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BOLETÍN TRIMESTRAL DE INFORMACIÓN AL
REGANTE
Nº 28, Octubre-Diciembre 2014 Sistema de Asistencia al Regante (SAR)
1. Recomendaciones de riego para el cultivo forzado de uva de mesa en
invernadero. Cálculo de necesidades hídricas
2. Diseño y mantenimiento de un filtro
automático en una instalación de riego localizado
3. Evolución y tendencias en la
fertirrigación de cultivos hortícolas de invernadero en el sureste peninsular
4. El riego en la cuenca del río Guaro-Vélez en Málaga: algunos datos
históricos
5. Algunos aspectos a tener en cuenta en el diseño de un riego por aspersión
Boletín Trimestral de Información al Regante nº 28 (Octubre-Diciembre 2014). / [Alonso, F.; Baeza, R.;
Bohórquez, J.M.; Contreras, J.I.; Ruiz, N.; Salvatierra, B.]. – Córdoba. Consejería de Agricultura, Pesca
y Desarrollo Rural, Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera, 2014. 1-40 p. Formato
digital (e-book) - (Producción Ecológica y Recursos Naturales). D.L: CO-673/06. ISSN edición digital:
1886-3906.
Riego en uva de mesa – Filtro automático – Fertirrigación en cultivos hortícolas – Río Vélez – Riego por
aspersión
Este documento está bajo Licencia Creative Commons.
Reconocimiento-No comercial-Sin obra derivada.
http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/es
Boletín Trimestral de Información al Regante
© Edita JUNTA DE ANDALUCÍA. Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera.
Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural.
Córdoba, Octubre de 2014.
Contacto:
Autoría: Edición y diseño:
Francisca Alonso López 1 Juan Manuel Bohórquez Caro 3
Rafael Baeza Cano 1
Juan Manuel Bohórquez Caro 3
Juana Isabel Contreras París 1
Natividad Ruiz Baena 3
Benito Salvatierra Bellido 2
---------------------------------------------
1 IFAPA, Centro de La Mojonera
2 IFAPA, Centro de Chipiona
3 IFAPA, Centro Alameda del Obispo
1. Recomendaciones de riego para el cultivo forzado de uva de mesa en invernadero. Cálculo de necesidades hídricas
INTRODUCCIÓN
El cultivo forzado es una orientación frecuente en el sudeste español para satisfacer
la demanda de hortalizas fuera de temporada. En la provincia de Almería se da la
mayor concentración mundial de invernaderos con 29.035 ha (CAPDR, 2014). Menos
común, aunque cada vez más extendida, es la producción de frutas bajo
invernadero. Este modelo puede ser una alternativa interesante y muy rentable con
especies frutales de alto valor económico, en aquellas áreas en las que la producción
hortícola intensiva en invernadero está perdiendo rentabilidad. Además, contribuiría
a la diversificación del actual panorama agrícola.
Al hilo de lo anterior, un cultivo interesante para producir en invernadero es la uva
de mesa (Vitis vinifera L.) (Figura 1). España, según cifras oficiales, se sitúa en una
destacada sexta posición a nivel mundial en cuanto a exportaciones de uva fresca y
en segunda posición a nivel europeo (OIV, 2012). El comercio exterior es muy
significativo ya que las exportaciones de uva de mesa representan un 53,3% de la
producción, llegando a exportarse 128.275 toneladas de uva fresca (FEPEX, 2012). En
España hay una superficie de 15.175 hectáreas dedicadas al cultivo de uva de mesa
que se traducen en una producción de 243.345 toneladas (MAGRAMA, 2013). Esta
producción de uva está concentrada en el levante y sur peninsular. Andalucía es la
tercera comunidad autónoma en importancia a nivel nacional, con un 18% de la
superficie. La mayor parte de la producción andaluza se concentra en las provincias
de Sevilla, Málaga y Cádiz.
El cultivo en invernadero es una innovación tecnológica que puede ser adoptada
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Francisca Alonso López Juana Isabel Contreras París IFAPA
Figura 1. Imagen de un cultivo de
uva de mesa sin semillas en la
provincia de Almería.
SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
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para el cultivo de uva de mesa. Con el manejo en invernadero se pueden adelantar y/o retrasar las fechas de las
producciones de uva y ampliar el calendario de oferta, de manera que se podrían cubrir los huecos de mercado en los que
se obtienen los mejores precios (Figura 2). Además, se facilitaría un suministro estable de producto al mercado. Asimismo
y no menos importante, el cultivo protegido proporciona un aumento en calidad de la producción al reducir la presión de
plagas y enfermedades y las pérdidas por condiciones meteorológicas adversas (lluvia, granizo, viento, etc.).
Figura 2. Evolución de los precios y la producción de uva de mesa a lo largo del año. Fuente:
www.mercamadrid.es. Elaboración propia.
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g)
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ducció
n (t)
Producción (t)
Precio (€/Kg)
El cultivo forzado de uva de mesa presenta notables diferencias respecto a su cultivo al aire libre. Entre ellas, la más
evidente es la modificación que el invernadero causa en el medio natural. Las principales modificaciones físicas que
ocasiona son, por un lado, el aumento de la temperatura y la humedad y, por otro, la disminución de la radiación y la
1. Recomendaciones de riego para el cultivo forzado de uva de mesa en invernadero. Cálculo de necesidades hídricas
SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
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velocidad del viento. Uno de los factores del clima que más
afectan a las plantas es la temperatura, y es precisamente
este parámetro el que sufre una mayor modificación. La
acción de la temperatura sobre la vid afecta a su ciclo
fenológico y a la regulación de los procesos del crecimiento
vegetativo y del ciclo reproductivo.
El cultivo en invernadero modifica notablemente la
fenología de la planta y adelanta la recolección hasta un
mes, sin ocasionar mermas en la cantidad y calidad de la
cosecha (Alonso et al., 2003). Esto supone obtener la
producción en el hueco de mercado de mayo-junio (Figura
2).
En lo que respecta al riego, en un invernadero la reducción
de radiación respecto al exterior implica una reducción de
las necesidades de riego al disminuir la evapotranspiración.
Esto permite hacer un uso más eficiente del agua, algo de
especial relevancia en zonas geográficas con escasos
recursos hídricos como es el caso del sudeste español.
La situación de los recursos hídricos y las exigencias
comerciales de calidad de la uva de mesa exigen conocer
mejor sus necesidades hídricas. El objetivo del presente
artículo es proporcionar recomendaciones de riego para
este cultivo bajo condiciones de invernadero. Además, se
presenta una comparación entre las necesidades de agua
del cultivo en invernadero frente a las que presenta al aire
libre.
CÁLCULO DE LAS NECESIDADES HÍDRICAS DEL CULTIVO DE
UVA DE MESA EN INVERNADERO Y AL AIRE LIBRE
La cantidad de agua que debe ser aportada al suelo
estacionalmente mediante lluvia y/o riego se determina
considerando lo que se conoce como evapotranspiración
máxima del cultivo (ETc). El método de cálculo empleado
es el recomendado por la FAO (Figura 3), en el que la ETc se
calcula mediante la siguiente expresión:
ETc = ETo x Kc
donde:
ETo es la evapotranspiración de referencia y depende de las
condiciones atmosféricas (mm día-1).
Kc es el coeficiente de cultivo y depende sobre todo del
cultivo en cuestión, de su estado de desarrollo y del
manejo del mismo. Es un coeficiente adimensional.
1. Recomendaciones de riego para el cultivo forzado de uva de mesa en invernadero. Cálculo de necesidades hídricas
SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
Radiación. En nuestras condiciones de invernadero, en el
sureste de España este método ha mostrado buena
precisión para estimar la ETo en condiciones de no encalado
del invernadero (Fernández et al., 1994). Los valores
diarios estimados de ETo de una serie histórica de 12 años
fueron utilizados para obtener los valores medios
mensuales (Tabla 1).
Por su parte, los valores de Kc propuestos por la FAO para
uva de mesa (Allen et al., 1998) no se ajustan bien a
nuestro cultivo. El motivo fundamental es que los valores
de referencia proceden de California donde la uva de mesa
se cultiva en espaldera (sistema de conducción en plano
vertical), mientras que en Almería se cultiva en parral
(sistema de conducción en plano horizontal), por lo que el
porcentaje de la superficie del suelo sombreada es muy
diferente. Por tanto, para el cálculo de la ETc se han
empleado valores corregidos localmente (Tabla 1).
Los estados fenológicos más representativos del ciclo anual
del cultivo (brotación, floración y cuajado y maduración)
tanto en invernadero como al aire libre se han establecido
en base a los resultados obtenidos por Alonso et al. (2003)
en ensayos realizados en la Estación Experimental Las
Palmerillas (Tabla 1).
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Los valores de ETo para el cultivo al aire libre se pueden
consultar en la Red de Información Agroclimática (RIA) de
la Junta de Andalucía. Esta Red, que cuenta con 100
estaciones repartidas por todas las zonas regables de
Andalucía, ofrece diariamente en su web un dato estimado
de ETo aplicando la ecuación de Penman-Monteith FAO-56.
La Estación Agroclimática de referencia para este ejemplo
de cálculo es la ubicada en el municipio de La Mojonera
(Almería). Los valores diarios estimados de ETo de una serie
histórica de 13 años se han utilizado en este artículo para
obtener los valores medios mensuales (Tabla 1).
Para el cálculo de la ETc del cultivo en invernadero se
emplearon valores de ETo procedentes de la Estación
Experimental Las Palmerillas (El Ejido, Almería). El dato
estimado de ETo se ha obtenido aplicando el método FAO
1. Recomendaciones de riego para el cultivo forzado de uva de mesa en invernadero. Cálculo de necesidades hídricas
Figura 3. Componentes de la evapotranspiración del
cultivo (ETc): evapotranspiración de referencia (ETo) y
coeficiente de cultivo (Kc). Fuente: Allen et al. (1998).
SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
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1 Datos correspondientes a la serie histórica 1991-2010. Estación Experimental Las Palmerillas (El Ejido). 2 Datos correspondientes a la serie histórica 2000-2013. Estación agroclimática de La Mojonera (RIA).
* Durante los meses de parada invernal se debe mantener la humedad del suelo en el bulbo si no hay lluvias.
Durante el cuajado y el envero se debe reducir la dosis de riego.
Tabla 1. Comparación de necesidades de agua para el cultivo de uva de mesa en invernadero y al aire libre en la zona de La
Mojonera y El Ejido, en la provincia de Almería.
1. Recomendaciones de riego para el cultivo forzado de uva de mesa en invernadero. Cálculo de necesidades hídricas
SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
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En la Tabla 1 se presentan valores mensuales de necesidades de agua para el cultivo de uva de mesa en invernadero y al
aire libre. Los meses de máxima demanda coinciden con los meses de verano debido a que la evapotranspiración y el
desarrollo del cultivo en esta época son máximos. Las necesidades totales anuales para el cultivo fueron de 3.200 m3 ha-1
año-1 en condiciones de invernadero y de 4.270 m3 ha-1 año-1 al aire libre. Por tanto, las necesidades de riego en el
invernadero se redujeron un 25% respecto al aire libre.
Finalmente, conviene recordar que las aportaciones de agua de riego habrá que ajustarlas atendiendo a las características
particulares de cada parcela, como son, entre otras: el tipo de suelo (textura y estructura), la calidad del agua de riego y
las características de la instalación de riego (uniformidad de distribución del agua). Además, habrá que tener en
consideración el aporte de agua por las lluvias.
En resumen, en lo que respecta al riego, el cultivo de uva de mesa en invernadero ofrece una ventaja adicional respecto al
aire libre porque proporciona un ahorro significativo en el consumo de agua de riego.
BIBLIOGRAFÍA
Allen, R., Pereira, L., Raes, D., Smith, M. 1998. Crop evapotranspiration. Guidelines for computing crop water
requirements. FAO Irrigation and Drainage paper 56. Rome, Italy.
Alonso, F., Hueso, J.J., Navarro, J.L., Cuevas, J. 2003. Efectos de la cubierta plástica sobre la precocidad del cultivar de
uva de mesa apirena ‘Flame Seedless’. Actas de Horticultura 39: 444-446.
Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural (CAPDR). 2014. Boletín Final. Avance de la Valoración de Campaña
2013/14. Hortalizas protegidas. Almería. 36 pp.
1. Recomendaciones de riego para el cultivo forzado de uva de mesa en invernadero. Cálculo de necesidades hídricas
SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
INTRODUCCIÓN
En las instalaciones de riego localizado es imprescindible contar con un cabezal de
filtrado (Figura 1), ya que el correcto funcionamiento de los goteros y su vida útil
dependen en buena medida de ello. De igual modo, para dicho cabezal el agricultor
o técnico debe establecer un plan de limpieza y mantenimiento adecuado. Es vital,
por ello, que desde un principio se haga una buena elección y cálculo de la
capacidad de los filtros para que el sistema en su conjunto funcione bien. Las tareas
de limpieza se pueden simplificar con la elección de un cabezal de filtrado
automático y las tareas de mantenimiento se reducen así a comprobaciones
periódicas de poca intensidad, pero por ello no menos importantes.
El cabezal de filtrado con limpieza automática es una alternativa cada vez más
extendida en las nuevas instalaciones de riego. Esta opción asegura una mayor
estabilidad en el riego y aporta, además, las siguientes ventajas:
Disminución considerable del coste de funcionamiento de la instalación, ahorro
en mano de obra y en consumo de agua ya que se optimiza el ciclo del lavado.
La instalación es menos dependiente de manejo y de supervisión.
El sistema no se detiene para la limpieza y asegura los tiempos de riego de la
programación.
El sistema mantiene en todo momento la capacidad de filtrado habiendo
diseñado el sistema para este fin.
El sistema al estar asistido por un programa asegura la uniformidad de
presiones y de caudales.
Tiene una alta precisión en la detección del momento para limpiar con la
consecuente eficiencia de limpieza y aumento de la vida útil de los filtros.
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Benito Salvatierra Bellido IFAPA
2. Diseño y mantenimiento de un filtro automático en una instalación de riego localizado
SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
Figura 1. Imagen de un cabezal de
filtrado para una instalación de
riego localizado.
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FUNCIONAMIENTO DE LA LIMPIEZA AUTOMÁTICA
El proceso de limpieza de un filtro automático es a través de lo que se conoce como retrolavado (Figura 2) y, en principio,
es válido para la mayoría de los tipos de filtrado.
Figura 1. Esquema del proceso de retrolavado en un filtro automático.
Un filtro automático cuenta con una batería de filtros que permite realizar el procedimiento de limpieza sin detener el
riego, al sustituir el filtro principal por otro filtro. De acuerdo con la Figura 2, el proceso normal de limpieza de una batería
de filtros en un cabezal se desarrolla como se indica a continuación. Uno de los filtros funciona normalmente como el
primer cuerpo de filtro. Por su parte, el otro cuerpo de filtro entra en retrolavado de la siguiente forma: la válvula
conmutadora situada encima del segundo cuerpo cambia de estado y cierra la entrada de agua, a la vez que abre el circuito
2. Diseño y mantenimiento de un filtro automático en una instalación de riego localizado
SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
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considerar un factor clave: la calidad del agua.
En un cabezal de filtrado se incluyen varios tipos de
elementos filtrantes (Extremera, 2012). Para elegir los
elementos a instalar y su combinación hay que tener en
cuenta la naturaleza de los sólidos en suspensión. Para ello,
hemos de distinguir entre tres tipos de contaminantes:
arena, limo-arcilla y sustancias orgánicas. En la Tabla 1 se
indican los tipos de filtros y su adecuación en función a la
naturaleza del producto a filtrar.
Una vez elegidos los elementos necesarios es muy
importante precisar la combinación entre ellos y el orden
en su disposición (Tabla 2).
Los equipos de filtrado más modernos disponibles en el
mercado van dotados ya de filtros de anillas con
mecanismos de separación de anillas, o bien de filtros de
mallas con sistemas auxiliares de limpieza con aspiración.
Estos filtros son mucho más eficientes en la limpieza y se
pueden utilizar con contaminantes más diversos en el agua
y con niveles mayores de los mismos.
Para completar lo anterior, conviene recordar que los
dispositivos para la fertirrigación hay que ubicarlos antes
del último filtro, o después si se dispone de un filtro de
auxiliar para el desagüe de agua sucia. Esta situación dura
lo suficiente para que se haga una limpieza satisfactoria. El
proceso se repite en la situación alterna en la que entra el
segundo cuerpo de filtrado en funcionamiento normal y
entra en limpieza el primer cuerpo. Los criterios para que
un filtro se limpie se controlan a través de un programador,
en el cual se pueden estableces los siguientes parámetros:
Limpieza según el grado de obturación del
elemento filtrante y controlada por un presostato
diferencial, con tomas en el colector de entrada y
en el de salida. Se recomienda regular la diferencia
de presiones a 0,5 Kg/cm2 para la limpieza.
Limpieza periódica: al menos una vez por día.
Tiempo de retrolavado: en función del tamaño y
tipo de filtro. Por ejemplo, para cabezales en torre
con válvulas de 4 pulgadas: 45 segundos.
Tiempo entre limpiezas: mínimo 5 segundos,
dependiendo del tamaño y tipo de filtro.
ELECCIÓN Y DIMENSIONAMIENTO DEL CABEZAL
Para elegir los elementos necesarios en un cabezal de
filtrado automático para una instalación de riego hemos de
2. Diseño y mantenimiento de un filtro automático en una instalación de riego localizado
SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
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Tabla 1. Tipo de filtro recomendable en función al tipo de contaminante del agua. Fuente: Elaboración propia.
2. Diseño y mantenimiento de un filtro automático en una instalación de riego localizado
Contaminante Hidrociclón Filtro de arena Filtro de malla Filtro de anillas
Arena X X X
Limo y Arcilla X X X
Orgánico X X X
Combinación Arena Limo y Arcilla Orgánico Observaciones
Hidrociclón + Malla XX
Arena + Malla X XX
Arena + Anillas XX XX
Malla X X
Conviene disponer de
un sistema de limpieza
automática con sistema
auxiliar de aspiración
Anillas X X X
Conviene disponer de
un sistema muy bien
dimensionado y
autolimpiante
necesariamente
Hidrociclón + Arena + Malla XX XX XX
Malla X X X
Hidrociclón + Anillas XX X X
Tabla 2. Combinaciones y ordenación de filtros en función de los contaminantes del agua (la doble “XX” hace
referencia a un alto nivel de contaminante). Fuente: Elaboración propia.
SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
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seguridad a la salida de la inyección de la solución fertilizante.
Una vez elegidos los elementos de filtrado, su capacidad de trabajo se debe determinar teniendo en cuenta los siguientes
aspectos:
El diámetro mínimo de paso del emisor, que va a determinar el paso del elemento filtrante (tipo de malla o tipo de
anilla). Éste debe ser 1/10 veces menor al diámetro mínimo de paso en el caso de goteros y 1/6 veces en
microaspersores.
La calidad del agua, que nos indica si es necesario aumentar los caudales recomendados por el fabricante.
El caudal instantáneo más desfavorable, que hace referencia al volumen instantáneo de agua que pasa cuando se
riega el sector con mayor número de emisores.
El número de cuerpos de filtros a disponer, que está directamente relacionado con el aumento de capacidad de
filtrado para que el cabezal pueda funcionar en retrolavado, lo que permite poder filtrar y limpiar
simultáneamente. Esto significa que el filtro debe de tener un cuerpo más de la capacidad calculada. Para ello
conviene utilizar cuerpos de filtrado pequeños. De esta manera, el cuerpo de más que se añada será más pequeño
y, por tanto, el conjunto no estará excesivamente sobredimensionado.
En la Tabla 3 se muestran los niveles de riesgo de obturación de los goteros (Ayers, 1994). Para el filtrado hemos de
considerar, principalmente, los niveles de contaminantes de origen físico, es decir, la cantidad de sólidos en suspensión.
Este valor nos servirá como referencia para aumentar o reducir el caudal necesario a filtrar, de acuerdo con la
recomendación de caudal propuesta por cada fabricante.
Además de lo expuesto anteriormente, conviene indicar también una serie de consideraciones importantes de diseño para
asegurar el buen funcionamiento de un cabezal de filtrado automático:
2. Diseño y mantenimiento de un filtro automático en una instalación de riego localizado
SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
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Tabla 3. Influencia de la calidad del agua sobre los problemas de obturación en sistemas de riego
localizado. Fuente: Ayers (1994).
2. Diseño y mantenimiento de un filtro automático en una instalación de riego localizado
SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
Ha de contarse con filtros satélite o filtros de seguridad en largas distancias después del filtrado. La magnitud de
estas distancias puede depender, entre otros, de factores como el origen del agua, sus características químicas y los
materiales de los que estén fabricadas las tuberías de la red de riego.
Es muy importante disponer de manómetros a la entrada y salida de cada tipo de filtrado.
Los cabezales han de funcionar siempre bajo presión y nunca en aspiración.
Ha de proyectarse espacio suficiente para montaje y desmontaje.
El circuito auxiliar de desagüe de agua sucia ha de estar a presión atmosférica, sin reducciones ni elevaciones.
Ha de existir una válvula de retención o de “sostenimiento de presión” a la salida del cabezal cuando se requiera. El
lavado automático requiere una presión mínima de mantenimiento para asegurar su eficacia. Si no existiera, los
lavados serían cada vez más continuos llegándose a una situación de colapso del filtro.
Riesgo potencial de obturación
PROBLEMA NIVEL DE RIESGO
Bajo Medio Alto
Físico Sólidos(ppm) < 50 50 - 100 > 100
pH < 7,0 7,0 - 8,0 > 8,0
Sólidos (ppm) < 500 500 – 2.000 > 2.000
Químico Mn (ppm) < 0,1 0,1 - 1,5 > 1,5
Fe (ppm) < 0,1 0,1 - 1,5 > 1,5
SH2 (ppm) < 0,5 0,5 - 2,0 > 2,0
Biológico Población bacteriana < 10.000 10.000 - 50.000 > 50.000
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Limpiar corrosiones, tierra y otros materiales ajenos a
los aparatos.
Lubricar las válvulas y comprobar que quedan
abiertas.
Mantenimiento de controladores y sensores (automatismos)
Limpiar el programador y los sensores.
Desconectar los equipos y líneas eléctricas de la
instalación. Quitar y guardar baterías.
Drenar todos los circuitos hidráulicos.
Revisar la existencia de cables en malas condiciones.
BIBLIOGRAFÍA
Rodrigo, J., Hernández, J.M., Pérez, A., González, J.F.
1997. Riego localizado. Editorial Mundi-prensa.
Ayers, R.S. y Westcot, D.W. 1995. Water quality for
agriculture. FAO Irrigation and Drainage Paper No. 29.
Extremera, M.D. 2012. Filtrado. Tipología y criterios de
utilización II. Boletín Trimestral de Información al Regante
Nº 23, Julio-Septiembre. IFAPA. Consejería de Agricultura,
Pesca y Medio Ambiente. Junta de Andalucía. Pág.: 3-5.
MANTENIMIENTO
En el caso de un cabezal de filtrado automático, el
mantenimiento anual incluye, en principio, las siguientes
tareas:
Mantenimiento de los equipos de filtrado
Lavar y drenar el equipo de filtrado.
Inspeccionar los componentes internos de los
hidrociclones, filtros de arena, mallas y anillas para
asegurarse de las condiciones de desgaste, daño,
corrosión u otros signos de deterioro.
Introducir los filtros de malla y anillas para su
limpieza en una solución de ácido nítrico (2-3 litros
de ácido por cada 100 litros de agua) durante varias
horas o igualmente, tras la campaña, sumergir las
anillas en ácido clorhídrico durante 30 minutos.
Mantenimiento de las válvulas
En equipos con sistema de limpieza automática,
desconectar los equipos y comprobar el buen estado
de cables y contactos eléctricos.
Mantenimiento de válvulas y reguladores de presión
Inspeccionar las carcasas.
2. Diseño y mantenimiento de un filtro automático en una instalación de riego localizado
SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
La horticultura intensiva bajo invernadero desarrollada en el sureste de Andalucía
cuenta ya con 50 años de andadura (el primer invernadero se construyó en 1963).
Aunque se pueden nombrar algunas señas de identidad del modelo que se han
mantenido a lo largo de los años (invernadero parral, principales cultivos
desarrollados, etc.), la evolución que ha seguido el sector a lo largo de este medio
siglo de existencia ha sido enorme. Se puede afirmar que todos los parámetros de
cultivo han sufrido un desarrollo más o menos grande: la genética, con las nuevas
variedades híbridas altamente productivas; las estructuras de invernadero, con
incorporación de alta tecnología en el control de clima; las instalaciones de riego,
con cabezales automatizados, etc.
La fertilización y el manejo que se realiza de la misma también se encuentran
inmersos en esta carrera de desarrollo tecnológico. Inicialmente, el modelo de
fertilización se basaba en grandes aportes de fertilizantes orgánicos en aplicaciones
de fondo (Foto 1). Esta incorporación se realizaba muy espaciada en el tiempo, con
una frecuencia que normalmente no era menor a 3-4 años, debido a la limitación por
la mano de obra requerida en las técnicas que se conocen como retranqueo y
encarillado.
Como complemento a los nutrientes liberados por la materia orgánica, se realizaba
una incipiente fertirrigación incorporando de forma manual fertilizantes solubles en
el agua de las propias acequias que se utilizaban para el riego por inundación (Foto
2). El éxito de esta labor dependía de la uniformidad alcanzada por los operarios que
disolvían el fertilizante y ejecutaban la labor de riego.
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Rafael Baeza Cano Juana Isabel Contreras París IFAPA
3. Evolución y tendencias en la fertirrigación de cultivos hortícolas de invernadero en el sureste peninsular
SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
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Foto 1. Aporte de materia orgánica al suelo. A) Retirada de la capa de arena. B) Materia orgánica aplicada en
carillas.
SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
3. Evolución y tendencias en la fertirrigación de cultivos hortícolas de invernadero en el sureste peninsular
Foto 2. Aplicación del fertilizante sólido en la
acequia de riego que conduce el agua para el
riego por inundación del invernadero.
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Los equilibrios fertilizantes incorporados en estos primeros años distaban bastante de los requerimientos de los cultivos.
Sin embargo, a lo largo de las décadas de los años 70 y 80 tuvo lugar una importante mejora en el nivel de conocimiento
nutricional de estos cultivos. Paralelamente se produjo una incorporación significativa de técnicos agrarios con funciones
de asesoramiento y transferencia de tecnología, de tal manera que la información técnica comenzó a llegar con más
fluidez a los productores. Durante este periodo también se incorporó y consolidó el riego localizado, hasta llegar a los
actuales niveles en los que prácticamente la totalidad de los invernaderos se riegan por goteo (Figura 1). El riego
localizado permitió realizar el fertirriego de una manera más eficiente.
Figura1. Evolución del porcentaje de superficie de invernaderos con riego
localizado en Almería. Elaboración propia a partir de datos de Cajamar (2002) y
Céspedes et al. (2009).
SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
3. Evolución y tendencias en la fertirrigación de cultivos hortícolas de invernadero en el sureste peninsular
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En un principio los equipos de fertirriego eran bastante sencillos desde el punto de vista tecnológico, destacando las
instalaciones con abonadora y con balseta de abonado que construía el propio agricultor (Figura 2). Los cálculos de aportes
de fertilizantes se realizaban en unidades fertilizantes en base a una fertirrigación cuantitativa. Para ello se aplicaba una
cantidad de nutrientes por unidad de superficie, independientemente del volumen de riego aplicado (Foto 3).
SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
3. Evolución y tendencias en la fertirrigación de cultivos hortícolas de invernadero en el sureste peninsular
Figura 2. Evolución relativa de los tipos de equipos de fertilización en función del año
de instalación en Almería. Fuente: Cajamar (2002).
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Más adelante, ya en la década de los 90, la mayor parte de explotaciones introdujeron sistemas de inyección tipo Venturi
(Figuras 2 y 3), lo que permitió establecer programas de fertilización basados en disoluciones nutritivas equilibradas
iónicamente. Estas disoluciones fueron adaptadas de los cultivos hidropónicos con el buen criterio de los técnicos asesores
(Thompson et al., 2007). Con esto ya fue posible empezar a realizar una fertirrigación proporcional, donde la concentración
SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
3. Evolución y tendencias en la fertirrigación de cultivos hortícolas de invernadero en el sureste peninsular
Foto 3. Ejemplo de recomendación de abonado por unidad de superficie para cultivo de
tomate en la zona de La Mojonera y Adra (Almería), a finales de los años 80.
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3. Evolución y tendencias en la fertirrigación de cultivos hortícolas de invernadero en el sureste peninsular
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50
60
70%
co
n r
esp
ect
o a
l to
tal
de nutrientes aplicada en la disolución de fertirrigación es constante (Tabla 1). De esta forma, las cantidades de nutrientes
aplicadas al cultivo están directamente relacionadas con el volumen de agua aplicado. Actualmente coexisten las dos
formas de fertirrigación, la cuantitativa y la proporcional.
La técnica de fertirrigación está descrita como la más eficiente para la aplicación de nutrientes. A pesar de ello, en el caso
de los fertilizantes nitrogenados es indudable que su aplicación en exceso ha sido una de las causas que ha provocado el
estado actual de las aguas subterráneas sobre las que se asienta la horticultura intensiva de Almería. Estas zonas han sido
Figura 3. Distribución del tipo de sistema de inyección de fertilizantes utilizado en los
invernaderos de Almería. Fuente: Baeza et al., 2010.
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3. Evolución y tendencias en la fertirrigación de cultivos hortícolas de invernadero en el sureste peninsular
Tabla 1. Soluciones nutritivas recomendadas por diversos autores para cultivos hortícolas. Fuente: Contreras, 2014.
designadas como “zonas vulnerables a la contaminación por nitratos” según el Decreto 36/2008, de 5 de febrero. Los
elevados aportes de fertilizantes no son aprovechados en su totalidad por la planta y en el caso del nitrógeno, en forma de
NO3-, es arrastrado por las aguas de infiltración a los acuíferos (AMA, 1991; Thompson et al., 2002). Por otra parte, la alta
fijación de fósforo y potasio detectada en los suelos agrícolas (Gil et al., 2003) también pone de manifiesto el mal uso de
las prácticas de fertilización, en lo que a estos nutrientes se refiere. Aunque la retención de estos elementos nutritivos en
el suelo evita su lixiviación, la acumulación progresiva puede producir, en el tiempo, un efecto negativo sobre la absorción
NO3- PO4
- K+ Ca2+ Mg2+ NH4+ SO4-
Autor (mmol L-1)
Hoagland y Arnon (1950)**(a) 14 1,0 6,0 4,0 2,0 1 2,0
Steiner (1968)** 11,9 1,0 7,2 4,5 2,0 3,45
Coïc y Lesaint (1975) 12 3,3 5,2 6,2 1,5 2 1,5
Cooper (1977)(a,b) 14,3 1,9 8 4,2 2,2 4
Sonneveld (1980)(b) 10,5 1,5 7,5 3,75 1,0 0,5 2,75
Graves (1983) 12,8 1,6 10,2 5,6 2,0 3,0
Cadahía et al. (1988)*(b) 16* 2 9 5,5 1,5 2,5
White (1992)(b) 20,3 2,3 11,1 6,1 3,3 5
Escudero (1993) (b) 10-18 1,0-1,5 7-9 4-6 1,5-2,5 1,5-2,5
Martínez y García (1993) (a) 12 1,5 7,5 3,5 1,25 0,5 2
Camacho (2003) (b) 9-14 1,5-2,0 5,0-6,0 2,0-4,0 1,0-2,0 0,4-1,5 1,5-2,0
Camacho (2003) (c) 9-16 0,6-1,2 4,0-8,0 4,0-8,0 1,5-3,0 0,2-0,5 1,5-2,0
Camacho (2003) (d) 9-13 1,6-2,0 4,0-5,4 4,0-6,0 1,5-3,0 0,3-0,5 1,5-2,0
* El 20% puede ser aplicado como NH4+. ** Se recomienda 1-2 mmol L-1 NH4
+. (a) Hidropónico. (b) Tomate. (c) Melón. (d) Pimiento.
23/40 SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
3. Evolución y tendencias en la fertirrigación de cultivos hortícolas de invernadero en el sureste peninsular
de otros nutrientes y una reducción de la eficiencia de uso de los fertilizantes.
La situación descrita de niveles elevados de nutrientes, tanto en aguas subterráneas como en suelos agrícolas, pone de
manifiesto que, independientemente de que los cultivos hortícolas sean exigentes en nutrientes, las estrategias de
fertilización aplicadas hacen un uso poco eficiente de los fertilizantes. Según esto, es necesario un cambio radical en la
gestión de la fertirrigación de estos cultivos hacia estrategias que consideren las necesidades nutritivas de los mismos y que
aseguren unos rendimientos óptimos con el menor impacto ambiental posible (Rincón, 2002; Pomares et al., 2002; Segura
et al., 2012).
El cambio de los fundamentos de la fertirrigación orientado hacia estrategias que se basen en las extracciones realizadas
por el cultivo y medidas correctivas para cada explotación debe servir para optimizar el uso del agua y los nutrientes. En
definitiva, esto conlleva:
• Un ahorro económico en los costes de explotación.
• Una mejora de la producción agrícola.
Aparte de los beneficios económicos mencionados, cabe destacar los beneficios de carácter medioambiental, como
consecuencia del uso racional del agua y de los fertilizantes. Si se potencia el ahorro de los mismos se estará disminuyendo
la contaminación ocasionada por las industrias de fabricación de los fertilizantes y se evitará también la contaminación de
las aguas subterráneas y superficiales motivadas por las pérdidas de nutrientes en los sistemas de cultivo, principalmente
asociada a los elevados aportes de fertilizantes nitrogenados y fosfóricos (Gil et al., 2003; IGME, 2003; CMAOT, 2012).
Actualmente, el Centro IFAPA La Mojonera tiene abiertas varias líneas de trabajo para ajustar el programa de riego y
fertilización en base a la información obtenida con la monitorización de varios parámetros del suelo. Sin lugar a dudas, un
método prescriptivo-correctivo es el más adecuado para poder optimizar el uso de los fertilizantes a nivel de parcela.
24/40
BIBLIOGRAFÍA
Agencia de Medio Ambiente (AMA). 1991. Recursos Naturales y Crecimiento Económico en el Campo de Dalías. Monografías
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instalaciones de riego en invernadero con uso de dos fuentes distintas de agua: subterránea y regenerada. XXXVIII Congreso
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Cajamar. 2002. La agricultura mediterránea del siglo XXI. Instituto de Estudios Cajamar. Almería.
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Decreto 36/2008, de 5 de febrero, por el que se designan las zonas vulnerables y se establecen medidas contra la
contaminación por nitratos de origen agrario. Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), 20 de Febrero de 2008, núm.
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SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
3. Evolución y tendencias en la fertirrigación de cultivos hortícolas de invernadero en el sureste peninsular
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Pomares, F., García, A., Gómez, H. 2002. A practical case in the Valencia Community (Spain). In: Sukkel, W. and Garcia
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Segura, M.L., Contreras, J.I., Plaza, B.M., Lao, M.T. 2012. Assessment of the Nitrogen and Potassium Fertilizer in Green
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Thompson, R., Gallardo, M., Giménez, C. 2002. Assessing risk of nitrate leaching from the horticultural industry of Almería,
Spain. Acta horticulturae 571: 243-254.
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management practices that contribute to nitrate leaching loss from an intensive vegetable production system by use of a
comprehensive survey. Agricultural Water Management 89(3): 261-274.
SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
3. Evolución y tendencias en la fertirrigación de cultivos hortícolas de invernadero en el sureste peninsular
INTRODUCCIÓN
El presente artículo es el primero de una serie de artículos que se ha previsto
publicar en este Boletín, incluyendo información relacionada con el riego en la
cuenca del río Vélez y con las actividades que el SAR lleva a cabo en dicha zona.
Este río se localiza en la comarca malagueña de la Axarquía.
Para analizar el agua como recurso es importante delimitar un espacio o territorio
en el que podamos tener la posibilidad de realizar algunas mediciones básicas.
Puede resultar de gran utilidad utilizar la cuenca hidrográfica, dado que una parte
importante del agua de lluvia que cae en un territorio es drenada a través de una
serie de cauces que finalmente desembocan en el mar. Una cuenca hidrográfica
(Figura 1) es la porción de territorio que es drenada por un único sistema natural,
que puede ser una red fluvial. Los límites de una cuenca vienen definidos, pues, por
las líneas de cumbres que marcan los interfluvios que separan una cuenca de otra
contigua.
En el caso de la Axarquía en la provincia de Málaga, la cuenca del río Vélez (Figura
2) tiene como cauce principal el de este río. Su nacimiento se localiza en la aldea de
Guaro (término municipal de Periana), donde existe un importante manantial cuyas
aguas discurren por el río Guaro. La denominación de este cauce como río Vélez
empieza a partir de su entrada en el término municipal de Vélez Málaga. De este
modo, todas las aguas que discurren por el conjunto de esta cuenca teóricamente
tienen que llegar a la desembocadura de este río, situada cerca de Torre del Mar.
26/40
Juan Manuel Bohórquez Caro IFAPA
4. El riego en la cuenca del río Guaro-Vélez en Málaga: algunos datos históricos
SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
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Figura 1. Elementos de una cuenca hidrográfica.
Fuente: http://recuperapatzcuaro.com/lacuenca.php
SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
Figura 2. Red hidrográfica en la
comarca de la Axarquía en Málaga y
delimitación de sus cuencas. Fuente:
CEDER (2009).
4. El riego en la cuenca del río Guaro-Vélez en Málaga: algunos datos históricos
28/40 SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
El criterio a seguir para delimitar una cuenca hidrográfica consiste en dibujar una línea imaginaria que pase en medio de
dos cauces que drenan a distinto sitio. Se observa así que de todas las cuencas hidrográficas existentes en la comarca de la
Axarquía, la que tiene mayor superficie es la cuenca del Vélez con 610 Km2, lo que supone casi dos terceras partes de la
superficie total. Pero esta comarca tiene además otras cuencas: la del río Algarrobo (62 Km2), la del Torrox (48 Km2) y la
del Chíllar (64 Km2). Encontramos también otras cuencas menores no regulables, como las del Seco, Güi y Lagos, con un
total de 74 Km2. Con todo ello, la comarca tiene cuencas hidrológicas con una superficie total de 857 Km2, lo que supone el
13,3% de la superficie de la provincia de Málaga y el 4,6% de la superficie de la Cuenca Sur.
Aunque la unidad de análisis hidrológico es la cuenca natural, la administración española dividió el mapa de España en
varias cuencas hidrográficas, generalmente vinculadas a los principales ríos del país. Su organización se hizo en base a las
denominadas Confederaciones Hidrográficas, siendo inicialmente administradas todas desde el Estado. Posteriormente,
algunas comunidades autónomas como Cataluña, País Vasco y Galicia asumieron la administración de sus propios recursos.
En aquella organización, la cuenca del río Vélez pertenecía a la Confederación Hidrográfica del Sur, que administraba una
serie de cuencas cuyo único denominador común es que todas vertían en el Mar Mediterráneo, abarcando desde parte de
Cádiz hasta Almería. Con el traspaso de competencias en la administración hidráulica, la Comunidad Autónoma Andaluza
presenta una nueva configuración del mapa para dicha administración, en el que la antigua zona de la Confederación
Hidrográfica del Sur pasa a denominarse Cuenca Mediterránea Andaluza, conservando la misma delimitación (Figura 3).
REGULACIÓN DE LOS RECURSOS HÍDRICOS
La intervención humana en el ciclo natural del agua en la cuenca del río Vélez se inició con la captación de los recursos
hidrológicos. Tradicionalmente esto se ha ido haciendo de manera desigual según los usos y localidades. Así, las localidades
que tenían cursos fluviales cercanos han tendido a utilizar las aguas superficiales de ríos y arroyos. Para ello, las
canalizaban mediante acequias hasta depósitos, albercas, etc., para luego destinarlas a los distintos usos (riego, población,
industria). Otras localidades que se establecieron cerca de manantiales han usado estas fuentes naturales para abastecerse.
4. El riego en la cuenca del río Guaro-Vélez en Málaga: algunos datos históricos
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Figura 3. Localización de las cuencas hidrográficas de la Axarquía de Málaga en la Cuenca Mediterránea
Andaluza. Fuente: CEDER (2009).
SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
En el resto de la comarca se han ido utilizando pozos (en las zonas con acuíferos), o bien minas de agua (en zonas sin
acuíferos, permitiendo recoger las aguas que van escurriendo entre los materiales geológicos de esquistos o pizarras).
Pero el gran reto de la comarca de la Axarquía ha sido, y sigue siendo, disponer de suficiente agua como para desarrollar
una agricultura de regadío. En efecto, las características fisiográficas y agroclimáticas de esta comarca han obligado, a lo
largo de los siglos, a una explotación agrícola de secano, quedando el regadío para las zonas más bajas, localizadas en las
vaguadas, valles y llanos del litoral. Históricamente, la agricultura de regadío más próspera se ha situado en el valle del río
Vélez, adquiriendo su máxima expresión en la parte más baja y que topográficamente se denomina Hoya del río Vélez.
4. El riego en la cuenca del río Guaro-Vélez en Málaga: algunos datos históricos
iba
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SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
En efecto, este valle goza de unas condiciones
climatológicas excelentes para el cultivo de regadío. Su
microclima es especialmente benigno, diferenciándose de
otros limítrofes por la ausencia de heladas y por disfrutar
de temperaturas medias muy suaves. Todo ello, junto con
sus características edafológicas, ha favorecido que esta
zona sea especialmente apta para el establecimiento de
cultivos tropicales (Figura 4), así como hortícolas de
primor, que permiten obtener altas cotizaciones en el
mercado internacional.
El declive de la agricultura de secano, que arrancó con la
crisis de la Filoxera en el viñedo, provocó un progresivo
empobrecimiento de gran parte de la comarca Axarquía. Su
estructura agraria, basada en el minifundismo, no podía
competir en los mercados cada vez más
internacionalizados. Este hecho provocaría un movimiento
a favor de la reconversión agraria, buscando fórmulas de
diverso tipo para aumentar la superficie de regadío, de
mayor cotización en el mercado. Pero esta reconversión
exigiría una regulación de las aguas de la cuenca principal
de la Axarquía, es decir, la del río Vélez.
Figura 4. Imagen de una plantación de aguacates
(arriba) y de mangos (abajo) en la comarca de la
Axarquía, en la provincia de Málaga.
4. El riego en la cuenca del río Guaro-Vélez en Málaga: algunos datos históricos
Con la construcción de la presa de la Viñuela sobre el río
Guaro (Figura 5) iniciada en el año 1982, que recoge
también aguas de los ríos Salia, Benamargosa, Almáchar y
Bermuza (todos de la cuenca del Vélez), se planteó la
transformación del regadío de la Zona Regable del Guaro.
Esta Zona afecta a los términos municipales de Almáchar,
Vélez Málaga, Rincón de la Victoria, Benamocarra,
Benamargosa, La Viñuela, Algarrobo, Sayalonga, Arenas,
Torrox y Canillas de Aceituno. Su delimitación quedó
definida al sur por el Mar Mediterráneo, al este por el río
Torrox, al Oeste por el arroyo Benagalbón y al Norte por la
cota de 140 m de altitud sobre el nivel del mar. La zona
regable se ha dividido en sus inicios en ocho sectores, con
una superficie total de 8.899 hectáreas.
BIBLIOGRAFÍA
El agua en la Axarquía. Bases para una gestión sostenible del
agua bajo los principios de un Nueva Cultura del Agua en la
comarca de la Axarquía (Málaga). 2009. Gabinete de
Estudios de la Naturaleza de la Axarquía. Centro de
Desarrollo Rural (CEDER) de la Axarquía.
El ciclo del agua en la Axarquía. 2009. Gabinete de Estudios
de la Naturaleza de la Axarquía. Centro de Desarrollo Rural
(CEDER) de la Axarquía. 31/40
SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
Figura 5. Imágenes del Embalse de La Viñuela en
la comarca malagueña de la Axarquía.
4. El riego en la cuenca del río Guaro-Vélez en Málaga: algunos datos históricos
INTRODUCCIÓN
El diseño de una instalación de riego por aspersión está encaminado a determinar la
capacidad del sistema y su aptitud para ser usado en diferentes cultivos. Para
empezar, es necesario reunir información de tipo agronómico acerca del suelo,
cantidad y calidad del agua, clima, cultivos, topografía y dimensiones de la zona,
etc.
NECESIDADES DE RIEGO
Las necesidades de agua de los cultivos se consideran representadas por la
evapotranspiración (ET), que incluye, por una parte, el agua que los cultivos extraen
del suelo y, por otra, la evaporación directa desde el suelo. Esta ET se determina a
partir de la estimación de la evapotranspiración de referencia (ETo), que cuantifica
la demanda evaporativa del aire y recoge la influencia del clima, y, posteriormente,
se corrige con el coeficiente de cultivo (Kc), que representa la disponibilidad del
cultivo y del suelo para atender la demanda evaporativa de la atmósfera. Las
necesidades de agua del cultivo se calculan entonces como: ETc = ETo x Kc.
Actualmente existen redes de estaciones meteorológicas automáticas que ofrecen
registros medios diarios de las diferentes variables meteorológicas y de la ETo, como
es el caso de la Red de Información Agroclimática de Andalucía.
Una instalación de riego por aspersión debe ser capaz de suministrar al cultivo
presente en cada momento de la campaña y a los futuros cultivos el agua
correspondiente a las necesidades en los periodos de máxima demanda. Según esto,
los valores de ETo deben multiplicarse por 1,15 cuando se rieguen 6 ó 10 días
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Natividad Ruiz Baena IFAPA
5. Algunos aspectos a tener en cuenta en el diseño de un riego por aspersión
SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
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en plena campaña de riego. Este valor máximo de ET se denomina evapotranspiración de diseño (ETd) que se corresponde
con las necesidades netas de riego. Pero es preciso también obtener las necesidades brutas, asumiendo para ello que
existen unas pérdidas ocasionadas durante el riego y que fundamentalmente son debidas a la escorrentía y a la filtración
profunda. Estas necesidades brutas se calculan dividiendo las netas entre la eficiencia de aplicación del riego (Tabla 1).
SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
SISTEMAS Y CONDICIONES AMBIENTALES EFICIENCIA DE LA
APLICACIÓN (%)
Alas desplazables (con desplazamiento continuo) y
sistemas estacionarios (posición fija) con uniformidad
excelente en climas frescos o húmedos y vientos débiles. 85
Alas desplazables en la mayor parte de los climas y
vientos; y para sistemas estacionarios con pluviometrías
medias o altas y buena uniformidad en la mayor parte de
los climas y vientos débiles.
80
Eficiencia para sistemas estacionarios en la mayor parte
de los climas y vientos; y para alas desplazables en climas
áridos y vientos fuertes. 75
Sistemas estacionarios con pluviosidad alta en climas
áridos con vientos fuertes o con pluviosidad baja en otros
climas con vientos fuertes; y cañones desplazables. 70
Sistemas estacionarios con pluviosidad moderadamente
baja en climas áridos y vientos fuertes. 65
Sistemas estacionarios con pluviosidad baja de pequeño
tamaño de gota funcionando en climas semiáridos y
vientos medios o fuertes; y riego con cañones en posición
fija.
60
Tabla 1. Valores orientativos de Eficiencias de aplicación del riego para diferentes
sistemas de riego por aspersión bien manejados y en condiciones ambientales
diversas. Fuente: Tarjuelo (2005).
LÁMINA DE AGUA DEL SISTEMA
Y TIEMPO DE RIEGO
El concepto de lámina de agua
hace referencia a la intensidad
de lluvia (milímetros por hora)
que aplica un sistema de riego
por aspersión, suponiendo que el
agua se reparte de manera
uniforme. Para su cálculo basta
con dividir el caudal de un
aspersor (l/h) entre el marco de
riego (m2, distancia entre
ramales x distancia entre
aspersores). Es muy importante
que el valor de este parámetro
del riego sea inferior a la
velocidad de infiltración de
nuestro suelo. En caso contrario,
5. Algunos aspectos a tener en cuenta en el diseño de un riego por aspersión
34/40
se producirán pérdidas por escorrentía y, si hay pendiente,
problemas de erosión.
El tiempo de riego que debe estar funcionando la
instalación se calcula dividiendo las necesidades brutas de
riego (mm) por la lámina de agua (mm/h). El tiempo de
riego utilizado para el diseño de la instalación será el
necesario para el periodo en el que las necesidades de agua
son máximas, por lo que normalmente el tiempo real de
riego será menor. En los sistemas semifijos hay que tener
en cuenta el tiempo empleado en el traslado del equipo
móvil. El traslado de las alas de riego móviles de una
postura a otra requiere, en término medio, una mano de
obra de 2,5 horas por hectárea. Para determinar el turno de
riego solo hay que dividir el tiempo disponible al día entre
el tiempo de riego que tenemos que aplicar.
MARCO DE LOS ASPERSORES
El marco o espaciamiento entre aspersores determina el
solape entre los círculos mojados por los aspersores
contiguos, necesario para lograr una buena uniformidad de
reparto del agua. Los marcos más utilizados son (expresados
en metros): 12x12, 12x15, 15x15, 12x18, 18x18 y 15x18 en
rectángulo o cuadrado; y 18x15 y 21x18 en triángulo
SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
(tresbolillo). En general, los valores son múltiplos de 6 ó 9
para sistemas con tuberías en superficie, pudiendo tomar
cualquier valor para sistemas con tuberías enterradas.
El diámetro efectivo es el 95% del diámetro mojado para
aspersores con dos boquillas y el 90% en el caso de
aspersores de una boquilla. Para situaciones con viento de
velocidad inferior a 2 m/s, Heerman y Kohl (1980)
recomiendan: para marcos en cuadrado o en triángulo,
separaciones entre aspersores del 60% del diámetro efectivo
del aspersor; y para marcos rectangulares, separaciones
entre el 40% y el 75% (Figura 1).
Este espaciamiento debe reducirse al aumentar la velocidad
del viento en la siguiente proporción:
• 10-12% si la velocidad del viento es 4-6 m/s
• 18-20% si la velocidad del viento es 8-9 m/s
• 25-30% si la velocidad del viento es 10-11 m/s
Los resultados experimentales recomiendan el uso de
aspersores con dos boquillas (Vories y Von Bernuth, 1986;
Tarjuelo, 2005) porque proporcionan un modelo radial de
reparto del agua más triangular, que da lugar a
solapamientos más uniformes, en comparación con el
5. Algunos aspectos a tener en cuenta en el diseño de un riego por aspersión
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SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
modelo elíptico o rectangular característico de aspersores de una boquilla.
Por último, pero no por ello menos importante, debemos tener muy en cuenta los datos de trabajo del aspersor: Presión
nominal (recomendable no superar los 3-3,5 Kg/cm2), Caudal nominal, Radio de alcance, Pluviometría y Coeficiente de
Uniformidad para el marco elegido. Como ampliación de lo anterior, en la Tabla 2 se muestran valores de lámina media de
agua aplicada por aspersores con distintas boquillas, en función del marco de los aspersores sobre el terreno.
RECOMENDACIONES DE MANEJO
La uniformidad de aplicación del agua va a depender principalmente del marco de riego (disposición de los aspersores en
el campo), del ‘Modelo’ de reparto de agua del aspersor, del viento y de otros aspectos tales como: altura del aspersor,
colocación de reguladores de presión, colocación de una vaina prolongadora de chorro y duración del riego.
Figura 1. Separaciones recomendadas entre aspersores según el tipo de marco y para velocidades de viento pequeñas.
Fuente: Heerman y Kohl (1980).
5. Algunos aspectos a tener en cuenta en el diseño de un riego por aspersión
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SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
Tabla 2. Lámina de agua aplicada por el sistema (mm/h) para algunos tipos de aspersores con distintas combinaciones de
boquillas y en función del marco de riego (m2). Fuente: Benito Salvatierra.
Tipo de aspersor y diámetro de
boquillas Caudal (l/h)
a Presión =
3,5 bares
LÁMINA MEDIA DE AGUA APLICADA (mm / hora)
Pulgadas mm 10 x 12 12 x 12 12 x 15 15 x 15 15 x 18 18 x 18
5/32 4 1.125 - 7,8 6,3 5,0 - -
1/8 + 3/32 3,2 + 2,4 1.140 - 7,9 6,3 5,1 - -
9/64 + 3/32 3,6 + 2,4 1.330 - - 7,4 5,9 4,9 -
5/32 + 3/32 4 + 2,4 1.530 - - 8,5 6,8 5,7 4,7
11/64 + 3/32 4,4 + 2,4 1.790 - - - 8,0 6,6 5,5
3/16 + 3/32 4,8 + 2,4 2.040 - - - 7,6 6,3
NAAN 5022 con boquilla
amarilla - 468 3,9 3,3 - - - -
SOMLO 22C con
boquilla de 2'35 mm - 560 4,7 3,9 - - - -
Rotator 2000 con
boquilla marrón - 570 4,8 4,0 - - - -
En el ‘Modelo’ de reparto del agua del aspersor hay que tener en cuenta el diseño del mismo, el número de boquillas de
que dispone y la presión de trabajo a la que funciona. Por su parte, el viento ejerce un papel fundamental en las pérdidas
por evaporación y arrastre (Figura 2). Además, influye en el tamaño de la gota y en la longitud de su trayectoria al caer.
En riegos de media o alta frecuencia, la falta de homogeneidad debida al viento se puede compensar en riegos sucesivos.
5. Algunos aspectos a tener en cuenta en el diseño de un riego por aspersión
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SISTEMA DE ASISTENCIA AL REGANTE. Boletín Octubre-Diciembre 2014
Algunas recomendaciones para un buen manejo del riego por aspersión son las siguientes:
Es mejor utilizar aspersores de dos boquillas que de una, y con vaina prolongadora en la boquilla grande para
vientos de velocidad superior a 2 m/s.
Se consiguen mayores valores de Uniformidad con marcos cuadrados que con los rectangulares equivalentes cuando
el aspersor lleva dos boquillas, cualquiera que sea la velocidad del viento.
En aspersores con una boquilla sucede lo mismo si la boquilla no lleva vaina prolongadora.
En marcos rectangulares 12x18 m2 con aspersores de una boquilla, se recomienda el menor espaciamiento paralelo a
la dirección del viento. Y con aspersores de dos boquillas, el mayor espaciamiento.
Figura 2. Influencia del viento en la uniformidad de
aplicación del agua por un aspersor. Fuente: Manual de
riego para agricultores (2010).
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Con riego en bloques (aspersores a 12x18 m2 y a una presión de 2,5 Kg/cm2) se obtienen mayores Uniformidades
cuando el aspersor se sitúa a 2,25 m de altura que a 0,65 m, con independencia de la velocidad del viento. El
modelo de reparto se hace más triangular, mejorando los solapamientos. Estas diferencias disminuyen con la
presión hasta hacerse imperceptibles con valores de 3,5-4,5 Kg/cm2.
Los modelos de reparto de agua de forma triangular se deforman menos que los elípticos o los de tipo rosquilla al
situar al aspersor más alto, y son además menos distorsionados por el viento.
Tratar de evitar presiones superiores a los 4 kg/cm2 (coste energético, tamaño de gota, etc.).
Aprovechar al máximo el riego nocturno (menores pérdidas por evaporación, menores velocidades del viento,
menores costes energéticos, aunque requiere automatización o mano de obra).
Diseñar los sistemas con pluviometrías bajas (5-7 mm/h) para, además de evitar problemas de escorrentía,
incrementar la duración del riego y obtener mejores Uniformidades.
Los aspersores sectoriales deben trabajar con una sola boquilla ya que consiguen un modelo de reparto más
triangular.
Como norma general, cuanto menor es el marco de riego mayor es la Uniformidad que se suele conseguir.
En sistemas de ramales móviles de aluminio se recomiendan marcos de 12x15 m2 ó 12x18 m2 con dos boquillas en el
aspersor y una presión media de 3 kg/cm2.
En sistemas fijos de superficie se recomiendan marcos rectangulares o triangulares de 12x15 m2 ó 18x15 m2 con dos
boquillas y una presión de 3-3,5 kg/cm2. En marco cuadrado, por su parte, 15x15 m2 con aspersores de dos boquillas
y 3 kg/cm2.
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Figura 3. Izquierda: Imagen de un aspersor en un sistema de riego de cobertura fija, con una altura total aproximada de 3
m. Derecha: Riego de un cultivo de patata en Antequera (Málaga) mediante sistema de aspersión permanente de cobertura
total enterrada.
BIBLIOGRAFÍA
Heerman, D. y Kohl, R.A. (1980). Fluid dynamics of sprinkler systems. En: Design and operation of farm irrigation system.
Ed. M.E. Jensen. ASAE. Michigan U.S.A. Pp: 583-618.
Manual de riego para agricultores. 2010. Módulo 3. Riego por aspersión. IFAPA, Consejería de Agricultura y Pesca. Pp: 116.
Tarjuelo, J.M. 2005. El riego por aspersión y su tecnología. Ediciones Mundi-Prensa. Pp: 581.
Vories E. y Von Bernuth R. (1986). Single nozzle sprinkler performance in wind. Transactions of the ASAE, 29(5): 1325-1330.
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BOLETÍN TRIMESTRAL DE INFORMACIÓN AL
REGANTE
Nº 28, Octubre-Diciembre 2014 Sistema de Asistencia al Regante (SAR)
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Este trabajo ha sido cofinanciado al 80% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, dentro del Programa Operativo FEDER de Andalucía 2007-2013.
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