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 Sistema de Informes Periódicos Nacional  (SIPeN)  A vances y bu enas prácticas en derechos humanos en la Argentina  

Sistema de Informes Periódicos Nacional - SIPeN

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El SIPeN surgió por iniciativa de la Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación como un compromiso voluntario ante la Organización de las Naciones Unidas, en ocasión de la presentación del Examen Periódico Universal (EPU) llevado a cabo por el secretario de Derechos Humanos Martín Fresneda. Posteriormente, fue asumido por las altas autoridades de Derechos Humanos de nuestro país, reconociendo la imperiosa necesidad de resolver temas prioritarios de vulneración de derechos. Esto responde a una decisión política más amplia de incorporar a la agenda del Estado demandas sociales preexistentes. Son protagonistas de este proceso los y las responsables de las áreas de Derechos Humanos que integran el Consejo Federal. También, la Secretaría de Políticas Universitarias y el Consejo Interuniversitario Nacional. Desde sus inicios, el SIPeN recibió el impulso de Federico Villegas Beltrán, director General de Derechos Humanos de la Subsecretaría de Política Exterior; de Amerigo Incalcaterra, representante Regional para América del Sur del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos; de René Valdés, coordinador Residente del Sistema de Naciones Unidas en Argentina y del entonces director del Instituto de Políticas Públicas de Derechos Humanos del Mercosur, Víctor Abramovich. También lo respaldaron referentes locales y regionales de organizaciones gubernamentales y de la sociedad civil, quienes compartieron información, diagnósticos y experiencias. A la fecha de esta publicación, el SIPeN está cerrando su primer ciclo. Los logros que se describen son producto de consensos alcanzados en un momento histórico y político particular. Los futuros ciclos expresarán seguramente expectativas más altas, una ampliación de los temas abordados y desafíos aún mayores, que solo podrán afrontarse con la profundización del compromiso y la voluntad política de todas las partes. (Sec DDHH Nación)

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  • Sistema de Informes Peridicos Nacional (SIPeN)

    Avances y buenas prcticas en derechos humanos en la Argentina

  • Presidenta de la NacinCristina Fernndez de Kirchner

    Ministro de Justicia y Derechos HumanosJulio Alak

    Secretario de Derechos HumanosMartn Fresneda

    Secretario Ejecutivo del Consejo Federal de Derechos HumanosAgustn Di Toffino

  • Cada vez que se ha violado un derecho humano, se ha creado ms inseguridad y ms violencia en todas las

    sociedades.

    Cristina Fernndez de Kirchner Presidenta de la Nacin

    10 de diciembre de 2010

    Para la Argentina, los derechos humanos son poltica de Estado. Cuando nuestro pas suscribi los tratados con Naciones Unidas,

    asumi un compromiso que queremos llevar adelante a travs del Estado nacional y de manera federal.

    Martn FresnedaSecretario de Derechos Humanos

    Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nacin9 de diciembre de 2014

  • 4Introduccin

    Esta publicacin recorre el proceso de creacin, diseo y puesta en marcha del Sistema de Informes Peridicos Nacional (SIPeN).

    El SIPeN surgi por iniciativa de la Secretara de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nacin como un compromiso voluntario ante la Organizacin de las Naciones Unidas, en ocasin de la presentacin del Examen Peridico Universal (EPU) llevado a cabo por el secretario de Derechos Humanos Martn Fresneda. Posteriormente, fue asumido por las altas autoridades de Derechos Humanos de nuestro pas, reconociendo la imperiosa necesidad de resolver temas prioritarios de vulneracin de derechos. Esto responde a una decisin poltica ms amplia de incorporar a la agenda del Estado demandas sociales preexistentes.

    Son protagonistas de este proceso los y las responsables de las reas de Derechos Humanos que integran el Consejo Federal. Tambin, la Secretara de Polticas Universitarias y el Consejo Interuniversitario Nacional.

    Desde sus inicios, el SIPeN recibi el impulso de Federico Villegas Beltrn, director General de Derechos Humanos de la Subsecretara de Poltica Exterior; de Amerigo Incalcaterra, representante Regional para Amrica del Sur del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos; de Ren Valds, coordinador Residente del Sistema de Naciones Unidas en Argentina y del entonces director del Instituto de Polticas Pblicas de Derechos Humanos del Mercosur, Vctor Abramovich.

    Tambin lo respaldaron referentes locales y regionales de organizaciones gubernamentales y de la sociedad civil, quienes compartieron informacin, diagnsticos y experiencias.

    A la fecha de esta publicacin, el SIPeN est cerrando su primer ciclo. Los logros que se describen son producto de consensos alcanzados en un momento histrico y poltico particular. Los futuros ciclos expresarn seguramente expectativas ms altas, una ampliacin de los temas abordados y desafos an mayores, que solo podrn afrontarse con la profundizacin del compromiso y la voluntad poltica de todas las partes.

  • 5Compromiso ante la ONU

    En el ao 2012, en el marco de su se-gundo Examen Peridico Universal (EPU) ante las Naciones Unidas, nuestro pas asu-mi recomendaciones y compromisos vo-luntarios. Entre estos ltimos, la Argentina se comprometi en tanto Estado federal a continuar con el diseo de una instan-cia de articulacin y dilogo permanente

    El 22 de octubre de 2012, la situacin de los derechos humanos en Argen-tina fue revisada en el marco del EPU, durante la 14 sesin del segundo ciclo del Grupo de Trabajo del Consejo de Derechos Humanos, realizada en Gine-bra. La delegacin argentina fue encabezada por el secretario de Derechos Humanos, Martn Fresneda.

    El Sistema de Informes Peridicos Nacional (SIPeN)

    a los efectos de intercambiar informa-cin, experiencias y buenas prcticas con las provincias y de estas entre s, para la promocin y proteccin de de-rechos humanos, incluyendo los meca-nismos internacionales de proteccin de derechos universales, regionales y subregionales.

    El compromiso asumido por el Estado argentino fue canalizado a travs del Con-sejo Federal de Derechos Humanos.

    Martn Fresneda, secretario de Derechos Humanos, y la delegacin argentina durante la presentacin del 2 Examen Peridico Universal, Ginebra, octubre de 2012.

  • 6 El Consejo Federal de Derechos Humanos

    Conformado por las altas autoridades de Derechos Humanos de las veintitrs provincias y de la Ciudad Autnoma de Buenos Aires, es presidido por la Secre-tara de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nacin (SDH).

    Tiene por objetivo ser un espacio de concertacin, apoyo y articulacin para las polticas pblicas en materia de derechos humanos, tanto a nivel nacional como provincial y municipal, desde una perspectiva federal, progresiva e integrada. Lle-va adelante un trabajo continuo de cooperacin y asistencia que se complementa con reuniones peridicas, tanto entre la totalidad de sus miembros como por re-giones.

    El Consejo Federal est compuesto por una Secretara Ejecutiva e integrado por la Secretara de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, la Direccin de Derechos Humanos de la provincia de Catamarca, la Subsecretara de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Ciudad Autnoma de Buenos Aires, la Secreta-ra de Estado de Derechos Humanos de la provincia del Chaco, la Subsecretara de Derechos Humanos de la provincia del Chubut, la Secretara de Derechos Humanos de la provincia de Crdoba, la Subsecretara de Derechos Humanos de la provincia de Corrientes, la Subsecretara de Derechos Humanos de la provincia de Entre Ros, la Subsecretara de Derechos Humanos de la provincia de Formosa, la Secretara de Derechos Humanos de la provincia de Jujuy, la Secretara de Estado de Derechos Humanos de la provincia de La Pampa, la Secretara de Derechos Humanos de la provincia de La Rioja, la Subsecretara de Derechos Humanos de la provincia de Mendoza, el Ministerio de Derechos Humanos de la provincia de Misiones, la Sub-secretara de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Neuqun, la Secreta-ra de Derechos Humanos de la provincia de Ro Negro, el Ministerio de Derechos Humanos de la provincia de Salta, la Subsecretara de Derechos Humanos y Lucha contra la Discriminacin de la provincia de San Juan, el Programa de Derechos y Garantas Constitucionales de la provincia de San Luis, la Secretara de Estado de Derechos Humanos de la provincia de Santa Cruz, la Secretara de Derechos Huma-nos de la provincia de Santa Fe, la Secretara de Derechos Humanos de la provincia de Santiago del Estero, la Secretara de Derechos Humanos de la provincia de Tierra del Fuego, Antrtida e Islas del Atlntico Sur y la Secretara de Estado de Derechos Humanos de la provincia de Tucumn.

  • 7Acuerdo Federal

    En mayo de 2013, durante la XVII Reunin Plenaria del Consejo Federal realiza-da en la ciudad de Mendoza, el secretario de Derechos Humanos Martn Fresneda propuso a las autoridades provinciales establecer un mecanismo de seguimiento de avances y de identificacin de buenas prcticas en derechos humanos, que luego se consolidara como el Sistema de Informes Peridicos Nacional (SIPeN).

    XVII Reunin Plenaria del CFDH, ciudad de Mendoza, mayo de 2013.

    La propuesta de creacin del mecanismo fue aprobada de manera unnime por las diecinueve provincias presentes. Asimismo, se estableci que los informes se centra-ran en los ejes temticos definidos como prioritarios en la anterior reunin plenaria, celebrada en la provincia de Misiones: violencia institucional; violencia de gnero; memoria, verdad y justicia; pueblos originarios; y derechos econmicos, sociales y culturales. Se acord, tambin, que los informes podran, a propuesta de las provin-cias, incluir ejes temticos sobre temticas emergentes o relevantes a nivel local de cada jurisdiccin.

  • 8Puesta en marcha del SIPeN

    Entre agosto y septiembre de 2013, se realizaron Consejos Regionales de Derechos Humanos (de las regiones Centro, Cuyo, Patagonia, Noreste y Noroeste), en los que la Secretara Ejecutiva del Consejo Federal present y puso a debate una gua y un crono-grama de trabajo para la elaboracin de los informes.

    Esta tarea supuso un fortalecimiento de la articulacin entre las distintas reas del Estado, a la vez que un ejercicio de evaluacin del trabajo realizado y un avance hacia la incorporacin de nuevas herramientas metodolgicas de produccin y sistematiza-cin de la informacin relativa a su trabajo cotidiano.

    Los primeros informes provinciales fueron presentados en la Reunin Plenaria cele-brada en diciembre de 2013 en la ciudad de Mar del Plata, mientras que los restantes fueron analizados en los posteriores encuentros.

    En la Reunin Plenaria Extraordinaria de diciembre de 2014, se present el Sistema ante la Jefatura de Gabinete de Ministros de la Nacin. Participaron representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, del Ministerio de Educacin, de la Honora-ble Cmara de Diputados de la Nacin, de la Organizacin de las Naciones Unidas, as como del propio Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. El encuentro cont con la presencia especial de la presidenta de la Asociacin Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.

    El SIPeN es una herramienta innovadora en cuanto al compromiso de un Estado federal, por eso, representantes de todas las provincias y de la Ciudad de Buenos Aires se encuentran aqu presentes. Esta reunin

    tiene que ver con la responsabilidad de Argentina en cuanto al respeto y compromiso por los tratados internacionales, el Sistema de Naciones

    Unidas y el Sistema Interamericano de Derechos Humanos.

    Martn Fresneda, secretario de Derechos Humanos,diciembre 2014

  • 9Ciclo del SIPeN

    Situacin de DDHH en las proviencias y CABA

    Compromisos de lasprovincias y CABA paraelevar estndares de

    DDHH

    Informes provincialesInformes

    complementarios

    Mesa de Recomendaciones y

    Seguimiento

    Recomendaciones a lasprovincias y CABA

  • 10

    Objetivos

    Sus objetivos especficos son:

    Contarconinformacinactualizadaydetalladadelosavan-ces y desafos en materia de derechos humanos en los Estados provinciales y en la Ciudad Autnoma de Buenos Aires.

    Identificarproblemticasqueposibilitenlaelaboracindepolticas pblicas y el establecimiento de metas para el corto, me-diano y largo plazo.

    Identificar buenas prcticas en derechos humanos paracompartir experiencias y potenciar los recursos existentes.

    Promoverlacooperacinpolticaytcnicaentrelasreasde Derechos Humanos provinciales y de la Ciudad Autnoma de Buenos Aires con la Secretara de Derechos Humanos de la Na-cin.

    Los informes elaborados por cada jurisdiccin se incorporan a un sistema de informes que incluye, a su vez, datos recogidos por la SDH e informacin de otros organismos nacionales, de organizaciones de la sociedad civil, de medios de comunicacin y de uni-versidades nacionales, relevada por el Consejo Federal de Derechos Humanos.

    El objetivo del SIPeN es relevar los logros alcanzados por cada gobierno provincial en materia de polticas p-blicas de derechos humanos en todo el territorio nacional. Asimismo, pretende

    identificar los desafos estructurales y los emergentes, promoviendo un debate in-teractivo para el desarrollo de mecanismos de cooperacin entre jurisdicciones y con el Estado nacional.

  • 11

    Los actores centrales del SIPeN son el Consejo Federal de Derechos Humanos, conformado por la Secretara de Dere-chos Humanos de la Nacin y las altas autoridades de Derechos Humanos de las provincias y de la Ciudad Autnoma

    de Buenos Aires, las organizaciones de la sociedad civil ligadas a la lucha por los derechos humanos y las universi-dades nacionales, a travs del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN).

    Informes provinciales

    Entre los aos 2013 y 2014, veintids provincias y la Ciudad Autnoma de Bue-nos Aires presentaron informes sobre la situacin de los derechos humanos, orga-nizados por los ejes temticos priorizados. Los informes describieron la situacin de estas problemticas en las provincias, las polticas pblicas implementadas y las di-ficultades y obstculos identificados.

    Para la elaboracin de estos informes las reas provinciales de Derechos Hu-manos consultaron a otros organismos de los poderes ejecutivo, legislativo y ju-dicial. Esta tarea abri nuevos canales de dilogo y articulacin y consolid los ya existentes. Tambin fue una instancia v-lida para evaluar la calidad y cantidad de informacin producida y sistematizada en cada jurisdiccin en relacin con los te-mas analizados.

    La Secretara Ejecutiva del Conse-jo Federal propuso una gua para el desarrollo de los informes, siguiendo el modelo del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas para el Examen Peridico Universal. Los in-formes adoptan algunas lneas de esa gua, describiendo el marco normativo e institucional existente para la pro-mocin y proteccin de los derechos humanos, las polticas pblicas desa-rrolladas, las problemticas estructu-rales o emergentes identificadas, los obstculos y las propuestas de reso-lucin.

    Dentro de cada eje temtico, la gua propuso, tambin, una serie de pre-guntas o indicadores, para poder rea-lizar una lectura integral de las proble-mticas en todo el pas.

    Actores centrales del SIPeN

  • 12

    Informes complementarios

    Los informes complementarios siste-matizan datos sobre la situacin de los derechos humanos en las provincias, que provienen de fuentes de informa-cin, primarias y secundarias.

    En primer lugar, se nutren de las vi-sitas a las provincias desarrolladas por la Secretara Ejecutiva del Consejo Fe-deral, donde se entrevist a referentes provinciales y locales sobre los temas

    analizados, tanto del sector pblico como de las organizaciones de la sociedad civil y de las universidades nacionales.

    Asimismo, contienen datos provenientes de la misma Secretara de Derechos Huma-nos de la Nacin y otros organismos pbli-cos provinciales, nacionales, internaciona-les (de los sistemas universal y regional), de la sociedad civil, de las universidades nacio-nales y de los medios de comunicacin.

    Aldo Caballero, secretario de Polticas Universitarias, y Martn Fresneda, secretario de Derechos Humanos, en la firma del Convenio Marco de Colaboracin, octubre de 2014.

  • 13

    Participacin de las universidades nacionales

    El 14 de octubre de 2014 la SDH, la Secretara de Polticas Universitarias del Ministerio de Educacin de la Nacin y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) firmaron un Convenio Marco de colabora-cin, que establece la participacin de las universidades nacionales en el SIPeN.

    El CIN, como organismo pblico de coordinacin y consulta y propuesta de polticas y estrategias de desarrollo uni-versitario, que nuclea a las instituciones nacionales y a las provinciales reconocidas

    por la nacin, designa a sus represen-tantes regionales para integrar la Mesa de Recomendaciones y Seguimiento (MRyS) del SIPeN.

    Los representantes de las universi-dades en el SIPeN aportan su mirada especfica al anlisis de la situacin de derechos humanos en todo el pas. Su participacin permite el conocimiento de las realidades provinciales enrique-cido con una perspectiva acadmica.

    Mesa de Recomendaciones y Seguimiento del SIPeN

    La Mesa de Recomendaciones y Seguimiento (MRyS) se conforma con representan-tes regionales de las altas autoridades de Derechos Humanos provinciales, elegidos por cada Consejo Regional de Derechos Humanos, y de las universidades nacionales, y es presidida por el secretario de Derechos Humanos de la Nacin.

    Su tarea es analizar los informes provinciales y los informes complementarios, eva-luar los avances logrados y elaborar recomendaciones para cada jurisdiccin.

  • 14

    La poltica es el espacio excluyente en el sistema democrtico donde se dirimen y definen las acciones estatales necesarias para

    efectivizar los derechos humanos. Por ello, es preciso poner en discusin las herramientas metodolgicas para el diseo de las po-

    lticas que posibilitan dicha efectivizacin. El relevamiento, sistematizacin y elaboracin de informa-

    cin sobre la situacin de los derechos humanos, en el marco de un dilogo interactivo entre el Estado y la sociedad civil, permite generar agendas positivas de derechos humanos.

    Los representantes regionales, tan-to de las reas de Derechos Humanos como de las universidades nacionales, participan en el anlisis de la situacin y la elaboracin de recomendaciones para todas las provincias, excepto para las pertenecientes a su propia regin. Por ejemplo, representantes de NOA participan en el anlisis de todas las provincias excepto de aquellas de las de NOA, y as sucesivamente.

    Las recomendaciones deben ser es-pecficas y pasibles de ser cumplidas y acompaadas por la asistencia tcnica de la SDH. Se remiten a las autoridades de cada provincia, que pueden acep-

    tarlas, tomar nota de su comunicacin o rechazarlas, as como asumir compromisos voluntarios para darles cumplimiento.

    A partir de la aceptacin de las recomen-daciones, se establece un dilogo continuo para promover su implementacin a travs de la cooperacin y la asistencia tcnica. En esa lnea, se prev un monitoreo de los avances cada seis meses, para dar continui-dad y fortalecer las acciones desarrolladas.

    Los informes provinciales y comple-mentarios se presentan cada cuatro aos. Mientras tanto, cada dos aos se presentan y analizan informes de medio trmino, si-guiendo el esquema del Examen Peridico Universal.

  • 15

    Dinmica de la Mesa de Recomendaciones y Seguimiento

    Jurisdicciones

    provinciales

    Mesa de Recomendaciones

    y Seguimiento

    Informes

    Recomendaciones

    Compromisos

    Caracterizacin de las problemticas analizadas

    Los informes del SIPeN observan problemticas entendidas como prioritarias en vir-tud de su incidencia nacional y provincial. Si bien dichos ejes fueron definidos al co-menzar este primer ciclo, los informes tambin relevaron temticas como la trata de personas con fines de explotacin sexual y laboral, y vulneraciones a los derechos de los nios, las nias y los adolescentes. Se prev en el futuro incorporar estos y otras ejes de trabajo.

    Dado que los temas no son de competencia exclusiva de gestin de las reas provin-ciales de Derechos Humanos, los informes han incorporado datos provenientes de las reas que los abordan de manera central.

    De igual manera, la SDH atiende estas temticas de forma exclusiva, como el eje memoria, verdad y justicia, o concurrente con otros organismos, como en el caso de pueblos originarios o violencia contra las mujeres.

  • 16

    A continuacin se presentan breves caracterizaciones de las problemticas, elabora-das en dilogo con las diversas reas de la SDH*, para contextualizar el trabajo de la Pri-mera Mesa de Recomendaciones y Seguimiento del SIPeN. Las mismas responden a las definiciones poltico-institucionales de la SDH y sus correspondientes lneas de accin:

    Si bien puede ser ejercida por agen-tes de todos los estamentos del Estado, el encuadre establecido para este pri-mer ciclo del SIPeN circunscribe el con-cepto de violencia institucional a aque-llas prcticas estructurales de violacin de derechos por parte de funcionarios y funcionarias pertenecientes a fuerzas de seguridad, fuerzas armadas, servi-cios penitenciarios y efectores de salud en contextos de restriccin de auto-noma o libertad (detencin, encierro, custodia, guarda, internacin).

    En consecuencia, dichas prcticas no pueden entenderse como transgresio-nes individuales sino que, dada su re-currencia, su masividad y su lesividad, este tipo de violaciones a los derechos humanos da cuenta de patrones estruc-turales que afectan la vigencia plena del Estado democrtico de derecho.

    En este sentido, aun cuando resul-ta complejo establecer el origen y la genealoga de estos actos, en nuestro pas es indudable su estrecha relacin con el accionar represivo de la dictadu-ra militar.

    La erradicacin de todas las formas de violencia implica el reconocimiento

    de esta problemtica por parte de los tres poderes del Estado. Sin embargo, la res-puesta del Poder Judicial ante situaciones de violencia institucional resulta nodal para su prevencin. Las instancias judiciales que no muestran efectividad a la hora de inves-tigar y sancionar los casos que se le pre-sentan, as como su invisibilizacin, operan como garantes de la impunidad.

    Conocer y abordar esta problemtica en toda su complejidad implica descubrir las lgicas de perpetracin, encubrimiento e impunidad que adoptan metodologas y di-nmicas propias en el Estado de derecho. Promover el fortalecimiento de los sistemas judiciales e impulsar polticas pblicas con una perspectiva de derechos humanos son herramientas decisivas para combatir y eli-minar las violaciones de derechos de la po-blacin privada de libertad.

    En tal sentido, la Ley N 26.811 instituye el 8 de mayo como Da Nacional de la Lu-cha contra la Violencia Institucional, con el objeto de recordar las graves violaciones a los derechos humanos ocasionadas por las fuerzas de seguridad, promoviendo la adopcin de polticas pblicas en materia de seguridad respetuosas de los derechos humanos.

    VIOLENCIA INSTITUCIONAL:

    * Unidad de Registro, Sistematizacin y Seguimiento de Hechos de Tortura, Desaparicin Forzada de Personas y otras Graves Violacio-nes a los Derechos Humanos (Resolucin SDH N 30/2014); rea de Implementacin del Protocolo Facultativo de la Convencin con-tra la Tortura; Direccin Nacional de Gestin de Fondos Documentales (Decreto 1982/2010) y Direccin Nacional de Sitios de Memoria (creada por Decreto N 1986/2014); Direccin Nacional de Atencin a Grupos en Situacin de Vulnerabilidad.

  • 17

    Prevencin de la tortura:

    Argentina fue uno de los pases que par-ticip activamente en el largo proceso por el cual, el 18 de diciembre de 2002, la Orga-nizacin de las Naciones Unidas adopt el Protocolo Facultativo de la Convencin con-tra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes. Dicho protocolo fue aprobado en el pas por la Ley N 25.932, siendo Argentina el sexto pas en ratificarlo el 15 de noviembre de 2004. Nuestro pas lider la iniciativa para promover la entra-da en vigor de dicho tratado, para la que se requera la adhesin o ratificacin de veinte Estados. El Protocolo Facultativo entr en vigor el 22 de junio de 2006.

    El artculo 17 del Protocolo dispone que cada Estado Parte mantendr, designar o crear uno o varios mecanismos naciona-les independientes para la prevencin de la tortura a nivel nacional. El artculo 29 esta-blece que las disposiciones del Protocolo son aplicables a todas las partes compo-

    nentes de los Estados federales, sin ex-cepcin o limitacin alguna.

    En cumplimiento de esta obligacin internacional, se sancion en noviem-bre de 2012 la Ley N 26.827 que crea el Sistema Nacional de Prevencin de la Tortura y Otros Tratos o Penas Crue-les, Inhumanos o Degradantes, regla-mentada por Decreto N 465/2014. En su artculo 32, en concordancia con el artculo 29 del Protocolo, la ley esta-blece que adems del Mecanismo Na-cional de Prevencin debern crearse Mecanismos Locales de Prevencin de la Tortura en las provincias y en la Ciudad Autnoma de Buenos Aires. Si bien no existe un diseo preestable-cido para los mecanismos locales de prevencin de la tortura, los mismos deben ajustarse plenamente a lo dis-puesto en el marco jurdico internacio-nal y nacional.

    XX Reunin Plenaria del CFDH, Ushuaia, Tierra del Fuego, noviembre de 2014.

  • 18

    VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES:

    El 20 de diciembre de 1993, la Asam-blea General de las Naciones Unidas proclam la Declaracin sobre la Elimi-nacin de la Violencia contra la Mujer, donde se afirma que esta violencia es un grave atentado a los derechos huma-nos de la mujer y de la nia y el princi-pal impedimento para su ejercicio. En su prembulo, reconoce la contribucin de la Convencin sobre la Eliminacin de Todas las Formas de Discriminacin con-tra la Mujer (CEDAW) aprobada en 1979.

    En 1994, el Sistema Interamericano de Derechos Humanos adopt la Con-vencin Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia con-tra la Mujer o Convencin de Belm do Par. Adems de reconocer los distintos tipos de violencia, aborda el vnculo en-tre el agresor y la mujer, el tipo de agre-sin y el mbito donde es perpetrada.

    La Ley Nacional N 26.485 (2009) de Proteccin Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia con-tra las Mujeres en los mbitos en que desarrollen sus relaciones interperso-nales presenta una definicin amplia y detallada de la violencia contra las mu-jeres. Establece que consiste en toda conducta, accin u omisin, que de ma-nera directa o indirecta, tanto en el m-bito pblico como en el privado, basa-

    da en una relacin desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad fsica, psicolgica, sexual, econmica o patrimo-nial, como as tambin su seguridad perso-nal. Quedan comprendidas las perpetradas desde el Estado o por sus agentes. Se con-sidera violencia indirecta, a los efectos de la presente ley, toda conducta, accin omisin, disposicin, criterio o prctica discriminato-ria que ponga a la mujer en desventaja con respecto al varn.

    La ley reconoce la relacin desigual de poder existente entre los sexos y sita all la gnesis de este fenmeno. Por otra par-te, deja asentado que la violencia excede el mbito de la pareja y del hogar, entendien-do que, desde el prisma de la violencia, no existe distincin entre pblico y privado: las diversas formas de violencia contra las mu-jeres se configuran independientemente del espacio en que ocurren los hechos.

    Es de destacar que la Ley Nacional N 26.485 establece un piso mnimo de dere-chos y garantas a partir del cual las provin-cias pueden y deben ajustar o desarrollar sus normativas. En la medida en que las le-yes procesales son de competencia exclusi-va de los gobiernos provinciales, las dispo-siciones sobre procedimiento establecidas en la Ley de Proteccin Integral de las Muje-res no resultan aplicables a las provincias a menos que estas adhieran.

  • 19

    MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA:

    Las polticas de Memoria, Verdad y Jus-ticia son competencia estructural de las reas de Derechos Humanos. Estn inte-gradas por acciones vinculadas a la repa-racin de las vctimas de las graves viola-ciones a los derechos humanos cometidas durante el terrorismo de Estado, la inves-tigacin de los crmenes y el apoyo a los juicios a los responsables. Se promueve la identificacin de restos de personas detenidas-desaparecidas, as como tam-

    bin la restitucin de la identidad de las personas apropiadas y sustradas de las familias vctimas. Tambin lle-van adelante tareas de promocin, como la sealizacin de sitios y apoyo a la constitucin de espacios de me-moria, y la sistematizacin y archivo de todo tipo de informacin histrica vinculada a las graves violaciones de los derechos humanos.

    No se trata de la simple autopsia de un tiempo pasado: el asumirlo en todas sus implicancias desde el presente crtico implica que la dignidad a reparar y recuperar es la nuestra, para poder legarla a las nuevas generaciones.

    Este es el desafo de la institucin de la memoria: al asumir colectivamente esa culpa y reparacin, podremos rescatar el sentimiento tico de pertenencia a la especie humana.

    Eduardo Luis Duhalde (1999),El Estado Terrorista Argentino. Quince aos despus, una mirada crtica

  • 20

    Memoria:

    El derecho a la memoria se reconoce como un derecho a la vez individual y colectivo de todas las personas a tener y ejercer memoria histrica, tanto para decidir sobre el futuro propio y el de la sociedad, cuanto para obtener justicia y la consiguiente repara-cin. El Estado asume el deber de impulsar las acciones necesarias para recuperar to-dos los documentos y testimonios existentes que permitan enriquecer el conocimiento del pasado, sus consecuencias y el protagonismo de sus actores.

    Sitios y Espacios de Memoria: La Ley N 26.691 de 2011, declara sitios de memoria del terrorismo de Estado a los

    lugares que funcionaron como centros clandestinos de detencin, tortura y exterminio o donde sucedieron hechos emblemticos del accionar de la represin ilegal desarro-llada en el pas hasta el 10 de diciembre de 1983. Esta ley garantiza la preservacin, se-alizacin y difusin de los sitios de memoria por su valor testimonial y por su aporte a las investigaciones judiciales. Asimismo, constituye un valioso aporte para la institucio-nalizacin y jerarquizacin de las polticas de sitios de memoria que el Estado nacional viene llevando adelante desde 2003.

    La gestin de los espacios de memoria depende en su mayora de los estados pro-vinciales y municipales, con diversos niveles de institucionalidad (administracin esta-tal directa, organismos con autonoma y autarqua, entre otros) y abordajes respecto de las polticas de memoria que llevan adelante.

    Fondos Documentales: El Decreto N 1259/2003 cre el Archivo Nacional de la Memoria, como organismo

    desconcentrado en el mbito de la SDH, para obtener, analizar, clasificar, duplicar, digi-talizar y archivar informaciones, testimonios y documentos sobre el quebrantamiento de los derechos humanos y las libertades fundamentales en que est comprometida la responsabilidad del Estado Argentino y sobre la respuesta social e institucional ante esas violaciones. Tambin le otorg carcter intangible al material que integre ese Ar-chivo.

    El Archivo preserva, conserva y difunde esta documentacin para que todas las ge-neraciones ejerzan la memoria y contribuyan a que nunca ms vuelva a perpetrarse el terrorismo de Estado en nuestro pas. Sus objetivos tambin se desarrollan a travs de acciones conjuntas con las diferentes jurisdicciones a nivel nacional, as como con los pases del Mercosur en el plano internacional.

  • 21

    Sealizacin en el espacio de memoria del Viejo Aeropuerto de Trelew, Chubut

  • 22

    Verdad:

    Los deberes estatales de investigar graves violaciones a los derechos humanos y de garantizar el derecho al acceso a la informacin se encuentran consagrados en la Con-vencin Americana sobre Derechos Humanos. El Estado reconoce y garantiza la plena vigencia del derecho a la verdad, para asegurar y afianzar la justicia en el marco de la legalidad democrtica.

    Segn el Informe de la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de Naciones Unidas (OACNUDH) sobre el derecho a la verdad de 2007, su objetivo consis-te en restablecer la dignidad de las vctimas de violaciones manifiestas de los derechos humanos y procurar que no se repitan hechos parecidos nunca ms. En esa instancia, Argentina ha destacado que el derecho a la verdad es un derecho autnomo, de carc-ter tanto individual como colectivo y que, junto con la justicia, la memoria y la repara-cin, constituye uno de los cuatro pilares de la lucha contra la impunidad en caso de violaciones graves de los derechos humanos.

    Justicia:

    El derecho a la justicia de las vctimas de violaciones a los derechos humanos es-tablece la posibilidad de que ellas acudan a los tribunales para obtener un pronuncia-miento judicial (Convencin Americana sobre Derechos Humanos; y PIDCyP). Segn Naciones Unidas, el derecho a la justicia se contrapone a la impunidad, como la inexis-tencia, de hecho o de derecho, de responsabilidad penal por parte de los autores de violaciones de los derechos humanos.

    Con una decidida accin poltica tendiente a reparar en trminos individuales y so-ciales las secuelas del terrorismo de Estado, el presidente Nstor Kirchner impuls la nulidad de las leyes de impunidad: en agosto de 2003 se sancion la Ley N 25.779 que declar nulas a las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. Asimismo, en el ao 2007 la Corte Suprema de Justicia de la Nacin declar la inconstitucionalidad de los indultos decretados. La apertura de los juicios a los militares, tan demandada por los organismos de derechos humanos y por la sociedad civil en general, ha permitido ela-borar las consecuencias del terrorismo de Estado de un modo completamente diferen-te, dejando de lado la impunidad y apostando a una poltica sustentada en la memoria, la verdad y la justicia.

  • Da Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, Espacio Memoria y Derechos Humanos, ciudad de Buenos Aires, marzo de 2014.

  • 24

    La declaracin de nulidad de las leyes 23.521 y 23.492 (Leyes de Obediencia Debida y de Punto Final) encuentra sustento en la inter-pretacin de la Constitucin Nacional y de los Tratados de Derechos Humanos que ha efectuado el Congreso de la Nacin al tiempo de debatir el alcance de sus facultades ante una situacin excepcional. En efecto, en su condicin de poder constituido alcanzado por las obligaciones nacidas a la luz de los tratados y jurisprudencia inter-nacional en la materia, estando en juego la eventual responsabilidad del Estado argentino y con el fin ltimo de dar vigencia efectiva a la Constitucin Nacional, ha considerado oportuno asumir la responsa-bilidad institucional de remover los obstculos para hacer posible la justiciabilidad plena en materia de delitos de lesa humanidad, pre-servando para el Poder Judicial el conocimiento de los casos con-cretos y los eventuales efectos de la ley sancionada.

    Fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nacin, Nulidad Leyes de Obediencia Debida y Punto Final, Caso Simn.

  • 25

    PUEBLOS ORIGINARIOS:

    Los procesos de autorreconocimiento y la lucha por los derechos de los pueblos indgenas en Argentina y en Amrica Latina demandan una nueva relacin con el Estado que no se limite a sumar diversidad al modelo monocultural, sino que avance en una transformacin estructural y socio-histrica, a travs de nuevas polticas e instituciones que contribuyan a la construccin de una sociedad equitativa y respetuosa de la diferencia.

    El gobierno nacional impulsa un di-logo intercultural con los pueblos in-dgenas que posibilita la construccin conjunta de polticas pblicas, da lugar a su participacin con identidad desde y para el territorio organizado y visi-biliza la composicin intercultural de nuestra Patria.

    Dicho dilogo se ve respaldado por convenios internacionales debi-damente ratificados por nuestro pas

    Alicia Kirchner, ministra de Desarrollo Social de la Nacin, Juan Manuel Urtubey, gobernador de la provincia de Salta, Martn Fresneda, secretario de Derechos Humanos, y miembros de la comunidad de Santa Victoria Este, en la inauguracin de obras y viviendas, Salta, septiembre de 2014.

  • 26

    y con jerarqua supralegal, en particu-lar el Convenio 169 de la Organizacin Internacional del Trabajo (OIT) sobre Pueblos Indgenas y Tribales en Pases Independientes, aprobado por Ley N 24.071; el Convenio sobre Diversidad Biolgica, aprobado por Ley N 24.375; y el Convenio Constitutivo del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Ind-genas en Amrica Latina y el Caribe, aprobado por Ley N 24.544.

    El artculo 75, inciso 17, de la Cons-titucin Nacional incorpora entre las atribuciones del Congreso el recono-cimiento de la preexistencia tnica y cultural de los pueblos indgenas ar-gentinos, estableciendo, entre otros, el derecho al respeto de su identidad, a la educacin bilinge e intercultural,

    al reconocimiento de la personera jurdica de sus comunidades, a la posesin y propie-dad comunitarias de las tierras, a su partici-pacin en la gestin referida a sus recursos naturales y a los dems intereses que los afecten. Las provincias pueden ejercer con-currentemente esas competencias.

    Por otra parte, leyes nacionales como la N 23.302, 25.607, 26.160, 26.554 o 26.894 (la mayor parte de ellas promulgada du-rante la ltima dcada) tienen por objetivo contribuir a la construccin de un pas ms igualitario en su diversidad. Es desde este marco de inclusin y construccin de ciu-dadana que debe leerse la interculturalidad en tanto que trabajo poltico, y en cuanto supone un encuentro no siempre armonioso entre el Estado y los pueblos originarios.

  • 27

    Los Derechos Econmicos, Sociales y Culturales (DESC) refieren a cuestiones bsicas para la dignidad humana como el derecho a la alimentacin, a la salud, a la vivienda, al trabajo, a la educacin y a la seguridad social. La posibilidad actual de acceder a los DESC obedece, en gran me-dida, a las luchas de los trabajadores y las trabajadoras contra la explotacin laboral primero y, ms tarde, a las demandas por mejores condiciones de vida e igualdad de oportunidades.

    La primera manifestacin de constitu-cionalismo social en Argentina se expres en la Constitucin Nacional de 1949, que reconoci derechos a sujetos colectivos: las familias y los sindicatos. Tambin insti-tucionaliz los derechos del trabajador, de la familia y de la ancianidad, el acceso a la educacin y a la cultura.

    El contenido de los DESC y el alcance de las obligaciones del Estado en esta materia se encuentran definidos princi-palmente en los instrumentos internacio-nales de derechos humanos: la Declara-

    cin Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales (PIDESC), la Convencin Americana sobre Derechos Humanos y el Proto-colo de San Salvador. El proceso de ampliacin del rango de derechos se dio en Argentina a travs del paulatino reconocimiento e incorporacin en la normativa nacional de estos tratados internacionales. La reforma de 1994 incorpor estos tratados a la Consti-tucin Nacional. El Estado tiene, en-tonces, la obligacin de garantizar el respeto, la proteccin y la satisfaccin de los DESC.

    Los DESC son abordados por diver-sas reas de los Estados (educacin, cultura, salud, trabajo, vivienda, etc.), y las reas de Derechos Humanos de-sarrollan, en su mayora, acciones de sensibilizacin y promocin de esos derechos, e incluso proteccin, a tra-vs de la recepcin y canalizacin de peticiones y denuncias.

    DERECHOS ECONMICOS, SOCIALES Y CULTURALES:

  • 28

    XIX Reunin Plenaria del CFDH, Paran, Entre Ros, junio de 2014.

  • 29

    La Ley Nacional de Salud Mental N 26.657 garantiza los derechos de los usua-rios de los servicios de salud mental en tan-to sujetos de derechos, haciendo nfasis en el derecho a la salud mental, que debe ser respetado en todos los servicios de salud del pas, tanto pblicos como privados. Es-tablece que el padecimiento mental cons-tituye un episodio temporal y que, por lo tanto, puede ser modificado.

    Tambin establece que el diagnstico es el resultado de saberes diversos y pro-ducto de un abordaje integral a las proble-mticas de salud mental, en tanto la pers-pectiva interdisciplinaria e intersectorial permite dar cumplimiento a los estndares de derechos humanos.

    En lnea con lo anterior, la ley prohbe la creacin de nuevos neuropsiquitricos y establece que las internaciones en salud mental deben realizarse en hospitales ge-nerales. Tambin establece un sistema de controles y garantas de procedimiento

    para que las internaciones sean un re-curso excepcional y no se prolonguen innecesariamente en el tiempo. Se bus-ca privilegiar otras modalidades de atencin como la ambulatoria, la asis-tencia domiciliaria, las casas de convi-vencia o los hospitales de da.

    La SDH tiene un rol activo en la im-plementacin de esta ley nacional como parte integrante del rgano de Revisin, espacio intersectorial que tie-ne por objeto proteger los derechos humanos de los usuarios de los servi-cios de salud mental.

    Tambin desarrolla acciones de ar-ticulacin territorial con organismos de derechos humanos provinciales y municipales, para fortalecer las polti-cas pblicas locales y favorecer la im-plementacin de un sistema federal de proteccin y promocin de derechos humanos.

    Salud mental:

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    A modo de cierre

    Desde que Nstor Kirchner asumi como presidente de la Nacin en el ao 2003, los derechos humanos se instalaron como matriz poltica y filosfica del Estado. La incorporacin de esta perspecti-va en cada una de las polticas pblicas continu profundizndose durante los gobiernos de Cristina Fernndez. Los avances produci-dos en el reconocimiento de los derechos humanos a lo largo de los ltimos doce aos son patrimonio de todas y todos los habitantes de la Nacin.

    En este sentido, el SIPeN constituye un aporte al establecimiento de una nueva institucionalidad pblica, contribuyendo al fortaleci-miento progresivo de las polticas de inclusin social.

    El balance preliminar ya es positivo. Por un lado, la puesta en marcha del Sistema ha sensibilizado a los y las responsables de es-tas polticas acerca de la necesidad de producir y sistematizar infor-macin sobre los problemas que an faltan resolver en nuestro pas. Por otro lado, al promover vnculos entre las distintas instancias es-tatales, evidenci la necesidad de generar los espacios de dilogo indispensables para la consolidacin del enfoque de derechos hu-manos.

    Las reas de Derechos Humanos tienen el rol fundamental de promover y garantizar el acceso a los derechos. El SIPeN busca su fortalecimiento para alcanzar estndares elevados que beneficien a toda la ciudadana. As, se espera que esta herramienta brinde insumos confiables para la deteccin temprana de situaciones de vulneracin de derechos y que contribuya al diseo de polticas in-tegrales de promocin y proteccin.

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    XIX Reunin Plenaria del CFDH, Ushuaia, Tierra del Fuego, noviembre de 2014.

  • CFCONSEJO FEDERALDE DERECHOS HUMANOS

    DH

    Si construimos derechos, tenemos Patria.

    Ministerio deEducacin