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Ellos estan aqui, pero … ¿Quienes Á ngeles? son los ¿Quienes Á ngeles ? son los

son los ngeles? - theperfectstormiscoming.orgtheperfectstormiscoming.org/pdfs/spanishangelbookpdf.pdf · Menos de una decáda atrás el tema de los ángeles podría ... 9. En el ejército

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Ellos estan aqui, pero …

¿Quienes

Ángeles?son los

¿Quienes

Ángeles?son los

ENCUENTROS DE TIPO ANGELICAL

Después de leer nuestra historia de primera plana en la creciente fascinación con los ángeles (RELIGION, 27 de Diciembre 1993),

los lectores escribieron acerca de sus propios encuentros con los mensajeros celestiales. Algunos relataron como los ángeles aliviaron sus angustias en tiempos de guerra.

Warren N. Saunders de Cedar Grove, New Jersey, nos cuenta su experiencia como ansioso soldado de infanteria de 19 años de edad en su primera patrulla en contra de los Japoneces en las selvas de Bougainville durante la II Guerra Mundial. “Cuando salí del camino principal oí un sonido inconfundible de un coro de voces cantando, sentí una gran paz, de alguna manera supe que eran ángeles.” Saunders volvio ileso después de 3 años de una amarga batalla.

En armonía con la naturaleza, John M. Perkins de Palm Beach Gardens, Florida, encuentra que los ángeles predominan entre la gente que honra la tierra, “No es coincidencia que los ángeles estan volviendo ahora que estamos concientes del Poder Divino en el aíre, la tierra y el agua que nos rodea.”

Entonces hay apariciones inexplicables que dejan a uno desconcertado pero creyente. Joanne Piezonki de Lawrence, Kansas, reporta un incidente en un autobus en Baltimore, Maryland. Ella estaba parada al lado del chofer esperando su parada, cuando vio un “gran arcangel en el espejo retrovisor. El chofer del autobus preguntó ‘¿Quién esta parado atras de usted?’” Ella se volvio a mirar y nadie estaba. Hasta el día de hoy ella cree en los ángeles.

–TIME, 17 de Enero, 1994

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Los magnates de los medios de comunicación y los genios del mercado han descubierto los ángeles. ¡Los ángeles están en todos lados! Encuentros con ángeles y leyendas de ángeles an encendido una manía espiritual y comercial—Pero ¿Quién o qué son los ángeles?

Menos de una decáda atrás el tema de los ángeles podría ser un asunto de conversación en reuniones religiosas o podía ser un título de un libro en venta en su librería Cristiana local. Pero no en estos días…

¿Pero usted a notado? Encuentros con ángeles paracen ser siempre positivos. Sea en las películas, en televisión, en numerosos libros y artículos de revistas o como descrito por el que los ha visto. Los ángeles son siempre definidos como “buenos,” benébolos, y protectores. ¿Pero es esto verdad? ¿Qué somos nosotros para crear miles de confrontaciones y encuentros al-rededor de el mundo, dejando víctimas temerosas con residuos de dolor físico y psicológico? ¿Podrían ser estos encuentros “angelicos” tambien?

De acuerdo a con casi cada libro sagrado en exsistencia, seres supernaturales, buenos y diabólicos, han tomado un papél activo en los asuntos humanos. Por miles de años la gente a tenido temor a venerar apariciones. En la Biblia, han aparecido como seres brillantes, y otras veces como humanos. Ellos han actuado como guías para viajeros y han abierto las puertas de la prisión. Los ángeles celestiales han evitado calamidades y han prolongado la tranquilidad de multitudes. Los humanos han fijado su vista en ellos, han oido su grandeza. Los labios de los humanos se han opuesto a sus sugestiones y han ridiculizado sus consejos, las manos de los humanos les han abusado sin compación.

Pero en la Biblia, los ángeles caídos han sido parte de la historia humana. Ellos han conquistado propósitos buenos, han retardado grandemente el trabajo de Dios, y han causado gran sufrimiento. De acuerdo con la Biblia, los ángeles caídos se hacen pasar por ángeles de luz y de buenos hechos, y ¡hasta hacen milagros! Si esto es cierto ¿cómo sabemos cuando nos encontramos con un “espíritu mentiroso” o un “sentinela celestial?”

Aparentemente los ángeles están aquí y no son elusivos como en el pasado. El propósito de esta breve publicación es para enfatizar el recuento de las Escrituras en cuanto a los ángeles, buenos y malos. Levantando la cortina de lo supernatural, nosotros creemos que estaremos mejor preparados para determinar quiénes son nuestros “verdaderos amigos.”

—LOS PUBLICADORES

¿HAY SERES EXTRAÑOS ENTRE NOSOTROS?

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© 2011 Inspiration Books East, Inc.Jemison, AL 35085-0352 USA

www.inbookseast.orgTodos los derechos reservados.

Esta publicación contiene pasajes del mas vendido libro classico America en la Profecia por EG White, originalmente publicado

hace 100 años bajo el Título, La Gran Controversia.

Escrituras usadas en este projecto fueron obtenidas de la Biblia version King James.

Un gran reconocimiento es dado a los siguientes por el permiso de usar sus ilustraciones:

American Bible Society, New York, © 1994, pagina 3.Dover Publications, Inc., New York:

Los Doré Illustraciones de Dante La Divina Comedia, © 1976, pagina 7

Los Doré Illustraciones de la Biblia, © 1974, página 30

Martech, Alhambra, California:El Teatro del Universo, © 1973, páginas 20, 22, 23, 32.

www.ThePerfectStormIsComing.org

Primera Impresión 100,000Impreso en USA

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Angeles existian ... antes de que los cimientos de la tierra fueran echados.

¿QUIÉNES SON LOS ÁNGELES?

Antes de la creación del hombre, ya habían ángeles; pues cuando los cimientos de la tierra fueron echados, unidos “alaban todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios.” Job 38:7. Después de la caída del hombre, fueron enviados ángeles para guardar el árbol de la vida, y esto antes que ningún ser humano hubiese fallecido. Los ángeles son por naturaleza superiores al hombre, pues el salmista refi riéndose a éste, dice: “Le has hecho un poco inferior a los ángeles.” Salmo 8:5.

Las Santas Escrituras tienen información acerca del número, del poder y de la gloria de los seres celestiales, de su relación con el gobierno de Dios y también con la obra de redención. “Jehová estableció en los cielos Su trono, y Su soberanía domina sobre todo.” Y el profeta dice: “Oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono.” Ellos sirven en la sala del trono del Rey de los reyes – “ángeles, poderosos en fortaleza,” “ministros suyos,” que hacen “Su voluntad,” “obedeciendo a la voz de Su precepto.” Salmo 103:19-21; Apocalipsis 5:11. Millones de millones era el número de los mensajeros celestiales vistos por el profeta Daniel. El apóstol Pablo habla de las “miríadas de ángeles.” Daniel 7:10; Hebreos 12:22. Como mensajeros celestiales, iban y volvían “a semejanza de relámpagos,” tan deslumbradora es su gloria y tan veloz su vuelo. Ezequiel 1:14.

6El ángel que apareció en la tumba del Señor, y cuyo “aspecto era como un

relámpago, y su vestido blanco como la nieve” hizo que los guardias temblaran de miedo y cayeran “como muertos.” Mateo 28:3, 4. Cuando Senaquerib, el insolente monarca Asirio, blasfemó e insultó a Dios y amenazó destruir a Israel, “aconteció que aquella misma noche salió el Ángel de Jehová, y mató en el campamento de los Asirios a ciento ochenta y cinco mil.” El ángel “destruyó a todo valiente y esforzado, y a los jefes y capitanes” del ejército de Senaquerib, quién “volvió, por tanto, avergonzado a su tierra.” 2 Reyes 19:35; 2 Crónicas 32:21.

Los ángeles son enviados a los hijos de Dios con misiones de misericordia. Visitaron a Abrahám con promesas de bendición; al justo Lot, para rescatarlo del fuego de Sodoma; a Elías, cuando estaba por morir de cansancio y hambre en el desierto; a Eliseo, con carros y caballos de fuego que rodeaban la pequeña ciudad donde estaba encerrado por sus enemigos; a Daniel, cuando imploraba la sabiduría divina en la corte de Babilonia, o en momentos en que iba a ser presa de los leones; a Pedro, condenado a muerte en la cárcel de Herodes; a los presos de Filipo; a Pablo y sus compañeros, en la noche tempestuosa en el mar; a Cornelio, para hacerle comprender el evangelio; a Pedro, para mandarlo con el mensaje de salvación al extranjero Gentil. Así fue como, en todas las edades, los santos ángeles ejercieron su ministerio en benefi cio del pueblo de Dios.

PERO TAMBIEN HAY ANGELES MALIGNOS Los espíritus malos, creados en un principio sin pecado, eran iguales, por

naturaleza, poder y gloria, a los seres santos que son ahora mensajeros de Dios. Pero una vez que pecaron, se unieron para deshonrar a Dios y acabar con los hombres. Unidos con Satanás en su rebeldía y arrojados del cielo con él, han sido desde entonces, a través de los siglos, sus cómplices en la guerra empeñada contra la autoridad divina. Las Sagradas Escrituras nos hablan de su unión y de su gobierno, de sus diversas órdenes, de su inteligencia y astucia, como también de sus propósitos malévolos contra la paz y la felicidad de los hombres.

La historia del Antiguo Testamento menciona a veces su existencia y su actuación; pero fue durante el tiempo que Cristo estuvo en la tierra cuando los espíritus malos dieron las más sorprendentes pruebas de su poder. Cristo vino para cumplir el plan ideado para la redención del hombre, y Satanás resolvió afi rmar su derecho para gobernar al mundo. Había logrado implantar la idolatría en toda la tierra, menos en Palestina. Cristo vino a derramar la luz del cielo sobre el único país que no se había sometido a las tentaciones de Satanás. Dos poderes rivales pretendían la supremacía. Jesús extendía Sus brazos de amor, invitando a todos los que querían encontrar en Él perdón y paz. Las huestes de las tinieblas vieron que no poseían un poder ilimitado, y comprendieron que si la misión de Cristo tenía éxito, pronto terminaría su reinado. Satanás se enfureció como león encadenado y desplegó atrevidamente sus poderes tanto sobre los cuerpos como sobre las almas de los hombres.

7Está claramente expresado en el Nuevo Testamento que ciertos hombres

hayan sido poseídos por demonios. Las personas afl igidas de tal modo no sufrían únicamente de enfermedades cuyas causas eran naturales. Cristo tenía conocimiento perfecto de aquello con que tenía que habérselas, y reconocía la presencia y acción directas de los espíritus malos.

Un ejemplo sorprendente de su número, poder y malignidad, como también del poder misericordioso de Cristo, lo encontramos en el relato de la curación de los endemoniados de Gádara. Aquellos pobres desaforados, que burlaban toda restricción y se retorcían, echando espumarajos por la boca, atormentados, llenaban el aire con sus gritos, se maltrataban y ponían en peligro a cuantos se acercaban a ellos. Sus cuerpos cubiertos de sangre y desfi gurados, sus mentes extraviadas, presentaban un espectáculo agradable para el príncipe de las tinieblas. Uno de los demonios que dominaba a los enfermos, declaró: “Mi nombre es legión, porque somos muchos.” Marcos 5:9. En el ejército Romano una legión se componía de tres a cinco mil hombres. Las huestes de Satanás están también organizadas en compañías, y la compañía a la cual pertenecían estos demonios correspondía ella sola en número por lo menos a una legión. Al Jesús dar la orden, los espíritus malignos abandonaron sus víctimas, dejándolas sentadas en calma a los pies del Señor, sumisas, inteligentes y afables.

Las Escrituras relatan otros ejemplos semejantes. La hija de la mujer Sirofenicia estaba atormentada de un demonio al que Jesús echó fuera por Su palabra. Marcos 7:26-30. “Un endemoniado, ciego y mudo” (Mateo 12:22); un joven que tenía un espíritu mudo, que a menudo le arrojaba “tanto al fuego como a las aguas, para destruirlo” (Marcos 9:17-27); el maniáco que, atormentado por el “espíritu de un demonio inmundo” (Lucas 4:33-36), perturbaba la tranquilidad del Sábado en la sinagoga de Capernaum – todos ellos fueron curados por nuestro compasivo Salvador. En casi todos los casos Cristo se dirigía al demonio como a un ser inteligente, ordenándole salir de su víctima y no atormentarla más. Al ver Su gran poder, los devotos reunidos en Capernaum se asombraron, “y se decían unos a otros: Qué manera de hablar es ésta, que manda con autoridad y poder a los espíritus inmundos, y salen.” Lucas 4:36.

Fue durante el tiempo quando Cristo estuvo sobre la tierra que los espíritus malignos

manifestarm su poder de la maneramas sorprendente.

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PROTECTORES ANGÉLICOSEl poder y la maldad de Satanás y de su hueste podrían alarmarnos con razón, si

no fuera por el apoyo y salvación que encontramos en el poder superior de nuestro Redentor. Nuestras casas las proveemos cuidadosamente con cerrojos y candados para proteger nuestros bienes y nuestras vidas contra los malvados; pero rara vez pensamos en los ángeles malos que tratan continuamente de llegar hasta nosotros, y contra cuyos ataques no contamos en nuestras propias fuerzas con ningún medio efi caz de defensa. Si se les dejara, nos trastornarían la razón, nos desquiciarían y torturarían el cuerpo, destruirían nuestras propiedades y nuestras vidas. Sólo se deleitan en el mal y en la destrucción. Terrible es la condición de los que resisten a las exigencias de Dios y ceden a las tentaciones de Satanás, hasta que Dios los abandona al poder de los espíritus malignos.

El medio de que Dios se vale para proteger a Su pueblo está indicado en las palabras del salmista: “El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defi ende.” Salmos 34:7. Así pues, aunque expuesto al poder engañoso a la continua malicia del príncipe de las tinieblas y en confl icto con todas las fuerzas del mal, el pueblo de Dios tiene siempre asegurada la protección de los ángeles del cielo. Esta protección no es supérfl ua. Si Dios concedió a sus hijos su gracia y su amparo, es porque deben hacer frente a las temibles potestades del mal, potestades numerosas, audaces e incansables, cuya malignidad y poder nadie puede ignorar o menospreciar.

LA IGNORANCIA DE LO SUPERNATURALES UN GRAVE PELIGRO

Nadie está en mayor peligro de caer bajo la infl uencia de los espíritus malos que los que, a pesar del testimonio directo y positivo de las Sagradas Escrituras, niegan la existencia e intervención del diablo y de sus ángeles. Mientras ignoremos sus sutilezas, ellos nos llevan notable ventaja; y muchos obedecen a sus sugestiones creyendo seguir los dictados de su propia sabiduría. Esta es la razón por la cual a medida que nos acercamos al fi n del tiempo, cuando Satanás obrará con la mayor energía para engañar y destruir, él mismo propaga por todas partes la creencia de que no existe. Su política consiste en esconderse y obrar disimuladamente.

Nada hay que el gran seductor tema tanto como el que nos demos cuenta de sus artimañas. Para mejor disfrazar su carácter y esconder sus verdaderos propósitos, se ha hecho representar de modo que no despierte emociones más poderosas que las del ridículo y del desprecio. Le gusta que lo pinten deforme o repugnante, mitad animal mitad hombre. Le agrada oírse nombrar como objeto de diversión y de burla por personas que se creen inteligentes.

Por haberse enmascarado con habilidad consumada es precisamente por lo que tan a menudo se oye preguntar: “¿Existe en realidad un ser semejante?” La prueba evidente de su éxito es la aceptación general de que gozan entre el público

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E Satánás se complace en que la pinten como objeto de ridicula a inexistentes, como una criatura semi-animal y semi-humana. Se complace en oir pronunciar su nombre en tono de juego y burla por los que se creen inteligentes y bien informados.

religioso ciertas teorías que niegan los testimonios más positivos de las Sagradas Escrituras. Y es porque Satanás puede dominar tan fácilmente los pensamientos de las personas inconscientes de su infl uencia, por lo que la Palabra de Dios nos da tantos ejemplos de su obra maléfi ca, nos revela sus fuerzas ocultas y nos pone así en guardia contra sus ataques.

Muchos tratan de explicar las manifestaciones espiritistas atribuyéndolas por completo al fraude y a juego de manos de los médiums. Pero, si bien es cierto que muchas veces se han hecho pasar tramperías por verdaderas manifestaciones, no deja de haber habido también manifestaciones de poder sobrenatural. Los llamamientos misteriosos con que empezó el espiritismo moderno no fueron resultado de los engaños o de la astucia humana, sino obra directa de ángeles malos, que introdujeron así una de las mentiras más efi caces para la destrucción de las almas. Muchos hombres serán entrampados por la creencia de que el espiritismo es solamente una impostura humana; pero cuando sean puestos en presencia de manifestaciones cuyo carácter sobrenatural no pueda negarse, serán seducidos y obligados a aceptarlas como revelación del poder divino.

Estas personas no toman en cuenta el testimonio de las Santas Escrituras respecto a los milagros de Satanás y de sus agentes. No fue sino mediante la ayuda de Satanás que los sabios y hechiceros de Faraón pudieron imitar la acción de Dios. Pablo declara que antes de la segunda venida de Cristo habrá manifestaciones semejantes del poder satánico. La venida del Señor debe ser precedida de la “actuación de Satanás, con todo poder, y con señales, y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad.” 2 Tesalonicenses 2:9, 10. Y el apóstol Juan, relatando el poder milagroso que se ha de dar a conocer en los últimos días, declara: “Hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra en presencia de los hombres Y engaña a los moradores de la tierra a causa de las señales que se le ha permitido hacer.” Apocalipsis 13:13, 14. Lo que se predice aquí no es una simple impostura. Los hombres serán engañados por los milagros que los agentes de Satanás no sólo pretenderán hacer, sino que de hecho tendrán poder para realizar.

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“Están tratando de comunicarse con los muertos”

Están Tratando de comunicarse con los muertos. “Los espíritus están aquí. Yo los veo,” dice Ruth Berger, descrita por ella misma como una “consejera intuitiva.” Psíquica, si usted insiste. Médium espiritista si usted quiere esta a la moda. “Ellos tienen algunos mensajes magnífi cos para nosotros.” “Ellos Quiren hablar con nosotros tanto como nosotros queremos hablar con ellos.”

En esta clara, fría, noche de otoño en la librería de la iglesia católica de San Pedro en Skokie, Ill., Berger está conduciendo a 35 miembros del grupo North Shore Chapter of Naim, un grupo sin denominación religiosa que ayuda a las viudas y viudos Cristianos, a lo que viene siendo una clase básica en llamamientos de espíritus. …

Así es como sucede en los años del mil novecientos noventa: Una mujer sonriente y aparentemente normal llega a una iglesia, a un salón de recepción, a una casa privada o un apartamento y, como cosa corriente, convoca al lugar lo que ella anuncia que son los espíritus de los muertos.

–The Morning News Tribune, 14 de Noviembre 1990

ERRORES MODERNOS CONCERNIENTES A LOS ÁNGELES

La Obra Ministradora de los ángeles celestiales, como ha sido presentada en las Santas Escrituras, es una verdad de las más alentadoras y de las más preciosas para todo discípulo de Cristo. Pero la enseñanza de la Biblia sobre este punto ha sido obscurecida y pervertida por los errores de la teología popular. La doctrina de la inmortalidad natural, tomada en un principio de la fi losofía pagana e incorporada a la fe Cristiana en los tiempos tenebrosos de la gran apostasía, ha suplantado la verdad claramente enseñada por la Santa Escritura, de que “los muertos nada saben.” Eclesiastés 9:5. Miles de personas han llegado a creer que los espíritus de los muertos son los “espíritus ministradores, enviados para hacer servicio a favor de los que han de heredar la salvación.” Y esto a pesar del testimonio de las Santas Escrituras respecto a la existencia de los ángeles celestiales y a la relación que ellos tienen con la historia humana desde antes que hubiese muerto hombre alguno.

La doctrina de que el hombre se queda consciente en la muerte, y la creencia de que los espíritus de los muertos vuelven para servir a los vivos, preparó el camino para el espiritismo actual. Al mismo tiempo que el príncipe del mal asegura poner a los vivos en comunicación con los muertos, practica también su infl uencia fascinadora sobre las mentes de aquellos. Satanás puede evocar ante los hombres la apariencia de sus amigos fallecidos. La imitación es perfecta; los rasgos familiares, las palabras y el tono son reproducidos con una exactitud impresionante. Muchas personas se consuelan con la seguridad de que sus seres queridos están gozando de las delicias del cielo; y dan oídos a “espíritus seductores, y a enseñanzas de demonios,” sin sospechar ningún peligro.

Después que Satanás ha hecho creer a esas personas que los muertos vuelven en realidad a comunicarse con ellos, hace aparecer a seres humanos que murieron sin preparación espiritual. Estos aseguran que son felices en el cielo y hasta que ocupan allí elevados puestos, y así propaga el error de que no se hace diferencia entre los justos y los injustos. Esos supuestos visitantes del mundo de los espíritus dan a veces avisos

11y advertencias que resultan exactos. Luego que se han ganado la confi anza, presentan doctrinas que de hecho destruyen la fe en las Santas Escrituras. Aparentando profundo interés por el bienestar de sus amigos en la tierra, insinúan los errores más peligrosos. El hecho de que pueden a veces anunciar acontecimientos y que dicen algunas verdades, da a sus testimonios una apariencia de credibilidad; y sus falsas enseñanzas son aceptadas por las multitudes con tanta diligencia y creídas tan a ciegas, como si se tratara de las verdades más sagradas de la Biblia. Rechazan la ley de Dios, desprecian al Espíritu de gracia y se considera la sangre de la alianza como cosa profana. Los espíritus niegan la divinidad de Cristo y hasta ponen al Creador en igual nivel que ellos mismos. Bajo este nuevo disfraz el gran rebelde continúa llevando adelante la guerra que empezó en el cielo y que se prosigue en la tierra desde hace unos seis mil años.

ENGAÑOS DE LA “NUEVA ERA”El príncipe de las tinieblas, que por tanto tiempo ha estado empleando los

poderes de su inteligencia superior en la obra de engaño, adapta hábilmente sus tentaciones a los hombres de todas las clases y condiciones. A las personas cultas y refi nadas les presenta el espiritismo bajo sus aspectos más delicados e intelectuales, y así consigue atraer a muchos a sus redes. La sabiduría que comunica el espiritismo es la que describe el apóstol Santiago, la cual “no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, natural, diabólica.” Santiago 3:15.

El espiritismo enseña “que el hombre es un ser susceptible de adelanto; que su destino consiste en progresar desde su nacimiento, aun hasta la eternidad, hacia la divinidad.”

Y también que “cada inteligencia se juzgará a sí misma y no será juzgada por otra.” “El juicio será justo, porque será el juicio que uno haga de sí mismo… El tribunal está interiormente en vosotros.” Satanás ha colocado la naturaleza pecadora del hombre sujeto al error, como único objeto de adoración, única regla del juicio o modelo del carácter. Eso no es progreso, sino retroceso.

A los amigos del placer, a los indulgentes consigo mismos, a los sensuales, el espiritismo se presenta bajo un disfraz menos sutil que cuando se presenta a gente más refi nada e intelectual. En sus formas groseras, aquellos encuentran lo que está en armonía con sus inclinaciones. Satanás estudia todos los síntomas de la fragilidad humana, se fi ja en los pecados que cada hombre está inclinado a cometer, y cuida luego de que no falten ocasiones para que las tendencias hacia el mal sean satisfechas.

En la Nueva Era, la creencia en la reencarnación está aumentando

Otra creencia dentra de la plataforma de la Nueva Era incluye la canalización en la que espíritus o “entidades” utilizan al ser humano para transmitir mensajes, experiencias extra-corpóreas en las que el alma transmigra dejándo el cuerpo tras de si; percepción extra-sensorial que permite demostras poderes síquicos.

–The News Tribune, Tacoma, Washington Lunes, 13 de Julio 1987

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Tienta a los hombres para que se excedan en cosas que son legítimas en sí mismas, a fi n de que la intemperancia debilite sus fuerzas físicas y sus energías mentales y morales. Ha hecho morir y está haciendo morir a miles de personas por la satisfacción de las pasiones, embruteciendo así la naturaleza humana. Y para completar su obra, declara por intermedio de los espíritus, que “el verdadero conocimiento coloca a los hombres por encima de toda ley;” que “cualquier cosa que sea, es buena;” que “Dios no condena;” y que “todos los pecados que se cometen se cometen sin envolver culpabilidad alguna.” Cuando la gente es persuadida a creer que el deseo es ley suprema, que el hombre no es responsable más que ante sí mismo, y que la libertad es licencia, ¿quién puede admirarse de que la corrupción y la depravación abunden por todas partes? Las multitudes aceptan ansiosamente las enseñanzas que les dan libertad para obedecer los impulsos carnales. Se da rienda suelta a la lujuria y el hombre pierde el control sobre sí mismo; las facultades del espíritu y del alma son sometidas a los más bestiales apetitos, y Satanás prende alegremente en sus redes a millares de personas que profesan ser discípulos de Cristo.

Pero nadie tiene por qué dejarse confundir por los asertos engañosos del espiritismo. Dios nos ha dado luz sufi ciente para que podamos descubrir la trampa. Como ya lo hemos visto, la teoría que constituye el fundamento mismo del espiritismo está en plena contradicción con las declaraciones más terminantes de las Santas Escrituras. La Biblia declara que los muertos no saben nada, que sus pensamientos han terminado; no tienen parte en nada de lo que se hace bajo el sol; no saben nada de las dichas ni de las penas de los que les eran más amados en la tierra.

Satanás estudia todos los síntomas de la fragilidad humana, se fija en los pecados que cada hombre está inclinado a cometer, y cuida luego de que no falten ocasiones para que las tendencias hacia el mal sean satisfechas.

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“Porque los que viven saben que han de morir; mas los muertos nada saben.”

“En el sepulcro, a donde tu vas, no hay obra, niindustria, ni ciencia, ni sabiduría.”

–Eclesiastés 9:5, 10, Reina Valera

ESPIRITISMO MODERNADios ha prohibido expresamente toda supuesta comunicación con los espíritus

de los muertos. En tiempo de los Hebreos había una clase de personas que pretendía, como los espiritistas de hoy en día, sostener comunicaciones con los muertos. Pero la Biblia declara que los “espíritus,” como se solía llamar a los visitantes de otros mundos, son “espíritus de demonios.” (Compárese Números 25:1-3; Salmo 106:28; 1 Corintios 10:20; Apocalipsis 16:14.) La costumbre de tratar con espíritus o adivinos fue declarada abominación por el Señor y era solemnemente prohibida con pena de muerte. Levítico 19:31; 20:27. Aún el nombre de la hechicería es objeto de desprecio en la actualidad. El aserto de que los hombres pueden tener comunicación con malos espíritus es considerado como una fábula de la Edad Media. Pero el espiritismo, que cuenta con miles y hasta con millones de adherentes, que ha invadido iglesias, que se ha abierto camino entre las sociedades científi cas, y que ha sido acogido con favor entre los cuerpos legislativos y hasta en las cortes de los reyes—este engaño colosal no es más que la reaparición, bajo un nuevo disfraz, de la hechicería condenada y prohibida en la antigüedad.

Si no existiera otra evidencia con respecto a la naturaleza real del espiritismo, debería bastar a todo Cristiano el hecho de que los espíritus no hacen ninguna diferencia entre lo que es pecado y lo que es justo, entre el más noble y puro de los apóstoles de Cristo y los más degradados servidores de Satanás. Esos espíritus mentirosos representan a los apóstoles como contradiciendo lo que escribieron bajo la inspiración del Espíritu Santo durante su permanencia en la tierra. Niegan el origen divino de la Biblia, anulan así el fundamento de la esperanza Cristiana y apagan la luz que revela el camino hacia el cielo. Satanás hace creer al mundo que la Biblia no es más que una obra de fi cción, o cuando más un libro apropiado para la infancia de la raza, al que debemos hacer poco caso, o ponerlo a un lado por anticuado. Y para reemplazar la Palabra de Dios ese mismo Satanás ofrece sus manifestaciones espiritistas. Estas están enteramente bajo su dirección y mediante ellas puede hacer creer al mundo lo que quiere. Pone en la obscuridad, precisamente donde le conviene que esté, el Libro que le debe juzgar a él y a sus siervos y hace aparecer al Salvador del mundo como un simple hombre.

14Es cierto que el espiritismo está mudando actualmente sus formas, y echando

un velo sobre algunos de sus rasgos más repulsivos, reviste un disfraz Cristiano. Cuando antes condenaban a Cristo y la Biblia, ahora lo aceptan y los profesan. Pero sus declaraciones hechas desde la tribuna y en la prensa han sido conocidas por el público desde hace muchos años, y muestran su carácter verdadero. Esas enseñanzas no pueden ser negadas ni encubiertas.

“Y me postré para adorar ante los piesdel ángel …. Y él me dijo: “Mira, no lo hagas; porqueyo soy sierra contigoy con tus hermanos los profetas, y con los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios.

–Apocalipsis 22:8, 9

15ANGELES MALOS HACEN MILAGROS TAMBIEN

A medida que el espiritismo imita más de cerca al Cristianismo nominal de nuestros días, tiene también mayor poder para engañar y seducir. De acuerdo con el pensar moderno, Satanás mismo se ha convertido. Se manifestará bajo la forma de un ángel de luz. Por medio del espiritismo han de cumplirse milagros, los enfermos sanarán, y se realizarán muchos prodigios innegables. Y como los espíritus profesarán creer en la Biblia y manifestarán respeto por las instituciones de la iglesia, su obra será aceptada como manifestación del poder divino.

El advenimiento del Señor, será precedido“Segun operacion de Satanás, con gran potencia,

y señales mentirosos, y con todo engaño deiniquidad en los que perecen.”

2 Tesalonicenses 2:9, 10

TERRENO PROHIBIDOPocas son las personas que tienen justo concepto del poder engañoso del

espiritismo y del peligro que hay en caer bajo su infl uencia. Muchas personas juegan con él sin otro objeto que el de satisfacer su curiosidad. No tienen fe verdadera en él y se llenarían de horror al pensar en abandonarse al dominio de los espíritus. Pero se aventuran en terreno prohibido y el malvado destructor ejerce su autoridad sobre ellos contra su voluntad. Pero una vez que los induce a abandonar sus inteligencias a su dirección, los mantiene presos. Es imposible que con su propia fuerza rompan el encanto hechicero y seductor. Sólo el poder de Dios otorgado en contestación a la fervorosa oración de fe, puede libertar a esas almas prisioneras.

El ofuscamiento de los hombres de esta generación es sorprendente. Miles de personas rechazan la Palabra de Dios como si no mereciese fe, mientras aceptan con absoluta confi anza los engaños de Satanás. Nada puede despertar sus temores. El tentador los tiene tan subyugados, están tan ligados a él y tan dominados por su espíritu, que no tienen ni fuerza ni deseos para escapar de su lazo.

Todos aquellos cuya fe no esté firmementecimentada en la Palabra de Dios serán

engañados y vencidos.

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ESPÍRITUS MALOS FRECUENTEMENTEPERSONIFICAN FAMILIARES Y AMIGOSFALLECIDOS

Muchos tendrán experiencias con espíritus de demonios que personifi carán a amigos queridos o parientes y que proclamarán las herejías más peligrosas. Estos espíritus apelarán a nuestros más tiernos sentimientos de simpatía y harán milagros con el fi n de sostener sus asertos. Debemos estar listos para resistirles con la verdad bíblica de que los muertos no saben nada y de que los que aparecen como tales son espíritus de demonios.

El profeta Isaías dice: “Y cuando os digan: Preguntad a los encantadores y a los adivinos, que susurran y bisbisean, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos? ¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido.” Isaías 8:19, 20. Si los hombres hubiesen querido recibir la verdad tan claramente expresada en las Santas Escrituras, referente a la naturaleza del hombre y al estado de los muertos,

reconocerían en las declaraciones y manifestaciones del espiritismo la operación de Satanás con poder y con prodigios mentirosos. Pero en vez de ceder la libertad tan agradable al corazón carnal, y renunciar sus pecados favoritos, la mayoría de los hombres cierran los ojos a la luz y siguen adelante sin cuidarse de las advertencias, mientras Satanás tiende sus lazos en torno de ellos y los hace presa suya. “Por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. . . . Dios les envía un espíritu engañoso, para que crean la mentira.” 2 Tesalonicenses 2:10, 11.

Es inminente “la hora de la prueba que está para venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra.” Apocalipsis 3:10. Todos aquellos cuya fe no esté fi rmemente cimentada en la Palabra de Dios serán engañados y vencidos.

No sea hallado en tiquien…,

practique adivinación,

ni agorero,

ni sortílego,

ni hechicero,

ni frasuador de encantamientos,

ni adivino,

ni mago,

ni quien pregunté a piton,ni mago, ni quien pregunté a los muertos.

Porques es abominación a Jehová cualquiera que hace estas cosas.”

–Deuteronomio 18:10-12

17LA DESOBEDIENCIA, SEÑAL DE LOS TIEMPOS

La Biblia declara que antes de la venida del Señor habrá un estado de decadencia religiosa análoga a la de los primeros siglos. “En los últimos días vendrán tiempos difíciles. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más bien que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la efi cacia de ella.” 2 Timoteo 3:1-5.

La doctrina de que los hombres no están obligados a obedecer los mandamientos de Dios, ha debilitado ya el sentimiento de la responsabilidad moral y ha abierto en gran manera las compuertas para que la iniquidad corra por el mundo. La corrupción, la licencia, y la disipación nos invaden como ola abrumadora. Satanás está trabajando en el seno de las familias. Su bandera fl ota hasta en los hogares de los que profesan ser Cristianos. En ellos se ven la envidia, la hipocresía, las sospechas, la frialdad, la rivalidad, las disputas, las traiciones a los votos sagrados matrimoniales y el desenfreno de los apetitos. Todo el sistema de doctrinas y principios religiosos que deberían formar el fundamento y marco de la vida social parece una mole tambaleante a punto de desmoronarse en ruinas.

Los más viles criminales, echados en la cárcel por sus delitos, son a menudo objeto de atenciones y obsequios como si hubiesen llegado a un envidiable grado de distinción. Se da gran publicidad a las particularidades de su carácter y a sus crímenes. La prensa publica los detalles escandalosos del vicio, iniciando así a otros en la práctica del fraude, del robo y del asesinato.

La Turtuosa Historia De Un Asesino Consecutivo John Wayne Gacy, de 52 años de edad, sigue siendo el campeón indiscutible entre

los asesinos en serie dentro de los Americanos, después de 14 años en la cáreil esta escribiendo correspondencia, jugando a las cartas, pintando y consistentemente protestando su inocencia en contra de los cargos probados de haber asesinado a 33 jóvenes y niños entre 1972 y 1978…

Como cualquier otra celebridad, Gacy tiene ahora un número propio 900. Por $2 dólares el minutos, los que llaman son convidados eseuchar 12 minutos de grabación en los cuales Gacy se describe como “la victima numero 34” del real asesino o asesinos…

Sus pinturas de aceite, las cuales han sido exhibidas en una galeria en Los Angeles y un club en New York, son valoradas entre $500 a $20,000 dolares por pintura. Ademas de sus pinturas de Cristo, Hitler, Elvis Presley y su colega asesino consecutivo Jeffrey Dahmer, Gacy es famoso por sus pinturas de payasos. Como cualquier estudioso de asesinos en serie, Gacy entretenia a los niños—reclutaba a algunas de sus victimas—vistiéndose como “Pogo the Clown” durante su periodo de homicidios.

Parece que sus pinturas de aceite y su numero 900 le estan entique ciendo a Gacy.

–NEWSWEEK, 25 de Abril, 1994

18La infatuación del vicio, la criminalidad, el terrible desarrollo de la

intemperancia y de la iniquidad, en toda forma y grado, deberían llamar la atención de todos los que temen a Dios para que vieran lo que podría hacerse para contener el desborde del mal.

La política de Satanás en este confl icto fi nal con el pueblo de Dios es la misma que la seguida por él al principio de la gran controversia en el cielo. Hacía como si procurase la estabilidad del gobierno divino, mientras que por lo bajo hacía cuanto podía por derribarlo y acusaba a los ángeles fi eles de esa misma obra que estaba así tratando de realizar. Lo mismo sucederá ahora. Mientras Satanás trata de destruir a los que honran la ley de Dios, los hará acusar como transgresores de la ley, como hombres que están deshonrando a Dios y atrayendo sus castigos sobre el mundo.

Mientras aparenta pasar ante los hijos de los hombres como un gran médico que puede curar todas sus enfermedades, Satanás producirá enfermedades y desastres al punto que ciudades populosas serán reducidas a ruinas y desolación. Ahora mismo está obrando. Ejerce su poder en todos los lugares y bajo mil formas: en las grandes confl agraciones, en las desgracias y calamidades de mar y tierra, en los tremendos huracanes, en los ciclones, en las terribles tempestades de granizo, en las inundaciones, en las mareas extraordinarias y en los terremotos.

Destruye las mieses casi maduras y a ello le sigue el hambre y la angustia; propaga por el aire emanaciones mefíticas y miles de seres perecen en la pestilencia. Estos hechos irán menudeando más y más y se harán más y más desastrosas. La destrucción caerá sobre hombres y animales.

Y luego el gran engañador persuadirá a los hombres de que son aquellos que sirven a Dios los que causan esos males. La clase que ha provocado el desagrado del Cielo lo cargará a la cuenta de aquellos cuya obediencia a los mandamientos de Dios es una reprobación perpetua a los transgresores. Se declarará que los hombres ofenden a Dios al violar el reposo del Domingo; que este pecado ha atraído calamidades que no concluirán hasta que la observancia del Domingo no sea estrictamente obligatoria; y que los que proclaman la vigencia del cuarto mandamiento, haciendo con ello que se pierda el respeto debido al Domingo y rechazando el favor divino, turban al pueblo y alejan la prosperidad temporal.

El poder milagroso que se manifi esta en el espiritismo ejercerá su infl uencia en perjuicio de los que prefi eren obedecer a Dios antes que a los hombres. Habrá comunicaciones de espíritus que declararán que Dios los envió para convencer de su error a los que rechazan el Domingo y afi rmarán que se debe obedecer a las leyes del país como a la ley de Dios. Lamentarán la gran maldad existente en el mundo y apoyarán el testimonio de los ministros de la religión en el sentido de que la degradación moral se debe a la profanación del Domingo. Grande será la indignación despertada contra todos los que se nieguen a aceptar sus afi rmaciones.

19TRES PODEROSOS ANGELES ANUNCIAN EL FIN DEL TIEMPO

Y vi a otro ángel volar por enmedio del cielo, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los que moran en la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo,

Diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle honra, porque la hora de su juicio es venida; y adorad a aquel que ha hecho el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.

Y otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, aquella gran ciudad, porque ella ha dado a feber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación.

Y el tercer ángel los siguió, diciendo a alta voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y toma la señal en su frente, o en su mano,

Éste también beberá del vino de la ira de Dios, el cual está echado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y asufre delante de los santos ángeles, y delante del Cordero;

Y el humo del tormento de ellos sube para siempre famás. Y los que adorar a la bestia y a su imagen, no tienen reposo dia ni noche, ni eualquiera que tomare la señal de su nombre.

Aquí está la paciencia de los santos, Aquí están los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.

–Apocalipsis 14:6-12

Estas verdades, tal cual están presentadas en Apocalipsis 14, en relación con el “evangelio eterno,” serán lo que distinga a la iglesia de Cristo cuando Él aparezca. Pues, como resultado del triple mensaje, se dice: “Aquí están los que guardan los mandamientos de Dios, y la fe de Jesús.” Y éste es el último mensaje que se ha de proclamar antes que regrese el Señor. Inmediatamente después de su proclamación, el profeta vió al Hijo del hombre venir en gloria para segar la mies de la tierra.

En el capítulo 14 del Apocalipsis se exhorta a los hombres a que adoren al Creador, y la profecía expone a la vista una clase de personas que, como resultado del triple mensaje, guardan los mandamientos de Dios. Uno de estos mandamientos señala directamente a Dios como Creador. El cuarto precepto declara: “Mas el séptimo es Sábado para Jehová tu Dios; . . . porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día del Sábado y lo santifi có.” Éxodo 20:10, 11. El verdadero motivo del culto divino, no tan sólo del que se tributa en el séptimo día, sino de toda adoración, reside en la distinción existente entre el Creador y Sus criaturas.

20

UNA TERRIBLE AMONESTACIONLa más terrible amenaza que haya sido jamás dirigida a los mortales se

encuentra contenida en el mensaje del tercer ángel. Debe ser un pecado horrendo el que atrae la ira de Dios sin mezcla de misericordia. Los hombres no deben ser dejados en la ignorancia tocante a esta importante cuestión; la amonestación contra este pecado debe ser dada al mundo antes que los juicios de Dios caigan sobre él, para que todos sepan por qué deben consumarse, y para que tengan oportunidad para librarse de ellos. La profecía declara que el primer ángel hará su proclamación “a cada nación, y tribu, y lengua, y pueblo.” El aviso del tercer ángel, que forma parte de ese triple mensaje, no tendrá menos alcance. La profecía dice de él que será proclamado en alta voz por un ángel que vuela por medio del cielo; y llamará la atención del mundo.

Al fi nal de la lucha, toda la Cristiandad quedará dividida en dos grandes categorías—la de los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús, y la de los que adoran la bestia y su imagen y reciben su marca. Aunque la iglesia y el estado se unirán para obligar a “todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos” (Apocalipsis 13:16), a que reciban “la marca de la bestia,” sin embargo el pueblo de Dios no la recibirá. El profeta de Patmos vió “a los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el número de su nombre, en pie sobre el mar de vidrio, con arpas de Dios,” y cantaban el cántico de Moisés y del Cordero. Apocalipsis 15:2, 3.

Al terminar el mensaje del tercer ángel la misericordia divina no intercederá más por los habitantes culpables de la tierra.

El pueblo de Dios habrá cumplido su obra; habrá recibido “la lluvia tardía,” el “refrigerio de la presencia del Señor,” y estará preparado para la hora de prueba que le espera.… todos los que han resultado fi eles a los preceptos divinos han recibido “el sello del Dios vivo.” Entonces Jesús dejará de interceder en el santuario celestial. Cuando Él abandone el santuario, las tinieblas envolverán a los habitantes de la tierra. Durante ese tiempo terrible, los justos han de vivir sin intercesor, a la vista del santo Dios. Nada refrena ya a los malos y Satanás domina por completo a los impenitentes empedernidos. La paciencia de Dios ha terminado. El mundo ha rechazado Su misericordia, despreciado Su amor y pisoteado Su ley. Los inicuos han dejado concluir su tiempo de gracia; el Espíritu de Dios, al que se opusieran porfi adamente, acabó por apartarse de ellos. Desamparados ya de la gracia divina, están a merced de Satanás, el cual sumirá entonces a los habitantes de la tierra en un gran confl icto fi nal. Cuando los ángeles de Dios dejen ya de contener los vientos violentos de las pasiones humanas, todos los elementos de contención se desencadenarán. El mundo entero será envuelto en una ruina más espantosa que la que cayó antiguamente sobre Jerusalén.

21

Un solo ángel dió muerte a todos los primogénitos de los Egipcios y llenó al país de duelo. Cuando David ofendió a Dios al tomar censo del pueblo, un ángel causó la terrible matanza con la cual fue castigado su pecado. El mismo poder destructor ejercido por santos ángeles cuando Dios se los ordena, lo ejercerán los ángeles malvados cuando Él lo permita. Hay fuerzas actualmente listas que no esperan más que el permiso divino para sembrar la desolación por todas partes.

Los tiempos de apuro y angustia que nos esperan requieren una fe capaz de soportar el cansancio, la demora y el hambre, una fe que no desmaye a pesar de las pruebas más duras. Los que sólo ejercitan poca fe, están en mayor peligro de caer bajo el dominio de los engaños satánicos y del decreto que violentará las conciencias. Y aun en caso de soportar la prueba, en el tiempo de angustia se verán sumidos en mayor afl icción porque no se habrán acostumbrado a confi ar en Dios. Las lecciones de fe que hayan descuidado, tendrán que aprenderlas bajo el terrible peso del desaliento.

Cuando los ángeles de Dios dejen ya de contener los vientos violentos de las pasiones humanas, todos los elementos de contención se desencadenarán.

El mismo poder destructor ejercido por santos ángeles cuando Dios se los ordena, lo ejercerán los ángeles malvados cuando El lo permita.

22

¡EL ANTICRISTO VENDRA!Pronto aparecerán en el cielo signos espantosos de carácter sobrenatural, en

prueba del poder milagroso de los demonios. Satanás ha estado preparándose desde hace tiempo para su último esfuerzo para engañar al mundo. El cimiento de su obra lo puso en la afi rmación que hiciera a Eva en el Edén: “No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.” Génesis 3:4, 5. Poco a poco Satanás ha preparado el camino para su obra maestra de seducción: el desarrollo del espiritismo. Hasta ahora no ha logrado realizar completamente sus designios; pero lo conseguirá en el poco tiempo que nos separa del fi n. El profeta dice: “Y vi . . . tres espíritus inmundos a manera de ranas; . . . son espíritus de demonios que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso.” Apocalipsis 16:13, 14. Todos excepto aquellos que estén protegidos por el poder de Dios y la fe en Su Palabra, se verán envueltos en ese engaño. Los hombres se están durmiendo bajo una seguridad fatal y sólo despertarán cuando la ira de Dios se derrame sobre la tierra.

El acto principal que coronará el gran drama del engaño será que el mismo Satanás representará a Cristo. Hace mucho que la iglesia profesa esperar el advenimiento del Salvador como consumación de sus esperanzas. Pues bien, el gran engañador simulará que Cristo habrá venido. En varias partes de la tierra, Satanás se manifestará a los hombres como ser majestuoso, de un brillo deslumbrador, muy parecido a la descripción que del Hijo de Dios da el apóstol Juan en el Apocalipsis. Apocalipsis 1:13-15. La gloria que le rodee superará cuanto hayan visto los ojos de los mortales. El grito de triunfo repercutirá por los aires: “¡Cristo ha venido! ¡Cristo ha venido!” El pueblo se postrará en adoración ante él, mientras levanta sus manos y pronuncia una bendición sobre ellos como Cristo bendecía a Sus discípulos cuando estaba en la tierra. Su voz es suave y pausada aunque llena de melodía. En tono amable y compasivo, anuncia algunas de las verdades celestiales y llenas de gracia que pronunciaba el Salvador; cura las dolencias del pueblo, y luego, en su falso carácter de Cristo, asegura haber mudado el Día de Reposo del Sábado al Domingo y manda a todos que santifi quen el día bendecido por él.

Declara que aquellos que persisten en santifi car el séptimo día blasfeman su nombre porque se niegan a oír a sus ángeles, que les fueron enviados con la luz de la verdad. Es el engaño más poderoso

23y resulta casi irresistible. Como los Samaritanos fueron engañados por Simón el Mago, así también las multitudes, desde los más pequeños hasta los mayores, creen en ese sortilegio y dicen: “Este es el Gran Poder de Dios.” Hechos 8:10.

Pero el pueblo de Dios no se equivocará. Las enseñanzas del falso Cristo no están de acuerdo con las Sagradas Escrituras. Su bendición va dirigida a los que adoran la bestia y su imagen, precisamente aquellos sobre quienes dice la Biblia que la ira de Dios será derramada sin mezcla.

Además, no se le permitirá a Satanás imitar la manera en que vendrá Jesús. El Salvador previno a Su pueblo contra este engaño y predijo claramente cómo será Su segundo advenimiento. No se puede imitar semejante aparición. Todos la conocerán y el mundo entero la presenciará.

Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, hasta el punto de engañar, si fuera posible, aun a los escogidos. … Así que si os dicen: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en las habitaciones interiores, no lo creáis. Porque así como el relámpago sale del oriente y brilla hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre.

–Mateo 24:24-27, 31; 25:31; Apocalipsis 1:7; 1 Tesalonicenses 4:16, 17

VENDRÁ UN TIEMPO DE GRAN AUGUSTIA“En Aquel Tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los

hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca lo hubo hasta entonces, desde que existen las naciones, pero en aquel tiempo serán salvados todos los que de tu pueblo se hallen escritos en el libro.” Daniel 12:1.

Cuando Cristo deje de interceder en el santuario, se derramará sin mezcla la ira de Dios de la que son amenazados los que adoran a la bestia y a su imagen y reciben su marca. Apocalipsis 14:9, 10. Las plagas que cayeron sobre Egipto cuando Dios estaba por libertar a Israel fueron de índole semejante a los juicios más terribles y extensos que caerán sobre el mundo immediatamente antes de la liberación fi nal del pueblo de Dios.

24En el Apocalipsis se lee lo siguiente con referencia a esas mismas plagas tan

terribles: “Sobrevino una úlcera maligna y dolorosa a los hombres que tenían la marca de la bestia, y que adoraban su imagen.” El mar “se convirtió en sangre como de muerto; y murió todo ser vivo que había en el mar.” También “los ríos, y . . . las fuentes de las aguas, . . . se convirtieron en sangre.” Por terribles que sean estos castigos, la justicia de Dios está plenamente vindicada. El ángel de Dios declara: “Justo eres, oh Señor, . . . porque has juzgado estas cosas. Por cuanto derramaron la sangre de los santos y de los profetas, también Tú les has dado a beber sangre; lo merecen.” Apocalipsis 16:2-6. Al condenar a muerte al pueblo de Dios, los que lo hicieron son tan culpables de su sangre como si la hubiesen derramado con sus propias manos.

En la plaga que sigue, se le da poder al sol para “quemar a los hombres con fuego. Y los hombres se quemaron con el gran calor.” Apocalipsis 16:8, 9. Los profetas describen como sigue el estado de la tierra en tan terrible tiempo: “El campo está asolado, se enlutó la tierra; . . . porque se perdió la cosecha del campo.” “Todos los árboles del campo se secaron, por lo cual se extinguió el gozo de los hijos de los hombres.” “El grano se pudrió debajo de los terrones, los graneros fueron asolados.” “¡Cómo mugen las bestias!, ¡cuán consternados vagan los hatos de los bueyes, porque no tienen pastos! . . . Se secaron los arroyos de las aguas, y el fuego consumió las praderas del desierto.” “Y los cantos del templo se convertirán en aullidos en aquel día, dice el Señor Jehová; muchos serán los cadáveres; los echarán fuera en silencio, en cualquier lugar.” Joel 1:10-12, 17-20; Amós 8:3.

25Estas plagas no serán universales, pues de lo contrario los habitantes de la tierra

serían enteramente destruídos. Sin embargo serán los castigos más terribles que hayan sufrido jamás los hombres. Todos los juicios que cayeron sobre los hombres antes del fi n del tiempo de gracia fueron mitigados con misericordia. La sangre propiciatoria de Cristo impidió que el pecador recibiese el castigo completo de su culpa; pero en el juicio fi nal la ira de Dios se derramará sin mezcla de misericordia.

Ocurre muchas veces que los peligros que se esperan no resultan tan grandes como uno se los había imaginado; pero éste no es el caso respecto de la crisis que nos espera. La imaginación más viva no alcanza a darse cuenta de la magnitud de tan dolorosa prueba.

¿Olvidará el Señor a Su pueblo en esa hora de prueba? ¿Olvidó acaso al fi el Noé cuando Sus juicios cayeron sobre el mundo antediluviano? ¿Olvidó acaso a Lot cuando cayó fuego del cielo para consumir las ciudades de la llanura? ¿Se olvidó de José cuando estaba rodeado de idólatras en Egipto? ¿O de Elías cuando el juramento de Jezabel le amenazaba con el destino de los profetas de Baal? ¿Se olvidó de Jeremías en el obscuro y húmedo pozo en donde había sido echado? ¿Se olvidó acaso de los tres jóvenes en el horno ardiente o de Daniel en el foso de los leones?

El pueblo de Dios no quedará libre de padecimientos; pero aunque perseguido y afl igido y aunque sufra privaciones y hambre, no será abandonado para perecer. El Dios que cuidó de Elías no abandonará a ninguno de Sus abnegados hijos. El que cuenta los cabellos de sus cabezas, cuidará de ellos y los atenderá en tiempos de hambruna.

26Mientras los malvados estén muriéndose de hambre y pestilencia,

los ángeles protegerán a los justos y suplirán sus necesidades.

Escrito está de aquel que “camina en justicia” que “se le dará su pan, y sus aguas serán seguras.” “Los pobres y menesterosos buscan las aguas, y no las hay; seca está de sed su lengua; Yo Jehová los oiré, Yo el Dios de Israel no los desam-pararé.” Isaías 33:15, 16; 41:17.

El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente.

Diré yo a Jehová: Espenranza miá, y castillo Mío; mi Dios en quien confiaré. El te librará del lazo del cazador, de la peste destructora.

Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad.

No temerás el terror nocturno, ni saeta que vuele de día, ni pestilencia que ande en oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya.

Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará. Ciertamente con tus ojos mirarás y verás la recompensa de los impíos.

Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Alti-simo por tu habitación, no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada.

Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra.

–Salmo 91:1-12

SENTINELAS CELESTIALESSi los hombres tuviesen la visión del cielo, verían compañías de ángeles

poderosos en fuerza estacionados en torno de los que han guardado la palabra de la paciencia de Cristo. Con ternura y simpatía, los ángeles han presenciado la angustia de ellos y han escuchado sus oraciones. Aguardan la orden de Su jefe para sacarlos del peligro. Pero tienen que esperar un poco más. El pueblo de Dios tiene que beber de la copa y ser bautizado con el bautismo. La misma tardanza que es tan penosa para ellos, es la mejor respuesta a sus oraciónes. Mientras procuran esperar con confi anza que el Señor obre, son inducidos a ejercitar su fe, esperanza y paciencia, como no lo hicieron durante su experiencia religiosa anterior. Sin embargo, el tiempo de angustia será acortado por amor a los elegidos. “¿Y acaso Dios no hará justicia a Sus escogidos, que claman a Él día y noche?…Os digo que pronto les hará justicia.” Lucas 18:7, 8. El fi n vendrá más pronto de los que

27los hombres esperan. El trigo será recogido y atado en gavillas para el granero de Dios; la cizaña será amarrada en haces para los fuegos destructores.

Los centinelas celestiales, fi eles a su cometido, siguen vigilando. A pesar de que un decreto general haya fi jado el tiempo en que los observadores de los mandamientos puedan ser muertos, sus enemigos, en algunos casos, se anticiparán al decreto y tratarán de quitarles la vida antes del tiempo fi jado. Pero nadie puede atravesar el cordón de los poderosos guardianes colocados en torno de cada fi el. Algunos son atacados al huir de las ciudades y villas. Pero las espadas levantadas contra ellos se quiebran y caen como si fueran de paja. Otros son defendidos por ángeles en forma de guerreros.

POR FIN LA LIBERACIONEl pueblo de Dios espera ansiosamente las señales de la venida de su Rey.

Entre tanto el pueblo militante de Dios dirige con empeño sus oraciones a Dios, el velo que lo separa del mundo invisible parece estar casi descorrido. Los cielos

Los hijos de Dios oyen una voz clara y melodiosa que dice: “Mira hacia arriba,” y al levantar la vista al cielo, contemplan el arco de la promesa.

Las nubes negras y amenazadoras que cubrían el firmamento se han desvanecido, y como Esteban, fijan la mirada en el cielo, y ven la gloria de Dios.

28se encienden con la aurora del día eterno, y cual melodía de cánticos angélicos llegan a sus oídos las palabras: “Manteneos fi rmes en vuestra fi delidad. Ya os llega ayuda.” Cristo, el vencedor todopoderoso, ofrece a Sus cansados soldados una corona de gloria inmortal; y Su voz se deja oír por las puertas entornadas: “He aquí que estoy con vosotros. No temáis. Conozco todas vuestras penas; He cargado con vuestros dolores. No estáis lidiando contra enemigos desconocidos. He peleado en favor vuestro, y en Mi nombre sois más que vencedores.”

El ojo de Dios, al mirar al través de las edades, se fi jó en la crisis a la cual tendrá que hacer frente Su pueblo, cuando los poderes de la tierra se unan contra él. Como los cautivos deportados, temerán morir de hambre o por la violencia. Pero el Dios santo que dividió las aguas del Mar Rojo delante de los Israelitas manifestará Su gran poder libertándolos de su cautiverio. “Y ellos serán Míos, dice Jehová de los ejércitos, Mi propiedad personal en el día en que Yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve.” Malaquías 3:17. Si la sangre de los fi eles siervos de Cristo fuese derramada en esos días, no sería ya, como la sangre de los mártires, semilla destinada a dar una cosecha para Dios. Su fi delidad no sería ya un testimonio para convencer a otros de la verdad, pues los corazones endurecidos han rechazado el llamado de la misericordia hasta que éste ya no se deja oír. Si los justos cayesen entonces presa de sus enemigos, sería un triunfo para el príncipe de las tinieblas. El salmista dice: “Porque Él me esconderá en Su tabernáculo en el día del mal; me ocultará en lo reservado de Su morada.” Salmo 27:5. Cristo ha dicho: “Anda, pueblo Mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete por un breve momento, en tanto que pasa la indignación. Porque he aquí que Jehová sale de Su lugar para castigar al morador de la tierra por su maldad.” Isaías 26:20, 21. Gloriosa será la liberación de los que lo han esperado pacientemente y cuyos nombres están escritos en el libro de la vida.

Multitudes de hombres malos, profi riendo gritos de triunfo, burlas y maldiciones, están a punto de arrojarse sobre su presa, cuando de pronto densas tinieblas, más sombrías que la obscuridad de la noche caen sobre la tierra. Luego un arco iris, que refl eja la gloria del trono de Dios, se extiende de un lado a otro del cielo, y parece envolver a todos los grupos en oración. Las multitudes enfurecidas se sienten contenidas en el acto. Sus gritos de burla mueren en sus labios. Olvidan el objeto de su ira sanguinaria. Con terribles presentimientos contemplan el símbolo de la alianza divina, y ansían ser amparadas de su deslumbradora claridad.

El ojo de Dios, al mirar al través de las edades, se fijó en la crisis a la cual tendrá

que hacer frente Su pueblo.

29 Los hijos de Dios oyen una voz clara y melodiosa que dice: “Mira hacia arriba,”

y al levantar la vista al cielo, contemplan el arco de la promesa. Las nubes negras y amenazadoras que cubrían el fi rmamento se han desvanecido, y como Esteban, fi jan la mirada en el cielo, y ven la gloria de Dios y al Hijo del hombre sentado en Su trono. En Su divina forma distinguen los rastros de Su humillación, y oyen brotar de Sus labios la oración dirigida a Su Padre y a los santos ángeles: “Aquellos que Me has dado, quiero que donde Yo estoy, también ellos estén conmigo.” Juan 17:24. De nuevo se oye una voz armoniosa y triunfante, que dice: “¡Ellos vienen! ¡ellos vienen! santos, inocentes e inmaculados. Guardaron la palabra de Mi paciencia y andarán entre los ángeles;” y de los labios pálidos y temblorosos de los que guardaron fi rmemente la fe, sube una aclamación de victoria.

Es a medianoche cuando Dios manifi esta Su poder para librar a Su pueblo. Sale el sol en todo su esplendor. Sucédense señales y prodigios con rapidez. Los malos miran la escena con terror y sorpresa, mientras los justos contemplan con gozo las señales de su liberación. La naturaleza entera parece trastornada. Los ríos dejan de correr. Nubes negras y densas se levantan y chocan unas con otras. En medio de los cielos conmovidos hay un claro de gloria indescriptible, de donde baja la voz de Dios semejante al ruido de muchas aguas, diciendo: “Hecho está.” Apocalipsis 16:17.

¡LOS CIELOS SERÁN SACUDIDOS!Esa misma voz sacude los cielos y la tierra. Síguese un gran terremoto, “cual

no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra.” Apocalipsis 16:18. El fi rmamento parece abrirse y cerrarse. La gloria del trono de Dios parece cruzar la atmósfera. Los montes son movidos como una caña al soplo del viento, y las rocas quebrantadas se esparcen por todos lados. Se oye un estruendo como de cercana tempestad. El mar es azotado con furor. Se oye el silbido del huracán, como voz de demonios en misión de destrucción. Toda la tierra se alborota e hincha como las olas del mar. Su superfi cie se raja. Sus mismos fundamentos parecen ceder. Se hunden cordilleras. Desaparecen islas habitadas. Los puertos marítimos que se volvieron como Sodoma por su corrupción, son tragados por las violentas olas. “La gran Babilonia fue recordada delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira.” Piedras enormes de granizo, cada piedra, “como del peso de un talento,” hace su obra de destrucción. Apocalipsis 16:19, 21. Las más grandiosas ciudades de la tierra son arrasadas. Los palacios esplendorosos en que los magnates han malgastado sus riquezas en provecho de su gloria personal, caen en ruinas ante su vista. Los muros de las cárceles se parten de arriba abajo, y son libertados los hijos de Dios que habían sido apresados por su fe.

30Al considerar el día de Dios en santa visión, los antiguos profetas exclamaron:

Aullad, porque cerca está el día de Jehová; vendrá como terrible azote del Todopoderoso. Isaías 13:6.

Métete en la peña, escóndete en el polvo, de la presencia temible de Jehová, y del resplandor de Su majestad. La altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y será exaltado Jehová solo en aquel día. Porque Jehová de los ejércitos tiene reservado un día que vendrá sobre todo soberbio y altivo, sobre todo enaltecido, y será abatido…

Aquel día arrojará el hombre a los topos y murciélagos sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que él se hizo para adorarlos, y se meterá en las hendiduras de las rocas y en las cavernas de las peñas, por la presencia temible de Jehová, y por el resplandor de su majestad, cuando se levante para sacudir con fuerza la tierra. Isaías 2:10-12, 20, 21.

“…y las ciudades de las naciones cayeron…” –Apocalipsis 16:19

Las ciudades más opulentas de la tierra caerán.

Los palacios señoriales en los

que los hombres poderosos

del mundo han destinado

sus riquezas para la

autograficación serán

sacudidos y derribados

en ruina delante de

sus propis ojos.

31Por un desgarrón de las nubes una estrella arroja rayos de luz cuyo brillo queda

cuadruplicado por el contraste con la obscuridad. Signifi ca esperanza y júbilo para los fi eles, pero severidad para los transgresores de la ley de Dios. Los que todo lo sacrifi caron por Cristo están entonces seguros, como escondidos en los pliegues del pabellón de Dios. Fueron probados, y ante el mundo y los despreciadores de la verdad demostraron su fi delidad a Aquél que murió por ellos. Un cambio maravilloso se ha realizado en aquellos que conservaron su integridad ante la misma muerte. Han sido librados como por encanto de la sombría y terrible tiranía de los hombres vueltos demonios. Sus rostros, poco antes tan pálidos, tan llenos de ansiedad y tan macilentos, brillan ahora de admiración, fe y amor. Sus voces se elevan en canto triunfal:

Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar; aunque bramen y borboteen sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su ímpetu. Salmo 46:1-3.

EL REY YA VIENEPronto aparece en el este una pequeña nube negra, de un tamaño como la

mitad de la palma de la mano. Es la nube que envuelve al Salvador y que a la distancia parece rodeada de obscuridad. El pueblo de Dios sabe que es la señal del Hijo del hombre. En silencio imponente la contemplan mientras va acercándose a la tierra, volviéndose más luminosa y más gloriosa hasta convertirse en una gran nube blanca, cuya base es como fuego consumidor, y sobre ella el arco iris del pacto. Jesús marcha al frente como un gran conquistador. Ya no es “varón de dolores,” que haya de beber el amargo cáliz de la deshonra y de la maldición; victorioso en el cielo y en la tierra, viene a juzgar a vivos y muertos. “Fiel y Verdadero,” “el cual con justicia juzga y pelea.” “Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino fi nísimo, blanco y limpio, le seguían.” Apocalipsis 19:11, 14. Con cantos celestiales los santos ángeles, en inmensa e innumerable multitud, le acompañan en el descenso. El fi rmamento parece lleno de formas radiantes – “millones de millones, y millares de millares.” Ninguna pluma humana puede describir la escena, ni mente mortal alguna es capaz de concebir su esplendor. “Su gloria cubre los cielos. Y la tierra está llena de Su alabanza. Y el resplandor es como la luz del sol.” Habacuc 3:3, 4. A medida que va acercándose la nube viviente, todos los ojos ven al Príncipe de la vida. Ninguna corona de espinas hiere ya Sus sagradas sienes, ceñidas ahora por gloriosa diadema. Su rostro brilla más que la luz deslumbradora del sol de mediodía. “Y en Su vestidura y en Su muslo tiene escrito este nombre: Rey de Reyes y Señor de Señores.” Apocalipsis 19:16.

32Ante Su presencia, “se han

vuelto pálidos todos los rostros,” el terror de la desesperación eterna se adueña de los que han rechazado la misericordia de Dios. “Corazones que desfallecen; temblor de rodillas, rostros demudados.” Jeremías 30:6; Nahúm 2:10. Los justos gritan temblando: “¿Quién podrá estar fi rme?” Termina el canto de los ángeles y sigue un momento de silencio aterrador. Entonces se oye la voz de Jesús, que dice: “Mi gracia es sufi ciente para tí.” Los rostros de los justos se iluminan y el corazón de todos se llena de gozo. Y los ángeles entonan una melodía más elevada, y vuelven a cantar al acercarse aún más a la tierra.

El Rey de reyes desciende en la nube, envuelto en llamas de fuego. El cielo se recoge como un libro que se enrolla, la tierra tiembla ante su presencia, y todo monte y toda isla se mueven de sus lugares. “Vendrá nuestro Dios, y no callará; fuego consumidor hay delante de Él, y tempestad poderosa le rodea. Convoca a los cielos desde arriba, y a la tierra, para juzgar a Su pueblo.” Salmo 50:3, 4.

HOMBRES PODEROSOS LLORARAN

“Y los reyes de la tierra, los magnates, los ricos, los tribunos, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: caed sobre nosotros, y escondednos del rostro

33del que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?” Apocalipsis 6:15-17.

Terminaron las burlas. Enmudecen los labios mentirosos. El choque de las armas y el tumulto de la batalla, “conastruendo y todo manto revolcado en sangre” (Isaías 9:5), han concluido. Sólo se oyen ahora voces de oración, llanto y lamentación. De las bocas que se mofaban poco antes, estalla el grito: “El gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?” Los impíos piden ser sepultados bajo las rocas de las montañas, antes que ver la cara de Aquél a quien han despreciado y rechazado.

LA RESURECCIÓNConocen esa voz que penetra hasta el oído de los muertos. ¡Cuántas veces

sus tiernas y quejumbrosas modulaciones no los han llamado al arrepentimiento! ¡Cuántas veces no ha sido oída en las conmovedoras exhortaciones de un amigo, de un hermano, de un Redentor! Para los que rechazaron su gracia, ninguna otra podría estar tan llena de condenación ni tan cargada de acusaciones, como esta voz que tan a menudo exhortó con estas palabras: “Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué queréis morir?” Ezequiel 33:11. ¡Oh, si sólo fuera para ellos la voz de un extraño! Jesús dice: “Por cuanto llamé, y no quisisteis oír, extendí mi mano, y no hubo quien atendiese, sino que desechasteis todo consejo mío y no aceptasteis mi reprensión.” Proverbios 1:24, 25. Esa voz despierta recuerdos que ellos quisieran borrar, de invitaciones rechazadas, avisos despreciados, privilegios desdeñados.

En la vida de todos los que rechazan la verdad, hay momentos en que la conciencia se despierta, en que la memoria evoca el recuerdo aterrador de un vida de hipocresía, y el alma se siente atormentada de vanos pesares. Pero ¿qué es eso comparado con el remordimiento que se experimentará aquel día “Y vuestra desgracia llegue como un torbellino; cuando sobre vosotros vengan la tribulación y la angustia?” Proverbios 1:27. Los que habrían querido matar a Cristo y a su pueblo fi el son ahora testigos de la gloria que descansa sobre ellos. En medio de su terror oyen las voces de los santos que exclaman en unánime júbilo: “He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado para que nos salvase.” Isaías 25:9.

Entre las vibraciones de la tierra, las llamaradas de los relámpagos y el ruido de los truenos, el Hijo de Dios llama a la vida a los santos dormidos. Dirige una mirada a las tumbas de los justos, y levantando luego las manos al cielo, exclama: “¡Despertaos, despertaos, despertaos, los que dormís en el polvo, y levantaos!” Por toda la superfi cie de la tierra, los muertos oirán esa voz; y los que la oigan vivirán. Y toda la tierra repercutirá bajo las pisadas de la multitud extraordinaria de todas la naciones, tribus, lenguas y pueblos. De la prisión de la muerte salen revestidos de gloria inmortal gritando: “¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh sepulcro, tu aguijón?” 1 Corintios 15:55. Y los justos vivos unen sus voces a las de los santos resucitados en prolongada y alegre aclamación de victoria.

34Luego se oye aquella voz, más armoniosa que cualquier música que haya

acariciado jamás el oído de los hombres, y que dice: “Vuestro confl icto ha terminado.” “Venid, benditos de Mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.” Entonces se cumple la oración del Salvador por Sus discípulos: “Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde Yo estoy, también ellos estén conmigo.”

El Comienzo…

Con cantos celestiales los santos ángeles,en inmensa e innumerable multitud,

le acompañan en el descenso. El firmamento parece lleno de formas radiantes —

“millones de millones, y millares de millares.” Ninguna pluma humana puede describir la escena,

ni mente mortal alguna es capaz deconcebir su esplendor.

Los justos vivos son mudados “en un momento, en un abrir de ojo.” A la voz de Dios fueron glorifi cados; ahora son hechos inmortales, y juntamente con los santos resucitados son arrebatados para encontrarse con Cristo su Señor en el aire. Los ángeles “juntarán Sus escogidos de los cuatro vientos, de un cabo del cielo hasta el otro.” Ángeles celestiales llevan niñitos a los brazos de sus madres. Amigos, a quienes la muerte tenía separados desde largo tiempo, se reúnen para no separarse más, y con cantos de alegría suben juntos a la ciudad de Dios.

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