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AÑO: II NÚMERO: 12 PERÍODO: JULIO de 2018 Sumario: I.- Artículos y publicaciones I ARTÍCULOS Y PUBLICACIONES Págs. - “La torre de Bujaco” Santos Benítez Floriano 1 - “Curiosidades de la villa de Cáceres (I)” Santos Benítez Floriano 3 - “Curiosidades de la villa de Cáceres (II)” Santos Benítez Floriano 5 - “Arroyo en la Revista de Estudios Extremeños” Francisco Javier García Carretero 7 - “Luces y sombras del verraco vettón de Montehermoso” Domingo Quijada González 13 - “La tauromaquia en Navalmoral (y Montehermoso)” Domingo Quijada González 16 - “El famoso eclipse total de Sol del 28-5-1900” Domingo Quijada González 19 - “El comportamiento animal y la Meteorología” Domingo Quijada González 21 - “El castillo fortaleza, casa de la encomienda de Lobón” Manuel García Cienfuegos 24 - “El Canal de riegos de la Vega de Montijo (año 1933)” Manuel García Cienfuegos 30 - “Los judíos en la villa de Las Broças” Francisco Rivero Domínguez 35 - “Aportaciones histórico-artísticas: los agustinos recoletos en la provincia de Cáceres” José Antonio Ramos Rubio y Francisco Cillán Cillán 37 - “El Convento de Santo Domingo de Cáceres: Historia y Arte” José Antonio Ramos Rubio y Óscar de San Macario Sánchez 65 - “Las pinturas murales del Convento de San Pablo de Cáceres” José Mª Martínez Díaz y José Antonio Ramos Rubio 97

Sumario: I.- Artículos y publicaciones I ARTÍCULOS Y ... · -Trujillo durante la Guerra de la Independencia” José Antonio Ramos Rubio 103-“La muralla y los castros del Berrocal”José

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AÑO: II NÚMERO: 12 PERÍODO: JULIO de 2018

Sumario:

I.- Artículos y publicaciones

I ARTÍCULOS Y PUBLICACIONES Págs.- “La torre de Bujaco”

Santos Benítez Floriano1

- “Curiosidades de la villa de Cáceres (I)”

Santos Benítez Floriano3

- “Curiosidades de la villa de Cáceres (II)”

Santos Benítez Floriano5

- “Arroyo en la Revista de Estudios Extremeños”

Francisco Javier García Carretero7

- “Luces y sombras del verraco vettón de Montehermoso”

Domingo Quijada González13

- “La tauromaquia en Navalmoral (y Montehermoso)”

Domingo Quijada González16

- “El famoso eclipse total de Sol del 28-5-1900”

Domingo Quijada González19

- “El comportamiento animal y la Meteorología”

Domingo Quijada González21

- “El castillo fortaleza, casa de la encomienda de Lobón”

Manuel García Cienfuegos24

- “El Canal de riegos de la Vega de Montijo (año 1933)”

Manuel García Cienfuegos30

- “Los judíos en la villa de Las Broças”

Francisco Rivero Domínguez35

-“Aportaciones histórico-artísticas: los agustinos recoletos en la

provincia de Cáceres”

José Antonio Ramos Rubio y Francisco Cillán Cillán

37

- “El Convento de Santo Domingo de Cáceres: Historia y Arte”

José Antonio Ramos Rubio y Óscar de San Macario Sánchez65

- “Las pinturas murales del Convento de San Pablo de Cáceres”

José Mª Martínez Díaz y José Antonio Ramos Rubio97

- “Trujillo durante la Guerra de la Independencia”

José Antonio Ramos Rubio103

- “La muralla y los castros del Berrocal”

José Antonio Ramos Rubio 115

- “Estudio histórico, constructivo, urbanístico y planimétrico de un lienzo

perdido de la cerca almohade de Cáceres y propuesta de recuperación ”

José Antonio Ramos Rubio et alii

125

- “En defensa del patrimonio cultural de Trujillo”

José Antonio Ramos Rubio161

- “Notas para la historia de la Real Sociedad Económica de Amigos del

País”

164

Fernando Cortés Cortés- “De feria” 167

Fernando Cortés Cortés- “Conviene que esté vestido” 168

Alberto González Rodríguez

II.- Anuncios

II ANUNCIOS Pág

- Presentación del libro de José Antonio Ramos Rubio “Belén y su

territorio. Historia y Patrimonio Cultural en el Valle de Papalbas”169

- Nueva publicación de Felipe Lorenzana de la Puente “Extremadura,

voto en Cortes. El nacimiento de una provincia en la España del siglo

XVII”

171

- “El Brocense en la Biblioteca Nacional de España” por FranciscoRivero Domínguez

173

- Presentación de “El alcalde de Zalamea” en el Hogar Extremeño deMadrid (2 de julio de 2018)

174

- Proponen a través de las redes sociales que se nombre a DomingoQuijada “hijo adoptivo” de Navalmoral

177

- José María Álvarez Martínez, ha recibido la Encomienda con Placa dela Orden Civil de Alfonso X el Sabio

178

- “José Iglesias en el Hogar Extremeño” por Feliciano Correa Gamero 179

LA TORRE DE BUJACO

En el año 1169 y después de constantes luchas entre los almohades y los

cristianos que se alternaron el dominio de la villa de Cáceres, Fernando II de León

con una espectacular incursión guerrera conquista Cáceres para las huestes cristianas.

En ese momento, a muchos kilómetros de la Villa, se funda una orden militar y

religiosa, tomando como protector al Apóstol Santiago y al Obispo de Salamanca

como guía en los aspectos terrenales. Sus caballeros juraron los votos de obediencia y

lucha. Eran nobles caballeros que conscientes del avance árabe y del peligro que ello

suponía para la cristiandad decidieron unirse para orar a Dios y luchar por expulsar a

los moros de la Península.

Los trece caballeros fundadores, en memoria de Cristo y los 12 apóstoles,

ingresaron en el monasterio de monjes eremitas de Loio o San Eloy en Lugo,

nombrando primer Maestre de la orden a Pedro Fernández de Fuentecalada,

ocupando el cargo de 1170 a 1184.

El 1 de agosto de 1170, el rey Fernando II de León les hace entrega de la recién

conquistada villa de Cáceres para que la protegieran, la defendieran de posibles

ataques árabes y cuidaran de los peregrinos que iban por el Camino Mozárabe hasta

Santiago de Compostela.

Se llamaron "Freyles o Fratres de Cáceres" en agradecimiento a esta primera Villa

que les fue donada, y después también fueron conocidos como los “Fratres de la

Espada” por tener como insignia emblemática una cruz roja en el pecho en forma de

espada.

Casi tres años después, las mesnadas del califa sevillano Abú-Ya-Kub,

probablemente mandadas por el sayyid Abú-Hafs-Umar, reconquistaron la ciudad a

los cristianos el 10 de marzo de 1173, tras varios meses de asedio. Los Fratres,

cuarenta caballeros según cuentan las Crónicas, se refugiaron en una torre almohade

que daba a la actual plaza mayor y fueron degollados por los almohades. Algunos

historiadores señalan que este suceso militar pudo acontecer en la torre del Palacio de

Carvajal, torre redonda que se encuentra adosada a dicho Palacio y que formaba parte

asímismo del recinto amurallado almohade. Estos mismos investigadores la muestran

como la torre emblemática de la orden.

Este es el origen de la que más tarde fue conocida como orden de caballería de

Santiago. Y del nombre del emir almohade Abú-Ya-Kub el pueblo empezó a llamar

a esta torre de “Bujaco”.

Fue esta torre construida en el siglo XII por los almohades sobre sillares romanos.

Es de planta cuadrada, con veinticinco metros de altura, almenada y fue reconstruida

en el siglo XV presentando sendos matacanes de piedra a ambos lados y años después

1

en la cara occidental se añadió el Balcón de los Fueros. Por ello fue conocida con el

nombre de Torre Nueva y también Torre del Reloj porque desde finales del siglo XVI

a finales del siglo XVIII tuvo un reloj que marcaba las horas de los cacereños, sobre

todo de los comerciantes cacereños. Dicho reloj se trasladó a San Mateo.

En 1820 se instaló en la parte alta de la torre una especie de espadaña donde se

colocó una estatua romana de mármol que apareció en unas excavaciones. En 1962

desapareció la espadaña siendo restituidas las almenas de esta espectacular torre.

Es la más suntuosa y bella de todo el recinto amurallado, uno de los símbolos de

Cáceres con una imagen de gran fortaleza que impresiona al turista cuando la ve

desde la Plaza Mayor.

Hoy alberga en su interior un Centro de Interpretación de las Tres Culturas que

convivieron en Cáceres hasta finales del siglo XV y que dieron tanto esplendor y

diversidad cultural a la Villa.

La orden de Santiago tuvo un gran poder e influencia y fue una de las principales

órdenes religioso-militares hispánicas. Pertenecer a la orden era signo de distinción

social y representaba fuertes sumas económicas. Las personas más destacadas de la

iglesia y la nobleza copaban los cargos de la orden santiaguista.

Los Reyes Católicos consiguieron el control total de las órdenes militares y siglos

después en el siglo XIX perdieron su patrimonio, su función religiosa-militar y

pasaron a ser unas simples asociaciones nobiliarias.

La II República Española las suprimió, resurgiendo más tarde como

corporaciones civiles de derecho común, con funciones más acordes con la situación

actual de la sociedad.

Santos Benítez Floriano

Cronista Oficial de la Ciudad de Cáceres

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2

CURIOSIDADES DE LA VILLA DE CÁCERES (I)

En este artículo y en los tres siguientes vamos a analizar algunos aspectos

curiosos de la Villa de Cáceres que tienen relación con los pueblos y civilizaciones

que habitaron la Ciudad Monumental de Cáceres y que han configurado el ser y la

esencia del cacereño.

En primer lugar, comentar que la Ciudad Vieja de Cáceres fue declarada por el

Consejo de Europa en 1968 el Tercer Conjunto Monumental de Europa, después de

Praga y Tallín, la capital de Estonia; y en el año 1986 por la UNESCO en París

Ciudad Patrimonio de la Humanidad.

El nacimiento urbano de Cáceres se produjo por el año 34 a.C., siendo fundada

por el político y militar romano Cayo Norbano Flaco, siendo su Patrono, desde el año

17 a.C. su suegro Lucio Cornelio Balbo, ya que se casó con su hija Cornelia Balbo,

con el nombre de Colonia Norbensis Caesarina.

Esta Colonia era una de las cinco con que contaba la Lusitania: Pax Iulia (Beja),

Sacallabis (Santarem), Metellinum (Medellín), Emerita Augusta (Mérida) y Norba

Caesarina (Cáceres).

El ablativo latino “Castris”, de uno de los dos antiguos campamentos vecinos a

Norba: Castra Servilia o Castra Caecilia, es el que a través del árabe “Qasris”, da

origen al nombre de Cáceres. No tiene nada que ver con la estatua que se creía de la

diosa Ceres y que en realidad es un personaje masculino anónimo con togada

sacerdotal que se cubre la cabeza.

La cerca amurallada fue construida por los Almohades en el siglo XII sobre

basamentos romanos, tiene unos 1.184 metros de contorno, con 400 metros de largo y

250 metros de ancho, y una extensión interior de 8,68 HA. En la actualidad gran parte

del sistema defensivo ha desaparecido: el Alcázar, tres de las cuatro puertas romanas,

varias torres y una gran parte de la muralla.

Hoy en la muralla hay un total de 21 torres: catorce torres albarranas cuadradas,

cuatro torres rectangulares, dos torres octogonales y una torre circular.

3

La Ciudad Monumental cuenta con 1.238 escudos en el interior y exterior de los

edificios, lo que la convierte en una de las ciudades con mayor riqueza heráldica tanto

en la cantidad como en la calidad de su piedra labrada, así como por la rareza de

algunos blasones. Esta profusión de armerías en la Villa es debido a que en el siglo

XV, un 17% de los hombres adultos cacereños eran nobles; en el resto de

Extremadura era el 4% y en el conjunto del Reino de Castilla era del 10%.

El Cronista Ferrán Mexía dijo que en el siglo XV la Villa de Cáceres era uno de

los cinco principales solares de Nobleza de España…...(Continuará).

Santos Benítez Floriano

Cronista Oficial de la Ciudad de Cáceres

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CURIOSIDADES DE LA VILLA DE CÁCERES (II)

El primero que conquistó Cáceres a los Almohades fue el portugués Geraldo

Sempavor en el año 1166, pero lo hizo sólo para asaltarla y saquearla sin tener

ninguna intención de que pasara a manos del Rey de León. Poco tiempo después fue

recuperada por los Almohades.

Fernando II de León en el año 1169, con una espectacular incursión guerrera,

conquista Cáceres para las huestes cristianas entregando la Villa a los Fratres de

Cáceres para que la protegieran y defendieran de los árabes.

El 10 de Marzo de 1173 el califa almohade “Abú-Ya'qub”, algunos autores hablan

de que fue su lugarteniente Abu Hafs, atacó Cáceres y degolló a todos los defensores

entre los que se encontraban los Fratres de Cáceres, sus descendientes fundaron la

Orden Militar de Santiago, una de las Órdenes Militares de gran prestigio en la

Historia de España.

Por fin el 23 de Abril de 1229, después de cuatro intentonas, Alfonso IX de León,

contando con la ayuda de tropas de Castilla y de las Órdenes Militares toma la Villa a

los musulmanes y desde entonces no dejó de ser cristiana. Convierte a Cáceres en

Villa Franca y Realenga, dependiente del Reino de León y le otorgó la Carta de

Población, conocida como el Fuero Latino de Cáceres, tan favorable para la

repoblación del territorio, la construcción de los palacios y casas fuertes, el gobierno

municipal, la concesión de la Feria de Cáceres para reactivar el comercio, etc.

Además de la expulsión general de los judíos decretada por los Reyes Católicos

en 1492, en la Villa de Cáceres por decreto de 1478, los judíos cacereños son

obligados a marcharse fuera del recinto amurallado y trasladados al otro lado de la

Plaza Mayor, a las actuales calles General Ezponda, Paneras La Cruz, Plaza de la

Concepción, etc. Se dedicaban fundamentalmente al comercio, sastrería, artesanía y

al préstamo. El actual Palacio de la Isla fue construido en el siglo XVI en el solar que

ocupó la sinagoga de la judería nueva. En 1479 se calcula que había en Cáceres un

total de 130 familias judías, unas 520 personas.

En el “Repartimiento hecho a los Judíos” por el Rabí Jacob Aben Núñez, en el

5

año 1474 aparece la aljama judía de Cáceres como una de las cinco mejores de

Castilla por el enorme tributo que pagaba a las arcas reales, un total de 8.200

maravedíes.

En las visitas que realizó Isabel la Católica a Cáceres los judíos cacereños se

quejaron ante la Reina porque ellos aportaban mayor cantidad de dinero a las arcas

municipales que los cristianos en los repartos de impuestos que se hicieron.

En 1492 los judíos que no abrazaron la fe católica se marcharon a las cercanas

tierras portuguesas donde se conservan aljamas de gran belleza y esplendor. A los

judíos se les prohibió que abandonaran la ciudad con dinero acuñado y tuvieron que

dejas atrás sus casas, huertos y muchas tierras de las que eran propietarios.

En esta fecha terminó la convivencia pacífica de las tres Culturas en Cáceres que

tanto bien hizo por la diversidad social y cultural, la economía y la prosperidad de la

Villa.…...(Continuará).

Santos Benítez FlorianoCronista Oficial de la Ciudad de Cáceres

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6

EL CRONISTA: "ARROYO EN LA REVISTA DE ESTUDIOS EXTREMEÑOS"

Por Francisco Javier García Carrero Cronista Oficial de Arroyo de la Luz

El pasado 24 de mayo, y en el contexto de la Feria del Libro de Badajoz, se

presentó en la carpa de conferencias un nuevo número de la Revista de Estudios

Extremeños con motivo de la celebración de su 90 aniversario desde su fundación

(1927-2017). Un acto cultural e historiográfico que contó con la presencia de la

diputada de Cultura de la Diputación de Badajoz, Cristina Núñez, y del director de

la revista que se homenajeaba, el historiador Fernando Cortés.

En este último número han colaborado un total de 23 historiadores que

introducen una temática muy variada en cuanto a su contenido y en íntima

relación con nuestra región. Han firmado artículos historiadores nacionales como

Enrique Cerrillo, Miguel Rodríguez Cancho o Enrique Moradiellos, entre otros.

También historiadores internacionales como el investigador francés Gerad Dufour

o la historiadora francesa y especialista en Zurbarán Odile Delenda.

De la misma forma, en este último número he vuelto a tener el honor de

participar con un artículo que lleva por título "Del Puerco a de la Luz en la Revista

de Estudios Extremeños (1927-2017)”. El estudio presentado, como señala el

resumen inicial que le acompaña, sintetiza la historia de noventa años de una de las

localidades señeras de la Alta Extremadura. Se trata de una de las poblaciones que

mayores transformaciones ha experimentado en los años objeto de estudio.

Modificaciones que afectaron incluso al propio nombre de la villa. También se

analiza los contactos que siempre ha mantenido la Revista de Estudios Extremeños

con la localidad en diversas investigaciones históricas o literarias, entre otras

facetas artísticas.

El artículo está dividido en 5 apartados que dibujan cronológicamente las

fases del discurrir histórico de nuestro pueblo, epígrafes que he titulado de la

siguiente forma:

1. De la dictadura primorriverista a la democracia republicana (1927-1936).

2. La Guerra Civil que nunca existió (1936-1939).

3. Tiempos de hambre, estraperlo y revistas literarias (1939-1953).

7

4. Emigración, desarrollismo y Tardofranquismo (1954-1979).

5. Recuperación de la libertad (1979-2017).

El trabajo, junto al texto escrito, incorpora dos cuadros; el primero refiere

todos los alcaldes de la localidad en estos noventa años y el segundo recoge la

evolución demográfica de la población durante estos años. Por otro lado, hemos

incorporado 4 imágenes que entiendo conforman adecuadamente esta fase

estudiada de Arroyo. La primera es la “Manifestación popular del Sindicato Luz y

Progreso”, una instantánea del año 1932 y tomada en la puerta del Ayuntamiento;

la segunda lleva por título “Arroyanas en traje de gala”, cuya autora fue Ruth

Matilda Anderson del año 1949 y fotografía que dio la vuelta al mundo. La tercera

está fechada en 1963 y retrata a los “Maestros arroyanos con su alcalde”. Por

último, la cuarta fotografía es del año 2017 y cuya autoría es de la Asociación

Paisajes y Fiestas, su “Barrio judío de Arroyo” es un magnífico compendio de todo

lo que hemos sido, y de todo lo que deberíamos proyectar para un futuro si cabe

más esplendoroso.

Manifestación popular del sindicato Luz y Progreso (1932)

Arroyanas en traje de gala (Ruth Matilda Anderson) 1949

8

Maestros arroyanos con su alcalde (1962)

La revista completa con sus distintos artículos está llegando en los últimos

días a todas las bibliotecas de Extremadura de manera física (incluida la de

nuestra localidad) y, además, está totalmente accesible a través de la red. De esta

forma, la plataforma de la propia revista ya la tiene subida a la Web e, igualmente,

la recogen también portales de difusión de producciones científicas como Dialnet,

una plataforma de acceso a la cultura de lo más recomendable y que ha sido

creada hace ya unos años por la Universidad de la Rioja.

Teniendo en cuenta todo lo señalado, he querido que el artículo de este

caluroso julio esté centrado en este estudio que estamos comentando. Incorporarlo

completo al blog sería demasiado extenso, por lo que he pensado que el último

capítulo puede ser lo suficientemente ilustrativo. Lo copio tal cual, únicamente se

suprimen, para realizar una lectura más fácil, las notas a pie de página.

5. RECUPERACIÓN DE LA LIBERTAD (1979-2017).

El año 1979 fue un año importante en toda España. En el mes de abril se

celebraron las primeras elecciones locales de la democracia, un proceso que no se

había vivido en nuestra población desde abril de 1931. Arroyo tuvo que elegir a 13

regidores para el Ayuntamiento ya que la localidad contabilizaba en aquel momento

casi 6.500 habitantes. A ese proceso electoral se presentaron tres candidaturas, el

PSOE con José María González Bravo a la cabeza, candidato que a la postre fue

Barrio arroyano en la actualidad

(APyF)

9

elegido alcalde gracias a su triunfo por mayoría absoluta; la UCD y una Agrupación

de Electores que se autoafirmaba independiente.

El PSOE volvió a recuperar el poder de manera democrática después de la

salida abrupta del mismo en 1936 y cuando regía el Ayuntamiento Medardo Cervera.

Otro aspecto significativo de este proceso electoral fue la elección de dos mujeres

como concejalas del Consistorio, un aspecto destacable, y más teniendo en cuenta la

función de “mera comparsa” que el Régimen anterior había otorgado siempre al sexo

femenino durante cuarenta años. Las dos “valientes” que iniciaron su andadura

política en un momento aún dubitativo de afirmación de la libertad fueron Antonia

Femia Cordovilla, en las siglas del PSOE, y Juana Sánchez Barrero que participó de

la lista de UCD.

La década de los ochenta del siglo pasado, y a pesar de todas las dificultades,

fueron los años de la conquista de la libertad. Después de un intento fracasado de

volver a un pasado luctuoso que se materializó el 23 de febrero de 1981, Arroyo se

volcó con alegría a tratar de recuperar el tiempo perdido. Fueron años de

conferencias en libertad, de institucionalización de jornadas culturales que

patrocinadas por el Ayuntamiento tuvieron un seguimiento muy notable. Una

“Semana Cultural” que gracias, una vez más, a la organización del poeta local

Ramos Aparicio, los arroyanos pudieron escuchar de sus labios el recitado poético de

Jesús Delgado Valhondo. Fue tal el éxito de la jornada, y el entusiasmo del público

con el poeta emeritense, que no pudo impartirse, por falta de tiempo, la conferencia

de Tomás Martín Tamayo, el otro invitado de aquel día y que iba a cerrar aquel

evento.

Fueron años también de búsqueda de la singularidad regional, en

consonancia a lo que estaba sucediendo a nivel del Estado. Obviamente la

recuperación de las libertades quedó plasmada en el siguiente proceso electoral a

nivel local. Si en 1979 fueron tres las posibilidades de elección, en 1983 ya eran cinco

las candidaturas por las que pudieron optar los arroyanos. El pueblo estaba

abrazando la libertad que permitía el sistema democrático. No obstante, el resultado

final fue una nueva victoria del Partido Socialista, aunque ahora llevaba un nuevo

número uno, Felicísimo Bello Merino. Un regidor que con tres triunfos consecutivos,

aunque no siempre al frente del PSOE, marcó el devenir en los designios del

Ayuntamiento arroyano durante doce años (mayo de 1983- mayo de 1995).

10

Efectivamente, Bello Merino, que fue el regidor que desmontó

“nominalmente” el franquismo en la localidad, al menos en lo que respecta al

callejero local que estaba repleto de recuerdos a la dictadura, no siempre estuvo al

frente de la candidatura del PSOE. En las elecciones de 1991 creó y presidió un

grupo autónomo, ASI (Agrupación Socialista Independiente), un partido que le

reportó un gran éxito electoral y que derrotó al hasta entonces imbatido PSOE local,

y eso que el candidato oficial socialista era una persona de total solvencia y estoy

convencido que también como Bello Merino hubiese sido un magnífico alcalde. Por

consiguiente, no es cierto lo que señala la popular Wikipedia, ignorando quién habrá

redactado ese pasaje, cuando afirma sin ambages que el Ayuntamiento arroyano

siempre ha estado “administrado” por el PSOE desde 1979. No es cierta pues la

afirmación anterior que ignoramos si es mal intencionada o simple ignorancia.

Las tres legislaturas del alcalde Bello Merino están plagadas de actividades

culturales. Durante su mandato se inauguró, por ejemplo, la Casa de Cultura, un

edificio que otrora albergó una escuela y la prisión de la localidad y que ahora se

edificó con un magnífico salón de actos y una biblioteca pública de la que carecía el

pueblo. También apostó por el patrocinio de revistas culturales como Garabatos o

Adagio, la primera de ellas una publicación que se decía trimestral y de la que se

estamparon 11 ejemplares, ediciones en las que divulgaron un buen número de

arroyanos y que hoy, pasados casi 30 largos años se convierten en referencia

obligada para comprender el Arroyo de estos años.

En 1995 el Partido Socialista volvió a la senda de las victorias electorales

locales. En este caso un desconocido y joven candidato forjado en la emigración en el

País Vasco se hizo con la victoria en los comicios de aquel año, Lorenzo Pérez Durán.

Llevaba como compañía a Dolores Pallero, una jovencísima abogada que

posteriormente alcanzó metas mucho más ambiciosas cuando se convirtió en

vicepresidenta de la Junta de Extremadura para orgullo de todos los arroyanos. Dos

fueron las legislaturas de Lorenzo Pérez, ya que en 1999 volvió a revalidar su victoria

en las urnas, incluso con mayor nitidez a la que presentó cuatro años antes.

El nuevo siglo trajo nuevas revistas culturales a la villa, Alfares, que vio la luz

en el año 2001, un canal de información editado también por el Ayuntamiento y que

pretendía divulgar valores, actuaciones y expectativas de la localidad al igual que lo

habían hecho todas sus predecesoras. En 2003, y todavía durante el mandato de Pérez

Durán, se publicó una pequeña obra que acercó a los arroyanos a la etapa de la

11

Guerra Civil, un trabajo que hablaba por primera vez de arroyanos “paseados”,

encarcelados y fusilados y que agotó su edición completa antes que se pudiera

presentar de manera oficial. Aquello posibilitó que la obra se reeditase un año más

tarde cuando ya el alcalde de la localidad era Santos Jorna Escobero, regidor que

realizó el prólogo de esta nueva tirada.

Efectivamente, y desde 2003, el joven abogado Santos Jorna, presentó su

candidatura amparado en las siglas del PSOE como sustituto de Lorenzo Pérez.

Durante tres legislaturas fue el máximo mandatario de la localidad gracias a sus tres

mayorías absolutas que encadenó consecutivamente. Fueron años también donde el

deporte arroyano alcanzó sus cotas más elevadas, significativo ha sido el tiempo que

el equipo de futbol ha militado en la categoría de bronce del fútbol nacional y, sobre

todo, los años en que las chicas del vóley han estado en la cúspide del voleibol

femenino de España.

No obstante, el hito histórico más sobresaliente que la localidad ha

experimentado desde el punto de vista político en el siglo XXI, ha sido el

nombramiento de la primera alcaldesa de la población. María Isabel Molano

Bermejo, ha logrado en 2015 un hecho hasta entonces nunca visto en nuestro pueblo,

convertirse en la máxima representación del consistorio de Arroyo de la Luz, cuando

otras localidades extremeñas y de menor prestancia, al menos demográficamente

hablando, como Alange, lo habían conseguido hacía muchos años, concretamente

durante la Segunda República. Su victoria, la victoria de todas las mujeres arroyanas,

se logró en buena lid y de manera contundente sobre el resto de los partidos

adversarios, incluso con un margen más amplio que el que tuvo su antecesor en su

última etapa como alcalde.

Primera fotografía en color (1949)

12

LUCES Y SOMBRAS DEL VERRACO VETTÓN DE MONTEHERMOSO

Domingo Quijada González

Ya es harto conocido el rico patrimonio cultural de esta bella y conocida localidad cacereña,desde la más remota antigüedad: caso de la cultura paleolítica “achelense”, de más de 100.000 años,presente en el valle del Alagón, especialmente en las terrazas de la margen izquierda del mismo(como el yacimiento de Sartalejo, uno de los más importantes de España); o de los dólmenes de esamaravilla que es su dehesa boyal, erigidos en la Edad del Cobre (hace uno cinco o seis mil años).Todo ello investigado y publicado por prestigiosos expertos en la materia, y por mí mismo.

Patrimonio que se enriqueció en 1968 con el hallazgo de un verraco vettón (primeros siglos antesde Cristo, finales de la Edad del Hierro o cultura prerromana, que nos legaron los celtas), reutilizadocomo monumentos sepulcral por los romanos (tiene una inscripción funeraria grabada en su lomo,del s. II y III d.C., según mostramos detalladamente).

La sociedad que se desarrolló a partir del siglo VI a.C. en esta zona debía ser eminentementeagrícola (en la vega del Alagón) y ganadera (en lo que hoy es nuestra dehesa boyal y gran parte delmunicipio, dado sus buenos pastos y agua abundante). No entro en más detalles sobre la sociedadvetona porque, quien lo desee, puede hallarlo en libros u on-line.

Los Verracos

La mayor parte de la escultura zoomorfa prerromana de Extremadura entra dentro del área deproducción meseteña; lo que equivale a señalar unas características muy particulares, que ladistinguen de la otra gran área que engloba a Andalucía, Levante y sur de nuestra región.

Dichas esculturas representan a toros, cerdos o jabalíes; siendo la abundancia de estas últimas porlo que le aplicaron el genérico nombre de Verracos; aunque existen casos aislados derepresentaciones de osos o leones, como el procedente de Botija (Cáceres) que se conserva en elantiguo C.I.R. de Cáceres.

Está aceptado que la aparición de estas figuras definen un entorno cultural que abarca parte de lasactuales provincias de Ávila, Salamanca, Zamora, Toledo, Segovia, Cáceres y Tras os Montes(Portugal). De todas ellas, parece que la región abulense ejerció un protagonismo claro como focodifusor iconográfico, por lo que las imágenes de verracos han sido consideradas, también, comohitos territoriales o emblemas culturales del grupo étnico Vettón, en el que nos hallaríamosintegrados (GONZÁLEZ CORDERO A. y QUIJADA GONZÁLEZ D.: Los orígenes del Campo

Arañuelo y la Jara cacereña..., 1991).Como anticipaba, en el año 1968 se descubrió en Montehermoso verraco ibérico o vettón, en lapared de un corral de una conocida y acaudalada familia, tallado en granito gris, de dimensiones73x25x36 cm. (según Aurelio Gutiérrez Gutiérrez, “Montehermoso, estudio histórico”, 1990),aunque lo hemos visto y dichas medidas varían ligeramente, dependiendo del lugar donde secoloque la cinta métrica…Desde el primer momento (según me comentó en los 70 el eminente don Carlos Calleja, descubridorde la cueva de Maltravieso de Cáceres, director del Museo provincial y que fue el primero –y uno delos pocos– en acceder y fotografiar dicho verraco), “se encontraba sumamente deteriorada, alhabérsele amputado las patas y parte del morro”, tal vez porque –según decía– en la época romanafue aprovechada como lápida sepulcral; y, mucho más tarde, para afilar herramientas, lo que harebajado el lomo y los flancos con la pérdida consiguiente de parte de la inscripción que tiene.

13

También pudieron mutilarlo mucho más tarde, cuando lo incrustaron en la pared (caso del “Pulvino”de la ermita de S. Bartolo, como les expuse el otro día).

IDA…GEIANII-H.S.E.S.T.T.LCEIA…LI.FVS…Según los estudios de epigrafía que aprendimos en la UEx (con expresiones que se repiten en todaslas lápidas funeraria romanas), se puede transcribir como: Ida, (falta) Angeito (el primermontehermoseño conocido...), de dos años, aquí yace. Séate la tierra leve. La liberta Ceia a su hijose lo dedicó, cumpliendo su voto.

En 1968, yo terminé 6º de Bachiller y me disponía a iniciar los estudios de Magisterio. En laNormal, aunque obtuve Matrícula de Honor en Historia (también en otras asignaturas), noestudiamos nada de Prehistoria…En 1971 termino y, como quedé entre los tres primeros, no tuve que hacer oposiciones e ingresédirectamente en el Cuerpo al año siguiente, en un colegio de Cáceres ubicado junto a la citada cuevade Maltravieso (“La Hispanidad”).Y ese año se inaugura el Colegio Universitario de Cáceres (antecedente de la UEx), matriculándomenocturno en la 1ª Promoción de Filosofía y Letras, sección de Geografía e Historia (a pesar de queyo cursé el Bachillerato de Ciencias). Allí tuve los mejores profesores y compañeros de mi vida. Y,ya en 1º, cursamos Prehistoria: así fue como supe que los “corrales de piedra” de nuestra dehesa(según mi difunto y añorado padre) eran dólmenes, que muy pronto comencé a estudiar y divulgar(“El conjunto megalítico de la dehesa boyal de Montehermoso”. XXVII Coloquios Históricos deExtremadura, 1998).También nos enseñó mi querido D. Marcelino Cardalliaget lo que eran los Verracos vettones pero,por el momento y aunque tenía interés, otros asuntos más cruciales entonces me impidieron analizarel de nuestro pueblo: terminar la carrera a la vez que trabajaba, tres traslados (Hinojal, Puerto deSanta María y Navalmoral de la Mata), una familia numerosa, preparación del Trabajo Fin deCarrera (“Tesina”), que me llevó diez años de investigación, pero que proporcionó la calificación deSobresaliente y la designación como responsable de Estación Meteorológica de la AEMET enNavalmoral, preparar las oposiciones de profesor de Secundaria, que logro a la primera (con unaexcelente puntuación, lo que me permitió continuar en la localidad hasta mi jubilación, en el IESZurbarán).Hace 25 años me nombran por unanimidad de la Corporación “Cronista Oficial” de Navalmoral, loque incrementa mi actividad, al margen de la docencia.Una vez que voy ultimando proyectos y funciones, vuelvo a reiniciar mis trabajos sobre mi pueblonatal, a la vez que me encargan al comenzar este siglo que inicie los trámites para que la fiesta denuestros “Negritos” fuera declarada de Interés Regional: numerosos viajes a Montehermoso yMérida, entrevistas con el Director general de Turismo y el propio consejero (con el que tenía unagran amistad, porque fuimos compañeros de estudio en la UEx); aun sabiendo que no nos loconcederían hasta que no hubiera un cambio de gobierno municipal, como así sucedió (pero yo metuve que enterar por la prensa, aunque Los Negritos, mi gran amigo Juan Jesús –que debería sernombrado Cronista Oficial de Montehermoso, pero ya…– y “Andares” sí me lo reconocieron…).Pueblo inmerso en demasiados y erróneos bulos: los citados dólmenes, La Puente y Fuente delRonco, Los Negritos, la Gorra, Historia, Artesanía, etc. (todos los años presento en los citadosColoquios de Extremadura una ponencia sobre nuestro pueblo). Dejando para el final el asunto que

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tratamos hoy, dada su complejidad: nadie sabía nada (parecía la “omertá” siciliana), ni dentro nifuera de la localidad. Pero la paciencia y la ayuda de buenos expertos amigos o conocidos (caso demi gran amigo y excompañero docente, el doctor en Prehistoria D. Antonio González Cordero, quepublicó en 1988 el primer trabajo sobre este verraco, de acuerdo con los datos de Callejo; o lainvestigadora de CSIC, Guadalupe López Monteagudo, que lo estudió in situ en 1989) me fueronencaminando hacia la meta: a mediados de los años 90 (me informan que en 1996 ya estaba allí) fuevendido por sus poseedores a un conocido coleccionista de Ampudia (Palencia), en cuyo castillo está(colección privada Eugenio Fontaneda).Nadie se preocupó por evitarlo: ni alcaldes o concejales de Cultura, Museo de Cáceres y Patrimoniode la Junta (todos ellos responsables de estos temas). Y, cuando éstos últimos lo hicieron, hace dosaños y tras nuestro interés, ya era demasiado tarde: el “delito” ya había prescrito.Y, entonces, ¿qué nos queda? Pues sólo tres cosas: consolarse con estas imágenes, viajar para verloal castillo de Ampudia (cerca de Palencia) o pactar con su propietario su devolución (aunque en estesupuesto iría al Museo de Cáceres).Yo, como historiador y montehermoseño, he cumplido con lo que me propuse y es mi obligaciónmoral; aunque siento no haberme movilizado antes, pero mi agenda está a tope. Además, mispaisanos tienen derecho a conocer su rico patrimonio.

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LA TAUROMAQUIA EN NAVALMORAL (Y MONTEHERMOSO)

Domingo Quijada González

De acuerdo con los datos que disponemos, así como de los festejos que en este

concepto aún se conservan, Navalmoral fue un pueblo muy taurino antaño. Afición que

ha disminuido en los últimos años, por diversas circunstancias.

Conste que yo NO soy simpatizante de dicho “arte”, pero mi obligación como cronista

es divulgar la historia, tradiciones, acontecimientos, etc., de la ciudad que me dignó

nombrarme. Vayamos al tema: Dichos festejos arrancan desde el siglo XVIII, con los Borbones, cuando el pueblo

toma la iniciativa en la tauromaquia (con las típicas “capeas”), al perder la nobleza la

exclusividad y el interés que antes tuvieron.

Pero, en la segunda mitad de ese siglo, surgen nuevos gustos sociales y culturales

(como el aprecio por los valores estéticos y el refinamiento); por lo que aparecen los

primeros reglamentos (tratados y normas) y una serie de toreros (Costillares, Pedro

Romero y Pepe-Hillo) que serán claves.

Desde entonces, y dependiendo de la mayor o menor evolución de esos dos conceptos

taurinos (donde actúan otros aspectos: antropológicos, etnológicos, psicológicos,

culturales, económicos, sociales, incomunicación...), los espectáculos tauromáquicos

siguen dos derroteros diferentes (cada uno con sus defensores y detractores): las

corridas (con espectáculos de toreo más depurados) o las capeas (pero con el modelo

menos “cruel” que hemos observado en otros lugares). Y, así, desde mediados del siglo XIX encuentro referencias escritas a estos espectáculos,

"que tenían lugar en la Plaza Pública" (entonces, la popular "Plaza Vieja"). Pero será en el

siglo XX cuando tengamos más datos concretos, como vamos a comprobar.

Las fechas preferidas eran las de Septiembre ("según era costumbre…), al combinarse la

festividad de la Virgen de los Dolores (o Angustias) con el fin de la cosecha. En 1901 se repite el espectáculo del año anterior. Leo en el permiso otorgado por la

autoridad que, "según la legislación, la plaza debería estar cerrada, con burladero, y se

prohibía intervenir a mujeres, ancianos y niños"... Entonces, el cierre se conseguía por

medio de numerosos carros y tablas, como en casi todas partes.

El uso festivo era el más habitual. Pero, a veces, como sucedió en épocas pretéritas y

posteriores (muy típico en Franco, imitando a los pragmáticos romanos), la mejor forma

de contentar y tranquilizar a las masas incultas era darles "pan y toros" (o circo, o

fútbol…). Y asevero eso porque observo que, casi siempre que había elecciones

políticas o actos similares, hubo festejos taurinos.

Sin embargo, también celebraban festejos en otras fechas (sobre todo el 15 de agosto,

festividad entonces de la Virgen de las Angustias, o cuando había que calmar o

contentar a las masas...) y en otros lugares: como en los corrales de diferentes Casinos

que entonces existían en Navalmoral (el de Javier Muñoz, el de Simón Marcos, Carlos

Hernández y otros). Pero, a partir de 1908, la nueva legislación afecta a los toros en las zonas rurales

(reglamento y plazas), por lo que los aficionados se quedaron con la miel en los labios.

Aunque, a pesar de esas normas, las autoridades hacían la "vista gorda" cuando les

interesaba (elecciones, crisis políticas, celebraciones, etc.). Después, la situación y

normativa anterior se complica con otros sucesos: bélicos, económicos, sociales, etc. Es

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lo que ocurrió a partir de 1914, cuando se recrudece la Guerra de Marruecos, se inicia la

1ª Guerra Mundial, se extiende la Crisis de Subsistencia (por el conflicto anterior) y

surge la epidemia de gripe de 1918. Tras la tempestad vuelve la calma y, así, con la Dictadura de Primo de Rivera vuelve a

renacer con más brío (para ensalzar al régimen y tranquilizar al populacho). En esa

época, solucionan la carencia de un coso fijo -como era reglamentario- con uno portátil.

Surge, de este modo, la primera plaza desmontable en "Amarnie": en la Feria de Abril

de 1926 (hoy desaparecida) se inauguró esta plaza "habilitada" con carros y maderas

(con capacidad para 2.000 personas), que se instaló en el campo de fútbol de "Amarnie"

(antigua estación de autobuses de Auto-Res, convertido hoy en un bazar). Precisamente,

esa tarde fue cogido el diestro Isidro Lagares, "con heridas de pronóstico reservado"

(quien alternó con los afamados entonces Villalta y Joselito Martín).. Pero, durante los años de la Segunda República (1931-36) no se celebró ni un solo

festejo en Navalmoral, por varias causas: importancia de la ganadería en la actividad

agraria, nuevas ideas favorables a la protección de los animales (sobre todo entre los

anarquistas, tan numerosos en Navalmoral), la crisis que imperaba con pobreza y mucho

paro (los que podían se desplazaban a Talavera y otros lugares), la mentalidad de los

habitantes del Arañuelo, muy influenciada por la castellana, con una débil tradición

taurina (se criaba muy poco ganado "bravo" en las dehesas del término), etc. Aunque leo

que, por esos años, se celebraron algunas capeas en la Plaza de Vázquez (hoy Plaza de

Abastos), donde se habilitaba una plaza de toros con carros: allí se hizo famoso "el tío

de la blusa", que imitaba a don Tancredo (y se tiraban los "soplillos"...).

Como es evidente, mientras la Guerra Civil la tauromaquia brilló por su ausencia (en

esos años hubo otras "corridas" más sangrientas y trágicas...). Después, una vez que se restableció la normalidad y se superaron los "años del

hambre", de nuevo vuelve a resurgir este espectáculo; especialmente en forma de

novilladas y corridas celebradas en plazas portátiles que, una vez que urbanizan los

herederos de "Amarnie", se instalan en otros parajes: zona de San Isidro, al lado de

Brasilia, frente a Cetarsa, junto al Campo de Fútbol, etc. Y, para ello, lo más adecuado

era contar con una organización o planificación acorde con los actos que deseaban

celebrar, cosa que hacen recuperando una Delegación que ya se había distinguido años

antes (en los “felices años veinte”…): la Comisión Taurina Morala, en 1945. Más tarde, a principios del verano de 1985, se crea la "Peña Taurina de Navalmoral",

gracias al interés y esfuerzo de numerosos moralos que sentían una gran afición por la

llamada "fiesta nacional". Organizan festejos, forman su Junta Directiva, etc., que se

encarga de organizar un festejo taurino en la Feria de San Miguel: intervienen el "Niño

de la Capea", Juan Antonio Esplá, Tomás Campuzano, Juan Mora y Fernando Lozano.

Se instaló la plaza en la zona de San Isidro, y constituyó un gran éxito. Instalación que

varían de lugar según los años, como hemos dicho. Hasta que, el 31 de mayo de 2008, se inaugura el Edificio Multiusos, en la avenida de

las Angustias (obra del arquitecto local José Manuel Cerezo, y que se dedicó a la difunta

1ª tenienta de alcalde 'María Victoria Villalba'), una vez concluidas las obras que

comenzaron en el otoño del 2006.

Desde entonces, se han celebrado algunos festejos. Pero la polémica con este asunto

hizo que su número no sea el que algunos esperaban.

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NOTA: para mis paisanos de Montehermoso, muy aficionados a la “fiesta nacional”

(aunque algunos la ataquen…) sabrán que las primera vaquillas se celebraban en la

plaza Morón, luego en una plaza de toros cerrada (ya desaparecida, aunque yo la

conocí en mi niñez) que Juan Antonio Garrido (“Carita”) levantó frente a la ermita del

Cristo, más tarde en el “lagar” de aceite de tío Eladio Ruano (camino o cañada de

Santibáñez), a continuación en plazas portátiles instaladas cerca de la subestación

eléctrica y el “charco” del arroyo del Pez, después se corren vaquillas por las

proximidades de San Sebastián hasta el pozo “Encima”, finalizando en estos últimos

años con la celebración de los festejos en el Edificio Multiusos (junto al Polideportivo).

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EL FAMOSO ECLIPSE TOTAL DE SOL DEL 28-5-1900

Domingo Quijada González A Tinín Serrano Cerezal, que en paz descanse… En primer lugar, disculpen los que ya conocen algo del tema, ya que lo expuse en los pasados XXIV Coloquios del Campo Arañuelo. Pero hay personas que no pudieron asistir y me piden que les haga, al menos, un resumen, al que también tienen derecho… Durante muchos años los eclipses estuvieron rodeados de misterios, supersticiones y augurios casi siempre nefastos. Hoy forman parte de la Ciencia como algo natural: la ocultación transitoria, total o parcial, de un astro debida a la interposición de otro: Sol, Tierra y Luna. Pueden ser de tres clases: totales (caso del que vamos a exponer), anulares (como el del 3 de octubre de 2005) y parciales (según pudimos apreciar el año pasado, concretamente el 21 de agosto de 2017, a las 21 horas). Como es lógico, a lo largo y ancho de la Tierra, ha habido incontables eclipses totales pero, como es evidente, son muy raros en un lugar determinado. Sin embargo, antes o después se presentan, tal y como sucedió en la fecha señalada del 28 de mayo de 1900 en el Norte de Extremadura y otra franja de España (ver mapa), de 70 km. de ancho y 80 segundos de duración. En nuestra Comunidad, entró por la Sierra de Gata, continuando por el valle del Alagón (Coria y Montehermoso incluidos), Plasencia y gran parte del Valle y de la Vera, Campo Arañuelo (con Navalmoral al frente, como es natural), prosiguiendo hasta Elche. Pero, como es comprensible, la Asociación Astronómica Internacional eligió dos lugares en nuestra región para observarlo y estudiarlo, Plasencia y Navalmoral, ya que disponían de ferrocarril para desplazar el personal (expertos y curiosos) y material necesario. En Plasencia, el lugar elegido fue El Berrocalillo (junto al entonces camino y hoy carretera de Montehermoso), por ser un lugar elevado y de fácil exceso (por cierto, fotografiaron a un paisano que caminaba en esos momentos por allí…). Mientras que en la capital del Arañuelo optaron por algo similar, pero en este caso en los Cerros: Dehesa de Arriba o Berrocal, junto al camino de Millanes o de “Las Cuestas”, paralelo a la actual carretera de Valdehúncar (que entonces no existía), el lugar de mejor acceso entonces por hallarse empedrado (hoy muy abandonado…). Estuvo en Navalmoral el profesor de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central D. Manuel Gil quien, en compañía de astrónomos y profesores ingleses (la Asociación Británica de Astronomía envió una expedición aquí, comandada por T. Weir), franceses, irlandeses y españoles, observó y fotografió el eclipse. Periódicos, como “El Imparcial”; y las revistas más importantes de la época, caso de “Nuevo Mundo” y “Blanco y Negro”, publicaron sus crónicas e imágenes: cuyos originales se conservan en la Hemeroteca Nacional de Madrid, en donde pude obtener la información y copias necesarias para elaborar este trabajo, gracias a la información que me facilitó aquel gran moralo y amigo que fue Tinín Serrano Cerezal… “La fiebre por observar tan extraordinario fenómeno astronómico desde la zona de oscuridad hizo que, el día antes del eclipse, se hubieran vendido más de cuatro mil billetes de ida y vuelta de Madrid a Navalmoral de la Mata (Cáceres) en vagones de trenes de primera, segunda y tercera clase, al precio de 3 pesetas para grupos de más de tres personas. Pero el día del eclipse se desbordaron todas las expectativas y, ante la enorme demanda, se expidieron nuevos billetes con un recargo de hasta el 25 por ciento sobre su precio original. A primera hora de la mañana partieron desde la antigua estación de Delicias tres trenes hacia Navalmoral, con más de un millar de pasajeros cada uno de ellos. Tras los tres

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primeros trenes, un cuarto tren de lujo, con más de 400 viajeros, y un quinto con más de mil, abandonaron ese lugar. Esa franja del territorio español fue considerada como una de las mejores para ser observado dicho fenómeno, tanto por sus condiciones meteorológicas como por la ventaja que suponía la baja altitud del sol en el momento de su ocultación y la larga duración del evento”… …“Se aproxima la hora en que ha de verificarse el fenómeno. La ansiedad es inmensa. Reina un profundo silencio. Miles de personas tienen la vista fija en el cielo. A las tres en punto comenzó e! eclipse, advirtiéndose su fantástica presencia por una sombra débil en la parte inferior del disco, que avanza rápidamente, obscureciendo el astro luminoso. Una espesa penumbra envuelve el paisaje. Parece que anochece. El espectáculo resulta grandioso… Al comenzar el eclipse, no había más que una cigüeña en cada uno de los nidos que hay en la torre de la iglesia, pero a las 3h:39m vuelven todas a sus nidos. Las ovejas, dentro de sus rediles en el campo, se muestran inquietas al llegar la máxima fase del eclipse y balan casi todas. También el ganado vacuno revela desasosiego y los vaqueros lo contienen, pues tratan de desbandarse. Las abejas, al llegar el momento culminante, se alborotaron y mudaron de lugar... El primer rayo de Sol ha producido emoción vivísima. El gran disco solar ilumina los lejanos horizontes que abarca nuestra vista. El pintoresco valle que domina las alturas del cerro reaparece a nuestra vista cubierto de verdor y tonos suaves. El tiempo es bello. La temperatura deliciosa. El eclipse se ha realizado con puntualidad matemática. El fotógrafo Compañy ha obtenido muchos clichés de las fases del fenómeno. Los expedicionarios abandonan los puntos da observación. Navalmoral está en plena romería. Los que tienen billete para el primer tren se disponen a regresar. Aparte del interés científico del fenómeno físico, el día de hoy será de gran recuerdo para Navalmoral. Tan extraordinario ha sido el número de forasteros y tanta la alegría y la animación que ha reinado durante toda la tarde”. Nota: Gracias a una de las fotos que presento, donde aparece un grupo junto a una columna desmochada de su cruz, por su capitel pude descubrir dónde se halla la antigua y famosa “Cruz de la Ermita” (en el Cementerio de Navalmoral, restaurada en 1938) de la que les hablaba el otro día (también se observa parte de la ermita sin torre).

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EL COMPORTAMIENTO ANIMAL Y LA METEOROLOGÍA

Domingo Quijada González

Al igual que el hombre, los animales son capaces de presentir, a corto plazo, las

modificaciones del tiempo presente; ya que su actitud está condicionada, en cierto

modo, por los cambios meteorológicos que se producen en la atmósfera.

Es más, debido a su irracionalidad, el comportamiento es manifiestamente comprobable;

más llamativo que en los humanos, sobre todo en ciertas especies.

Debemos aclarar que, ellos, desconocen la dinámica atmosférica. Es decir, no saben,

conscientemente, el tiempo actual o venidero. Lo que ocurre es que la incidencia de los

factores que influyen en el tiempo climatológico (presión, temperatura, humedad,

vientos, lluvia, cargas eléctricas, etc.) sobre sus ramificaciones nerviosas, el

desarrollado instinto que poseen (básico para la supervivencia) y las reacciones físico-

químicas que se producen en los diferentes aparatos de su organismo, especialmente si

esos factores cambian bruscamente (incluso ligera pero gradualmente), originan una

notable modificación de su comportamiento.

Como ocurría con los humanos, hay diferencia entre unas especies y otras. Siendo más

ostensible en ciertos seres: insectos sociales, por ejemplo.

Esto fue comprobado por el hombre que, al carecer de conocimientos científicos y de

otros métodos para predecir, incorpora la biometeorología animal a su rico repertorio

popular: por eso, en el pasado, los pastores estaban considerados como los mejores

“hombres del tiempo”. Veamos ciertos casos significativos, con su explicación

científica, y que podemos comprobar detenidamente:

A) Síntomas de Lluvia

Casi siempre está relacionado con el descenso de la presión atmosférica y el incremento

de la humedad.

. Las ranas croan más de lo acostumbrado, especialmente en las horas centrales del día:

ya que salen del agua cuando hay humedad abundante, idónea para ellas.

. Relacionado con el mismo tema, sapos y culebras aparecen en los caminos: como

sucedía con las ranas, los anfibios y reptiles tienen un nivel de evaporación cutánea y,

cuando las condiciones higrométricas les son desfavorables, se ocultan; o salen, cuando

la humedad les beneficia. Ya sabemos que, para que llueva, se necesita un grado de

humedad elevado, básico para que se produzca la condensación y saturación.

. Igualmente, aumenta la presencia de lombrices: incluso salen de la tierra, horadando la

misma para favorecer el drenaje, evitando así la muerte por "ahogamiento". Este

ejemplo viene condicionado por la época del año y la humedad relativa del momento.

. Sobre los peces puede observarse que, cuando se aproxima la borrasca, "saltan" fuera

del agua anormalmente, de forma distinta a como nos tienen acostumbrado. También

tiene su explicación: hay mayor presión dentro del agua que fuera, hay una

descompensación brusca que necesitan equilibrar.

. En otros casos se van al fondo del agua, por la misma razón anterior, para compensar.

Esto lo saben muy bien los aficionados a la pesca ya que, en esas ocasiones, no suelen

picar el cebo, o lo hacen mal.

. Los gallos cantan a deshora, al romperse el equilibrio de presión y aumentar la

humedad. Estos animales se alteran a la menor anomalía o cambio, ya que son muy

sensibles a las variaciones.

. Las gallinas se meten en el gallinero, o se agrupan en los rincones, debajo de los

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coches, etc. Aquí podríamos aplicar aquello de "cada tonto con su tema"... Es decir, a

ellas también les afecta el descenso de presión y el aumento de humedad, reaccionando

de otro modo que el gallo.

. En otros casos, las aves anteriores escarban mucho, buscando lombrices u otros

alimentos de la tierra. Tal vez, porque sienten los descensos isobáricos y quieran

alimentarse antes de que sea tarde.

. O se "espulgan". Aunque, en este caso, la bajada de presión afecta a las huecas plumas,

que actúan como auténticos barómetros.

. Y, ya que estamos con aves y con comportamientos varios ante la presencia de una

borrasca, los pavos "reales" gritan y de agitan.

. Algo parecido le ocurre a los gansos, que graznan sin cesar.

. O a los patos, que agitan las alas sin salir del agua, cuando se aproxima la lluvia. Por

las mismas razones que los anteriores.

. Y al resto de las aves que, en vuelo, tienen un comportamiento inusual, ya que se

alteran con la bajada de presión. Además, este cambio produce variación de los vientos,

de las corrientes de aire por donde ellas se desplazan.

. Los gorriones y palomas se "bañan" en los charcos, tal vez para comprobar la

impermeabilización de sus plumas, antes de que sea tarde. También, al hacer acto de

presencia el frente cálido, avanzadilla de la borrasca.

. El vuelo rastrero de golondrinas y murciélagos. Ya que al bajar la presión

atmosférica, fundamental (aunque no única) para que se produzcan las precipitaciones,

descienden para compensar. Además, como se alimentan de insectos, y a éstos les

ocurre lo mismo, tienen más motivo para aproximarse a tierra.

. Algo parecido les ocurre a las libélulas, por las mismas causas, que vuelan "como

locas" a ras de agua.

. Los murciélagos chocan con los muros, al alterarse su sistema de detección

. Las abejas se encierran en sus panales, cuando sienten la cercanía de la borrasca.

. Ante la presencia de una borrasca, incluso antes de que llegue (cuando comienza a

bajar la presión), las hormigas levantan una especie de cono volcánico sobre su

hormiguero, a la vez que sacan los residuos del mismo: para evitar la entrada de masas

de agua que puedan inundarlo, a la vez que favorecen el drenaje.

. Las moscas y mosquitos "pican" mucho, sobre todo si la lluvia va asociada a una

tormenta: en estos casos las masas de aire, al calentarse, ascienden, rozando con otras y

generando electricidad (que es la causante de la tormenta); estos insectos se cargan con

la misma y, para liberarse de ella, se posan o pican (necesitan "masa") para descargar.

. Los perros se comportan de modo anormal, y parece que "muerden" la hierba. Sobre

todo si hay cambio brusco de presión.

. Los gatos se "lavan" mucho, sobre todo al presentarse el frente cálido que antecede a

la borrasca.

. Este mismo animal, cuando va a llover, se pasa una pata por detrás de las orejas: para

eliminar el exceso de humedad.

. Las vacas y caballos se lamen y resoplan con ímpetu: por las mismas razones que

antes, para soltar la humedad.

. Por idénticos motivos, los asnos rebuznan, sacudiendo las orejas.

. Y las ovejas tienen la lana húmeda, por el exceso de humedad. Aunque este caso

también ocurre cuando hay niebla espesa.

. El ganado, en general y por causas similares, se sacude y se muestra manso.

. O come más de lo acostumbrado, como si quisiera prevenir...

. Las vacas se apoyan contra la pared, dando la espalda o grupa a la borrasca, ya que no

soporta en sus fosas nasales (de por sí ya muy saturadas) los húmedos vientos atlánticos.

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. El ganado bovino se "topea", tanto las hembras como los machos, al alterarse con la

bajada de presión.

. Estos mismo animales "cencerrean", y por idénticas causas.

. Las vacas, cuando se aproxima la borrasca, sacuden las patas por la mañana: ya que

tiene exceso de humedad, lo que no soporta.

. Las cabras, en las mismas circunstancias, se suben a las rocas; ya que no soportan el

agua en las pezuñas, pues les afecta mucho la enfermedad del "pedero".

. Otras veces, ese mismo animal, no quiere salir del establo: es como si se "oliera" lo

que va a suceder. Es decir siente la perniciosa –para ellas– humedad.

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El castillo fortaleza, casa de la encomienda de Lobón

Manuel García Cienfuegos Cronista Oficial de Montijo y Lobón

En el año 712, el ejército musulmán, procedente de África, al mando de Musa Ibn Nusayr, llega a las puertas de Mérida, asediando la ciudad y asolando el término. La invasión árabe produce consecuencias muy negativas en las alquerías y villas, al ser muchas de éstas abandonadas y expuestas al continuo saqueo. Los árabes, no obstante, introdujeron bienes nuevos y servicios. Impusieron un nuevo modelo de pesos y medidas. La agricultura se vio incrementada con nuevos cultivos y novedosos sistemas de riego. La ganadería también vio la huella árabe, como la oveja merina e importantes razas de caballos, mulos y asnos. Sin olvidar las artes de la albañilería y la artesanía de la cerámica y el cuero, entre otras1. El territorio que pertenecía a la jurisdicción administrativa de Mérida, tanto durante la etapa romana y a lo largo del periodo denominado Antigüedad tardía, siguió también durante el dominio islámico de la región, coincidiendo esta última etapa histórica con el de la dinastía omeya de al-Andalus, que se prolongó en la península ibérica desde la proclamación del emirato por ‛Abd al-Rahman I en el 756, hasta su cruenta desaparición en el año 1031. Sin embargo, Ibn Marwan, en el año 875, ocupó el Cerro de la Muela, situado a orillas del río, allí fortificó su cerca, levantó mezquitas, y la dotó de instalaciones, naciendo una capital de un pujante reino que en poco tiempo se convirtió en el más potente del todo el territorio. Había nacido Badajoz. La comarca, con la fundación de Badajoz, cambió, convirtiéndose en zona de paso y corredor de tropas.

Lobón según el pintor italiano Pier María Baldi, en el viaje de Cosme de Médicis (1668-1669), lámina XLIV, donde puede verse el castillo-casa de la Encomienda Lobón va a ser protagonista de un episodio que lo relaciona con su castillo, que, por aquellos tiempos, año 1169, ya había sido referenciado por al-Idrisi, alzado sobre el Guadiana, a medio camino entre Badajoz y Mérida, en el que se habían guarnecido un

1 CARDIALLAGUET QUIRANT, M.: Historia de Extremadura. Badajoz 1993. p. 79.

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grupo de mercenarios de Geraldo Sem Pavor, ordenando el general almohade Abu-l-Ala b. Azzun, cercar la fortaleza, asaltarla y hacer cautivos a sus defensores2. El hecho se enmarca dentro del asalto que las tropas portuguesas mandadas por el rey portugués Alfonso Enriquez realizaron sobre la ciudad de Badajoz. Aún quedaban algo más de sesenta años para que las tropas cristianas del rey Alfonso IX de León conquistaran Mérida y Badajoz y fuesen entregados estos territorios a la Orden Militar de Santiago. Regresando a la casa Encomienda -castillo- en la que residió el comendador Diego de Alvarado, para dar preeminencia a su lugar de residencia, mando destruir en Montijo una casa de morada con su torre que solía aver en tiempo de Juan Chacón, comendador, y en tiempo de Fernando D’Arse3. En la fortaleza de Lobón fijó su fundador sus credenciales “está un escudo de armas de Diego de Alvarado, comendador que fue de la dicha villa, el qual diz que hedifico la dicha torre e todo lo que en ella esta fecho”4. A finales del siglo XV, la fortaleza de Lobón tiene su estructura definida y las obras que se realizarán serán mejoras en sus aposentos, algunas dependencias nuevas y reparaciones en los muros y almenas, “es edifiçio muy onrrado y de muy buenos muros, todo fecho de piedra manpuesta; en la qual ay aposentamiento y muy bueno, tiene dos bóvedas de albañilería, y en la boveda baxa tiene un aljibe muy bueno, y al pie de la escalera de la dicha torre, tiene una çisterna para recoger agua para la servidumbre de la casa”5. El castillo, básicamente, se componía de una barrera defensiva en cuyo interior se encontraba la torre del homenaje y las dependencias residenciales. Si bien, los visitadores santiaguistas, en 1498, se refieren a otra barrera exterior “el dicho Diego de Alvarado comendador que fue, mando fazer alderredor de la dicha torre algunos aposentamientos para gente y barreras y baluartes

a su costa, fizose de tierra muerta y de que fueron las pazes, como no se sostuvo cayose; no se haze aquí mención de lo tornar a reparar porque costaria mucho y por agora no es menester”6. En 1494 se estaban levantando, junto a la torre del homenaje, hacia la parte que daba al río, una cocina y despensa. En 1498 la obra estaba terminada, habiéndose construido en la cocina una chimenea y además un establo pequeño. También en ese año se ordenaron hacer almenas a la torre por carecer de ellas. Obras que en 1501 estaban terminadas7. La torre del castillo tuvo tres plantas: la primera, sin comunicación con el exterior, estaba divida en cuatro zonas, una para la bodega, otra servía de aljibe y dos pequeños departamentos para harina y sal. Una bóveda de ladrillo separaba esta planta de la segunda, que estaba dedicada a residencia y tenía la techumbre de madera de pino. Sobre esta planta se alzaba una tercera, también con bóveda, dividida en cámara y recámara. Una escalera interior permitía el acceso a las tres plantas8. Sobre la puerta de acceso a la torre había “una piedra grande de aliox, en que están dos figuras, a cavallo la una que es de Señor Santiago e la otra es un cavallero, hincado de rodillas delante de él, teniendo el cavallo por la rienda; e al un lado de la dicha piedra, está un escudo de armas de Diego de Alvarado”9. Debajo estaba la inscripción, “ecce servum tuum domine. Año del Nacimiento de Nº Señor Jesucristo de 1475. Mando fazer estas obras don Diego de Alvarado, Comendador de Lobón e Puebla e Montijo”. Los visitadores santiaguistas describen, en el año 1494, el armamento que “estavan en la dicha casa una dozena de paveses, de ellos eran del dicho comendador e de ellos enprestados, hallaronse nueves

2 TERRÓN ALBARRÁN, M.: Historia política de la Baja Extremadura en el período islámico. Historia de la Baja Extremadura. Tomo I. Badajoz 1986. p. 429. 3 RUIZ MATEOS, A.: Arquitectura civil de la Orden de Santiago en Extremadura. La Casa de la Encomienda. Su

proyección en Hispanoamérica. Badajoz. 1985, p. 118. 4 GARRIDO SANTIAGO, M.: Arquitectura militar de la Orden de Santiago en Extremadura. Mérida 1989, p. 181. 5 ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE BADAJOZ (AHP). Sección Órdenes Militares. Santiago. Libro 1103-C. Año 1498. M.F. 34. 6 Ibidem. 7 GARRIDO: Op. cit. p. 182. 8 Ibidem. p. 183. 9 AHP. OOMM. Santiago. Libro 1101-C. Año 1494. M.F. 33.

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espingardas, las quatro del dicho comendador e la çinco emprestadas; hallaronse siete basllestas de açero, grandes e pequeñas, mal encavalgadas; e asy mismo por el dicho comendador, avia hasta cient pasadores dos sebratanas de frusleras e un trueno de hierro, que son del dicho comendador, un çurron de polvora que abra hasta media arroba”10. La justificación de este armamento proviene desde la construcción del castillo por Diego de Alvarado, del que cuentan las crónicas que fue nombrado capitán general de la frontera de Extremadura, y luchó junto al maestre Alonso de Cárdenas en el encuentro armado que se produjo cerca de Mérida, en el paraje denominado La Albuera, en el que las tropas castellanas derrotaron a las portuguesas del obispo de Évora. Consta que Cristóbal Bermúdez, capitán de Enrique IV fue mandado decapitar en Lobón por Fernando el Católico, por apoyar a Enrique IV frente a Isabel la Católica y al arzobispo de Toledo Carrillo11. Era el mes de febrero de 1479, y se abría la puerta para el fin del conflicto entre los partidarios que defendían los derechos sucesorios de la reina Isabel la Católica, frente a los seguidores de Juana la Beltraneja y las tropas portuguesas de Alfonso V. Las negociaciones para la paz, concluyeron en la firma del tratado de Alcaçovas en septiembre de ese mismo año12. La participación en estas confrontaciones se pone de manifiesto en la visita que la Orden de Santiago realiza a Lobón en el año 1498 “tiene abaxo, pegado a la torre un establo pequeño y ençima una cozina, muy buena con chimenea, la qual mando fazer Juan de Alvarado, comendador que a la sazón es, en el tiempo de las guerras pasadas entre Castilla y Portugal”13. El 9 de mayo de 1551, en la visita que realiza la Orden a la villa, no hay ninguna descripción del castillo, por “el dicho corregidor e regidores dixeron que la dicha villa de Lobón está desmembrada, y apartada y sacada de la Orden de Santiago de donde emana el poder que el dicho visytador trae”14.La desmembración se efectuó en Valladolid el 5 de febrero de 1550, el traslado se realizó en las Casas de Perales el 28 de febrero de 1550. La villa de Lobón, un año después, es vendida a doña Elvira de Figueroa, condesa de Puebla del Maestre. Las noticias de las crónicas santiaguistas, en 1515, narran que los comendadores ya no residen en el castillo ni en la villa, “es comendador de la encomienda de esta villa Gonçalo Ruyz de la Vega, el qual no se hallo en la dicha villa presente por estar e residir en la corte de Vuestra Alteza”15. Cinco años antes de ser vendida la villa, en 1546, el viajero Gaspar Barreiro escribía sobre la villa “Lobón es una villa de Maestrazgo de Santiago de 300 vecinos más o menos, con una fortaleza asentada a un otero que se asoma a las orillas del Guadiana, que le pasa por sus raíces, con las aguas del cual es muy fresca y temporal”16. Desconocemos el papel que la fortaleza desempeñó en las confrontaciones de la Guerra de Secesión, Sucesión e Independencia. En la lámina XLIV del viaje de Cosme de Médicis por España y Portugal (1668-1669), se aprecia en su dibujo, portada de este libro, la torre y almenas de la casa fortaleza que construyó Diego de Alvarado, aparentemente en buen estado. Pascual Madoz, a mediados del siglo XIX, dice que el castillo se ve desmoronado.

10 Ibidem. Los paveses eran escudos oblongos que cubría casi todo el cuerpo del combatiente y la espingarda era una escopeta de chispa, muy larga. 11 BENITO RUANO, E.: Canales y Perales, un episodio de las rebeldías del Arzobispo Carrillo. Anuario de estudios medievales. Instituto de Historia Medieval de España. Barcelona 1965. Agradezco esta aportación al sacerdote José Antonio Espejo Zamora. 12 VV.AA. Extremadura, la Historia. Tomo I. Badajoz 1997. p. 212. 13 AHP. OOMM. Santiago. Libro 1103-C. Año 1498. M.F. 34. 14 RUIZ: Arquitectura civil… Op. cit. p. 119. 15 AHP. OOMM. Santiago. Libro 1109-C. Año 1515. 16 NAVARRO DEL CASTILLO, V.: El pueblo Lyco (Lobón) a través de la Historia. Revista de Estudios Extremeños. Tomo XIX-1-Badajoz 1963, p. 70.

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Plano de situación del castillo, tomado de Manuel Garrido Santiago, “Arquitectura Militar de la Orden de Santiago en Extremadura”, Mérida 1989, p. 178.

Es el Archivo Municipal el que nos lleva a la sesión celebrada por la Corporación Municipal, en julio de 1886, en la que se acuerda poner en conocimiento del Delegado de Hacienda, siguiendo instrucciones del Gobernador Civil, “del estado ruinoso en que se encontraban las tres paredes del que había sido Castillo, situadas en el Ejido de esta población, hace temer

un desplome que pueda ocasionar desgracias en la calle del Castillo del cual tomó ésta su nombre por su proximidad, al deteriorado torreón, bajo del cual pernoctan casi todos o todos los transeúntes”17. El expediente sobre el castillo, días después del anterior acuerdo, vuelve a ser tratado a instancias del Juzgado Municipal, que daba traslado de una providencia del de Instrucción del Partido, pidiendo informes acerca de la naturaleza y carácter en que se haya tenido por la Corporación y los vecinos sobre el terreno que circuye el castillo, sí en dicho terreno se han sacado o no, y en qué épocas, piedras y materiales de antiguas edificaciones por los vecinos sin oposición de autoridades y particulares. La respuesta del consistorio municipal fue:

17 ARCHIVO MUNICIPAL DE LOBON (AML). Legajo 32, Carpeta 6. 18/VII/1886. Era alcalde Manuel Álvarez Aunión

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El llamado castillo y terreno que lo circunda o rodea ha sido y es tenido por el vecindario y la municipalidad como sobrante de la vía pública y por tanto como bienes de propios; cuya circunstancia se corrobora y comprueba de una manera que no deja lugar a duda con las concesiones hechas por éste y anteriores Ayuntamientos de terreno para edificar casas en la inmediaciones de que se dice castillo, las cuales han dado por resultado la creación de la calle del Castillo, del cual tomó ésta su nombre que se encuentra situada a unos 25 metros próximamente de los tres únicos paredones que en la actualidad existen en estado ruinoso del edificio de referencia. En todas las épocas y sin permiso ni oposición de autoridades ni particulares se han sacado por estos vecinos piedras y materiales del terreno anejo o inmediato a las ruinas del castillo, siendo un recurso con que cuentan los braceros de esta localidad para los tiempos calamitosos y de lluvia, en los cuales hacen excavaciones de las que extraen materiales que después venden en uso del derecho adquirido por la costumbre transmitido de generación en generación. Por último, se prueba terminantemente que la propiedad que nos ocupa es de la exclusiva pertenencia de estos propios por la circunstancia de no haber estado amillarado a nombre de ningún particular18.

Por una escritura de la venta de una casa19, en 1906, conocemos que parte del castillo seguía aún en pie. El arqueólogo José Ramón Mélida20, en su Catálogo Monumental de España, provincia de Badajoz (1907-1910), dijo del castillo “debió ser una fortaleza muy importante, pero hoy se encuentra casi destruida. Su fabricación es de mampostería y se aprecia que en su interior hubo dos pisos, el inferior con ladrillos y el superior con entramado, de cuyas maderas se conservan restos en los mechinales del muro occidental”. En los primeros días de 1916 los ediles autorizan demoler el castillo cuando las obras municipales precisen piedras21, mostrando así su insensibilidad ante la historia y el patrimonio de Lobón. El 15 de diciembre de 1937, en plena guerra Civil, la Comisión Gestora del Ayuntamiento aprueba una solicitud presentada por José Lanot Asensio, jefe local del servicio de anti aeronáutica, en la que pedía se construyese una torrecilla en el castillo para puesto de vigía22. Hoy quedan del castillo, sede del comendador, restos de un muro y algunos cimientos, en un pequeño solar en el que se instaló, el 7 de junio de 1967, un Vértice Geodésico, al ser el punto más alto de la fuerte ladera que existe en la orilla izquierda del río Guadiana y estar dentro de un corral propiedad del Ayuntamiento, que indica la altura exacta de este punto sobre el nivel del mar.

18 Ibidem. 5/VIII/1886. 19 Se trataba de una fragua y su terreno que había sido tomado del solar del castillo. 20 Supo imprimir a la arqueología nuevos aires en sintonía con los principios positivistas y científicos. Dirigió el Museo Arqueológico nacional y las excavaciones de Mérida, sacando a la luz, entre otros monumentos, el teatro romano. 21 AML. Legajo 86, Carpeta 1. 18/I/1916. 22 AML. Libro de Actas. Tomo XXXII. Años 1936-1940.

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Aquí estuvo el castillo de Lobón. Solamente queda de él un pequeño muro (Travesía calle del Castillo, calle Palomas y calle Castillo) .

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El Canal de riegos de la Vega de Montijo (año 1933)

M. García Cienfuegos Cronista Oficial de Montijo y Lobón

Transcurría el año 1933, se celebraban las fiestas del Carnaval, cuando el ingeniero toledano Manuel Díaz-Marta Pinilla (1909-1998) veía desde el Balcón de Extremadura (Lobón), lo que sería la Vega de Montijo, con el encargo de realizar el proyecto: “Riegos en las Vegas Bajas de Extremadura, el canal de Montijo”, solicitado desde la sección: “Obras y Servicios del Cíjara”. Proyecto que contemplaba los terrenos regables, la importancia de los canales, la distribución de cultivos y la descripción de las obras de la presa de Montijo, derivaciones y acequias. Una vasta empresa para el engrandecimiento de la comarca, según afirmó Díaz-Marta en los años centrales de la II República, dentro de la política hidráulica del ministro de Obras Públicas, el socialista Indalecio Prieto. Proyecto que sería silenciado en los años de la posguerra, siendo la base con algunas reformas para el llamado Plan Badajoz.

CANAL DE RIEGOS DE LA VEGA DE MONTIJO Así describía el proyecto del Canal el ingeniero Manuel Díaz-Marta Pinilla, “Este canal es el primer objetivo del plan de obras después del pantano de Cíjara; su construcción y la de la red de acequias complementarias, deben de llevarse de tal modo que sirvan para utilizar el caudal regulado por el pantano de Cíjara, apenas la presa alcance altura suficiente para comenzar la regulación.

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La vega que denominamos de Montijo tiene una extensión de 15.200 hectáreas, todas en terreno llano y de excelente calidad, pertenecientes a los términos de Mérida, La Garrovilla, Torremayor, Puebla de la Calzada y Badajoz. El primer proyecto de canal se ha circunscrito, por tanto, hasta el encuentro con la ribera del Alcazaba. La siguiente zona se pondrá en riego mediante la prolongación posterior de este canal por otro trozo que comprenderá desde la ribera de la Alcazaba a la frontera portuguesa. La de la margen izquierda se dominará con un canal (Posterior Canal de Lobón) que arranque de la misma presa de derivación del canal de Montijo. El Canal, decía Manuel Díaz-Marta en 1933, tiene una capacidad inicial de 14,26 m3. La sección es trapezoidal, con calado uniforme de 2,50 metros, banquetas de 0,50 y taludes en general de 1x1. En el origen tiene una anchura en la base de 6,50 metros que va disminuyendo a medida que necesita transportar menos caudal. El canal discurre siempre por el contacto de la planicie que constituye la vega con el terreno más inclinado de formaciones geológicas anteriores.

Como el terreno es de buena consistencia se construirá la sección sin revestimientos, con la capacidad suficiente para las necesidades actuales, aunque algo aumentada en los últimos kilómetros, con el fin de que estas secciones, revestidas con un revestimiento liso que aumente la velocidad del agua conducida, sirvan para el transporte de los caudales mayores que han de necesitarse cuando se construya la prolongación del canal para regar la zona II. Al mismo tiempo que el canal se construirá con los productos de la excavación un camino de servicio de cuatro metros de anchura, paralelo e inmediato a él, de gran utilidad para las reparaciones, obras e inspecciones, y que servirá además como una nueva vía comercial de la zona”. Manuel Díaz-Marta señaló que en el canal de Montijo se trabaja con actividad antes de 1936. Las excavaciones del canal llegaban cerca del pueblo de Torremayor. Si bien la presa

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de derivación no se había iniciado y naturalmente no había zonas de riegos, se estaba preparando su construcción, así como las de otras auxiliares para el regadío.

COMIENZOS DEL PLAN BADAJOZ. Finalizada la guerra que enfrentó a los españoles, el 20 de diciembre de 1940, el Diario Hoy ofrecía a los lectores esta noticia “en menos de tres años estará construido el canal de Montijo. Tendrá 30 kms y se invertirán 18 millones ptas. La ejecución se emprenderá con las Colonias Penitenciarias”. La noticia desarrollaba la propaganda franquista del momento: “El Consejo de Ministros ha declarado de urgencia la obra, cuya construcción se va a acometer con las Colonias Penitenciarias Militarizadas, esa magnífica obra de redención que tan importantes construcciones está llevando a cabo bajo el Patronato directo del Caudillo”. En este contexto el ingeniero Manuel Díaz-Marta decía que “las discordancias entre la política hidráulica del segundo tercio del s. XX y las del primero, pueden explicarse teniendo en cuenta los condicionamientos de la época: El gran impacto de la política hidráulica del primer tercio del siglo y del Plan Nacional de Prieto en los que dirigieron esa política desde el año 1940, porque los ejemplares del Plan fueron arrojados a las llamas. Poco después, los que quedaron, fueron considerados como la Biblia para lo que quedaba por hacer”. Hoy, nuevamente me reafirmo en lo que dije en la Ponencia “Las obras hidráulicas en la provincia de Badajoz. El proyecto del ingeniero Manuel Díaz-Marta sobre los riegos de las Vegas Bajas y el Canal de Montijo”, que presenté en los XLV Coloquios Históricos de Extremadura celebrados en septiembre de 2016, “La incomprensión del presente nace fatalmente de la ignorancia del pasado. Pero no es, quizás, menos vano esforzarse por comprender el pasado, si no se sabe nada del presente” (Marc Bloch). NOTA. Las dos primeras imágenes pertenecen al proyecto del ingeniero Manuel Diaz-Marta (año 1933) las tres últimas han sido tomadas de la Fototeca de la Diputación Provincial de Badajoz. Este artículo es un resumen de lo expuesto en los XLV Coloquios Históricos de Extremadura (Trujillo), bajo el título “Las obras hidráulicas en la provincia de Badajoz. El

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Los judíos en la villa de Las Broças

Francisco Rivero Domínguez

La villa cacereña de Las Brozas no fue una excepción en el campo de la

interculturalidad de sus habitantes. En la villa, como en casi todas las de Extremadura

hubo una comunidad cristiana, otra musulmana y una judía.

El estudioso del mundo judío en Extremadura es, por excelencia, Marciano Martín

Manuel, más conocido como Marciano de Hervás, a quien me encontré recientemente

en el VI Congreso del Mundo Judío en Zamora. Ha estudiado las poblaciones de judíos

en Hervás, Coria, Granadilla, Plasencia y Trujillo. A la capital castellano-leonesa le

llevó a presentar su novela “La llama azul”, con un tema apasionante del judío

imaginario en la historia y en la narrativa extremeñas. Llevó un solo ejemplar de su

libro “Abraham Zacuto, el astrólogo de don Juan de Zúñiga”, publicado en 2010.

Marciano estudia principalmente a don Juan de Zúñiga en el cuatrienio de 1485 a

1488 que es cuando rige los destinos de la Orden Militar de Alcántara y fue su último

maestre. Le acompañaban en sus cortes de Alcántara, Brozas, Zalamea de la Serena y

Villanueva de la Serena otros grandes personajes de la talla de Elio Antonio de Nebrija;

su hijo Marcelo, comendador de la Puebla, y el astrólogo el judío Abraham Zacuto. Fue

don Juan de Zúñiga un hombre de letras y también de armas al participar en marzo de

1487 de la conquista de Vélez - Málaga y también de la fortaleza de Málaga ciudad.

Precisamente para la conquista de estos territorios musulmanes de la Península,

Marciano de Hervás indica que los Reyes Católicos solicitaron impuestos “a las

comunidades hispanomusulmanas residenciadas en los episcopados de Coria y de

Plasencia. Tuvieron que satisfacer a la Corona de Castilla las gabelas extraordinarias

para ayudare en la financiación de la campaña bélica contra sus correligionarios

musulmanes del Reino de Granada”, según se cuenta en el Archivo General de

Simancas, había poblaciones musulmanas en Brozas y otras localidades cercanas como

Alcántara, Ceclavín, Valencia de Alcántara, Cáceres y Trujillo, entre otras.

Igualmente había comunidades judías en estos territorios alcantarinos, como

Brozas, Alcántara, Valencia de Alcántara y Gata, según el investigador valentino

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Francisco Galavís Bueno en su obra “Consideraciones sobre el Barrio Gótico de

Valencia de Alcántara”, quien contó con la colaboración de los historiadores Bartolomé

Miranda Díaz y Dionisio A. Martín.

El autor hace una disquisición argumentando Antonio de Nebrija debió pasar, con

Abraham Zacuto, una temporada que en Las Broças una temporada entre los meses de

enero y febrero de 1487, mientras Zúñiga acompañaba a los reyes por tierras andaluzas.

Ambos intelectuales charlarían y discutirían en mi pueblo sobre sus teorías gramaticales

y astrales, uno escribiendo allí parte de su Diccionario, como explicaría El Brocense en

su prólogo de su obra “Minerva” y el otro tal vez intentando realizar la carta astral de su

amo, el maestre alcantarino.

Algunos expertos consideran que la judería de la villa de Las Brozas se encontraba

en una barriada cercana al templo de los Santos Mártires, delimitada por la calle

Mártires, Hornos, Capitán Herrera y Cuesta manopla que llegaría hasta la plaza de la

Encomienda, incluso alguien delimitó el número de sefarditas en esta localidad

extremeña.

En el reciente congreso de judíos celebrado en Zamora dos expertos, una cubana y

un español, la primera en Miami, y el segundo en Jerusalén estudian las genealogías de

los judíos sefarditas, uno de los cuales es el famoso cantante israelí David Broza, quien

me dijo que su familia poseía la llave de la casa de Las Broças, antes de su expulsión

hacia Portugal en 1492.

Sin duda alguna, estos temas hay que estudiarlos y divulgarlos.

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APORTACIONES HISTÓRICO-ARTÍSTICAS: LOS AGUSTI-

NOS RECOLETOS EN LA PROVINCIA DE CÁCERES

JOSÉ ANTONIO RAMOS RUBIO

FRANCISCO CILLÁN CILLÁN

Fueron varias las casas de la recolección agustiniana que existieron en la provincia cacereña hasta 1835, tiempo de la desamortización. Hubo un monasterio y colegio en Jarandilla, conventos en La Viciosa (Deleitosa), en Santa Cruz de la Sierra y en Valdefuentes. Una enfermería en Trujillo anexa a la ermita de San Judas y, la enorme trascendencia que tuvieron los Agustinos en la fundación de la ermita de Santa María de los Hitos en Jaraicejo.

I. SANTA MARÍA DE LOS HITOS (JARAICEJO)

La ermita de Nuestra Señora de los Hitos se encuentra 5 km de distan-cia del municipio de Jaraicejo, en la carretera a Torrejón el Rubio. El nom-bre de los Hitos aparece ya en el año 1294 cuando el rey Sancho IV con-cede el primer término a esta villa: “El primer mojón es los Hitos” 1. Aquí en este lugar, los frailes agustinos del cercano convento de “La Viciosa” (De-leitosa), fundaron la ermita “Convento de San Juan de Recoletos de San Agus-tín de la Viciosa, fundó una ermita bajo la advocación de la Virgen Santísima (de los Hitos), el Br. Baltasar Velázquez, dotada con 15.000 maravedíes y señalando la obligación de dos misas, el viernes y sábado de cada semana, con responso; ade-más una vez al año, la comunidad debía ir en procesión a la misma y celebrar Misa cantada; data de 1630 años” 2.

1 HOYAS GONZÁLEZ, J., Jaraicejo, Historia, monumentos e instituciones. Cáceres, 1998, p. 159.

2 Archivo Parroquial de Jaraicejo, Libro de finados, número 1, año 1801, folio 16.

Revista Agustiniana 174 (2016) 000-000

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JOSÉ ANTONIO RAMOS RUBIO Y FRANCISCO CILLÁN CILLÁN

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No obstante, consideramos que la ermita ya existía ya que Fray Alon-so Fernández en su obra Historia y Anales de la ciudad y obispado de Pla-sencia, en el año 1627 ya la menciona 3. Posiblemente, los frailes agustinos se preocuparon por su adecentamiento y remodelación ya que es un edi-ficio de mampostería, esencialmente de finales del siglo XV, época de la que data la imagen de la Virgen de los Hitos. Este edificio, ha sido trans-formado por las numerosas obras de restauración sufrida, excepto el ábsi-de que conserva su construcción original. Se accede al interior por un pór-tico que se cubre con bóveda de aristas, formado por tres arcos de medio punto rebajados, que fue construido en el año 1795. Presenta en su inte-rior una nave de tres cuerpos separados por arcos fajones de medio pun-to, ligeramente apuntados, sobre pilastras con capiteles decorados. Se cu-bre con madera, presenta ábside poligonal y en el lateral una capilla con bóveda de cinco gallones, de construcción reciente.

En esta ermita se veneró a la patrona del municipio, la Virgen de los Hitos, que poseyó cuantiosos bienes según podemos recoger en varios documentos 4.

Importante influencia ejercieron los frailes agustinos en el municipio pues varios abrazaron esta orden, tal fue el caso de fray Santiago del Cora-zón de Jesús, que nació en Jaraicejo en el año 1744, ingresando en el con-vento de la Viciosa y, en 1768, marchó a Filipinas, donde destacó por su gran labor misionera. En el año 1798, el geógrafo Tomás López al descri-bir la Sargentía de Trujillo, anotó: “La Viziosa, lugar arruinado, que oi solo ai una ermita de Nuestra Señora de los Hitos, a una legua de Jaraicejo, entre medio día y lebante y entre montes” 5. Este cenobio en esta época había sido aban-donado por los agustinos.

En esta ermita, cada 8 septiembre se celebraba misa y procesión hasta hace unos años, con el último “ofertorio” por los fieles, a favor de la Patro-na del municipio y su Cofradía. En su fiesta principal, el lunes de Pascua,

3 FERNÁNDEZ, A., Historia y Anales de la ciudad y obispado de Plasencia. Cáceres, 1952, p. 67.4 Archivo Parroquial de Jaraicejo, Libro de finados, número 1, año 1801, pp. 16, 17, 26,

27; Archivo Histórico Provincial de Cáceres. Real Audiencia, RPTª (Respuesta a la Visita de la Real Audiencia), 18.

5 LÓPEZ, T., Extremadura, Mérida, 1991, p. 446. El Interrogatorio de Tomás López fue iniciado por este geógrafo de su majestad a finales del siglo XVIII, consta de 15 preguntas y van dirigidas a obispos, curas y autoridades para recabar noticias y poder preparar un Diccionario Geográfico de España.

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APORTACIONES HISTÓRICO-ARTÍSTICAS: LOS AGUSTINOS RECOLETOS EN LA...

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se lleva a cabo una romería a su ermita, donde se celebra la misa, proce-sión y puja de las andas.

II. CONVENTO DE SAN JUAN DE LA VICIOSA (DELEITOSA) Y LA ERMITA DE SAN JUDAS Y ENFERMERÍA DE TRUJILLO

Deleitosa se sitúa en la falda suroriental de las Sierras de Las Villuercas, en la vertiente que forma el arranque de un extenso glacis de raña que, naciendo de las sierras cuarcíticas locales, se extiende hacia el oeste, bor-deando la margen derecha del río Almonte. Es un municipio de la provin-cia de Cáceres.

La etimología popular dice que el nombre de Deleitosa deriva de la función que desempeñó el castillo, como prisión, o sea “castillo delitoso”, añadiéndosele la -e- después. Otra acepción viene de deleite, y posiblemen-te este “apodo” viene por el Convento llamado de los Habaneros que fundó San Pedro de Alcántara, y donde –según el vulgo popular– expiaban sus culpas los monjes que habían cometido pecado carnal. Deleitosa fue eng-lobada dentro de la tierra de Trujillo, a cuyo partido Judicial pertenecía, pero dada su vinculación a la capital del Campo Arañuelo, ya sea comer-cial o administrativa, determinaron una inclusión artificial en esta última comarca. Deleitosa posee una lista de edificios de gran valor como el con-vento, castillo, rollo, iglesia, ermita, etc.

Fray Pedro de Alcántara, nació en Alcántara en el año 1499, recibió el nombre de Juan Garavito Villela de Sanabria (cambiándolo por Pedro de Alcántara en el año 1516, cuando profesó en la orden franciscana), guar-dián de varios conventos, claro defensor de la provincia de San Gabriel contra las pretensiones de la provincia de Santiago, en el capítulo Provin-cial de Alburquerque del mes de octubre de 1538, fue elegido ministro provincial de San Gabriel.

El siglo XVI fue tan pródigo en estos heroicos y espirituales en España que no podemos olvidar la vida eremítica llevada a cabo por fray Pedro de Alcántara, terminado el provincialato. Conoció la geografía españo-la y pasión frecuentemente misiones apostólicas las aldeas más apartadas con una ingente labor religiosa del penitente alcantarino. Muchos pueblos de Extremadura escucharon sus sermones con gran emoción en Arenas, Mombeltrán, Trujillo, Plasencia, Coria, Badajoz, Jerez de los Caballeros o Alcántara, su villa natal, muy frecuentada por fray Alcántara cuando iba a visitar a su madre doña María Villela de Sanabria y a sus familiares.

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JOSÉ ANTONIO RAMOS RUBIO Y FRANCISCO CILLÁN CILLÁN

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En Belvís de Monroy inició fray Pedro de Alcántara la entrañable amis-tad y trato espiritual con el Conde de Deleitosa, don Francisco de Mon-roy (falleció en 1543), padre de la futura condesa de Deleitosa y Oropesa, que estuvo tan relacionada con fray Pedro en sus últimos años. Asimismo, en Plasencia tenía fray Pedro de Alcántara muchas almas estaban incondi-cionalmente entregadas a su dirección, desde el convento de San Miguel, por el valle del Jerte, frecuentaban los frailes la ciudad de Plasencia. Don Francisco de Monroy tenía su palacio señorial en Plasencia, trabajó mu-cho en defensa de la integridad territorial de la provincia de San Gabriel. El convento de San Juan Bautista, conocido como convento de la Vicio-sa (nombre que proviene por el valle que le rodea, por la magnífica vege-tación que allí crecía era llamado El Vicioso), además en el Interrogatorio de la Real Audiencia se especifica claramente: “En el termino de esta villa a distanzia de una legua se halla un combento de Agustinos Recoletos, su nombre San Juan de la Penitenzia en el Balle de la Viziosa, de cuya fundazion, yndibiduos y rentas dara razon el reberendo padre prior de el”.

Fue fundado en el año 1559 por fray Pedro de Alcántara, a expensas de don Fernando Álvarez de Toledo y Figueroa, II Conde de Deleitosa, esposo de doña Beatriz de Monroy y Ayala, fray Pedro de Alcántara era su confesor, aprovechando una casa que tenían los condes para cuando se entregaban allí a sus aficiones cinegéticas, según refiere el Padre Gonzaga en su tratado sobre los Conuentos de la prouincia de San Joseph y fray Juan de Santa María en su Prouincia de S. Joseph, en dicho convento murieron frai-les destacados por su santidad como fray León, de origen portugués y fray Alonso de Llerena. Es importante destacar que a instancias de fray Pedro de Alcántara y con la ayuda del mismo mecenas, fundó el convento de Nuestra Señora del Rosario en el año 1557, cuyas ruinas aún se pueden en-contrar cerca del embalse de Rosarito, así como el convento de Arenas de San Pedro, en Ávila, en el año 1561, donde Fray Pedro de Alcántara fijó su residencia desde el mes de mayo del año 1562 (falleció el domingo 18 octubre del año 1562, a los 63 años de edad). Es importante destacar que fray Pedro de Alcántara se comenzó a encontrar enfermo cuando visitaba el convento de Deleitosa, fue atendido en el hospital que entonces existía en esta villa y, fue trasladado al convento de Arenas donde falleció.

Según los documentos de la Provincia de San Gabriel, en el año 1589 algunos frailes del convento de la Viciosa o San Juan Bautista intentaron trasladarse a Trujillo donde se pretendía fundar un convento tras haber sido destruido el de Nuestra Señora de la Luz.

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El convento de San Juan Bautista de Deleitosa, conocido en el siglo XX como convento de los Habaneros (que se alimentaban de habas) se en-cuentra lamentable estado de conservación. Los padres franciscanos que en él moraron contaron con importantes terrenos donde sembraban hor-talizas y árboles frutales, con una vegetación riquísima a base de jara, cas-taños, que en otoño adquieren una tonalidad amarronada, y cuya madera es muy apreciada y se utiliza para labores de carpintería y extraer pasta de papel; alcornoques de cuya agrietada corteza se saca el corcho, también su madera se utiliza para leña y carbón; robles, árbol centenario que abunda en la zona y cuya madera es muy apreciada para la fabricación de mue-bles; madroños, retamas, encinas y tomillo. Situado en una meseta limita-da por la confluencia de arroyos como el de Rocastaño, que desciende de la Sierra de su mismo nombre. Situado en una zona que cuenta con un mi-croclima importante que da lugar a suelos muy fértiles (fértil, vicioso) tan-to en el valle como en las zonas próximas del Horco o de Mesas Caveras, que son glacis de raña o depósitos y acumulaciones de cantos angulares que se mezclan con arcilla, arrastrados de las sierras próximas. A princi-pios del Cuaternario como consecuencia de los glaciares Riss y Würm, se produjeron aluviones que dieron lugar a la construcción de arcillas rojizas con cantos redondeados y cuartitos que fueron depositados arrollándose en manto, que dieron lugar a lo que hemos denominado “rañas”; quedan-do toda la comarca consuelo variable en cuanto a su configuración oro-gráfica, y un suelo compuesto por variables tierras encontrándonos pen-dientes áridas y estériles así como a poca distancia otros suelos fértiles y productivos, donde se enclava el convento citado.

En el perímetro donde se encuentra el convento existieron varias er-mitas, concretamente en el año 1778 hay constancia de que aún queda-ban las dedicadas a San José y a San Pedro. En el Interrogatorio de la Real Audiencia (año 1791) solamente se menciona una ermita, la de los Santos Mártires: “En el termino de esta villa solo se halla una ermita, distante de la po-blazión mil pasos poco más o menos, que se nomina los Santos Martires, de cuyas rentas y cargas dará razón el señor cura párroco de esta villa como patrono de las co-fradías, no se hacen en ella funcion alguna”. En el citado documento, a la pre-gunta veintitrés se especifica que “ en virtud de reales órdenes y fuerza de los ex-perimentados desórdenes, a consultar de el Ylustrísimo Prelado mande desmantelar la hermita en que se venerava la ymagen de San Benito, distante una legua del pue-blo y la hize conducir a la de los Santos Mártires, es la única que se halla en esta jurisdizion y fundada a vista del pueblo, cuia cofradía es una de las estinguidas”.

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Teniendo en cuenta las Ordenaciones provinciales de San Pedro de Al-cántara para San Gabriel (1540) y San José (1561 y 1562), podemos co-nocer cómo era el convento de la Viciosa conforme a las Constituciones apostólicas de la Santa regla y tienen un cuenta la voluntad del padre San Francisco que mandó en su testamento a las iglesias y conventos, es un edificio de fábrica regular con muros de mampostería de cuarcita y piza-rra, un iglesia de reducidas dimensiones. Presentamos las diferentes partes del edificio y sus dimensiones en un cuenta los capítulos de las Constitu-ciones apostólicas de la Santa regla: “Queremos que las iglesias sean pequeñas, de manera que no tengan de han su más de ocho pies y de largo tres tanto; y no se tenga respeto a los que pueden siempre venir a ellas para que por eso se hagan ma-yores, salvo si sus moradas tuviesen cerca de nuestras casas y no tuviesen iglesia den-tro de un cuarto de legua, donde pudiesen oír misa los domingos y fiestas. Y en el edificio donde han de morar los frailes resplandezca toda vileza y pobreza y ninguna madera de él se ha labrada a cepillo, salvo la iglesia, coro y sacristía. Y no se haga De profundis ni capítulo ni librería, sino repártanse los libros por las celdas de los frailes que los haya menester para que estén limpios y bien tratados. El cuarto don-de ha de estar el refectorio y los demás de la casa tengan ocho pies a lo menos de an-cho y nueve a lo más; y en ellos se repartan la sacristía, portería y una enfermería baja. Los tránsitos de toda la casa bajos y altos de las celdas tengan tres pies y me-dio de ancho; los lavatorios y necesarias estén fuera del cuarto a teja vana. En los altos de estos cuartos se hagan las celdas y sean de siete palmos de vara y la que sie-te pies; y otra enfermería para invierno de trece pies de largo a lo menos y a lo más y seis pies. Lo claro de la claustra serán seis y es a lo menos y siete a lo más en cua-dro, y lo más será para los pilares y paños por donde se ha de andar. Esto se entien-de si la casas edificar de nuevo, sin arrimarse a otro edificio o iglesia antigua, en-tonces, ya que no se guarde esta traza, guárdese esta pobreza y estrechura de piezas en cuanto fuere posible. Y si la casas edificar de nuevo tendrá a lo menos cuarenta y cinco pies con lo grueso de todas las paredes y a lo más cincuenta; y las paredes de afuera sean de a dos pies y medio de grosor y las de dentro de dos; los atajos y tabi-ques sean de ladrillos o adobes; la escalera para subir a lo alto de la casa tendrá dos pies de ancho a lo menos tres a lo más. La iglesia tenga a lo menos ocho pies de an-cho y veinticuatro de largo, con capilla y todo a lo más diez pies de ancho y treinta de largo. El coro sea más largo que ancho un tercio. Y no se tenga respeto a la gen-te que pueda venir a nuestras iglesias, cuando tiene otra iglesia donde puedan ir a misa, salvo cuando nuestras casas estuviesen en yermos hubiese algunos vecinos que no tuviesen otra iglesia dentro de un cuarto de legua o casi, donde puedan ir a misa, en tal caso se hará la iglesia del tamaño que pueden caber los vecinos en ella, o sal-vo cuando se diese ermita hecha. Haya refectorio de trece pies a lo menos y dieciséis a lo más, oficina de refectorio, cocina cuadrada, oficina de cocina y rompería. El al-

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tor de la casa hasta el primer enmaderamiento a lo menos siete pies y a lo más ocho, y desde el primer tablado hasta el tablado del desván, si lo tuviere, haya siete pies a lo más y seis y medio a lo menos. Los desvanes tengan por la parte más alta seis pies. El anchor del cuarto principal, donde ha de estar el refectorio y cocina, tenga de ancho a lo menos ocho pies y a lo más once; y sobre éste ha de estar la enferme-ría alta y las celdas que cumplieren; si fuere de ocho pies saldrán las puertas de las celdas a la claustra, y si fuere de once darse a las celdas de este cuarto un callejón, y todas las celdas no tendrán más de siete pies de largo y seis de ancho. Los cuartos pequeños que entran en el cuarto de la iglesia y el cuarto del refectorio no tendrán más de siete pies de ancho. Las puertas de las celdas no tendrán más de media vara de ancho y una vara y tres cuartas de alto; todas las otras puertas comunes tendrán dos tercios de vara de ancho y dos varas y una ochava de alto y las ventanas serán del ancho de las puertas y un tercio más de alto. Frater Petrus de Alcantara. Com-missarius generalis apostlicus”.

Antes del año 1627 el convento fue ocupado por los Agustinos Recole-tos, de los llamados desierto. Según nos refiere el General de la Orden de Predicadores fray Alonso Fernández en su obra Historia y Anales de la Ci-vdad y Obispado de Plasencia, libro II (publicada en Madrid en el año 1627), dichos padres recoletos de San Agustín, tenían otro convento en el Obis-pado de Plasencia en la villa de Jarandilla, fundación de Juan Arias, veci-no de la misma. El convento de La Viciosa fue abandonado por los padres franciscanos porque consideraron que el Santo (fray Pedro de Alcántara) había enfermado en él. También abandonaron los conventos de Arenas de San Pedro y el de Nuestra Señora del Rosario.

En el año 1791, según extraemos del Interrogatorio de la Real Audien-cia, la comunidad de San Juan Bautista o de la Viciosa contaba con vein-tidós frailes Agustinos Recoletos, que vivían de sus rentas (propiedades donadas por los Condes de Oropesa en el término) y de las limosnas. Ya en el año 1627, fray Alonso Fernández nos refería que “el propio conuento de nuestra Señora de Guadalupe en vna tinaja, de donde de limosna se les acudia con algunas cantaras de miel auiendo quedado casi ninguna, yendo a ver la segun-da vez para darla a los Padres Descalços, la hallaron llena”. En el claustro del Monasterio de Guadalupe, un cuadro nos ilustra sobre este acontecimien-to. Por tanto, muy relacionado con el convento de San Juan de la Viciosa es el “milagro de la tinaja de la miel”, representado en un cuadro que se encuentran en el claustro del monasterio de Guadalupe, pintado por fray Juan de Santa María en el siglo XVII y que Representa una escena en tor-no a una tinaja rebosante de miel alrededor de la cual, están presentes frai-les jerónimos y los frailes descalzos franciscanos del convento de San Juan

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Bautista de la Viciosa, el clavero del monasterio, al que vemos con una gran ristra de llaves. Y también se nos muestra un peregrino que, cami-no de Santiago, pasa casualmente por el santuario. Toda la cena se produ-ce en el interior de una bodega del monasterio al fondo de la cual se abra una ventana que deja ver el montañoso paisaje de las Villuercas. En esta composición, hemos de destacar el gran acierto ahora debe presentar las túnicas y el magnífico estudio de las manos, que no recuerdan el arte ma-nierista. Coronando toda la composición sobresale la imagen en Nuestra Señora de Guadalupe ataviada con un curioso vestido azul.

Según el Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura existía en dicho convento de Deleitosa una imagen de Santa Rita que despertaba una gran devoción entre los fieles.

En enero del año 1809, durante la guerra de la Independencia fue des-truido el puente de Almaraz por el general español Cuesta; y el 4 agosto 1809, los franceses llevaron a cabo importantes destrozos en las poblacio-nes de la zona, en dicha ocasión fue destruido el convento de la Viciosa y, aunque después estuvo habitado por dos frailes, sólo pudieron reparar una pequeña parte.

Hemos de sumar la Desamortización de Mendizábal en el año 1836, que enajenó los bienes del clero, afectando al convento de la Viciosa y sus propiedades: 16 fincas que totalizaban 40,2 ha que pasaron a propiedad particular. Las ruinas del cenobio se convirtieron en refugio durante las guerras carlistas, los bandoleros del período decimonónico y los maquis al finalizar la Guerra Civil Española.

En el Interrogatorio de don Tomás López, realizado el 10 de diciembre de 1785, hace referencia a la existencia de una Casa de Templarios en una colina, próxima al convento estudiado, recogemos literalmente: “Edificios memorables aunque los ha avido en el rezinto de esta jurisdizión, quales son Casa de Templarios a distancia de 800 pasos de el pueblo, a la parte oriental, sobre una encumbrada colina y al pie de ellas una hermosa y abundante fuente y convento de alcantarenses fundación de el mismo santo, a 150 pasos distante al mediodía de el mencionado existente de recoletos, de todo sólo han quedado sus ruinas solamente”.

En una parte del barrio de San Clemente de Trujillo, conocida desde el año 1741 como plazuela de San Judas, nombre que recibió por la exis-tencia de una ermita dedicada al apóstol San Judas, existió esta ermita que fundó y erigió Fray Antonio Rubio Zamorano. En el año 1745 este fraile hizo donación de esta ermita a los religiosos Agustinos de Santa Cruz, Val-defuentes y del convento de San Juan Bautista o de la Viciosa (Deleitosa),

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juntamente con una casa anexa, también tenían una residencia con desti-no a enfermería en la calle Garciaz, situada en la zona trasera de la cita-da ermita.

Esta ermita de San Judas debió servir casi exclusivamente para uso de la enfermería de los Agustinos, pues de ella no hace señalada y especial atención los documentos existentes en el Archivo Municipal de Trujillo, les hacen referencia a actos religiosos celebrados allí. La invasión francesa arrasó la ermita de San Judas en el año 1809. Aún se conservan testimo-nios arqueológicos en algunas viviendas de la primera mitad del siglo XVI, arcos conopiales, sillerías y un aljibe, así como restos del siglo XVII corres-pondientes a la Enfermeria de los Agustinos Recoletos.

El destino a lo largo de los años tuvo la iglesia y sus anexos las fueron convirtiendo en casas particulares. En el Protocolo de don Cecilio Bernet y Garcia leemos una escritura de posesión del vínculo que fundó Fray An-tonio Rubio Zamorano, con fecha 17 julio del año 1827 a favor del fraile profeso del monasterio de Guadalupe, Fray Antonio Lobo Flores, natural de Trujillo, hijo de don Vicente Lobo y de doña Manuela Flores Garay, como legítimo sucesor en dicho vínculo, bienes vinculados a la casa exis-tente en la plazuela de San Judas, lindera por otra parte del mismo vínculo que habitaba don Félix Secos y por la de abajo hacia calle con la que se di-rigía a la Plazuela de Quiroga. Según el acta capitular del 15 enero 1819, el Concejo vio un Memorial de don Manuel Blanco, vecino de esta ciudad, en que solicita licencia para construir una casa en la rinconada contigua a la ermita de San Judas, y se dio comisión a los señores don Agustín Atocha y don José Flores para que reconociendo el terreno y no causando perjui-cio al aspecto público, concedan al interesado, en nombre de este Ayunta-miento, la licencia que pretende en otro caso se la nieguen.

En la Escribanía antes mencionada de don Bernet y García y con fecha 8 enero 1827, hay una escritura de venta, a censo reservativo, de un solar de casa arruinada en la plazuela de San Judas y que lindaba con casas de don José Tamayo, vecino de Badajoz, y con otra de don Pascasio Nogue-rol, otorgada por don José de Torre y Varona, vecino de montarse, a favor de don Toribio Frutos, en precio de 200 reales y 6 reales annuos de renta.

III. EL MONASTERIO (JARANDILLA DE LA VERA)

Al norte de la provincia de Cáceres se ubica Jarandilla de la Vera, uno de los pueblos más pintorescos de la región. Se levanta Jarandilla entre sie-rras y gargantas, en un entorno natural privilegiado.

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En el término de Jarandilla, pueden encontrarse numerosas muestras de un amplio legado cultural, monumental y arqueológico, siendo sus res-tos arqueológicos más antiguos son los que conciernen a la Cueva de Ca-pichuela, y, también en los parajes denominados El Pero, Las Cañadas o en La Berrocosa y dos más en San Gil.

Este municipio albergó un antiguo monasterio de Agustinos estuvo consagrado al Santo obispo de Hipona. Del antiguo monasterio agustino solo queda la iglesia, fechada en el siglo XVII. Esta iglesia albergó, además del monasterio de agustinos recoletos, también un colegio. El monasterio fue fundado por Juan Arias y construido por el arquitecto de la misma Or-den fray Juan de Nuestra Señora de la O 6. Hay un documento que dice que la primera misa fue el 3 de febrero de 1603. Su patrón fundador fue Juan Arias quien se encuentra enterrado bajo el altar mayor de la Iglesia de San Agustín. El edificio está realizado en mampostería, enlucida y re-forzada con sillería en las esquinas y contrafuertes. No obstante, la facha-da de los pies está construida totalmente con cantería, donde se abre la puerta adintelada de acceso al interior, bordeada por sillares almohadilla-dos. La fachada está coronada por un pequeño templete con hornacina a cuyos lados vemos dos escudos agustinianos y en su interior una imagen en piedra de San Agustín. Su planta es rectangular y alargada, de la que sobresale la sacristía por el lado de Epístola y los brazos del crucero y dos capillas laterales que producen una sensación falsa como si el templo tu-viese doble crucero. Bajo el presbiterio se encuentra una cripta, y la Sa-cristía, a la que se puede acceder por una puerta adintelada, cubierta por una bóveda de aristas.

IV. CONVENTO DE AGUSTINOS RECOLETOS DESCALZOS (VALDEFUENTES)

Valdefuentes es un municipio que se encuentra a 32 km de Cáceres ca-pital, en una llanura entre dos colinas. Los Agustinos Recoletos constru-yeron un magnífico convento a base de sillería en su fachada principal y mampostería en el resto. La fachada principal tiene puerta con arco de medio punto entre pilastras acanaladas y remata en entablamento con tri-glifos y metopas. En el centro, una hornacina con la imagen de San Agus-tín; en los laterales, los escudos de los Marqueses de Valdefuentes, sus mecenas concedido por el rey Felipe II en 1558, en virtud de la escritu-

6 LLAGUNO Y AMIROLA, E., Noticias de los arquitectos y arquitectura de España desde su restauración. Madrid, ed. facsímil de Turner, IV, 1977, pp. 20-22.

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ra fechada en Valladolid y, por el rey Felipe III el 18 de abril de 1573 7. El templo tiene una nave con dos tramos, crucero y presbiterio recto. Los arcos son de medio punto y van sobre pilastras adosadas. Se cubren los tramos con bóveda de aristas y de cañón, el crucero se cubre con cúpula semiesférica sobre pechinas, y los brazos del mismo y presbiterio con bó-veda de cañón; todas las bóvedas son de ladrillos. Tiene dos capillas, una a cada lado de la nave, cubiertas con bóvedas de aristas; el mismo tipo de cubierta lo encontramos en el baptisterio. A los pies se alza el coro. Uni-da al presbiterio está la sacristía que se cubre con cúpula semiesférica. El claustro está unido al templo en el muro de la epístola, es cuadrado, pre-sentando arcos de medio punto en el piso bajo y en los vanos del superior; tiene bóvedas de aristas.

Sobre la fundación y patronazgo del convento transcribimos el siguien-te texto:

“Erectio conventus de Valdefuente, Maii 1634: “Es Valdefuente villa distante cinco leguas de Trujillo, Noble Ciudad de Extrema-dura. Es de jurisdicción y señorío del excelentísimo señor Duque de Abrantes que lo posee con título de Marqués. La devoción de nuestro Padre San Agustín en esta excelentísima casa, ha sido como natural y la van heredando estos señores, con tanto afectó al Santo Doctor y a los Religiosos, sus hijos, que no parece que les suena bien la intercesión de los Santos, donde el nombre de San Agustín no se oye. Éste goza el señor Duque, que hoy vive y ha gustado que sus hijos no tengan, con otros en el bautismo, de suerte que es como trascendental en todos…” 8.

Acuerdo de Fundación: “De aquí que el excelentísimo señor don Alon-so de Alecastro (Alfonso de Lancaster), Marqués de Valdefuentes y de Puerto Seguro, Conde de Mejorada, Comendador Mayor de la Orden de Santiago de los Consejos de Estado y Guerra de la Majestad de Felipe IV y de su Capitán General de las Galeras de Portugal; y de su excelentísima esposa, doña Ana de Sande, Bobadilla y Padilla, desearon tener conven-

7 RUBIO RODRÍGUEZ, J. J., “San Agustín y su convento al señorío de Valdefuentes”, en La Villa de Valdefuentes, Cáceres, 2012, p. 129.

8 FRAY LUIS DE JESÚS, Historia General de los religiosos descalzos de la Iglesia, San Agustín, de la congregación de España e Indias. Impreso en Madrid, tomo II, 1681, p. 225. Esta obra se ha actualizado bajo el título de Historia General de la orden de Recoletos de San Agustín, por el padre fray Manuel Carceller de la Sagrada Familia, Exprovincial y Cronista de la misma Orden, tomo X, 1808-1836. Madrid, 1962.

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to de nuestra recolección en aquella villa; y habiéndose tratado con los su-periores de la religión y, sacadas las licencias necesarias, dieron una casa suya con una gran huerta, para que los religiosos entrasen impacto de ha-cer el convento y dar cierta renta, para el sustento del conveniente núme-ro de conventuales, según consta en la Escritura de Fundación otorgada en Madrid, ante Andrés Calvo, a 28 de octubre de 1633. Tomóse la pose-sión del sitio y colocóse el Santísimo Sacramento, por el mes de mayo de este año de 1634. Vase labrando la fábrica que esté hermosa y fuerte ar-quitectura; y, entre tanto se acaba (porque los tiempos no dan lugar a mu-cho gasto), socorren sus excelencias con alguna cantidad, a los religiosos que asisten” 9. El citado Alfonso de Lancaster fue un hombre muy reli-gioso, era hijo de la Duquesa de Aveiro. Se le dio el título de I Duque de Abrantes. Contrajo matrimonio con doña Ana de Sande y fue el I Señor de Valdefuentes, bajo cuya influencia, adquirió el municipio el rango de Villa. Su devoción por la orden de San Agustín queda patente con la fun-dación del convento y patronazgo del mismo, llegando a tal punto su in-clinación y veneración al Santo Doctor que, una vez viudo, profesó en la Orden Agustiniana.

La iglesia conventual es una construcción posterior al convento, al que quedó unida y comunicada por la zona intermedia del campanil. Es de estilo renacentista. De los cinco altares, sólo se conservan mayor, con un magnífico retablo barroco dorado del siglo XVIII, de dos cuerpos remate; el primer cuerpo tiene tres calles con estípites y columnas de orden com-puesto; imágenes de madera policromada de Santa clara, San Francisco, Virgen con Niño, obras del siglo XVIII. En el remate, imágenes que ma-dera policromada de San Agustín, San Antonio y el Niño Jesús. Los cua-tro restantes retablos desaparecieron: Dos en los brazos del crucero y los otros dos en sendas capillas que se comunican con el mismo. Es interesan-te destacar el púlpito con tornavoz barroco del siglo XVIII así como la pila de bautismo de granito, con pie octogonal y copa semiesférica , el pie tie-ne decoración de cruce, y la copa gran Cruz de Santiago; la parte superior hay una inscripción en la que reza: “SANCHO MAYORDOMO. Obra de la pri-mera década del siglo XVI.

El convento, inspirado en la línea escurialense, con su pequeña lonja; hasta el punto de ser llamado “El pequeño Escorial”. No sabemos cuándo se culminó la fábrica del recinto conventual, no obstante existen algunas

9 O. JANUARIUS FERNÁNDEZ DE S. CONDE JESU O. R. Bullarium Ordinis Recollectorum San Agustín, vol. II, 1623-mis y 183. Roma, 1961, p. 110.

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inscripciones en ventanales de celdas que daban al claustro y que aún se conservan, donde aparece el siguiente dato: “AÑO 1721”.

Después de la exclaustración, los cinco altares de su iglesia, fueron comprados con fondos recaudados por suscripción del vecindario, a la Hacienda Nacional. Igualmente, la iglesia y el convento fueron compara-dos también a la misma Hacienda por el Duque de Abrantes y Marqués de Valdefuentes, con cuyo antiguo palacio se comunicaba aquella.

Entre los años 1904 y 1910 hubo ya una preocupación por el deterioro del convento. En 1908, el obispo de Badajoz, a cuya Diócesis pertenecía Valdefuentes D. Félix Soto y Mancera, igual que otras personalidades an-tes que él, denunciaba la situación de abandono en la que se encontraba el Convento y envía un emisario para observar el estado en el que perma-necieron bastantes años el Convento y el Claustro en estado semirruinoso hasta que tras progresivas rehabilitaciones ha retomado su aspecto origi-nal 10. En los últimos años se han limpiado los muros, dejando a la vista las finas piedras de arcos y pilastras. También las partes de ladrillo cubiertas de cal blanca, han quedado mostradas, con el encanto de su humilde pero decorativa nota de color rojizo. En la actualidad gracias a los progresivos cuidados a que se ha venido sometiendo sobre todo el Claustro, puede ad-mirarse aunque no sea con su primitivo esplendor “El pequeño Escorial” como se dio a llamar el conjunto por su espectacular monumentalidad dentro de su austeridad monacal. En el recinto del claustro se conjugan los fríos arcos de piedra con el color de las filigranas esgrafiadas en ellos y el frío húmedo de sus paredes y sus bóvedas, la obscuridad de los corredo-res, con la claridad que desborda la zona central. Un espectáculo de con-trastes dignos de admirarse. El edificio del convento fue comprado por el Ayuntamiento al Marqués Guillermo Carvajal y Jiménez de Molina, des-cendiente de los Marqueses que donaron las tierras para la construcción de iglesia y Convento y en la actualidad se ubican en parte de los terrenos del antiguo convento y alojamiento de los frailes, El Ayuntamiento, Co-rreos, El Cuartel de la Guardia Civil y La Agencia de Desarrollo Local.

Se percibe con una simple mirada la uniformidad del enclave, existe una Lonja, elevada varios metros sobre el nivel de la calle a la que se acce-de por escalinatas situadas en los extremos y otra en el centro que se con-serva y que coincide con la puerta de la Iglesia del Convento con un bello escudo que rememora la etapa monacal y el sello eclesiástico del edificio

10 Según cita el libro de don Juan Solano, Historia del señorío de Valdefuentes, Cáceres, 1986.

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(en el puede apreciarse claramente el gorro obispal). Desde la parte pos-terior se accede por una leve rampa que hace coincidir el nivel del suelo, enlosado de bloques de granito, con el cemento de la calle.

V. EL CONVENTO AGUSTINO DE SANTA CRUZ DE LA SIERRA

Si tomamos la autovía Nacional V a su paso por Extremadura, a 17 Km de Trujillo (Cáceres) en dirección a Badajoz, encontraremos una peque-ña localidad que derrama sus casas sobre la falda norte de la sierra que lleva su nombre, formando empinadas, estrechas y tortuosas callejuelas. Este pintoresco lugar es Santa Cruz de la Sierra, cuyo enclave fue asenta-miento preferido por pueblos protohistórico y primeras civilizaciones, ha-bitado durante la dominación romana y visigoda, fortaleza inexpugnable en la época árabe. Después de la Reconquista definitiva, acaecida el 28 de agosto de 1234, se convirtió en solar de recreo y descanso para múltiples familias de la nobleza trujillana: Altamiranos, Torres, Hinojosas, Chaves, Pizarros, entre otros, establecieron sus casas solariegas en torno a sus ex-tensas propiedades donde pasaban largas temporadas o la eligieron como residencia habitual. No obstante, de aquel periodo glorioso que dio cier-ta fama al lugar dentro de las poblaciones extremeñas, quedan pocos res-tos, pues la expoliación, el paso del tiempo y el abandono total por par-te de todos, y especialmente por quienes les correspondía vigilar y cuidar del patrimonio local, han conseguido que los pocos que quedan se man-tengan muy deteriorados. Hoy destaca sobre todos ellos en la parte más alta del pueblo los despojos del antiguo convento de agustinos recoletos. Su existencia data de mediados del siglo XVII, aunque la presencia de es-tos monjes en el lugar tendrá lugar unos años antes, y encierra una sabro-sa historia.

A comienzos de dicho siglo Santa Cruz era un lugar próspero, habita-do por nobles, hidalgos y pecheros, que explotaban numerosas granjerías y le daba cierta fama de pueblo importante de Extremadura. Por entonces, en él llegaron a morar hasta dieciséis sacerdotes, que vivían esencialmen-te de las numerosas memorias pías de misas establecidas en su parroquia. Pero esta laboriosidad, paz y sosiego que se adivina fue troncada cuando el rey de turno, Felipe IV, decide vender el lugar, que le pertenece por de-recho de conquista realizada por sus antecesores y por lo tanto estaba den-tro de las tierras de realengo, por las muchas deudas del reino y porque los acreedores le apremiaban. Acudió a la venta un personaje de alto po-

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der político, económico y social, vecino de Trujillo, don Juan de Chaves y Mendoza, Oidor del Consejo de S M de la Audiencia de Granada, Ca-ballero del hábito de Santiago, Trece de Órdenes de Santiago y Superin-tendente de Castilla, Consejero del Consejo Supremo de S M y de su Real Cámara, entre otros títulos 11. El 23 de noviembre de 1608 se había casa-do por poderes en la iglesia parroquial de la localidad con una prima suya igualmente perteneciente a la nobleza, doña María Paulina de Chaves 12, vecina y natural de Santa Cruz. Don Juan no dudó en establecer todo su poderío para conseguir la compra del pueblo, en contra de lo que los lu-gareños pretendían.

La escritura de venta se firmó a su favor el 6 de junio de 1627. La ma-yoría del vecindario dirigido por algunos líderes de la localidad y por casi la totalidad de sacerdotes, pues sólo dos se pusieron a favor de don Juan por los muchos favores que debían a él o a su familia, establecieron una lu-cha desigual por anular dicha compra, y para ello pusieron gran parte de sus haciendas a favor de la causa 13. El nuevo dueño, viendo que tenía en contra al clero del lugar, no dudó en recurrir a una de las órdenes religio-sas de mayor prestigio por entonces dentro de España, a los agustinos re-coletos, guardianes de las sepulturas reales en el monasterio del Escorial, y les ofreció una casa y una suma importante de dinero para que se trasla-daran a su nueva villa.

El lugar elegido estaba lleno de misterios, en su proximidad había un pozo labrado a pico cuyas aguas tenían la virtud de sanar enfermedades, especialmente de viruelas, y en busca de ellas venían gente “desde lo más remoto de este reyno y también de el de Portugal” (I: 1786). Don Isidro Pa-rejo Bravo, cura que fue de Santa María de Trujillo a mediados del siglos XVIII, dice que “no había memoria de la antigüedad”, y que el obispo de Plasencia, don Pedro González de Azebedo (obispado 1595 a 1609), a co-mienzos del siglo XVII, se trasladó al lugar para hacer oración donde se le aparecieron en “visión imaginaria unas luces que han salido de este si-tio, y en él estubo tres meses pidiendo a Dios le declarase su voluntad, ....,

11 S M son las abreviaturas de su Majestad.12 Doña Paulina de Chaves era hija de don Pedro Alfonso de Hinojosa y Torres, conde

de Casarrubias, y de doña María Paulina de Chaves, difunta en el 1608, familia que vivía permanentemente en Santa Cruz donde tuvieron a sus hijos. La familia más poderosa y pudiente de la localidad.

13 En el libro CILLÁN CILLÁN, F., La venta de Santa Cruz de la Sierra, un lugar del alfoz de Trujillo, al que se ha concedido el accésit al premio Alconetar, 2013, y que está pendiente de publicación, hago un estudio amplio y detallado de esta venta.

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aquí recibió información de personas fidedignas y de la mayor distinción, que declararon aver visto muchas y varias veces dichas luces y ver venir muchos enfermos de diversas partes y aviendo bebido sus aguas quedar sanos de diferentes achaques” (I: 1786). El pozo por entonces tenía un bro-cal de cantería bien labrada, y estaba debajo de un portal mantenido con cuatro postes 14.

Bernabé Moreno de Vargas en su “Historia de la ciudad de Mérida”, año 1633, también menciona, entre otros, la aparición constante de dichos sig-nos, y escribe que “de ordinario se ven unas luces milagrosas, y se entien-de son señales de que allí están escondidos algunos cuerpos de santos, pues otras semejantes luces se han visto adonde había cosas de este géne-ro” (Moreno de Vargas: 172).

Todos estos hechos, unidos al prestigio y poderío que don Juan tenía en la corte favorecieron la pronta venida de los agustinos recoletos, y en el año 1629, dos después de la venta del lugar, se trasladaron a Santa Cruz 15. Lo cierto es que el señor de la villa les entregó algunas de sus propiedades y treinta mil reales, para la instalación y puesta en marcha de la primera comunidad religiosa. La inauguración se realizó el 18 de diciembre del ci-tado año, al acto se unió el Provincial de Castilla. La comunidad quedó formada por el prior fray Andrés Aguilera de la Madre de Dios y cuatro religiosos. Una gran simbiosis se estableció entre ambos poderes, el señor ya tenía en quienes apoyarse y los frailes habían conseguido uno de sus objetivos, extender su reforma a un lugar donde se sentían seguros con la protección que el dueño del pueblo les otorgaba.

Los agustinos recoletos descalzos se dedicaron desde un principio a la cura de almas dentro de la localidad y por los lugares del entorno, sin ejercer función docente que no fuera la propia de la predicación, y parece que no fueron mal recibidos por el pueblo. El Concejo, por simple acuer-

14 La creencia tradicional que se mantenía en el pueblo por entonces era que en su entorno había un trozo del lignum crucis enterrado en alguna parte, traído por algún personaje importante, mantenido por los visigodos y ocultado por éstos cuando llegaron los sarracenos y tuvieron que abandonar el pueblo. De ahí viene el nombre de la población que se mantuvo incluso en época musulmana.

15 Se llamaban recoletos porque pertenecían a la reforma realizada en España por fray Luis de León en 1588. Los reformadores fundaron en nuestro país treinta conventos hasta mediados del siglo XVII, tres de ellos en la región extremeña en una zona relativamente próxima. Los otros dos son el de San Juan de la Penitencia del Valle de la Viciosa próximo a Deleitosa, año 1603 y el de Valdefuentes en 1633. De los tres, el de Santa Cruz fue el que alcanzó mayor esplendor y ejerció cierto dominio sobre los otros dos.

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do, les cedió una parte del agua potable que surtía a la villa. Bajaba ésta desde la sierra por canales hechos sobre piedras de la medida aproxima-da de una vara formando un acueducto de más de dos kilómetros, que al-gunos han considerado de época romana 16, hasta la fuente pública que es-taba en la plaza.

Pronto se establecieron fuertes vínculos entre fieles y frailes, en un mundo donde la muerte súbita, el trueno o las adversidades meteorológi-cas, tan frecuentes, causaban verdadero pavor y eran considerados de sig-no divino y enviados para castigar los pecados de los hombres. El temor al fuego eterno del Infierno, o al temporal del Purgatorio, estaba presente en todas las mentes, el Concilio de Trento consideró dogma de fe que se podía aliviar por el sacrificio del altar o las oraciones de los creyentes. Los fieles, sin olvidarse de sus parroquias, encargaban constantemente misas y oraciones a la congregación. Los pueblos vecinos hacían otro tanto. Don Diego de Vargas Carvajal, en su testamento realizado en Puerto de Santa Cruz el 25 de abril de 1645, expresa la decisión de que la comunidad de frailes agustinos descalzos de la villa de Santa Cruz de la Sierra le acompa-ñe en su entierro. Pide que se digan en su convento ciento cincuenta misas de las cuatrocientas que había encargado por su alma y las de sus padres. En el codicilo, memorial de deudas que realizó con posterioridad enco-mendó a dichos frailes quinientas misas, del total de novecientas treinta que ordenó se dijeran en diferentes templos de Trujillo y del Puerto. Otros también lo eligieron como lugar de rezo.

La orden iba en aumento y los agustinos necesitaban dinero, había que mover la voluntad de los devotos hacia sus intereses, las obras del edificio que albergaría a un número considerable de monjes habían comenzado. El momento era propicio, el pueblo vivía instantes de esplendor con las ri-quezas que los indianos traían del Nuevo Mundo. El templo se convertiría en lugar de peregrinación y oración para la zona.

Los frailes corresponden a la llamada de los fieles y establecen relacio-nes pastorales con las comunidades parroquiales próximas, sin olvidar-se de la suya cuando los necesitan. El 18 de mayo de 1653 la situación en la localidad era insostenible, un periodo de larga sequía anunciaba nue-vamente malas cosechas y la carencia de pan. El párroco con el Conce-jo de la villa piden licencia al vicario de Trujillo para traer la imagen de Ntra. Sra. de la Coronada. Más de trescientas veinticuatro personas “todas

16 ROSO DE LUNA, M., Revista de Extremadura. “Ruinas protohistóricas de Logrosán, Santa Cruz y Solana de Cabañas”. 1901.

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a pies y muchas descalças ... fueron y vinieron en procesión”. Los frailes con el resto de la población y el palio salieron a recibirlos al lugar de los Pajares, ese día comenzaron un novenario de misas cantadas y por la tar-de un ofertorio del que obtuvieron 80 ducados, e hicieron un vestido y un manto blanco a la Virgen, que llevó puesto, cuando la devolvieron, el 2 de junio, segundo día de Pascua del Espíritu Santo 17.

A los monjes se les encuentra, también con frecuencia, a partir de me-diados del siglo XVII en actas de bautismos y matrimonio, o en los sermo-nes de las fiestas patronales y de cofradías. A veces se confunden con la población y participan como unos más en su fiesta o se integran en sus hermandades religiosas. El 19 de febrero de 1676 el prior del convento agustino de Santa Cruz decide hacerse hermano de la Cofradía de San Blas del Puerto de Santa Cruz, probablemente una de las más populosas de su entorno en aquella época. Se “obligó y sujetó a todo lo que las orde-nanzas mandaban” y nombró su fiador 18.

La comunidad religiosa seguía creciendo. Los principios reformadores que guiaron a los recoletos durante los primeros años de la Reforma se es-taban olvidando, al menos aparentemente, sus bienes cada vez eran ma-yores y aumentaban sus necesidades. Los tres conventos de la orden que había en la región –los otros dos estaban en Deleitosa y en Valdefuentes– fundaron conjuntamente una casa hospital en Trujillo a instancia y bajo la dirección del prior de Santa Cruz en el año 1668, destinada a curar las en-fermedades endémicas como el paludismos, que tan abundantes eran por estas tierras, o aquellas dolencias que por su persistencia o características no podían sanarse en sus lugares de residencia. No tenía carácter conven-tual y estaba regido por dos religiosos y dos legos. Mientras tanto otros es-cogían sendas de mayor sacrificio que les condujese a la perfección de su santidad, buscando nuevas zonas evangelizadoras en las Indias descubier-tas, tal vez contagiados del movimiento migratorio que desde el siglo pasa-do invadía al pueblo. Encarnación Lemus, entre otros estudiosos del tema, localiza algunos de los frailes procedentes de la localidad en Nueva Espa-ña y Filipinas (Lemus: 264).

17 La Virgen de la Coronada es una talla de madera policromado sedante con el Niño también sentado en el regazo. El estilo es románico. La imagen tiene toca y el Niño corona real. Hoy está en la iglesia de San Martín de Trujillo, una vez que ha sido restaurada. El templo donde se encontraba perteneció a los templarios y está completamente destruido.

18 A.P.P. Libro de la Cofradía de San Blas de Puerto de Santa Cruz. “Acta de ingreso de cofrades” 19/2/1676.

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El aumento del número de monjes facilitó la construcción de un am-plio convento conforme a los principios reformadores y a la estética de la época. Lo situaron al sur de la población en la parte más elevada, y des-tinaron la antigua casa cedida por el conde a dependencias conventuales, hoy prácticamente desaparecidas. A pesar de las ayudas locales, tuvieron que acudir a magnates e, incluso, al monarca quien, a través de la Cámara del Consejo de Castilla, les concedió dos mil ducados para continuar las obras 19; pues las limosnas que recaudaban por la zona cada vez eran más menguadas y no cubrían los gastos. Muros de mampostería y bóvedas de arista realizadas con ladrillos, según se aprecia actualmente, sostenían a un amplio edificio de dos plantas de forma rectangular con un claustro in-terior semejante. Aprovechando el desnivel del terreno introdujeron una tercera planta lo que dio más esbeltez al conjunto. La parte baja estaba de-dicada a: portería, cocina, refectorio, almacén, tahona, y en la zona más baja se encontraban el pajar y las cuadras. La parte superior, a dependen-cias de la comunidad. Angostas habitaciones indicaban el espíritu recole-to de los descalzos. Coronaba el muro una espadaña para dos campanas. Adosado al lateral derecho levantaron un hermoso y amplio templo, hoy algo mejor conservado, gracias a la solidez de su fábrica, a pesar del aban-dono y el paso del tiempo. Las paredes de mampostería son gruesas y al-tas y están reforzadas con contrafuertes, cerradas las esquinas con sillares y coronadas con una sencilla cornisa granítica. Tres ventanas de tamaño mediano en derrame, rematadas con arcos escarzanos de ladrillo, se abren en la parte alta del crucero de la epístola y de las dos secciones continuas respectivamente.

La fachada principal, que contiene el único acceso a la iglesia desde el exterior, está a los pies, y daba a una lonja o atrio convertidos hoy en ca-lle pública. Su puerta es un arco de medio punto con pilastras, apoyadas sobre un pedestal, decoradas con placados cajeados longitudinales, leve-mente almohadillados, que se prolongan a través del arco. Placados trian-gulares en las enjutas. El símbolo de la orden está sobre la clave del arco –un corazón del que sale una llama, atravesado por dos saetas en aspa–. Una cornisa volada lo separa de un segundo cuerpo que contiene en su parte central una hornacina con venera entre dos pilastras, lugar destina-do a una ruda imagen de San Joaquín, tallada en piedra, padre de la Vir-gen María, advocación a la que estuvo dedicada el templo, que hoy se en-

19 MARTÍNEZ CUESTA, Á., Historia de los agustinos recoletos, dice que la tomó del Archivo Histórico Nacional, cédulas 1627 y 1631. Son datos facilitados por José Corredera, vecino de Santa Cruz y estudioso de los temas locales, al que agradezco su generosa aportación.

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cuentra en la parroquia. Pequeñas pirámides superpuestas en los laterales adornan a este segundo cuerpo. Otra cornisilla actúa de cierre superior y, sobre ella, una cruz entre dos pirámides rematada con bolas. En el mis-mo eje, e inmediatamente encima de la cruz, se abre una ventana adintela-da sin decoración con cornisa. Corona la fachada un frontón recto actual-mente muy deteriorado con un óculo o ventana redonda en el centro que servía de adorno. A ambos lados de la hornacina están los escudos nobi-liarios de la casa Chaves y Mendoza, de los que hablaremos más adelante.

El templo es un hermoso edificio de planta de cruz latina, el ábside y brazo derecho de la cruz formaban amplias capillas. Una puerta en el bra-zo del evangelio con arco escarzano de granito unía el templo con el claus-tro que conducía a la sacristía. El cuerpo de la iglesia lo constituye una sola nave distribuida en tres secciones. Bóvedas de cañón con lunetos cu-bren todo el edificio, apoyadas sobre arcos fajones y formeros graníticos de medio punto que descansan sobre los propios muros o sobre sencillas pilastras adosadas. El crucero lo forman cuatro pechinas que sostienen un pequeño tambor, sobre el que se levanta una amplia cúpula de media na-ranja o semiesférica de ladrillos, lucida en su parte interior y decorada con moldura radiales a manera de cordón helicoidal, motivo decorativo que se extiende por el perímetro de las pechinas. El centro del crucero lo reserva-ron al pozo de aguas salobres pero milagrosas. Cuatro óculos en la cúpula, señalando la dirección de la cruz, daban claridad y luz al pozo y al templo.

El coro ocupa el tramo de los pies de la nave central, sostenido por un arco escarzano y bóveda de cañón con lunetos; se prolonga por los late-rales con balcones o tribunas formadas por grandes modillones-ménsulas de granito. Se observa una puerta en la parte superior con arco de grani-to, reducido con otro de ladrillo, que debió unir el coro con las dependen-cias conventuales, aunque los documentos de la época no hacen referen-cia a ella.

La iglesia llegó a tener cinco altares con las siguientes advocaciones:

El Altar Mayor contenía en su parte más elevada un cuadro grande de San Joaquín, titular del convento como ya se dijo. La parte central la ocu-paba Nuestra Señora de la Consolación o de Correa 20, a ambos lados es-taban San Agustín y Santo Tomás de Villanueva. En el pedestal tenía las

20 La Virgen de Correa era el nombre que cariñosamente le daban los lugareños, porque hasta fecha muy reciente tuvo una correa o cinturón, como lo tiene actualmente Santa Rita. La creencia general de que el Altar Mayor de la iglesia parroquial es el que estuvo en el convento queda demostrada

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efigies de San Nicolás de Tolentino y San Antonio. El retablo era de made-ra de talla sin dorar a excepción del tabernáculo y el sagrario.

El altar de San José con su efigie y un adorno de madera.

El altar de la Concepción con su imagen y un adorno de madera dorada.

El altar de Santa Rita con su efigie en retablo de madera dorada.

El altar del Santísimo Cristo del Perdón con su imagen.

Cada altar estaba vestido con manteles blancos, un crucifijo, dos can-delabros de metal y un juego de sacras.

El coro tenía en la barandilla una imagen de Nuestra Señora en su tro-no de madera, un “facistol” grande para sostener los libros y un órgano. (L-1, exp. 12, inv. 5).

El recinto conventual desde su parte noreste a la suroeste da a un cerca-do, antiguo corral con salida al exterior por puerta de carros, que a su vez tiene adosada una extensa huerta, cerrada con altos muros, lugar de espar-cimiento y recreo en otros tiempos para los frailes.

La construcción del templo debió terminarse en la última década del si-glo XVII. No sabemos quién dirigió sus obras, aunque la riqueza ornamen-tal (fachada y decoración interior principalmente), y la nobleza de sus pro-porciones responden al esquema barroco de la época en que fue hecho. Su grandiosidad movió aún más la fe de los fieles, e hizo que algunos lo eligiesen para fundar memorias a perpetuidad. Las hermandades religio-sas del lugar se acogen a los monjes para que recen por sus afiliados difun-tos. Otros fundas memorias, lo que suponía asegurarse un número de mi-sas al año a cambio de entregar al convento una cantidad de dinero, algún censo u otro bien.

Pero la finalización de las obras del templo no supuso el olvido del mis-terio que envolvía al lugar. Los frailes estaban convencidos de que en el subsuelo o en algún sitio próximo estaban escondidas valiosas reliquias. Fray Simón de San Agustín mandó hacer excavaciones en el 1699, pero los resultados nuevamente fueron infructuosos 21.

que es errónea. Dicho altar fue construido por La Cofradía de la Vera Cruz a principios del siglo XVII.

21 MARTÍNEZ, Á., Op. cit.

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El “Catastro del Marqués de la Ensenada” (11 de noviembre de 1751) recoge una serie de datos muy esclarecedores. La respuesta dieciocho dice que sólo existen en la localidad el ganado lanar que tienen los religiosos agustinos recoletos, cuyo número se ignora 22; sabemos que, a veces, pas-taban en término de Trujillo. Otras respuestas nos aclaran que tenían una tahona en el propio convento, un horno de cocer ladrillos en el Exido An-sarero que arrendaban por 18 reales anuales; al cirujano por su asistencia le pagaban 200 reales y el número de religiosos era de treinta. Por estas fe-chas se hacen las últimas obras importantes de ampliación para acoger a tan numerosa comunidad.

En la Relación o Arqueo de bienes del estado eclesiástico, efectuada el 6 de ju-lio del 1761, se tomó declaración a los diferentes clérigos y mayordomos de las distintas cofradías, fundaciones, obras pías y memorias establecidas en la villa de Santa Cruz de la Sierra. Las declaraciones del prior del convento agustino de dicha localidad están llenas de contradicciones y negaciones en relación con los asientos que figuraban en los libros de seglares y eclesiás-ticos. La administración ante tanta confusión decide nombrar a una comi-sión de peritos para que verifiquen las superficies, arboleda, calidad y utili-dad de las tierras que poseen. El resultado de la declaración del prior y las tasaciones de los peritos estableció que “el combeto (sic) de religiosos agus-tinos único en este pueblo” poseía más de sesenta parcelas, de las 337 que disfrutaba el Estado Eclesiástico, repartidas entre 42 entidades, de ellas 18 forasteras y 6 cofradías locales. Las capacidades del terreno oscilaban entre varios celemines y nueve ó diez fanegas de sembradura. El capital era pro-ducto de donaciones, permutas y compras efectuadas en diferentes ocasio-nes. Los nombres de los parajes aún recuerdan a los actuales: El Cigüental, Cañuelo, Merderuelo, Cancho de Dios, Pozonuevo, Santera, Cerquilla, Las Cuestas, Torrecillas, Portezuelo, Callejón, Albarcón, Mariprado... Varias fin-cas estaban dedicadas a olivar, otras a pasto y labor –se sembraban un año y descansaban otro– y algunas a forraje para el ganado.

El convento declaró además seis bueyes de labor, siete carneros, un marrano y tres colmenas. Poseían para la comodidad y traslado de los re-ligiosos: dos caballos, dos mulas y una jumenta.

En otros pueblos, como Trujillo y Herguijuela, también mantenían al-gunas propiedades. En el Puerto tenían establecido un censo a su favor de

22 El “Interrogatorio de Tomás López” (28 de febrero de 1786) dice que en el término se “crían muy saludables yerbas y pastos para todo género de ganados y se mantienen en ellos 3.600 cabezas de ganado lanar y 300 reses de ganado vacuno”.

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2.866 r. sobre ciertos bienes que disfrutaban algunos vecinos, cuyos rédi-tos anuales al 3 % era de 86 reales.

Sin embargo, el número de religiosos había descendido, ahora eran dieciséis sacerdotes y cuatro legos. Los sacerdotes se dedicaban al aposto-lado y los legos a los trabajos más serviles, aunque tenían para la atención y explotación de las diferentes propiedad varios criados. No impartían en-señanza pública ni privada.

Por esta época colocaron en la fachada principal del templo, a ambos lados de la hornacina, como ya quedó dicho, dos escudos cuadrilongos de granito sobre carteles al estilo español –jefe recto y barba en arco de cir-cunferencia–, cuartelados en cruz. Contienen ambos sendos escusones de los CHAVES –cinco llaves de hierro–, con borduras y las armas de Portu-gal: cinco escudos azules colocados en cruz y cada uno, cinco dineros en aspa. Los blasones que representan los cuarteles simbolizan las casas nobi-liarias con las que emparentó esta familia.

El escudo de la izquierda representa en su 1º cuartel a la casa MENDOZA DE LA VEGA. Está dividido en frange: uno y tres sobre campo verde, tres ban-das oblicuas de oro, y dos y cuatro contienen el lema: “AVE MARÍA” en oro.

2º cuartel, CALDERÓN: sobre campo de plata, dos calderas jaqueladas de oro y de gules con siete cabezas de serpientes verdes.

3º, SOTOMAYOR: sobre campo de plata, tres franjas escacadas de oro y gules cortadas por ceñidor de plata.

4º, HINOJOSA: sobre campo de plata, brazo derecho armado empuñan-do una rama de hinojo verde, precedido del lema: “TARDÓ EL CID”.

El escudo de la derecha contiene en su 1º cuartel las armas de la casa VELASCO: está dividido en cinco escaques de tres piezas cada uno, ocho de oro y siete de veros.

2º, MANRIQUE DE AGUILAR: Partido. A) armas de Castilla, León y Suabia en oro y sable. B) casa de LARA –sobre campo de plata, dos calderas de sa-ble–. Bordura de armiño de los CASTAÑEDAS.

3º, OSORIO: sobre campo de plata, dos lobos de sable y tres palos vi-brados de azur; bordura de ENRÍQUEZ –de León, mantelado de Castilla–.

4º, CARVAJAL: sobre campo de oro, banda de sable.

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Tanto los escusones como los dos escudos están timbrados con corona volada de marqués, y colocados sobre la cruz de la Orden de Santiago que deja ver tan sólo sus puntas en los extremos.

Estos blasones son semejantes a los que se encuentran en la fachada principal de la casa solariega que tiene la familia en Trujillo, sita en la Pla-za de los Descalzos, junto a las murallas, vigilando la puerta de San An-drés, antiguo hospital de la Concepción.

El mayorazgo poseía, entre otros, los títulos de vizconde de Valduerna, conde de Miranda, la Calzada, Santa Cruz de la Sierra, duque de Peñaran-da, marqués de Vañeda y Valdehunquillo...

Los frailes los colocaron en la fachada principal en agradecimiento a sus protectores.

Debajo del escudo de la izquierda aparece la palabra “AÑO”, en él de la derecha estaba la fecha de 1777, hoy totalmente perdida al desprender-se el lucido. Indican el año en que fueron colocados, según la opinión más generalizada.

En las últimas centurias del siglo XVIII las ideas europeístas de la Ilus-tración estaban penetrando lentamente en España y atacarían muy direc-tamente a los agustinos. El rey Carlos III por Real Cédula del 21 de julio de 1763 había prohibido la apertura de casas-enfermerías a los religiosos, y ordenado el cierre de aquellas que tuvieran abiertas, los abusos eran cons-tantes y los frailes permanecían más tiempo del debido en estos lugares de descanso. La de Trujillo, aunque sus fines eran estrictamente sanitarios para la comunidad, había abierto una farmacia al servicio de los trujillanos y era muy querida por el pueblo. Las súplicas constantes del Provincial de los Agustinos al monarca consiguió la reapertura mediante Real Provisión dada en Madrid el 23 de febrero de 1788. La escritura de nueva concesión se otorgó a favor del prior del convento de Santa Cruz de la Sierra. La casa hospital estaba situada en la calle García, actualmente García de Paredes de la ciudad. Hoy, un escudo de la Orden de San Agustín labrado sobre granito y colocado en la pared aún recuerda aquel pasado.

Es el momento de embellecer además de la fachada el interior del ce-nobio. Los frailes encargan un hermoso órgano al maestro organero José de Verdalonga, descendiente de una familia dedicada al oficio que tenía

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el taller en Madrid. La instalación en la iglesia conventual se realizó en el año 1785 (Méndez Hernán, 2007: 137 y ss.) 23.

No obstante, el interrogatorio para la creación de la Real Audiencia de Extremadura, cuyo informe se realiza el 14 de febrero de 1791 por el pá-rroco y el prior del convento, en la respuesta 36 reconoce que sólo hay dos huertas de riego de las catorce o quince que hubo antiguamente. “Hoy es-tán reducidas a pasto; dos del Sr. Conde de Miranda que son las mejores, y mantenían en lo antiguo bastante número de hortelanos, como lo indi-can tres norias que tiene la llamada Planta; y la otra que dicen Huerta del Conde la tienen los frailes... de esta villa, reducida también a pasto y la-bor, y es muy útil y la mejor que hay para hortaliza; y lo mismo otra que tienen en el convento” (sic).

El número de monjes iba en disminución, sólo quedaban 12 sacerdotes y 4 legos. El sostenimiento dependía de las propiedades que con cargo de oraciones habían donados los fieles, y de las limosnas que recogían princi-palmente de misas y sermones. (I: 1791, r. 24).

La Guerra de la Independencia supuso un desastre para las institucio-nes religiosas y sumió aún más en la pobreza a la zona. Los frailes fueron duramente castigados y sus dependencias saqueadas, muchos de los docu-mentos que atestiguaban donaciones o las cargas a que estaban sometidas las fincas se extraviaron. La casa hospital de Trujillo salió peor malparada del conflicto bélico, debido a las tropelías que los franceses efectuaron en la ciudad. Los agustinos en el año 1824 tuvieron que vender parte del edi-ficio (una cuadra y medio pozo), y de nuevo es el prior de Santa Cruz el encargado de efectuar la venta. Las propiedades malamente podían explo-tarlas y algunas se abandonan, como sucedió con el resto de la enfermería. El Concejo de Trujillo se tuvo que hacer cargo de ella y en el 1841 la ven-dieron. Los fieles, contagiados de las nuevas ideas, pierden la fe de otros tiempos. Las autoridades civiles querían terminar con la situación privile-giada del clero. Fueron años difíciles. La enseñanza se introdujo en el con-vento como otro medio más de subsistencia, dedicada a la formación de

23 La parroquia de Madroñera intentó a través del prior del convento de Santa Cruz que José de Verdalonga, quien había recibido el título de Maestro Organero del Real Monasterio del Escoria, les construyera otro órgano en el 1794, pero rechazó la propuesta mediante escrito porque estaba haciendo uno para la catedral de Toledo y otro para la Corte (Méndez Hernán, 2007: 139).

24 Respuesta del prior, fray Bartolomé de San José, y del resumen que hace don Pedro Bernardo de Sanchoyerto, Alcalde del Crimen de la Real Audiencia.

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sus religiosos. El gobierno absolutista de Fernando VII, lleno de vaivenes políticos, recoge momentos de cierto resurgir eclesiástico. Los libros sacra-mentales atestiguan nuevamente la presencia de los monjes, colaborando con las parroquias, asistiendo a bautismos, bodas, defunciones, o celebran-do gran número de misas ordenadas en testamento; aparecen como fieles cumplidores de los actos encomendados, aún sabiendo que no podían co-brarlos porque los bienes se desviaban a otros menesteres.

La llegada al trono de Isabel II acrecienta los problemas. La iglesia que se ha declarado carlista y enemiga de los liberales sufre persecucio-nes con quemas de conventos y matanzas de frailes durante la primera Guerra Carlista. Se extingue el exiguo esplendor de años anteriores y se inician los tiempos de las grandes reformas eclesiásticas que disminuirán considerablemente el número de conventos en España. El Real Decreto por el que “se suprimían los monasterios y conventos de religiosos que no tuviesen doce individuos profesos, de los cuales las dos terceras partes al menos fueran de coro” fue sancionado por el ministro de Gracia y Justi-cia Manuel García Herreros, siendo presidente del Estado el Conde Tore-no 25. Quedaban exentas las órdenes hospitalarias, y se publicó el 29 de julio de 1835 en la Gaceta de Madrid, número 211. Afectó directamente a los tres conventos de agustinos recoletos de la provincia. El 18 de septiem-bre de ese mismo año tuvo lugar la exclaustración de los frailes de Santa Cruz de la Sierra. Ese día y los sucesivos se realizaron los inventarios con-templados en el artículo tercero del Real Decreto de Supresión y ordena-dos por la Junta Directiva de Gobierno de la Provincia. La comunidad la formaban 12 personas: el prior y dos sacerdotes, seis estudiantes y tres le-gos. Uno de los sacerdotes se rebeló contra los miembros del tribunal nú-mero 11 que efectuó la sentencia, y fue conducido preso ante el tribunal de Badajoz.

Los inventarios los efectuaron tres vecinos de la localidad: El prior del convento, Reverendo Padre fray Vicente López de Santa Rita; el secreta-rio local, don Francisco Xabier Arjona como Comisionado de Arbitrios de Amortización, representando al subdelegado del partido judicial, don Agustín García de Atocha; y don Ildefonso Fernández Cascarrón en re-presentación de don Anselmo de la Santa, Contador de Rentas Reales del

25 El Conde Toreno era don José María Queipo de Llano Ruíz de Saravia. Estaba como regente doña María Cristina, reinado de Isabel II. Mendizábal estaría en el poder del 4/X/1835 al 27/IV/1836.

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partido de Trujillo; para ello tuvieron que desplazarse a los diferentes lu-gares donde tenían posesiones los monjes.

El Inventario nº. 1 está dedicado a las fincas rústicas y urbanas que te-nían los frailes el día de la exclaustración en las localidades de Santa Cruz de la Sierra, Herguijuela y Trujillo, y las cargas que conllevaban.

El Inventario nº. 2 recoge las escrituras de títulos de pertenencias y cen-sos que el prior del convento pudo presentar, porque en el presente se en-contraban en su poder.

Las riquezas comunitarias que los frailes poseían contrastaban con la pobreza, a veces absoluta, en la que vivía la mayor parte del pueblo, y so-bre todo con la escasez total de bienes de uso personal que había en el convento, hasta los de primera necesidad, recogidos en el Inventario nº 3.

El Inventario nº 4 muestra la biblioteca variada que tenían los frailes.

El Inventario nº 5 relaciona las pertenencias que había en el templo.

Con la exclaustración, las propiedades quedaron en poder del Estado que las mantuvo en arrendamiento por periodos de tres años, hasta bien entrada la década de los cuarenta, a pesar de las leyes desamortizadoras dadas por el gobierno progresista en febrero y marzo de 1836, declarando en venta todos los bienes raíces de las comunidades extinguidas, y de las ofertas de compra que varios vecinos hicieron. La Contaduría de Bienes Nacionales de la provincia cobraba las rentas. Las solicitudes de venta las registraba el Juez de Primera Instancia que nombraba tasadores represen-tando al solicitante, al Sindico de Santa Cruz de la Sierra y a la Hacienda Pública. La tasación debía recoger: linderos, calidad de la tierra, cabida, árboles con el valor de los mismos, muros y cualquier otra circunstancia que valorase o identificase la propiedad solicitada. Las tierras de poco va-lor –cercones, huertos– las compraron vecinos del pueblo; las de mayor precio se adjudicaron a forasteros, principalmente de Trujillo, y a dos fun-cionarios de la localidad: don Agustín Blázquez y don Francisco Xavier Arjona. (L: 231, exp. 518 y L: 237, exp 19). Los censos también se redimen por estas fechas. El marqués de Lorenzana pide la redención el 18 de sep-tiembre de 1848, antes lo habían hecho otros vecinos del Puerto y de San-ta Cruz. (L: 10, exp. 7).

El recinto conventual cayó en el abandono. El pueblo, movido por ideas liberales, aprovechó la contienda carlista para destruirlo, con el ob-jeto de que si volvían los frailes no tuviesen donde morar. La tradición oral dice que, posteriormente, varias yuntas de bueyes tiraban de gruesas ma-

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romas entrelazadas por los vanos sin conseguir plenamente derribar los muros, el templo sólo mereció respeto. Sin embargo los más de doscien-tos años de convivencia no quedaron en el olvido. Las ideas religiosas que día a día habían introducido los agustinos aún hoy perviven. Las imáge-nes más valiosas pasaron a la parroquia ocupando lugar destacado en la fe de los fieles: San Agustín quedó como patrón cotitular con el Santo Cristo por ser la titularidad de la Vera Cruz; El Cristo del Perdón continúa como refugio de agricultores o ganaderos para la sequía; Nuestra Señora de la Consolación o la Virgen de la Correa presidió el Altar Mayor hasta fechas muy recientes como lo hiciera en el convento; otras imágenes también la acompañaron: San Agustín y Santo Tomás de Villanueva, hoy colocados definitivamente en el retablo del Altar Mayor desde la restauración que se le hizo a finales del siglo XX; pero, sin duda, la que ha conseguido mayor raigambre en la localidad ha sido Santa Rita de Casia.

En el 1880 el convento y una casa embargada al autor del famoso cri-men de la Pacheca 26, acaecido en el pueblo años atrás, fueron sacadas a pública subasta como bienes del Estado. Don Agustín Blázquez Corrales, médico titular, se quedó con él. No sabemos cual fue su verdadera inten-ción, lo cierto es que la viruela, como enfermedad infectocontagiosa muy temida por la población, dado su carácter epidémico y gran mortalidad, comenzaba a ser erradicada por esas fechas.

Con el paso del tiempo el templo se convirtió en establo o en alber-gue para utensilios agropecuarios. El pozo se cegó, pero aún conserva un precioso brocal redondo de roca bien labrada. El relieve de cuatro péta-los u hojas elípticas en forma de aspa con círculos en el centro, encajadas en cuadrados, circunda al símbolo de la orden. Al otro extremo está ado-sada una especie de pila de agua bendita avenerada, sin fondo, simulan-do media concha.

JOSÉ ANTONIO RAMOS RUBIO

FRANCISCO CILLÁN CILLÁN

[email protected]

26 La noche del 25 al 26 de marzo de 1856 acaeció un macabro crimen en la localidad que horrorizó a todo el vecindario. La joven de 24 años, María Pacheco, fue brutalmente asesinada en su casa cuando pasaba la velada en familia, según atestiguó su tía carnal que imputó el hecho a dos vecinos. Sin embargo el juez consideró que el verdadero autor era el padre de la joven, don José Pacheco, y condenó, además, como encubridores a doña Teresa Pacheco, su hermana, y a Pedro Santos, aguacil local. El crimen fue romanceado y durante años se recitó por la comarca, refutando el abuso de autoridad paterna.

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El convento de Santo Domingo de Cáceres: Historia y Arte

José Antonio RAMOS RUBIO*

Óscar de SAN MACARIO SÁNCHEZ**

SUMARIO: Resumen: 00-00 [ - ]. Abstract: 00-00 [ - ]. Introducción histórica: 00-00 [ - ]. Apéndice documental:00-00 [ - ]. Ilustraciones: 00-00 [ - ].

RESUMEN: Estudio de investigación sobre el importantísimo convento de San-to Domingo de Guzmán de la ciudad de Cáceres, ubicado en la colación de Santiago, construido en el siglo XVI en un solar en el que estaban la ermita de San Bartolomé y las Cárceles del Corregimiento, bajo los auspicios de doña Catalina de Saavedra, inter-viniendo en las mismas los maestros Blas Martín Nacarino, Hernando Martín Nacarino, Gabriel de Roa y Jusepe Paniagua, llevándose a cabo en los siglos siguientes importantes obras de remodelación. Ocupado por los franciscanos y expulsados tras el proceso desa-mortizador, regresa la Orden franciscana a Cáceres en el año 1915, no pudiendo ocupar su antiguo convento que se encontraba en ruinas, adaptándose a una vivienda junto a la antigua iglesia de Nuestra Señora del Rosario, que había pertenecido al convento dominico de Santo Domingo.

Palabras clave. Iglesia y convento de Santo Domingo - Dominicos, Cáceres - Fran-ciscanos- Arte.

* Doctor en Filosofía y Letras, especialidad Historia del Arte. Diplomado en Ciencias de la Educación y Licenciado en Ciencias de la Información. Cronista oicial de Trujillo desde el año 1993. Académico correspondiente de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes y correspondiente de la Real Academia de la Historia. Ha recibido varios premios periodísticos por su participación en concursos de temas históricos. Ha publicado 934 libros y centenares de artículos en revistas nacionales y extranjeras. Ha participado en importantes excavaciones arqueológicas y ha dirigido proyectos de investigación relacionados con el arte Románico en Zamora, Imaginería Medieval Extremeña y Arquitectura popular.

** Diplomado en Ciencias empresariales. Fotógrafo artístico y colaborador habitual de la revista GRADA y fotoperiodista de la de la revista digital Travel Archaeology. Cronista oicial de Casas de Don Antonio (Cáceres). Ha publicado varios libros y una treintena de artículos relacionados con la historia, el arte y el folklore extremeño.

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ABSTRACT: Research of the most important convent of St. Dominic of Guzmán of the City of the city Cáceres, located in the collation of Santiago, built in the sixteenth century on a site where was the hermitage of San Bartolomew and the Jail of the Corregimiento, under the auspices of Dona Catalina de Saavedra, with the participation of teachers Blas Martín Nacarino, Hernando Martín Nacarino, Gabriel de Roa and Jusepe Paniagua. Important renovations were carried out and in the the following centuries.. Occupied by the Franciscans and expelled after the process of coniscation, the Franciscan Order returns to Cáceres in 1915, but being unable to occupy her old convent that was in ruins, they adapted to a house next to the old church of Our Lady of the Rosary which had belonged to the Dominican monastery of St. Dominic.

Key words: Church and convent of St. Dominic in Cáceres – Dominicans – Francis-cans – Art.

INTRODUCCIÓN HISTÓRICA

En el transcurso de los siglos la religiosidad ha marcado profunda-mente la isonomía urbana de las ciudades. Con uno de los cascos viejos más importantes de España, repleta de iglesias, palacios y casonas, Cáce-res fue declarado Patrimonio de la Humanidad y está considerado el Tercer Conjunto Monumental de Europa. Las iglesias, en torno a las cuales se organizaba la vida comunitaria, eran la referencia básica de las diversas colaciones en las que se dividía la ciudad. Ante ellas se suceden los mo-mentos más importantes de la vida, no sólo de la ciudad, sino de cada individuo, llegando a ser, en algunos momentos de la historia, el lugar de enterramiento de la nobleza. Estas iglesias dejarán una riqueza artística fuera de toda duda, una gran riqueza urbanística al desarrollar plazas ante ellas, y una magníica referencia visual que suponen las torres en la silueta de la ciudad, el sonido de sus campanas o el reloj que rige el día a día de sus habitantes.

El crecimiento de la ciudad fuera de las murallas determinó la cons-trucción de iglesias, de esta manera surgirán dos nuevas colaciones: la de Santiago y la de San Juan. En la colación de Santiago ocupando un solar en el que estaban la ermita de San Bartolomé y las Cárceles del Corregimiento, se levantó el Convento de Santo Domingo de Guzmán, promovido por Ca-talina de Saavedra en el año 1529 continuando las obras durante los años inales del siglo XVI, interviniendo en las mismas los maestros Blas Martín Nacarino, Hernando Martín Nacarino, Gabriel de Roa y Jusepe Paniagua; hasta el siglo XVIII en que se realizaron obras de remodelación. El cantero Jusepe Paniagua pertenecía a la familia Martín Paniagua. Ante Alonso So-lís, el día 21 de noviembre de 1585, y en sociedad con el citado Gabriel de

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Roa, vecino de Cáceres que vivía en la calle de los Nidos1, contrata con el convento de Santo Domingo obras en la iglesia conventual y en la casa del monasterio2. El conjunto monacal está conformado por iglesia, claustro –con elegante forja que acompaña a un pozo y frisos de azulejos talaveranos- y otras dependencias, rodeado por varias viviendas adosadas.

La iglesia es de grandes dimensiones, presentando en su exterior una magníica fábrica eclesial de sillería. Alterado por escasas armerías, aunque algunas de ellas son bastante notables. Destaquemos, en primer lugar, en el gran escudo de la Orden Dominica que se sitúa en lo que, durante siglos, fue conocida como Portería de Santo Domingo, en la esquina con la Calle de Río Verde. Sobre el portalón se dispone un blasón oval, terciado en faja, el primer campo, de azur, con dos estrellas de oro; el segundo, de azur dos calderas de oro; el tercero, de plata, un lebrel al natural, portando una tea en las fauces; escusón sobre el todo con una cruz lordelisada. Estas arme-rías corresponden a la Orden de Predicadores, fundada por Santo Domin-go de Guzmán en 1206 para luchar contra la herejía albigense. Este tipo de armas, conocidas como armas místicas, son frecuentes en la heráldica eclesiástica, para identiicar santos o congregaciones. La alusión directa al fundador son las dos calderas de los Guzmán. En la calle Ríos Verdes hay un pasadizo de obra que se construyó para que los frailes no tuvieran que atravesar más esa calle que como su nombre indica era un río, hartos como estaban de pasarelas que no aseguraban el mojarse los pies.

En la Calle de los Moros o General Margallo3, sobre la moderna entra-da conventual se encuentran unas antiguas armas de Figueroa (en campo de oro, cinco hojas de higuera de sinople), de acarreo y muy hermosas. En la esquina del templo con Moros, en lo que es el exterior de la actual Capilla del Sagrario, que en su día fue camarín de la Virgen del Rosario, se disponen unas armas marianas, propias de Nuestra Señora: en campo de azur, un jarrón de oro del que sale un ramo de azucenas de plata, talladas y foliadas de sinople.

La puerta principal de acceso al templo se abre en arco de medio pun-to, se sitúa a los pies, es de estilo barroco, y está formada por arco de medio punto y decoración vegetal en la clave y enjutas, rematada con en-tablamento, sobre él se sitúa un segundo cuerpo en el que hay una horna-cina lanqueada por pilastras presidida por una imagen de la Inmaculada; encima una ventana adintelada y en lo más alto un escudo de alabastro con las armas místicas de la orden: en campo de oro, una cruz lordelisa-da, jironada de sable y plata. Se encuentra orlado por un rosario y sobre

1. T. PULIDO Y PULIDO, Datos para la historia artística de Cáceres, Cáceres, 1980, p. 418;

2. En Apéndice Documental.3. Era el arrabal de la villa cacereña en el siglo XVI. Archivo Parroquial de San

Juan. Libro de Cuentas, número 10, fol. 31, 1565.

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él se hallan los signos del Santo Oicio: la palma, la estrella y la espada. Precede a la portada un atrio cerrado por una verja y al que también se abre la entrada al ediicio conventual.

La iglesia sigue el modelo conventual de los dominicos, organizando el espacio con planta espaciosa, alargada nave a la que se incorporan una serie de capillas entre contrafuertes y comunicadas entre sí por seis arqui-llos de medio punto –tres a cada lado- que responden a la medida 1,77 x 74 cm de luz. El aparejo utilizado es sillería y mampostería con blanqueo de ésta en las reformas acometidas entre los años 1974-1974. A los pies, coro alto con sotocoro con tres arcos cubierto por bóveda de crucería, obra ejecutada en 15854. La nave central y los brazos del crucero se cubren con bóveda de crucería sencilla, la capilla mayor y el crucero con bóveda de terceletes, y las capillas laterales con bóvedas de aristas que se apoyan en gruesos pilares con columnas adosadas. Las claves del templo presen-tan armerías con simbología de la Madre de Dios, Santo Domingo, Santo Oicio, y otros símbolos alusivos a la Orden de Predicadores. Es notable que todos ellos conserven la policromía5. En mal estado de conservación se encuentran los blasones con las armas de la Cerda, sobre el cenotaio de Beatriz de la Cerda, fundadora de la Capilla Mayor, que están en el presbiterio. El solado está cubierto con losetas de barro cocido excepto el altar mayor que se eleva y mantiene el suelo de cantería. Ventanas de medio punto abocinadas permiten la entrada de luz al interior del templo, dos ventanas en el ábside y una ventana en cada capilla.

Según accedemos a la iglesia, bajo el coro nos encontramos con algu-nas imágenes modernas (siglo XX, Casa de Olot) de la Virgen de Fátima y los tres niños pastores, Lucía, Jacinta y Francisco Martos, arrodillados; una imagen de San José con el Niño y otra del Sagrado Corazón de Jesús de los talleres M. Castell, según reza en una inscripción. En este mismo espacio litúrgico, una tabla pintada nos ofrece la siguiente leyenda: “Para gloria de Dios, el día 21 de diciembre de 1974 fue consagrada esta iglesia franciscana de Nuestra Señora del Rosario por don Manuel Llopis Ivorra, Obispo de Coria-Cáceres”.

En la siguiente capilla hay un retablo barroco de un cuerpo y una ca-lle, con cuatro columnas salomónicas, obra del siglo XVIII, con una senci-lla imagen de vestir de la Virgen de Guadalupe y en el remate un óleo sobre lienzo de Nuestra Señora de Belén, decorada con adornos pictóricos como suele representarse esta Virgen del Popolo, obra de un taller madrileño conservando una inscripción alrededor de lienzo que fecha esta obra en la segunda mitad del siglo XVIII: “VERDADERO RETRATO DE NVESTRA

4. Según memorial de las obras ejecutadas en 1585 por los hermanos Martín Na-carino. En Apéndice documental

5. F. ACEDO FERNANDEZ PEREIRA, Heráldica en la iglesia y convento de Santo Domingo de Cáceres, en Revista Calvario, 20 (2006).

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SEÑORA DE BELEN DE MADRID. IGNACION ft MDCCLXV”. Mencio-nada en los documentos del siglo XVI como capilla de San Vicente. El 14 de julio de 15936, doña Catalina de Argüéllez Ramírez, estando su marido Alonso Holguín de Ovando al borde de la muerte, concertó con el prior la compra, para sus enterramientos, de la mencionada capilla en quinientos ducados, y la facultad de poder poner sus armas en lo alto y bajo, cerrarla con una reja de madera, que sus testamentarios encargarían al entalla-dor cacereño Juan Hernández Mostazo, conforme a las existentes en las laterales del monasterio de San Francisco. La laude la labraría el cantero Francisco Paniagua; el escudo de la pared, que aún se conserva, pero des-plazado, con las armas del matrimonio, lo tallaría el cantero Diego Gon-zález y lo doraría el pintor Gaspar Gallego7.

Doña Magdalena Juana, ni por su matrimonio con el marqués de Ca-marena, ni por herencia propia de los Solís ostentó derecho alguno de patronato sobre la capilla de San Vicente Ferrer del convento dominico, pero sí profesó por esta igura señera de la orden dominica española una especial devoción, la cual sabría inculcar a su hijo unigénito, al que im-pondría el nombre de este santo.

El 14 de julio de 1704, ante el escribano madrileño Juan Mirabel de los Cobos, la marquesa viuda de Camerana, entonces residente en la Cor-te, partidaria como toda Extremadura de Felipe V, concertó con el maes-tro ensamblador de retablos Domingo Francisco de Valdearenas y con el maestro dorador Juan de Borja y Córdova, ambos vecinos de Madrid, la ejecución y dorado de un retablo para el mencionado altar de San Vicente Ferrer. El plazo se ijó en cinco meses, los dos primeros reservados para la conclusión de los trabajos de talla. Tal plazo estipulado para la conclusión de la labra de su arquitectura resulta bastante perentorio, pero la premura se debería, no sólo al interés de la marquesa por lograr ver realizado su deseo, sino sobre todo a la inseguridad de las circunstancias imperantes debidas a la guerra desencadenada con motivo de la sucesión a la corona de España - de tan funestas consecuencias en nuestra región como la de Restauración-, pues dos meses antes había desembarcado en Lisboa el pretendiente austriaco, el archiduque Carlos8.

El precio, se estipuló en cinco mil ochocientos reales de vellón, paga-deros en diferentes plazos. De ellos, dos mil setecientos cincuenta corres-pondían a Valdearenas, quien recibió al contado mil reales con el in de adquirir, como era habitual en estos tipos de transacciones, el material

6. ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE CÁCERES (A.H.P.CC). Protocolos de Juan Romero. Caja 4.245. Año 1593.

7. Ibid. Protocolos de Pedro de Pérex. Caja 4.130. Años 1593-1596.8. S. MARTIN NIETO, El retablo de San Vicente del convento de Santo Domingo

y el de la ermita de Nuestra Señora de Gracia, frutos del mecenazgo de doña Magdalena Juana Solís Ovando, Marquesa viuda de Camarena, en XXIII Coloquios Históricos de Extremadura, Trujillo, 2004.

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necesario para iniciar la obra; transcurrido un mes, otros seiscientos, para poderlo rematar; quinientos en el momento de la salida del taller para trasladarlo a Cáceres, después de haber sido apreciado por los veedores designados por la noble cacereña; los restantes seiscientos cincuenta, cuando estuviese asentado en Cáceres. Por cuenta de la marquesa, corre-rían las carretas, mozos y sogas precisos para el transporte. Valdearenas vendría a su costa a Cáceres a asentarlo, así como los oiciales que trajere. Doña Magdalena Juana tan sólo se obligaba a darles casa y dos camas.

Juan de Borja se obligó a desplazarse a Cáceres una vez acabado, Por su trabajo percibiría tres mil cuatrocientos reales: mil cuatrocientos el día que saliera de la Corte; seiscientos cincuenta al mes y el resto a la conclu-sión. Como en el caso del entallador, la marquesa se comprometía a darle casa y cama; pues el resto de los gastos, así como los de los oiciales que lo acompañasen, los afrontaría el dorador. Entre los testigos iguran dos cacereños vinculados a la marquesa: el noble don Alonso de Solís y Alda-na, su hermano, y Juan Rodríguez Machado, residentes en la Villa y Corte. Valdearenas fue el ejecutor, pero la traza, como se especiica en el contra-to, fue encargada en Salamanca, según el profesor Martín Nieto dentro del círculo de los Churriguera, como relejan algunos detalles del retablo cacereño, pero cuyo estilo enmascara la torpeza del entallador Valdeare-nas9. Se trata de un retablo hornacina, con cuatro columnas salomónicas, situadas en el mismo plano, adornadas con racimos de uvas, de capiteles compuestos, siguiendo el prototipo de las que José Benito de Churriguera ideara para el retablo mayor de San Esteban de Salamanca, de la misma orden dominica.

Conforme a la modiicación que se hace constar en la escritura de obligación, uno de los seraines fue sustituido por un blasón, conigurado por las armas de los Ovando y Rol10, propias de su difunto marido, y las de Solís y Aldana de la donante, doña Magdalena Juana de Solís y Alda-na11, apellidos con los que también igura en diferentes escrituras. Culmi-na con la corona de Marqués. En el tomo primero del Inventario Artístico de Cáceres y su Provincia, siguiendo los estereotipados criterios en que se basaron los colaboradores para datar las piezas inventariadas, y que les ha hecho caer en tantos errores como en él hemos detectado, se fecha

9. ID., 10. Las de Ovando: En campo de plata, una cruz loreteada de gules con cuatro

veneras de gules en torno a ella; bordura del mismo color con ocho aspas de oro. Las de Rol: cinco palomas azules con pintas de plata en campo de oro. (A. H. P. CC. LEGADO PAREDES. Legajo 126, expte. 31). Sin embargo, los colores aparecen cambiados en el escudo del retablo: cinco palomas de oro en campo de azur.

11. La de Solís: En campo de oro, un sol de gules con dieciséis rayos y ocho dragantes que reciben en sus bocas otros tantos rayos de sol. (LODO DE MAYORALGO, 1971, 271). Las de Aldana: “cinco lirios de oro sobre campo rojo” (A. H. P. CC. LEGADO PAREDES. Legajo 126, expte. 31).

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este retablo en 1760; es decir, medio siglo más tarde de lo que realmente corresponde12.

La capilla dedicada a San Vicente Ferrer se ubicaba por debajo del sepulcro de Catalina de Saavedra. Su retablo, a lo largo de los siglos, ha albergado a su imagen titular, de madera policromada y de excelente fac-tura, hasta que en 1915, tras la llegada de la comunidad franciscana, fuera reemplazada por la de San Francisco y ubicada en un retablo en el lado del Evangelio13.

En un lateral una escultura de San Pedro de Alcántara de inales del si-glo XVIII, cuya iconografía está marcada por la fecha de su beatiicación, en 1622, que ya permite su culto. Durante el proceso previo de incoación de su causa los frailes habían encomendado al destacado grabador italia-no Luca Ciamberlano que realizara unos grabados (años 1618-1620) en los cuales se ijó el tipo iconográico: calvo, enjuto, mortiicado, hábito remendado y mato corto, aunque la amplia extensión artística se produ-cirá a partir de su canonización en el año 1669, permitiéndose su culto universal14. La escultura de San Pedro de Alcántara recibió también culto en la antigua capilla de San Vicente, como se acredita por el inventario que la presidenta de la Hermanas de la Caridad, sor Margarita Fabregás, redactara el 14 de septiembre de 1835, de los bienes, bajo su custodia, de la iglesia del suprimido convento en el cual se estableció el Hospital15.

Seguidamente, la capilla de los Holguín Ovando, donde se venera la escultura en madera policromada del “Cristo del Calvario o de los Estu-diantes”, de gran calidad, que procesiona la Cofradía de los Estudiantes en Semana Santa. En esta capilla hay un escudo berroqueño, policromado en el que se muestran las armas de los fundadores de la capellanía, Alonso Holguín de Ovando y su mujer, Catalina de Argüelles, fallecidos ambos en la década de 1580. Así el escudo es cuartelado, primero de Golfín (cuarte-lado, primero y cuarto, en campo de plata, una lor de lis de gules; segundo y tercero, en campo de gules, un castillo de oro); segundo de Quirós (en campo de oro, dos llaves de azur); tercero, de ovando (en campo de plata una cruz lordelisada de gules con cuatro veneras de oro a los sobacos); y cuarto Argüelles (en campo de oro, cinco lores de lis de gules). La citada Cofradía del “Cristo del Calvario o de los Estudiantes” fue fundada en el año 1958, según consta en el Decreto episcopal con fecha 21 de octubre de 1958, irmada por el obispo de Coria-Cáceres, don Manuel Llopis Ivorra,

12. Inventario Artístico de Cáceres y su Provincia. Tomo I. Partidos Judiciales de Alcántara y Cáceres, bajo la dirección de don Salvador ANDRÉS ORDAX. Ministerio de Cultura, Madrid, 1989. p. 211.

13. P. HURTADO, Ayuntamiento y familias cacereñas, Cáceres, 1918, p. 748.14. ID., San Pedro de Alcántara en el Arte. Memoria del V Centenario del nacimiento

de san Pedro de Alcátara, 1499-1999. Diócesis de Coria-Cáceres, Cáceres, 2001, p. 114.15. ARCHIVO DE LA DIÓCESIS DE CORIA-CÁCERES. (A. D.). Inventarios. 1800

y siguientes.

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previa reunión celebrada en el colegio San Antonio de Padua de los P.P. Franciscanos de Cáceres bajo la dirección espiritual  de Fray Jerónimo Bonilla, quedando establecidos los cargos de la Junta de Gobierno bajo la presidencia del Mayordomo don Ángel Álvarez Núñez. En sus reglas, contenidas en el “Reglamento de la Cofradía del Vía Crucis y del Santísi-mo Cristo del Calvario de los Estudiantes y antiguos estudiantes universi-tarios y de Enseñanza Media de Cáceres”16, se detalla la organización de esta cofradía. En sus primeros años, se constituye con el entusiasmo de los jóvenes cacereños, con una asociación juvenil, que hacía acto de pre-sencia el Viernes Santo del año 1959. La imagen titular es una excepcional obra barroca de la escuela castellana, del círculo de Gregorio Fernández. Se venera al lado de la Epístola en el espacio que sirve de nexo entre la nave central del templo y la parte claustral del convento, es obra del pri-mer decenio del siglo XVII. Es un Cruciicado de tamaño algo mayor del natural y se nos presenta con la cabeza apoyada sobre su hombro derecho en el momento de su expiración. A pesar de ello aparece exento de drama-tismo, con una anatomía perfecta, costillas, músculos en extrema tensión, herida costal, postura forzada de las piernas. También recibía el nombre de Stmo. Cristo del Calvario o Cristo de la Buena Muerte y actualmente como de los Estudiantes. La Imagen fue donada por la familia Camarena al convento de los frailes.

En el crucero, en el lado de la Epístola, hay un lienzo de la Inmacula-da, de discreta calidad, siguiendo los modelos de Murillo, obra del siglo XVIII. Se conserva un retablo con detalles rococó, formado por cuerpo y remate, con cuatro columnas con decoración vegetal y telas, de media-dos del siglo XVIII; en la hornacina central igura una escultura de San Francisco, de vestir, del siglo XVII; en el remate, un óleo sobre lienzo con representación pasionista de la Flagelación de Cristo, obra del siglo XVII, Cristo desnudo vuelto de espaldas destacando en un fondo neutro. Y, en la predela del retablo se abre una hornacina acristalada con la representa-ción del Nacimiento de Jesús, imágenes modernas.

Desde el crucero se accede por una puerta adintelada a la sacristía, presidida por un Cruciicado, muy expresivo.

En el presbiterio hay un retablo mayor formado por banco, dos cuer-pos y tres calles con cuatro columnas salomónicas decoradas con raci-mos; a los lados, decoración de angelitos y motivos vegetales que arrancan de las cartelas, en una de las cuales encontramos la fecha de ejecución: año 1692. El retablo alberga lienzos con escenas de la vida de santos. En el banco hay siete óleos sobre lienzo representando –según inscripcio-nes- a San Antonio, Arzobispo de Florencia “(S.ANTO(ni) ARZO(bispo) D FLOR(enci)a”; San Albertos ”ALBERTVS Ns”; le siguen dos jarrones

16. Aprobado por el obispo de Coria-Cáceres el día 7 de enero de 1959, a instancia de los fundadores don Ángel Álvarez y otros.

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con lores; Inmaculada con jarrón con lores en simétrica disposición y tamaño que los santos masculinos; Santa Margarita “B. MARGARITA”; Santa Juana de Portugal “Sta JVna DE PORTl”. En el primer cuerpo, en el centro una escultura de madera policromada de Santo Domingo, obra de mediados del siglo XVIII; a los lados, cuatro óleos sobre lienzo, los del lado del Evangelio corresponden a inales del siglo XVII, y representan a San Francisco recibiendo los estigmas y San Álvaro de Córdoba; los del lado de la Epístola son del año 1750 y representan la Estigmatización de Santa Catalina y San Gonzalo de Amarante, que fecha la obra: “S. Gonzalo de Amarante se pinta a debocion de don Gonçalo Carbajal año de 1750”. En el segundo cuerpo, tres pinturas sobre lienzo, de mediados del siglo XVIII, con representaciones de Santo Domingo, la Sagrada Familia y San-to Domingo; un Calvario de mediados del siglo XVIII, con Cruciicado del siglo XVI; y un frontal tallado y bien dorado de 1700.

Desde el altar mayor se puede acceder al camarín decorado con moti-vos rococó y cubierto con cúpula.

Continuando por el lado del Evangelio, en el crucero, está la Capilla de los Saavedra, disponiendo dos armerías de esta familia (en campo de plata, tres fajas escaqueadas de oro y gules, con un ceñidor de sable) y que corresponden, en este caso, al enterramiento de la fundadora Catalina de Saavedra. Aquí se trasladó el retablo de la Virgen del Rosario, que se encontraba donde actualmente está el Sagrario (que era el lugar donde la imagen de la Virgen se disponía), ocultándose el sepulcro de la fundadora, pero sus escudos se ubicaron en su actual disposición.

Hay un retablo rococó de mediados del siglo XVIII, formado por un cuerpo y remate con relieve de Santiago Matamoros; tiene dos columnas decoradas con óvalos, rocallas vegetales y cabezas de querubines, y dos estípites decorados con guirnaldas; rematando con un relieve de Santo Tomás de Aquino con dos ángeles y presidido por la Virgen del Rosario que gozó de gran veneración entre los cacereños, es una imagen de vestir de gran calidad, fechable en la segunda mitad del siglo XVIII.

En la siguiente capilla se veneran las imágenes que procesionan en Semana Santa, Nuestro Padre Jesús de la Salud y la María Stma. de la Estrella, pertenecientes a la Franciscana Hermandad Penitencial y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Salud en su Injusta Sentencia, María Santísima de la Estrella y Seráfico Padre San Francisco de Asís que fue erigida canónicamente el 6 de noviembre de 2006 en este templo con-ventual de Santo Domingo, tras la aprobación de sus Reglas por parte del Obispo de la Diócesis de Coria-Cáceres, don Ciriaco Benavente Mateos. La fundación fue fruto del empuje de unos jóvenes cofrades deseosos de enriquecer el bagaje devocional de la Semana Santa cacereña con el Mis-terio procesional del Señor en su Injusta Sentencia y desarrollar la Fe en el seno de la Hermandad y de la fraternidad franciscana Santa María de los Ángeles, contando en sus primeros pasos con la inestimable ayuda

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del primer Director Espiritual de la Hermandad, el franciscano Manuel Díaz Buiza. La Sagrada Imagen de Nuestro Padre Jesús de la Salud fue tallada por el joven imaginero de Mairena del Aljarafe Rafael Martín Her-nández y fue bendecida solemnemente el 14 de febrero del año 2009, con el padrinazgo del Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil y el grupo de donantes de la Campaña Un Cristo para Cáceres. Desde entonces, la ima-gen del Señor cuenta con una excepcional devoción entre sus hermanos y ieles, destacando la participación de cientos de cacereños en su anual vía-crucis, quinario, besamanos y procesión, cultos que la corporación de-sarrolla con especial solemnidad. La Hermandad realizó su primera salida procesional el 6 de abril del año 2009, un Lunes Santo, enriqueciendo a la Semana Santa. La vinculación de la Hermandad con la Orden de Frailes Menores se fraguó el 9 de febrero del año 2010, fecha en la que la Provin-cia Bética Franciscana aprobó el ingreso de esta corporación en la familia franciscana. Tras la reforma de Reglas, la Hermandad incorporó el título de Franciscana en su nomenclator y a San Francisco de Asís como imagen titular de culto. En mayo de 2010, a la Hermandad le fueron concedidas dos reliquias: de San Francisco y Santa Clara, procesionando la primera en manos de un hermano y la segunda sobre el paso de Misterio. Hemos de destacar que en uno de los pasillos del actual colegio de San Antonio de Padua, sito en la carretera Nacional, 630, km. 551,2, se conserva la es-cultura barroca de vestir de San Francisco de Asís, obra del siglo XVII, de escuela sevillana. Procede esta imagen del monasterio de Santa María de Jesús de Sevilla, fue donado por las monjas clarisas a la iglesia del conven-to de San Antonio de Cáceres en el año 1975.

A partir de la vinculación con la Orden Franciscana, la Hermandad celebra desde el mes de octubre del año 2010 las iestas populares en ho-nor a San Francisco de Asís en el patio del Centro Ágora Francesco. En las conmemoraciones de San Francisco del año 2010, la Hermandad proce-sionó por primera vez con la imagen de San Francisco, enriqueciendo la religiosidad popular cacereña con una nueva procesión de gloria. La pro-cesión se celebra anualmente en el domingo más cercano en el calendario al 4 de octubre.

La imagen de María Stma. de la Estrella fue tallada por el imagine-ro cordobés José Antonio Cabello Montilla, que ha venido a completar el culto de la Hermandad y favorecerá la devoción mariana de la ciudad con una imagen de la Virgen Dolorosa.

En la siguiente capilla hay un retablo barroco, del primer decenio del siglo XVIII, de un cuerpo con cuatro columnas salomónicas con racimos, preside la hornacina una imagen moderna de San Antonio. En un lateral hay un cuadro de la Virgen del Perpetuo Socorro.

La Orden franciscana regresó a Cáceres en el año 1915, tras el pro-ceso de exclaustración que sufrió en el siglo XIX. No pudieron ocupar

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su antiguo convento que se encontraba en ruinas17, adaptándose a una vivienda junto a la antigua iglesia de Nuestra Señora del Rosario, que había pertenecido al convento dominico de Santo Domingo. Esta casa fue cedida en alquiler, aquí establecieron su residencia los franciscanos, dedicados a la docencia desde el año 192018. Los frailes adquirieron dos viviendas en la calle General Margallo, próximas al convento, ampliando las instalaciones del colegio e internado de alumnos, obras que se llevaron a cabo entre los años 1921 y 195519, bajo la dirección del arquitecto don Ángel Pérez20.

Por tanto, el Colegio San Antonio tuvo unos orígenes humildes en el número 5 de la Plazuela de Santo Domingo. El 1 de febrero del año 1921, fray Juan López de Aréchaga, como clase privada se encarga de la prepa-ración de algunos jóvenes cacereños, tres al principio y pronto otros tres, durante algunos meses en que se estaban acomodando las casas 12 y 14 de la Calle General Margallo21.

El 1 de octubre del año 1921 comienza el primer curso en la calle Margallo, y con él el Colegio, siendo rector el P. Santiago Gorostiza. La matrícula del año ascendió a 91 alumnos, de ellos 6 internos incluidos los de primera y segunda enseñanza. Durante cinco cursos (1921-1926), el Co-legio funcionó en la casa nº 14, aunque posteriormente se habilitó la nº 12.

Estando los ediicios de las casas 12 y 14 de la citada calle Margallo en condiciones nada buenas, y visto el incremento  que iba tomando el número de alumnos, se determinó levantar un nuevo ediicio, el Pabellón I, que fue inaugurado en el curso 1927-28.

Entre los años 1957 y 1962 llevará a cabo la construcción completa de otro pabellón, gracias a un préstamo hipotecario concedido el 12 de abril

17. J.SANTA CRUZ, Crónica de la Provincia de San Miguel de Extremadura, L. IV, 1 y sigs. Madrid, 1671 (Ed. facsimilar, Madrid, Ed. Cisneros, 1989; A. BARRADO, Extre-madura franciscana, en Revista Lyceum, XV/164 (1949) 7-11.

18. Según Decreto del Obispo de Coria don Ramón Peris Mencheta, el 21 de abril de 1921 contaba con seis alumnos, bajo la denominación de Colegio de San Antonio de Padua. Se conserva la Crónica del Convento-Colegio “San Antonio de Padua” I (1915-1950) que nos describe todas las dependencias destinadas a la enseñanza e internado de alumnos.

19. Escritura de compra-venta autorizada por el notario de Cáceres don Juan Zan-cada del Rio, el 23 de julio de 1920. Escritura de mandato, autorizado por don Juan Zancada del Rio, el 23 de marzo de 1920, otorgada por don Diego Trespalacios a favor de don Ponciano Gorostiza y Arana, en representación de la orden franciscana. Libro I de Actas, 18 de octubre de 1955, número 371; Licencia del Ayuntamiento de Cáceres, Exp. 103/55, 20 de agosto de 1955.

20. VV. AA. “Colegio de San Antonio de Padua en Cáceres”, en Bética Franciscana III (1971) 113-188;

21. GARCÍA, 1980, 62-65; VV.AA. Homenaje a la Seráica Provincia de Andalucía en el setenta y cinco aniversario de su restauración 1881-1956. l956, 71-78.

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de 1961 por el Instituto de Crédito para la Construcción Nacional, inau-gurándose en el comienzo del curso escolar 1962-196322.

La adquisición del antiguo convento de Santo Domingo, contiguo al templo del mismo nombre, durante muchos años había sido sede de la De-legación Provincial de Hacienda. Con este ediicio, el colegio pudo ampliar los espacios escolares. Este inmueble pertenecía al Estado desde la desa-mortización de los bienes eclesiásticos del siglo XIX. Los religiosos habían dirigido varios escritos a diversos organismos del Estado para conseguir el antiguo convento dominico, cedido en usufructos a la Orden en 191423, pero nunca pudo lograrse la distinción del ediicio, por razones de vecindad con el colegio y el templo, con el in de establecer en el centro de docencia24.

En el año 1966 fueron trasladados los servicios de la Delegación de Hacienda desde este convento a un nuevo ediicio construido en otro lu-gar de Cáceres, fray Ángel Orduña, Superior del convento, dirigió el 23 de junio de 1966 una instancia Ministro de Hacienda suplicando en nombre de la orden la cesión por compra directa del ediicio para dedicarlo a resi-dencia religiosa y ampliar el colegio, consiguiendo la tasación oicial y la conformidad de venta directa del inmueble que culminó con éxito con una resolución del Consejo de ministros, reunido en Madrid el 22 de diciem-bre de 1966, concediendo la venta directa la orden franciscana25, donde establecieron su residencia los frailes desde el día 5 de octubre de 196826.

Debido al mal estado en el que se encontraba el ediicio eclesial cuan-do la Orden Seráica se hizo cargo de él, la comunidad emprendió las obras de restauración comenzando por la cubierta el día 29 de octubre de 197327 a la que siguió la reforma total de los interiores, que inalizó el 20 de diciembre de 197428.

22. Escritura de Préstamo Hipotecario, otorgada por el Instituto de Crédito para la Construcción Nacional, a favor de los frailes menores de la provincia de Andalucía (Bética), el día 12 de abril de 1961, autorizada por el notario de Madrid don Antonio Callejón Amaro.

23. Decreto Episcopal del 12 de octubre de 1914 de don Ramón Peris Mencheta, Obispo de Coria.

24. Documento de exposición y petición al Ministro de Hacienda dirigido por fr. Ángel Ortega, día 6 de junio de 1916. Archivo del Colegio “San Antonio de Padua”.

25. La tasación oicial de la inca en 1.755.000 pesetas. Escrito de la Delegación de Hacienda, sección del Patrimonio del Estado, 24 de octubre de 1966, núm. de Sal. 1, 2873; Oicio de fray Ángel Orduña Ramos el día 27 de octubre de 1966 dirigido al Delegado Pro-vincial de Hacienda. Escrito de la Delegación de Hacienda el 20 de enero de 1967 sobre la vigilancia de Bellas Artes en el proyecto de restauración del inmueble.

26. Crónica del convento de San Antonio de Padua (1961-1975), p. 216. Por decreto del Deinitorio de la Provincia Bética, el día 12 de octubre de 1968, fue autorizado oicial-mente el traslado de la comunidad al ediicio de la plazuela de Santo Domingo, denomi-nando la Casa con el nombre de “Convento de San Antonio de Padua”.

27. Acuerdo deinitorial, 13 de noviembre de 1973 Vid. “Bética Franciscana”, III, Sevilla, 1973, p. 101.

28. Crónica (1961-1975), Cap. Conventual, 27 de octubre de 1973, p. 362. Cap. Conven-tual, 22 de marzo de 1974, pp. 318 y 360. Cap. Conventual, 27 de abril de 1974, p. 327 y 360 ss.

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La reforma del templo fue dirigida por el arquitecto don José Luis Hernández Álvarez, bajo la supervisión del Delegado Provincial de Bellas Artes don Alfonso Díaz de Bustamante y Quijano. Entre las reformas aco-metidas, además de la cubierta se lleva a cabo una importante comisión acorde con el viejo estilo del tejado, cabe reseñar la fábrica interior con descubrimiento del granito, blanqueo de la mampostería y renovación del solado con losetas de barro cocido. El camarín de la virgen del Rosario, se le acondicionó con nueva solería ya de acercamiento de los estucos, adaptándolo a capilla del Santísimo Sacramento, cuyo sagrario, colocado dentro del manifestador en una hornacina barroca, se ve desde el templo y se abre por medio de un mecanismo giratorio desde el interior de la capi-lla29. También fue restaurado el oratorio de la comunidad franciscana, con puerta principal en la clausura, el coste de las obras ascendió a 6 millones de pesetas30.

A la altura de los años setenta la vista que ofrecía el Colegio desde la Calle Margallo, no era muy apropiada. Las tres casas de la fachada, trasladada ya la comunidad a su nuevo convento del antiguo Convento de Santo Domingo, no se usaban para nada y amenazaban ruina. El Capítulo Provincial celebrado en el año 1974, aprueba la obra. Las obras del nuevo Centro se llevaron a cabo siendo Guardián de la Comunidad Fr. Francisco Arias Marcelo. El 1 de septiembre del año 2003 se iniciaba el curso 2003-4, en las nuevas instalaciones.

El 13 de diciembre del mismo año era bendecido el Nuevo Colegio de San Antonio de Padua por el Obispo de la Diócesis, don Ciriaco Benavente y por el P. Provincial Fr. Francisco García.

APÉNDICE DOCUMENTAL

Obras en el Convento de Santo Domingo de Cáceres (25 de noviembre de 1585)

“Sepan quantos esta carta vieren, como nos fr. Bartolomé de Vil-lafranca, prior deste Convento de señor Santo Domyngo, desta noble

29. Proyecto de restauración del templo de Santo Domingo, Cáceres, octubre de 1974. Acta de recepción de las obras en la iglesia de Santo Domingo de Cáceres, 25 de octubre de 1976. Memoria realizada por el arquitecto y obras por el contratista don An-tonio Abreu Tejero.

30. Presupuesto de la obra, octubre de 1974. Dirección General del Patrimonio Ar-tístico y Cultural del Ministerio de Educación y Ciencia, concedió el 11 de junio de 1976 una ayuda de 3.087.377,48 para las obras de restauración, descontados los honorarios de dirección 168.049,75 pesetas también concedidos por el mencionado organismo. Acta de recepción de las obras en la iglesia de Santo Domingo de Cáceres. Documento adjunto al Presupuesto, hoja 4ª.

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e muy leal villa de Cáceres e frai Xpoval de Quintanilla, superior en el dho Convento y frai Diº de la Higuera y frai Luis Sedeño, frayles profesos moradores en el dho Convento de señor Santo Domingo, por nosotros y el dho Convento y los demás frayles dél, dezimos que por quanto noso-tros en nombre del dho Convento, dimos cierta obra de la que se haze en la iglesia del dho monesterio a Hernando Myn y Blas Myn, hermanos, albañyles, vos de la dha Villa, que estays presentes de la qual obra y las condiciones della un memorial, el qual ante todas cosas ysibimos y presentamos ante el presente escrivano, para que lo ponga e yncorpore en esta escritura que su tenor de lo qual es como sigue en el memorial.

E porque al tiempo que se hizo el dho concierto, fue condición que se avia de hazer escritura ante escrivano y en cumplimiento dello en la vía y forma que de drº aya mejor lugar, aprobamos, loamos e rrati-ficamos el dho concierto y memorial, todo lo en ella contenido y nos obligamos de pagar a los dhos Hernando Myn y Blas Myn, hermanos y a cada uno de ellos y a quien su poder uviere de les dar y pagar y este convento y frayles del les darán y pagarán los dhos ciento y ochenta ducados, espresados en la dha memoria a los plazos y pagas en ella contenydos y para lo ansi cunplir e pagar, obligamos los propios e rrentas del dho Convento y nos obligamos que todos los materiales que fueren menester para hazer la dha obra espresados en el memo-rial que va ynserto, los emos de poner a nuestra costa de la portería adentro del dho monesterio e nos los dhos Hernando Myn y Blas Myn, hermanos, vos de la dha Vª, que presente estamos a todo lo que dho es e aviéndolo oydo y entendido y confesado lo contenydo en el memorial que de suso va yncorporado y lo aprovamos, loamos y rratificamos y todo lo en él contenido y anbos a dos de mancomún e a boz de uno e cada uno de nos por sí e por el todo e ynsolidum rrenunciando como espresamente rrenunciamos las leyes de duobus rres debendiestipu-landi et conprometendi e la auténtica presente códice de fide jusoribus y el beneficio de la devisión y escusión y epístola del divo Adriano y todas las demás leyes que habían en rrazón de la mancomunydad como en ellas y en cada una se contienen, nos obligamos por nuestras personas e bienes avidos e por aver de hazer y que haremos toda la dha obra en la orden y forma contenido en dho memorial que de suso va yncorporado según y por la orden que en él se contiene y guardaremos y cumpliremos todas las demás condiciones del dho memorial, que para su validación lo avemos aquí por tornado a rrepetir e para lo ansi cunplir y pagar, guardar, tener e mantener, obligamos nuestras perso-nas e bienes avidos ee por aver e anbos a dos las dhas partes, damos e otorgamos entero poder cunplido a la Justicia e juezes destos rreynos e señoríos de su magt, ante quien esta carta pareciere y della fuere pe-dido cumplimiento y execucion de lo en ella contenydo para que por

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todo rrigor e más breve rremedio del drº e via esecutiva nos conpelan y al dho Convento y frayles dél a que lo guardemos y cunplamos, guar-den y cunplan como si lo que dho es fuera sentenciado por sentencia definytiva de juez conpetente pasada en cosa juzgada cerca de lo qual rrenunciamos todos a qualesquiera leyes, fueros e derechos que sean en nro favor hechos e por hazer en general y en especial (Ante Alonso de Solís, 25 de noviembre de 1585)

La obra que el Ille sor fray Bartolomé de Villafranca y el dho Con-vento da hazer a Blas Myn maeso de cantería es lo sige.

Primeramente le da a destaxo las dos paredes principales que se an de eçer en la iglesia desde las dos colunas de las capilla que se va cerrando que an de ser del alto y largo de sobre el manpuesto questá hecho y sobre las paredes viejas junto a él asta el alto de la cunbre ques la cunbre más alta que tiene lo biejo de la dha iglesia lo qual a de ser todo de tapiería y el manpuesto que fuere menester para salmerar los arcos que an de ser de ladrillo para en que carguen las bigas del texado de la dha yglesia.

Yten dos arcos de ladrillo apuntado que se a de haçer en las dhas dos paredes sobre que carguen las bigas del maderamiento del texado el qual dho arco a de salmerar sobre manpuesto con sus estribos hacia la parte donde más convenga a la dha hobra.

Yten dexar todo el cuerpo de la yglesia que tocare esta dha obra a de ser maderado y encañado a caña junta desde el arco toral hasta los arcos que se an de hzer en lantipecho del coro y lo demás que tocare a los texados enlatado y trastexado todo lo biejo puestos cabrios y rre-texando lo que fuere menester.

Yten a de hacer el coro de la dha yglª en esta manera que por la haz de hacia la dha yglª a de llevar tres arcos de ladrillo sobre colunnas de ladrillo labradas al cuadrado llanas y encaladas de una mano y blan-queadas y bruñidas hacer su antepecho y poner las canpanyllas para alçar y a de quedar el quello de dho suelo del dho coro conforme a lo más alto o conforme a lo bajo y quitar la pared que los devide sora y alçar el suelo con el más alto y encalar el dho coro y toda la yglª de cal y bruñida y blanqueada.

Yten una escalera para subir al coro de ladrillo y birbanes y una puerta para entrar en el coro de ladrillo de marco y el dho coro a de yr de maderamiento de pino a tabla junta con tanto que no a de aver

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desbán, yssi no fuere muy baxo y (….) las puertas y aguxeros que to-caren al coro y al antecoro.

Yten que a la puerta primera de la yglesia a de hacer dos pasos u tres o más de ladrillos o todo lo que fuere menester y cubrir la dha portada con un texarox de dos cunbres de ancho de la dha portada y texado encañado y más tres luces en las paredes para dar luz en la Yglª del ancho y largo que se le pidiere con hotras dos luces en el coro y sacar el albañar de la yglesia enlosado hasta llegar a la cocina que agora sirve al Convento.

Yten dos colgadiços el uno que ba de la sacristía asta el pilar de la iglesia y en el gueco su confesonario y el otro colgadizo que ba desde la puerta del dormitorio, la qual puerta a de quedar con su marco puesto y el corredor y dos pilares de madera de álamo del dormitorio con su corredor de sol y escalera de ladrillo e (….) lanes el qual co-rredor a de llegar asta la puerta que sale de la chimenea nueva donde están los aparejos de la obra en la qual a de quedar echa de ladrillo asentado con su marco y un pasadero questá beniendo de la portería a la sacristía derribar lo alto y baxo y sobradarlo a contento sobre los mismos pilares en questá echar las aguas adonde más conbenga a de desacer la chiminea bieja y adonde está la chiminea hacer una puerta que salga al corral y cerrar la otra con que se sirve y el corredor el suelo enladrillado y debaxo dél cerrarle asta la pared y en la puerta a de acer una mesa y en la puerta un confesonario y la escalera llana como se la pidieren y todas las paredes bruñidas y blanqueadas.

Yten a de hacer una chiminea en la bodeguilla para servicio del rrefitorio la qual chiminea a de ser conforme a la questá a donde ago-ra sirbe el conbento y ataxar la procuración del conbento y en la pared della abrir una puerta para la dha cocina aquí no a de ser chiminea sino a calejos a cal e hospicio quitar la madera y dexar lo blanco bruñido con su luz una escalera para donde a de ser cocina de tres pa-sos a de acer tres tabiques el uno que debida el rrefetorio de la cocina y el otro por la rrexa donde es el asiento del padre prior y en blanquear el rrefetorio y ospicio con su bentana en el qual a de hacer una puerta llana de ladrillo y poner el maderage de la sacristía y quitar la pared que devide la sacristía y el laboratorio y en lo que fuere cocina a de traer su albañar que salga asta el corral el enlosado y todas las paredes de una mano bruñidas”.

A de mudar la canpana a lo más alto de la cumbre acer su estubo de ladrillo y canpanario y el maxinete de la cunbre del texado y en todo a de quedar acabado rrebocadas paredes y cerrados aguxeros.

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Y para lo qual le a de dar el conbento todos los materiales y sienpre an de andar tres o quatro oficiales sin alçar la mano dello y a de dexar la obra acabada a vista de oficiales y conbento y para este fin se a de guardar la última pagua.

En 21 de nobe se hizo este concierto con Blas Myn en presencia del Pe suppor y del Sor Juª Figueroa y él se obligó a dar acabado todo lo susodho de la manera que aquí va asentado y más el texado de la ygle-sia a caña junta y acabar la sacristía de la manera questá concertado entre él y en mí en pscia de los sobredchos y yo me obliguo a pagarle ciento y ochenta ducados en fé de lo qual lo firmé de mi nonbre en 21 de nobe deste año de 1585.

l corredor de Sol y los demás corredores an de ser encañados – fr. Bartolomé de Villafranca (firma)-. Blas Myn Nacarino (firma). Se in-cluye, la paga en quatro quartos q. es en quatro pagas la jª a ocho días que se conmençare la obra y las dos pagas en el tpo que durare la dha obra y la 4ª paga acabada la obra toda.

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ILUSTRACIONES

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Figura 1. Plano de la iglesia del Convento de Santo Domingo

Figura 2. Abside de la iglesia conventual

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Figura 3. Detalle mariano Jarrón de Azucenas

Figura 4. Convento

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Figura 5. Pasadizo

Figura 6. Patio del convento

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Figura 7. Fachada principal de la iglesia

Figura 8. Portada de la iglesia

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Figura 9. Coro y sotocoro

Figura 10. Detalle de las bóvedas

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Figura 11. Escudo de la Orden de Predicadores en la clave

Figura 12. Cristo del Calvario o de los Estudiantes

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290 José Antonio Ramos Rubio _ Óscar de San Macario Sánchez

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Figura 13. Retablo mayor

Figura 14. Santo Domingo, obra de mediados del siglo XVIII

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Figura 15. Calvario del siglo XVIII con Cruciicado del siglo XVI

Figura 16. San Antonino y san Alberto

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292 José Antonio Ramos Rubio _ Óscar de San Macario Sánchez

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Figura 17. Santa Margarita y Santa Juana de Portugal

Figura 18. San Alvaro de Córdoba

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293El convento de Santo Domingo de Cáceres: Historia y Arte

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Figura 19. La estigmatización de Santa Catalina

Figura 20. San Gonzalo de Amarante

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294 José Antonio Ramos Rubio _ Óscar de San Macario Sánchez

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Figura 21. San Luis Bertrán

Figura 22. La Sagrada Familia

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295El convento de Santo Domingo de Cáceres: Historia y Arte

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Figura 23. San Gonzalo de Amarante

Figura 24. Detalle bóveda del altar mayor

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296 José Antonio Ramos Rubio _ Óscar de San Macario Sánchez

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Figura 25. Camarín

Figura 26. XXXXXXXXX

Falta imagen num. 33

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Figura 27. Nuestro Padre Jesús de la Salud

Figura 28. Detalle de las obras ejecutadas en 1973

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Figura 29. Obras de restauración, año 1973

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Rhvvaa, 11 (Junio 2018)

Revista de Historia de las Vegas Altas

Junio 2018, nº 11, pp. 4-19

LAS PINTURAS MURALES DEL CONVENTO DE SAN PABLO DE CÁCERES THE MURALS PAINTINGS OF THE CONVENT OF SAN PABLO OF CÁCERES

José María Martínez Díaz; José Antonio Ramos Rubio [email protected]

Resumen Abstract

El convento de San Pablo se encuentra situado

en la zona monumental de Cáceres, próximo a la igle-

sia parroquial de San Mateo. El conjunto es obra del

siglo XV, con algunos añadidos en los siglos XVI y

XVII. El convento de San Pablo fue edificado en el

siglo XV, concretamente en 1449, por Juana de Dios,

con bula de Paulo III, son franciscanas terceras o

isabeles, sujetas al Ordinario . Las dependencias con-

ventuales albergan un importante conjunto patrimo-

nial a base de pinturas al fresco de la primera mitad

del siglo XVI con las representaciones de la Corona-

ción de la Virgen, Cristo atado a la Columna y un San

Antonio con el Niño.

PALABRAS CLAVES: Convento, Murales, Franciscanas,

Patrimonio.

The convent of San Pablo is located in the

monumental area of Cáceres, near the parish church

of San Mateo. The set is a work of the fifteenth cen-

tury, with some additions in the sixteenth and seven-

teenth centuries. The convent of San Pablo was built

in the fifteenth century, specifically in 1449, by Juana

de Dios, with bull of Paul III, are Franciscans third or

Isabella, subject to the Ordinary. The convent facili-

ties house an important patrimonial set based on

frescoes from the first half of the 16th century with

representations of the Coronation of the Virgin, Christ

tied to the Column and a Saint Anthony with the Child.

KEYWORDS: Convent, Murals, Franciscan, Heritage.

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LAS PINTURAS MURALES DEL CONVENTO DE SAN PABLO DE CÁCERES José María Martínez Díaz; José Antonio Ramos Rubio El convento de San Pablo se encuentra situado en la zona monumental de Cáceres, próximo a la iglesia parroquial de San Mateo. Es un edificio de mampostería y sillería. La iglesia tiene una sola nave cubierta con bóveda de medio cañón con lunes dos y con dos tramos y pres-biterio ochavado cubierto con bóveda de crucería estrellada. El conjunto es obra del siglo XV, con algunos añadidos en los siglos XVI y XVII.

El convento de San Pablo fue edificado en el siglo XV, concretamente en 1449, por Juana de Dios, con bula de Paulo III, son franciscanas terceras o isabeles, sujetas al Ordinario (1).

Fotografía 1: Convento y claustro de San Pablo (Cáceres).

Las dependencias conventuales albergan un importante conjunto patrimonial formado por escultura, pintura y platería. Se organiza el convento en torno al claustro, de dos pisos, con arcos carpaneles en el piso bajo y de medio punto rebajado en el superior, donde encontra-mos pinturas al fresco de la primera mitad del siglo XVI con las representaciones de la Co-ronación de la Virgen, Cristo atado a la Columna y un San Antonio con el Niño.

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Fotografía 2: Pintura mural sobre la coronación de la Virgen en el convento de San Pablo.

En el claustro superior destacamos la escena de la Coronación de la Virgen nos recuerda mucho las pinturas de la portada oriental de la Ermita de Nuestra Señora del Salor, sobre todo, los ángeles que enmarcan la escena, tanto en las actitudes, colorido como en la dis-posición y tamaño de las figuras, delgadas y de facciones anulares. En el centro de la com-posición aparecen dos figuras divinas, Dios Padre, que manto azul con los bordes pintados de rojo y túnica blanca, coronando a la Virgen con la bola del mundo a la derecha apoyada en una pierna y con la mano izquierda porta la corona que coloca sobre las sienes de la Vir-gen, que tiene largos cabellos rubios, manto blanco de pureza y túnica dorada. Ambos están sentados en un gran escaño y a los lados, los ángeles que cubren con un gran man-to rojo la escena principal, que se ondula con cierto sentido ornamental. A ambos lados de las dos figuras principales, un ángel músico tocando un pequeño órgano y, al otro lado, otro ángel tocando un instrumento de cuerda, parece ser un laúd, cuyo origen se remonta a la Edad Media.

El tema de la Coronación de la Virgen cierra el ciclo de la Muerte y Glorificación de María.

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Este tema representa la última teofanía del arte cristiano y nace y se desarrolla con el esti-lo gótico, constituyendo, como éste, la señal inequívoca de una nueva cultura y de una nueva sociedad, en la que las cuestiones teológicas adquieren una dimensión más humana al tiempo que más racional. La Coronación de la Virgen tiene el significado de proclamar la realeza de Nuestra Señora. Es una secuencia más dentro del ciclo de la vida de la Virgen María. Es también Reina del Universo también por derecho de conquista, como Corredento-ra de la humanidad. Pertenece esta creencia a la tradición y su referencia en los libros sa-grados de la Bibliase encuentra en el capítulo XII del Libro del Apocalipsis. Para Réau (2) la fuente iconográfica esencial para la representación del tema de la Coronación de la Virgen es un relato atribuido al Pseudo San Melitón Transitus Beatae Mariae, obispo de Sardes (ciudad de Asia Menor) en el siglo II, que fue divulgada en el occidente cristiano el siglo VI por Gregorio de Tours y más tarde en el siglo XIII por Vicente de Beauvais en su Speculum Historialey por Santiago de la Vorágine en su Leyenda Dorada (3) que servirían de fuente de inspiración para los artistas medievales y renacentistas; y las referencias apócrifas que señalan la glorificación de María en los cielos (4). También podemos citar otros múltiples pasajes en el Antiguo Testamento en los que se advierte una clara alusión al tema de la Coronación. Así. las prefiguras más claras de María coronada Reina del Cielo son Betsabé y Esther. En los Salmos también encontramos alusiones a la Coronación (5).

En el Libro de los Reyes se relata cuando, después de la muerte de David y de la corona-ción de Salomón, Betsabé, su madre, fue a hablarle en favor de Adonias; al verla su hijo, «el rey se levantó para salir a su encuentro, y después de postergarse ante ella. se sentó sobre su trono, poniendo otro para la madre del rey, que se sentó a su derecha» (6). Lo que puede interpretarse siguiendo a San Agustín «Las cosas que se dicen de Salomón con-vienen únicamente a Cristo. y de tal manera, que cuanto en éste vemos figurado lo hallar-nos en Cristo realizado» (7).

Fotografía 3: Pintura mural de Cristo amarrado a la columna del convento de San Pablo.

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La representación de Cristo Amarrado a la columna, en otro muro del claustro superior. Serán los dolores y la muerte de Cristo los que abrirán el camino de la Redención que libera al hombre de la muerte eterna. El es el máximo protector, que con su muerte, da un senti-do esperanzador para el que aguarda la propia. En esta escena Cristo está atado a una co-lumna, desnudo, cubriéndose escasamente con una tela blanca plegada. El autor anónimo nos ha querido presentar la sumisión y entereza que Cristo muestra en esa columna. El ros-tro emana una profunda tristeza, reflejada en el entrecejo fruncido, los grandes ojos de lánguida mirada, la nariz afilada, la boca cerrada. Las cuerdas le sujetan las manos y la so-ga anudada al cuello, exactamente igual a la obra pictórica que se encuentra en el templo de este mismo convento y que repite el mismo tema compositivo, aunque presenta más volumen escultórico que el Amarrado de la otra escena. Aparece el recurso del enlosado (aunque en mal estado de conservación) que sirve para determinar las líneas de fuga y la medida de un espacio teniendo en cuenta el personaje y la estancia.

Fotografía 4: Pintura mural de San Antonio de Padua en el convento de San Pablo.

En un lienzo del claustro, en muy mal estado de conservación, se nos representa a San Antonio de Padua, que viste hábito y cordón franciscano, pues profesó en esta orden, porta una cruz en una mano y en la otra un Niño Jesús sobre un libro (fue profesor de Teo-logía).

También, en la iglesia conventual, en la entrada del coro bajo, sobre un pilar que sostiene un arco, se conservan restos de pintura mural, concretamente la representación de Cristo atado a la columna. Consideramos que esta escena pictórica mural es posterior a las pin-turas del claustro, aunque también la enmarcamos en el siglo XVI. El autor anónimo repite el mismo modelo de columna (fuste y basa) donde está amarrado Jesús que en la composi-ción del claustro superior, incluso el mismo rostro triste de Cristo, aunque más alargado, emana una inmensa tristeza, la cabeza ladeada; a esta impresión contribuye - y no en pe-

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queña medida- el fondo negro de la composición que se empasta con la cabellera y la bar-ba, un tanto difuminadas en unas partes y bien delineadas, al igual que manos, brazos, cuerda que el pintor repite en la otra composición, con las manos atadas, la soga anudada al cuello y la doblez de la soga doblemente en el fuste de la columna, etc.. Así como el en-losado de la estancia donde se desarrolla esta desgarradora escena, aunque en la represen-tación del templo se percibe mejor pues está mejor conservada. En ambas es notorio el defectuoso punto de vista que inclina el suelo con una perspectiva un tanto huidiza hacia el fondo del muro. Aparece Jesús solo, con ausencia de sus verdugos. El autor, en ambas composiciones, asemeja el plegado de la blanca tela que cubre a Cristo. Es digna de consi-deración la policromía, bien conservada.

Consideramos que por las características estilísticas de las obras del Convento de San Pa-blo, el pintor realizó las obras del claustro superior en la primera mitad del siglo XVI, y pos-teriormente, se ejecutaría la representación de Cristo Amarrado a la Columna del templo conventual.

NOTAS AL PIE:

(1) BENITO BOXOYO, S: Historia de Cáceres y su Patrona, Cáceres, 1952, p. 94.

(2) RÉAU, L: L´iconographie de l´art chretien. Vol. II. París, 1955-58, p. 621.

(3) SANTIAGO DE LA VORÁGINE: La Leyenda Dorada. Alianza Forma, 2 tomos, 2ª reimpre-sión, Madrid, 1987. CARMONA MUELA, J: Iconografía cristiana, Madrid, Istmo, 1998, págs. 122-123.

(4) SANTOS OTERO, A: Los Evangelios Apócrifos. Madrid, B.A.C., 1963.

(5) CAZELLES, H: Introducción crítica al Antiguo Testamento. Barcelona, Herder, 1981; RAVASI, G: Il libro dei salmi. Bolonia: Centro editoriale dehoniano, 1985; FRANQUESA, R.P PEDRO: Introducción a los Salmos en la Sagrada Biblia. Ed. Regina, Barcelona, 1966; KRAUS, H. J: Teología de los Salmos. Ed Sigueme. Madrid, 1996.

(6) Reyes, 2, 19. Cit. AZCARATE DE LUXAN, M: “La Coronación de la Virgen en la escultura de los tímpanos góticos españoles”. Anales de la Historia del Arte.Homenaje al profesor don José María de Azcárate. Universidad Complutense. Madrid. 1994, pp. 353 y 354. Vid. VER-DIER, Ph: Le couronemente de la Vièrge: les origines et les premiers dèveloppement d´un theme iconographique. Montreal-París. 1980, p. 3.

(7) San Agustín: La Ciudad de Dios, XVII. San Agustín. Obras completas de San Agustín. 41 volúmenes. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos. 1999; La Ciudad de Dios; Vida de San Agustín. BAC Selecciones. Biblioteca de Autores Cristianos. Madrid, 2009; La Ciudad de Dios, libros I-VIII; ed. Gredos, Madrid, 2007.

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TRUJILLO DURANTE LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA

Por José Antonio Ramos Rubio Cronista Oficial de Trujillo

Doctor en Historia

El reinado de Carlos IV tiene una gran importancia en la historia política de España, por cuanto en él se perfilaron las fuerzas que desencadenarían la Revolución en España. El monarca dejó el gobierno en manos de Godoy. Pero la oposición a su política fue gestándose desde el inicio de su valimiento. La Iglesia no lo miraba con simpatía a causa de la legislación que promovió sobre los bienes de las instituciones religiosas, de los que se apropió el Estado para convertirlos en papel de la deuda. La nobleza lo odiaba porque era un advenedizo que no tenía reparo alguno en apartar a los desafectos a su política. La burguesía se puso enfrente del favorito por su mala administración: los gastos de las guerras y los dispendios de la Corte recaían en su mayor parte sobre las corporaciones artesanales, como los Cinco Gremios Mayores de Madrid, o sobre las casas comerciales, arruinadas muchas de ellas por el descrédito en el que cayeron los vales reales. El pueblo se escandalizaba por su irreligiosidad y la liviandad de su vida privada, por sus riquezas y por algunas medidas extraordinariamente impopulares, como la supresión de la fiesta de los toros en 1805. Además, la subida de los precios por encima de los salarios y el empeoramiento de la situación de los más desheredados, hacía aún más escandalosa la riqueza de la que hacía gala Godoy.

En el panorama político español entra en escena la figura del sucesor a la corona, el futuro Fernando VII. Ya desde muy joven, Fernando había conspirado en contra de sus padres los reyes y de Godoy, alentado por su preceptor. En torno al joven Príncipe de Asturias se había formado un núcleo opositor formado por miembros de la alta nobleza que perseguían la caída de Godoy. En el año 1807 se llevó a cabo la primera conspiración. Debido a una delación, el motín fue descubierto y Fernando juzgado en lo que se denomina Proceso de El Escorial. El príncipe denunció a todos sus colaboradores y pidió perdón a sus padres. El tribunal, en manos de partidarios de la conspiración absolvió a todos los implicados. El día 31 de octubre de 1807, el Escribano de Cámara don Bartolomé Muñoz envía al concejo de Trujillo una Real Orden, por Mandato del Rey, en la que se comunica los detalles de la frustrada conspiración del príncipe don Fernando1.

El día 6 de Noviembre por orden de su majestad se manda al Concejo de Trujillo una carta comunicando el perdón Real al Príncipe de Asturias. Dicha carta se lee en la sesión que este Ayuntamiento celebra el 10 de Noviembre de 1807, presidida por el Corregidor don Antonio Martín Rivas2. Poco después, en marzo de1808, ante la presencia de tropas francesas en España (dudosamente respaldadas por el Tratado de Fontenebleau), la corte se trasladó a Aranjuez, como parte de un plan de Godoy para 1 Legajo 2-4-412, fol 67. Archivo Municipal de Trujillo. En una sesión extraordinaria celebrada el 6 de Noviembre, el Ayuntamiento acuerda decir al día siguiente una misa solemne con Tedeum, al Todopoderoso, por haber preservado al Rey, y que se celebraría en la iglesia de Santa María la Mayor a las nueve de la mañana. 2 Acta Municipal, legajo 2-4-412 (anexo al legajo). Archivo Municipal de Trujillo.

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trasladar a la familia real a América si la intervención francesa así lo requiriese. El día 17, el pueblo, instigado por los partidarios de Fernando, asaltó el palacio del Príncipe de la Paz. Aunque Carlos IV se las arregló para salvar la vida de su favorito, fue obligado a abdicar en favor de su hijo al día siguiente. Estos hechos son los que se conocen como “Motín de Aranjuez”. Por primera vez en la historia de España, un rey era destronado por su propio hijo.

El comunicado del Rey es muy explícito: “Como los achaques de que adolezco no me permiten soportar el gran peso del Gobierno de mis reinos, he determinado abdicar mi corona en mí heredero y muy caro hijo de Príncipe de Asturias. Es mi voluntad que sea reconocida como Rey y Señor. Y para que este Decreto de libre y espontánea abdicación tenga cumplimiento, lo comunico al Concejo. Dado en Aranjuez a 19 de Marzo de 1808.” Fernando volvió a la corte, donde fue aclamado por el pueblo de Madrid. Sin embargo, las tropas francesas al mando del general Murat habían ocupado Madrid el 23 de marzo. Ante la preocupación general, por la entrada de las tropas francesas, el rey escribe a sus súbditos. Es el único que no sospecha: “Respirad tranquilos: sabed que el ejército de mi caro aliado el Emperador de los franceses atraviesa mi reino con ideas de paz y de amistad. Su objeto es trasladarse a los puntos que amenaza el riesgo de algún desembargo del enemigo.” El Emperador trata de atraer a toda la familia real a Bayona (Francia). Fernando atraído con la idea de una entrevista con el Emperador y su reconocimiento final como Rey, pasó el Bidasoa el 20 de Abril de 1808. Godoy, libertado por orden expresa de Napoleón, llegó a Bayona el 26, y los reyes padres, el 30 del mismo mes. El resto de la familia real debía partir el 2 de Mayo. Pero el pueblo de Madrid, se opone a esta partida, y el 2 de mayo, se levanta contra la orden de Napoleón en una ensangrentada lucha3, donde destacaron Daoíz, Velarde, y el Teniente Ruiz de Mendoza. En la mañana del 2 de mayo de 1808, cuando sonaron las primeras descargas en las calles de Madrid contra la invasión francesa, se personó el Teniente a su cuartel. El Coronel, a instancias del Capitán de Artillería don Pedro Velarde y de las masas populares, envía a la 3ª Compañía del 2º Batallón al mando del Capitán don Rafael Goicoechea, para que se hiciera respetar el Cuartel y Parque de Artillería, donde los franceses tenían establecida una fuerte guardia, con el pretexto de custodiar algunos efectos que habían depositado allí, con objeto de apoderarse de dicho Centro Militar en el momento que les conviniera. A aquella Compañía pertenecía el Teniente Ruiz de Mendoza. Este junto con 38 soldados, llegaron al Cuartel de Artillería, en donde se encontraron a otros soldados que entablaban lucha con la división Lefranc enemiga, entre ellos Daoíz y Velarde. En el choque recibió Ruiz de Mendoza un balazo en el brazo izquierdo, pero gracias al Exento de Guardias don José Pacheco que le ató un pañuelo para detener la hemorragia pudo continuar la batalla. Daoíz y Velarde mueren por dos certeros disparos. Solamente Ruiz de Mendoza continúa combatiendo, hasta que un segundo balazo le entra por la espalda saliéndole por el pecho, su cuerpo cae al suelo. Los franceses 3 Un documento rescatado del acontecimiento decía así: ”Señores Justicias de los pueblos a quienes se presente este oficio: en Madrid está corriendo a estas horas mucha sangre; como españoles son necesarios que muramos por el rey y la patria, armándonos contra unos pérfidos que son color de amistad y alianza nos quieren imponer un pesado yugo, después de haberse apoderado de la augusta persona del rey. Procedamos a escarmentar tanta perfidia. No hay fuerza que prevalezca contra quien es leal y valiente. Móstoles, dos de mayo de 1808. – Firmado: Andrés Torrejón”.

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consiguen posesionarse del Parque ya que el Capitán Goicoechea capitula en el acto. Un cirujano francés realiza las primeras curas al esforzado Teniente Jacinto Ruiz, posteriormente, es transportado a hombros de sus soldados hacia su Cuartel. Fue curado de sus heridas en casa de doña Paula Variano, hasta que dada la gravedad de las mismas, parte hacia Badajoz, a ocupar destino de Oficial en el Regimiento de Guardia Walona donde es premiado por su heroísmo con el grado de Teniente Coronel del Ejército. Desde Badajoz, se traslada a Trujillo. Aquí llega con la herida abierta, lo que agravó su estado. El 11 de marzo de 1809, otorgó el siguiente testamento militar: "En el nombre de Dios todopoderoso Amen. Sepan cuantos esta carta de testamento vieren como yo don Jacinto Ruiz, Teniente Coronel de los Reales Ejércitos y Primer Teniente del Regimiento de Guardias Walonas, hallándome enfermo del cuerpo, pero en mi entero juicio, memoria, entendimiento y voluntad; creyendo como firmemente creo el misterio de la Stma. Trinidad, y en la Santa Madre la Yglesia, como católico fiel ccristiano que soy, en cuya fe y creencia he vivido y quiero morir, he determinado hacer esta mi disposición testamentaria en la forma siguiente.- Primeramente, mando mi alma a Dios nro. Sr. que la crió, y quiero que mi cuerpo siendo cadáver sea sepultado en la yglesia parroquial donde muera haciendose el entierro en la forma y modo que dispongan mis albaceas. Ytem. quiero que se digan por mi alma veinte misas rezadas, que se celebrarán si no hubiere impedimmento por el Pbro. don Manuel Salvador Carmona, dándole de limosna cinco reales por cada una. Declaro que el maestro de Sastre Ramón Albior que vive en Madrid, calle de la Montera, me es en deber cierta cantidad de dinero, que por no acordarme de quanto es, y fiando en su hombría de bien, quiero que se cobre. Declaro que José Monrabio, Sargento de las Milicias Probinciales de Trujillo, me debe también trescientos veinte reales, que se cobrarán a la mayor brevedad posible. Declaro que el Padre Capellán del Regimiento de jane, don Nicolás Herrera me debe igualmente seiscientos quarenta reales que se cobrarán en la misma forma. Declaro que en la actualidad poseo los vienes siguientes: doce mil reales en dinero efectivo; un relox de plata; dos cubiertos del mismo metal; dos sortijas de oro, la una con un vrillante; una maleta; seis camisas; quatro pares de calzetas; dos pares de calzetines; nuebe pañuelos; un mantel; tres serbilletas; una thoalla; tres clarecos, el uno elastico; tres pares de pantalones; dos capotes; tres pistolas; dos almoadas; y un cavallo con los arreos de montar. Declaro: que el maestro de Sastre Agustín Gioter, vecino de Cadiz le debo cierta cantidad de reales que consta de un recibo que le tengo hecho y se le pagara de lo más efectibo de mis vienes. Declaro que tambien debo cierta cantidad de dinero a otro maestro de Sastre al que igualmente tengo otro recibo, y se le pagara con la brevedad posible. Quiero que si se presentase algun documento mio por donde se acredite que deba alguna cosa que se pague no dudandose de su certeza. Declaro tambien que deje en Madrid en casa de mi Sra. doña María Paula Vaviano algunas ropas, que en caso de haberse salvado del enemigo, y si se rescatan, se unirán al cuerpo de mi caudal, y se imbertiran como lo demás. Quiero que el cavallo, y los demas efectos que dispongan mis albaceas, se vendan a los sujetos que los quieran, y por el precio en que se contengan lego a la Sra. doña María de los Dolores, vecina de Cadiz, mil reales de vellón. Lego igualmente a José Cavarini mi asistente dos camisas, dos chalecos, dos pares de calzetas, dos pañuelos, unos pantalones de paño negro y unas votas a arbitrio de mis Albaceas.

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Lego tambien a don Manuel Rodriguez y Valle la sortija de oro del vrillante en memoria de la amistad y cariño que le profeso e igualmente al Teniente Coronel don Juan Cevollino, mi tio, la otra sortija de oro. Lego las espuelas de plata a mi hermano don Ignacio Ruiz; un cubierto de plata a mi otro hermano don Antonio Ruiz; y el otro cubierto a doña Salvadora Ruiz, mi hermana; y quiero que se reparta tambien por iguales partes entre dichos mis tres hermanos lo que dedicidos los legados quedare líquido del tercio íntegro de mis vienes. Instituyo por mi único y universal heredero del remanente de todos mis vienes a don Antonio Ruiz mi padre para que los haya y herede con la vendición de Dios (se incluye el relox). Nombro por mis Albaceas testamentarios a los referidos señores don Manuel Rodriguez y Valle, y don Juan Cevollino Teniente Coronel del Regimiento de Badajoz, a quienes doy poder absoluto, y cada uno in solidum para que cumplan este mi testamento en la forma que dejo dispuesto, y sin ninguna ulterior diligencia judicial, pues quiero que todo se haga amigablemente sin estrepito. Y por este mi testamento reboco y anulo quales hice antes de ahora por escrito, o de palabra, y quiero que nunguno otro sirba, sin embargo en qualesquiera clausula que contenga, sino es el presente, el que solamente quiero que valga, en la via y forma que mejor combenga. Así lo otorgo siendo testigo el Pbro. don Manuel Salvador Carmona, el Teniente Coronel don Juan Cevollino y el Lcdo. don Francisco Ortiz y Flores, y con los referidos testigos los firmo en Truxillo à once de marzo de mil ochocientos nuebe" (copia literal)4. Después de once meses de sufrimiento murió en Trujillo. El testamento ológrafo del Teniente de Infantería y Teniente Coronel de los Reales Ejércitos don Jacinto Ruiz de Mendoza5, fue otorgado en Trujillo el día 11 de marzo de 1809, dos días antes de su fallecimiento por heridas de batalla, ante el presbítero don Manuel Salvador Carmona, y en presencia del Teniente Coronel don Juan Cevollino y del Lcdo. don Francisco Ortiz y Flores. Fue enterrado en la iglesia parroquial de San Martín de la citada ciudad extremeña en el lugar que existe frente a la capilla de la Victoria, entre las dos cancelas de la derecha en acceso a la sacristía, según consta en el libro de defunciones, fol. 171: "En catorce días del mes de marzo de mil ochocientos nueve, se dio sepultura eclesiástica en esta parroquia de San Martín de Truxillo, al cuerpo de don Jacinto Ruiz, de estado soltero, Teniente Coronel de Walona, el que para morir recibió el Santo

4 Publicado por el autor de este trabajo en RAMOS RUBIO, J.A: "El Testamento del Teniente Coronel Ruiz de Mendoza". Actas de los XXII Coloquios Históricos de Extremadura, Cáceres, 1996, Consejería de Medio Ambiente, Urbanismo y Turismo de la Junta de Extremadura; Caja de Extremadura; Centro de Iniciativas Turísticas de Trujillo, pp. 427-433.

5 Natural de Ceuta el día 16 de agosto de 1779, su partida de bautismo se encuentra inscrito en el Libro VII de Actas de Bautismos de la parroquia de los Remedios de Ceuta: "En la fidelísima Ciudad de Ceuta, en diez y ocho días del mes de Agosto del año de mil setecientos setenta y nueve, yo Don Bernabé Zilleruelo, Presvítero, obtento parrochi facultate. Baptizé solemnemente y puse los Santos Oleos a un niño, hijo legítimo de Don Antonio Ruíz y de Doña Josefa Mendoza; y nieto por línea paterna de Don Antonio Nicolás Ruíz, Capitán que fue del Regimiento Fixo desta Plaza y de Doña Manuela Linares....; púsele por nombre Jacinto, roque, Antonio, Nicolás, Francisco, el que nació el día diez y seis de dicho mes, fueron sus padrinos Don Francisco Mendoza y Doña Isabel de la Rosa, tios del Baptizado, a quienes advertí el parentesco espiritual y más obligaciones que manda el Ritual Romano. Y para que conste lo firmo. Don Pedro de Obedos y Viogar, Canónigo y Cura.- Don Bernabé Sebastián Zilleruelo.- Presvítero (dos rúbricas)". RAMOS RUBIO, J. A: “Homenaje al Teniente Coronel de los Reales Ejércitos Jacinto Ruiz de Mendoza. Natural de Ceuta”. ACTAS DE LAS IV JORNADAS DE HISTORIA DE CEUTA. CEUTA EN LOS SIGLOS XIX Y XX. Ceuta, 2004, pp. 423-430.

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Sacramento de la Extrema unción; se le digeron por su alma las misas de cuerpo presente, novena y cavo de año; y para que conste lo firmo.- Rigueros (rúbrica)"6. No se volvió a saber nada de la proeza del Teniente Ruiz de Mendoza, hasta que el 4 de marzo de 1891 reivindicó su figura el Arma de Infantería, con el apoyo de S.M. la Reina Regente, colocando la primera piedra en tal ocasión a un monumento erigido en su honor en Madrid, en la antigua Plaza del Rey. Doña María Cristina, por Real Decreto de 29 de abril de 1891, disponía en su artículo 3º: "Fijado el día de la inauguración del monumento erigido en esta Corte al Teniente Ruiz de Mendoza, así como el ceremonial que en dicha solemnidad habrá de observarse de acuerdo con el Presidente de la Comisión Organizadora de aquél, se darán las oportunas órdenes para que las tropas que formen con tal motivo, al descubrirse la estatua presenten armas, batiendo marcha las bandas y música, y para que desfilen después en "Columna de honor" por delante del monumento". Pero, tras varios aplazamientos, el día 5 de mayo de 1891 se descubre la estatua. El Capitán General don Arsenio Martínez Campos dio lectura a un brillante discurso poniendo en relieve la personalidad del homenajeado7. Al cumplirse el centenario de la muerte del Teniente Ruiz se le tributó un merecido homenaje por el estilo del que se profesó a los héroes de la independencia española Daoíz y Velarde8. El Presidente de la Comisión nombrada de Real orden para trasladar desde Trujillo a Madrid los restos de Ruiz de Mendoza fue el militar nacido también en Ceuta Don Federico Páez Jaramillo, coronel del ejército, acompañado por el capitán del regimiento de infantería de Castilla, número 16, don Celestino Naharro. En el Libro de Actas del Ayuntamiento de Trujillo hay un particular perteneciente a la sesión del día 1 de marzo de 1908, en que se da cuenta de una carta del Centro Hispano-Marroquí de Ceuta excitando el entusiasmo de la Corporación Municipal para honrar al Teniente Ruiz de Mendoza. Trujillo se adhirió a este merecido homenaje nacional que se proyectaba, y en sesión del 10 del mismo mes y año acordó designar al Teniente de Infantería de Guarnición en Ceuta y natural de Trujillo don Juan Mediavilla Elías para que

6Publicada esta partida de defunción por el autor de este trabajo en RAMOS RUBIO, J.A.: "El Teniente Ruiz de Mendoza". Comarca de Trujillo, núm. 56. Septiembre, 1987. Un siglo exacto estuvo el Teniente Ruiz enterrado en esta parroquia, hasta que el 14 de marzo de 1908, fueron exhumados sus restos para ser trasladados solemnemente a Madrid. Le rindió honores una Compañía con bandera del Regimiento de Infantería "Castilla", núm. 16, que a tal efecto se trasladó hasta Trujillo desde Badajoz. La corporación municipal del Ayuntamiento de Trujillo, en agradecimiento, entregó al Coronel Jefe de este Regimiento una arqueta de tierra extraída de la sepultura del Teniente Ruiz de Mendoza. Sus restos fueron trasladados a Madrid, al monumento que se había erigido en honor a los Caídos en el dos de mayo de 1808, donde yacían Daoíz y Velarde. RAMOS RUBIO, J.A : "El Testamento del Teniente Coronel Ruiz de Mendoza. Vida y hechos" . Actas de los XXII COLOQUIOS HISTORICOS DE EXTREMADURA, Cáceres, 1996, Consejería de Medio Ambiente, Urbanismo y Turismo de la Junta de Extremadura; Caja de Extremadura; Centro de Iniciativas Turísticas de Trujillo, pp. 427-433. RAMOS RUBIO, J. A: “El teniente coronel de los reales ejércitos, Jacinto Ruiz de Mendoza, vida y hechos de un héroe”. Anales de la Real Academia de Doctores de España, vol. 8, núm. 2, diciembre de 2004, pp. 39-44.

7Diario de la Hemeroteca Municipal de Madrid. También, Ceuta se unió a honrar a su hijo ilustre, levantando en 1892 un busto esculpido en mármol de Carrara, colocándolo en la Plaza que lleva el nombre de Ruiz de Mendoza.

8 Las Cortes soberanas, por Decreto de 21 de marzo de 1814, dictaron la exhumación de los restos de las víctimas del Dos de Mayo de 1808 y su traslado al Campo de la Lealtad.

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en representación de esta ciudad ocupase puesto en la tribuna que se iba a levantar para solemnizar el centenario. El 28 de abril de 1908 y atendiendo a sendas proposiciones de don Joaquín Ramos Sanguino se celebró en el Teatro Principal de Trujillo una velada conmemorativa del Centenario de la Independencia y una novillada en la Plaza de Toros en la tarde del mismo día. Al siguiente año, el día 12 de febrero de 1909, S.M. el rey don Alfonso XIII firmaba una Real Orden por la que se nombraba una comisión que estudiara y sometiera a la aprobación del entonces Ministerio de la Guerra la forma en que habían de trasladarse los restos del Teniente Ruiz de Mendoza desde Trujillo al Monumento en el que se hallan en Madrid los de Daoíz y Velarde. Esta comisión estaba compuesta por el Alcalde de Trujillo don José Grande de Vargas, el Coronel don Federico Páez Jaramillo, el capitán don Celestino Naharro y los Comandantes don José Capapé, don Luis Bermúdez así como don Enrique Martínez Majaello, Capitán don Leopoldo Caro y el Teniente de la Guardia Civil don Enrique Miguel Gistao. Concedida tal propuesta, el 14 de marzo de 1909 fueron exhumados sus restos para ser trasladados solemnemente desde Trujillo a Madrid, con todos los honores que merece un héroe del dos de mayo9. El discurso que pronunció el coronel ceutí don Federico Páez estuvo plagado de elogios a Ruiz de Mendoza, finalizando con estas palabras: “Por un azar de la vida fue Jacinto Ruiz a morir en la bizarra cuna de Pizarro.... Africano era Ruiz, africano soy yo y dispuesto como mi heroico paisano a morir por España idolatrada.. Ruiz murió entre vosotros, entre los hidalgos y generosos hijos de Trujillo. Yo, en su venerada memoria, os prometo solemnemente hoy, empeñando en ello mi palabra de soldado, considerarme trujillano a mucha honra. Por las cenizas sagradas de Ruiz os juro, que cuanto pueda y cuanto valga lo pondré a vuestra disposición y mi modesta pluma, mi espada y los alientos de mi corazón los consagraré para pedir se haga justicia al pueblo sencillo, noble, hospitalario y digo que sabe amar a la patria en silencio, que sabe sufrir lo mismo y que no pide nada. Me llevo, trujillanos, los restos de Jacinto Ruiz, pero ahí entre vosotros queda empeñada mi conciencia. Consideradme uno más, el que quiere ir entre los de delante, entre los que peleen, por conseguir todo aquello que os meceréis por vuestra historia, por vuestras virtudes y por vuestro patriotismo”10.

Volviendo al estudio de los hechos acontecidos en Trujillo durante la Guerra de la Independencia, y concretamente al año 1808. Tras las abdicaciones de Bayona el 5 de mayo de 1808 la Corona Española recayó sobre el emperador. Aunque Napoleón publicó el 4 de junio el nombramiento de su hermano mayor como Rey de España, el reinado de José I, premier et dernier como le llamó en sus Mémoires el general Thiébault, comenzó oficialmente el 8 de julio de 1808 después de jurar la nueva Constitución y de recibir, acto seguido, el juramento de fidelidad de los componentes de la junta española de Bayona. Su llegada a Madrid ocurrió en plena Guerra de la Independencia, tras la sublevación del 2 de mayo contra las tropas napoleónicas en Madrid seguida de revueltas en todo el resto del país. El día 5 de Mayo se forma en Badajoz una Junta Suprema Provincial (que colabora con las doce creadas en España, en la formación de un mando único) y se hace una proclama contra los franceses. Es la primera que se publicó en España enviándola a Madrid, Lisboa, Sevilla, etc.

9 Apareció desecho un esqueleto con restos de cuero –correa-, una vaina. Un notario y un juez legalizaron con sus firmas y sellos el acta de la identificación de los restos. 10 El Adarve, publicación los jueves semanales. Cáceres, 18 de marzo de 1909, núm. 327, p.2.

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El 10 de junio se constituye la Junta Central de Extremadura con la intención de desplegar en este territorio la mayor actividad posible para organizar las operaciones en Extremadura. En breve tiempo se llegó a reunir la cantidad de 2.535.712 reales, el partido de Trujillo concurrió el 24 de septiembre de 1808 al llamamiento de la Junta con 81.840 reales y el 28 de noviembre siguiente con 42.021 las Depositarias de Trujillo, que hacen en junto la suma 123.861 reales. Algunos conventos de la ciudad quedaron a merced de los franceses. A fines de 1808, salieron las monjas del Monasterio de San Miguel por razones de seguridad refugiándose en algunas casas; regresaron al cenobio en 1814. Se conservan numerosas citas en Libros de Cuentas de Fábrica de la iglesia de Santa María, Libro de Escrituras y de Rentas que nos revelan las vicisitudes por las que pasó la población y los bienes muebles en aquel aciago período de la Historia de España11, fue el acontecimiento armado de mayor trascendencia en Trujillo durante el siglo XIX. Fracasado el intento de las tropas del llamado Ejército de Extremadura por contener a las fuerzas francesas en Burgos a finales de 1808, éstas no tuvieron dificultad para proceder a la ocupación de una gran parte de Castilla y Extremadura. En el Libro de Juntas Permanentes de Trujillo, ante la amenaza de la inminente llegada por Jaraicejo de las tropas francesas, se aconseja a los religiosos de los conventos que serán destinados los cenobios a los fines que fueran necesarios12. Desde que entran los franceses en Trujillo, a su paso hacia el sur de Extremadura y proceder, desde aquella zona, al apoyo de la campaña portuguesa de Massena, residieron las tropas tres meses, y las consecuencias de los atropellos que ejecutaron se darían cuenta en 1817 en una encuesta explícita13.

Una vez que Madrid se rinde a las tropas francesas el 4 de diciembre de 1808, el ejército francés marchó sobre Talavera de la Reina, al mando del mariscal Lefebre y el Mariscal Víctor Dupont, compuesto de 22.000 infantes y 3.000 caballos. El general D. José Galluzo, destruye parcialmente el puente del Arzobispo, Galluzo se replegó a Jaraicejo, abandonando el puente de Almaraz a los batallones de Irlanda y Mallorca y una compañía de Zapadores. Atacado el Puente, el mariscal Víctor Dupont, avanza hacia Trujillo, al llegar a la margen del río Almonte cerca de Jaraicejo, sostiene varios combates contra el ejército español. Las tropas del general Galluzo se retiran hacia

11 Se conservan varios documentos que nos dan explícita cuenta de los destrozos acaecidos por la entrada de tropas napoleónicas en la Ciudad. “En el año del Señor 1808 fue invadido todo el reino por ejércitos grandísimos de franceses y de otras naciones al mando de Napoleón, y habiendo salido huyendo esta comunidad que entonces era de 26 religiosos fue destrozada esta casa por los enemigos, su templo saqueado, sus altares quemados y las sagradas imágenes holladas...” (Libro de Profesiones del Convento de Dominicos. Archivo Municipal de Trujillo). Dice un Libro de Cuentas de Fábrica de Santa María de Trujillo: “En 109 los franceses saquearon la ciudad por espacio de tres meses; sus habitantes la abandonaron retirándose a los montes, y los que se quedaron sufrieron yugo penoso y cárcel, saquearon la iglesia y casa del administrador, robando el oro, plata, cera, aceite y de valor todo lo que hallaron, destruyendo multitud de casas..” . En un Libro de Rentas de la citada iglesia mayor se lee literalmente: “Quemaron los franceses la casa de Diego Pizarro, la casa del Paular que se llamaba del Toro (junto a la Alberca) los archivos y edificios de la Vera Cruz y San Andrés, el hospital y casa de Santa Lucía y otros edificios, como la ermita de los mártires, en 1809”. 12 “Y al efecto se condiciona al Sr. D. Agustín Búrdalo, vocal de esta junta con facultades para que haga entender que los conventos que sean abandonados por los religiosos se destinarán a otros fines que convengan a las actuales circunstancias”. Archivo Municipal de Trujillo, legajo 413. Libro de Juntas Permanentes de 1809, fol. 16 vº. 13 Información de testigos para acreditar que esta ciudad había padecido mucho en la invasión francesa de 1809. Archivo Municipal de Trujillo, legajo 962, libro 3, año de 1817.

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Trujillo, abandonándolo a su suerte y huyendo hacia Badajoz. Trujillo quedó sin defensa, ante el avance francés14. El propio Ayuntamiento reunido en la sala capitular, quedaron constancia en un escrito que estaban a la meted de las tropas imperiales15. Don Juan de Zaballa, Corregidor, fue el encargado de dar la bienvenida a las tropas invasoras, rogando a los mariscales Lefebvre y Víctor, del ejército francés, dieran las órdenes necesarias con el fin de que las tropas no molestaran al vecindario. Pero, los franceses se dedicaron al saqueo de bienes eclesiásticos y particulares. En enero, el general Gregorio García de la Cuesta, Jefe del Ejército de Extremadura, va desde Badajoz hasta Trujillo y los franceses se retiran hacia Almaraz (concluyendo este día de la primera invasión francesa en Trujillo). En el acta de la junta permanente local de Trujillo de fecha 28 de enero de 1809 (en resumen) se expresa lo siguiente: “Se presento Dn. Manuel de Molina a las 9 de la noche que hace de diputado en el ejercito con la noticia de estar cortando en puente de Almaraz y orden de Exmo. Sr. Capitán General y pª suplicar dicho Sr. Exmo. Se libertase este puente si bien a bien pudiese ser, se comisionó a dicho. D. Manuel y a D. Isidro Valadés que efectivamente pasaron a hacer la súplica a S.E que respondió ser preciso cortarle pª defensa de la provincia según orden de la Suprema Central”16. Al día siguiente el general don Juan de Henestrosa se apodera del puente de Almaraz Desde Trujillo, Cuesta se traslada a Jaraicejo y Deleitosa, pero antes quiso volar el puente de Almaraz, aunque no pudo conseguir su propósito pese a todo el desbravar los sillares sucumbieron ahogados 26 hombres. El día 6 de Febrero, D. José de Ampudía y Valdés, Ingeniero general del ejército solicita que a los carpinteros de Trujillo hagan 2.000 estacas para la construcción en esta ciudad de un puente volante que permita el paso de las tropas Españolas sobre el Tajo por Almaraz. La junta local encarga a D. Félix de Vargas y Vargas que se ocupe de ello, el cual, mandó que sacasen con la formalidad correspondiente, la madera de casa de Pedro lanot, por ser esta madera la más conveniente, (datos sacados de acta de la sesión del 6 al 7 de Febrero de 1.809 de la 14 En algunos libros de la parroquia de Santa María la Mayor se recoge el abandono de los trujillanos ante la presencia de los franceses. Los bienes muebles parroquiales fueron expoliados, en el fol. 3 del Libro de Bautismos del año 1809 se dice literalmente: “Debe hallarse con reparación las partidas que pueden suponerse desde primeros de agosto de 1806 hasta veinte y tres de julio de 1809 por haberse perdido las partidas comprendidas en ese tiempo a causa de la invasión francesa y el total abandono de la ciudad acaecida en 19 de marzo de 1809”. Archivo parroquial de Santa María de Trujillo. Cit. RAMOS RUBIO, J. A: Estudio Histórico Artístico de la iglesia parroquial de Santa María la Mayor de Trujillo. Cáceres, 1990, p. 95. 15 “En esta ora acaba de llegar el Grande Ejercito Ntro. llamado Napoleón el grande, Rey de Francia, España y sus Indias, y trayendo bastante Caballería es indispensable embarguen Vms todos los Carros y caballerías, que conducirán a esta ciudad, cuenta cebada y paja haya en ese pueblo para que nada le falte haciendo a Vms . responsables con la cabeza si se advirtiese el menor retraso en un servicio de tanta importancia para lo cual me quedo con una razón del día y hora en que se le despacha, este aviso y mesera muy sensible tener que hacerlo presente al Excmo. Sr. Gral de las Águilas Imperiales. Dios guarde a Vms. Años. Trujillo 26 de Diciembre de 1808. Juan de Zaballa .= Sres. Alcaldes. y ayuntamientos. ”. 16 28 de enero de 1809, Acta, Archivo Municipal de Trujillo.

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Junta Permanente Local, folio 24 y varios). El concejo acuerda que acudan los albañiles de la villa de Madroñera y del Pago de San Clemente y se envían oficios a la justicia de ambos a través de Juan Galiano y Rodrigo Galero. Los operarios se ponen manos a la obra. El 14 de marzo del 1809 se ordena cortar el puente suponiendo que lo iban a atravesar los franceses. Trujillo puso bajo las órdenes del General Hermestrosa un ejército que consiguió detener al ejército francés en las orillas del río Almonte, cerca de Jaraicejo. El día 19 es evacuado Trujillo. Muchos vecinos huyen dejando sus hogares por miedo, al recordar el saqueo y trato dado por los invasores en su primera conquista, a los pueblos, campos y alquerías más cercanos. El día 19 de marzo de 1809, entran de nuevo y por segunda vez los franceses en Trujillo. Durante su estancia en esta ciudad las tropas francesas instalan su cuartel en una casa señorial de la calle de la Merced17. A través de una declaración sabemos que el corregidor Rivas obligo a varios regidores a firmar un acuerdo según el cual la ciudad reconocía como Rey a José Napoleón18. En marzo de 1809 entran los franceses en Trujillo, desde donde debían marchar hacia el Guadiana para llevar a cabo la ocupación de la zona Sur de Extremadura y proceder, desde aquella zona, al apoyo de la campaña portuguesa de Massena. La división del ejército de Napoleón quedó en Trujillo durante tres meses y de las consecuencias de aquella ocupación se daría cuenta en 1817 a raíz de una encuesta redactada para dar fe que la ciudad había padecido mucho19.

En todo el tiempo de permanencia de las tropas francesas en la ciudad, ésta y sus vecinos sufrieron el robo, el saqueo, la destrucción y profanación de sus templos, como podemos ver por la instancia que en 2 de agosto de 1809 dirigió, a la Junta Central de Extremadura, don Manuel Malo de Molina, vocal de la de Gobierno de esta Ciudad. Así como los datos tomados de los libros de Profesiones, de Cuentas, y de otros parroquiales. La destrucción de que fue objeto la ciudad nos ha quedado explícita en varios documentos20. Saquearon palacios (Chaves “el Viejo”, Marques de Sofraga, San Carlos, de Pizarro de Orellana, de Pizarro de Aragón, Chaves- Orellana, el de Lorenzanas; Chaves Mendoza21); conventos (Merced22, Santa Clara23, San Pedro y San Francisco el Real24, San Antonio25 y las Jerónimas26 y Magdalena27) y casas

17 Acta de la sesión celebrada por la Junta de Gobierno Local en sesión del 23 de febrero de 1813 en el folio 42 y ss, nos indica que el 19 de marzo de 1809 entraron los franceses en la ciudad. Corregidor de la ciudad don Antonio Martín Rivas. Archivo Municipal de Trujillo. 18Según manifiesto del Sr. Flores (Secretario del Concejo), escrito de descargo dirigido a la junta gobernativa de Trujillo, de fecha 11 de julio de 1809. Archivo Municipal de Trujillo. 19 Información de testigos para acreditar que esta ciudad había padecido mucho en la invasión francesa de 1809. Leg. 962, libro 3, Archivo Municipal de Trujillo, 1817. 20 Leg. 2-7-559-16-1 y escritos de fecha 20 de julio de 1828, sabemos que aún en esta fecha quedaban en Trujillo un total de 139 casas destruidas. Archivo Municipal de Trujillo. 21 TENA FERNANDEZ, J: Trujillo, histórico y monumental. Gráficas Alicante, 1987, pp. 152 y 280. 22 Libro de Acuerdos de 6 de agosto de 1816, leg. 418, f. 104. Archivo Municipal de Trujillo. 23 Archivo de Protocolos de Trujillo, leg. 556, escribano don Nicolás Marqués Vicioso, 28 de febrero de 1814. 24 Libro de Acuerdos de 29 de agosto de 1814, leg. 416, fol. 79 y ss. Archivo Municipal de Trujillo; Libro de acuerdos de 21 de enero de 1814, leg. 416, fol. 16, Archivo Municipal de Trujillo; Archivo de Protocolos de Trujillo, leg. 571, escribano don José Cecilio Bernet, 5 de enero de 1816, fo. 363 y ss. 25 Archivo de Protocolos de Trujillo, leg. 571, fol. 327 y s.; Libro de Acuerdos de 1818 (8 de septiembre), leg. 416, fol. 125 vº. Archivo Municipal de Trujillo. 26 Archivo de Protocolos de Trujillo, leg. 557, escribano don Nicolás Marqués Vicioso, 28 de febrero de 1814. 27 Libro de Acuerdos de 31 de marzo de 1812, leg. 414, fol. 17 vº y s. Libro de Acuerdos de 17 de marzo de 1815, leg. 417, fol. 35. Archivo Municipal de Trujillo.

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particulares28. La iglesia de Santa María fue saqueada, robando oro y plata, cuadros y la sillería de coro29; destruyeron por completo las ermitas de San Judas, San Juan, Nuestra Señora de Guadalupe, San Gregorio en el Pago de San Clemente y La Virgen de la Piedad y Santos Mártires30.

Quemaron los franceses la casa de Diego Pizarro, la casa del Paular conocida también como Palacio de Godoy, los archivos y edificios de las iglesias de la Vera Cruz y San Andrés, el Hospital de Santa Lucía situada en la calle Garciaz, en 180931. Tras la salida de los franceses de la Ciudad, la Junta de Gobierno Local acordó, el 23 de julio de 1809, bajo la dirección de don Manuel Malo de Molina, en nombre de la junta de Gobierno del Ayuntamiento y su partido, que la Junta Provincial se sirva mandar una comisión militar con facultades para prender, juzgar y castigar a las personas que hay en la ciudad y su partido, que durante la permanencia de los franceses en ella, hayan “cometido robos, auxiliado, que trajesen víveres de los pueblos libres y que fuesen satélites del Gobierno intruso” sean de cualquier clase o condición. Hasta el mismo Corregidor de la ciudad don Antonio Martín Rivas fue acusado de haber prestado colaboración con los franceses.

Pero, si los franceses destrozaron todo lo que encontraron a su alcance en la ciudad, relativo a bienes culturales, los ingleses no fueron menos: “Y los ingleses convirtieron la iglesia de la Sangre en hospital, así como el convento de la Encarnación donde realizaron varios destrozos para acomodarle a sus fines militares....”32. Curiosamente, varios años después, el 8 de octubre de 1888 se autorizaba en el mismo

28 “...los conventos de los mercedarios y descalzos fueron destrozados á excepción de las iglesias, en año de 1809 por las tropas francesas, y los de dominicos observantes padecieron también bastante daño, ..en el convento de Santa Clara, existen hoy reunidas las monjas del mismo y las de San Antonio, cuyo convento se halla ruinoso; el de San Miguel sirvió de hospital militar, está habitado por familias pobres; lo mismo sucede con el de San Pedro, cuyas religiosas fueron trasladadas con las de San Francisco el Real a los conventos de Plasencia; este último está situado en la muralla de la población antigua, por su proximidad al castillo se emplearon sus materiales en la reparación de la fortaleza en el año de 1837”. MADOZ, P: Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar. Madrid, 1846, p. 169. 29 RAMOS RUBIO, J. A: “La platería de la iglesia de Santa María la Mayor”. Comarca de Trujillo, núm. 68, septiembre de 1988; RAMOS RUBIO, J. A, y MENDEZ HERNAN, V: “La platería de la iglesia de Santa María la Mayor de Trujillo”. ARS ET SAPIENTIA, Revista cultural editada por la Asociación de Amigos de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes, núm. 18, diciembre 2005, pp. 61-79; RAMOS RUBIO, J. A: Estudio Histórico-Artístico de la iglesia parroquial de Santa María la Mayor de Trujillo. Cáceres, 1990.

30 RAMOS RUBIO, J. A: “Nuevos datos sobre la advocación de Ntra. Sra. de la Piedad en Trujillo”. Revista LA PIEDAD, 1992, p. 9; RAMOS RUBIO, J. A: "Aportaciones históricas sobre las ermitas trujillanas". Revista LA PIEDAD, 1997, pp. 11-13; RAMOS RUBIO, J. A: “El Convento de la Merced o el Convento de Ntra. Sra. de la Piedad en Trujillo”. Revista LA PIEDAD, julio, 2001, p. 29.

31 Libro del Cabildo de Santa María la Mayor, fol. 21. Archivo Parroquial de Santa María la Mayor de Trujillo. 32 Libro del Cabildo de Santa María la Mayor, fol. 32. Archivo Parroquial de Santa María la Mayor de Trujillo.

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edificio la instalación de un Colegio Preparatorio Militar33. Los ingleses se marcharon para dirigirse a las proximidades de Badajoz, donde el día 16 de mayo de 1811 se entabló en torno al pueblo de La Albuera una de las más reñidas batallas a campo abierto de la guerra de la Independencia española, mantenida contra la invasión de los ejércitos napoleónicos34. Combatieron fuerzas aliadas compuestas por tropas españolas y anglo-portuguesas contra el ejército del Imperio francés, incluyendo un regimiento polaco del Ducado de Varsovia, al mando de mariscal Soult. Las fuerzas anglo-portuguesas quedaron al mando del mariscal Beresford; las fuerzas españolas estuvieron bajo el mando del general Blake. El encuentro acabó sin una victoria clara para ninguno de los dos bandos después de una lucha sangrienta, aunque se generalmente se acepta como una victoria táctica del ejército anglo-hispano-portugués.

En 1812 la iniciativa pasó a manos aliadas, aprovechando que la campaña de Rusia forzó a Napoleón a retirar parte de las tropas en España. Tras la derrota de los Arapiles (julio de 1812), comienza el repliegue francés, resultando definitivo en nuestra región. En mayo de 1813 se iniciaba la última campaña de la guerra. La retirada francesa. Las tropas inglesas abandonaron Extremadura dirigiéndose por los puertos del Sistema Central para encontrarse con el grueso del ejército en Salamanca.

Al finalizar la guerra de la Independencia, la ciudad y sus arrabales tenía 1140 habitantes y sus diez lugares35. En Trujillo destacaron en la guerrilla los hermanos Cuesta que procedían de la Comarca de Trujillo, concretamente de Torrecillas de la Tiesa (don Feliciano, don Francisco, don Félix, y don Antonio) en la primera acción que el año 1808 sostienen con los franceses. La mujer también tomó parte activa en esta guerra, y así nos lo demostraron doña Maria Octalina López, que figuró en una de las guerrillas que se organizaron por esta zona; destacando también otra mujer, doña Francisca de la Puerta; ambas en zonas tomarían parte de los distintos combates sostenidos por dicha guerrilla, haciendo alarde de un denodado valor. No obstante, no podemos culpar al ejército francés de la ruina de algunos edificios trujillanos. De hecho, con anterioridad a la

33 Leg. 490. Libro de Acuerdos de 1888, t. II, fol. 65 vº y s. Archivo Municipal de Trujillo. 34 La victoria fue comunicada a la junta de gobierno local de Trujillo por el Marqués de Monsalud desde Olivenza, el 17 de mayo de 1811: “Ayer a las nueve de la mañana el ejercito combinado al mando de los generales D. Guillermo de Beresford, D. Francº Xavier Castaños y Don Joaquín Blake, ha conseguido batir completamente al exerto , enemigo que se hallaba a las ordenes de mariscal Soult en los campos de Albuera: el ataque duro por el espacio de ocho horas, ha sido obstinadísimo y sangriento: los enemigos hayan asombrados del orden y valor de las tropas combinadas. Los españoles han merecido los elogios de sus compañeros de armas: el número de muertos y heridos no se puede calcular aun: todos los que han presentado esta acción aseguran que jamás han visto una carnicería igual, ni una batalla tan empeñada y sostenida. La junta superior de esta provincia no quiere dilatar un momento a comunicar a V.S. una noticia tan agradable y de tanta consecuencia, y le previene que redoble sus esfuerzos para que las reacciones de pan o harina que están pedidas a ese partido no padezcan retraso, e igualmente que manden a este punto los efectos posibles para la asistencia de los heridos que han derramado su sangre en nuestra defensa y yacen en los hospitales sin auxilios necesarios... “. Archivo Municipal de Trujillo. 35 El 10 de Octubre de 1814 don Alfonso Astudillo López Corregidor de Trujillo escribe un documento en el que se dice, que había en la ciudad más de 300 edificios en ruinas por las correrías de los franceses y pide que se reconstruyan las casas. De no estar reedificados el 31 de Marzo de 1815 se vende o sean cedidas como solar. Archivo Municipal de Trujillo. Padrón vecindario de esta ciudad de Trujillo, ejecutado por sus señores capitulares para la Contribución General del Reino, correspondiente á el año de mil ochocientos diez y ocho. Leg. 1004; Padrón de vecinos y almas de esta Ciudad, sus arrabales Huertas de Ánimas, Belén, Magdalena y Pago de San Clemente. Leg. 1007. Archivo Municipal de Trujillo.

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llegada de los franceses a la ciudad, algunos edificios eran prueba evidente de abandono y ruina36. El 19 de Marzo de 1812, se proclama la Constitución. Tuvo Trujillo en las cortes de Cádiz su correspondiente diputado, don Francisco Muñoz y Calzas. En 1814 se había vuelto a la legitimidad y organización propios del Antiguo Régimen con la vuelta al absolutismo. Cuando llega a Trujillo el Corregidor don Alfonso Astudillo, el escribano don José Cecilio Bernet y García redacta las impresiones de la inspección realizada a la ciudad por aquél, observando y quedando constancia por escrito de los destrozos causados por los franceses en las invasiones que tuvieron lugar en Trujillo37.

36 PIZARRO GOMEZ, F. J: Arquitectura y Urbanismo en Trujillo (siglos XVIII y XIX). Cáceres, 1987, p. 159. Doc. Leg. 409, Libro de Acuerdos de 1800, f. 65. Archivo Municipal de Trujillo y otros. 37 Archivo de Protocolos de Trujillo, leg. 571, 10 de octubre de 1814, fol. 312 y ss.

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Comenzamos nuestro recorrido desde la puerta de la Coria, arco gótico apuntado, dejando a la izquierda el convento de freilas franciscanas de San Francisco el Real de la Puerta de Coria, fundado por disposición real en el año 3672"rqt"gn"tg{"Lwcp"KK0"La Puerta de Coria comunica directamente con el campo, su traza es de arco ligeramente apuntado de medianas proporciones.

Eqp" wpcu" xkuvcu"ocip‡Ýecu" fg" nc"muralla trujillana construida por los árabes en el siglo XI, hecho que puede venir avalado por las

descripciones recogidas en las fuentes árabes y por la disposición típica de medina, estructura urbana jcdkvwcnogpvg"hqtvkÝecfc0

Bajamos por la calzada romana, restos que aún se aprecian con el solado de piezas de cantería y a 82"ogvtqu" nngicoqu" c" nc" dcu‡nkec"mozárabe, aún se conservan los muros pétreos del ábside y parte de la nave. Continuamos nuestro recorrido por la calleja que eqpfweg"jcekc"nc"gtokvc"fgn"Qtgvq."construida en el siglo XIV, en la que aún se aprecian pinturas murales con motivos vegetales. A quince metros, la Iglesia de Santo Domingo construida por Francisco Becerra en el siglo XVI.

Si cogemos la calleja que se dirige jcekc"gn"Y."c"722"ogvtqu"nngicoqu"cn"convento de la Magdalena, de frailes fguecn¦qu." hwpfcfq" gp" 38250" Gp"dirección al W, nos dirigimos hacia los restos del poblado del Bronce, en unos majanos encontramos un grabado. En la Cerca de la Encina aún se perciben claramente estructuras de chozas, presumiblemente de la Edad del Bronce. Continuamos hacia la carretera vecinal que une Trujillo con el arrabal de Huertas de la Magdalena. Próximas a la ciudad de Trujillo había huertas donde vivían personas en un hábitat disperso, dedicadas a actividades

agropecuarias. Las huertas eran espacios que rodeaban al núcleo de población, estaban considerados arrabales y se solían situar cerca de ríos o charcas, tal es el caso de Huertas de la Magdalena que se ubicó en un pequeño valle regado por el riachuelo Mimbreras. Con el aumento de población llevado a cabo entre los siglos XIX y XX, estos arrabales han ido concentrando un importante núcleo poblacional, aunque han mantenido el topónimo “Huerta”. La existencia de estas huertas respondía desde la Edad Media a una necesidad imperiosa por obtener productos alimenticios fundamentales, aquellos que no se destinaban al autoconsumo, después se podían vender en el mercado diario de la ciudad o los jueves de cada semana. Finalizamos nuestro recorrido frente al estanque de la Magdalena. Sobre una gran peña se levanta una cruz de término, correspondiente a la población de Huertas de la Magdalena. Este estanque es propiedad del Ayuntamiento.

La cruz de término, situada en el berrocal citado, marca el límite igqitƒÝeq" fg" nc" rqdncek„p" {." rqt"el hecho de situar una cruz en la proximidad a lugares santos como el convento de la Magdalena, y el hecho de situarse en el camino que conducía al arrabal de Huertas

1ª RUTA

LA MURALLA Y LOS CASTROS DEL BERROCAL

José Antonio Ramos Rubio Doctor en Historia, Académico, Cronista O. de Trujillo

Julio Esteban Ortega Profesor Titular de Arqueología e Historia Antigua UEX

Óscar de San Macario SánchezInvestigador y Fotógrafo Artístico

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de la Magdalena. La cruz se eleva sobre una gran peña natural, en la basa cúbica puede leerse la kpuetkrek„p<" ÐCXG"OCTëC." CNQPUQ"VAU”, fuste monolítico, liso que se va estrechando según culmina en la cruz de sección cuadrada. La cruz corresponde al siglo XIX y está muy deteriorada, llena de líquenes.

DATOS HISTÓRICO-ARTÍSTICOS

Trujillo es un municipio de la provincia de Cáceres. Es la capital administrativa y de servicios de la comarca histórica Tierra de Trujillo. En el término municipal se encuentran las pedanías de Belén, Huertas de Ánimas, Huertas de la Magdalena y Pago de San Clemente. El término municipal tiene una gzvgpuk„p"fg"877"mo2.

Trujillo ha desempeñado un papel importante en la historia de Extre-madura. Juan II de Castilla le con-egfk„"gn"v‡vwnq"fg"ekwfcf"gp"3652."{"fg"374:"c"3:26"hwg"nc"¿pkec"ecrkvcn"provincial de Extremadura, al ser la Provincia de Trujillo la única provin-cia de la actual región. Dada su importancia histórica, Tru j i l l o es uno de los más

importantes centros turísticos de toda Extremadura. En la localidad hay, entre otros lugares destacables, varias iglesias, castillos, palacios y casas fuertes que conforman un destacable conjunto monumental. En 3;84"*Fgetgvq"4445+."Vtwlknnq"tgekdk„"el título de «Ciudad Monumental Histórico-Artística». Trujillo se encuentra situado en la penillanura cacereño-trujillana, c" 65" mo" fgn" t‡q" Vclq" swg" ng" jc"ugtxkfq"fg"htqpvgtc"pcvwtcn."{"c";2"mo" fgn" t‡q" Iwcfkcpc." rqt" nq" swg"jkftqitƒÝecogpvg"rgtvgpgeg"c"gucu"fqu" itcpfgu" ewgpecu" Þwxkcngu" fg"Gurc‚c0" Vkgpg" wpc" cnvkvwf" fg" 739"m y sus coordenadas de situación uqp<" 5;̇49t77uP" 7̇74t66uQ0" Nc"ciudad se asienta sobre el centro de un monte-isla o batol ito, constituyendo su entorno un paisaje ow{"rgewnkct."fqpfg"cÞqtc"gn"itcpkvq"en el conjunto “El Berrocal”. Son manchones graníticos de singular belleza que rodean a Trujillo en un rgt‡ogvtq"fg"7"mo0"Rqt" nq"fgoƒu."es un relieve llano.

Gp"gn"uwgnq"cÞqtc"nc"tqec<"itcpkvqu"y pizarras. Está cubierto por una

capa poco profunda de sedimentos y es pobre para la agricultura. Son las tierras pardas, por su color. Nqu"rcuvqu"uqp"ow{"Ýpqu."fg"itcp"calidad, pero se agotan en el verano. Además de los pastos, predominan las encinas. Los cultivos son de secano: trigo, cebada, centeno y avena, que junto con la ganadería, constituyen la base de la economía vtwlknncpc0"Qvtqu"ewnvkxqu"ng‚ququ"uqp"olivos, vides e higueras, propios del bosque mediterráneo. Predomina el ganado vacuno, concretamente, el

PUERTA DE CORIA

CASTILLO DE TRUJILLO

RECUERDA: La legislación vigente, si encuentras objetos de valor patrimonial.116

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retinto extremeño. En el ovino, los rebaños lanares de ovejas merinas, estantes y trashumantes. En el porcino, el cerdo ibérico, con sus dos variedades: negro y colorado. Desde la Edad Media pasaba por el término municipal de Trujillo un ramal de la Mesta, que llegaba hasta Medellín, utilizada por los ganados trashumantes. En nuestros días todavía se practica la trashumancia. Los serranos, en el otoño, bajan con sus rebaños desde León y Castilla en busca de los templados inviernos y de los buenos pastizales de Extremadura. De las especies avícolas destacan los negros grajos (de la familia de los córvidos) y las elegantes cigüeñas blancas que surcan los azules cielos trujillanos y anidan en sus vetustas torres.

Si hay una circunstancia que destaca en Trujillo es su ubicación, sobre un batolito granítico en medio de una llanura que domina la comarca, situación que fue aprovechada por los primeros pueblos que la ocuparon, apareciendo en las edades del Cobre y Bronce los primeros castros en este rocoso enclave, donde los pobladores consiguieron material de primera mano para la construcción de sus viviendas y sus útiles, incluso aprovechando las oquedades que la misma naturaleza les ofrecía. Esta ciudad se remonta a un pequeño castro (Turaca) integrado en el

espacio vetton, que evolucionaría con l a roman i zac ión has ta constituirse en cabeza de prefectura dependiente de Augusta Emérita. El núcleo urbano se erige como lugar central respecto a su territorio y ubicado dentro de la penillanura dominada por los terrenos pizarrosos sobre un batolito granítico, lo que le eqpÝgtg"wpc"rqukek„p"rtggokpgpvg"y estratégica con respecto al resto de su territorio. Roma supo ver el potencial estratégico del enclave trujillano. Cercana a Norba Caesarina, colonia germen de la actual Cáceres, en la zona se crearía una ciudad tributaria de ésta. Turgalium, nombre de raíz celta que nos recordaría su origen previo como castro indígena, se llamaría también y más tarde Castra Juliae, de la que prácticamente no quedan restos urbanos pero sí numerosas estelas funerarias y restos de villas y minas por la periferia, que dan a entender la importancia económica que llegó a alcanzar la urbe, convertida en una zona de paso entre Emérita Augusta y Caesar Augusta, y parada de importancia en el camino Iter ab Emerita Caesaraugusta, que enlazaba Mérida con Zaragoza, a través de Toledo, ciudades de capital importancia en la Hispania de comienzos de nuestra era. Cuando en el siglo VIII invaden la villa los árabes, la llamaron Torgielo {"{c."gp"gpgtq"fg"3455."ncu"vtqrcu"cristianas la reconquistan y hasta

nuestros días su nombre, Troxiello, Trujillo. Durante la Reconquista se otorgaron privilegios a los caballeros que participaron en las campañas oknkvctgu" eqpÝtocpfq" gn" fgtgejq"sobre sus propiedades con un Fuero qvqticfq" rqt" Cnhqpuq" Z" gp" 34780"Por él, Trujillo se convirtió en una xknnc" nkdtg0"Gp"3652."gn"tg{"Lwcp"KK"le concedió el título de «Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Trujillo». En lo que fueron los arrabales de la ciudad, se asentó la minoría judía, que fue importante desde el punto de vista mercantil, ubicada en las calles Gurria, Tiendas y Carnicerías. En el siglo XV se divide en bandos y se radicalizan la tensión entre los linajes que desde la reconquista dominaban la ciudad: Altamirano, Bejarano y Añasco. Basta recordar los enfrentamientos habidos entre el clavero de Alcántara D. Alonso de Monroy y el maestre D. Gómez de Solís en la «Farsa de Ávila». Para acabar con estas luchas nobiliarias o someter a esta clase belicosa, adinerada y orgullosa, los Reyes Católicos ordenan, por el Edicto de 3698."fguoqejct"ncu"vqttgu"fg"uwu"casas-fuertes, procurando que su altura no sobrepase la del resto de las casas, inutilizar matacanes y cerrar saeteras (ejemplo representativo es nc"Vqttg"fgn"CnÝngt+0"Fue importante la judería establecida gp" Vtwlknnq" c" Ýpcngu" fgn" ukinq" ZKKK"(la segunda en importancia tras Plasencia), contaba con una

CASTILLO DE TRUJILLO

RECUERDA: No utilizar el detector de metales dentro de los límites de yacimientos arqueológicos ni de zonas protegidas.117

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importante aljama en el entonces arrabal de San Martín (más tarde Plaza Mayor) ubicada en torno a las calles Gurría, Tiendas y Carnicerías; incluso existen restos de una importante sinagoga. El pueblo no sólo los odiaba por sus convicciones religiosas y por recaudar impuestos, sino que los sometió a toda clase de vejaciones: a vivir en lugares aislados, a veces muy alejados del resto de la población, y a desempeñar los trabajos más humillantes (limpiar los establos de estiércol y lavar sus tinajas, incluso hospedar en sus casas a malhechores y prostitutas). Esto motivó la protesta de los judíos a la reina Isabel para que suprimiera estas prácticas. Junto a nc" pqdng¦c." kpÞw{gpvg" {" rqfgtquc."existía una creciente población pechera ocupada en la agricultura, comercio y artesanía; los topónimos de sus calles recuerdan las distintas act iv idades de los gremios: zurradores, herreros, cambrones, sillería, tintoreros, romanos, olleros, etc. La misma condición de Trujillo de ciudad mercado, otorgado por privilegio de Enrique IV en 3687."gzkig"wpc"gngxcfc"rqdncek„p"productiva. El desarrollo urbanístico de Trujillo xkgpg" fgÝpkfq" rqt" fqu" p¿engqu" fg"población: el recinto amurallado, que abarca la ciudadela medieval, y la ciudad moderna, en torno a la plaza.

La ciudadela intramuros responde a un emplazamiento medieval: asentado sobre un accidentado promontorio, circundada por una fuerte muralla y potenciadas sus defensas por torres de edificios señoriales; calles angostas, de trazados irregular, pequeñas rnc¦wgncu" gp" vqtpq" c" nqu" gfkÝekqu"religiosos... Dentro de ella se sitúan el castillo y las primitivas iglesias: Santa María, Santiago, San Andrés y la Vera Cruz (cuyas ruinas se integran hoy en el cementerio). Hasta mediados del siglo XIV el desarrollo arquitectónico se produce dentro de la ciudadela. En este momento surgen los primeros núcleos extramuros con los arrabales de San Martín y de San Clemente, pero no será hasta el siglo XV cuando estos arrabales, sobre todo el de San Martín, adquieran su protagonismo y expansión. En el siglo XV se construyen los primeros conventos trujillanos (San Miguel, Encarnación y San Htcpekueq+" {" swgfc" eqpÝiwtcfc" nc"rnc¦c0"Ug"gfkÝecp"ncu"rtkogtcu"ecucu"consistoriales en la Plaza Mayor (hasta hora reunido el concejo en la Plaza de Santa María). Junto a guvqu"gfkÝekqu"ug"ngxcpvcp"gfkÝekqu"privados de dos o tres pisos, presentando el bajo un cuerpo de soportales constituidos por arcos de medio punto sobre pilares. Estos soportales, denominados Portales

de Pan, de la Verdura..., indican las actividades comerciales que aquí se celebraban, actividades kpetgogpvcfcu" gp" 3687" ogtegf"privilegio de « Mercado Franco» otorgado por Enrique IV, a celebrar los jueces de cada semana. Entre estas construcciones populares ug" kpvgtecncp" gfkÝekqu" pqdknkctkqu"jcuvc" eqpÝiwtct." fgÝpkvkxcogpvg."la llamada Plaza Pública o del arrabal de San Martín. En el centro de la misma se levanta el Rollo o Picota, hoy situado en el cruce de las carreteras a Madrid, Cáceres y Mérida. Es gótico-Isabelina y remata en pináculo con la Cruz de Alcántara. Los escudos de los Reyes Católicos fcp"nc"hgejc"{"eqpÝtocp"gn"guvknq0"Gn"siglo XVI es momento de esplendor constructivo e histórico. Son sus hijos mas insignes, Francisco Pizarro, conquistador de Perú, Francisco de Qtgnncpc."fguewdtkfqt"fgn"Coc¦qpcu"y Diego García de Paredes, el Sansón extremeño, y miles de conquistadores, colonizadores y evangelizadores que marcharon al Nuevo Mundo entre los siglos XVI y XVIII. Trujillo está en 22 poblaciones de Perú, México, Nicaragua, Venezuela, Colombia, EE.UU., Cuba, Honduras, Guatemala, Puerto Rico, R. Dominicana, Chile, Argentina y Ecuador, en los que adquirió fama y renombre por algunos de sus hijos. En el Renacimiento, Trujillo se extiende fuera de la muralla. El

MURALLA DE PONIENTE

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242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424242424119

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kpetgogpvq"fgoqitƒÝeq"{"pqdknkctkq"son las circunstancias que impulsan este desarrollo, poblándose la ciudad de nuevas construcciones nobiliarias, en torno a la plaza,

lugar preferido por la nobleza para levantar sus grandes mansiones, cuya perspect iva permite la contemplación de sus grandes falladas y escudos: Casa de la Cadena, Palacio de la conquista o de Hernando Pizarro, Palacio de los duques de San Carlos, Palacio de Piedras Albas. A partir de este siglo la evolución arquitectónica de la ciudadela y de la ciudad será diferente. Frente a casa-fuerte, poblada de torres, aspilleras y otros elementos defensivos y góticos de la ciudadela, surgirán casa-palacios abiertas con logias y patios, al tiempo de algunas casas señoriales, intramuros, renueva sus aspectos de casas-fuertes a casas palaciegas y renacentistas. En el siglo XVII inicia su decadencia, que continúa en los siglos XVIII y XIX. Situada en ruta militar, sufre las consecuencias de tres guerras: nc"fg"ugrctcek„p"fg"Rqtvwicn"*3862/8:+"fg"Uweguk„p"*3922+"{" nc"fg"nc"Kpfgrgpfgpekc" *3:2:+0" Ecfc" wpc"de ellas provoca la despoblación de nc" ekwfcf."cttwkpcpfq"uwu"gfkÝekqu"y economía. Durante el Sexenio Democrático se constituyó la Junta Revolucionaria, que desapareció tras la orden fg" fkuqnwek„p" fgetgvcfc" gn" 43" fg"qevwdtg"fg"3:8:0"Nc"Ýiwtc"fg"oc{qt"protagonismo fue la de Malo de Oqnkpc."fkrwvcfq"rqt"Vtwlknnq"gp"3:95"y miembro destacado del Partido Republicano. Tanto durante la

etapa Isabelina como en el Sexenio Democrático y la Restauración, Tru j i l l o v io acrecentado su protagonismo comarcal al ser designada cabeza de distrito para las elecciones de diputados a Cortes. Gn"52"fg"pqxkgodtg"fg"3:;4"nc"Tgkpc"Regente María Cristina decretó lo siguiente: “Queriendo honrar la memoria de Don Francisco Pizarro, natural de Trujillo y conquistador del Perú, con motivo del IV Centenario del Descubrimiento de América, en nombre de mi Augusto hijo el Rey Don Alfonso XIII (q.D.g) y como Reina Regente del Reino; vengo en conceder al Ayuntamiento de Trujillo el tratamiento de Excelencia”. En el siglo XX la ciudad entera se erige en testimonio vivo de su pasado esplendor. En Trujillo se tgurktc"jkuvqtkc."ctvg"{."gp"fgÝpkvkxc."cultura. Ésta se apoya sobre los pilares de nuestros artistas pretéritos o contemporáneos, sus trabajos, sus sueños, unos hechos realidad, otros anónimos. Se guardan muchos de ellos en los museos de las ciudades y pueblos extremeños, o bien en colecciones particulares que, junto a las muestras recogidas por instituciones religiosas y privadas, forman el amplio y diverso Patrimonio Artístico de Trujillo. LAS MURALLAS DE LA VILLA

Las murallas que engloban la villa se disponen de forma irregular para adaptarse a las diferentes cotas de nivel, aunque muestran una ligera tendencia a la forma rectangular, abarcan un área amesetada amplia. Fueron construidas en el período Taifa en el siglo XI. Con bastante

seguridad podemos afirmar que gzkuvk„" wp" tgekpvq" hqtvkÝecfq"oƒu"antiguo, cuya traza se asentaría próximo a la alcazaba, a ella responderían los muros situados al Este (con dos torres semicirculares macizas, muy reformadas) y al Sur de aquella: en la torre de planta trapezoidal que en la actualidad avanza como balcón sobre la Plaza Mayor. Este antemural continuaría su recorrido hacia el suroeste, espacio en el que su presencia se pierde. Si los primeros paños de la muralla podemos situarlos cronológicamente entre los fines del califato de Córdoba e inicios de los Reinos de Taifa, época marcada por la inestabilidad ante la ausencia de un rqfgt"uwÝekgpvgogpvg"hwgtvg"eqoq"para aglutinar todo el territorio andalusí bajo un mismo mando, el resto de sus lienzos pueden ser fcvcfqu"gpvtg"Ýpgu"fgn"rgtkqfq"Vckhc"e inicios del dominio almorávide, es decir, en torno a la segunda mitad del siglo XI. La muralla está jalonada por 39" vqttgu" fkurwguvcu" c" vtcoqu"irregulares a lo largo de todo el perímetro, su altura es superior a la de los lienzos de los que parten, las plantas más frecuentes son la cuadrada y la rectangular, a ellas habría que añadir las dos semicirculares, ya mencionadas. De entre estas torres podemos destacar la albarrana que se une al muro mediante una coracha alargada en el sector oeste. Los paños de la zona norte sorprenden por la ausencia de torres; en este espacio apreciamos nc"gzkuvgpekc"fg"wp"gfkÝekq"cfqucfq."convertido en convento franciscano

CERCA DE LA ENCINA Y DETALLE DEL MURO

RECUERDA: No utilizar el detector de metales dentro de los límites de yacimientos arqueológicos ni de zonas protegidas.120

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en el siglo XV, que por su solidez pudiera reforzar la denominada Puerta de Coria.La muralla conservada actualmente –en una gran parte de su trazado- es legado no is lámico, s ino herencia cristiana de los siglos XII-XV. Su estructura arquitectónica y s i s tema const ruct ivo nos eqpÝtocp" fkhgtgpekcu" qdxkcu" eqp"las realizaciones musulmanas de la Alcazaba y del Albacar. El material constructivo sigue siendo el mismo, el granito; no obstante, su tratamiento fkÝgtg" fgn" fg" hcugu" cpvgtkqtgu0" Nc"fábrica es de mampostería, aunque en zonas bajas de los paramentos y en las esquinas de las torres se emplean sillares, la piedra es unida con abundante cal y arena gruesa tanto en las caras externas como en su interior. En ocasiones se observa la presencia del ladrillo y pizarra como niveladores de las sucesivas hiladas pétreas. Muros y torres se coronan con un remate cuadrado piramidalmente. Si en la muralla reconocemos la huella de las obras realizadas tras nc" fgÝpkvkxc" eqpswkuvc" ecuvgnncpc"*c‚q" 3455+." ugtƒp" ncu" rwgtvcu" fg"ingreso al recinto las que marquen claramente la periodización del mismo. De este modo, todas ellas, al menos todas las conservadas, responden a unas tipologías propias de las tres últimas centurias del Medievo.

Actualmente son apreciables cuatro de las siete que poseía el recinto; posiblemente no todas serian medievales y quizás habría que añadir alguna poterna hoy fgucrctgekfc"vtcu"ncu"oqfkÝecekqpgu"

sustanciales a que el conjunto murario ha sido sometido (derribo de algunos l ienzos, variadas estructuras adosadas a los mismos, etc.).

La fortaleza y la muralla sufrieron reformas evidentes con la llegada de nuevos pueblos norteafricanos (almorávides, almohades), que adaptaron las construcciones existentes a sus necesidades militares y a los nuevos gustos de nc" firqec<" vtcu" 3387." hgejc" fg" nc"primera toma de la ciudad, nuevas reformas perciben sobre el conjunto fg" nqu" nkgp¦qu"oqfkÝecekqpgu" swg"se repetirán en la última parte del siglo XII y en los inicios del XIII con el apresamiento de Trujillo por los almohades. Transformaciones notables se produjeron tras la fgÝpkvkxc"eqpswkuvc"etkuvkcpc"*3455+."periodo en el que se levantan buena parte de los lienzos de la muralla actualmente conservada.Gpvtg" Ýpcngu" fgn" ZX" {" c" nq" nctiq"del siglo XVI se sumarán nuevos elementos, de este periodo data la estructura abaluartada sita en la zona suroeste del Albacar.

CASTROS

Tru j i l l o posee un denso y variado conjunto de yacimientos arqueológicos, unos con restos aún de estructuras arquitectónicas y otros con vestigios apenas perceptibles pero que han sido excavados (Aguas Viejas).Concretamente, en la Cerca de la Encina y en el lugar del Pradillo, se conservan partes de la muralla de un recinto protegido, un

conjunto residencial de viviendas, pertenecientes a la Edad del Bronce. En ambos conjuntos, la parte más señalada es la pequeña muralla que integra en su recorrido, gran parte de los bolos graníticos que coronan el cerro donde se encuentra; ésta se dispone con paramentos a hilada con relleno y a veces en el zócalo utiliza grandes bloques monolíticos de piedra. Sin llegar a resultar excepcional, constituye un claro exponente de pobladores que aprovechan las ventajas que proporcionan los rebordes montañosos y la alternancia de litologías distintas para vivir a expensas de una economía que combina la agricultura, la explotación ganadera y la caza. El Berrocal está lleno de asentamientos humanos que podemos situar en la Edad del Bronce con tradiciones megalíticas, en la Cerca de los Toros, la Molineta, el Pradillo, cueva del Fraile... En el Pradillo, próximo a la Cueva Larga donde aún subsiste un grupo esquemático de pinturas, encontramos restos de un asentamiento. El mismo abrigo formado por la naturaleza y adaptado por el hombre debió

CASTRO DEL PRADILLO

ERMITA DEL ORETO

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27

de ser un enorme dolmen natural convertido en mausoleo; frente a la entrada notamos restos de otro monumento funerario arruinado y vereda adelante, hasta alcanzar la solana de la machorra siguiente está gn"rqdncfq"eqp"wp"ctc"fg"ucetkÝekqu"presidiendo una gran explanada.En la Cerca de los Toros, donde se conserva un altar impresionante desde donde se dirigían al pueblo los notables del momento, están las tribunas perfectamente talladas en una gran roca sobre cuya cúspide se sacrificaban animales a las divinidades. Las viviendas son como las del Pradillo, con dos enormes jambas para sujetar el dintel de sus puertas, las plantas eran variadas predominando las formas circulares, con corrales familiares; majadas que a lo largo de los tiempos poco evolucionaron siendo paralelas a la cultura de los zahurdones en falsa cúpula que hasta hace nada seguían construyendo nuestros padres.

ERMITA DEL ORETO

Tiene un precioso porche con tres puertas de medio punto, la nave era con bóvedas de arista y ábside circular. La bóveda está hundida, las puertas del porche tapiadas con una pequeña puerta en la principal para dar entrada a los cerdos pues en altar mayor hay acopladas dos zahúrdas.

El santuario original de Loreto (Ita-lia) es del siglo XIII donde parece que llevaron desde Palestina las piedras para su construcción. La leyenda dice que los ángeles porta-ron en volandas la casa donde fue anunciada María como madre de Jesús, primero hasta Dalmacia para

fglctnc" fgÝpkvkxcogpvg" gp"ogfkq"de un bosque a laureles al norte de ltalia, de ahí el nombre.

La imagen que se venera en Italia es negra, curiosamente la mayor parte de las vírgenes negras están origi-nadas por caballeros cruzados bene-dictinos y existen muchas leyendas al respecto. La Virgen de Guadalu-pe también es negra, en principio estuvo en Cabañas del Castillo, la abadía de Cabañas perteneció a los caballeros de Truxillo y Montegau-dio confederados en la caballería del Pereiro, orden cisterciense que acabaría siendo Alcántara y por sus acuerdos con Calatrava la imagen acabó en Guadalupe, pero esa es otra historia.

La Virgen de Loreto en Trujillo debió de ser negra, como lo es la Coronada (Iglesia de San Martín). La construcción de esta ermita es muy parecida (más pequeña) a la Ermita de San Pablo en el Castillo, construida posiblemente a principios del siglo XIV.

IGLESIA DE SANTO DOMINGO

Construida durante el pontificado de D. Gutiérrez de Vargas Carvajal, sobre la portada de la sacristía en un frontón triangular campean sus armas, con lo que confirman la gtgeek„p"ecp„pkec"dclq"uw"rqpvkÝecfq."jcuvc" gn" c‚q" 3:640" Nc" hgnkitgu‡c"

de esta iglesia procedía del barrio de Sto. Domingo y del arrabal de Huertas de Ánimas, que para tal Ýp"ug"jcd‡c"gtkikfq0"Nqu"ctswkvgevqu"trujillanos Alonso Becerra y Francisco Becerra, padre e hijo, ampliaron la kingukc" gzkuvgpvg" gp" gn" c‚q" 37880"Francisco Becerra partió a Indias en 3795"fqpfg"eqpuvtwkt‡c"ncu"itcpfgu"catedrales de Puebla de los Ángeles, Quito, Cuzco y Lima, acreditándose como el mejor de los maestros, hasta su muerte en la Ciudad de los Tg{gu."gp"38270"Nc"Kingukc"fg"Ucpvq"Domingo sigue la estructura de las iglesias del siglo XVI en la misma ciudad: planta alargada en forma rectangular con una sola nave y cinco tramos; sacristía en el lado de la Epístola y presbiterio ochavado. Altos muros de mampostería con sólidos contrafuertes al exterior dispuestas las piedras de granitos a soga y tizón. Las obras comenzaron por la cabecera teniendo cubierta de crucería con terceletes que apoyaban sobre ménsulas renacentistas. Estas ménsulas son un tipo de capitel estilizado corintio muy repetido en las obras de Becerra. El interior es muy amplio, nave rectangular dividida en cinco tramos y cabecera ochavada. En el lado del Evangelio está la sacristía que se alza sobre la cripta, construida para tal Ýp."eqoq"gu"gn"ecuq"fg"ncu" kingukcu"trujillanas de San Martín y Santa María la Mayor, para acomodar la sacristía al nivel del pavimento de la

IGLESIA DE SANTO DOMINGO

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preliminar”, MM. 36, 1995, pp. 252-258; “Die

Mysterien won Panoias (Vila Real, Portugal)”.

MM. 38, pp. 176-246. Th. Hauschild, Hispania

Antiqua ... 1997, pp. 397-398, lám. 198.

iglesia. La cripta se cubre con bóveda de cañón y la sacristía con bóveda de crucería y terceletes, exactamente, la misma cubierta que tendría el presbiterio, lamentablemente desaparecida. Se accede a la sacristía por una sencilla puerta enmarcada con pilastras que sostienen un frontón apuntado donde campean las armas del obispo D. Gutiérrez Vargas Carvajal. Las cuatro paredes de su interior aparecen rodeadas por una cenefa que recoge motivos religiosos guitcÝcfqu<"fgeqtcek„p"igqofivtkec"y vegetal en la que se incorporan angelotes con las alas explayadas y dos temas principales, el escudo dominicano sobre cartelas, entre Ýiwtcu"chtqpvcfcu"swg"gogtigp"fg"cuernos enroscados y el Calvario, en un marco arquitectónico a base de columnas estriadas que sostienen un entablamento de formas caprichosas a base de molduras y motivos vegetales, Jesús en la Cruz y a ambos lados Juan (el discípulo amado) y la Virgen María. Es de estilo plateresco, pero con formas un tanto arcaicas, sobre todo en el tratamiento de los pliegues y actitudes de personajes. En el lado del Evangelio se conservan muy pocos restos de un motivo religioso con la técnica del fresco: la Asunción de María a los cielos acompañada por los querubines o ángeles que ayudan a subir. Es una escena tratada de forma muy popular, lo cual atestigua la mano de un artista local, de poco renombre. Sobre la sacristía se alza la torre, que no llegó a superar la altura de la iglesia, como estaba proyectada, La espadaña se abre en doble arco peraltado y se remata con un entablamento con triglifos y metopas, y en el frontón triangular, pirámides y bolas en los extremos. CALZADA ROMANA Y BASÍLICA

MOZÁRABE

Saliendo de Trujillo por la puerta de Coria aún podemos contemplar res-tos de la calzada romana que iba de Turgalium a Cauria. Está tan deterio-rada que apenas quedan unos metros de su base original. Asimismo, hay una basílica mozárabe bajando el terraplén desde la Puerta de Coria. Para acceder más fácilmente a las

B I B L I O G R A F Í A

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ruinas del templo mozárabe tendre-mos que atravesar la Puerta de Coria, una de las entradas al casco antiguo que recibe tal nombre por partir de allí el antiguo camino que unía esta plaza con la cauriense. Mencionada calzada la encontraremos nada más cruzar la puerta y a mano izquierda, conservándose algunos retazos del antiguo pavimentado romano, que sirve actualmente como acceso a ncu"Ýpecu"swg"qewrcp"guvc"¦qpc"fgn"berrocal, abandonadas la gran ma-yoría e invadidas por la naturaleza. Según nos acercamos a las ruinas del antiguo Convento franciscano de la Magdalena, encontraremos a la derecha el acceso en mal estado a la conocida como cerca de Pillito. Una vez allí, y caminando hasta el fondo de la que fuera huerta, nada más pasar una segunda cerca sin cerrar veremos los restos de la basílica frente a nosotros, descansando en una zona allanada del terreno, y con nc"Ýiwtc"fgn" ecuvknnq"eqoq" vgn„p"fg"fondo de este paisaje milenario.Gpvtg"nqu"c‚qu"3;:7"{"3;:8"ug"nngxc-ron a cabo excavaciones arqueoló-

gicas en la basílica mozárabe por el Departamento de Historia Antigua, dirigidas por el Doctor José Luis Sán-chez Abal.

Aún se conserva el ábside, y en per-fecta perpendicular con el mismo la nave y una cavidad delimitada con uknnctgu"cÞqtc"gp"gn"vgttgpq."rqukdng"más que enterramiento pila bau-tismal de inmersión, en la que se practicaría el principal Sacramento cristiano a través de uno de los más primitivos ritos. La pequeña mención de Turcalion en el Anónimo de Ráve-na cobra gran importancia al vislum-brar con ello la supervivencia de la ciudad en época visigoda, así como la continuación de su funcionalidad económica y urbana siglos después de su fundación y en una época pre-via a la llegada de los musulmanes. Pocos vestigios permanecen de la época, como ocurriera con aquéllos derivados de la presencia romana. Sin embargo, y frente a la total inexistencia de restos urbanos lati-nos, se conservan unas ruinas que eqpÝtoct‡cp"nc"eqpvkpwkfcf"fg"nc"wtdg"

durante el reinado visigodo y que su-pondría una permanencia urbanística de la misma en mencionado período.

A pesar de haberse reutilizado muchos de sus sillares graníticos en los cercanos vallados y construcciones inmediatas, ha podido sobrevivir hasta nuestros días el ábside en herradura, orientado hacia el Este y posiblemente lugar que ocupara el altar del templo a falta de restos de otras naves, apoyada la hipótesis por la ubicación de una posible piscina bautismal en perfecto perpendicular con la misma. Su diseño en herradura enlazaría con la tradición constructiva visigoda, que impulsó este tipo de arco en los edificios hispanos y en el arte europeo. De los pies de la nave o portada es difícil actualmente distinguir nada, no preservándose restos de la misma o bien encontrándose enterrados en el terreno.

BASÍLICA MOZÁRABE Y ACCESO A LA CALZADA ROMANA DESDE LA PUERTA DE CORIA

RECUERDA: La legislación vigente, si encuentras objetos de valor patrimonial.124

Estudio histórico, constructivo, urbanístico y planimétrico de un lienzo perdido de la cerca

almohade de Cáceres

y

propuesta de recuperación

Calle Adarve del Cristo nº 5, Cáceres

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ANÁLISIS DE UN LIENZO PERDIDO DE LA CERCA ALMOHADE DE CÁCERES Y PROPUESTA DE RECUPERACIÓN

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INTRODUCCIÓN

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1. Información previa

El presente el documento se elabora a partir del artículo: “Evolución histórica de la muralla de Cáceres y nuevos descubrimientos. El postigo de San Miguel, un lienzo perdido de la cerca almohade”, publicado en la revista de Estudios Extremeños, 2016, tomo LXXII, nºIII, pp. 1869-1910, I.S.S.N.: 0210-2854, desarrollado por Pablo Alejandro Cruz Franco, Jesús Cruz Franco, Adela Rueda Márquez de la Plata, José Antonio Ramos Rubio, José Miguel Rueda Muñoz de San Pedro.

1.1 Localización del inmueble estudiado

Calle Adarve del Cristo nº 7, 10.003, Cáceres.

1.2 Equipo de trabajo

Pablo Alejandro Cruz Franco. Arquitecto

Adela Rueda Márquez de la Plata. Arquitecta

Jesús Cruz Franco. Gestor de proyectos

José Antonio Ramos Rubio. Historiador

José Miguel Rueda Muñoz de San Pedro. Arquitecto

1.3 Objeto

El objeto del presente documento es la justifi cación de la existencia de un lienzo desconocido de la cerca y la propuesta de recuperación del mismo, poniendo de manifi esto el trazado de la muralla.

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ANÁLISIS DE UN LIENZO PERDIDO DE LA CERCA ALMOHADE DE CÁCERES Y PROPUESTA DE RECUPERACIÓN

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Figura 1.Mapa del recinto amurallado de Cáceres señalando la cerca almohade y sus torres, señalando la zona de estudio. Imagen del autor 2015128

INTRODUCCIÓN

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Fruto del estudio de la Ciudad de Cáceres y del azar se localiza una anomalía dentro de su trama urbana que hace sospechar que anexo a una serie de viviendas populares ubicadas en la zona noreste de la cerca se esconde un trocito de la historia almohade de la Ciudad de Cáceres. A través del análisis de esta singularidad se constata el hecho de la existencia de un “fragmento perdido” de la historia de la Ciudad y se reafi rma la teoría de la existencia de un elemento militar desnaturalizado que se ha mantenido a lo largo de los siglos oculto y conservado gracias a esas arquitecturas civiles que en pro de una “economía de medios” reaprovechan y reutilizan lo existente volviendo a dar un uso y una razón de ser a aquello que lo ha perdido.

El presente texto analiza este fragmento perdido desde una perspectiva integral: constructiva, urbanística y planimétrica para constatar de que se trata de un lienzo con un postigo de la antigua cerca Almohade y aventura varias hipótesis funcionales para estudios posteriores. El fi n último del texto es contribuir tanto el conocimiento de la cerca almohade de Cáceres como al del propio Casco Histórico de Cáceres y de su historia, para poder comprender la Ciudad, los edifi cios y los espacios, desde la óptica de cómo se construyen y poder preservarlos.

2. Introducción

El estudio de la cerca de Cáceres presenta una gran complejidad. Esta complejidad se debe no solo a las sucesivas remodelaciones de la cerca como elemento defensivo desde tiempos de los romanos, pasando por los almohades y cristianos hasta las Guerras Carlistas; sino también por al propio desarrollo urbano de la ciudad que llevó a derribar puertas y muros para su crecimiento o a reaprovechar estos como viviendas. Este desarrollo urbano eliminó y ocultó elementos que a día de hoy nos permitirían una mejor comprensión del reciento murado.

Es en este contexto que el esfuerzo de numerosos estudiosos para su compresión y preservación, desde Muñoz de San Pedro y Torres Balbás hasta más recientemente Miguel Matas, Samuel Márquez, Pedro Gurriarán o José Salas entre otros, se hace más encomiable.

También es en este proceso de desarrollo urbano y modifi cación de elementos y teniendo como referencia los estudios de los mencionados autores que localizamos una anomalía dentro de la trama urbana. Esta anomalía nos hace sospechar que anexo a una serie de viviendas populares ubicadas en la zona noreste de la cerca se oculta una parte del lienzo de la antigua cerca y quizá un posible postigo incrustado a este lienzo, que denominamos como de San Miguel.

El presente texto aborda el estudio de esta singularidad para constatar el hecho de la existencia de un “fragmento perdido” de la historia de la Ciudad y de un elemento militar desnaturalizado. Este elemento se ha mantenido a lo largo de los siglos oculto y conservado gracias a esas arquitecturas civiles que en pro de una “economía de medios” reaprovecharon y reutilizaron lo existente volviendo a dar un uso y una razón de ser a aquello que lo había perdido.

El texto lo dividimos en dos partes. Una primera parte en la que entramos a analizar el lienzo descubierto y justifi car la veracidad del hallazgo desde

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ANÁLISIS DE UN LIENZO PERDIDO DE LA CERCA ALMOHADE DE CÁCERES Y PROPUESTA DE RECUPERACIÓN

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Figura 2. Vista axonométrica de la cara norte de la Cerca Almohade, señalando la zona de estudio ubicada entre la la torre del Aire y la torre Ochavada. Imagen de los autores 2014

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INTRODUCCIÓN

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una perspectiva del estudio de la Ciudad de Cáceres con una visión de conjunto1. Gracias a esta visión de conjunto se observa el Casco Histórico de un modo global en la que se toma conciencia de la necesidad de valorar las construcciones como una superposición de estratos de distintas épocas que confi guran la imagen urbana actual siendo un documento vivo de lo que ha sucedido y de porqué ha sucedido.

Y una segunda parte que denominamos propuesta de recuperación en la que se elabora una propuesta gráfi ca y planimétrica para recuperar el antiguo volumen y por extensión la Cerca Almohade

3. El postigo de San Miguel. Un lienzo perdido de la cerca Almohade.

El análisis de este estudio inédito y original que presentamos, se realiza desde una perspectiva del estudio de la Ciudad de Cáceres con una visión de conjunto, tal y como hemos abordado. Desde esta perspectiva global se localiza en el inmueble situado en la Calle Adarve del Cristo 7 una fachada con una apariencia distinta a las demás (ver fi gura 1 y 2). Esta fachada presenta varias singularidades.

La primera el estar ejecutada con tapiales similares a los de la muralla en los que todavía son visibles las marcas de los encofrados.

La segunda el encontrarse desplazada en torno a 7 metros del intradós de la muralla, confi gurando un quiebro en la misma; quiebro que ha sido ocultado por la edifi cación adosada que lo usa para generar su envolvente.

El análisis de este supuesto lienzo localizado hace sospechar que se

1 La localización de este elemento tiene su origen en la necesidad de buscar esos valores inherentes a la Ciudad, características que es necesario proteger y que conforman la realidad particular de la Ciudad. Estas particularidades son independientes a priori de los “grandes monumentos” y aparecen otros valores: los signifi cativos, donde el signifi cado para el individuo o para la colectividad es tan importante como son los valores arquitectónicos o como son los valores documentales. Cruz Franco, P.A.(2016). La bóveda de rosca como paisaje cultural-urbano: estudio morfológico y constructivo a través de la Ciudad (tesis doctoral). Universidad Politécnica de Madrid. España.

trate de un cuerpo perteneciente a la muralla original que se ha conservado aparentemente intacto y oculto al encontrarse contenido dentro de la referida vivienda con luces a un antiguo patio de corrala existente muy inusual en la Ciudad de Cáceres.

Para poder corroborar esta hipótesis a continuación se desagrega el análisis del lienzo en las siguientes dimensiones:

Primero, un análisis constructivo del lienzo, paramentos y postigo, para constatar si las técnicas y materiales empleados son similares a las de la cerca contigua.

Segundo, un análisis urbanístico de la zona a través de la documentación histórica disponible (planos históricos de la ciudad y ordenanzas municipales) para constatar si en esa zona de la ciudad la muralla efectuaba un quiebro y existió una puerta.

Tercero, un análisis planimétrico de las viviendas para constatar otros indicios y posibilitar unas hipótesis funcionales del conjunto con las que se cierra el artículo.

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ANÁLISIS DE UN LIENZO PERDIDO DE LA CERCA ALMOHADE DE CÁCERES Y PROPUESTA DE RECUPERACIÓN

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Figura 3. Composición fotográfi ca de las traseras de la vivienda de estudio desde el patio de corrala posterior. Vista del tapial localizado desde el patio de corrala. Detalle de tapiales y edifi caciones agregadas. Imagen de los autores 2015

Figura 3 bis. Intradós de la muralla. Detalle de mapuestos concertados y tapiales. Portales 9 y 11. Imagen de los autores 2015

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ANÁLISIS CONSTRUCTIVO DEL LIENZO

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3.1 Análisis constructivo del lienzo descubierto.

Como venimos comentando el objetivo del análisis constructivo del fragmento en cuestión es constatar si las técnicas y materiales empleados son similares a los restos que aún se conservan de la cerca contigua.

El lienzo

A efectos de realizar este análisis compararemos el paramento que se extiende por las viviendas de la Calle del Adarve números 5 y 7, al que llamaremos en este estudio “lienzo en estudio” con la muralla que se extiende por la vivienda de la misma calle situada en el número 9 a la que llamaremos de aquí en adelante “lienzo original”. Este “lienzo original” se ha considerado y se considera indubitadamente como parte de la cerca almohade. (ver fi gura 3)

Esta comparación nos permitirá, en caso de encontrar evidencias, que la localización del paramento pase de ser el punto de partida de este estudio a una prueba de la autenticidad del hallazgo.

Desde un punto de vista constructivo las fi guras 3 y 4 muestran el “lienzo en estudio” de la edifi cación que contiene los tapiales sin apenas modifi caciones. Estos tapiales conservan a su vez los mechinales originales que sirvieron de apoyo y sostén para levantar el elemento y los antiguos encintados propios de los encofrados utilizados. Así en total libres de revocos y edifi caciones adosadas se pueden apreciar a simple vista las marcas de cuatro cajones de tapiales (ver fi gura 4) que discurren por la fachada con sus correspondientes mechinales y encintados.

Al comparar este paramento con el “lienzo original” contiguo de la vivienda del Adarve nº9 dos hechos llaman nuestra atención. El primero es que en “el

lienzo original” (fi guras 4 y 5) los tapiales se sustentaban sobre un basamento de piedra concertada (ver fi gura 4 unidad constructiva2 4). Basamento del que no es posible encontrar replica aparentemente en “el lienzo en estudio”. Decimos aparentemente por el hecho de que existen construcciones adosadas a esa altura que nos impiden determinar cómo era el zócalo del “lienzo en estudio” en este punto, por lo que para aclarar este extremo sería precisa una intervención arqueológica.

El segundo hecho que llama nuestra atención son las dimensiones de los tapiales de ambos lienzos que son coincidentes. El estudio de las dimensiones de estos hipotéticos tapiales coincide a priori con las dimensiones que encuentran en el resto de la cerca lo que vendría a corroborar que se trata de un fragmento de la muralla que estaba desplazado en este punto y que se ha conservado gracias a esta agregación de una vivienda que se apoya sobre él en esta “economía de medios.

Estas dimensiones coincidirían con las del estudio de Samuel Márquez Bueno sobre La muralla almohade de Cáceres. Este estudio menciona la morfología de los encofrados dando unas pautas de dimensiones que oscilarían entre 0,80-0,9 habiendo también hiladas en algunos tramos de 0,65-0,70, dimensiones que coincidirían con las presentes en este supuesto lienzo, según asevera igualmente el Académico C. de la RAH José A. Ramos Rubio.

El postigo.

Por otro lado, el análisis de este fragmento de la cerca nos plantea otra incógnita que es ese acceso al inusual patio de corrala que encontramos en numerado con el 5 de la calle Adarve del Cristo.

Desde el intradós de la muralla, a través de ese número 5, es posible el paso a una serie de viviendas organizadas en torno a una solana, hecho ya de por si destacable por lo desacostumbrado de esta solución urbanística en la Ciudad de Cáceres.

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ANÁLISIS DE UN LIENZO PERDIDO DE LA CERCA ALMOHADE DE CÁCERES Y PROPUESTA DE RECUPERACIÓN

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Figura 4. análisis de tapiales y mampuestos de la zona de estudio, comparando la zona descubierta en el patio de corrala con el intradós de la Cerca inmediatamente contiguo en la calle Adarve del Cristo nº 9 y 11.

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ANÁLISIS CONSTRUCTIVO DEL LIENZO

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Este paso, se materializa en el extradós de la muralla enmarcado con un arco de ladrillo tradicional macizo, aparentemente embutido en el primer cajón de tapiales visible desde la corrala (ver fi gura 3, 4 y 5). El hecho de que los ladrillos formen una unidad con los cajones al estar visiblemente encastrados en la masa del tapial y su similitud con otros arcos existentes en torres de la cerca hace sospechar que podría tratarse de un elemento original de la cerca.

En el intradós, también hay dos hechos reseñables a simple vista que hacen de este elemento singular y digno de mención. El primero de ellos es que a nivel formal la dimensión del paso desde la calle Adarve del Cristo es considerablemente superior a todos los que le rodean, teniendo una altura nada despreciable de 3 m, casi un metro más que cualquier puerta del entorno, altura que podría indicarnos un uso diferente al actual (vivienda) que necesitase una dimensión más importante como podría ser el paso de animales o caballerías por el mismo.

Por otro lado, a nivel constructivo, también se detectan con un sencillo examen ocular que la ejecución de los dinteles es con sillares de granito con labras para las grapas que indicarían un origen romano. En el interior de este portón todavía encontramos los antiguos goznes de la puerta ejecutados también con piezas graníticas.

El interior del paso, es a través de una rampa, y no se detectan más elementos reseñables al ser el forjado que encontramos superiormente de nueva factur con viguetas pretensadas de hormigón y los muros estar enlucidos ocultando los materiales con los que se ejecutaron.

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ANÁLISIS DE UN LIENZO PERDIDO DE LA CERCA ALMOHADE DE CÁCERES Y PROPUESTA DE RECUPERACIÓN

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Figura 5. análisis de paramentos del tramo de estudio de la Cerca. Calle Adarve del Cristo. Imagen de los autores 2015

“Unas treinta torres tenía la muralla, de las cuales han desaparecido algunas y otras están

ocultas bajo las edifi caciones adosadas a la parte exterior...”

(Muñoz de San Pedro e Higuero, 1954) p. XIV

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ANÁLISIS CONSTRUCTIVO DEL LIENZO

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Figura 5 bis. análisis de paramentos del tramo de estudio de la Cerca. Patio de corrala portal nº7. Imagen de los autores 2015

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ANÁLISIS DE UN LIENZO PERDIDO DE LA CERCA ALMOHADE DE CÁCERES Y PROPUESTA DE RECUPERACIÓN

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Figura 6 Plano del núcleo urbano de Cáceres datado en 1845 remarcando el quiebro localizado en el lienzo de la muralla y los límites de la plaza del aire. Imagen obtenida del Servicio de Información Geográfi ca del Ayuntamiento de Cáceres

Figura 6 bis Detalle del plano del núcleo urbano de Cáceres datado en 1845 yen la que se aprecia claramente el citado quiebro en el lienzo de la muralla.

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ANÁLISIS URBANÍSTICO DE LA ZONA DE ESTUDIO

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3.2 Análisis urbanístico y de fuentes documentales

El quiebro.

Si bien constructivamente podría tener sentido que el “lienzo en estudio” fuese parte de la muralla; urbanísticamente se nos plantea un problema ya que este elemento perdido de la cerca no se encontraría donde tendría que estar si no desplazado aproximadamente 7 metros de su posición original.

Esta cuestión desencadena la siguiente dimensión del análisis que es la realización de un estudio urbanístico de la zona a través de la documentación histórica disponible (planos históricos de la ciudad y ordenanzas municipales) para constatar si en esa zona de la ciudad la muralla efectuaba un quiebro y si existió una puerta.

Como venimos comentando el “lienzo en estudio” tiene una singularidad apreciable a simple vista y es el hecho de que se encuentra desplazado del supuesto trazado de la cerca una distancia nada desdeñable de 7 metros, haciendo un quiebro muy pronunciado coincidente con la vivienda situada el número 7 de la calle Adarve del Cristo.

En la actualidad se considera que la cerca discurría paralela en su intradós a las calles Obra Pía de Roco y la calle Adarve del Cristo, desde la Torre Redonda a la Torre del Socorro. Esta divergencia en la ubicación de la cerca, como decimos muy pronunciada, debería apreciarse en la planimetría histórica de la Ciudad, siendo el citado quiebro un hecho en la morfología de la muralla sufi cientemente importante como para haber sido refl ejado en los distintos levantamientos realizados a lo largo de la historia del perímetro defensivo de la Ciudad.

Así el primer paso del estudio urbanístico es el análisis de la diferente documentación gráfi ca histórica conservada, a efectos de verifi car si en alguno

de los mapas se refl ejó el quiebro citado.

No son muchos los planos históricos que tenemos de la ciudad y su muralla. El más antiguo es el Plano del Núcleo Urbano de Cáceres de 1845. (fi gura 6 y fi gura 6 bis); al que le sigue la cuarta hoja del suplemento del Atlas de España y sus Posesiones de Ultramar de Francisco Coello. 1857 (ver fi gura 7) y por su importancia especial resaltar por último el Plano histórico de Torres Balbás de la cerca almohade 1948.

Analizando los documentos referidos encontramos lo siguiente. Mientras que en los planos de Torres Balbás (1948) y en los Coello (1857) este tramo se dibuja recto como tradicionalmente se ha supuesto, en el plano más antiguo plano del núcleo urbano de Cáceres de 1845 sí aparece un quiebro justo en este punto que confi rmaría esta idea (ver detalle fi gura 6). Quiebro que confi rma por una parte nuestra intuición de que la cerca no es continua en esta zona como se y por otra parte junto con las evidencias constructivas volvería a confi rmar que nos encontramos ante un verdadero lienzo de la muralla.

¿Por qué habría desaparecido este quiebro en los mapas posteriores a 1845? Una conjetura es que como indica Torres Balbás las zonas aledañas a la calle Hornillo fueron unas de las primeras en ser ocupadas por los nuevos crecimientos de la Ciudad. Esta ocupación podría haber dado lugar a que esta esquina fuese fagocitada en los primeros momentos de esta apropiación de la cerca por las edifi caciones dado que aportaría dos de los cuatro lados que una casa cuadrada necesitaría para construirse, simplifi cando tanto ejecución como abaratando el coste de la misma. Finalmente, este hecho habría ocultado el quiebro y por ende el lienzo.

El postigo.

Si bien en la planimetría histórica de la ciudad no encontramos ningún postigo en la zona, gracias a los estudios de Antonio Rodríguez y Cecilia Martín encontramos una referencia a un “portón” en esa zona. Se trata de un documento municipal que describe los trabajos necesarios para el refuerzo de la muralla con el fi n de ponerla en servicio para repeler las posibles agresiones

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ANÁLISIS DE UN LIENZO PERDIDO DE LA CERCA ALMOHADE DE CÁCERES Y PROPUESTA DE RECUPERACIÓN

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fi gura 7. Imagen extraída del Atlas de España y sus posesiones de Ultra-mar. Francisco Coello. 1857. Fuente cartoteca digital Rafael Mas.

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ANÁLISIS URBANÍSTICO DE LA ZONA DE ESTUDIO

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de las tropas carlistas en 18373.

Copiamos a continuación los párrafos numerados, en el recorrido que el documento hace de la muralla recomendando las intervenciones adecuadas, con los números 26 al 28 y que dicen:

26. Tapiar la subida de la escalera de una torre, de una casa (de la) calle de Caleros que da a la muralla del Cristo. Abrir una puertecilla por lo interior de la misma muralla para dar subida a la propia torre, formando al intento una escalera de 6 a 8 pasos, y cerrar la puerta del corralón que de (la) citada casa da salida a el adarve.

27. Tapiar la puerta falsa de la casa (en la) calle de Caleros (en) que vive Francisco Hurtado, y que comunica a el mismo adarve del Cristo. Derribar un poco de tapia que por lo interior del corral se halla unida a el grueso de la muralla antigua; y abrir unas aspilleras por lo interior de la propia muralla, para comunicar //III los fuegos al referido corralón.

28. Abrir unas aspilleras en la pared del corral de la Casa del Aire para proteger con sus fuegos lo exterior de la muralla antigua.

El primer párrafo hace referencia a la torre de la esquina nordeste del muro y la puerta que se propone cerrar sigue abierta en él y da paso a lo que, tipológicamente, es una pequeña corrala a la que vierten varias casas.

Es el siguiente párrafo el que parece dedicado a la penetración del muro que hemos bautizado como Postigo de San Miguel, y que hoy sirve igualmente a un pequeño patio de corrala desde el que se accede a tres propiedades distintas que, además del patio, comparten –compartían– un retrete.

El tercero de ellos se refi ere a la antigua residencia de las Siervas de María, edifi cación que debe consolidarse en su volumetría actual en los primeros

3 Rodríguez González, Antonio y Martín Pulido, Cecilia. Proyecto para reparar y fortifi car la muralla de CÁCERES EN 1837: Documento inédito del Archivo Histórico Municipal. www.chdetrujillo.com. 2013.

años del s. XX y que engloba la torre del Aire, baluarte de fl anqueo adosado al muro conectado luego, como se haría con muchas de las torres romanas de la cerca, con una torre albarrana; todo ello hoy englobado por edifi caciones que trasformaron este sistema defensivo, de manera análoga al cercano del Arco del Socorro, en un edifi cio residencial.

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ANÁLISIS DE UN LIENZO PERDIDO DE LA CERCA ALMOHADE DE CÁCERES Y PROPUESTA DE RECUPERACIÓN

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Figura 8 análisis axonométrico del volumen y planimétrico del lienzo. Imagen de los autores 2015

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ANÁLISIS PLANIMÉTRICO DE LA VIVIENDA EXISTENTE

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3.3 Análisis planimétrico.

La última dimensión del análisis consiste en el estudio planimétrico de la vivienda del Adarve nº7 en busca de otras evidencias.

Este estudio lo desagregamos en dos niveles. El primero consistente en la comparación de la traza de la vivienda del Adarve nº 7 con la traza existente de la cerca en sentido noreste hacia la Puerta del Cristo, el denominado “lienzo original” en este estudio; a efectos de constatar si la cerca se utilizó en la construcción de la vivienda. El segundo en la integración de la vivienda con las viviendas colindantes y restos conocidos de la cerca en sentido noroeste hacia a la Puerta de Coria; a efectos de constatar si hay una continuación. Ambos resultados como veremos a continuación son positivos.

Integración de la vivienda en el lienzo limítrofe noreste.

Para entender este punto es necesario conocer cuál sería el proceso de ejecución de un fragmento de la muralla, así podemos suponer que esta se compone de tres partes. Por orden de ejecución dos partes equivaldrían a dos hojas, una exterior y otra interior (que denominaremos hoja resistente extradós y hoja resistente intradós) y que se ejecutarían en primera instancia, siendo su característica principal el hecho de ser autoportantes, tener un espesor entre los 40-60 cm y constructivamente se realizarían con tapiales con una base probable de mampostería. La tercera parte de la muralla sería la derivada de rellenar el espacio resultante entre la hoja resistente intradós y la hoja resistente extradós con piedras, ripios y tierras. Este último elemento tendría un espesor aproximado de 2 metros.

Defi nida la mecánica constructiva de un posible lienzo en época almohade, el siguiente paso es estudiar planimetricamente la vivienda de referencia en busca de estos tres elementos. En este análisis encontramos nuevamente unos indicadores que no podemos pasar por alto y que serían claramente

defi nitorios del origen de nuestros paramentos. Así si tenemos en cuenta tanto los muros de carga interiores como exteriores de la vivienda constamos lo siguiente:

Primero que el muro de carga interior de la vivienda es una continuación de la hoja resistente extradós del “lienzo original” como se aprecia en la fi gura X, y que podría formar el cofre de relleno antes mencionado con la fachada extradós de la vivienda al patio de corrala, el “lienzo en estudio”.

Este hecho sería un claro indicador de que esta pieza es original de la muralla. Lo que no se conservaría sería la hoja de relleno que hipotéticamente podrías haber sido vaciada para crear un espacio habitable que conformaría el salón de la vivienda.

Segundo, la hoja resistente intradós del “lienzo original”, también tendía su continuación en el muro de carga correspondiente a la fachada a calle Adarve del Cristo. Este hecho no tendría sentido constructivamente ya que la muralla no podría tener tres hojas, salvo que fuese un muro con otra funcionalidad como trataremos posteriormente en el apartado de futuras líneas de investigación. (ver fi gura 8).

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ANÁLISIS DE UN LIENZO PERDIDO DE LA CERCA ALMOHADE DE CÁCERES Y PROPUESTA DE RECUPERACIÓN

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Figura 9 Superposición de volumenes. Imagen de los autores 2015 Figura 10. planimetría de Cáceres. Nuevo trazado de la Cerca propuesto superpuesto a la planimetría existente. Imagen de los autores 2015

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ANÁLISIS PLANIMÉTRICO DE LA VIVIENDA EXISTENTE

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Integración de la vivienda con las viviendas limítrofes y restos de la muralla hacia el noroeste.

El siguiente paso dado es comparar la traza de la fachada correspondiente al patio de corrala con lo que sucede morfológicamente en las edifi caciones anexas en la zona noroeste. En este punto existe la limitación de acceso a las viviendas al ser estas privadas por lo que se compara a nivel volumétrico con la planimetría existente y las fotos aéreas.

En esta comparación se obtienen dos resultados. El primero es que el lienzo descubierto tiene continuidad en la vivienda situada en la calle Adarve del Cristo nº 5. En este sentido no sería un elemento aislado si no que también habría sido utilizado por esta vivienda a la hora de delimitar las fachadas de las mismas y por extensión tendríamos otro conservado en la actualidad.

(ver fi gura 9)

El segundo resultado es que este lienzo también conectaría con los elementos de la cerca conocidos actualmente en dirección a la Torre del Aire. Hecho que constatamos al comparar la traza del “lienzo en estudio con la planimetría de la cerca existente en la actualidad. es que conecta con los elementos de la cerca existentes. En esta planimetría se indica la existencia de un fragmento desplazado de la alineación de la calle Adarve del Cristo dentro de la torre del Aire.

Superponiendo esta información con el anterior hallazgo de que la trama de la muralla está desplazada siete en metros en esta zona; podemos constatar como esta nueva alineación entronca con los restos existentes en el interior de la torre del aire. Hecho que vendría a verifi car la veracidad de los restos y la continuidad de la cerca en este punto.

(ver fi gura 10)

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ANÁLISIS DE UN LIENZO PERDIDO DE LA CERCA ALMOHADE DE CÁCERES Y PROPUESTA DE RECUPERACIÓN

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Figura 11 Supuesto trazado de la Cerca hasta la torre del Aire. Imagen de los autores 2016 Figura 12 Planimetría del supuesto trazado de la Cerca en la zona de estudio. Imagen de los autrores 2016

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CONCLUSIONES

23

4. Conclusiones

A lo largo del documento se ha verifi cado la hipótesis de partida:

El lienzo localizado es un cuerpo perteneciente a la muralla original que se ha conservado intacto y oculto al encontrarse contenido dentro de la vivienda Adarve del Cristo nº7.

Se realizan también las siguientes afi rmaciones:

Primero, el lienzo localizado no es un fragmento aislado si no que tiene replica en la vivienda situada en calle Adarve del Cristo nº5 hasta llegar a la torre del Aire.

(fi gura 11 y fi gura 12)

Segundo, la suposición de que el lienzo de la cerca en esta zona (entre la vivienda de estudio hasta la torre del Aire) discurriría por la calle Adarve del Cristo conformando las fachadas de las casas numeradas con el 5 y el 7 sería errónea, y estaría en realidad desplazada 7 metros del lugar supuesto como se constata en el estudio planimétrico.

(fi gura 10)

Tercero, se evidencia la existencia de un postigo (difícil de datar al estar muy intervenido), que podría ser algo más que un portón a una corrala y tener una funcionalidad como punto de comunicación con las primeras ampliaciones de la Ciudad extramuros.

En cuarto lugar, destacar como de forma magistral, lo “militar” se transforma en “residencial” con una delicadeza impropia de su época que desoyendo esas citadas ordenes de derribo, toma la decisión de adaptar, en lugar de eliminar,

lo antiguo a un nuevo uso residencial, de forma impecable, conservando y fundiendo para las generaciones venideras dos etapas de la Ciudad de igual importancia.

Finalmente, en el punto siguiente se enuncian unas líneas de investigación para contribuir al debate de la cerca y que estimamos necesarias para completar el conocimiento de la mismas.

5. Futuras líneas de investigación

Para concluir este texto se establecen tres nuevas líneas de investigación basadas en los hallazgos verifi cados en este documento. Estas tres líneas establecerían tres hipótesis sobre la funcionalidad de esta parte de la muralla que debemos entender como suposiciones ante los escasos soportes documentales existentes sobre este tramo y la necesidad de una actuación arqueológica en esta zona que aclare las sucesivas intervenciones efectuadas a lo largo de los años y pueda aportar evidencias constructivas.

Lienzo.

La primera hipótesis es que este fragmento fuese sencillamente la continuación del lienzo de la muralla.

Documentalmente como hemos venido discutiendo en el plano de la muralla de 1845 la cerca no es continua en esta zona y se dibuja un quiebro; quiebro que posteriormente se pierde en los planos en los Coello (1857) y de Torres Balbás (1948) en donde se dibuja recta.

Funcionalmente este quiebro podría tener una justifi cación dado que en este punto del trazado de la muralla el terreno cambia de nivel. Este cambio de nivel daría lugar a que la cerca tuviese dos alturas en función de la elevación del terreno: de la casa del Adarve del Cristo Nº 9 a la Puerta del Cristo más baja y de la casa del Adarve Nº 7 hasta la Puerta de Coria más alta. Estas dos alturas podrían haber obligado a los constructores de la cerca a adelantar

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ANÁLISIS DE UN LIENZO PERDIDO DE LA CERCA ALMOHADE DE CÁCERES Y PROPUESTA DE RECUPERACIÓN

24

un tramo de está dando lugar al quiebro por dos razones. La primera razón es que de haber existido una antemuralla en el tramo más bajo y de que esta no se hubiese continuado en el tramo más alto esta hubiese quedado accesible por lo que la mejor opción para los constructores hubiese sido adelantar la muralla bloqueando el acceso a la ante muralla. Aunque esta hipótesis parece un poco complicada cabe mencionar que la Casa del Adarve del Cristo Nº 9 a los pies de la muralla tiene una pequeña plataforma que a día de hoy se utiliza como terraza y que hipotéticamente podría haber sido parte de la antemuralla. La segunda razón para este quiebro podría ser haber permitido la construcción de un pequeño núcleo de comunicaciones para el acceso a los diferentes niveles de la cerca, como trataremos posteriormente.

Cubo de la muralla.

Una segunda hipótesis es que la casa fuese parte de un cubo de la muralla.

Documentalmente podría ser factible ya que de nuevo y en atención al primer plano de la muralla de 1845 en este punto se dibuja un cubo.

Funcionalmente también tendría sentido ya que sería el punto intermedio entre la Torre de Caleros situada a 37 metros y la Torre del Aire situada a 34 metros, por lo que los constructores árabes seguramente se planteasen el refuerzo de esta parte de la cerca, el ángulo nordeste, con algún tipo de estructura. Es cierto que en esta zona nos encontramos con un cubo semicilíndrico justo a continuación de la casa del Adarve nº 9 conocido como la Torre Redonda u Ochavada. La cuestión surge en la datación de este cubo ya que no se sabe muy bien si pertenece al período entre 1165 y 1174 de ocupación cristiana o ya al período a partir de 1229 de conquista defi nitiva leonesa. Samuel Márquez Bueno y Pedro Gurriarán Daza en su artículo: La muralla almohade de Cáceres: aspectos constructivos, formales y funcionales, se decantan por esta última opción y que el cubo semicilíndrico sustituyese a una torre albarrana deteriorada rápidamente. Una hipótesis es que esta torre estuviese situada unos metros alejada del ángulo nordeste de la ciudad aprovechando el desnivel favorable del terreno; que por alguna razón que desconocemos esta se deteriorase y que en la conquista defi nitiva de la

ciudad por los caballeros leoneses estos decidiesen desplazarla justo hasta giro de la muralla dando lugar a la que hoy conocemos como Torre Redonda u Ochavada.

Morfológicamente sin embargo la casa no tendría forma de cubo; entendiendo que las plantas de un cubo tendrían forma cuadrada (todos los lados paralelos) mientras que la forma de la planta que la construcción en estudio sería trapezoidal (solo dos de sus lados paralelos). En este sentido el muro adosado a la muralla y a la casa del Adarve nº 5 son paralelos mientras que los muros de la Calle del Adarve del Cristo y del patio de vecinos la Casa del Adarve nº 7 no lo son. El muro que da al patio de la casa del Adarve nº 5 hace un giro hacia adentro que le hace perder el paralelismo volviendo a girar justo en el encuentro con el acceso al patio y recobrando el paralelismo. Este giro podría tener sentido funcionalmente si la casa fuese en realidad un nudo de comunicaciones de la muralla como veremos en la siguiente hipótesis.

Núcleo de comunicaciones.

La tercera hipótesis es que la casa fuese parte de un nudo de comunicaciones doble: entre las diferentes alturas de la muralla, el adarve alto y bajo, y entre la ciudad intramuros y extramuros.

Documentalmente no encontramos ninguna referencia concluyente que pudiese apoyar esta hipótesis. No hay referencias de que existiese una estructura para comunicar las dos alturas de la muralla en este punto o de cómo podrían ser estas estructuras cuando este hecho sucedía y tampoco existen referencias a un posible postigo en esta parte de la ciudad salvo la mencionada del portón.

Sin embargo, funcionalmente esta hipótesis sí que tendría validez. En lo que se refi ere a un nudo de comunicaciones entre dos tramos de la muralla, dando por válido de que nos encontramos ante un lienzo de la muralla y de que en este punto del trazado la muralla cambia de altura (hipótesis primera); sí que precisaría de una estructura que permitiese el acceso a los dos niveles y que hiciese que el adarve fuese continuo. Una solución podría haber sido

148

CONCLUSIONES

25

desplazar un tramo de la muralla hacia el exterior y construir en el encuentro interior entre los dos tramos unas escaleras que comunicasen las dos alturas. Morfológicamente esta estructura tendría forma de cubo tal y como se dibuja en el plano de 1845 y constructivamente el acceso a los diferentes adarves se podría haber solucionado con unas escaleras con bóvedas tal y como encontramos en el interior de las torres de Cáceres que son muy similares a la escalera interior de la Casa del Adarve nº 7.

En lo que se refi ere que la casas fuese además un núcleo de comunicaciones entre la ciudad intramuros y extramuros funcionalmente también tendría sentido. Esto es así ya que las primeras ampliaciones de la ciudad se producen en este entorno de la ciudad dando lugar a las calles de Hornillos, Caleros, Tenerías … La población de este entorno podría haber necesitado un punto de acceso a la ciudad intermedio entre las Puertas del Cristo y de Coria y por razones orográfi cas el mejor punto de acceso sería el que coincide con la puerta que da acceso al patio de la Casa del Adarve del Cristo Nº 5. En este punto encontramos una pequeña plataforma que salva el desnivel existente hacia la Puerta del Cristo y que posibilita una fácil comunicación con la Calle Hornillos y la Calle Caleros y que posibilitaría un acceso intermedio a la ciudad a los habitantes de estas calles, de las tenerías y de las huertas de la Ribera del Marco.

Esto explicaría el postigo de la Casa del Adarve Nº 5 siempre y cuando el patio interior que actúa a modo de corrala en el pasado hubiese conectado con las calles de Calero u Hornillos. Como hemos comentado esta corrala presenta una tipología atípica en una ciudad como Cáceres y nos lleva a pensar que anteriormente este fuese un espacio público que se hubiese ido colmatando con casas con el paso del tiempo perdiendo este carácter.

Finalmente, que esta puerta fuese un postigo explicaría que este tramo de la muralla en su parte exterior tuviese una forma de V, si bien poco pronunciada; ya que esta forma permitiría una mejor defensa de la puerta tal y como sucede de una manera mucho más acentuada en la Puerta del Cristo y explicaría la forma trapezoidal del inmueble tal y como se apuntaba en la hipótesis segunda.

149

ANÁLISIS DE UN LIENZO PERDIDO DE LA CERCA ALMOHADE DE CÁCERES Y PROPUESTA DE RECUPERACIÓN

26

Figura 12. Imagen de la propuesta 01. Imagen de los autores 2016

150

PROPUESTA

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6. Justi fi cación de la propuesta

Con este punto de partida, no hay que entender este hallazgo como un elemento “solitario” sobre el que intervenir de forma aislada, sino como una oportunidad única de continuar la labor de tantas otras personas que han trabajado en la recuperación y puesta en valor de la Cerca de Cáceres.

Citando el artículo 1 de la Carta de Venecia:

(…)

Art.1

La noción del monumento histórico comprende tanto la creación arquitectónica aislada, como el ambiente urbano o paisajístico que constituya el testimonio de una civilización particular, de una evolución signifi cativa o de un acontecimiento histórico. Esta noción se aplica no sólo a las grandes obras, sino también a las obras modestas que con el tiempo hayan adquirido un signifi cado cultural.

(…)

El descubrimiento no se puede ver como un trozo aislado de una Cerca Almohade desconocida, es en realidad una parte de la muralla y por extensión una parte de Cáceres y de su paisaje urbano. En el encontramos una dualidad

4 Ordenanzas Municipales para la ciudad de Cáceres, aprobadas por el Sr. Gobernador Civil en 7 de abril de 1891. Imprenta librería y encuadernación de Nicolas M. Jiménez, p.57. Concretamente el artículo 441: “Las murallas antiguas de esta población, serán derruidas y sus terrenos se irán agregando a los solares y casas colindantes conforme la ley de parcelas vigente, según se vayan construyendo aquellos o reedi-fi cándose éstas, debiendo los propietarios atenerse en las nuevas construcciones corre edifi caciones a disposiciones de estas ordenanzas y previo el pago del valor que se asigne a las parcelas que se les apropien”. Vid. Pulido Cordero, M y Cerrillo y Martín de Cáceres, E. “Sobre una desaparecida torre de la muralla de Cáceres”. Norba, Revista de Historia, vol 18, Uex, Cáceres, 2005, pp. 147-161

5 4. …cuando se trata de ruinas, se impone una escrupulosa labor de conservación y, cuando las condiciones lo permitan, es recomendable volver a su puesto aquellos elementos originales encontrados (anastylosis); y los materiales nuevos necesarios para este fi n deberán siempre ser reconocibles…Punto 4 de la Carta de Atenas de 1931

que la dota de valor: en si mismo, este “trozo” es el testimonio de ese recinto amurallado del siglo XIII. Los fragmentos que han llegado hasta nosotros de forma fortuita son el resultado de la reutilización durante siglos de lo que otros habían dejado. De forma aislada esta pieza es una superposición de estratos, en los que la arquitectura militar de herencia romana, almohade y cristiana conviven con la arquitectura residencial de una Ciudad que necesitaba crecer y que en una búsqueda de nuevos espacios se adueñó de los antiguos, en algunos casos derribando4 y en otros, como es el caso, afortunadamente fusionándose. Un testimonio de valor incalculable de ocho siglos de historia.

Por otro lado, en esa citada dualidad, es una parte de un todo, una pieza que completa el puzle que es a día de hoy la muralla de Cáceres, una pieza que la completa y que completa a la Ciudad, a su ambiente urbano y a su paisaje.

Es un fragmento perdido y descontextualizado de la historia de nuestra Patrimonio. Una oportunidad única y probablemente irrepetible de intervenir sobre la imagen de la Ciudad recuperando su fi sonomía y devolviendo su carácter a este fragmento. Como si de una anastylosis5 a escala urbana se tratara, el hallazgo se entiende como ruina clásica, que se levanta y devuelve a su antigua forma y posición, una ruina que se vuelve a engranar en el conjunto que conforma la Cerca de forma reconocible para así devolver a la Ciudad su antiguo aspecto.

De esta forma, el respeto hacia el entorno se transforma en indispensable 6, pues la Cerca de Cáceres es uno de los emblemas de nuestro conjunto

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ANÁLISIS DE UN LIENZO PERDIDO DE LA CERCA ALMOHADE DE CÁCERES Y PROPUESTA DE RECUPERACIÓN

28

Figura 13. Planimetría de la propuesta. Sección y plantas.

Se c c ió n transve rsa l

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PROPUESTA

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Figura 12. imagen de la propuesta 02. Imagen de los autores 2016

histórico, recibiendo en 1929 la distinción de Monumento del Tesoro Artístico Nacional7 y más tarde siendo clave en la declaración de Cáceres como Conjunto Monumental en el año 19498

6 7…La conferencia recomienda respetar, al construir edifi cios, el carácter y la fi sonomíoa de la ciudad, especialmente en la cercanía de monumentos antiguos, donde el ambiente debe ser objeto de un cuidado especial.

Punto 7 de la Carta de Atenas de 1931

7 Declarado el 25 de agosto de 1930 en la Gaceta de Madrid, número 239, 27 de agosto de 1930, pp. 1251 y 1252

8 En el Decreto publicado en febrero de 1949 se indica: “Aún conserva la población en la parte murada restos muy visibles de su fundación romana, otros de construcción visigoda y otros todavía de la intervención árabe. Dentro del recinto se encierra un maravilloso conjunto medieval. Declarado el 21 de enero del año 1949 publicado en el BOE número 33 del 2 de febrero del año 1929, pagina 560. Señalar la labor fundamental de don Miguel Muñoz de San Pedro e Higuero en el proceso de declaración de Cáceres como conjunto monumental junto con otros amantes de la historia y de la ciudad de Cáceres como fueron Alfonso Díaz Bustamante, Valeriano Gutiérrez Macías o José Manuel González Valcárcel.

153

ANÁLISIS DE UN LIENZO PERDIDO DE LA CERCA ALMOHADE DE CÁCERES Y PROPUESTA DE RECUPERACIÓN

30

Figura 14. Planimetría de la propuesta. Sección y plantas.

154

PROPUESTA

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Figura 13. imagen de la propuesta 03. Imagen de los autores 2016

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ANÁLISIS DE UN LIENZO PERDIDO DE LA CERCA ALMOHADE DE CÁCERES Y PROPUESTA DE RECUPERACIÓN

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Figura 15. imagen de la propuesta 04. Imagen de los autores 2016

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BIBLIOGRAFÍA

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7. Bibliografía

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Cáceres. Cáceres

157

ANÁLISIS DE UN LIENZO PERDIDO DE LA CERCA ALMOHADE DE CÁCERES Y PROPUESTA DE RECUPERACIÓN

34

Figura 16. imagenes de la intervención en la torre del homenaje y posito de HuescarArquitecto Antonio Jiménez Torrecillas

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REFERENCIAS

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Figura 17. imagenes de la intervención en la torre del homenaje y posito de HuescarArquitecto Antonio Jiménez Torrecillas

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ANÁLISIS DE UN LIENZO PERDIDO DE LA CERCA ALMOHADE DE CÁCERES Y PROPUESTA DE RECUPERACIÓN

36

160

SENDEROS · EN DEFENSA DEL PATRIMONIO CULTURAL DE TRUJILLO EN DEFENSA DEL PATRIMONIO CULTURAL DE TRUJILLO · SENDEROS

El Excmo. Ayuntamiento de Trujillo,

en su calidad de órgano promotor,

salvaguarda, gestor y en su cons-

tante preocupación por la defensa

del Patrimonio Cultural de la Ciu-

dad está llevando a cabo una in-

cesante política de protección de los ediicios mo-

numentales para su restauración, conservación y

puesta en valor con miras al turismo dentro del nú-

cleo de Trujillo que delimita el ámbito del Conjunto

Histórico (declarado Bien de Interés Cultural con

categoría de Conjunto Histórico el 5 de septiem-

bre de 1962) desarrollado mediante un Plan Espe-

cial de Protección (aprobado el 2 de noviembre de

2005 por la Comisión de Urbanismo y Ordenación

del Territorio de Extremadura, publicándose en el

DOE con fecha 15 de junio de 2006), sin obviar la

protección, mantenimiento y puesta en valor de to-

dos los espacios naturales de especial valor por sus

elementos naturales, su biodiversidad, su producti-

vidad agropecuaria y su calidad paisajística. Consi-

derando el paisaje como elemento fundamental de

calidad de vida e identidad de sus vecinos y como

recurso de desarrollo territorial para una ciudad y

un territorio como Trujillo de sobresalientes valores

patrimoniales en una clara fusión del paisaje natu-

ral y cultural en el que la ciudad histórica adquiere

fuerza y sentido, constituyendo un importante en-

clave turístico de alta calidad. Un patrimonio que

en su conjunto es propiedad del Ayuntamiento de

Trujillo, y se destina principalmente a uso turístico

bajo protección de la Declaración genérica del De-

creto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre

el Patrimonio Histórico Español.

Mediante el establecimiento de una normativa de

protección de Patrimonio Arqueológico y Arquitec-

tónico, el Ayuntamiento ha desglosado reciente-

mente diferentes tipos de actuación dependiendo

de su grado de protección y su destino al turismo,

con la preservación del patrimonio histórico-artísti-

co de algunos ediicios históricos como las murallas

y el Castillo (BIC, 1925), las antiguas Carnicerías y la

iglesia de la Preciosa Sangre de Cristo.

En defensadel patrimonio cultural de

TRUJILLO

161

SENDEROS · EN DEFENSA DEL PATRIMONIO CULTURAL DE TRUJILLO EN DEFENSA DEL PATRIMONIO CULTURAL DE TRUJILLO · SENDEROS

La actividad turística es importantísima en Trujillo. En el año

2014 la ciudad fue visitada por turistas de 78 países. En la

Ciudad hay más de 30 establecimientos de alojamiento, in-

cluido hoteles, hostales, pensiones, apartamentos y casas

rurales, éstas se concentran en la pedanía de San Clemente.

También hay más de 30 restaurantes en el municipio.

Con estas iniciativas se ha puesto en valor una serie de

espacios esenciales muy deteriorados y en lamentable

estado de conservación como es la cerca amurallada com-

prendida entre el Arco del Triunfo y el Espolón al Oeste de

la Villa y colindante con el Cementerio Municipal, partien-

do de un seguimiento y control arqueológico de la zona y

el tramo a rehabilitar y consolidar. Las murallas que con-

forman la Villa se disponen de forma irregular, abarcan

un área amesetada amplia, aprovechando hábilmente las

desigualdades del terreno, fechando los primeros paños

de la muralla entre el califato de Córdoba e inicios de los

Reinos de Taifa. La muralla está jalonada por 22 torres,

la mayoría cuadradas y aisladas o forman parte de otros

edificios medievales, dispuestas a lo largo de todo el pe-

rímetro. Podemos destacar la torre coracha alargada en

el sector Oeste, conocida localmente como el “Espolón”,

donde se ha llevado a cabo la actuación rehabilitadora

más importante, desde donde se controla un promontorio

granítico que consolida su defensa.

Destacamos en la muralla las puertas de ingreso al recinto

que responden a unas tipologías propias de las tres últimas

centurias del Medievo. Habiéndose actuado en los paramen-

tos y cimentación del tramo situado entre la Puerta del Triun-

fo, de claros resabios góticos, y la Puerta de la Vera Cruz, de

traza románica.

Castillo, Albacara y Murallas han sufrido innumerables re-

formas desde la llegada de almorávides, almohades, que

adaptaron las construcciones existentes a sus necesidades

militares; también se realizaron reformas notables en las dis-

tintas ocupaciones cristianas de la Villa y el Castillo, 1165 y

1233, periodo en el que se levantan buena parte de los lien-

zos de la muralla actualmente conservada. Entre inales del

XV y a lo largo del siglo XVI, se sumarán nuevos elementos,

de este periodo data la estructura abaluartada sita en la zona

suroeste del Albacara. Demolición de algunos paños y pér-

dida de funcionalidad militar son las notas más destacadas

de las defensas trujillanas a partir del siglo XVI, adosándose

varias viviendas y protagonizando un proceso de fosilización

y ruina. Asimismo, los conlictos del siglo XIX, especialmente

la Guerra de la Independencia, provocarán graves desper-

fectos, por este motivo actualmente se está actuando en el

Albacara del Castillo, en su zona Norte, comprendido en el

Programa Formación Profesional Dual @prendizext, según

Decreto 100/2013 de 18 de junio y con la aprobación previa

de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de Cáceres

en los Bienes declarados de Interés Cultural o aquellos que

estén incluidos en el Inventario de Bienes Inmuebles del Go-

bierno de Extremadura como es el caso del Castillo y de las

Carnicerías (Palacio del Marqués de la Conquista).

El castillo se Trujillo fue construido por los árabes en la se-

gunda mitad del siglo IX, en la zona más elevada del cerro

rocoso denominado “Cabezo de Zorro”. Desde sus murallas

se domina toda la llanura de la tierra trujillana. Es un recinto

hermético, rodeado por la cerca de murallas en un perímetro

de 900 metros y el hecho de estar situado en lo más elevado

de un terreno escarpado, lo hace inaccesible al ataque. Es un

castillo hermético sin ventanas y con escasas saeteras. Está

en relación íntima con la Alcazaba (conocida como Conven-

tual) de Mérida, la fortiicación islámica más antigua fechada

en España (835 d. C.)

El castillo fue construido con aparejo de sillares reaprovecha-

dos de construcciones romanas, alternando en sus muros y

en sus torres la mampostería. Esta reutilización de sillares ro-

manos es fundamental para establecer la cimentación a cota

militar, dispuestos en hiladas calzadas de trozos de ladrillos y

de lajas fragmentadas de pizarra. Modo de construcción típi-

co en otras alcazabas de la misma época en Mérida, Gormaz

y Agreda en España; y el de Qasr Harani en Palestina.

El castillo consta de dos partes: el Patio de Armas y la Alba-

cara. La planta del castillo se nos ofrece así con dos grandes

recintos geométricos adyacentes. Uno es el Patio de Armas,

que se inscribe en un cuadrángulo levemente irregular y el

otro, conocido como Albacara, forma en planta un hexágono.

El acceso al primer recinto se realiza por una puerta que se

abre en arco de herradura al mediodía, defendida por dos

torres albarranas, esta puerta fue reformada en el siglo XVI,

cuando el Concejo ordenó el 21 de abril de 1531 que entre

las torres de la fortaleza se construyera una bóveda para co-

locar una imagen de granito que representara la Virgen de

la Victoria. En el año 1952 el arquitecto restaurador D. José

González Valcárcel, hizo un suplemento hacia el N. con el in

de levantar un cuerpo de ediicación para construir un ca-

marín a la Virgen. Por tanto, el lado N. de la puerta que ac-

tualmente se ve es falso y reciente, debiendo aceptarse sólo

como auténtico el existente en el exterior, descubierto al re-

tirar el antiguo camarín de la Virgen que se encontraba entre

los dos cubos y detrás de la barbacana cristiana, destruida

también al abrirse de nuevo la puerta.

Por el lado de Levante está la Albacara, que prolonga el

conjunto macizo del castillo por las características cons-

tructivas este espacio se adosó veinte años después al Pa-

tio de Armas. La palabra “albacara” (del ár. Al-baqqara, la

vaquería) deine a un recinto murado en la parte exterior

de una fortaleza, con entrada en la plaza y salida al campo,

y en el cual se solía guardar ganado vacuno. Este ediicio

castrense se utilizó igualmente para albergue de la guarni-

ción y se dedicó a los distintos servicios de mantenimiento

Muralla y torres

162

SENDEROS · EN DEFENSA DEL PATRIMONIO CULTURAL DE TRUJILLO EN DEFENSA DEL PATRIMONIO CULTURAL DE TRUJILLO · SENDEROS

de la tropa y almacén, por eso no existen dependencias,

pues se realizarían con materiales más perecederos que

la piedra. La Albacara está rodeada, en parte, por una bar-

bacana de época cristiana. Realmente las fuentes árabes

existentes sobre Trujillo son pocas y parcas. Sabemos que

en el 881 hay una incursión de Alfonso III contra los Nafza,

que ocupaban la zona, que en el 317 Héjira/929-30 d. C. se

nombra gobernador militar de Trujillo a Ahmad Ibn Sakan.

Ibn Jaldun la cita al igual que Al Idrisi y al Himyari y entre

las crónicas cristianas que lo citan está la Primera Crónica

General de Alfonso el Sabio y los Anales Toledanos II, que

citan su Reconquista en 1233.

Estos datos históricos avalan una fecha de construcción del

castillo en la segunda mitad del siglo IX, posterior al mode-

lo emeritense. Las torres albarranas son contemporáneas al

resto de las obras, ya que estuvieron unidas con los cubos

del castillo mediante arcos de los cuales quedan hoy restos

del lugar de sus enjarjes que se corresponden de lado a lado,

y que son exactos a los existentes en la Alcazaba de Mérida,

no solo en obra sino también en similitud de dimensiones y

de aparejo. La Historia nos reiere que el castillo de Trujillo

en tiempos de Pedro I fue elegido para que el tesorero del

rey, el judío Samuel Leví, guardase las riquezas de la Corona,

porque se la consideraba una de las fortalezas más seguras

del reino. Aquí se refugió Juana “La Beltraneja” en su disputa

con la reina Isabel I en una época de agitación familiar y so-

cial. Una vez entregado el castillo a la reina Católica, Juana

tuvo que salir huyendo hacia Plasencia, donde se casó con

Alfonso V de Portugal.

En el año 2015 se ha llevado a cabo una importante actua-

ción en las antiguas Carnicerías, ubicadas en la planta baja

del Palacio del Marqués de la Conquista, en plena Plaza

Mayor, construido entre los años 1561 y 1580 por orden de

Hernando Pizarro y su esposa Francisca Pizarro. Ya, el 4 de

febrero de 1498 Hernando Pizarro había obtenido del Ayun-

tamiento de Trujillo facultad para poder construir en la parte

alta de las Carnicerías, pertenecientes al Concejo, cuyo edii-

cio se había realizado con anterioridad. En este documento

se aprecia claramente la intención de Hernando Pizarro de

construir un Palacio en las casas de su padre Gonzalo en el

lugar en donde se estaba gestando el núcleo poblacional

más céntrico de Trujillo, en la Plaza Mayor, que en el siglo XVI

estaba ya plenamente conigurada, salvo algunos cambios

operados en ediicios palaciegos.

Además de los inmuebles concejiles, otros de tipo privado

irán conigurando la estructura y isonomía de la Plaza, cuyo

aspecto será el proporcionado por ediicios de dos o tres ni-

veles, de los cuales el inferior está formado por un cuerpo

de soportales alineados (Portales del Lienzo, del Pan, de las

Carnicerías). Entre estos ediicios domésticos se irán interca-

lando diferentes ediicios nobiliarios, completándose el perí-

metro de la “Plaza del arrabal” como aún se la denomina en el

siglo XVI, adquiriendo carácter centralizador y representativo

de la vida de la ciudad. En las dependencias de las antiguas

Carnicerías se ha llevado en los últimos meses un incesante

proyecto de rehabilitación para acondicionar el solar como

Centro de Exposiciones.

Otra de las actuaciones que está llevando a cabo el Ayunta-

miento en la actualidad es la puesta en valor del ediicio de

la iglesia de la Sangre de Cristo, obra del siglo XVII próximo

a la Plaza Mayor, llevando a cabo su restauración liberan-

do el espacio interior y recuperando el volumen completo

de la iglesia. El Ayuntamiento ha adquirido este inmueble

recientemente para destinarlo a un centro de atención al

turista, con un contenido principal orientado al apoyo

explicativo del programa de rutas turísticas denominado

“Ruta de los Descubridores”, que se extienden a lo largo de

la geografía extremeña.

Es un ediicio señero de tres plantas que en julio de 1924 fue

destinado a vivienda parroquial y otros usos particulares. En

el siglo XVII fue sede del Cabildo de Capellanes de Trujillo,

iglesia de la Preciosa Sangre de Cristo, erigida entre 1630 y

1635 en cumplimiento de una cláusula testamentaria del In-

quisidor Mayor de Granada y Córdoba, el trujillano don Ga-

briel Pizarro de Hinojosa y Arévalo, familia de los Pizarro. Era

hijo de Alonso Pizarro de Torres y de Teresa de Grado. Don

Gabriel Pizarro de Hinojosa, enfermo muy grave en Trujillo,

entregaba el 15 de octubre de 1625 testamento cerrado, que

en esta ciudad había hecho el 23 de abril de dicho año 1625,

ante el escribano Bartolomé López Leonardo, fecha en la que

se remonta el origen fundacional de este templo.

La iglesia fue trazada por el arquitecto Gabriel Pentiero, res-

pondiendo a las propuestas arquitectónicas del Altobarroco

trujillano, ediicio austero, construido en mampostería y la-

drillo, donde la decoración se limita, salvo algunas excepcio-

nes, a puertas, entablamentos y bóvedas. Se trata de un tem-

plo de planta basilical y una sola nave, con transepto poco

desbordante cubierto con bóveda de lunetos de ladrillo en

la nave y cúpula sobre pechinas, decorada con placados

gallonados, en el crucero. Al exterior la cúpula se cierra con

un cimborrio de ladrillo ciego. Destacamos en el exterior la

fachada meridional, lanqueada por un orden monumental

de pilastras toscanas entre las que se abren dos portadas cla-

sicistas manieristas, de arcos de medio punto cajeados, con

clave saliente que apoyan sobre jambas rehundidas. Pilas-

tras toscanas escoltan el conjunto a la par que sustentan un

entablamento con frontón liso, friso decorado por triglifos y

metopas y cornisa sencilla. Sobre ésta última apoyan bolas

herrerianas. Finalmente, coronando el conjunto se alza -en

ambas puertas- una hornacina, lanqueada por pilastras ca-

jeadas -rematadas por capiteles manieristas- que sujetan un

frontón curvo decorado con bolas.

En un inventario de 1827, se registra en la iglesia de la San-

gre las imágenes del Santo Cristo de la Agonía, Purísima,

San José, San Felipe, otro cruciijo y la campana que perte-

neció al Colegio de niñas huérfanas de Sor María Jesús de

Paredes. El retablo del Santo Cristo de la Agonía se cons-

truyó el año 1675 a expensas del Cabildo y que fue pintado

y decorado por Manuel Ruiz. La desamortización de Men-

dizábal acabó con el Cabildo de Capellanes de Trujillo. La

iglesia quedó aneja a la parroquia de San Martín, lugar al

que fueron depositadas las imágenes y el retablo y el Santo

Cristo de la Agonía.nTexto: José A. Ramos Rubio

Cronista Oicial de Trujillo

www.turismotrujillo.com

Iglesia de la Sangre de Cristo Albacara

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Notas para la historia de la Real Sociedad Económica de Amigos del País

Fernando Cortés Cortés

Desde el instante de la creación, allá por la década de 1810, de la que fue denominada RealSociedad Económica de Amigos del País de la Provincia de Extremadura...

Desde el instante de la creación, allá por la década de 1810, de la que fue denominada Real

Sociedad Económica de Amigos del País de la Provincia de Extremadura, hasta tiempos posteriores,

hasta llegar a la actual Real Sociedad Económica Extremeña de Amigos del País, existen aspectos

poco conocidos de su historia y de sus actividades, de las preocupaciones, objetivos e ideas de las

personas que ya como dirigentes destacados o como anónimos asociados trabajaron por la

Institución y sus fines.

La tipología de los objetivos propuestos y acometidos es diversa, variada y compleja. Una de esas

actividades, tal vez considera como modesta, guarda relación con las conferencias que organizadas

por “la Económica”, impartidas por destacados profesionales y/o intelectuales que brindaban sus

saberes y conocimientos a sus convecinos en un ejercicio de difusión y de divulgación cultural

sobre el que ahora trato de investigar y de aproximarme, en la medida que ello sea posible, y las

fuentes documentales lo permitan, centrándome en las tres primeras décadas del pasado siglo XX,

límite temporal impuesto por la operatividad del tema investigador propuesto y del que esta breve y

parcial aportación desea ser la primera, modesta e inicial pública presentación de unas realidades

estructurales más amplias, integradas por una cronología, unas síntesis de las temática abordada y

unos conferenciantes, integrantes globales de una precisa sistematización que, al menos así lo

esperamos, arrojará luz sobre la RSEAAP.

Por ejemplo, en los primeros días de marzo de 1925, la prensa de la ciudad de Badajoz auguraba el

éxito, dada la calidad de los conferenciantes y el interés de los temas anunciados, de un ciclo

conferencias organizado en la Sociedad Económica de Amigos del País, conferencias que darían

comienzo el próximo día 7 del actual mes.

Se detalla una primera relación de conferenciantes y temas sobre los que disertarán:

Don Luis Bardají, “Don Juan Tenorio y don Luis Mejía”.

Don Antonio Cuéllar, “Anatole France y su obra”.

Don Rodrigo Armada, “Materialismo histórico”.

Don Eduardo Cerro, “La paz universal y el derecho”.

Don Lorenzo torrado, “El derecho ante los avances feministas”.

Don Enrique Segura, “Nuevas ideas estéticas”.

Don Manuel Jiménez Cierva, “Sobre criminalidad.”

El 8 de marzo se informaba, en extenso y de forma detallada, como se hará sobre las restantes

conferencias de la primera de las programadas para este momento. En la información del periodista

que firma la crónica, se destaca como “Con el ilustre orador señor Bardají a cuyo cargo corría la

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conferencia ocuparon al estrado el presidente de la Diputación, señor Cuéllar; el alcalde, señor Del

Solar; el presidente de la Sociedad Económica de Amigos del País, señor López Lago y los

miembros de la comisión organizadora señores Santos y Salgado”

Además, “Un público numeroso y selecto entre el que se encontraban distinguidas damas llenaban

el salón”

El señor López Lago como presidente de la Sociedad inició el acto con palabras de recuerdo para el

anterior presidente don Leopoldo de Miguel y Guerra, destacando como la Sociedad realiza una

obra de labor cultural constante con el sostenimiento de la biblioteca, añadiendo haberse visto

agradablemente sorprendido cuando los jóvenes organizadores les propusieron sus planes, habiendo

aprobado darles toda facilidad para el desarrollo de su hermosa iniciativa. Por su parte, el señor don

Antonio Salgado en nombre de la comisión organizadora expone que lo qué se pretende es ir

documentando al público de las novedades literarias y teorías artísticas más en boga.

Seguidamente interviene el conferenciante, el prestigioso abogado del Estado don Luis Bardají, -a

quien por su valía y justo renombre invitaron los organizadores en este ciclo de conferencias para

que lo inaugurara- desarrollando el tema anunciado, que es en buena parte de su contenido es

reproducido en el periódico.

Al final de su intervención “Una nutrida ovación ha cogido las últimas palabras del conferenciante,

que tantos plácemes recibido por su conferencia, en la que en forma tan genial supo hermanar su

amplia erudición con la más exquisita amenidad, tan necesaria en un acto de divulgación de las

letras como el que se celebraba”

El 4 de abril se informaba que a las 7 de la tarde tendría lugar en el local de la Sociedad Económica

de Amigos del País, la quinta de las conferencias organizadas y que semanalmente vienen

celebrándose. “La de hoy corre a cargo del joven y aventajado estudiante de derecho don Lorenzo

Torrado Caballero, que ha elegido como título de su disertación uno muy sugestivo: “El derecho

ante los avances feministas” El tema va dedicado al elemento femenino, por lo que consideramos

que éste, en justa correspondencia, acudirá al salón a escuchar una nueva opinión acerca de un

punto de tan palpitante actualidad y que tan directamente afecta al sexo bello”.

A mediados de ese abril de 1925 se informaba al público de la impartición en la ciudad de dos

conferencias. La una, a las 7 de la tarde, pronunciada por don Enrique Segura, quien, en el Salón de

la Biblioteca de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, con entrada pública, expondrá su

pensamiento sobre “Nuevas ideas estéticas”

Por otro lado, a las 17 horas, en el amplio salón de la Peña Militar de Badajoz, el capitán de

caballería del Regimiento de Villarrobledo, don Mauricio Sánchez de la Parra, hablara sobre

“Enlaces” destacando que a escucharlo concurrirán todos los jefes y oficiales de los cuerpos de la

guarnición francos de servicio, según se ordena en la orden del día de la plaza.

Al día siguiente se destacaba la celebración de la anunciada conferencia, con asistencia del

Gobernador militar, señor De la Dehesa. El conferenciante puso de relieve sus grandes

conocimientos y experiencias en sus estudios sobre la materia que le han valido ser nombrado por el

gobierno español para asistir en Francia a unas importantes maniobras militares y la designación

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para formar parte de la ponencia encargada del estudio de esta especialidad por el Ministerio de la

Guerra.

Una interesante vida cultural parece desarrollarse en la ciudad de Badajoz. No es sólo la actividad

de la Sociedad Económica de Amigos del País. Otras, como el Ateneo, la animan con las

actividades y conferencias que programan. Por ejemplo, el 10 de febrero de 1925 se anunciaba la

llegada a Badajoz del crítico y escritor francés Monsieur Georges de Bascov, paladín en España de

una empresa de ideales como el de la divulgación del arte joven español en el cerebro del mundo,

en París y que podrá ser escuchado mañana en la tribuna pública del Ateneo.

Seguiremos trabajando tratando de documentar y de confirmar la que parece interesante realidad de

un tiempo pasado, no sé si poco conocido.

https://www.regiondigital.com/blogs/50-el-blog-de-fernando-cortes-cortes/1886-notas-para-la-

historia-de-la-real-sociedad-economica-de-amigos-del-pais.html

27 julio 2018

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JOSE ANTONIO RAMOS RUBIO, CRONISTA OFICIAL DE TRUJILLO,

PUBLICA EL LIBRO “BELÉN Y SU TERRITORIO. HISTORIA Y PATRIMONIO

CULTURAL EN EL VALLE DE PAPALBAS”

En el Salón Cultural de Belén, pedanía de Trujillo, se presentó el día 29 de julio de 2018

a las 20:00 horas el libro "Belén y su territorio", escrito por José Antonio Ramos Rubio,

Cronista Oficial de Trujillo.

La presente obra propone un acercamiento a la historia y al patrimonio de Belén, a

través de no pocos parámetros capaces de transportarnos a otras épocas. Este recuerdo y

homenaje a Belén queda impreso en las páginas de este libro y que ha sido posible

gracias a la entrega, la ilusión y a la profesionalidad de José Antonio Ramos que inicia

el estudio con algo que hemos considerado imprescindible, como es el devenir

histórico-geográfico del territorio, desde la presencia de los primeros pobladores hasta

nuestros días, dedicando un estudio a las pinturas esquemáticas localizadas en el

municipio. Parte muy importante del estudio del libro es el dedicado a las

manifestaciones artísticas, la iglesia parroquial, las cruces, etc. un apartado con más de

100 fotos antiguas rematan esta obra.

El autor ofrece abundante información de Belén, arrabal de Trujillo, acerca de su

localización geográfica, entorno paisajístico y situación, aproximación a sus orígenes

históricos y desarrollo de los mismos; tipología edificadora y componentes más

destacados en el terreno artístico o etnográfico; usos, costumbres, tradiciones y otros

datos y peculiaridades que José Antonio Ramos ha sabido plasmar en esta obra. Cada

uno de tales aspectos resulta por sí mismos de gran importancia como componentes de

la realidad total de la historia del municipio.

José Antonio, como autor de esta obra, puede apuntarse grandes méritos, habiendo

conseguido con su incansable labor la entrada de esta población extremeña en el

concierto turístico regional. El libro ha sido editado por el Departamento de Imagen y

Presidencia de la Diputación Provincial de Cáceres.

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Extremadura, voto en Cortes. El nacimiento de una provincia en la España del siglo XVII

Autor: Lorenzana de la Puente, Felipe; Mención de responsabilidad:

Prólogo de Alfonso Rodríguez Grajera

Tipo de edición: Materia: Historia de España; Provincia; Extremadura; Siglo XVII

Editor: Centro de Estudios Políticos y Constitucionales. Mº de la Presidencia

ISBN: 978-84-259-1769-1 Tipología : Publicación unitaria Colección: Política y Sociedad en la Historia de España Sumario: Índice Edición: Lugar edición: Madrid Año edición: 2018 Dimensiones: 21 x 15 500 Precio: 24,04 €, sin iva PubInfoLabel: Número de páginas: 389 págs. Soporte: Libro Lengua: Español / Castellano

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Las Cortes de Castilla fueron ganando durante la Edad Moderna matices propios de un órgano de representación territorial en paralelo a su protagonismo en el entramado fiscal de la monarquía, lo que despertó el interés de quienes no estaban integrados en ellas. Galicia y Extremadura ingresaron en el siglo XVII en calidad de provincias y sus capitales ejercieron los derechos inherentes a la representación de forma colegiada. El voto extremeño fue adquirido por seis ciudades cuyas estructuras se hallaban en sintonía con el mundo urbano castellano del momento, siendo su rasgo principal la capacidad de ejercer jurisdicción sobre amplios distritos. El privilegio se negoció en el contexto de la Guerra de Restauración (1640-1668), lo que aportó argumentos en términos de sacrificio económico y fidelidad a la Corona. Los negociadores aprovecharon sus redes clientelares en la Corte para acercarse a los Consejos reales, al tiempo que desbarataron la oposición de Salamanca, ciudad en cuyo distrito se incluía Extremadura. La concesión del voto y su ejecución por vez primera en las Cortes de 1655-1658 significó la creación de la provincia de Extremadura, de la que se describe en este trabajo su extensión y divisiones internas, así como la gestión de su principal cometido: la administración de los servicios. A falta de instituciones provinciales que reforzaran este nuevo estatus jurídico y administrativo, será el voto en Cortes, incluso cuando la asamblea dejó de funcionar, la única vía que pudieron utilizar las capitales extremeñas para exponer sus necesidades comunes ante los poderes centrales.

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EL BROCENSE EN LA BIBLIOTECA NACIONAL DE ESPAÑA

Francisco Rivero Domínguez

Estos días de asueto vengo trabajando sobre un tema de El Brocense. Para ello me

he desplazado hasta la Biblioteca Nacional, sita en el Paseo de Recoletos, junto a la

Plaza de Colón, en Madrid.

Pasé buena parte de la jornada en este bello edificio recorriendo sus pasillos con

cuadros de los Premios Cervantes y visitando una exposición dedicada al poeta Luis

Felipe. Me gasté buena parte de la mañana en la sala Cervantes, dedicada a los

investigadores, y posteriormente, tras el almuerzo en la cafetería, por la tarde, en la Sala

General. En esta sala están inscritos los nombres de los grandes escritores españoles de

todos los tiempos en las cuatro paredes, emparejados: San Isidoro y Alfonso X el Sabio,

Raimundo Lulio y Luis Vives, Cervantes y Nebrija y Lope de Vega y Quevedo. Claro

que había muchos más en el techo. No pude sacar la foto porque está estrictamente

prohibido copiar un libro y no dejan bajo ningún concepto, usar móvil como máquina de

foto.

Sin embargo, en la parte de arriba hay 40 nombres de escritores ilustres y allí en

una tríada los de la abulense Santa Teresa, y los extremeños Arias Montano y El

Brocense.

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Presentación de "El alcalde de Zalamea" en el Hogar Extremeño de

Madrid (2 de julio de 2018)

Esta mañana se ha presentado la obra "El alcalde de Zalamea" en el HogarExtremeño de Madrid, en la Gran Vía, donde han intervenido el presidente delHogar, pepe Iglesia, el director de la obra, Miguel Nieto, el alcalde de la localidad,Miguel Ángel Fuentes, y el actor Juan Diego, padrino del acto, y un servidor queintervino en primer lugar como cronista oficial de Las Brozas (Cáceres)

A la conferencia de prensa estuvieron varios medios, entre ellos la agenciasEFE y Europa Press, además de la SER y la emisora local de TV. Llamó la atenciónque esta obra que se viene desarrollando desde hace 25 años intervengan 729personas del pueblo, todos actores aficionados, que la han llegado a ver más de100.000 personas y en todos estos años han visitado el pueblo en esta Fiesta,declarada de Interés Turístico Regional y Medalla de Extremadura más de 250.000personas. Todo un éxito. Este año de 2018 se representará en Zalamea de la Serenadel 16 al 19 de agosto, con un presupuesto de 120.000 euros, aportados por la Juntade Extremadura, la Diputación provincial y el Ayuntamiento de la localidad.

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El actor Juan Diego, padrino de la representación de "El alcalde de Zalamea"

El actor Juan Diego será el padrino de las fiestas de la localidad de Zalamea de laSerena 2018, donde 719 vecinos representarán la obra más conocida del siglo de oroespañol, "El alcalde de Zalamea", de Calderón de la Barca, en su 25 edición, yconstituirán así el montaje teatral "más grande del país". "No hay que tener ningún carné de nada para ser actor, solo ilusión y talento. Por ello,estoy tan orgulloso de formar parte de este fundamental espectáculo de lo popular, contan masiva participación de un pueblo en lo que es un acto absoluto de alta cultura", haasegurado hoy Juan Diego (Sevilla, 1942) durante la presentación del evento.Del 16 al 19 de agosto, Zalamea retrocede al siglo XVII con una históricatransformación conformada por teatro callejero, mercados y gastronomía de época, quegiran entorno a esta "majestuosa" representación que organiza el ayuntamiento delpueblo extremeño. "La participación de todo un pueblo en defensa del honor de una persona... tiene olor alo 'nuestro'. Es una obra que refleja ese hombre que defiende la dignidad y nuestropatrimonio. Encontrarte años después con una participación de tal fervor me parecememorable", ha añadido el actor."El alcalde de Zalamea", el gran drama de honor de la literatura barroca española, aspiraa ser Fiesta de Interés Turístico Nacional.Su director Miguel Nieto, quien lleva a cargo de la obra desde el primer año, ha idoobservando cómo crecía un espectáculo que, al principio, "apenas contaba con 6 filas"de público y, ahora, ha llegado un momento en el que no puede expandirla más por"miedo" a que "se desborden las ramas de este gran árbol"."Hablamos de la unión de muchísima gente trabajando por una meta en común, queviene de todas partes de España, incluso de fuera del país. Tanto esfuerzo tenía que serrecompensado por un padrino de la talla de Juan Diego", ha apostillado.Todo el trabajo de "este inmenso elenco" es "altruista", ha destacado, ya que no cobrannada y afrontan una preparación cercana a dos meses para la puesta en escena, exceptopara los "veteranos" de la casa, como Pedro Crespo, que lleva 24 años ejerciendo supapel en las tablas."Este es un ejemplo de que la buena cultura no solamente se encuentra en los grandesmuseos, también está muy presente en los pueblos de España", ha apuntado el alcaldede Zalamea de la Serena,

Miguel Ángel Fuentes. EFE

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Hogar Extremeño de Madrid

2 de julio de 2018

He tenido la oportunidad de ver, hace ya años, la representación de “El alcaldede Zalamea” en Zalamea de la Serena. Fue una representación que me encantó porquevi que todo un pueblo se había entusiasmado con el buen saber de Miguel Nieto y supoencauzar el ímpetu de los amantes del teatro para representar en la villa la insigne obrade Pedro Calderón de la Barca. Esos momentos me recordaron mis días de crítico teatralen el diario Baleares de Palma de Mallorca, actividad que compaginaba con elsubdirector Juan Bonet, padre de la cantante María del Mar Bonet.

Como extremeño y hombre del turismo, he participado en varias ocasiones enZalamea de la Serena, un pueblo que tiene uniones históricas con el mío, la villacacereña de Las Brozas. La primera es la de estar en la provincia de la Serena de laOrden Militar de Alcántara, de la que era comendador el mayor mi paisano Nicolás deOvando, primer gobernador español en América, zona de la influencia alcantarina aprincipios del siglo XVI. La segunda es que, en una serie de villas perteneciente a laOrden Alcantarina, el último maestre don Juan de Zúñiga apadrinó a uno de los grandeshombres de la cultura española de todos los tiempos: Elio Antonio de Nebrija. Estepersonaje vivió durante tres años en Brozas y aún se conserva allí su casa palacio, quefue mi guardería hace más de 60 años y sigue siendo guardería del pueblo.

Desde hace un par de años, la Universidad Libre de Infantes, del pueblociudarrealeño de Villanueva de los Infantes, viene organizando unas jornadas sobre “Elespañol”, con figuras como Francisco Sánchez de Las Brozas y su discípulo BartoloméJiménez Patón. De aquí que sugiera, como cronista oficial de la villa cacereña, querealicemos más actividades entre Zalamea y Brozas que animen a desarrollar un turismocultural entre ambas localidades. Sugiero un hermanamiento de Zalamea y Brozas, asícomo promover la ruta turístico - literaria de Nebrija por Extremadura en la queparticiparan, además Gata, Alcántara y Brozas, en la provincia de Cáceres, yVillanueva de la Serena y Zalamea de la Serena, en la de Badajoz. Sugeriría tambiénelaborar cocina del tiempo del siglo XVI, época de Felipe II.

Como extremeño, quiero felicitarles a todos ustedes, empezando por el alcaldeque apoya con entusiasmo el festival que este año cumple los 25, al director del mismoy a los intérpretes por la buena labor de poner en escena “El alcalde de Zalamea” todoun modelo de la literatura universal por lo que supone la moralidad de todo un puebloen defender la honorabilidad de su alcalde. Muchas gracias.

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Proponen a través de las redes sociales que se nombre

a Domingo Quijada 'hijo adoptivo' de Navalmoral

Los promotores de la iniciativa consideran que ya es hora de que se reconozca la laborque viene haciendo en los últimos 42 años en distintas facetas.Miguel Ángel Marcos Navalmoral de la Mata7 julio 2018

Un conocido vecino, Francisco Javier Rodríguez Sanguino –al que rápidamente hansecundado centenares de sus paisanos– ha propuesto en las redes sociales elnombramiento de Domingo Quijada como 'hijo adoptivo' de Navalmoral, enreconocimiento a la labor que viene realizando en las últimas cuatro décadas comoprofesor, investigador o meteorólogo, entre otra facetas."Paisanos moralos, ¿qué os parecería que concedieran el título de hijo adoptivo deNavalmoral a una gran persona por su labor como meteorólogo y Cronista Oficial, demanera altruista, durante más de 42 años? Me refiero a Domingo Quijada, un moralo deMontehermoso, que por su trayectoria se lo merece", dice Rodríguez Sanguino.En esas mismas redes el propio Quijada se ha mostrado agradecido por la propuesta,además de asegurar que para él lo más importante de estas cuatro décadas son los casi4.000 alumnos de Navalmoral y las comarcas del entorno que pasaron por sus aulasdurante 15 años como profesor en el colegio Campo Arañuelo y 17 en el institutoZurbarán. "Muchos de ellos son hoy mis amigos, y a todos los llevo en el corazón", afirmaQuijada, quien añade que nunca hace las cosas para que le premien o se las reconozcan,sino porque "le salen del corazón". "Pero lo que más me gusta es que me llamen moralo de Montehermoso, porque es loque soy. Y también un poco de Peraleda de la Mata y de estas comarcas que conozco yquiero tanto", afirma.HOY Navalmoral se suma

Desde HOY Navalmoral nos sumamos sin reservas a la propuesta, tanto por lascolaboraciones puntuales que hace con este medio -y con la mayoría de los medios decomunicación locales- como por una labor mucho más extensa y prolongada en eltiempo con el conjunto de la población y de toda la comarca.

Publicado en el diario navalmoral.hoy.es

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RECONOCIMIENTO

El antiguo director del Museo Nacional de Arte Romano y patrono de la

Fundación de Estudios Romanos, José María Álvarez Martínez, ha recibido la

Encomienda con Placa de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio, que le fue concedida

por S. M. el Rey Felipe VI, tras su jubilación.

Esta Fundación, al comunicar tan grata noticia, se une a las múltiples

felicitaciones que está recibiendo el Dr. Álvarez Martínez.

Fundación de Estudios Romanos

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