Stella Maris junio 2014

Stella MarisEdición N° 113 Junio 2014° 113 201

El Espíritu Santo nos alienta a vivir la Misión

Territorial

Stella Maris2 Nº 113 - JUNIO 20142

El Espíritu Santo nos anime en la Misión Territorial

Sumario

Editorial

Iglesia de Valparaíso en Misión Territorial

Del dolor a la esperanza

Organización en tiempo de catástrofe

Algunas refl exiones a propósito de la Reforma Educacional

Gráfi cas Diocesanas

Una Pastoral Juvenil que propicie el Encuentro de los Jóvenes con Cristo

40 años de Servicio al Diaconado Permanente

El Espíritu Santo y el discípulo misionero

Con arrugas en el rostro y lozanía en el corazón

Acompañar a la familia, una urgencia pastoral

Decretos

Aniversarios

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STELLA MARISREVISTA DIOCESANA

BIMENSUALNº 113 JUNIO 2014

Domicilio LegalChacabuco 1701, ValparaísoFono 2255538 Fax 2254452

E-mail [email protected]

DirectorMonseñor

Rafael Osorio Cofré

Editora y PeriodistaMaría Eugenia Quitral V.

ColaboradoraAna María Carvacho E.

Paula González R.P. Patricio Álvarez sdb

Diseño e ImpresiónImprenta Comercial El Mercurio de

Valparaíso S.A.P.

sumario

Stella Maris3Nº 113 - JUNIO 2014 3

Editorial

La Solemnidad de Pentecostés es la “fi esta de la novedad”. El Espíritu Santo que el Padre nos envía gracias a Jesucristo quiere “renovarnos”, darnos “la vida

nueva” que brota del corazón de Dios y que es el Amor mismo del Padre y del Hijo.

Estamos en tiempos que la Iglesia quiere que sea “de novedades”. De un ímpetu nuevo, novedoso, gozoso y renovador que deseamos que se manifi este en la Misión en que, como Iglesia en Chile, estamos empeñados.

En este año de Misión Territorial tenemos mucho por hacer. Ciertamente el Padre Dios está esperando mucho de nosotros. Pero, ciertamente también, espera que comencemos por el principio. Por reconocernos y sabernos hijas e hijos muy amados, objeto de un cariño y misericordia especiales, que nos tienen que impulsar a darlo a conocer a todos. Respetuosamente a todos. Convincentemente a todos. Humildemente a todos.

Mucho hay que planifi car y organizar, mucho que hacer, a nivel diocesano y en cada una de nuestras comunidades. Qué bueno que sea así. Qué bueno que pronto estemos “manos a la obra”.Pero no olvidemos que Pentecostés estuvo precedido por un tiempo fuerte de oración de los discípulos, reunidos en torno a la Virgen Santísima. No olvidemos que si no hay oración, personal y comunitaria, y si no es junto a la Virgen Madre, los esfuerzos son vanos.

La Conferencia Episcopal de Chile nos proporciona abundante material de apoyo para la Misión. Podemos encontrarlo en www.iglesia.cl

Y tengamos siempre presente que “la alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan llevar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Cristo nace y renace la alegría…… y estamos invitados a una nueva etapa evangelizadora marcada por esa alegría” (Papa Francisco, comienzo de la “Evangelii Gaudium”).

Los bendice de corazón,

Gonzalo Duarte García de Cortázar ss.cc.Obispo de Valparaíso

Pentecostés, novedoso y gozoso

Padre Dios s. Pero, comencemos y sabernos

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Los bendice de corazón,

Gonzalo Duarte García de Cortázar ss.cc.Obispo de Valparaíso


Refl exiónRefl exión

en Misión TerritorialIglesia de Valparaíso

Pbro. Jorge Martínez Soto, Secretario Ejecutivo, Vicaría Pastoral

En el artículo anterior hablábamos sobre qué es la Misión Territorial, qué cosas hacer y cómo hacerlas. Y hoy queremos seguir ahondando un poco más en esta temática.

Para esto debemos contar que en algunos decanatos de nuestra diócesis se han estado realizando Asambleas Decanales y parroquiales, para sensibilizar y también para escuchar a la comunidad. En algunos movimientos eclesiales se han realizados foros y plenarios. Todo con el fi n de discernir los caminos que el Espíritu Santo nos va mostrando para caminar en este anuncio de que Cristo es vida y vida en abundancia.Debemos reconocer que hoy esta nueva expresión de la Misión Continental ha adquirido un nuevo impulso con la Exhortación Evangelii Gaudium del Papa Francisco. Esto debido a que recoge elementos esenciales del Documento de Aparecida y por ende de la Misión Continental.Es por eso que hoy queremos, en esta refl exión pastoral, revisar algunos elementos a tener en cuenta en esta misión, los cuales debiesen partir de nuestro sello como Iglesia.

Una Iglesia en Salida“Fiel al modelo del Maestro, es vital que hoy la Iglesia salga a anunciar el Evangelio a todos, en todos los lugares, en todas las ocasiones, sin demoras, sin asco y sin miedo. La alegría del Evangelio es para todo el pueblo, no puede excluir a nadie” (E.G. 23). Es propio de la misión de la Iglesia el salir a anunciar la Buena Noticia. Esto nos lleva inmediatamente a decir que la misión no es una opción dentro la Iglesia, sino que todo bautizado se ha convertido en discípulo-misionero, y no es que yo decido ser solo discípulo o solo misionero. La misión es parte esencial de la vida de Cristo, él viene a cumplir la misión encomendada por el Padre. Así los discípulos-misioneros de Cristo son partícipes de esta misma misión, que el Padre le ha dado al Hijo, en este pueblo que es la Iglesia. Al igual que Cristo, el discípulo-misionero está llamado a anunciar la Buena noticia de la cercanía de este Reino de Dios. Y para ello es fundamental salir. Este salir puede ser tomado de distintas maneras, salir de: nuestros egoísmos, nuestras individualidades, de las pastorales exitistas, de nuestros refugios, de nuestros miedos, de nuestros templos, etc.El Papa Francisco en su exhortación (nº 24) dirá que una comunidad en salida es la que primerea, se involucra, acompaña, fructifi ca y celebra. Primerear, es decir, así como Cristo nos amó primero así nosotros vamos al encuentro de los


ComentarioRefl exión

demás. Es una actitud que nos saca inmediatamente de nuestra comodidad, de nuestras rutinas, ya que implica estar mirando constantemente la realidad, tomar la iniciativa e ir a los más alejados, siempre con una actitud de diálogo y misericordia. En este punto calza muy bien el tema de hacer un mapeo de nuestros territorios parroquiales, para tomar conciencia de la realidad de nuestros entornos y no solo de lo que pasa en nuestros templos. Para que así los más alejados, excluidos y postergados, puedan formar parte activa y participativa de nuestros planes parroquiales.Se involucra, la comunidad de discípulos misioneros se introduce en la vida cotidiana, se encarna a imagen de Cristo y desde ahí con obras y gestos anuncian la vida nueva. No es menor mencionar la percepción que tienen muchos de nosotros, lo cual fue corroborado en el V Congreso Misionero, y es que muchos se han alejado debido a nuestra inconsecuencias, es decir, por nuestro testimonio. Hay que recalcar que nuestra fe no es centrada en el conocimiento, sino en el encuentro

con Jesucristo y en su seguimiento. Involucrarnos incluye el incomodarnos, el muchas veces dejar nuestras cosas, dejar lo que teníamos planeado. Es un poco lo que hace el buen samaritano, él tenía un destino, pasaba por el camino rumbo a algún lugar, pero él al involucrarse se salió de su camino y llegó más tarde a su destino.Acompaña, el discípulo misionero y por ende la comunidad acompaña a la humanidad, a las personas con rostros concretos que vamos conociendo y va caminando junto y con ellas en sus procesos. Esto requiere de mucha paciencia y amor. Y aquí podemos volver a mirar al buen samaritano, ya que él se involucra pero también acompaña. Primero lo hace sanando las heridas, luego subiéndolo a su montura y llevándolo a una posada. Es importante recalcar que los procesos

no se fuerzan, no se van imponiendo las etapas, ya que los ritmos personales y espirituales son distintos en cada persona. Además los procesos deben ser siempre muy participativos, en donde la persona no se sienta un mero observador, sino que un agente activo de su caminar.Fructifi ca, el discípulo-misionero reconoce los frutos que van surgiendo en la comunidad y en su entorno, va viendo donde Dios hace fl orecer su semilla. A cuántos no nos ha pasado que creemos que nuestras catequesis o alguna acción pastoral no dio fruto, y luego al pasar los años uno se encuentra con algún catequizando que recuerda que uno le hizo catequesis y que le ayudó en su caminar. Los frutos surgen en cualquier momento, no hay un tiempo preciso, e incluso surgen fuera de la comunidad eclesial, porque Dios siembra donde quiere, por ende debemos aprender a abrir nuestros ojos para ver esos frutos. Por último la comunidad Celebra. Celebra todo lo que va viviendo: su primerear, su involucramiento, su acompañamiento, los frutos. La comunidad va celebrando los encuentros con Cristo que va teniendo en su vida cotidiana, el discípulo-misionero siempre vuelve a la comunidad como los discípulos de Emaús que al encontrarse con Cristo vuelve y cuentan todo lo que les pasó. Así nuestras celebraciones se llenarán del pasó de Dios en la vida concreta. Si viésemos estos mismos puntos mencionados como un proceso, nos percataríamos que la celebración no es lo primero, lo que no quiere decir que no es importante ni central, sino solo no lo primero. Y si lo vemos como un proceso tiene su lógica. Esto debido a que las celebraciones, de manera especial la Eucaristía, se vacía si en ella no va puesta la vida y el encuentro cotidiano con Cristo. Por otro lado, nuestras celebraciones deben tener mucho de salir al encuentro del que está volviendo. Cómo no recordar aquí la parábola del hijo prodigo, cuando el padre al ver a su hijo volver se conmueve, corre a él, lo abraza, lo besa, le hace traer ropa, sandalias y el anillo. Nunca, al escuchar las disculpas del hijo, le saca su pecado en cara, las obras del padre con su hijo ya lo dicen todo. Es por el regreso que se hace fi esta, en donde todos están invitados, incluso aquellos que se enojan por el regreso de algunos, como el hijo mayor. Finalmente esta Iglesia que sale, sale con una actitud samaritana. En otras palabras, una comunidad de discípulos-misioneros capaz de mirar la realidad, mirando especialmente a las personas que están botadas en el camino. Pero al mirar tiene la capacidad de conmoverse e involucrarse. Para así también ser una Iglesia madre en misericordia.


Comentario6

Refl exión

Testimonio del mega incendio de Valparaíso

desde un albergue

Del dolor a la esperanza

P. Patricio Álvarez Paredes, sdb. Párroco Parroquia “San Juan Bosco”, Valparaíso

La Noche del DolorParecía una guerra. Cinco cerros de Valparaíso ardían y la imagen era dantesca. Las balizas y las sirenas de los carros de bomba y policiales, así como las explosiones de los cilindros de gas y de vehículos en medio de las llamas aumentaban la angustia y la desesperación. Avanzaban las horas y el fuego. No sabíamos todo lo que arrasaba a su paso, pero lo podíamos imaginar. Cientos de casas eran destruidas por las llamas, y cientos de hermanos y vecinos nuestros arrancaban desolados. Lo habían perdido todo. Llegarían a ser más de 15 mil los damnifi cados y 16 las personas fallecidas. Era la noche del sábado 12 de abril y la madrugada del domingo 13.Antes de la medianoche me dirigí con otros laicos de la Parroquia hasta la Plaza O’Higgins. Nos dijeron que un grupo de familias se encontraba en ese lugar. Y en realidad estaban por todas partes. Grupos familiares completos se abrazaban sosteniendo el dolor, y las instituciones comenzaban a prestar sus primeros auxilios. Vehículos particulares y públicos, así como coches bombas que venían desde la capital y otras localidades, repletaban las calles del plan. Y cientos de personas, damnifi cados y familiares suyos, circulaban de un lugar a otro, queriendo tener noticias o acudiendo a prestar ayuda para desalojar las casas amenazadas por el fuego que seguía avanzando.Un poco antes, pasadas las 21 horas, supimos que la familia de uno de los jóvenes de la Parroquia corría peligro. Viven en el Cerro La Cruz. Decidimos que vendrían a pasar la noche a la casa parroquial. Más tarde otra familia. Hasta que fueron más de 80. La Parroquia quedó abierta esa noche. Y la siguiente, cuando el fuego alcanzó a otros

cerros. Nos habíamos convertido en “albergue”, sin dimensionar ni mucho menos calcular lo que eso podría signifi car. Era la hora de acudir a la emergencia, y de dar una respuesta inmediata, sin más consideración que el sufrimiento de nuestros hermanos. Se habían quedado sin casa, y decidimos abrirle la nuestra.

El Milagro de la SolidaridadCerca de las 22:00 hrs. del sábado 12 de abril, a poco de haberse extendido el fuego entre los cerros, unos 80 jóvenes de la Pastoral Juvenil ya estaban en la Parroquia, dispuestos a colaborar en lo que fuera necesario. Surgieron las primeras iniciativas. Y el número de voluntarios siguió aumentando. Llegaron a ser 340 en nuestro albergue, sólo los jóvenes, sin contar los adultos que se sumaron desde esa madrugada.Cuando se controló el incendio, en

lugar de llamas, fueron miles los voluntarios que abrazaron los cerros siniestrados. Verdaderas peregrinaciones si miramos el testimonio de las fotografías y las imágenes que los medios de comunicación comenzaron a publicar. El dolor, la desolación, la angustia, dio paso al milagro de la solidaridad.Rápidamente comenzó a llegar la ayuda para los damnifi cados. Camiones, camionetas, vehículos pequeños, todo servía para hacer llegar la ayuda. Se levantaron rápidamente los centros de acopio, y los mismos albergues casi no daban a basto para recibir tanta ayuda. Todos querían estar. Todos querían colaborar para aliviar la tristeza de las familias afectadas. En nuestro albergue no fuimos capaces de registrar a todas las personas e instituciones que se hicieron presentes para ayudar. Fueron muchos….jóvenes, familias, instituciones, agrupaciones

Stella Maris7Nº 113 - JUNIO 2014

Comentario7

Refl exión

artísticas, deportivas, culturales, comunidades cristianas, juntas vecinales, municipalidades, grupos de amigos. Una “montaña de ternura”, citando al Papa Francisco en Evangelii Gaudium.En nuestro caso, una mención especial merece el personal de las Fuerzas Armadas y de Carabineros de Chile que ha acompañado nuestro albergue. Su presencia ha sido fundamental, no tanto para resguardar el orden, que en ningún momento se ha visto amenazado, sino para hacer una hermosa experiencia de convivencia ciudadana. Los vimos actuar y comprometerse más allá de lo que podríamos haber esperado o imaginado. Y lo agradecemos.

Del Dolor a la EsperanzaEl papá de una de las familias que dejó nuestro albergue después de un mes de la tragedia, me dijo al partir: “Padre, le queremos agradecer, porque ustedes nos acogieron con nuestro dolor, cuando lo perdimos todo. Este lugar será siempre importante para nosotros, porque acá se quedó nuestro dolor. Ahora salimos para empezar de nuevo”. Confi eso que me emocionó este gesto de gratitud. Pero mucho más me emocionó la decisión de empezar de nuevo. Algo similar aparecía escrito en un letrero que fotografi ó el Padre Cristian Moya, y que circuló por Facebook: “…nos levantaremos”, decía al fi nal de la escritura.Con el paso de los días y de las semanas fuimos viendo cómo recuperaban la esperanza nuestros hermanos. Caminaban más decididos. Comenzaron a sonreír de nuevo. Mientras que unos removían los escombros en sus propiedades, otros comenzaban a gestionar las soluciones de emergencia anunciadas por el Gobierno. Y más tarde a levantar sus mediaguas. No ha sido fácil para ellos…pero no se rindieron. Están saliendo adelante poco a poco. Nuestra voluntad fue siempre acogerlos y acompañarlos el tiempo que fuera necesario, para que saliendo de nuestra parroquia-albergue no salgan hacia otro albergue, sino a la solución de emergencia. Y así ha sido. La mayoría de los albergados ya no está en la Parroquia. Algunos nos visitan y comparten con nosotros cómo van saliendo adelante.La esperanza se abrió paso en medio del dolor. En Valparaíso sabemos “pararnos de nuevo”, después de cada tragedia. Esta no es la excepción. Una especie de ícono” de esa esperanza y fe inquebrantable, es la señora Luchita, de la comunidad eclesial de base “San José Obrero”, del Cerro Merced. Creo haberla visto afl igida los primeros tres días. Después volvió a sonreír, como lo hace siempre. Así la vi cuando bajó

por primera vez de su terreno, después del incendio, trayendo en sus manos una pequeña imagen de la Virgen María. Con los ojos iluminados, me dijo: “Es lo único que quedó de lo que tenía…Ella no me dejará sola”. El fuego dejó un manto gris sobre los cerros de Valparaíso, pero sabemos que muy pronto volverá a ser “un arcoíris de múltiples colores”. Así sea.


Crónica8

Organización en tiempo de catástrofe

Paula González R., Colaboradora

Valparaíso fue golpeado por una tragedia sin precedentes en la historia de la ciudad. Siete cerros fueron afectados por un voraz incendio dejando a 2.900

familias damnifi cadas lo que se tradujo en más de 12.000 personas afectadas.

Este desastre sorprendió a toda la ciudad, incluso al país, dándonos cuenta de muchas falencias que existían en torno a la manera de actuar frente a grandes emergencias. A causa de esta tragedia es que creó la Comisión Central de Operaciones de Emergencia Diocesano, al alero del Obispado de Valparaíso, para dar así una respuesta rápida y efi ciente a las necesidades que se presentaron durante y después de la catástrofe. Después de dos meses de trabajo y servicio, el padre Jorge Martínez, secretario ejecutivo de Vicaría Pastoral y Ana María Carvacho, directora del Área de Pastoral Social Caritas, nos cuentan la manera en que se formó este organismo y cómo seguirá funcionando.“En un comienzo reaccionamos e iniciamos el trabajo la misma noche de la tragedia, ayudando a las personas que bajaban de los cerros arrancando del fuego”, declaró Ana María Carvacho.Aunque contábamos con la experiencia del incendio que afectó el 2013 a Rodelillo, era tal la magnitud de lo acontecido, que la primera acción fue crear esta Comisión Central de la que surgieron áreas de trabajo que se preocupaban del voluntariado, acompañamiento

espiritual, centros de acopio, entrega de ayuda, entre otras acciones. “Paralelamente a estas acciones, estábamos coordinados con otras entidades como la ONEMI, la Municipalidad de Valparaíso, la RAHCH (Red de Ayuda Humanitaria Chile, Quinta Región) para trabajar de manera ordenada y coordinada a fi n de no entorpecer labor de los otros”, manifestó Ana María Carvacho. Pero en este andar no estábamos solos ya que desde el primer momento “recibimos ayuda del nivel central de la Pastoral Social Caritas Chile, CECh, contando con la presencia y apoyo del Obispo presidente de esa Área, Monseñor Pedro

Ossandón, quien con su equipo nos aportaron luces de cómo trabajar en la emergencia, porque ya tenían la experiencia del terremoto que afectó a nuestro país

Se ha hecho camino al andar, aprendiendo de experiencias pasadas, para así poder acercarse al hermano que sufre viendo al Cristo presente en él.

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Crónica

el 2010 y el que se había vivido en el norte pocos días antes”, señaló el padre Jorge Martínez. “Hubo que tomar decisiones difíciles, por ejemplo decirles a los jóvenes que no subieran a los cerros los tres primeros días, porque como Iglesia no nos podíamos hacer cargo de su seguridad. Así, tratamos de organizar y calmar sus ansias. Los primeros días fueron de mucho desorden incluso de desesperación, pero había que ordenar y organizar. La ayuda y el tiempo nos han dado la razón”, expresó el sacerdote.Pero era más que organizar, era poner criterios, que la ayuda fuera efi caz pero sobre todo digna y participativa, para ello se hizo un trabajo en conjunto con los párrocos de las cuatro parroquias damnifi cadas. Así en la Parroquia San Juan Bosco se acogía a las personas del Cerro La Merced. En la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, a las familias del Cerro Mariposa; en la Parroquia Corazón de María a los damnifi cados de los Cerros El Litre, Las Cañas, La Cruz y El Vergel; mientras que en la Parroquia Nuestra Señora de Andacollo se apoyaba a las poblaciones de los cerros Ramaditas y Rocuant. “Se ayudó a todos. Pasamos por los cerros llevando cosas sin hacer preguntas, independiente de religión o partido político. Donde se necesitaba ayuda, ahí estábamos”, explicó Ana María Carvacho.Los primeros días la solidaridad fue impresionante y había que canalizarla. Para ello se abrieron muchos comedores, centros de acopio, se canalizó al voluntariado para las distintas necesidades, por nombrar sólo algunas de las acciones que se llevaron a cabo. “Tras este aprendizaje del qué hacer y cómo hacer,

estamos en el proceso de defi nir la siguiente etapa, que involucra el acompañamiento a las familias que se refl ejará en la Misión Esperanza que estamos

organizando como diócesis”, expresó la Directora del Área Pastoral Social Caritas.

“Hay gente que quiere hablar, llorar o necesita un abrazo y ahí tenemos que estar nosotros como Iglesia. Lo más propio es estar con la gente, así como Cristo estuvo con los más

necesitados de su tiempo. Si nosotros no tenemos esa mirada en nuestra acción pastoral, nos transformamos en una ONG más o un grupo humanitario más. Cuando hablamos de dignidad hablamos de tratar a cada uno como hijo de Dios. Un trato más personalizado, quizás es más lento, tal vez llegamos a menos personas, pero tiene que ser de calidad, lo mejor para ellos. Humana y materialmente, lo mejor”, afi rmó el Padre Jorge Martínez. “Siendo una Iglesia más cercana, nos ha servido para humanizarnos, para sufrir con ellos”, expresaron al unísono.

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ComentarioRefl exión10

Refl exión

Algunas refl exiones a propósito de

la Reforma EducacionalPbro. Edgardo Fernández Apablaza, Vicario Episcopal de Educación, Obispado de Valparaíso

Es indiscutible que Chile necesita una Reforma Educacional que permita igualdad de oportunidades para todos. Pensar lo contrario, realmente es inaudito, especialmente si queremos avanzar

hacia un mejor bienestar para las nuevas generaciones; bienestar que se juega en la concreción de los sueños y el desarrollo de los proyectos de vida. La sociedad chilena siente el imperativo de salir de la escandalosa inequidad en la que nos encontramos, dentro de la legítima aspiración de alcanzar un mayor desarrollo.Sin embargo, es lamentable que el acento de la discusión en el concierto social esté puesto en lo económico, el lucro, la gratuidad y temas semejantes, cuando la gran aspiración de todos es la calidad de la educación. A mi juicio, es fundamental saber primero lo que queremos lograr y consensuarlo, para luego analizar el cómo vamos a alcanzar ese objetivo. Porque estoy convencido que la refl exión acerca de la calidad educativa en todos sus niveles aún no ha sido sufi cientemente profundizada. No sería raro descubrir que la conceptualización existente en la ciudadanía sea muy diversa y que la mayoría de las visiones estuviera reducida a los indicadores de las pruebas estandarizadas (SIMCE y PSU).La Reforma Educacional, como proceso de mejoramiento de lo que existe, es un cambio que debe ser asumido por todos y en benefi cio de todos. Ello requiere, a mi modo de ver, necesariamente, dos condiciones esenciales, particularmente en el contexto de un mundo plural: La participación de todas las instancias directa e indirectamente involucradas y el respeto de principios básicos incuestionables para poder dialogar. Dentro de lo primero, ciertamente, está la enorme riqueza acumulada

por la Iglesia Católica a través de la historia de nuestra patria. Porque ella no sólo ha realizado su misión evangelizadora en y desde el mundo de la educación, sino que además, ha sido un aporte para el desarrollo del país. Y, respecto de lo segundo, son principios irrenunciables a la hora de dialogar, la libertad de enseñanza, el derecho de los padres a elegir la educación que quieren para sus hijos(as), la diversidad de Proyectos Educativos Institucionales, un Estado que garantice el ejercicio del derecho a una educación de calidad y la libertad de culto consagrada en la Constitución. Estos principios son los pilares para sustentar las distintas alternativas de educación y la riqueza que de ahí se deriva. Incluso, desde esta perspectiva es posible pensar en la elaboración de planes y programas propios en sintonía con la identidad institucional y su articulación con Objetivos Fundamentales y Contenidos Mínimos.Muy ligado a lo anterior, la provisión mixta en la educación escolar no es un tema menor. Es decir, la coexistencia de la educación particular y municipal es una riqueza para el país. Ello, sobre la base de que la educación es un bien público, independientemente de quien imparta dicho servicio. Por lo tanto, en clave de calidad educativa, no es menos cierto que hay que mejorar la educación, tanto en uno como en otro sector, pero nivelando la calidad hacia arriba, sobre la base de sólidos y actualizados Proyectos Educativos Institucionales. Desde esta perspectiva los sistemas de control, supervisión y fi scalización ofi ciales debieran actuar con los mismos criterios y desde los mismos parámetros, independientemente de quién es el sostenedor; y, con especial rigurosidad cuando de por medio existen recursos del Estado, disponibles para fi nalidades específi cas. Es inadmisible el mejoramiento de


ComentarioRefl exión11

Refl exión

la calidad educativa en el sector municipal en desmedro del sector particular. Y, por lo mismo, no es favorable para ambos que uno de ellos sufra deterioro.Aunque no lo queramos, la implementación de una educación de calidad necesariamente implica invertir recursos de diverso tipo, entre otros, los materiales. En este sentido, es imposible desvincular la fuente de los recursos frescos que el Gobierno desea adquirir a través del Proyecto de la Reforma Tributaria y el destino de una parte importante de ellos, esto es, el fi nanciamiento de la Reforma Educacional. Porque no cabe duda que una parte de los 8.200 millones de dólares se destinarán a proyectos sociales y de salud, entre otros. En la relación anteriormente señalada me surgen algunas preguntas: ¿Qué porcentaje de los millones de dólares que se recaudarán por la Reforma Tributaria se destinarán a la implementación de la Reforma Educacional? ¿Hacia dónde irá el mayor porcentaje de esos recursos: A la Educación Superior o a la Escolar? ¿Cómo se realizará el proceso de eliminación del copago y la compensación correspondiente, vía subvención estatal? ¿La subvención del Estado será igual tanto para el sector municipal como para el particular… o será diferenciada, es decir, mayor para el primero y menor para el segundo? ¿Cómo se articula la Reforma con el Estatuto Docente? ¿Cómo se vincula la Reforma Educacional con la formación inicial de los profesores? Independientemente del sistema educacional que se implemente, a mi juicio, el rol del educador(a) es fundamental para el logro de una educación de calidad. Se podría afi rmar incluso, desde la experiencia de países más avanzados en este tema como Finlandia, que un educador idóneo, profesionalmente, y ejerciendo su labor por vocación hará en un alto porcentaje la diferencia. Esto no signifi ca desconocer que la calidad educativa pasa por una infl uencia multifactorial. En este sentido la Reforma Educacional debe contemplar cambios profundos en la formación inicial de los futuros educadores(as), la consideración sistemática de la formación continua, la carrera docente, la justa retribución económica que lo dignifi que ante la sociedad y la valoración social que con el tiempo se ha ido desdibujando, a tal punto que incluso en algunos sectores sociales se les mira de manera peyorativa. Muchas veces la misma experiencia da cuenta de la motivación que despiertan los educadores(as) en el aprendizaje de sus estudiantes, cuando éstos les ven felices

haciendo su labor. Eso se percibe y anima.Una palabra acerca de los eternos olvidados: La educación técnico profesional. Es un hecho que no todos los estudiantes necesariamente deben pasar por la Universidad para forjar un futuro próspero y feliz. Pienso que una Reforma Educacional debe promover y fortalecer esta alternativa que, para muchas familias puede signifi car incluso la promoción social de las nuevas generaciones. Así como es necesaria la articulación entre la educación Científi co-Humanista con las Universidades, es también fundamental la articulación entre la Educación Técnico Profesional con el campo laboral y los Centros de Formación Técnica de nivel superior. Porque no es posible que los liceos técnicos cuenten con una implementación anacrónica que a unos difi culta la inserción laboral y a otros obliga a procurar un título universitario para validarse ante la sociedad.Uno de los aspectos medulares de la reforma es la eliminación de la selección; tema que, sin lugar a dudas, es bastante complejo y no será de fácil acuerdo. Es verdad que la Ley General de Educación (LGE) la prohíbe hasta sexto básico y que es muy probable que colegios particulares subvencionados estén incumpliendo esta norma. Pero también es cierto que hay que distinguir entre “selección” y “procesos de admisión”. Tal como lo ha señalado el Obispo Presidente del Área de Educación de la Conferencia Episcopal de Chile: los procesos de admisión “tienen como objetivo fundamental informar a los padres convenientemente acerca de las características del Proyecto Educativo según el cual van a ser educados su hijos, y al que ellos, en caso de compartirlo, no solo deben adherir sino comprometerse activamente en su realización. Proyecto basado en claros conceptos de persona y de sociedad, de los cuales se desprenden valores fundamentales a la hora de educar. De estos mismos valores se deducen estrategias que iluminan y empapan el estilo del colegio, el tipo de ambiente y las normas de la convivencia escolar, toda la propuesta curricular, las experiencias formativas, etc.” (1). Por lo tanto, validando lo dicho, creo que hay que tender en el tiempo hacia la eliminación de la selección que discrimina por rendimiento académico para quedarse con los mejores estudiantes, tal como ocurre con algunos establecimientos educacionales emblemáticos.Finalmente, creo que sería interesante que la refl exión de la Reforma Educacional incluyera una revisión de la subvención estatal por asistencia. Es, a mi juicio, una injusticia, especialmente, para aquellos establecimientos ubicados en zonas de difícil acceso para los estudiantes. Y, en general, es una exigencia que da pie a manipular muchas veces la estadística de asistencia, para no mermar el ingreso mensual por este concepto. Pienso que la subvención debería ser por matrícula y eliminar defi nitivamente el castigo económico que signifi ca para la institución el actual sistema.

1 “Iglesia y Educación”. Mons. Héctor Vargas Bastidas, sdb. p.6; 22 de abril, 2014.


FormaciónGráfi cas12

Gráfi casDiocesanas

Con mucha alegría se realizó la Bendición

y Colocación de la Primera Piedra de la

futura Casa Religiosa – Pre-Kinder, Kinder y

Escuela Básica de las Religiosas Operarias

del Divino Maestro- Avemarianas en

Quilpué.

Una Delegación de Rapa Nui estuvo en Roma para la canonización de los Papas Juan XXIII y Juan Pablo II y luego peregrinaron a Tierra Santa con motivo de celebrar su tercer Jubileo Cristiano.

Se celebró una Eucaristía para agradecer al Señor un nuevo inicio de año formativo en el Centro Diocesano de Formación “Effata”. En ella participaron los alumnos de los niveles II, III y IV junto a los profesores y monitores de Effata. Los alumnos del Nivel I iniciarán sus encuentros formativos el 24 de Julio.


FormaciónGráfi cas13

Al cumplir un mes del terrible incendio que afectó a los

Cerros de Valparaíso, en la

Parroquia Inmaculado Corazón de María, se realizó una

Eucaristía en la que se pidió por las personas fallecidas en

el incendio y se agradeció por

tantos voluntarios que han ido

y continúan yendo en ayuda de los miles de damnifi cados.

Una mañana de refl exión, oración y compartir se vivió en la “Jornada para adultos y jóvenes de las comunidades educativas” que organizó el Departamento

de Educación Católica. En ella abordaron el tema: “La Misión Territorial en y desde las Comunidades Educativas” que estuvo a cargo de Rafael Silva, Director del Área de Educación de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh).

Rodeado de sus familiares, feligreses de sus antiguas parroquias, sacerdotes, diáconos permanentes, religiosas, seminaristas, autoridades civiles, voluntariados y fi eles de su nueva comunidad, asumió como Párroco de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Quilpué el Padre Jorge Romero Salinas, quien era párroco de las parroquias Santa María Madre de la Iglesia de El Sol y Sagrados Corazones de Jesús y de María de Quilpué.

JpMyd


FormaciónPastoral

IntroducciónComo Discípulos y Misioneros, hemos sido convocados por el Señor para ser serios colaboradores de su obra en el mundo: la Proclamación e Instauración de su Reino. Para ello, Él ha dispuesto toda clase de dones, materiales y espirituales; y ha constituido a la Iglesia mediadora y ministra de la salvación de los hombres. También ha querido que el edifi cio de la Iglesia, como dice la carta del apóstol Pedro “esté compuesto por piedras vivas” (1Pe 2,5) que den forma y fundamento a su obra. Convencidos de ser agentes de pastoral, y dispuestos a anunciar el Reino, como pastoral juvenil queremos contribuir a la acción eclesial en nuestra diócesis, trabajando para que los jóvenes se encuentren con el Señor.

La Pastoral Juvenil. Nuestra Misión:Los últimos documentos de la Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, han dispuesto que la Pastoral Juvenil es el área del cuerpo eclesial encargada de propiciar el encuentro personal y comunitario de los jóvenes con Cristo (1). En esta perspectiva, y profundizando en nuestra identidad de agentes de pastoral, en favor de los jóvenes hacia el encuentro con Cristo, asumimos la tarea de estar con ellos, de acompañarlos y de guiarlos en sus procesos y etapas de vida (2).Todo encuentro con Cristo, supone un encuentro personal. Por eso es que las últimas orientaciones pastorales, nacionales y latinoamericanas, enfatizan el concepto de encuentro del joven con Jesucristo (con Dios comunidad, que es Padre, Hijo y Espíritu), pero también el encuentro en sus otras dimensiones (encuentro con el mundo, con los demás, e incluso con uno mismo). El encuentro con Jesucristo supone

el encuentro con una verdad que cambia la vida y da sentido a la existencia. Encontrarse con Jesús, y acoger su proyecto, es convertirse en discípulo y misionero. La vida cambia, y con nosotros la de nuestra familia y la de nuestro entorno.Nuestro trabajo entre los jóvenes, por tanto, sigue la línea de las Orientaciones Pastorales que hemos recibido, y pretende continuar el trabajo apostólico que por años ha caracterizado al área de la pastoral juvenil en nuestra diócesis.

Acento Pastoral 2014El primer semestre del año 2013, el equipo central de nuestra área pastoral, encabezada por su sacerdote asesor, ha experimentado un rico tiempo de discernimiento, de estudio y de escucha. Pues una serie de hitos y acontecimientos han acompañado nuestro caminar, señalándonos algunos pasos a seguir. Hemos experimentado situaciones a nivel civil (manifestaciones juveniles, sueños por un mundo nuevo y un país reconciliado, la tensión bélica, etc.) y eclesial (Congreso

Una Pastoral Juvenil que propicie el Encuentro de los Jóvenes con

Cristo - Acento Pastoral 2014

Pbro. Paulo Lizama Silva, Asesor Diocesano de Pastoral Juvenil

“Joven, a ti de digo, levántate” (Lc 7,14)

1 Celam, “Civilización del Amor” Proyecto y Misión, Orientaciones para una pastoral Juvenil Latinoamericana, Bogotá 2013 (Prólogo).

2 Dicho acompañamiento nos propone dos horizontes fundamentales de acción. El primero es acompañar a los jóvenes con procesos de educación en la fe; y el segundo, en este acompañamiento, presentarle a los jóvenes la invitación a descubrir y generar proyectos personales de vida, que despierten y hagan patente su vocación personal. (Celam, “Civilización del Amor” Proyecto y Misión… números 254-276)


FormaciónPastoral

de Jóvenes católicos, abdicación del Papa Benedicto XVI, la elección-persona-apostolado del Papa Francisco, la Misión territorial 2014, etc.) que han ido marcando líneas para nuestro quehacer pastoral-eclesial entre los jóvenes. Así, pues, después de este proceso de escucha y discernimiento, hemos visto necesario dedicar nuestros esfuerzos apostólicos en fortalecer el espíritu discipular y misionero de nuestros jóvenes. Queremos responder a lo que creemos Dios nos está llamando fuertemente: a salir a aquellas periferias territoriales y existenciales donde Dios actualmente no Reina, queremos fortalecer y remover las estructuras de pastoral juvenil que durante el tiempo se han ido adormeciendo (especialmente en nuestras parroquias, movimientos, colegios, etc.), queremos salir al encuentro de la juventud que no conoce a Cristo. Queremos que la Iglesia joven entregue el mensaje de Dios a los jóvenes que no conocen la Buena Noticia, y a los que su espíritu ha envejecido, haciéndoles perder la esperanza. En este sentido: queremos “hacer lío” (respondiendo a la invitación del Papa Francisco a los jóvenes en la pasada Jornada Mundial en Río de Janeiro, el año 2013), queremos que se escuche en nombre de Cristo y su obra. Pero para ello no basta un plan pastoral o una orgánica defi nida y ordenada; por el contrario, se necesita convencimiento, se necesita atrevimiento, se necesita salir al encuentro del otro y dejar a Dios ser Dios. Por esta razón, al tiempo que hemos reorganizado nuestra orgánica interna, y hemos dedicado tiempo a estudiar y desarrollar las orientaciones pastorales para nuestra Pastoral Juvenil; hemos proyectado una estructura orgánica pastoral más misionera y servidora, capaz de salir al encuentro de los demás jóvenes y acompañarlos desde sus propios lugares; y por qué no decirlo, prestar un servicio de animación y fortalecimiento a las comunidades que han visto disminuida la participación juvenil. El lema que acompañará nuestro año pastoral será:

“Joven, a ti de digo, levántate” (Lc 7,14) (3). Y, pues, estamos convencidos que el Señor que se compadece de la juventud, animará, levantará, resucitará la Iglesia joven en nuestra diócesis y en nuestras comunidades. Esta convicción es la que motiva nuestro apostolado 2014 y hacia la cual están orientadas las reformas y adiciones, respecto de nuestra acción pastoral 2013.

Actividades Pastorales 2014Como se verá a continuación, nuestro apostolado se mueve en diversas áreas. Unas tienen que ver con nuestro quehacer nacional, en conjunto con las demás diócesis y la Conferencia Episcopal de Chile (en adelante CECH). También señalamos algunos eventos de carácter litúrgico-eclesial que animan nuestro caminar cristiano y juvenil. Para terminar presentando nuestra proyección apostólica 2014, que tiene que ver fundamentalmente con las jornadas y encuentros que hemos dispuesto para convocar, remecer, animar y acompañar a nuestros jóvenes y comunidades.

Jornadas de área pastoral CECH: Nacionales y RegionalesEventos litúrgicos eclesiales: Celebración Semana Santa, Celebración de Pentecostés y Peregrinación juvenil diocesana.

Proyección Discipulado y Misión 2014: Retiros (jornadas) decanales para jóvenes, Curso de asesores, Encuentro diocesano de juventudes, Encuentro diocesano de Músicos católicos, Visita a las parroquias, Planifi cación anual.

Otros: Acción joven, Preuniversitario Juan Pablo II, Programa Radial, Misión Juvenil.

Para conocer mayores detalles sobre nuestra misión, te invitamos a visitar nuestro sitio web www.iglesiajoven.cl, las diversas plataformas digitales en las que hacemos presencia en la red, o bien, acercarte a nuestra casa pastoral “San Juan Pablo II” (Juana Ross 60, Valparaíso). Estamos para servir. Dios mediante, por este mismo medio, seguiremos informando sobre nuestras actividades y la identidad de la Pastoral Juvenil.

3 Este texto bíblico fue el lema de la 17° Peregrinación Juvenil a Lo Vásquez. Queremos que el lema de dicho encuentro sea, a la vez, el texto que oriente el trabajo pastoral del año siguiente. De manera que los jóvenes conozcan con antelación el énfasis pastoral que determinará nuestra pastoral juvenil diocesana.


Crónica16

En marzo de 1974 ocho hombres de familia fueron llamados para ser ordenados Diáconos Permanentes por Mons. Emilio Tagle Covarrubias.

De esa fecha ya han pasado 40 años, cuatro décadas de servicio incansable de estos hombres de Dios. Hoy tres permanecen trabajando activamente: Eugenio Lemus, quien vive en Salamanca; Enrique Galvez de la Parroquia La Asunción de Peñablanca; y, Jorge Pizarro de la Parroquia Santa María Madre de la Iglesia, en El Sol.

Entre sus variadas actividades Enrique Gálvez fue director de la Comisión Nacional del Diaconado Permanente y Jorge Pizarro, delegado a esa comisión representando a la Diócesis de Valparaíso hace más de 10 años.

Jorge Pizarro “Uno nunca deja de aprender”Estudioso incansable fue uno de los diáconos elegidos para estar con el Papa y Santo Juan Pablo II en su visita a la Región. Jorge Pizarro trasmite paz. Es un hombre tranquilo y observador, que analiza las cosas y no habla hasta que está seguro de lo que va a decir. Con 80 años ya cumplidos nació en Valparaíso en 1934, pero gran parte de su vida laboral y familiar la ha pasado en comunas del interior de la Región de Valparaíso. Comenzó como profesor rural y llegó a ser director provincial de educación en San Felipe.Por vocación su vida ha sido servir, ya sea Evangelizando como a través de la docencia. “Mi primer trabajo fue en una escuelita en el campo en Valle Hermoso para la cual debía llegar caminando 4 kilómetros todos los días, al igual que los niños”. Ese espíritu y preocupación por llegar todos los días a hacer clases con sus alumnos hoy los vuelca a su trabajo pastoral que ya lleva 40 años. Jorge Pizarro dice que él no se propuso ser diácono, si no que fue un proceso dentro de la Parroquia donde llegó cuando sus hijos mayores realizaron la Primera Comunión, comenzando así su caminar Cristiano. “Primero con mi señora fuimos catequistas de Primera Comunión y de Matrimonio. Luego el padre Luis Fernández me invitó a participar en el curso de diácono, incluso yo estaba en la Universidad Católica estudiando electrónica en horario vespertino. En ese momento tuve que tomar una decisión de la cual no me arrepiento”,

manifestó. Y es que los caminos del Señor son misteriosos pues de hecho después se cerró la carrera en el horario nocturno.Así este profesor normalista, padre de cuatro hijos y casado hace 53 años con Ana León Orrego, fue conociendo y adentrándose más en las labores de la Iglesia donde su misión es servir a Dios, como él mismo afi rma.“A las personas uno les invita a acercarse a la Iglesia, sin presiones, sin imposiciones porque es una decisión personal. Uno como diácono primero debe saber escuchar sus problemas y necesidades, y poco a poco irlo invitando a conocer y acercarse a la Iglesia. Si sienten el amor de Dios a través de uno, me doy por pagado”, manifestó.Cercano a los jóvenes desde siempre, tal vez por su vocación de docente, nos comenta que en la Capilla y en la iglesia los grupos de jóvenes que deben realizar alguna jornada o actividad lo llaman para que les de su bendición a lo que no se niega, sintiendo una gran conexión con ellos.Pero en este andar no ha estado solo pues como él mismo dice la compañía de su señora fue importantísimo, “mi cable a tierra”. “Si en este camino la señora no lo acompaña a uno sería un obstáculo para la labor que uno tienen que hacer. Debe haber una unión, un caminar juntos y, como se dice, remar para el mismo lado. Es lo que yo les digo a las personas que entran al diaconado, donde estoy sirviendo y siendo tutor”. Y esta labor le ha entregado muchas satisfacciones, como estar en el bautizo de nietos, casamiento de hijos; pero sin lugar a dudas, de la que tiene mejor recuerdo es cuando fue llamado a participar junto al Papa y

Una vida de servicio

Paula González Raventós, Colaboradora


Crónica17

actual Santo, Juan Pablo II, en su visita a la Región de Valparaíso. “Yo no me lo esperaba, tampoco lo busqué. Solo un día me llamaron y me preguntaron si podía estar junto al Papa, por supuesto que dije que sí y fue muy emocionante estar junto a él”, confi denció.Jorge Pizarro, es un hombre modesto que no se vanagloria de sus logros, los cuenta como si fueran una anécdota más y muestra fotos para recordarse de los momentos vividos. Agradecido de que se haya repuesto el diaconado en la Iglesia pues manifi esta que acerca a las personas a la Iglesia, “Como a uno lo ven como una persona casada, que trabaja, la gente tiene más confi anza y cercanía”.Hoy colabora con la Escuela de Diáconos y en la Parroquia Santa María Madre de la Iglesia de El Sol en Quilpué.

Enrique Gálvez, “Mi vida es servir al prójimo” Sin importar si es de día o de noche, invierno o verano, si hay alguien que necesite de una palabra de aliento y apoyo, él estará ahí consolando y acompañando. No sé si habrá sido su manera de hablar, su forma de mirar o su aspecto físico lo que me hizo pensar que Enrique Gálvez era mucho menor de los 81 años que confesó tener. Tal vez su gran vocación de servicio lo ha mantenido con una actitud jovial y activo física y mentalmente, disimulando así los años que tiene. Edmundo Enrique Gálvez Araya nació en 1932 en Valparaíso. El menor de cuatro hermanos es hijo de Amandina y Edmundo, desde pequeño fue educado en un ambiente Católico. “Me recuerdo que íbamos con mi madre a misa todos los domingos, ahí en el Sagrado Corazón de María en Valparaíso, detrás de donde vivíamos”. Luego estudió con los Jesuitas en la Avenida Argentina para después seguir los pasos de su padre y entrar a La Armada, jubilándose a comienzos de los años 80.Pero su pasión y devoción por llevar la palabra de Jesús a las personas se despertó mucho antes, de hecho en 1974 fue ordenado Diácono, exactamente el 24 de marzo, como bien lo recuerda. “Nosotros éramos del segundo curso de diáconos. En ese entonces era una preparación distinta a la que se hace hoy en día, era más informal. Debe recordar que hace sólo cinco años se formó la escuela de Diáconos gracias al anhelo de muchos de

nosotros y el padre Roberto”, recordó y añadió que “tal vez nosotros no seremos tan preparados pero tenemos una gran vocación”, afi rmó.Sin embargo, qué signifi ca ser diácono para Enrique Gálvez. “Para mí es una vocación de servicio, hasta el día de hoy mi vida es servir. A la hora que me llamen, el día que me llamen, yo nunca digo que no puedo. Eso se lo trasmito a los nuevos diáconos que nunca pueden decir no puedo, ya que desde que uno se ordena como diácono es un servidor de los demás”, manifestó.No todo fue fácil, de hecho cuando estudiaba para diácono lo hacía después del trabajo y hasta las 10 u 11 de la noche. Frente a la pregunta de qué se necesita para ser diácono contesta que el apoyo de la familia. “Yo siempre le digo a los nuevos que llegan que primero es la familia y luego el diaconado, porque no se puede ayudar si uno tiene problemas con la señora o con los hijos”, comentó.Y es que él también tuvo suerte, pues su esposa ha sido un pilar fundamental durante sus años de diaconado. Con Irma Pinochet llevan muchos años juntos, tiempo en el cual tuvieron cinco hijos, 18 nietos y hasta bisnietos. “Ella nunca me ha puesto un pero para salir a cualquier hora. Sabe que mi vocación es servir al prójimo y me ha apoyado en todos estos años. Nunca me reclamaron por venir a la Parroquia o que yo haya visto algún ambiente de hostilidad en la casa por dedicarme al diaconado”Su energía lo hace trabajar incluso el mes que tiene de vacaciones en la Parroquia. “Me gusta ir a ver a los enfermos al Hospital y rezarle un Padre Nuestro, acompañarlos y hablar con ellos un ratito. Me hace bien”, nos confesó.En cuarenta años de historia diaconal nos imaginamos que hay muchas historias pero él se queda con las relacionadas con su familia. “Lo más lindo en estos años fue el haber podido bendecir el matrimonio de cuatro de mis hijos, porque el más chico aún está soltero. También el haber bautizado a muchos miembros de la familia y que la gente a uno lo acepte como es”. Este último punto es de sobre manera importante, porque cuando Enrique Gálvez se ordenó diácono no había muchos en el país, era como una novedad y muchas personas podrían haber exigido tener un sacerdote en frente para ciertas liturgias, pero con él no hubo resquemores, dudas o desconfi anzas, pues con su jovialidad y trasparencia supo ganarse el cariño de las personas que tenía alrededor. No recuerda situaciones tensas o desagradables sólo se arrepiente de no haber dicho desde un principio en La Armada que era diácono. “No sé por qué no lo conté. Sólo sé que un día en el sur yo quería celebrar una liturgia en un lugar muy bonito, pero no me atrevía a decirlo, hasta que un compañero vino y le contó a los superiores. Desde ese día yo celebraba todos los domingos la liturgia y se borró esa amargura de mi corazón”.Hoy Enrique Gálvez continúa trabajando en la Parroquia La Asunción de Peñablanca y Nuestra Señora del Carmen de Quebrada Escobares.


Refl exión

El acontecimiento de Pentecostés regala a los discípulos el don de hablar distintas lenguas. Los Hechos de los Apóstoles atestiguan que los que peregrinaban a Jerusalén de diversos países

podían comprender aquello que hablaban esos Galileos. Ciertamente este milagro es un don del Espíritu Santo que tiene un propósito específi co, que los discípulos puedan cumplir la misión que Cristo les encargó de anunciar el Evangelio a todas las gentes. De esta manera, el que se hagan entender y que los entiendan, es una acción del Espíritu Santo cuyo fruto será la comunión de los que abrazan la fe.Quisiéramos en esta oportunidad, focalizar nuestra mirada en la comunicación con el propósito de refl exionar sobre el lenguaje con el que hoy la Iglesia necesita evangelizar. En este año de Misión Territorial, necesitamos escuchar las recomendaciones que hace el Papa Francisco con respecto a este punto pues, aunque lo dice en función de la homilía, puede ser aplicado perfectamente en razón de la misión. Dice el Papa Francisco que muchas veces ocupamos un lenguaje demasiado lejano a la gente, de hecho, nuestro idioma se le denomina lengua materna porque es el que hemos aprendido de nuestra madre, y a todos nos gusta que nos hablen en un idioma que entendemos, de hecho eso nos hace sentirnos en casa y a gusto (EG 139). Es en este contexto donde podemos platicar, incluso abrir nuestro corazón pues con ¡quien más que con la madre nos sentimos protegidos! Este punto puede parecer que sobra en un contexto misionero que se realiza en el propio país pues, no tenemos problemas de comunicarnos en español, pero ciertamente el Santo Padre está hablando de una comunión idiomática mucho más profunda, pues la diferencia en el lenguaje puede ser tan profunda que podemos llegar a la incomprensión total, muchas veces irrecuperable.

Entonces, ¿cómo hablar el lenguaje de nuestros hermanos? El Papa Francisco sostiene que para hablar en el lenguaje del pueblo hay que escuchar, por lo tanto hay que tener el oído puesto en la gente (EG 152) y de esa manera compartir la vida; ya que sólo quienes han tenido vivencias comunes son los que llegan a tener un lenguaje común. De hecho, ¡qué fácil resulta para los amigos que han salido juntos de vacaciones,

los compañeros de trabajo o las familias, hablar un mismo lenguaje que nace del compartir la vida día a día!.Porque el mayor problema, dice el Papa, que le pudiese pasar a un discípulo misionero es hablar un lenguaje que sólo pueda entender él. Esto no haría otra cosa que privilegiar el individualismo y que la Buena Noticia quede encapsulada en una elite.Esperemos verdaderamente que este Pentecostés sea un memorial para toda la Iglesia y que el fuego del amor de Dios pueda ser narrado a todos los hombres en

la diversidad que cada uno tiene. Es por eso que para hablar diversos idiomas necesitamos a muchos que, sabiendo las necesidades del pueblo, puedan llegar a cada periferia humana.Pero también necesitamos, en vistas a la Misión Territorial, que el Espíritu Santo haga el milagro de la comunión entre todos los hijos de la Iglesia. Ciertamente no podemos evangelizar en la descomunión. Cuántas veces los confl ictos internos de parroquias y capillas producen el desanimo y la falta de alegría por anunciar el Evangelio, lo que a la postre se reduce a una actividad más que hay que hacer. Como dice el Papa Francisco la Iglesia no crece por proselitismo sino por atracción (EG 14), ojalá que en este Pentecostés las comunidades eclesiales podamos atraer por el fuego que arde en nuestros corazones, el cual podemos testimoniar en un lenguaje que nuestros hermanos puedan entender.

El Espíritu Santo y el discípulo misionero

Lorena Basualto P., Área de Formación Diócesis de Valparaíso


Refl exión

y lozanía en el corazónCon arrugas en el rostro

Mª Elvira Sánchez Meza, Comisión Pastoral Adulto Mayor, Área Pastoral Social Caritas, Obispado de Valparaíso

Los avances de la ciencia y la medicina han permitido – de un lado- la prolongación de la vida y – de otro - la disminución de la natalidad, así crece constantemente el número de adultos

mayores y disminuye la población juvenil, situación que plantea nuevas desafíos de orden económico, social, psicológico y espiritual. La sociedad civil, a través de las Naciones Unidas en 1982 convocó a la I Asamblea mundial sobre envejecimiento. De su Plan de Acción emanaron los “Principios de las Naciones Unidas para los ancianos”, ellos son: independencia, participación, atención, realización personal y dignidad. En 1999, Año Internacional de los Ancianos, bajo el lema “Hacia una sociedad para todas las edades”, se propendió a crear una sociedad inclusiva, multigeneracional, en la que el anciano sea agente y benefi ciario del desarrollo creando condiciones de vida que le faciliten la entrega de su caudal de experiencia. En el Plan de acción emanado de la II Asamblea mundial sobre envejecimiento se acordó dar prioridad a las personas de edad y el desarrollo, la promoción de la salud y el bienestar en la vejez, y el logro de entornos emancipadores y propicios. En sintonía con esas prioridades, en América se han realizado encuentros regionales- algunos de ellos en Chile- en la línea de la promoción de los derechos de los mayores.Por su parte, la Iglesia que desde siempre ha mostrado su compromiso con los adultos mayores, se pronunció al respecto a través de varios documentos, uno de ellos es el “Pontifi cium Consilium Pro Laicis” escrito en el Año Internacional de los ancianos y abordó el tema en cinco capítulos: Sentido y valor de la vejez; El anciano

en la Biblia; Problemas de los adultos mayores; La Iglesia y los adultos mayores y Orientaciones para una pastoral del adulto mayor.A 15 años de su publicación sigue iluminando el hacer de la Pastoral Adulto Mayor (PAM), por la vigencia de contenido. Una sucinta mirada permite ir desmitifi cando la imagen del adulto mayor como una persona decadente, pues hay tantas realidades como adultos mayores. Mientras que algunos captan el signifi cado y valor de la vejez y la viven con serenidad, dignidad y la valoran como una etapa de nuevas oportunidades de desarrollo, otros en cambio, la viven como un trauma, se desesperan, la rechazan, se encierran en si mismo propiciando así su propia degradación física y mental. La calidad de la vejez dependerá de la capacidad para darle signifi cado a los años considerando que si la vida es peregrinación hacia la Casa del Padre, la vejez permite visualizar con mayor nitidez la Puerta hacia la cual caminar. También el adulto mayor contribuye a valorar el anhelo de la construcción de una sociedad para todas las edades, humanizada y respetuosa de todas las fases de la vida. Esto lo hace desde el ejercicio de los carismas propios de su edad, tales como la gratuidad, la experiencia, la interdependencia y la necesidad de entrar en contacto con otros, la memoria y retransmisión del sentido de la historia, la entrega de una visión integral y completa de la vida.La Biblia contiene versículos que ayudan a entender el sentido y valor profundo de la vejez. “Ponte en pie ante las canas … y honra a tu Dios”(Lv. 19, 32) “Honra a tu padre y a tu madre”(Dt. 5, 16), “Quien desampara a su padre es un blasfemo, un maldito del Señor quien

Stella Maris20 Nº 113 - JUNIO 2014SSSSSttttteeeeellllllllaaaaaaaaaaaaaaaaa MMMMMMMMMMMMMMMMMMMMaaaaaaaaaaaaaaarrrrrrrrrrrrrrrrriiiiiiiiiiiiiiiiiiisssssss222200000 NºNºNºNºNºNºNºN 111111131333131313133 ------- JJJJJJJJJJJJJJJUNUNUNUUNUNUNUNUUNUNUNUNNNIOIOIIOIOIOIOO 22222001011110111111111444422222200000

Refl exión

maltrata a su madre”(Dt. 5,16),“Nuestros antepasados nos contaron la obra que realizaste en sus días” (Salmo 44[43],2); “en la vejez seguirán dando frutos”(Salmo 92[91],15), “Enséñanos a calcular nuestros días, para que adquiramos un corazón sabio (Salmo 90[89],12). Estas enseñanzas llevan a valorar la sabiduría como don del Dios Amor, que el adulto mayor está llamado a acoger para vivir con sentido de responsabilidad el tiempo que la Providencia le da a cada cual.En la actualidad, muchos adultos mayores viven con difi cultades. Una de las más oprobiosas es la marginación por razones de pobreza, carencia y escasez de todo tipo, además, de sufrir pérdidas importantes, tales como, la muerte del cónyuge, parientes, amigos y ausencia de los hijos ocupados en sus propios proyectos de vida. Esto lo aparta de su ambiente familiar y social, se sumerge en abandono, tristeza y soledad, perdiendo así el sentido de pertenencia. Es responsabilidad de la sociedad contribuir a solucionar esta situación para que el adulto mayor perciba su vida como una bendición. En relación a la ayuda que se le debe entregar, es conveniente dar una nueva mirada al tema de la asistencialidad, adecuada en otros tiempos y ahora también en circunstancias puntuales, sin embargo, considerando los avances logrados, es posible y justo avanzar en la educación y promoción de los derechos del adulto mayor, porque es otra forma de darle dignidad a su existencia.Desde una mirada más integradora es tiempo de pensar en “educación de calidad” con y para el adulto mayor que en su mayoría -salvo impedimentos de salud- está en condiciones de hacer nuevos aprendizajes con las características propias de su edad. Tal vez aquellos que lo deseen puedan además, trabajar no solo en actividades voluntarias si no también remuneradas lo que es una forma de ayudarse por las exiguas

pensiones que reciben y un alivio para las familias y para la sociedad.Es tiempo que los adultos mayores puedan participar e incidir en las políticas y decisiones que les afecta a ellos directamente. La experiencia indica que en nuestro país el grupo etario de mayor responsabilidad cívica son los mayores. Lo mismo ocurre en la Iglesia -aún reconociendo que hay muchos que permanecen alejados- son ellos los que se encargan de las diversas tareas y mantienen una regular asistencia a los servicios religiosos, son protagonistas de diversos movimientos eclesiales, en la familia son los portadores de los valores fundamentales y los que a veces ayudan a criar e infl uyen sobre sus nietos; además, son ellos los que más practican la oración, los que más se abandonan en las manos de Dios en los momentos de enfermedad. Teniendo como telón de fondo las consideraciones antes mencionadas, el Documento de Aparecida, las enseñanzas de S.S. el Papa Francisco, las acentuaciones pastorales de la Iglesia, la Jornada Nacional de la Pastoral Adulto Mayor, el desafío de la Misión Territorial, la sensibilización lograda por los talleres Buen Envejecer, es que la Pastoral del Adulto Mayor de la diócesis Valparaíso, ha invertido tiempo en ahondar en nuestro proceso de conversión, refl exionar acerca del acontecer y de su quehacer, comprometiendo sus esfuerzos en hacer de ella una comunidad más inclusiva, más abierta, considerando a los adultos mayores de clubes parroquiales y otros adultos mayores de nuestra diócesis. Nos asiste la esperanza que con la gracia del Espíritu Santo podremos leer acertadamente los signos de los tiempos y contribuir a dar respuesta a los desafíos que vivimos, trabajando en fraternidad con otras áreas pastorales, en una actitud de fi delidad evangélica al amparo protector de la Iglesia.


Pastoral

una urgencia pastoralAcompañar a la familia,

Comisión Diocesana, Pastoral Familiar

Algo está sucediendo hoy en nuestra sociedad. Los movimientos sociales fl orecen por doquier,

reclamando solución a sus problemas y atención a sus necesidades. Los miedos, las desilusiones, la desesperanza y tantas otras oscuridades están incrustados en el corazón de muchos.La familia, reconocida como patrimonio de la humanidad, hoy pareciera que solo es considerada como un ente de consumo, que mueve el mercado y mantiene ágil y viva la economía. Los gobiernos toman medidas, pero no lo sufi cientemente serias y profundas para ayudar a que las familias alcancen bienestar y plenitud. Pareciera que su trascendencia no tuviese mayor relevancia.Estamos conscientes que muchas familias han logrado superar sus crisis y difi cultades, que han luchado como vigorosos salmones contra la fuerte corriente de los tiempos de hoy y se han mantenido fi eles a sus proyectos

y sueños. Otras han sucumbido sin apoyo ni compañía, y así aumenta vertiginosamente la cifra de separaciones y divorcios. Hemos aceptado estos hechos como algo normal, y nos doblegamos ante esta realidad asumiéndola como algo inherente al mundo moderno y globalizado.Frente a tan dolorosa verdad, y conscientes de las situaciones que enfrenta la familia de hoy, es bueno como Iglesia fortalecer el apoyo en su proceso existencial.En esta urgencia y desafío pastoral, especialmente para los que trabajamos con las familias, sería conveniente

refl exionar haciéndonos las siguientes preguntas: ¿Qué busca la familia de hoy?, ¿qué las afl ige en estos tiempos?, ¿qué esperan o qué necesitan de nosotros como Iglesia?Frente a sus respuestas preguntémonos a la luz de la fe: ¿Cómo es el estilo de acompañamiento que necesita la familia hoy?Una cosa si es cierta. Al participar del camino de las familias debemos hacerlo respetando sus costumbres,

tradiciones y ritos, sus dolores, sueños y proyectos. Su desarrollo y búsqueda de plenitud debe ser desde dentro de su propia realidad.Como Iglesia nos proponemos llevar adelante la misión territorial, cuyo énfasis está en la familia. Como Comisión de Pastoral Familiar los invitamos a fundamentar nuestra misión en el estilo y pedagogía de Jesús, que queda de manifi esto nítidamente en el evangelio de los Caminantes de Emaús.El maestro del Amor se interesa por los caminantes, se acerca, entabla un diálogo con ellos, ESCUCHA, acompaña todo el camino y luego de todo ese andar juntos, SE REVELA.Quisiéramos cerrar esta refl exión con este enunciado, que es la clave para que nuestro discipulado misionero sea fecundo y una ofrenda preciosa al Dios de la Vida.“El amor comunicado entrañablemente con todo nuestro ser, más que con la razón, es el camino más apropiado para acompañar, especialmente a quien vive en el dolor”


Decretos

Decretos• Por decreto de fecha 4 de febrero ha sido nombrado Párroco de la Parroquia “Santa Isabel” de El Melón el Fray Rodrigo Aguirre Rivera, ocd.• Por decreto de fecha 4 de febrero ha sido nombrado Párroco de la Parroquia “Virgen del Carmen” de Viña del Mar, el Fray Julio César González Carretti, ocd.• Por decreto de fecha 18 de febrero, fueron nombrados Vicarios Parroquiales de la Parroquia “San Juan Bosco” de Valparaíso, los RR.PP. José Lino Yáñez Caiga sdb y Germán O. Ovalle Díaz, sdb.• Por decreto de fecha 3 de marzo fueron renovados los nombramientos episcopales del Consejo Directivo de la Fundación Educacional de Benefi cencia “María Teresa Brown de Ariztía” sres. Carlos F. Cáceres C y D. Bernardo Donoso Riveros.• Por decreto de fecha 7 de marzo, han sido nombrados Vicarios Parroquiales los RR.PP. Fray Raúl Pérez Hormazábal y Fray Pablo Moraza Mendiola ocd., de la Parroquia “Virgen del Carmen” de Viña del Mar, y el Fray Martín Bernales Moreira, de la Parroquia “Santa Isabel” de El Melón.• Por decreto de fecha 7 de marzo fue nombrado Vicario Parroquial de la Parroquia “Ntra. Sra. de la Merced” de Quillota, el R.P. José Antonio Leiva Puelles, O. de M.• Por decreto de fecha 24 de marzo, ha sido designada Coordinadora Diocesana del Movimiento eclesial “Renovación en el Espíritu Santo” la sra. Irma Luttges Ramírez.• Por decreto de fecha 5 de abril se ha nombrado Administrador Parroquial de la Parroquia “Sagrados Corazones de Jesús y María” de Quilpué al P. Ricardo Cáceres Lamas, sdb.• Por decreto de fecha 5 de abril se ha nombrado Párroco de la Parroquia “Ntra. Sra. del Rosario” de Quilpué, al Pbro. Jorge Romero Salinas.• Por decreto de fecha 12 de abril ha sido nombrado Párroco de la Parroquia “Santa María Madre de la Iglesia” de El Sol, el Pbro. Winstor Hardy Vargas.• Por decreto de fecha 1 de abril ha sido renovado el nombramiento del Párroco Pbro. Ramón Tapia Rodríguez comoPárroco de la Parroquia “Ntra. Sra. de los Desamparados” de Quillota.• Por decreto de fecha 5 de abril ha sido llamado a recibir el sagrado Orden del Presbiterado el diácono Carlos Maximiliano Cepeda Montalva de la Congregación de la Misión.• Por decreto de fecha 9 de abril se ha nombrado Delegados Episcopales a los Pbros. Jorge Calderón B, Dietrich Lorenz D, y Jorge Romero Salinas.• Por decreto de fecha 24 de abril, ha sido nombrado Vicario Parroquial de la Parroquia “San Nicolás” de Hijuelas el .ZimriVenega Silva, c.s.s.• Por decreto de fecha 24 de abril, ha sido nombrado Vicario Parroquial de la Parroquia “San Nicolás” de Hijuelas el R.P. Zimri Venega Silva, c.s.s.• Por decreto de fecha 29 de abril ha sido nombrado Administrador Parroquial de la Parroquia “Santo Nombre de Jesús” el Pbro. Enrique Opaso Valdivieso, sin perjuicio de sus responsabilidades de Párroco de la Parroquia “Santa María de los Angeles” de Viña del Mar.• Por decreto de fecha 29 de abril fue nombrado Vicario Parroquial de la Parroquia “Santa María de los Ángeles” el Pbro. Marcelo Catril Mora.• Por decreto de fecha 20 de mayo se autoriza al P. Patricio Ilabaca Moreno, I.S.P.Sch, para que ejerza su ministerio pastoral en las Ramas de Matrimonio y Femeninas del Movimiento de Schoenstatt presentes en nuestra Diócesis.• Por decreto de fecha 23 de mayo ha sido nombrado Vicario Parroquial de la Parroquia “Ntra. Sra. del Pilar” el R.P. Eduardo León Silva, csj.• Por decreto de fecha 26 de mayo llámase al diácono D. Miguel A. Santibáñez S, de la Congregación del Oratorio San Felipe Neri a recibir el Orden del Presbiterado.

DECRETOS DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN CATÓLICA

Prorróganse los nombramientos de Directores (as):-Directora del Colegio “Juan Pablo II” de Nogales, Profesora Sra. Helga Parraguez Zamora,-Director Liceo “Santa Teresa de Los Andes” de Mirafl ores – Viña del Mar, Prof. D. Carlos Choupay Solari, -Directora del Colegio “Teresa de Los Andes-Algarrobo”, Profesora Sra. Ivonne Álvarez Jimenez,-Director del Liceo “Juan XXIII – Villa Alemana”, Profesor D. Leonardo Rodríguez Piña,-Subdirector del Liceo “Juan XXIII” de Quilpué, Profesor D. Aldo Rodríguez Delgado,-Director del Liceo “Juan XXIII” de Quilpué, Profesor D. Leonardo Rodríguez Piña,-Directora del Liceo “José Cortés Brown-Recreo” de Viña del Mar, Profesora Sra. Marcela Jara Mora,-Subdirectora del Liceo “José Cortés Brown” del Cerro Castillo - Viña del Mar, Prof. Srta. Rosa Donaire Leiva,-Directora del Liceo “Santa Teresa” de Valparaíso, Profesora Sra. Lidia Olivares Pradenas,-Directora de la Escuela “Purísima de Lo Vásquez” de Casablanca, Profesora Sra. Mireya Vera Valdés,-Director del Colegio “De la Santa Cruz” de Limache, Profesor D. Carlos Olguín Astorga,-Director del Liceo “San Isidro” de La Cruz, Profesor Sr. Ramón Espinoza Lobos,-Directora del Colegio “Niño Jesús de Praga” de Quillota, Profesora Srta. María Ester Arancibia Estay.

Prorróganse los nombramientos de Capellanes:-Capellán del Colegio “Niño Jesús de Praga” de Quillota, Pbro. D. Rodolfo Bruno de La Cruz Soto,-Capellán del Liceo “San Isidro” de La Cruz, Pbro. D. Pedro Zúñiga González,-Capellán del Colegio “Santa Filomena” de Quintero,Pbro. D. Felipe Humberto Lizama Silva,-Capellán del Colegio de “La Santa Cruz” de Limache, Pbro. D. Ramón Tapia Rodríguez,-Capellán del Colegio “Sagrado Corazón de Jesús” de Valparaíso, Pbro. D. Miguel Rodríguez Argomedo-Capellán del Liceo “Santa Teresa” de Valparaíso, Pbro. D. Pablo Rodrigo González Sandoval,-Capellán del Colegio “San Agustín” de Forestal, Monseñor Javier Prado Aránguiz ss.cc.,-Capellán del Liceo “Santa Teresa de Los Andes” de Mirafl ores, Mons. Javier Prado Aránguiz ss.cc,-Capellán de la Escuela “El Ave María” de La Calera, Pbro. D. Pedro AguiarDarrouy,-Capellán del Colegio “Juan Pablo II” de Nogales, Pbro. D. Jorge Valencia Godoy,-Capellán del Colegio “Hermano Eugenio Eyraud” de Isla de Pascua, Pbro. D. Bernardo Astudillo Basulto.

Nómbrase Capellanes: -Capellán del Liceo “José Cortés Brown - Recreo” de Viña del Mar, Pbro. D. Sebastián Ignacio Vásquez Canales.-Capellán del Liceo “San José” de La Calera, Pbro. D. Carlos Olivares Díaz.-Capellán del Liceo “Juan XXIII” de El Belloto, al R.P. D. Cristián Sapiains Arrué, c.s.s.-Capellán del Liceo “Juan XXIII – Villa Alemana”, al R.P. D. Cristián Sapiains Arrué, c.s.s.

Aniversarios Stella Maris23Nº 113 - JUNIO 2014

Aniversarios

Cumpleaños Clero

Junio

03 Reinaldo Orellana Rodríguez

08 Víctor Lobos Covarrubias

12 Wenceslao Barra Carmona

13 Bernardo Astudillo Basulto

17 Santiago Silva Retamales

18 Ángel Pascual González

22 Sergio Rojas Sepúlveda

26 Rafael Osorio Cofré

Julio

1 Jorge Bosagna Aguayo

4 Juan Agustín Rodríguez Gazitúa

14 Pedro Zúñiga González

26 Mario Erazo Flores

Agosto

2 Jaime Da Fonseca Hidalgo

14 Jorge Calderón Bustamante

16 Patricio Marambio Pérez

22 Mauro Ojeda Videla

27 Víctor Godoy Martínez

Aniversarios Sacerdotales

Junio

18 Víctor Lobos Covarrubias

18 José Pablo Valencia Poblete

20 Felipe Gutiérrez Esquiró

Julio

1 Erwin Prieto López

1 Renzo Ramelli Morales

1 Juan Rodríguez Chapa

5 Dietrich Lorenz Daiber

8 Gonzalo Duarte García de Cortázar

13 Sergio Barría Lorca

13 Rafael Osorio Cofré

14 Sergio Murillo Catrileo

14 Luis Enrique Sagredo Gallardo

15 Kepa Bilbao Laca

Agosto

15 Ramón Tapia Rodríguez

Muchas gracias a cada uno de los voluntarios y voluntarias que ayudaron a tantas familias damnifi cadas en el incendio de Valparaíso.

Documents

Stella Maris junio 2014