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Páginas 4 y 5 Caminos y cerros encantados del pueblo mestizo de Guatemala Suplemento Cultural Una idea original de Rosauro Carmín Q. Guatemala, 7 de febrero de 2014

Suplemento Cultural 07-02-2014

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Suplemento Cultural 07-02-2014

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Páginas 4 y 5

Caminos y cerros encantados del pueblo mestizo de Guatemala

Suplemento CulturalUna idea original de Rosauro Carmín Q.

Guatemala, 7 de febrero de 2014

2 Suplemento Cultural Nueva Guatemala de la Asunción, 7 de febrero de 2014

Algo está cambiando en el cine venezolano. Si el pasado mes de septiem-

bre el drama familiar “Pelo malo” triunfaba

en el Festival de San Sebastián alzándose con la Concha de Oro, ahora

otra película sobre la tolerancia compite por primera vez en 15 años

en los premios Goya. Se llama “Azul y no tan

rosa”, y llega avalada por unas cifras récord.

Por ElEna BoxMaDrID / agEncIa DPa

sta ópera prima del conocido actor de tele-novelas Miguel Ferrari es la primera película venezolana que abor-da abiertamente la ho-

mosexualidad y la transexualidad, temas controvertidos en amplios sectores de Latinoamérica. Pero con su propuesta, Ferrari ha logrado conmover a un públi-co al que según afirma se “infravalora”: 600.000 espectadores y ocho meses en cartelera lo dicen todo.Ahora, la candidatura a los premios

Goya, que se entregarán el 9 de febrero en Madrid, no sólo es la guinda al éxito cosechado en casa, sino “un espaldarazo” al cine venezolano, afirma Ferrari en una entrevista con dpa a pocos días de la ce-remonia. “Con esta primera nominación de una película venezolana en 15 años se vuelve la mirada hacia nuestra cinemato-grafía, que es pujante, fresca y está empe-zando a dar frutos con una nueva genera-ción de cineastas”.Y es que la última vez que Venezuela

concurrió por el Goya a la mejor película Iberoamericana -premio que hasta ahora se le ha escapado- fue en 1999 con “Ama-neció de golpe”, de Carlos Azpúrua. En aquel entonces, apenas se hacían una o dos producciones al año, pero en 2013 llegaron a la gran pantalla en torno a 30 cintas venezolanas, cuenta Ferrari.¿El motivo de ese renacer? Una nueva

ley del cine “muy potente y novedosa por la que vinieron luchando generaciones anteriores de cineastas y que beneficia a la nueva generación”, explica. Entre otros aspectos, la nueva normativa fomenta la distribución y exhibición y crea una es-pecie de sistema de tributación paralelo del que se nutre un nuevo fondo para el cine, añade.Fue precisamente en aquellos difíciles

años 90 cuando Ferrari, que entonces te-nía una prometedora carrera en televisión, decidió dar el salto a la dirección. “Decidí venirme a estudiar a España porque des-cubrí un cine muy interesante que se es-taba haciendo aquí”, explica el cineasta,

E

que desde entonces vive a caballo entre Madrid y Caracas. Era la época en la que un joven Alejandro Amenábar sorprendía con “Tesis” y pensó: “Si esto puede hacer-lo un veinteañero es que algo está pasan-do con el cine español”.Y en España está también el germen

de “Azul y no tan rosa”. “La idea surgió cuando comenzó a debatirse la ley sobre el matrimonio homosexual”, cuenta Fe-rrari. “Me impactó mucho el debate tan intenso que generó, y pensé que no sólo en mi país, sino en toda Latinoaméri-ca hay dificultades para entender que el mundo es plural y diverso”.En el filme, Ferrari narra la historia de

un fotógrafo homosexual (Guillermo García) que se reencuentra con su hijo adolescente, del que se había distanciado por no haber sabido afrontar su realidad. El joven llega cargado de reproches e in-terrogantes, pero un brutal ataque al novio de su padre sirve de punto de inflexión para que ambos inicien un viaje de reco-nocimiento mutuo.

“Es una película que trata esencialmen-te sobre la familia, en su concepto más evolucionado”, explica el realizador, que buscó huir de los clichés e indagar en qué significa realmente la paternidad. “Y es que por encima de todo, lo que necesita un niño es un hogar donde haya amor, y una educación en principios y valores”.En este sentido, Ferrari hace hincapié en

que por muy avanzadas que a priori parez-can determinadas sociedades en materia de igualdad, “hay aún una parte que se man-tiene muy silente” y alberga muchos pre-juicios. Ejemplo de ello son las multitudi-narias manifestaciones que se vieron el año pasado en Francia contra la ley del matri-monio homosexual, que permitía la adop-ción a las parejas del mismo sexo, añade.“Azul y no tan rosa” se enfrenta el do-

mingo a “Wakolda (El médico alemán)” de la argentina Lucía Puenzo, “Gloria”, del chileno Sebastián Lelio, y “La jaula de oro” del mexicano Diego López Que-mada por el Goya a la Mejor Película Ibe-roamericana.

“Azul y no tAn rosA”, guindA de un grAn Año pArA el cine venezolAno

Por gEIr MoUlSonBErlín / agEncIa aP

l director Wes Anderson y un fuerte reparto que incluye a Ralph Fiennes, Bill Mu-rray y Edward Norton inaugura-

ron ayer el Festival Internacional de Cine de Berlín con “The Grand Buda-pest Hotel”, una travesura ubicada en un balneario europeo ficticio antes de la Segunda Guerra Mundial. Aquí al-gunos cotilleos del día de apertura del primero de los grandes festivales de cine europeos del año.

EScrITa Para ralPH“The Grand Budapest Hotel” tiene

al actor británico Fiennes como su figura central: Monsieur Gustave, un quisquilloso conserje de hotel, y su director dice que no se le ocurrió otro actor para el papel.El rol fue “escrito con Ralph en men-

te”, dijo Anderson a reporteros previo al estreno de la película. “Este personaje es bien grande y melodramático y debe recitar poesía y tiene párrafos de texto”.Aun así, Fiennes comparte los reflec-

tores con Norton, Murray, Jeff Gold-blum, Tilda Swinton, Willem Dafoe, Jude Law, Adrien Brody, Saoirse Ronan y otros en papeles grandes y pequeños.La cinta es la primera de las 20 que

se exhibe en competencia por el gran premio del festival, el Oso de Oro.

FElIcES JUnToS¿Cómo hace Anderson para que las

estrellas acepten papeles más peque-ños? Murray, quien ha trabajado en múltiples ocasiones con el cineasta y que en este filme también hace de con-serje, saltó a responder esta pregunta.“Nos prometen largas horas de traba-

jo y bajos sueldos, y pan viejo”, dijo. “Eso es todo”.Pero admite que la vida es buena.“Logramos ver el mundo y se nos

permite dejar que Wes tenga esta vida mágica y maravillosa que tiene cuando sus escenas oníricas se hacen realidad”, dijo Murray. “Así que nos presenta-mos, él se lleva toda la diversión. Su-pongo que vamos porque nos gusta él”.

Una lEccIÓn En gEograFíaPese al título, la película transcurre

en Hungría, aunque sus realizadores sí visitaron Budapest pensando en una posible locación. Al final “necesitába-mos un balneario, no una gran ciudad como Budapest”, dijo Anderson.Una tienda por departamentos en

desuso en Goerlitz, la ciudad más oriental de Alemania en la frontera con Polonia, hizo las veces de hotel. La trama transcurre en la ficticia repú-blica de Zubrowka. O, en las palabras de Anderson: “Creo que nuestra pelí-cula es una Europa oriental filtrada a través del cine”.

E

nuevA cintA de Wes Anderson inAugurA

lA BerlinAle

FOTO LA HORA: /CeLiA BendeLAC

Cartel de la película dirigida por Miguel Ferrari, nominada a los Goya en la categoría de mejor film iberoamericano.

Suplemento Cultural 3“TRIBUNA, NO MOSTRADOR”, Clemente Marroquín RojasDECANO DE LA PRENSA INDEPENDIENTE

Nueva Guatemala de la Asunción, 7 de febrero de 2014

N adie repa-raba en su presencia, era tan nor-mal que una joven apro-

vechara el momento de reposo de la lluvia para hacer alguna que otra diligencia. En lo que nadie reparaba, porque todos llevaban prisa para resolver sus asuntos antes de que empezara de nuevo la lluvia, era que la joven, cuyas prendas anuncia-ban el acaudalado origen de su familia, iba sin la tradicional doncella de compañía.

En esos tiempos, cualquier joven que se animara a salir a las calles debía ir acompañada por un miembro de su familia, o una doncella, para evitar que algún osado muchacho se ani-mara a galantearla. Pero Cons-tanza llevaba demasiada prisa, además no quería que Clara, su sirvienta, se enterara de su sali-da porque podría interrumpirla con sus interminables consejos e historias. Además temía que sus padres se enteraran de sus salidas, quienes, en todo su de-recho, preguntarían a dónde se dirigía la joven y para qué.

El núbil corazón de Constan-za estaba prendado de un estu-diante de leyes, que acababa de llegar a Quetzaltenango prove-niente de la capital. Un breve paréntesis en sus estudios en la Universidad de San Carlos se había producido porque una pa-rienta lejana, ya anciana, estaba a punto de morir y la familia de Guillermo le había enco-mendado que cuidara a quién legaba la cuantiosa fortuna que creían que conservaba la pobre enferma.

Aunque la fortuna de doña Isabel, la tía lejana de Guiller-mo, no era la más grande del occidente, era una de las más sólidas de la ciudad. La gran casona que había mandado a construir, diseñada por un ar-quitecto poco conocido enton-ces, recién llegado de España (“quién sabe por qué…” como decían las señoras de la época), demostraba a los vecinos que el caudal de doña Isabel era con-siderable.

Pero a los padres de Cons-tanza no les agradaba el joven recién llegado. “Es un chapín pretencioso”, comentó la ma-dre de la muchacha. “Esos abogaditos aprovechados sólo quieren ver qué sacan”, senten-ció el padre. Pero desde que lo había visto en el parque, frente a la iglesia, Constanza sabía que era el hombre de su vida.

Para no disgustar a sus pa-dres, la muchacha fingía una

Constanza, en los fríos de Quetzaltenango

más fácil que se encontraran en ese punto, porque Guiller-mo ya no salía de la casa de su tía, quien estaba cada vez más enferma.

Clara le había dicho a Cons-tanza que ese lugar no era bue-no. Desde niña, la criada había oído contar la historia de dos antiguos guerreros que, luchan-do por una princesa, habían en-contrado la muerte en ese lugar, cuando la ciudad era uno de los más importantes baluartes k’iche’es.

De acuerdo con la historia, la princesa, Rostro de Luna, estaba comprometida por su padre para casarse con el gue-rrero Garra de Jaguar, como un premio por su participación en la conquista de la ciudad de Culaja’ a los mames. Rostro de Luna, como todas las princesas de su tiempo, sabía que debía cumplir con las órdenes de sus mayores. Pero otro guerrero, Ojo de Lagarto, quien había dirigido realmente la toma de la ciudad de Culaja’, se sintió

antipatía por Guillermo, pero ya se habían encontrado varias veces. Una en el teatro, cuando asistió a una función de gala. Mientras ella, con sus padres, entraba al palco que su fami-lia abonaba, Guillermo iba con varios muchachos al que poseía su enferma tía. Los jóvenes hacían algún ruido, comentan-do en voz alta sus hazañas del día. “Es una vergüenza, para qué dejan entrar a esos adve-nedizos”, comentó el padre de Constanza, mientras la joven se entristecía por el poco aprecio que mostraban por el mucha-cho que, a hurtadillas, le ha-bía sonreído. Un día después, de manos de Clara, Constanza recibió un mensaje que Gui-llermo le había enviado, apro-vechando la falta de la doncella en el arte de la lectura. En él, le describía todos los sentimien-tos que la joven despertaba en el futuro abogado. La joven se turbó y no respondió el billete.

Otra vez, en el parque, cuan-do se celebraba la Independen-

cia, sus miradas chocaron. En esa ocasión, Guillermo pudo descubrir que los sentimientos de la joven eran los mismos que los suyos, por la forma en que le vio. Los otros encuen-tros fueron furtivos, hasta que, decidido, Guillermo se atrevió a proponerle que se encontra-ran cerca de la casa de su tía, en el puente que estaba cons-truyéndose sobre un riachuelo que estorbaba el paso en época de lluvias, cobijados por la pe-numbra de la tarde.

Constanza aprovechaba el descanso de la lluvia y se apre-suraba a llegar al puente. Esta-ba temerosa porque aún había Sol, pero pronto oscurecería y podría encontrarse con su amado.

A pesar de los consejos de su criada, Constanza había de-cidido ver a Guillermo en ese lugar porque les permitía verse en el recodo del puente, ocul-tos a la vista de los transeúntes y cuando ya no había trabaja-dores en la obra. Además, era

ofendido porque no había ob-tenido la mano de la princesa y retó a Garra de Jaguar.

La cita del duelo fue junto a un pequeño riachuelo que se formaba en la época de lluvias. Aunque era la suerte de Rostro de Luna la que estaba en juego, ninguno de los guerreros ha-bía contado con su aprobación para luchar por su mano y ella ni siquiera estaba enterada de su rivalidad. Una mañana, casi al alba, ambos guerreros se en-frentaron en el lugar señalado, en las afueras de Culaja’, cuyo nombre había sido cambiado a Xelahub. El duelo fue feroz y ambos combatientes cayeron al suelo, heridos por sus poderosas armas de obsidiana. Las heri-das fueron mortales y el padre de Rostro de Luna, enfurecido porque el duelo contravenía a sus planes, decidió que Rostro de Luna jamás contrajera matri-monio. Contaban que la pobre princesa solamente podía contar sus tristezas a unas avecillas que revoloteaban por el lugar. Algu-nos pensaban que las avecillas, dos chocoyos, eran las almas de los guerreros que se disputaban las atenciones de la princesa. Dicen que, cuando ella murió, aumentó el número de choco-yos a tres.

Toda esta historia asustaba a Clara, porque decían que siem-pre se veían las avecillas cerca del punto donde se encontraban Constanza y Guillermo, por lo que la enamorada joven deci-dió no contar con la ayuda de su criada.

Estaba anocheciendo cuando Constanza llegó al punto de reu-nión. Una sombra la esperaba, emocionada, la joven apresuró el paso, sin importar las moles-tias del agua acumulada por la lluvia y el pequeño torrente que interrumpía el paso y estropea-ba su traje. Cuando llegó sólo pudo emitir un suave grito… estaba horrorizada, el cuerpo de Guillermo estaba a los pies de la sombra de un hombre, junto a una mancha de sangre.

El padre de Constanza lo ha-bía descubierto todo y no esta-ba dispuesto a consentir que su hija le desobedeciera. El padre, enceguecido por la furia, dispa-ró también contra su joven hija, quien cayó junto a su amado, confundiendo la sangre de su herida con la de Guillermo y el agua del torrente.

…dicen que ese atardecer dos chocoyos más se unieron al gru-po y que su alegre revoloteo se dirige al Sol, sin importar que los hombres se empecinen en impedir el amor de los jóvenes, en el puente de los Chocoyos…

Celso Lara FigueroaUniversidad de San Carlos de Guatemala

CAMINOS Y CERROS ENCANTADOS DEL PUEBLO MESTIZO DE GUATEMALA

Celso Lara FigueroaUniversidad de San Carlos de Guatemala

LoS ComerCianteS y LoS venadoS deL Señor de LoS CerroS

E l pueblo de San José Pinula era joven. Muchos de sus pobladores todavía recorda-ban cuando se le

conocía como Hacienda Vieja. Ya se encontraba recostado tranquilamente so-bre la Sierra de Canales, gracias a la cual recibía su clima característico. El aire frío podía calar hasta los huesos a quien no estuviera acostumbrado a su temple o a quien no llevara la ropa adecuada. Los altos árboles proyectaban su sombra sobre los campos que estaban poblados por copiosa cantidad de reses. Y es que la fortuna del pueblo se debía a la crianza ganadera. Cada propietario sabía que en la cercana ciudad de la Nueva Guatema-la de la Asunción encontraría mercado para el ganado. Era fácil encontrar los rebaños listos para su traslado cuando se acercaba la feria de agosto, porque eran trasladados hasta los potreros que cir-cundaban el pueblo de Jocotenango, jun-to a la capital. Sin embargo, la actividad no se limitaba a esa temporada del año. Todos los días, los oficiosos pobladores se dedicaban a ordeñar las vacas para producir varios de los productos que ha-bían hecho famosa a la Hacienda Vieja: sus quesos y su crema.

Las cantarinas aguas del alegre ria-chuelo de La Iglesia regaban los cam-pos al norte del poblado, mientras que al oriente y al sur, eran los tributarios del río Teocinte los que prodigaban la vida por sus alrededores. San José Pinula todavía no contaba con autoridades mu-nicipales, ya que había sido establecido como poblado tan sólo en 1851, pero ha-bía heredado el nombre de Pinula de los antiguos poqomames de la vecina Santa Catarina. Según algunos, ese nombre significa “lugar de guayabas” y, según otros, “agua de pinole o de harina”.

En ese pueblo vivían dos compadres, que se dedicaban al acarreo de carbón y leña para los vecinos. Su servicio era muy importante, ya que todos los hoga-res conservaban el calor de sus viviendas gracias a la leña y el carbón y, además, era indispensable para preparar la co-mida, pues todas las estufas se alimen-taban con esos productos. Los nombres de los compadres eran Rafael y Miguel.

4 Suplemento Cultural “TRIBUNA, NO MOSTRADOR”, Clemente Marroquín RojasDECANO DE LA PRENSA INDEPENDIENTE

Nueva Guatemala de la Asunción, 7 de febrero de 2014

Sus respectivas esposas, María y Marta acostumbraban bromear sobre sus nom-bres, ya que ellas llevaban los de las hermanas de Lázaro y sus esposos los de dos arcángeles.

El niño que había unido a las dos fa-milias por el lazo del compadrazgo era Luis, hijo de Miguel y Marta, un pe-queño de cuatro años que admiraba el trabajo de su padre y su padrino. Todos los días, Luis insistía en acompañar a Rafael y Miguel en su búsqueda por la recolección de leña. Ya había observa-do cómo su padre y su padrino cortaban las ramas inferiores de algunos árboles, cómo la apilaban mientras seguían con otros árboles y las trasladaban al pue-blo sobre dos mulas que llevaban para el efecto y de las cuales una pertenecía a cada compadre. En otras ocasiones, Rafael y Miguel adquirían carbón y lo llevaban hasta San José Pinula sobre los lomos de las mulas. A pesar de la insis-

tencia de Luis, Miguel nunca lo llevaba lejos de su casa.

Una mañana, Miguel y Rafael se in-ternaron por los bosques cercanos al pueblo, en busca de la preciosa leña. Salieron tan temprano que Luis aún dor-mía y no tuvo la oportunidad de insistir en acompañarlos. Marta y María es-taban muy ocupadas en la preparación de la fiesta de San José, a quien estaba dedicado el pueblo, y habían avisado a sus esposos que no les prepararían el bastimento del día. Usualmente el bas-timento consistía en varias tortillas, que acompañaban con chile y sal, y uno o dos pedazos de carne de res, también sa-lada, para que se conservara en buenas condiciones durante el recorrido de un día. Ambas mujeres habían escuchado en sus hogares, de sus madres y abuelas, que en un hogar podía faltar cualquier cosa, menos la tortilla y la sal, por eso siempre atendían a sus esposos con es-

tos y otros alimentos. Sin embargo, se habían comprometido para ayudar en la preparación de la fiesta de San José y no podían faltar a su promesa. Sus esposos comprendieron lo importante de sus ac-tividades y decidieron salir esa madru-gada sin el bastimento.

El día de trabajo fue agotador. Como de costumbre, subir a los árboles y cor-tar algunas ramas, bajar, cortar las hojas, rajar las ramas para formar leños gran-des, apilar los leños, subir a otro árbol y repetir el proceso por horas y horas, había producido en los dos hombres un gran apetito.

Mirá Rafael, ya tenemos suficiente leña para hoy – le dijo Miguel a su com-padre.

Sí, pero cortemos otro poco porque tal vez llueva mañana y no podríamos se-guir trabajando – añadió Rafael.

Pero tampoco podemos cortar tanta que no podamos llevar en las mulas o en

CAMINOS Y CERROS ENCANTADOS DEL PUEBLO MESTIZO DE GUATEMALA

Celso Lara FigueroaUniversidad de San Carlos de Guatemala

LoS ComerCianteS y LoS venadoS deL Señor de LoS CerroS

Suplemento Cultural 5“TRIBUNA, NO MOSTRADOR”, Clemente Marroquín RojasDECANO DE LA PRENSA INDEPENDIENTE

Nueva Guatemala de la Asunción, 7 de febrero de 2014

cacaxte, además no es época de lluvia – comentó Miguel.

Bueno, pero siempre podemos apilar suficiente leña y guardarla en esa cueva y regresamos después – sugirió el com-padre.

Eso es cierto. “Hombre prevenido vale por dos”. Pero es que tengo hambre – añadió Miguel.

Dejá de quejarte, yo tampoco he almor-zado y sigo trabajando – señaló Rafael.

Yo no he dejado de trabajar – respondió airado Miguel –, sólo te digo que tengo hambre.

No insistás, que me estoy haciendo el loco con el hambre. Sigamos trabajando mientras alumbre el Sol.

“No se tapa el Sol con un dedo” – sen-tenció Miguel – aunque nos hagamos los locos, tenemos que comer algo.

Bueno. ¿Qué se te ocurre?Cacemos algo, qué se yo. Un conejo

o un venado.No trajimos nada para pedirle permiso

al Señor de los Cerros, mejor nos aguata-mos y nos vamos a nuestras casas.

Pero ya hicimos la ofrenda, desde hace meses.

Pero esa ofrenda era por la madera para la leña, no por los animales de los cerros. Vos sabés que tienen dueño y eso se res-peta – le recordó Rafael.

Estoy seguro que la ofrenda al Señor de los Cerros que hicimos por la leña vale para un animalito para comer. Acordate que “barriga llena, corazón contento”. Además, no es para vender, sino para comer y tenemos necesidad – repuso Miguel.

Dejate de refranes y sigamos traba-jando.

“A Dios rogando y con el mazo dan-do”. ¿No?

¡Que sigamos trabajando te digo! – continuó diciendo Rafael.

¡Está bueno! “Donde manda capi-tán…”

¡Ya! – interrumpió Rafael.Al terminar el día, habían conseguido

tanta leña que tuvieron que dejar en una pequeña cueva varias cargas, como para tres días. Miguel y Rafael sabían que eso les ayudaría por si llovía o si era necesa-rio trabajar también en los preparativos de la fiesta de San José. Debido al exce-so de trabajo se les hizo tarde.

No vamos a llegar al camino real desde aquí – dijo Rafael.

Es cierto, sigamos por este lado del ce-rro y pasamos al lado, así llegamos más rápido. Porque como no has dejado de hablar de la comida, tengo mucha ham-bre – le respondió Miguel.

Es que “las penas con pan son buenas” – añadió Rafael.

¡Que ya no hablés de comida!Bueno, bueno. “¿Quién te hace rico?

El que te mantiene el pico”… – continuó murmurando Rafael.

A pesar de conocer muy bien el cami-no y de acelerar el paso de las mulas, la

noche los sorprendió en el camino, pre-cisamente en el paso entre los dos cerros que conduce a San José Pinula. En ese momento, a una de las mulas se le re-ventó un lazo y la mitad de la carga de leña calló al suelo.

No amarré bien el lazo – se lamentó Miguel.

No – dijo Rafael, mientras observaba el lazo roto –, se reventó porque ya es-taba gastado.

Bueno, pues a rearmar la carga.Pero ya no hay más lazo y no se puede

contener la carga con el pedazo tan cor-to que quedó – observó Rafael –. Yo ya no aguanto, voy a cazar algo para comer, porque en lo que componemos la carga se hace más tarde.

Mientras decía esto, se alejaba en di-rección al bosque. Su compadre, sin-tiéndose culpable por la demora, no se atrevió a contradecirlo y le acompañó. En el interior del bosque, a poca distan-cia de donde habían dejado las mulas, alcanzaron a ver un venado pequeño, sin duda se había alejado demasiado de la madre. Ambos se colocaron en posiciones separadas y, utilizando sus machetes, alcanzaron al animal y le die-ron muerte. Al poco tiempo, lo estaban asando. El tiempo invertido en la cace-ría y la preparación del animal los había retrasado más, por lo que decidieron pasar el resto de la noche en el lugar. Acomodaron las bestias, la carga y se acostaron junto a la fogata. Rafael no podía dormir, así que alcanzó a escuchar una conversación que le heló la sangre:

¡Me han matado un venado! Ya no tengo en qué recorrer mis campos ni mis milpas. Por favor, prestame tus perros para vengarme.

¡Cómo no! ¡Faltaba más! Usalos.Entonces, Rafael despertó a Miguel y

le contó lo que había escuchado.Seguramente fue una pesadilla por la

cena. Dormite ya – le dijo Miguel.Así lo hizo y, al día siguiente, conti-

nuaron su viaje.Esa mañana, cuando llegaron a sus

casas, Marta y María les contaron que, como a la media noche, unos coyotes habían entrado a los gallineros y que habían matado a todas las gallinas, sin comérselas. Miguel y Rafael se vieron a la cara y recordaron que fue, pre-cisamente a esa hora, cuando Rafael escuchó la conversación en el bosque. El temor les hizo comprender que los Señores de los Cerros estaban moles-tos con ellos por no haber solicitado el permiso para cazar. Visitaron al za-horín del pueblo para que les ayudara, pues temían que pasara otra desgracia parecida. El zahorín les aconsejó que llevaran pom y lo quemaran en el cerro donde habían cazado, que ofrecieran sus disculpas al Señor del Cerro y, so-bre todo, que no se olvidaran jamás de pedir su permiso cada vez que utiliza-ran uno de sus tesoros para vivir.

Nueva Guatemala de la Asunción, 7 de febrero de 20146 Suplemento Cultural Nueva Guatemala de la Asunción, 7 de febrero de 2014

Hace casi exactamente 50 años, una banda de chicos con el cabello alborotado

se presentó por primera vez en Estados Unidos. Los Beatles hicieron su

debut en “The Ed Sullivan Show”, el programa televi-sivo semanal de variedades

más popular de aquel en-tonces, el domingo 9 de

febrero de 1964. Y desa-taron la Beatlemania en el

continente americano.Por The AssociATed [email protected]

ás de 70 millones de espectadores vieron el programa, que se transmitía en vivo des-de el estudio en Man-hattan donde ahora se

produce “Late Show with David Letterman”.A continuación los recuerdos de algunas per-

sonas sobre la histórica emisión, incluyendo la de un Beatle.

comediANTesCharlie Brill y Mitzi McCall eran una pareja

casada de comediantes que comenzaba su ca-rrera con rutinas cuidadosamente preparadas. Estaban emocionados de tener su primera apa-rición en “Sullivan”.Pero para su infortunio, era en ese primer

programa de los Beatles, justo antes de que el grupo subiera al escenario para su segundo número. El público, compuesto casi en su to-talidad por chicas, no estaba interesado en ver a dos adultos haciendo comedia.Charlie Brill: “El señor Sullivan nos llamó al

camerino después de un ensayo general. Dijo, ‘tienen un número muy sofisticado y mi públi-co son chicas de 14 años. No lo van a enten-der. Así que por qué no me enseñan todo para rehacer todo su número’’’.MM: “La mayor risa que logramos fue cuan-

do improvisé y dije, ‘Estaba entre bambalinas y pisé un escarabajo (beetle)”.CB: “Se oyeron gritos”.

M

MM: “Pensé, ‘¡por Dios, estamos en pro-blemas!’”CB: “Después de que terminamos nos que-

damos tras bastidores para ver, pero no pude escuchar nada. Los gritos del público eran tan fuertes que ni siquiera pude saber lo que esta-ban haciendo los Beatles.MM: “Ahora siento que fue un honor estar

en ese programa con ellos, pero nuestra actua-ción no fue lo que habíamos querido, nunca vimos la grabación”.

el shoWA los 29 años Vince Calandra era un joven

coordinador en “The Ed Sullivan Show”, cu-yas múltiples labores incluyeron cuidar a cua-tro invitados musicales un fin de semana.Por suerte era versátil.“George estaba enfermo, tenía 38 grados de

fiebre”, dijo Calandra. “Así que no fue al ensa-yo ese sábado y yo hice de él usando una pelu-ca de los Beatles. Cuando McCartney me vio con una guitarra en la mano y la peluca, me miró como diciendo, ‘qué bueno que trabajas en una oficina, porque no tienes pinta de ser un músico de verdad’’’.De pie junto al escenario para su presentación

ese domingo, Calandra dijo que la sensación fue “¡increíble! ¡Un caos total! No se podía oír nada por los gritos”.El espectáculo coronó un largo día en el tea-

tro, adonde los Beatles habían llegado esa

mañana.“Durante el día, John parecía nervioso,

solo se sentaba y se ponía a hacer garaba-tos”, dijo Calandra, “y se la pasaba pidiendo cambio para la máquina de gaseosas. Ringo estaba leyendo ‘El avispón verde’ y viendo televisión”.“Todos eran muy profesionales, muy respe-

tuosos”, concluyó Calandra, quien tuvo una larga carrera como productor. “No eran como otros grupos que llegaban y tenían una actitud de ‘venga hagamos el “Sullivan Show” y ven-damos un montón de discos y el lunes todos vamos a comprarnos autos nuevos’. Los Beat-les realmente querían que esto funcionara”.

“AsQUeroso”Leslie Moonves era un adolescente de Long

Island, Nueva York, que no tenía idea de que un día iba a dirigir la cadena que sintonizó para ver “Ed Sullivan”.De hecho días antes del histórico programa,

Beatles cumplen 50 años de aparecer en “the ed sullivan show”

el presidente y director general de CBS des-conocía quiénes eran los Beatles.“Recuerdo la primera vez que escuché la

palabra ‘Beatles’’’, dijo. “Fue ese viernes, estaba en el séptimo grado de la secundaria y

mi mejor amigo, que era un melómano, dijo, ‘Tienes que verlos, estarán en “The Ed Sulli-van Show” el domingo’’’.“Yo le dije ‘¿En serio?, ¿hay un grupo llama-

do los Beatles?’ Eso sonaba asqueroso”.

FOTO LA HORA: Photo by Zach Cordner/Invision/AP

FOTO LA HORA: AP PHOTO, FiLe

Paul McCartney, George Harrison, Ringo Starr y John Lennon en “Ed Sullivan Show”, el 9 de febrero de 1964.

(AP PHOTO/DAn GROssi/ FiLe)

La participación en el programa cambió la imagen de la banda.

Nueva Guatemala de la Asunción, 7 de febrero de 2014 Suplemento Cultural 7

Beatles cumplen 50 años de aparecer en “the ed sullivan show”

“Pero lo vi y vi la increíble reacción del público ante esos tipos. Y en la escuela al día siguiente todos estaban hablando de los Beatles. Y me sentí muy bien, porque los ha-bía visto. Pero días antes no sabía de ellos”.Ahora el teatro Ed Sullivan es un lugar fami-

liar para Moonves.“He hecho varias presentaciones para anun-

ciantes desde ese escenario”, dijo, y agregó que en su mente siempre lleva a los Fabulo-sos Cuatro. “(Pienso) ‘¡Los Beatles estuvie-ron aquí! ¡Los Beatles estuvieron aquí!’, en ese escenario bajo mis pies”.

“INCREÍBLE”Ni siquiera Ringo Starr se imaginó la mag-

nitud de lo que iba a suceder cuando tocó con sus compañeros esa noche.“¡Increíble!”, recordó. “Era ‘Ed Sullivan’,

era un programa importante, cuando estába-mos tocando no sabíamos que 70 millones de personas nos estaban viendo, pero para nosotros era estar en Estados Unidos y eso era muy emocionante”.“Toda la música que nos encantaba era de

Estados Unidos, vino de América a Ingla-terra”.Mientras estaban en su hotel en Manhattan

los entrevistaron los principales locutores de

la ciudad, lo que también fue una experiencia increíble.“Estuvimos en la radio con Murray the K

y Cousin Brucie — tuvimos una entrevista telefónica con Murray the K. No había nada

así en Inglaterra, toda la experiencia fue in-creíble”.

“YA ERAN ENORMES”El presentador de CBS Walter Cronkite con-

siguió boletos del “Sullivan Show” para sus hijas adolescentes Nancy y Kathy.“Los Beatles ya eran enormes, y para mí

grandiosos, ¡monumentales!”, dijo Kathy Cronkite. “La idea de verlos en persona era como ir a otro planeta. Y cuando llegamos nos la pasamos gritando a todo pulmón, así que no pudimos escuchar la música”.“Después pudimos conocerlos”, agregó.

“Eran muy agradables, nos abrazaron para una foto, lo cual fue fabuloso. Por casualidad Ringo y yo estábamos parados uno al lado del otros y él fue MI Beatle. Así que eso fue espe-cialmente emocionante”.Para Cronkite, quien trabajó como actriz y

participó en el clásico del cine “Network” y ahora es una activista contra las enfermedades mentales, muchos detalles se han ido borrando con el tiempo.

“Ante todo lo demás que ha pasado en mi vida perdió un poco de importancia”, dijo, aunque aclaró enfática que “eso no significa que no haya sido importante. En ese momento

fue enorme y en ese entonces, cuando tenía 13 años, estoy segura que fue lo único que impor-taría para siempre”.

“QUERÍA SER COMO ELLOS”Pat DiNizio, vocalista de la banda de Nue-

va Jersey Smithereens, no sólo se acuerda de haber visto a los Beatles en “Sullivan”, sino detalle de la primera vez que escuchó su música.Tenía 8 años y se estaba cepillando los dien-

tes mientras oía su radio de transistor rojo y el locutor anunció que iba a tocar “I Want to Hold Your Hand”. Sorprendido por el sonido, dejó caer el cepillo de dientes. Vio el progra-ma desde la sala de su casa en Scotch Plains, Nueva Jersey, con sus padres.“Quería ser como ellos, quería hacer lo que

hicieron. Quería tener el pelo así y quería es-tar en una banda de rock ‘n’ roll”, dijo. “Ese fue un acontecimiento sumamente importante para los jóvenes de Estados Unidos. Mis pa-dres a lo mucho tenían 30 años y no les gusta-ban mucho los Beatles, ni tampoco les gustaba el cabello largo”.En 2006, los Smithereens lanzaron “Meet the

Smithereens”, una versión nota por nota de “Meet the Beatles” que tuvo mucho éxito en internet porque la música de los Beatles no es-taba disponible en iTunes en ese entones. Los Smithereens recién lanzaron un disco que re-pasa las canciones que interpretaron los Beat-les en su primer concierto en Estados Unidos, el 11 de febrero de 1964 en Washington.

HASTA DOLÍALa cantautora Rosanne Cash, hija de Johnny

Cash, tenía 8 años en 1964. Vivía en el sur de California con su madre Vivian, quien estaba separada de Johnny para entonces.“Me gustaban los Beatles tanto que hasta do-

lía”, dijo. “Iban a estar en ‘Ed Sullivan’ y yo contaba los minutos para verlos. Cuando llegó el día, me senté frente al televisor por lo menos media hora antes, porque me daba ansiedad poderme perder un solo segundo”.“Cuando iban a llegar mi madre hizo que mis

hermanas se quedaran en la cocina para que no hicieran ruido y pude oírla decir, ‘¡Shh! Rosanne está viendo los Beatles’. Fue una de las mejores cosas que hizo mi mamá por mí”.Cash ha grabado versiones de las canciones

de los Beatles “I’m Only Sleeping” y “I Don’t Want to Spoil the Party”.

FOTO LA HORA: AP PHOTO, FiLe)

Paul McCartney le muestra su guitarra a Ed Sullivan.

FOTO LA HORA: AP PHOTO, FiLe)

Estados Unidos no estaban preparados para la fiebre de The Beatles.

8 Suplemento Cultural Nueva Guatemala de la Asunción, 7 de febrero de 2014

AGENDA CULTURALTEATROMonserratUn actor reconstruye la vida de su ma-dre a partir de vagos recuerdos. Única función. Sábado 8, 7pm, Q25. Centro Cultural de España, 6ª. avenida y 11 ca-lle, zona 1. Boletos estarán disponibles en la taquilla, una hora antes del evento.

El ring de los bomberosDe los creadores de la comedia El amor en los tiempos de Ayfon llega esta nueva propuesta cómica. Teatro de la Cámara de Industria, zona 4. Viernes y sábados, a las 8:30pm. Q65.

RelacionesDomingo mañana. El amor sobrevive a las discusiones y agresiones de esta pareja. Viernes, 7:30pm. Q40. Sala de la UP, 10ª. calle 10-32, zona 1.

Cinco gangsters y una monjaUna comedia de trama policíaca. Di-rección de Fernando Juárez. Sábados 7.30 pm y domingos 5pm. Q50. Sala Manuel Galich, de la Universidad Po-pular, 10ª. calle 10-32, zona 1.

Cortinas de humorDivertida obra en formato stand up comedy. Viernes y sábados, 8:30pm. Q70. Restaurante A toda vela, 14 calle 5-08 zona 10.

Soy histéricaSer histérica tiene su encanto; cinco mujeres, una actriz (comedia). Los miércoles de febrero, 7:30pm. Q50. Para público a partir de 15 años. Astro Café Bar. 6a. ave. 4-82 zona 1.

Erótica LightDesde la mojigata hasta la desinhibi-da. Esta es una comedia para público adulto que aborda el tema de la sexua-lidad sin tabúes. Los jueves de febre-ro, 7:30pm. Q50. Astro Café Bar. 6a. ave. 4-82 zona 1.

LIBROSPresentaciónJinetes en el cielo, de Mario Roberto Morales. Miércoles 12, 7pm. Entrada libre. Librería Sophos, 4a. avenida 12-59, zona 10, Plaza Fontabella, local 1D, 2º. nivel.

CINEViaggio in ItaliaUn matrimonio inglés viaja a Italia para vender una villa que ha hereda-do cerca de Nápoles. Una película de Roberto Rossellini. Subtitulada en es-pañol. Viernes 7, 6pm. Entrada libre. Instituto Italiano de Cultura, 16 calle 2-55, zona 10.

Daniel SchaferEstreno del documental Estética Sú-per Guatemala. Vida y obra de Daniel Schafer. Con este audiovisual se in-augura el año dedicado al artista de la plástica nacional, Daniel Schafer. Sá-bado 8, 4:30pm. Entrada libre. Centro Cultural de España, esquina de la 6ª. avenida y 11 calle, zona 1.

ÓPERARusalkaTransmisión en vivo y en alta defini-ción desde el MET Opera de Nue-va York de esta ópera. En Rusalka, el espíritu del agua busca el amor de su príncipe. Sábado 8, 11:55 horas, Q130. Teatro del IGA, Ruta 1, 4-05, zona 4.

MÚSICAEnamorarockLa banda guatemalteca de rock Alter-nativa repasa los éxitos nacionales de este género para celebrar el Día del Cariño. Bar Rock’ol Vuh, 6ª. avenida 1-32 zona 1. Viernes 14, 8pm. Q100.

Música de cámaraConcierto del Cuarteto Asturias, in-tegrado por dos violines, una viola y un violonchelo. Miércoles 12, 7pm. Música de Verdi, Rossini, Vivaldi, Molina y Orellana. Entrada libre. Instituto Italiano de Cultura, 16 calle 2-55, zona 10.

DANZACita en ParísEspectáculo de tipo cabaret. En seis actos, diferentes cantantes y bailarinas recrearán el estilo burlesque propio de los bares bohemios de París. Dos únicos funciones. Viernes 14 y sábado 15, 8pm. Teatro Abril, 9ª. avenida y 14 calle, zona 1. Q500, Q400, Q250 y Q175.

PLÁSTICAPunctumNueva muestra del Colectivo de Artis-tas Contemporáneos, participan casi una decena de aristas. Inauguración, sábado 8, 7pm. Angie Angie Café, 1ª. avenida Sur #11, Antigua Guatemala. Entrada libre.

InauguraciónAbel López, Mario Girón, Aníbal Alfaro, Domingo Peneleu, Antonio Hernández, Omar González y Chris-tian García exponen en La Casa de Cervantes, 5ª. calle 5-18 zona 1. La in-auguración es el viernes 7 de febrero, a las 6:30pm. La entrada es libre. Se puede visitar el resto del mes, de lunes a sábado, en horas hábiles.

Pinceladas bajo la lunaInauguración de la muestra del pintor quetzalteco Haroldo Coyoy, quien tra-baja la temática del paisaje. Sábado 8, 5:30pm. Entrada libre. La exhibición estará hasta el día 28 de febrero, de lu-nes a domingo, de 9am a 6pm. Galería de arte El Carmen, 3a. avenida Norte #11-D, Antigua Guatemala.

Antología gráficaEl joven artista Jonathan Ardón pre-senta su nueva propuesta, repleta de dibujos que emulan anotaciones ínti-mas de un diario personal. Inaugura-ción. Jueves 13, 6pm. Entrada libre. Galería El Attico, 4a. avenida 15-45, zona 14. 2368-0853. Abierta el resto del mes.

Del 7 al 14 de febrero