Upload
brendaleonelainfan
View
223
Download
1
Embed Size (px)
DESCRIPTION
Sindrome Metabolico Ninos-libre
Citation preview
+
Acompañando al niño hacia un
bienestar emocional en la
prevención y tratamiento del
síndrome metabólico. Psicoterapeuta Psicoanalítico de Niños y
Adolescentes
Doctorando en Psicología UNAM
+El cuerpo en psicología
El objeto de estudio de la psicología es el comportamiento
humano, su conducta.
Conducta: interacción establecida de un organismo con su
medio, físico, biológico y/o social. Lo “consciente” es el lugar
de sus intervenciones.
Su base, entonces, es el organismo biológico (cuerpo).
Establece que la construcción del “esquema corporal” se
elabora progresivamente al compás del desarrollo y la
maduración nerviosa, y resume las experiencias corporales
cognitiva, subjetiva y afectiva.
+Acercamiento psicoanalítico en
torno al cuerpo
Práctica psicoterapéutica
Metodología de investigación
Cuerpo teórico que se nutre
de los dos anteriores.
+Modalidades diagnósticas
1. Neurosis actuales.
2. Psiconeurosis de defensa o transferencia.
3. N e u ro s i s n a r s i c i s t a s , p s i c o s i s y melancolía.
4. Perversiones.
5. Patología de carácter.
6. Trastornos psicosomáticos.
+ El cuerpo en psicoanálisis
Para el psicoanálisis el cuerpo se construye a partir de la
relación con otro, a través de la satisfacción de las
necesidades vitales.
El cuerpo no es sólo biológico, sino simbólico, es decir,
produce síntomas.
La imagen del cuerpo es propia para cada uno, está ligada al
sujeto y a su historia.
Es eminentemente icc la imagen del cuerpo. Es la síntesis
viva de nuestra experiencia emocional y relacional.
+ El psicoanálisis, como teoría del conocimiento del
hombre, se ocupa también del placer y del dolor.
Ya Freud (1923) dijo “el YO es ante todo un ser
corpóreo”
+Acerca del Síndrome Metabólico
Describe un grupo de factores de riesgo que
encamina a los niños hacia enfermedades
cardíacas y diabetes tipo 2.
Los niños con síndrome metabólico poseen
al menos tres de los siguientes factores de
riesgo:
1. Grasa excesiva en el abdomen (obesidad)
2. Hipertensión
3. Niveles anormales de grasa en sangre,
incluido el colesterol y los triglicéridos
4. Hiperglucemia
+La expresión somática: la
obesidad
Si bien la obesidad es sólo uno de los factores de riesgo
dentro del síndrome metabólico, nos centraremos en ésta,
pues es propensa a ser tratada psicoanalíticamente.
La clínica psicoanalítica confirma que la obesidad no es
considerada una forma especial de estructura o
psicopatología, pero sí reúne requisitos para analizarla como
un síntoma de diferentes niveles de gravedad, presente en
cualquiera de las entidades psicopatológicas.
+
El infante humano, en su indefensión, depende de su
cuidador para sobrevivir y su cuerpo experimentará a
través de los cuidados, placer o dolor.
+ Alimentación psíquica
Alrededor de la alimentación se estructura el eje de la
interacción más precoz entre madre e hijo
El recién nacido posee una dotación neurofisiológica bien
desarrollada y funcional en el plano de la conducta de succión:
reflejo de orientación, rotación de la cabeza, reflejo de
búsqueda, de succión y de deglución.
No todos los bebés tienen comportamientos idénticos frente a
la alimentación.
“Poco comedores” vs. “glotones”. Variaciones individuales en
el comportamiento de succión, el llanto y agitación, así como
en la capacidad de espera.
La alimentación no es sólo la extinción del hambre fisiológica,
sino prototipo de las interacciones humanas.
+ Freud distinguió entre la necesidad alimenticia en sí (el
hambre) y la “prima de placer” (succión).
La “prima de placer” organiza las primeras interiorizaciones de
las relaciones humanas.
Se suman a la succión y a la satisfacción del hambre un
conjunto de acciones centradas en el niño (Winnicott):
contactos corporales, palabras, miradas, caricias o balanceos
maternales, etc., y su necesidad de vinculación (Bowlby).
Se lo llevan todo a la boca (4-5 -10-12).
Debemos hablar de la otra dimensión: la agresividad. Deglutir,
hacer desaparecer, suprimir, etc., es ya un movimiento agresivo
(Klein)
+ Si el intercambio alimenticio no ha sido fructífero, se corre el
riesgo de que la desaparición de la necesidad sea vivida por
el bebé como una pérdida, amenaza o intento de
aniquilación.
La fase sádico oral (agresividad + incorporación) es
atestiguada con el placer que experimentan los niños al
mordisquear o incluso morder abiertamente (12-18 meses).
+Obesidad infantil
Hay dos períodos importantes en la constitución de la
obesidad: uno, alrededor del primer año de vida, y otro,
durante el período prepuberal, entre los 10-13 años. En el
plano psicológico, resulta difícil, una vez instalada la
obesidad, distinguir entre la dimensión reactiva o la causal
de los trastornos observados.
+Personalidad del niño obeso
Descritos con frecuencia como callados, apáticos, tímidos,
aunque puedan tener reacciones de cólera súbita.
Pasividad (inconstante)
Síntomas asociados: fracaso escolar, enuresis.
Cuando la capacidad intelectual es normal o superior, el
éxito se halla entorpecido por la inhibición o la pasividad.
Se asocia con cierta debilidad mental, pues el niño obeso
busca satisfacciones inmediatas, no simbolizadas; carencias
afectivas.
Problemática de lo lleno y lo vacío como factor principal.
+El niño obeso y
su entorno
Del orgullo familiar por salud floreciente y buen apetito a objeto de
preocupación y vergüenza por su exceso de peso y glotonería.
A menudo, el niño obeso demuestra una incapacidad para jugar y
para los ejercicios que requieren actividad muscular. Más que negarse
a participar, se trataría de un investimiento particular de la
motricidad, asociado a un sentimiento de inseguridad.
No han desarrollado el placer por la función muscular.
Rodeados de cuidados hiperangustiados,confinados por su entorno
en un universo que no deja lugar a la iniciativa motora y que insiste en
los “peligros” del afuera.
+ En la mayoría de los casos, el paciente y su familia piden
ayuda sin convicción y consultan frecuentemente al
especialista como si se tratara de una concesión ante la
insistencia de un tercero (médico, escuela, parientes).
Rara vez se desea un cambio real.
La obesidad es más un estado que un síntoma. Se constituye
poco a poco; el paciente y su entorno la ignoran durante
mucho tiempo.
Constituye para el niño una forma de adaptación, en parte
aceptada de forma positiva y mantenida activamente en la
medida en que le protege de angust ias o de
desorganizaciones más inquietantes.
Se trata de un problema doble pues no es sólo personal, sino
también familiar.
+ Beneficios secundarios
1. Dispensa al niño de ciertas actividades que imagina
penosas.
2. Evita a los niños situaciones dónde se ponen en juego la
competencia, la agresividad y también los deseos
libidinales o sexuales.
3. Se soslayan así numerosas decepciones y,
4. Eventualmente, se favorecen ensueños totalmente
apartados de la realidad, una omnipotencia imaginaria
basada en el tema: “si yo fuera delgado”.
+
Círculo vicioso: el obeso se siente culpable de comer y de
no adelgazar, extrae de ello una satisfacción masoquista
inconsciente (agresión contra sí mismo), lo que lo lleva a
comer más todavía.
La obesidad garantiza a veces la permanencia de un estatus
de niño pequeño: relación más cercana-dependiente con la
madre, menor grado de exigencia por el padre, y un lugar
especial con los hermanos.
+Factores familiares
Problemas de insatisfacción marital.
Madres inseguras que combaten su angustia y culpabilidad
con sobreprotección.
La sobrealimentación del niño le otorga a la comida un valor
de afecto y dedicación.
El niño se muestra incapaz de autonomía en la vida
cotidiana, y aumenta sus demandas de alimento (amor), a
medida que sus otras demandas, en especial de
reconocimiento y seguridad, se ven reprimidas.
El niño es un objeto de valor, está bien cuidado, pero no
debe expresar su personalidad.
+ Este escenario regresivo no favorece ni simplifica las
identificaciones sexuales. Las niñas reprimen la rivalidad con
la madre, a los niños de les “prohíbe” parecerse a su padre
(muchas madres de niños obesos expresan abiertamente el
deseo de haber tenido a una niña).
La instalación de una obesidad grave en un niño tiende a
evitar otros conflictos.
Por eso hablamos de que es sólo un síntoma.
Un cambio exige que los padres renuncien a conformarse
con la sumisión aparente de su niño y le permitan expresar
sus propios deseos en otros campos que el de la oralidad;
que el niño acepte no reparar y proteger incesantemente las
imágenes parentales idealizadas que contribuyen a cerrarle
el acceso al reconocimiento de su propio cuerpo como el de
un cuerpo enfermo.
+
+Evaluación
Durante la , resulta más interesante y
más fructífero dejar que el niño exprese la calidad particular
de su vínculo afectivo con la comida, y no lanzarse a una
encuesta casi policial sobre la pista de un balance calórico
inasequible.
Observar más allá de la hiperfagia: la inactividad del niño
obeso. Este elemento clínico no siempre aparece en la
entrevista, pero sólo se puede apreciar con exactitud
mediante la
+Requisitos de la evaluación
Maldonado Durán y Barriguete (2002) proponen se realice:
a) narrativa del problema alimenticio,
b) diario de alimentación,
c) curva de crecimiento,
d) observación directa,
e) observación de la relación con los padres al momento de
la comida y,
f) evaluación de las interacciones fantasmáticas e
imaginarias.
+Recomendaciones
La prevención no puede limitarse a la vigilancia de la curva
de peso.
La madre, con sus experiencias personales a veces
satisfactorias y a veces frustrantes, está siempre implicada
en el problema del niño y debe ser tomada en cuenta
(conocer su maneo de la agresividad y equilibrio narcisista).
Hay que tener cuidado en no favorecer un incremento
obsesivo de los cuidados, mecanismo defensivo muy
natural y que se acentúa fácilmente en las madres
ansiosas.
+
No mostrarse parco con los consejos, acoger atenta y abierta
la palabra de las madres
Evitar la crítica y hacer uso de las connotaciones positivas
Favorecer la comunicación
No reprimir la expresión de la angustia o de conflicto
mediante recetas prefabricadas.
+