SUR Santa Ana Donde La Ciudad Tiene Memoria. Aproxima

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  • 1Blanca

    publipromSello

  • 5SANTA ANA, DONDE LA CIUDAD TIENE MEMORIA

    Aproximacin a la historia y actualidadde un barrio de la ciudad de Talca

    Junta de Vecinos Barrio Santa Ana, Talca

    SUR Maule, Centro de Estudios Socialesy Promocin para el Desarrollo

    Coordinado por:Mara Elvira Valdivieso Elissetche

    Ediciones SUR

  • 6 Junta de Vecinos Barrio Santa AnaSUR Maule-Centro de Estudios Sociales y Promocin para el DesarrolloTalca, Chile, abril 2005Primera edicin. 2.000 ejemplares

    Inscripcin RPI n 146.330ISBN n 956-208-073-0

    Edicin de textos: Paulina MattaFotografa de portada: Catalina CceresDiseo y diagramacin: Andoni MartijaCorreccin de pruebas: Camilo BrodskyGestin editorial: Luis A. Sols D.

    Impresin: LOM Ediciones. Slo acta como impresor

    IMPRESO EN CHILE / PRINTED IN CHILE

    Publicacin financiada por el Consejo Nacional del Libro y la Lectura, 2004.

  • 7CONTENIDO

    Prefacio 9

    Agradecimientos 11

    Presentacin 13

    Primera ParteSANTA ANA, MEMORIA DE UN BARRIO CON HISTORIA 15

    Captulo 1 Los orgenes del barrio Santa Ana 171.1 El barrio San Gabriel y la migracin desde los campos 171.2 Acontecimientos importantes del barrio durante el

    siglo XX 181.3 El surgimiento de la Junta de Vecinos Santa Ana y

    la lucha de sus dirigentes 211.4 La Congregacin Salesiana y la importante labor

    del Colegio Santa Ana 30

    Captulo 2 Familias y personas destacadas del barrio 39

    Captulo 3 La cotidianidad de un barrio en el siglo XX 613.1 Agrupaciones del barrio 613.2 Calles, poblaciones y lugares del barrio 623.3 Las Iglesias 693.4 Escuelas y colegios del barrio 713.5 Otras instituciones del barrio 723.6 Los clubes del barrio 733.7 Almacenes y comercio 77

    A modo de eplogo: Palabras de la autora 81

    Segunda ParteBARRIO SANTA ANA, UN ESPACIO POSTERIOR 83

    Captulo 4 Anlisis urbano 854.1 El barrio 854.2 Bordes y lmites 884.3 Sendas, calles y avenidas 904.4 Hitos o referentes 1044.5 Nodos 106

    Captulo 5 La Casa Quiones 115

  • 8Tercera ParteVALORACIN DEL PATRIMONIO SOCIAL Y CULTURALDE SANTA ANA 123

    Captulo 6 Una historia marcada por la autogestin 1256.1 El espritu comunitario 1256.2 Los orgenes de una organizacin social 136

    Captulo 7 La recuperacin de la memoria histrica 1437.1 Gran Fiesta en Santa Ana: La comunidad al

    rescate de la identidad del barrio(Talca, 5 al 12 de febrero de 2000) 144

    7.2 Percepcin de logros obtenidos. Alcances msimportantes 148

    A modo de conclusin: Recuperar prcticas sociales enla comunidad, un desafo vigente 155

    Anexos

    Anexo 1 La fundacin de Talca 159

    Anexo 2 La batalla de Cancha Rayada 162

  • 9Prefacio

    En mi calidad de presidenta de la organizacin que represento, es unorgullo y una emocin muy grande ser parte de un sueo que por tantotiempo hemos animado: la recopilacin y publicacin de la historia denuestro barrio. Hoy damos las gracias, en primer lugar, a Dios, por darnosesta posibilidad tan hermosa; y luego, al Consejo Nacional del Libro y laLectura del Ministerio de la Cultura y las Artes, por entregarnos los recur-sos para ejecutar el proyecto que es este libro, y as poder dar rienda sueltaa nuestras emociones, expresarlas y dar a conocer a nuestros vecinos, ami-gos y a las nuevas generaciones, la vida de nuestro barrio; cmo naci y seform; como se luch por mantener una comunidad organizada y unidapara fortalecer nuestras tradiciones. Y as dar a conocer que siempre, encada perodo, en cada dcada de la existencia de nuestra Junta de Vecinos,ha existido un quehacer importante; ha habido dirigentes con ganas detrabajar, con ganas de hacer de nuestro barrio un lugar hermoso, acoge-dor, reconfortantes y digno, donde nos sintamos felices de vivir.

    Hoy, junto al directorio, nos ha tocado estar al frente de esta organiza-cin para hacer lo mismo: seguir la huella de nuestros antecesores y conti-nuar en forma organizada rescatando tradiciones, para hacer de nuestrobarrio un barrio con identidad propia, un lugar al que muchos quisieranpertenecer.

    Nos hemos encomendado la tarea de trasmitir a los ms jvenes que elbarrio Santa Ana nos pertenece; debemos cuidarlo, quererlo como a nues-tra propia casa. Debemos aportar, en conjunto con las autoridades, en suprogreso. Y no es trabajo de unos, sino de todos. Ello exige empaparse desu historia, para sentir que ste es un barrio especial.

    No queremos perder nuestras tradiciones de barrio tranquilo, su estilode grandes casonas, de gente sencilla, amable, respetuosa y, por sobre todo,solidaria con sus vecinos.

    Para m es una gran satisfaccin haber logrado la edicin de este libro,ya que las historias y vivencias de este barrio santanino quedarn registra-das y no pasarn al olvido. Los nuevos retoos sabrn, reconocern y apren-dern de sus tradiciones. Y Dios quiera que los embargue el mismosentimiento que siento hoy, para que sean los futuros gestores de esta his-toria.

  • Santa Ana, donde la ciudad tiene memoria

    10

    Quiero dar las gracias a todos los que hicieron posible su edicin, a losque entregaron informacin y confiaron sus historias, al equipo ejecutor ya todos los involucrados en este proceso.

    Confiada en conseguir el objetivo deseado, espero que cada ejemplarsea grato, provechoso y permita reflexionar acerca de la importancia de lavida en comunidad, sana, alegre, solidaria y respetuosa, que nos hace gran-des y eleva nuestra calidad de vida.

    Carmen Cruz Pealoza

    Presidenta de la Junta de Vecinos Santa AnaTalca, 6 de enero de 2005

  • 11

    Agradecimientos

    Nuestros agradecimientos a Rosa de Len, ManuelQuinez, Lorenzo Corvaln, Marcos Fuentes Morales,Justo Pastor Garrido, Daniel Gonzlez, Julio Cheriff, HctorEscalona, Carmen Cruz, Rosita Cruz, Julio Jimnez Barre-ra, Sergio Meza Palma, Wilson Muena Gonzlez,Bernardino Valds Romero, y a todos aquellos que ama-blemente abrieron sus casas y el bal de sus recuerdos ynos permitieron conocer sus historias y la del barrio SantaAna. Gracias a su ayuda, hoy podemos leer en estas pgi-nas la interesante trayectoria de vida de un barrio tradi-cional que ha sabido reconocer su valor y que anhelaencontrar en l la clave para seguir existiendo.

  • 12

  • 13

    Presentacin

    Francisco Letelier TroncosoDirector Centro de Estudios Sociales y Promocin para el Desarrollo SUR Maule

    La conformacin de las ciudades, as como su crecimiento y desarrollo,no se realiza obedeciendo a patrones abstractos, sino que es producto de larelacin histrica entre actores sociales diversos y con mltiples intereses,muchas veces en pugna. Son estos actores quienes definen y orientan eluso del suelo, y lo hacen en respuesta a la emergencia y decadencia dedinmicas productivas y de los sectores vinculados a ellas; a fenmenosdemogrficos, como las migraciones campo-ciudad o el crecimientovegetativo de la poblacin; naturales, como terremotos e inundaciones; ysociales, como las demandas por vivienda, por espacios pblicos o por lacalidad de vida. La construccin de la ciudad es un hecho histrico y undesafo poltico.

    Apreciar la ciudad desde este enfoque nos invita a redescubrir, a partirdel presente y en perspectiva de futuro, el largo recorrido que las ciudadeshan transitado para ser lo que hoy son. En este sentido, hemos queridohacer una contribucin desde la ciudad de Talca, y especficamente desdeuno de sus barrios ms antiguos: Santa Ana.

    Por qu un barrio? Porque pensamos que a pesar de las transforma-ciones que han vivido los ltimos treinta aos, ellos son, an hoy, muchoms que espacios residenciales. All sus habitantes construyen un fuertesentido de pertenencia respecto de su territorio, y de vinculacin con susvecinos.1 En este sentido un barrio es un espacio privilegiado para apre-ciar el proceso de construccin de ciudad.

    La primera parte del libro est dedicada a la historia. Este barrio es, engran medida, resultado del influjo de su pasado: el origen rural de susprimeros habitantes, la fuerte presencia e incidencia de la religiosidad, loslargos cabildos para debatir los problemas comunes y las grandes cats-trofes que una y otra vez probaron el temple de los vecinos. Hay un inten-to de releer esta historia que, so pena de simplificarse, puede definirsecomo un continuo proceso de constitucin de espacio local y conforma-cin de comunidad.

    1 Macarena Viedma, La semana del barrio Santa Ana, Talca, Chile. Una experiencia dedesarrollo local, en Lucy Winchester y Enrique Gallichio, eds., Territorio local y desarro-llo. Experiencias en Chile y Uruguay (Santiago: Ediciones SUR / CLAEH, Coleccin Estu-dios Sociales, 2003; reedicin marzo 2004), p. 218.

  • 14

    Puesto que en la conformacin fsica del barrio en sus casas, sus ca-lles, su emplazamiento en la ciudad se expresan los valores, las ideas,los sueos, el trabajo y las aspiraciones de sus habitantes, hemos queridohacer, en la segunda parte de este libro, una valoracin arquitectnica yurbana del Santa Ana que reivindique este eterno espacio posterior deTalca y que permita arrojar luces respecto de una nueva relacin entre losbarrios tradicionales y la ciudad.

    La tercera parte del libro est reservada a las voces de aquellos queestn poniendo sus esfuerzos en recuperar la memoria y la identidad delbarrio e imaginar cmo su patrimonio comn puede ser sustrato para de-fender su particular modo de habitar la ciudad.

    A pesar de existir una cierta dimensin cronolgica en este libro, verncmo el pasado cobra a veces ms actualidad que el presente, a pesar deque ste se afirma inconfundiblemente en el anterior. En un barrio comoSanta Ana no es fcil identificar lo que fue y lo que es: ambos se confundenen los relatos de los fundadores. Lo cierto es que ni el pasado ni el presentealcanzan para dilucidar los derroteros del futuro; all hay un desafo en elque no slo le corresponde la palabra a Santa Ana.

    Esperamos que este trabajo, hecho a partir de la iniciativa de la Juntade Vecinos Santa Ana, especficamente de una vecina del barrio, y en elque SUR gustosamente ha colaborado, contribuya a incorporar ms acto-res en el debate acerca del valor cultural, histrico, urbano y social quetienen los barrios tradicionales de esta y otras ciudades. Y que, junto coneso, ponga en evidencia la paradoja profunda que los afecta: mientras lacomunidad, e incluso algunos programas pblicos, tienden a conservar-los, el mercado lenta pero inexorablemente se encarga de eliminarlos.

    Santa Ana, donde la ciudad tiene memoria

  • 15

    Primera Parte

    SANTA ANA, MEMORIA DE UN BARRIO CON HISTORIA

    Elvira Cornejo MolinaVecina del barrio

    Me ha fascinado la idea de escribir la historia de mi barrio, de mi que-rido barrio Santa Ana. Al recorrer sus calles, algunas pavimentadas y otraspolvorientas como antao, miro sus casas y muros de adobe carcomidospor el tiempo, sus techos de tejas arqueados por el peso de los aos, susrboles aosos, retorcidos, pero que dan sombra fresca al caminante, ysiento que tengo el privilegio de vivir aqu.

    Somos todos viejos, como el barrio y como sus casas llenas de recuer-dos y aoranzas de tiempos mejores. La mayora de los vecinos han que-dado solos, los hijos se han ido a otros barrios, a otras ciudades, y algunosal descanso eterno. Son muchas las veces que, pasando frente a algunacasa, me he preguntado cuntas generaciones habrn vivido aqu, cuntosnios habrn nacido, cuntos cumpleaos, bodas o velorios tristes se hancelebrado. Quizs muchas discusiones, llantos llenos de soledad, esperasangustiosas, abundancia, escasez, desamparo He mirado por las venta-nas como ladrona, queriendo robar las historias de aquellas familias.

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    Hoy da, con la misin de recopilar la historia del barrio, he podidoentrar a cada casa, conocer a sus moradores y la historia que guardan. Hetenido la bendicin de escuchar sus tristezas y alegras, que ahora les pue-do, en parte, contar. Veo ojos que se abrillantan con el recuerdo de la pri-mera vez que entraron a sus casas, llenos de ilusiones. Algunos me recibenrecelosos, pero luego no paran de entregarme sus recuerdos, y van trayen-do a la memoria con cario a tal o cual vecino, al nio que corra en elbarro tras una pelota haciendo de la calle su propia cancha de ftbol.

    As se ha ido hilando la vida de los vecinos y la del barrio, entretejidas.

  • 17

    Captulo 1Los orgenes del barrio Santa Ana

    El barrio Santa Ana se encuentra ubicado en la ciudad de Talca, entrelas calles 4 Norte (Alameda) y 10 Norte y desde la lnea frrea hasta la calle7 Oriente. Su historia y formacin estn fuertemente ligadas a la historiade Talca y a los procesos que vivi la ciudad a lo largo del tiempo. (VaseAnexo 1).

    Conocer la historia de un barrio permite entender los procesos y cam-bios que viven las ciudades a las que pertenecen y cmo influyen en lavida de sus habitantes.

    1.1 El barrio San Gabriel y la migracin desde los campos

    La historia del barrio como tal comienza a gestarse a principios delsiglo XX. El terreno donde se ubica perteneca al fundo Prosperidad, pro-piedad de don Gabriel Letelier, quien, ayudado por su administrador, donLuis Madrid, lo subdividi en lotes que vendi a quienes fueron los pri-meros moradores del barrio. Luis Madrid tambin compr un gran terre-no, que despus puso a la venta. Las casas patronales de la haciendaProsperidad estaban donde hoy se ubica la Universidad Autnoma delSur, en la calle 12 Norte entre 5 y 6 Oriente. Las actuales poblacionesAstaburuaga y Manuel Larran corresponden al sitio de la antigua leche-ra del fundo, en la calle 10 Norte entre avenida Lircay y 10 Oriente.

    Originariamente al sector se le llam San Gabriel, en honor a don GabrielLetelier. Con el paso de los aos fue adquiriendo la denominacin de San-ta Ana, debido a que se le reconoca fundamentalmente por la parroquiade ese nombre, institucin que jug un papel muy importante en la histo-ria del barrio.

    Durante muchos aos, el lmite urbano de la ciudad correspondi, porel norte, a la Alameda. Sin embargo, el aumento de la poblacin de Talcapor las migraciones de familias campesinas que buscaban en la ciudadmejores oportunidades determin la ampliacin del rea urbana. As na-cieron las nuevas poblaciones, la ubicada en la Alameda y la de CanchaRayada.

    El barrio Santa Ana se form tiempo despus, como un sector popularde la ciudad al que llegaron muchos campesinos venidos de lugares rura-les cercanos a Talca con la ilusin de encontrar en la ciudad un mejor futu-

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    ro para sus familias. Muchos lograron ser propietarios de su casa y educara sus hijos trabajando como obreros en la incipiente industria talquina dela poca, en la Compaa de Fsforo, en PF (Productos Fernndez), en laFundicin Cruz, en aceiteras, arroceras y en muchas otras empresas queexistieron o an existen en la ciudad de Talca.

    Hasta nuestros das, los habitantes de Santa Ana tienen una marcadaraigambre campesina. La gran mayora de los vecinos cuenta que cuandollegaron vieron estas grandes haciendas con una casita por aqu y otra porall, con chacras y crianzas de animales, lagunas y charcos con plantas debatro, juncos y varillas, y que las mujeres de esos tiempos les dieron utili-dad aprendiendo a prepararlas y hacer todo tipo de canastos para las ta-reas agrcolas, para trasladar frutas y verduras desde los campos. Suinteligencia fue ms all. Hicieron sillas, mesas, todo tipo de muebles, ador-nos y utensilios para la comodidad de la familia. Y por ese entonces latierra tambin fue til. Hicieron adobes, construyeron sus casas, iglesias,colegios y edificios con muros tan anchos y firmes que han soportado elpeso de los aos, y tambin algunos terremotos. Todos estos conocimien-tos, sin duda, los traan de los lugares de donde venan.

    1.2 Acontecimientos importantes del barrio durante el siglo XX

    La historia del barrio est marcada por hitos que hasta hoy recuerdansus habitantes, muchos de los cuales significaron horribles tragedias paralos pobladores. Uno de los ms mencionados corresponde a un gran terre-moto que asol no slo la ciudad de Talca, sino tambin gran parte delpas.

    El terremoto de 1928

    Estaba en una casa de dos pisos en la 8 Oriente; al arrancar, me ca por lasescaleras sentado hasta llegar abajo. Al frente haba una pesebrera y loscaballos relinchaban desesperados. Estaban atados con gruesas cadenas;las cortaron y salieron corriendo. Vea cmo los muros se agrietaban y secaan los techos y una polvareda enorme que no dejaba ver ni respirar.(Justo Pastor Garrido)

    Muchas de las construcciones que existan en esa poca se vinieron alsuelo. Esto signific una dura tragedia para algunas familias, que se agudizan ms con la devastadora crisis econmica del ao 1929. A causa delterremoto, y luego de la gran crisis, creci agudamente la pobreza en elpas.

    La crisis tambin trajo mucha pobreza a nuestro barrio. Se formaron losconventillos y cits y barraquitas de madera de una sola pieza, una pega-da a la otra, en muchas calles. (Manuel Quiones)

    La Parroquia y el Colegio Santa Ana, haciendo eco de la doctrina socialde la Iglesia Catlica, se preocuparon de organizar la ayuda a los ms afec-

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    tados por las catstrofes. Pregonando los valores de la caridad hacia losms pobres por parte de los habitantes de Talca con ms recursos, y de lasolidaridad de los vecinos que estaban en mejor situacin, se organizaronamplias ollas comunes que permitieron a muchas familias subsistir.

    El sacerdote Enrique Mara Buj form una olla comn en el colegio parapreocuparse de sus nios. El lugar donde se preparaban estas ollas comu-nes era grande, lleno de eucaliptos. Al fondo haba una preciosa gruta a lacual iba toda clase de gente. Eran cientos de nios y mujeres que desfila-ban buscando comida. A la llegada del padre Antonio, se organiz todopara buscar alimentos entre la gente con ms recursos, porque lo que apor-taba Critas Chile no era suficiente. (Rosa de Len)

    Frente a Santa Ana, donde ahora est el liceo CIET [Centro Integral deEducacin Talca], lugar que antes era de la Iglesia, se reunieron variaspersonas con los militares, se organizaron y empezaron a preparar comi-da para repartir a la gente pobre. (Manuel Quiones)

    La seora Olga Araya Opazo vivi en este barrio la crisis ms grande,en el primer perodo de gobierno del presidente Carlos Ibez del Campo(1927-1931). No tena calefaccin, alimentos, ni lo necesario para el aseopersonal. Sala a recoger espigas para hacer harina tostada e incluso lasramas para encender el fuego y tostarla. Particip tambin en las ollas co-munes. Recuerda que llevaba una olla y le daban la racin para la familia,la que se deban servir al momento debido a la falta del combustible paracalentar. Pero la comida alcanzaba para todos.

    Estos tristes y difciles tiempos tambin quedaron fijos en la memoriade mi madre, que me cont que por los aos treinta, cuando ella slo tenaseis aos, deba moler arvejas para hacer pan; que el agua que traan loscanales era sucia, pues arrastraba arenisca de piedra pmez, producto de

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    la erupcin del volcn Descabezado Chico; que la azcar era oscura y ve-na en forma de lingote; que su familia iba a buscar trabajo y ella se queda-ba sola con sus hermanos. Recuerdo que mi madre compraba verdurasslo para las fiestas. Las frutas se traan del campo y las verduras comunesse plantaban en el patio de la casa, lo que yo hago hasta hoy. Esto era unaprctica comn a muchas casas, pues ayudaba a la economa del hogar yserva en tiempos de escasez.

    La seora Sonia Mora recuerda que era tanta la pobreza, que abunda-ban los conventillos donde haba muchos nios. No la dejaban jugar conellos. Les cuenta a sus hijos la pobreza que ellos vivan cuando se quejanpor algo.

    Adems de pobreza, en los conventillos exista mucha violencia, sucie-dad, enfermedades y delincuencia.

    Con el tiempo, los gobiernos fueron solucionando los problemas, ha-ciendo poblaciones de casas pequeas en las afueras de la ciudad. As na-ci la poblacin Brilla el Sol, la Hermanos Carrera y otras.

    Inundaciones y desbordamiento de canales

    El barrio Santa Ana estaba atravesado por varios canales, como elSandoval y el Baeza. Este ltimo tena su cauce por 2 Norte y fue desviadohacia el norte por 11 Oriente, paralelo a la lnea frrea. Siempre sus aguashan trado mucha basura y toda clase de cosas, incluyendo perros, gatos,cerdos y hasta bebs. Esta desviacin provoc durante muchos aos inun-daciones en tiempos de lluvia. Lo mismo ocurra con el canal Sandoval,que atravesaba el barrio norte.

    Algunos vecinos recuerdan la poca en que se estaban realizando lostrabajos de desvo del canal Baeza. Proliferaron los barrios clandestinos,algunos con nias alegres, que eran la causa de los pleitos entre jvenes.El barrio era frecuentado por cuadrillas de hombres afuerinos, que partici-paban en la mayora de las peleas. Cada fin de semana moran dos o treshombres, muchos quedaban maltrechos. Los trabajadores que quedabanpodan obtener mayor sueldo por sus labores en el canal. Todas estas noti-cias eran informadas en un folletn llamado La Lira, donde se contaba enversos los crmenes y delincuencia.

    Tambin son muchos los vecinos que recuerdan que en el ao 1953hubo una gran inundacin producida por el desbordamiento del canalSandoval. El agua lleg a subir un metro, salvndose slo las casas cons-truidas mucho ms alto que el nivel de la vereda. Casi todos perdieron susalimentos y enseres. La gente fue albergada en la Escuela Juan LuisSanfuentes, en el Colegio Santa Ana y en otros lugares. Hubo una segundacrecida en 1970. sta fue de menor grado, pero no dej de hacer dao.

    ... desde el ao 1928 despus del terremoto, hubo una seguidilla de desas-tres. Termin la Primera Guerra Mundial y Europa qued destruida ypobre. Aqu en Chile se produjo la erupcin del Descabezado Chico, fren-te a Talca. La ciudad an no se repona del terremoto cuando sobrevinoeste desastre. La tierra agrcola se cubri de cenizas y los ros venan lle-nos de piedra pmez y peces muertos, aguas sucias y contaminadas. El

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    mismo ao, por el mes de octubre, cay una nevazn. Yo viva en el sectordel ro Claro y en las quebradas la nieve dur hasta el mes de enero. (Da-niel Gonzlez)

    El antiguo fundo Prosperidad se comenz a urbanizar poco a poco.

    El servicio de agua potable se instal despus de los aos cincuenta. Laluz era de turbina y era pblica. En las casas se usaba chonchones a para-fina; luego aparecieron las lmparas a gas de carburo, pero eran peligro-sas. En el sector no haba locomocin. Haba carros elctricos que pasabanpor la 5 Oriente hasta la 9 Norte. Los ms adinerados tenan carruajes decaballos, as que todo se haca a pie: las compras, el colegio, el trabajo.Muchos todava hacen recorridos a pie. La locomocin es tan abundanteque se hace lenta. (Lorenzo Corvaln)

    1.3 El surgimiento de la Junta de Vecinos Santa Ana y la lucha de susdirigentes

    As como los recuerdos de desastres y tragedias forman parte de lamemoria de los vecinos, tambin estn aquellos que hablan del lento pro-greso y adelanto que fueron consiguiendo a costa de grandes esfuerzos ysacrificios. La Junta de Vecinos Santa Ana naci como un espacio para en-frentar colectivamente los problemas y encontrarles soluciones concretas.El barrio naci, creci y se desarroll gracias a la iniciativa y el esfuerzo demuchos pobladores. Entre ellos se destacaron varios dirigentes que, a pe-sar de las dificultades, trabajaron por mejorar las condiciones de vida detodos los habitantes del barrio. Se trabaj para poner alcantarillado en lascasas, veredas y pavimento en las calles, luminarias, etc.

    Este relato es tambin un homenaje a todas aquellas mujeres y hom-bres que trabajaron incansablemente para levantar este barrio y convertir-lo en lo que es hoy.

    Las juntas de vecinos nacieron como respuesta a las necesidades gene-radas por la convivencia cotidiana de los habitantes de las poblacionesque se formaron alrededor de la ciudad. En nuestro barrio, los vecinosconversaban sobre las dificultades que vivan y vean; algunos de elloseran empleados pblicos con algunos contactos, que buscaron darles solu-cin a los problemas existentes: no haba luz, agua potable, alcantarillado,las calles no estaban bien formadas, haba barro en invierno y polvo en elverano. Buscando una manera de solucionar estos problemas se agrupa-ran en la primera Junta de Vecinos. Frecuentemente aparece en los relatosde algunos vecinos el nombre de don Luis Madrid como uno de los prime-ros habitantes que se organiz junto a otros, precariamente, a fin de lograralgunos avances para su sector. El lugar de reunin era la casa de la fami-lia Pedrero. A esta organizacin de vecinos se la denomin en un comien-zo Centro de Propietarios, pues la mayora de los habitantes eranpropietarios de los sitios y viviendas.

    El Centro de Vecinos de la poblacin San Gabriel, que en esa pocacomprenda el territorio que va desde la avenida Cancha Rayada hasta lalnea frrea, se fund formalmente el 21 de marzo de 1948, con el nombre

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    de Centro de Vecinos Santa Ana. Los primeros aos de funcionamiento dela Junta de Vecinos como tal se desconocen. Los aos que siguieron estnms claros, debido a que an se conservan algunos documentos de la po-ca: libros de actas, cuentas, cartas, recortes de diario, etc. En un esfuerzopor clarificar esta historia, he recurrido a ellos y desempolvado las pgi-nas que relatan los momentos importantes de esta organizacin y del ba-rrio en general.

    Los documentos ms antiguos que se conservan datan del ao 1957. Enese ao, la directiva estaba compuesta por don Luis Quintana como presi-dente y don Carmen Portio Neira como secretario. Del resto de la directi-va nada sabemos, como tampoco de la gestin que hicieron en esos aos.Slo se conservan un par de cartas que hacen mencin a la intencin deconseguir una subvencin para el funcionamiento de la organizacin y deuna biblioteca que exista en la Junta de Vecinos, y una solicitud de am-pliacin de la red de alcantarillado para algunos sectores del barrio.

    Por esos aos, el Centro de Vecinos funcionaba en la calle 10 Orienteesquina 6 Norte, donde actualmente se encuentra el CIET. El lugar erapropiedad del patronato Santa Ana, que an se ubica al frente. La directi-va que le sucedi fue elegida en marzo del ao 1958 y estuvo compuestapor don Ral Gonzlez como presidente, don Marcos Fuentes como vice-presidente, don Julio Zamora como secretario de prensa y corresponden-cia, don scar Valenzuela como secretario de actas, don Luis Garrido comotesorero y don Luis Quezada como pro tesorero. El resto de la directivaestaba constituida por los directores y directores asesores.

    En uno de los documentos de la poca encontramos el plan general detrabajo del Centro de Vecinos para el perodo 19591960. Muchos de losproyectos ah incluidos llegaron a buen trmino y, si no lo lograron, por lomenos se hicieron las diligencias necesarias para ello, aunque no se alcan-zaran resultados concretos. Entre estas tareas se enumeran, por ejemplo, elarreglo de calles en mal estado; la colocacin de soleras; la expropiacindel terreno que impeda la apertura de la calle 9 Norte con avenida Can-cha Rayada; la expropiacin del tringulo ubicado en 7 Norte entre aveni-da Cancha Rayada y 9 1/2 Oriente para destinarlo a plazoleta (hoy daplazoleta don Bosco); la construccin de alcantarillado para recolectar aguaslluvia e impedir inundaciones; la redistribucin de las aguas del canalSandoval por la Direccin de Riego, para lograr el cegamiento del cauceen el tramo de la ciudad; la proyeccin de pilastras para una modernavega el CREA, Centro Regional de Abastecimientos en un sitio muni-cipal ubicado en el extremo oriente de la Alameda; y que se establecieraformalmente la denominacin del sector como Barrio Santa Ana, entre otros.

    Mucha de la informacin que hoy da existe corresponde a artculos einformativos que el desaparecido diario talquino La Maana publicaba ensus pginas.2 La mayor parte de ellos estaban relacionados con las labores

    2 El diario La Maana fue fundado el 15 de noviembre de 1906. Su publicacin ces en losaos noventa.

  • Los orgenes del barrio Santa Ana

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    llevadas a cabo por las diferentes directivas que se sucedan en el tiempo.Esto hizo que la directiva de ese momento reconociera formalmente estadisposicin del diario nombrando miembro honorario del centro de veci-nos a su director, don Juan Bravo.

    Una de las primeras gestiones de esta directiva fue para lograr la insta-lacin de un buzn mural de Correos y Telgrafos Talca en la calle 6 Nortecon 10 Oriente. La peticin de la directiva fue bien recibida, y con fecha del21 de junio de 1959 fue inaugurado oficialmente el buzn postal en el ba-rrio, lo que en esa poca se consider un gran adelanto para el sector.

    Uno de los problemas con que debi lidiar no slo esta directiva, sinoque tambin las anteriores y las que le sucedieron, fue el constante malestado de calles y veredas. Muchas de las peticiones que las directivas ha-can a las autoridades en ese tiempo buscaban dar solucin al problemaque ao tras ao deban enfrentar: barro en invierno, polvo en verano.Largo tiempo tendra que pasar antes de que las calles del barrio estuvie-ran pavimentadas.

    La inundacin del ao 1953 provoc grandes problemas para el barrionorte. Muchas familias fueron albergadas en distintos lugares y luego tras-ladadas a sitios donde se formaron poblaciones callampa, similares a aque-llas que hoy conocemos como campamentos.

    Con la inundacin de 1953 se instal ah [en la Alameda] a los damnifica-dos. Fue una catstrofe de gran envergadura. Primero se construyeroncampamentos a orilla de la carretera, despus los trasladaron a unos ba-sureros detrs del Hospital Se repartieron damnificados por todo Talca;eran miles y miles. No tan slo el barrio Santa Ana fue damnificado; todoel barrio norte, llegando hasta el barrio Seminario. Despus se fueronincrementando con allegados y se fueron formando poblaciones callam-pa. Ah en la 5 Norte, entre 8 y 9 Oriente, exista en toda una cuadra lapoblacin Victoria. En el gobierno de Frei Montalva se sac a toda esagente y se la llevaron a la poblacin Brilla el Sol. Se construy tambin lapoblacin Manso de Velasco, especialmente para los damnificados Tam-bin la poblacin Costanera y la Pedro Aguirre Cerda. Ms de diez aosestuvo la gente viviendo en esas condiciones. (Marcos Fuentes Morales)3

    Las consecuencias de la inundacin movilizaron a los vecinos y a lasdirectivas para pedir a las autoridades que solucionaran definitivamenteel problema del desbordamiento de los canales. El cegamiento del canalSandoval fue una lucha de quince aos por parte de la Junta de Vecinos.

    Estamos hablando de quince aos de lucha no es el perodo de un alcal-de, de manera que esto est dando la pauta de que las grandes solucionesno dependen de las autoridades temporales, sino que los proyectos losdebe asumir la comunidad, y que a travs de generaciones debe existiruna lucha permanente de consagracin, entusiasmo y ahnco, de amane-cidas y trasnoches. (Marcos Fuentes Morales)

    3 Marcos Fuentes Morales fue presidente Junta de Vecinos Santa Ana.

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    Los sucesivos terremotos e inundaciones que azotaron no slo a la ciu-dad de Talca, sino que tambin al resto del pas, llevaron a que se tomaraconciencia de que el territorio de Chile era ssmico y propenso a la ocu-rrencia de desastres naturales, por lo que se fueron dictando ciertas nor-mas destinadas a amortiguar las consecuencias de las catstrofes. As nacila Ley de Construccin y Urbanizacin, que se impuso en todo el pas. Enla medida en que se imponan exigencias en este mbito, fueron naciendoservicios pblicos como la Direccin de Pavimentacin Urbana y la Direc-cin de Agua Potable y Alcantarillado, entre otras. Sus normativas permi-tieron que, a partir de la dcada de los cincuenta, se frenara drsticamentela expansin de las ciudades de la manera en que se vena desarrollando,esto es, sin urbanizacin. Ello oblig a que las nuevas poblaciones quefueron naciendo en las ciudades estuvieran urbanizadas desde un comien-zo. Para lotear y vender se deba poner agua potable, alcantarillado y luzelctrica. Aquellas poblaciones que se construyeron antes de que existie-ran estas normativas, como fue el caso del barrio Santa Ana, podan aco-gerse a una regala especial para regularizar toda su urbanizacin. Paraesto deban presentar una solicitud de urbanizacin al Ministerio de Vi-vienda, junto con el plano del sector y los ttulos de propiedad de todos lossitios.

    Conocedor de esta ley, don Marcos Fuentes Morales, vecino y vicepre-sidente del directorio de la Junta de Vecinos, se postul en 1960 como can-didato a regidor de la ciudad de Talca por la lista del Partido DemcrataCristiano, para poder sacar adelante a los barrios ms pobres de Talca.

    Me present yo como candidato a regidor el ao 60. Saqu muchos votos,pero no result electo. Lo que yo pretenda era que la Municipalidad cos-teara la recuperacin de esos ttulos de dominio de principios de siglo,que eran cientos y estaban fuera de mi presupuesto y fuera de las posibi-lidades de la Junta de Vecinos. El plano del loteo se haba extraviado enlos archivos notariales y haba que reconstituirlo, lo que significaba ungasto fabuloso.

    Como no result, hice campaa en la Junta de Vecinos y pude entonces, atravs de una fotografa area, reconstituir el plano del loteo. Despus meocup como funcionario de la notara y yo mismo, trabajando de noche me amaneca ah fui recuperando todos los ttulos de propiedad de cadauno de los sitios Entonces postulamos y fue acogido despus de aosde tramitacin

    En el diario La Maana del da 27 de enero de 1960 se alude a un memorandoque la Junta de Vecinos hizo al alcalde Bernardo Cruz Mandiola, donde sesolicita que se acoja la poblacin San Gabriel a los beneficios de la Ley deUrbanizacin:

    SE PIDE LA INCLUSIN DE POBLACIN SAN GABRIEL A LOS PLANOS DE URBANIZACIN

    El Centro de Vecinos del barrio norte Santa Ana ha enviado un extensomemorndum al Alcalde de la Ilustre Municipalidad de Talca, en el cualle solicita como medida preferencial se acoja a la poblacin San Gabriel alos beneficios que indica la Ley de Urbanizacin.

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    Existe una ley para el caso: hasta ahora no se ha aplicado en forma espe-cial ninguna ley que venga a remediar la falta de obras urbansticas enesta antigua poblacin, lo que afecta seriamente las condiciones sanita-rias y habitacionales de sus habitantes Sin embargo, el DFL 224 que fijael texto de Ley General de Construcciones y Urbanizacin, en su conside-rando 7 dice textualmente: El gobierno debe acudir a solucionar el pro-blema a los adquirientes de sitios cuyos fundadores no han cumplido conlas exigencias de urbanizacin.

    Don Marcos Fuentes, que para el ao 1961 ocupaba el cargo de presi-dente de la Junta de Vecinos Santa Ana, logr conseguir a un equipo deingenieros de la Direccin de Obras Sanitarias del Ministerio de ObrasPblicas, que se albergaron por das en las casas de los mismos pobladorespara reconstituir el plano del loteo. De esta forma se logr la colocacindel ansiado alcantarillado y agua potable en gran parte del barrio. Fueronarduos aos de trabajo, de agotadoras reuniones y celebraciones de cabil-dos con autoridades.

    Como una seal de progreso y futuros adelantos para el barrio se con-sider la pavimentacin del antiguo Camino de Cintura, inaugurado el 19de marzo de 1960 en una celebracin realizada en el marco del 142 aniver-sario de la batalla conocida como Sorpresa de Cancha Rayada (vase Anexo2). Este acontecimiento fue de gran importancia para el barrio, debido aque desde ese momento el Camino de Cintura comenz a ser denominadoavenida Cancha Rayada, nombre que lleva hasta nuestros das:

    DEBEMOS LUCHAR POR QUE TALCA CUENTE CON MONUMENTO RECORDATO-RIO DE LA SORPRESA DE CANCHA RAYADA

    (...) El seor Gonzlez Parra interpret el pensamiento de este sector porlevantar cuanto antes dicho monumento: (...) En razn de estas circuns-tancias de excepcional recordacin, fue que hace algn tiempo, el Centrode Vecinos de Santa Ana acordara poner especial nfasis en este aniversa-rio y consiguiera adems que las autoridades asignaran al antiguo Cami-no de Cintura el glorioso nombre de avenida Cancha Rayada. (La Maana,20 de marzo de 1960)

    De los aos que siguieron y las directivas posteriores no hay mayorinformacin. Existe an un libro de actas de la directiva de los aos 1969 a1973. En el ao 1969, la directiva era conformada por Jos Arias como pre-sidente y Enrique Bravo como secretario. Esta directiva era provisoria. Eneste libro de actas qued expresada la preocupacin de los vecinos y ladirectiva por la posible expropiacin por parte de la Municipalidad delsector El Tringulo. Se celebraron muchas reuniones y asambleas con au-toridades de la poca para buscar soluciones. Una de ellas se realiz el da7 de septiembre de 1969 y cont con la presencia de los diputados Alejan-dro Toro, Silvio Rodrguez y Jorge Cabello, y del regidor Rodolfo Seguel.Todos ellos manifestaron su apoyo a la directiva y a los vecinos del sectorEl Tringulo.

    Ren Espinoza, presidente de la Agrupacin Norte de Juntas de Veci-nos, se dirigi a la asamblea de la siguiente forma:

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    () en esta asamblea de ms de doscientas personas, que vienen en posde una solucin para su angustioso problema motivado por la expropia-cin del terreno que habitan denominado El Tringulo (), se alega queexista este problema, ya que es la nica forma en que los pobladores sepuedan unir y luchar juntos por una solucin. Encuentro razonable quese nieguen a pagar sus servicios de alcantarillado que les van poner, puesnada saben de futuro, ya que a corto o lejano plazo perdern todos susesfuerzos en haber levantado sus casas. No soy enemigo del progreso,pero la Municipalidad, si expropia, debe dar una casa a cada propietarioy sin costo. Y si quieren hacer reas verdes, que las hagan ms al norte,donde no vive nadie y estn los terrenos abandonados.

    En una de las asambleas siguientes se invit a debatir al alcalde, JosFernndez Llorenz, y a Jorge Concha, arquitecto urbanista encargado delplan regulador. Tomando la palabra este ltimo, explic la expropiacindel sector diciendo que eso permitira mejoras sustanciales para el barrio,como el ensanche de calles, reas de ventilacin y absorcin de gases. Laexpropiacin del terreno se pagara a plazo y en cuotas, y les daran a lospropietarios casas construidas por la Corporacin de la Vivienda (Corvi).La asamblea se opuso enrgicamente y manifest la decisin de no salirdel terreno.

    Aos ms tarde, en la sesin del 19 de marzo de 1972, se dio a conocerla resolucin del Consejo Municipal de no aprobar la expropiacin del sec-tor y no construir ah un rea verde.

    A principios del ao 1970, la directiva estaba conformada por OctavioAbaca como presidente, Dora Daz como secretaria de actas, y los direc-tores Jos Arias, Lorenzo Corvaln y Luis Verdejo. Esta directiva tam-bin tena carcter provisorio, pues deban esperar la aprobacin de losnuevos estatutos de la Ley 16.680 de Juntas de Vecinos antes de elegiruna definitiva.

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    Para esta poca, los principales problemas del barrio, como qued se-alado en las actas, eran la construccin y trmino de la red de alcantari-llado, la ampliacin de luminarias, la construccin de soleras y veredas, lapavimentacin, entre otros.

    A instancias de la Junta de Vecinos, se form una cooperativa de vi-vienda para solucionar los problemas habitacionales de muchas familiasdel barrio. Se imparti un curso de alfabetizacin, dada la gran cantidadde personas adultas analfabetas. Tambin se acord construir las veredasa travs del sistema de autoconstruccin organizado por cuadras, en queel Departamento de Obras Pblicas de la Municipalidad aportaba con elmaterial y los habitantes con la mano de obra.

    En esos aos, la Junta de Vecinos participaba activamente en la Fiestadel Barrio Santa Ana. El libro de actas hace mencin a la organizacin deesa celebracin en el ao 1970:

    El presidente inform a la asamblea que para la celebracin del barrioSanta Ana participarn centros de madres, clubes deportivos, colegios,etc. El acto cvico se va a realizar en el Colegio Santa Ana con la presenciade las autoridades de la parroquia. [...] Los clubes deportivos del barriovan a hacer algunos partidos con premio; habr carreras a la chilena. (Li-bro de actas, sesin No. 12, efectuada el 19 de julio de 1970)

    La directiva definitiva fue elegida el da 26 de septiembre de 1970 yestuvo compuesta por Marcial Aldana, como presidente; Luis Castillo, comosecretario; Ana Hernndez, como tesorera; y Enrique Bravo, Luis Rojas yManuel Snchez como directores. Esta directiva funcion con el apoyo decomits vecinales del sector El Tringulo, de la poblacin Argentina, delsector norponiente, del sector nororiente y del sector sur. Cada uno deestos sectores deba elegir una directiva propia compuesta por tres miem-bros, uno de los cuales participara en las reuniones de la directiva de laJunta de Vecinos cuando se trataran temas relativos a cada sector.

    Esta directiva tuvo problemas en su funcionamiento. El presidente, Mar-cial Aldana, debi dejar el cargo por cambiarse de residencia. El secretario,don Luis Castillo, tambin dej el cargo. Asumi como presidente interinoel seor Enrique Bravo.

    En esta poca las asambleas se realizaron ocasionalmente. En el libro deactas no existe informacin acerca de reuniones y actividades realizadas porla Junta de Vecinos desde marzo de 1972 a marzo de 1973. A mediados de1973 se eligi la comisin electoral para la eleccin de la nueva directiva. Apartir de esa fecha no existe ms informacin relativa al funcionamiento deesta institucin. Las conversaciones y entrevistas realizadas a dirigentes de lapoca dan cuenta de que el complejo momento poltico que se viva en Chiledificultaba realizar las labores de la Junta de Vecinos. Con el golpe militar deseptiembre de 1973, toda actividad realizada por las Juntas de Vecinos pas ala ilegalidad. Los militares sacaron a muchos dirigentes de sus cargos (mu-chos de ellos fueron detenidos) y pusieron a personas de su confianza en ladirigencia de estas instituciones. Durante estos aos la labor de la institucinfue muy limitada y no hubo mayores progresos para el barrio.

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    Entre los aos 1976 y 1978, la Junta de Vecinos del Barrio Santa Ana fuepresidida por Manuel Romn. En los aos ochenta qued a cargo de Ma-nuel Quiones, puesto personalmente por los militares. Manuel Quionesocup el cargo hasta la llegada de la democracia, cuando se volvi a reali-zar elecciones democrticas para el nombramiento de las directivas.

    Con la llegada de la democracia, se llam a las organizaciones comuni-tarias entre ellas, las Juntas de Vecinos a inscribirse nuevamente en unregistro pblico. Para esto se form una directiva provisoria en la Junta deVecinos de Santa Ana, que se preocup de modificar los estatutos y deorganizar la eleccin de la directiva definitiva.

    El 9 de junio de 1990 se celebr en el gimnasio del Colegio Santa Ana laasamblea constituyente donde se aprobaron los estatutos y se eligi a lanueva directiva para los aos 1990 a 1993. La concurrencia a la asambleafue masiva; exista mucha expectacin, pues constitua un desafo reorga-nizar una institucin que por aos no haba funcionado democrticamente.

    El cargo de presidente fue ocupado por Antonio Di Gnova Yepsen;como vicepresidente, Rafael Guajardo Garca; como secretaria, AdaCorvaln Leiva; como tesorero, Fernando Escobar Bustos; y como directo-res, Lelio Barrios Gonzlez, Gerardo Correa Reyes, Csar Muoz Valds,Ana Hernndez Jara y Patricio Castillo Daz. A lo largo del perodo la di-rectiva sufri algunos cambios.

    Uno de los objetivos principales que se fij esta directiva fue solucionarel tema pendiente de la pavimentacin del barrio. Fue as que durante sumandato se logr la pavimentacin de la calle 9 Oriente desde 4 Norte hastala avenida Cancha Rayada. El proyecto de pavimentacin de esta calle co-rrespondi a uno de las primeras solicitudes presentadas al Ministerio deVivienda y Urbanismo en el gobierno del Presidente Aylwin, y contemplabahacerlo hasta 10 Norte. Dos cuadras quedaron sin pavimentar debido a queen ese tiempo se promulg la nueva ley de Pavimentacin Participativa, lacual dispona que los costos de pavimentacin deban pagarlos los vecinos,la Municipalidad y el Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

    Los vecinos de las calles que quedaron sin pavimentar se organizaronen un comit pro asfalto. El libro de actas de la poca se refiere a esto de lasiguiente forma:

    Don Lorenzo Corvaln Leiva y su esposa Gloria Martnez explican lospasos que han dado para informarse de las nuevas leyes que conciernenal asfalto de las calles y tambin informan de la planificacin y creacinde un comit Pro Asfalto de las dos cuadras que quedan sin ser atendidas(). Varios vecinos quedaron interesados en esta iniciativa en nuestrobarrio. El seor Corvaln se comprometi en ayudar con su experiencia alos vecinos. (Reunin de asamblea del da 2 de octubre de 1994)

    A partir de entonces, la pavimentacin qued en manos de los comitsque fueron surgiendo en cada cuadra del barrio con el apoyo de la Juntade Vecinos. Varios aos demorara completar esa tarea en el sector, y anquedan algunas cuadras aisladas que no lograron organizarse y quedaronsin esa mejora.

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    En 1992, con motivo de los 250 aos desde la fundacin de Talca, secelebr una competencia llamada Primeros Juegos Vecinales de Talca, or-ganizada por la Unin Comunal de Juntas de Vecinos, en la que participla Junta de Vecinos Santa Ana. Se conformaron comisiones encargadas deorganizar cada actividad: festival de la cancin, concurso de artesana, cam-peonatos de tenis de mesa, de ftbol y de rayuela. En dicha ocasin, elequipo de ftbol infantil del barrio sali campen.

    La directiva de la Junta de Vecinos de este perodo debi cesar en susfunciones el ao 1993; sin embargo lo hizo el ao 1994, debido a que noresultaron los intentos de elegir una que la reemplazara: las comisiones deelecciones que se formaron en dos oportunidades no funcionaron. Anteesto, en reunin de asamblea del da 2 de octubre de 1994, la directiva y losdems participantes de la organizacin eligieron a las personas para con-formar una nueva direccin. En la siguiente reunin, las personas elegidasse repartieron los cargos. De esta forma, la nueva directiva qued confor-mada por Romeril Valds, como presidente; Julio Jimnez, como vicepre-sidente; Fresia Jorquera, como secretaria; Antonio Di Gnova, comotesorero; Floridor Jaque, como pro tesorero; y los directores Ada Corvaln,Renato Yaniznski, Orlando Gutirrez y Manuel Quiones.

    En un comienzo, esta directiva tuvo problemas para ejercer sus funcio-nes; un grupo de personas cuestion su legitimidad y form una comisinreestructuradora asesorada por Bernardino del Pic, delegado de la Muni-cipalidad. A cargo de la comisin reestructuradora qued la investigacinde los hechos y la entrega de un informe con los resultados.

    En una asamblea celebrada con posterioridad, la directiva fue confir-mada en sus cargos.

    Las dificultades y conflictos que caracterizaron la labor de la Junta deVecinos desde la llegada de la democracia fue la manifestacin de un pro-ceso inevitable de ajuste, pues durante aos esta institucin estuvo vacia-da de sentido; ya no tena la validacin y la pertinencia de los aosanteriores a la dictadura.

    La directiva siguiente fue elegida a finales del ao 1996. Como presi-dente fue nominado Julio Jimnez; como secretaria, Cecilia Hernndez; ycomo tesorero don Alcides Labra; Carmen Cruz y Nancy Brunel fueronelegidas como pro secretarias. Durante el perodo de mandato de esta di-rectiva se logr la construccin de una nueva sede. Ello se logr gracias aldinero entregado por Bienes Nacionales a la Junta de Vecinos, producto dela venta del terreno de un vecino muerto sin herederos haca muchos aos,trmite que se haba prolongado desde los aos setenta. Junto con esto sepostul a un proyecto del Fondo de Desarrollo Vecinal (Fondeve) para suimplementacin.

    En la eleccin de directiva del ao 1998 quedaron como representantesde la Junta de Vecinos Cecilia Hernndez, como presidenta; Carmen Cruz,como vicepresidenta; Julio Jimnez, como secretario; y Alcides Labra, comotesorero. Se puede decir que esta directiva fue la continuacin de la ante-rior, pues estuvo conformada casi por el mismo equipo. Esto se reflej en

  • Santa Ana, donde la ciudad tiene memoria

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    la continuacin de los trabajos que venan realizando y en el apoyo quetuvieron de la asamblea, pues en la eleccin siguiente volvieron a ser ele-gidos como representantes.

    Durante esta gestin se realiz una importante actividad enmarcadaen un programa de promocin social del Estado financiado por el Fondode Solidaridad e Inversin Social (Fosis), cuyo objetivo principal fue con-tribuir a la valorizacin de la identidad del barrio (su historia y prcticastradicionales) y a fortalecer los lazos sociales y organizacionales de ste.Este proyecto consisti en la recuperacin de la tradicional Fiesta Santanina,que antiguamente celebraban los vecinos. La idea de hacer esta actividadsurgi de la conversacin de los dirigentes de varias organizaciones delbarrio, que participaron en la ejecucin de ella. La Junta de Vecinos coordi-n los trabajos.

    La sistematizacin de esta actividad fue presentada en el Concurso Me-jores Prcticas Urbanas del Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Fue consi-derada una de las mejores experiencias urbanas realizadas en la regin,por lo cual la Junta de Vecinos fue premiada con una pasanta a Espaapara tres personas, para conocer otras experiencias.

    La actual directiva, encabezada por Carmen Cruz Pealoza, ha conti-nuado esta labor buscando distintos caminos para fortalecer la identidady la recuperacin de la historia del barrio. Se continu durante dos aos laFiesta de Santa Ana y se han desarrollado desde entonces dos proyectosculturales financiados por el Fondo Nacional de las Artes (Fondart).

    Habiendo recuperado la Junta de Vecinos la legitimidad formal (comoente jurdico vlido), el desafo ha sido fortalecer su legitimidad social inter-pretando el sentir de la comunidad y asumiendo un rol definido: la tarea dereanimar los valores y revalorar la historia que encierra el barrio Santa Ana.

    Hoy an queda la misin de conectar la historia recuperada con unareflexin acerca del futuro del barrio y los desafos que deben asumir lacomunidad y la Junta de Vecinos.

    1.4 La Congregacin Salesiana y la importante labor del Colegio Santa Ana

    No cabe duda de que el Colegio y la Parroquia Santa Ana fueron partefundamental en la vida de los habitantes del barrio. Alrededor de esta ins-titucin se estructur la vida social del barrio; las madres se conocieron,los compaeros se hicieron amigos y compartieron momentos importan-tes de sus vidas y de la historia comn del barrio. Muchas de estas histo-rias son recordadas y transmitidas a las nuevas generaciones; no es extraoque hasta hoy los alumnos del Colegio Santa Ana y los hijos de aquellosque estudiaron ah escuchen de vez en cuando algn relato sobre los curasque se destacaron.

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    Fundacin de la obra salesiana en TalcaEn la historia de la Congregacin Salesiana4 en Talca destaca particu-

    larmente el nombre de una mujer que ayud a que la llegada de lossalesianos fuera realidad: doa Mariana Silva de Garcs. En su biografa,escrita por el padre salesiano Silvio Romoli, que la conoci muy de cercadurante veintitrs aos, ste destaca las virtudes cristianas y las dotes hu-manas de la que considera noble empresaria de la caridad.

    Doa Mariana, nacida el 21 de septiembre de 1829, fue la primognitadel matrimonio de Jos Antonio Silva y Agustina Vergara. Ambos pertene-can a familias pudientes, conocidas en Talca y en toda la Repblica. A losveinte aos se cas con don Eugenio Garcs Snchez, hijo de un acaudala-do agricultor, y se fueron a vivir a la hacienda El Peralillo, cerca de Curic.En El Peralillo conoci al seminarista Carlos Casanueva, quien ms tardellegara a ser arzobispo.

    Don Eugenio compr para su esposa una casa ubicada a un costado dela plaza de armas de Talca, adonde iba a menudo doa Mariana, especial-mente cuando sus hijos empezaron a estudiar. Ms tarde, esta casa fuellamada el Vaticano, por las frecuentes visitas de sacerdotes y religiosas.

    Al enviudar, doa Mariana debi hacerse cargo de la administracinde la hacienda de su marido. All viva preocupada del bienestar de suservidumbre e inquilinos; de su salud y de su familia, de que llevaran unacorrecta vida cristiana. Todos los aos enviaba un grupo de retiro espiri-tual a una casa en Talca y se haca cargo de los hurfanos y ancianos. Ora-ba mucho: todas las tardes rezaba el rosario con sus hijos y servidumbre yse preocupaba de que los domingos escucharan la misa entera, inclusolos temporeros empleados en su hacienda que no eran practicantes ni de-votos.

    En 1887, los salesianos llegaron a Concepcin y Punta Arenas, pero sufama se haba extendido por todo Chile. En Talca se deseaba ardientementeque vinieran a abrir una escuela-taller para los nios del pueblo. Esto selogr gracias a doa Dorotea Chopitea, dama chilena radicada en Barcelo-na y considerada la madre de la Congregacin Salesiana en Espaa. Apro-vechando una visita de don Bosco, el fundador de la Orden, a Espaa,doa Dorotea le arranc la promesa de enviar a sus salesianos a Talca. stafue la ltima casa aprobada por l, pues muri al ao siguiente.

    Cuando se supo que la venida ya era un hecho, monseor Casanuevareuni a un grupo de miembros del clero y de caballeros para que se hicie-ran cargo de la compra del edificio. Tambin form una comisin con lasprincipales damas talquinas para que se encargaran de habilitar el edificioy recibir a los salesianos. Como presidenta de este grupo de mujeres nom-br a doa Marina Silva y le dio el ttulo de mam de los salesianos. Ella

    4 La Congregacin Salesiana fue fundada por el educador San Juan Bosco en 1869. Elprimer grupo de misioneros salesianos que envi a Chile lleg al territorio deMagallanes. Luego se dispersaron por otros lugares del pas. Datos recopilados en elBoletn Salesiano No. 112 (noviembre a diciembre de 2000).

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    tom tan a pecho esa nominacin que durante veinticinco aos, hasta sumuerte, la obra de la orden de don Bosco va a ser su gran apostolado y elmbito ms fecundo de sus obras de caridad.

    En enero de 1888, seis salesianos, encabezados por el padre DomingoTomatis, salieron de San Carlos, Argentina, rumbo a Talca. Despus deatravesar la cordillera en mula llegaron a Santiago a tiempo para partici-par en las honras fnebres que se celebraron por la muerte de don Bosco.All trataron de retenerlos a toda costa para que abrieran la primera escue-la de Artes y Oficios (La Gratitud Nacional). Cuando se supo esto en Talca,cundi la alarma y doa Mariana escribi una enrgica carta a monseorCasanueva, exigindole que cumpliera su compromiso.

    En febrero de 1888 los salesianos llegaron en tren a Talca; el pueblo enmasa los esperaba, junto a autoridades civiles y religiosas. Una vez insta-lados en el edificio, organizaron la compra de la maquinaria y herramien-tas para los talleres e inauguracin de la Escuela de Artes y Oficios ElSalvador, ubicada en la calle 2 Sur entre 4 y 5 Oriente. En la nueva escuelafuncionaba un oratorio festivo, donde acudan los nios a catecismo y ajugar, pero el espacio se haca cada vez ms estrecho. Doa Mariana, apesar de que ya estaba muy enferma, se interes en la compra de una hec-trea en el fundo San Gabriel, donde se iniciaba la urbanizacin para con-vertirse en el Barrio Norte. Habl con el dueo, don Gabriel Letelier, queera su amigo, y compr el terreno por slo seis mil pesos. Dio un aporte deseiscientos pesos, pagando el resto en cuotas mensuales durante tres aos.

    Tambin all los salesianos tuvieron la amplia colaboracin de numero-sos cooperadores talquinos. As pudo ponerse la primera piedra del Ora-torio o Patronato Andrs Beltrami.

    Poco despus, el 6 de septiembre de 1913, muri doa Mariana Silva, alos 85 aos. Dej un legado de treinta mil pesos para el patronato en cons-truccin. Los salesianos y una gran multitud, agradecidos y apenados, ledieron el ltimo adis.

    El acta de fundacin, que se coloc junto a la primera piedra, dice: Enla ciudad de Talca a 17 de Diciembre de 1911, siendo Presidente de la Re-pblica el Excmo. Sr. Ramn Barros Luco; Intendente de la Provincia el Sr.Eduardo Orrego Ovalle () y Superior Salesiano el Sacerdote don LuisNai; el Seor Gobernador Eclesistico, sacerdote don Jos Luis EspnolaCobo, procedi a bendecir ante numerosos padrinos y piadosas e innume-rable concurrencia, la primera piedra de los edificios destinados al Orato-rio Festivo Andrs Beltrami.5

    El oratorio fue inaugurado a fines de 1913, junto con una capillaprovisoria dedicada a Santa Ana, durante la celebracin de los veinticincoaos de la presencia salesiana en Talca. Como era natural, se le puso elnombre de la querida mamita ya fallecida, gran impulsora de esta obra

    5 Boletn Salesiano No. 112 (Santiago, noviembre a diciembre de 2000).

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    en bien de los pobres, la cual, entre todas aquellas en las que particip, fuela ms apreciada por ella. Justificando el cambio de nombre, escribieron:... es una consecuencia natural de la gratitud y del cario hacia la personaque no midi dificultades y no escatim sacrificios con tal de dar vida auna institucin que consider salvadora para el pueblo y a la que consa-gr sus ltimas energas y todo su corazn.6

    El Colegio Santa Ana

    El Colegio Santa Ana fue fundado en Talca en 1915, ao en que se ini-ciaron las clases primarias con cuatrocientos alumnos. El terremoto de 1928,que destruy gran parte de la ciudad, redujo a escombros el PatronatoMariana Silva, el cual tuvo que cerrarse para proceder a su reconstruccin.Los salesianos continuaron viniendo los domingos, desde la Casa El Sal-vador, a celebrar misa y hacer catecismo entre los escombros. En agostodel mismo ao se repar el colegio y se reanud el ao escolar.

    En 1930, otro sismo volvi a destruir lo que se haba arreglado. Al pa-dre Enrique Buj se le orden cerrar todo y volver a Santiago. Sin embargo,el apoyo de algunos benefactores, especialmente de doa Lucrecia Encina,le permiti quedarse y comenzar de nuevo.

    Campamento del Club de Leones en el sector de La Suiza, en la cordillera, en cuyas coloniasveraneaban los nios de Santa Ana, 1959.

    El 24 de enero de 1936 se reanudaron las clases con 270 alumnos, y lacongregacin talquina fue elegida como Casa Salesiana independiente deEl Salvador, con una comunidad de tres salesianos.

    El barrio San Gabriel se fue organizando junto a la Casa Santa Ana. Losdomingos se repletaba el templo y, despus de la misa, todos pasaban alpatio donde coreaban la cancin nacional y se iniciaban las actividades

    6 Boletn Salesiano No. 112, cit.

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    deportivas. La fiesta de Santa Ana era de todo el barrio: nios y adultosrezaban en la iglesia, jugaban en las canchas y suban al escenario parapresentar dramas, sainetes y zarzuelas. La primera banda de guerra esco-lar de Talca fue de los nios del Colegio Santa Ana.

    Los nios de ese tiempo recuerdan al padre Buj por las avellanas quereparta entre los que asistan a catecismo, sacos que pona en la puerta delcostado de la iglesia. Sus enseanzas las haca con tteres.

    La mayora de las personas recuerda el patio, siempre repleto de niosy sacerdotes, y la pileta con plantas acuticas y peces dorados.

    En el teatro se hacan todas las actividades especiales del colegio y dela iglesia, y todos los domingos se exhiban pelculas religiosas, mexicanasy de jvenes artistas de moda en esos tiempos, como Roco Durcal, Enri-que Guzmn, Marisol, y otras de terror, como La Gorgona o La Tarntula.Como requisito para ir al cine, los nios deban ir a misa de las once de lamaana, donde se obtena el famoso punto que serva de entrada. Lavida para algunos nios era muy dura, pero la Iglesia aliviaba esas penasexhibiendo las pelculas que eran el deleite de la poca.

    Los sacerdotes del Colegio El Salvador atendieron al Colegio Santa Anaen un principio, hasta que se construy la casa para los sacerdotes en lacalle 11 Oriente con 6 Norte.

    La iglesia se construy al mismo tiempo que el colegio. En un comien-zo fue atendida por la Iglesia San Luis, ubicada en el vecino barrio LasHeras, en la calle 8 Norte entre 5 y 6 Oriente. All estaban todos los docu-mentos de los sacramentos hasta el ao 1955.

    El primer capelln y rector del colegio fue Daniel Meza. El padre Anto-nio fue el sexto capelln del colegio y el primer prroco de la iglesia cuan-do sta dej de ser asistida por la Iglesia San Luis.

    En la dcada de 1960, el colegio se volvi a cerrar por insalubre. En1962 lleg el prroco padre Sabino Servidei, quien se encarg de la recons-truccin de las salas y el teatro, a los cuales agreg un gimnasio techado.Bajo la direccin de este sacerdote se crearon la banda, el coro y muchasotras actividades atractivas para los nios. El benefactor fue Jos FonceaAedo, senador de la Repblica por aquellos aos.

    En el terremoto de 1985 la iglesia qued gravemente daada y ordena-ron destruirla, pero fue reconstruida en el perodo del prroco padre Julio,quien organiz a los grupos para reunir fondos mediante colectas puerta apuerta. Logrado el objetivo, la iglesia fue reinaugurada en 1989.

    En el ao 2001 se edificaron ocho salas ms, bajo la rectora de donBernardo Venegas Moscada. Hoy existen dos cursos para cada nivel, des-de jardn infantil hasta octavo ao. Es un colegio particular subvenciona-do. Su actual director y prroco de la presencia salesiana es el padre PedroPablo Cuello Ibez, y el subdirector es el hermano Juan Cifuentes.

    El padre Antonio Spillare

    El padre Antonio Spillare es uno de los curas ms recordados del ba-rrio. De l saben viejos, adultos y nios, y forma parte de la historia delbarrio y de la identidad de sus habitantes.

  • Los orgenes del barrio Santa Ana

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    Este sacerdote naci el 3 de abril de 1904 en Carr, Dicesis de Padova,provincia de Vivencia en Italia. Sus padres fueron don Pedro Spillare ydoa Mara Barbieri. Despus de terminar sus estudios bsicos ayud a supadre en las labores del campo; luego realiz el servicio militar, tras lo cualpidi entrar al Instituto Salesiano de Trento, en el ao 1926. Durante tresaos permaneci en el aspirantado, para luego comenzar el noviciado.7

    El padre Spillare lleg a Chile como misionero el ao 1931. Estudifilosofa y posteriormente realiz el tirocinio (perodo de aprendizaje yprctica) en el colegio salesiano La Gratitud Nacional, en Santiago, dondesobresali entre sus compaeros de noviciado. El 26 de noviembre de 1939fue ordenado sacerdote en el templo de La Gratitud Nacional. El ao 1943lleg a Talca, donde se desempe como director del Colegio Santa Anahasta 1951. Volvi el ao 1954 como cura prroco de la Iglesia Santa Ana,labor que desempe hasta 1961.

    Al padre Antonio le tocaba solucionar todo tipo de problemas, inclusorias y conflictos conyugales y familiares. Era muy alto y se trasladaba enuna bicicleta grande, con la sotana arremangada, piteando con su bocinapara avisar que vena, siempre con los nios corriendo tras de l a la espe-ra de las golosinas que cargaba en un gran bolso de cuero. Llegaba a casitodas las casas, trayendo o consiguiendo lo que se necesitara para solucio-nar problemas.

    Se cuenta una ancdota que sucedi entre el padre Antonio y don JuanBulo, dueo del almacn El Pobre Diablo. Muchos vecinos relatan estahistoria. En una oportunidad, un nio que haba ido a comprar al alma-cn fue maltratado por don Juan. Al saberlo, el padre Antonio fue a lla-marle la atencin. Al llegar, lo reproch indignado, lo tom por loshombros, lo sacudi y, como estaba mal parado, se cay cuan largo era. Elpadre se retir molesto por la injusticia. Esto corri de boca en boca por elbarrio, contado por cada persona a su manera. Como la situacin debaser reparada para que el nombre del padre no fuera descalificado, se pre-par un encuentro en el teatro entre el padre y don Juan. Todos pensaronque el padre no perdonara tremenda falta y que habra una nueva discu-sin. El teatro se llen y ambos personajes subieron al proscenio, uno porcada lado. Dicen que era impresionante verlos, pues los dos eran de grantamao. Cuando estuvieron uno frente al otro se dieron un gran abrazode reconciliacin, tras lo cual hubo un gran silencio y luego un aplausosinfin. As qued todo saldado.

    Se destacaba por ser un cura muy alegre; siempre en las fiestas comu-nitarias aportaba con una nota de humor o de arte a travs de sus bromaso poesas.

    Todos esperbamos sus versos o sus canciones al trmino de los ejerciciosespirituales, lo que haca con su fuerte vozarrn y caprichosos movimien-tos, tanto ms graciosos por la altura de su fsico, que bordeaba los dosmetros. Saba servirse de todo tipo de artificios que lograsen concentrar

    7 Datos recopilados de la Carta Mortuoria, escrita por el P. Bernardo Bastres, director de lainspectora salesiana San Gabriel de Arcngel, el 20 de abril de 1995.

  • Santa Ana, donde la ciudad tiene memoria

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    la atencin de nios y adultos. Todo entraba en el sermn! Lo vimos pre-dicar usando juguetes, tteres, cruces; en ocasiones recurra a la dramati-zacin, saltaba, corra o usaba falsetes, para que sus muecos transmitieransus enseanzas, que el recurso de la alegra grababa en sus oyentes.

    Tras ese hombre robusto y recio, asomaba, en ocasiones, un alma de nio,porque su sencillez era la de un nio en el que no hay doblez. Cuntasveces se le vio cargar sacos de papas, cocinar, barrer, hacer de todo unpoco para servir a los nios y pobres. Por cario a los pobres, siempre,donde fue, organiz comedores para los nios y ancianos. l mismo coci-naba, serva a las mesas y regalaba, junto al pan, una sonrisa y la alegrade saber que era al mismo Seor a quien daba de comer. 8

    Esta vocacin por ayudar a los dbiles y pobres le signific una injustay falsa acusacin de extremista. El ao 1974, estando en Quillota dedica-do a entregar asistencia religiosa a los presos, fue detenido por la Direc-cin Nacional de Inteligencia (DINA), interrogado y torturado. Slo fuedejado en libertad al cabo de varios das.

    Como director de Santa Ana, comenz la construccin de la Casa para losSalesianos. El mismo colaboraba en la construccin. Un da que el obispoManuel Larran lo encontr sin sotana pintando el colegio, le pidi: Llma-me al padre director, por favor. El padre Antonio baj de la escalera, fue alsegundo piso, algo se lav y, ya con la sotana puesta, baj a saludarlo consonrisa de nio Excelentsimo Monseor!, y le bes la mano al obispo.

    En la entrada norte de Talca, en Lircay, levant una capilla triangular,construy un va crucis con un gigantesco calvario, y una escuela rural.9

    Sentado al medio, el padre Antonio.

    8 Carta mortuoria, cit.9 Carta Mortuoria, cit.

  • Los orgenes del barrio Santa Ana

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    Despus de varios aos alejado de la ciudad de Talca y de su queridoSanta Ana, habiendo por muchos aos servido a la comunidad de Catemu,donde tambin dej parte de su corazn, volvi a Talca en el ao 1987.Esta vez su labor la realizara como colaborador de la Casa El Salvador.Pero regres al ao siguiente a Catemu, donde permaneci hasta el ao desu muerte, la que ocurri el 7 de diciembre de 1993 en La Cisterna, Santia-go. Tena 89 aos, de los cuales 62 los pas en nuestra patria, que sin dudatambin fue la suya.

    El padre Sabino Servidei

    Otro de los directores y curas ms recordados del Colegio Santa Anafue el padre Sabino Servidei Foratti. Lleg a Chile cuando apenas tenadiecisis aos, al departamento de ltima Esperanza en Puerto Natales enla Provincia de Magallanes. Se hizo cargo de la direccin del Colegio SantaAna en el ao 1961. Infundi un nuevo estilo en la direccin del colegio, enla relacin de la escuela con el vecindario del barrio. Construy el famosoRancho Chileno para que los vecinos y los jvenes celebraran ah las fies-tas patrias.

    Al principio entraron con timidez los vecinos a saborear las ricas empa-nadas de horno y el reconfortante trago de vino. Despus se acercaron lasbuenas mozas muchachas de nuestro pueblo a bailar con gracia la autn-tica cueca chilena. Los conjuntos folclricos de Maruja Carrillo Alma deChile y otros, llegaron a dar realce y categora artstica a este rancho deSanta Ana. Pronto todo el mundo bail y ri y ahora lo hacan hasta lasdevotas seoras que al principio miraban todas ruborizadas las innova-ciones del padre Servidei. (La Maana, 2 de febrero de 1964)

    Sentados, el padre Quinta, el padre Sabino Servidei y el padre Machuca. Colegio Santa Ana,1996.

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    El padre Sabino cre el coro de nios de Santa Ana, y organiz y dirigiel coro de los recluidos de la crcel pblica. Cada Navidad armaba un her-moso pesebre con decenas de piezas, que era la atraccin de los nios. Bajosu direccin se construyeron las salas de clases que an hoy se utilizan, des-pus de que las antiguas quedaran destruidas por el terremoto de 1960.

    Construccin de la sala de clases. Sacerdotes y profesores del Colegio Santa Ana, 1962.

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    Captulo 2Familias y personas destacadas del barrio

    La mayora de las familias llegaron desde lugares rurales de los alrede-dores de Talca. Algunos buscando mejores posibilidades, otros por los es-tudios de sus hijos, debieron comprar o arrendar y radicarse en este barrio,donde terminaron quedndose definitivamente. Este captulo cuenta bre-vemente la historia de algunas de las familias ms antiguas del barrio y lasque se destacaron especialmente.

    Familia Correa

    Don Miguel Demetrio Correa Bustos fue un hombre muy adinerado,que con el producto de su trabajo como agricultor y ganadero fue com-prando casas, terrenos y fundos. Uno de los sitios que compr estaba ubi-cado en el barrio Santa Ana, donde era dueo de toda una manzana. Conel paso de los aos fue perdiendo las propiedades, debido a los malos ne-gocios que hizo su abogado, hasta que a su fallecimiento la fortuna estabatotalmente disminuida.

    Desde un comienzo, en la propiedad ubicada en el barrio vivi donAdrin Correa, uno de sus hijos. Con el paso de tiempo y la prdida de lasdems propiedades, don Adrin lote la manzana y vendi parte del te-rreno. Slo qued en su poder la casa donde hoy vive la familia, en la calle8 Norte, entre 7 y 8 Oriente, que ha visto pasar ya a seis generaciones. Anviven all cuatro hijas de don Adrin, con sus respectivos hijos.

    Don Adrin Correa ms conocido como don Lula fue negociantede animales. En sus buenos tiempos, cruz por nuestras calles con cientosde cabezas de ganado para la feria. Los aos se fueron dando malos y suinversin decay; no as su tesn, pues con mucho trabajo l y su esposa,doa Leopoldina, sacaron a sus hijos adelante. Ella, a pesar de la difcilsituacin, cri a un nio que encontr abandonado en el fundo donde suesposo trabajaba de administrador, el que fue un hermano ms en estafamilia.

    La nica casa que esta familia conserv fue la del barrio. All hacanchacra y vendan verduras y flores. Don Lula tuvo que trabajar como jar-dinero en la Universidad de Chile y, al momento de jubilar, lo haca comosereno en el Estadio Fiscal. Sus hijas dicen sentirse orgullosas de sus pa-dres. Fueron esforzados y nos dieron mucho cario, afirman.Actualmente sobreviven a don Lula ocho hijos, diecisis nietos y ocho bis-nietos.

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    Familia Jara NaranjoEn la calle 9 1/2 Oriente con 7 Norte, en 1860, la bisabuela de don Oscar

    Jara Daz, esposo fallecido de la actual propietaria, doa Celsa Naranjo,compr una casa. La abuela Queca, como la llamaban, lleg a vivir all consu hija, Rosa Elvira Valds. Rosa Elcira Daz, nieta de doa Queca e hijanica de doa Rosa Elvira, fue inscrita en el Registro Civil el ao 1903,cuando tena cerca de siete aos. Se cas con don Vctor Manuel Jara ytuvieron cuatro hijos. El mayor, don Oscar Jara Daz, naci en 1925, seeduc en el Colegio San Francisco, trabaj en la Imprenta Salesianos; secas con la seora Celsa Naranjo, con quien tuvo nueve hijos. l y su fami-lia siguieron viviendo en esta antigua vivienda, que hoy ocupan doa Celsa,cuatro de sus hijos y cinco nietos.

    Los descendientes de don Oscar Jara son 38 personas, muy unidas yque guardan gran afecto por doa Celsa. sta participa en muchas activi-dades de la Iglesia, y es considerada una muy buena vecina por su perma-nente solidaridad con ellos, sobre todo cuando han estado enfermos. Hacobijado bajo su techo a todos sus hijos casados, hasta que han construidosu propio hogar.

    Doa Marcolina Jara

    La seora Marcolina Jara lleg al barrio el ao 1911, desde Pencahue.Tena el don de la santiguacin,10 aprendido de su suegra. Haba perdi-do a su hijo por el mal de ojo, que los mdicos no reconocan como en-fermedad, y desde entonces luchaba contra este mal. Tambin quebrabael empacho y todos acudamos a ella en busca de solucin cuando tena-mos estos problemas. En los velorios era infaltable; cantaba plegarias consu guitarra, rezaba y contaba cuentos. Su hija agrega: no s de dondesacaba tantas historias. Le gustaba saludar a sus vecinos y parientes conparabienes y cogollos en santos o cumpleaos, lo que haca a las seis de lamaana en la puerta del agasajado. Al padre Antonio le hizo un cogolloque deca as:

    Para usted mi padre Antonio,cebollita en escabeche,todos los nios lo quierenporque tiene buena leche.Ya se casaron los noviosy quedaron bien casadoscon la bendicin de Diosy la del cura pelao.

    10 Santiguar es uno de los componentes del folclor mdico chileno relacionado con elalumbramiento, en este caso una accin destinada a preservar la vida de la criatura.Puede realizarse de distintas formas, las que son efectuadas por mujeres de ms edadque saben hacerlo. Para los otros elementos del folclor mencionados en el texto, pue-de verse la obra de Oreste Plath, en http://www.uchile.cl/cultura/oplath/obramain.html (Consultado 12/01/2005).

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    Cuando qued viuda sus hermanos le regalaron una pequea casa, puesella haba perdido un terreno que haba empezado a comprar a don LuisMadrid. Don Luis tena un almacn, y de ste sac mercadera para devol-verle a doa Marcolina lo que ella le haba abonado por el terreno.

    Familia Albornoz Silva

    Este matrimonio est relacionado con dos familias importantes de lazona. Ella, la seora Loly Silva, es hija de don Jos Luis Silva Araya, re-nombrado pastor que, junto a su feligresa, construy la primera iglesiaevanglica pentecostal en el barrio, ubicada en el calle 6 Norte esquina 9Oriente. l, don Adrin Albornoz, pertenece a la familia de empresariosde microbuses a Gualleco.

    El padre de don Adrin compr la casa de la calle 9 1/2 Oriente entre 7y 8 Norte el ao 1948, para que sus hijos vinieran a estudiar a la ciudad. Leencarg el cuidado de sus hijos a la familia Araya, a cambio de vivir en lacasa y del pago de una pensin. Era una familia numerosa, la mayoracolorines y de baja estatura. Vendan harina y carbn, que guardaban enuna gran bodega del largo de todo el terreno, ubicada junto a la casa. Allse albergaron cinco familias damnificadas por la inundacin de 1953, cuan-do se desbord el canal Sandoval, que fueron atendidas por la Municipali-dad y por la Iglesia Pentecostal.

    La familia Araya vivi en esta casa durante 36 aos, hasta 1986, cuandodon Adrin le compr la propiedad a su padre y la comenz a reparar a finde traer a su familia, que por ese entonces viva en otro sector de Talca.Para los cuatro hijos de don Adrin y doa Loly el cambio de barrio fuefrustrante, pero acabaron acostumbrndose.

    Hoy sus hijos ya no viven ah; se casaron y se fueron del hogar. El nicovarn, Fernando, se fue a estudiar a la Escuela de Suboficiales de Carabi-neros y hoy es teniente en la guardia del Palacio de La Moneda. Los pa-dres estn orgullosos de sus cuatro hijos y un poco ms por l, porque apesar de vivir en un ambiente uniformado, con otras costumbres y valo-res, no ha abandonado sus principios y su fe, ni los ha escondido.

    Fernando ha sido condecorado en varias oportunidades y sus padres hanparticipado de todos esos momentos y los han atesorado en su corazn.

    Familia Barrios Gonzlez

    La familia Barrios Gonzlez, oriunda de Coipu, lleg al barrio el ao1954 en busca de una buena educacin para los hijos menores. Don EliecerBarrios, el padre, era comerciante y agricultor, tuvo once hijos con doaPerpetua Gonzlez. Casi todos ellos, a pesar de haber estudiado distintasprofesiones, terminaron siguiendo los pasos de su padre, es decir, hacin-dose comerciantes y agricultores.

    Mientras los menores estudiaban, las hermanas mayores, Tomasa,Emelina y Honorinda, se turnaban para venir a la ciudad a cuidar a sushermanos. Los padres pasaban aqu el invierno, hasta que en su vejez sevinieron del todo.

  • Santa Ana, donde la ciudad tiene memoria

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    La vida ha golpeado duro a la familia Barrios Gonzlez: han perdido asus padres, al hermano menor, fallecido trgicamente, a un sobrino y, hacepoco tiempo, al esposo de la seora Emelina, don Alcides Labra.

    A partir de los diez hijos sobrevivientes la familia ha crecido lentamen-te: hoy incluye 27 nietos y 16 bisnietos. En esta ltima generacin, la de losbisnietos, hay doctores, enfermeras, abogadas, profesores y tcnicos.

    Los dems parientes han elegido nuestro barrio para vivir. Casi en cadacuadra hay dos o tres casas de su propiedad. Dicen que es un barrio buenoy que tienen vecinos amables.

    Familia Cornejo Molina

    sta es la familia a la que pertenezco. Mis abuelos emigraron de Nirivilocon cuatro hijos pequeos. Vinieron a vivir cerca de San Clemente, params tarde irse a Tres Montes, cerca de Maule. Recin casado, mi padreemigr de all al sector del cementerio de Talca. Trabaj en dos lugaresantes de entrar a laborar en la Arrocera Miraflores, donde se desempepor 33 aos. En 1957 lleg al barrio, a la calle 8 Norte con 9 1/2 Oriente. En1958 compr su casa en 9 1/2 Oriente con 7 Norte. La termin de edificar,amplindola, pues ramos una familia numerosa. Haba mucha necesidadde espacio, pues en esa misma casa vivieron tambin primos que llegarona estudiar y tos que venan a trabajar. Adems, estuvieron aqu cuatrojvenes de la familia Seplveda Maureira, que hoy aoran el barrio ya quedejaron amigos y compaeros apreciados grandemente. Mis padres fue-ron padrinos y paps sustitutos que ellos recuerdan con cario. En estacasa nacieron mis ltimos cinco hermanos. Crecimos, nos educamos y al-gunos se fueron casando y abandonando poco a poco el hogar. La casa fuequedando vaca, pero llena de recuerdos, de mesas largas que se achicaronpara que la ausencia no doliera tanto. As se fueron transformando loslugares de ayer, para no aorar la niez ni la juventud perdidas.

    Familia Jaque Meja.

  • Familias y personas destacadas del barrio

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    Familia Jaque MejaLos Jaque Meja son una familia cuya caracterstica ms recordada es

    un profundo espritu hospitalario. Don Floridor, dueo de casa, era nego-ciante en animales. Junto a su esposa, doa Amelia Meja, ms conocidacomo la seora Nely, tenan una carnicera y chanchera donde tambin sepreparaban cecinas. De sus hijos, algunos tambin son comerciantes y otrosson dueos de camiones.

    La seora Nely atenda a cuantos pasaban por su casa caminantes,extranjeros y trabajadores como si fueran miembros de su propia fami-lia. Algunos se quedaron all hasta su muerte. Los ms recordados sonKeyochi y Kenyi, ambos japoneses; Dbora, que era francesa; Edu, un bra-sileo; Willy Salas, apodado El Socio o El Rinso; Luis Lepe, Manuel Jess,Fernando Gutirrez, Lilo Valds, Tagita, el Cheche, El Rucio Lara, la se-ora Brgida y otros ms. Todas las personas que llegaron a trabajar a estelugar lograron independizarse, tras adquirir sus propios negocios o ca-miones.

    Doa Nely falleci hace pocos meses. Le sobreviven 9 hijos, 42 nietos y23 bisnietos.

    Familia Jaque Jaque

    Don Filo, hijo del matrimonio Jaque Meja, junto a su esposa, doa MaraJaque, tambin viven en el barrio. Su casa est ubicada en la calle 9 1/2Oriente entre 7 y 8 Norte. Han acogido en su hogar a sus hijos casados, yhoy estn rodeados de nietos y hasta bisnietos.

    La seora Mara Jaque es una persona luchadora, siempre sonriente,hospitalaria, que ha dado un buen ejemplo de fe, esperanza y fortaleza,demostradas en la partida de su esposo y luego de su hijo. Debo destacarque ha brindado su dulzura a vecinos y parientes y, sin lugar a dudas, esquerida, respetada y admirada por todo el vecindario.

    Familia Jaque Jaque

    Esta familia no est emparentada con la anterior por el lado Jaque, apesar de tener los mismos apellidos.

    La seora Amelia Jaque Rodrguez, la mujer de la familia, es una lu-chadora incansable. Trabaj junto a su marido, Floridor Jaque, por darleseducacin a sus ocho hijos. Se amaneca junto a la mquina de coser paraayudar a su esposo a llevar adelante el hogar. Habla con orgullo de lo quehan logrado sus hijos y los nietos que han criado.

    La historia de esta familia no ha estado exenta de dificultades; el ao1964 sufri el incendio de su casa. Con esfuerzo lograron salir adelante.Hoy da tienen dos casas.

    Este matrimonio ha participado activamente en la Junta de Vecinosdesde hace aos.

    Familia Rivera PezoaDon Eduardo, ms conocido como don Rivera, lleg al barrio el ao

    1932. All conoci a la seora Hermosina Pezoa, de la cual se enamor y

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    con quien se cas el ao 1939. En 1945 compraron su casa, ubicada en lacalle 9 1/2 Oriente entre 8 y 9 Oriente, y la adecuaron a sus necesidades,pues don Rivera era maestro carpintero, de carrocera y de vehculos detransporte, oficio que hered a sus hijos Gerardo y Checho. Era conocidotambin en otras partes de Talca, pues tena una numerosa clientela. Fuechofer de la bodega de vino de don Luis Armando Celis, otro propietarioadinerado del barrio.

    La familia Rivera supo vivir en armona aun despus de la partida desus padres. La hermana mayor, Norma, se hizo cargo del patrimonio fami-liar, y hubo tanto respeto y amor entre ellos que nunca se ha sabido de laexistencia de algn problema que los separe De los cuatro hermanos, doshombres y dos mujeres, hoy viven solamente los hombres, Gerardo yChecho. Nlida, la hermana menor, fue mi amiga de la infancia, y en ella ysu hermana encontr siempre afecto, apoyo y buenos consejos.

    Familia Berros Seplveda

    El primer dueo de la casa que se encuentra en la calle 5 Norte esquina9 1/2 Oriente fue don Juan Berros Daz. Se cas con la seora CarmenSeplveda Barrios, que viva en Santa Ana desde el ao 1913. De este ma-trimonio naci Miguel Berros, quien se cas con doa Rosa Cancino, conla cual tuvo cuatro hijos.

    Esmeralda Berros, una de las hijas, se cas con Osvaldo Opazo, conquien se conocan desde la niez, pues fueron hermanos de leche ypololearon desde la adolescencia. Hoy este matrimonio es dueo de lossupermercados Diproc y Megafiesta, y abri otro supermercado en el sec-tor de Las Colines. Dicen tener muy buenos recuerdos del barrio, inclu-yendo los comienzos de su hermano Juan con la botillera So Paulo. DonOsvaldo empez con un pequeo almacn llamado El Pichicho, donde antesestaba el almacn La Gaviota, de don Rmulo Melo.

    Hoy trabajan todos juntos y ayudan en las actividades del Colegio San-ta Ana y al Hogar San Jos. La seora Carmen vive con todos sus hijos enel sector de La Florida, en Talca.

    Familia Hernndez Escobar

    Don Armando y la seora Eufemia llegaron al barrio en 1941, prove-nientes de San Javier y recin casados, cuando l fue trasladado a Talcapues trabajaba en la compaa de ferrocarriles. Primero arrendaron, mien-tras edificaban su casa. Pusieron un almacn y botillera, que se llam ElCaballo Negro. Tuvieron nueve hijos, todos ellos profesionales. Dos de ellosviven en el extranjero.

    Cecilia Hernndez, una de las hijas, fue dirigente vecinal. Ofreci sutrabajo a la Junta de Vecinos porque, gracias a la labor realizada por mu-chos de sus dirigentes, ella y sus hermanos haban podido estudiar. Dehecho, las compras de los vecinos en el negocio familiar permitieron quesus padres les pagaran los estudios.

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    Seora Isabel AcevedoLos Acevedo son otra familia que se ha ido del barrio, pero uno de sus

    miembros ha vuelto, como si no pudiera sacar sus races de ac. Es IsabelAcevedo, enfermera del hospital a la cual recurrimos cuando alguien deac necesita atencin mdica y que nos hace sentir que nuestros enfermosestn seguros cuando ella los visita para informarnos de su salud. Es hijade don Juan Acevedo, carabinero que lleg de San Rafael al retn SanGabriel. Vivieron en la esquina de 10 Oriente con 8 Norte. Ella aora a supadre, y tambin guarda memorias de sus vecinas, a pesar de que algunasya han fallecido. Hace especial mencin de la mam de los Valenzuela,con cuyos hijos estudiaba para entrar a trabajar al hospital. Recuerda cmoles preparaba caf y los alimentaba, adems de apoyarlos y acompaarlos.

    Cuando su madre, la seora Sara, se enfermaba, su vecina, la seoraRosita de Len, la cuidaba y la llevaba al hospital; se preocupaba de aten-der a los nios y no se iba a su casa hasta dejar todo ordenado. Eran gestostan solidarios, que doa Isabel jams podr olvidarlos. Recibi un ejemplode servicio que la ha marcado para siempre.

    La seora Isabel admira con respeto a todos sus vecinos. La seoraRaquel Loyola, una de sus vecinas, la ayud cuando ella estudiaba enfer-mera, cuidando a su pequea hija, llevndola al colegio, etc.

    Familia Cruz Pealoza

    En el ao 1962 lleg a la calle 9 Oriente con 8 Norte la familia CruzPealoza. La seora Nora Pealoza recuerda la historia de su casa. Fue latercera en construirse en su calle, y en un comienzo fue utilizada comomatadero clandestino. Cuando ellos llegaron, el sector no estaba urbani-zado. Recuerda las noches estrelladas, el croar de los sapos y las acequiascon aguas muy sucias. Al frente de su casa, donde hoy est el Hogar ElDespertar, se encontraba el Centro de Madres Diego Portales, donde ellaparticipaba. No puede olvidar que en una oportunidad sali elegida comoreina del Centro de Madres, situacin que le trajo mucha alegra, pues re-forz su autoestima.

    La seora Nora ha sido parte por casi 38 aos del conjunto folclricoVilla Lircay, al que pertenecen varios miembros de su familia. Este conjun-to, uno de los ms antiguos y conocidos de nuestro barrio y que se encargade amenizar cualquier actividad de la comunidad, es dirigido por don LuisSeplveda. Las primeras misas folclricas que se hacan en la parroquiade Santa Ana eran cantadas por ellos.

    De los hijos de la seora Nora, Amrico Cruz es rbitro deportivo ypresidente del sindicato de suplementeros, reconocido en el barrio por laforma en que, muy temprano cada maana, pregona sus diarios y revistas.Bernardita trabaj en educacin en liceos y escuelas, particip en activida-des parroquiales y fue pionera de las colonias Villa Feliz. Carmen actual-mente preside la Junta de Vecinos; es la decoradora floral de la iglesia,sobre todo en matrimonios, bautizos y ceremonias especiales en que laiglesia necesita ser adornada con ms esmero. Ral tambin es

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    suplementero, y atiende el kiosco frente al CREA (Centro Regional de Abas-tecimiento), donde es ampliamente conocido.

    Tambin estn sus hermanos Elba, Carlos y Checha. Elba fue reina debelleza del Club Deportivo Unin del Norte. Carlos trabaj de garzn pormuchos aos en el Hotel Plaza. Checha es la que ms aora el barrio, yaque vivi toda su juventud en l; perteneci al Centro Juvenil Blue Demon,donde conoci a su esposo, Alberto Morales. ste trabaj en la Iglesia San-ta Ana, donde se destac por su correccin y su gran calidad como funcio-nario. Era tan delgado, que lo apodaban El Coligue.

    Don Homero Cruz, el padre de esta familia, es recordado como un hom-bre muy amistoso; cada 18 de septiembre preparaba un ponche que pona enla ventana y, acompaado de buena msica chilena, invitaba a sus vecinos abrindar y a bailar un pie de cueca para celebrar el aniversario de la patria.

    Familia Cceres Espinoza

    La seorita Matilde Cceres cuenta con orgullo lo esforzado que eransus padres. Su padre, don Miguelito Cceres, trabaj en la panadera SanLuis en su juventud, pero luego se independiz e instal su propiaamasa