Upload
yessenia-catterine
View
345
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
Síndrome Pre frontal y Compromiso Cognitivo: Demencias,
formas clínicas y evaluación.
SINDROMES PREFRONTALES
Las principales manifestaciones clínicas resultantes de daño de los distintos circuitos
fronto subcorticales (“Síndromes Pre-Frontales”) han permitido identificar tres síndromes
principales: El Síndrome Dorso lateral o Disejecutivo, Síndrome orbito frontal (cambio de
personalidad) y el Síndrome mesial frontal (apatía y mutismo) (Cummings, 1985) (2, 3,
10,11).
Síndrome prefrontal dorsolateral:Están asociadas con diminución de la excitación
general. También están asociadas con deterioro de la atención, tanto selectiva como
excluyente, y de la conducta que en consecuencia es extremadamente vulnerable a la
interferencia.
Los pacientes generalmente presentan las siguientes características:
Reducción de la fluidez verbal y no verbal: dificultades para generar palabras, y
escasa fluidez a la hora de realizar dibujos espontáneamente con dificultades para
copiar figuras complejas (mala estrategia).
Alteración del comportamiento: los pacientes con lesión dorso lateral tienden a
aparecer apáticos, lentos, inatentos, desmotivados, distraídos, dependientes del
ambiente, con dificultades en la atención, carecen de curiosidad. En lesiones
izquierdas, la depresión es un síntoma frecuente.
Síndrome pre frontal orbital: Se asocia con desinhibición, conductas inapropiadas,
irritabilidad, labilidad emocional, destructibilidad y dificultades para responder a señales
sociales.
Los pacientes generalmente presentan las siguientes características:
Conducta desinhibida: conductas inapropiadas en su naturaleza o en el
contexto social en que se presentan. Fallas en el control de los impulsos
(agresividad sin motivo, bulimia), con incapacidad de inhibir respuestas
incorrectas. Son generalmente reiterativos.
Desorden de la auto-regulación: Surge de la incapacidad de mantener una
representación del sí-mismo online, y de utilizar esta información del sí-mismo
para inhibir respuestas inapropiadas
Síndrome prefrontal medial: Es el síndrome menos consistente y el menos definido.
Sin embargo, las lesiones que incluyen la circunvolución cingulada, están asociadas
con deficiencia de la atención y perturbación de la movilidad. En particular, las lesiones
del área motora suplementaria están asociadas con deterioro en la iniciación y ejecución
del movimiento de las extremidades y del habla, mientras que las lesiones de los campos
visuales frontales (área 8) . La característica fundamental de este síndrome es la
alteración de la motivación y de la apatía (Alegri y Harris, 2001).
Mutismo akinético: es el principal síntoma, especialmente si se trata de lesiones
bilaterales. El paciente está despierto, pero con total apatía y no muestra ningún
tipo de emoción (Devinsky O, 1995). Sólo responde a sus propios motivos, es
decir, no contesta a las preguntas ni presenta respuestas motoras. Sin embargo,
puede hablar y moverse perfectamente si quisiera.
Abulia (falta de deseo): estado de ausencia de motivación e iniciativa.
Generalmente se acompaña de apatía.
COMPROMISO COGNITIVO
1.- La función ejecutiva es un conjunto de operaciones cognoscitivas sustentadas por la
actividad de los síntomas más complejos de los lóbulos frontales, las cuales se encargan
de la programación, fijación de metas, clasificación, iniciación, ejecución, vigilancia,
cambios flexibles y confrontación de todas las funciones mentales.
2.-La función ejecutiva es un conjunto de habilidades cognoscitivas que permiten la
anticipación y el establecimientos de metas, el diseño de planes y programas, el inicio de
las actividades y de las operaciones mentales, la autorregulación y la monitorización de
las tareas, la selección precisa de los comportamientos y las conductas, la flexibilidad en
el trabajo cognoscitivo y su organización en el tiempo y en el espacio para obtener
resultados eficaces en la resolución de problemas.
3.-Se presume que la función ejecutiva es una actividad de los lóbulos frontales, mas
específicamente de sus regiones más anteriores, las áreas prefrontales, y sus conexiones
reciprocas, con otras zonas del cortex cerebral y otras estructuras subcorticales, tales
como los núcleos de la base, el núcleo amigdalino, el diencéfalo y el cerebelo. A este
sustrato neuroanatómico y neurocomportamental se le ha denominado de manera
genérica como frontal, prefrontal a áreas cerebrales anteriores, de allí que estas
referencias se tomen como sinónimos en la literatura neuropsicológica.
4.-Los lóbulos frontales representan un sistema neurológico muy complejo. La
complejidad de los lóbulos frontales es evidente en los diversos sistemas de conexiones
reciprocas con el sistema límbico (sistema motivacional), con el sistema reticular
activador (sistema de atención sostenida), con las áreas de asociación posterior (sistema
organizativo de los reconocimientos), y con las zonas de asociación y las estructuras
subcorticales (núcleos basales) dentro de los mismos lóbulos frontales (sistema de control
sobre las respuestas comportamentales).
Desarrollo de la función ejecutiva: El periodo de mayor desarrollo de la función
ejecutiva ocurre entre los seis y ocho años. En este lapso los niños adquieren la
capacidad de autorregular sus comportamientos y conductas, pueden fijarse metas y
anticiparse a los eventos, sin depender de las instrucciones externas, aunque aún está
presente cierto grado de descontrol e impulsividad.
Esta capacidad cognoscitiva está claramente ligada al desarrollo de la función reguladora
del lenguaje (lenguaje interior) y a la aparición del nivel de las operaciones lógicas
formales y a la maduración de las zonas pre frontales del cerebro, lo cual ocurre
tardíamente en el proceso de desarrollo infantil. Los procesos de maduración comprenden
una multiplicidad de elementos tales como la mielinizacón, el crecimiento dendrítico, el
crecimiento celular, el establecimiento de nuevas rutas sinápticas y la activación de
sistemas neuroquímicos.
Los niños de 12 años ya tienen una organización cognoscitiva muy cercana a la que se
observa en los adultos; sin embargo, el desarrollo completo de la función se consigue
alrededor de los 16 años (7,29,31,35). Entonces, las preguntas referidas a la aparición de
la función ejecutiva y su relación con la maduración de los lóbulos frontales tienen
respuestas múltiples, que dependen de la naturaleza de la operación cognoscitiva que se
quiera conocer. Al igual que sucede con el lenguaje, en donde los diversos niveles
periodos de aparición de tipo escalado, etapa por etapa, los diferentes actividades de la
función ejecutiva comprenden diversas edades de aparición y consolidación (7,29)
Evaluación de la función ejecutiva: La función ejecutiva puede evaluarse desde tres
perspectivas diferentes objetivos, aunque ninguna de ella excluye a la otra (6,10,14,18,35)
Evaluación clínica cualitativa
Evaluación clínica o investigativa cuantitativa
Evaluación experimental.
A.-La evaluación clínica cualitativa: Se realiza mediante la observación directa del
paciente, y busca definir los comportamientos y conductas que indiquen la presencia
de los síntomas de los diversos tipos de síndromes prefrontales.
Los síntomas que han sido relacionados con los síndromes prefrontales son:
a) Dificultades en la atención sostenida
b) Alteraciones en la autorregulación
c) Problemas en la organización cognoscitiva y de la conducta.
d) Rigidez cognoscitiva y de la conducta.
La evaluación de estos síntomas se lleva a cabo durante todo el proceso de consulta
neuropsiquiatrica o neuroconductual, y no utiliza ningún instrumento específico
diferente a los utilizados para el interrogatorio y la evaluación general. Los síntomas a
observar son:
Impulsividad: Se produce por deficiencia en la inhibición. En la impulsividad
patológica el paciente es incapaz de posponer una respuesta, aunque tenga una
instrucción verbal específica para no responder. También ser observa el llamado
“magnetismo”, la necesidad incontrolable de tocar y manipular todos los objetos
del ambiente.
Inatención: Falta de desarrollo de un adecuado control mental y monitorización
sobre la naturaleza de los comportamientos y sus consecuencias. Inestable,
distraído e incapaz de terminar una tarea sin control ambiental externo.
Dependencia ambiental: Indica una falta de planificación, programación y
autorregulación comportamental. Se observa la presencia de ecopraxia, es decir,
la imitación inerte de las actividades de los demás.
Perseverancia patológica y la inercia comportamental: Aun cuando reciban la
orden explicita de parar, actúan como si no tuviesen freno para regular y detener
su comportamiento.
La alteración metacognoscitiva: El individuo es incapaz de evaluar conceptual y
objetivamente las cosas que hace o dice. Esta alteración tiene que ver con
trastornos de lo que en la psicopatología comportamental se denomina el “locus
de control”.
B.- Evaluación cuantitativa: Utiliza pruebas neuropsicológicas estandarizadas para
una aproximación clínica más objetiva y especialmente para investigaciones que se
puedan reproducir. Tiene la desventaja de requerir más tiempo para la aplicación de las
pruebas, su calificación y su análisis clínico, lo cual lo hace más costosa.
(6,10,14,39,40). La evaluación cuantitativa requiere tres niveles de análisis de los
resultados:
Nivel psicométrico: intenta establecer una puntuación estándar de destrezas. En
este nivel se debe definir si una determinada ejecución corresponde o no a un
nivel normal para la edad. Generalmente las puntaciones estandarizadas pueden
ser trasladadas a un sistema gráfico para construir perfiles de normalidad de una
población determinada.
Análisis de los factores cognoscitivos: Se trata de definir cuáles son las
operaciones cognoscitivas necesarias para realizar una tarea específica, y cuales
son las responsables de la puntuación obtenida. Por ejemplo, para copiar la figura
compleja Rey un sujeto requiere, además de la atención sostenida básica, de su
capacidad de reconocimiento visual, de sus habilidades para orientar objetos en el
espacio, de su coordinación visuomotriz, de sus habilidades motoras finas y de su
capacidad para organizar las ejecuciones en el tiempo y en el espacio.
Análisis neuropsicológico del factor subyacente a los errores: Es la etapa
clínica más avanzada, y requiere de la cualificación y tipificación de los errores,
independiente de las destrezas y habilidades. Aquí deben lanzarse hipótesis y
establecer constructos explicativos para los signos (errores) observados, es decir,
definir los llamados síndromes neuropsicológicos (9.10,41,44).
Existen varias pruebas que se han utilizados para la evaluación de diversos
componentes de la función ejecutiva. La más estudiadas son la prueba de
clasificación de tarjetas de Wisconsin, el test de fluidez verbal, la prueba de fluidez
de diseños, la organización del aprendizaje, la torre de Hanoi o de Londres, el test
de conflicto palabra/color o prueba de Stroop y la prueba de apertura de caminos
(1-3, 6,10,12,14,29,36,45,46)
El test de clasificación de las tarjetas de Wisconcin (Heaton, 1981) Es el
mas utilizado y más conocido para evaluar la función ejecutiva (1-4.6,10,12,40,45).
Se ha sugerido que el WCST es sensible a los daños o a las alteraciones
funcionales de la región frontal dorsolateral.
El test de fluidez verbal: Fonológico - f, a, s – y semántico – animales y
frutas- Se mide mediante el número de palabras producidas dentro de cada
categoría en un minuto, y es considerado una prueba de producción verbal
controlada y programada, que es sensible a las alteraciones en el funcionamiento
de las áreas prefrontales izquierdas (10,41). esta prueba tiene puntuaciones
normalizadas para niños y adultos latinoamericanos (3,39,40,47,48).
Prueba de fluidez de diseños: Es una prueba de fluidez y programación
visuomotriz, durante la cual se solicita dibujar el mayor número de figuras o formas
con o sin sentido en 3 minutos en su parte de trabajo libre. Se puntúa el número de
de figuras logradas correctamente, el número de errores y el número de
perseveraciones (figuras repetidas). No se ha encontrado correlación entre esta
prueba y el test de fluidez verbal, por lo que postula evaluarla la actividad
prefrontal derecha (33,49,50).
Organización del aprendizaje: Se fundamenta en que una de las funciones de
los lóbulos frontales es establecer estrategias de asociación adecuadas para
retener la información. Se sabe que los trastornos en la memoria de los pacientes
con lesiones frontales son debidos a esta alteración, la cual se explica por la
desconexión de las zonas frontobasales del sistema límbico ( 1,2,6,15,17,29,
51,52).
La torre de Hanoi o la torre de Londres: Es una prueba de organización y
programación visuoespacial de una secuencia de movimientos y de memoria
operativa. Tiene una versión con tres anillos y una de cinco anillos de diferentes
colores y diferentes tamaños. Para los pacientes con lesiones del lóbulo frontal
esta prueba se convierte en casi una tarea imposible (14,35,53).
La prueba de conflicto palabra/color o test de Stroop: Es una prueba que
discrimina bien once personas con daño frontal e individuos normales (14,28). Lo
que se busca es inhibir la tendencia automática y responder de manera controlada
mediante la solución de estímulos en conflicto (7,45,46). Esta prueba tiene la
limitación en los niños y en los adultos analfabetos porque requiere cierto nivel de
lectura automatizada.
La prueba de apertura de caminos (TMT A y B) Es una prueba que sirve
también para observar la autorregulación, el control de la atención sostenida y la
capacidad de cambiar flexiblemente de una ejecución a otra (45,46).
C.- Evaluación Experimental: Se utiliza para la investigación de casos o grupos de
casos seleccionados de manera estricta. Se controlan y manipulan todos los variables
criterios y los demás factores, para evitar su influencia sobre las variables observadas.
El experimento está destinado a medir de manera precisa una sola operación
cognoscitiva. En el estudio de la función ejecutiva se han diseñado experimentos para
medir la capacidad de control comportamental y conductual (hacer, o no hacer)
(17,26,28), para observar la impulsividad y la perseverancia (29) y para analizar la
relación entre la función ejecutiva y los paradigmas cognoscitivos genéticos (18,35). La
limitación de estos estudios viene dada por la rigurosidad del método experimental, que
demanda de un control total sobre las variables, lo cual puede resultar dispendioso y
costoso.
Conclusiones:La función ejecutiva es un sistema múltiple dela cognición que se
estructura y se modifica durante el desarrollo en la niñez y que se altera en diversas
enfermedades neurológicas y neuropsicológicas que afectan los sistemas complejos
frontales del cerebro. Su evaluación puede llevarse a cabo desde una perspectiva clínica
cualitativa o desde aproximación cuantitativa estandarizada.
DEMENCIAS, FORMAS CLÍNICAS Y EVALUACIÓN
1.- ¿Qué es la demencia?: La demencia es un deterioro crónico de al menos tres
funciones superiores (al inicio, ya que finalmente suele alterar todas las funciones
intelectuales), adquirido (principal diferencia con el retraso mental, ya que este suele
presentarse desde la niñez), y con un nivel de conciencia y atención normales (a
diferencia del delirium, en el que hay disminución del nivel de conciencia). El diagnóstico
suele darse cuando el paciente lleva unos tres meses presentando un conjunto de signos
y síntomas que responden a estas alteraciones.
Las demencias comprometen facultades intelectuales de los afectados como el lenguaje,
la memoria y la destreza visuoespacial, así como su capacidad emocional y su
personalidad.
La demencia afecta al 2% de las personas a partir de los 65-70 años, y al 20% de los
mayores de 80 años. Es la principal causa de incapacidad a largo plazo en la tercera
edad, lo que supone un importante problema de salud pública, teniendo en cuenta el
incremento de la esperanza de vida en las sociedades desarrolladas.
2.- Tipos de demencia: Existen muy variados tipos de demencia. Estos son los más
habituales:
2.1.- Enfermedad de Alzheimer:Es la causa más frecuente de demencia en Occidente.
El inicio de los síntomas suele darse a partir de los 65 años, aunque en algunos pacientes
puede darse antes de los 40 años (en cuyo caso suele asociarse con formas hereditarias
de la enfermedad, lo cual puede suceder en un 25% de los casos).
Al principio la clínica se limita a deslices puntuales de memoria, pero después se
establece una alteración de la memoria reciente (capacidad para almacenar nueva
información y recuperarla después de un período de tiempo) y de la capacidad de
aprendizaje, y con el paso del tiempo se perderá también la memoria remota (para
recordar sucesos lejanos).
2.2.- Demencia fronto-temporal (Enfermedad de Pick): Es una alteración degenerativa,
que se caracteriza por la presencia de sustancias anómalas, que se conocen como
cuerpos y células de Pick, en el interior de algunas neuronas que se localizan en los
lóbulos frontal y temporal.
Suele afectar a pacientes en las edades medias de la vida; así, es de las demencias más
frecuentes en los pacientes con edades comprendidas entre los 45 y los 65 años.
Suele ser una demencia que progresa despacio, y la principal alteración clínica se
encuentra en la esfera de la personalidad; los síntomas más llamativos son:
Dificultades en las relaciones sociales, que conduce al aislamiento.
Comportamiento compulsivo e inadecuado en diversos ambientes.
Alteraciones en el control de las emociones.
Pérdida de las capacidades ejecutivas.
Afectación del lenguaje desde las etapas tempranas de la enfermedad, que
puede ser el primer síntoma notable.
Deterioro de la capacidad para leer y escribir, así como disminución del
vocabulario.
Cambios bruscos en el estado anímico.
Rigidez muscular.
Al avanzar la enfermedad, la apatía es el síntoma que domina en la clínica.
Las alteraciones de la memoria reciente y la capacidad de aprendizaje son
usuales.
El diagnóstico se basa en los síntomas que presenta el paciente, ya que el
comportamiento compulsivo y las alteraciones emocionales son evidentes desde el
principio de la enfermedad. Entre las pruebas que se pueden realizar destacan:
resonancia magnética del cerebro, electroencefalografía (EEG), examen del líquido
cefalorraquídeo, tomografía computarizada de la cabeza, etcétera.
No se conoce cura para esta enfermedad, que llega a incapacitar totalmente al paciente.
En su tratamiento se emplean antidepresivos y antipsicóticos para controlar los altibajos
emocionales del enfermo, así como aquellos fármacos que contribuyan a aliviar otros
trastornos asociados como problemas nutricionales y tiroideos, depresión, infecciones,
anemia, etc.
2.3.- Demencia vascular:Las demencias vasculares son debidas a un accidente
cerebrovascular que provoca que la circulación sanguínea deje de regar una parte del
cerebro, lo que causa la muerte de las neuronas afectadas.
Esta es una de las pocas demencias que se pueden prevenir, evitando o controlando los
factores de riesgo como la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia, que puede
producir aterosclerosis, o la diabetes, para reducir así las posibilidades de padecerla en el
futuro.
De hecho, existen estudios que demuestran que un correcto tratamiento de la
hipertensión arterial disminuye la aparición de deterioro cognitivo y el riesgo de demencia.
2.4.- Demencia multiinfarto:Como su nombre indica, esta demencia se debe a múltiples
infartos o embolias cerebrales, que pueden ser asintomáticos, y que dejan áreas
infartadas residuales.
Su inicio suele ser brusco, sobre todo si ocurre tras uno de estos infartos, y suele haber
sintomatología neurológica acompañante como secuela del accidente isquémico.
2.5.- Enfermedad de Binswanger:Subtipo de demencia vascular que se debe a la
hipertensión arterial y a la aterosclerosis, por lo que también se conoce como
encefalopatía subcortical arteriosclerótica.
Esta demencia se debe a la degeneración de la sustancia blanca del cerebro a causa de
la oclusión de los vasos sanguíneos cerebrales, que limita la cantidad de sangre que llega
al cerebro en general, y a la sustancia blanca en particular. Las células cerebrales,
privadas de oxígeno, se deterioran y mueren, lo que origina la demencia.
Los factores de riesgo que incrementan las posibilidades de aparición de este trastorno
son:
Hipertensión arterial.
Aterosclerosis (endurecimiento de los vasos sanguíneos).
Enfermedades cardiovasculares.
Diabetes.
Los síntomas suelen presentarse poco a poco, empeorando de forma
progresiva aunque, en ocasiones, se estabilizan e incluso mejoran. Las
manifestaciones principales de esta enfermedad son:
Alteración de la marcha (más lenta e inestable).
Pérdida de memoria.
Deterioro progresivo de las facultades intelectuales, cognoscitivas y motoras.
Dificultades para expresarse.
Depresión.
Incontinencia.
Pérdida de coordinación, temblores...
Apatía.
Desorientación.
Parálisis en un lado del cuerpo.
El diagnóstico se determina mediante pruebas como la resonancia magnética y la
tomografía computarizada del cerebro. También se puede realizar una foto emisión simple
de la tomografía computarizada (SPECT según sus siglas en inglés), que tiene por objeto
identificar la degeneración de la función de la sustancia blanca cerebral.
No se conoce cura para esta enfermedad, y los fármacos que se administran al paciente
tienen como objetivo controlar las patologías asociadas como la hipertensión, la
hipercolesterolemia y la depresión, así como disminuir el riesgo de apoplejía.
2.6.- Demencia por cuerpos de Lewy: Es la tercera causa de demencia en las personas
ancianas, después de la EA y de la demencia vascular y, como su nombre indica, la
característica típica es la presencia de los denominados cuerpos de Lewy, que son
depósitos anormales de proteína repartidos por todo el cerebro, que inciden sobre las
funciones de ciertos neurotransmisores, alterando la percepción, el pensamiento y la
conducta de los afectados.
Síntomas:
Deterioro cognitivo lentamente progresivo. Las fluctuaciones cognitivas son un
dato típico de esta enfermedad, y principalmente se basan en el estado de
atención y alerta.
Las alucinaciones visuales son también características, así como las
alteraciones del sueño (en la fase de relajación muscular estos enfermos
suelen tener mucha actividad).
El paciente también puede tener alucinaciones auditivas, olfativas, táctiles y
gustativas.
Alteraciones en el estado de ánimo y el comportamiento (tristeza, depresión,
ira, falta de iniciativa...).
Puede haber temblor, y otros síntomas como debilidad y rigidez muscular y
marcha inestable, que haga difícil en ocasiones el diagnóstico diferencial de la
enfermedad de Parkinson.
El diagnóstico incluye exploraciones físicas y neurológicas que evalúen la capacidad
funcional y expresiva del paciente, su memoria, y otras habilidades, además de realizar
pruebas como TAC o resonancia magnética. Sin embargo, el diagnóstico definitivo solo se
obtiene tras la muerte del paciente, al realizarle una autopsia.
No se conoce cura para esta demencia y el tratamiento debe ser personalizado porque la
enfermedad provoca sensibilidad a determinados fármacos.
3.- Causas de demencia: Las demencias pueden ser degenerativas, cuando se produce
una muerte progresiva e irreversible de las neuronas (como en el caso de la enfermedad
de Alzheimer), y no degenerativas cuando la pérdida de neuronas puede detenerse, como
en el caso de la demencia causada por el abuso de alcohol, donde la pérdida de neuronas
finaliza cuando el paciente deja de consumir alcohol (aunque no recupere las neuronas
que ya han sido destruidas). También pueden considerarse primarias cuando la demencia
es, en sí misma, el principal trastorno que presenta el paciente; y secundarias, cuando el
deterioro de las funciones intelectuales se produce a consecuencia de otros factores
como un trauma craneoencefálico, una intoxicación por alcohol, fármacos o drogas, un
déficit de vitaminas, o la demencia está asociada a otra patología (como el SIDA, la
enfermedad de Creutzfeld-Jacob, párkinson...).
Los motivos más frecuentes de demencia son:
Enfermedad de Alzheimer (50-90%).
Infartos cerebrales múltiples (5-10%).
Alcoholismo (5-10%).
Trastornos endocrino-metabólicos, como el hipotiroidismo y la deficiencia
de vitamina B12.
Alteraciones cerebrales, como neoplasias, hematomas...
Otras enfermedades degenerativas, como la de Pick, párkinson, Huntington.
Infecciones del SNC.
La mayoría de las demencias son irreversibles y no tienen cura, aunque se pueden tratar
los síntomas acompañantes. Es muy importante averiguar si la causa de la demencia es
tratable, ya que aproximadamente un 10% de las demencias son reversibles si se tratan a
tiempo, en otro 10% se puede detener la evolución de la enfermedad, y otro 10% se debe
a causas psiquiátricas (pseudodemencias).
3.1.- Causas tratables
Demencias vasculares, debidas a un riego sanguíneo cerebral insuficiente.
Demencias postraumáticas.
Demencia a consecuencia del abuso de alcohol.
Enfermedades metabólico-carenciales: alteraciones tiroideas, déficit de vitamina
B12, folato y vitamina B1, alteraciones en la regulación del calcio.
Enfermedades inflamatorias e infecciosas, como la meningitis, sífilis, vasculitis…
Procesos intracraneales.
Depresión.
3.2.- Causas no tratables e irreversibles:
Enfermedades degenerativas.
Enfermedades infecciosas, como el SIDA
4.- Síntomas de demencia: Los síntomas de demencia abarcan dificultad con muchas
áreas de la función mental, entre estas:
El comportamiento emocional o la personalidad
El lenguaje
La memoria
La percepción
Pensamiento y juicio (habilidades cognitivas)
La demencia aparece primero generalmente como olvido.
El deterioro cognitivo leve (DCL) es la fase entre el olvido normal debido al envejecimiento
y la aparición de la demencia. Las personas con deterioro cognitivo leve tienen ligeros
problemas con el pensamiento y la memoria que no interfieren con las actividades
cotidianas y, con frecuencia, son conscientes del olvido. No todas las personas con
deterioro cognitivo leve presentan demencia más tarde.
Los síntomas del deterioro cognitivo leve abarcan:
Dificultad para realizar más de una tarea a la vez
Dificultad para resolver problemas y tomar decisiones
Olvidar hechos o conversaciones recientes
Tardar más tiempo para llevar a cabo actividades mentales más difíciles
Los síntomas tempranos de demencia pueden abarcar:
Dificultad para realizar tareas que exigen pensar un poco, pero que solían ser
fáciles, tales como llevar el saldo de la chequera, participar en juegos (como
bridge) y aprender nueva información o rutinas.
Perderse en rutas familiares.
Problemas del lenguaje, como tener dificultad para encontrar el nombre de objetos
familiares.
Perder interés en cosas que previamente disfrutaba: estado anímico indiferente.
Extraviar artículos.
Cambios de personalidad y pérdida de habilidades sociales, lo cual puede llevar a
comportamientos inapropiados.
A medida que la demencia empeora, los síntomas son más obvios e interfieren con la
capacidad para cuidarse. Los síntomas pueden abarcar:
Cambio en los patrones de sueño, despertarse con frecuencia por la noche.
Dificultad para realizar tareas básicas, como preparar las comidas, escoger la ropa
apropiada o conducir.
Olvidar detalles acerca de hechos corrientes.
Olvidar acontecimientos de la historia de su propia vida, perder la noción de quién
es.
Tener alucinaciones, discusiones, comportamiento violento y dar golpes.
Tener delirios, depresión, agitación.
Mayor dificultad para leer o escribir.
Capacidad deficiente de discernimiento y pérdida de la capacidad para reconocer
el peligro.
Uso de palabras erróneas, no pronunciar las palabras correctamente, hablar con
frases confusas.
Retraerse del contacto social.
Las personas con demencia grave ya no pueden:
Llevar a cabo actividades básicas de la vida diaria, como comer, vestirse y
bañarse.
Reconocer a los miembros de la familia.
Entender el lenguaje.
Otros síntomas que pueden ocurrir con la demencia:
Incontinencia.
Problemas para deglutir.
5.- Diagnóstico de una demencia: El diagnóstico es principalmente clínico: es
fundamental que el médico elabore una completa historia clínica, e indague sobre los
posibles antecedentes familiares.
La mayoría de las demencias se deben a procesos degenerativos, pero la pérdida de
masa cerebral (atrofia cerebral) no es sinónimo de demencia.
Se han desarrollado muchos test para valorar el deterioro cognitivo, y actualmente el que
más se usa es el minimental test, que de forma rápida permite valorar la memoria, la
orientación temporo-espacial, el lenguaje, la escritura, la lectura, el cálculo, y las acciones
visoespaciales e ideomotoras. Se puntúa de 0 a 30 puntos, considerándose normal de 27
a 30 puntos, y demencia por debajo de los 24 puntos.
La pérdida de memoria es el signo temprano más habitual, pero suele achacarse a la
edad o se infravalora su importancia, por lo que desde el comienzo de los síntomas hasta
que el paciente es diagnosticado a veces llegan a transcurrir hasta dos años. Los
familiares suelen ser los primeros en detectar que existe un problema, por eso es
recomendable que consulten con un especialista si observan algún comportamiento
sospechoso en sus seres queridos.
Se pueden ordenar otros exámenes para determinar si otros problemas podrían estar
causando la demencia o empeorándola. Estas afecciones abarcan:
Anemia
Tumor cerebral
Infección crónica
Intoxicación por medicamentos
Depresión grave
Enfermedad tiroidea
Deficiencia vitamínica
Se pueden llevar a cabo los siguientes exámenes y procedimientos:
Nivel de B12
Niveles de amoníaco en la sangre
Química sanguínea (grupo de pruebas metabólicas completas)
Gasometría arterial
Análisis del LCR (líquido cefalorraquídeo)
Niveles de drogas o alcohol (examen toxicológico)
Electroencefalograma
Tomografía computarizada de la cabeza
Examen del estado mental
Resonancia magnética de la cabeza
Pruebas de la función tiroidea
Nivel de la hormona estimulante de la tiroides
Análisis de orina
6.- Tratamiento de la demencia: El tratamiento depende de la afección causante de la
demencia. Algunas personas pueden requerir hospitalización por un corto tiempo.
La suspensión o el cambio de medicamentos que empeoran la confusión puede mejorar la
función cerebral.
Algunos tipos de ejercicios mentales pueden ayudar a la demencia.
El tratamiento de afecciones que pueden llevar a la confusión a menudo puede mejorar
enormemente el funcionamiento mental. Tales afecciones abarcan:
Anemia
Insuficiencia cardíaca congestiva
Disminución de oxígeno (hipoxia)
Depresión
Insuficiencia cardíaca
Infecciones
Trastornos nutricionales
Trastornos de la tiroides
Los medicamentos se pueden emplear para:
Disminuir la tasa a la cual los síntomas empeoran, aunque el mejoramiento con
estos fármacos puede ser pequeño.
Controlar problemas con el comportamiento como pérdida del juicio o confusión.