FELICIDADES a los recién

CONFIRMADOS

E sta vez nuestra felicitación es para los jóvenes de nuestra parroquia

que se han confirmado el sábado día 5. La gracia del Espíritu Santo es un don que Jesús da a sus discípulos para que puedan ser verdaderos testigos suyos entre sus hermanos. Son palabras de Jesús recogidas en el Nuevo Testa-mento: “Vosotros sois mis testigos. Por mi par-te os voy a enviar el don prometido por mi Padre. Vosotros quedaos en la ciu-dad hasta que seáis revestidos de la fuerza que viene de lo alto.” (Lc 24, 48-49) “Vosotros recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre voso-tros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines de la tierra.” (Hch 1, 8) ¡Que alegría más honda y que gran responsabilidad! ¡Qué signo más pre-cioso de Jesús para nosotros: no contento con darnos su Vida y su Palabra nos da su Espíritu! La comunidad cristiana se alegra con vosotros y os felicita Beatriz, Ma-nuel, Jacobo, Ramón, Guillermo, Alberto, Patricia, Wendy, Noemi, Pablo, Susana, Marta y Nicolas. Os acompañamos con nuestra oración para que de verdad seáis fieles a vuestra fe en Jesucristo Resucitado y testimoniéis con la coherencia de vuestra vida, entrega-da a hacer el bien, que es posible construir unos cielos nuevos y una tierra nueva, el Reino de Dios que Jesús vino a anunciarnos. ¡ENHORABUENA!

HOJA DOMINICAL

Parroquia S. Francisco de Sales (Salesianos) Francos Rodríguez, 5 – 28039 MADRID – T. 91 459 36 95 – 91 450 00 00

PAGINA WEB: http://www.parroquiasanfranciscodesales.com Un cordial saludo de vuestro párroco

HOJA DOMINICAL

Año XII, nº 425 Parroquia San Francisco de Sales 5º PASCUA 6 de Mayo 2012

El día 6 de Mayo la Iglesia conmemo-ra a Santo Domingo Savio, un chaval

de casi 15 años, alumno de San Juan Bosco en el primer Oratorio en Turín, que puso en marcha el santo educa-dor. Tal vez sea el santo no mártir más joven reconocido por la Iglesia. ¿Por qué es santo? Porque supo ha-cer bien las cosas ordinarias de un adolescente movido por su fe en Jesu-cristo y su amistad con Él. Quiso y supo ser buen amigo de sus amigos. Quiso y supo ser también amigo de Jesús y de María. No hace falta ser mayor para ser santo. Sto. Domingo Savio es un buen estímulo para los padres en la educación de sus hijos e hijas porque fortalece su esperanza en la fe de sus hijos y en su capacidad para ser buenos cristianos.

STO. DOMINGO SAVIO STO. DOMINGO SAVIO El 1 de mayo a las 6 de la tarde la ur-na-reliquia de Don Bosco era recibida en Salesianos Deusto, en el jardín del centro, en la entrada de la sede Ins-pectorial, no llovía, lucía el sol. En la recepción han participado los inspectores de Sevilla, León, Madrid y Bilbao, Salesianos e Hijas de María Auxiliadora, un grupo importante de miembros de la Familia Salesiana de toda la Inspectoría, amigos de Don Bosco, profesores, padres y madres, alumnos y alumnas del centro. Para algunos las 6 de la tarde era el momento del broche a un día de vivir experiencia de familia. La Familia Sa-lesiana de Bilbao se había dado cita en Deusto por la mañana: para com-partir, reflexionar, hacer familia, contar la vida. Posteriormente, en procesión la urna ha sido llevada a la iglesia de María Auxiliadora, donde la recepción se ha hecho solemne, sentida y cantada. Hasta la urna-reliquia se han acercado muchos amigos, devotos y devotas. Como alguien decía por la mañana para darle las gracias, sin más…porque se han sentido queridos por Don Bosco. El día 1 de mayo inicia su peregrinación por la España Salesia-na, y en ese camino se encontrará con la vida de todos aquellos y aquellas que le quieren. Las reliquias de Don Bosco llegarán a nuestra casa de Es-trecho el día 18 de Junio por la tarde y permanecerán en nuestra iglesia de San Francisco de Sales hasta el 19 al mediodía. ¡BIENVENIDO A CASA , DON BOSCO!

DON BOSCO AQUIDON BOSCO AQUI

H echos de los Apóstoles 9,26-31: En aquellos días, llegado Pablo a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos, porque no se fiaban

de que fuera realmente discípulo. Entonces Bernabé se lo presentó a los apóstoles. Saulo les contó cómo había visto al Señor en el camino, lo que le había dicho y cómo en Damasco había predicado públicamente el nombre de Jesús. Saulo se quedó con ellos y se movía libremente en Jerusalén pre-dicando públicamente el nombre del Señor. Hablaba y discutía también con los judíos de lengua griega, que se propusieron suprimirlo. Al enterarse los hermanos, lo bajaron a Cesarea y le hicieron embarcarse para Tarso. Entre tanto, la Iglesia gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaría. Se iba construyendo y progresaba en la fidelidad al Señor y se multiplicaba anima-da por el Espíritu Santo.

P rimera carta de Juan 3,18-24: Hijos míos, no amemos de palabra ni de boca, sino con obras y según la verdad. En esto conocemos que somos

de la verdad, y tranquilizaremos nuestra conciencia ante El, en caso de que nos condene nuestra conciencia, pues Dios es mayor que nuestra concien-cia y conoce todo. Queridos, si la conciencia no nos condena, tenernos ple-na confianza ante Dios; y cuanto pidamos lo recibiremos de El, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada. Y éste es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y que nos amemos unos a otros tal como nos lo mandó. Quien guarda sus manda-mientos permanece en Dios y Dios en él; en esto conocemos que permane-ce en nosotros: por el Espíritu que nos dio.

J uan 15,1-8: En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: -

Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento mío que no da fruto, lo arranca; y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros estáis limpios por las palabras que os he ha-blado; permaneced en mí y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampo-co vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante, porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí, lo tiran fuera, como al sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros pediréis lo que deseéis, y se realizará. La gloria de mi Padre está en que deis mucho fruto, y así seréis mis discípulos.

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Cantos A propósito de la Palabra

E l evangelio de hoy nos

presenta la re-lación entre Je-sús y sus discí-pulos a través de la imagen de la vid. En el AT la viña era símbolo de Is-rael. Ahora la vid verdadera es Jesús y los discípulos, no-sotros. Perma-necer unidos a la vid, que es Cristo, es la condición indis-pensable para dar fruto para gloria del Padre y ser buenos discípulos suyos. El es la vid que co-munica su vida, su savia, a todos los sarmientos que están unidos y bien podados para dar fruto. El es por tanto el hontanar de la vida cristiana, el fundamento de la fe, la garantía de nuestra espe-ranza, la razón de nuestra caridad. La savia es el Espíritu que nos mantiene unidos y con vida, la palabra que nos ilumina y orienta, el pan y el vino de nuestro sustento en la Eucaristía. La comu-nión con Jesús es la condición de su permanen-cia en nosotros. Si estamos unidos a Jesús, el Señor está con nosotros y sólo así se garantiza nuestra vida y nuestro fruto, pues sin El no pode-mos hacer nada. Los sarmientos que no están unidos a la vid, se echan fuera y se secan. Dar fruto es creer en Jesucristo y amar de verdad a los hermanos. Tenemos que unir la fe y las obras como se unen en la Eucaristía el vino y el agua, el trabajo del hombre y el servicio del cristiano al reino de Dios. ¿Qué frutos de purificación y reno-vación pascual se nota en nuestra vida personal? “La gloria de mi padre está en que deis mucho fruto”.

Manuel Miñambres

1.- Andando por el camino, te tropezamos, Señor, te hi-ciste el encontradizo, nos diste conversación, tenían tus palabras fuerza de vida y amor, ponían esperanza y fuego en el corazón. Te conocimos, Señor, al partir el pan, Tú nos cono-ces, Señor, al partir el pan. (bis) 2.- Llegando a la encrucija-da, Tú proseguías, Señor; te dimos nuestra posada, te-cho comida y calor; senta-dos como amigos a compar-tir el cenar, allí te conoci-mos, al repartirnos el pan.

ANTIFONA : El Señor es mi alabanza en la gran asamblea

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ESTE ES EL DÍA Este es el día en que actuó el Señor Sea nuestra alegría y nues-tro gozo, Dad gracias al Señor por-que es bueno, Porque es eterna su miseri-cordia Aleluya, aleluya…

POR SIEMPRE

YO CANTARÉ

TU NOMBRE,

SEÑOR (BIS)

ANDANDO POR EL CAMINO