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Enero 2007 1 CONTENIDO DL B - 14022 - 1998 Cubierta: Juan Carlos García. Edita: Editorial Teosófica SCooCL. para la Sociedad Teosófica Española. Presidente de la Sección: José Tarragó. La Sociedad Teosófica Española sólo es responsable de las comunicaciones oficiales que aparecen en esta revista. Las opiniones de los autores son de su propia responsabilidad. SOPHIA Nº 216 ENERO 2007 EDITORIAL CONCEPTOS ......................................................................................................................... 3 DESDE LA ATALAYA, Radha Burnier La conversión esencial ............................................................................................................ 5 El consumismo es un delito .................................................................................................... 7 FRATERNIDAD Y CONOCIMIENTO DEL YO Danielle Audoin ...................................................................................................................... 9 DIÁLOGO ENTRE J. KRISHNAMURTI Y E.A. WODEHOUSE .......................................... 16 ¿A DÓNDE VAS HUMANIDAD? Radha Burnier ....................................................................................................................... 21 SOBRE LA MEDITACIÓN J. Krishnamurti ...................................................................................................................... 25 ACTIVIDADES ........................................................................................................................ 26

SOPHIA - RAMA ARJUNA (Barcelona) | S.T.E. … · todas las religiones y en la comparación de las demás ciencias y filosofías? ... la famosa frase de Krishnamurti: “Si ... tirán

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Enero 2007 1

CONTENIDO DL B - 14022 - 1998

Cubierta: Juan Carlos García.Edita: Editorial Teosófica SCooCL. para la Sociedad Teosófica Española.Presidente de la Sección: José Tarragó.La Sociedad Teosófica Española sólo es responsable de las comunicaciones oficiales queaparecen en esta revista.Las opiniones de los autores son de su propia responsabilidad.

SOPHIANº 216 ENERO 2007

EDITORIALCONCEPTOS.........................................................................................................................3

DESDE LA ATALAYA, Radha BurnierLa conversión esencial............................................................................................................5El consumismo es un delito....................................................................................................7

FRATERNIDAD Y CONOCIMIENTO DEL YODanielle Audoin ......................................................................................................................9

DIÁLOGO ENTRE J. KRISHNAMURTI Y E.A. WODEHOUSE..........................................16

¿A DÓNDE VAS HUMANIDAD?Radha Burnier.......................................................................................................................21

SOBRE LA MEDITACIÓNJ. Krishnamurti......................................................................................................................25

ACTIVIDADES ........................................................................................................................26

2 Sophia nº 216

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EDITORIAL

CONCEPTOS

A veces, cuando por ignorancia,se achaca a la SociedadTeosófica el hecho de ser “una

secta”, nos preguntamos: ¿Damos pie,nosotros, los miembros de la Sociedad,para que se piense eso? Porque no cabeduda de que la aplicación de los trespuntos iniciales de la Fundación de laSociedad, dicen todo lo contrario.

Punto 1.- No vamos a desmenuzarmás sus parámetros porque son de so-bra conocidos. ¿Lo practicamos, física,emocional o mentalmente? Ese es yaotro cantar. Pero sin duda que está o es-tuvo en nuestro ánimo cuando ingresa-mos en la Sociedad, no sólo el acatarlo,sino el vivirlo y el servirlo. Y es lo úni-co que nos dijeron al entrar, que era im-prescindible para ser miembro.

Punto 2.- Aquí es donde se hace másdudoso el que nos tilden o nos tachende ‘sectarios’. ¿Por qué? ¿Cuál o cuálesmás ‘sectas’ son las que admiten la pa-ridad de todos los credos religiosos?¿Cuál o cuáles son las ‘sectas’ que sededican a dirimir todas las cuestionesque puedan presentarse en el estudio detodas las religiones y en la comparaciónde las demás ciencias y filosofías? Has-ta aquí, desconocemos si hay alguna quelo haga.

Por eso somos ‘peligrosos’ bajo elpunto de vista de las jerarquías religio-sas que nos tienen fichados así en su “Ín-dice.”

¿Peligrosos para qué o para quién?No hay mayor logro ni mayor frescuraintelectual, emocional y mental que eldescubrimiento de ‘motu propio’ de loque gracias a la ‘peligrosidad’ de estasenseñanzas hemos descubierto por no-sotros mismos, agudizando el sentido dela comprensión y de la reflexión que noshan llevado a no temer a la muerte, a nozafarnos de ella, como si no existiera:

Desde el día que nacemosA la muerte caminamos,Lo que más cerca tenemos,en lo que menos pensamos.Porque, en nuestros ‘peligrosos’ es-

tudios descubrimos un sin fin de cosasque nos aclaran la mente y nos alegranel alma.

Que no somos pecadores, no nace-mos con otro estigma que no sea la deu-da de nuestras acciones pasadas que noscondicionan.

Que nuestra condición de Hijos deDios nos hace semejantes a Él mismo,que indisolublemente, somos parte deÉl, como lo es un hijo de la paternidadde su padre y de su madre.

Que nunca habrá ni ha habido otroinferno y otro cielo que el que nosotrosmismos nos creamos con nuestro acon-tecer diario. Que no hay más juez quenuestras propias obras y sus consecuen-cias. Y que no hay sentencia, ni a dere-cha, a la diestra de Dios padre, ni a laizquierda, con los malditos del infier-

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no. Entre otras cosas, porque no hay ta-les malditos para una Padre Creador.

Son tantas las ventajas que reportael estudio de la Teosofía a todos los ni-veles, que maravilla el hecho de que,oficialmente, no tenga más repercusiónen el mundo. Al menos que sepamos.

¿Será ahí donde radica el hecho deque nos llamen ‘sectarios’? ¿Es quenuestra actuación, vis-a-vis del pueblollano no es como debería ser para unteósofo, o uno que presuma de serlo?

¿Está en nuestras manos el dar uncambio de timón a toda nuestra manerade ser y de actuar? Evidentemente, sí.

Comentaba un viejo amigo nuestrola famosa frase de Krishnamurti: “Siquieres cambiar el mundo, cambia tuprimero.” Y llegaba a la conclusión deque nada ni nadie podía hacer eso pornosotros. Que nosotros somos el mun-do y que esas individualidades que loconfiguran, son las únicas que puedenhacerlo. Cada una de por si.

Ninguna política, ninguna creenciareligiosa o de otro tipo, podrá alcanzarnunca esa meta de paz y felicidad con laque sueña todo ser humano. Son los in-dividuos que forman esas sociedadespolíticas, religiosas, de carácter social,las que ellos, cada uno de por si, pue-den cambiar las cosas; pero primero hande cambiar ellos-nosotros. Y no hay, demomento, y en esta galaxia, que sepa-mos, otra solución.

Sin embargo, nos gusta sentirnosoptimistas, porque así ayudamos tam-bién a equilibrar un poco la balanza delpesimismo reinante respecto de las co-sas tal como están. Y por eso traemos acolación algunas expresiones de perso-

nas famosas, por una u otra causa, queengrandecen el conjunto de la humani-dad por su buen sentir y hacer.

De Srihumar S. Rao, licenciado enfísica y filosofía, profesor de la LondonBussiness School, quien dice:

La felicidad está dentro de ti desde quenaciste. Basta con abrirle la puerta... Note coloques a ti mismo en el centro deluniverso, coloca a los otros.”

Y de nuevo:Imagina que cada persona del mundo eslibre excepto tú; ¡y que todas las perso-nas del mundo están ahí para ayudarte aconseguir que seas libre! De ese modoentenderás que hasta los que aparente-mente te fastidian, ¡están haciéndolo paraayudarte a ser más libre!

No cabe duda de que este profesor,hindú de nacimiento, conoce elOrientalismo y sus aledaños.

Y de otro famoso: Juan JoséTamayo, teólogo, que opina que:

... Hoy las religiones se han fosilizado yhan repudiado el cuerpo y proclaman:¡somo-sema! (Cuerpo-cárcel). Nos libe-ran de nuestro cuerpo para someternos asu jerarquía. Reducen la totalidad de laexperiencia mística a un catecismo y esereduccionismo las convierte en el caldode cultivo de los fundamentalismos.

¡Cuán lejos estamos nosotros, si ac-tuamos como teósofos, de esos concep-tos de las religiones, y por tanto de lassectas!

Al menos esa es una cosa que que-da muy clara en todo el conceptualismoy práctica de las enseñanzas que tene-mos a mano.

C.B.

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La conversión esencialCon el tiempo, todas las religiones

acaban degenerando. Las profundas en-señanzas originales, transmitidas por unenviado de la Gran Fraternidad de Se-res Sabios y Santos que guían el destinohumano, acaban convirtiéndose en unareligión convencional que se utiliza parapromulgar costumbres y credos supers-ticiosos y para mantener la autoridad delclero. En este proceso, el significadoesencial de algunos conceptos como elde la conversión se ha suprimido y seha convertido en una herramienta de lapolítica y del fanatismo religioso.

La mala interpretación del signifi-cado de la conversión ha dado lugar aterribles guerras entre las religiones. Lagente se siente obligada a cambiar suadscripción de una religión a otra porlas conquistas, la coerción, los chanta-jes y otras medidas de fuerza. Muy po-cas veces tienen lugar de forma volun-taria esas conversiones religiosas, pormotivos de convicción o de preferenciapor una exposición determinada de lasdoctrinas religiosas y de las directricesde una vida espiritual. Los fanáticos nosolamente intentan convertir a los de-más, sino que se oponen a la posibili-dad de que lo hagan voluntariamente,negándoles a los individuos tanto su li-bertad personal de conservar una reli-gión como la de escoger otra.

Ya hace siglos que, en la India, un

gran número de personas fueron conver-tidas por los invasores musulmanes,mediante el pago de impuestos especia-les o del miedo. Más tarde, los misione-ros convirtieron al cristianismo a lospobres de las castas inferiores, prome-tiéndoles recompensas económicas y laliberación de los males de un sistema decastas opresivo. En estos casos, no huborealmente un cambio interno ni una ver-dadera comprensión de las enseñanzasde la fe que acababan de adoptar.

Ha quedado mucho más claro lo quees una conversión con la publicación queeditó, a principios del siglo veinte, laTheosophical Publishing House, deAdyar, y que se ha vuelto a publicar re-cientemente. Es una traducción inglesade algunos extractos de cartas escritasen persa por un maestro sufí que vivióen la última parte del siglo catorce, en elnoreste de la India. Annie Besant reco-mendaba estas cartas escritas por ShaikhSharfuddin Maneri, diciendo: “Estántotalmente llenas del espíritu teosófico,que es el mismo en todas las épocas, ytodos los que lean sus directrices prácti-cas, sus sugerencias cargadas de signi-ficado, sus sabias afirmaciones, se sen-tirán ante la presencia de un Maestroconocedor de la Sabiduría Suprema”.

En un breve apartado de esta publi-cación, Shaikh Sharfuddin señala que laconversión, o taubah en persa, significaliteralmente “regresar”. Esto parece co-

DESDE LA ATALAYA Radha Burnier

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rresponderse mucho con el conceptohindú de nivrtti, o Sendero del Retorno,que significa un regresar desde a lo mun-dano y material (pravrtti), hacia la Fuen-te Eterna e Imperecedera de toda la exis-tencia. También es un concepto similaral contenido de la parábola cristiana delHijo Pródigo que, tras muchas andanzasregresa a la casa del Padre.

Regresar hacia lo Divino adopta dis-tintas formas y ocurre a diferentes nive-les, según sea la condición de los pere-grinos que empiezan a hollar la sendadifícil y “empinada”. Podemos recor-dar aquí el concepto hindú de los distin-tos niveles de méritos (adhikari-bheda).Algunos inician el trayecto temiendo lasconsecuencias que les puedan acarrear,en la vida después de la muerte, todassus malas acciones o pecados, cometi-dos intencionadamente o en un estadode avidya o ignorancia. Practican for-malismos religiosos, pero la vida espi-ritual no empieza simplemente con lasplegarias ni con visitas a la iglesia, mez-quita o templo; ni cuando el miedo delo que pueda ocurrir después de la muer-te induce a alguien a adoptar símbolosexternos como ponerse una túnica o afei-tarse la cabeza.

El verdadero peregrino se aparta in-ternamente de todos los objetos munda-nos y las satisfacciones de este mundoy de otros mundos, percibiendo su in-significancia y su naturaleza transitoria.Este alejamiento de las innumerables ilu-siones de los mundos de maya puede lle-var muchas encarnaciones. La perseve-rancia es difícil de conseguir en las pri-meras etapas y nuestro texto cita las pa-labras siguientes de un santo islámico:

“Me aparté setenta veces y fracasé entodas ellas; pero mi alejamiento núme-ro setenta y uno resultó bien y no volvía fracasar”. Recordamos aquí el conse-jo que le dio un Maestro al CoronelOlcott: “¡Inténtalo, inténtalo, inténtalo!”

Hay una frase muy clara en este tex-to sobre la verdadera conversión, en laque se dice que las personas corrientesse apartan de los pecados, pero los Ele-gidos se apartan de la vida sin sentido.La búsqueda del placer y de las satis-facciones de tipo material, emocional ointelectual, significa olvidarse de la di-rección que tiene que seguir el ser hu-mano para desarrollar el conocimientoy la virtud espirituales. Todos los actospecaminosos son el resultado del oscu-recimiento que cubre los poderesperceptivos cuando estamos en contac-to con la materia, y que confiere brillo yatracción a los objetos y acontecimien-tos durante un cierto tiempo. La re-flexión es el tipo de atención que consi-gue hacer desaparecer la ilusión y mues-tra que las apariencias no son la reali-dad. El Dhammapada tiene todo un ca-pítulo sobre el tema de la falta de aten-ción y de la reflexión. La posesión deuna memoria adecuada tiene una impor-tancia crucial, porque es la que guía alperegrino hacia la dirección correcta, yporque la memoria adecuada es un re-cuerdo, por más fugaz que sea, del Ori-gen, de la casa del Padre.

El texto nos da dos opiniones res-pecto al taubah, la única conversión conun significado verdadero: una habla delrecuerdo de antiguas transgresiones ydel arrepentimiento; la otra aboga porarrancar del corazón todas las impresio-

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nes del pasado hasta dejarlo en un esta-do absolutamente puro, como si no hu-biera habido nunca transgresión alguna.La conciencia de este tipo de peregrinose renueva espiritualmente constante-mente y nada de todo su pasado le atañeen absoluto.

Tras una larga esclavitud de todaslas atracciones engañosas de los mun-dos materiales, la persona tiene que es-tar dispuesta a dar media vuelta. En elartículo escrito por el Sr. RicardoLindemann en este número de la revis-ta, el autor afirma que no hay ningúndestino humano que esté completamen-te predeterminado. Los efectos, natural-mente, son producto de las causas, quees la esencia de la ley kármica. Pero an-tes de que las causas se conviertan enefectos, otras fuerzas convergentes pue-den alterar el curso de la vida de unapersona. En el caso de unos gemelos quecrecen en circunstancias similares, siuno de ellos ejerce la voluntad de ac-tuar de una manera determinada, las cir-cunstancias externas ya no serán para-lelas. La iniciativa es siempre prerroga-tiva del individuo y aunque el senderoespiritual sea empinado, el peregrinoque cuente con una firme resolución irásuperando todos los obstáculos que seencuentre en el camino.

La vida humana es turbulenta por-que es únicamente en esta etapa de laevolución cuando el hombre divino pue-de destruir al “hombre-animal”. Laconversión es, pues, una abdicación denuestras tendencias irracionales, peca-minosas y desordenadas, que nos per-mitirá crecer como personas santas,altruistas y generosas. El texto sufí nos

dice: “Cuando el discípulo se aparta desu naturaleza, se convierte en otro, aun-que en realidad no se convierta en otrohombre, pero sus cualidades cambian.”Entonces aparecen la paz, la fe, y la cla-ra dirección moral (iman), que “diluyela multiplicidad y conduce a la unidad”.La pregunta es “Si no te conviertes enmusulmán por dentro, ¿cómo puedes sermusulmán simplemente por fuera? Y lomismo se puede decir de los cristianos,de los judíos, de los hindúes o de losbudistas. La verdadera conversión esuna transformación que tiene lugar enla conciencia; no se trata de un simplebautismo o de ningún otro acto externo.La fe convencional y el servicio pura-mente externo es cosa de tontos.

El sendero del retorno requiere queel peregrino carezca de motivos, que nohaga preguntas ni busque una recompen-sa. Tal como nos dice Luz en el Sende-ro:

Aprende ahora que no hay cura para eldeseo, no hay cura para el deseo de re-compensa, no hay cura para el sufrimien-to de los anhelos, excepto fijando nues-tros ojos y oídos en aquello que es invisi-ble y silencioso…. Vive en lo Eterno.

El consumismo es un delitoEn un artículo aparecido reciente-

mente en The Hindu, su autor, KalpanaSharma, hace la siguiente pregunta:

¿Cómo va a crecer el mercado si no so-mos consumistas? Si vivimos según nues-tros medios, la economía del consumismomorirá, los centros comerciales se queda-rán vacíos, las grandes superficies tendránque cerrar y la burbuja globalizada en laque viven los indios urbanos explotará.La ambición es buena, nos dicen.

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Pero es precisamente esto lo que aseguraque, aunque la India esté mejorando entantos otros frentes, seamos incapaces deacabar con la exigencia de una dote. Enlugar de que disminuyan los conflictosprovocados por el tema de la dote, éstosparecen ir creciendo en número y en gra-vedad. Si la ambición es el dios que, se-gún dicen, tenemos que venerar, enton-ces cualquier método para conseguir loque queremos estará justificado, aunquesea la dote. Y si la mujer o su familia nopueden darla, entonces sencillamente sela abandona y se busca a otra.

La ambición ha hecho cometer a losseres humanos atrocidades inimagina-bles. Hay numerosos libros que hablandel comercio de esclavos y que descri-ben con todo detalle el horrible sufri-miento que millones de esclavos tuvie-ron que padecer. Pero entonces el mun-do toleraba o justificaba esos delitos,porque decían que el sistema de captu-rar y hacer trabajar a los esclavos eraalgo necesario para la economía, aun-que eso sólo signifique que un grupo deseres humanos quería enriquecerse yvivir cómodamente, aprovechándose delextremo sufrimiento de los demás. Fuetambién la ambición lo que atrajo a lostan famosos pioneros de Europa, que seaventuraron a cruzar los mares para con-quistar los nuevos continentes,masacrando y aterrorizando a toda lapoblación nativa de las Américas, diez-mando sus enormes rebaños de búfalos,cortando árboles gigantescos y come-tiendo muchos otros delitos.

Pero en aquellos tiempos los hom-bres no tenían los medios necesariospara hacer de la ambición una filosofía,o para crear una enorme red que mantu-

viera vivo el fuego del deseo de adqui-rir, poseer, explotar y disfrutar, ni la ca-pacidad de lavarles el cerebro a toda lapoblación humana de la tierra hasta con-vencerles de que el crecimiento econó-mico representa el apogeo de la civili-zación. Ahora lo que conviene es igno-rar el extenso sufrimiento causado porel consumismo, un sufrimiento tan gran-de que podríamos considerar legítima-mente que la defensa del consumismoes un delito de enormes proporciones.Todas las consideraciones éticas se de-jan de lado hoy en día, cuando se tratade obtener beneficios económicos. Lafilosofía del consumismo no duda enentablar una guerra con tal de adquirircampos petrolíferos o de conseguir unposible control futuro de los recursos delagua. Es una filosofía que apoya total-mente la terrible explotación de millo-nes de animales y pájaros con lo queellos llaman métodos científicos.

El esti lo consumista de vidapromociona no sólo la adquisición deproductos sino también todo tipo de bús-queda ambiciosa del placer. La pedofilia,el turismo sexual y otras característicasde la vida moderna, no son sino una ex-plotación egoísta y vil de los niños y delos pobres que se hallan casi siempre enuna situación de semi hambruna y poreso son más vulnerables. El deseo deobtener placeres ha convertido a los se-res humanos en unos voraces rapaces;la multi-cuisine se está convirtiendo ensinónimo de comer y disfrutar de carneprocedente de criaturas exóticas o enpeligro de extinción. La piel de tigre, lasplumas de avestruz y la grasa de ballenaestán en el mercado para beneficiar a los

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comerciantes. Ya nadie quiere aprenderlo que está bien y lo que es correcto.

El mundo no puede dar marchaatrás, pero el consumismo y la filosofíade la ambición tienen que desaparecer y

Hay que recordar que la Sociedad no fue fundada… como una fábrica para producirAdeptos. Su intención era la de cortar la corriente de materialismo… y no la de grati-ficar el deseo de poseer aptitudes psíquicas, que no es sino otra forma de materialismo.Porque por “materialismo” se entiende no sólo la negación antifilosófica del espíritupuro, y todavía más del materialismo de la conducta y la acción, -la brutalidad, lahipocresía y, sobre todo, el egoísmo-, sino también los frutos de no creer en nada queno sean las cosas materiales.

H.P. Blavatsky, CW, vol. IX.

dar paso a un sentido más noble de loque es el propósito de la vida y el signi-ficado del verdadero progreso.

(The Theosophist. Noviembre 2006)

A menudo se pregunta si el conocimiento de las enseñanzas de laTeosofía, que es la Sabiduría

Antigua, es capaces de ayudarnos a com-prender y a afrontar y responder a lasdificultades con las que nos encontra-mos en el mundo de hoy. ¿Está adapta-da la Teosofía a nuestra época y a losproblemas, aparentemente tan nuevos,planteados por la civilización actual? Larespuesta tal vez se encuentra en el he-cho de que la Teosofía propone un aná-lisis muy profundo de la naturaleza hu-mana —que es la gran responsable delestado actual del mundo, y es la mismaahora que hace miles de años. Este aná-

lisis de la naturaleza humana conduceal conocimiento del yo.

Cuando consideramos la evoluciónde la humanidad podemos tener la im-presión de que la situación de que la si-tuación, empeora y mejora. A la vez.Empeora en el sentido de que parece quela humanidad se encuentre en vías de laauto-destrucción. Mejora en que cadavez hay un mayor interés por las ense-ñanzas tradicionales, ahora accesibles atodos. Aunque las circunstanciasagravantes sean más aparentes que lasmejoras, parece que cada vez más losinvestigadores espirituales reconocen, almenos en teoría, la necesidad de una re-

FRATERNIDAD Y CONOCIMIENTO DEL YO

Danielle Audoin

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generación humana, lo cual representauna verdadera evolución de la concien-cia. Pero, ¿qué sucede en la práctica?Los conflictos, a todos los niveles —fa-miliar, nacional, mundial— la intoleran-cia religiosa y racial, toman una ampli-tud ruidosamente orquestada por losmedios de comunicación. ¿Queda algu-na esperanza para el despertar de la Fra-ternidad Universal preconizada por laSociedad Teosófica? Dado que éste esprecisamente el objetivo esencial denuestra Sociedad, mostrar la verdad dela Fraternidad Universal y proporcionarlos medios para vivirla.

Según Madame Blavatsky, la Teo-sofía, o la Religión-Sabiduría, no es unconjunto de dogmas y de creencias, sino“ lo que une no solamente a los hombres,sino a todos los seres y a todas las co-sas en un gran Todo.” Su meta es la mis-ma que la propuesta por AmmonioSaccas, en el siglo tres “cuando empla-zó a las gentiles y a los cristianos, losjudíos y los idólatras a abandonara to-das sus disputas y sus luchas, para re-cordar únicamente que todos ellos eranposeedores de la misma verdad escon-dida bajo vestiduras diferentes, y quetodos eran hijo de una madre común. “LaSociedad Teosófica ha sido organizadasobre este principio único: la Fraterni-dad esencial de todos los hombres.”(“La Clave de la Teosofía”). Todos so-mos hermanos porque todos hemos ema-nado de una Fuente Única. Nada ni na-die puede ser excluido de una Fraterni-dad semejante.

En el mundo existen múltiples fra-ternidades basadas sobre criterios exte-riores de raza, de creencia, de estamen-

to social, de profesión, etc. etc. Esas fra-ternidades, caracterizadas por sus espe-cificaciones, son por naturaleza exclu-sivas. A diferencia de esas asociacioneshilvanadas por las manos de los hom-bres, la Fraternidad evocada por la So-ciedad Teosófica no tiene que construir-se. Es una realidad, una de las GrandesVerdades enunciadas por la SabiduríaEterna. Con el bien entendido de que,por naturaleza, no es exclusiva, no hacedistinciones, como lo indica su primerobjetivo.

La Sociedad Teosófica no pretendeestablecer la Fraternidad Universal, sinorevelar su existencia. Proponiéndoseformar un núcleo de la Fraternidad Uni-versal, busca reunir hombres y mujeresque, a la luz de sus enseñanzas, reco-nozcan este hecho, reconozcan la Uni-dad de la Vida y su corolario, la Frater-nidad Universal.

Hemos de constatar que, aunqueprofesando la Unidad, no vemos a nues-tro alrededor más que la diversidad. Pa-rece que sólo los Sabios, aquellos a losque también se llama los “Liberados vi-vientes”, ven realmente la Unidad en lamultiplicidad. Su mirada percibe la su-perficie de los seres y de las cosas queles rodean. Tienen acceso a esta visiónpenetrante, la única capaz de transfor-mar radicalmente la vida interior asícomo la vida de relación. Esta visión lespermite descubrir su verdadera natura-leza, al mismo tiempo que la naturalezade todos los seres y de todas las formasde vida, su naturaleza profunda, que esdivina, Conciencia divina, la misma entodo y en todos.

Al fijarse como primer objetivo for-

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mar un núcleo de la Fraternidad Univer-sal, la Sociedad. Teosófica propone a susmiembros la realización más elevada quepodamos concebir, la toma de concien-cia de la Unidad de la Vida —no sola-mente como concepto, sino como unarealidad. Está claro que, si el conceptopuede aceptarse con facilidad y rapidez,no ocurre lo mismo con el desarrollo dela visión penetrante, para la posibilidadde hacer de la Fraternidad Universal unarealidad viva en nuestras vidas. La prue-ba es que todavía encontramos muchasdificultades, incomprensión, tropiezos,conflictos, en nuestra vida de relación,no solamente con aquellos que ignoranlas enseñanzas de la Sabiduría Divina,sino también con nuestros hermanosteósofos. Podemos exponer con brillan-tez las Grandes Leyes de la Vida y lasVerdades de la Teosofía. Pero cuando sepresenta la prueba de la vida de relación,reaccionamos, ante las cosas, como cual-quier otro en el mundo, es decir, comosi fuéramos ignorantes de la enseñanza.No estamos despiertos a la Unidad de laVida, y por consiguiente no estamos másdespiertos a la Fraternidad Universal.

Todo el trabajo sobre el yo, toda téc-nica propuesta por la enseñanzateosófica, tienden a liberar lo que seopone a este despertar. No hay que cons-truir nada, se trata ante todo de ponerorden en los diferentes aspectos de nues-tra personalidad, a fin de que éstos de-jen de ocultarnos lo que somos en reali-dad. Bajo las múltiples facetas de la per-sonalidad, la profundidad misteriosa denuestra naturaleza esencial, de nuestranaturaleza divina, siempre está ahí. Másallá de las nubes generadas constante-

mente por nuestras reacciones, por nues-tra confusión mental, y por el fluir ince-sante de nuestras emociones, el cielopuro de la conciencia está presente des-de toda la eternidad.

Es por eso que uno de los primerosconsejos que se da en la enseñanzateosófica es la imperiosa necesidad delconocimiento del yo. Si la finalidad deeste conocimiento es el descubrimientode nuestra naturaleza profunda, no pue-de pretenderse conseguirlo sin compren-der los mecanismos del yo y el obstácu-lo que estos representan. Pero ya no ha-ría falta complacerse en un intermina-ble análisis del aspecto más exterior denosotros mismos, el aspecto personal.

Es normal que cada uno se esfuerceen comprender sus propias emociones,su propio funcionamiento mental, con-siderado siempre como un caso particu-lar. El conocimiento del yo es, en pri-mer lugar, la comprensión de ese yo queconsidera único. Es cierto que al nivelmás externo de nosotros mismos, nues-tros caracteres son todos diferentes.Nadie es exactamente igual a nadie.Pero, en el origen de estas diferencias,hay algunas constantes, comunes a to-dos los seres humanos, que derivan ensi de una sola causa.

Lo que hay que captar, y lo que apor-taría mucha luz desde las primeras eta-pas en el conocimiento del yo, es el he-cho de que nuestras emociones, nues-tros pensamientos, nuestros actos ynuestras reacciones, por diferentes quesean al manifestarse, tienen un origencomún, el mismo en todos los seres hu-manos, a saber, el sentimiento deseparatividad, y la oscuridad, la confu-

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sión que implica semejante ilusión.De esta constante fundamental se

desprenden un determinado número detendencias que se encuentran inexora-blemente en todos los seres humanos.Todos tendemos al egoísmo, todos te-nemos nuestras atracciones y repulsio-nes, miedos, una gran necesidad de afec-to, de seguridad, de felicidad. A bienseguro que estas tendencias pueden to-mar mil formas distintas. Ahí es dondediferimos los unos de los otros, en lasformas. Si damos más importancia a laforma que a la tendencia que la ha ge-nerado, mantenemos una actitudseparadora que va a dar nacimiento atodas nuestras dificultades de relación,a todos los conflictos, a todos los sufri-mientos que se deriven de ello.

Así pues, el conocimiento del yo nodebe limitarse al conocimiento del “yo”,yo, sino convertirse en el conocimientodel yo, del funcionamiento común a to-dos los humanos, durante tanto tiempocomo se identifiquen con su personali-dad.

El conocimiento del yo personalpuede ser necesario cuando la confusiónes demasiado grande a nivel de las emo-ciones y de la mente. Pero, si se reco-mienda no complacerse con el análisisde su caso en particular, es porque secorre el riesgo de mimar el sentimientodel yo, y aumentar así el sentimiento deseparatividad. Mientras que el descubri-miento de las constantes de la naturale-za humana reduce este sentimiento ypermite sentirse más cerca de todosnuestros hermanos los seres humanos.Es el primer paso seguro en el caminode la toma de conciencia de la Fraterni-

dad Universal.Las diferencias entre los hombres

son la obra de una mente perversa queno ve más que la superficie de las co-sas. El yo, que se ve único, se le pruebadando toda la importancia a las diferen-cias superficiales. Semejante actitud esinconciliable con la posibilidad de lle-var una vida realmente fraternal —no deuna fraternidad superficial, más o me-nos demostrativa y satisfecha de si mis-ma, sino de ese sentimiento de que lasapariencias externas nos diferencianmucho menos de lo que nosotros noscomplacemos en imaginar, y que esta-mos muy cerca, en nuestra humanidad,de todos aquellos que nos rodean.

En efecto, hemos de ir más allá enel camino de la realización de la Frater-nidad Universal. El conocimiento del yotiene que conducirnos al descubrimien-to de la esencia de todo ser humano, dela Conciencia Divina de la que todossomos una expresión, en la que todo esUno, todos son Uno —no solamente to-dos nuestros hermanos los seres huma-nos, sino todas las formas de vida, des-de las más primitivas hasta las más evo-lucionadas. El conocimiento del yo tie-ne que conducir al Despertar del Yo.

Para el conocimiento del yo, son ne-cesarios esfuerzos, esfuerzos de com-prensión intelectual, desarrollo del dis-cernimiento, de un determinado desape-go, de una conducta correcta. Puedencontribuir a ello algunos ejercicios es-pirituales. La dimensión espiritual de lavida no puede aparecer más que a partirde una profunda transformación de lanaturaleza humana, la transformacióndel yo. Pero llega un momento en que la

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búsqueda tiene que enfocarse de otramanera. Tiene que basarse en el aban-dono de todas las veleidades de la per-sonalidad, un soltar la presa, un no ac-tuar, un “si” incondicional a todos losaspectos del desarrollo de la vida. Y anosotros mismos tal como somos.

Puede objetarse que soltar la presa,dejar que las cosas se hagan, es la puer-ta abierta a la pereza y a la indiferenciay que es demasiado fácil. En realidad,para nosotros que estamos condiciona-dos, a la vez por las tendencias de lanaturaleza humana y por nuestra educa-ción, a querer siempre mejorar las co-sas, no hay nada más difícil que el ad-herirse a lo que es, tal como es. Si nosobservamos atentamente veremos quesiempre esperamos que cambie lo quenos rodea, nuestras condiciones de vida,nuestros compañeros de vida. No losaceptamos tal como son más que cuan-do eso nos conviene. Aceptar, de instanteen instante, el tiempo que haga o el ca-rácter de nuestro compañero, tal vez esla cosa más difícil del mundo para cadauno de nosotros.

La mayoría de las enseñanzas espi-rituales insisten en la importancia dedecir “sí” a la vida. A veces, creemoshacerlo. Pero nuestro “sí,” nuestraaquiescencia ¿es total? Cuando puedeserlo —aquellos que han alcanzado elDespertar son testimonio de ello— yano queda más obstáculo para la puestaen práctica de la Fraternidad Universal.No nos damos cuenta hasta qué puntonuestras resistencias, nuestros rechazos,nuestras repulsiones, nos encierran ennuestro sentimiento de separatividad,aislándonos de las otras ventajas más

que los muros de una prisión.A menudo se oye decir a personas

que se enfrentan a una dura prueba —estar aquejados de una enfermedad in-curable, sufrir una amputación, perderun hijo...— ir “¿por qué esto me pasa amí?” Pero miles y miles de personas entodo el mundo viven esas situaciones.Entonces, ¿por qué tengo yo que que-dar al margen? Si pudiéramos reempla-zar “por qué yo” por “por qué no yo”,no tendríamos ese sentimiento de injus-ticia, esta rebelión contra la suerte quehace insoportable el sufrimiento. Así escomo el Buddha hizo aceptar a una jo-ven madre la pérdida de su hijo —ha-ciéndole constatar que ella no podía en-contrar una casa donde no hubiera ha-bido una muerte. En esta aceptación hayun confraternizar con todos aquellos queviven la misma prueba. Se deja de estarcentrado en uno mismo. El dolor se com-parte, se relativiza, en cierta manera secalma. Esta es una expresión de la Fra-ternidad Universal —el reconocimientode que todos estamos sometidos a la en-fermedad, a la decrepitud y a la muerte;no solamente nosotros y nuestros seresqueridos, sino todos los seres humanosy todos los seres sensibles. Entonces, lapreocupación del yo disminuye y em-pieza a despertar una conciencia másglobal. A aceptarse como un ser huma-no entre todos los seres humanos, y nocomo un caso único, este es el principiodel olvido del yo. Eso cambia por com-pleto nuestra respuesta a la vida, por-que nos permite soltar la presa.

La mayoría de nosotros dedicanenormes energías para cambiar las co-sas según su visión de progreso. Es una

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energía que se pierde. Por el contrario,allí donde la misma energía se consagraa vivir este abandono, este soltar la pre-sa, surge una gran paz. Y si estamos enpaz con nosotros mismos, podemosestarlo con el mundo entero.

El despertar nace del abandono delyo que libera todas las tensiones, desatatodos los nudos de la personalidad. Éstapuede entonces desempeñar su verdade-ro papel, dejándose guiar, como un bueninstrumento, por lo Divino en nosotros,que es el verdadero Yo.

Esto proporciona también un senti-miento de seguridad, una seguridad di-ferente a la que hemos estado buscandoen vano en nuestro exterior, lo mismoen la riqueza material como en el afec-to. Ya no hay sentimientos de miedo.¿Por qué debería tenerse miedo cuandose está en perfecta afinidad con lo quees?

Cuando ya no queda miedo, cuandouno deja de sentirse inseguro, muchosconflictos desaparecen. Y la fraternidadestá ahí, aunque no se piense en ello. Sevive naturalmente, espontáneamente,sencillamente.

Ese es el mensaje que nos transmi-ten los sabios que han alcanzado el Des-pertar. Con seguridad que nosotros es-tamos todavía lejos de un despertar to-tal y permanente. Pero, en nuestros mo-mentos de soltar la presa, por breves quesean, vivimos las luces del despertar. Eincluso si recaemos en seguida en losautomatismos de nuestra no aceptación,lo que hemos entrevisto nos anima acontinuar por este camino. Las recaídasse espaciarán en la medida en que lasveleidades intervencionistas del yo se

vean acorraladas.Si parecía imposible buscar no in-

tervenir en el curso de las cosas, dejarde intentar cambiar a los que nos rodean,¿cómo considerar el “sí” para nosotrosmismos, tal como somos? ¿Es que notenemos que continuar una y otra veztransformándonos? Nuestro error con-siste en confundir transformación espi-ritual y mejora del yo. Al esforzarse enperfeccionar el yo, no se hace más quefortalecerlo, aumentar su característicaque es la de sentirse diferente y separa-do de los otros.

¿Deberíamos entonces dar libre cur-so a lo que nosotros llamamos nuestrosdefectos? Decirse sí a uno mismo, esreconocerse como un ser humano, im-perfecto, pero perfectible. Es dejar desustentar sentimientos de inferioridad ode superioridad, dejar de compararse.Decirse sí a uno mismo, es la verdaderahumildad, que no consiste en rebajarse,sino en mirar lúcidamente, sin engañar-se a cuenta suya. Siempre tendremospuntos débiles, porque toda forma devida manifestada es limitada, por lo tan-to, imperfecta. No hay transformaciónposible más que a partir de la acepta-ción de lo que es. La aceptación de “loque es” señala el punto de partida de latransformación que se operará por simisma a la luz del Yo Divino —a condi-ción de que le demos la oportunidad deactuar a través nuestro. En nuestra ilu-sión de querer conducir nuestra vida se-gún nuestra propia idea de progreso,creemos que necesitamos actuar. En rea-lidad, no actuamos, sino que nos agita-mos y enredamos los hilos de nuestrodestino. El verdadero progreso, desde un

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punto de vista espiritual, es función delolvido del yo.

No creamos que podríamos decir“sí” a la vida sin decir “sí” a nosotrosmismos. Soltar la presa ante los aconte-cimientos y continuar queriendo dirigirnuestra propia evolución es una ilusión.

Observemos aquí que el “sí” no esobligatoriamente sinónimo de felicidad,en el sentido que nosotros la entende-mos habitualmente. Sino que eso aportasiempre una determinada serenidad, por-que no existe conflicto interior entre loque es y lo que nosotros esperamos dela vida, entre lo que somos y lo que no-sotros quisiéramos ser.

Puede preguntarse: ¿se debe, se pue-de, aceptar lo que se considera comoinaceptable según las normas de la so-ciedad? Quiero decir en lo que nos con-cierne personalmente. En el curso de lahistoria, y aún en nuestros días, hom-bres y mujeres han demostrado que esoera posible, dejando de querer compren-der mentalmente el por qué de la situa-ción. Tal vez se trata, prescindiendo dela superficie de las cosas, de olvidar elcarácter dramático, insostenible de unasituación, para tener acceso a un nivelde conciencia más profundo donde serevela, misteriosamente, una ventaja,una gracia.

Parece que un “sí” total, que seríala clave de la realización más profundade la Fraternidad Universal, no sea unsueño irrealizable. Este sería tal vez eldesenlace de la etapa humana, esa etapahacia la que cada uno de nosotros se di-rige, conscientemente o inconsciente-mente, con más o menos buena volun-tad, con más o menos lucidez.

En este caminar, no estamos aban-donados a nosotros mismos, porque ja-más estamos desconectados del Yo Di-vino. Simplemente, no vemos que es laEnergía de la Conciencia la que, funda-mentalmente, es el motor de nuestrabúsqueda. Desde el momento en que he-mos admitido que hay un más allá delas apariencias, nos hemos convertidoen un buscador espiritual. A partir de laprimera llamada interna, el camino pue-de resultar largo antes de alcanzar elDespertar. Excepto en el caso particu-lar, en los temperamentos místicos ex-cepcionales, el despertar no se hace enun abrir y cerrar de ojos, es el segui-miento de un largo caminar. La vida estáhecha de pequeñas iluminaciones, queson los instantes de olvido del yo, y quepueden producirse no importa donde, noimporta cuando —la sensación de uni-dad con alguien o con alguna cosa, elsentimiento de admiración ante un pai-saje, una flor, un niño. Siempre hay algopara contemplar, pero uno no se tomael tiempo para hacerlo, porque uno estásiempre centrado en si mismo.

El Despertar es la facultad de tomarconciencia de las maravillas de la vida,que están por todas partes y siempre.Para eso, hace falta tener los ojos abier-tos y una mirada que perciba la superfi-cie de las cosas. Hace falta adherirse ala vida siempre en movimiento y siem-pre cambiante, acoger de modo pareci-do la desgracia y la felicidad, el fracasoy el éxito, el insulto y la alabanza, lasmil y mil expresiones de la multiplici-dad de la que somos una parte integran-te. De ese modo puede revelarse la Uni-dad que sub-tiende la multiplicidad y la

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Wodehouse dijo, mucha genteque escucha las enseñanzasde Krishnamurti, piensa que

la liberación es como una aniquilación.Lo consideran como el poner punto fi-nal a la vida. En parte se debe a queKrishnamurti ha dicho muchas vecesque se trata de una ‘meta’ y en parte tam-bién porque tradicionalmente (en elBuddhismo y en otras partes) se consi-dera como si fuera el fin de todas lascosas. Esto se debe también a que mu-cha gente encuentra difícil imaginarsequé clase de actividad habrá cuando lavida individual se funda en la universal.

La respuesta de Krishnamurti a estadificultad fue una respuesta muy singu-lar —no tenía nada que ver con una plá-tica, sino que daba pie a preguntas y res-puestas y así, gradualmente, expuso de

esa manera un punto tras otro.Krishnamurti dijo que es una equi-

vocación considerar la liberación comoalgo que aniquila, puesto que más biense trata de un comienzo. Con todo, encierto modo, no es completamente uncomienzo, puesto que una vida pura estápor completo fuera del Tiempo. Sin em-bargo, con objeto de responder a estapregunta en particular, hemos de decirque es un comienzo puesto que se tratade la Verdad o la Vida Natural. Desde elpunto de vista de la liberación estamosllevando una vida ficticia. Estamos enel campo de la ilusión. Sólo después desuperar esto entramos en la vida talcomo debe ser en realidad. Desde estepunto de vista, Krishnamurti admite que,ciertamente, es engañoso hablar de laliberación como de una ‘meta.’ Para los

DIÁLOGO ENTRE J. KRISHNAMURTIY E.A. WODEHOUSE

indefectible Fraternidad humana.Antes de terminar, me gustaría pa-

rafrasear al Maestro Dôgen, aplicandoa la Teosofía lo que él dijo del Zen en elsiglo XIII:

Practicar la Teosofía, es conocerse a simismo.Conocerse a si mismo, es olvidarse de simismo.Olvidarse de si mismo, es estar ilumina-

do por todas las cosas y es estar Unido alUniverso.El conocimiento del yo conduce al

Despertar, y es este Despertar el quedetermina el sentido de la Fraternidad yde su aplicación en el mundo de los hom-bres.

(París, 11 de junio de 2006. Le LotusBleu, octubre 2006.)

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que tratan de alcanzarla, la liberación esuna meta, pero en realidad se acerca mása la verdad decir que es un comienzo.

En la liberación como a tal, conti-nuó diciendo, no hay nada, continuó di-ciendo para evitar posibles comentariossobre los mundos fenomenales. Natural-mente, en esto no tiene que haber obli-gación alguna, pues liberarse de la obli-gación tiene que ver con la idea de laliberación. Si la vida liberada lo deseapuede manifestarse en los mundos de lamateria y, en ese caso, al entrar en esosmundos actuará bajo la ley de esos mun-dos, lo cual significa evolución.

Pero aún cuando eso ocurra, el de-sarrollo resultante será distinto del queprecedió a la liberación, puesto que ha-brá un crecimiento orientado hacia unavida absolutamente pura.

Al principio había un Ego (o así loparecía) y el crecimiento aparecía comoel desarrollo de éste. Ahora el Ego yano existe, ha desaparecido para siempreal haber ocurrido la liberación. Si esposible, lo que se trata de entender —locual no es fácil— es la idea de la vidauniversal que construye nuevos instru-mentos para su propia expresión y esosinstrumentos comienzan en el mundo dela forma, tomando la apariencia de laindividualidad. El resultado más visiblede la actividad después de la liberación,será el de una absoluta naturalidad, sinesfuerzo, espontáneo, consecuencia dela conciencia liberada. La vida, al ma-nifestarse así en los mundos materiales,tendrá sus raíces en lo Eterno y habrárealizado su propia universalidad, y de-bido a que ya no existe el sentido de un‘yo personal’ separado, que es el que

obstaculiza las cosas, entonces la acti-vidad será tan sencilla y natural comola que realiza una flor.

Llegados a este punto, W. Le pre-guntó a K. ¿tiene esta nueva vida algu-na relación con la sensación del ‘yo per-sonal’ que ahora poseemos? Es decir,¿las experiencias que sentimos comonuestras van a estar relacionadas con lapercepción de un centro? ¿Va esto a pro-teger conscientemente cualquier aspec-to de la propia identidad, o bien lo quepasará es que, con motivo de su univer-salidad, lo perderá por completo al iden-tificarse con la vida de los demás?

Eso es, contestó K. Se conserva loque se llama el sentido de la propia iden-tidad. Incluso podría decirse que se ob-serva el mundo con los propios ojos yse le remiten todas las experiencias. Peroeste ‘yo’ no es el Ego. Se trata de algomucho más sutil —la unicidad indivi-dual. Llegamos ahora a otro aspecto yes que se debe eludir casi por completoel poder de nuestro pensamiento. En launicidad individual no se observa nin-guna diferencia en la forma, de cómo esel Ego. Se trata de una diferencia inhe-rente a la misma vida, y sólo aparececuando ésta está en plena acción, si esque puede expresarse así, o sea cuandoel Ego ha dejado de existir. Esa unici-dad es la que hace que cada vida indivi-dual sea diferente a las demás, presen-tando su propio centro de conciencia, eincluso cuando la vida universal se harealizado, la unicidad permanece. Podríadecirse que es como la ‘forma’ abstrac-ta pura de la individualidad, la cual per-manece cuando todo el egoísmo ha des-aparecido. Esta unicidad es individual

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y al mismo tiempo universal. La mane-ra más aproximada de poder expresaresto en un lenguaje concreto es descri-birlo como el foco a través del cual lavida universal se libera y al mismo tiem-po se manifiesta abiertamente despuésde la liberación. Para un ser humano nopuede existir una fusión completa conlo Absoluto en el sentido de desvane-cerse en la Totalidad de la Vida. La di-ferencia, aunque débil y abstracta, estáeternamente involucrada en la unicidadindividual y esto es debido a que es po-sible un desarrollo evolutivo posterior,y a que la vida liberada todavía puedeexperimentar en el mundo de la forma,si así lo desea.

K. Continuó diciendo que el desapa-recer de esa unicidad, o el ‘desvanecer-se’ es, en realidad, el regalo supremo quecada uno de nosotros le hace a la vida.Cuando uno se ha purificado de todoegoísmo puede decirse que se ha con-vertido en una nueva ventana a travésde la cual la vida universal puede reali-zarse a si misma. De esta manera, cadavida individual multiplica el universo,pues ofrece a lo Absoluto un mundo re-novado en el que puede descubrir y vol-ver a crear su propio Ser. El hecho porel que se ofrece este regalo a la vidauniversal es lo que se llama liberación.Es entonces cuando el Ego renuncia alo que le ha ayudado a desarrollarse ylo reemplaza por una vida superior. Ex-presado de otra manera, diremos que elEgo muere para que la Vida pueda con-tinuar.

Aquí, K. Señaló que hablar por ha-blar sobre si alguien ‘alcanza la libera-ción’ es una utilización errónea de los

términos. Lo que se libera siempre es lavida, no el individuo. En realidad es aexpensas del individuo que se obtieneesa liberación. Sólo la Vida se beneficiade esa transacción. Es verdad que launicidad individual que existe en amboslados del proceso de la liberación, reve-la que en lugar de corresponder al Ego,ese proceso tiene que ver totalmente conla vida universal. Ese descubrimientoacontece en el momento de la liberación,o después. El proceso hacia la liberaciónsiempre da la impresión de que hay quematar la individualidad —por eso se ori-gina el dolor. Hay un antiguo refrán quedice: “Para poder vivir, hay que morir”y esto todavía es válido. La liberación,pues, es la liberación de la vida median-te la destrucción de la separatividad, demodo que esa vida pueda continuar fun-cionando en su plenitud a través de laforma pura de la unicidad individual. Yesa es la Vida Natural a la que nos he-mos referido antes, la cual queda esta-blecida y es la que primero se realiza enuno mismo al llegar a la liberación.

W. Le preguntó a K.: ¿hay algunaseñal por la cual esta ‘Vida Natural’ pue-da distinguirse con facilidad de la vidamanifestada, mientras todavía existe elegoísmo? ¿Hay algo que pueda ofrecer-nos una idea respecto a ello, sin necesi-dad de recurrir a la metafísica?

Su respuesta fue que hay una senci-lla señal, la cual mantiene lo bueno entoda manifestación de lo puro, o lo uni-versal, la vida. Se trata de aquello queactúa, pero que nunca reacciona. Hastaque no nos hayamos desprendido delEgo, la mayor parte de nuestra concien-cia consiste en reacciones. Tomemos por

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ejemplo el amor, que, en la mayoría delos casos, surge en nosotros como unareacción hacia alguna persona que nosatrae. Si una persona no origina esa re-acción, no la amamos. Pero después dela liberación, cuando actúa la vida pura,lo que ocurre es totalmente lo contrario;entonces, el amor se convierte en unafuerza vital que se desprende de noso-tros mismos. Esto puede compararse aun foco, que lo ilumina todo con amorsea donde sea que enfoque su rayo.

Esto quiere decir que es indepen-diente del objeto, porque la luz puedeenfocarse fácilmente hacia cualquier lu-gar. Puede decirse que lo mismo ocurreen una vida liberada. La Sabiduría, porejemplo, no es el conocimiento que pro-cede de algo externo. Se trata de una luzque procede de nosotros mismos y queilumina todo lo que toca. Es la vida puramanifestada como percepción. De paso,aquí podemos ver el significado de laafirmación hecha tan a menudo por K.,de que la vida liberada significa el equi-librio entre el amor y la razón. La expli-cación es que según las característicasde la vida pura, éstas se convierten enpositivas actuando hacia fuera desde uncentro interno, y nunca se repliegan ensi mismas por las reacciones. La impo-sibilidad de que se replieguen es el‘equilibrio’. Ningún impacto externopuede destruir ese equilibrio, sino queal contrario, siempre está dispuesto asuperar cualquier obstáculo en cuantoaparece el impulso interno.

Lo más importante que todos tene-mos que hacer, dijo K. Es cambiar gra-dualmente nuestras reacciones en accio-nes. Cada movimiento de nuestra vida

debe ser causado por nosotros mismos.Hemos de dejar de sentirnos perturba-dos por la atracción o por la repulsiónexterna y hemos de concentrarnos en lavida que se va desplegando y que serála que infundirá sus propias cualidadesen el mundo que nos rodea. La substitu-ción de la reacción por la acción pura,es el verdadero desapego, y su verdade-ra naturaleza es indiferente a los obje-tos. Esto también es la liberación, pues-to que la única vida del Ego —que ensi, es la que constituye el único obstá-culo hacia la libertad— consiste en lasreacciones. Al abolir las reacciones ysubstituirlas por acciones puras, es cuan-do desaparece automáticamente el Ego.He aquí, pues, un modo de actuar parallegar a la liberación. Respecto a la pre-gunta expuesta al principio (sobre laactividad después de la liberación) lafórmula de ‘la acción sin reacción’ nosayudará a comprender un poco más loque será la vida después de la liberación.Será una vida de acción pura, sin reac-ciones, y con el pensamiento podemosincluirla en toda clase de actividades enel mundo de la forma.

K. Añadió otra consideración queestá relacionada con todo esto, y con laque empezamos todo el diálogo, a sa-ber: la afirmación de que la liberaciónpuede alcanzarse en cualquier etapa dela evolución.

Dijo también que la liberación es in-dependiente del desarrollo evolutivo, enel sentido de que dos personas, en dis-tintas etapas de evolución, la que estámenos evolucionada puede alcanzar laliberación antes que la otra, si se encuen-tra más preparada para llevar a cabo las

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cosas esenciales para ello, lo cual signi-fica destruir externamente el sentido del‘yo’ separado. Esto, y no el desarrollode los vehículos, es la verdadera condi-ción para la liberación. Por otra parte,es verdad —y ciertamente lo es— quees necesario un determinado grado dedesarrollo evolutivo antes de que alguiensienta en si mismo el verdadero deseode realizar ese esfuerzo de aniquilación.Por eso, la afirmación de que esa libera-ción puede realizarse en cualquier eta-pa de la evolución, tiene quemodificarse. Lo que hay de verdad es laafirmación de que la liberación tiene quever con la vida y no con las formas, locual ofrece la oportunidad de realizar unesfuerzo, porque la inteligencia no ne-cesita esperar ningún largo proceso dedesarrollo evolutivo. Finalmente, el pri-mer movimiento hacia la liberación pue-de hacerse incluso en una primera etapade la evolución, y cada paso que se daen la dirección de ese Sendero, es enrealidad una liberación. De algún modo,el cumplimiento de una pequeña partede esta labor significa ya haberla cum-plido del todo.

K. Explicó lo que quería decir, conesta última aclaración:

Dijo que la vida pura no se puedesubdividir. No se puede ir por partes. Esalgo absoluto. Por esta razón, si uno estáen relación con cualquier cosa, despren-de vida al liberarse de un apego, en enese desprendimiento en cualquier am-

biente (no importa lo insignificante quesea) va implicada toda la vida. Al trans-mutar cualquier reacción en acción pura,esto significa una liberación tan comple-ta en su trayectoria, como si se tratarade una liberación total posterior. Desdeeste punto de vista, todo el viaje haciala liberación (si es que puede llamárseleasí) es una larga liberación. Lo más gran-de de esto es tomar la dirección correc-ta. Después de esto, el tiempo que pue-da durar el viaje no importa. Lo quecuenta es haber ‘emprendido la libera-ción’. En definitiva, esto significa quela persona se ha puesto al lado de la vidaen la labor a realizar.

La idea de que la liberación puedealcanzarse ‘en unos instantes’ y de quecada uno de esos momentos representauna cualidad esencial de liberación to-tal, es lo que K. ha expresado con mu-cho énfasis. Por eso algunas veces ex-plica la necesidad de proponerse aspi-rar a la perfección, incluso en las cosasmás simples de la vida. La ‘perfección’es aquella cualidad sobre sobrevieneautomáticamente cuando contacta con lavida absoluta. Es la expresión natural yespontánea de la vida pura. Por consi-guiente, aspirar a la perfección, por sen-cilla que sea, es una liberación. Si unohace todo esto, dijo K., podría decirseque estamos construyendo el ‘hábito dela liberación’ mucho antes de alcanzarla libertad final.

El hombre sabio es el que puede tomar o dejar a voluntad lo que hemos llamadolas necesidades de la vida y que otros hombres no pueden controlar.

Diciembre 6. Gemas de Oriente. Recopiladas por H.P.B.

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¿A dónde vas humanidad? Este tí-tulo puede evocar imágenes de una ca-tastrófica explosión nuclear en la cualla tierra es reducida a un desierto lunar,o en el mejor de los casos, a un lugar enel cual los árboles, los animales y lasdemás formas de vida quedan diezma-das debido a la escasez de agua y ali-mentos.

Aquellos que estén alarmados por elrumbo actual de las actividades huma-nas pueden intentar evadirse de esospensamientos inquietantes y complacer-se en la creencia de que la humanidadserá conducida inevitablemente a undestino superior por la fuerza de la evo-lución o la voluntad de Dios. Una re-confortante panorámica de nuestro pa-pel como superhombres o como adep-tos puede servir para desembarazarse delas tremendas preocupaciones que opri-men nuestra mente. La gente siempre haencontrado gratificante imaginarse a símisma en un futuro paraíso, mientras susenemigos arden en el infierno.

Pero el futuro de la humanidad –agradable o no– tiene sus simientes ensus actuales condiciones y acciones. En

este contexto podríamos considerar losdiferentes significados de la palabra ‘hu-manidad’. Quiere decir ‘clase humana’,‘colectividad de seres humanos’, y tam-bién ‘la cualidad o condición de la exis-tencia humana’, la cualidad de ser hu-mano’, ‘benevolencia, bondad de cora-zón, ternura, sensibilidad de carácter’.Si la humanidad, en el segundo sentidodel término, no se considera importan-te, y si es sofocada cada vez que con-venga, ¿es que puede haber un futuropara la raza humana? Si la futura razade los hombres no es verdaderamentehumana, entonces podría resultar unaparodia de humanidad.

Las características especiales quedistinguen la raza humana de las otrasespecies se ha dicho que es la posturaerecta, la utilización de utensilios, lacapacidad de lenguaje y el sentido mo-ral.

Puesto que su postura es sólo partede su mecanismo corpóreo, darle impor-tancia como un atributo especial huma-no reduciría la existencia humana a lacondición de un animal modificado. Sucreación de utensilios es fuente de in-

¿A DÓNDE VAS HUMANIDAD?

Radha Burnier

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mensa satisfacción y orgullo para elhombre. Sus aeroplanos, computadoras,satélites, las máquinas con cerebro elec-trónico y otros inventos, han revolucio-nado su existencia física, hanexpansionado el contenido de su cere-bro y le han proporcionado una arrogan-te sensación de poder. Al mismo tiem-po, el hombre se ha convertido en vícti-ma de sus propias creaciones. La frené-tica fabricación de innumerables mer-cancías para satisfacer el deseo de po-sesión de las cosas, en las cuales millo-nes de hombres y mujeres están absor-bidos, es la causa de la polución delagua, de la tierra y del espacio. No pa-rece existir ningún medio para contro-larlo.

El mundo está invadido de feas ur-bes en expansión –ciudades imposiblesen las cuales todo está en descomposi-ción. La alienación originada por la ur-banización y la organización, degrada laexistencia humana. Tanto CharlesDickens como Charlie Chaplin denun-ciaron la desmoralización del ser huma-no apresado en el proceso de fabricaciónde su época respectiva. La Inglaterra deDickens era la Inglaterra de la Revolu-ción Industrial, cuando la gente, en es-tado de extrema miseria, trabajaba des-de la más tierna edad en ambientesantinaturales. Pero el mundo de Dickenstodavía persiste en muchos países ac-tualmente. Las películas de Chaplinmostraron lo que le sucede al ser huma-no en una cadena de montaje. Todavíahay millones de personas trabajando enesas cadenas de montaje. Así, si su pos-tura erecta no hace del hombre nada másque un animal vertical, su capacidad

para crear utensilios corre el peligro dehacer de él un autómata sin sensibilidad.El hombre se ha convertido en la vícti-ma de sus propios inventos y de su pro-pia organización.

Tal vez en el futuro se verán robotshaciendo la mayor parte de nuestro tra-bajo repetitivo. Pero aun cuando estaclase de particular degradación fuera adesaparecer, el hombre todavía se sen-tiría impulsado a comprar y a poseer. Laexistencia de una vasta variedad de co-sas fomentaría en él el deseo de poseery de rodearse de objetos, y así el proce-so de fabricación y distribución segui-ría adelante. En las partes más ricas delmundo, e incluso en el pobrísimo tercermundo, hay una gran cantidad de evi-dencia de frenético consumismo. Uno semaravilla de lo que compra la gente enlas innumerables tiendas que se alineanen las calles multitudinarias. Pareceríacomo si ellos compraran porque hay tan-tas tiendas y tal variedad de productos.Los objetos producen deseos y los de-seos crean mercados y procesos de fa-bricación, y así el círculo vicioso delconsumismo continúa girando.

Luego está la capacidad del hombrepara el lenguaje sin el cual, se dice, nosería humano. El homo sapiens se tomapara indicar que el hombre posee cono-cimiento (aunque la palabra ‘sapiens’indicaría sabiduría) y es el lenguaje elque ha dado el conocimiento al hombre.Sin el lenguaje resultaría imposibletransmitir el conocimiento que se acu-mula de edad en edad. En la antigüedad,cuando muy pocos podían escribir, sememorizaba todo laboriosamente y setransmitían de palabra textos tan volu-

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minosos como los Vedas. Actualmente,las máquinas pueden memorizar en be-neficio del hombre. De cualquier modo,la memoria es almacenada, el lenguajede un tipo determinado es la manera pormedio de la cual se acumula el conoci-miento, se conserva y se traspasa de ge-neración en generación. El conocimientoacumulado hasta ahora ha puesto elenorme poder de las circunstancias enlas manos del hombre.

Como antes queda dicho, la memo-ria y el lenguaje están relacionados. Sino fuera posible fijar las imágenes en lamente con palabras, no podrían retener-se y, sencillamente, desaparecerían. Lamemoria y el lenguaje juntos, incluyen-do la ‘memoria’ de la computadora y la‘memoria’ de los libros de las bibliote-cas, forman la base de lo que llamamosprogreso, lo cual puede no ser realmen-te progreso en absoluto.

Aunque podamos sentirnos orgullo-sos de nuestra capacidad de lenguaje,memoria, conocimiento, puede que noseamos realmente tan especiales comopensamos, porque la memoria existe in-cluso en los animales rudimentarios.¿Qué son sus reflejos e instintos sinomemoria de alguna clase la cual la natu-raleza ha construido en su sistema? Lamemoria es inherente a la naturaleza,porque los genes de cada criatura sonalmacenes de memoria. El cerebro delhombre puede haberse desarrollado detal manera que puede retener una clasemejor de memoria, pero no es tan dis-tintiva como él se imagina, porque lamemoria se retiene en las demás criatu-ras de otras maneras, y también ellas secomunican las unas con las otras.

Una vez más el hombre es víctimade su propia capacidad, porque el len-guaje que le ayuda a retener las imáge-nes en su cerebro crea también un mun-do de ilusión en el cual las imágenes lle-gan a ser más importantes que la reali-dad que lo envuelve. Los casos extre-mos de ilusión en un neurótico o en unperturbado mental, nos demuestran quees posible vivir en un mundo que sóloexiste en la mente. Toda clase de suce-sos y de imágenes se entremezclan en elinterior de la cabeza de un neurótico yél representa en ellos el papel que quie-re. Nosotros decimos que está fuera delcontacto con la realidad, pero todos no-sotros estamos fuera del contacto con larealidad hasta el extremo de que damosimportancia a nuestras propias imáge-nes mentales de los acontecimientos, dela gente, de la misma vida, y juzgamosal mundo en términos de esas imágenes.La mayor parte de la gente vive más omenos en un mundo de fantasías, de teo-rías y de ideologías. Sea lo que fuere loque la ideología pueda ser –política, re-ligiosa o incluso teosófica– no es másque una serie de imágenes reunidas queexisten en el cerebro. Pero nosotros lotomamos como la realidad y queremoscambiar al mundo para adaptarlo a laestructura mental.

Las teorías y los sistemas mentalesla mayoría de las veces dan nacimientoa la falta de humanidad. Las teorías re-ligiosas lo han hecho así y todavía lohacen. Hay países donde incluso hoy lagente es lapidada hasta morir porqueesto es lo que una tradición, una escri-tura, o una interpretación de la escritu-ra, dicen que hay que hacer. Estas teo-

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rías son tan reales y de tan abrumadoraimportancia para la gente, que se sien-ten completamente avasallados. No so-lamente las teorías religiosas sino tam-bién las científicas, son la causa de mu-chos comportamientos inhumanos. Laciencia es el dios del presente y en sunombre se llevan a cabo brutales expe-rimentos con personas, y mucho más conanimales. También las ideologías polí-ticas conducen a la eliminación y a latortura de las personas, la invasión deotros países y toda clase de atrocidades.Todas las teorías, de cualquier clase, sonparte del mundo imaginario que existedentro de la mente humana. Y las teo-rías se construyen con la ayuda del len-guaje. De modo que su capacidad de len-guaje, ¿hacen humano al hombre?

Luego están aquellos que dicen quela humanidad se distingue por el senti-do moral que la capacita para escoger locorrecto y para distinguir entre lo bue-no y lo malo. No existe tal libertad enlos animales, se alega, porque ellos es-tán gobernados por las leyes que regu-lan sus funciones fisiológicas. Sin em-bargo, el hombre también está sujeto alas leyes que gobiernan su fisiología. Elcuerpo le influye en gran medida. El malfuncionamiento de las glándulas puedehacer de él un idiota; un cerebro enfer-mo puede originar una pérdida de me-moria o el hombre puede convertirse enuna especie de caricatura de sí mismo.La mayoría de los hombres estáninfluídos por su naturaleza fisiológica yson empujados por impulsosincontrolados, por más libres que sean.Podemos preguntarnos si la libertad deescoger es realmente el sentido moral,

porque esa libertad está en todos noso-tros y no todos nosotros somos mora-les. En realidad, el hombre es, con mu-cho, una criatura extraordinariamenteinmoral. Por eso es por lo que no pode-mos pensar precisamente en el hombrecomo en un ser esencialmente bueno ohumano. Al hacer la pregunta ¿a dóndevas humanidad? Pensamos en la huma-nidad más bien como especie. Pero enla conciencia del hombre, hay una se-milla de libertad. Lo que hace al ser hu-mano más que una forma de bípedo per-feccionada, es el poder de liberarse a símismo de toda clase de compulsión yen esto él es el único.

Las ‘humanidades’ se equiparan alestudio del latín y el griego, pero el ver-dadero significado de la palabra es ‘es-tudio relativo a la civilización humana’.Esto significa la educación del ser hu-mano de suerte que él entienda que noes precisamente un animal erecto, o unacriatura que utiliza utensilios, o una per-sona que puede escoger lo que quiere ylo que no quiere, sino que él es un sercon inteligencia para descubrir qué esél realmente y en qué dirección debe ir.Esta es la verdadera educación.

La vida ha dotado al hombre coneste potencial. Si él actúa en la direc-ción correcta, si permite que su corazónse desarrolle en bondad y en benevolen-cia universales, puede romper todas lastrabas y llegar a ser uno con el univer-so, porque ‘el alma del hombre es in-mortal y su futuro es el futuro de unacosa cuyo crecimiento y esplendor notiene límites’. Pero el hombre debeaprender a estar en armonía con la vida,porque es esa vida la que le ha dotado

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de esa manera. Pero él no se da cuentade esto; piensa que tiene algún méritoespecial y que puede conquistar y lle-gar a dominar los procesos de la vida.Todas sus batallas contra el intrincadomovimiento de la vida, sus cambios in-evitables y sus desarrollos, son inútiles.La batalla está perdida antes de haberempezado.

Nuestro difunto presidente N. SriRam, decía que el hombre usa la liber-tad solamente para privarse de libertad.Y eso es una realidad; la mayoría de lagente no tiene idea de lo que está ha-ciendo y en qué dirección el ser huma-no debe avanzar: llevando a cabo losprocesos del pensamiento, hablando,sintiendo –lo que somos en cada mo-mento de nuestra vida. En cada momen-to estamos en relación con algo, y esarelación y esa acción debe ser una ex-presión de armonía. Sin ella, ni actuare-mos con libre albedrío ni haremos lo quees moralmente correcto. Nada puede sermoralmente correcto a menos que estéen armonía con todo lo de la vida, por-que todas las cosas con las que el hom-bre ha sido dotado son una parte de esavida. Por lo tanto, uno tiene que obser-

var la vida en toda su sutileza y tratarde comprenderla con espíritu de humil-dad –y la vida incluye a toda la natura-leza, a todas las demás criaturas, a to-dos los otros seres humanos. Todos es-tán unidos, se mueven unidos y se com-plementan en la totalidad de un ordenperfecto.

Uno de los Grandes Seres relacio-nados con nuestra Sociedad, dijo unavez: “Nosotros no reconocemos más queuna ley en el universo, la ley de la ar-monía”. Y HPB dijo: “Todo dolor y todosufrimiento son el resultado de la faltade armonía”. La falta de armonía nacedel egoísmo en una u otra forma, mien-tras que el sentido de humanidad, debenevolencia, de bondad, ternura y sen-sibilidad hacia otras formas de vida exis-te únicamente cuando no hay egoísmo.Cuando estas cualidades se manifiestenen la sociedad humana, estará asegura-do el mejor de los futuros para la huma-nidad. Entonces no habrá ninguna ne-cesidad de preguntarse: “¿A dónde vas,humanidad?”

(The Theosophist, abril de 1986.)

Todo el propósito de la meditación consiste en no seguir un sendero que elpensamiento ha tomado por la verdad, la iluminación o la realidad. No haycaminos hacia la Verdad. El seguir cualquier camino conduce a lo que el

pensamiento ya ha formulado y aunque sea grato y ameno, no es la Verdad. Es

SOBRE LA MEDITACIÓN

J. Krishnamurti

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RAMA ALICANTE

Primer lunes de cada mes (l8h.) - Rituales. Reunión de Rama con estudio y coloquio. (Sólo paramiembros) - 2º, 3º y 4º (a las 18,30h.) - “Estudio sobre la Conciencia” (A.B.)

Mar tes 1º y 3º (a las 18h.) - “Técnicas de Interpretación”. - a las 20h. - Curso de Astrología, porB. Martínez.

Miér coles (a las 18h.) - Curso sobre “Conocimiento de Si Mismo” (I.K.T.) Por T. De la Hoz. - alas 20h. - Curso sobre Teosofía, por T. De la Hoz.

Jueves (a las 19,45h.) - Rituales de la O.T.S. - a las 20h. - “Las Fuentes del Conocimiento”, porA. Pérez.

Sábados (a las 16.30h.) - 13 - El mundo y Yo, por B. Martínez. - 20 - Proyección de la película“Krishnamurti, Saanen, 1, 1984" y coloquio. Por T. De la Hoz. - 27 - Comentarios sobre elpresente, por S. Martínez.

ACTIVIDADES

una falacia pensar que un sistema de meditación, el practicar constantemente esesistema en la vida diaria en determinados momentos, o su repetición durante eldía, producirá alguna claridad o comprensión. La meditación está por encima detodo eso y, como el amor, no puede ser cultivada por el pensamiento. Mientras elpensador exista para meditar, la meditación es meramente una parte de ese auto-aislamiento que es el movimiento habitual de nuestra vida.

El amor es meditación. El amor no es una remembranza, una imagen sostenidapor el pensamiento como placer, ni tampoco la imagen romántica que la sensuali-dad construye; es algo que está más allá de los sentidos y más allá de las presioneseconómicas y sociales de la vida. La realización inmediata de este amor que notiene raíces en el ayer, es meditación; porque el amor es la Verdad y la meditaciónes el descubrimiento de la belleza de esa Verdad. El pensamiento no puede descu-brir esto; jamás puede decir: “He descubierto” o “he capturado ese Amor que esdel Cielo”.

El pensador con sus pensamientos es el que separa, divide y acepta lo que esmás grato y placentero. Mientras exista este pensador con las murallas de aisla-miento con que se rodea a si mismo, su meditación está dentro de la prisión y, portanto, no tiene significado en absoluto.

(Del Boletín nº 7 de noviembre de 1976).

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RAMA BHAKTI

Martes - (a las 18,30h.) Recogimiento y concentración. Coordina Clarisa Elósegui. - (a les19h.) Reflexiones sobre: Los Yogas Sutras de Patanjali. Coordina Pepi Pujós. - (a las20,30h.) REUNIÓN DE RAMA (sólo para miembros).

Jueves - (a las 17h.) Estudio del libro: Conocimiento de sí mismo, de I.K.Taimni. CoordinaC. Elósegui. - (a las 21h.) Cuso de Teosofía. Coordina C.Elósegui.

Sábado - (a las 17h.) Coloquios abiertos: los retos de la vida diaria a la luz de la teosofía.Coordina C.Elósegui. 2º sábado (a las 17h.) Coloquio teosófico, a cargo de miembros dela rama.

GRUPO DE ESTUDIOS SANT CUGAT (en el Ateneo de Sant Cugat)Mier coles 2º y 4º - (a las 18h.) Estudio del libro: La Sabiduría Antigua, Annie Besant.

Coordina C. Elósegui.

RAMA BILBAO

Mar tes (a las 19h.) - Lecturas de Krishnamurti seguidas de meditación. Coordina Allende.Viernes 12 - ¿Año nuevo vida nueva? a cargo de A. Aransay. 19 - Los siete portales (1), a cargo

de E. Hernández. 26 - Reunión interna de miembros. Estudio y meditación de las cartas de losMahatmas.

RAMA CERES

Lunes 8, 15, 22 y 29 (a las 20 h.) - Estudio: «EL HOMBRE, DIOS Y EL UNIVERSO» deI.K.TAIMNI.

Mier coles 10, 17, 24 y 31 (a las 20,30 h.) «CURSO DE INICIACIÓN A LA TEOSOFÍA»(Coordinan: U. García y J. Martín)

Sábado 13 (a las 10,00 h.) (CURSO DE SIMBOLOGIA) - «EL LOTO Y LA ROSA» (J.L.Mendoza) - «SERPIENTES Y DRAGONES» (J. Martín) - «LOS CUATRO ANIMALESSAGRADOS» (I. Gibello)

RAMA HESPERIA

Lunes (20.00 h.) CONFERENCIAS PÚBLICAS.

RAMA JINARAJADASA

Miér coles, a las 18h. - Tertulia teosófica, grupo de Meditación, estudio sobre textos teosóficos,talleres de trabajo.

RAMA MOLLERUSSA

LLEIDA (en Templers-Escorxador, c/. Lluís Companys, 22)Tercer domingo (a las 11h. Y a las 17h.) - Charla-coloquio con C. Elósegui.

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Todos los lunes (a las 19h.) - Auto-educarse para educar. Observación, meditación y relajación.Coordina M. Pellicer.

Todos los martes (a las 20h.) - Estudio en grupo del libro “Luz en el Sendero” (Pláticas III).Coordina P. Duch.

Todos los miércoles (a las 20h.) - Estudio en grupo del libro “A los Pies del Maestro” (PláticasI). Coordina J. Carcar.

Todos los viernes (a las 20h.) - Estudio en grupo del libro “El Kibalión”. Coordina J. Torres.MOLLERUSSA(Estudi de Ioga) - c/. Navarra, 8Todos los viernes (a las 20,30h.) - Estudio en grupo del libro “A los Pies del Maestro” (Pláticas

I). Coordina J.M. Espasa.

RAMA RAKOCZY

Lunes 15 y 29 Grupo de Meditación Activa y Ritual Dévico. 22 O.T.S. Ritual de Sanación.Mier coles - 10 Curso de Meditación. - 17 Meditación a cargo de F. Pérez. Estudio grupal

sobre los Tres Objetivos de la ST. - 24 Meditación a cargo de J. L. Fernández. Estudiogrupal sobre los Tres Objetivos de la ST. - 31 Meditación a cargo de A. del Rosario.Estudio grupal sobre los Tres Objetivos de la ST.

RAMA SHAKTI-PAT

Estudios para miembros - Martes ( las 17,30h.) - El Hombre, Dios y el Universo (IKT) -Proemio de la D.S. - La Voz del Silencio, (Pláticas) - Vídeos - Conferencias de la S.T.Coordinan miembros de la Rama.

Jueves 2º, 3º y 4º (a las 19,30h.) - Sólo para miembros, junto con los miembros de la RamaAlicante: “Las Fuentes del Conocimiento.”

Para simpatizantes - Todos los viernes (a las 17h.) - Curso de meditación. Curso de Ini-ciación a la Teosofía. Coordinan miembros de la Rama.

RAMA VIVEKA

Los cuartos sábados de cada mes se hará un curso sobre Teosofía basado en “La SabiduríaAntigua”.

GRUPO DE ESTUDIOS TEOSÓFICOS “DHARMA”

Todos los jueves (de 21h. a 23:30h.) - y Todos los lunes (de 21h. a 23:30h.) - Curso sobreTeosofía. 2º Nivel.

GRUPO DE ESTUDIOS TEOSÓFICOS “LA RIOJA”

Todos los viernes (a las 21,45h.) - Reunión pública.