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por Humberto Mussacchio
sociología
el modo asiáticode producción
tituye el aparato del Estado.HM - ¿Cómo define usted el MAP?
¿Cuáles son sus caracteristicas?AP -Yo diría, en témlinos generales,
que es un sistema de relaciones de producción cuya naturaleza está dada, fundamentalmente, no por relaciones de propiedad, sino por relaciones de dominio. Dicho de otro modo: el sistema de dornihiono es resultado del sistema de propiedad,sino que es un fenómeno primario dentrode este tipo de sociedad. Marx ya sostuvo-Weber y Wittfogel también- que históricamente la aparición y desarrollo de estetipo de estructura está ligado sobre todocon sociedades agrícolas, pero específicamente con aquellas que desarrollaron suagricultura sobre la base del regadío. Osea, fue la organización de las grandesobras de irrigación en China, en la India,en Mesopotamia, en Egipto y, pensamos,también que en Mesoamérica y en Perú,lo que reforzó y desarrolló el poder delEstado; fue eso lo que impidió la aparición de un sistema de propietarios latifundistas independientes y permitió, en cambio, una forma peculiar de dominio (yconsecuentemente de explotación económica) en manos de una burocracia estatal.
HM -En esta sociedad parece que elexceso o la falta de agua juegan un papelmuy importante. ..
AP -El modelo de sociedad oriental yel MAP resultan tan aplicables a los grandes deltas del sureste de Asia como a lasregiones desérticas del Nilo, el Tigris y elEufrates. Lo que hay que tomar en cuenta, el factor fundamental, es que allí laagricultura no es posible sin grandes obrasyeso significa una organización complejay sistemas de control muy fuertes en lopolítico. En otras palabras: el desarrollodel Estado y de burocracias estatales.
HM - ¿A qué atribuye usted que en laszonas europeas de grandes rios no sepresente el MAP?
AP -A las condiciones climáticas enprimer lugar. En esta zona el desarrollo dela agricultura no requirió la realización degrandes obras de regadío porque teníansuficiente precipitación pluvial. De todasmaneras, 'Ias primeras civilizaciones asiáticas, norafricanas y otras que preceden pormuchos miles de años a las altas civilizaciones europeas, disponían de un arsenaltecnológico muy pobre, tanto, que seveían obligadas a recurrir al uso del trabajo -hurrianoen gran escala. Los agricultoreseuropeos heredaron una tecnología muchomás desarrollada; por cierto que la heredaron de los asiáticos. Pero cuando éstos yahabían establecido los patrones básicos desu organización social y política, los agricultores europeos estaban apenas iniciando su carnina hacia la creación de formasurbanas. Marx cita el caso de los PaísesBajos y se hace la pregunta: ¿Por que susgrandes obras hidráulicas no crearon sistemas semejantes a los de Asia? La respuesta es clara: la herencia tecnológica y lascondiciones climáticas que mencionábamos, permitieron el desarrollo de otrotipo de agricultura. Cuando a los europeosles resultó atractivo construir grandes 3obras de tipo hidráulico -los romanos en
feudalismo y el capitalismo. Que ésos eranlos modos de producción realmente existentes y que no había lugar para el MAP.Decían que Marx, después de unas formulaciones tentativas sobre la posibilidad deun MAP, simplemente había abandonadola idea. Hoy, entre otras cosas, gracias atodos esos manuscritos económico-filósoficos que se han publicado en los últimosaños -los formen particularmente-, sabemos que el interés de Marx por el MAPno era transitorio, ni momentáneo ni superficial, sino al revés, que dedicó muchotrabajo, mucho estudio y mucha reflexiónal problema. Esto hace la cuestión todavíamás enigmática: ¿Por qué un hombre deciencia como era Marx abandonó la investigación? Yo diría que esto tiene muchoque ver con su polémica de esos años conlos anarquistas. No hay que olvidar queen la época en que Marx está trabajandoen el MAP, está al mismo tiempo envueltoen una tremenda discusión con ellos, después de su ruptura con la Primera Internacional. La crítica de los anarquistas eneste periodo giraba, sobre todo, alrededorde este problema; sencillamente decían: escierto que la sociedad en que vivimos esuna sociedad de tipo capitalista, los obreros son explotadGs por otra clase, oprimidos además pol una maquinaria que estápersonificada en el Estado; pero el problema nuestro, en términos de liberar alhombre, no es solamente suprimir la explotación económica, sino toda posibilidad de explotación y de dominio sobrelos hombres y, desde este punto de vista,hemos de ver en la existencia del Estadouna amenaza tan grande para la libertad yla justicia dentro de la sociedad humana,como la que establece la existencia de unaclase explotadora y dominadora. La respuesta típica de Marx era: en efecto, elEstado es un instrumento de explotacióny de dominio, pero lo será en tanto queexistan clases; cuando éstas desaparezcan,también desaparecerá el Estado porque notendrá función que desempeñar. A lo quela - crítica anarquista contestaba: no escierto, hay el riesgo evidente de que elEstado, la burocracia del Estado puedaconvertirse en una nueva clase, en unnuevo grupo de explotación y de dominiosobre la sociedad humana. En los famososartículos de Marx sobre la India es dondese presenta con más claridad la idea de unsistema económico en el que la propiedadprivada de los medios de producción nojuega un papel decisivo en el sistema deexplotación: lo que jugaría ahí un papeldeterminante sería un sistema de impuestos y extracción de plusvalía a la pobla·ción campesina por medio de una burocracia administrativa organizada que· cons-
Uno de los temas actualmente en discusión viva entre quienes se ocupan de lasciencias sociales es el que se refiere alllamado "modo asiático de producción".Fue Marx quien primero se dedicó a eseproblema; sin embargo el marxismo ortodoxo pronto abandonó la idea en favordel esquema "clásico" que ha permanecido como su única base interpretativa delfenómeno ewnómico. A través de algunossociólogos alemanes, la idea del "modoasiático de producción" ha resucitado modernamente, y muchos creen que es laentrada teórica adecuada para entenderhistóricamente las relaciones de producción y dominio en regiones ajenas a Europa. Según esta teoría, la propiedad privada sería uno de los mecanismos deexplotación del hombre por el hombre,pero no el único a través de la historia:habría otros, como el dominio político yburocrático del Estado. Sobre este temahemos entrevistado al doctor Angel Palerm, actual director de la Escuela deGraduados y del Instituto de CienciasSociales de la Universidad Iberoamericana.Las tesis que expone en la entrevistaconstituyen un valioso material para ladiscusión de temas no muy frecuentadosen la li teratura marxista y, en general,sociológica y económica.
HM - ¿Cuál fue su primer contacto conla teoria del "modo asiático de producción"? (En adelante MAP)
AP -Fue en la Escuela Nacional deAntropología, en la década de los "cuarentas", gracias a la traducción de unartículo de Wittfogel.
HM - ¿Es Wittfogel quien resucita alMAP?
AP -Después que Marx y Engels suprimieron toda discusión sobre el MAP huboun largo periodo de silencio sobre elasunto. Luego lo vuelve a sacar a la luzMax Weber; después Wittfogel, discípulode éste, viene a reunir la tradición intelectual marxista con la nueva tradición sociológica alemana. De manera que, evidentemente, él es el padre de la "criatura", delrenacimiento de la discusión.
HM - ¿A qué atribuye usted que Marxy Engels hayan abandonado sus estudios yla discusión sobre el MAP?
AP -Hasta hace pocos años, los marxistas a los que bondadosamente uno puede llamar "ortodoxos" (o sea, los "marxistas no marxistas", los que no usan elmétodo marxista) sostenían que Marx había concluido que no había lugar paraotras formas fuera de las al' _,tán en elesquema de evolución hneal. Es decir: elcomunismo primitivo, el esclavismo, el
l. Entrevista al doctor Angel Palerm
HM - ¿Qué referencias tiene usted deotros clásicos del marxismo que hayanestudiado el MAP?
AP -Hay referencias al MAP en losteóricos alemanes que siguieron a' Marx,como Kautsky. Hay también referencias enPlejánov: los rusos de su tiempo estabanmuy interesados en el asunto porque algole tocaba muy directamente a su sociedad,y por tanto interesaba para la estrategiade su movimiento político. Sin embargo,la misma ambivalencia -digámoslo asíque tuvo Marx sobre ese problema, laencontramos en los marxistas rusos, sobretodo en Lenin.
HM - ¿Quiere decir esto que el MAPexistió en Rusia hasta mediados del siglopasado?
AP -Usted está pensando ahora en laliberación de los siervos hace cien años¿no? Lo que hay que recordar es quecasi la mitad de los siervos no eran propiedad de particulares sino del Estado.Los siervos que estaban en manos departiculares -lo que podríamos llamar relación "feudal"- lo estaban por concesióny bajo tolerancia del Estado.
HM - ¿Qué utilidad representa el estudio y aplicación de este modelo?
AP -Siempre nos estaremos haciendopreguntas sobre el desarrollo de las sociedades, y el uso y aplicación de la teoríadel MAP nos ayuda a contestarlas. Apartede eso, yo le veo una enorme trascendencia en términos de los problemas contemporáneos. Si uno llega a pensar y a demostrar que la propiedad privada es unomás de los mecanismos para el proceso deexplotación y subyugación del hombrepor el hombre, y que otro mencanismoigual o más importante que la propiedadprivada es el dominio político a través deburocracias estatales, nuestra perspectivadel futuro y nuestra crítica del presenteson muy distintas. ¿No se ha llegado a unmomento en que el Estado concentra ensí, no solamente las funciones políticas
HM -A principios de este siglo, cuando el capitalismo era ya un sistema mundial. .. ¿Se podía plantear todavía la posibilidad de un desarrollo multilineal?
AP -En términos de la situación defines del siglo pasado y principios delveinte, quizá no. Es posible que ésta fuerauna de las cosas que Marx tuviera enmente. El veía, y así lo anunció claramente, que el sistema capitalista, nacido enEuropa, estaba incorporando al resto delmundo al mismo sistema. Por decirlo así:la historia del desarrollo, que fue multilineal en el pasado, se volvía unilineal alefe cto de esta integración económicamundial bajo la égida del capitalismo; eratraer por la fuerza a las otras sociedadespara incorporarlas al sistema capitalista.Ahora, ¿podemos pensar hoy de la mismamanera? ¿Hasta qué punto podemos hablar hoy de un sistema capitalista? ¿Opodemos empezar a hablar de tipos distintos de capitalismo o de socialismo? En elconflicto chino-soviético, como antes entre la URSS y Yugoslavia, yo me pregunto: ¿Se dirimen sólo problemas de orientación ideológica y de estrategia política?¿O se dirime otro tipo de cuestiones quetienen que ver con la naturaleza mismadel sistema socialista? Es una pregunta,pero yo creo que es una pregunta válida.
HM -Hay quienes afirman que el MAPno es un sistema distinto sino la conjunción de elementos de varias formaciones.
AP -A ésos no hay que hacerles caso.Basta leer con cuidado la obra de Marx,leer a Max Weber, a Wittfogel. .. Haytoda una masa de documentos sobre elMAP que no dejan lugar a dudas. El MAPno solamente no es ninguna combinaciónde residuos de otros modos sino que, parautilizar una expresión del mismo Wittfogel, es el modo de producción que a lolargo de la historia ha englobado al mayornúmero de gente y, desde el punto devista histórico, es el más durable queconocemos.
el sur de Italia o en el sur de España- elcontexto político, social e institucional yaestaba formado. La agricultura lúdráulicaen Europa no tuvo nunca el carácter prioritario que tuvo en Asia, ni la naturalezaestratégica dentro del conjunto de la economía.
HM - Usted cita a Mandel en algunade sus conferencias. ¿Podría hablarnossobre las características que él atribuye alMAP?
AP -El énfasis está puesto en lo queya hemos señalado, pero apunta otra característica que me parece muy importante: la incapac.. jad de las sociedades quecorresponden al MAP de desarrollar dentro de sí mismas sistemas de tipo industrial. Esto es lo que más preocupaba aMarx y ahora a Mande!. Ha sido una delas razones por las cuales ha habido tantadiscusión en torno a lo que se ha llamado"uso reaccionario" del MAP. Se dijo enaquella discusión de 1931 en la UniónSoviética, cuando decidieron liquidar eldebate sobre el MAP, que era un insulto alos países asiáticos decir que pertenecíana un modo de producción que representael estancamiento histórico. ¡Como si esasalida tuviera qué ver con la ciencia!
HM -Marx mismo se refería con desprecio a la "idiotez rural". ..
AP -Claro, sí. Pero no deja de serdivertido. Respecto al "uso reaccionario"podemos decir: el capitalismo no tienesalida, históricamente la salida es hacia elsocialismo. Uno podr ía alegar que la diferencia consiste en que este sistema sígenera las condiciones que hacen posible elsocialismo; mientras que el MAP no generalas condiciones de cambio.
HM -Frente a la tesis del desarrollounilineal usted propone un desarrollo multilineal para las sociedades. ¿Quiere aclarar esto?
AP -Esa es la única conclusión a laque podemos llegar hoy día. Uno puedeestar de acuerdo con Marx en que lasociedad europea ha seguido un desarrollo que va del comunismo primitivo a lassociedades clasistas: el esclavismo, un proceso de disolución con la aparición denuevos modos, el feudalismo y el capitalismo con sus gérmenes de socialismo. Enlo esencial, casi no hay nada que modifi·car a ese esquema. El problema es saber-como ya lo vio Marx en el siglo pasado- si éste es característico de esa pequeña península que se llama Europa o si es elesquema general de desarrollo de la humanidad; evidentemente, Marx no creía quefuera así.
HM - ¿Realmente el MAP viene a romper COIl el esquema clásico?
AP -y no solamente el MAP, sino elmismo análisis de lo que Marx llama el"modo de producción germánico". Este esotro de los aspectos más olvidados de lateoría marxista. Y de hecho, cuando élhabla de feudalismo, define este fenómeno como el producto de la disolución delsistema esclavista combinado con el modogermánico de producción. Eso es más omenos el esquema de Marx. De maneraque aun dentro de Europa, él rehusabaconsiderar un proceso estrictamente unilineal de evolución.
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tradicionales, sino una extraordinaria, peligrosísima cantidad de pode.r ~obre el sistema económico? Algunos diran que es unanecesidad de la economía moderna. Deacuerdo: hay necesidad de planificar, decoordinar toda la maquinaria económica;pero el peligro es que no se están desarrollando paralelamente ni en los EstadosUnidos ni en los países socialistas, ni enlos de economía mixta, mecanismos decontrol sobre ese monstruo que estamoscreando. Yeso me parece, todavía hoy,válido de la crítica anarquista del siglopasado. El enemigo no es sólo la propiedad privada, el enemigo es el Estado.
HM - ¿No ha pensado usted que lacibernética sea la solución a este problema?
AP -Quién sabe. Ese era el sueño delos socialistas del siglo pasado. En lugarde gobernar a los hombres se administrarían las cosas. Pero ésa me parece unafalsa dualidad: quien administra las cosasdomina a los hombres. A fin de cuentas,las computadoras hacen lo que uno lesdice.
HM -En una de sus conferencias, usted habla de similitudes entre los mayas ylos pueblos del sureste asiático. ¿Cuálesson?
AP -Cuando se piensa en el área ma-ya, sobre todo en los centros que sedesarrollaron en la región de bosque tropical, se enfrenta a un tipo de problemasmuy peculiares, porque ahí, evidentemente, el riego no es necesario; no me refieroal norte de Yucatán -el llamado ImperioNuevo- sino al imperio maya clásico. Senos decía: los centros mayas no fueroncentros urbanos. El hecho, sin embargo,es que sí hay centros urbanos y quetienen que ser explicados, y que la agricultura de roza, no es explicación suficiente. Eso fue lo que a algunos de nosotros nos hizo fijarnos por primera vez enel sureste de Asia, no porque estemospostulando una relación de contacto entrelos dos lugares (aunque hay gente que sílo ha propuesto). Lo que nos hizo fijarnosen el sureste de Asia fue, primero, unelemento ecológico; aquella región se parece mucho al área tropical lluviosa de losmayas clásicos: selva, temperaturas altas,mucha precipitación pluvial, un medioaparentemente imposible de transformarcon la tecnología primitiva, en una baseeconómica estable capaz de sustentar culturas urbanas. Sin embargo, allá tambiénhay grandes ciudades y grandes civilizaciones urbanas. Así pues, casi procediendopor vía de paralelismos, encontramos unjuego de factores muy semejante -en·términos generales-, al que encontramosen la zona maya clásica. Lo que más nosha llamado la atención, aparte del parecido del medio físico y las condicionesambientales desfavorables para las altascivilizaciones urbanas, es que los dos lugares parecen haberse planteado el problemadel agua en los mismos términos: no setrata de cómo traer agua para regar, sino decómo librarse de ella.
HM - ¿Que pueblos del sureste asiáticoiJivüirdnbtij6 elMAP?
AP -Bueno... Ha habido generalmente errores de interpretación entre quienes
se han ocupado del sureste de Asia. Nousaban este esquema teórico y su trabajoquedaba plagado de contradicciones, loque ha impedido un deslinde de las situaciones reales. Definían como relacionesfeudales las que eran de funcionario público con campesino. Era la posición clásicade los marxistas; hablar de feudalismo yhablar de esclavitud. Sin embargo, en elsureste asiático no había más esclavitudque la doméstica; verdaderos señores feudales no había: lo que había eran recaudadores de impuestos y funcionarios públicos. Actualmente, toda la interpretación "marxista" del sureste de Asia está enrevisión; eso significa que dentro de pocovamos a tener toda una serie de nuevosestudios e interpretaciones de esa región apartir del MAP.
HM -Ahora que se extiende la guerrade Indochina, resulta interesante saber elpapel que pueda estar jugando el MAP entodos esos hechos..
AP -Sobre la influencia de ¡as relaciones de producción de tipo asiático en esaregión, en este momento yo no me atrevoa opinar. Cuando digo que son sociedadesque vivieron bajo el MAP estoy pensandohasta antes de su contacto con el mundocapitalista. Lo que pasó a partir de ahí espoco claro. Marx, al condenar el colonialismo inglés por su brutalidad y su estupidez, sin embargo le encontraba una defensa: "eso va a destruir por fin el estancamiento de la sociedad oriental". Yo mepregunto: ¿Hasta qué punto fueron transformadas por su contacto con el mundocapitalista esas sociedades y hasta quépunto el socialismo está cambiándolas?En la India pasó una cosa que llegótambién a ser vista por Marx. Es' la famosa discusión sobre el zamindar. Parece queéste era inicialmente un simple recaudadorde tributos, un funcionario que estaba
investido del tremendo poder del Estado.El conseguía de esa manera tener ciertocapital que después debía entregar al funcionario superior y éste a las arcas delEstado. Pero había un lapso considerableen que el zamindar tenía líquido en susmanos: dinero, recursos, alimentos, producción agrícola, artesana, etc. Empezó aexplotar esas posibilidades y se dobló-por decirlo así- en prestamista, en usurero. El zamindar interven ía, después,prestando en condiciones de usura. Loscampesinos tenían que entregar el producto o el uso de la tierra como garantía,con lo cual el zamindar se convirtió enempresario agrícola. Convirtió en peones alos miembros de la comunidad. Ahorabien, para los hindúes era muy claro queel zamindar no tenía ningún derecho depropiedad sobre la tierra, la cual era de lacomunidad; sin embargo, cuando llegaronlos ingleses, lo consideraron propietarioporque en verdad lo creían así o simplemente porque les convino. El hecho esque eso aceleró el cambió de la propiedadhindú: de la noche a la mañana el zamindar se vio convertido en terrateniente deacuerdo con el derecho romano y con elderecho anglosajón.
HM- ¿Algo semejante pudo ocurrir enlos paises del sureste deAsia?
AP -y algo semejante pasó en México.HM -En México, como en la India o
el sureste asiático, el funcionario de esenivel se convirtió en un instrumento delos nuevos opresores. ..
AP -Claro, se agregó a la nueva clasedominante de propietarios con un incentivo muy claro: el provecho económico.
HM -De esto se puede sacar una analogia con lo que sucede actualmente: cierta casta se solidariza con el invasor extranjera...
AP - ¡Siempre!
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2. Sobre una antología de textos
Enigmáticamente abandonado por Marx yEngels, citado de manera ocasional porotros teóricos como Kautsky o Plejánov,el "modo de producción asiático" acabópor considerarse una herejía dentro de laburda "ortodoxia" staliniana. Lenin núsmo sólo se refiere a él en forma tangencial, e incluso Trotsky no se mostró nunca muy interesado en su estudio. Hoy, amás de quince años de la desapariciónfísica de José Stalin, poco camino se harecorrido.
Algunos historiadores y antropólogos,sobre todo los estudiosos del Tercer Mundo, han vuelto sus miradas a esa peculiarísima formación económica en busca derespuestas a los problemas que aquejan anuestros países. Con esa intención, RogerBartra publicó el año pasado un pequeñovolumen -Grijalbo, Colección 70-, en elque recoge los puntos de vista de cuatro ocinco especialistas.
Ahora, bajo el sello de editorial Era,vuelve a la carga con una compilaciónmucho más amplia, que incluye una buena selección de textos de Marx y Engels,entre otros estudios de indudable interés.El texto de Jean Chesnaux es el únicoque conocimos antes en el libro mencionado de- la Colección 70. Este que ahoranos ocupa, se llama también El modo deproducción asiático y lleva el curioso subtítulo de Antología de textos sobre problemas de la historia de los países coloniales. *
Bartra, en un extenso prólogo, hace lapresentación del asunto y expone sus tesis.De ellas, las más importantes son las queseñalan esta formación como transitoria,esto es, que, de hecho, Bartra reniega desus conclusiones al otorgar un carácterpasajero, intermedio, a las sociedades quevivieron bajo este modo de producción.Godelier es quien mayormente se extiendesobre esta cuestión. Para él, se trata de lasalida del comunismo primitivo que, después de una etapa donde se conservan susrasgos fundamentales concluye en el feudalismo.
Con toda la pirotecnia a que nos tieneacostumbrados el teórico francés, intentademostrar que no eran sociedades estacionarias, sello que advirtió Marx en repetidas ocasiones, y lo peor es que no buscaesa imagen dinámica en datos plenamentecomprobados, sino en la contradicción quese observa entre la existencia de comunidades aldeanas y una minoría explotadoraque detenta el poder. Para Bartra y Godelier esa contradicción sólo puede resolverse con el avance histórico al feudalismo,y, por supuestp, no conceden originalidadal modo de producción asiático.
Charles Parain hace una oportuna citade Lenin en la que se refería a la unilateralidad de la concepción histórica de Bujarin: "En ninguna parte del mundo elcapitalismo monopolista ha existido, niexistirá jamás, sin que, en diversas ramas,actúe la libre competencia." En esencia, la
* Roger Bartra (ed.): El modo de pruducciónasiá.tico, México, Editorial Era, 1969. 366 pp.
cita podría aplicarse a este caso. El hechode que sobreviva la comunidad aldeanacomo base del MAP, no significa que setrate de un periodo de transición hacia lassociedades clasistas. Todo sistema de producción, incluso el socialismo, conservaelementos de formaciones anteriores, díganlo si no las supervivencias tribales ofeudales en los países subdesarrollados.
Los sistemas, pues, no se dan "químicamente puros" y en el caso del MAPresulta por lo menos ingenuo suponer quese trate de una sociedad en transición.Larga, larguísima transición que dura másde cinco núl años y que cobija a la granmayoría del género humano a través de suhistoria. .
Pero, volviendo a la concepción unilateral, recordamos que el Manifiesto delPartido Comunista refiriéndose a la luchade clases dice: "lucha que terminó siempre con la transformación revolucionariade toda la sociedad o el hundimiento de/as clases beligerantes". Esto quiere decirque Marx no compartía la idea positivistade "progreso necesario" y que gracias asus estudios, podía afirmar que hubo sociedades que desaparecieron por su incapacidad de generar un sistema superior.
Estos son, a juicio nuestro, los principales pecados de Bartra. Es del todoincongruente dedicar tantos esfuerzos alestudio de un tema tan interesante, lo quesupone aceptar su existencia, para concluir en que el modo de producción asiático no es un modo de producción. (! ).
Sería injusto condenar por. ello el enor-
me trabajo que significó recopilar artículos dispersos en innumerables revistas, entresacar textos de Marx y Engels, inclusorevisar gran cantidad de estudios queaparecieron en humildes ediciones mirneográficas.
Otro mérito es haber incluido juiciosdiferentes y hasta opuestos sobre la existencia y características del MAP, lo cualhabla muy bien del antropólogo mexicano. Hay en especial algunos trabajos comoel de N. B. Ter-Akopián, del Instituto deMarxismo Leninismo, que representan unabrillante aportación al conocimiento delasunto, y resulta más importante, porqueel Manual de Marxismo-Leninismo deKuusinen y otros, llega al extremo deafirmar que sólo hay cinco formacioneseconómicas (comunismo primitivo, esclavismo, feudalismo, capitalismo y socialismo) y que todos los pueblos pasan fatalmente por todas y cada una de ellas.
Otros dos artículos, referentes a laos yVietnam, encierran un interés especial tratándose de países que ocupan la atencióndel mundo en estos tiempos. Serio yprofundo es el que se refiere a laos, perolamentablemente, el otro, de NguyenLong Beach, resulta una serie de malabarismos dentro de la ortodoxia que en nadaclarifican el pasado de aquella región. Enfin, que Bartra, como buen antropólogo,cumple su deber de ir descubriendo elcamino y estamos seguros s:¡ue por él sellegará muy lejos en la comprensión deldesgarrador fenómeno que conocemos co-'mo subdesarrollo...