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CRITICÓN. 56,1992, pp. 53-79. Las colecciones de Luis de Escobar y Juan González de la Torre en la tradición clásica, medieval y humanística de las colecciones de enigmas por María Pilar CUARTERO SANCHO (Universidad de Zaragoza) INTRODUCCIÓN Hablar de dos colecciones de enigmas de nuestro Siglo de Oro como herederas de una tradición clásica, medieval y humanística de las colecciones de enigmas, es cuestión que requiere unas consideraciones previas sobre el concepto de enigma, así como sobre sus formas más características de consignación literaria desde la Antigüedad. Y debemos advertir que aquí nos referimos sólo al enigma propiamente dicho, es decir, que excluimos de su esfera toda la serie de juegos literarios (poemas figurativos, palíndromos, acrósticos, logógrifos, etc.), que se vinculan directamente a él desde el mundo grecolatino 1 . Aristóteles [Poética, 22 (1458a)] define el atáiopa como la elocución compuesta de metáforas. Añade que su esencia es la de reunir, diciendo de lo que se trata, términos inconciliables, lo cual es 1 Una buena muestra del cultivo de este tipo de juegos en la Antigüedad nos la ofrece Ateneo, El banquete de los sabios X, 448 y ss. (lipogramas, tragedia gramática, acrósticos, etc.); y son, por supuesto, bien conocidos los carmina figurata de la Antología griega, XV, 21, 22, 24, 25, 26 y 27, a los que cabe añadir los también juegos poéticos, pero a base de composiciones que terminan en monosílabos (en 3 con monosílabos al comienzo y al final en disposición de anadiplosis) del Technopaegnion de Ausonio. Sobre este tipo de juegos en el mundo antiguo y el cristianismo véase Margherita Guarducci, «Dal gioco letterale alia crittografía mística», en Aufstieg und Niedergang der rb'mischen Welt, XVI, 2, 1978, pp. 1736-1773. En el Renacimiento tiene especial cultivo el logógrifo, en el que destacan Julio César Escalígero, con sus Logogriphi, y Nicolás Reusner, con su Griphologia sive logogriphorum silvula (las dos colecciones aparecieron juntas en Aenigmatographia sive sylloge aenigmatum et griphorum convivalium, Frankfurt, 1599; reedición Frankfurt y Jena, 1602). Los distintos tipos de juegos literarios pueden verse estudiados en J. B. Friedreich, Geschichte des Ràthsels, Dresde, 1860, reprint Wiesbaden, 1969, cap. H; en Marcel Bemasconi, Histoire des énigmes, París, P.U.F., 1970 (col. «Que sais-je ?», 1087), cap. IÚ; y, sobre todo, en Màrius Sena, Manual d'enigmística, Barcelona, Columna, 1991, todo el libro.

Sobre Enigmas Medievales

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CRITICÓN. 56,1992, pp. 53-79.

Las colecciones de Luis de Escobar y Juan Gonzálezde la Torre en la tradición clásica, medieval y

humanística de las colecciones de enigmas

por María Pilar CUARTERO SANCHO(Universidad de Zaragoza)

INTRODUCCIÓNHablar de dos colecciones de enigmas de nuestro Siglo de Oro como herederas de una tradición

clásica, medieval y humanística de las colecciones de enigmas, es cuestión que requiere unasconsideraciones previas sobre el concepto de enigma, así como sobre sus formas máscaracterísticas de consignación literaria desde la Antigüedad. Y debemos advertir que aquí nosreferimos sólo al enigma propiamente dicho, es decir, que excluimos de su esfera toda la serie dejuegos literarios (poemas figurativos, palíndromos, acrósticos, logógrifos, etc.), que se vinculandirectamente a él desde el mundo grecolatino1.

Aristóteles [Poética, 22 (1458a)] define el atáiopa como la elocución compuesta de metáforas.Añade que su esencia es la de reunir, diciendo de lo que se trata, términos inconciliables, lo cual es

1 Una buena muestra del cultivo de este tipo de juegos en la Antigüedad nos la ofrece Ateneo, El banquetede los sabios X, 448 y ss. (lipogramas, tragedia gramática, acrósticos, etc.); y son, por supuesto, bienconocidos los carmina figurata de la Antología griega, XV, 21, 22, 24, 25, 26 y 27, a los que cabe añadirlos también juegos poéticos, pero a base de composiciones que terminan en monosílabos (en 3 conmonosílabos al comienzo y al final en disposición de anadiplosis) del Technopaegnion de Ausonio.Sobre este tipo de juegos en el mundo antiguo y el cristianismo véase Margherita Guarducci, «Dal giocoletterale alia crittografía mística», en Aufstieg und Niedergang der rb'mischen Welt, XVI, 2, 1978, pp.1736-1773. En el Renacimiento tiene especial cultivo el logógrifo, en el que destacan Julio CésarEscalígero, con sus Logogriphi, y Nicolás Reusner, con su Griphologia sive logogriphorum silvula (lasdos colecciones aparecieron juntas en Aenigmatographia sive sylloge aenigmatum et griphorumconvivalium, Frankfurt, 1599; reedición Frankfurt y Jena, 1602). Los distintos tipos de juegos literariospueden verse estudiados en J. B. Friedreich, Geschichte des Ràthsels, Dresde, 1860, reprint Wiesbaden,1969, cap. H; en Marcel Bemasconi, Histoire des énigmes, París, P.U.F., 1970 (col. «Que sais-je ?»,1087), cap. IÚ; y, sobre todo, en Màrius Sena, Manual d'enigmística, Barcelona, Columna, 1991, todoel libro.

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posible con la metáfora. Luego cita, sin el nombre de Cleobulina, el célebre enigma de ésta de laventosa2: «He visto a un hombre que, con fuego, aplicaba bronce sobre un hombre».

Para Quintiliano (Institutio oratoria, VIII, 6, 52), el enigma es haec allegoria quae estobscurior. Agrega seguidamente que, a su juicio, constituye un defecto, si es que hablar conclaridad es una cualidad, pero que los poetas hacen uso de él, y cita como muestra un enigma deVirgilio (Bucólica, III, 104-107) -él no nombra al autor-, al que más adelante aludiremosnosotros. Añade también, con nuevo ejemplo, que el enigma lo emplean igualmente los oradores.El concepto de Quintiliano sobre el enigma no era, como vemos, demasiado favorable, situándose,así, en la línea de lo manifestado por Cicerón en su De oratore (III, 167)3.

También los gramáticos latinos se ocuparon de definir el enigma. Charisius, gramático delsiglo IV (Gramm., I, 276, 8), lo incluye entre los siete tipos de alegoría, explicitándolo despuéscomo oratio aliudpalam ostendens, aliad significans per obscuram diversitatem. Otro gramáticodel siglo IV, Diomedes (Gramm., 1,449, 8), en De vitiis orationis, clasifica el enigma entre lasocho especies de oscuridad, y lo define como per incredibilia confusa sententia. Por su parte,Sacerdos, gramático anterior a Carisio y Diomedes, lo connotaba como dictio obscura, quaestiovulgaris, allegoria difficilis antequamfuerit intellecta, postea ridicula.

Sumada a la alegoría, la oscuridad constituye, pues, la característica definidora por sí misma delenigma en la teoría de la Antigüedad. Y en esa línea se seguirá conceptuando posteriormente elenigma, según demuestran definiciones como la de San Isidoro (Origines, 1,36,26), para quien esuna quaestio obscura (que ejemplifica con el famoso enigma bíblico de Sansón), y la delhumanista Lilius Gregorius Gyraldus (Aenigmatum ex antiquis scriptoribus collectorum libellussingularisY, quien dice que el término aenigma significa obscurum involutumque sermonems.

En paralelo a su estabilidad como concepto retórico, el enigma se mantendrá en sumanifestación literaria desde la Antigüedad hasta nuestro Siglo de Oro, y las formas en las queaparecía en la literatura clásica vendrán a tener, en la mayoría de los casos, su herederacorrespondiente en la literatura del Siglo de Oro.

Esas formas de consignación literaria cabe, a nuestro entender, dividirlas, inicialmente, en dos:1. el enigma operativo en la obra literaria; 2. colecciones de enigmas. La primera de ellas, la delenigma operativo en la obra literaria, ofrece diferenciadas subformas, que, básicamente, puedenagruparse también en dos tipos: 1.a. el enigma de la acción (es decir, de pronto la acción resultaenigmática, y ella misma resuelve el enigma); l.b. el enigma en la acción (es decir, el enigma,que ya lo es por sí mismo, se incluye dentro de la acción). En este tipo l.b. se pueden, a su vez,distinguir cuatro subtipos: l .b. l . el enigma elemento operativo en el desarrollo de la acción;l .b.2. el enigma en la prótasis y la catástasis de la acción (es decir, el enigma elementofundamental de la acción); l.b.3. el enigma motivo importante presente en la acción; l.b.4. elenigma tema de la acción.

Una obra de la Antigüedad ejemplifica claramente el tipo 1.a.: la Vida de Esopo, sobre todo enaquellos pasajes -aunque cortos en número, muy sabrosos en contenido- en los que a Esopo le da

2 Cf. Aristóteles, Retórica, III, 2 (1405a), y, sobre todo, Plutarco, Banquete de los siete sabios, 10.3 Habla también del enigma, aunque no lo define, Aulo Gelio, Noeles Atticae, XII, 6.4 Aenigmatographia, edición de 1599, p. 2.5 Definiciones equivalentes de enigma en retóricas castellanas del Siglo de Oro pueden verse en ManuelaMaría Gómez Sacristán, Enigmas y jeroglíficos en ¡a literatura del Siglo de Oro (tesis doctoral), Madrid,Universidad Complutense, 1989, pp. 65-70.

LOS ENIGMAS DE L. DE ESCOBAR Y J. GONZÁLEZ DE LA TORRE 55

su amo una orden que resulta enigmática, y que él cumple, dando solución así al enigma, primerocon acción, y luego con explicación de palabra. Bastará recordar el pasaje 51-53: Janto manda aEsopo que cocine «algo que esté bien, si es que hay algo bueno en esta vida»6; Esopo compralenguas de cerdos sacrificados, ofreciendo con ellas a Janto y sus invitados un monótono banquetea base de lenguas cocidas, asadas y aliñadas, más un puré de lenguas; y justifica, después, a suenfadado amo, con la explicitación de todas las excelencias de la lengua (con ella se organizan elsaber y la cultura, sin ella nada hay, etc.). que ha cumplido su encargo de comprar algo bueno.Como se recordará igualmente, el pasaje tendrá en el siguiente (54-55) la contrapartida, con lanueva orden de Janto de que compre lo que esté peor, y la repetida compra y cocinamiento, porparte de Esopo, de lenguas, porque no hay mal (odios, insidias, etc.), que no venga por la lengua7.

En el subtipo l . b . l . , el enigma elemento operativo en el desarrollo de la acción,esporádicamente aparece el enigma a nivel de simple cita (por ejemplo, en el Banquete de los SieteSabios de Plutarco, 5: «Por eso también Cleobulina habló en enigmas refiriéndose a la flautafrigia: Un asno muerto me golpeó los oídos con una tibia huesuda»*), pero lo constante es queconstituya competición de agudeza.

Bien es cierto que las formas de competición de agudeza son diversas, y que generalmente seproducen en la acción, pero que también se recuerdan (como en el Banquete de los Siete Sabios,10, donde se trae a colación el certamen entre Hornero y Hesíodo).

En ocasiones, la resolución del enigma en rivalidad adquiere alto grado de importancia en laacción. Así, en la Vida de Esopo, cuando de ella depende el pago de tributos de Licurgo aNectanebo. Uno de esos enigmas resuelto por el fabulista es el famoso del año (pasaje 120):

Estos dijeron: «Hay un templo y una única columna, y, encima de la columna, doce ciudades, y cadauna de ellas está cubierta por treinta vigas, y, alrededor de cada una de ellas, corren dos mujeres.»Esopo les contestó: «Este problema en mi tierra lo resuelven los niños. El templo es el mundo,porque lo contiene todo; la columna es el año, porque es lo que está ñjo de manera inalterable; lasciudades que hay encima son los doce meses, porque permanentemente están regidas por ellos; lastreintas vigas son los treinta días, el tiempo que comprende el mes; y las dos mujeres que dan vueltasson el día y la noche, pues uno sigue al otro.»

Sin embargo, lo habitual desde la literatura clásica es que la competición enigmática constituya unjuego. Significativos son, al respecto, dos casos de la literatura latina. Uno es el de Virgilio(Bucólica, ni , 104-107), con los dos enigmas de la contienda poética entre Dametas y Menalcas:

DAMOETAS Die quibus in terris, et eris mihi magnus Apollo,tris pateat caeli spatium non amplius ulnas.

MENALCAS Die quibus in terris inscripti nomina regumnascantur flores, et Phyllida solus habeto.

El otro es el de Petronio (Satiricon, 58), donde un conliberto de Trimalción reta a Ascilto:

6 Citamos por la traducción de P. Bádenas de la Peña en la edición de Madrid, Gredos, 1978.7 Cf. Plutarco, Sobre cómo se debe escuchar, 2, y Banquete de los siete sabios, 2, donde se cuenta queAmasis, rey de Egipto, ordenó a Bías le enviase el trozo de carne más dañino y más beneficioso de unanimal, y que Bías le mandó la lengua.8 Citamos por la traducción de C. Morales Otal y J. García López en la edición de Madrid, Gredos, 1986.

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.. .lam scies patron tuum mercedes perdidisse, quamvis et rhetoricam seis. Ecce: «Qui de nobis longevenio, late vento; solve me.»Dicam tibi: «Qui de nobis currit et de loco non movetur; qui de nobis crescit et minor fit.»

El primero de ellos, el de Virgilio, constituye, sin duda, el antecedente del planteamiento yresolución de enigmas por parte de los pastores en la literatura pastoril española; por ejemplo, endos novelas pastoriles: en la Diana enamorada de Gil Polo (libro V)', donde Diana es larespondedora de los enigmas de los otros pastores; y en ¿a Galatea de Cervantes (libro VI)10, dondecada uno de los pastores propone su enigma, y lo contesta el compañero que está a su lado.

Y festivo tono tendrán también otras sugestivas propuestas de enigmas de nuestra literatura delSiglo de Oro, como ocurre en La Segunda parte de Lazarillo de Tormesn y en La Pícara Justina12.

£1 subtipo l.b.2., el enigma en la prótesis y la catástasis de la acción, nos ofrece, por suparte, una obra literaria, que, en dos versiones latinas y dos castellanas -entre otras-, poneclaramente de manifiesto la importancia que adquiere el enigma como desencadenante y desanudantede la acción (desanudante sólo en tres de ellas). Nos referimos a la novela de Apolonio en suscuatro formas: la Historia Apollonii Regís Tyri (redacción latina de la misma de los siglos V o VIde nuestra era), el capítulo 153 (De tribulatione temporali, que [sic] in gaudium sempiternumpostremo commutabitur) de los Gesta romanorum^ (tuvo traducción castellana en un incunable dehacia 1488, parece que de Zaragoza, Pablo Hurus14), el Libro de Apolonio, y la patraña once de ElPatrañuelo de Joan Timoneda, Valencia, 1567.

En la Historia Apollonii Regis Tyri la acción la desencadena la resolución por parte deApolonio del enigma de Antíoco:

Rex ait: «Audi, ergo quaestionem: scelere vehor, maternant carnem vescor, quaero fratrem meum,meae matris virum, uxoris meae filium: non invenio». Iuvenis accepta quaestione... sic ait: «Dominerex, propusuisti mihi quaestionem; audi ergo solutionem. Quod dixisti: scelere vehor, non esmentitus: te réspice. Et quod dixisti: maternam carnem vescor, nec et hoc mentitus es: filiam tuamintuere» (IV)'5,

» Edición de Rafael Ferrares, Madrid, Espasa Calpe, 1962 (Clásicos Castellanos, 135), pp. 226-232.1 0 Edición de Juan Bautista Avalle-Arce, Madrid, Espasa Calpe, 1987 (Clásicos Castellanos, Nueva Serie,1), pp. 474-481.11 Véase Rudolph Schevill, «Some Forms of the riddle question and the exercise of the wits in popularfiction and formal literature», en University of California Publications in Modem Philology, 2, 1911,pp. 183-237 (pp. 188-190).12 Véase Augustin Redondo, «Le jeu de l'énigme dans l'Espagne du XVIe siècle et du début du XVIIe siècle:aspects ludiques et subversion», en Les fêtes à la Renaissance, Actes du XXIIIe Colloque Internationald'Etudes Humanistes (Tours, 1980), Paris, 1982, pp. 445-458 (pp. 447-448).1 3 De las dos ediciones modernas de este importante repertorio de relatos latino-medievales, la deHermann Oesterley, Berlin, Weidmannsche Buchhandlung, 1872, y la de Wilhelm Dick, Erlangen &Leipzig, 1890 (reprint Amsterdam, Rodopi, 1970), sólo la primera, a la que corresponde la cita queacabamos de hacer, recoge la historia de Apolonio, lo que resulta comprensible, dado queoriginariamente constituía un relato independiente de dicha colección.14 Este incunable, transcrito ya por Hornero Scrís, Nuevo ensayo de una biblioteca española de librosraros y curiosos. I, Nueva York, 1964, pp. 95a-113b, ha sido transcrito también por Manual Alvar en suedición del Libro de Apolonio, Madrid, Castalia, 1976, E, pp. 525-580.!5 Citamos por la edición de A. Reise, Leipzig, Bibliotheca Teubneriana, 1873 (reedición Stuttgart,1973).

LOS ENIGMAS DEL DE ESCOBAR Y J.GONZÁLEZ DE LA TORRE 57

puesto que la persecución de Apolonio por Antíoco descubierto en su incesto generará laperegrinación de éste, con todos sus avatares. Y exactamente igual sucederá en el capítulo 153 delos Gesta romanorum, en el Libro de Apolonio, y en la patraña once de Timoneda, aunque en estaúltima versión varía el contenido del enigma16.

Y la sucesión de enigmas -diez en total (XLII-XLIII)- propuestos por Tarsia, y resueltos porApolonio, constituirá la catástasis de la acción en la Historia Apollonii Regís Tyri, ya que lo quele seguirá (Apolonio, tras haberse deleitado con los enigmas, desea llorar sus penas) será lalamentación de Tarsia de sus degracias, y el reconocimiento en ella de su hija por Apolonio(XLIV-XLV), es decir, el desenlace de la obra, completado por los acontecimientos que seguiránhasta el finis definitivo.

Los diez enigmas mencionados de la Historia Apollonii Régis Tyri, que proceden de losAenigmata Symphosii17, aparecen reducidos a tres en el relato de los Gesta, se reproducen en sutotalidad en el Libro de Apolonio, y no figuran, en cambio, en la patraña de Timoneda.

Papel esencial en la prótasis y la catástasis de la acción tienen, igualmente, tres enigmas de lapatraña catorce de El Patrañuelo, sólo que, en este caso, son los mismos enigmas, planteados alcomienzo por el rey, para confirmar o destituir al abad, y resueltos por el cocinero de éste alfinali».

El enigma motivo importante presente en la acción conforma el subtipo l.b.3., y se da en elEdipo rey de Sófocles, donde la resolución del enigma de la esfinge por parte de Edipo19 -aunqueno tenga propiamente valor de leitmotiv- aparece aludido en ocho pasajes (vs. 35-39; 130-131;390-399; 439-443; 499-511; 689-696; 1198-1204, y 1524-1525), en la mayor parte de los cualesse pone de relieve la ciencia adivinatoria de Edipo.

Y el enigma tema de la acción es ya el último subtipo de la l.b., el l.b.4. Lo constituye,con trasfondo del género simposíaco, sobre todo de Ateneo, El banquete de las sabios (X, 448 yss.), el Dialogas qui inscribitur Aenigma, de Jacobo Pontano20.

Dejada ya la primera de las formas de consignación literaria del enigma, pasamos a la segunda,la de las colecciones de enigmas. El número de enigmas recogido en éstas hace que su importanciasea mucho mayor que la del enigma operativo en la obra literaria. Debemos dejar claro, sinembargo, que no son, en absoluto, dos mundos separados, ya que, de un lado, enigmas de lascolecciones han pasado a la acción de obras literarias (acabamos de verlo en la Historia Apollonii

16 No entramos aquí en la complicada cuestión de las fuentes de las versiones castellanas de la historia deApolonio, a la que tanto se ha dedicado la crítica.17 Los lugares concretos pueden verse en la citada edición de A. Reise.18 La patraña desarrolla el cuento de «El rey y el abad», muy difundido en la literatura folklórica (tipo 992del catálogo de Anlti Aarne-Thompson, The Types of the Folktcde, Helsinki, 1964 -apud MaximeChevalier, Cuentos españoles de los siglos XVI yXVil, Madrid, Taurus, 1982, p. 348, anotaciones 36).Aurelio M. Espinosa, Cuentos populares españoles, Madrid, C.S.I.C., 1946-1947, n, pp. 101-111,demostró que la patraña de Timoneda procede de la tradición oral (Apud Maxime Chevalier, «Laemergencia de la novela breve», en Homenaje al profesor Antonio Vilanova, Barcelona, Universidad deBarcelona, 1989, pp. 157-165; p. 157).19 El enigma de la esfinge, con su solución, puede verse, de entre las fuentes antiguas, por ejemplo, enApolodoro, Biblioteca, HT, 5, 8. En nuestro Siglo de Oro constituye una pregunta de Juan de Mena alMarqués de S antillana -que da la oportuna respuesta-, en el Cancionero General de Hernando del Castillo,ed. facsímile de Rodríguez Moñino, 1958, ff. 150v°-15lr°.20 Se publicó en Aenigmatographia, ediciones citadas.

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Regís Tyrf), y, de otro, enigmas de éstas han integrado después el corpus de colecciones. Dado quelo que nosotros vamos a estudiar, en la línea de una tradición clásica, medieval y humanística, sondos colecciones de enigmas de nuestro Siglo de Oro, debemos pasar revista primero, con un ciertodetenimiento, a las colecciones de enigmas de la Antigüedad, la Edad Media y el Humanismo.

I. COLECCIONES DE ENIGMAS CLÁSICAS, MEDIEVALES Y HUMANÍSTICAS

A) COLECCIONES CLÁSICAS

Colección de la Antología griegaAunque en el libro IX de la Antología griega aparecen algunos enigmas (por ejemplo, el 12121,

sobre el jacinto), lo que podemos estimar como colección de la Antología griega es el conjunto deenigmas que se recogen en el libro XIV22. En dicho libro, entremezclados con composiciones deproblemas de aritmética, oráculos y juegos literarios, figuran una cuarentena aproximada deenigmas, que no constituyen propiamente, no obstante, colección en sí, en cuanto a agrupaciónindependiente23. Además de las ediciones griegas de la Antología griega (la primera de las cuales esun incunable de Florencia, 1494, al que siguieron nueve ediciones en el siglo XVI24) circularon,sin duda, entre los siglos XV y XVI, traducciones latinas manuscritas, y quizá hubo también algunacastellana.

Los enigmas de la Antología griega no llevan lema, ni indicación alguna sobre su solución,pero están prácticamente todos resueltos: la Antigüedad nos ha transmitido a menudo la soluciónen escolios o notas marginales de los manuscritos, y los eruditos modernos han descifrado lamayoría de los que habían quedado sin solución. De la mayor parte, de otro lado, se desconoce elautor, y sólo el 101 es, con seguridad, de autor conocido, ya que es el famoso de Cleóbulo del año.

En la métrica predominan el dístico elegiaco -algunas composiciones se reducen a un sólodístico- y el hexámetro, pero también hay otros metros. La temática se reparte, sobre todo, entreobjetos y personajes mitológicos, teniendo también su puesto conceptos abstractos, árboles yfrutos, y otros temas. Cabe destacar, como tema un poco sofisticado, el de los enigmas 23 y 36, elpescado cocido. Algunos temas se repiten: el que acabamos de citar, la lavativa (29 y 55), el día yla noche (40 y 41), y el espejo (56 y 108).

Mayoritariamente los enigmas están formulados en primera persona (es decir, habla el seroculto en el enigma), quedando reducidos a un pequeño número los planteados en tercera persona(por ejemplo, el aludido de Cleóbulo). En el enigma 19 la tercera persona se proyecta desde lapercepción del autor, mediante eïôov («he visto»), que es, igualmente, la fórmula del enigma deCleobulina de la ventosa, ahí con planteadora conocida.

21 Citamos por la edición de Anthologie grecque. Première partie. Anthologie palatine, tome VIL Paris,Les Belles Lettres, 1957.2 2 Ibid., t. Xn, Paris, Les Belles Lettres, 1970.2 3 En el apéndice de E. Cougny a la edición de la Anthologia graeca, Paris, Firmin Didot, 1864-1877, l u ,cap. Vin , pp. 563-578, aparece una recopilación de sesenta y seis enigmas -junto a cinco problemas-distinta de ésta del libro XIV. No nos ocupamos, sin embargo, de ella, por constituir una coleccióncompletamente artificial.2 4 J. Ch. Brunet, Manuel du libraire et de l'amateur des livres, Paris, Firmin Didot, 1860-1865, I, cols.306-308.

LOS ENIGMAS DE L. DE ESCOBAR Y J. GONZALEZ DE LA TORRE 59

Aenigmata SymphosiiLa fecha más comúnmente aceptada por la crítica como de confección de la colección de

enigmas de Sinfosio es el siglo IV d-C.25. Esta colección de enigmas constituye, en realidad, laprimera con entidad de tal. Muy conocida en la Edad Media (ya hemos hablado de su aparición en laHistoria Apollonii Régis Tyri y sus derivados), fue muy editada en el siglo XVI: París, 1533(reedición, París, 1537), en edición completa; selección de enigmas, Basilea, 1563; de nuevoedición completa, Roma, 1581 (reedición, 1597 y 1607), París, 1590 (reedición, Londres, 1596 yGinebra, 1619), y Frankfurt, 1599 (reedición, Frankfurt y Jena, 1602). En el umbral del sigloXVII, en Douai, 1604, se vuelven a editar los Aenigmata Symphosii, con lema criptográfico, y losscholia y variae lectiones de Castalio26.

La colección consta de cien enigmas, precedidos de una praefatio, en la que el autor explica allector que ha compuesto los enigmas para que sirvan de entretenimiento a los comensales, enmedio de la celebración de las Saturnales.

Cada uno de los enigmas consta de tres hexámetros. La temática es variada. Sin embargo, apesar de presentar entremezclados los temas, se percibe un cierto orden, por esferas temáticas, en sudisposición dentro de la colección, ya que los enigmas de animales (veinticinco en total) vanseguidos (14-38), y lo mismo ocurre con nueve de plantas (40-48). Objetos de lo más diversoforman el porcentaje temático mayor de enigmas, un número algo mayor que el de los enigmas deanimales. A su lado se dan también otros temas: fenómenos naturales, materias y minerales, etc.

Algunos de los temas de los enigmas de Sinfosio estaban ya en la Antología griega2-1,colección que, con toda seguridad, conocía el autor latino: la flauta (2 / G 14), el humo (7 / G 5),la pelota (59 / G 62), la linterna (67 / G 47), el espejo (69 / G 56 y 108), el vino (83 / G 52), y elsueño (99/G 110).

También como en la Antología griega, donde había un tema sofisticado, cuatro temas deSinfosio son rebuscados: el pollo en el huevo (14), el vino convertido en vinagre (84), la mujerque paría gemelos (93), y el tuerto que vende ajos (95). Sólo un tema, en cambio, se repite dentrode la propia colección: el sílex (76 y 77).

Uno de los temas de estos Aenigmata Symphosii que más se difundirá es el de la muela demolino (51):

25 Véase Fr. Glorie, Collectiones aenigmatum merovingicae aetatis, Turnholt, Brepols, 1968 {Corpuschristianorum. Series Latina, n° 133), p. 149.2 6 También en los siglos xvm y XIX tendrán numerosas ediciones. Para todas las ediciones véase Fr.Glorie, Variae collectiones aenigmatum merovingicae aetatis (Pars altera), Turnholt, Brepols, 1968{Corpus christianorum. Series latina, n° 133A, pp. 616-618). Nosotros citamos por esta edición.2 7 Siempre que hablemos de temas coincidentes entre colecciones, nos referimos a que el tema esexactamente el mismo, es decir, sin añadido de especificación alguna que suponga diferenciación, niconformación temática con otros seres. Sólo muy esporádicamente, sobre todo en las colecciones deEscobar y González de la Torre, ampliaremos las relaciones. Utilizaremos las siguientes abreviaturas:

A: Aenigmata Adhelmi Laut: Aenigmata LauterbachiiB: Aenigmata Bonifatii Lo: Aenigmata LorichiiEu: Aenigmata Eusebii Se: Aenigmata ScaligeriEs: Las cuatrocientas respuestas (Escobar) Sy: Aenigmata SymphosiiG: Antología griega Ta: Aenigmata TatuiniI: Aenigmata lunii Tu: Aenigmata «Tullii»Laur: Aenigmata Laureshamensia V: Versus de nominibus litterarum

Las cifras entre paréntesis, salvo indicación contraria, remiten a los números de los enigmas en cadacolección; la numeración es nuestra para Lo y Se.

60 MARÍA PILAR CUARTERO SANCHO Criticón, 56,1992

Mo la Ambo sumus lapides, una sumas, ambo iacemus.Quant piger est unus, tam est non piger et alter:Hic manet inmotus, non desinit Ule moveri.

Noventa y tres enigmas de la colección están formulados en primera persona, y únicamentesiete (12, 29, 62, 72, 79, 95 y 96) en tercera. Todos se resuelven mediante un lema, que va ennominativo.

B) COLECCIONES MEDIEVALES

Aenigmata «Tullii»Esta colección, más comúnmente llamada Aenigmata Bernensia, pero igualmente conocida

como Quaestiones aenigmatum rhetoricae artis y Aenigmata quaestionum artis rhetoricae,constituye un conjunto de sesenta y cuatro enigmas en total, en unidades de seis hexámetrosrítmicos2». La fecha de composición de la colección estimada como más probable es el siglo Vu2*,y permaneció manuscrita hasta el siglo XIX30.

Objetos de lo más variado, y plantas, árboles y frutos, se reparten el porcentaje temático mayorde los enigmas de «Tulio» (dieciséis y quince enigmas, respectivamente), siendo tema de losrestantes enigmas diversos productos naturales, elementos del firmamento, fenómenos naturales...Sólo esporádicamente se suceden dos o tres enigmas de la misma esfera temática.Proporcionalmente al número de sesenta y cuatro enigmas, son bastantes los temas que se repitendentro de la propia colección: la rosa (34 y 52), el hielo (38 y 42), el sol (55,56 y 57), la luna (58y 59), y el vino (50 y 63).

Y son casi una cuarta parte de la colección los temas que ya estaban en Sinfosio: la muela demolino (9 / Sy 51), la escalera (10 / Sy 78), la nave (11 / Sy 13), la vid (13 / Sy 53), la escoba(18 / Sy 80), la esponja (32 / Sy 63), la violeta (33 / Sy 46), la rosa (34 y 52 / Sy 45), el hielo(38 y 42 / Sy 10), la mano del almirez (46 / Sy 88), la lluvia (49 / Sy 9), y la sombra (61 / Sy97). A ellos hay que sumar dos temas, que, además de en Sinfosio, estaban ya en la Antologíagriega: el espejo (29 / G 56 y 108 / Sy 69) y el vino (50 y 63 / G 52 / Sy 83). Los enigmas de«Tulio» comparten tres temas más con la colección griega: la lámpara (2 / G 53), el olivo (14 / G37) y la cera (19 / G 45).

Sólo un tema de los Aenigmata «Tullii» es sofisticado, el del enigma 43: los gusanos de sedaformando vestidos de seda. Uno de los que más reaparecerán en colecciones posteriores es el de lamesa (5):

De mensa Pulchra mater ego natos dum collego mullos,Cuncus irado quicquid libens in pectore gesto,Oscula nom mihiprius qui cara dederunl.Vestibus exutam turpi me modo relinquunt;Nulli sicut mihi pro bonis mala redduníur:Quos laclaui, nudam me pede per angula versant.

28 Véase M. Manitius, Geschichte der lateinischen Literatur des Mittelalters, 3 vols., Munich 1911-1931(reimpresión 1964-1965), I, p . 193.2 9 Apud Fr. Glorie, Collectiones, éd. cit., p . 149.30 Véanse las ediciones en Fr. Glorie, Variae collectiones, éd. cit., pp. 545-546. Nosotros citamos poresta edición.

LOS ENIGMAS DEL. DE ESCOBAR Y J. GONZÁLEZ DE LA TORRE 61

Los Aenigmata Bernensia presentan la solución en un lema que, como vemos, no va ennominativo, sino en ablativo con la preposición de. El lema falta en los enigmas 47, 50 bis, 53 y54, pero la solución la da, con equivalente lema, en la edición manejada por nosotros, Fr. Glorie.Sesenta y dos enigmas están formulados en primera persona, y sólo dos (54 y 62) en tercera.

Versus de nominibus litterarumEste anónimo poema, también llamado Versus cuiusdam Scoti de alphabeto, y que incluimos

como colección de enigmas, por considerar que los veintitrés enigmas de letras que encierra le danentidad de tal, parece que fue escrito en Irlanda a mediados del siglo VII31. No se editó hasta el siglo

Consta de sesenta y nueve hexámetros. Los tres primeros se refieren, en forma enigmática, a laletra A; los tres siguientes a la B; y, así, sucesivamente, cada tres se oculta una letra del alfabeto:C, D, E, F, G, H, I, J, K, L, M, N, O, P, Q, R, S, T, V, X, Y, Z. La letra correspondiente,colocada a la izquierda del primer verso de los tres que la tienen por tema, resuelve el enigma.Dentro de los enigmas son las propias letras las que hablan en primera persona.

Aenigmata AldhelmiCon esta serie de enigmas nos hallamos ante una colección cuyo autor nos es suficientemente

conocido: Aldelmo de Malmesbury (c. 635-709), que fue abad de Malmesbury, y también obispo;y «el primer intelectual inglés, en el sentido de que es el más antiguo personaje identificado comoestudioso y como anglosajón»33. Sus Aenigmata ex diversis rerum creaturis compositaconstituyen una ejemplificación de su tratado de métrica De metris et aenigmatibus ac pedumregulis o Epistula ad Acircium. Forman un conjunto de cien enigmas en hexámetros, conalternante número de versos: predominan los de cuatro y siete versos, seguidos muy de cerca por lode cinco y seis versos. El último es un amplio enigma de ochenta y un hexámetros. Los cienenigmas van precedidos de una praefatio, en cuyos versos, en acróstico y teleóstico, se lee:Aldhelmus cecinit millenis versibus odas. De estos enigmas de Aldelmo, compuestos en el año69S34, hubo una edición en el siglo XVI, en Basilea, 1557, y cuatro en el siglo XVII: Mogunt,1601; Frankfurt, 1602; Douai, 1604 -sólo selección; y Lyón, 16873S.

Siguiendo los pasos de las colecciones de Sinfosio y «Tulio», según el propio Aldelmo da aentender (De metris, VI), la suya imita numéricamente a la de Sinfosio. Los enigmas estánenunciados todos en primera persona; y el lema resolvedor sigue, a un tiempo, el uso de las doscolecciones latinas precedentes, ya que, como en Sinfosio, va en nominativo en el encabezamientode cada enigma, y, como en los Aenigmata Bernensia, en ablativo con de en un index que antecedea la colección.

Más de una tercera parte de la temática corresponde a animales, proporción muy parecida a la delos enigmas de Sinfosio; le siguen numéricamente los más variados objetos; y sólo un poco más

31 Apud FT. Glorie, Collectiones, éd. cit., p. 151.32 Véanse las ediciones de Fr. Glorie, Variae collectiones, ed. ciL, p. 727. Nosotros citamos por estaedición.33 A. Fontán y A. Moure Casas, Antología del Latín Medieval (introducción y textos), Madrid, Gredos,1987, p. 115.3 4 Apud Fr. Glorie, Collectiones, éd. cit., p. 148.35 En los siglos XIX y XX ha habido también varias ediciones. Para todas ellas véase Fr. Glorie,Collectiones, éd. cit., pp. 364-365. Nosotros citamos por esta edición.

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de una tercera parte queda para otros temas: plantas y árboles, elementos del firmamento... Latemática religiosa aparece representada por un objeto, el ciborio (55), y por un personaje, Lucifer(81), además de traslucirse en versos sueltos de otros enigmas. No se repite propiamente ningúntema, puesto que los casos en que podría parecerlo no muestran exactamente el mismo tema: el pez(71) y el pez volador (16); el cuervo (63) y el cuervo nocturno (35).

Aldelmo, además de demostrar, por temas comunes, el ya aludido conocimiento de losAenigmata Symphosii y de los Aenigmata «Tulli», también comparte temas con la AntologíaGriega: la lira (13 / G 30) y las tablillas para escribir (32 / G 60). Uno de los temas que procede,sin duda, de Sinfosio, es igualmente sofisticado en Aldelmo: la mujer embarazada de gemelos (90 /Sy 93, la mujer que paría gemelos). El otro tema que figura en ambos autores es el fuelle (11 / Sy73). Y un tercer tema de la colección de Aldelmo se remonta a Sinfosio, pero después de reapareceren los enigmas de «Tulio»: la muela de molino (66 / Sy 51 / Tu 9). A esta última colección seremite el número mayor de temas retomados por Aldelmo: la tierra (1 / Tu 45), el viento (2 / Tu41), la luna (6 / Tu 58 y 59), los gusanos de seda haciendo cosas de seda (12 / Tu 43, los gusanosde seda formando vestidos de seda), la sal (19 / Tu 3), la abeja (20 / Tu 21), la balanza (23 / Tu53), las letras del alfabeto (30 / Tu 25), la criba (67 / Tu 17), el pez (71 / Tu 30), el sol (79 / Tu55, 56 y 57), la copa (80 / Tu 6), la palmera (91 / Tu 15), y la centella (93 / Tu 23).

El tema de la pluma (59) será uno de los temas aldelmianos de más honda fortuna en lascolecciones siguientes:

Penna Me dudwn genuit candens onocrotalus albam,Gutture qui patulo sorbet de gurgite limphas.Pergo per albcntcs directo tramite camposCandeníique viae vestigio caerula linguo,Lucida nigratis fuscans anfractibus arua.Nec satis est unum per campos pondere callem.Semita quin potius milleno tramite tendit,Quae non errantes ad caeli culmina uexit.

Aenigmata LaureshamensiaEs una colección probablemente del siglo VIü36, llamada también Aenigmata anglica. Consta

sólo de doce enigmas, y no tuvo edición hasta el siglo XK37.Para Fr. Glorie38, los Aenigmata Laureshamensia imitan, sobre todo, la colección de Aldelmo.

Sus doce enigmas, sin embargo, de variable número de hexámetros (de dos a catorce versos, conpredominio de los de siete), parecen, a nuestro entender, tener como modelo temático las trescolecciones latinas importantes anteriores, ya que, de su corto número de enigmas, comparte dostemas con Sinfosio (la nieve: 6 / Sy 11 ; el toro: 11/ Sy 32), uno con Sinfosio y los enigmas de«Tulio» (el hielo: 4 / Sy 10 / Tu 38 y 42), otro con los enigmas de «Tulio» (la castaña: 7 / Tu48), y tres con Aldelmo (el agua: 3 / A 29; la cuba de vino: 5 / A 78; la pluma: 9 / A 59).

Los cuatro primeros enigmas y los tres últimos están enunciados en primera persona. De losrestantes, que lo están en tercera, dos ofrecen una fórmula de presencia del anónimo autor delenigma, una de las cuales equivale al eîôov griego: vidi (6), siendo la otra la misma en presente:video (8). El lema resolvedor de los enigmas va en ablativo con de.

3 6 Apud Fr. Glorie, Collectiones, éd. cit., p. 148.37 Véase Fr. Glorie, Collectiones, éd. cit., p . 346. Nosotros citamos por esta edición.3 8 Apud Fr. Glorie, Collectiones, éd. cit., p. 148.

LOS ENIGMAS D E L DE ESCOBAR Y J.GONZÁLEZ DE LA TORRE 63

Aenigmata BonifatiiDe los enigmas del obispo Bonifacio, cuyo título es De virtutibus et vitiis, desconocemos la

fecha de composición, pero son, con seguridad, posteriores a Aldelmo, puesto que las obras de esteautor, según indica Fr. Glorie39, constituyen sus principales fuentes, como lo evidenciansintagmas léxicos. Estos Aenigmata no se editaron hasta el siglo XIX40.

Veinte versos de introducción dan paso a los diez enigmas d&De virtutibus, que cierran seis deepílogo. Con marcado tinte cristiano, y planteados en primera persona, esos diez enigmas, devariado número de hexámetros (entre nueve y veinticinco), tratan en su totalidad de conceptosabstractos: la verdad (1), la fe católica (2), la esperanza (3), la misericordia (4), la caridad (5), lajusticia (6), la paciencia (7), la paz cristiana (8), la humildad cristiana (9) y la virginidad (10).

Siguen, a continuación, los diez enigmas de De vitiis, también con variable número dehexámetros (entre diez y sesenta y siete), e igualmente formulados en primera persona. Antitéticosconceptos abstractos a los tratados en De virtutibus constituyen su temática: la negligencia (1), lairacundia (2), la pasión (3), la soberbia (4), la crápula (5), la embriaguez (6), la lujuria (7), laenvidia (8), la ignorancia (9) y la vanagloria (10).

La solución de cada uno de estos amplios enigmas de Bonifacio la dan los habituales lemas, enablativo con de, y se lee, a la vez, en correspondientes acrósticos.

Aenigmata TatuiniLos cuarenta aenigmata de Tatuino, anteriores al año 731, se nos han transmitido en dos

códices junto con los Aenigmata Eusebii, que son sesenta. La suma de ambas colecciones legadasconjuntamente da, así, un total de cien enigmas, es decir, el número de enigmas de las coleccionesde Sinfosio y Aldelmo41. En opinión de M. Manitius42, Tatuino no conoció los enigmas deSinfosio, sino que imitó los Aenigmata «Tulli», pero no compartimos el parecer del docto críticoen este punto. M. Manitius43 considera, de otro lado, que los enigmas de Bonifacio fueron fuentede Tatuino y Eusebio, más bien que al contrario; y estima, asimismo, que Tatuino y Eusebioutilizaron a Aldelmo. Los Aenigmata Tatuini no se editaron hasta el siglo XIX44.

Dos hexámetros iniciales preceden a los cuarenta enigmas, de variado número de hexámetros(más de la mitad tienen cinco versos, casi una cuarta parte cuatro...), y cuatro hexámetros finalescierran la serie.

Con lema resolvedor en ablativo con de, y todos formulados en primera persona, estos enigmasde Tatuino presentan una temática en la que predominan objetos variados -algunos cristianos: elaltar (8), la cruz de Cristo (9) y la patena (12)- y conceptos abstractos. Ocupan entre unos y otrosla mitad de la colección. De la diversificada temática que conforma la otra mitad, cabe destacar,aunque está representada por un solo enigma, la de cuestiones gramaticales: la preposición de doscasos (16). La aguja (11) y la aguja de bordar (13), y los ojos (18) y los ojos con estrabismo (19),son dos parejas de temas en relación. La caridad (14), por su parte, aparecía con la esperanza y la feen otro enigma (2).

3 9 Apud Fr. Glorie, Collectiones, éd. cit., p. 275.4 0 Véanse las ediciones en Fr. Glorie, Collectiones, éd. cit., p. 277. Nosotros citamos por esta edición.4 1 Apud M. Manitius, op. cit.. I, p. 206 y Fr. Glorie, Collectiones, éd. cit., p. 147.42 Apud M. Manitius, op. cit., I, p. 206.4 3 Op. cit., pp. 205-206.4 4 Véanse las ediciones en Fr. Glorie, Collectiones, éd. cit., p. 166. Nosotros citamos por esta edición.

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Tatuino conocía, sin duda, las colecciones latinas de enigmas precedentes, al menos lasimportantes, ya que comparte temas con ellas, motivo por el que abonamos los citados juicios deM. Manitius, salvo su anotación de que Tatuino desconocía la colección de Sinfosio.

Los temas que derivan de las colecciones anteriores en los Aenigmata Tatuini son lossiguientes:

- de Sy: la campanilla (7 / Sy 81), la aguja (11 / Sy 55) y la saeta (32 / Sy 63);- de Tu: el pergamino (5 / Tu 24), la mesa (29 /Tu 5) y el sol (40 / Tu 55, 56 y 57);- de Tu y A: las letras (4 / Tu 25 / A 30), la centella (31 / Tu 23 / A 93) y la criba (36 /Tul! IA 67);- de A: el fuego (33 IA 44) y la piedra de amolar (39 / A 27);- de A y Laut: la pluma (6 / A 39 / Laur 9);- de B: la caridad (14 / De virt. 5), la humildad (24 / De virt. 9) y la soberbia (25 / De vit. 4).

Aenigmata EusebiiEl autor de estos enigmas, que acompañan a los de Tatuino en los códices, es Eusebio, un abad

de quien da noticias Beda, y que vivió del año 680 a aproximadamente el 75045. La colección deEusebio no se editó hasta el siglo XIX46.

Compuestos también en hexámetros, los Aenigmata Eusebii constan mayoritariamente(cuarenta y seis de ellos) de cuatro versos, pero los hay de cinco, seis... ; el más extenso tiene treceversos (56). Todos están planteados en primera persona. Su lema resolvedor va en ablativo con de.

Veinticuatro enigmas son de animales -con lo que Eusebio se sitúa en la línea de Sinfosio yAldelmo de temática zoológica abundante- y muchos de ellos van, además, seguidos. Muydiversos temas se reparten el resto de la colección, constituyendo los conceptos abstractos el grupotemático predominante. Cuatro enigmas son de tema cristiano: Dios (1), el ángel (2), el demonio(3) y la cruz (17). No se repite propiamente ningún tema, ya que siempre llevan especificaciones(por ejemplo: serpiente de agua, 41; serpiente de varios colores, 47; serpiente de dos cabezas, 49) oañadido de otros temas.

Los Aenigmata Eusebii presentan temas en común con la totalidad de las colecciones deenigmas precedentes:

- con G: el día y la noche (48 / G 40 y 41);- con G y Tu: la cera (31 / G 45/Tu 19);- con Sy: el tigre (43 / Sy 38);- con Tu: el cielo (5 / Tu 60);- con Tu y A: la tierra (6 / Tu 45 ¡A 1), la luna (11 / Tu 38 y 59 /A 6) y el pez (40 / Tu 30 / A 71);- con Tu, A y Ta: las letras (7 ¡Tu 25 /A 3O/7a 4);- con Tu y Ta: el sol (10 / Tu 55, 56 y 57 / Ta 40) y el pergamino (32 /Tu TAITa 5);- con V: la letra X (14 / V 61-63), la letra V (19 / V 58-60) y la letra I (39 / V 25-27);- con A: el demonio (3 ¡A 81, Lucifer), la candela (28 IA 52), el dragón (42 /A 24), la cigüeña (56 /

A 31) y el avestruz (57 / A 42);- con A, Laur y Ta: la pluma (35 / A 59 / Laur 91 Ta 6);- con Laur: el hombre (4 / Laur 1) y la tinta (30 /Laur 12).

De los Aenigmata Bonifatii, por último, proceden, sin duda, los enigmas 18 (la iniquidad y lajusticia I De virt. 6, la justicia) y 27 (la humildad y la soberbia I De virt. 9, la humildad cristiana;De vit. 4, la soberbia).

45 Apud Fr. Glorie, Collectiones, éd. cit., p. 146.46 Véase Fr. Glorie, Collectiones, éd. cit., p. 210. Nosotros citamos por esta edición.

LOS ENIGMAS DEL. DE ESCOBAR Y J. GONZÁLEZ DE LA TORRE 65

C) COLECCIONES HUMANÍSTICAS

Aenigmata LoriehiiLos enigmas de Juan Lorich, cuyo título es Aenigmatum libri III, abren el panorama de las

colecciones de enigmas humanísticas. Su primera edición es de Frankfurt, 1528, y a ella lesiguieron, en pocos años, tres más: Frankfurt, 1540, 1544 y 154547.

Consta de ciento quince enigmas, mayoritariamente en dístico elegiaco desde un sólo dísticohasta doce (75), pero con enigmas en hexámetro intercalados -tres de ellos se reducen a un únicohexámetro-, y una composición en estrofas sálicas (58). También la formulación de los enigmases variada: la mayor parte están redactados en tercera persona (sólo dieciséis van en primera). Esatercera persona ofrece la particularidad, sin embargo, de que la mitad aproximada de sus enigmas noson enunciativos, sino interrogativos. Es decir, retomando el enigma de pregunta -con la fórmulavirgiliana dic, sobre todo, una cuarentena de enigmas de Lorich se plantean como interrogación. Lapregunta casi siempre aparece introducida por la fórmula dic mihi; mihi dic, o simplemente dic(también se encuentra sin ella o con otras), que acostumbra a colocarse al comienzo del enigma,pero que, asimismo, puede leerse en el último verso del mismo. Este paso a enigma de coleccióndel enigma interrogativo -figuraba éste esporádicamente en el enigma operativo en la obra literariadesde la Vida de Esopo, cuando en las colecciones clásicas y medievales la totalidad de los enigmaseran enunciativos (en ellos, la interrogación, cuando aparecía, únicamente tenía papel de figuraretórica, sin afectar para nada a la proyección del enigma- constituye una innovación de Lorichdigna de ser tenida en cuenta. De los enigmas en tercera persona enunciativos dos tienen suplanteamiento desde la perspectiva del autor, mediante la fórmula vidi (38) y vidimus (64), laprimera de las cuales se remonta al eîôov griego, y se hallaba ya en los AenigmataLaureshamensia, siendo la segunda, obviamente, la misma en plural. Los lemas resolvedores -conpresencia del griego- van en nominativo, y, al igual que en la mayoría de las coleccionesanteriores, los hay que muestran temas sofisticados: Pilatos concediendo el cuerpo de Cristo a José(24), la doncella encinta y lactante (36) y la yema del huevo con clara (70).

La colección de Lorich se inicia con una treintena de enigmas de temática religiosa, en los quepredominan como tema los personajes bíblicos. Después ya no reaparecerá la temática religiosa, yalternarán variados temas, predominando los objetos, conceptos abstractos y animales. Se repitenbastantes temas, y, además, seguidos: Adán, el primer hombre (6,7,8), el arca de Noé (12,13), laquijada leonina de Sansón (18, 19), un objeto hecho de cobre (45, 46), la veleta (47, 48), lacigüeña (49, 50), el cuclillo (51, 52), el caracol o tortuga (58, 59), la nave (60, 61), el río (62,63), la encina (71, 72), la pluma (81, 82) y la vejez (109, 110, 111). Otros varios enigmaspresentan temas en relación.

Esta primera colección humanística comparte temas con todas las colecciones clásicas ymedievales:

- con G: el año (40 / G 101);- con G y Sy: el sueño (104 / G 110 / Sy 99);- con G, Sy y Tu: el espejo (101 / G 56 y 108 / Sy 69 / Tu 29);- con Sy: el ratón (56 / Sy 25);

47 Aldo Santi, Bibliografía della enigmistica, Florencia, Sansoni, 1952, 13-16. Se reeditaron enAenigmatographia. Nosotros citamos por la edición de 1599. Los enigmas no van numerados en laedición.

66 MARÍA PILAR CUARTERO SANCHO Criticón, 56,1992

- con Sy y Tu: la nave (60 y 61 / Sy 13 / Tu 11) y la sombra (43 / Sy 97 / Tu 61);- con Sy y A: el fuelle (97 / Sy 73 / A 11);- con Tu: la ratonera (95 / Tu 40) y el huevo (69 / Tu 8);- con Tu y A: la abeja (54 ¡Tullí A 20);- con 7u, A, Ta y Eu: las letras (84 / Tu 25 / A 30 / 7a 4 /Eu 7);- con Tu, Ta y Eu: el sol (66 / Tu 55,56 y 57 / Ta 40 / Eu 10);- con V: la letra M (86 / V 34-36) y la letra Y (87 / V 64-66);- con A: la caldera (96 / A 49);- con A y ¿aur: la cuba de vino (75 / A 78 / Laar 9);- con A, Laur, Ta y Eu: la pluma (81 y 82 / A 59 / Laur 9 I Ta 6 / Eu 35);- con A y Ta: la piedra de amolar (93 I AIT I Ta 39);- con A y Eu: la cigüeña (49 y 50 / A 31 / Eu 56);- con Laur y Eu:éi hombre (107 /Laur 1 /Eu 4);- con 5 : la virginidad (108 / De virt. 10);- con Ta: Adán (6, 7 y 8 ¡Ta 22) y los rayos del sol (39 /Ta 40);-con Eu: Dios (1/Eu 1).

Como muestra del enigma interrogativo de Lorich, por último, podemos ver un breve enigma(30), cuyo tema, la mente y el pensamiento del hombre, reaparecerá en colecciones siguientes:

Mens et cogitatio hominisDic mihi paucis quaeuis loca permeet horis,Quicquid Sol oriens conspicit atque cadcns.

Aenigmata ScaligeriEl conocido humanista Julio César Escalígero es autor de una importante colección de

enigmas. Sus Aenigmata no se publicaron hasta 1574, en Poemata in duas partes divisa, s. I.48,pero con toda probabilidad circularían en copias manuscritas desde su composición por parte delhumanista (Escalígero vivió entre 1484 y 1558). Hubo otra edición en 1591, s. I.49, y NicolásReusner los reeditó en Aenigmatographia50.

La colección de Escalígero consta de ciento cuarenta y cuatro enigmas en dísticos elegiacos,con variable número de dísticos: sesenta y uno, de dos dísticos; cuarenta, de tres; y el resto de undístico, cuatro, cinco, seis, o trece (el 96 sólo). Precede a los enigmas una breve Praefatio adlectorem, en la que, en cinco dísticos, Escalígero dice ofrecer en sus enigmas temas seriosmezclados con bagatelas. Cierran la colección cuatro dísticos finales: su contenido es la tópicaexcusa de la necesidad de no tratar siempre temas serios.

Los ciento cuarenta y cuatro enigmas van encabezados por los correspondientes lemassolucionadores de los mismos, en nominativo. Muchos de los enigmas, no obstante, llevan,además, notas reveladoras de los elementos encubiertos en ellos, prodecimiento de ayuda pararesolver el enigma que aparecía tímidamente en la colección de Lorich. Algo más de la mitad de losenigmas están planteados en primera persona; el porcentaje de las formulaciones en tercera es,pues, muy aproximado. Unos y otros son enunciativos.

La temática de la colección se inclina, en alta proporción, por los más variados objetos,constituyendo éstos el tema de casi la mitad de los enigmas de la misma. El resto es ya muy

4 8 J. Ch. Brunet, op. cit., V, col. 179.4 ' Aldo Santi, op. cit., 112.5 0 Aldo Santi, op. cit., 168. Nosotros citamos por la edición de 1599. Los enigmas no van numerados enla edición.

LOS ENIGMAS DEL DE ESCOBAR Y J.GONZÁLEZ DE LA TORRE 67

diverso: conceptos abstractos, fenómenos naturales, productos naturales, animales, etc. Elrebuscamiento de algunos temas es también en estos Aenigmata de Escalígero elevado: se puedencitar la luna hablando al sol (37) y la mujer durmiendo entre el marido y el amante (95), como losmás representativos. Cuatro enigmas presentan temas religiosos: Dios (3); Jonás en el vientre dela orea (23); los monjes (79 y 135), tema éste que el humanista trata satíricamente51. Junto conlos monjes se repiten once temas más: el enigma (1, 144), el fuego (12, 119), el sepulcro (34,134), la ventosidad (61,108), el horno (63,76), la bolsa del dinero (67,99), el anillo (69,123), elerizo de mar (71, 140), el huerto (76, 121), la lengüeta del calzado (82, 137) y el viento (103,106).

Muchos son los temas clásicos y medievales retomados por Escalígero, quien demuestraconocer bien -con excepción de los Versus de nominibus litterarum- las colecciones anteriores,incluida la humanística de Lorich. Los temas que proceden de ellas son los siguientes:

- de G: la esfinge (2 / G 63);- de G y Sy: la pelota (48 / G 62 / Sy 59);- de G, Sy, Tu y Lo: el espejo (49 / G 56 y 108 / Sy 69 / Tu 29 / Lo 101 );- de G, Sy y Lo: el sueño (104 / G 110 / Sy 99 / Lo 104);- de G y Eu: el día y la noche (131 / G 40 y 41 / Eu 48);- de Sy: el pozo (19 / Sy 71), el cristal (26 / Sy 68), la tortuga (32 / Sy 20), el sepulcro (34 y 134 /

Sy 100), la teja (35 / Sy 6), la harina (40 / Sy 52), el ancla (41 / Sy 61), el dado (50 / Sy 91), lasierra (53 / Sy 60), la lluvia (74 / Sy 9), el puente (125 / Sy 62) y la rueda (138 / Sy 79);

- de Sy y Tu: la esponja (44 / Sy 63 / Tu 32) y la lluvia (74 /Sy9/Tu 49);-áe.Sy,TuyA: la muela de molino (83 I Sy 51 /Tu 9/A 66);- de Sy, Tu y Laur: el hielo (24 / Sy 10 / Tu 38 y 42 / Laur 4);- de Sy, A y Lo: el fuelle (91 / Sy 73 / A 11 / Lo 97);-deSyy Laur: la nieve (17 / Sy 11/ Laur 6);- de Sy y Ta: la aguja (39 / Sy 55/Ta U);- de Tu: el papel (22 / Tu 50 bis);- de Tu y A: la sal (72/Tu3/A 19), la balanza (73 /Tu 53/A 23) y el viento (103 y 106 / Tu 41 / A

2);- de Tu, A y Ta: la criba (89 / Tu 17 / A 67 / Ta 36);- de Tu, A y Eu: el pez (118 /Tu 30/A 71 /Eu 40);- de Tu y Ta: la mesa (46 / Tu 5 / Ta 29);-deTu,Ta,EuyLo: el sol (11 /Tu55, 56y 57/Ta40/Eu 10/Lo 66);- de A: la naturaleza (4 / A 4), el hado (6 / A 7), la lima (28 /A 21), el arco iris (87 / A 5), la

comadreja (93 / A 82) y el cangrejo (115 IA 37);- de A y Laur: el agua (13 / A 29 / Laur 3);- de A y Ta: el fuego (12 y 119 I AU ¡Ta 33);- de A, Laur, Ta, Eu y Lo: la pluma (143 /A 59/ Laur 9 I Ta 6 /Eu 35 I Lo 81 y 82);- de A y Eu: la candela (97 /A 52/Eu 28);- de Laur y Eu: la tinta (70 / Laur 12 / Eu 30);- de B: la esperanza (10 / De virt. 3) y la verdad (105 / De virt. 1);- de Ta: el carbón (36 / Ta 38) y el yunque (55 / Ta 28);- de Eu: la casa (111 / Eu 20);- de Eu y Lo: Dios (3/Eul/Lo 1);- de Lo: el reloj (52 / Lo 42), la albarda (64 / Lo 99) y el órgano (80 / Lo 79).

S1 Ambos enigmas aparecen completamente tachados en el ejemplar 3/4849 de la Biblioteca Nacional deMadrid. Se leen, en cambio, en el 7/11446.

68 MARÍA PILAR CUARTERO SANCHO Criticón, 56,1992

Aenigmata luniiLa primera edición del Aenigmatum libellas de Adriano Junio es de Amberes, 1565. Hay otra

edición de la misma ciudad y año; y otras dos, también de Amberes, 1569 y 1575S2.La no muy extensa colección de Adriano Junio (cuarenta y cuatro enigmas, pero en realidad

cuarenta y seis, puesto que el primero y el último ofrecen dos versiones) va precedida de unadedicatoria a Arnold Rosenberg. Dicha dedicatoria consta de diecinueve dísticos elegiacos, dentro delos cuales se hace una relación de los cuarenta y cuatro temas de los enigmas. Como en lacolección de Lorich, en esta de Junio se mezclan el dístico elegiaco y el hexámetro, conpredominio del primero, y la mayoría de los enigmas compuestos en él están reducidos a dosdísticos o a uno sólo. Siete enigmas aparecen formulados en tercera persona; el resto, lógicamente,en primera. En su totalidad son enunciativos. Los lemas resolvedores van en nominativo. Las dosversiones que muestran los enigmas 1 y 44 hace que sus respectivos temas, la pluma y la picazón,sean temas repetidos. Sin ningún tema sofisticado, y con ligero predominio de la temática deanimales (nueve enigmas), se puede decir que todos los temas están presentes en tan exiguacolección: objetos, conceptos abstractos, frutos, etc. El enigma 8 es de tema cristiano: Jesús.

La mayoría de los temas de los Aenigmata lunii estaban ya en las colecciones precedentes (nose percibe, sin embargo, ningún eco de los Versus de nominibus litterarum):

- en G, Sy y Tu: el vino (10 / G 52 / Sy 83 / Tu 50 y 63);- en G, Sy y Se: la pelota (33 / G 62 / Sy 59 / Se 48);- en G, Tu y Eu: la cera (40 / G 45 / Tu 19 / Eu 31 );- en Sy: el eco (7 / Sy 98), la rana (16 / Sy 19), la araña (20 / Sy 17), el caracol (26 / Sy 18), el

murciélago (34 / Sy 28) y el sílex (36 / Sy 76 y 77);-enSy.TuyLo: la nave (29 / Sy 131 Tu 11I Lo 60 y 61);- en Sy, Tu y Se: la esponja (3 J Sy 63 / Tu 32 / Se 44);- en Sy y Laur: el toro (14 / Sy 32 / Laur 11);- en Sy, Laur y Se: la nieve (2 / Sy 11 / Laur 6 / Se 17);- en Sy y Se: el cristal (12 / Sy 68 / Se 26);

l- en Tu y Laur: la castaña (13 / Tu 481 Laur 7);- en Tu, Ta, Eu y Lo: el sol (39 / Tu 55, 56 y 57 / Ta 401 Eu 10 / Lo 66);- en Tu y Se: el papel (31 / Tu 50 bis / Se 22);- en A: el perro (38 / A 10);- en A, Laur, Ta, Eu, Lo y Se: la pluma (1 / A 59 I Laur 9 / Ta 6 / Eu 35 I Lo 81 y 82 / Se 143);- en A, Ta y Lo: la piedra de amolar (43 IA 211 Ta 39 I Lo 93);- en A, Ta y Se: el fuego (6 / A 44 / Ta 33 / Se 119);- en A y Se: el cangrejo (21 / A 37 / Se 115);- en Lo: Cristo (8 / Lo 3);- en Se: la campana (25 / Se 38) y el peine (35 / Se 75).

Tres de esos temas habían sido tratados en Las cuatrocientas respuestas a otras tantas preguntasde fray Luis de Escobar, Valladolid, 1545: el peine (354), el vino (359) y la pluma (397). QuizáJunio conocía también esta colección castellana, de la que en seguida nos vamos a ocupar, ya queel enigma 366 de ella, cuyo tema es el sombrero, podría haber inspirado a Junio el 28 de sucolección, el gorro, tema no tratado por las colecciones precedentes.

S2 Aldo Santi, op. cit., 69-71 y 80. El Aenigmatum libellus se reeditó en Aenigmatograhia. Nosotroscitamos por la edición de 1599.

LOS ENIGMAS DE L. DE ESCOBAR Y J. GONZALEZ DE LA TORRE 69

Aenigmata LauterbachiiLa primera edición de los enigmas de Juan Lauterbach es de Estrasburgo, 158953. El título de la

obra es Aenigmatum liber singularis.La colección de Lauterbach consta de ciento veinte enigmas, que están dedicados a distintos

personajes. Con excepción de diez, compuestos, unos en senarios yámbicos, y otros en falecios, elresto van metrificados en dísticos elegiacos, oscilando el número de dísticos de cada uno entre dosy once. La sucesión de los ciento veinte enigmas y sus salteadas dedicatorias se cierra con dospoemas, el primero de diez dísticos, y el segundo de nueve, que recogen, en forma de índice, lostemas de los enigmas. La formulación de los enigmas es en primera persona, salvo seis,planteados en tercera. De estos últimos dos son interrogativos, introduciendo la fórmula Dic uno(17), y ella misma, con el añadido de mihi, el otro (1). Los lemas resolvedores se sirven delnominativo. Únicamente uno muestra un tema sofisticado: María siempre virgen (20). Sólo trestemas se repiten: el amor (33 y 71), el fuego (44 y 45) y la mente (56 y 114). El predominiotemático se lo reparten, en forma bastante proporcional, conceptos abstractos, objetos y personajes-siete de éstos son bíblicos-, ocupando entre los tres campos temáticos una cincuentena deenigmas; luego van tras ellos, numéricamente, los enigmas de animales (doce); y después enigmasde muy variados temas: fenómenos naturales, flores y frutos, órganos y partes del cuerpo, etc.

Son muchos los temas de Lauterbach que su colección comparte con las anteriores (aunqueninguno tampoco con los Versus de nominibus litterarum): prácticamente la mitad. Los temas sonlos siguientes:

- con G, Sy, Tu, Lo y Se: el espejo (69 / G 56 y 108 / Sy 69 / Tu 29 / Lo 101 / 5c 49);- con G, Sy, Lo y Se: el sueño (26 / G 110 / Sy 99 / Lo 104 / Se 104);- con Sy: la mirra (11 / Sy 48), la cebolla (19 / Sy 44), el centauro (38 / Sy 39), el punzón para

escribir (78 / Sy 1), el erizo (94 / Sy 29), el dado (103 / Sy 91), el lobo (115 / Sy 33) y la grulla(116/S>26);

- con Sy y Tu: la escoba (88 / Sy 80 / Tu 18);- con Sy, Tu, A y Se: la muela de molino (113 / Sy 51 / Tu 9 / A 66 / Se 83);- con Sy, Tu y Lo: la sombra (67 / Sy 97 ¡Tu 61 / Lo 43);- con Sy ,Tu,LoyI: la nave (49 / Sy 13 /Tu 11 / Lo 60y 61 / / 29);- con Sy, A, Lo y Se: el fuelle (55 / Sy 73 / A 11 / Lo 97 / 5c 91);- con Sy y Ta: la saeta (76 / Sy 63 / Ta 32);- con Sy, Ta y Se: la aguja (841 Sy 551 Ta 11/ Se 39);- con Sy y Se: el puente (5 /Sy 62/ Se 125), la sierra (6 / Sy 60 / Se 53) y el sepulcro (7 / 5y 100 / Se

34 y 134);- con Syyl: el caracol (10 /Sy 18 / / 26), la araña (15 /Sy 11/120) y el eco (23 /Sy 98 / / 7);- con Tu: la concha (90 / Tu 47) y la miel (119 / Tu 20);- con Tu y A: la copa (91 / Tu 6 / A 80);- con Tu, A y Se: la sal (112 /Tu 3 /A 19 /Se 72);- con Tu, Ta, Eu, Lo y /: el sol (109 / Tu 55, 56 y 57 / Ta 40 / Eu 10 / Lo 66 / / 39);- con Tu y Eu: el cielo (97 /Tu 60/Eu 5);- con A: las nubes (32 / A 3), la noche (40 / A 97), el gallo (53 / A 26) y el carnero (66 / A 86);- con A, Laur, Ta, Eu, Lo, Se y I: la pluma (57 /A 59 I Laur 9/Ta6/Eu3S I Lo 81 y 82 /5c 143 /1

i);- con A, Laur y Se: el agua (46 / A 29 / Laur 3 / Se 13);- con A, Ta, Lo y I: la piedra de amolar (63 / A 27 / Ta 39 / Lo 93 / / 43);- con A, Ta, Se y I: el fuego (44 y 45 / A 44 / Ta 33 / Se 119 / / 6);

5 3 Aldo Santi, op. cit., 109. Se reeditaron en Aenigmatographia. Nosotros citamos por la edición de1599.

70 MARÍA PILAR CUARTERO SANCHO Criticón, 56, 1992

- con A y Se: el arco iris (99 / A 5 / Se 87);- con B: la envidia (60 / De vit. 8);- con Ta: la muerte (1 / Ta 23);- con Ta y Lo: Adán (27 / Ta 221 Lo 6, 7 y 8);-conEu y Se: la casa (82 / Eu 20 / 5c 111);- con Lo: el estómago (42 / Lo 34), la mente (56 y 114 / Lo 30, la mente y el pensamiento del

hombre), Eva (65 I Lo 9), la vejez (111 I Lo 109, 110 y 111) y la lengua (119 I Lo 31);- con Lo y Se: el reloj (18/Lo 42/Se 52);-con Lo y I: Cristo (36 / Lo 3 / / 8)- con Se: el enigma (2 / Se 1 y 144), el libro (3 / Se 101), el oro (16 / Se 25), Jonás (39 / Se 23,

Jonás en el vientre de la orea), el anillo (64 / Se 69 y 123), la colcha (85 / Se 127) y el arco (87 /Se 126);

- con Se y /: la campana (62 / Se 38 / / 25);- con 7: el mercurio (13 /117) y el pie (50 / / 32).

Nueve de estos temas habían sido tratados también en Las cuatrocientas respuestas de fray Luisde Escobar. Es posible que Lauterbach conociera, asimismo, esta colección castellana. Losenigmas a los que nos referimos son los siguientes: la sombra (334), el gallo (336), el reloj (349),la nube (356), la vejez (361), la muerte (376 y 387), la pluma (397), la aguja (399) y el espejo(400)54.

II. COLECCIONES DE ENIGMAS DE FRAY LUIS DE ESCOBAR Y JUAN GONZÁLEZ DELA TORRE

Las cuatrocientas respuestas de fray Luis de Escobar. Parte QuintaParte de las composiciones poéticas de los cancioneros castellanos de los siglos XV y XVI eran

enigmas. Planteados en forma de pregunta, la solución de esos enigmas se daba en lacorrespondiente respuesta. Guardando evidente filiación con esa presentación formal de los enigmasde los cancioneros, pero también, en lo que a la pregunta se refiere, con la de los Aenigmatumlibri III de Lorich, surge en 1545 (Valladolid, Francisco Fernández de Córdoba) la primeracolección de enigmas castellanos: la Parte Quinta (preguntas 325 a 400) de Las cuatrocientasrespuestas a otras tantas preguntas, que el ilustrísimo señor don Fadrique Enríquez, Almirante deCastilla y otras personas en diversas veces enviaron a preguntar al autor, que no quiso sernombrado, más de cuanto era fraile menor, de fray Luis de Escobar. La obra tuvo varias edicionesmás: el mismo año de 1545 hubo de ella otras dos en Zaragoza, una de Diego Hernández, y otra deJorge COCÍ; entre 1546 y 1550 Martín Nució hizo en Amberes una cuarta; y en 1550, enValladolid, Francisco Fernández de Córdoba, apareció la quinta55.

El autor, que sólo tópicamente pretende quedar en el anonimato, es fray Luis de Escobar, yaque, según señala A. Palau56, su nombre consta en un acróstico de la «Invocación a la letanía»,

5 4 En Aenigmatographia se encuentran recogidos, junto a enigmas de los clásicos, otros muchosenigmas de humanistas. También allí aparecen por vez primera los Aenigmata de Nicolás Reusner,colección que no estudiamos aquí por ser posterior a las Docientas preguntas de Juan González de laTorre.5 5 Antonio Palau y Dulcet, Manual del librero hispanoamericano, Barcelona, 1948-1977, 28 vols., V,números 81064-81068. Está a punto de salir edición moderna debida a José Antonio Sánchez Paso.Nosotros citamos por la edición de Zaragoza, Diego Hernández. Cuando reproducimos texto,modernizamos la ortografía y la puntuación.56 A. Palau, op. cit., V, n° 81064. También lo señalan otros catálogos.

LOS ENIGMAS DE L. DE ESCOBAR Y J. GONZÁLEZ DE LA TORRE 71

que figura en el mismo volumen de Las cuatrocientas respuestas. El citado bibliógrafo dice leerseallí: «Fray Luis Descobar hizo esta letanya».

El verso de la portada del libro nos explicita el proceso generador de las cuatrocientas preguntasy respuestas del conjunto de la colección:

Como, entre otras loables afeciones que tenía [el Almirante don Fadrique], fuese cobdicioso de sabery estudioso en diversos libros y lenguas, enviaba muchas preguntas suyas, y algunas de otros, enmetro, al autor no nombrado, que estaba en la cama tullido de diversas dolencias; y él respondía,dirigiendo las respuestas al señor Almirante que las enviaba, y algunas veces a los autores de laspreguntas...

Los cuatrocientos binomios pregunta-respuesta quedan, así, encuadrados en el marco del Almirantey otros que preguntan y el fraile menor que responde.

En su Parte Quinta, Las cuatrocientas respuestas muestran, ya desde su primera aparienciaformal, su vinculación con las colecciones de enigmas clásicas, medievales y humanísticas, puestoque sus enigmas llevan, además de la consiguiente respuesta resolvedora, un lema inicial, al igualque todas éstas. El lema va precedido de la preposición «de», con lo que recuerda los Aenigmata«Tulli» y las otras colecciones latinas imitadoras de este procedimiento: «Del homo de la cal»(325), «Del agua ardiente» (326), «De las cuerdas de vihuela» (327)... Y las restantescaracterísticas que conformaban esas colecciones se encuentran, asimismo, en la recopilación deEscobar.

Esta parte de la obra de Escobar es, pues, independiente de las cuatro primeras (preguntas 1-324), que se incardinaban en el género de los problemas, género de poesía de preguntas yrespuestas configurado sobre el modelo de los Problemas de Aristóteles, Plutarco y Alejandro deAfrodisia57.

La Parte Quinta de Las cuatrocientas respuestas, como colección de enigmas, sólo ofrece unadiferencia con las de la tradición clásica, medieval y humanística: en sus enigmas intervienen dospersonas, y no una sola; y esa ampliación dialogística de planteador y resolvedor del enigma, dacabida a digresiones sobre el enigma por parte del que responde, Escobar.

El enigma empieza por definirse en el título de la colección:

Quinta parte de los enigmas, en la cual es de saber que enigma es la pregunta de qués cosa y cosa, quealguno hace con palabras encubiertas y escuras, para que los otros no la puedan entender sin que élmismo la declare... Y de estas tales preguntas que se llaman enigmas es toda esta quinta parte; yalgunas veces se llaman metáforas por otro nombre. (F. 121 v°),

con definición coincidente con la tradicional. Y luego habrá referencias frecuentes a él a lo largo dela colección, siempre con tinte de censura. Para Escobar es reprobable todo enigma que se puedeaplicar a varias cosas, y así lo hace notar (325, 327 y 343), puesto que «... la enigma verdadera/quien bien la sabe ordenar/ al propio se ha de aplicar,/ y ha de ser de esta manera» (343), idea en laque insiste al término de la colección (400). Pero es que, además, los enigmas carecen para él deprovecho, por lo que se queja continuamente al Almirante de que se los envíe (325, 331, 343 y400).

57 Sobre estas colecciones de Problemas véase María Pilar Cuartero Sancho, «Las colecciones deProblemas en el Siglo de Oro», en Hommage à Maxime Chevalier, Bordeaux, éditions Bière, 1991,pp. 213-235.

72 MARÍA PILAR CUARTERO SANCHO Criticón, 56, 1992

La colección de enigmas de Las cuatrocientas respuestas consta de sesenta y cinco enigmas5g,con un poco más de la mitad de los binomios pregunta-respuesta reducidos a sendas estrofas, y elresto de ellos formado por un número de estrofas más amplio, casi siempre en la respuesta -y, aveces, réplicas y contrarréplicas. La métrica de esas estrofas es variada, alternando de formabastante proporcional los metros de arte menor (quintillas, coplas reales, coplas mixtas, coplas dearte menor y redondillas abrazadas) con los de arte mayor (coplas de arte mayor y cuartetos, en sumayoría de rima abrazada). A pesar de la denominación de «pregunta», los enigmas, todos entercera persona, están planteados, ya como pregunta, ya como simple enunciado59. Dos terceraspartes son, no obstante, preguntas, que, o bien van introducidas sin fórmula alguna, o bien vanacompañadas de las fórmulas «pregunto» o «decid» (ésta con las variantes «decidme», «me decid» y«decidme, sefior», y siempre con el reflejo del dic clásico, retomado -como hemos visto- porLorien). Los enigmas de la tercera parte restante, los enunciativos, están, casi en su totalidad,proyectados desde la fórmula «vi», «yo vi», que deriva del etôov griego y del vidi de los AenigmataLaureshamensia y los Aenigmata Lorichü: son las preguntas 344,355 (nueve enigmas dentro de lapregunta), 356, 362, 380, 392, 398 y 399, con la forma «vemos» en la pregunta 396. Estafórmula «vi» presenta el enigma desde la perspectiva del enunciador del mismo. Eso hace que en lacolección de Escobar, en enigmas de los que el interrogador no es el Almirante, sino «otro», dichafórmula adopte las formas «y vio» (334 y 337) y «dice que vio» (331, 332, 335, 336, 338, 340 y342).

La temática de la colección de Las cuatrocientas respuestas es variada. Se inclina ligeramentepor conceptos abstractos, animales y objetos, pero incluye otros muchos temas: juegos, oficios,fenómenos naturales, etc. A la esfera religiosa, que parece que debería tener amplia cabida, dada lacondición de fraile menor de Escobar, sólo pertenecen cinco preguntas (328-331 y 391), si bienhay otras dos que corresponden a ella parcialemente (332 y 365) y con alguna frecuencia elcontenido del enigma sirve al resolvedor para una aplicación moralizante. Al igual que en lascolecciones clásicas, medievales y humanísticas, en esta colección castellana se encuentran temassofisticados: «la gracia de Dios engastada en el alma» (328), «un ave asada en un palo» (351), «elvino bebido sobre la bendición de la mesa» (358), «las orejas cortadas, cuando las mira eldesorejado» (367), «la hija que nace» (385), «un gentilhombre que le había lastimado un toro»(392), «la piedra que se cría en los ríñones» (394) y «la ciencia escrita en un libro» (398).Conviene destacar, igualmente, que el enigma 341 tiene por tema un apellido: Salazar.

También como en las colecciones precedentes se repiten temas en la colección de Lascuatrocientas respuestas. En tres de los casos es el mismo tema exactamente el repetido: la muerte(376 y 387), el arador (339 y 379) y la hormiga (340 y 348) y en otros cuatro se trata de temas queguardan relación pero no tiene completa identificación: «las cuerdas de la vihuela» (327) y «lavihuela» (396); «las propiedades del demonio» (329) y «el mismo demonio» (330); «las orejascortadas (335) y «las orejas cortadas, cuando las mira el desorejado» (367); «el ajedrez» (362) y«los naipes o ajedrez» (371).

En el lema se indica a veces que la pregunta o preguntas que siguen son «antiguas», noqueriéndose significar con ello otra cosa que el haber sido tratado ya el tema. La verdad es que se

5 8 El número, sin embargo, no es preciso: serían en principio, setenta y cinco (de la pregunta 325 a la400, descontando la 353, que falta), pero, ni en la pregunta 343 ni en la 384 hay enigma; y, en cambio,la 355 encierra nueve enigmas.5 9 El procedimiento estaba ya en el Cancionero castellano del siglo XV (ordenado por R. FoulchéDelbosch, ü , Madrid, 1915, Nueva Biblioteca de Autores Españoles, n° 22), y, sin duda, en otros.

LOS ENIGMAS DE L DE ESCOBAR Y J. GONZALEZ DE LA TORRE 73

aproxima a la treintena el número de los enigmas que ofrecen un tema que se encontraba ya en lascolecciones anteriores, debiéndose incluir en éstas la de Escalígero. Sin duda Escobar conocía bientodas esas colecciones, con la sola excepción (al menos en apariencia) de los Versus de nomibuslitterarum y los Aenigmata Bonifatii. No podemos asegurar, no obstante, que conociera lacolección de la Antología griega y los Aenigmata Laureshamensia. No olvidemos, de otro lado,que, a su vez, las colecciones humanísticas de Junio y Lauterbach, sobre todo la del primero,podrían vincularse con la del fraile menor.

Los temas de la colección de Las cuatrocientas respuestas que estaban ya en las coleccionesprecedentes son los siguientes:

- en G, Sy y Tu: el vino (359 / G 52 /Sy 83 / Tu 50 y 63);- en G, Sy, Tu, Lo y 5c: el espejo (400 / G 56 y 108 / Sy 69 / Tu 29 / Lo 101 / Se 49);- en Sy: la hormiga (340 y 348 / Sy 22), el goTgojo y el mosquito (352 / Sy 24, el goigojo), el

dinero (380 / Sy 92) y los azotes (390 / Sy 66); asimismo en Sinfosio se trataba el tema delsoldado del gotoso (94), que, con seguridad, es el precedente del del «hombre cojo y gotoso» dela colección de Escobar (344);

- en Sy, Tu y Lo: la sombra (334 / Sy 97 /Tu 61 /Lo 43);- en Sy, Ta y Se: la aguja (399 / Sy 55 /Ta 111 Se 39);- en Tu: los ajos (353 / Tu 51);- en Tu y Eu: el cielo (332 / Tu 60 / Eu 5);- en A: las nubes (356 / A 3);- en A,Laur, Ta, Eu.LoySc: la pluma (3971A 59 /Laur 9 ITa 6 /Eu 35 /Lo 81 y 82/Sc 143);- en A y Eu: el demonio (329 y 330 / A 81, Lucifer / Eu 3, el demonio);- en A y Se: la lima (370 / A 21 / Se 28);- e n A yLaut: el gallo (336 /A 26 /Laut 53);- en Ta: la muerte (376 y 387 / Ta 23);- en Eu: la cruz y la horca (365 / Eu 17, la cruz), y el ángel de la guarda (391 / Eu 2, el ángel);- en Lo: la mala lengua (345) y la lengua mumuradora (364 I Lo 31, la lengua), la vejez (361 / Lo

109, 110 y 111) y el pensamiento (369 / Lo 30, la mente y el pensamiento del hombre);igualmente se remonta a la colección de Lorien el tema del barbero (375), ya que el humanistalatino dedicaba dos enigmas a la barbería (77 y 78);

- en Lo y Se: el reloj (349 /Lo 42/ Se 52);- en Se: el horno de la cal (325 / Se 63 y 76, el homo), el peine (354 / Se 75) y la buena fama (381 /

Se 9, la fama).

He aquí la forma en que se plantea y resuelve en la colección de Las cuatrocientas respuestasuno de los temas «antiguos» de más solera, el de la pluma (397):

Pregunta CCCXCVII. De la péñola¿ Quién es aquella hija del bruto,sin alma, sin vida; sin seso y pasiones,que escribe secretos de los corazones,y nos los publica vestida de luto ?Ésta camina, si el campo es enjuto;y lleva el rocío como aquel vellónque en medio la era puso Gedeón,aquel que quitó del pueblo el tributo.

Respuesta del autorLa péñola es ésa: que más no disputo,que es hija de la ala de donde salió;cubierta de tinta, con ella escribióaquel que escribiendo sacó mucho fruto.

74 MARÍA PILAR CUARTERO SANCHO Criticón, 56, 1992

Las Docientas preguntas con sus respuestas en versos diferentes de JuanGonzález de la Torre

En Madrid (Francisco Sánchez, 1590) se publica una amplia colección, que, con sus doscientoscatorce enigmas (aunque no todas sus preguntas-respuestas encierran enigmas) superaránuméricamente, no sólo a las dos colecciones de enigmas castellanas que le habían precedido -la deEscobar y los Cuarenta enigmas en lengua española de Alejandro Silvano (París, Giles Beys,1582)60- sino también a las colecciones clásicas, medievales y humanísticas anteriores. Hablamosde las Docientas preguntas con sus respuestas en versos diferentes de Juan González de la Torre61.

El título de la colección de González de la Torre muestra por sí mismo el deseo del autor de quela obra sea incluida, o, al menos relacionada, con el género de las colecciones de Problemas. LasDocientas preguntas no son, sin embargo, una colección de Problemas, ya que la pregunta-respuesta del enigma nada tiene que ver con la pregunta-respuesta científica de los Problemas.Ahora bien, aunque hemos de considerar la colección de González de la Torre colección de enigmas,debemos advertir que algunas de sus preguntas-respuestas no son, en realidad, enigmas, sino meraspreguntas de temática religiosa, que se podrían situar en paralelo a las preguntas-respuestascientíficas de las colecciones de Problemas (34, 77-79, 114-122, 131, 136, 149, 164, 171-173,196 y 198; sólo la pregunta 116, sin embargo, va introducida por el tradicional «por qué» de lapregunta científica). Exceptuadas esas veintidós preguntas-respuestas, las ciento noventa y dosrestantes de la colección de González de la Torre son enigmas: en su configuración formal, sevinculan directamente con los enigmas de los cancioneros, con los de la colección de Lorich en lapregunta, y, sobre todo, con los de la colección de Las cuatrocientas respuestas de fray Luis deEscobar, colección con la que las Docientas preguntas se afilian (por el hecho de ser aquélla unacolección de enigmas dentro de una colección de Problemas) y de la que evidencian una particulardependencia.

No tienen marco encuadrador las Docientas preguntas, como lo tenían Las cuatrocientasrespuestas; y de poco nos sirve el que en ocho ocasiones se nos haga referencia a alguieninnominado que envía la pregunta al autor -«un amigo» (27,49,75,76,96 y 102); «uno» (182);«un ambicioso» (131)-, procedimiento que sólo parece ser un calco de Las cuatrocientasrespuestas. Únicamente conocemos, pues, a la persona que responde a las Docientas preguntas,Juan González de la Torre. Éste no hace crítica alguna de los enigmas (recordemos que la hacíaEscobar); y, a pesar de que con frecuencia dice que el enigma se puede aplicar a más de un tema, ylo aplica de hecho (22,26,27, 32, 39, 71 y 135), la explicitación no conlleva censura. Además,González de la Torre subraya continuamente la facilidad del enigma -no olvidemos que ya loremarcaba Esopo en su famoso enigma del año-, sin que por ello se trasluzcan notas propiamentereprobatorias en sus comentarios. La reiterada indicación de la sencillez del enigma hace de otrolado que, en ocasiones, González de la Torre no dé la solución al mismo en la respuesta, únicolugar en el que se resuelven los enigmas de su colección, ya que los binomios pregunta-respuestano llevan en ella lema alguno que los encabece (y conviene advertir que no siempre está clara laomitida solución).

6 0 Sobre esta obra véase Donald McGrady, «Notas sobre el enigma erótico, con especial referencia a losCuarenta enigmas en lengua española», en Criticón, 27 (1984), pp. 71-108.61 Citamos por la única edición existente, ésta de Madrid, Francisco Sánchez, 1590. Actualmente se hallaen preparación una edición a cargo de Lina Rodríguez Cacho. Cuando citamos texto, modernizamos laortografía y la puntuación.

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Tras unos amplios preliminares (once octavas reales de dedicatoria a Felipe III, quince de«Prólogo a los lectores», cuatro de «Invocación» a Dios y la Virgen, dos de «Sujeción a losdiscretos», cinco de pregunta y respuesta a un detractor, y dos de sometimiento a la Iglesia), seinicia la sucesión de las doscientas catorce preguntas con sus respuestas, que, generalmentereducidas a sendas estrofas, presentan, no obstante, de forma esporádica, más estrofas, sobre todoen las respuestas, en donde en dos casos el número es amplio (dieciocho estrofas en lacomposición 131, y veintiséis en la 192). La métrica de estas preguntas-respuestas es variada: a unprimer binomio pregunta-respuesta formado por dos sonetos, le siguen cuarenta y nueve preguntas-respuestas en coplas de arte mayor (2-50); en la pregunta 51 se indica «por diferente versocastellano», y la copla real, salpicada por alguna esporádica copla de arte menor y dos preguntas-respuestas en estrofas manriqueñas (75 y 96), toma el relevo a los metros de arte mayor, hasta lacomposición 131 en la que, y hasta la 170, se retoma la copla de arte mayor; en la pregunta 171reaparece la copla real, que lleva intercalada una pregunta-respuesta en coplas castellanas (177) yque, en la 182, ofrece una quintilla suelta; al igual que los preliminares, las últimascomposiciones (193-214) se metrifican en octavas reales.

Según acabamos de anotar, las preguntas-respuestas de las Docientas preguntas no muestranmarco encuadrador alguno. Sin embargo, en su formulación está constantemente presente el celadoplanteador de las cuestiones (enigmas y no enigmas). Es el vocativo «señor», frecuente en laspreguntas acompañando a «decidme» (y, en ocasiones, con otras notaciones sumadas), peroexistente también en las respuestas, el que más pone en evidencia esa latente presencia, presenciaque subrayan, igualmente, algunas de las explayaciones de González de la Torre en las respuestas;por ejemplo:

Paréceme, señor, que andáis preguntando,enigmas de niños de gran inocencia;por tanto, yo os ruego sufráis en pacienciala simplicidad de que os voy motejando... (50)

Asistimos, en nuestra opinión, a una clara influencia de la colección de Las cuatrocientasrespuestas de Escobar sobre las Docientas preguntas. Ahora bien, en los planteamientos de laspreguntas de la colección de González de la Torre, tenemos que ver también la huella de unaformulación estereotipada de pregunta, con adentramiento en lo popular; y nos ponen de manifiestoesa huella, sin lugar a dudas, los encabezamientos de las preguntas 49 y 52: «Decidme, señores...»y «Dama de gentil semblante,/ decidme qués cosa y cosa...», respectivamente. Y, por supuesto,cuando la fórmula es sencillamente «decidme», «me decid», sin vocativo alguno, González de laTorre hace uso de la fórmula con un eco mayor del dic clásico, retomado por Lorien (asimismo,sin vocativo, aparecía en la colección de Escobar).

En las Docientas preguntas, lo mismo que ocurría en Las cuatrocientas respuestas, y a pesar dela denominación genérica de «pregunta», parte de los enigmas no son interrogativos, sinoenunciativos, si bien predominan los primeros. Dentro de ellos, los planteados sin fórmulaintroductoria alguna superan numéricamente a los que la llevan, ofreciendo estos últimos, casi ensu totalidad, los citados «decidme», «me decid», «decidme, señor», etc., pero también «pregunto»,que se encontraba, igualmente, en la colección de Escobar (98 y 214). Los enigmas enunciativosson setenta y nueve, diez de los cuales están introducidos por «vi», «yo vi», la fórmula quetambién empleaba Escobar, y que reaparece en el vidi latino de los Aenigmata Laureshamensia ylos Aenigmata Lorichii (16, 47, 55, 56, 100, 102, 111, 138, 185 y 207). Los sesenta y nueveenigmas enunciativos restantes están planteados en primera persona -en esta persona, asimismo,

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cinco de los interrogativos-, con lo que González de la Torre usa en sus enigmas, en dignaproporción, la primera persona, que era la predominante en las colecciones latinas, particularmenteen las medievales.

Pasando ya a los temas, conviene recordar la doble aplicación del enigma que González de laTorre hace en ocasiones, y que supone un doble tema en siete enigmas. No debemos confundir estehecho con el emparejamiento de dos temas (unas veces muy semejantes, y otras antitéticos), paraconstituir el tema único del enigma, procedimiento utilizado por colecciones anteriores, y al queGonzález de la Torre, no sólo no es ajeno, sino que lo pone en práctica con frecuencia: soberbio,ambicioso e hipócrita (9), glotones y beodos (10), etc. El predominio temático de los cientonoventa y dos enigmas de las Docientas preguntas corresponde a los conceptos abstractos, que, convicios y virtudes incluidos en ellos, se extienden a cuarenta y tres enigmas; tras ellos, ocupandoveintitrés enigmas, siguen los animales; luego, con veintiún enigmas, los objetos; con dieciséis,los árboles, plantas y frutos; y, con trece, los temas religiosos (ocho de sus enigmas son depersonajes bíblicos). Decreciendo ya mucho el número de enigmas que abarcan, aparecen en latemática de la colección de González de la Torre: oficios (seis enigmas), órganos y partes delcuerpo (otros seis), juegos (cinco), instrumentos musicales (otros cinco), prendas de vestir(cuatro), etc.

En las Docientas preguntas, como en las anteriores colecciones (y en ella con más justificaciónpor su amplio número de enigmas), se repiten temas. En diez casos se repite exactamente elmismo tema: los tahúres (7 y 22), los animales que, muertos, dan provecho al hombre (16 y 31),el sol (36 y 162), la vista (41 y 203), el año (48 y 82), el candil (50 y 65), el tiempo (66 y 144),la escribanía (70 y 72), Jesús (132 y 135) y los bolos (206 y 207). Y, en siete casos, parte sólodel tema, puesto que éste ofrece matizacioncs o entra en contacto con otros temas: los avaros (14),los logreros, avaros, carnales y punta de vanagloriosos, hipócritas fieros (22) y los logreros,ladrones, injustos y avaros (167); el grano de trigo (26) y el grano de trigo, cebada o centeno y elvicioso (140); las espadas, lanzas, puñales... (39) y la daga, cuchillo o puñal (63); las tijeras (54)y las tijeras de despabilar (91); Lucifer (74) y Lucifer y san Miguel (142); las aves parleras (130) ylas aves cantoras y parleras (210); las cubas de vino (190) y las cubas y tinajas (211). Por último,guardan relación los temas de los enigmas 8 y 24: las virtudes, y los virtuosos y viciosos,respectivamente.

Y también como en la mayoría de las colecciones precedentes, en las Docientas preguntas hayenigmas sofisticados. Algunos de los temas señalados como repetidos pueden dar ya indicio deello; y, si añadimos enigmas como el 55 (el barbero y aquel al que hace la barba), el 56 (el hombreque vende puerco en el mercado) o el 76 (el vino convertido en vinagre -tema éste de Sinfosio), lacosa quedará todavía más clara. El colmo del rebuscamiento, sin embargo, lo alcanzan en estacolección tres enigmas (75,102 y 192), que plantean complicados casos de parentesco o relación,y que requieren para su solución mayor extensión de la habitual en las respuestas; por ejemplo, elprimero de ellos dice en su pregunta: «Guardando la ley de Dios,/ ¿cómo podrán hijo y padre/ sinpecado/ (siendo vírgenes las dos)/ casarse con hija y madre/ por su grado?».

En la cuarta estrofa del «Prólogo a los lectores», González de la Torre dice: «Dirán que estosenigmas y respuestas,/ no salieron de ingenio tan grosero/ si no que las tomé de do compuestas/estaban por autor de más lucero/...» (f. 5 r°). De lo que no cabe duda es de que conocía muy bienlas colecciones de enigmas clásicas, medievales y humanísticas, además de la de la colección deLas cuatrocientas respuestas de Escobar, como demuestran los numerosos temas que comparte conellas (casi la mitad de la colección). No podemos, con todo, asegurar que conociera la colección dela Antología griega, los Versus de nominibus litterarum y los Aenigmata Laureshamensia.

LOS ENIGMAS DE L. DE ESCOBAR Y J. GONZALEZ DE LA TORRE 77

He aquí los temas de las Docientas preguntas que se encontraban ya en las coleccionesanteriores:

- en G y Tu: la lámpara (95 / G 53/Tu 2);- en G y Lo: el año (48 y 82 / G 1011 Lo 40);- en Sy: los mulos (3 / Sy 37, la muía), las trompetas, pífanos, nautas... (44 / Sy 2, la flauta), las

abarcas, alpargatas... (146 / Sy 56, la sandalia) y la víbora (152 / Sy 15);- en Sy y Tu: la rosa (182 /Sy 45/ Tu 34 y 52);- en Sy, Tu, A, Se y Laut: la muela de molino (100 /Sy 51 / Tu 9 / A 66 /5c 831Laut 113);- en Sy, Tu, Lo y Laut: la sombra (213 / Sy 97 /Tu 61 / Lo 43 / Laut 67); estaba también en Es (334);-enSy,Tu,Lo,IyLaut: la nave (71 / Sy 13 /Tu 111 Lo 60 y 61 / / 29 / Laut 49);- en Sy y Se: las poleas de los pozos (183 / Sy 71, el pozo / Se 19, idem);- en Sy, Se y Laut: la lima o sierra (12 / Sy 60, la sierra / 5c 53, idem I Laut 6, idem);- en Sy y Laut: los lobos y zorros (83 / 5y 33, el lobo I Laut 115, idem) y el dado (208 / 5y 911 Laut

103);- en Tu: la hiedra (20 / Tu 39), el grano de trigo (26) y el grano de trigo, cebada o centeno y el

vicioso (140 / Tu 12, el grano) y los ajos (97 / Tu 51); este último tema estaba también en Es(353);

- en Tu y A: el gusano de seda (153 /Tu 43/A 12);- en Tu, A y Eu: la tierra (33 / Tu 45 / A 1 / Eu 6);- en Tu, A y Lo: la abeja (157 / Tu 21 JA 20 ¡Lo 54);- en Tu, Laur y /: las almendras, nueces, castañas... (150 / Tu 48, la castaña / Laur 7, idem ¡I 13,

idem);- en Tu, Ta, Eu, Lo, I y Laut: el sol (36 y 162 /Tu 55, 56 y 57 /Ta 40 / Eu 10 / Lo 66 / / 39 / Laut

109);- en Tu, Ta y Se: la mesa (89 /Tu 5/Ta 29/Se 46);- en Tu y Lo: el huevo (128 /Tu 8 ¡Lo 69);- en Tu y Se: el viento (201 /Tu 41/Se 103 y 106);- en Tu, Se y I: el papel (53 / Tu 50 bis / 5c 22 / / 31);- en Tu y I: las ollas y hornos de los pasteleros (154 /Tu 1, la olla / / 11, idem);- en V: las letras de AVE/EVA (98 / V 1-3, 61-63 y 13-15, respectivamente);- en A: la manzana (17 / A 76, el manzano), las trompetas, pífanos, flautas... (44 / A 68, la

trompeta), las espadas, lanzas, puñales... (39) y la daga cuchillo o puñal (63 / A 61, el puñal), elgato (111 I A 65), la higuera (141 / A 77), la leona (202 / A 39, el león) y las calandrias,jilgueros, canarios... (210 /A 22, el jilguero);

- en A, Laur y Lo: las cubas de vino (190) y las cubas y tinajas (211 / A 78, la cuba de vino / Laur 5,idem I Lo 75, idem);

- en A, Ta, Se, I y Laut: la llama (60 / A 44, el fuego / Ta 33, idem / 5c 119, idem / / 6, idem / Laut 44y 45, idem);

-en A y Eu: Lucifer (74) y Lucifer y San Miguel (142 / A 81, Lucifer / Eu 3, el demonio); estabatambién en Es (329 y 330, el demonio);

- en A y Se: la naturaleza (6 / A 4 / Se 4) y la lima o sierra (12 / A 21, la lima / Se 28, idem); el temade la lima estaba también en Es (370);

- en A y / : el perro (43 / A 10 / / 38);- en A y Laut: el gallo (205 / A 261 Laut 53); estaba también en Es (336);- en Laur, Eu y Se: la tinta (62 / Laur 12 / Eu 30 / Se 70);- en B: el soberbio, ambicioso e hipócrita (9 / De vit. 4, la soberbia), los glotones beodos (10 / De

Vit. 6, la embriaguez) y los libidinosos (11 I De vit. 7, la lujuria);- en B y Se: la verdad (168 / De virt. 1 / 5c 105);- en B y Laut: el envidioso (4 / De vit. 8, la envidia / Laut 60, idem);- en Ta: la muerte (5 / Ta 23), la vista (41 y 203) y las niñas de los ojos (161 / Ta 18, los ojos) y las

tenazas (88 / Ta 27); el primero de los temas, la muerte, estaba también en Es (376 y 387);- en Eu: las espadas, lanzas, puñales... (39 / Eu 36, la espada), el mar (127 / Eu 23), y la cruz (165 /

Eu 17); en Es se hallaba el tema de la cruz y la horca (365);- en Eu, Se y Laut: la casa (71 /Eu20/Sc 111 /¿au/82);

78 MARÍA PILAR CUARTERO SANCHO Criticón, 56, 1992

- en Lo: los pechos (52 / Lo 33), el barbero y aquel al que hace la barba (55 / Lo 72 y 78, la barbería),las almendras, nueces, castañas... (150 / Lo 76, la nuez), el nombre (175 I Lo 115) y los hachosy hachas (180 / Lo 92, el hacha rústica); el tema del barbero estaba también en Es (375);

- en Lo y Se: el órgano (126 / Lo 79 / 5c 80) y la albarda (200 I Lo 991 Se 64);- en Lo, Se y Laut: el reloj (138 / Lo 42 / 5c 52 / Laut 18); estaba también en Es (349);- en Lo, I y Laut: Cristo (132 y 135 / Lo 3 / / 8 / Laut 36);- enLoyLaut: Eva (401 Lo 91 Laut 65) y la lengua (42/L<? 311 Laut 119);- en 5c: el árbol (13 / 5c 20), la necesidad (15 / 5c 5), el cáñamo, lino y esparto (19 / Se 96, el

cáñamo), el grano de trigo (26), el grano de trigo, cebada, o centeno y el vicioso (140) y lasespigas de trigo (199 / 5c 84, el trigo), la ceniza (94 / 5c 15), los carros, coches, chirriones ocarretones (113 / 5c 21, el carro), la fama (123 / 5c 9), la fortuna (143 / 5c 7); en Es estaba eltema de la fama en forma de «la buena fama» (381);

- en Se, I y Laut: la campana (37 / Se 38 / / 25 / Laut 62);- en 7: la mano (46 / / 4), el tiempo (66 y 144 /142) y la picazón (193 / / 44);- en / y Laut: el pie (139 / / 321 Laut 50);- en Laut: el amor (25 I Laut 33 y 71), los tambores y atabales (45 I Laut 80, el tambor), las cartas

misivas cerradas (80 I Laut 52, la carta), la imagen (106 I Laut 81) y los tordos, picazas, grajos...(130 / Laut 34, el tordo, y 75, la picaza);

- en Es, además de los ya señalados, estaban también los siguientes: el ajedrez (1 / Es 362, elajedrez.y 371, los naipes o ajedrez), la ciencia (61 / Es 398, la ciencia escrita en un libro), elsombrero (86 / Es 366), las vihuelas, laúdes o rabeles (125 / Es 327, las cuerdas de la vihuela,y 396, la vihuela), los naipes (158 / Es 371, los naipes o ajedrez) y el arador (191 / Es 339 y379).

A título de muestra de los enigmas de las Docientas preguntas de tema consagrado, veamos elde la muela de molino (100):

Pregunta CSobre arroyos, sobre ríosy con alas en el viento,vi aquellos que ni con fríosni calor sienten tormento,y corren con grandes bríos.Con sus ruedas circularesdan provechos singularesa los humanos vivientes,aunque en tiempos carecientescesan, causando pesares.

RespuestaCon viento y agua veréis(alrededor, y ligeras)las muelas con que moléiscorrer, porque las roderaslas mueven -según sabéis.Y, si el agua o fresco vientono les falta, gran contentocausan, y muy provechoso.Más, si el tiempo es sequeroso,o sin aire, gran tormento.

Y, lejos de la oscuridad del enigma, la conclusión de estas páginas creemos que no puede sermás clara: Las cuatrocientas respuestas de fray Luis de Escobar y las Docientas preguntas de JuanGonzález de la Torre se sitúan de lleno en la tradición clásica, medieval y humanística de lascolecciones de enigmas, constituyendo, en ese sentido, unos eslabones castellanos62 a engarzar enel continuum que aquéllas forman desde la Antigüedad hasta los siglos XVI y XVn.

6 2 Sin duda lo son también, aunque nosotros no las estudiemos aquí, la aludida colección de Silvano, y lade Cristóbal Pérez de Herrera, Madrid, Luis Sánchez, 1618.

LOS ENIGMAS DE L. DE ESCOBAR Y J. GONZÁLEZ DE LA TORRE 79

CUARTERO SANCHO, Mana Pilar, Las colecciones de Luis de Escobar y Juan González de la Torre en latradición clásica, medieval y humanísitca de las colecciones de enigmas. En Criticón (Toulouse), 56,1992, pp. 53-79.

Resumen. La Parte Quinta (preguntas 325-400) de Las cuatrocientas respuestas de fray Luis de Escobar(Valladolid, 1545) y las Docientas preguntas con sus respuestas en versos diferentes de Juan González dela Torre (Madrid, 1590), situadas en la tradición clásica, medieval y humanística de las colecciones deenigmas.

Résumé. La «Parte Quinta» (questions 325-400) de Las cuatrocientas respuestas de fray Luis de Escobar(Valladolid, 1545) et les Docientas preguntas con sus respuestas en versos diferentes de Juan Gonzálezde la Torre (Madrid, 1590) resituées dans la tradition classique, médiévale et humaniste des recueilsd'énigmes.

Summary. The «Parte Quinta» (questions 325-400) of Las cuatrocientas respuestas by Luis de Escobar(Valladolid, 1545) and the Docientas preguntas con sus respuestas en versos diferentes by Juan Gonzalezde la Torre (Madrid, 1590) set against the background of the classical, medieval and humanistic traditionof books of riddles.

Palabras Clave. Enigma. Luis de Escobar. Juan González de la Torre.

PAREMIABoletín de Investigaciones Paremiológicas, dirigido por Julia Sevilla

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Véase a la vuelta la reseña del primer número

80 Criticón, 56,1992

Paremia, 1, 1993, 150 p.

Ante la ausencia de publicaciones periódicas españolas dedicadas exclusivamente a las fórmulassapienciales, tales como el refrán, el proverbio, la máxima, el aforismo... nace Paremia, unboletín cuyo objetivo primordial será estudiar los refranes y demás enunciados sentenciosos; de ahíque Julia Sevilla haya considerado que la denominación más adecuada para esta publicación seaparemia, el archilexema que designa a todos los miembros del universo proverbial.

En este boletín, de periodicidad anual, tienen cabida todas las investigaciones relativas a lasunidades paremiológicas, tanto españolas como de otras lenguas, ya que Paremia, además de querercontribuir a conservar estas joyas lingüísticas, desea poner en contacto a quienes se muestraninteresados por este tipo de enunciados: paremiólogos, paremiógrafos, filólogos en general,hispanistas, romanistas, etnólogos, traductores, etc.

El primer número se inicia con una entrevista realizada por Julia Sevilla a Joaquín Calvo-Sotelo, a la que siguen una serie de artículos acerca de diversos aspectos paremiológicos:Valentín García Yebra, en la primera parte de su artículo, reflexiona sobre el interés que,desde muy antiguo, ha despertado el mundo de los enunciados sentenciosos y sobre el hecho de que«los refranes han sido consustanciales a todas las literaturas europeas» (p. 12); en la segunda parte,el ilustre académico nos presenta la obra de Julia Sevilla Hacia una aproximación conceptual de lasparemias francesas y españolas, libro del que surgirá la idea por parte de su autora de crear unarevista sobre las paremias. El polifacético Jesús Cantera Ortiz de Urbina recoge todos lospasajes bíblicos (Antiguo y Nuevo Testamento) en que aparece las palabras paremia, proverbio yparábola, así en el texto hebreo masorético como en la versión griega de Septuaginta y en el textolatino de La Vulgata. Ángel Iglesias centra su estudio en el blasón popular, que «abarcacualquier forma de atribución proverbializada de hechos o dichos» aplicados a los habitantes y a losproductos de una localidad, región o país (p. 30). Esther Forgas Berdet trata de poner demanifiesto la validez del fenómeno paremiológico como dato cultural recopilando, clasificando,ordenando y decodificando los refranes castellanos relativos al ciclo natural de la viña y el vino.Mario García-Page estudia cómo se ha producido el engastamiento de los refranes y proverbiosen la poesía de Gloria Fuertes. Amalia Rodríguez Somolinos aborda, desde un punto devista lingüístico, los arcaísmos sintácticos de los proverbios franceses. María del PilarBlanco García presenta un ameno articulo sobre las paremias provenzales referentes a la lluvia.Mari Carmen Barrado Belmar analiza, desde el plano semiótico, los proverbios italianos encuyo enunciado figura un nombre de número. María Purificación Vila nos acerca a lasparemias inglesas relacionadas con el mundo científico-técnico. Petra Pardo, Amadou Ndiayey Hussein Bouzalmante optan por la vía de la traducción paremiológica con la selección de 30paremias españolas con sus correspondencias en francés, árabe y wolof. Julia Sevilla Muñozrealiza una labor paremiográfica al extraer las 485 paremias francesas que Hernán Núñez incluyó ensu refranero publicado en 1555. Mercedes Burrel Arguis, por un lado, examina algunas obrasparemiológicas y paremiográficas rusas y, por otro, define dos tipos de enunciados proverbialesrusos y busca su correspondencia conceptual castellana. Paloma Chico Ortega presentabrevemente los estudios, las tendencias actuales y los repertorios más sobresalientes del campoparemiológico italiano. Cierran el boletín las reseñas de una Tesis Doctoral y de libros dedicados alas paremias y la noticia de un coloquio sobre los refranes organizado por la Universidad de Orléanspara 1993.

Todos aquellos amantes de la sabiduría popular que deseen recabar más información sobreParemia, pueden escribir a Paremia (Julia Sevilla), C/ Vandergoten, 8-2°F. 28014 Madrid.

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