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Síntesis Mundial - Agosto 2013

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Resumen mensual de los acontecimientos internacionales del Centro de Estudios Políticos e Internacionales de la Fundación para la Integración Federal

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SÍNTESIS MUNDIALAGOSTO 2013ISSN 1852 3846

COORDINACIÓN GENERAL CEPI Cecilia Rubio

DIRECTOR EDITORIALGermán Martínez

CONSEJO EDITORIAL Y DISEÑOVictoria CerranoAna Lucía MucciEmilio OrdoñezMaricruz ScottaDana Valdano

STAFF:Pedro Arrospidegaray, Imanol Barrangú, Graciela Capisano, JulietaCeresole, Victoria Cerrano, CarlaChernomordik, Fabián Drisun, MatíasFerreyra, Luciano Herrero, Paula Li-veratore, Agustina Marchetti, PaulaMartín, Carla Morasso, Juan PabloMordini, Ana Mucci, Rocío Novello, Emilio Ordoñez, RafaelPansa, Juan Ignacio Percoco, PriscilaPretzel, Luciana Rodríguez, MaricruzScotta, Bernardina Spilla, Dana Valdano, Romina Viale, Fabián Vido-letti, Nabih Youssef.

SÍNTESIS MUNDIAL es unapublicación del CENTRO DE ESTUDIOSPOLÍTICOS INTERNACIONALESperteneciente a la FUNDACIÓN PARA LA INTEGRACIÓN FEDERAL

FUNDACIÓN PARA LA INTEGRACIÓN FEDERAL:Entre Ríos 583 1º piso dpto. BCP 2000 - Rosario - Santa Fe - Argentina.

Tel/Fax:(54) (0341) 440-0925 / 440-8968

E-mail:[email protected]@fundamentar.com

URL: http://www.fundamentar.com

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SUMARIO

EDITORIAL

MEDIO ORIENTE

CRISIS Y VIOLENCIA EN EL CAIRO / por Rocío Novello

SUENAN LOS TAMBORES DE GUERRA EN SIRIA / Por Fabián Drisun

AMÉRICA LATINA

LA CONTRARREFORMA DE PEMEX / Por Ana Lucía Mucci

ARGENTINA: NOVENA VEZ QUE PRESIDE EL CONSEJO DE SEGURI-

DAD / por Dana Valdano

EUROPA

TRES SIGLOS IGUAL / por Paula Liveratore

SUBCONTINENTE INDIO

CACHEMIRA: UN CONFLICTO LATENTE / por Victoria Cerrano

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Resumen mensual de los acontecimientos internacionales del Centro de Estudios Políticos e Internacionales

de la Fundación para la Integración Federal

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SÍNTESIS SÍNTESIS MUNDIALMUNDIAL

EGIPTO Y SU PRIMAVERA TEÑIDA DE SANGRE

A estas horas la Primavera Árabe parece estar escribiendo sus páginas más sangrientas desdeel comienzo de este movimiento social que, dos años atrás, prometía rediseñar el mapa políticodel mundo árabe con la caída de una clase política enquistada en el poder desde más de mediosiglo. Muchos de estos dictadores están muertos o exiliados. Sin embargo, la salvaje represiónen Egipto por parte del Ejército de los manifestantes que reclamaban el retorno al poder deldestituido presidente Mohamed Morsi, no sólo cierra un ciclo que comenzara en 2011 con lacaída del último presidente militar, Hosni Mubarak, sino que abre serios interrogantes tantosobre el futuro del país egipcio, como sobre la dirección que tomará la Primavera Árabe en losaños por venir.

Tan solo un año duró la experiencia de los Hermanos Musulmanes en el poder. Legitimadopor unas elecciones en las que ganó con claridad, el gobierno de Morsi enfrentó serios obstá-culos que contribuyeron a la postre a su caída. El más importante de ellos fue, sin dudas, lacrisis económico-social que motivó, en primera instancia, la rebelión contra Mubarak en la yamítica Plaza Tahrir. Uno de los fracasos de Morsi fue, justamente, la incapacidad de abordar estaagenda social de manera adecuada. Cuando lo intentó, fue mediante un plan de ajuste recomen-dado por el FMI que hacía recaer –como es habitual en estos casos- todos los costos en la po-blación. El segundo obstáculo llegó con el intento de promulgar una Constitución de cortenetamente islámico, en un país cuya identidad musulmana no está en cuestión pero cuya so-ciedad, al mismo tiempo, rechaza las experiencias de países tales como Irán. La gota que colmóel vaso fue el decreto que impedía el control de los actos presidenciales por parte del Poder Ju-dicial, el cual debió derogar ante la presión popular.

Con el retorno de las movilizaciones de aquellos que veían en las medidas de Morsi un espejodel estilo de gobierno de Mubarak reaparecieron también los militares, quienes también com-partían este descontento, tras haber apoyado a los Hermanos Musulmanes un año atrás en unarelación de larga data que todavía no se ha explicitado lo suficiente. El golpe de Estado no sólomarcó el fin de una etapa en la larga transición política egipcia, sino que puso al descubiertolas contradicciones internas entre los actores de este proceso político, las que se vieron aúnmás expuestas tras la represión de mediados de agosto.

Lo que ha quedado claro es que los militares continuarán en control de todos los resortes dela política en Egipto, más allá de la posibilidad -hoy remota- de una salida política negociada enel mediano plazo. Si el golpe de Estado puso un fin a la tolerancia del sector militar hacia los

SÍNTESIS SÍNTESIS MUNDIALMUNDIAL

EDITORIALEDITORIAL

Hermanos Musulmanes en el gobierno, la represión da cuenta de la voluntad de influir sobreel curso del mismo movimiento social. No son casuales las deserciones de personalidadespolíticas de renombre internacional que, habiendo apoyado la asonada militar, optaron porhacerse a un lado ante el carácter sangriento de la acción del Ejército sobre los manifestan-tes. Cualquiera sea la salida política a esta situación, los militares están más que dispuestosa proteger a cualquier costo su preeminencia en el entramado económico y político egipcio.

Del otro lado, queda en evidencia la incómoda posición de los Estados Unidos ante la si-tuación, atrapados en la disyuntiva entre su declamada defensa de los derechos humanosa nivel global y sus intereses geoestratégicos en la región. La Administración Obama se hanegado a calificar a este proceso como golpe de Estado y sólo ha reaccionado a la represiónde mediados de agosto cancelando los ejercicios militares conjuntos. Es conocida la in-fluencia de Washington sobre las fuerzas armadas egipcias en términos monetarios -Egiptoes el segundo país según el monto de asistencia que recibe desde EEUU- pero la otra carade la moneda resulta igual de incómoda para Barack Obama: Egipto podría renunciar a losacuerdos de Camp David de 1979 y poner en juego la seguridad de la frontera sur con Israel,sin hablar de la pérdida del paso franco por el Canal de Suez, entre otros intereses en juego.Da la sensación de que, entrampado entre aquellas opciones, Obama ha elegido la segundade ellas.

Y, en el medio del juego de ajedrez político, la cuerda siempre se rompe por el lado másfrágil. Y en este caso, lo más frágil son las vidas humanas que se pierden, con más de 1300muertos y miles de heridos como saldo de los últimos acontecimientos.

Han pasado más de dos años desde el inicio de la Primavera Árabe en Túnez y el opti-mismo en torno al futuro democrático de estas regiones ha dado lugar a un creciente es-cepticismo en torno al devenir de este proceso. Las estadísticas no invitan, por ahora, amirar con otros ojos lo que allí ocurre. Egipto, Libia, Túnez, Bahrein, por nombrar solo algu-nos países, oscilan entre las tensiones políticas internas, la continua represión a manifes-tantes, el conflicto entre distintas ramas del Islam y la pérdida de autoridad efectiva de losgobiernos surgidos de los distintos movimientos locales. En este sentido, lo ocurrido enEgipto puede muy bien marcar una tendencia en otros países atravesados por la dinámicade la Primavera Árabe, habida cuenta de su alto perfil en el mundo árabe y el carácter de"estandarte" de este movimiento. Mientras tanto, los ataques con armas químicas en Siriapreanuncian un recrudecimiento de la guerra civil en este país y prometen nuevas páginasque podrían opacar a las escritas con sangre en Egipto.

No obstante, aún persisten dos elementos positivos que deben tenerse en cuenta en mediodel escenario ominoso que se describe. El primero de ellos es el carácter mismo del procesoen cuanto a los tiempos transcurridos. Las luchas internas en los países involucrados dancuenta de movimientos cuya forma no aparecerá sino hasta dentro de unos años, por lo quesu futuro aún está por definirse. El segundo punto es el más significativo: el carácter multi-tudinario de las manifestaciones y la afluencia de jóvenes en su conformación. Este es eldato nuevo a tener en cuenta a futuro: el lento aprendizaje de una sociedad tradicionalmentesometida a las autocracias de turno en cuanto a defender sus conquistas y tener derecho adefinir su futuro. Más allá de lo ocurrido en Egipto, tal vez no esté dicha la última palabra enel largo derrotero de este movimiento social que ha revolucionado al mundo árabe.

EMILIO ORDOÑEZ

serie de medidas de presiónpara tratar de poner fin a la vio-lencia e impulsar el diálogoentre todas las fuerzas políti-cas”. Mas allá de ello, la reluc-tancia de Occidente porcondenar el golpe y actuar másfirmemente ante la masacre deagosto, parece indicar una acti-tud más dispuesta a tolerar losexcesos de los regimenes auto-ritarios antes que la profundiza-ción de un escenario caótico enuna de las regiones donde másintereses en juego tiene. Eneste sentido, preservar el tra-tado de paz con Israel y mante-ner el orden en la península delSinaí, en especial en un mo-mento donde la región se en-cuentra sumamente movilizada,son dos objetivos imposterga-bles que los EEUU, en particu-lar, le han asignando a El Cairodesde hace décadas. Dentro del mundo árabe, paí-ses interesados en ver fuera delpoder a la Hermandad, comoser Arabia Saudita, Jordania yla UAE no se demoraron en ex-presar su completo apoyo algobierno interino de El Cairo.La Petro-monarquía Saudí, enespecial, se comprometió encubrir cualquier reducción quese diera en la asistencia finan-ciera proveniente desde occi-dente. No obstante la reacción de lacomunidad internacional, lasautoridades egipcias continúan

grientos en las últimas déca-das, magnificó el peligro de quese desate una guerra civil en elpaís. Este temor alertó tanto aactores regionales como inter-nacionales preocupados por lasrepercusiones que esto pudieraacarrear para Oriente Próximo. Como primera respuesta, granparte de la comunidad interna-cional expresó su repudio a lamasacre perpetrada por los mi-litares. Sin embargo, pasar delplano declaratorio al de los he-chos no fue tan directo. Si bien,

la administración norteameri-cana canceló la realización deejercicios militares conjuntos ypospuso la entrega de cuatroaviones de combate F-16, nosuspendió la millonaria ayudamilitar que le envía anualmente.Por su parte, la Unión Europea,decidió estudiar un posible em-bargo de armas a Egipto y “otra

Las medidas represivas que sehan dirigido hacia los gruposopuestos al golpe, así como laviolencia de género registrada,dan cuenta del carácter autori-tario y contra-revolucionario deesta nueva fase por la quetranscurre Egipto. El punto de mayor tensión sevivió, a mediados de agosto,luego de que las fuerzas de se-guridad desalojaran a través deluso de la fuerza a dos campa-mentos de protesta, en las pla-zas de Rabaa al-Adawiya y

Al-Nahda, donde miles de se-guidores de Mursi manteníanen El Cairo para exigir la resti-tución del mandatario. Productode tal cruenta represión, se es-tima que el número de victimasronda entre las 600 y 1000 per-sonas, aunque es difícil acce-der a fuentes certeras. Dichoaccionar, uno de los más san-

“La reluctancia de Occidente por conde-nar el golpe y actuar más firmemente antela masacre de agosto, parece indicar unaactitud más dispuesta a tolerar los exce-sos de los regimenes autoritarios antesque la profundización de un escenario

caótico en una de las regiones donde másintereses en juego tiene”

uego del golpe de Es-tado perpetrado contraMohamed Mursi, el pa-sado 3 de julio, el es-

cenario más temido en estosdos años y medio que transcu-rrieron desde el estallido de la“primavera árabe” se hizo pre-sente en Egipto. La radicaliza-ción de la vida política,producto de los enfrentamien-tos que comenzaron a suce-derse entre los sectores lealesal derrocado Presidente Mursi ysus detractores, se instauró enel devenir cotidiano del paísnorteafricano, profundizandoaún más el alto nivel de incerti-dumbre que lo caracteriza. Más allá de la fachada civil quese ha pretendido otorgar al go-bierno interino, el núcleo delpoder sigue recayendo en lossectores más afectos al viejorégimen, y en particular en lasFuerzas Armadas, las cualeslejos de pretender subsanar lasconocidas falencias del go-bierno islamista, las han empe-orado. Ni en el plano político nien el económico se ha obser-vado indicios de mejora. Por elcontrario, la economía, profun-damente dependiente de los re-cursos financieros externos, noencuentra cause a fin a una re-activación, ni tampoco en elámbito político parecen habercontemplado las demandas deaquellos que irrumpieron en lascalles el 25 de enero de 2011.

se incluye la posibilidad de unaintervención externa sobre Da-masco. Frente a ello, Egipto espera unescenario de “no intervención”en Siria y pide cautela. Miem-bros de las FFAA se manifesta-ron preocupados porque “unaintervención militar contra el ré-gimen de Al Assad pueda des-estabilizar aún más la región ygenerar nuevas olas masivasde refugiados, con la crisis hu-manitaria que esto implica”. A loanterior, agregaron que “suoposición a las atrocidades co-metidas por Assad es firmepero esto no implica que debanincentivar movimientos quepuedan causar estragos, espe-cialmente si no hay ninguna se-guridad que dicho accionarforáneo termine con el régimenalauita”. De igual forma, sostu-vieron que resulta amenazanteque un gobierno islámico, “pro-bablemente más radical que elque se dio en Egipto, pueda al-canzar el poder en Siria siAssad es depuesto”. Siguiendoesta argumentación, el ministrode Defensa y jefe del Ejércitoegipcio, el general Abdel Fatahal-Sisi, aseguró que su país ce-rraría el Canal de Suez a losdestructores estadounidenses ybritánicos que se dirigieranrumbo a Siria. Al Sisi ha enfati-zado en que su país no repetirálos errores de la guerra en Irak,resaltando el compromiso acumplir con el acuerdo de de-fensa conjunta entre Egipto ySiria, por el que no permitiráque los buques de guerra atra-viesen el Canal de Suez parallevar a cabo una injerencia bé-lica en el país árabe.Asimismo, el jefe de la Diplo-macia egipcia, Nabil Fahmi, ex-presó su oposición a unaofensiva belicista en Siria y re-clamó una solución política alconflicto.

recurriendo al uso de la fuerza,siendo esta vía el medio ele-gido para erradicar la moviliza-ción islamista y al mismoejemplificar al resto de la pobla-ción cuál es el camino correctoa seguir en la transición egip-cia. Más aún, este proceder au-toritario, ha llevado no sólo a lapersecución y división de laHermandad Musulmana, sinoque también generó un quiebreal interior del propio gobiernointerino. El flamante Vicepresi-dente, y Nobel de la Paz, el Ba-radei terminó renunciando a sucargo, quitándole de estaforma, una cuota de represen-tación civil y “democrática”, sies que alguna vez la tuvo, algobierno transicional de facto. Otro de los puntos centralesdentro de la agenda políticaegipcia, se refiere al diseño deun nuevo marco constitucional,que deje de lado a la suspen-dida Carta islamista sancionadabajo el gobierno de Mursi. Paraello, Amr Moussa, ex Ministrode Asuntos Exteriores de Muba-rak, fue nombrado como ca-beza del comité de 50miembros que se encargara desu confección. Más allá de loscambios que puedan ser con-templados en esta nueva nor-mativa, un elemento parecemantenerse sin cuestionar: lasprerrogativas de las Fuerzas Ar-madas (FFAA). Así, los resa-bios del vetusto régimen actúanfuertemente sobre la realidadegipcia, al menos en una desus dimensiones, la cual estávinculada a la fuerte presenciade los miembros de la élite, quecorporizados en las FFAA conti-núan controlando gran parte delos recursos de poder del Es-tado. El grado de persistenciade dichos resabios, que envuel-ven a ejes estructurales delpaís, parece señalar un caminode cambio lento y conflictivo.

EGIPTO DE CARA AL ESCE-NARIO SIRIOLa crisis desatada en Egiptocobra particular relevancia porla complejidad actual del esce-nario de Medio Oriente en elque se ubica. Los sucesos enSiria, amenazan con sacudir ala región en su conjunto y porcompleto, cuestión que sevuelve aún más problemática si

“Las autoridades egipcias continúan recu-rriendo al uso de la fuerza, siendo esta víael medio elegido para erradicar la movili-

zación islamista y al mismo ejemplificar alresto de la población cuál es el camino

correcto a seguir en la transición egipcia.”

ien mil muertos y másde 2 millones de des-plazados. Ese es elsaldo de uno de los

procesos más sangrientos de laPrimavera Arabe. Si nos remon-tamos a marzo del 2011 cuandoun grupo de jóvenes pintaronun grafiti en una de las paredesde la ciudad de Deraa, nadiehubiera imagino que dos añosmás tarde los efectos hubieransido tan catastróficos desde elpunto de vista humanitario.

El partido Baath que llego alpoder en 1963 a través de unarevolución, llevando a la presi-dencia a Hafez Al Assad y demanera hereditaria a su hijoBashar, ha dominado el poderde manera casi absoluta porcasi 50 años. Tanto Hafez comosu hijo pertenecen a la minoríaalawita, un desprendimiento delchiismo, siendo Siria un paíscon una gran mayoría sunnita,otorgando al conflicto un carác-ter étnico.Desde que las protestas fueronevolucionando, los distintosgrupos opositores fueron tratán-dose de agrupar con el objetivode mostrarse unidos frente alos distintos actores internacio-nales. En el año 2011, cuandoun grupo de oficiales militaresse sublevaron del ejército regu-lar y formaron el denominado“Ejercito Libre de Siria” empezóa delinearse una organizaciónheterogénea que termino de

ternos. La AdministraciónObama tiene en su haber elasesinato de Osama Bin Ladeno la vuelta a la mesa de nego-ciación de palestinos e israe-líes, pero la crisis libia o lapérdida de control estadouni-dense sobre los asuntos mun-diales han hecho de estaoportunidad una variable impor-tante para recuperar ciertopoder de liderazgo. A partir de los sucesos del 21de agosto pasado, EEUU em-prendió una campaña interna yexterna en busca de una legiti-mación de una posible interven-ción. A nivel interno, Obamabusco apoyo en el Congresoaunque, ante la perspectiva deuna campaña limitada, no nece-sitaría su apoyo. El presidenteestadounidense se encontró enuna encrucijada no sólo por laposible negativa del Partido Re-publicano, sino también de de-mócratas que en anterioresintervenciones se habían ne-gado a votar una participaciónestadounidense en territorio ex-tranjero, especialmente en Iraqy Libia. A pesar de estar dificul-tades, la propuesta de una ata-que “limitado” por 60 dias sintropas en el territorio, con unaposible extensión por 30 díasmas previa notificación al Con-greso podría ser aprobado conmayor facilidad en el senado,donde la mayoría es demó-crata, que en la Cámara de Re-presentantes donde hay

oposición de causar asfixia a almenos 20 soldados guberna-mentales mediante la utilizaciónde arsenal químico. Ante esta situación, los distintosactores del conflicto han to-mado posiciones que podríanllevar a un ataque militar sobreterritorio sirio. En primer lugar,Estados Unidos, quien habíaestablecido que el uso dearmas químicas era su “línearoja”, un punto en el cual no ha-bría retorno para una posible in-

tervención. Barack Obama fuemuy cauteloso siempre a lahora de hablar sobre una posi-ble intervención en Siria, ya queEstados Unidos sigue teniendodos conflicto abiertos en MedioOriente -a saber Afganistán eIraq- y una preocupación porlas cuestiones internas, provo-cando un descuido de la polí-tica exterior y, más aun,teniendo muy pocos logros ex-

formalizarse un año después enla Coalición Nacional Siria(CNS). A pesar de esta estruc-tura que es reconocida por mu-chos países y organizacionesinternacionales, la CNS noaglutina a todos los sectoresen conflicto, sino que muchostienen su propia autonomíadentro del país. En este marco suenan los tam-bores de guerra. El pasado 21de agosto la oposición siria,justo cuando enviados de la

ONU llegaban para inspeccio-nar posibles ataques con armasquímicas producidos en el mesde marzo, fueron divulgadosfotos y videos en los que seacusaba al régimen de Al Assadde usar este armamento de ma-nera indiscriminada contra supropio pueblo causando cercade 1300 muertos. El presidenteBashar Al Assad negó su uso,acusando a su vez a la propia

“El presidente estadounidense se encontró en una encrucijada no sólo

por la posible negativa del Partido Republicano, sino también de demócratas

que en anteriores intervenciones se habían negado a votar una participaciónestadounidense en territorio extranjero,

especialmente en Iraq y Libia.”

mayoría republicana, especial-mente del Tea Party, sector quetiende a ser menos intervencio-nista. A nivel internacional, el únicoaliado que ha brindado suapoyo tanto diplomático comomilitar es Francia, tras lo quefue la negativa de la Cámara delos Comunes en Gran Bretaña,que dejo a David Cameron tansólo con la posibilidad de actuarde manera discursiva en apoyoa una intervención militar. Fran-cia fue el primer país en reco-nocer a la Coalición NacionalSiria como legitima represen-tante de Siria, así como tam-bién brindo apoyologístico-militar a las fuerzasque luchas contra Al Assad.Francia ha tenido una posicióndistante en la intervención enIraq, pero tanto en Libia comoen Malí ha tenido un rol prepon-derante, lo que explica el apoyoa la intervención en Siria. Lostres países, Siria, Malí y Libia,fueron ex colonias o espaciosde influencia franceses, por loque subyace un pensamientointervencionista cuando la si-tuación en el terreno no estáacorde a sus intereses. La Unión Europea en su con-junto ha logrado tomar una po-sición común frente al conflictosirio. Esta ha sido una gran po-sibilidad para mostrase comoun ente coherente en políticaexterior, pilar faltante en el pro-ceso de integración. Los 28 paí-ses han apoyado unarespuesta “clara y contundente”contra el supuesto uso dearmas químicas pero expresa-ron que es necesario esperar elinforme de las Naciones Uni-das. Un segundo documento fir-mado por 11 países entre losque se encuentran Alemania,Francia, Italia, EEUU y GranBretaña entre otros, “condenaenérgicamente el uso de armasquímicas”. Ambos documentoapuntan a Bashar Al Assadcomo el responsable de los ata-ques.En sus últimas declaraciones,el presidente sirio, Bashar AlAsad, confirmo que “no haypruebas de que haya usadoarmas químicas contra mi pue-blo” aunque evito, no obstante,confirmar si tiene acceso o no aesa clase de armas. Por su parte, Rusia y China sonlos principales promotores deuna solución política al con-

flicto. El primero es el principalaliado tanto por sus anteceden-tes como aliado de la ex URSS,teniendo allí una base militar enel puerto de Tartuz como asítambién por ser el principal ex-portador de armamentos.Cuando se le consultó a Putinsobre si seguiría vendiendo ar-mamento a Siria ante una even-tual intervención, esterespondió afirmativamente:“Ayudaremos”, estableció, nosólo militar sino económica-mente también. Destacó quesin un aval del Consejo de Se-guridad de Naciones Unidas, elataque podría ser consideradocomo un “acto de agresión”.Recordemos que cualquier ata-que militar contra otro Estadopor fuera del Consejo de Segu-ridad es considerado una agre-sión, salvo la autodefensa.Los tambores de guerra vuel-ven a sonar en Medio Oriente y,una vez más, la clave para des-trabar el conflicto se encuentraen el exterior. Poner bajo con-trol de las Naciones Unidas lasarmas químicas podría brindaruna salida al conflicto. Las ne-gociaciones, tal como ocurríaen la Guerra Fría, involucran aEEUU y Rusia, donde estosdos países actuaban como re-presentantes de dos mundosdiferentes y el resto de los paí-ses debían acatar, por lo menosen lo que respecta a lo estraté-gico-militar. En este caso Rusiatiene la ventaja, ya que Moscútiene contacto directo con Da-masco, y éste es receptivo a loque provenga de la capital rusa.Así, Rusia usa las propias pala-bras estadounidenses, po-niendo a este país preso de suspropias aseveraciones. Recor-demos que el Secretario de Es-tado estadounidense, JohnKerry, planteó que el ataque po-dría ser evitado si las armasquímicas fueran entregadasmas Kerry dio por sentado queAssad no aceptaría pero Rusia,tomando sus palabras, logroponer a EEUU en una posiciónincómoda ya que Damascoaprueba esa propuesta. Másallá de esto, lo que queda claroes que el tiempo corre y aún laintervención esta cerca, perouna salida diplomática aún estásobre la mesa de negociacio-nes.

“Los tambores de guerra vuelven a sonaren Medio Oriente y, una vez más, la clavepara destrabar el conflicto se encuentraen el exterior. Poner bajo control de las

Naciones Unidas las armas químicas po-dría brindar una salida al conflicto.”

nopolio ha mantenido alejadasa las empresas energéticastransnacionales de los codicia-dos recursos mexicanos.

EL DEBATE: ¿PRIVATIZAR ONO PRIVATIZAR?La iniciativa fue propuesta enun acuerdo político nacional fir-mado el 2 de diciembre de2012 por el presidente junto aotras figuras políticas, entreellos Jesús Zambrano Grijalva,presidente del PRD, María Cris-tina Díaz Salazar, presidentedel Comité ejecutivo del PRI,Gustavo Madero Muñoz, presi-dente del PRI y miguel ÁngelOsorio Chong, secretario de go-bernación. Dicho acuerdo seconoce como Pactos por Mé-xico y dentro del apartado quecomprende las resoluciones re-feridas al crecimiento econó-mico, empleo y competitividadse encuentra la reforma ener-gética. Se establecen entreotras cuestiones que los hidro-carburos serán siendo propie-dad de la Nación, transparenciay leyes corporativas enPEMEX, optimización de la ex-ploración y producción, compe-tencia en los procesos derefinación, petroquímica ytransporte de hidrocarburos,fortalecimiento de la ComisiónNacional de Hidrocarburos paraconvertir a PEMEX en una em-presa sustentable y eje de la

y estadounidenses. La expro-piación le valió una ruptura derelaciones con Gran Bretaña yun embargo comercial y cesede compras de petróleo porparte de EE.UU. A pesar deestas consecuencias su deci-sión fue exitosa debido al am-plio consenso nacional con elque contó.Posteriores legislaciones al res-pecto en 1958 y 1960 sellan de-

finitivamente la exclusividad delaprovechamiento de los recur-sos energéticos en manos de laempresa estatal y prohíben alEstado celebrar contratos concompañías privadas. El monopolio de PEMEX hasido un orgullo mexicano desdeque se creó y la renta petroleraparte de la soberanía nacional.Pese a la críticas por ineficien-cia y poca rentabilidad, su mo-

PEMEX, ANTECEDENTES DEUN ESTANDARTE NACIONALLa constitución de 1917 ya pre-veía en su artículo 27 que erandominio de la Nación los mine-rales del suelo mexicano y suexplotación sería mediante con-cesión. No obstante las empre-sas privadas hicieron casoomiso de la existencia de eseartículo. Lázaro Cárdenas anunció en su

Plan Sexenal, siendo candidatoa la presidencia en 1933, el res-cate de los recursos naturales.El plan cardenista se hizo reali-dad en 1938 con la nacionaliza-ción del petróleo prohibiendo laexplotación a particulares y cre-ando PEMEX bajo control delEstado federal. Hasta ese mo-mento la explotación petroleraestaba en manos de capitalesextranjeros, entre ellos ingleses

uando nos referimos auna contrarreforma es-tamos aludiendo a unacorriente de cambioque resiste a una ante-

rior. Así se le llamó a la res-puesta católica que se oponía ala reforma protestante de Mar-tín Lutero ya que atacaba alpoder y hegemonía de la Igle-sia. Es por eso que la preten-dida reforma energética de laempresa mexicana PEMEX enesencia sería una contrarre-forma que ofende aquella luchadel presidente Cárdenas pornacionalizar el petróleo mexi-cano en 1938 y ataca los intere-ses de la Nación.Durante la campaña electoraldel actual presidente EnriquePeña Nieto (EPN) se hizo hin-capié en la necesidad de trans-formar la empresa de energíaestatal para que el capital pri-vado, y principalmente extran-jero, pueda participar en elsector energético. A principiodel mes de Agosto, el mandata-rio mexicano anunció la reformade PEMEX y la industria eléc-trica. Para llevar a cabo esteobjetivo se deberían modificarlos artículos 27 y 28 de laConstitución. Estos artículosaseguraban la producción dehidrocarburos bajo rectoría es-tatal y convertían a la renta pe-trolera en la caja grande de laNación.

“El monopolio de PEMEX ha sido un orgullo mexicano desde que se creó y larenta petrolera parte de la soberanía na-cional. Pese a la críticas por ineficiencia

y poca rentabilidad, su monopolio ha mantenido alejadas a las empresas

energéticas transnacionales de los codi-ciados recursos mexicanos.”

mentar la producción se explicaporque quiere venderle más aEE.UU. Lo que quiere hacer elpresidente priísta es darle unmarco legal a las actividades demuchas compañías transnacio-nales que ya extraen recursosdel subsuelo mexicano fuera dela ley, como sucede en lacuenca de Burgos donde se en-cuentran ricas reservas de gasnatural.Los argumentos sostenidos porel mandatario para avalar la re-forma han sido desmentidospor reconocidos personajes po-líticos, entre ellos el hijo de Lá-zaro Cárdenas y AndrésManuel López Obrador (ex can-didatos a la presidencia), pormuchos académicos y por laprensa nacionalista. Ellos afir-man que lo que se propone esuna privatización, transferir lasganancias a manos privadas. Yya muchos de los latinoameri-canos hemos tomado concien-cia de las consecuencias deello: menos empleo a naciona-les, riquezas que quedan enmanos del capital privado y ensu mayoría son transferidas asus casas matrices en el ex-tranjero e invierten sólo si lesconviene. El discurso maqui-llado de la eficiencia productiva,la competitividad y la moderni-zación tecnológica es harto co-nocido.En tiempos donde la energía seha convertido el recurso estra-tégico por excelencia, clavepara el desarrollo de los paísesy donde muchos gobiernos hanrecuperado su control sobre laexploración y explotación de hi-drocarburos, ¿por qué entre-garle semejante premio acapitales privados y principal-mente foráneos? La seguridadenergética de las naciones alargo plazo se hace cada vezmás imperativa. Y esto resultaser contradictorio a los intere-ses de la empresas transnacio-nales.

lucha contra el cambio climá-tico.La propuesta de “reforma” ener-gética del ejecutivo comprendela modificación del artículo 27de la Constitución lo cual permi-tiría celebrar contratos con ca-pitales privados para laextracción de hidrocarburos delsubsuelo sin transferir la propie-dad de ellos. El artículo 28 refe-rido a la industria petroquímica,en caso que se modifique,daría lugar a la participación departiculares en la producción ytransporte de petróleo crudo,gas natural, petroquímicos y re-finados. Además la propuestacomprende un nuevo régimenfiscal para PEMEX y un re-fuerzo de la producción deenergía verde y renovable. Encuanto a la energía eléctricaprevé también la partición deprivados en su producción peroel Estado federal seguirá con-trolando el sector así comotambién su red de distribución yfortalecimiento de la ComisiónFederal de Energía.Las posibilidades de que seapruebe la iniciativa del ejecu-tivo son certeras ya que en elcongreso se cuenta no sólo conlos votos de representantes delPRI (partido gobernante) sinotambién con los del PAN. Peroesta vez, la “contrarreforma” nocuenta con el aval del pueblomexicano. Desde su anunciodecenas de miles de mexicanosse han manifestado en las ca-lles en contra de la iniciativa.Enrique Peña Nieto por suparte, ha recurrido al discursocardenista y nacionalista paraconvencer a la población deque la reforma le conviene atodo el conjunto de la Naciónmexicana. No se alude a la pa-labra privatización sino a laapertura de la empresa paraes-tatal a inversiones privadas conla excusa de que PEMEX se havuelta no rentable. La preguntaes ¿qué empresa petrolera noes rentable cuando producir unbarril cuesta 6 dólares y sevende a más de 100? El añopasado PEMEX se ubicaba enel puesto número 3 en AméricaLatina detrás de Petrobras yPDVSA. Su producción es de2,5 millones de barriles por díay la mitad de exporta al nortedel Colorado. Quizás el argu-mento de Peña Nieto de au-

“Las posibilidades de que se apruebe la iniciativa del ejecutivo son certeras ya que en el congreso se cuenta no

sólo con los votos de representantes del PRI sino también con los del PAN.

Pero la “contrarreforma” no cuenta con el aval del pueblo mexicano.”

añadiendo la llamada cláusulademocrática During. De estamanera, UNASUR se sumó a lalínea de organismos regionalesy subregionales latinoamerica-nos que sancionan el quebran-tamiento del ordendemocrático, principio rector dela vida de los países de Amé-rica Latina con largas y tristeshistorias en interrupciones de-mocráticas.Estos hechos son ejemplifica-dores de colaboración y trabajoconjunto en la solución de con-troversias que ha mantenido ala región como una zona de pazy seguridad. Este modelo exi-toso, que trabaja además en elalerta temprana y la prevenciónde conflictos, es el paradigmaque Argentina sugiere debe se-guirse para abordar la complejarealidad internacional. Extenso debate y resolucionespor consenso son situacionesideales, especialmente cuandolo que se tiene en la mira es elcumplimiento efectivo de lasmedidas adoptadas en lasasambleas de los distintos or-ganismos. Es en estas cuestio-nes, sostiene el gobiernonacional, debería realizarse unamodificación del CS.

REFORMA DEL CONSEJO DESEGURIDADQue el CS necesita realizar re-formas es una cuestión queprácticamente carece de de-tractores y, sin embargo, ponera consideración cuáles son

dición y experiencia en cuantoal mantenimiento de la paz yseguridad de Latinoamérica.Los países agrupados enCELAC, cuyo precedente inme-diato es el Grupo de Río, tuvie-ron un rol fundamental pararesolver el conflicto de Repú-blica Dominicana durante losaños ´80 y para evitar una es-calada militar entre Ecuador yPerú en los ´90. Por su parte,UNASUR actuó como media-

dor entre Venezuela y Colombiaen 2010 y atendió, inclusive, si-tuaciones de carácter internomás desestabilizadoras de losregímenes democráticos de al-gunos de sus países miembros.Tal es el caso del conflicto porlas autonomías en Bolivia en2008 o el intento de golpe deEstado a Rafael Correa enEcuador en 2010. Se debetener presente que en la IVCumbre de UNASUR en Gua-yana en 2010, luego de los su-cesos de Ecuador, los Jefes yJefas de Estado de los paísesmiembros firmaron un protocoloadicional al Tratado Constitutivo

l calendario institucionalde Naciones Unidasmarca que la presiden-cia del Consejo de Se-

guridad de Naciones Unidas(en adelante CS) rote todos losmeses entre los miembros per-manentes y no permanentes si-guiendo el criterio del ordenalfabético. Fue precisamente enel mes de agosto que este rol lecorrespondió a nuestro país. Noes la primera vez que la Argen-tina se pone al frente de esteorganismo internacional. Debe-mos recordar que Argentina fueelegida en octubre de 2012para ocupar nuevamente unade las bancas del CS tradicio-nalmente reservadas a AméricaLatina y el Caribe para el perí-odo 2013-2014. La Presidenta Cristina Fernán-dez de Kirchner viajó a NuevaYork con motivo de presidir lareunión del organismo realizadael 6 de agosto. Asimismo, eldía anterior se reunió con el Se-cretario General de NacionesUnidas, Ban Ki Moon, a quienle adelantó los temas que trata-ría durante su intervención.También le recordó el conten-cioso entre algunos países eu-ropeos y el presidente bolivianoEvo Morales, cuando aquéllos,unilateralmente, decidieron ce-rrar su espacio aéreo y no per-mitirle el paso al aviónpresidencial en su regreso aBolivia, aún cuando esa rutahabía sido previamente acor-dada. La Presidenta calificó el

hecho como una flagrante viola-ción al derecho internacional yuna afrenta personal a Mora-les, destacando que la situaciónes de suma importancia paraAmérica del Sur.La Presidenta también comentócon el Secretario General la de-licada situación de países enMedio Oriente como Egipto, enel cual se produjo un golpe deEstado y Siria que se haya en-vuelta en una guerra intestina

desde mediados de 2011. Asícomo también llamó la atenciónsobre Haití, en donde el esce-nario político es aún inestable.

ORGANISMOS INTERNACIO-NALESAl momento de su intervencióncomo representante por la Re-pública Argentina, Cristina hizoreferencia a un hecho inédito:por primera vez en la historiaparticiparon como miembros in-formantes del CS dos organis-mos regionales fundamentalespara América Latina: CELAC yUNASUR. Dos organismos quetienen además una extensa tra-

“Que el Consejo de Seguridad necesita realizar reformas es una cuestión queprácticamente carece de detractores y,

sin embargo, poner a consideración cuáles son esas reformas es una discu-

sión que está lejos de cerrarse.”

esas reformas es una discusiónque está lejos de cerrarse. Esclaro que la posición argentinano comprende la inclusión denuevos miembros permanen-tes, ya que esto puede signifi-car mayor rigidez y lentitud delCS. Aumentar la cantidad demiembros permanentes ampliala posibilidad de que, como haocurrido en el pasado, el CS sevea obstaculizado por el votonegativo de alguno de susmiembros permanentes. Por el contrario la tesis argen-tina aboga por más multilatera-lismo con el objetivo deconceder, a la vez, una mayordinámica al organismo. Paz yseguridad son valores vulnera-bles aún en el mundo contem-poráneo, un mundo que hacambiado significativamentedesde el momento en que elCS fue ideado. Por tanto nopueden seguir rigiéndose poruna concepción dicotómica delmundo emergida de la SegundaGuerra Mundial. Apoyarse enorganismos regionales comoinstrumentos de detección deconflictos y soluciones en pri-mera instancia ayuda a crearáreas de confianza que refuer-zan los vínculos entre los Esta-dos participantes, a través de laintensa comunicación. Esta fór-mula permite crear, si no zonasde paz, zonas de menor conflic-tividad, y los refuerzos positivosde las negociaciones puedengenerar un círculo virtuoso quepuede involucrar otras áreas decooperación.En cuanto a la muy discutidapropuesta de llegar a resolucio-nes a través de la fórmula delconsenso, se debe destacarque la posición argentina consi-

dera que de esta manera au-mentan las posibilidades deefectivo acatamiento de las re-soluciones de Naciones Unidas.Latinoamérica en generalpuede dar cuenta de numero-sos ejemplos en la materia, es-pecialmente desde la llegadade los gobiernos democráticos.Este caso tiene fuerte vincula-ción con un reclamo históricode nuestro país en razón delcaso Malvinas. Argentina ha aludido en nume-rosas oportunidades, inclusivecon la visita de la Presidenta dela Nación al Consejo de Desco-lonización, acerca de su volun-tad de dar cumplimiento a laresolución 2065/65 que invita aArgentina y a Gran Bretaña aproseguir las negociaciones re-comendadas por el Comité Es-pecial encargado de examinarla situación con respecto a laaplicación de la Declaraciónsobre la concesión de la inde-pendencia a los países y pue-blos coloniales, a fin deencontrar una solución pacíficaal problema. Sin embargo elReino Unido se ha negado sis-temáticamente a debatir con laArgentina. La Presidenta re-saltó la importancia de iniciarun diálogo, no basados en unapostura caprichosa, sino con elobjetivo de empezar a destra-bar este litigio.

DERECHOS HUMANOSOtro de tema sobre el cual Ar-gentina sentó postura fue sobrela necesidad de que cese el es-pionaje internacional llevadoadelante por Estados Unidos.La Presidenta recordó que elrespeto a la intimidad es un de-recho individual y humano, de-

rechos que la Carta de Nacio-nes Unidas contempla y por serésta un Tratado vinculante debeser respetado por todos los Es-tados firmantes. Según la denuncia realizadapor Edward Snowden, EstadosUnidos ha accedido a informa-ción privada de usuarios de in-ternet de Microsoft, Yahoo!,Google y Facebook, por men-cionar solo algunos. Deacuerdo con las declaracionesde Snowden, el programa deespionaje masivo se aplicó den-tro y fuera de las fronteras nor-teamericanas, lo que suscitó unescándalo internacional y el re-pudio de numerosos Estados.Los Derechos Humanos siem-pre han sido una temática cen-tral para nuestro país. Cuandoen 1946 la ONU estableció laComisión de Derechos Huma-nos, el principal órgano norma-tivo en cuanto a derechoshumanos dentro del sistema deNaciones Unidas, Argentina fueuno de los 18 miembros funda-dores. En la actualidad, y espe-cialmente luego del terrorismode Estado sucedido durante elúltimo gobierno militar, los De-rechos Humanos se han con-vertido en una política deEstado. Bajo la gestión Kirchnerse han realizado números jui-cios a militares y civiles involu-crados con la desaparición depersonas y el secuestro deniños luego de la derogación delas leyes de Obediencia Debiday Punto Final en el año 2003.

SIRIAEl 21 de agosto, casi finali-zando el mes en que Argentinatuvo la presidencia del CS, seprodujeron los ataques con

armas químicas en Siria. Estehecho volvió la mirada sobre elMedio Oriente y desató intentosintervencionistas por parte delos países occidentales, espe-cialmente de Estados Unidos,lo que puso al CS nuevamenteen el centro de la escena. Según el Capítulo VII de laCarta constitutiva de NacionesUnidas, corresponde al CS de-terminar la existencia de todaamenaza a la paz, quebranta-miento de la paz o acto deagresión y, acto seguido, de-berá realizar recomendacioneso decidirá qué medidas serántomadas. Ahora bien, apenaslos sucesos tuvieron lugar elCS se vio dividido en dos posi-ciones dicotómicas, y debido aque, según las disposiciones dela Carta, es necesario el votoafirmativo de los cinco miem-bros permanentes, este orga-nismo quedó paralizado.Como ha ocurrido antes en lahistoria los hechos se sucedenmientras el organismo que haasumido la responsabilidad develar por la paz y seguridad in-ternacional se encuentra impo-sibilitado para actuar pordisensos en su interior. Elmayor riesgo es que una vezmás las decisiones se tomenpor fuera del recinto. Son mo-mentos críticos para el mundo,y el Consejo tiene una oportuni-dad más para demostrar quecontinúa siendo un actor funda-mental. De otra manera tendráque ceder a las voces que cla-man por cambios y someterse auna verdadera reforma. Argen-tina, sentada en una de susbancas hasta fin de año, seráun actor esencial.

A fines de julio pasadovolvieron a la superficielas posturas irreconcilia-bles entre el peñón de

Gibraltar, en manos del Reino Unido, y España. Unjuego de tira y aflojea quedesde hace más de 300 añosno logra poner su punto final.Esta vez, los disturbios comen-zaron cuando el 24 de julio pes-cadores españoles divisaron agibraltareños arrojando al mar70 bloques de hormigón paraser utilizados en la construcciónde un arrecife artificial.Tres marisqueros del puertopesquero de la Línea de laConcepción de la ciudad deCádiz, España, denunciaronque en el caldero al cual iban apescar, cercano al aeródromode Gibraltar, una remolcadorase encontraba lanzando “pin-chos de acero” de un metro ymedido cúbico al agua. A pesar de que los “llanitos”, -apodo con el cual se nombra alos gibraltareños-, sostienenque la intención de la creaciónde la reserva es regenerar lapesca e impedir el uso dearrastreros, el patrón mayor dela Cofradía de Pescadores deLa Línea, Leoncio Fernández,señalóa que: “están intentandoque no pesquemos y estopuede ser la ruina de muchasfamilias”. En total, según el pa-trón mayor de cabotaje, severía afectada la actividad de85 pescadores.Así mismo, desde el gobierno

fronterizos en La Verja, provo-cadas por la intensificación delas inspecciones que realiza laGuardia Civil en el paso fronte-rizo. Por un lado, Fabián Picardosostuvo que las demoras en lafrontera son políticamente moti-vadas por el gobierno español yque estas tácticas no haríancambiar de opinión al gobiernogibraltareño. Por otro lado, elministro del Interior de España,Jorge Fernández Díaz, aclaróque “somos conscientes de quelos controles perjudican a losciudadanos y lo lamentamosmucho” […] “pero deben enten-der que las retenciones y loscontroles en la Verja se hacenprecisamente por la deslealtadcon que están actuando las au-toridades gibraltareñas”. Según el gobierno español, setrata de combatir el tráfico ilegalde tabaco a través de la fron-tera. Las confiscaciones de ta-baco en el Peñón aumentaronun 40% en lo que va del año ysuben casi al mismo ritmo quelos atados importados en Gi-braltar: en el primer trimestredel 2013 entraron 52 millones,casi lo mismo que en el 2009. Sin embargo, desde Gibraltar,que cuenta con una economíabasada en el sector de servi-cios, no se quedaron con losbrazos cruzados y en un sitioweb publicaron fotos de policíasy guardias civiles en la fronteraincitando a realizar escrachesen sus casas. A su vez, toma-

pal de Gibraltar, afirmó que:“estudiamos cómo mejorar acti-vamente los recursos de lazona creando un arrecife artifi-cial”, y aumentar de este modola diversidad biológica. Picardoagregó que lo del arrecife “esalgo planeado y formaba partede las reformas legislativas”.Los llanitos alegan que Españaconstruyó en La Línea un arre-cife con características simila-res en el año 2006. Además,

expresan que en las costas es-pañolas existen otros 100 arre-cifes artificiales, 25 de ellos enAndalucía.Durante más de un mes ame-nazas y represalias, tanto de unlado como del otro, estuvieron ala orden del día. Gibraltar, concasi 30.000 habitantes en unasuperficie de 7 km2, solicitó alReino Unido “actuar al más altonivel” para impedir que se inter-fiera en su política y sobre lasaguas que considera de su ju-risdicción. También hubo quejasdel gobierno gibraltareño antelas colas de hasta siete horasque provocaron los controles

español se denunció lo acae-cido ante la Fiscalía de MedioAmbiente y la Comisión Euro-pea. Los políticos argumenta-ron que la decisión delGobierno del Peñón de lanzardichos bloques en la bahía deAlgeciras, es un “delito me-dioambiental”.Por su parte José Carlos Gar-cía Gómez, investigador y pro-fesor de Biología Marina de laUniversidad de Sevilla, consi-

dera al arrecife de Gibraltarcomo “de tipo mixto”, con la fi-nalidad de disuadir la pesca dearrastre y permitir la artesanal.Aunque no estáa claro, segúnGarcía, “si crean pesca o sim-plemente la atraen”, habría detodas maneras, un incrementoen la cantidad de peces. A estose sumó que grupos ecológicoscomo Greenpeace aprobarondicho arrecife y sostuvieron quela construcción del mismo tienemás un trasfondo político quemedioambiental. Con más de un año de evalua-ciones en el tema de la pesca,Fabián Picardo, ministro princi-

“Gibraltar, con casi 30.000 habitantes en una superficie de 7 km2, solicitó alReino Unido “actuar al más alto nivel”

para impedir que se interfiera en su política y sobre las aguas que considera

de su jurisdicción.”

pea si pagan, frente a la hostili-dad española y los beneficiosde ser paraíso fiscal de su pro-tector, no dudan en autoprocla-marse británicos. Así siempre elprincipio de la integridad territo-rial chocará con el de la autode-terminación.Gran Bretaña en el pasadoactuó de manera diversa conHong Kong y Diego García, alser otorgadas sin consultar asus pueblos. A pesar de queMalvinas o Gibraltar no parecenconstituir temas de agenda dela mayor relevancia a nivel in-terno, destapar viejas rencillashistóricas de antaño, sumado aerrores estratégicos por partede los países que reclaman so-beranía sobre estos territorios,le ha servido de excusa alReino Unido para seguir osten-tando poder a nivel mundial enuna especie de colonialismoanacrónico. Mientras tanto, la falta de co-municación entre las partesprovocó el estado actual de lasituación. En vez de una con-frontación innecesaria quedamnifica fundamentalmente alos trabajadores, es necesarioel diálogo y la negociación den-tro del marco de la Unión Euro-pea.

en los 80’ aportaba el 60% delPIB, hoy apenas supone el 5%.Así la economía gibraltareñadebió diversificarse y los llani-tos tienen hoy una renta per cá-pita de 47.000 euros.La fuente de ingreso principales el sector terciario.: Eel tu-rismo, con más de 7 millonesde turistas al año, y 24.000empresas registradas, la mayo-ría de juegos y apuesta virtua-les. Estas últimas suponen el15% de la riqueza de Gibraltary su existencia es posible gra-cias a algunas leyes de la UEque no se extienden a Gibraltar.Por ejemplo, el Peñón está ex-cluido de la armonización delIVA, está fuera de la UniónAduanera de la UE (no destinaninguna parte de los ingresosde aduanas ni a la UE, ni GranBretaña) y está excluido de laPolítica Agraria Común (PAC).Sin embargo La Organizaciónpara la Cooperación y Desarro-llo Económico (OCDE) lo ex-cluyó de su lista de paraísostras haber firmado 26 acuerdosde intercambio de informacióncon la UE.Justo es que estas tierras pro-tegidas por el Reino Unido sesientan tan patriotas: respalda-das por una potencia mundial,no pagando los impuestos quelos británicos o la Unión Euro-

forme realizado por el sindicatode Técnicos del Ministerio deHacienda (GESTHA). El problema se origina en ladisputa sobre las aguas que ro-dean el Peñón, que Españaconsidera de su soberanía por-que no estaban incluidas en elTratado de Utrecht. Fue al tér-mino de la Guerra de SucesiónEspañola que Gibraltar fue con-cedida a la Corona británica através de dicho tratado en1713. En dicho tratado no sehabla de agua, sólo que seotorga “la ciudad y castillos deGibraltar, juntamente con supuerto, defensas y fortalezas”.Por su parte Gibraltar intentaaplicar nuevas legislaciones aun tratado del pasado y sos-tiene que son de su soberaníalas aguas donde se están reali-zando las obras.A un nivel superior del litigio,Gibraltar se encuentra dentrode la lista de Territorios No Au-tónomos de las Naciones Uni-das bajo supervisión de suComité de Descolonización. Afines de los ´60, dicho comitéde descolonización solicitaba elinicio del diálogo entre Españay Reino Unido para poner fin ala situación "colonial" de Gibral-tar. Como respuesta, Gibraltarapeló al derecho de la autode-terminación y el Reino Unidollamó a un referéndum en 1967en el que finalmente, los gibral-tareños decidieron seguirsiendo parte de Gran Bretaña.En 1969, el gobierno inglés es-tableció el cambio en el estatusde la colonia de Gibraltar, trans-formada en un Territorio Britá-nico de Ultramar.De nuevo, en 2001, España y elReino Unido anunciaron unacuerdo preliminar que incluíauna propuesta de co-soberanía.Sin embargo, este acuerdo nollegó a ser firmado, tras habersido rechazado en un 99% porparte de los llanitos en unnuevo referéndum realizado en2002. A pesar de ello, mástarde quedó constituido el "ForoTripartito de Diálogo sobre Gi-braltar", que tampoco ha lo-grado ningún resultado hasta elmomento.La población actual gibraltareña(de ascendencia británica, an-daluza y genovesa, entre otras)es autosuficiente y no le cuestanada al Ministerio de Defensadel Reino Unido. A su vez, lapresencia militar británica, que

ron conociento de que el por-taeronaves británico “HMS Illus-trious” realizó paraactividadesde rutina en el Peñón, parapresionar y generar tensión através de los medios.España tampoco está dispuestaa negociar y su ministro deAsuntos Exteriores, José Ma-nuel García-Margallo, solicitó alReino Unido que retire los 70bloques de hormigón que seencuentran a sólo cuatro me-tros de profundidad (sacarloscostaría 150.000 euros). Al mismo tiempo, el Consejo deMinistros español aprobó enagosto una modificación de laley de patrimonio natural, quepenará las gasolineras flotantesque se hallan en zonas protegi-das, como por ejemplo, lasaguas que España disputa aGibraltar. El bunkering, abaste-cimiento de gasoil en buques,supone el traspase de cinco mi-llones de toneladas de combus-tible al año. Esta situacióncontribuye, como denuncia An-tonio Muñoz, portavoz de Ver-demar-Ecologistas en Acción, aque se produzcan vertidos enmar abierto.En la batalla de palabras no fal-taron las del primer ministro in-glés, David Cameron,expresando que “Gran Bretañasiempre se levantará por Gi-braltar”. A lo cual Picardo ,agrega que “la gente de Gibral-tar sabe que tiene un amigo enDavid Cameron”. A la construcción del arrecifeartificial hay que sumarle el pro-yecto urbanístico, Eastside De-velopment. El mismo se halla asólo 400 metros de la reservaartificial y ronda los 1.500 millo-nes de euros. El terreno ga-nado al mar sería de 50 metrosde relleno de tierra y rocas, porlo cual el gobierno español rea-lizó una queja formal ante laUnión Europea por consideraresta obra como “inadmisible”,conforme al derecho internacio-nal e incompatible con el Tra-tado de Utrecht, por el queEspaña entregó al Reino Unidola soberanía de la colonia. Además, desde España prohi-bieron la entrada de camionescon arena al Peñón. Sin em-bargo, en los últimos tres añosy medio, España vendió a Gi-braltar cerca de un 1 millón detoneladas de rocas y minerales,por un valor de 18 millones deeuros, según los datos de un in-

“En la batalla de palabras no faltaron laspalabras del primer ministro inglés, DavidCameron expresando que “Gran Bretaña

siempre se levantará por Gibraltar”

as relaciones bilatera-les entre India y Pakis-tán se caracterizan porun juego de tensiones y

acercamiento, cuyo escenarioprincipal es la región de Cache-mira. En los últimos meses, laprensa internacional se hizoeco de las distintas acusacio-nes entre ambas naciones porlas continuas violaciones delacuerdo de cese de fuego quesucedieron en el sector de Po-onch donde se encuentra Líneade Control que divide la regiónde Cachemira. La línea fue re-establecida en los acuerdos deSimla de 1972 firmados entreNueva Delhi e Islamabad des-puésde un conflicto bélico. Hoyen día, a pesar de que existedesde 2003 un acuerdo decese al fuego, éste ha sido vio-lado en cientos de ocasiones. A pesar que India y Pakistánson poseedoras desde 1998 dearmas atómicas y las divide unade las fronteras más militariza-das del mundo, en la actualidaden el plano internacional Ca-chemira es considerado un con-flicto interestatal de bajaintensidad. Sin embargo, en elplano local es completamentediferente porque es una con-tienda que influye en la estabili-dad de las relaciones en regiónde Asia Meridional. Históricamente Pakistán hasido el único país en la zona en

zaron los principados deJammu y Cachemira antes dela anexión a la India, es deter-minante para entender la actualaspiración de su libertad polí-tica. Además afirma que no sepuede legitimar una decisiónunilateral de anexión y sostieneque la región es un territorio endisputa cuyo futuro político-ad-ministrativo debe ser determi-nado por el pueblo que habitaen el territorio. Por lo tanto, Pa-kistán considera que la regiónde Jammu y Cachemira y lazona del Glaciar Siachen esocupada por la India. Por unlado, en el plano diplomático,Islamabad sostiene que las lí-neas a seguir para resolver elconflicto deben rondar entre laindependencia, la desmilitariza-ción del territorio bajo la super-visión de ONU o un plebiscitopara una autodeterminación delpueblo de Cachemira. Por otrolado, ha motivado la insurgen-cia e inestabilidad en la porcióncontrolada por India, a travésdel apoyo prestado por el servi-cio secreto pakistaní (ISI) a losgrupos separatistas Lashkar eTaiba (LeT – ejército de lospuros) y Jaish el Mohamed(JeM – tropas de Mahoma) quepugnan por la independenciade Cachemira o por su incorpo-ración a Pakistán. Por su parte, India sostiene yentiende que Cachemira es un

próximo año.

PAKISTÁN E INDIA UNA HIS-TORIA DE ENCUENTROS YDESENCUENTROSDesde la Independencia deIndia y Pakistán en 1947,ambos países han hecho recla-maciones por la soberanía delos territorios de la región deCachemira, principalmente enbase a los desarrollos históricosy afiliaciones religiosas del pue-blo. Nueva Delhi e Islamabadhan ido a la guerra en tres oca-siones, además de incontables

escaramuzas por el control deenclaves fronterizos. Desde la perspectiva de Pakis-tán el conflicto es de índole in-ternacional, es decir unadisputa territorial entre dos Es-tados. Los argumentos que es-grime a su favor se relacionancon considerar que la indepen-dencia histórica, de la cual go-

desafiar abiertamente el poderhegemónico de India y suponerla principal amenaza real, seade manera directa por parte delEstado o indirectamente a tra-vés de grupos que se ven favo-recidos por el escenario deinestabilidad. Sin embargo,Nueva Delhi es consciente quela existencia del contencioso enCachemira sigue limitando suproyección internacional. Es poresto, que desde 2010 ha reo-rientado su política y ha apos-tado por una línea diplomáticaque lleve a un proceso de diá-

logo con Pakistán. Por su parte,Islamabad también ha hechoguiños por propiciar espaciosde encuentros con su vecino,en la búsqueda de aliviar laconstante inestabilidad políticay económica que castiga a suterritorio sumado a la incerti-dumbre que surge por la reti-rada de EEUU de Afganistán el

“A pesar que India y Pakistán son posee-doras desde 1998 de armas atómicas y

las divide una de las fronteras más militarizadas del mundo, en la actualidaden el plano internacional Cachemira esconsiderado un conflicto interestatal de

baja intensidad.”

Estado más de la Unión Indiadesde su independencia, por lotanto es un tema de política do-méstica en el que Pakistán seha involucrado aduciendo laprotección de la población mu-sulmana, sin tener derecho. Apesar de que la comunidad in-ternacional reconoce el estatusde Cachemira como ‘territorioen disputa”, el gobierno de laIndia se ampara en el Instru-mento de Adhesión de la zonaal territorio nacional firmado en1947. A su vez, este país des-carta la posibilidad de un ple-biscito para unaautodeterminación del pueblode Cachemira lo que consideracomo un foco de desequilibrio. Para Nueva Delhi Cachemiraes un sinónimo de inestabilidadconstante, que debe ser contro-lado para contener la vulnerabi-lidad interna del país basada endesigualdades sociales y eco-nómicas y con la posibilidad deenfrentamiento entre las distin-tas comunidades religiosas,cuya conflictividad se acentúaen la región periférica. Es poresto, que ha adoptado una polí-tica ambivalente que ha gene-rado distintas repercusiones.Por un lado, ha desencadenadomuchas acusaciones de viola-ciones a los Derechos Huma-nos por la forma de controlarlos disturbios producidos por

las protestas de los lugareñoscontra el comportamiento de lasfuerzas de seguridad en la re-gión. Nueva Delhi ha aplicadoleyes antiterroristas implemen-tadas, especialmente en la apli-cación de la Ley de poderespeciales para las FFAA, anteel riesgo de que la zona se con-vierta en base de apoyo a orga-nizaciones terroristas. Por otrolado, al mismo tiempo han proli-ferado los acuerdos de alto alfuego con grupos insurgentesque preceden el estableci-miento de conversación de pazinformal y formalmente.Estos argumentos esgrimidospor ambos Estados han dificul-tado la resolución del conflictoen el mediano plazo y éste seagrava cuando se tiene encuenta la posición geoestraté-gica de Cachemira como puntode paso de las rutas entre AsiaCentral y Meridional y la ri-

queza en recursos naturalesque tiene la región, sobre todoel agua. La zona en disputa esel punto de origen de muchosríos y afluentes de la cuencaendorreica del río Indus que sedivide entre Pakistán e Indiaprincipalmente y sustenta lascomunidades en ambas nacio-nes. A su vez, sirve para elriego de sus cultivos y sistemasde hidro-electricidad. La luchapor el agua puede ser un factormás de disputa en este com-plejo conflicto.

NUEVAS PERCEPCIONES YEXPECTATIVASDesde la nuclearización delsubcontinente en 1998, queañadió una nueva dimensión alconflicto, la comunidad interna-cional ha presionado sobreIndia y Pakistán para que resol-vieran el conflicto en Cache-mira. La presión diplomática

sobre ambos países para des-militarizar las tensas áreas fron-terizas maduró en un alto alfuego sobre la línea de controlnegociada en noviembre de2003 y se restablecieron las re-laciones diplomáticas. Como re-sultado, se incrementaron loscanales de comunicación entrelas zonas divididas de Jammu yde la Cachemira del valle y delas montañas, no así entreotras áreas que han sido, porahora, marginadas en todo elproceso. Estas iniciativas, sibien han tenido un alcance mo-desto, poseen un alto gradosimbólico en un escenariodonde con anterioridad predo-minaba la más absoluta hostili-dad y suponen un alivio paraalgunas familias que han po-dido reencontrarse con lossuyos. Los últimos dos gobiernos deNueva Delhi han realizado no-tables esfuerzos en la redefini-ción de una estrategia máspragmática para abordar el pro-blema de Pakistán y esto habeneficiado sumamente a laIndia, sobre todo a partir de2010. Por un lado, se han dadocuenta de que el mantenimientode un diálogo abierto con Isla-mabad resulta imprescindibleporque supone el único modode acercar posturas y favorecercambios en el núcleo duro deci-

“Los últimos dos gobiernos de NuevaDelhi han realizado notables esfuerzos enla redefinición de una estrategia más prag-mática para abordar el problema de Pakis-tán y esto ha beneficiado sumamente a la

India, sobre todo a partir de 2010.”

sorio civil-militar. Por otro, tam-bién han visto que una mayorimplicación de la India en losasuntos globales y el envío derespuestas a problemas comoel terrorismo o la cuestión de laproliferación nuclear, repercutede manera positiva en el modoen que las principales potenciasobservan la cuestión India-Pa-kistán. En el transcurso del2012, las relaciones parecieronmejorar tras la visita oficial aIndia del presidente paquistaníAsif Alí Zardari.Por otra parte, Pakistán se en-frenta a una crisis mucho másgrave que Cachemira. Las re-giones del noroeste, a lo largode la frontera afgana, están enpermanente peligro de sucum-bir a la radicalización y conver-tirse en “tierras de nadie”,mientras que extremistas secta-rios e islámicos han empezadoa bombardear objetivos en todoel país. Ante la retirada deEE.UU. de Afganistán progra-mada para el 2014, la posibili-dad de mejorar las relacionescon sus vecinos se presentacomo indispensable en la bús-queda de apoyo económico yen la lucha contra el talibán, elsectarismo religioso y las célu-las de Al Qaeda. Esta es la es-trategia que parece seguir elnuevo primer ministro, NawazSharif, elegido en mayo pa-sado. Sharif ha basado su cam-paña en la esperanza de sacara Pakistán de su inestabilidadpolítica y, sobre todo, de reducirlas tensiones en la región, prin-cipalmente con India. La tareaque tiene Sharif por delante noes sencilla y todo depende delconsenso que logre a nivel in-terno, en particular con el ejér-cito. Una de las cuestionesprimordiales es la estabilidaden el plano social y económico.Por esto, una mejora de las re-laciones con India será sinduda clave para conseguir losambiciosos objetivos económi-cos que se ha propuesto elmandatario. Lo último que ne-cesita el primer ministro paquis-taní es que vuelva aencenderse el siempre latenteconflicto con el vecino y giganteindio.En este contexto de reconfigu-ración en la zona de Asia Meri-dional, se puede visualizar uncambio en las percepcionesentre ambas naciones al priori-

zar los canales de diálogo porsobre los de hostilidad. Esta si-tuación puede materializarse enun tibio acercamiento entreIndia y Pakistán que no deja deser positivo para la estabilidadregional. Sin embargo, el conflicto de Ca-chemira representa mucho másque una disputa territorial entredos Estados. En el plano regio-nal representa un conflicto com-

gión. Desde esta perspectiva, elintento de buscar una resolu-ción a un conflicto que ha cau-sado entre 80.000 y 100.000víctimas en las últimas déca-das, resulta extremadamentecomplejo.

“En el plano regional representa un conflicto complejo en el cual es necesario reconocer los diferentes niveles y protagonis-

tas de la contienda, desde el nacionalismo cachemir, hasta el crisol de comunidades cachemires y no cachemires que no son consideradas partes del problema y son las principales

víctimas de la violencia en la región.”

plejo en el cual es necesario re-conocer los diferentes niveles yprotagonistas de la contienda,desde el nacionalismo cache-mir, que reclama la necesidadde un Estado independiente,hasta el crisol de comunidadescachemires y no cachemiresque habitan el territorio que noson consideradas partes delproblema y son las principalesvíctimas de la violencia en la re-