad. Asimismo, se trata de decir algo nuevo en cada estrofa o es-tribillo recurriendo a una combinacin distinta de los elementos com-partidos. Esto resulta en la transformabilidad de la lrica tradicional.

    La limitacin espacial justifica, pues, la reiteracin de elementos yrecursos. En la antigua lrica hispnica se destaca el uso del smbolo consu naturaleza polismica, que permite varias lecturas,4 algunas de lascuales llegan a ser contradictorias entre s (Reckert, 1970: 28). A ello seaade que en el texto breve la carga semntica de cada palabra sedensifica de tal forma que permite construir un poema complejo en tansolo dos o tres lneas, como ocurre en la potica de los ju j (Reckert,1993: 34). Una de las cancioncillas ms ricas y ms complejas de la anti-gua lrica popular es la siguiente:

    3 Stephen Reckert, 1970, 1993 y 2000.4 Brooke Rose (1958) ha destacado las ventajas del simbolismo: A peculiar

    expressive advantage of symbolism is its freedom to slip almost imperceptiblyfrom the symbolic to literal plane of meaning and back again, sometimesbalancing between the two. This is especially true when it takes the form ofsimple replacement, in which literal fact, scene or object acquires symbolicmeanings through the chance of connotations and associations that accumulatein the course of time around certain words in a given culture or literary traditionwhile their primary meanings remain the obvious and purely literal ones (ci-tado por Reckert, 1993: 91).

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    A mi puerta nace una fonte:por d salir que no me moje? (NC 321)5

    Si atendemos a su sentido literal, esta cancioncita tendr poco valor;pero si se analiza cmo se extiende el significado gracias a los smbolos,veremos su compleja imbricacin. En el primer verso del estribillo semencionan la puerta y la fuente, en tanto que en el segundo se habla delpeligro de cruzar la puerta por los cambios que producir. Los prime-ros dos smbolos tienen gran tradicin potica y se asocian reiterada-mente a la mujer; el primero llega a simbolizar el cuerpo mismo de lamujer (abrir la puerta).6 Aqu la mujer est a punto de cruzar el umbral,de pasar a otro estado, hechos representados por el cambio de la seque-dad a la humedad. Su preocupacin parecera centrarse en que el cam-bio no se note. Sin embargo, es necesario para descifrar el poema leer laglosa del cantar, que proviene de un pliego suelto del siglo XVI.

    A mi puerta la garridanace una fonte frida,donde lavo la mi camisay la de aquel que yo ms quera.Por d salir que no me moje?

    La glosa aade elementos nuevos al crptico cantar. Es una cuartetamonorrima seguida del segundo verso del estribillo; la cuarteta mo-norrima no es muy comn en las glosas, ya narrativas ya lricas (Al-tamirano, 2003: 15). En este texto existe la necesidad de ampliar lo di-

    5 Todas las canciones antiguas aqu citadas proceden del Nuevo Corpus de laantigua lrica popular hispnica (siglos XV a XVII) de Margit Frenk, que a partir deahora cito como NC; modernizo la ortografa. [Vase en este mismo nmero laresea del NC por Magdalena Altamirano. N. de la R.]

    6 Estos smbolos han sido exhaustivamente estudiados en las diferentes tra-diciones. Para la fuente fra en las cantigas gallego-portuguesas, vase MndezFerrn, 1966; Reckert-Macedo, 1976; Deyermond, 1978-1980 y Morales Blouin,1981. Para la fuente en la lrica hispnica, y para la puerta y coger flores mepermito remitir a mi estudio indito Masera, 1995. Sobre la camisa en la lricahispnica, vase Altamirano, 1993. Sobre abrir la puerta relacionado con el ro-mancero, Vasvary, 1999.

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    cho, de explicarlo mejor, de acotarlo. De modo que al smbolo puerta laprotagonista le aade el adjetivo garrida para enfatizar el significadosimblico. A la fuente, se le agrega el adjetivo fra tpico de la tradicingalaico portuguesa y, adems, de esa misma tradicin, se aade la ac-cin de lavar conjuntamente las prendas ntimas (camisa) del amado yla amada. El poeta cambia la imagen de cruzar la puerta y mojarse porla de la mujer que lava las camisas, quiz como una actualizacin y unanecesidad de precisin del smbolo o la utilizacin de smbolos equiva-lentes. Adems, la sensual muchacha lavandera parece ser una referen-cia intertextual a las cantigas galaico-portuguesas.

    La extrema brevedad del estribillo condensa de tal manera elsimbolismo, que es difcil desentraarlo. La situacin se desdibuja bre-vemente, y slo a travs de la convencin compartida entre el creador yel escucha se puede entender la escena. Notemos que la glosa, donde sedespliegan y aportan elementos (Frenk, 1978: 275), sirve para develarque la voz del estribillo es la de una mujer, probablemente una doncellaque est a punto de iniciarse en la vida sexual (Frenk, 1993).

    Al paso de los aos las tradiciones se transforman, y esto afecta noslo a la estructura, como he mencionado, sino tambin a los recursos.De hecho, algunos de los smbolos permanecen vigentes en las diferen-tes tradiciones panhispnicas y otros parecen olvidarse, quiz por lamisma prdida del referente.

    El smbolo de la rosa y algunas de las acciones como coger flores, degran abolengo potico, objeto de estudio de este artculo, nos sirvenpara ilustrar algunas de las transformaciones que suceden entre la tra-dicin antigua y los cancioneros modernos, tanto de la Pennsula comomexicanos.

    El origen del tpico coger flores se puede trazar hasta los clsicos,como Ovidio y Horacio. El tpico preciso Collige, virgo, rosas provienede Ausonio. Adems, el motivo est presente tanto en la lrica hispni-ca como en la francesa y la mediolatina (Lorenzo Gradn, 1990: 225-235;Masera, 1995: 216-221).

    En los estribillos viejos solemos encontrar a la mujer cogiendo flo-res en lugares tpicos asociados al encuentro ertico de los amantes,como la huerta, el vergel, la via o debajo de los rboles. El siguientetexto es narrado por una voz sentenciosa:

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    Cul es la niaque coge las floressi no tiene amores?

    Coga la niala rosa florida;el hortelanicoprendas le peda.Si no tiene amores. (NC 10)

    La escena completa se revela en la glosa, donde se contesta de formaindirecta la pregunta. Los elementos se presentan en un orden impeca-ble: primero la nia que coge las flores; de entre ellas se especificaque es una rosa florida, lo que indica de nuevo que se trata de un discur-so simblico.7 A continuacin aparece el guardin, quien por fin revelala verdadera sensualidad del encuentro al pedirle prendas.

    Pero tan solo en dos ocasiones hallamos la accin de cortar flores enla voz femenina, cuya gran frecuencia en la lrica antigua ms o me-nos la mitad de los textos recogidos es un rasgo distintivo, frente a lalrica contempornea. Uno de los textos tiene una marca textual dealocutor:

    Nia y via, peral y habar,malo es de guardar.

    Levnteme, oh, madre!maanica frida,fui cortar la rosala rosa florida.Malo es de guardar.

    Viadero maloprenda me peda,

    7 Notorio es que, de acuerdo con Covarrubias, florido slo se aplica a rbolesy prados, no a flores (1611: sv. florido). Ello implicara que la rosa florida slo esvlida como convencin potica.

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    dile yo un cordone,dile mi camisa.Malo es de guardar.

    Levnteme, oh, madre!maanica clara,fui cortar la rosa,la rosa granada.Malo es de guardar.

    Viadero maloprenda me demanda.Yo dile una [cinta],mi [cordn le daba].Malo es de guardar.

    (NC 314 C)

    Esta glosa encadenada con paralelismo de tipo sinonmico recuerdauna vez ms la tradicin galaico portuguesa por la forma y por los sm-bolos. De nuevo observamos cmo el creador-recreador utiliza una con-juncin de smbolos, los cuales unos a otros se superponen y a la vezforman como una red que ilumina el sentido potico. En este cantar seacumulan los smbolos de la maana fra (cantigas), asociada al alba, elcortar la rosa florida o la rosa granada, y nuevamente aparece la entre-ga de prendas personales relacionadas al cortejo, como son la cinta y elcordn.8 Asimismo, llama la atencin que existe una gradacin en laintensidad de la sensualidad y en el orden en el que se introducen los

    8 Todos estos smbolos en la lrica tradicional hispnica antigua y contem-pornea los he tratado en mi tesis de 1995. En cuanto a la presencia de estosmotivos en el romancero, Michelle Dbax concluye que las connotaciones er-ticas seran ms bien intertextuales, nacidas del recuerdo de otros textos (1989:44). Este comentario me parece muy interesante, pues destaca que existe yauna tradicin potica que es utilizada por el creador-recreador de donde lpuede tomar los elementos poticos necesarios para realizar la copla. Hechoque muchas veces se pasa por alto en los anlisis literarios de la tradicin oral,donde se quiere ver a esta poesa como un reflejo de la realidad circundante.

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    personajes y las acciones: primero se sita la nia al alba, luego la ac-cin de cortar la rosa, posteriormente, como consecuencia, el encuentrocon el galn y, por ltimo, la entrega de prendas. Por supuesto que sue-na irnico el adjetivo malo referido al guardin del viedo.9

    En el Nuevo corpus figura un cantar fragmentario, en el cual el contex-to nos indica que la que habla es una mujer:

    So la rama, nia,so la oliva.

    Levantme, madre,maanicas fras,fui coller las rosas,las rosas colla,so la oliva.10

    En la antigua lrica la sombra de los rboles era un lugar para el en-cuentro amoroso11. Aqu pareceran cruzarse dos motivos erticos: elencuentro bajo un rbol y el coger las rosas al alba, ms asociado a la

    9 Durante la Edad Media el huerto era una propiedad comunal en la quehaba un guardin que tena derecho a exigir una prenda (multa) al transgresor(Vassberg, 1984: 71-76; Masera, 1995: 219).

    10 Existe otro texto que habla de la accin de coger flores; sin embargo, noest clara la voz del o de la protagonista. A pesar de que sea identificado porPilar Lorenzo Gradn (1990: 231) como voz femenina por la accin de entrar alvergel y coger flores, quedara todava por descifrar el morir y el matarme han,ya que en mi anlisis previo (Masera, 2001) la mujer mata de amores al hombrey no viceversa. El texto es el siguiente: Dentro en el vergel / morir, / dentroen el rosal / matarme han. // Yo me iba, mi madre, / las rosas coger, / hallmis amores / [dentro en el vergel]. // Dentro en el vergel / [morir], / dentroen el rosal / matarme han (NC 308 B).

    11 Vase tambin la cancin cuyo estribillo dice Gritos daba la morenica /so el olivar, / que las ramas hace temblar (NC 499 A). La otra versin diceGritos daba la morenica / sola en lolivar, / que los ramos hace temblar (NC499 B). Aqu existe otra conjuncin de smbolos erticos, como gritos, morenica,debajo de los olivos, el temblar de las hojas.

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    huerta y la via. Adems, no hay que olvidar que tambin los olivaresse consideraban como huertos.12

    Hasta aqu hemos visto que donde pareca haber una densidad po-tica pobre y escasa hay, de hecho, profundidad. El smbolo de cogerflores funciona polismicamente en las cabezas de los estribillos, peroen las glosas se restringe su significado cuando se asocia a un conjuntode smbolos como la transgresin del huerto o la nia lavandera de latradicin portuguesa que pueden provenir de otras tradiciones po-ticas. Adems, notamos que cuando se producen las acumulaciones desmbolos, en el significado existen dos tendencias. Por un lado, la acu-mulacin produce una intensificacin del significado sensual; por el otro,cada smbolo tiende a acotar su significado. Con este antecedente po-dremos entonces comenzar el estudio de las coplas que se cantan enMxico.

    2. El cancionero tradicional moderno

    La lrica tradicional mexicana hereda un estilo cuya coherencia internase manifiesta igualmente en el recurso frecuente a cierto tipo de compa-raciones (pareces, eres como), de metforas y de elementos que adquierenvalor de smbolos hasta cierto punto fijos (la flor cortada, la fruta pica-da son smbolo de la virginidad perdida). [En particular] la lrica mexi-cana [...] ha desarrollado notablemente las metforas vegetales y ani-males que expresan el dominio ertico del hombre sobre la mujer mehe de comer esa tuna / aunque me espine la mano, la polla que no mecomo / la dejo cacareando (Frenk, Prlogo a 1975-1985: t. 1, xxiv).

    A estas caractersticas debo aadir que tanto en el cancionero mexi-cano moderno como en otros la voz femenina ha sido reducida al mni-mo; por lo tanto, la perspectiva que prevalece en las coplas amorosas esla masculina (Masera 1999).

    Dado que es imposible abarcar en este estudio la gran variedad deaspectos estilsticos, me detendr en algunos casos que pueden ayudar

    12 La simbologa ertica de los olivares fue estudiada por Frenk, 1998: 165.

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    a comprender mejor la potica del cancionero mexicano. Cabe ademsmencionar que se han hecho varios estudios (y otros se estn realizan-do) sobre los motivos o tpicos que diferencian al cancionero de otrastradiciones o lo relacionan con ellas. En este trabajo quiero resaltar as-pectos de la potica interna de la copla, no la supervivencia o prdidade los motivos, como lo he hecho en otras ocasiones.

    Los recursos poticos ms comunes en los que aparecen los motivoserticos son la comparacin, la metfora y el smbolo. Sin pretenderrealizar una discusin terica sobre estas complejas figuras, me intere-sa destacar cmo la connotacin libre del smbolo arcaico es reducidahasta fijarse con base en la estructura de la copla.

    Entre los motivos erticos ms comunes y de mayor abolengo delrepertorio de imgenes que se encuentran en las coplas estn las refe-rencias vegetales para designar a la amada.13 Se distinguen las floresentre ellas por ser las favoritas y, sobre todas las flores, se destaca larosa; imagen que tambin predomina en la antigua lrica popular his-pnica profana y religiosa.

    La comparacin ms comn de la amada con una rosa puede estarubicada en el inicio de la copla o en su segunda parte. Asimismo, puedeser una comparacin perfecta, con como, o imperfecta, donde el como esobviado y se deja el eres. Veamos algunos ejemplos. En la siguiente co-pla, una seguidilla de la cancin llamada La bamba existe una com-paracin perfecta entre la amada y una rosa de Alejandra:

    Eres como la rosade Alejandra:colorada de nochey blanca de da.

    (Veracruz; CFM: 1-85)14

    13 Vase para este tema el trabajo de Aurelio Gonzlez (2001), de dondetomo los trminos de comparacin perfecta e imperfecta.

    14 Todos los ejemplos de cantares de la lrica tradicional mexicana contem-pornea proceden del Cancionero folklrico de Mxico (Frenk, coord., 1975-1985),abreviado CFM. Esta copla se canta en Espaa: Eres como la rosa / deAlejandra, / colorada de noche / blanca de da (Schindler, 1941: 319).

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    Dada la tendencia de las coplas a una estructura bimembre, la estra-tegia potica elegida, una vez establecida la comparacin, es glosar losdos primeros versos y complementarlos con los dos siguientes; y a travsde una anttesis con paralelismo sintctico, se expresa aqu la transfor-macin del personaje.15 Notemos tambin que existen dos marcas parasaber que la voz del personaje es masculina: una marca textual expl-cita de gnero que evidencia de quin se habla (colorada); la segundaes una marca contextual no explcita: la comparacin eres como larosa, que es exclusiva de la mujer.16

    Podemos apreciar otra estrategia potica en una variante del cantar,que tambin pertenece al repertorio de coplas estables de La bamba,donde la anttesis se ha transformado en la tpica oposicin noche / da.El tercer verso dice: eres negra de noche, y aqu parece que el creadorse ha dejado llevar por la adecuacin a una imagen de la luz, ms quepor el simbolismo de la flor.

    Continuando el proceso de fijacin,17 en otra estrofa la mujer ya es larosa, en una comparacin imperfecta:

    Eres la bella rositadel jardn de [mi recreo];como eres la ms bonita,todas te llaman con empeo,que a todos quitas el sueo.

    (La Rosita, Veracruz; CFM: 1-74)

    Aqu se aade otro motivo: el jardn.18 La presencia de este smboloen los dos versos iniciales indica una tendencia a la fijacin; sin embar-go, parecera que al creador no le basta y que necesita reforzar su inten-

    15 La anttesis como recurso potico distintivo de la lrica popular modernaha sido estudiada por Daz Roig; vase en especfico la anttesis con paralelis-mo sintctico (1976: 116).

    16 Retomo la clasificacin hecha en Masera, 2001.17 Llamo aqu fijacin al proceso que sufre el smbolo de reduccin de su

    significado hacia una sola de las posibilidades.18 El jardn es un smbolo antiguo; vase Reckert, 1993: 148.

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    cin potica en la explicacin de los siguientes tres versos. Esto lo pue-de hacer gracias a la estructura bimembre de la copla: lo que se dice enla primera parte de la estrofa se completa en la segunda. De este modoel creador se asegura que su mensaje potico sea comprendido. Lamen-tablemente, no se ha logrado la unidad de sentido en esta copla, quizspor una falta del creador-recreador, o quizs sea el resultado de la con-juncin de dos textos diferentes.

    En la siguiente copla, el proceso de fijacin del smbolo llega al finaly la sustitucin ha terminado. Parecera que el creador no necesita ms,como en los dos versos iniciales de esta quintilla:

    Encantadora rositade las flores de mi jardn,encantada morenita,tu hermosura no tiene fin,pues me encanta tu boquita.

    (La Rosita, Veracruz; CFM: 1-72)

    Una vez ms se repite el proceso en el que la acumulacin de smbo-los se explica en los siguientes. Es decir, el creador-recreador se apoyaen la estructura bimembre y en el recurso del paralelismo intraestrficopara el establecimiento de la comparacin entre la parte simblica de laestrofa y la parte literal, logrando de este modo explicar los primerosversos. Notemos tambin la necesidad de la voz masculina de marcar eldiscurso con un posesivo mi, enfatizando la posesin y dominio so-bre la amada, hecho que se repite frecuentemente en el cancionero tra-dicional mexicano.

    Otro recurso del creador-recreador es la conjuncin de smbolos comoun intensificador del significado. Observemos los primeros cuatro ver-sos de la siguiente sextilla de La Llorona, en la cual existe un juegoalambicado de enumeraciones:

    Eres clavel, eres rosa (ay, Llorona!),eres nardo, eres jazmn;rosa y azucena hermosa (Llorona),que cultiv en mi jardn;

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    vine a decirte una cosa (ay, Llorona!):te he de querer hasta el fin.

    (Oaxaca; CFM: 1-84).

    Sin embargo, a pesar de ser eficaz como gradacin, la conjuncin desmbolos refleja una inseguridad: ser comprendido el motivo? De he-cho, los ltimos dos versos precisan la situacin del hablante rompien-do con la intemporalidad de la cuarteta.

    La siguiente copla es otro ejemplo en el cual el creador-recreadorutiliza el conjunto de elementos simblicos para intensificar el sentidopotico:

    Blanca rosa de Castilla,cortada al amanecer,clavelito matizado,nacido de una pared.

    (A los ngeles del cielo; CFM: 1-81)

    La eleccin, sin embargo, lleva al recreador a buscar una imagennueva, aunque no muy afortunada. En la primera parte de la estrofa seconcentran dos expresiones muy ricas de connotaciones simblicas,blanca rosa y cortada al amanecer. Como sabemos, el cortar la rosaes el smbolo de la prdida de la virginidad; sin embargo, aqu se asociala pureza con la blancura de la rosa y a la vez con el amanecer. De hecho,la expresin cortada al amanecer parecera acotar su connotacin e iden-tificarse con la belleza de la amada, perdiendo parte de su valor simbli-co. Este rasgo es particular del cancionero tradicional mexicano.19

    En otra copla, donde aparece el smbolo de la mujer-paloma, nueva-mente el amanecer se asocia con la belleza de la amada. Aqu se retomala imagen de la tradicin medieval de las albas y las alboradas, dondelas aves que cantan al alba anuncian la llegada o la partida de los aman-

    19 Uno de los eptetos ms frecuentes e innovadores para las flores en elcancionero tradicional de Mxico es cortada al amanecer (Masera, 1999,p. 18).

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    tes (Masera, 1999). Primero la mujer se identifica con la paloma unade las imgenes preferidas para la amada, a la que, a su vez, se laidentifica con las aves que festejan la unin de los amantes. Sin embar-go, los dos primeros versos parecen sealar a los dos segundos comouna imagen que exalta ms la belleza de la amada que la sensualidad:

    Eres mi prenda queridade todito mi querer,eres aquella palomaque canta al amanecer.

    (El pjaro c, Veracruz; CFM: 1-93)

    Las estrategias poticas pueden ser diversas, como se observa en lasiguiente copla, donde se utiliza el smbolo de cortar la flor como equi-valente de robar la virginidad y se le combina con otro motivo de grantradicin potica: el huerto o la huerta. Este ltimo puede funcionarsimultneamente como una metfora del cuerpo de la mujer y como eltpico lugar de encuentro de los amantes:20

    Voy a cortar una florde tu huerto muy lucido;voy a cortar la mejor (chaparrita de mi vida)para ser correspondido.

    (Que milagro chaparrita, Oaxaca; CFM: 1-1510)

    No obstante, el simbolismo ertico que inunda los dos primeros ver-sos se trunca en los dos versos finales, donde los dos motivos recobran

    20 El anlisis del desarrollo de la huerta como smbolo ha sido estudiado porReckert, quien dice: The linearity of myth then yields to the plurivalence ofthe symbol: the early paradise engendres on one hand the garden enclosed ofthe Canticum, and on the other the topos of the locus amoenus (1993: 148). Exis-ten 32 coplas en las que se menciona la huerta: t. 1, nms. 248, 445, 446, 834,951, 1510, 1552b, 1561, 1572, 1707, 1741, 1826, 1878, 1974, 1997, 2084, 2329, 2414,2453, 2738; t. 2, nms. 2835, 3973, 4218, 4344, 4346, 4551, 4966, 5309, 5574, 5682;t. 4, nms. 8626, 9816.

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    el significado literal. La anterior copla, pues, presenta un problema, dadoque se prefiere el sentido literal al simbolismo ertico. Adems, existenotras coplas en las que se explicita claramente la sensualidad de losmotivos tomados de la tradicin potica, como la siguiente estrofa:

    Por esta calle me voyy por la otra me doy la vuelta,a ver si puedo cortarun tulipn de tu huerta;no seas ingrata conmigo:djame la puerta abierta.

    (La morena, La guacamaya,Veracruz, Oaxaca; CFM: 1-1572)

    La anterior sextilla funciona como una cuarteta bimembre y unosversos de conclusin. Los dos versos iniciales de la cuarteta respondenal clich de la ronda canciones propias del cortejo,21 en tanto que enlos siguientes se inserta el motivo de cortar la flor de la huerta. Siquedara alguna duda del sentido sexual del texto, esta quedara despeja-da en los ltimos dos versos, donde aparece el motivo abrir la puerta.De esta manera y al contrario de otros ejemplos, los dos ltimos versos dela cuarteta no glosan el significado ertico, sino que lo acentan.

    Veamos otro ejemplo que nos remite a la primera de las coplas delcancionero mexicano que analizamos. Aqu se combina el motivo decortar la flor de la huerta con la flor de Alejandra:22

    21 En la introduccin al Cancionero folklrico de Mxico Margit Frenk afirmaque si se atiende a la configuracin de las cuartetas octosilbicas (la formams comn de la lrica popular hispnica), podr observarse la frecuencia conla que aparecen divididas en dos partes: los dos primeros versos forman unaunidad y los dos ltimos versos, otra (1975-1985: I, xxiv).

    22 Margit Frenk ya haba sealado que en los comienzos de las coplas estlo ms sabroso, su lado ms sensual y gozoso (1993a: 11). Por mi parte, hellegado a la conclusin de que en los comienzos adonde se hace referencia a lanaturaleza se concentra un material potico importante que, a pesar del peligrode cristalizacin, funciona no slo como recurso potico, sino tambin comoseal de transicin al lenguaje lrico para el escucha y el creador. Su funcin

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    Entr a la huerta y cortuna flor de Alejandra:no la cort muy al tronco,por los pagos de hoy en da.

    (Sonora; CFM: 1-2414)

    El simbolismo del primer dstico se rompe en el segundo en la ante-rior estrofa, como sucede en otros textos. De hecho, existe la intencinde continuar la imagen en el tercer verso pero se frustra en el ltimo.

    Continuando con el motivo de cortar flores en la huerta, la flor que secorta en la huerta con mayor frecuencia es una flor morada:

    Entr en tu huerta y cortuna amapola morada,y en el frutito le hall:Lupe estaba retratada, (sic)malhaya si no llorde verla tan colorada!

    (Los chiles verdes, La rosita,San Luis Potos; CFM: 1-446).

    Una vez ms la sensualidad intensa desarrollada en los tres prime-ros versos se trunca en los siguientes, donde se mezcla el motivo dehallar a la amada en medio de la fruta o de las flores, quedando unacopla muy poco afortunada.23

    El motivo de cortar la flor ocurre tambin en coplas cuyo evidentetono sexual hace ms evidente la fijacin y limitacin del smbolo, pro-duciendo un doble sentido:24

    sera de marca enunciativa, como los llamados embragues de Jakobson oGreimas, ya que permite la relacin entre el proceso de enunciado y la enuncia-cin; en este caso, el paso del lenguaje literal pertenece a la enunciacin y ellenguaje potico al enunciado (Masera, 2000: 149).

    23 Vase por ejemplo la siguiente copla: Entr en el jardn y cort / un ta-marindo morado; / entre los gajos hall / un amor disimulado, / como el quele tengo a usted / tenindolo ya pensado (El jarabe loco; CFM: 1- 536).

    24 En la antigua lrica existen, sobre todo en voz masculina, las coplas cuyo

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    Ah!, qu aroma de esa flor,de esa rosita amarilla;el trabajo que me diopara verle la semilla;pero no se me escap:le cort hasta la ramilla.

    (Rosita amarilla, Bajo; CFM, 2416)

    La anterior copla es representativa de esas imgenes de dominio er-tico tpicas del cancionero mexicano, donde se acota la connotacin li-bre del smbolo a la connotacin obligada de la metfora. El motivo hasido adoptado y adaptado al lenguaje propio de la poesa que nos ocu-pa. Y en este camino veremos cmo el motivo de cortar el fruto o la flory la huerta en la siguiente copla llega a la esgrima verbal de lo que enMxico se llama albur:

    Chile verde me pedistechile verde te dar:vmonos para la huertaque all te lo cortar.

    (Los chiles verdes, Tabasco, D.F.; CFM: 1-1560)

    Una vez estudiados algunos de los procesos poticos que van desde lacomparacin al smbolo podemos desentraar el significado de la siguientequintilla, donde se conjugan dos conjuntos de imgenes diferentes:

    Navegando por el marme cogieron prisionero,porque me met a robarlas flores a un jardineroy no las supe cortar.

    (La morena, Veracruz; CFM: 1-2411)

    significado sexual se acerca ms al doble sentido que al simbolismo de otrascoplas. Baste recordar: breme, casada, / que es la noche escura, / que noperders nada / por el abertura (NC 1710).

  • La fijacin de smbolos en el cancionero 1 5 1

    Los motivos se van complicando: al jardn de amor se aade el moti-vo del mar y la navegacin, tambin de connotaciones erticas. Sinembargo, a pesar de que el erotismo de la copla funciona, no existe unaconexin clara entre los motivos que aparecen superpuestos. Asimis-mo, hallamos el motivo del mar asociado con el motivo de cortar floresen otra copla, pero esta vez el mar es la huerta donde se ha cortado laflor morada:

    En la mediana del marcort una flor moradita;cmo no te he de querersi t eres mi morenita?

    (Estrofa suelta, Oaxaca; CFM: 1-402)25

    En la anterior estrofa se repite el proceso de glosar los primeros versosde tono simblico en la segunda parte de la copla, donde la voz masculi-na utiliza un lenguaje explcito que denota el dominio sobre la amada.Esta asociacin del mar con el motivo de cortar flores o frutas slo ocurreen los cancioneros modernos panhispnicos (Masera, 1995: 334).

    La red de smbolos erticos no termina. Si continuamos el recorridopor el cancionero folclrico encontramos que existe otro motivo de igualintensidad ertica que cortar la flor: cortar fruta, como en la siguientecopla:

    Manzana, quin te comieraacabada de cortar,

    25 En otras coplas existe una comparacin perfecta entre el movimiento delmar y el sensual andar de la mujer: Como se menean / las olas del mar, / asse menea / tu cuerpo al andar (Mara Chuchena, Veracruz; CFM: 1-160). Elmar tambin puede identificarse con la cabellera de la mujer, que es uno de losrasgos ms erticos: Por la mar de tu pelo / navega un peine, / con las olitasque hace / mi amor se duerme (La bamba, Cielito lindo, La manta,estrofa suelta, Oaxaca y Veracruz; CFM: 1-172). Esta conocida copla es comple-ja, por la acumulacin de motivos erticos, como peinar, cabellera, mar y elvaivn de las olas. Sin embargo, parece que todo el simbolismo arcaico se acotahacia la ondulacin de la cabellera como rasgo de hermosura.

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    con ese color por fueray tu sabor sin igual!

    (La zarzaparrila, Zacatecas; CFM: 1-1499a)

    La intensa sensualidad de esta copla deriva del verbo comer, de fuer-te connotacin sexual tanto en la lrica antigua como en la moderna,que es muy frecuente en el cancionero mexicano. Notemos que al senti-do del olfato ahora se le ha agregado el del gusto.

    Una vez conocida la preferencia por la degustacin, observamos enel cancionero mexicano la bsqueda de nuevos elementos erticos, puesya no bastan las flores y los frutos:

    Eres amarillitacomo la cera;mantequilla de placerquin te comiera!

    (La bamba, Veracruz; CFM: 1-1500)

    Estrofa que nos ayuda a entender el erotismo de la copla que sirvide punto de partida de este estudio: Eres como la rosa / de Ale-jandra.... Las dos coplas forman parte del repertorio de estrofas esta-bles de La bamba y son las nicas que utilizan la comparacin tpicadel cancionero Eres como. Esto sugiere que el cantor, al seleccionarlas estrofas para su performance, tiene opcin de elegir entre dos estro-fas igualmente sensuales y con significados similares a pesar de que lasimgenes sean distintas.

    A lo largo de este estudio hemos visto cmo el creador-recreadortiene varias estrategias para adaptar el lenguaje potico a sus necesida-des expresivas. En tanto que en la antigua lrica la polisemia del smbo-lo predomina, sobre todo en los estribillos, en el cancionero modernomexicano el smbolo reduce su significado hasta casi fijarse, quiz in-fluido por la metfora. El proceso de fijacin y reduccin del significa-do se logra a travs de la estructura bimembre de la copla, donde, fre-cuentemente, el smbolo aparece en la primera parte del texto y se acotasu sentido en la segunda.

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    Del estudio de las coplas se desprende que existen motivos de la tra-dicin que en la voz masculina del cancionero mexicano se transformanen acciones ms agresivas, como cortar una flor que no aparece en elcancionero antiguo en esta voz y comer el fruto; esto podra ser untrasvase de la antigua voz femenina a la actual voz masculina. La con-tundencia de la accin en el cancionero actual tambin se enfatiza con eluso de posesivos que explicitan la posesin del amante sobre la amada.

    Asimismo, notamos que en el cancionero mexicano el motivo de cor-tar flores se ha asociado estrechamente con el de la huerta o el jardn ypocas veces con las albas, como en la antigua lrica.

    Tambin hemos visto cmo los antiguos motivos poticos se adaptanal lenguaje del cancionero, y en este proceso de adopcin y adaptacin,de creacin y recreacin, se pueden apreciar rasgos propios del cancio-nero tradicional que se canta en Mxico.

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    MASERA, Mariana. La fijacin de smbolos en el cancionero tradicionalmexicano. Revista de Literaturas Populares IV-1 (2004): 134-133.

    Resumen. El simbolismo es una de las caractersticas distintivas delantiguo cancionero popular hispnico. Algunos smbolos que se hanpreservado a travs del tiempo en los cancioneros modernos han sufri-do adaptaciones; tal es el caso de cortar flores. Este artculo estudiacmo se fija el antiguo motivo en el cancionero tradicional mexicano aresultas de una adaptacin potica.

    Abstract. Symbolism is a distinctive feature of old traditional Hispanic lyrics.Certain symbols that have been preserved in time suffered changes in the moderncancioneros. This paper studies the fixation of the ancient symbol pickingflowers in Mexican traditional lyrics, as a result of a poetic adaptation.