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JOHN STUART MILL Y SU IDEOLOGIA ECONOMICA MANUEL CHARRIS SUAREZ STELLA VENEGAS CALLE GRUPO 4 UNIVERSIDAD JORGE TADEO LOZANO FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y ADMINISTRATIVAS INTRODUCCION AL COMERCIO INTERNACIONAL BOGOTÁ D.C. 2011

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JOHN STUART MILL Y SU IDEOLOGIA ECONOMICA

MANUEL CHARRIS SUAREZ

STELLA VENEGAS CALLE

GRUPO 4

UNIVERSIDAD JORGE TADEO LOZANO

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y ADMINISTRATIVAS

INTRODUCCION AL COMERCIO INTERNACIONAL

BOGOTÁ D.C.

2011

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JOHN STUART MILL Y SU IDEOLOGIA ECONOMICA

John Stuart Mill fue uno de los mejores pensadores de la escuela clásica que desde su infancia hasta el ultimo día de su vida logro relacionarse con los mejores pensadores de esta época como lo fueron Smith, Locke, Hume, Hartley, Bentham, Ricardo entre otros que tuvieron grandes influencias en las ideas de Mill. Aunque su conocimiento frente a esta escuela fue muy tardío, el logró tener una gran trayectoria en la política, el comercio exterior, y en la economía tratando temas como la oferta y demanda, los salarios, el interés, y unos de los más importantes que fue la producción y distribución, y varias teorías como la del comercio internacional y la de los beneficios (interés) con las que varios conceptos de la economía actual fueron modificados para un mejor desarrollo de la economía mundial. Este gran autor además de tener una gran influencia por los mismos clásicos, se remonto a la época del mercantilismo y la fisiocracia para poder tratar temas como el de la intervención del estado, el comercio y la economía que son mejor conocidos como el Laissez Faire.

BIOGRAFIA

“John Stuart Mill nació en Londres el 2 de mayo de 1806. Era el hijo mayor de James Mill, autor de la historia de la India Británica y pensador adicto a las doctrinas éticas de Bentham y a las había económicas de Ricardo, circunstancia que había de ser decisiva para la formación de Stuart Mill. Detalla este, en su conocida autobiografía, el rigurosísimo método pedagógico a que lo sometió su padre desde su primera infancia. A los tres años comenzó el aprendizaje del griego, y a los siete había ya leído bastantes autores clásicos en sus textos originales; a la misma edad aprendía la aritmética y realizaba una serie de lecturas históricas y literarias. A los ocho años comienza el estudio del latín, y poco después se familiariza con los principales clásicos latinos y amplia el conocimiento de los griegos; a los 10 terminaba las matemáticas elementales y se iniciaba en las superiores; a los once absorbía con fruición las ciencias experimentales –física y química-; a los once escribe una historia del gobierno de Roma y termina un libro en verso, continuación de la Ilíada; a esta edad también comienza los estudios lógicos, con el ORGANON aristotélico y la COMPUTATIO SIVE LOGICA, de Hobbes, sin abandonar por ello sus lecturas de los clásicos griegos y latinos ni las históricas y literarias; a los trece años le explica su padre un curso completo de economía política, basados en las ideas de Ricardo. Este férreo sistema pedagógico, unido a su extraordinaria precocidad, hicieron del un curioso ejemplar de sabio en miniatura desde sus siete u ocho años. En 1820 fue a Francia, permaneciendo allí un año, y a su vuelta continuo sus antiguos estudios durante un par de años más. Comienza entonces en su vida un segundo periodo, que el llamo de ‘autoeducación’. Hace estudios de filosofía, economía y derecho, que pronto cristalizan en obras originales. La base de su formación filosófica fue el utilitarismo de Bentham, al que se adhirió con verdadero entusiasmo, y que después hubo de modificar con puntos de vista personales. Influyeron también en el Locke, Hume, Hartley y los pensadores de la escuela escocesa del COMMON SENSE, REID Y DUGAL STEWART. En 1822-1823 fundó una sociedad utilitaria,

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empleando por primera vez este término –utilitario-, que se incorporo al vocabulario filosófico, y animo, en unión de varios amigos, otra sociedad de oradores, en la que se debatían públicamente temas de filosofía y de política. En 1823, fue nombrado EXAMINER DE LA EAST INDIA COMPANY, cargo al que debió una desahogada posición económica durante toda su vida. Por esta época desarrollo también una intensa labor de escritor, con sus colaboraciones en la WESTMINSTER REVIEW, fundada por Betham. En 1826-1828 sufre una crisis espiritual, que supero con la lectura de algunos poetas –especialmente de WORDSWORTH- y con la frecuentación de nuevos pensadores, que imprimieron un cambio de rumbo en sus ideas. Hay que destacar, de entre estas influencias, la de los SAINTSIMONIANOS, así como un estricto juvenil de Comte, con quien después mantendría estrecha relación mediante una larga correspondencia. De 1830 a 1840 continuo sus colaboraciones y trabajos, pero, sobre todo, a partir de 1834, fue absorbido por la dirección de la revista LONDON AND WESTMINSTER y por la preparación de su SYSTEM OF LOGIC, que apareció por fin, en 1843. Desde entonces fue Stuart Mill el director indiscutido del movimiento positivista y del liberalismo radical en Inglaterra. En 1818 aparecieron sus PRINCIPIOS DE ECONOMIA POLITICA, que sistematizaban un ensayo anterior SOBRE ALGUNAS CUESTIONES NO RESULTAS EN LA ECONOMIA POLITICA (1844). En 1851 contrajo matrimonio con la señora TAYLOR, que tanto influyo en su vida espiritual y aun en su producción intelectual, y caya perdida, en 1858 le causo un pesar tan profundo, que, según confesión propia, hizo de su memoria ‘una religión’. Compro entonces una finca cerca de Avignon, donde estaba enterrada su mujer, y allí volvió con su hijastra la mayor parte del resto de su vida, entregado a su labor intelectual, salvo un intervalo de dedicación a la política activa, como diputado en los COMUNES (1865-1868). Allí murió, el 8 de mayo de 1873.” (Mill Stuart. Sobre la libertad. Editorial Aguilar. 1964. Página 29-30).

PENSAMIENTO ECONOMICO

Con el gran apoyo de su padre James Mill y sus familiares, Stuart Mill desde muy pequeño empezó a razonar temas políticos y económicos, y fue gracias a todo esto que el pensamiento de Mill logro ser parte de la escuela clásica. El aunque consiguió todo su conocimiento muy tarde, el pudo extraer varias ideas de los principales pensadores económicos y políticos del mundo comenzando desde Platón hasta Smith y así poder debatir sus ideales consiguiendo una gran popularidad. Su pensamiento estaba conformado por “una ley de interés personal, una libre competencia, la no intervención del estado, un principio de la población regulada por el estado, una ley de la renta de la tierra (gravar mas la renta que el capital), una ley del fondo de los salarios, la oferta y demanda para fijar salarios y precios y una ley de rendimientos menos que proporcionales en la agricultura” (Natale Rosa, Historia del pensamiento económico: apuntes. Universidad Jorge Tadeo Lozano. 2003. Página 92). El variado pensamiento que tuvo John Stuart Mill se vio basado principalmente en temas como la tierra, los fenómenos económicos (oferta, demanda, entre otros), las labores del estado y una libre competencia en los mercados los cuales desarrolló con sucesos que habían ocurrió desde el pasado para dar soluciones a la economía mundial.

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Dentro del pensamiento económico de Mill existió un gran economista que fue la inspiración de todos sus cuestionamientos e ideas siendo uno de los más importantes para la escuela clásica, el fue David Ricardo en donde “los primeros socialistas influyeron indirectamente en el desarrollo de la teoría ortodoxa, pero influyeron directamente en J.S. Mill y ejercieron una gran influencia, especialmente en Inglaterra, en la legislación y en la formación del movimiento obrero” (Colander Landreth. Historia del pensamiento económico cuarta edición. MCGRAW HILL. 2006. Página 157). Estos ideales fueron mejor conocidos como la época POSRICARDIANA en donde se utilizaban técnicas como “la teoría del valor trabajo para sugerir que como el trabajo es la fuente de valor, debe recibir todo su producto o mas; otros consideraban que el funcionamiento de los mercados competitivos no era deseable; otros recomendaban las cooperativas; otros querían que los científicos y los ingenieros desempeñaran un papel más importante en la economía a través de la planificación estatal; y otros consideraban que la distribución de la renta no era equitativa y proponían diversas soluciones e incluso sugerían la vuelta a una economía y una sociedad menos dominadas por las nuevas y grandes empresas, en la que los artesanos y las pequeñas empresas desempeñaran un papel más importante” (Colander Landreth. Historia del pensamiento económico cuarta edición. MCGRAW HILL. 2006. Página 157,158), y además con varios ideales de Senior “[…] hizo más tarde de esta distinción entre las leyes de la producción y distribución la piedra angular de su sistema” (Colander Landreth. Historia del pensamiento económico cuarta edición. MCGRAW HILL. 2006. Página 159). De esta forma logro conseguir el reconocimiento como uno de los economistas que mejoro las teorías y políticas Ricardianas.

INFLUENCIAS

El pensamiento de John Stuart Mill tuvo grandes relaciones con varios pensadores económicos, políticos y filosóficos donde “enriqueció la teoría económica con sus propias contribuciones analíticas y no dudo en formular proclamas normativas para mostrar el camino para las aplicaciones prácticas del conocimiento económico. […] Mill no confundió nunca las dos ramas de la economía –teoría y política- y mostro hábilmente las interrelaciones existentes entre las dos. Siempre que presentaba sus opiniones normativas, advertía a sus lectores de su carácter arbitrario. […] su influencia sobre otros economistas y pensadores sociales fue profunda y duradera. En su propio siglo, el interés de Mill por las cuestiones fundamentales y su brillantez multifacética como economista, filosofo y lógico, le preservo del ataque de mentes menos capaces. En efecto, la herencia de Mill se mantiene. Como sucede con lo mas grandes pensadores, sus preguntas se han mostrado más duraderas que sus respuestas” (Ekelund Robert B. Jr. – Herbert Robert f. Historia de la teoría económica y su método tercera edición. Mcgraw Hill. 2005. Página 202). Además de ya el antes mencionado autor David Ricardo, Mill también tuvo una gran influencia en el pensamiento de Jeremy Bentham en donde “lo que más influyo en los intentos de J. S. Mill y de sus contemporáneos de unir la teoría y la política económicas fue la obra del ingles Jeremy Bentham (1748-1832). Tras la publicación en 1780 de su primera obra importante, Bentham se convirtió

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en el líder intelectual de un grupo de reformistas conocidos con el nombre de Radicales filosóficos o utilitaristas, […] Bentham partió de la semilla premisa de que los individuos actúan movidos por dos fervientes deseos: lograr el placer y evitar el dolor. Si la sociedad pudiera medir el placer y el dolor, podría crearse leyes que generaran la máxima cantidad de felicidad al mayor número posible de individuos. La mejor manera de medir el placer y el dolor, según Bentham la mejor manera de medir el placer y el dolor, según Bentham, era el patrón de medidas del dinero. Bentham y sus seguidores confiaban, pues, en hacer de la reforma social una ciencia exacta ideando leyes que hicieran el máximo bien al máximo número de individuos. Aunque J. S. Mill estaba vivamente interesado en las reformas políticas, económicas y sociales, al igual que los radicales filosóficos, rechazaba en parte algunos aspectos del Benthamismo que su padre aceptaba” (Colander Landreth. Historia del pensamiento económico cuarta edición. MCGRAW HILL. 2006. Página 167-168), de esta forma “Mill, influido por Comte y otros autores, no podían aceptar una idea tan cerrada, que parecía no tener en cuenta muchos de los elementos que distinguían a los hombres de otros animales. El segundo aspecto inquietante de los radicales filosóficos era que en algunas cuestiones no eran suficientemente radicales. Aunque desde el punto de vista histórico las ideas de Mill no parezcan especialmente radicales, se encontraba desde el punto de vista político a la izquierda de su padre y de otros defensores estrictos de la tradición de Bentham. Lo que más distingue a J. S. Mill de los utilitaristas es su apertura a nuevas ideas, rasgo del que habría carecido un benthamita estricto” (Colander Landreth. Historia del pensamiento económico cuarta edición. MCGRAW HILL. 2006. Página 168). Asimismo John Stuart Mill tuvo una gran influencia en el pensamiento filosófico y económico de Comte y especialmente de Bentham logrando de esta manera una unión entre aspectos filosóficos y económicos, donde los argumentos de Comte se fundamentaban en que “la economía política tenía que quedar subsumida en esta ciencia general, que Comte llamo SOCIOLOGIA. Sosteniendo que la economía política, como ciencia deductiva, carecía de relevancia empírica e histórica, Comte demandaba un nuevo método así como una nueva ordenación de las ciencias sociales. Su nuevo método se llamo positivismo, que en la mente de Comte quería decir empirismo o inducción” (Ekelund Robert B. Jr. – Herbert Robert f. Historia de la teoría económica y su método tercera edición. Mcgraw Hill. 2005. Página 185). Utilizando este nuevo sistema “Mill reacciono ante estas diversas críticas construyendo los fundamentos filosóficos de sus propias posiciones sobre la economía política como una disciplina autónoma. Mostro simpatía por los intentos de Comte para construir una ciencia general del hombre, pero, no obstante, defendió la economía como una ciencia independiente. También se acerco a la posición de Comte en cuanto al método científico […] Según Mill, en la arena social, no podía solo confiarse en el método empírico o inductivo, porque las causas de los fenómenos sociales son a menudo complejas y entretejidas, y sus efectos no pueden no pueden distinguirse fácilmente los unos de los otros. […] Mill logro un equilibrio frágil entre los extremos inductivos y deductivos del método económico” (Ekelund Robert B. Jr. – Herbert Robert f. Historia de la teoría económica y su método tercera edición. Mcgraw Hill. 2005. Página 185) de esta forma lo que Mill logro fue “una búsqueda del equilibrio entre el método inductivo de Comte y el método

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deductivo, en la economía” (Natale Rosa, Historia del pensamiento económico: apuntes. Universidad Jorge Tadeo Lozano. 2003. Página 91) Como se puede ver fue de esta forma como Mill desarrollo su pensamiento por medio de la crítica y apoyo de los demás autores de la época clásica.

OBRAS PRINCIPALES

John Stuart Mill desde su infancia hasta su vejez escribió varias clases de obras en las que trataba temas como la economía, la libertad, el desarrollo político, la religión entre otras. Algunas de las principales obras de Mill fueron:

• Sobre la libertad (1859)• Pensamiento sobre la reforma parlamentaria (1861)• Disertaciones y discusiones (1859)• Consideraciones sobre el gobierno parlamentario (1861)• El utilitarismo (1863)• Examen de la filosofía de Sir William Hamilton (1865)• Inglaterra e Irlanda (1868)• La esclavitud de las mujeres (1869) • Autobiografía (1873)• Tres ensayos sobre la religión (1874)

(Mill Stuart. Sobre la libertad. Editorial Aguilar. 1964. Página 30-31).

La mayoría de estas obras fueron realizadas con el propósito de dar a conocer al público su pensamiento y primordialmente dar a conocer el punto de vista de sus ideales proporcionando el punto de vista de cada uno de los aspectos ya antes mencionados. Uno de estos fue “sobre la libertad” en donde “el tema mismo que da nombre al libro alude a una de las grandes ideas motoras de toda la historia del hombre de Occidente my especialmente de su edad moderna, idea que culmina en el siglo XIX con ese amplio enfervorizamiento que Benedetto Croce pudo llamar “la religión de la libertad” (Mill Stuart. Sobre la libertad. Editorial Aguilar. 1964. Página 09-10), además en “consideraciones sobre el gobierno parlamentario” da a conocer sus conocimiento de política con los “diversos indicios y, nada menos, en los últimos debates sobre la reforma del Parlamento, me parece que tanto los conservadores como los liberales (si es que puedo seguir llamándolos con los nombres que aun se adjudican a sí mismos) han perdido la confianza en las ideas políticas que aparentemente profesan, en tanto que ninguno de los dos bandos parece haber hecho progreso alguno para depararse un doctrina mejor…” (Mill Stuart. Consideraciones sobre el gobierno representativo. Herrero hermanos sucesores, S.A. 1966. Página 3). Estos fueron los libros más importantes e influyentes de Mill en donde grandes filósofos y economistas tuvieron una buena crítica.

APORTES A LA ECONOMIA

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Al ser parte John Stuart Mill a los clásicos, el dio unos grandes aportes como lo fueron conocimientos importantes del trabajo, los salarios, el interés entre otros que se pudieron ver reflejados en el articulo Principles, publicado en 1848 en donde “para Mill la economía era una ciencia hipotética que utilizaba un método a APRIORÍSTICOS. El economista postula unos supuestos y deduce unas conclusiones de estos supuestos. Como los economistas no pueden utilizar el método experimental, debe recurrir a la técnica deductiva y no puede empelar las técnicas inductivas que tan fructíferas han sido en las ciencias naturales. Sin embargo, Mill tiene cuidado de señalar que las conclusiones que extraen los economistas de sus modelos deductivos deben verificarse haciendo comparaciones con los hechos reales […] Mill influido por la ideas de Comte, pensaba que la economía no era más que una parte de un estudio mucho más amplio de la humanidad. El economista suponía que el ser humano era un hombre económico abstracto que actuaba movido únicamente por el deseo de tener riqueza. Sin embargo, Mill reconoció que aunque esta abstracción permitía extraer algunas útiles conclusiones, había que integrarlo finalmente en un modelo más complejo de los seres humanos en sus actividades sociales” (Colander Landreth. Historia del pensamiento económico cuarta edición. MCGRAW HILL. 2006. Página 165). Esencialmente “En los escritos de John Stuart Mill (1806-73) puede descubrirse un rompimiento con las tradiciones más requeridas del liberalismo económico. Sostuvo Mill que solo los procesos de producción están sujetos al control de la ley natural y que, por tanto, no pueden ser perturbados por la legislación humana. Esta opinión, que justificaba el control social del proceso de la distribución, abrió el camino a una extensa legislación para regular los salarios, los intereses la renta y los provechos” (Barnes Harry Elmer. Historia de la economía del mundo occidental: hasta principios de la segunda guerra mundial. Unión tipográfica editorial hispano-americana. 1980. Página 486). Básicamente los aportes de John Stuart Mill que otorgó a la economía fueron:

LA OFERTA Y LA DEMANDAEste tema ha venido desarrollándose desde hace muchos años en el que “Mill reconoció plenamente la necesidad analítica de abstraer y simplificar los principios subyacentes en la relación funcional entre el precio y la cantidad demandada y ofrecida […] El resultado de las abstracciones de Mill fue la formulación correcta de la demanda y de la oferta como listas que muestran la relación funcional entre precios y cantidades demandadas y ofrecidas, CETERIS PARIBUS. […] Mill proponía que la relación matemática adecuada para expresar la demanda y la oferta era una ecuación, no una relación. […] la concepción errónea de la correcta naturaleza de la demanda, por ejemplo, podía llevar a la aseveración de que la demanda. Dada la distinción de Mill, sin embargo, si <<la demanda aumenta>> (o disminuye), toda la exposición de Mill es casi enteramente análoga a las explicaciones modernas de la mecánica de variación del precio” (Ekelund Robert B. Jr. – Herbert Robert f. Historia de la teoría económica y su método tercera edición. Mcgraw Hill. 2005. Página 188-

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189). Este importante autor hizo una pequeña ramificación de la oferta y la demanda de esta forma.

OFERTA CONJUNTA :Lo que pretendía Mill era fundamentalmente “contribuir en el análisis de la determinación de los costos de producción de elementos de producción conjunta” (Natale Rosa, Historia del pensamiento económico: apuntes. Universidad Jorge Tadeo Lozano. 2003. Página 92), dentro de este aporte “Mill formulo el principio concisamente en su capítulo titulado <<de algunos casos especiales del valor>> ‘sucede algunas veces que dos mercancías diferentes tiene todo lo que puede llamarse un costo de producción conjunto. Los dos resultan de la misma operación, o grupo de operaciones, y el gasto se realiza para obtener amabas, no una parte por una y otra por otra. Habría de realizar el mismo gasto para obtener cualquiera de las dos, si no se necesitara o deseara la otra…” (Ekelund Robert B. Jr. – Herbert Robert f. Historia de la teoría económica y su método tercera edición. Mcgraw Hill. 2005. Página 189). Los ejemplos claros dados por Stuart Mill fue: “el caso del carnero, la lana, el coque y el gas” (Natale Rosa, Historia del pensamiento económico: apuntes. Universidad Jorge Tadeo Lozano. 2003. Página 92).

DEMANDA RECIPROCA: En este sistema Mill “consideraba que en el mercado internacional los precios de los articulo similares y sustituibles soben compensarse, como en el caso del intercambio de lino y lana entre Alemania e Inglaterra. (Natale Rosa, Historia del pensamiento económico: apuntes. Universidad Jorge Tadeo Lozano. 2003. Página 92).

SALARIOS.John Stuart Mill desarrollo este tema principalmente con relación a los procesos de producción y consumo en el que al principio de la escuela clásica “Mill lo mismo que Senior, Ricardo, James Mill y Smith antes que él, aceptaba la noción del fondo de salarios. Los salarios, decía, dependen sobre todo de la demanda y oferta de trabajo. La demanda de trabajo depende de aquella parte de capital apartada para el pago de salario. La oferta de trabajo depende del número de personas que buscan trabajo. Conforme a la regla de la competencia, los salarios no pueden resultar afectados por nada que no sea las relativas cantidades de capital y la población. Los índices de salario no pueden aumentar excepto mediante un incremento de los fondos totales empleados en la contratación de trabajadores o una disminución en el número de trabajadores empleados. […] Esta teoría presupone una elasticidad unitaria de la demanda de trabajo; no importa cuál sea el índice de salarios, se gasta la misma suma para el trabajo” (Brue Stanley l. – Grand Randy R. Historia del pensamiento económico - séptima edición. Cengage Learning Latin América. 2008.

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Página 139). Aunque este pensamiento fue generalizado por la mayoría de los miembros de la escuela clásica, Mill hizo un pequeño aporte donde dice que “el gobierno no puede incrementar los pagos totales de los salarios determinando un salario determinado mínimo por encima del nivel del equilibrio. Dado un fondo de salarios de un volumen fijo, el ingreso de salario más alto que recibirían algunos trabajadores se compensaría totalmente por el ingreso de salarios perdido de quienes se quedaron desempleados. Para remediar esta condición, el gobierno puede incrementar el volumen del fondo de salarios con el ahorro forzado mediante el pago de impuestos; el producto lo utilizara para superar el desempleo creado por las leyes del salario mínimo. […] Además los trabajadores no pueden aumentar sus ingresos mediante una acción colectiva. Si un grupo aumenta su índice de salarios, los salarios deben disminuir en otras partes […] argumentaba que los trabajadores deberían tener el derecho de asociarse para aumentar los salarios”. (Brue Stanley l. – Grand Randy R. Historia del pensamiento económico - séptima edición. Cengage Learning Latin América. 2008. Página 139).

Otro de los aspectos importantes de los salarios para Mill tuvo una gran relación con la producción en donde “la cooperación de los trabajadores en la producción, suponía, un incentivo mucho mayor a su eficacia, que haría bajar el costo por unidad de producción, mejor que el que proporcionaba el sistema de salarios. […] El pago de los salarios que hacen los patronos a los empleados, con la retención por su parte de las ganancias, daría paso gradualmente a una forma de organización en que los empleados fuesen sus propios directores, llevando a cabo así esa pacifica distribución de riqueza que deseaba con tanto ardor. […] El sistema de salarios está hoy tan firme atrincherado como siempre. Por razones diversas, la historia de la cooperación de productores es una historia de continuos fracasos. […] la cooperativa de consumo debe colocarse junto a las maravillas económicas de la última década; pero la participación en las ganancias ha perdido en apariencia su fuerza. (Ferguson John M, Polo Vicente. Historia de la economía. Fondo de cultura económica. 1974. Página 125). Dentro de este aspecto mill se baso en el concepto eficacia es igual a cooperativismo y de esta forma daba a conocer todo el sistema salarial por medio de la cooperación.

Todos estos pensadores y economistas de la escuela clásica como lo fue Ricardo, Smith entre otros implementaron en su pensamiento el fondo de salarios que “surgió debido a que la cosecha de una estación se utilizaba para proporcionarle subsistencia a la mano de obra para el siguiente año. Pero una vez que el negocio se establece, los salarios se pagan, no de un fondo anticipado del llamado CAPITAL CIRCULANTE, sino más bien de un flujo de ingresos actual derivado de la venta de la producción” (Brue Stanley l. – Grand Randy R. Historia del pensamiento económico - séptima edición. Cengage Learning Latin América. 2008. Página 140). Fue de esta forma que Mill empezó a ver grandes fallas en este modelo, concluyendo

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que “los sindicatos podían aumentar el nivel general de los salarios. Sus propios salarios más altos podrían reforzar las filas de los trabajadores moralmente más aptos que tienen menos hijos, y el desempleo resultante podría incrementar la mortalidad de la clase de trabajadores que tienen familias más numerosas” (Brue Stanley l. – Grand Randy R. Historia del pensamiento económico - séptima edición. Cengage Learning Latin América. 2008. Página 140).Con esta crítica al fondo de salarios planteo “dos ideas adicionales dignas de mencionar antes de concluir el análisis sobre la distribución. La utilidad, decía, se descompone en tres partes: el interés, los seguros y los salarios de la superintendencia. Esas son las recompensas por las abstinencias, el riesgo y el esfuerzo implícito en el empleo de capital. Si se tiene en cuenta las diferencias en el atractivo de diferentes empleos y los monopolios naturales o artificiales, el índice de utilidad en todas las esferas de capital tiende hacia la igualdad. En segundo lugar, Mill observo, lo mismo que Smith antes que él, que los gastos en educación y capacitación representan en parte las inversiones justificadas por los rendimientos de los salarios posteriores. Hoy en día se hace referencia a esos gastos como inversiones en capital humano” (Brue Stanley l. – Grand Randy R. Historia del pensamiento económico - séptima edición. Cengage Learning Latin América. 2008. Página 140). De esta forma el salario fue uno de los temas donde hubo más críticas de Mill a causa de la inconformidad de todas aquellas aplicaciones que se le daban a la economía de esa época por sus antecesores.

PRODUCCION Y DISTRIBUCIONPara Mill este fue uno de los principales aportes que tuvo durante su vida en los clásicos expresando de esta manera una “distinción entre las leyes de la producción y la de la distribución; […] en ella expreso que las leyes de la producción son invariables y naturales, pero las de las distribución son variables y producto de la costumbre y la voluntad de los hombres, y por tanto, modificables” (Natale Rosa, Historia del pensamiento económico: apuntes. Universidad Jorge Tadeo Lozano. 2003. Página 92). La producción y la distribución tuvieron grandes e importante características que aportaron al pensamiento de muchos economistas de la revolución industrial y a otros de la época actual.

En la producción “Mill analizo tres factores productivos: tierra, trabajo y capital. La riqueza se define como algo que incluye todas las cosas útiles que poseen un valor de intercambio; solo se incluyen objetos materiales, debido a que son los únicos que se pueden acumular” (Brue Stanley l. – Grand Randy R. Historia del pensamiento económico - séptima edición. Cengage Learning Latin América. 2008. Página 136) de esta forma Mill pudo relacionar los factores productivos con el capital en el que “es el capital social acumulado del producto del trabajo, y su cantidad total limita el alcance de la industria. Cada incremento del capital es capaz de proporcionarle un empelo adicional sin limite a la fuerza de trabajo. Esta tendencia elimina la necesidad de un gasto improductivo de los ricos para

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proporcionarle empleo a los pobres”. (Brue Stanley l. – Grand Randy R. Historia del pensamiento económico - séptima edición. Cengage Learning Latin América. 2008. Página 136). Con estos grandes aportes de John Stuart Mill inicio, gracias a las diferentes criticas que muchos filósofos, economistas y políticos le concedieron Mill realizo un análisis detalladlo de la situación y termino agregándole al sistema de producción “los rendimientos CRECIENTES a escala en la fabricación; es decir, dentro de ciertos límites, mientras más grande es la empresa, más eficiente se vuele. Creía que la agricultura muestra rendimientos a escala DECRECIENTES. El tamaño más grande de la granja no se iguala con los incrementos acordes con la producción de la granja. Aplicaba esta ley a corto plazo de los rendimientos decrecientes solo a la agricultura. Es decir, si la oferta de tierra es constante, el trabajo adicional no se sumara al producto en la misma proporción. […] por esta razón, diferenciar entre las dos era su suposición de que la oferta de capital se puede incrementar fácilmente, mientras que no se puede hacer lo mismo con la oferta de tierra. La distinción implícita de Mill entre la ley a corto plazo de los rendimientos decrecientes y el concepto a largo plazo de los rendimientos a escala fue una percepción importante con base en la cual los teóricos neoclásicos posteriores desarrollaron la teoría de la empresa” (Brue Stanley l. – Grand Randy R. Historia del pensamiento económico - séptima edición. Cengage Learning Latin América. 2008. Página 138). Pero este gran desarrollo de estos sistemas no fue logrado solamente por él, sino que gracias a varios autores como lo fue el caso de Ricardo el cual “Mill considero que el volumen de capital real (en contraste con el dinero) de la economía tenía dos partes o era continuamente creado y recreado en dos etapas, una de las cuales llevaba a la otra. Primero: en su forma primaria o inicial, el nuevo capital real es el fondo del salario real, es decir, esa parte de la producción que está justo emergiendo de bienes de consumo terminados que los capitalistas o ahorristas inversores de la economía pueden consumir, pero no lo hacen, dejando que los trabajadores productivos (sus empelados) los consuman en su lugar, como los salarios reales o bienes de salarios comprados con los salarios de dinero que son pagados a los trabajadores con el dinero ahorrado e invertido por los capitalistas, de sus utilidades previamente recibidas. Segundo: luego en su segunda resultante y forma más duradera, ese nuevo capital real es la producción de nuevos bienes de producción obtenidos por los trabajadores para sus empleadores a cambio de sus salarios y consumo. En oras palabras, la formación de todo nuevo capital real significa estas etapas: 1) ahorro (falta de consumo) por los capitalistas de una parte de su porción de su utilidad de la renta nacional; 2) inversión de esa renta ahorrada en pago de salarios a los trabajadores productivos, que lo reciben como su ingreso de los salarios y lo consumen; y 3) producción por los trabajadores, a cambio de sus salarios, de los nuevos bienes de capital que reemplazan a los salarios reales consumidos o encarnan, en su forma final, el capital obtenido por los capitalistas con sus ahorros invertidos. El ahorro e inversión conduce por medio del empleo y pago de los trabajadores y su consumo ‘productivo’ y trabajo a cambio de

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aquel y sostenido por él, a la formación del equipamiento de la economía (de la planta de producción, maquinaria, herramientas y materiales o artículos en proceso) para que continúe la producción” (Overton H. Tayler. Historia del pensamiento económico. Tipografía editora Argentina S.A. 1965. Página 300). Pero no solamente se apoyo de Ricardo que también se apoyo en “el papel fundamental jugado en el progreso económico por el trabajo productivo, la ley de Say, la acumulación de capital, la doctrina malthusiana de la población y la doctrina del fondo de salarios se presentan, todos, con gran claridad. Mill como hicieron generalmente Ricardo y todos los economistas clásicos, asigno un papel fundamental al capital y a la acumulación del mismo. Asigno una gran importancia a sus <<cinco proporciones fundamentales respecto al capital>>, que reafirmaba la teoría clásica del progreso económico. Mill argumentaba que, dada la ley de Say, el empleo y los mayores aumentos de producción dependen de la acumulación e inversión del capital. Parte de las inversiones de capital, resultado del ahorro, son necesarias para mantener el trabajo durante un periodo discontinuo de producción” (Ekelund Robert B. Jr. – Herbert Robert f. Historia de la teoría económica y su método tercera edición. Mcgraw Hill. 2005. Página 187). Principalmente lo que logro Mill con esta idea fue “una oportunidad a la esperanza de que la población trabajadora aprendiera a regular su índice de natalidad, de manera que su crecimiento no terminara a un nivel de ‘mera subsistencia’ sino a un nivel bueno o adecuado de salarios reales. Como esos salarios buenos, en una etapa avanzada del desarrollo económico, observarían casi todo el valor de la producción total y dejarían muy poco como utilidad a los capitalistas, también se detendría en ese punto el aumento de capital y, por lo tanto, todo el desarrollo económico” (Overton H. Tayler. Historia del pensamiento económico. Tipografía editora Argentina S.A. 1965. Página 301)

La distribución fue el paso siguiente que tomo Mill en el que “Mill no reconocía que la producción y la distribución están interrelacionadas y que la interferencia implica la obstrucción con la otra. Las cosas no están allí como una masa de bienes ya producidos. Aparece como un flujo continuo que se produce mediante los incentivos proporcionados por los pagos a los factores de producción. El flujo se puede reducir o interrumpir completamente si la distribución del ingreso es desfavorable para el mantenimiento de la producción. […] Mill, que abandono la idea de Ricardo de las ‘leyes de distribución’ inexorables, conforme a los cuales la humanidad es importante, [además][…] aceptaba la ‘participación de utilidades’ y las ‘cooperativas de productores’ como métodos mediante los cuales los trabajadores podrían mejorar su riqueza” (Brue Stanley l. – Grand Randy R. Historia del pensamiento económico - séptima edición. Cengage Learning Latin América. 2008. Página 138-139).

Con estos grandes indicios de desarrollo de nuevas técnicas para los procesos productivos que tuvo Mill, el trato de profundizar varios temas relacionados con la distribución en los que “conforme con la opinión

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moderna, la distribución del producto de la producción en pagos al trabajo, uso de capital, etc., es gobernada por los precios interrelacionados dentro del sistema del mercado de los diferentes productos producidos y de los servicios productivos prestados en la producción de los mismos por los trabajadores, las parcelas de tierra, equipo, etc., empelados en su producción. De ahí que la teoría moderna de la distribución de los ingresos o salarios, utilidades, etc., sea lógicamente la secuela o pate final, en lugar de la predecesora independiente, de la (moderna) teoría del ‘valor’ o el funcionamiento del mecanismo del mercado al determinar los precios de todos los productos y servicios producidos. Pero el punto de vista ‘clásico’ Era que la distribución o división de la renta nacional (tal como es producida) en los ingresos de clases, es determinada primero dentro del proceso de producción como tal y determina los costos de producción de los diferentes productos, que, a su vez, determina sus valores y precios (a largo plazo, ‘naturales’, competitivos); de ahí que la disposición del tratado de Mill fuese lógica en sus apreciaciones” (Overton H. Tayler. Historia del pensamiento económico. Tipografía editora Argentina S.A. 1965. Página 302-303).

Otra de las maneras como Mill expuso este sistema fue por la “producción económica, afirmaba, en realidad es controlada o gobernada por condiciones físicas ‘naturales’ y leyes (de las relaciones entre las causas físicas y sus efectos físicos) que las elecciones, o deseos y esfuerzos, arreglos sociales, etc., humanos no pueden alterar; es decir que, con recursos naturales, técnicas de producción física, rubros de equipamiento y aplicaciones de energía humana y de otras clases dados, un país solo puede producir, elegir entre ellas, solamente las mismas combinaciones y montos de los distintos bienes o productos, no importa qué clase de sistema social, legal o económico quiera establecer y/o mantener y operar. Pero, por otra parte, Mill afirmaba lisa y llanamente que las parte de la producción total que deben ser distribuidas por separado entre la gente, son un problema de elección o decisión humana enteramente libre y colectiva; es decir, que una sociedad puede distribuir su producción económica entre sus miembros entre cualquier forma que ella, o el grupo o poder dominante en ella, considere conveniente, creando, manteniendo y operando el sistema apropiado de instituciones destinado a realizar o asegurar la deseada distribución de la producción colectiva. En otras palabras, según Mill, las ‘leyes de producción’ de la teoría económica en realidad son leyes físicas universales y ‘naturales’, que tienen la misma aplicabilidad y validez en todas las sociedades, sin tener en cuenta sus sistemas institucionales o sociales diferentes, mientras que, en completo contraste, las ‘leyes de distribución’ de la teoría económica presuponen y dependen totalmente de un sistema institucional particular, es decir que solo describen la forma especial en que la producción o la renta de una sociedad es distribuida entre sus miembros si su sistema de derecho de propiedad e instituciones en general es el del capitalismo libre y competitivo o el sistema de empresas privadas libres y mercados competitivos” (Overton H. Tayler.

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Historia del pensamiento económico. Tipografía editora Argentina S.A. 1965. Página 303-304).

Pero no todo fue bueno para Mill, con el transcurso del tiempo “el desprecio de Carlos Marx por Mill fue provocando en parte por lo que Marx –infiriéndolo tal vez de este capítulo de Mill- pensó que era la creencia de Mill de que la distribución de la renta y la riqueza podía ser alterada radicalmente en favor de la clase trabajadora sin alterar toda la estructura del ‘capitalismo’, incluyendo su forma de organizar y controlar la producción. Pero no tenemos que aceptar las opiniones de Marx, tanto sobre la inevitabilidad de la continuación e incluso de la agravación de la pobreza abyecta de la clase trabajadora mientras continúe el ‘capitalismo’, como sobre la certidumbre de una mayor producción y una distribución igualitaria bajo el ‘socialismo’ contemplado por Marx, como el destino final de la humanidad, para estar de acuerdo en que Mill esta equivocado al hablar en este capítulo como si pudiésemos y debiésemos pensar en la producción como totalmente controlada por ‘leyes naturales’, pero en l distribución como cambiable por completo mediante reformas institucionales que no afectarían a la producción. Sin embargo Mill no se mostro en otros puntos tan ciego, tonto y absurdo y confuso como lo parecería en este capítulo; podemos perdonar sus confusas generalidades que expresan mal lo que quiso decir y pasar a considerar su tratamiento, en el grueso del libro segundo de sus principios, de la distribución de la renta en la economía mía de su país y época y sobre las instituciones y ‘leyes’ económicas que, conjuntamente, vio que la controlaban. […] Pero considero que la visión socialista de pura cooperación para el bien común y de no competencia para el beneficio privado, solo podría realizarse, si tal ocurriera, en un futuro muy lejano. Creía que su realización exigía niveles mucho más elevados de inteligencia, sabiduría y virtud popular o publica que los logrados hasta entonces para el lento progreso de la civilización o los que pudiera lograr en mucho tiempo. […] como señalo, la institución de la propiedad privada no es una cosa simple o fija, sino una masa o laberinto de derechos variables y practicas consuetudinarias, que pueden sufrir innumerables y con el tiempo vastos cambios, para bien o para mal, dependiendo de que la evolución de la masa de la ley o la costumbre sea controlada por una ilustración progresiva de la opinión pública y de las actitudes dominantes o por un aumento y multiplicación no resistidos de abusos, cometidos por hombres y grupos estrechamente egoístas e impuestos a un público apático. Mucho podía hacerse, sin esperar que el nuevo orden ideal concebido por los socialistas fuera practicable, para lograr, por medio de reformas adecuadas, las mejores posibilidades –el mejor desarrollo o serio de modificaciones posible- dl orden existente” (Overton H. Tayler. Historia del pensamiento económico. Tipografía editora Argentina S.A. 1965. Página 306-307). Además de haber tenido critica, Mill decidió implementar una “esfera agrícola donde principalmente podría encontrarse antiguas instituciones y

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costumbres, no del todo modernizadas o reformadas, que conservaban rastros de su herencia feudal y no estaban totalmente de acuerdo con los ideales liberales y progresistas de Mill; el siempre estuvo interesado primordialmente en el estudio de las cosas que, creía, necesitaban ser criticadas y reformadas. Pero además, el marco institucional del sector industrial y comercial o no agrícola de la economía era probablemente mucho más familiar para Mill y sus predecesores (los economistas políticos clásicos y los liberales en general) y para la mayoría de sus lectores, que tendían a darlo por descartado y no sentían la necesidad de estudiarlo y discutirlo; y, sobre todo, como se ajustaba mas a los ideales económico-liberales y, por lo tanto, a las suposiciones institucionales o presuposiciones de la teoría económica clásica ricardiana de Mill, él indudablemente pensó que esta ultima bastada en substancia para explicar la distribución de la renta derivada de la industria y el comercio, mientras que la derivada de la agricultura era distribuida menos de acuerdo con las expectativas de estas teorías y en cierto modo más influida por instituciones peculiares que, por lo tanto, necesitaban especialmente una consideración separada (Overton H. Tayler. Historia del pensamiento económico. Tipografía editora Argentina S.A. 1965. Página 307-308).

Después de que Mill hubiera terminado este gran análisis muchos pensadores neoclásicos opinaron y dieron sus puntos de vista y concluyendo que “el ‘error’ el Mill en esta cuestión fue, tal vez, el trivial de caer en un ejemplo descuidado, vago y mal aplicado de la palabra ‘monopolio’; él, por supuesto, comprendió perfecta y correctamente la esencia de la cuestión, lo mismo que Ricardo. Al mismo tiempo puede ser que su aplicación de esta palabra –siempre oprobiosa en la tradición económica liberal- a la posición de la clase terrateniente reflejara una actitud o animosidad de su parte hacia ellos, yendo más allá que Ricardo en el sentido de más hostilidad o critica adversa. […] Pero Mill considero considero que el aumento que el aumento de la renta y del valor de la tierra daba a la clase terrateniente un ‘incremento inmerecido’ o aumento de su riqueza, que, en justicia, no debía ser retenido por ella sino tomado por el estado y usado para el beneficio común de todo el pueblo; en consecuencia, incluyo la propuesta de un impuesto de esta naturaleza, o para este propósito, en sus recomendaciones sobre los impuestos” (Overton H. Tayler. Historia del pensamiento económico. Tipografía editora Argentina S.A. 1965. Página 316-317).

Como se pudo admirar en el sistema más importante de Mill, el desarrollo la producción y distribución con diferentes énfasis relacionados a la agricultura, sus críticas, la producción entre otras que fueron principalmente creados para el mejoramiento de una economía interna de un país.

INTERCAMBIO Y VALORCon el desarrollo de la producción y distribución, se crearon nuevas ideas relacionadas sobre el intercambio donde “el precio expresa el valor de algo

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en relación con el dinero; el valor de un bien se mide por su poder general para comprar otros bienes. Puede haber un aumento de precios, pero no un aumento general de valores, debido a que en términos relativos el valor de todas las cosas no puede aumentar simultáneamente, […] el valor de un bien no puede aumentar a un nivel más alto que su valor de utilización estimado por el cliente. La demanda valida, el deseo mas la capacidad de comprar, es por consiguiente el único factor determinante del valor. Pero hay una demanda de diferentes cantidades a distintos valores. Si la demanda depende en parte del valor y el valor depende de la demanda” (Brue Stanley l. – Grand Randy R. Historia del pensamiento económico - séptima edición. Cengage Learning Latin América. 2008. Página 141). El desarrollo de la técnica del intercambio se vio principalmente reflejado en las actividades y variaciones de la oferta y la demanda en los cuales hay una relación entre los dos, es decir, los dos se complementan.

“la teoría ‘clásica’ del funcionamiento de los mecanismos del mercado competitivo, para asignar todas las partes de disposiciones totales de la tierra, mano de obra y capital a sus usos más productivos y requeridos, para ajustar la producción de todos los productos a la demanda publica los mismos y ajustar los valores de cambio mutuos o recíprocos o los precios relativos de los distintos productos en correspondencia con sus costos relativos de producción, ocupara un lugar ‘central’ en la pauta general de toda la teoría económica ‘clásica’, nunca fue considerada como la parte más difícil ni más importante de la estructura total, mucho más amplia ni se le dedico la mayor parte del espacio y atención en tratados tan vastos como el de Mill” (Overton H. Tayler. Historia del pensamiento económico. Tipografía editora Argentina S.A. 1965. Página 317).dentro de este énfasis Mill procuro enfocarse en el comercio, es decir, en los mercados y sus movimientos de intercambio de mercancías entre clientes.

Después de haber dejado un tiempo a un lado la oferta y la demanda, volvió a desarrollar nuevas ideas en la que “Mill tenía una comprensión definitiva de los programas de oferta y demanda, de la elasticidad de la oferta y la demanda y de sus influencia sobre los precios. Estos eran conceptos que Alfred Marshall desarrollo todavía más en su elaboración de sus principios marginalistas. Respecto a la elasticidad de la oferta, Mill clasifico los bienes en tres categorías. La primera es la de ‘las cosas absolutamente limitadas en cantidad, como las esculturas o pinturas antiguas’. Actualmente las llaman una oferta perfectamente inelástica; los cambios en el precio no resultan en cambios en la cantidad proporcionada. La demanda y la oferta, decía Mill, regulan el valor de esos bienes y la demanda es la de mayor consecuencia. La segunda categoría de bienes comprende a aquellos para los cuales la oferta es perfectamente elástica, y Mill decía que la mayoría de todas las cosas que se compran y se venden tiene cabida en esta categoría. La producción se puede aumentar sin límite a un costo constante por unidad de producción, y los valores de esos bienes dependen de la oferta, o de los costos de producción. La tercera categoría de bienes son

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los que tienen una oferta elástica relativa, que tienen cabida entre los dos extremos” (Brue Stanley l. – Grand Randy R. Historia del pensamiento económico - séptima edición. Cengage Learning Latin América. 2008. Página 141).

Mill mediante el desarrollo de su pensamiento estableció “la teoría del precio del mercado de Mill, vino en esencia a aproximarse a la teoría perfectamente moderna y correcta de los precios en los mercados competitivos como sujetos siempre a los cambios requeridos para llenar las condiciones de ‘equilibrio’ de las fuerzas de la demandada y la oferta que actúan sobre ellos, aunque se haya agregado mucho, en el sentido de un análisis más detallado, exposición breve y general de Mill de esa materia. Pero debe pasar ahora a la consideración del problema ‘a largo plazo’” (Overton H. Tayler. Historia del pensamiento económico. Tipografía editora Argentina S.A. 1965. Página 317).

Ya para concluir, “el punto de vista de Mill era algo diferente y, aunque estaba completamente de acuerdo en eliminar las rentas de la tierra lo mismo que Ricardo, parecía en los demás inclinarse a dejar que los costos de producción en el sentido ordinario, o gastos, pasaran un poco más al primer plano del cuadro, por decirlo así, y que las cantidades de trabajo se reiteraran un poco más al fondo. Pero separo y destaco las ultimas, y un poco de la misma manera que Ricardo y con los mismo fundamentos, y creemos que la diferencia es más aparente que real –siendo una cuestión de aceptar y presentar con mayor claridad las conclusiones reales a que llego Ricardo, pero desechando las exageraciones y oscuridades atribuibles al esfuerzo que realizo Ricardo por hacer su ‘teoría del trabajo’ lo más ‘pura’ posible” (Overton H. Tayler. Historia del pensamiento económico. Tipografía editora Argentina S.A. 1965. Página 322).

CRECIMIENTO ECONOMICOJohn Stuart Mill tiene como objetivo en sus escritos e ideas hablar y tratar temas relacionados con el desarrollo económico en el que “Ricardo, creía que uno de los factores que limitaban el crecimiento económico eran los rendimientos decrecientes en la agricultura, […] Mill se centro en las variables fundamentales de la acumulación de capital, el crecimiento de la población y la tecnología. Combinándolas con los rendimientos decrecientes en la agricultura [además] […] Mill creía que la economía, debido a los rendimientos decrecientes y a la caída de los incentivos para invertir, se vaya empujada de un estado progresivo a un estado estacionario. Pero el único entre los economistas clásicos que no creía que el estado estacionario fuese algo indeseable, porque, como veremos, suministraba las condiciones necesarias para su programa de reforma social” (Ekelund Robert B. Jr. – Herbert Robert f. Historia de la teoría económica y su método tercera edición. Mcgraw Hill. 2005. Página 187-188). Principalmente para Mill el crecimiento económico de Mill desarrollaba

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planteamientos de la producción y distribución relacionados con la oferta y la demanda.

APORTES POLITICOS

Los aportes sociales se basaron principalmente a las funciones y obligaciones del gobierno en donde “Mill introdujo las suficientes excepciones para pulir la idea. Señalo que los individuos que operan en una economía de mercado no necesariamente son los mejores jueces de que tanta educación debe proporcionar la sociedad. El trabajo para los niños se debería regular. […] los gobiernos también debería hacer aquellas cosas que sirvan a los interés generales de todas las personas, pero que no son rentables para los individuos, tales como emprender exploraciones geográficas o científicas” (Brue Stanley l. – Grand Randy R. Historia del pensamiento económico - séptima edición. Cengage Learning Latin América. 2008. Página 145), es decir, el gobierno según Mill se debe preocupar por el desarrollo cultural, social y científico de un país o región.

Para Mill, el gobierno tiene varias funciones en la que se encuentran “protección contra la violencia, la administración de la justicia, protección de los derechos de propiedad, protección de los menores, provisión de bienes y servicios públicos como carreteras, puentes, diques y servicios sanitarios en general” (Natale Rosa, Historia del pensamiento económico: apuntes. Universidad Jorge Tadeo Lozano. 2003. Página 93) como se ha notado, la intervención del estado en el comercio no se encuentra dentro de las funciones del estado según Mill, de esta forma Mill apoyaba el LAISSEZ FAIRE el cual “considero que deberían establecerse varias excepciones en temas como la protección al consumidor, la educación, la regulación de los servicios públicos y la caridad pública, entre otros” (Natale Rosa, Historia del pensamiento económico: apuntes. Universidad Jorge Tadeo Lozano. 2003. Página 93).

Otro aspecto importante del LAISSEZ FAIRE habla “sobre la influencia del gobierno, en los negocios y la sociedad. Después de distinguir entre funciones ‘necesarias’ y ‘facultativas’ de gobierno, entendiendo por las primeras aquellas ‘que o bien son inseparables del concepto de un gobierno o se ejercen habitualmente sin objeción por todos los gobiernos. […] Dijo que el principio general de la acción política debía ser el del LAISSEZ FAIRE [prefería] la actividad privada que la intervención del estado, porque ella procura mayor baratura en los artículos y más interés en el trabajo, tiende a la conservación de las instituciones democráticas, y ayuda enormemente a la formación del carácter y la personalidad. […] el estado debe actuar solo cuando lo exija el mayor bien del mayor numero” (Ferguson John M, Polo Vicente. Historia de la economía. Fondo de cultura económica. 1974. Página 125-126).

Mill durante el desarrollo del estudio del LAISSEZ FAIRE estableció dos clases que fueron “’autoritaria’, en la cual el estado ordena a los súbditos que hagan determinadas cosas o les prohíbe hacer otras; y ‘no autoritaria’, en la que simplemente da consejo o publica información, o establece organismos paralelos a

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los privados [de esta forma] Sanciono la importancia fundamental de la ayuda estatal de la educación, sosteniendo que las gentes nacen con igual capacidad para el mejoramiento y que las desigualdades económicas se derivan de las diferencias en la educación y el medio. Esta educación debía ser práctica, preparando a los hombres y mujeres para sus deberes como consumidores inteligentes, productores preparados y ciudadanos amantes de la libertad” (Ferguson John M, Polo Vicente. Historia de la economía. Fondo de cultura económica. 1974. Página 125-126).De esta forma también “Mill apoyo la redistribución de propiedad por medio de la regulación e impuestos las herencias. Hasta le parecía deseable el establecimiento legal de una jornada de trabajo más corta, dadas ciertas condiciones que entonces no prevalecían (Ferguson John M, Polo Vicente. Historia de la economía. Fondo de cultura económica. 1974. Página 125-126).

Ya para concluir, “Mill reconoció, y en algunos casos enuncio por primera vez, la mayoría de las excepciones populares al LAISSEZ FAIRE que han convertido en parte integrante del capitalismo moderno, al menos en los Estado Unidos. Las diversas agencias de gobierno, que actúan a modo de perros guardianes, la educación estatal, la agencia para la protección del ambiente , las leyes de divorcio y los tribunales, los comisiones reguladoras” (Ekelund Robert B. Jr. – Herbert Robert f. Historia de la teoría económica y su método tercera edición. Mcgraw Hill. 2005. Página 201).

APORTES AL COMERCIO INTERNACIONAL

Aunque sus aportes al comercio internacional fueron muy mínimo el principalmente doy un gran apoyo a la ley del valor internacional donde “Mill apoyaba la defensa del libre comercio internacional basado en la ley de los costos comparativos. Pero a esta ley Mill añadió otra ley de valores internacionales, una de sus contribuciones originales e importantes para el análisis económico. […] [Además] Mill mostro que los términos del trueque reales dependen no solo de los costos domésticos, sino también del patrón de la demanda [es decir] los términos del intercambio internacional dependen de la fuerza y la elasticidad de la demanda para cada producto en el país extranjero” (Brue Stanley l. – Grand Randy R. Historia del pensamiento económico - séptima edición. Cengage Learning Latin América. 2008. Página 142).

Por esta razón Mill “empezó por señalar que el valor del bien importado es el valor del bien exportado para pagarlo. Las cosas que una nación tiene disponibles para venderlas en el extranjero constituyen los medios para comprar bienes de otras naciones. De manera que se podría pensar que la oferta de bienes disponibles para su exportación es el de la demanda de importaciones. Mill se refería a esta idea como la ‘demanda reciproca’” (Brue Stanley l. – Grand Randy R. Historia del pensamiento económico - séptima edición. Cengage Learning Latin América. 2008. Página 142).Pero no solamente hizo este gran aporte sino que también desarrollo la teoría del comercio internacional que a continuación se tratara.

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TEORIAS ECONOMICAS DE JOHN STUART MILL

Las teorías económicas de John Stuart Mill fueron establecidas como las más prácticas para la época clásica y neoclásica, que tenían como propósito aplicarlo a la situación actual de la economía mundial. Estas teoría de vio “Mill, influido por la literatura de los pensadores tanto ortodoxos como heterodoxos, se acercó a la teoría económica técnica con un ojo crítico. Aunque pensaba que no estaba más que ampliando el análisis ricardiano básico, en algunas áreas introdujo cambios fundamentales en la teoría del valor de Ricardo. Richard Jones había criticado en su Essay on the Distribution of Ewalth (1831) la teoría de la renta de Ricardo, en particular, y la postura clásica, en general, porque su análisis no tenía en cuenta las circunstancias históricas e institucionales de la economía. […] Mill señala que el funcionamiento de la competencia en la economía de mercado es un fenómeno histórico relativamente reciente y que si echamos la vista atrás, veremos que las costumbres han desempeñado tradicionalmente un importante papel en la resolución de los problemas económicos que rodean a la distribución de la renta. Mill presenta datos históricos que describen toda una variedad de mecanismos institucionales que existieron en su momento y que estaban presentes en las economías subdesarrolladas y menos orientas hacia el mercado de su propia época” (Colander Landreth. Historia del pensamiento económico cuarta edición. MCGRAW HILL. 2006. Página 173-174). Dentro de la teoría más importantes se encuentran:

TEORIA DE LOS BENEFICIOS (DEL INTERES)Mill al tener una gran influencia en el pensamiento de Ricardo, John Stuart Mill tomo “Dos aspectos de la teoría ricardiana de los beneficios antes de pasar a analizar la formulación de J.S. Mill de la posición clásica: (1) el fracaso teórico de la teoría del valor de Ricardo y (2) su uso por parte de algunos para criticar la distribución de la renta vigente. Tras batallar durante mucho tiempo con el papel de los beneficios en su teoría del valor, Ricardo llegó a la conclusión de que las variaciones de la tasa de beneficios desempeñaban un papel insignificante en la explicación de las variaciones que experimentaban los precios relativos con el paso del tiempo. Decidió que aunque los precios relativos dependían teóricamente de los costes tanto del trabajo como del capital –el coste del capital eran los beneficios- el papel que desempeñaban los beneficios en la práctica era tan insignificante que podían dejarse de lado. Por tanto, la teoría del valor de Ricardo es, en realidad, una teoría del coste de producción en la que el trabajo es el único coste. Este aspecto de la teoría del valor de Ricardo atrajo la atención de algunos economistas que se vieron obligados a mejorar la coherencia lógica de la teoría del valor incluyendo los costes de capital, así como los costes del trabajo. […] Ese interés por la teoría de los beneficios se intensificó con los ataques de los socialistas ricardianos, que utilizaron la teoría del valor de Ricardo para demostrar que el trabajo estaba siendo explotado. Sostenían que el trabajo producía todo el producto, pero no lo recibía todo en forma de salarios. Los beneficios eran una deducción de la parte que le correspondía legítimamente al trajo; los capitalistas eran, al

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igual que los terratenientes, parásitos del sistema que recibían una renta sin desempeñar ninguna función económica esencial. Su argumento era sencillo y por esa razón podía utilizarse eficazmente en las críticas populares al orden económico existente. Fue, pues, tanto para corregir los defectos lógicos de la teoría del valor de Ricardo como para reforzar la ideología vigente frente a los ataques de los socialistas ricardianos por lo que los economistas dirigieron la atención hacia los beneficios. […] La teoría del interés basada en la abstinencia de Senior, como argumento en contra de los socialistas, tiene varios defectos. Senior sugirió que la curva de oferta de ahorro es perfectamente elástica (horizontal) y que el coste del esfuerzo o desutilidad en que se incurre ahorrando es el mismo para los ricos que para los pobres. Como se ocupó del interés exclusivamente como un pago por los costes del esfuerzo o de la desutilidad del consumo que deja de realizarse, no justificó social o económicamente los intereses que genera el capital procedente de una herencia o de un regalo. Por tanto, al final la teoría del interés de Senior probablemente suscitó más preguntas sobre la justificación social del interés de las que respondió” (Colander Landreth. Historia del pensamiento económico cuarta edición. MCGRAW HILL. 2006. Página 163-164).

TEORIA DEL VALORMill con la “teoría del valor o de los precios relativos presentada por Mill es un rechazo fundamental de la teoría del valor trabajo de Ricardo, aunque Mill, como era característico en él, no puso el énfasis en sus discrepancias con el dogma ricardiano sino en la continuidad entre su teoría y el pasado. Presentó una teoría del valor basada en el coste de producción en la que los costes monetarios representan fundamentalmente los costes reales o de sutilidades del trabajo y la abstinencia. En este sentido, Mill y Senior tienen teorías del valor comparables. Sin embargo, Mill renunció a la búsqueda ricardiana del valor absoluto basado en una medida invariable del valor, creyendo que el fin de la teoría del valor es explicar los precios relativos. En su análisis de la renta, reconoció que el coste de oportunidad de la tierra no siempre es cero y que la renta es un coste social de producción en los casos en los que la tierra tiene otros usos posibles. Aunque Mill no distinguió entre el corto plazo y el largo plazo a la manera de Marshall, sí parece que tenía una vaga idea de esta distinción y que consideraba que su principal tarea era explicar cómo se determinan los precios relativos a largo plazo. Aunque no formuló explícitamente curvas de oferta y demanda, su teoría del valor refleja claramente el reconocimiento de que las cantidades demandadas y ofrecidas son una función del precio. Por este motivo, podemos presentar su teoría de los precios a largo plazo en la conocida forma marshalliana sin cometer una injusticia ni con Marshall ni con Mill. […] Para que un bien tenga un valor de cambio o un precio, debe ser útil y difícil de obtener; pero el valor de uso determina el valor de cambio o precio únicamente en circunstancias excepcionales. Mill analizó el precio de una caja musical de rapé utilizando dos casos hipotéticos tomados de un autor contemporáneo: uno que se

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desarrolla en Londres, donde Mill supone que las cajas se producen en condiciones de costes constantes y otro en un barco en el Lago Superior, donde sólo existe una caja de ese tipo. El propósito de Mil al poner este ejemplo era demostrar que los precios de casi siempre dependen del coste de producción más que de la utilidad. Cuando la oferta es totalmente limitada, la curva de oferta es perfectamente inelástica (vertical) y el precio depende de la oferta y la demanda. Mill pensaba que esta primera clase de mercancías era relativamente poco importante, ya que pocas mercancías tienen una oferta perfectamente inelástica; entre ellas se encuentran los vinos, las obres de arte, los libros raros, las monedas, el valor de la tierra por su emplazamiento y potencialmente toda la tierra a medida que aumenta la densidad de población. También utilizó este caso para analizar las situaciones de monopolio en las que el monopolista puede limitar artificialmente la oferta. El segundo grupo de mercancías, los bienes manufacturados, tiene una curva de oferta perfectamente elástica (horizontal) y Mill llega a la conclusión de que el coste de producción de estos bienes determina su precio. Mill supone que en todas las industrias manufactureras los costes son constantes, es decir, sus costes marginales no varían conforme aumenta su producción. En el caso del tercer grupo de mercancías, las que produce la agricultura, Mill supone que los costes marginales aumentan conforme aumenta la producción (costes crecientes), el precio de estas mercancías depende del coste de producción en las circunstancias más desfavorables. Aplicó, pues, el principio de los rendimientos marginales decrecientes a la producción agrícola, pero no a los vienen manufacturados. Aunque Mill tuvo mucho cuidado de dejar claro que la utilidad (demanda) y la dificultad de obtención (oferta) deben existir ambos antes de que cualquier mercancía tenga un precio, la terminología de sus conclusiones oscurece la aplicabilidad fundamente de las leyes de la oferta y la demanda a los tres grupos de bienes.[…] Mill también hizo algunas originales aportaciones a la teoría del valor al analizar los grupos no rivales (reconoció que en los mercados de trabajo la movilidad distaba de ser perfecta), la fijación de los precios en los casos en los que una empresa produce dos o más productos en proporciones fijas (lana y carne de ovino), la renta como elemento determinante del precio cuando la tierra no tiene otros usos posibles y las economías de escala. Su satisfacción con el desarrollo de la teoría del valor quedó patente en su afirmación de que “afortunadamente, no hay nada en las leyes del valor que quede por aclarar para un autor actual (1848) o futuro; la teoría sobre el tema está completa”. […] Esta afirmación ha resultado curiosa a algunos economistas que han escrito después de Mill y probablemente sea la razón por la que Marshall sugirió que sus propias aportaciones a la teoría microeconómica pronto querían obsoletas. Sin embargo, puede decirse que nuestra comprensión general del funcionamiento de la oferta y la demanda en la asignación de los recursos en los mercados competitivos no ha cambiado en lo fundamental desde Mill. Naturalmente, se han hecho muchos avances que permiten realizar un análisis más técnico y comprender mejor su funcionamiento; pero Mill, con su aparato técnico más

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rudimentaria y la ausencia casi total de notaciones matemáticas, fue capaz de realizar un análisis significativo de los mercados con apenas errores analíticos. La gran laguna en la teoría microeconómica de Mill, que no se cubrió hasta la década de 1930, fue la ausencia de un análisis de los mercados que no son perfectamente competitivos. Algunos dirían que esta laguna aún no se ha cubierto” (Colander Landreth. Historia del pensamiento económico cuarta edición. MCGRAW HILL. 2006. Página 175-176-177).

TEORIA DEL COMERCIO INTERNACIONALLos historiadores del análisis económico han elogiado a Mill por sus aportaciones a la teoría del comercio internacional. En concreto, su análisis de la división de las ventajas del comercio internacional entre los países que comercian probablemente sea su aportación más importante y duradera a la teoría económica técnica. Ricardo había apoyado y ampliado el análisis de Smith de las ventajas del libre comercio internacional por medio de su doctrina de la ventaja comparativa. Como hemos visto, Ricardo sostenía que cuando existe una ventaja comparativa, el comercio internacional aumenta la producción mundial y beneficia a todas las economías que comercian y que se determina un intervalo de precios internacionales o una relación de intercambio basada en el trueque satisfactorio para todos los países que participan en el comercio. En el sencillo modelo presentado en la Tabla 5.3, Inglaterra estaría dispuesto a comercial 1 metro de tejido mientras recibiera a cambio más de 2 litros de vino y Portugal se beneficiaría intercambiando vino por tejió mientras tuviera que renunciar a menos de 8 litros de vino para recibir 1 metro de tejido. Un intervalo de precios o relación de intercambio basada en un trueque comprendido entre 7,9 litros de vino por 1 metro de tejido y 2,1 litros de vino por 1 metro de tejido beneficiaría a los dos países. Aunque Ricardo fue capaz de demostrar las ventajas del comercio utilizando el argumento de la ventaja comparativa, no indicó cual sería el precio internacional del vino y el tejido y cómo se distribuirían, pues, las ganancias del comercio entre los dos países. Evidentemente, Inglaterra preferiría obtener la mayor cantidad posible de vino a cambio de un metro de tejido y Portugal preferiría renunciar a la menor cantidad posible de vino a cambio de un metro de tejido. Ricardo había sugerido simplemente que la relación de intercambio o precio internacional se encontraría aproximadamente a medio camino entre los dos precios interiores. […] Mill se preguntó cómo se repartirían las ganancias del comercio y dio una respuesta sorprendentemente correcta, teniendo en cuenta que no utilizó ninguna técnica matemática y que el concepto de elasticidad aún no se había desarrollado. Marshall y Edgeworth, que iban a presentar más tarde el razonamiento de Mill de una manera más precisa con la ayuda de técnicas matemáticas y gráficas, reconocieron y elogiaron la aportación de Mill. Mill llegó a la conclusión de que la relación de intercambio dependía de las demandas de los productos importados por los dos países. Si en el ejemplo que acabamos de citar la demanda inglesa de vino importado era mucho mayor que la demanda portuguesa de tejido inglés, la relación de

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intercambio y las ganancias del comercio favorecerían a Portugal: el precio internacional se acercaría más a los 2 litros de vino por 1 metro de tejido. Portugal no tendría que renunciar a mucho vino para obtener tejido. La fuerza relativa de las demandas de importaciones depende de las “inclinaciones y las circunstancias de los consumidores de ambas partes” y el precio internacional o relación de intercambio es un valor tal que “las cantidades demandadas por cada país de los artículos que importa de su vecino son exactamente las suficientes para pagarse mutuamente”. Mill explico lo que entendía por “las inclinaciones y las circunstancias de los consumidores!, indicando claramente que se refería a la posición y las elasticidades de las curvas de demanda. Aunque nunca desarrolló explícitamente el concepto de elasticidad de la demanda, describió los casos de la demanda elástica, inelástica y de elasticidad unitaria. […] Las demás aportaciones de Mill a la teoría del comercio son menos importantes, pero indican su capacidad analítica. Introdujo el costo de transporte en el análisis de comercio exterior y mostró que los costes de transporte pueden crear situaciones en las que no haya comercio ni siquiera cuando existen diferencias de costes comparativos. También analizó la influencia de los aranceles en la relación de intercambio, explicó la forma en que las variaciones tanto de los precios como de la renta dan lugar al equilibrio del comercio entre los países y mostró los ajustes del comercio generados por las transferencias unilaterales entre los países. Tuvieron que pasar casi cien años para que Ohlin y Keynes introdujeran grandes cambios en la teoría clásica del comercio internacional” (Colander Landreth. Historia del pensamiento económico cuarta edición. MCGRAW HILL. 2006. Página 177-178).

Ya para concluir este pequeño tratado sobre la los aspectos más importantes de la vida John Stuart Mill, fue considerado una de los mejores economistas, políticos y filósofos por su gran trayectoria que tuvo tratando temas como la oferta y la demanda, los salarios, la producción y distribución, el Laissez Faire, el gobierno, el comercio internacional entre otras que se trataron anteriormente. Además con por sus influencias y críticas se desarrollaron nuevas técnicas para el desarrollo económico de un país, el cual era el propositito general de la económica para Mill; así como hizo criticas muchos de sus compañeros y enemigos de la escuela clásica pensadores importantes como MARX, Ricardo, entre otros criticaron sus teoría e ideas por ser tan inconclusas y mal realizadas, según estos autores. De esta forma, John Stuart Mill tuvo un gran camino en los procesos económicos del mundo yendo a la mano de varias influencias ganadas gracias a su padre James Mill que principalmente fue el mayor colaborador de todo su triunfo y popularidad en esta época. Además de haber tratado temas de la época clásica, él se remontó al pasado volviendo a dar grandes opiniones sobre los fisiócratas y los mercantilistas con su LAISSEZ FAIRE. En sí, John Stuart Mill fue considerado como uno de los pensadores de la escuela clásica que dio su punto de vista en todas las actividades económicas del mundo, y aunque ingreso a la escuela clásica muy tarde él fue uno de los más influyentes en la historia económica del

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mundo por sus procesos y sistemas que hicieron que cambiara todos las actividades económicas mundiales.

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