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Libro: Sustentabilidad. Educar al Hombre, Cultivar la Tierra. 2013. JGMT. Autor: Jorge Galo Medina Torres ISBN: 978-3-8473-5638-7 Biblioteca de Tópicos Culturales
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Sustentabilidad
Educar al Hombre, Cultivar la Tierra
Jorge Galo Medina Torres
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3
Agradecimientos
En el crisol de la vida encontramos toda la diversidad de momentos y estados mentales
que van desde aquellos imperceptibles cual sustancia etérea, pasando por los líquidos
que fluyen de manera incesante, hasta los más sólidos, que parecen no apartarse de uno.
Todos están incluidos en la elaboración de la presente obra; desde las experiencias más
agradables y significativas hasta aquellas que se comparten con angustia y desgaste.
Siempre es deseable tenerlo en cuenta para no perder la perspectiva y mantener el
equilibrio correcto. El genotipo heredado de nuestros ancestros, el fenotipo adquirido en el
arroyo de la vida, la instrucción doméstica y escolar, y la influencia del medio se suman y
se funden en una mezcla irreconocible. Individualidad y diversidad aparecen y
desaparecen. Somos el resultado de muchas fuerzas y factores, de gente cercana y no
tan cercana con quienes convivimos, o que indirectamente ejercen un influjo a través de
su actuación política, histriónica, heroica, ejemplar; de personas que conocimos a través
de su obra escrita, de la música creada o de los inventos que usamos; e inclusive de
aquellas de las cuales nuestra vida depende al transportarnos sanos y salvos por tierra,
mar o aire.
Tengo un testimonio de gratitud para mis nietos Jorge Gahlo, Mia, Jorge Cesar y
Anapaula por refrescar mi capacidad de asombro y a quienes deseo hayan heredado sólo
lo mejor. A mis hijos Gaysi, Jorge Galo y Silvia Lizbeth, que siempre me sorprenden con
cosas nuevas y mejores. A mi esposa Silvia, que ha compartido con gran ecuanimidad
todos mis sueños y angustias. A mi madre y hermanos que invariablemente están al
pendiente de mis derroteros. A mi familia ampliada de tíos, sobrinos, primos, consuegros
y cuñados. A mis compañeros de la Universidad, que empujan y jalan, que retan y alertan.
A los cientos de compañeros y colegas con quienes he compartido tareas en el servicio
público. A los autores y participantes de los proyectos que aquí se mencionan. A los
amigos en que uno encuentra respaldo, oídos y consejos honestos. A mis editores que
desenredan y ordenan mis ideas arrebatadas y confusas y que enredan y desordenan las
más coherentes. A los jóvenes de edad y mente. A mis padrinos espirituales. A los que
sueñan, escriben, actúan, hablan y creen en la sustentabilidad.
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En especial a mi Alma Mater, que aún vibra con la porra ‘Arda Troya y en combate
muera Marte’ y que nos refresca la conciencia día a día con su inmortal lema ‘Alma Terra
Mater’, ‘Tierra es la Madre que Alimenta’
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Dedicatoria
Toda historia humana digna de emular y de elogiar es aquella que comparte con entereza,
sabiduría y ecuanimidad, y trata por igual, a dos obsecuentes y manipuladores
personajes: Triunfo y Desastre. Este libro está dedicado a todos ellos, –sean hazañas
deportivas, logros intelectuales o acciones filantrópicas– quienes por encima de penurias,
con humildad en los éxitos, y con actitud perseverante han teñido con matiz indeleble el
polícromo lienzo de la vida. Soy un fanático de las biografías vibrantes, heroicas, vívidas,
paradigmáticas, que enseñan y cuyas acciones perduran el paso de los tiempos.
Un hombre de esos alcances, al morir hace apenas 100 años deja en su
testamento el desiderátum de crear una escuela de agricultura. De oficio agricultor,
conocedor y con estudios realizados en Europa y los Estados Unidos, éste hombre tuvo la
valiosa oportunidad de aprender el valor de la ciencia y la tecnología aplicada al cultivo de
la tierra. Adelantado a su tiempo, fue un hombre a quien le venía como anillo al dedo la
frase del Nobel Norman Bourlaug: "Para producir hay que dejar las oficinas, salir al campo
y ensuciarse las manos ya que es el único lenguaje que entienden las plantas y
animales”. Y no sólo dejó oficinas y pisó el surco, sino que depuso todo un legado
visionario para la humanidad. Me refiero a Don José Antonio Narro Rodríguez, en cuyo
honor se llama a nuestra Alma Mater, Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, institución que hoy constituye el más elevado reconocimiento a su sueño y visión de crear
una escuela para el campo. Vincular educación y campo, en una época en que el olor a
pólvora revolucionaria aún prevalecía en el ambiente, habla de su profunda convicción
acerca del cometido que tiene la educación para el progreso social; y de la prioridad que
tiene en el desarrollo social el brindarles alimentos de calidad mediante profesionistas
formados para hacer producir la tierra. Su herencia representa la lucha más inteligente
que un hombre puede hacer para combatir a dos de los más perniciosos adversarios de la
humanidad: la ignorancia y la inopia. Su decisión se significa por considerar a la
alimentación el primer elemento para el desarrollo de un pueblo.
A la sustentabilidad de ese desarrollo le corresponde conjuntar los otros aspectos
indispensables para acometer a plenitud la responsabilidad social del desarrollo, como lo
son la educación, el empleo, la salud, la paz y seguridad, el combate a la pobreza, la
inversión productiva, la activación de la economía y el aprovechamiento tecnificado de los
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recursos naturales. Don Antonio Narro es un modelo a seguir por aquellos que aspiran a
dejar huella, a impactar la vida de otros y a contribuir a construir un mundo mejor, más
justo y habitable.
Otro gran hombre, Ingeniero Agrónomo, Doctor, Genetista, Fitopatólogo,
humanista, padre de la agricultura moderna y de la revolución verde, quien al cumplir 91
años, fue informado que él era personalmente responsable de salvar las vidas de 2000
millones de personas. Él fue el responsable del mejoramiento genético del trigo y maíz
para climas áridos. Pero por increíble que parezca esta historia y todos los créditos que
ha recibido, entre otros el Premio Nobel de la Paz, creo que él no fue la persona que salvo
a los 2000 millones de gente. La persona fue un hombre llamado Henry Wallace, Vice
Presidente de los Estados Unidos en el mandato del Presidente Roosevelt y que había
ocupado previamente la Secretaría de Agricultura. Con el poder investido en su Vice
Presidencia, Wallace creó un Centro Experimental y de Investigación en México para el
mejoramiento genético del maíz y trigo y contrató a un joven para hacerse cargo de ella;
que si bien recibió el Premio Nobel, en verdad fue Wallace con iniciativa el que es
responsable de salvar a más de 2000 millones de almas de las hambrunas. Pero,
vayamos despacio...tal vez no haya sido Wallace el responsable de ello, el que debe
cargar con ese crédito. Me parece que fue George Washington Carver, sí, el de los
cacahuates, el responsable. Este hombre, cuando tenía 19 años estudiaba lechería con
un profesor de la Universidad Estatal de Iowa, quien permitía a su pequeño hijo de 6 años
a que hiciera exploraciones botánicas durante los fines de semana, bajo la tutela de aquel
joven y brillante estudiante. George, lo hizo de tal forma que modeló la vida de aquel niño
–llamado Henry Wallace– y le inculcó la visión del futuro y de lo que se podría hacer con
las plantas para ayudar a la humanidad. A pesar de que a George Washington Carver se
le conoce más por sus trabajos con los cacahuates, el camote o batata y los huertos de la
'victoria', el trabajo de fines de semana con el pequeño Wallace tal vez sea lo que más
significó en la vida de millones de personas. Pero, tal vez no sea el propio George el que
merezca esa distinción. Creo que tiene que ser un agricultor de Diamond, Missouri. En
ese lugar existía un agricultor llamado Moisés casado con Susana, que aunque vivían en
un estado de esclavos, no creían en la esclavitud. Por ello, los famosos guerrilleros
llamados los Quantrill's Raiders, atacaron su rancho, quemaron su granero, mataron a
varios trabajadores y secuestraron a una mujer llamada Margarita que no dejo que se
llevaran a su hijo llamado George. Puesto que Margarita era la mejor amiga de Susana,
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Moisés se puso a negociar con los bandidos para que Margarita y el bebé George fueran
puestos en libertad. Una noche fría, se realizó el intercambio de un caballo negro por lo
que los bandidos entregaron en un saco. Ahí dentro, se encontraba casi congelado y
desnudo el bebé, al cual metió dentro de su ropa, lo calentó con el vapor de su boca y se
lo llevó de regreso a casa, haciendo la promesa en esa noche helada, de que lo cuidaría y
educaría en honor a su madre Margarita, la cual él sabía ya estaba muerta. En esa noche,
el agricultor le dio su nombre al bebé y de esa manera Moisés y Susana criaron y
educaron al niño George Washington.
Esta bella y verídica historia es la de ‘Norman Borlaug’; narrada por Andy Andrews
–La Maleta, 2009– para ilustrar un principio de vida, además de referirse a un hombre que
estuvo muy cerca de los agrónomos mexicanos y en particular de muchos egresados de
la UAAAN, ilustra como el crédito que un hombre recibe en su vida, de influir en la vida de
millones de seres humanos, tiene un relación en línea hacía el pasado, en el que se va
descubriendo los hombres o mujeres en cuyos gigantescos hombros se van edificando las
circunstancias que hacen a un hombre en el presente. De la misma manera, esa lección
se aplica hacía el futuro y queda por verse, cuánto tiempo pasará para que alguien toque
las vidas de millones de personas. Todo se inicia con la más pequeña y modesta de las
acciones, tal vez en este momento en que estás leyendo estas líneas, quizá mañana,
pasado mañana, el mes que entra o el año siguiente. Todo cuenta, todo importa, todo
tiempo vale, por ello, seamos como Norman Borlaug, no descansemos mucho, el tiempo
es oro y tenemos mucho que hacer por delante. El Dr. Borlaug en marzo de 2009, realizó
el último viaje a su «hogar», a su querida Obregón, Sonora, en el Valle del Yaqui de
México, tal vez con el deseo de decir adiós a sus compañeros mexicanos, ya que unos
meses más tarde fallecería. Muchas de sus frases que siempre invitan a la acción se
encuentran enmarcadas en muchas oficinas de agrónomos de México y del mundo.
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Índice
Capítulo Tema PáginaPreludio
El Despertar de un Letargo 13
IntroducciónMás allá de la Utopía: Desiderátum 19
Primera ParteEducación y Campo en el Crisol 27
Origen 30
Identidad 31Desempeño 34Quehacer 35Deber Ser 35Valores 35Formar Personas y Profesionales Competentes 36
Un nuevo plan de desarrollo institucional 37Educar para la vida 37
El futuro de las personas y de la sociedad 37Entender los cambios en el tiempo 38Justicia y equidad 38Eliminar la marginación 38Responsabilidad social 38
Excelencia, Innovación y Anticipación 38Nueva Declaración de Principios 39Nuevas Formas de Enfrentar los Problemas 40 ¿Qué deseo para mis maestros? 41 ¿Qué deseo para mis alumnos? 41 ¿Qué deseo para mis trabajadores? 41 ¿Qué quiero ser? 42 ¿Cómo lograrlo? 43En la Ruta de la Sustentabilidad 45
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Segunda ParteEdificar un Futuro Sustentable 51
Nacimiento de la Universidad Federal 54Alcances de la Nueva Legislación 56Restructuración Orgánica 58Plan de Desarrollo Institucional 62Programa de Desarrollo Humano y Bienestar Integral 63 Educación para el Desarrollo Humano 65 Taller de Autoconocimiento Profundo 68Agenda para la Sustentabilidad 70
Tercera ParteMejorar Autoexigencia y Desempeño 75
Acreditación de Programas Educativos 78Nuevo Ámbito Científico, Tecnológico y Humanístico 82Proyecto Maestro de Maíces Mexicanos 86Plan Rector de Desarrollo Urbano 89Patronato Universitario 90Unidad de Transparencia 91
Cuarta ParteCultivar las Simientes de la Sustentabilidad 93
Educación: Labrar al Ser Humano Completo 96Ciencia: Un Pilar Eficaz para el Desarrollo 100Vinculación: Maridaje Academia-Sociedad 110Liderazgo: Currículum para la Sustentabilidad 117
Desenlace
Al Despertar, la Sustentabilidad Estaba Ahí 125
Quinta ParteLectura de las Fuentes Seminales 131
Literatura Citada 135
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“Soy hombre: duro pocoy es enorme la noche.
Pero miro hacia arriba:las estrellas escriben. Sin
entender comprendo:también soy escritura yen este mismo instante
alguien me deletrea”Octavio Paz
“Tú enseñas ciencia muy bien yo me ocupo de forjarlos instrumentos para su adquisición...
No es asunto tuyo enseñarles las diversas ciencias, sino proporcionarles la afición a ellos y los métodosde aprenderlos cuando esta afición madure. Este es
sin duda un principio fundamental de todabuena educación”
Emilio Rousseau
“El hombre es como dios cuando sueñay como un mendigo cuando reflexiona” F. Hölderlin
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PreludioEl Despertar de un Letargo
Gestión y gestación se funden cual hermanas siamesas, cuando en la lucha por darle
mayor sentido a la vida, uno se rencuentra con debilidades escondidas y fortalezas
invisibles. A la gestión, referida al desempeño como rector de mi alma mater, le siguió la
gestación, entendida como mi renacimiento en un ser humano renovado y diferente. Esta
es la historia en que ambas se reúnen en un testimonio, que da cuenta de una existencia
que borda en lo que Jean Paul Sarte definió como ‘Vivir es Elegir’. Al elegir uno se
compromete y, con esa decisión, cierra muchas otras opciones. De ahí que en el proceso
de aprendizaje humano, la asignatura más difícil de aprobar sea la de ‘Tomar Decisiones’.
Y es aún más arduo porque la maestra que la dicta es muy rigurosa, ya que primero te
pone el examen y luego te da la lección. Pero sin duda, la historia de un fragmento de mi
vida, bien pudiera ubicarse, guardando la debida proporción, dentro de una de las
lecciones de vida que Benjamín Franklin enumeró: “O bien escribe algo que valga la pena
leer o haz algo que valga la pena escribir”. De la lectura de esta obra, que hoy se somete
al docto juicio de los lectores, se desprenderá que tan bien asimilamos esa lección.
En sentido figurado y propio, todos hablamos, todos exponemos un punto de vista,
una historia, un relato, una acción, una visión, un sueño o una propuesta. Sin embargo,
todas las expresiones que aquí se juntan, apenas serían capaces de describir
parcialmente las miríadas de componentes que Johnson y Scholes (2001) definen como
red cultural y que permite identificar el paradigma de la universidad, ataviado de historias,
símbolos, estructuras de poder, estructura de la organización, sistemas de control, rituales
y rutinas. En todo caso, la pretensión es más modesta y esboza algunas líneas para
esclarecer y entender algo mejor la cultura universitaria y llegar comprender más a detalle
aquellos factores políticos, simbólicos y estructurales indispensables para abordar los
cambios estratégicos que transformen su ser y quehacer.
El testimonio que aquí queda impreso, es de reconocimiento y gratitud a mi Alma
Mater. En él van entrelazados pensamientos y sentimientos de respeto, admiración y
emoción. Pero además de testimonio es una forma de testamento; muchos han dejado
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como el mayor de sus legados, su obra escrita, que puede aportar alguna luz acerca de
nuestra naturaleza, de los temas que nos acompañan en la existencia. Los hombres
somos temporales, las letras permanecen, se quedan con nosotros, por éstas, aquellos
nunca mueren. Solamente muere lo que nace y en una interminable sucesión, nuestras
acciones crean y se recrean; ellas definen a las personas, dan vida a ideas, entierran lo
obsoleto, develan fibras recónditas, revelan el carácter y personalidad de una persona.
Desde el primer nacimiento, el biológico, los genes nos moldean ciertos caracteres
y heredan algunas manifestaciones físicas e intelectuales, que a alguna de ellas la
instrucción y el entorno se encargaran de darles el toque final. Y luego tenemos una visita
inesperada, que nos impone el traje de nuestro segundo renacer, el social. En él
despertamos a la vida, le encontramos sentido a la belleza, al trabajo, a la diversión, a la
reflexión y a la creación. En esa etapa, la curva de nuestros biorritmos, cargados de
energía –física, intelectual y emocional– se encuentran en el zenit, y pareciera que nunca
decae y que se mantiene en la cima, Posteriormente, ocurre el nacer espiritual, etapa en
la que encontramos mayor sentido a la vida, se agudiza nuestra sensibilidad a lo
misterioso y caminamos hacia el encuentro de una vida más plena. Se pudiera considerar
que de esta etapa no hay otra salida que la del fallecimiento; sin embargo surge un
encuentro más, una gestación adicional en la que no sólo se suman las anteriores, sino
que algunas se invierten. Esta gestación total, te permite ver el mundo de otra manera, es
un cambio en la perspectiva y en la forma de entenderse a uno mismo y a los demás; el
juego de la vida el juego de la vida fluye y se manifiesta a plenitud, y todo lo que se hace
parece un recreo divertido y emocionante. Al proceso simbólico de muerte y resurrección
Carl Jung lo llama ‘Egocidio’ (Saint-Aymour, 2007); y reafirma el significado de encontrar
el sentido de nuestra vida, la dignificación y la renovación, para lo cual hay que vencerse
a uno mismo, a nuestra sombra; esto es, renacer. Es un paso de un alto impacto
emocional, como suele ocurrir en la relación con las personas más cercanas, la familia, la
pareja, la vocación o la profesión. Cuando se me pregunta acerca de mi experiencia en la
Rectoría, suelo contestar sin titubeos, que representa uno de los períodos de mayor
desgaste emocional de mi vida.
¿Es la gestión producto de la gestación o a la inversa? Al igual que la incógnita del
huevo y la gallina, ¿Quién fue primero?, no importa tanto el descifrarla, puesto que no
dejaría de ser un ejercicio intelectual. Por ello, la aparición de la gestación antes o
después de la gestión, podría no tener mayor importancia, que la de satisfacer la
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curiosidad innata del hombre. Lo importante es reconocerla como un estado cercano al
fluir, al flotar, en el que vemos lo que antes permanecía oculto, inadvertido. Ahora, somos
capaces de ver por debajo del pavimento, de liberar el pensamiento y buscar nuevos
significados en el servir, el dar y el recibir. Con la intuición acentuada, existe algo parecido
a la iluminación, por medio del cual se inicia la transformación interna de uno mismo. Una
etapa así aparece en la vida de todos los seres humanos, aunque muchas veces no nos
demos cuenta de ello. Desaparecen las envidias y el egoísmo y despunta la solidaridad y
el buscar el bien de los demás. Es un viaje como el que describe León Felipe: “Voy con
las riendas tensas y refrenando el vuelo porque no es lo que importa llegar solo ni pronto,
sino llegar con todos y a tiempo”.
El viaje por el sendero de la Rectoría, se recorre por un carril muy angosto, en el
que guardar la ecuanimidad es tarea delicada; hay que mantener el equilibrio entre lo que
se hace (el qué hacer y el por qué) y la capacidad que se tiene para hacerlo (el cómo).
Esta tarea la describe Covey (2004) a manera de fábula: “…Esopo cuenta que un pobre
granjero descubrió un día que su gallina había puesto un reluciente huevo de oro. Primero
pensó que debía tratarse de algún tipo de fraude. Pero cuando iba a deshacerse del
huevo, lo pensó por segunda vez, y se lo llevó para comprobar su valor.
¡El huevo era de oro puro! El granjero no podía creer en su buena suerte. Más
incrédulo aún se sintió al repetirse la experiencia. Día tras día, se despertaba y corría
hacia su gallina para encontrar otro huevo de oro. Llegó a ser fabulosamente rico; todo
parecía demasiado bonito como para que fuera cierto.
Pero, junto con su creciente riqueza llegaron la impaciencia y la codicia. Incapaz de
esperar día tras día los huevos de oro, el granjero decidió matar a la gallina para
obtenerlos todos de una vez. Pero al abrir el ave, la encontró vacía. Allí no había huevos
de oro, y ya no habría modo de conseguir ninguno más. El granjero había matado a la
gallina que los producía…”
Este paradigma de la efectividad de Covey, en realidad no sólo guarda el principio
de ser eficaz y ser eficiente; se refiere además, al necesario equilibrio entre el corto plazo
y el largo plazo. En el afán de conseguir y ver resultados, descuidamos el proceso, el
medio o el entorno inmediato en que ellos se producen. Y a la inversa, cuando sólo
cuidamos de los medios, en muy poco contribuimos a la producción o desempeño
institucional.
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Escribir, además de soñar, es hablar en voz alta. Hacer, además de crear, es darle
voz a nuestras ideas y proyectos. Por ello en la memoria actual, ’Sustentabilidad: Educar
al Hombre, Cultivar la Tierra’, se encuentra una forma de testimonio oral que se ordena
en cinco partes. En la primera, la Alma Mater habla de su origen, evolución y
expectativas, pretendiendo que sus palabras también representen el sentir o hagan eco
en muchas otras universidades. En la segunda parte, la narración se encamina a resaltar
diversos acontecimientos clave del nacimiento como universidad federal, y del esfuerzo
que realicé como Rector para dotarla de una estructura acorde a la nueva legislación,
fortalecer los valores humanos y encaminarla al logro de la sustentabilidad como prioridad
de la universidad y sociedad. En la tercera parte, le sigue un diálogo mediante el cual, y a
manera de muestra, se da cuenta lo que piensan y lo que hacen los universitarios. De su
talento, creatividad, entusiasmo y pasión, depende no sólo la formación de miles de
jóvenes sino la generación de conocimientos y la apropiación de la ciencia para ponerla al
servicio de todos. Después, en la cuarta parte, la palabra la toma el imaginario de la
sociedad, la cual habla de la necesidad de continuar por la senda de la sustentabilidad,
mediante la acción social y en la que la participación decidida de la universidad será
crítica para apuntalar su razón de ser; y desde ahí, incidir en el desarrollo del país, en la
construcción del futuro y en los cambios necesarios para tener el país que merecemos.
Hacer de toda nuestra tierra –la terra– un hábitat sustentable, es un desiderátum por la
existencia indisoluble del lazo Campo-Universidad. Vínculo similar al del papel y la nube
que bellamente describe el monje budista Thich Nhat Hanh:
“Si eres poeta, verás claramente que hay una nube circundando esta hoja de
papel. Claro, pues sin una nube no habría agua y sin agua los árboles no pueden crecer y
sin árboles no podemos hacer papel de esta manera, la nube está aquí, en esta página,
entonces comprendemos que la existencia de esta página depende de una nube. Papel y
nube están unidos, íntegramente relacionados”
Nunca será excesivo insistir en que aquí radica un tema central de esta memoria,
la idea central de que detrás de cada obra, acción, idea, pensamiento, actitud, conducta,
iniciativa, palabra, u omisión, hay un bagaje educativo –formal o informal—que las
sustenta. El poder transformador de la educación se refleja en todo lo que el hombre ha
construido o, muchas veces, destruido. La gran obra humana subyace en la educación,
por lo cual en esta cuarta parte, se revisa lo concerniente a la educación en sí, el influjo
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de la ciencia en el desarrollo, la vinculación academia-campo y el diseño curricular del
liderazgo para la sustentabilidad.
Finalmente, en la quinta parte, la palabra impresa de la literatura también se
expresa, mediante la enumeración de diversas obras de cuya consulta se puede ampliar,
verificar, contrastar y hasta discrepar de lo que aquí se habla y propone.
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19
IntroducciónMás allá de la Utopía: Desiderátum
“Ella está en el horizonte. Me acercodos pasos, ella se aleja dos pasos.
Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por
mucho que yo camine, nunca laalcanzaré. ¿Para qué sirve la
utopía? Para eso sirve:para caminar.”
Fernado Birri (Contado por Eduardo Galeano)
Ideas, palabras y acciones son parte de un circuito que determina la diferenciaentre el pensar hacer algo y hacerlo. Conocida es la leyenda de aquellas cincoranitas sentadas sobre un tronco, de las cuales cuatro deciden saltar. ¿Cuántasquedan? Aún cinco, porque hay una sutil diferencia entre 'decidir' y 'hacer'. Hechos, no palabras es un lema que hasta el mismo Esopo resalta y que por conocido seolvida o subestima. G. K. Chesterton lo expresa de manera aleccionadora: “Todobuen pensamiento que no se convierte en palabra es un pensamiento imperfecto ytoda buena palabra que no se vuelve acción es una palabra estéril”
Sin duda, en el derrotero de las ideas y pensamientos, muchas se quedan enel camino, al no encontrar condiciones propicias para germinar. Otras tantas, después de aparecen, se marchitan y mueren por falta de atención; sin embargo, las menos, sobreviven, crecen y se propagan. Una idea seminal fue la creación de laUniversidad, que ha permitido ennoblecer el espíritu humano, extender las alas del conocimiento y elevar las condiciones de vida. Otra lo es la semilla de laSustentabilidad, cual paradigma latente e incipiente, está fabricando vigorosasraíces, para emerger con fuerza tal que nada ni nadie podrá detener suflorecimiento y perpetuación.
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Un brillante cielo en la madrugada de octubre de 1982 era testigo del portavoz de una
noticia sombría; se anunciaban los resultados adversos de una extenuante jornada en la
que un joven profesor, junto a un numeroso contingente de estudiantes, profesores y
trabajadores había participado con gran entusiasmo y dedicación. Pasarían 24 años para
que en el mismo mes, la radiante luna de una fresca madrugada iluminaba el balcón de
´La Gloria’, cuyas puertas se abrían para declarar victorioso al ahora más experimentado
profesor. Las arenas del tiempo dejaron sus huellas y marinaron con el mejor y más
suculento manojo de especias a nuestro hombre; haciéndole merecedor, más temprano
que tarde, al refrán de las abuelas “recaudo hace cocina, no Catarina”; ciertamente, la
vida lo había preparado con los mejores ingredientes para emprender la añorada y
largamente esperada gestión. En lo más profundo de su ser él llamaba a esa mezcla de
intuición, corazonadas y razonamientos que guiaron inicialmente sus acciones y
decisiones “la euforia de la victoria”. El nombre del centenario edificio fundador de la
Universidad, que evocaba gratos recuerdos, nunca dejaría de advertirle que toda gloria es
fugaz ‘Sic transit gloria mundi’.
Singular es el mundo universitario, marca rumbos, define vidas, trasciende los
límites del aula. Profesores y alumnos conviven diariamente, dentro y fuera del aula, y de
sus interacciones emanan cambios en actitudes y en la formación de aptitudes. A partir de
ellos se edifican las altitudes que seremos capaces de escalar en todos los ámbitos de la
vida –personal, familiar, profesional, laboral– y que nos licencian para imaginar
panoramas y escenarios insospechados.
Los afanes académicos a los que se dedican interminables horas de estudio,
servicio social, enseñanza, investigación, vinculación y tantas otras tareas; son
actividades que palidecen cuando se asume una mayor responsabilidad como la es el
conducir y representar a la Universidad. A partir de aquella mañana, la vida entera del
profesor cambiaría. Ahora el flujo de adrenalina era más vigoroso. Al enfrentar los
sucesos cotidianos de la vida interna y las circunstancias y actores externos, todos sus
sentidos se someterían a prueba. Su actuación, transparente al escrutinio de propios y
extraños, pasaría por ‘Momentos de la Verdad’, –termino popularizado por Karl Alprecht y
acuñado por el sueco Jan Carlzon–, calificando su capacidad de desempeño y
otorgándole a la vez una extraordinaria oportunidad para aprender, cambiar, aportar y
crear. Aunque se encontraba en su elemento, su alma mater, a decir verdad, su estancia
en la Universidad ya no sería evaluada por calificaciones sino por resultados.
21
La historia de una persona o una institución es esencial para entender el presente y
para concebir el futuro, pero no se puede rehacer sin memoria. ’Sustentabilidad: Educar al
Hombre, Cultivar la Tierra’, es a la vez memoria, cuerpo, alma y sueño. ¿Cómo osar el
separar los sentimientos de los pensamientos? ¿La forma del contenido? ¿Los actores de
los autores? ¿El alfa del omega? La memoria no intenta ser completa, ni el cuerpo
pretende estar en óptima condición, como el alma misma tampoco permanece intacta, ni
los sueños siempre se cumplen. Como una gigantesca trenza, todo estaba conectado –las
personas, las instituciones, las circunstancias históricas, el entorno– y explica los cómos y
los porqués del palpitar de la Universidad. Su ejercicio en el rectorado de la Universidad
Autónoma Agraria Antonio Narro, si bien constituye el eje central de lo que aquí se
expone; intenta, además, acercarse de manera muy incipiente al estilo de Eduardo
Galeano “Delirar, Soñar en Voz Alta”. Se narra, acaso, asumiendo, como reza el último
libro de Eliseo Mendoza Berrueto, que existe la “Memoria de las Palabras”. O es quizá, un
intento de conversar bajo la sombra de “El Árbol de los Recuerdos”, a la manera del
agrónomo y Doctor Fidel Márquez. O tal vez, en un arrebato de inspiración, imaginar que
mediante la palabra existe el poder para transformar todo, como de exquisita forma lo
escribe Beatriz Paredes en “Acaso, la Palabra”. Lo más probable es que lo relatado
obedezca a lo que Robert Cecil Day –Lewis, poeta irlandés, atinadamente señalaba: "No
escribo para ser entendido, escribo para comprender". Esto es, apreciar de una manera
más objetiva, mediante la escritura, a la institución en que se formó, en la que compartió
innumerables experiencias estudiantiles y magisteriales y a la que serviría con grandes
desafíos y expectativas.
Mediante la palabra escrita, se regeneran circunstancias, se reafirman posiciones,
se cuestionan decisiones, se comprende mejor el sentido del deber y la responsabilidad.
Se llega a entender por qué todo intento de profundizar en la brecha del cambio, trastoca
el estatus, la zona de confort, la cómoda mecedora de lo convencional y, en su lugar, se
abre una caja de pandora, que hace dudar si las resistencias son reales, imaginarias,
fanfarronadas, alardeo o constituyen un reto genuino a la autoridad. En esas
circunstancias le embargaba una sensación similar a la pregunta que se hace en el libro
de Sheridan (2008) ‘la receta de Pandora’: “si la solución es el problema, ¿de qué lado te
colocas?”; y si en verdad, lo que se te comenta o refuta, ¿en realidad es sólo un distractor
de una acción contraria?; o sí, en el juego de las negociaciones de un problema ¿hay
intenciones perversas ocultas? A toda acción se opone una reacción, que en su caso
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daban la apariencia de una sucesión interminable similar a las muñequitas rusas o
Matrioskas, que al abrir una se encuentra otra y así repetidamente.
Con el estudio de la parábola de Blanchard et al (2003), ‘Cierre las brechas’; creía
haberse preparado para dar el salto de pasar del estado en que se encontraba la
Universidad al inició de su gestión, al paraje donde pensaba que debería estar al final de
la misma. En ese entonces empezaba a aclarársele lo que bien expresara el Fraile
Carmelita del siglo XVI, San Juan de la Cruz, que “Para llegar donde no estamos
tendremos que avanzar por donde no vamos”. Esto significaba el atreverse a buscar
caminos no andados o menos trillados al iniciar proyectos nuevos y explorar desde planos
distintos a lo tradicional y a lo familiar. Sin embargo, el cambio parece ser una de las
materias más difíciles que imparte con recursos inimitables la universidad; ya que primero
te aplica la prueba y después te dicta la lección. Ningún cambio se puede hacer sólo; es
necesario persuadir, convencer, demostrar, argumentar y perseverar. Las inercias y
prácticas anquilosadas, válidas en otros tiempos, son enemigas del cambio. Lo novedoso
no tiene lugar porque –ahora lo entiende mejor–, para aprender hay que desaprender
muchas cosas. Nunca es tarde para aprender; y más si se desea ayudar a alguien o algo,
hay que preguntar primero ¿Qué quieren? ¿Qué necesitan? Si las ramas viejas y
lignificadas no se podan, los brotes nuevos no retoñan o su crecimiento es muy débil. Un
hábito, al igual que los gatos, tiene muchas vidas y forma parte de la manera como vemos
y percibimos al mundo; y cual viejo vestido, sólo el tiempo y circunstancias harán que se
mude por otro (Medina y Lira, 2012). Cuando te acostumbras a vivir en la llanura, no es
fácil encaminarte hacia las alturas y vivir en la montaña.
Al acometer la redacción de la presente memoria, un tenue haz de luz iluminó la
comprensión del profesor y le hizo recapacitar que en el ejercicio del servicio público,
muchas veces lo más importante no es el final del viaje, sino el recorrido; que al no existir
caminos, hay que desenmarañar, despejar y hacer camino al andar. Del testimonio de su
jornada entendemos lo mucho que tuvo que estudiar, sintetizar aprender y aprehender
conceptos disímiles; y que en todo esfuerzo por cerrar brechas, lo primero que hay que
cerrar son las brechas propias. Ante las dificultades y obstáculos que se van presentando,
no apreciamos con la objetividad deseada, las soluciones correctas, las mejores salidas.
La obviedad genera ceguera. No somos capaces de ver ni de hacer lo que atinadamente
Godin (2007) aconseja para salir del ‘abismo’ de los problemas: renunciar a las cosas
correctas, en el momento correcto.
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Y hablando de renuncias y resistencias, su caso personal describe lo que a
menudo se dice en la jerga del cambio, del liderazgo y de la transformación personal: lo
difícil no es ser, sino llegar a ser. Esperó casi un cuarto de siglo para lograr saltar del
‘abismo’ y acceder al cargo. En ese lapso renunció a muchas cosas, resistió muchas
tentaciones, y a veces sus debilidades parecían más fuertes que las supuestas fortalezas
que creía tener. El gran abismo de ese largo caminar, lleno de trampas y oasis, de
vendavales y empinados despeñaderos, pantanos y desiertos, de canto de sirenas; fue
siempre acompañado por una sólida y perseverante actitud de cumplir metas y largas
horas de trabajo, de dar un extra a lo que se le pedía; de estar alerta para reconocer
‘callejones sin salida’ y ‘precipicios’; y como en el futbol, las patadas que se reciben
siempre ayudan a prepararte mejor, a reconocer y valorar el juego limpio. Qué razón tenía
Buckminster Fuller al afirmar “Nunca cambias las cosas luchando contra la realidad
existente. Para cambiar algo, construye un modelo nuevo que convierta al modelo
existente en obsoleto” Con todo y ello, estaba plenamente convencido de que las
personas pueden cambiar sus enraizados patrones de cómo piensan, sienten y actúan.
¡Al escribir se recrean sueños! En Agosto de 1967, recién cumplía 16 años,
traspasó el arco para ingresar al majestuoso campus de la Universidad. Ante él se abría la
posibilidad de obtener un título profesional y al término de la carrera, salir con gran prisa,
como el Quijote, pues pensaba que al mundo le urgía su presencia por los tantos
“…agravios que… deshacer, tuertos que enderezar, sinrazones que emendar, y abusos
que mejorar y deudas que satisfacer…”. Seguramente, innumerables y novedosos
horizontes estaban a la espera de su humilde persona. Nada más alejado de su
pensamiento en ese día, estaba el hecho de permanecer en la ‘escuela’ más allá del
tiempo requerido por sus estudios. Cuatro y media décadas han transcurrido desde
entonces y por más anzuelos que el destino le ha arrojado para alejarle de ella, la carnada
no fue lo suficientemente atractiva para lograrlo. Durante éste período –además de
terminar sus estudios de posgrado en la Universidad de Arizona y en la Universidad
Estatal de Colorado– incursionó en diversos puestos del servicio público federal y estatal,
fue electo diputado federal, presidente de la asociación nacional de los egresados de la
universidad, del Colegio estatal de Ingenieros Agrónomos, de la Confederación Nacional
Agronómica y del Comité Estatal de su Partido Político. Pero el apremio de una
impresionante fuerza, adictiva, envolvente, mágica y atrayente, le regresaba y mantenía
unido a la Universidad. Sin duda parte del encanto fueron los maravillosos años que
disfrutó en el internado de la entonces escuela, y además de las clases, vivió con pasión
24
muchas actividades: el futbol –soccer y americano–, Capitán I de la Oficialía de Alumnos,
su participación en la estudiantil Rondalla de Saltillo y presidente de su generación de
alumnos. Por tres años su formación teórica se combinó con la práctica en el Rancho Los
Ángeles, propiedad de la Universidad, en el que junto con las tareas propias de un predio
ganadero, estudió el hábitat, ecología y manejo del perrito de las praderas, y que
presentaría en su examen profesional como tesis. A esa experiencia práctica se sumaría
sus incursiones y puesta en marcha de un sinnúmero de ensayos y experimentos en el
Campo Experimental Forestal ‘La Sauceda’, el cual dirigía su Presidente de Tesis, Ing.
M.C. José Ángel De La Cruz Campa. Desde entonces han transcurrido tres cuartas partes
de su vida relacionada a la institución. No puede pensar en otros momentos, que ésta
etapa como la de mayor impacto y significado en su vida personal, familiar, profesional y
política. Ahí se fueron sucediendo distintos roles como estudiante, profesor-investigador,
jefe de departamento, consejero universitario, subdirector, vicerrector de investigación,
coordinador de división.
Finalmente llegó el singular momento de ocupar el puesto de Rector, en el que sus
enormes retos y dificultades, empequeñecen con la grandiosa satisfacción de haber
servido con entrega y entusiasmo. Esta memoria es un ejercicio de imaginación, tal vez
un poco a la manera de Oscar Wilde “la imaginación es una cualidad dada al hombre para
compensarle por lo que no es”; y otro poco a la manera de Albert Einstein “…la
imaginación es más importante que el conocimiento…”
’Sustentabilidad: Educar al Hombre, Cultivar la Tierra’, aspira a erguirse en la
relatoría de un esfuerzo para aportar una propuesta para situar a la sociedad en equilibrio
con su medio; un estado de desarrollo altamente deseable, posible de alcanzar. Es la
visión del futuro a partir de un presente que podemos transformar para asegurar la vida
humana futura más digna, de más calidad y mayor prosperidad. Una aspiración así
concebida, habla de una sociedad en convivencia armónica en sus aspectos políticos,
económicos, ecológicos, sociales y humanos. Al considerar a la educación la palanca
para la transformación social, y asimismo, la acción social el único camino para alcanzar
la sustentabilidad; le corresponde a las universidades el hacer de ésta su forma de vida, y
en consecuencia, gestionarla para todos los seres humanos. Es el apropiarse de una
acción social que nadie puede sustituir y de una tarea que nadie más puede cumplir
mejor. Esta es la utopía convertida en desiderátum que, sin la menor sombra de duda, la
sociedad está esperando de la universidad de nuestros tiempos. Esta es la tesis que
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subyace en lo que aquí se narra; la fe inquebrantable en el poder transformador de la
universidad, el poder de catalizar cambios indispensables para mejorar las condiciones de
vida; el poder para trabajar al servicio de la sociedad, el poder de la educación como
palanca de acción social; el poder de los educadores y de los educandos para disminuir
pobreza, desigualdad, miseria y la exclusión social de buena parte de la población,
fortalecer la democracia, e iluminar el oscurantismo; en suma, el poder que todos juntos
tenemos para la transformación de todo un país.
Ante un planeta en vilo, amenazado, en peligro, herido de muerte, ¿no sería ésta
una misión trascendental de la verdadera universidad?
Varias lunas han transcurrido y un deseo vehemente, un implacable sueño y una
persistente esperanza acosan al profesor, al evocar aquella madrugada otoñal frente a la
‘Gloria’ en que el ambiente festivo, alegre, grandioso, de júbilo, interrumpía el silencio de
la noche. Deseo-sueño-esperanza forman un ciclo que conspira para que a la manera de
un poderoso conjuro, ese otoño bullicioso, bajo el influjo del efecto mariposa, se ensanche
por todas las estaciones y por todos los rincones del país y mundo; para que
desaparezcan las tantas y tantas primaveras que el hombre, por ignorancia, por
perversidad, o por ambas, ha silenciado en nombre del progreso y de una mejor vida;
para que surja un hombre capaz de producir sin destruir y con justicia, de hacer rentables
los bienes producidos, de rehacer en el campo nuevos tiempos sustentables, de poner en
la mesa de todos, alimentos suficientes en calidad y cantidad; en fin, de un hombre que
borre todo vestigio de utopía ilusoria y la transforme en un desiderátum, cuyo ropaje sea
objetivo, realista y alcanzable. El hombre tiene que despertar de su letargo y renunciar a
destruir la base misma de su sustento, ya que hasta ahora, consciente o inconsciente, al
serruchar con arrebatado entusiasmo la rama donde está sentado, sigue empecinado en
construir, como lo señala Carlos Fuentes, un ‘…infierno en la tierra…’ bajo el falso
supuesto de que con ello podrá ‘…asegurar la necesidad de un cielo que nos compense
del horror de nuestras vidas…’ Lo mejor que se puede hacer ante ese dilema es seguir la
máxima cristiana que aconseja dar… “Al César lo que es del César y a Dios lo que es de
Dios”. De ninguna manera se descarta la existencia de una gran sabiduría superior e
invisible, de la cual Carl Gustav Jung da testimonio en la frase que cinceló en piedra sobre
el dintel de la puerta de entrada a su casa, en Küsnacht, Suiza:
‘Invocado o no invocado, Dios está presente’.
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Primera Parte
Educación y Campo en el Crisol
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"Hay pocas cosas terrenas más hermosas que una universidad...un lugar donde
aquellos que odian la ignorancia pueden luchar por el conocimiento,
donde aquellos que perciben la verdad pueden luchar para
que otros la vean" John Edward Masefield
El legado de Don Antonio Narro Rodríguez para la educación y el campo, suscritohace poco más de 100 años, partió del firme deseo de: “Formar cerebros deproductores, hombres y mujeres que se dediquen al cultivo de la tierra a plenaciencia y conciencia, instruidos, educados, cultos y con los conocimientoscientíficos y tecnológicos para obtener de su labor todo el provecho, y para que el empirismo y la rutina no aten las alas de su espíritu.
Que el exceso de lecturas y teorías y la falta de prácticas no sean causa deidealismos hermosos pero infecundos”. Hoy ese anhelo es superado en la realidad, al transformarse en Universidad Federal. Más que nunca, la educación superiortiene cómo una de sus más altas prioridades el contribuir a disminuir lasdesigualdades sociales y territoriales. Para ello, las universidades aún están en labúsqueda de las fórmulas más eficaces para vincularse fuera del aula.
México tiene fines generales y requerimientos particulares, que cobransentido en una gran diversidad de realidades. Por tanto, es fundamental lograr quelas realidades educativas estén asociadas a las realidades humanas, en susmanifestaciones ecológicas, ambientales, tecnológicas, sociales y económicas, vistas como un todo. Esta es la jornada –entendida como viaje, esfuerzo y destino–que hay que recorrer para ascender al escabroso pináculo de la sustentabilidad.
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Origen
Siempre he tenido los mismos apellidos: Antonio Narro, pero mi nombre propio ha
cambiado con el tiempo. En 1923, cuando nací, mi nombre era Escuela Regional de
Agricultura. De hecho mi gestación se inició hace ya 100 años, cuando el agricultor y
filántropo Saltillense, Don Antonio Narro, dicta un 10 de julio de 1912 su testamento en el
que destina parte de su fortuna personal, la Hacienda de Buenavista y otras propiedades,
muebles y semovientes para la creación de una escuela de agricultura. Después, en 1938
me llamaron Escuela Superior de Agricultura, hasta que un 4 de marzo de 1975 me
bautizaron con el nombre que actualmente tengo: Universidad Autónoma Agraria.
En este año cumplo 90 años. Aún soy muy joven si consideramos que las primeras
universidades en el mundo: París, Oxford, Cambridge, Padua y Praga nacieron en los
siglos XII y XIII; aquí, en México, la UNAM vio la luz en 1551.
El primer egresado titulado fue el Ing. Raymundo del Bosque, quien presentó su
tesis profesional sobre maíz, en 1928.
Hasta junio de 1975 todos se graduaban como ingenieros agrónomos; la primera
generación con tres especialidades concluyó sus estudios en diciembre de ese año.
El posgrado se inició en septiembre de 1971. La primera generación de maestros
en ciencias egresó en 1973, mientras que el primer doctorado se otorgó en
Fitomejoramiento, en 1976, fue el Ing Agr., M.C. Roberto Cárdenas V. el primero en recibir
el grado de doctorado.
Como puedes ver, mi vida como Universidad apenas cuenta con 38 años, y en este
lapso (1975-2013) se han graduado más alumnos de licenciatura y de posgrado, que en
todos los años anteriores (1923-1975).
Mi conversión de Escuela a Universidad se produjo por un decreto del Congreso
del Estado de Coahuila; más recientemente, el 14 de diciembre de 2005 la Cámara de
Diputados y el 7 de marzo de 2006 la Cámara de Senadores me convirtieron en parte de
la administración pública federal, con lo que adquiero rango nacional. Mi acta de
nacimiento como Universidad Federal es del miércoles 26 de abril de 2006, que está
publicada en el Diario Oficial de la Federación, 1ª sección pp 55-59.
31
Identidad
De mí dependen alrededor de cinco mil alumnos; a ellos les imparten clases alrededor de
cerca 615 profesores investigadores, y a todos nos apoyan cerca de 960 trabajadores
académicos.
En mi seno se imparten 40 carreras de licenciatura, especialidades y posgrados.
Del total de programas, el 100% de los programas de licenciatura están acreditados y de
los de posgrado, el 90% son de reconocida excelencia por el Consejo Nacional de Ciencia
y Tecnología (CONACYT).
Tengo como sede la ex-hacienda de Buenavista, municipio de Saltillo, y tres
unidades regionales: la Unidad Laguna en Torreón, la Unidad Norte en Zaragoza, ambas
en Coahuila de Zaragoza y la Unidad de Cintalapa, Chiapas.
A mi seno llegan estudiantes de más de localidades que se ubican en alrededor de
700 municipios de las treinta y dos entidades federativas del país. De Coahuila son una
quinta parte, mientras que el resto proviene, en orden de importancia, de Chiapas,
Veracruz, Guanajuato, Oaxaca, Hidalgo, Morelos, Veracruz, Durango, San Luis Potosí,
Tamaulipas, Michoacán, Campeche, Puebla, Nayarit, entre otros.
Tengo una estación de radio para difundir lo que realiza la comunidad universitaria;
cuento con 16 campos experimentales, ranchos agrícolas y pecuarios y tres unidades
productivas.
En equipamiento académico cuento con aulas, laboratorios, cuartos fríos, cubículos
para profesores y estudiantes, invernaderos, comedor universitario, cafetería, internado,
residencia femenil externa, biblioteca central. Para que mis alumnos hagan deporte, tengo
gimnasios techados, pistas de atletismo, campos de fútbol americano, fútbol soccer,
béisbol y softbol, cancha de tenis, lienzo charro y de rodeo, canchas de baloncesto y
voleibol al aire libre, gimnasio de físico-culturismo, ring móvil de box.
En mi carácter autónomo, ostento variados tipos de autoridad: el máximo órgano
de gobierno son el Consejo Universitario y el Consejo Directivo; las autoridades centrales
de orden ejecutivo son: el rector, el secretario general, del cual dependen el director
general académico y el administrativo, el director de la unidad de planeación y el de la
contraloría, los coordinadores de las divisiones académicas, los jefes de departamento
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académico, los jefes de programas institucionales, las academias departamentales y las
de programa.
Parecen demasiados jefes para tan pocos subalternos, pero la verdad es que
cumplen muy diversas funciones. Algunos de ellos son electos, otros designados y otros
más son honoríficos.
A la fecha, conservo el mismo esquema de organización académico y
administrativo adoptado en junio de 1975, el sistema departamental, mediante el cual las
disciplinas se agrupan por actividades y permite el desarrollo pleno de la investigación. La
departamentalización favorece la cooperación interdisciplinaria que impulsa el nivel
académico y la atención personalizada de los estudiantes. Además, este esquema
permite optimizar el uso de los espacios físicos, planta docente y recursos financieros; y
evita la duplicidad de esfuerzos ya que los departamentos ofrecen materias para todas las
carreras. También, es propicia esta modalidad de organización para implantar esquemas
rígidos, flexibles y sistema de créditos, programas de licenciatura, especialidad y de
posgrado.
Mi Lema y Escudo
Alma Terra Mater es mi lema y su significado trasciende el ahora y nos profetiza el
ineludible vínculo de la humanidad con los recursos de la tierra: ‘La Tierra es la Madre que
Alimenta’. Ya los indígenas mexicanos lo habían expresado en el maravilloso proverbio
Náhuatl: “Tlalticpac Toquichtin Tiez”, esto es, ‘La tierra será como sean los hombres’. Al
destruir la tierra, el hombre capa toda posibilidad de producir los alimentos en la cantidad
y calidad requeridos por una población en continuo crecimiento.
Este lema forma parte de mi heráldica en el que se representan varios elementos:
el águila mexicana que sostiene en sus garras espigas de trigo las cuales simbolizan la
vida y los alimentos; el búho, que por su capacidad de ver en la noche, se le atribuye la
sabiduría, y que posado en un arado, significa los conocimientos aplicados a la
agricultura; las nubes como fuente de agua que hace florecer la tierra, y la luna en cuarto
menguante, que simboliza la abundancia.
Si unimos lema y escudo, se infiere el concepto de la sustentabilidad, que se
refiere a la integración de la ecología, la economía y el ecosistema con el hombre.
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Aplicado a la tierra, el concepto de sustentabilidad encuentra que las variables más
difíciles de entender no los son las económicas, sino las de índole ecológica, y entender
las relaciones entre los organismos vivos y el medio físico ha sido el reto fundamental de
la humanidad, que hoy enfrenta el desafío de cuidar el hábitat que preservará su
descendencia, mismo que exige la comprensión y aplicación de millones de probadas
soluciones, alcanzadas por organismos bien adaptados tras millones de años de
evolución, en los que la vida ha edificado condiciones para dar continuidad a la creación
de vida. En lo doméstico aplicaría: ‘Universidad sustentable; Universidad perdurable’.
Los términos ecología y economía tienen la misma raíz griega ‘oikos’ que significa
casa; por lo cual a la economía le corresponde la administración de la casa mientras que
la ecología se ocupa del estudio y conocimiento de la casa. Y ambas disciplinas se
desarrollan dentro del ecosistema, que también deriva de la raíz oikos y que significa la
organización –estructura y funcionamiento– de la casa. Al incluir al hombre como
integrante, residente y administrador de esa casa, aumenta en complejidad la aplicación
del concepto de la sustentabilidad, ya que para que cualquier esquema sea sustentable,
debe de ser socialmente justo, económicamente productivo y rentable, y ecológicamente
sustentado; de forma tal que no se atente contra la base misma que genera la riqueza y
que la constituyen los recursos naturales. Por ello, la sustentabilidad tiene como fin último
el generar estabilidad y prosperidad duraderas, lo que implica pensar acerca de nuestras
acciones y conductas en un contexto más amplio, global y holístico; en el que se
reconozca que todas las decisiones que tomemos, tienen un efecto en el futuro, pero que
es posible prevenir y evitar los daños negativos y minimizar los impactos no deseables en
las salud humana y de la tierra.
Esta es la visión que nos heredó Don Antonio Narro, quien a un siglo de distancia,
inicia mi gestación pensando en el binomio educación-alimentación. Ese es mi origen y
destino, que he venido adecuando a las circunstancias cambiantes del país y mundo. En
su deseo, concretado en el testamento respectivo y en todos los arreglos legales y
económicos previos a mi nacimiento, prevalece la idea de educar al hombre para
perfeccionar el cultivo de la tierra. En su sentido más amplio, la sustentabilidad es el
cultivo de una mentalidad preparada cuidadosa y rigurosamente mediante la educación. A
ello se refiere Gardner (2005) al considerar que la universidad debe de formar a sus
estudiantes en actitudes de servicio a la sociedad y dotarlos de habilidades en
conocimiento técnico-científicos, en 5 campos: 1) mente disciplinada, 2) mente sintética,
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3) mente creativa, 4) mente respetuosa y 5) mente ética. De esta forma se desplegaría
todo el potencial de las inteligencias y capacidades múltiples del individuo.
Desempeño
Me toca formar a uno de cada diez alumnos que, en el ámbito nacional, cursan carreras
agropecuarias. A este propósito se dedican alrededor de 185 profesores con doctorado,
250 con maestría en ciencias, 180 con estudios de licenciatura y 150 técnicos
académicos. De ellos, cerca de 60, pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores.
Como una gran porción de mis alumnos provienen de clases medias y bajas, les
doy beca a más de la mitad de los alumnos de licenciatura y posgrado.
Como resultado de mi compromiso con el desarrollo de la ciencia y la tecnología de
mi país, en mi seno se están llevando a cabo cientos de proyectos de investigación, en los
cuales participan alumnos de licenciatura y de posgrado, que además de elaborar sus
tesis, se entrenan en la disciplina de la investigación.
Con el afán de transferir los resultados de las investigaciones que mis profesores
realizan y de ser factor para mejorar la calidad de vida de las comunidades rurales, en mi
seno se están implementando casi un centenar de proyectos de desarrollo, en los que se
involucran activamente los alumnos, para fortalecer su compromiso con la comunidad y
favorecer su integración a ella.
Producto de mi interés por vincularme con el exterior, mis profesores
investigadores conducen proyectos especiales con fondos concurrentes, a través de los
cuales presto servicios profesionales a organizaciones de naturaleza diversa que
demandan mi intervención.
Por otro lado, en mi interior se están operando múltiples convenios con
instituciones productivas, culturales, educativas y de servicio, nacionales e
internacionales. Estos acuerdos los coordinan mis profesores y en ellos participan los
alumnos, lo que enriquece su formación profesional y los acerca más al mundo en el que
habrán de laborar.
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Quehacer
Mi razón de ser, el propósito para el cual fui creada, el papel central que me toca
desempeñar es educar, investigar y transferir conocimientos y tecnologías para la
sociedad en lo general, y para los productores rurales en lo particular.
Para lograrlo, mi misión es formar seres humanos con valores, que amen su
profesión y su país; que tengan la capacidad de integrarse a la sociedad y de contribuir al
desarrollo sustentable nacional. Por eso nunca dejaré de insistir en la necesidad de
capacitar permanentemente a todo el personal, y de actualizar, de manera continua, todos
mis programas académicos, para que se adecuen a la realidad cambiante, sean de
calidad y excelencia, e innovadores y competitivos. Quiero que mis egresados sean seres
humanos, profesionales de primer nivel al servicio de la sociedad.
Deber ser
¿Cómo lograr mi razón de ser? La estrategia que tengo, es comparable a la de los sueños
e ideales que tienen las personas; la visualización de cómo me quiero ver en el futuro. Mi
deseo es convertirme en una institución de educación superior de excelencia académica,
reconocida como líder nacional y mundial en la formación de personas y profesionistas
certificados; en una institución con plena vinculación con la sociedad, con un cuerpo
académico y con todos mis programas docentes acreditados; en una institución con una
organización y administración ágil, moderna, eficiente y transparente, al servicio de lo
académico, con alumnos, profesores investigadores y trabajadores que compartan y
practiquen los más altos valores morales, y que estén totalmente comprometidos con mi
desarrollo.
Valores
Sin duda, en mi seno, la máxima: “…La actitud, más que la aptitud, determina la altitud…”
está vigente en nuestros días, por tanto, de la comunidad universitaria, formada por
alumnos y profesores, con el apoyo de los trabajadores manuales y administrativos, surge
lo que me define como universidad.
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Los valores constituyen las suposiciones críticas, actitudes y creencias que
comparten todos quienes forman parte de mí, y se dan en el flujo cotidiano de las
actividades necesarias para lograr mi razón de ser.
Ya cuento con un código de ética y en él se resaltan los valores que debemos de
compartir y que deben de guiar nuestra conducta. Son fundamentales los de orden moral,
la responsabilidad, la honestidad, la limpieza, el orden, el respeto a la naturaleza
(ambiente) y, por supuesto, el respeto al derecho de los demás. No vivimos aislados.
Formamos parte de la sociedad, y por lo tanto, mi verdadera obligación es formar y
desarrollar a la persona como tal; al ser humano a partir de sus emociones, pasiones,
sueños, aspiraciones, razones, como miembro de la sociedad.
Formar Personas y Profesionales Competentes
“Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.”
Albert Einstein
Mis futuros egresados deben desarrollar habilidades que les permitan adaptarse al mundo
social y laboral que les espera. Por eso se imparten en mi seno, materias enfocadas
formar emprendedores con responsabilidad social y actitud de liderazgo; innovadores,
creativos, para que se sitúen eficazmente dentro de la competencia profesional y laboral a
que se enfrentarán en el futuro, en el ámbito nacional e internacional.
Actualmente, ninguna carrera por sí sola tiene un diseño curricular que permita a
los futuros profesionales integrar, dentro de su perfil académico, un paquete de
herramientas, principios, estrategias y valores para enfrentar con éxito los retos que les
demandará el futuro inmediato, ya sea en la investigación científica, en el desarrollo
tecnológico, en la docencia, en el desarrollo empresarial, en el servicio público o privado.
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El desarrollo de habilidades y actitudes positivas para emprender una exitosa carrera
profesional en el mundo real, complejo y competido que les tocará vivir, es un reto de la
universidad que se traduce en una prioridad y compromiso para mantener una posición
vanguardista en la educación superior y en el posgrado.
Un nuevo plan de desarrollo institucional
Un plan de desarrollo institucional mide, tradicionalmente, el crecimiento cuantitativo, no el
cualitativo: ¿Quién desea estudiar?, ¿Cuál es el mercado de trabajo?, ¿Cómo se
desempeña el egresado en el mercado de trabajo?, ¿En qué trabaja?, ¿Cuál es su nivel
salarial y de satisfacción laboral? Este plan, sin embargo, debe aspirar a rediseñar una
nueva estrategia que replantee mi misión, mi visión y los escenarios.
Definir la etapa o época en que he vivido como universidad (1975-2012) no es
suficiente para descubrir lo que he realizado. Es necesario enumerar lo que no he hecho,
lo que he intentado sin éxito, lo que no he abordado para descubrir lo que me separa de
ser una institución educativa conservadora, de una auténtica universidad del siglo XXI, del
nuevo milenio. ¿Qué me hace diferente del resto de universidades en el país y el mundo?
Para saberlo, es necesario que se aborde mi estudio y se planteé una nueva propuesta de
cambio desde la perspectiva de lo que los profesores, los alumnos y los trabajadores han
hecho bien en el pasado, para proyectarlo hacia lo que pueden hacer mejor en el futuro.
Educar para la vida
La educación, en su sentido más amplio, va más allá de las formalidades escolares y
considera múltiples aspectos que tienen que ver con la formación del profesional capaz,
comprometido y responsable con su propio crecimiento y con la propia sociedad. Educar,
en su más amplio sentido, es reto, responsabilidad y tarea por hacer. ¿De qué trata la
educación, si no del futuro de los sujetos y de la sociedad? El siguiente bosquejo, se basa
en el ensayo de Frigerio (2003):
El futuro de las personas y de la sociedad
Una de mis mayores responsabilidades como universidad es el destino que seguirán mis
egresados en particular y la sociedad en general. ¿La formación que les doy hacia dónde
los conduce? ¿Van en el camino correcto?
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Entender los cambios en el tiempo
Una de mis tareas primordiales como institución educativa, es la búsqueda de un mejor y
posible mundo del mañana, a partir de una formación profesional integral basada en los
más altos estándares técnico-científicos, pero con alto contenido humano.
Justicia y equidad
Es necesario entender que la educación tiene que ver, primero y fundamentalmente, con
la justicia y la equidad. Como universidad tengo la obligación de abrir oportunidades para
que, quienes buscan ser mejores, no queden marginados de una vida más digna y de
calidad, por no tener acceso a la educación.
Eliminar la marginación
Educar es, en última instancia, liberar de la opresión, de la humillación, de la exclusión, de
la pobreza, de la vulnerabilidad, de la marginación. En palabras llanas y sencillas: es la
encomienda que tengo de otorgar certificado para que todos tengan “parte” y todos
formen “parte.”
Responsabilidad social
Ante todo, mi responsabilidad como universidad ante la sociedad, de la cual formo parte,
es contribuir a difundir la cultura, realizar investigaciones, organizar e impartir el
conocimiento universal y, finalmente, aportar profesionales que coadyuven a su
transformación y renovación.
Excelencia, Innovación y Anticipación
Este trío de factores conforman la clave para la sobrevivencia y prosperidad de cualquier
organización en el siglo XXI; sin lugar a dudas, esta aseveración es aún más pertinente
para las instituciones educativas (Barker, 1995)
La excelencia no sólo me dará la ventaja competitiva en estos días, sino que será
el pase de entrada, el boleto indispensable para estar en el escenario dónde ocurren los
cambios y se gestan las instituciones del futuro.
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La anticipación es responder a las necesidades futuras, previniendo problemas e
identificando oportunidades para el crecimiento; es reconocer, mediante la investigación
estratégica, las tendencias futuras. Y, ¿sabes una cosa?, la mejor manera de comprender
y anticipar el futuro, es entender y explicar nuestra realidad. Tratándose de mí, mi realidad
es un agregado de muchos paradigmas, que en su conjunto me indican cómo actuar de
acuerdo al modelo de universidad que aspiro ser.
Finalmente, la innovación representa la oportunidad de que me convierta en una
institución de servicio altamente competitiva, preferida, prestigiada y líder en el país y en
Latinoamérica. Es la llama permanente del cambio indispensable para mantenerme en el
liderato de la educación superior.
Nueva Declaración de Principios
“La grandeza de las personas, de las organizacionesy de las naciones radica en la adecuada definición
de sus principios y en la determinacióncon que éstos se honren”
Benjamin Franklin
Para estar acorde a las nuevas condiciones del país y mundo, requiero replantearme los
principios que me sustentan, como base para abordar los cambios institucionales a que
me tengo que someter. El siguiente diagrama (figura 1), indicativo más no exhaustivo,
apunta en esa dirección.
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Figura 1. Visión de la Universidad
Nuevas Formas de Enfrentar los Problemas
Crear nuevas maneras de hacer las cosas por parte de los profesores, alumnos y
trabajadores, resulta atractivo, aún para mí que soy una universidad joven. Salirse de lo
tradicional no es fácil e implica una nueva actitud. La investigación (o indagación)
apreciativa nos puede ayudar en este asunto:
Método Tradicional Investigación Apreciativa1) Necesidad de identificar problemas palpables 1) Apreciar a valorar lo mejor de que ya ‘existe’
2) Análisis de causas 2) Considerar ‘lo que podría ser’
3) Análisis de posibles soluciones 3) Discutir ‘lo que debería de ser’
4) Tomar la iniciativa (tratamiento) 4) Innovar ‘lo que será’
En la que la suposición básica del método tradicional es que las organizaciones
son problemas que necesitan ser resueltos; mientras que el de la investigación apreciativa
es que las organizaciones son un rompecabezas para armar (Hammond, 1998)
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¿Qué deseo para mis maestros?
La oportunidad de trascender en su función académica integral. Primeramente, como
docentes, al transitar de la enseñanza tradicional a la de aprendizaje significativo, donde
el alumno deje de ser un depósito pasivo de información y conocimientos y se transforme
en sujeto participativo y reflexivo. Los académicos deberán enfocarse mayormente a las
experiencias prácticas y su vinculación con la realidad; a la investigación técnica y
científica, básica y aplicada, humanista y tecnológica, que involucre a estudiantes de
posgrado y licenciatura, pero que se divulgue en congresos, simposios, talleres, revistas
científicas, libros, tesis de licenciatura y de posgrado. En cuanto al desarrollo y la
vinculación, los profesores deberán buscar la aplicación de los resultados de la
investigación y experimentación, evaluarán modelos de desarrollo sustentable y se
vincularán con el aparato productivo para incidir positivamente en el mejoramiento de la
calidad de vida.
¿Qué deseo para mis alumnos?
Su desarrollo como personas y como futuros profesionales, lo que demanda de una visión
más equilibrada en su formación. Además de que dominen los aspectos técnicos de sus
carreras, los nuevos retos del mundo actual les exigen su integración social (educación
para la vida) con herramientas relativas al liderazgo, comunicación, informática, idiomas, y
una cultura emprendedora y contemporánea. El estudiante de la Narro debe ser altamente
competitivo respecto a cualquiera de los egresados de carreras similares en Ibero
América; seguros de sí mismos, con alta autoestima y con actitudes de trabajo creativo y
en equipo.
¿Qué deseo para mis trabajadores?
Al ser integrantes de la universidad, los trabajadores no académicos cumplen con roles
muy diversos, de reconocida importancia para la vida universitaria. El clima laboral que
medie entre autoridades y sindicatos, deberá hacer explícito este reconocimiento,
fortaleciendo los estímulos, las cooperativas, los sistemas de ahorro, seguridad, salud y
crecimiento personal y familiar. Ningún trabajador, por modesta que sea su actividad,
debe de estar marginado de los planes y políticas de la Universidad.
42
¿Qué quiero ser?
Convertirme en una universidad humanista, globalizada, competitiva, innovadora,
vinculada, integradora y sustentable acorde con las exigencias del siglo XXI.
Una universidad con un sólido programa de educación continua, que responda a
las más variadas demandas de la sociedad y que permita ampliar su prestigio y presencia
local, regional y nacional.
Atender, de manera prioritaria, los retos de impartir educación virtual que me
ubiquen en la vanguardia de las tecnologías de la información.
Una universidad con una firme estrategia de vinculación, en su concepción más
amplia, que rebase lo referente a los convenios con otras organizaciones, universidades y
empresas; que fomente su relación institucional con la Asociación Nacional de Egresados;
que favorezca la bolsa de trabajo, la movilidad estudiantil y la de profesores, la
capacitación de productores, el desarrollo de programas de desarrollo rural sustentable
con los distintos niveles de gobierno; y que impulse su relación con los organismos
internacionales de fomento económico, ambiental, social y humano.
Desplegar para todas las carreras un currículo para el desarrollo profesional,
integrado a los criterios generales universitarios y a los particulares de cada área
profesional.
Ser reconocida como universidad líder en el trinomio: excelencia-calidad-
adaptación, que en su conjunto me ubiquen como una institución con plenas ventajas
competitivas, de permanencia y adecuación de sus tareas en un mundo en constante
cambio.
Una universidad con el 100% de sus carreras y posgrados acreditados, en
constante y permanente actualización y con un mejoramiento continuo de métodos,
procedimientos, currículo y sistemas.
En la más profunda de mis aspiraciones está el promover un genuino desarrollo
humano de todos: alumnos, profesores, trabajadores y sociedad en general. Mi historia,
con 90 años a cuestas, me permite aspirar legítimamente a este deseo.
43
Finalmente, estoy inmersa en la nueva sociedad del conocimiento, a la cual debo y
deseo contribuir; no deseo permanecer como espectador, sino como actor en el mundo de
posibilidades que me abre la ciencia, la tecnología y las humanidades. Sólo así haré
efectivo el sueño de Don Antonio Narro.
¿Cómo lograrlo?
No es difícil si se cumplen entre otras, con las siguientes condiciones:
Clima laboral
Que exista un ambiente laboral dinámico y de concordia entre los diferentes actores que
tienen la responsabilidad de dinamizar las diversas actividades que se llevan a cabo en mi
seno, para que así se formen mejores profesionales, según mí responsabilidad como
institución de educación agrícola superior.
Atmósfera académica
Que la comunidad universitaria viva en un ambiente de trabajo armónico y de excelencia,
para que en la docencia, en la investigación y en el desarrollo se incremente la
productividad, y por ende se eleve la calidad de mis egresados.
Idiomas
Que los alumnos tengan la oportunidad de aprender una segunda lengua, especialmente
el inglés, para que tenga oportunidad de acceder a la información más valiosa y de
ampliar sus posibilidades de formación profesional en el extranjero.
Informática
Que tanto alumnos como profesores puedan acceder a las herramientas más avanzadas
de esta disciplina, para que tengan oportunidad de actualizarse y de interactuar sin
contratiempos en un mundo cada vez más globalizado.
Centros
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Que sean los espacios donde los profesores investigadores desarrollen investigaciones
de alta calidad para resolver problemas concretos, y donde se impartan cursos hacia al
exterior para atender necesidades explicitas de quienes lo demanden.
Institutos
Que generen, a través de la investigación, paquetes tecnológicos que ofrezcan soluciones
encaminadas a resolver la problemática de la producción del campo mexicano, y que se
conviertan en los espacios que contribuyan a formar, con rigor, los futuros investigadores
y profesionales que servirán al sector rural del país.
Cultura emprendedora
Que los alumnos aprendan a desplegar todo su potencial personal y profesional, gracias
al desarrollo de su propia creatividad, para que puedan generar sus proyectos productivos
con un sentido de innovación y sensibilidad social, para su desempeño profesional futuro.
Cultura humanista
Que la formación de los alumnos sea integral, pero sustentada en valores que los hagan
mejores como seres humanos, para que sirvan y se comprometan con la sociedad de
donde proceden y a la cual se deben.
Titulación
Que se diversifiquen las vías de titulación y se fortalezcan las ya existentes, para que los
alumnos que concluyan sus estudios, tengan opciones suficientes para finiquitar su ciclo
de universitarios y puedan ejercer su profesión sin restricciones ni contratiempos.
Liderazgo
Que los alumnos amplíen su visión del mundo y de la sociedad, para que sean capaces
de desplegar toda su fuerza transformadora y creativa a través del ejercicio responsable
de sus potencialidades, a favor no sólo de sus logros personales, sino de los de los
demás.
45
Participación
Que se fomente la participación de los alumnos en todo tipo de actividades académicas,
culturales y deportivas, para que interactúen entre ellos y aprendan a hacerlo con
desenvoltura y prestancia en entornos externos, para que se favorezca su formación
integral.
Planeación-evaluación
Que la planeación de mediano y largo plazo sean parte esencial del desarrollo futuro
universitario, para prever con claridad el rumbo que habré de seguir como institución; que
la cultura de la evaluación sea parte esencial de mi vida como institución, porque sólo así
seré capaz de analizar el rumbo que sigo y podré corregir cuando así se requiera.
Innovación
Que la comunidad universitaria sea un ente abierto, dispuesto a evolucionar y adecuarse
permanentemente a los cambios que demanda el mundo actual, cada vez más
globalizado, para que pueda aportar ideas y proyectos transformadores a la sociedad.
Habilidades laborales
Que los alumnos adquieran, a lo largo de su formación, las habilidades de trabajo
inherentes a su profesión y las propias de una persona comprometida con su comunidad,
necesarias para que se desempeñe con éxito en el medio laboral al cual deban insertarse.
En la Ruta de la Sustentabilidad
“... vivir, trabajar y comportarse de tal forma que sustente la integridad del
ecosistema local, regional o planetario del cual depende toda la vida...”
Guy Dauncey
Mis antecedentes respecto a esta filosofía de vida y a este enfoque ante los problemas
del hombre y la naturaleza, y a la necesidad de incorporarla al perfil académico de los
46
futuros egresados, se encuentra desde mi propio origen y reforzada en mi nacimiento
como universidad estatal en 1975. A partir de entonces propicié un enfoque que
armonizara la bipolaridad entre ecología pura, en un extremo, y la agronomía en el otro.
La ecología de la transformación, como se denomina a esta escuela de pensamiento,
centra su acción en el ecosistema, del cual el hombre es juez y parte, jugador y
espectador. De esta manera se visualiza al desarrollo rural como un proceso de cambio,
holístico, en el que interactúan el hombre (actitudes, valores, tradiciones, costumbres,
aptitudes), la naturaleza (recursos naturales renovables y no), los aspectos sociales
(organizaciones formales y no) y elementos económicos (recursos financieros, mercado,
cadenas de valores, competencia, rentabilidad globalización).
La respuesta a las necesidades materiales y espirituales de la sociedad, descansa
en el sistema educativo en general, y en las instituciones de educación superior en
particular. En la actualidad, Csikszentmihalyi (2003) aborda este problema y afirma que
sólo hay dos categorías de personas que están llamadas a cumplir con esta
encomienda: los científicos, que aportan las condiciones para una vida más saludable y
longeva, y para control de la materia viva e inerte; y los hombres más emprendedores
de nuestra sociedad, que aportan una vida más cómoda, llevadera y emocionante
dirigiendo de la manera más eficiente la producción y consumo mediante las fuerza del
mercado.
El caldo de cultivo de ambos grupos de individuos se encuentra en la universidad,
en el que se han formado, creado y recreado las bases científicas para la generación del
conocimiento, de tecnologías, de modelos de desarrollo y estrategias de gestión de
organizaciones. No cabe duda que la mayoría de la gente está de acuerdo en que las
condiciones actuales de vida, con todo el cúmulo de satisfactores que surgieron en el
pasado, tiene su origen en el conocimiento generado en las instituciones educativas y
de investigación. La incertidumbre, real, crítica y amenazadora hace posible que estos
estándares sean sustentables y perduren indefinidamente.
Para cambiar al país, primero debo cambiar yo. Este es el verdadero reto al que
deben de enfrentarse profesores y alumnos, autoridades y trabajadores, unidos todos en
torno a mí, su Alma Mater; en el siguiente diagrama (figura 2) se muestran las
interrelaciones e interacciones necesarias para convertirme en universidad sustentable:
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Figura 2. Plan Universidad Sustentable
¿Es aplicable la sustentabilidad para todas las circunstancias, lugares y países? Si
y no, ya que para que sea un movimiento genuino, debe de mantenerse apegada a ciertos
principios universales y sólo si se cumple con ello, entonces pasar a considerar las
características culturales, los recursos naturales disponibles, la condición educativa,
nutricional y de salud de la población y el estado de la economía. Y por encima de todo, la
decisión política de hacer de la sustentabilidad una forma de vida para todos. Han
transcurrido un poco más de 50 años de la denuncia de Raquel Carson de una práctica
nociva, insustentable en la agricultura, mediante la publicación de su libro ‘Primavera
Silenciosa’; y desde entonces, nos hemos comportado muy apegados a lo que Martin
Niemöller, aquel ministro luterano que fue aprisionado por oponerse a Adolfo Hitler, y que
racionalizando por qué no había denunciado sus atrocidades en las distintas situaciones
que se le presentaron, finalmente se preguntó, ‘cuando me toque a mí, ¿Quien me podrá
defender?’ Vamos por la vida subestimando lo que pasa a nuestro alrededor, bajo el
argumento o autoengaño de que mientras les afecte a otros, a mi no debe de
preocuparme. Es argumento se auto-refuerza con expresiones tales como, ‘eso solo le
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pasa a los pobres’, ‘eso a mí no me toca’ ‘es para los indígenas’, ’eso sucede solo en
Haití, áfrica, y el tercer mundo’; de no cambiar de rumbo, habremos de preguntarnos ¿y
ahora, quién nos podrá defender?
¿Hemos logrado dejar atrás la primavera acallada y ver el surgimiento de una más
bulliciosa? Hemos concentrando mucha más atención –horas intelecto, dinero, tiempo,
esfuerzo– en revisar y estudiar los detalles, las partes (enfoque merológico) que en la
totalidad o sistema (enfoque holístico) y perdemos así perspectiva de lo que es
importante: “... es preferible tener una idea aproximada de todo el sistema, que tener una
idea precisa de una parte insignificante del sistema...” (Holling y Golberg, 1971); El
problema no es el entender detalladamente los componentes, sino de la incapacidad de
verlos y tratarlos como un todo. El educador holista Gallegos (1995), nos señala que La
sustentabilidad se basa en seis principios concernientes al mundo natural:
• El mundo es nuestro hogar, es un lugar adecuado para vivir.
• El mundo es la madre tierra, la fuente de la vida y la salud.
• El mundo es un compañero, se percibe como el más grande y gratificante amigo.
• El mundo es un sanador, es el último ambiente terapéutico.
• El mundo es un maestro, es fuente de conocimiento, es un lugar donde uno puede
aprender.
• El mundo es como uno es, es una extensión de nosotros mismos, su historia es
parte de nuestra historia.
Partiendo es estos principios, enseguida pasaríamos al análisis del paradigma de la
institución, organización, región o entidad a fin de diseñar la estrategia para poner en
marcha una exitosa agenda para la sustentabilidad. Una buena guía, actualizada y en
proceso de validación se encuentra en el trabajo realizado por Garza y Medina 2010.
Diseñada originalmente para las universidades e instituciones de educación superior, la
metodología es aplicable a otro tipo de instituciones y nivel de gobierno.
La sustentabilidad implica inducir un cambio de actitud y de pensamiento, por lo que
hay que diferenciar claramente lo que es el capital tangible (alumnos, académicos,
administrativos, aulas, laboratorios, invernaderos, auditorios, biblioteca, computadoras,
etc.), y el intangible (el intelecto, el conocimiento, la información, los valores, etc.). Por
49
otro lado existen grupos de personas ubicados en diferentes jerarquías (Rector,
directores, subdirectores, jefes de departamento, maestros, alumnos, personal de
mantenimiento, vigilantes, veladores, etc.) y ámbitos de desempeño (finanzas,
administración, compras, planeación, académicos de diferentes áreas de enseñanza, y
alumnos de diferentes especialidades y niveles).
En ese contexto y considerando a la Universidad como un ecosistema, los elementos
que la componen (tangibles como: edificios, áreas verdes, actores, vehículos, etc. e
intangibles como: actitudes, enseñanza, valores, etc.), deben mantener un cierto nivel de
equilibrio, con una dinámica sistémica en su comportamiento de interrelación. Las cinco
etapas consideradas para la instrumentación de la agenda de sustentabilidad se indican
en figura 3.
Figura 3. Etapas para la implementación de la Agenda para la Sustentabilidad (Garza y
Medina, 2010).
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La institución se concibe como un sistema con cuatro subsistemas: institucional,
económico, social y ambiental. Y para cada subsistema, se identifican 34 estrategias de
acuerdo a la declaración de UNESCO de la educación para el desarrollo sustentable.
Asimismo hay 27 elementos identificados para el conjunto de subsistemas, dentro de los
cuales se determinaron alrededor de 800 reactivos (225 reactivos institucionales, 60
reactivos económicos, 195 reactivos sociales y 312 reactivos ambientales) que, una vez
aplicados a la institución permitirán tener un panorama general del estado en que se
encuentra la institución con respecto a la puesta en marcha de una agenda por la
sustentabilidad.
La construcción de la cultura de la sustentabilidad es tarea de todos. A la
universidad le toca asumir un papel estratégico como agente de movilización social. En
ella se fermentan los cambios que la sociedad asimila como propios para conducir al país
a estadios superiores de bienestar, crecimiento y desarrollo. En la universidad se edifican
los cimientos del talento creativo e innovador, portador del virus del liderazgo esencial
para la transformación del país.
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Segunda Parte
Edificar un Futuro Sustentable
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53
“…Yo no vengo a trabajar por laUniversidad, sino a pedir a la
Universidad que trabaje por el Pueblo…”
José Vasconcelos
La compleja realidad obliga una nueva y fresca actitud hacia la vida queasegure la posibilidad de la existencia humana. Impostergable y prioritariaaspiración es preparar a los ciudadanos para concientizarlos del impactonegativo que ejercen sobre el entorno y de las severas condiciones de vidaque generan, del papel de la naturaleza en la sustentación de la vida, y deinvolucrarse en la consecución de la salud del planeta. Estamos atrapadosentre dos visiones del mundo: una ya agonizante y la otra, luchando pornacer. En este designio, es imprescindible la participación ciudadana, paraasumir la responsabilidad de procurar en nuestra vida cotidiana, en el aula, en el hogar o en el trabajo, un estilo de vida sustentable, acorde con lanaturaleza que nos guía.
Esta actitud sustentable contemporánea no está reñida con la
modernidad ni con el progreso; como tampoco lo está con los medios del desarrollo. Es la concepción inteligente, razonada y con bases científicas, de que la acción social comprometida con el desarrollo y aplicada a todoesfuerzo y actividad humanos, constituye el único camino para alcanzar lasustentabilidad.
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Nacimiento de la Universidad Federal
La Universidad fue creada en el año1975 por un decreto emitido por el H. Congreso del
Estado de Coahuila, sin embargo el subsidio federal representaba el 99% del presupuesto
de la Institución. Esta situación presupuestal se empieza a cuestionar desde el año de
1996 y se agrava en el año 2001 cuando la Secretaría de Hacienda emite un dictamen por
el cual dejaba de tratarla como un Órgano Administrativo Desconcentrado del Gobierno
Federal y su presupuesto adquiere forma de subsidio sin ningún compromiso para
otorgarle ampliaciones presupuestales, regularizar servicios personales y actualizar su
plantilla y prestaciones; todo ello sustentado en que la Universidad había sido creada por
un decreto estatal (Sánchez G y López Barbosa, 2008).
Por ello el H. Consejo Universitario ordena a la Comisión Legislativa, que presidía el
Dr. Jorge Galo Medina T., la elaboración de un proyecto de nueva Ley Orgánica para
convertir a la Universidad en Organismo Público Descentralizado del Gobierno Federal.
En marzo de 2006, esta Comisión le presenta informe al Rector, destacándose los
siguientes aspectos:
• El 25 de abril de 2005, el C. Rector sometió a la consideración de esta Comisión,
Proyecto de Ley Orgánica de la UAAAN.
• El 9 de mayo de 2005, la Comisión Legislativa presentó al H. Consejo Universitario
informe, en el que se propone el procedimiento de auscultación de la Comunidad
Universitaria, para efectos de las reformas y adiciones a la Ley Orgánica vigente, los
siguientes asuntos:
a) La necesidad de una nueva Ley Orgánica
b) La modificación de las autoridades de la Universidad, y particularmente la
inclusión de un Consejo Directivo
c) La elección del Rector
d) La reelección del Rector
e) Apertura a otras áreas del conocimiento
• En la sesión del H. Consejo Universitario iniciada el 9 de mayo de 2005, se aprobó la
celebración de auscultación a la comunidad universitaria, con el procedimiento
correspondiente, misma que se llevó a cabo el 13 de mayo de 2005.
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• Con los resultados de la auscultación debidamente notariados y con base en el
análisis realizado en el seno de la Comisión Legislativa, se sometió al H. Consejo
Universitario el 26 de mayo de 2005, el dictamen del Proyecto de Ley Orgánica de la
Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro. En esa misma fecha, el pleno del H.
Consejo Universitario aprobó de manera unánime el dictamen presentado. Con lo
anterior, se autorizó al Rector de la Universidad y a las autoridades correspondientes,
realizar las gestiones y trámites para que el Honorable Congreso de la Unión
procediera a la aprobación de una nueva Ley Orgánica.
• El 14 de diciembre de 2005, en la Sesión Ordinaria de la Cámara de Diputados se
aprobó el dictamen con proyecto de decreto que expide la Ley Orgánica de la
Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, mediante el cual la UAAAN se
constituye en Organismo Público Descentralizado de la Administración Pública
Federal. De esta manera se asegura su acceso a mejores oportunidades de
crecimiento, consolidación y desarrollo, y se le dota del marco jurídico indispensable
para continuar su ascenso como Institución de calidad y excelencia académica. Es de
resaltar que quedan debidamente salvaguardadas las relaciones laborales con los
empleados, con base en el Artículo 123, apartado A, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y a la Ley Federal de Trabajo.
• Finalmente, el 7 de marzo de 2006, en Sesión Ordinaria de la Cámara de Senadores,
se aprobó por unanimidad del pleno, el dictamen de las Comisiones Unidad de
Educación y Cultura; de Agricultura y Ganadería y de Estudios Legislativos, segunda,
el Proyecto de Decreto de Ley Orgánica de la UAAAN. Con esta aprobación se da
cumplimiento, para los efectos constitucionales y legales procedentes, a la
normatividad de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos
Mexicanos.
En forma simultánea al proceso legislativo, el H. Consejo Universitario había instruido
a la Comisión Legislativa para que se elaborara el nuevo Estatuto Universitario, que en
sesión celebrada el 27 de octubre de 2005 es aprobado.
El Congreso del Estado de Coahuila de Zaragoza en su sesión del 4 de abril aprobó
por unanimidad la iniciativa de decreto de Abrogación de la Ley Orgánica de la
Universidad Agraria Antonio Narro, que le fuera presentada el 8 de marzo del mismo año
y ordena su publicación en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado, el 7 de abril del
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mismo año. Finalmente, el 26 de abril de 2006, se publica en el Diario Oficial de la
Federación la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, con la
cual, adquiere carácter de organismo público descentralizado de la federación.
Alcances de la Nueva Legislación
Con la nueva Ley Orgánica, la Universidad inicia una nueva etapa en su transformación,
que integra a la rica experiencia histórica educativa de la que es depositaria, los frutos de
los esfuerzos de mejoramiento de la institución, y de otras universidades del país con sus
respectivos procesos de reforma.
Por otra parte, si bien el Gobierno Federal es quien ha venido otorgándole recursos
para su crecimiento y desarrollo en diferentes tiempos a lo largo de su historia, e
ininterrumpidamente desde 1971 a la fecha; la Ley Orgánica expedida por la H. Congreso
de la Unión, reconoce jurídicamente que la Universidad es una institución federal, cuyo
presupuesto formará parte del Programa de Egresos de la Federación que apruebe la H.
Cámara de Diputados.
Lo anterior permitirá potencializar las fortalezas de la Universidad, con profesores e
investigadores ampliamente calificados, posgrados de excelencia, carreras de licenciatura
con altos estándares de calidad y certificados por los organismos correspondientes,
amplia estructura académica y de investigación; y cumplir con su misión de contribuir al
desarrollo y bienestar de la sociedad, particularmente la del medio rural.
Es de destacarse que además de los cambios auscultados, la Comisión Legislativa,
amplió los objetivos señalados en su artículo 3º, y que quedaron plasmados en la nueva
ley orgánica 2006, como se señala comparativamente en el Cuadro 1. Se puede apreciar
el compromiso por la sustentabilidad, atendiendo sus vertientes tecnológicas, sociales,
económicas y ecológicas, y enfocar las áreas de investigación, cultura, ciencia y
tecnología hacia los fines del desarrollo sustentable. Este planteamiento es afín con el
artículo 25 de la Constitución mexicana que a la letra dice: “…corresponde al estado la
rectoría del desarrollo nacional para garantizar que este sea integral y sustentable…”
La nueva legislación –ley orgánica y estatuto universitario– se estrenó con la
decisión por parte del H. Consejo Universitario para designar al primer Consejo Directivo;
posteriormente, este órgano colegiado formularía la convocatoria para la elección de
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Rector y Director Regional de la Unidad Laguna, para el período 2006-2010. Las primeras
autoridades electas bajo las nuevas reglas, resultaron ser, respectivamente, el Dr. Jorge
Galo Medina T. y Dr. Rafael Rodríguez M. La jornada electoral fue innovadora, eliminando
la segunda vuelta, incorporando al Consejo Directivo en la selección de un máximo de
tres aspirantes a la rectoría; pero el anuncio del resultado de la misma, fue tradicional, en
el balcón de ‘La Gloria’, en la madrugada del miércoles 25 de octubre de 2006.
Cuadro 1. Modificaciones al artículo 3 de la Ley Orgánica de la UAAAN al alcanzarrango federal
Artículo Ley orgánica 1989 Ley orgánica 2006
3 I. Impartir educación superior en elcampo de las ciencias agrarias ysus afines para formarprofesionistas con juicio crítico, humanista, democrático ynacionalista, capaces de contribuira la solución de los problemas delmedio rural;
II. Realizar investigación en las áreascientíficas de su competencia quefavorezcan al desarrollo social yeconómico, integral, armónico eindependiente tanto de la repúblicay sus regiones como del estado; y
III. Preservar, promover y acrecentarla cultura, la ciencia y latecnología, en un proceso deintercambio sistemático con lasociedad, para contribuir aldesarrollo rural de manera integral.
I. Impartir educación y formar recursoshumanos en las diferentes áreas yniveles, en el campo de las cienciasagrarias y en otras que la sociedadrequiera, buscando que desarrollenel juicio crítico, la vocaciónhumanista, los valores democráticosy los principios nacionalistas, y queresulten capaces de contribuir a lasolución de los problemas del paísen general y de su medio rural, enparticular;
II. Realizar investigación en las áreasde su competencia, cuyos resultadosfavorezcan al desarrollo sustentable–tecnológico, social, económico yecológico del país–, atendiendo a lasespecificidades regionales; y
III. Preservar, promover, investigar yacrecentar la cultura, la ciencia y latecnología en general, y en formaparticular, las que se relacionandirectamente con su naturaleza ymisión de servicio, dentro de unproceso de intercambio sistemáticocon la sociedad, para contribuir aldesarrollo sustentable.
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Restructuración Orgánica
Para adecuar la gestión y mejorar la organización académica y administrativa de acuerdo
a la nueva situación jurídica de la Universidad, en Diciembre de 2006 el H. Consejo
Universitario aprobó una nueva estructura de la Administración Central
Esta propuesta descansa sobre dos componentes básicos: la descentralización
económica y administrativa, y el fortalecimiento de actividades estratégicas (vinculación y
educación a distancia) y de las unidades básicas de gestión.
La descentralización se orientó a perfeccionar los niveles de la autonomía académica
y administrativa, mediante la transferencia de las decisiones hacia las Unidades, de modo
que estas asumieran la responsabilidad sobre sus propios planes estratégicos de
desarrollo y el de la Universidad en pleno, pero con un nivel de centralización que defina
claramente el papel de la Rectoría. Los principales cambios propuestos fueron:
• El rol de la Rectoría se estructura, centra y define principalmente mediante la
concreción y el cumplimiento de los siguientes objetivos: estimular y promover las
diferentes iniciativas que surjan de los diferentes ámbitos de las Unidades Regionales,
representadas por las Autoridades, las Coordinaciones y los Departamentos
Académicos, así como de los demás órganos y cuerpos colegiados, dentro del criterio
de compromiso compartido que permita elevación de los niveles de eficiencia,
modernización, competencia y gobernabilidad institucional.
• Creación del Secretariado Técnico de la Rectoría, sustituyendo la actual Coordinación
de Asesores y fortaleciendo las funciones de comunicación social, tanto al exterior
como al interior, para promover, transformar e incentivar, mediante la participación y
definición de funciones, los órganos de asesoramiento, del nivel central, para que
coadyuven a la innovación y la instrumentación de las actividades y estrategias, que
permitan consolidar y potenciar el proceso de cambio, tomando en cuenta un horizonte
temporal de mediano plazo.
• Promoción de la participación en los ámbitos de gestión de las unidades
operacionales, principalmente en el nivel central, con la finalidad de establecer un
compromiso compartido en la gestión de planes y programas.
• Consolidación de la estructura en las diferentes Direcciones, a fin de dirigir, coordinar,
supervisar, y controlar las funciones señaladas en la Ley Orgánica, para que al nivel
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central favorezcan los procesos de formulación, seguimiento y evaluación de las
políticas y planes institucionales, requeridos para viabilizar e impulsar las directrices de
la reforma orgánica y funcional para elevar los niveles desarrollo institucional.
• Considerando que las actuales oficinas universitarias han estado tratando asuntos
coyunturales, se propone que las Direcciones pasen a tratar asuntos permanentes, en
su calidad de organismos normativos y consultivos y de apoyo de la Rectoría, quienes
serán las encargadas de facilitar el cumplimiento de la gestión de los objetivos
estratégicos institucionales. Para tal fin se integrarán las Direcciones Universitarias
entre sí y verticalmente con las Unidades Regionales en su instancia respectiva.
• Conservación a nivel central de la Contraloría General a fin de llevar a cabo el control
de los actos administrativos mediante examen, comprobación, revisión e informe de la
exactitud y oportunidad con que las diversas dependencias u órganos de
administración y de operación hubieren producido.
• Creación de la Subdirección de Evaluación y Efectividad Institucional, dependiente de
la Unidad de Planeación y Evaluación para el análisis del cumplimiento de los
objetivos institucionales, en la medida de su productividad y en relación con la
asignación de los recursos.
• Transformación del actual Departamento Jurídico en la Oficina del Abogado General
de la Universidad, con la responsabilidad de emitir informes y dictámenes sobre los
contratos y convenios que deban ser aprobados por el Rector, atender los
expedientes, prestar asesoramiento legal a las Unidades Regionales y a los órganos
de Administración, así como orientar, conducir, y atender los procesos judiciales y
administrativos en las que intervenga la Universidad,
• Las Unidades Regionales se encargarán de los Servicios Generales.
• Creación de las entidades encargadas de la promoción y desarrollo de la educación
continúa y a distancia.
• Transformación de la actual Subdirección de Postgrado en Dirección,
responsabilizando a la actual Dirección de Docencia de la atención a los alumnos del
nivel Licenciatura.
• Fortalecimiento de las funciones de gestión en la Dirección de Investigación.
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• Transformación de la actual Dirección de Comunicación en Dirección de Vinculación
con el objetivo de atender adecuadamente las actividades de interrelación con los
diversos sectores de la sociedad.
• Fortalecimiento y ordenación de la administración de los recursos humanos de la
institución a través de la creación de la Dirección respectiva a nivel central y de
oficinas de enlace en las unidades regionales.
• Creación del Departamento de Desarrollo Estudiantil en cada Unidad Regional, para
favorecer actividades estudiantiles y otras de asesoría, tutoría, etc.
• Fortalecimiento de las actividades de movilidad estudiantil e intercambio, a través de la
creación del Departamento de Movilidad Estudiantil en la Dirección General
Académica.
• Consolidación del Patronato Universitario, en los términos establecidos en la Ley
Orgánica vigente, con la misión de conseguir recursos para el financiamiento y
acrecentar el patrimonio de la Universidad. Para ello el Patronato se integrará por: Un
Secretario Ejecutivo. Además podrá constituir las asociaciones civiles necesarias para
la administración de cierto tipo de proyectos y recursos, que así lo requieran.
El H. Consejo Universitario aprobó la iniciativa de restructuración el 6 de diciembre de
2006 con las siguientes disposiciones:
Primera:
Una vez presentada la propuesta por el Rector al H. Consejo Universitario y aprobado por
éste, la definición de las funciones de las unidades de las Direcciones Universitarias y
Regionales, en el nuevo Manual General de Organización, deberán de completarse en un
plazo no mayor de 120 días naturales, contados a partir de la fecha de aprobación de la
misma.
Segunda:
A propuesta del Rector, se designarán a las comisiones para el reordenamiento del
personal, para elaborar la propuesta final, su plan operativo y su proyecto de presupuesto,
a más tardar en el mes de abril de 2007.
61
Tercera:
Se elaborará una propuesta de Reforma al Estatuto Universitario en un plazo no mayor a
90 días hábiles.
Cuarta:
Las nuevas Unidades de Gestión, procurarán la adecuación de sus actuales Reglamentos
y manuales de procedimientos, así como los de sus Unidades Operativas al nuevo
Estatuto, en un plazo no mayor de seis meses, contados a partir de la aprobación del
nuevo estatuto.
Quinta:
Se conformará una Comisión Especial presidida por el Director General Académico para
evaluar la política y los planes de desarrollo de cada uno de los actuales Centros e
Institutos, así como su ubicación definitiva.
Sexta:
Se conformará una Comisión de Seguimiento del Proceso de Restructuración, cuyos
miembros serán designados por el H. Consejo Universitario y el Rector, de manera
paritaria, misma que evaluará la instrumentación de la propuesta, autorizará la
implementación de las nuevas áreas conforme a la disposición de recursos, realizará los
ajustes pertinentes y verificará el cumplimiento de los acuerdos.
Séptima:
En el caso de la Unidad Regional Saltillo, el Director Regional será designado por el
Rector para el período 2006-2010.
Octava:
La implementación de las nuevas unidades, estará condicionada a la gestión y
autorización de los recursos necesarios para su operación, previo dictamen de
autorización de la Comisión de Seguimiento.
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Plan de Desarrollo Institucional
En cumplimiento de lo dispuesto en el Capítulo VII, Artículo 20, Fracción IX de la Ley
Orgánica en vigor, y de las disposiciones correspondientes del Estatuto Universitario
vigente, y para dar debido cumplimiento al nuevo marco jurídico universitario, se presentó
a la consideración de nuestra máxima autoridad, el H. Consejo Universitario, el Plan de
Desarrollo Institucional 2007-2012.
Este documento es el resultado del esfuerzo y compromiso de los miembros de la
comunidad universitaria que, a través de las diferentes instancias y dependencias
involucradas en el proceso de su elaboración, en un proceso incluyente de participación
abierta, aportaron su visión, necesidades y aspiraciones, para en conjunto hacer posible
la integración de esta obra que para el desarrollo de esta institución es de importancia
capital.
El Plan de Desarrollo Institucional constituye una herramienta fundamental e
imprescindible para fijar con precisión los objetivos y metas del quehacer de la institución
en el contexto de la educación superior contemporánea en que se encuentra inmersa. La
alineación de sus objetivos, ejes y estrategias con los propuestos en el Plan Nacional de
Desarrollo ha sido cuidadosamente analizada y observada demostrando una vez más el
compromiso de la institución con las políticas y estrategias que concurren al desarrollo
nacional.
Hoy, más que nunca en su historia, la Universidad encuentra regulada por una
serie de disposiciones y restricciones de orden presupuestal que la obligan a pugnar por
una mayor eficiencia tanto en su desempeño académico como en su quehacer
administrativo. Por ello, es compatible con el Plan Nacional de Desarrollo, instrumento
rector de todas las acciones para que, en la medida en que los planteamientos reflejen las
prioridades nacionales, la Institución se vea más fortalecida y consolidada.
Uno de los postulados fundamentales que subyacen en el Plan Nacional de
Desarrollo es que la educación para el cambio constituye el eje fundamental del desarrollo
social, cultural, científico, tecnológico, económico y político de la nación y éste es el motor
principal de nuestras acciones.
63
Una educación pertinente, de calidad, y de vanguardia es un ideal al que aspiran
todas las instituciones de educación superior del país. La incorporación de las más
recientes tecnologías de información y comunicación al desempeño de las funciones
universitarias de ‘docencia, investigación y vinculación’ constituye uno de los principales
retos para la actualización de las instituciones de educación superior, pues la utilización
de los medios electrónicos y el aprovechamiento para fines pedagógicos de materiales
multimedia, recursos didácticos, redes sociales, y una gran diversidad de recursos que
ofrece la red mundial de comunicación son un imperativo que no sólo habrá de incidir en
la calidad, la pertinencia, y la prestación equitativa de sus servicios, sino que posibilitará la
respuesta ágil y expedita a la necesidad de otorgar la formación profesional que requieren
los egresados, de conformidad con los requerimientos del nuevo entorno tecnológico en
que se desenvuelve la sociedad actual. El Plan es una guía que deberá orientar todas las
acciones, y que además permita comprobar el rumbo y medir el alcance de metas.
Programa de Desarrollo Humano y Bienestar Integral
"El tesoro más preciado, la misiónverdadera de la institución universitaria,
consiste en proveer a los hombres unsentido de la vida"Raúl Rangel Frías
Entre las conclusiones del Informe de la UNESCO sobre la Educación para el Siglo XXI,
resalta que la educación durante toda la vida se presenta como una de las llaves de
acceso al siglo XXI. Esta noción va más allá de la distinción tradicional entre educación
básica y educación permanente, y responde al reto de un mundo que cambia
rápidamente. Pero esta afirmación no es nueva, puesto que en anteriores informes sobre
educación ya se destacaba la necesidad de volver a la escuela para poder afrontar las
novedades que surgen en la vida privada y en la vida profesional. Esta necesidad
persiste, incluso se ha acentuado, y la única forma de satisfacerla es que todos
aprendamos a aprender.
64
Pero además surge otra obligación que, tras el profundo cambio de los marcos
tradicionales de la existencia, nos exige comprender mejor al otro, comprender mejor el
mundo. Exigencias de entendimiento mutuo, de diálogo pacífico y, por qué no, de
armonía, aquello de lo cual, precisamente, más carece nuestra sociedad.
Se piensa en una educación que genere y sea la base de este espíritu nuevo, lo
que no quiere decir que haya descuidado los otros tres pilares de la educación que, de
alguna forma, proporcionan los elementos básicos para aprender a vivir juntos.
Lo primero, ‘aprender a conocer’. Pero, teniendo en cuenta los rápidos cambios
derivados de los avances de la ciencia y las nuevas formas de la actividad económica y
social, conviene compaginar una cultura general suficientemente amplia con la posibilidad
de estudiar a fondo un número reducido de materias. Esta cultura general sirve de
pasaporte para una educación permanente, en la medida en que supone un aliciente y
sienta además las bases para aprender durante toda la vida.
También, ‘aprender a hacer’. Conviene no limitarse a conseguir el aprendizaje de
un oficio y, en un sentido más amplio, adquirir una competencia que permita hacer frente
a numerosas situaciones, algunas imprevisibles, y que facilite el trabajo en equipo,
dimensión demasiado olvidada en los métodos de enseñanza actuales. En numerosos
casos esta competencia y estas calificaciones se hacen más accesibles si alumnos y
estudiantes cuentan con la posibilidad de evaluarse y de enriquecerse participando en
actividades profesionales o sociales de forma paralela a sus estudios, lo que justifica el
lugar más relevante que deberían ocupar las distintas posibilidades de alternancia entre la
escuela y el trabajo.
Por último, y sobre todo, ‘aprender a ser’. Este era el tema dominante del informe
Edgar Faure publicado en 1972 bajo los auspicios de la UNESCO. Sus recomendaciones
conservan una gran actualidad, puesto que el siglo XXI exigirá una mayor autonomía y
capacidad de juicio junto con el fortalecimiento de la responsabilidad personal en la
realización del destino colectivo. Y también, no dejar sin explorar ninguno de los talentos
que, como tesoros, están enterrados en el fondo de cada persona: la memoria, el
raciocinio, la imaginación, las aptitudes físicas, el sentido de la estética, la facilidad para
comunicarse con los demás, el carisma natural del dirigente, etc. Todo ello viene a
confirmar la necesidad de comprenderse mejor a uno mismo.
65
Educación para el Desarrollo Humano
En el Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD), el desarrollo humano
es el proceso de ampliación de las opciones de la gente, aumentando sus funciones y
capacidades. De esta manera el desarrollo humano refleja además los resultados de esas
funciones y capacidades en cuanto se relacionan con los seres humanos. Representa un
proceso, a la vez que un fin.
En todos los niveles del desarrollo las tres capacidades esenciales consisten en
que la gente viva una vida larga y saludable, tenga conocimientos y acceso a recursos
necesarios para un nivel de vida decoroso. Pero el ámbito del desarrollo humano va
mucho más allá: otras esferas de opciones que la gente considera en alta medida
incluyen la participación, la seguridad, la sostenibilidad, las garantías de los derechos
humanos, todas necesarias para gozar de respeto por sí mismo, potenciación y una
sensación de pertenecer a una comunidad. En definitiva, el desarrollo humano es el
desarrollo de la gente, para la gente y por la gente.
Una de las principales funciones de la educación es la de lograr que la humanidad
sea capaz de dirigir cabalmente su propio desarrollo; debe lograr que cada persona se
responsabilice de su destino a fin de contribuir al progreso de la sociedad en la que vive,
fundando el desarrollo en la participación responsable de las personas y las comunidades.
Sin embargo, para que ese desarrollo sea más efectivo se requiere que se facilite a todos
el “pasaporte para la vida” que le permita comprenderse mejor así mismo, entender a los
demás y participar en la obra colectiva y la vida en sociedad.
Al tener como objetivo un desarrollo fundado en la participación responsable en la
educación se debe alentar:
• La iniciativa
• El Trabajo en equipo
• Las sinergias
• El autoempleo y,
• El espíritu emprendedor.
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El proceso de desarrollo “debe permitir, antes que nada, despertar todo el potencial
de quién es a la vez primer protagonista y destinatario último: el ser humano, el que vive
hoy, pero además el que vivirá mañana sobre la tierra” (UNESCO, 1994).
El Programa de Desarrollo Humano y Bienestar Integral (PDHBI) tiene como objetivos:
• Propiciar en los alumnos el desarrollo humano integral a partir de la promoción de
la salud, los valores, los principios humanistas y el sentido de autorrealización.
• Generar y fortalecer el desarrollo integral del individuo (bio-psico-social) como una
alternativa para fomentar una cultura de prevención.
• Propiciar el incremento de las habilidades sociales y académicas de los alumnos,
fortaleciendo el desarrollo eficaz de las actividades educativas (aprender a ser,
aprender a hacer, aprender a aprender, aprender para la vida, aprender a convivir)
• Establecer y coordinar redes de colaboración intra e interinstitucionales que
contribuyan al fortalecimiento de la calidad educativa.
• Consolidar un equipo profesional multidisciplinario que favorezca el ofrecimiento de
estrategias a los alumnos a fin de que se apropien de actitudes que les permitan
adquirir habilidades y conductas que les faciliten construir un proyecto de vida
saludable y el desarrollo de las potencialidades humanas.
Bajo el título de ‘Epidemia en la Narro’, el Programa de Desarrollo Humano y Bienestar
Integral (PDHBI), difundió su filosofía, con base en un artículo de Gloria E. Henao P. que
publicó Carlos Devis1:
¡Cuidado!
Una epidemia se está expandiendo con increíble rapidez por todo La Narro.
La OMPF* ha confirmado que esta epidemia contaminará a miles de alumnos,
profesores y trabajadores durante los próximos meses. Te enviamos este mensaje
porque muy probablemente sus síntomas ya se están manifestando en ti, y creemos
1 http://listas.enplenitud.com/lista/clubcolombia/archivo/indice/2841/msg/3352/
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necesario ponerte al tanto de su naturaleza. Por favor compruébalos:
1. Tendencia a dejarse llevar por la intuición y por lo que verdaderamente se quiere, en
vez de actuar motivado por la presión de los miedos del pasado, o por ideas
limitantes acerca de sí mismo.
2. Total desinterés en juzgar a otros o juzgarse a sí mismo de cualquier manera que
genere conflicto o separación.
3. Total incapacidad para preocuparse (este es uno de los síntomas más
preocupantes).
4. Completa aceptación de los demás y renuncia definitiva a tratar de cambiar a otros.
5. Un deseo intenso de cambiar en miras a mejorar cada día en todos los sentidos.
6. Ataques, repetidos y totalmente sorpresivos, de risa, combinados con una extraña y
permanente sensación de gratitud y armonía para con todos los cercanos.
7. Incontrolable tendencia a sentirse de nuevo como un niño, juguetón, abierto y
sencillo.
8. Tendencia a ser soñador, a ilusionarse sin razón y con entusiasmo.
9. Pérdida repentina de la arrogancia y mala memoria en el sector cerebral en el que
los resentimientos y el dolor son almacenados.
Pssst: (te doy una pista…..): Se autodenominan ‘Aves Libres’
A todos los maestros, trabajadores y alumnos de la Narro:
Si quieres seguir viviendo asustado, bajo un sentimiento perpetuo de crisis, de conflicto
o conformismo, evita a toda costa contacto con las personas que presentan estos
síntomas. Si ya padeces algunos de los síntomas, lamentamos informarte que son
irreversibles y que nunca podrás recobrarte plenamente. Advierte a tus cercanos para
que se mantengan lejos de estas aves libres, ya que son altamente contagiosas.
• Las precauciones que te recomendamos (para seguir viviendo como hasta
ahora) son las siguientes:
• Lee todas las noticias sensacionalistas que puedas.
• Ve televisión todo el día, especialmente los boletines especiales de noticias.
• Habla constantemente de las cosas terribles que van a pasar y exagera lo más
que puedas.
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• No hagas inversiones, ni piense en nada que pueda significar progreso; piensa
que el mundo se va a acabar mañana.
• Concéntrate en los problemas, en lo desagradable, en las enfermedades y en la
muerte; conviértete en un especialista en dolor.
• No permitas que tu estado de salud se libre de flagelos tales como dolores de
espalda, problemas digestivos, dolores de cabeza, alta o baja tensión, y un alto
nivel de azúcar en la sangre.
• Quéjate todo el tiempo y no reconozcas nada positivo.
• No leas los libros positivos ni te juntes con personas positivas.
Rogamos que nos reporten todos los contagiados (tercer piso del ‘Edificio Principal’).
Recordatorio: Una vacuna de actitud positiva siempre es importante para mantenerse
saludable.
* OMPF: Organización Mundial de Personas Felices.
Taller de Autoconocimiento Profundo
El eje central del Programa de Desarrollo Humano y Bienestar Integral (PDHBI) es el
Taller de Autoconocimiento Profundo (TAP), cuyos objetivos son (Álvarez, 2009):
• El participante alcanzará una mayor comprensión de la raíz de los problemas con
que se enfrenta diariamente.
• El participante encontrara una clara idea de sí mismo, de sus deseos y problemas.
• El participante identificará y expresará sentimientos.
• El participante poseerá nuevas herramientas para enfrentar de mejor forma los
problemas en su medio ambiente y cuidar de sí mismo.
• El participante obtendrá información referente a los defectos de carácter individual y
respuesta a cómo enfrentarlos.
• El participante encontrara una conciencia acerca de las cosas con las que vive
diariamente y recibirá herramientas para concentrarse en su presente.
En su origen, el Programa fue conceptualizado dentro del enfoque de Universidad
Humanista, vinculada, sustentable, globalizada, integrada, innovadora y competitiva. Se
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fundamenta en la filosofía de que el estudiante además de prepararse competitivamente,
con los mayores estándares de calidad y excelencia en la carrera que ha escogido,
también reciba herramientas que lo preparen para la vida. La gente tiene hambre de
alcanzar el tipo de éxito asociado a la idea de la Superación y Realización Personal. Este
concepto significa la preparación del individuo para participar en el juego de la vida, de la
mejor manera posible, sin otro limite que el que se auto-imponga. Conlleva a disfrutar de
la vida, sin más premio que el juego mismo. Esto significa, contrario a lo comúnmente
aceptado de que no tenemos que demostrar a nadie que somos superiores.
El TAP descansa en la idea de que el estudiante o trabajador realice un examen
muy objetivo, honesto y serio acerca de si mismo. Ya la cultura y pensamiento griegos
desde sus inicios reconocían ésta importante tarea del hombre al inscribir en el gran
Templo de Delfos la frase “nosce te ipsum”. El sencillo ejercicio de conocerse a uno
mismo, nos permite aprender nuestras limitaciones –para superarlas–, nuestra ignorancia
–para combatirla– y nuestra capacidad de dominarnos a nosotros mismos –para
autogobernarnos–.
De nuestro conocimiento propio depende la posibilidad de cuidarnos –cuerpo,
mente, alma–, de cultivarnos y gestionar nuestro mejoramiento. El gran filósofo griego
Sócrates fue un poco más allá, al afirmar y dejar como legado moderno su famosa frase,
que interpretada en la realidad objetiva, significa que nunca dejaremos de aprender, que
el conocimiento es ilimitado, y lo que hoy conocemos como verdadero, mañana ya no lo
será. ¡Sólo sé que no sé nada!
El desarrollo humano, que tiene que ver con las cargas emocionales, las historias
familiares de las personas, su incursión en la vida social (sexo, drogas, alcohol), su
autoestima, sus valores y principios.
Este programa de desarrollo humano y bienestar integral –dirigido principalmente a
estudiantes, pero abierto a profesores y trabajadores administrativos– ha incursionado en
un rol no muy aceptado o experimentado en las universidades y que es el de atender
necesidades –no físicas ni materiales– del ser humano relativas a su carácter, su
personalidad, sus adicciones, sus conflictos afectivos, espirituales o del "alma".
La formación integral que pregonamos para los futuros egresados de las diversas
carreras, nos exige que pensemos seriamente en ese currículum invisible de la hoja de
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vida de los estudiantes. Greenspan (2004), pone los puntos sobre las íes al afirmar:
"...todos tenemos historias sobre nuestro sufrimiento. Casi todas son historias narcisistas,
narraciones en las que el yo es el foco exclusivo..."
Existen en nuestro interior marcas que limitan el quehacer cotidiano, sea en el
trabajo, en la escuela o en la familia. Este programa está llamado a atender ese segmento
tan importante de nuestro crecimiento personal y sacar esas historias ‘invisibles’,
‘escondidas’ de nuestro yo, que hacen que nos separemos de la realidad, que nos
aislemos de los demás, y que nos llevan a situaciones o trastornos enfermizos de
sufrimiento, resentimiento, aislamiento.
El Rabino Kushner (2006) nos advierte: "... la verdadera medida de la personalidad
de un individuo lo da su comportamiento cuando las cosas van mal... no ser como
otro...sino... ser nosotros mismos, lo mejor de nosotros mismos, aún cuando la vida no
resulta ser lo que esperábamos...."
Esta es la asignatura pendiente por la que tendrán que examinarse las
universidades, en el siglo XXI, que ante todo deben ser el crisol en que se humanice el
desarrollo, mediante el crecimiento y superación del ser humano.
Agenda para la Sustentabilidad
El martes 23 de Octubre de 2007, se da a conocer el compromiso trascendental de
transitar hacia la Sustentabilidad Universitaria. No solo como una respuesta a la demanda
global y nacional, sino a la demanda y responsabilidad de los propios universitarios. El
mecanismo diseñando para lograrlo es instrumentar una Agenda para la Sustentabilidad
Universitaria, con la misión de:
“Promover un cambio de actitud en la comunidad universitaria, que permita tener
un equilibrio entre los factores ecológicos, sociales, económicos, humanos y académicos,
en el entorno universitario y sus áreas de influencia con la participación de todos los
actores de la universidad centrando su quehacer en la capacitación, investigación,
vinculación, cultura, deporte y responsabilidad social”.
La visión del programa:
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“Hacer que la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro sea reconocida
nacionalmente como una institución pública líder en la aplicación de políticas de
sustentabilidad, y ser un factor de cambio en el medio agronómico del país”. Los objetivos
a alcanzar son muy claros:
• Integrar la dimensión ambiental y del Desarrollo Sustentable, en todo el quehacer de la
Universidad, con la participación de toda la comunidad universitaria: estudiantes,
académicos, de confianza y administrativos.
• Incorporar la perspectiva ambiental a los currículos de licenciatura, y postgrado.
• Articular los programas académicos especializados que realizan las diferentes áreas de
la Universidad, en materia de medio ambiente y desarrollo sustentable.
• Fortalecer las investigaciones y estudios aplicados en el tema de la sustentabilidad
• Desarrollar estrategias que permitan la convivencia y el derecho de todos los
universitarios a una vida saludable y productiva, en armonía con su entorno.
• Establecer la Responsabilidad Social Universitaria (RSU), como una razón de ser de la
Universidad.
• Respetar y promover el patrimonio cultural (etnias, música, gastronomía, etc.), como un
valor agregado de la universidad.
La importancia de alcanzar este ideal no es solamente por su relevancia para
nuestros estudiantes, académicos, administrativos y egresados, sino para dar respuesta a
los grandes retos ambientales como el sobre calentamiento global, el crecimiento de la
población, los recursos naturales limitados, y la pérdida de biodiversidad.
Como una de las mejores universidades del país y por su carácter agrario, se
asume la responsabilidad de ser líder en políticas sobre el cuidado al medio ambiente, en
la práctica y en la educación, siendo un ejemplo para otras universidades.
En ese contexto, se da inicio a un gran compromiso para buscar la transición hacia
la sustentabilidad, con la implementación de ‘La Agenda para la Sustentabilidad’
Universitaria. Para lograrlo se requiere de la participación de todos sus universitarios.
Es imperativo cerrar brechas, cambiar paradigmas, dejar atrás hábitos y
costumbres y buscar nuevos derroteros, con base en las fortalezas propias.
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El mayor capital son los alumnos y los académicos comprometidos, al igual que los
trabajadores administrativos.
No se empieza de cero, ya que desde hace varios meses, brigadas de estudiantes
y autoridades se dieron la tarea de transformar la imagen del campus. Se han eliminado
árboles muertos, recolectado basura, escombro y madera. Se ha iniciado una vigilancia
por cuidar el agua corrigiendo las muchas fugas. Se han limpiado las cisternas y los
tinacos y arreglado los bebederos, para que puedan utilizarse.
Se compraron nuevas unidades vehiculares teniendo en mente la reposición para
eliminar los viejos vehículos alto grado de contaminación. De esta manera reducimos
considerablemente las emisiones a la atmósfera por la mala combustión y el alto consumo
de lubricantes y otros materiales altamente tóxicos.
Se ha iniciado una intensa etapa de sensibilización a los estudiantes de nuevo
ingreso impartiendo un Taller de Educación Ambiental, “Hacia la Sustentabilidad
Universitaria”. Y se trabaja con todos los alumnos que así lo deseen de semestres
avanzados.
Se busca establecer una gran campaña de ahorro de energía y agua. Con la
Comisión Federal de Electricidad, se gestiona concretar un convenio que nos permita
disminuir el consumo hasta en un 40 % del actual. Se establecen también campañas para
ahorrar papel en las oficinas; tener control sobre las baterías usadas y los teléfonos
celulares y los cartuchos de las impresoras; Se ha iniciado un campaña de limpieza
colocando inicialmente 100 botes de basura en lugares estratégicos, y si se requieren
más, se colocaran los que sean necesarios para mantener el campus limpio.
Existe un gran capital con la pluralidad de alumnos de diferentes estados y una
gran riqueza con la presencia de alumnos de 21 culturas en el campus Saltillo y 18
culturas en la Unidad Laguna, que dan un total en la Universidad de 26 culturas
diferentes. Esa diversidad cultural, de pensamiento y de cosmovisión, ofrece fortaleza
como mexicanos que no se debe desaprovechar. Son muy pocas las universidades en el
país si es que las hay, que tengan tanta diversidad étnica. Es preciso capitalizar esa gran
riqueza para incrementar nuestro acervo cultural sobre el país. Se lucha también por el
respeto a las mujeres con programas de equidad de género y de respeto a las minorías
cualquiera que estas sean.
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Con la instrumentación de la agenda, se pretende establecer la ‘transversalidad’ en
los programas curriculares y el desarrollo de la investigación y vinculación para tratar,
disminuir, atenuar y eliminar los impactos negativos de diversos proyectos insustentables.
Se incrementarán las acciones de Responsabilidad Social Universitaria, buscando
el acercamiento hacia las comunidades vecinas. Con los estudiantes y académicos, para
aportar mayor ayuda tanto en las áreas urbanas como rurales.
Para medir el avance que se vaya teniendo hacia la sustentabilidad, se construirán
indicadores los cuales serán monitoreados por el Comité Operativo de Seguimiento,
integrado por personal administrativo, académicos, estudiantes y representantes de los
sindicatos; los cuales emitirán un reporte periódico del progreso que se vaya teniendo con
relación a las líneas de acción de la Agenda. Se invito a todos los actores, a transitar
juntos hacia un cambio de paradigmas lo cual no es ni fácil ni rápido, pero si nos
proponemos lo podemos lograr, por lo que se les pidió paciencia, pero todo el apoyo y
colaboración hasta concretarlo.
Con la instrumentación de la Agenda para la Sustentabilidad, se cumple con una
demanda de la sociedad, porque no sólo se educa a futuros profesionistas, sino que se
participa activamente en la búsqueda de soluciones para los problemas sociales,
económicos y medioambientales contemporáneos, al tiempo en que se genera una mejor
forma de vida, propiciando una relación positiva y sana entre los seres humanos, la
sociedad y el medio ambiente. La sustentabilidad es una visión del futuro que queremos,
es la posibilidad de transformar el entorno para una vida más digna, de más calidad y de
mayor prosperidad.
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Tercera Parte
Mejorar Autoexigencia y Desempeño
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“…queda al lector la última palabra, la mención omitida, la visión ampliada,
el recuerdo detallado…testigo, protagonistau observador de este tiempo, le queda sobre todo
la reflexión sobre que estamos dispuestos a realizarpara engrandecer a México en el presente y en el porvenir”
Benjamín González Roara
En el campo universitario, el cambio en las actitudes del ser humano es unproceso a largo plazo, sobre todo si se tiene como genuino propósito el modificar la realidad. Como ente social, el profesor-investigador tiene unaidentidad histórica que lo une al pasado, una identidad cultural decostumbres y tradiciones que lo ubica en el presente, y una identidadvisionaria con sueños, aspiraciones, recreaciones y re-imaginaciones que, convertidos en proyectos y propuestas con metas, lo posiciona en el futuro. Esta identidad tridimensional –histórica, cultural y visionaria– debeser la base de toda iniciativa para el desarrollo. En consecuencia, esindispensable contar con talento humano capaz, además del diseño ypuesta en marcha de los proyectos, de movilizar a los distintos actoresinvolucrados, sean éstos estudiantes, técnicos, productores oempresarios. En el liderazgo de los académicos se sustenta el éxito de lasfaenas universitarias que trascienden dentro y fuera de sus muros.
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Acreditación de Programas Educativos
La Acreditación Académica es el mejor ejemplo de política universitaria. Producto de
evaluaciones externas rigurosas, se reconoce el valor de la Universidad, que es el
producto del talento y trabajo de todos los Universitarios. Esfuerzo que trasciende en la
buena calidad, excelencia, pertinencia y productividad de los programas académicos.
La calidad educativa descansa en dos supuestos: Primero. Que para poder
transmitir calidad es necesario reconocerla, y Segundo. Que para poder reconocerla es
necesario tenerla. La búsqueda de ser mejor, debe ser moderada por la solidaridad con
los demás, el espíritu de cooperación y el sentido común. Calidad no es inventar
extravagancias o contar con aulas llenas de equipos electrónicos, ni de auditorios
saturados de Premios Nobel; sino contar en esencia, con aulas llenas de Alma.
Ortega y Gasset definía Calidad como la capacidad de exigirnos más. Por tanto,
una educación de calidad es la que forma un hábito de autoexigencia, sin caer en el
perfeccionismo enfermizo o en el narcisismo destructivo.
Por ello, coincidimos con Latapí (2007) en la aclaración de alguna confusiones al
respecto: a) No confundir la calidad con el aprendizaje de conocimientos, ya que la
educación no es sólo conocimiento; b) No comparar instituciones ignorando las
diferencias entre contextos o las circunstancias de los estudiantes, a veces abismalmente
distintas y c) No confundir la calidad educativa con el “éxito” en el mundo laboral, definido
éste por referencia a los valores del sistema económico.
Con un modelo departamental, todas las carreras tienen un jefe de programa, en
todas las carreras participan más de un departamento académico, una o más
coordinaciones académicas, uno o varios directores de función, muchos profesores
investigadores, muchos técnicos académicos y personal administrativo y de apoyo. Así, el
jefe del programa es la mecha y todo el resto es el aceite (o la cera): bajo el principio
físico de la vela, en realidad lo que arde es la cera. Y en las lámparas de aceite, el
principio es el mismo: ¡tiene que arder el aceite, no la mecha, pues sin aceite, la mecha
desaparecería! Esto significa que la acreditación es un proceso en el que el jefe del
programa es la mecha o la luz que se ve, que lleva la responsabilidad de que todo
funcione; pero lo que verdaderamente arde son todos los que participan y hacen posible
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que funcione todo. Este principio de la física, aplicado al entorno en que se dan las
acreditaciones, es importante recordarlo siempre.
Las primeras acciones para iniciar la evaluación de la educación superior en
México fueron realizadas en la década de los setenta del siglo XX como parte de
programas de gobierno e iniciativas de la Asociación Nacional de Universidades e
Instituciones de Educación Superior (ANUIES).
Con la creación de la Comisión Nacional de la Evaluación de la Educación Superior
(CONAEVA), en 1989, se inician los procesos de autoevaluación en las Universidades
Públicas, posteriormente, en 1991 se integran los Comités Interinstitucionales para la
Evaluación de la Educación Superior (CIEES), con el objetivo de promover la evaluación
externa e interinstitucional.
En el año 2000 se funda el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior
(COPAES), siendo este consejo la única estancia validada por la Secretaria de Educación
Pública (SEP) para conferir reconocimiento oficial a los organismos acreditadores de los
programas educativos de educación superior en el país.
Con una clara visión de la necesidad de incorporarse a estos procesos de
evaluación, la Universidad a través de los sus autoridades y de la comunidad magisterial,
asume con gran responsabilidad el reto de autoevaluarse, considerando los criterios de
los CIEES, y realizar los cambios pertinentes para elevar y asegurar la calidad de sus
programas docentes y seguir a la vanguardia como una de las mejores Instituciones de
Educación Agrícola Superior.
La UAAAN oferta actualmente 21 programas docentes a nivel licenciatura, de ellos,
se ofrecen 13 en la Saltillo, 7 en la Unidad Regional Laguna y 1 en el Centro Académico
Regional de Chiapas. De estos programas que se ofrecen, 20 han sido evaluados por los
CIEES y acreditados por el COPAES, a través de organismos reconocidos por la
Secretaría de Educación Pública. El Programa Docente que se ofrece en Chiapas, se
considera como acreditable, ya que se crea a partir del año 2008, y para ser evaluado es
necesario que egrese la primera generación. Así mismo, datos publicados por CIEES en
noviembre de 2006, señalan que 12 programas docentes de la Universidad, fueron
clasificados en el nivel 1 de su padrón como acreditables.
80
Es significativo señalar que antes del inicio de la administración 2006-2010, la
Universidad había logrado acreditar ante los organismos nacionales antes mencionados,
ocho de sus Programas Docentes. Al término de esa Administración, en noviembre de
2010, todos los Programas Docentes estaban acreditados, lo cual representa que la
totalidad de la matrícula, que se encuentra inscrita en programas de calidad. Así mismo
es importante mencionar que los Programas Docentes Ingeniero Mecánico Agrícola,
Ingeniero Agrónomo Parasitólogo e Ingeniero Agrónomo en Producción recibieron el
Refrendo de Acreditación por cinco años más.
Fundamentado en la política nacional educativa de “Aumentar la cobertura de la
educación superior y diversificar la oferta educativa”, y de acuerdo a lo establecido por la
Ley Orgánica de la Universidad y lo contemplado en el Plan de Desarrollo Institucional
(PDI), el Rector gestionó y realizó las acciones necesarias ante las autoridades
gubernamentales del Estado de Chiapas, así como de los productores de esa región,
para lograr el establecimiento del Centro Académico Regional Chiapas.
La Dirección de Licenciatura, a través de sus instancias correspondientes y
personal de Chiapas elaboró y revisó el Plan de Estudios de un nuevo Programa
Educativo: Ingeniero en Ciencias Agrarias, el cual integra cuatro áreas menores: Silvícola,
Gestión del Agua, Hortofrutícola y Producción, todos estos aspectos representa una
nueva opción educativa para los estudiantes que desean formarse en la institución. El
Programa Docente se inició el día siete de Octubre del año 2008 con la presencia de 102
alumnos seleccionados mediante examen del Centro Nacional de Evaluación para la
Educación Superior, a. c. (CENEVAL.) y para el 2010 estaban inscritos 254 alumnos. Es
importante señalar que el programa docente señalado cuenta con su plan de desarrollo,
la conformación curricular y el proyecto de formación de profesores.
De esta forma, la Universidad contribuye en el fortalecimiento la educación superior
en nuestro país, cumpliendo con el compromiso social de apoyar la ampliación de la
matrícula en programas reconocidos por su buena calidad y que, además, se caractericen
por ser académicamente pertinentes y tener capacidad de crecimiento.
Al considerar la necesidad de fortalecer la formación práctica de los alumnos,
replantear el contenido de los Programas Docentes, así como su pertinencia, y el perfil de
egreso en concordancia con el ámbito científico-técnico revisado y actualizado, y vincular
los procesos de formación a los requerimientos del mundo laboral, la Dirección de
81
Licenciatura implementa, a partir del mes de junio del año 2007, para todos los
Programas Docentes de la Universidad, el Programa de Prácticas Profesionales. Con el
objetivo general de ese Programa, de “Generar en los alumnos una experiencia que
facilite su aprendizaje, aplicando la ética, conocimientos, habilidades y actitudes
adquiridos en las aulas, que les permitan ingresar al ámbito laboral una vez que
concluyan sus estudios universitarios”.
Los resultados obtenidos son incuestionables, y sus beneficios son muy satisfactorios:
Para los Alumnos:
• Adquieren experiencia en el campo laboral y desarrollan habilidades aplicadas a
proyectos específicos.
• Ponen en práctica sus conocimientos universitarios adquiridos.
• Acrecientan la contribución curricular al inicio de su desarrollo profesional.
• Desarrollan sus habilidades de inicio y cimentación de relaciones personales en el
plano profesional.
Para la Entidad Receptora:
• Oportunidad de desarrollar proyectos y actividades que han sido retrasadas debido a
la falta de recursos humanos especializados.
• Desarrollo de proyectos y actividades que los alumnos con potencial brinden
contribuciones importantes debido a la actualidad de sus conocimientos.
• Apoyo a la identificación, formación y desarrollo de personal capacitado para áreas
específicas de la ‘Entidad Receptora’, debido a que existe la opción de tomar en
cuenta a los alumnos practicantes como prospectos cuando sean requeridas
posiciones de trabajo.
• Flexibilidad que se adapta a las necesidades y políticas internas de cada ‘Entidad
Receptora’.
Para la Universidad
• Fortalece los procesos de vinculación con el sector productivo público y privado.
• Acrecientan el prestigio y liderazgo de la misma.
• Acrecientan la oportunidad de empleo para los alumnos al final de sus estudios.
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Sin duda, las Prácticas Profesionales, han sido un detonador muy importante para
los egresados de los diferentes Programas Docentes que oferta la Universidad, de tal
forma que la vinculación institucional se ha incrementado notablemente, ya que cada
Programa Docente cuenta con un padrón de empresas de diferente índole donde los
alumnos realizan sus prácticas profesionales y al egresar existen grandes posibilidades
de ser contratados por las empresas.
Es de subrayarse que los egresados de los diferentes Programas Docentes
ofertados durante 2008-2010, que cursaron la materia de Prácticas Profesionales, cerca
del 70% han sido seleccionados y contratados por las ‘Entidades Receptoras’ donde
realizaron su estadía de prácticas.
Con la totalidad de carreras universitarias acreditadas por los organismos externos
evaluadores, el programa institucional de tutorías, la participación de un centenar de
profesores investigadores en el perfil del Programa de Mejoramiento del Profesorado
(PROMEP), y la propuesta de un modelo educativo basado en competencias, puesto en
marcha con la carrera Ingeniero en Ciencias Agraria en Chiapas, se edifica el pilar de la
excelencia académica de la Universidad y se cumple con un objetivo básico de la política
de la educación superior (Cepeda, 2010).
Nuevo Ámbito Científico, Tecnológico y Humanístico
Entre los retos más apremiantes que enfrenta hoy la Universidad, está el de contar con
una estrategia expedita, oportuna y adecuada para encarar los cambios que impone la
dinámica actual del desarrollo nacional, así como sus implicaciones en los cambios en el
contexto global en el que se inserta e interactúa nuestro país y, consecuentemente, sus
instituciones.
Para hacer frente a éste y otros retos, el H. Consejo Universitario dotó a la
Universidad del Plan de Desarrollo Institucional (PDI), que es un instrumento orientador
que concreta el ámbito de actuación en lo científico, tecnológico y humanístico.
En los tres primeros objetivos del PDI y sus respectivas estrategias se precisan
claramente los alcances de una gestión universitaria contemporánea, como compromiso
con el desarrollo nacional:
83
1. Posicionar la Universidad para que asuma plenamente su carácter nacional y consolide
su estructura orgánica y su normatividad, transformándose en un sistema de mayor
cobertura, más abierto, diversificado, flexible, articulado y de la alta calidad que el
desarrollo de México demanda. Sus estrategias son: la promoción de la Universidad en el
ámbito nacional e internacional y adecuación de su estructura orgánica y su normatividad.
2. Reorientar las actividades en materia de investigación y de postgrado a través de la
apertura de nuevas líneas de investigación y programas educativos. La estrategia es la
realización de un ‘foro temático’ sobre nuevos campos y líneas de investigación y
educación.
3. Replantear el contenido de sus programas académicos y el perfil de egreso en
concordancia con el ámbito científico-técnico revisado y actualizado, con la misión y visión
renovadas, con los objetivos de desarrollo de sus departamentos y divisiones
académicas, y las áreas prioritarias de aplicación del conocimiento para el desarrollo del
país. Las estrategias específicas son: la realización bianual de foros temáticos sobre
vigencia y pertinencia de las carreras actuales y futuras, y la pertinencia de la
investigación y vinculación institucionales.
La estrategia única del segundo de estos objetivos, fue desarrollada plenamente en
el mes de septiembre del 2008, con la participación de distinguidos ponentes
universitarios y de otras instituciones afines con las que colabora y se relaciona la
Institución.
Los conceptos vertidos por los participantes en este Foro habrán de servir de base
y directiva para la reorientación de los lineamientos del ejercicio universitario en sus
vertientes fundamentales de docencia, investigación y vinculación, y en los contenidos de
sus programas no sólo académicos, sino también de aquellos referentes a la estructura y
funcionamiento de la Universidad.
Los resultados más destacados del Foro se enuncian a continuación (Capó y
Muñoz, 2010):
• Se identificaron nuevas líneas para programas académicos que permitirán reorientar,
con mayor calidad y pertinencia, las actividades institucionales sustantivas.
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• Se estableció la necesidad de actualizar los programas académicos y los perfiles de los
egresados en concordancia con el Nuevo Ámbito Científico, Tecnológico y Humanístico,
y con la Misión y Visión Ampliada de la Universidad; así como con los objetivos de sus
entidades y dependencias académicas, y con las áreas prioritarias y estratégicas
establecidos en el Plan Nacional de Desarrollo en el Plan Sectorial de Educación y el
PDI, vigentes.
• Se coincidió en que la conformación y consolidación de los Cuerpos Académicos debe
responder al Nuevo Ámbito Institucional. Esto es una formalidad impostergable, prevista
ya en el PDI y debe ser atendida de inmediato no sólo porque forma parte de la visión
de la Universidad, sino por su importancia estratégica para los objetivos institucionales.
• Se consideró necesario apoyar la transición del personal académico hacia niveles de
mayor calificación y mejor adecuación a las necesidades del Nuevo Ámbito Institucional,
situación también prevista en el PDI y que las conclusiones del Foro sólo han
corroborado.
• Se estableció la necesidad de redoblar su compromiso con los sectores público, privado
y social, mediante propuestas sustentables cuya viabilidad sea debidamente sustentada
y su impacto corroborado.
• Se definió como prioritario que la pertinencia de los programas académicos
institucionales se manifieste no solamente en el mejor desarrollo de las aptitudes y
capacidades de los alumnos sino en la puesta al día de la oferta educativa, tanto en los
niveles de licenciatura y postgrado como en los programas y proyectos de Investigación.
Esto implica, inclusive, un replanteamiento del modelo educativo de la Universidad.
En este sentido es el PDI el que señala la necesidad de establecer sistemas de
incentivos al ingreso, promoción y permanencia del personal académico con la formación
y experiencia que responda a los requerimientos del Nuevo Ámbito Institucional.
De las conclusiones del foro deriva el que las estrategias de investigación
universitarias deberán enfocarse a las siguientes áreas:
• Efectos del cambio climático en la producción agropecuaria y forestal.
• Aprovechamiento y conservación de recursos naturales renovables.
• Manejo, recuperación y aprovechamiento de los recursos de las zonas áridas.
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• Inventario y restauración de recursos genéticos; conservar y restaurar la biodiversidad.
• Producción intensiva de cultivos y agricultura protegida.
• Procesos de innovación y diversificación en la producción de alimentos y aditivos
bioenergéticos, industriales, alimentarios, cosmetológicos, agrobiotecnológicos y otros.
• Aplicaciones biotecnológicas en agricultura y ganadería para dar valor agregado a sus
productos (inocuidad, bioenergía).
• Teleinformática, automatismo y uso de sensores remotos en manejo de recursos
naturales.
• Agua: manejo de cuencas, manejo de agua en cultivos para su uso eficiente, tratamiento
y calidad del agua, uso urbano, cultivos resistentes a sequía.
• Utilización de metodologías para el uso eficiente de la energía en el medio rural.
Por otro lado debe ser un acuerdo con relación a la preparación actual de los
profesionistas de las Ciencias Agrarias y otras socialmente necesarias que se imparten en
la Universidad, estos deben adquirir conocimiento suficiente en algunas áreas como:
• Ciencias Genómicas y Proteómicas.
• Biología Molecular y Nuevas Técnicas Biotecnológicas integradas en equipos
interdisciplinarios.
• La interacción genotipo-ambiente y sus repercusiones sobre las respuestas de las
plantas a distintos niveles de los factores del ambiente.
• El efecto del calentamiento global y el incremento de los niveles de CO2 sobre la
productividad de los cultivos.
• Metodologías para el estudio y entendimiento de los sistemas de producción en el
campo.
• Aplicación de soluciones a los problemas del campo mexicano.
En cuanto a la diversificación de la oferta educativa se plantea:
• Carreras y modalidades curriculares innovadoras, salidas laterales y conexiones para
facilitar las rutas académicas a estudiantes.
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• Planes de estudio con base en saberes y competencias profesionales, genéricas y
transversales. Programas técnico profesionales y oferta (demanda) transfronteriza.
• Uso de las tecnologías de información y comunicación, formación en solución de
problemas reales y prácticos y aprendizaje para toda la vida.
• Programas escolarizados, abiertos y a distancia para la actualización y especialización,
por especie y por productos.
Proyecto Maestro de Maíces Mexicanos
"De nuestros miedos nacen nuestros corajes, y en nuestras dudas viven nuestras certezas.
Los sueños anuncian otra realidad posible, y los delirios otra razón. En los extravíos
nos esperan los hallazgos porquees preciso perderse para
volver a encontrarse”
Eduardo Galeano
Es del dominio común, que México es centro de origen y diversidad del maíz en el mundo.
En el estado de Puebla se han encontrado los vestigios más antiguos. A pesar de esto, en
nuestro país carecíamos de estrategias por parte del Estado y de la sociedad para su
preservación y multiplicación. Por lo anterior y con una visión nacional, que inicia en
Puebla, el Proyecto Maestro de Maíces Mexicanos (PMMM), se orienta de manera
estratégica al desarrollo de una mayor viabilidad y calidad de vida de las comunidades
productoras, sustentada en la conservación y puesta en valor de la riqueza genética de
los maíces mexicanos, en áreas definidas y especialmente protegidas, en beneficio
directo de aquellos que los han preservado.
87
De manera precisa el PMMM surge de la visión de la Confederación Nacional de
Productores Agrícolas de Maíz de México (CNPAMM) en alianza estratégica con la
Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, el gobierno del Estado de Puebla, el
Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad del CINVESTAV y el Centro de
Estudios para el Desarrollo Rural y la Soberanía Alimentaria de la Cámara de Diputados
(CEDRSA).
El Proyecto Maestro de Maíces Mexicanos con un equipo interdisciplinario, elaboró
el concepto integral para el estado de Puebla, que logró rescatar en el 2008, 15 razas de
maíz y 186 criollos con potencial para ser explotados en el circuito de comercialización.
Los custodios (campesinos productores) que resguardan estos maíces, se han
organizado en 38 Asociaciones Agrícolas Locales, todas ellas debidamente constituidas y
que cuentan con asesoría especializada, y tienen ya una identidad como productores
conservadores de los maíces mexicanos.
El compromiso social de los investigadores, cómo integrantes del equipo técnico
del PMMM, la confianza que los productores de razas y criollos han depositado en ellos y
la respuesta de las instituciones académicas y de investigadores aliados, han hecho
posible resultados tales, que los hicieron merecedores del Premio Especial al
Conocimiento, Conservación y Aprovechamiento a la Biodiversidad de Agrobio México.
Ello es un reconocimiento de un camino ejemplar a seguir y multiplicar para la
conservación de la gran biodiversidad que existe en la república mexicana.
Con ello, la Universidad hace dos aportaciones inéditas en el país; que hacen del
PMMM, un proyecto original, novedoso, social, de rostro humano y con un gran soporte
técnico científico:
1) Proteger, preservar y conservar la diversidad genética de la maravilla
milenaria del maíz; y
2) Incidir directamente en la calidad de vida del campesino y las comunidades
cuya economía reside en el maíz.
En los hechos, el PMMM es un paradigma de la sustentabilidad, concepto tan
trillado, tan mencionado y hasta alterado en su sentido original, pero que ahora cobra
vida. Pone en práctica los principios universales de la sustentabilidad, que integra en un
88
sólo proyecto, la línea base triple: Sociedad (Hombre y comunidad)-Economía (ingresos y
tecnología)-Ecología (maíz y medio). Pero además, por sus alcances y metodología, es
uno de los proyectos de vinculación más importantes de la Universidad. El maíz es un
grano asociado íntimamente a la historia y cultura del pueblo mexicano.
El PMMM, nace con una visión nacional e integral, e inicia como un proceso que
incluye los aspectos siguientes:
• La conservación de las razas y criollos en los centros de origen.
• El desarrollo de bancos de germoplasma in-situ y ex-situ.
• La delimitación de áreas especialmente protegidas.
• El acceso a recursos tecnológicos y financieros.
• El mejoramiento de la calidad y los rendimientos de las parcelas.
• Investigación de las potencialidades alimenticias, bioquímicas e industriales de los
maíces.
• La creación de productos, empresas y estrategias de comercialización en beneficio
directo de los productores.
• El desarrollo de la capacidad de gestión de los custodios para mejorar su entorno y su
incorporación al mercado.
Este proyecto galardonado por Agrobio en 2009; ubica a la Universidad en la
cúspide de las prioridades nacionales al aportar un caso exitoso de sustentabilidad en un
proyecto que incluye y trata por igual los aspectos sociales, económicos y ecológicos.
Como parte integral del proyecto, en 2010 se inauguró la primera etapa del Banco
Nacional de Germoplasma de los productores de Maíz en las instalaciones universitarias,
que alberga un sistema de conservación, almacenamiento y caracterización para las
semillas de diversas razas del grano. Tiene capacidad para almacenar 450 metros
cúbicos, que equivale a 100 mil muestras, a las que se le realizarán pruebas de pureza,
germinación y sanidad.
Si como dice John Stuart Mill, "Como fuerza social, un individuo con una idea vale
por noventa y nueve con un solo interés"; entonces un grupo de investigadores que
comparte una idea y la ponen en práctica, vale por 99 grupos de individuos movidos sólo
por un interés, ponerla en marcha. Este es el valor de las ideas, cuando transformadas en
palabras son a su vez, puestas en acción.
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Plan Rector de Desarrollo Urbano
¿Por qué es necesario el establecer un Plan Rector de Desarrollo Urbano de la
Universidad?
Porque posibilita el establecer mediante la planeación urbana, el aprovechamiento
racional de los espacios, el uso sustentable de su medio físico-ambiental, el
establecimiento de planes y políticas universitarias de mantenimiento y mejora de la
infraestructura, el desarrollo de programas de construcción con estrategias de vinculación
gubernamental e interinstitucional y la integración urbana y social de la Universidad con la
ciudad. Y fundamentalmente adoptar de inmediato, estrategias que conformen un
programa integral de recuperación y mantenimiento del espacio universitario que incida
favorablemente en su sustentabilidad física–ambiental. Se busca que sea un plan de
desarrollo urbano y mantenimiento de la infraestructura universitaria a partir de la
perspectiva de integralidad como de la sustentabilidad física, espacial y ambiental.
La visión del plan consiste en crear una infraestructura universitaria que sea capaz
de incorporar los adelantos científicos y tecnológicos para la instalación y uso de equipos
diversos. Esto significa la creación de edificios e instalaciones inteligentes que no
únicamente sean funcionales y espaciosos, sino eficientemente sustentables en su
servicio.
Dentro de sus objetivos contempla, ordenar bajo un esquema rector de largo plazo,
el crecimiento de la infraestructura universitaria, a fin de satisfacer, además de las
necesidades de nuevas y funcionales instalaciones, planear la construcción, rehabilitación
y/o adecuación, el mantenimiento y ampliación de los espacios para que se contemple su
gestión y apoyo presupuestario en los instrumentos de la administración pública federal
De la superficie del territorio de la Universidad que asciende a 3,084.78 hectáreas,
el área correspondiente al del Plan Rector de Desarrollo Urbano es de 354.65 hectáreas
(11.45%) El Plan Director de Desarrollo Urbano de Saltillo señala las vertientes de
influencia para el desarrollo sustentable de dicha zona, en materia de infraestructura,
equipamiento urbano, mobiliario urbano, vialidades y áreas naturales de protección
ecológica principalmente.
90
Patronato Universitario
El patronato universitario es una entidad orgánica de apoyo a la rectoría, contemplada en
la Ley Orgánica y el Estatuto de la Universidad. Corresponde al Patronato procurar los
ingresos necesarios para el financiamiento de la misma; organizar planes para arbitrar
fondos a la Universidad; autorizar la adquisición de los bienes que se requieran para las
actividades de la Institución; y acrecentar su patrimonio.
La misión para la cual fue creado es obtener recursos económicos y materiales
adicionales a los subsidios del gobierno para apoyar programas y proyectos de la
Universidad y acrecentar su patrimonio (Granados, 2010)
Tiene como objetivos específicos el promover la obtención de recursos financieros
y de otra naturaleza patrimonial; conservar y acrecentar el patrimonio de la Universidad
utilizando todos los medios legales, financieros y administrativos a su alcance; y
coadyuvar a fortalecer la imagen institucional, de modo que ésta mantenga sus niveles de
excelencia y se conozcan ampliamente sus logros, adquirir, arrendar o poseer los bienes
necesarios para la realización de sus fines sociales; suscribir, endosar, negociar títulos de
crédito, y efectuar cualquier operación financiera haciendo las inversiones que juzgue
convenientes; tramitar y recibir donativos y celebrar toda clase de eventos permitidos sin
propósitos de lucro para el desarrollo de sus funciones; celebrar los actos, contratos o
convenios relacionados con los fines del Patronato que tiendan al beneficio de la
Universidad .
El Patronato está regido por los siguientes principios:
• Es una entidad orgánica establecida en favor de las causas y objetivos de la
Universidad, por lo que estará ajeno a toda actividad política y religiosa; no
diseñará ni ejecutará proyectos académicos; enlace y coordinación adicional entre
éste y los sectores público, social y privado, en un ambiente de mutuo respeto y
corresponsabilidad.
• El patrimonio y recursos que obtenga se destinarán a cualquier actividad del
quehacer universitario que establezca la Rectoría; no tendrá carácter
preponderantemente económico; deberá demostrar permanentemente la
transparencia de su administración.
91
Unidad de Transparencia
Para la plena vigencia del derecho a la información consagrado en el Artículo 6° de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en cumplimiento a lo establecido
en la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental
(IFAI), el 10 de junio de 2008 se expidió el Acuerdo correspondiente a esa materia que
forma parte de la normatividad universitaria vigente. La Universidad, al firmar este
convenio de colaboración se convierte en la primera Universidad pública federal en
incorporarse al sistema INFOMEX para atender a los ciudadanos en sus peticiones de
información. Esto se realiza, considerando las facultades que le corresponden a la
Universidad como organismo constitucional autónomo y con el propósito de fortalecer y
consolidar la cultura de la transparencia y acceso a la información pública gubernamental.
La Universidad manifiesta su voluntad de transparentar todo su accionar, toma la
delantera de las instituciones federales de educación superior en materia de transparencia
y de acceso a la información pública.
En convenio con el IFAI, se busca transparentar y facilitar la circulación de la
información, y que la información también sea accesible a la sociedad, además de lo
referente a los asuntos sobre el quehacer de la Institución, también se busca que esta sea
clara y pertinente para facilitar el proceso de enseñanza aprendizaje, así como para las
actividades de investigación y de vinculación.
El convenio de colaboración con el IFAI es una forma de vincularse con la sociedad
al facilitarle a la gente el acceso efectivo a la información pública en su ámbito de
competencia, y mostrarse como una institución vanguardista, moderna y comprometida
con la honestidad y la rendición de cuentas.
Por lo anterior, cualquier persona o su representante legal podrá presentar, ante la
Unidad de Enlace de la Universidad, una solicitud de acceso a la información mediante
escrito libre o en los formatos autorizados por el IFAI, en términos del artículo 40 de la
Ley, y tal Unidad de Enlace está obligada a proporcionarla sin condicionar su solicitud a
que se motive o justifique su utilización.
92
Asimismo, todo miembro de la comunidad universitaria tiene derecho de obtener su
información personal contenida en los archivos, registros o expedientes de las diversas
entidades y dependencias universitarias.
Además, el acceso público a la información será gratuito en tanto no se requiera la
reproducción de ésta. Los costos de reproducción correrán por cuenta del solicitante. En
todo caso, las tarifas cobradas por la institución deberán incluir únicamente los costos de
reproducción.
Por último, la Universidad está obligada a brindar a la persona que lo requiera,
información sobre el funcionamiento y las actividades que desarrolla, exceptuando
únicamente la información de carácter confidencial o reservado y aquellos considerados
como datos de carácter personal. La Institución está obligada a poner a disposición de los
universitarios y del público en general la información actualizada respecto de los temas y
documentos que su reglamento respectivo le autoriza.
La Unidad de Enlace para el Acceso a la Información Pública Gubernamental de la
Universidad que se crea, tiene, entre otras, las siguientes atribuciones:
• Recabar y difundir la información a que se refiere el reglamento correspondiente,
además de propiciar su actualización periódica.
• Recibir y dar trámite a las solicitudes de acceso a la información.
• Auxiliar a los interesados en la elaboración de solicitudes de información.
• Realizar los trámites internos necesarios para obtener y entregar la información
solicitada, además de efectuar las notificaciones a los interesados.
• Llevar un registro de las solicitudes de acceso a la información, sus resultados y,
en su caso, costos.
La rendición de cuentas y la transparencia de sus acciones es un camino de un
sólo sentido, del cual jamás se regresará, por el bien de la propia Institución y de la
sociedad mexicana.
93
Cuarta Parte
Cultivar las Simientes de la Sustentabilidad
94
95
La sustentabilidad, como visión del mundo que queremos, representa la posibilidadde transformar nuestro entorno para una vida más digna, de más calidad, de mayorprosperidad. Tenemos los cimientos para conquistar esa escarpada y elevadacumbre de la sustentabilidad. No es utópico imaginarnos a la sustentabilidad comouna grandiosa posibilidad humana que revierta y repare los daños que hemoscausado al planeta tierra. Que la actitud de cero impacto sea la pauta más que lameta, que borre la huella humana de la destrucción. Siendo la pobreza en todas susmanifestaciones el más pernicioso de nuestros males, conviene recordar laspalabras de Earl Shorris: “Las humanidades proporcionan la educación máspráctica. Las humanidades nos enseñan razonadamente, a empezar, a tratar con lasnovedades que nos asaltan a atrevernos. Sí los pobres de múltiples generacionesaspiran a salir de la pobreza, se requerirá una nueva manera de pensar-reflexionar."Mensaje al que hay que agregarle, ‘y una nueva manera de actuar’.
96
Educación: Labrar al Ser Humano Completo
“En primer lugar, la educación no es una propiedad individual, sino que pertenece, por su esencia, a la comunidad. El carácter de la comunidad se imprime en sus miembros
individuales y es, en el hombre, en una medida muy superior que en los animales, fuente
de toda acción y toda conducta. En parte alguna adquiere mayor
fuerza el influjo de la comunidad sobre sus
miembros que en el esfuerzo constante para educar a cadanueva generación
de acuerdo con su propio sentido”.
Werner Jaeger Paideia
Actualmente, no se vive en una época de cambio, sino un cambio de época, en la que los
paradigmas para desterrar la pobreza e incrementar las oportunidades de empleo y el
bienestar social, económico, humano y ecológico de la población mexicana, están
supeditados a la educación. La declaración de las Naciones Unidas de la Década de
Educación para el Desarrollo Sustentable 2005-2014, reconoce que las Universidades en
la actualidad:
1) Son una mina de oro intelectual con vastos recursos humanos en todas las áreas del
aprendizaje humano;
2) Tienen años de experiencia en la educación y entrenamiento de los líderes del
mañana;
3) Han desarrollado habilidades (especialización experta) en todos los campos de la
investigación, ciencia y tecnología, de las ciencias naturales, humanas y sociales
97
4) Realizan investigaciones que trasciende la visión disciplinaria e investigación
transdisciplinaria que las faculta para desarrollar e impartir educación
multidisciplinaria y orientada éticamente al desarrollo sustentable;
5) Tienen el reconocimiento y respeto suficiente para promover los pilares del
desarrollo sustentable –desarrollo social, económico y ambiental– y contribuir a
orientar la opinión pública y políticas nacionales, así como humanizar la
globalización.
La declaración de la II Reunión de Ministros de Educación de América Latina, el
Caribe y la Unión Europea señala que “...la Educación Superior es un bien público y una
responsabilidad pública, que favorece y condiciona el progreso en el conocimiento, en el
desarrollo, y consecuentemente el bienestar social...”; y puntualiza que “...la Educación
Superior debe contribuir con sus medios a reducir la desigualdad social, la discriminación
y la pobreza...” Cualquier institución educativa que aspire a transformarse en una
institución sustentable, de alcance mundial, debe de responder a lo siguiente:
Si bien nos debe de importar mucho el preguntarnos qué clase de mundo le
dejaremos a nuestros jóvenes; de mayor magnitud, urgencia, pertinencia e importancia
debe ser el plantearnos qué clase de jóvenes le dejaremos al mundo.
El paradigma emergente de la economía del conocimiento, surgido de los
impresionantes avances y desarrollos de las tecnologías de información, de la
globalización, y cuyo sustento esencial lo es la educación; hace indispensable e
imperativo que las instituciones de educación superior replanteen su misión y visión, para
elevar su calidad y excelencia académica y formar a los profesionistas a la altura del siglo
XXI. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), los
"trabajadores del conocimiento" ya representan ocho de cada diez nuevos empleos. Por
tanto, el mundo laboral y la generación de riqueza –como única opción a la eliminación de
la pobreza– dependerán del conocimiento en el presente milenio. El futuro de la nación,
más que en su fuerza de trabajo, recursos naturales o capital económico, descansará en
los activos intangibles del conocimiento.
En materia de educación del ser humano, todo nuevo traje que se va tejiendo como
remplazo de aquel desgastado vestido de las prácticas docentes, es como una inmensa
espiral ascendente e interminable, que abre eventualmente nuevos horizontes.
98
Si pudiéramos imponer un único y sencillo cambio en la institución en la que
laboramos, que se pusiera en práctica a partir de mañana y que por sí mismo llevara a un
mejor futuro, ¿cuál sería? El desarrollar una mejor capacidad de aprender de los demás,
es un buen principio para solucionar las limitantes de los sistemas de aprendizaje
actuales. De las situaciones o escenarios para el futuro del mundo que propone Kelly
(2006), el referente al del surgimiento es el que responde positivamente a la pregunta de
si el liderazgo e innovación serán la fuente primordialmente ascendente, en un mundo
democrático donde el poder se desplaza del centro, de abajo hacia arriba, y ampliamente
compartido como nunca jamás. Reconoce además, que para resolver nuestros complejos
problemas actuales, ya no son apropiados los modelos tradicionales de poder y liderazgo;
ahora es el tiempo de la conexión en redes, de las organizaciones no gubernamentales y
de la participación ciudadana creciente.
El verdadero reto de la educación del presente y futuro próximo es desactivar los
focos rojos encendidos. En toda institución acecha un enemigo, terrible e implacable, que
es la familiaridad, la zona de confort, lo convencional, lo tradicional, lo conocido. Muy
apropiado y oportuno el gran pensamiento del Nobel George Bernard Shaw: “El hombre
razonable se adapta al mundo; el irrazonable persiste en tratar de adaptar al mundo a sí
mismo. Por lo tanto, todo el progreso depende del hombre que no es razonable” En
particular, las instituciones educativas, hay que reconocerlo, están repletas de hombres
razonables. Por ello, las palabras expresadas por Sallenave (1985) son demoledoras:
"...La inercia del espíritu humano y su resistencia al cambio no se manifiestan, como se
podría creer, en las masas ignorantes –fácilmente convencidas con solo apelar a su
imaginación–, sino en los profesionistas que viven de la tradición y del monopolio de la
enseñanza. Toda innovación es una doble amenaza para las mediocridades académicas:
pone en peligro su autoridad de oráculo y evoca la horrenda posibilidad de ver
derrumbarse todo un edificio intelectual laboriosamente construido...".
El Profesor Jack Vincent Matson en la Universidad de Houston impartía una clase
que denominó “Fracaso 101” ; con la cual fue reconocido en los EU al ser el ganador de la
presea Zell/Lurie y beca para la enseñanza de la innovación ofrecidas por la Universidad
de Michigan. Basado en sus experiencias, el Dr. Matson escribió en 1996 un libro titulado
“Innovate or Die!”; que constituye su guía personal para hacer de las personas, el ser
humano innovador al que todos podríamos convertirnos: “…La innovación es un camino
para prepararnos y sobresalir en el siglo 21…” Y esa es la disyuntiva, sin salidas laterales,
99
atajos o escapes de emergencia: o nos innovamos o nos extinguimos, como personas o
como instituciones. No hay alternativa: la innovación es el único camino que tenemos para
asegurar nuestra sobrevivencia institucional, ya no se diga competitividad, pertinencia o
efectividad.
Las preocupaciones del Latapí (2007), expresadas al recibir el Doctorado Honoris
Causa por la Universidad Autónoma Metropolitana sirven de marco para reencauzar el
trabajo universitario y son éstas: 1) La excelencia institucional, en oposición al proceso
sucesivo de mejoramiento y la disposición indeleble a superarse siempre. Ninguna
filosofía educativa ha sido lo suficientemente ilusa como para pretender hacer mujeres y
hombres perfectos o excelentes; 2) La calidad educativa definida por la eficacia,
eficiencia, relevancia y equidad. Es inicuo persuadir a los estudiantes con una filosofía de
éxito a partir de la cual aspiren al puesto más alto, al mejor salario y al usufructo de más
cosas; es una equivocación pedagógica llevarlos a la competencia despiadada con sus
compañeros porque deben ser “ganadores”. Es utópico considerar al ascenso social
individual en oposición a la fuerza material y simbólica del deseo de cambio colectivo; lo
deseable es inyectarle una actitud de autoexigencia perenne; 3) El paradigma de la
“sociedad del conocimiento” para normar las transformaciones institucionales. Ante la
globalización ineludible, hay que priorizar la provisión del conocimiento que requiere el
país para su desarrollo. Ello implica especificar que ese conocimiento es el necesario para
conquistar los mercados, o sea el conocimiento práctico, aplicado, el vinculado a la
economía, el que produce innovaciones rentables y asegura el éxito en la competencia.
Un modelo educativo por competencias promueve la avaricia, la avidez por maximizar
ganancias. Promueve el estudio de los factores de la producción sobre el entendimiento
de principios y leyes que subyacen en los fenómenos bajo estudio; la misión ineludible de
las universidades es promover todo tipo de conocimientos y que “…incluya la
universalidad de los saberes humanos, y advertimos contra la trampa de convertir a las
universidades en fábricas de inventos prácticos; aquellas son creaciones del homo
sapiens, no las reduzcamos a talleres del homo faber…” y 4) Romper las barreras del
conocimiento racional, ya que el educar va más allá de lo racional; si somos conscientes
de que toda ciencia es provisional y que sus verdades no rebasan la validez de sus
métodos, Latapí expresa: “Saber que no se sabe conlleva perplejidades que rebasan el
plano de la razón y conducen a otras dimensiones de la conciencia: el verdadero científico
se sorprende de que, siendo el hombre parte de la naturaleza, pueda pensar la totalidad
de esa naturaleza; de que estando destinado a morir, pueda imaginarse trascender, y de
100
que estando sumido en el mal, pueda aspirar a una reconciliación definitiva. El asombro
es una apertura de nuestro espíritu hacia formas no-racionales de conocimiento, un
puente salvador entre la pequeña verdad científica y verdades quizá absolutas a las que
hoy sólo aspiramos”.
Al viejo adagio oriental que instruye que a un hombre hambriento no hay que darle
un pescado sino enseñarle a pescar; hay que actualizarlo con la idea de formar a los
maestros de pescadores. En el verdadero profesor encontramos al formador, tutor y guía
que saca lo mejor de los estudiantes, para que éstos superen sus limitaciones y terminen
con sus miedos; que los ayuda a crecer y desarrollarse para dar lo mejor de sí mismos y
que canaliza positivamente todas sus iniciativas.
Ciencia: Pilar Eficaz para el Desarrollo
“Todos somos pioneros y descubridores de un nuevo mundo, en el que nos necesitamos los unos de los otros.
Depende de nosotros el viajar hacia adelanteen búsqueda de nuevas prácticas y nuevas
ideas que nos permitan crear vidas yorganizaciones dignas de serhabitadas por los humanos”
Margaret Wheatley
En la célebres tesis de Karl Marx sobre Feuerbach, sobresale por su vigencia en el mundo
contemporáneo la que rescribió y editó Friedrich Engels, la número 11: “Los filósofos,
hasta el momento, no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, ahora
de lo que se trata es de transformarlo". Este pensamiento no niega la necesidad de la
filosofía ni de su necesaria orientación a interpretar al mundo; si no se apropia de la
necesidad de que a la tarea de interpretación hay que sumarle la tarea de la
transformación. Este es el terreno propiamente de la ciencia, que en su esencia debe
101
estar dirigida a mejorar las condiciones del mundo para servir mejor a la humanidad; así
como mejorar las condiciones del hombre para servir mejor a nuestro mundo. Sólo nos
restan dos opciones, el bando que lucha por transformar el mundo y el bando que lo hace
por conservarlo como está.
Una forma de transformar el mundo es mediante la educación. La universidad con
fundamento en su misión, realiza investigación científica y tecnológica encaminada a la
formación de recursos humanos de calidad técnica y humanista que contribuyan a la
transformación de la sociedad en general y en particular en aquella que aún sufre de
carencias e injusticias. La investigación de vanguardia universitaria ha de trascender para
ampliar las fronteras del conocimiento, generando nuevos modelos de investigación que
aseguran la calidad, innovación y pertinencia demandadas por la sociedad a fin de lograr
un desarrollo humano sustentable.
Es preciso entonces, practicar el debate y la autocrítica; como lo demandara el
genial Carlos Monsiváis, al recibir el grado de Doctor Honoris Causa por la Universidad
Autónoma de Nuevo León:
“… si en las universidades públicas no hay debate, difícilmente lo habrá en otra parte…
con sus errores, limitaciones y urgencia de autocrítica, las universidades públicas han sido
y seguirán siendo uno de nuestros estímulos primordiales…”
Reconocer que para cambiar, es necesario aprender de los demás, de las
experiencias de éxito y de fracaso, de las iniciativas fallidas, los inicios erróneos, los
falsos comienzos e inciertos. Esta es una gran innovación que cabe resaltar. En el debate
sobre una frase de Eugenio D’ Ors que a la letra dice: “Todo lo que no es tradición es
plagio”; se refrenda el pensamiento de que todo lo que hacemos, pensamos, escribimos o
hablamos se basa en algo que aprendimos anteriormente, y es nuestro deber ético el
reconocerlo para avanzar, crear, recrear o innovar. Ninguna generación parte de cero;
previo a ella, hay todo un cúmulo de logros, de conquistas tanto materiales como
espirituales, que requieren ser interpretados, reconocidos y valorados en el presente para
que a partir de ellos, explorar sus posibilidades y limitaciones. Ya hace mucho tiempo,
Francis Bacon lo había expresado sabiamente “Los viejos tiempos fueron la juventud del
mundo”; esto es, lo viejo nunca acaba de morir, y lo nuevo nunca termina de nacer. Este
ejercicio de valoración conlleva los tres principios establecidos por Patler (2004) para que
toda innovación pueda adecuarse a la situación actual:
102
1) Acabar con los viejos hábitos,
2) Abrir nuevos caminos y
3) Romper moldes
Es a esto a lo que Judt (2010) nos llama la atención, al señalar “…nosotros
sabemos que algo está mal y hay muchas cosas que no nos gustan. Pero ¿en qué
podemos creer? ¿Qué debemos hacer?...Como ciudadanos de una sociedad libre,
tenemos el deber de mirar críticamente a nuestro mundo. Si pensamos que algo está mal,
debemos actuar en congruencia con ese conocimiento…” En la vida, somos los señores o
señoras de nuestro destino; pero el tiempo es implacable, como lo atribuye Lane (2012) a
Jeff Dworken: “…la vida de anaquel de los líderes no es ilimitada…” Por tanto, he
encontrado que la mejor manera de hacer las cosas correctas, en el tiempo correcto y en
el lugar correcto es, estar dentro del ‘elemento’, como lo ha acuñado Robinson (2009),
esa zona donde convergen las cosas que más amamos hacer y las cosas en las que más
somos buenos. En este territorio es donde para poder dar lo mejor de nosotros y de todos,
tenemos que ceñirnos a un entendimiento más fecundo de la capacidad humana. Navegar
en ese territorio sólo es posible mediante las alas de la ciencia, de la investigación, de la
imaginación y de la inventiva humana.
A veces un poco de escepticismo es necesario, para alejarnos de posiciones
inocentes o utópicas, llenas de un idealismo poco práctico en sus alcances. Quizá, no al
extremo de Fodor (2007) que señala las limitantes de la ciencia: “…Al menos, en una
cosa hay acuerdo casi general: no podemos esperar mucha ayuda de la ciencia. La
ciencia trata hechos, no normas; podría decirnos como somos, pero no puede decirnos
que está mal con lo que somos…”
En el otro extremo están aquellos que abogan por una total reconciliación del
conocimiento humano y de los valores humanos (Harris, 2010). Esto nos trae a la
discusión el eterno tema de la neutralidad de la ciencia, en la que la supuesta división
entre hechos y valores no tiene sustento en al menos tres aspectos: 1) lo que conocemos
como maximizar el bienestar de las criaturas conscientes se reduce en algún punto a la
interacción del cerebro y el mundo real, 2) la idea del conocimiento subjetivo conlleva en
sí valores asociados, ya que todo esfuerzo por discutir los hechos se basa en principios
que hemos valorados con antelación y 3) la creencia en hechos y la creencia en valores
103
surgen de procesos similares en el cerebro, ya que es un sistema común para juzgar lo
verdadero y lo falso en ambos dominios.
Para algunos, parece existir una abrumadora evidencia de que lo que llamamos
modernidad tiene un juicio pendiente con la historia del desarrollo humano en lo que se
refiere a la disminución de la inocencia, de la autoridad moral, de la maldad o
benevolencia innata de la naturaleza humana, de las fuerzas que conducen la historia y
de la valuación moral de la ciencia, razón, emociones y tradiciones, comunidad y
naturaleza (Pinker, 2011); esta concepción de la transformación de la vida humana por la
ciencia, la tecnología y la razón con sus atenuantes en la pérdida de costumbres, fe,
comunidad, autoridad tradicional y apego a la naturaleza, está asociada con un rechazo a
lo moderno y el nostálgico regreso a un supuesto mejor pasado. Esta visión pesimista y
apocalíptica del mundo actual, tiene su contraparte. Uno de los defensores más
contundentes de la prosperidad moderna es Ridley (2010). De manera brillante y gran
profundidad histórica él argumenta que la historia crucial de la humanidad proviene del
incremento acumulativo del conocimiento que nos ha permitido consumir más y más
diversas cosas. En tanto que ha permitido el acabado de la división del trabajo y
estimulado la división del tiempo, la innovación ha cambiado el mundo. Sin embargo, el
tema principal en la historia de la evolución humana hacia mejores escenarios y
condiciones de vida, tiene que ver con la metástasis del intercambio, la especialización y
la invención y la creación del tiempo. Hay muchas razones, por arriba de todo pesimismo
romántico, para atrevernos a ser racionalmente optimistas.
¿Será el destino más deseable para la ciencia y la tecnología el crear productos y
servicios útiles al hombre, a la sociedad y al ambiente? ¿Nos hemos dado cuenta, tal y
como lo plantean y afirman Campos y Ramos (2001), que “…la ciencia es un forma de
comprender lo que nos sucede, de entender lo que nos rodea, y de buscar lo que
anhelamos…”? ¿Hasta dónde la sociedad está consciente del alcance de la ciencia, sus
aspectos positivos, sus riesgos y sus limitantes? ¿Cómo creer y confiar en una ciencia
financiada, tal y como lo describe Robert (2010) que sólo atiende los dictados del
capitalismo y no, en el caso del campo, a los comunes, comunidad, commons, wastes,
open fields, usi civici, mir, ejidos, Allmende, Marknutzungen, Almeinde, Algme,
Allmaenning, alminding, talvera, tourniére, communaux, alepetl, ogemeentegronden?
104
Colosal tarea es la de pretender hacer que la ciencia sea percibida por la gente
como algo cercano a sus problemas, a sus necesidades, a su espacio vital. Más aún, es
la pretensión de que toda ciencia sea impulsada por el anhelo humano de servicio; de ser
útiles a la humanidad, que le ayude a ser más feliz, a crear un mundo cuyas mañanas
sean más radiantes y mejores. Como individuos tenemos percepciones distintas de la
realidad, que es sólo una (Medina y Lira, 2012); estamos condicionados por nuestra
mentes, por nuestros sentidos, por la cultura y por las circunstancias. Circunnavegamos
entre dos corrientes, una tradicionalista y otra iconoclasta, en la que predominan y se
mantiene una tensión que a veces raya en la incomodidad, respectivamente el
pensamiento divergente y el pensamiento convergente (Kuhn, 1982). Y nos sumergimos
en un mar de impasividad, en el que pareciera que no hay nada nuevo bajo el sol, como lo
pronosticara hace más de tres mil años el rey Salomón. Las grandes resistencias o
temores al cambio confirman en gran medida su profecía. Lo que sucede es que
confundimos moda con tendencias, lo esencial con lo nimio, lo real con lo aparente.
Naisbitt (2007) se propuso presentarnos de manera ordenada y anotada un conjunto de
ideas acerca de cómo procesamos la información que recibimos, y que archivadas en
nuestro cerebro, nos orientan y guían para tomar decisiones, para mantenernos en una
dirección determinada y para asegurarnos que lleguemos a buen fin. A ellas las denominó
mentalidades, un total de once, de las cuales coincido con él en dos como las más
cardinales: una, la de ‘comprender el poder de no tener que tener la razón’, y que nos
impide aprender cosas diferentes y entender mejor lo que nos rodea, que nos impide
crecer, corregirnos y cuestionarnos permanentemente; y la otra, la de ‘no adelantarse
tanto del desfile, de modo que se pueda pensar que no está en él’, y que nos advierte que
el adelantarnos demasiado en algo, nos hace caer en la especulación, en el terreno de la
adivinación.
Si combinamos y aplicamos tan sólo estas dos mentalidades, en el contexto de la
ciencia y su relación con el servicio a la sociedad, caemos en la cuenta de que muchas
veces es preferible ser un pesimista moderado que un optimista irresponsable, que en
nuestros afanes por hacer que la gente se apropie de la ciencia, es común alejarnos más
aún de ese propósito y lograr los resultados contrarios; y también el no caer en la
tentación de la ‘soberbia del intelecto’, en el que los practicantes de la ciencia, se
consideren seres superiores, aparatados de la humildad que debe darte el conocimiento
convertido en sabiduría y a los que hay que rendir pleitesía. La ciencia es tan importante
como para que se la dejemos sólo a los científicos. Nadie es tan importante como para
105
subestimar a los menos educados ni nadie tan modesto o ignorante como para no
entender a los grandes sabios. Todos somos necesarios, más no indispensables, por lo
que para ubicar las cosas en su dimensión correcta, Pepe Cervera, autor del blog rtve.es
(Retiario. Blog de Ciencia), apunta: “Se dice que las cabinas de los futuros aviones de
pasajeros estarán diseñadas para un piloto y un perro. La misión del piloto será dar de
comer al perro, y la del perro morder al piloto si intenta tocar algún control”.2
Si bien, en este comentario humorístico se contrasta el efecto de la automatización,
producto de los avances tecnológicos, con la cada vez más disminuida intervención del
hombre; en nuestro contexto, da idea de que no siempre es deseable el considerarnos tan
importantes. Una buena dosis de humildad, sencillez y comunicación más popular son
cualidades indispensables en el propósito de socializar la ciencia, sus logros y alcances
para beneficio del hombre.
Una extraordinaria guía para no perder la perspectiva y el equilibrio en la vida, se
nos da en un fragmento del libro de Ann Beattle, “Picturing Will”, citado por Peters (1992):
“…Hazlo todo bien, todo el tiempo, y tu hijo será un hombre de bien. Nada lo
impedirá, excepto la suerte, la herencia, el azar y el signo astro-lógico bajo el que nació,
su orden en el nacimiento, su primer encuentro con el mal, la muchacha que lo deje
plantado a pesar de sus excelentes cualidades, la guerra que esté en marcha cuando sea
joven, las drogas que quizá pruebe una o muchas veces, los amigos que tenga, las
calificaciones en la escuela, lo bien que aguante las bromas sobre sus defectos, lo
ambicioso que se vuelva, qué tan bajo caiga, la evidencia circunstancial, la perspectiva
irónica, los peligros inesperados, la dificultad para triunfar por encima de las
circunstancias, las mala compañías y los animales con rabia …”
Este pasaje, nos habla de un problema que cada vez aumenta en importancia; el
riesgo asociado a sobrestimar nuestra habilidad en influir en los resultados. Por mucho
tiempo el paradigma dominante de la ciencia fue el de causa-efecto, en contraste con el
mundo real más probabilístico. Asumimos tener control de las cosas y hechos cuando en
verdad es un asunto mucho más aleatorio. Hurgando en el terreno sicológico de la teoría
de la atribución, las personas tienden a buscar los motivos de su comportamiento; y en
este caso, los buenos resultados los atribuimos al trabajo intenso y habilidades, mientras
2 http://blog.rtve.es/retiario/2009/10/cabinas-con-un-piloto-y-un-perro.html
106
que los resultados malos, los cargamos a la mala suerte, o sucesos no anticipados o
imprevistos. Esto en gran medida explica como la arrogancia u orgullo de la ciencia, que
se recluye en torres de marfil, contribuye a alejarla de la simpatía popular. Ello no
demerita, sin embargo, las grandes contribuciones de la ciencia practicada en las
universidades, que tiene detrás de ellos, la gran competencia existente entre estas, y que
las ha constituido en universidades de investigación de vanguardia, de excelencia. Para
2012, los premios nobel de química, física, economía y medicina se asignaron a
profesores investigadores de las universidades de Kioto, Cambridge, Harvard, Stanford y
Colegio de Francia.
Ante un mundo insustentable, cuyas principales manifestaciones son la pobreza,
enfermedad, hambre, devastación de bosques, contaminación, violencia, crimen; la
humanidad ha llegado a un gigantesco umbral, con tres ramificaciones (Hartmann, 2009):
1) el umbral ambiental, que está llegando a su capacidad de mantenernos, 2) el umbral
económico, en el cual el libre mercado ha sido apropiado, manejado y exprimido por una
minoría que lo ha quebrado de muy diversas formas y 3) un umbral humano-demográfico,
cuyo crecimiento lo hace vulnerable al ataque fatal de cualquier plaga o enfermedad. Y a
este estado hemos llegado, debido predominantemente a cuatro errores, que de no
reconocerse oportuna y adecuadamente, harán que esta crisis profundice más aún. El
error de creer que el hombre está separado de la naturaleza, asunto que creíamos ya
habíamos superado y que se origina en nuestra tradición cristiana occidental. El error de
creer toda abstracción está separado de nosotros y tiene tintes de divinidad, como es el
caso del libre mercado, al que le atribuimos propiedades de auto-regulación. El error de
creer que el hombre debe de gobernar el mundo y que la mujer es sólo una propiedad de
él, tema que pensaríamos también ya superado y mantiene a la mujer en un segundo
plano en el escenario global. Y el error de creer que la mejor manera de influir en la gente
es mediante el miedo en lugar de las poderosas herramientas del amor, la compasión o el
apoyo.
¿Estamos en esta posición debido a nuestra cultura, forma de pensar, de percibir el
mundo, nuestra educación, o a los paradigmas de cómo nos vemos y porque somos como
somos? Morin (2008) atribuye la situación total del hombre a la educación y enseñanza,
que vistos como una dualidad que se complementa, para otorgarnos una cultura capaz de
hacernos entender nuestra condición humana y ayudarnos a vivir mejor. El propone que
toda solución responsable y viable a nuestros problemas debe partir del reconocimiento
107
de tres desafíos primordiales, a saber, el de la globalidad, el de la complejidad y el del
crecimiento exponencial y fragmentado de los saberes. Y de este trío de retos, surgen en
cadena otros tres desafíos interdependientes. El cultural, que separa lo humanístico de lo
científico. La desunión de ambos bloques culturales ha sido bellamente expresada por
Delattre (1978) “... Es inútil saber que hacer sin tener idea de cómo hacer las
cosas...igualmente, no tiene sentido saber cómo hacer las cosas sin tener alguna idea de
lo que es importante hacer..” Una disyuntiva que ha acompañado al hombre en el último
siglo. El Sociológico, que se forma con el bucle información-conocimiento-pensamiento, y
que con el crecimiento desmedido de la información en todas las actividades del hombre,
es vital para convertir a esta en conocimiento, y que corresponde a los se denomina
organización del saber, en el cual el pensamiento juega el papel estelar. Y el cívico, que
se refiere a la pérdida del derecho al conocimiento por parte del ciudadano, y que
conduce al debilitamiento de la responsabilidad y de la solidaridad. Al ser desposeído del
saber, el ciudadano se relega de las decisiones y la democracia también se debilita. Es un
aislamiento del ciudadano, que no se involucra con las soluciones a su alcance y espera
que los especialistas, los expertos las resuelvan. Si a esto le agregamos, la ‘Nueva
Soledad’ a la que hemos llegado por la inundación tecnológica del internet, redes, blogs,
webs, el asunto cobra dimensiones inimaginables y paradójicas, al convivir con una
‘soledad comunicada’ e impersonal (Barrera, 2012).
Por ende, la propuesta de Edgar Morin es la de una reforma de la enseñanza –“no
programática sino paradigmática”– que lleve a la reforma del pensamiento y la de una
reforma del pensamiento que encamine a la reforma de la enseñanza; esto es, la gran
reforma para organizar el conocimiento.
Y para no quedarse tan sólo en el diagnóstico, o propuesta de una enseñanza
educativa, Morín (2001) aborda el problema de cuáles son los temas esenciales y que por
ignorados deben de enseñarse en el siglo XXI, los siete saberes necesarios:
I. Una educación que cure la ceguera del conocimiento. Todo conocimiento conlleva
al riesgo del error y la ilusión y que la educación del futuro debe contar siempre con
esa posibilidad. El conocimiento humano es frágil y está expuesto a alucinaciones,
a errores de percepción, a perturbaciones, a la influencia de la propia cultura, a la
selección meramente sociológica de nuestras ideas, etc. Se podría pensar por
ejemplo, que despojando de afecto todo conocimiento eliminamos el riesgo de
108
error. Es cierto que el odio, la amistad o el amor pueden enceguecernos, pero
también es cierto que el desarrollo de la inteligencia es inseparable de la
afectividad y ésta puede oscurecer el conocimiento pero a la vez, fortalecerlo.
II. Una educación que garantice el conocimiento pertinente. Ante el aluvión de
información es necesario discernir cuál es la información clave. Ante el número
ingente de problemas es necesario diferenciar los que son problemas clave. Pero,
¿cómo seleccionar la información, los problemas y los significados pertinentes? Sin
duda, desvelando el contexto, lo global, lo multidimensional y la interacción
compleja. Como consecuencia, la educación debe promover una “inteligencia
general” apta para referirse al contexto, a lo global, a lo multidimensional y a la
interacción compleja de los elementos. Esta inteligencia general se construye a
partir de los conocimientos existentes y de la crítica de los mismos.
III. Enseñar la condición humana. Debemos reconocer nuestro doble arraigamiento en
el cosmos físico y en la esfera viviente, al igual que nuestro desarraigamiento
propiamente humano. Estamos a la vez dentro y fuera de la naturaleza. La
educación del futuro deberá velar porque la idea de unidad de la especie humana
no borre la de su diversidad, y que la de su diversidad no borre la de la unidad.
También la educación debería mostrar e ilustrar el destino con las múltiples facetas
del ser humano, ya sea específico, individual, social o histórico, todos los destinos
están entrelazados y son inseparables. Cuidado especial habrá de darse al estudio
de la complejidad humana.
IV. Enseñar la identidad terrenal. La historia humana comenzó con una dispersión de
todos los humanos hacia regiones que permanecieron durante milenios aisladas,
produciendo una enorme diversidad de lenguas, religiones y culturas. En los
tiempos modernos se ha producido la revolución tecnológica que permite volver a
relacionar estas culturas, volver a unir lo disperso. Es necesario introducir en la
educación una noción mundial más poderosa que el desarrollo económico: el
desarrollo intelectual, afectivo y moral a escala terrestre.
V. Enfrentar las incertidumbres. Todas las sociedades creen que la perpetuación de
sus modelos se producirá en forma natural. Los siglos pasados siempre creyeron
que el futuro se conformaría de acuerdo con sus creencias e instituciones. La
educación debe hacer suyo el principio de incertidumbre, tan válido para la
109
evolución social como la formulación del mismo por Heisenberg para la Física.
Pero la incertidumbre no versa sólo sobre el futuro. Existe también la incertidumbre
sobre la validez del conocimiento. Y existe, sobre todo, la incertidumbre derivada
de las propias decisiones. Una vez que se toma una decisión, empieza a funcionar
el concepto ecología de la acción, es decir, se desencadena una serie de acciones
y reacciones que afectan al sistema global y que no se puede predecir. Nos hemos
educado aceptablemente bien en un sistema de certezas, pero la educación para la
incertidumbre es deficiente.
VI. Enseñar la comprensión. La comprensión se ha tornado una necesidad crucial para
los humanos. Por eso la educación tiene que abordarla de manera directa y en los
dos sentidos: 1) la comprensión interpersonal e intergrupal y 2) la comprensión a
escala planetaria. Morín constató que comunicación no implica comprensión. Esta
última siempre está amenazada por la incomprensión de los códigos éticos de los
demás, de sus ritos y costumbres, de sus opciones políticas. A veces confrontamos
cosmovisiones incompatibles. Los grandes enemigos de la comprensión son el
egoísmo, el etnocentrismo y el sociocentrismo. Enseñar la comprensión significa
enseñar a no reducir el ser humano a una o varias de sus cualidades que son
múltiples y complejas. Por ejemplo, impide la comprensión marcar a determinados
grupos sólo con una etiqueta: sucios, ladrones, intolerables. Positivamente, Morín
ve las posibilidades de mejorar la comprensión mediante: a) la apertura empática
hacia los demás y b) la tolerancia hacia las ideas y formas diferentes, mientras no
atenten a la dignidad humana.
VII. La ética del género humano. En el bucle individuo-sociedad surge el deber ético de
enseñar la democracia. Ésta implica consensos y aceptación de reglas
democráticas. Pero también necesita diversidades y antagonismos. El contenido
ético de la democracia afecta a todos esos niveles. El respecto a la diversidad
significa que la democracia no se identifica con la dictadura de la mayoría.
¿Serían estos los saberes que las universidades del siglo XXI deben de adoptar
para reformar la enseñanza educativa y fortalecer la actividad científica que el mundo
necesita?
110
Vinculación: Maridaje Academia-Sociedad
“Así como la tierra es la madre que alimenta(Alma Terra Mater), la vinculación es
el alma de la sociedad que nutre el quehacer de la universidad”
Silvia Mendoza G. y Jorge Galo Medina T.
Existe, actualmente, una amplia brecha en la vinculación de las universidades y su
entorno. Ello significa la impertinencia de los programas educativos para resolver
problemas; la insuficiencia de la investigación científica que se lleva a cabo; y una
formación profesional alejada de la necesaria actitud emprendedora, creativa, competitiva,
sustentable, vinculada, innovadora y de compromiso social.
La desvinculación de la oferta técnico-profesional de las universidades con las
organizaciones de productores, empresas y sociedad, se refleja en el incipiente impacto
de la investigación científica y tecnológica para crear, innovar y adoptar tecnologías
adecuadas para la transformación. (Medina, Mendoza y Hernández, 2010).
La vinculación tiene una estrecha relación con la misión estratégica de la
Universidad y se troca en un componente esencial de las funciones fundamentales de la
misma. Parte primordial del deber ser de la institución, descansa en diversas tareas de
vinculación de la Universidad, a través de la ejecución de acciones y proyectos de alta
calidad y de beneficio mutuo con los sectores social, público y productivo. Mediante ellas,
se proporcionan servicios profesionales, incluyendo la gestión de tecnología, para lograr
el desarrollo sustentable –tecnológico, social, económico y ecológico– del país (Granados,
2010).
En la vinculación se forja mucho del mejoramiento académico, especialmente la
formación de recursos humanos, la actualización o pertinencia del currículum de las
carreras y programas docentes que se imparten, la innovación en los métodos
enseñanza-aprendizaje y la consolidación de la base técnico-científica de la investigación.
111
Las acciones de vinculación de las universidades son prioritarias, ya que la
sociedad demanda que éstas no sean únicamente formadoras de cuadros técnicos
profesionales, sino que también contribuyan al desarrollo nacional con aportaciones
efectivas a la solución de problemas. La vinculación así percibida se puede constituir en
una función sustantiva adicional al trinomio tradicional docencia-investigación-extensión
(Escamilla y Mendoza, 2003).
Con vehemencia lo expresa López, 2011 “…La educación humanística exige
también una vinculación congruente con el cambio de actitud que necesita la población de
productores y consumidores…” La misión universitaria en términos de la vinculación es
colaborar con el desarrollo para el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales
y mejorar la calidad de vida de la población en general, a través de la generación y
transferencia de tecnología eficiente y de la prestación de servicios oportunos y de alta
calidad.
Ninguna universidad cumplirá plenamente su misión fundamental si no se apropia
de la vinculación y la establece orgánica y estructuralmente como una función
universitaria; con las variantes y condiciones que cada institución educativa establezca
para su realización. Y que, adicionalmente, ésta función sea reconocida por la comunidad
universitaria y responda a las necesidades del entorno.
Por tanto, el sentido social universitario está íntimamente ligado a su labor de
vinculación. Las esferas de la vinculación universitaria se expanden se reorganizan y se
recomponen. Tienen un origen y un fin en los ejes de tiempo y espacio; pero el proceso
vinculatorio no perece; evoluciona a la manera de una espiral ascendente sin fin. Implica
una asociación interminable de extensiones de la universidad desde la cultura hasta la
innovación tecnológica; desde el aula hasta la práctica profesional; desde la academia
hasta la empresa. Tanto vincula un espacio de educación continua, como el egresado en
sus funciones laborales y ciudadanas.
Pero hay que reconocer que la misión universitaria va más allá de su relación con
el entorno social y económico (Mendoza y Medina, 2009). El debate contemporáneo aún
persiste en cuanto a los fines de la universidad. Por un lado su misión de formación
cultural, humanista y científica; y por otra, la formación profesional dictada por la
necesidad de aplicar el conocimiento al mundo laboral. Esto es, el fin humanista versus el
112
fin utilitario. Al respecto, la Profesora Margarita Peya Gascóns (2011), de la Universidad
de Barcelona argumenta:
“…la universidad no es una empresa de formación. Una universidad reducida a
empresa no sirve a los ideales de verdad y desarrollo de la cultura y a la formación de
pensadores. Si fuera así, se limitaría a producir profesionales medianamente útiles a la
sociedad. La universidad es una institución académica que…ha de tener en cuenta las
necesidades y las demandas del mercado laboral, pero al tratarse de una institución de
rango académico superior, esta formación no es suficiente. Se espera que a la par que el
estudiante adquiere competencias sobre la propia profesión, se forme también en los
valores estrechamente ligados a la formación universitaria, como son la búsqueda de la
verdad; la honestidad como valor que conduce al conocimiento y a las limitaciones del
saber, la acción y las propias carencias; la solidaridad que equivale al compromiso con la
sociedad; el respeto a la vida y a los demás como factor de cohesión social y también el
respeto a la naturaleza como conciencia ecológica; la responsabilidad como asunción de
compromisos; la justicia como medio de procurar la mejor distribución e igualdad de
oportunidades; la integridad como ejemplo de rectitud; la libertad como autodeterminación
y elección de alternativas…Por tanto, la universidad como portadora de valores es
creadora de una cultura en la que, además del conocimiento técnico, deben imperar el
humanismo, la investigación, la innovación y la transferencia, entre otros aspectos…”
Sánchez y Caballero (2003), consideran que uno de los retos mayúsculos en la
vinculación de las universidades con los sectores productivos y sociales, es el cómo
garantizar su apego a la norma constitucional emanada de la fracción VII del artículo 3º,
que claramente establece la autonomía, el autogobierno, las libertades de cátedra,
investigación y de examen y discusión de las ideas de las mismas. Con todo y ello,
señalan: “…No puede dejar de mencionarse que el papel de las instituciones de
educación superior en la sociedad, no se limita a la preparación profesional de los
alumnos que ingresan a las mismas, sino que incluye muchos otros aspectos que inciden
en otras formas sobre las sociedades a las que sirven… es también responsabilidad de
las instituciones académicas generar soluciones para los problemas contemporáneos, así
como constituirse en difusores de pensamiento crítico que contribuya al bienestar de la
sociedad…”
113
Al participar en el coloquio “Vinculación, Función Sustantiva en las Instituciones de
Educación Superior; Presente y Futuro”, de la Universidad Tecnológica del Centro de
Veracruz (UTCV), el Dr. Giacomo Gould Bei, investigador de la Universidad Autónoma de
Baja California reiteró que “…Las universidades, los tecnológicos y los politécnicos deben
ver a la vinculación como uno de sus proyectos más relevantes y no sólo como una
extensión de la enseñanza… que la vinculación sea una función sustantiva de la
universidad…hay un ‘desvínculo’ entre la oferta académica y las necesidades de la
sociedad…”
En la universidad tienen cabida, sin excluirse mutuamente, la tradicional formación
humanista y la coyuntural formación para servir al mercado. En su investigación acerca de
los vínculos entre el conocimiento y la productividad, y que de manera directa impacta en
la formación universitaria, De Mendoça Silva (2011) concluye:
“…la universidad debe equilibrar la formación profesional con la humanística, pues
de no ser así acabará convirtiéndose en un sector más del proceso educativo, con la
función de aportar la mano de obra que éste necesita…”
El que los estudiantes se formen integralmente, significa recibir educación de
calidad y excelencia para su formación en el trabajo y preparación para la vida ciudadana;
es decir, formar: “…personas equilibradas, libres, responsables, emocionalmente
inteligentes, intelectualmente capacitadas, moralmente fortalecidas, mentalmente
preparadas para vivir plenamente. Esta es la asignatura pendiente por la que tendrán que
examinarse las universidades, en el siglo XXI, pues hoy en día parecen olvidar que, ante
todo, deben ser el crisol en que se humanice el desarrollo general basado en el
desarrollo, crecimiento y superación del ser humano…” (Medina, 2009)
La posibilidad de formalizar la vinculación universitaria se da sólo en la medida que
exista un mínimo nivel de desarrollo de la investigación. Dicho de otro modo, no puede
haber una real vinculación, si no existe materia prima de intercambio que, en este caso,
sería precisamente los resultados de la investigación; pero además, estos resultados
deberían de poseer un cierto grado de desarrollo y aplicabilidad.
Algunas diferencias del orden conceptual serían las posiciones divergentes entre
los teóricos; hay quienes consideran que la vinculación tiene un contenido básicamente
económico, mientras que otros consideran que dicha actividad se resuelve
114
exclusivamente mediante un acercamiento físico con la sociedad, enfoque fuertemente
asociado a una visión asistencial.
La visión fisicalista considera que la vinculación se verifica, casi de manera
exclusiva, en la medida en que se acortan las distancias materiales (físicas), entre
universidad y sociedad, de modo que desde este punto de vista, casi cualquier cosa es
susceptible de ser reconocida como vinculación: desde la instalación de una oficina de
consultoría técnica, un despacho de asesoría legal o un consultorio dental en alguna
colonia pobre, hasta la creación de un departamento de recepción de solicitudes de
productores o la elaboración de programas de educación a distancia.
Esta visión prospera cuando se desea reivindicar el carácter popular de la
educación ya que se fortalecen las orientaciones de asistencia a sectores sociales
desprotegidos; con el modelo anterior suele confundirse la extensión universitaria con
vinculación. “Esta visión podría considerarse como la más tradicional y la que ha creado
mayores equívocos sobre el entendimiento de la vinculación, no obstante, aún es
frecuente encontrarla como parte de las acciones que se asignan a las oficinas de
vinculación, confundiéndolas con áreas de simple extensión universitaria.” (Campos y
Sánchez, 2005)
En la visión economicista se concibe que a través de la venta de productos y
servicios universitarios se allegarán jugosas cifras de recursos económicos para las
universidades. Otra perspectiva es la productivista, no totalmente reconocida, que
entiende a la vinculación como válida sólo si la realiza el sector productivo de la economía
y más específicamente la estructura industrial. Esta es la perspectiva más polémica ya
que se asocia a una práctica muy común en las universidades. La vinculación en el
contexto de la educación y la producción se ha utilizado para identificar de manera estricta
un conjunto de actividades y servicios que las instituciones de investigación y educación
superior realizan para atender problemas tecnológicos del sector productivo. En este
sentido la vinculación sería un proceso de transferencia de tecnologías que puede
implicar el establecimiento de puentes entre la investigación científica y el desarrollo
tecnológico para atender problemas del entorno (Granados, 2010; Casas y Luna, 1997).
El concepto de vinculación se consolida con la promoción dentro y fuera de la
universidad, de la conexión entre científicos y técnicos académicos, en que se tiende un
puente más estructurado y organizado entre la universidad y el sector productivo, así
115
como con iniciativas cuyo fin sea la actividad de transferencia realizadas por conducto de
los propios investigadores y en los casos que así lo ameriten creando pequeñas unidades
de transferencia de tecnología al interior de cada dependencia.
Por lo anterior la vinculación es una actividad que requiere ser vista de manera
holística, como una nueva función de las universidades, ya que hasta ahora son sólo tres
las acciones sustantivas: la docencia, la investigación y la extensión; de tal forma es más
que necesario ampliar este horizonte de funciones hacia la vinculación.
Al entenderla como una nueva función y no como parte de la extensión
universitaria el concepto adquiere más amplitud, considerándose como un verdadero eje
estructurador de la planeación académica, esto es, que las funciones de docencia e
investigación universitarias encuentren mecanismos y formas de articulación de manera
más estrecha y efectiva con la sociedad y la economía salvando el carácter asistencial
que hasta antes prevalecía.
Este cambio significa el establecimiento de un nuevo contrato social entre la
academia y la sociedad, además de requerir un amplio y fuerte apoyo gubernamental, de
acuerdo con el papel que se le ha asignado a la investigación en el nuevo modelo
económico. La adopción de este nuevo contrato y su traducción e instrumentación variará,
obviamente, de una institución a otra y dependerá en gran medida de la respuesta y el
sostén de las políticas nacionales e internacionales.
Esta nueva concepción contribuiría a que las universidades redireccionen sus
objetivos y visiones a futuro, sus planteamientos serían más factibles reconociendo el
papel que le corresponde desempeñar a la universidad en la sociedad, identificándola
como la institución por excelencia, interesada en participar en la solución de las
problemáticas que enfrentan los ciudadanos.
La vinculación de las universidades con los sectores productivos contribuye
positivamente en la formación y actualización de alumnos y académicos; en la solución de
problemas a nivel local, regional y nacional; en la formación pedagógica de la planta
docente; en la innovación y mejora de los procesos que tienen lugar en ambas partes, así
como en la inserción efectiva en la vida cultural y comunitaria (ANUIES, 2000).
116
Por lo tanto, la vinculación universitaria además de un fenómeno educativo y
científico-tecnológico es un fenómeno social y humano ya que es una actividad
transformadora e integradora que forma parte del proceso de cambio; que amplía su
posicionamiento y reconocimiento social.
Sólo bajo tales condiciones la sociedad asumirá a la educación como un asunto
que le compete directamente; estará organizada y participará activa y responsablemente,
aportando opiniones que nutran la toma de decisiones en los diferentes ámbitos
educativos, lo cual, al mismo tiempo permitirá a la educación superior posicionarse como
elemento fundamental del desarrollo (SEP, 2001).
Se propone cómo como prioritario para la vinculación de las universidades con el
desarrollo del país, las siguientes orientaciones:
• Aprehender y aprender las interacciones ambiente-hombre que se producen en los
sistemas socio-ecológicos a través de las distintas escalas espaciales y temporales.
La resiliencia de un sistema, junto con la adaptabilidad y su capacidad de
transformación, son capacidades socio-ecológicas de los sistemas productivos. La
construcción de resiliencia o elasticidad requiere mejorar los procesos sociales,
ecológicos y económicos que le permiten reorganizarse después de una crisis
• Uno de los aspectos más relevantes en cuanto a los valores, es la necesidad de
integrar las diferentes formas del conocimiento. Además del estudio de cultura y
valores de los productores, es importante considerar la cultura y valores de la misma
comunidad de investigadores. Esta decide qué observar y estudiar, y qué tipos de
información se considera como conocimiento legítimo. Para atender a los desafíos
complejos del desarrollo sustentable, se requiere de la interacción de ambas
comunidades; tenemos que reconocer que mucho de las habilidades relevantes con
bases locales se encuentran afuera de la comunidad de investigación formal. En otras
palabras, los que experimentan y desarrollan soluciones para los problemas de
sustentabilidad en el “laboratorio de vida” deben incorporarse, como un importante
complemento a la ciencia y tecnología formal e institucional para el campo.
• Es de la mayor relevancia el vincular el conocimiento con la acción, donde se rescaten
dos aspectos fundamentales: 1) la necesidad de construir capacidades institucionales
y 2) la creación de espacios para el diálogo y la vinculación estratégica.
117
¿Es posible considerar a la vinculación un paradigma emergente que dé lugar a
una cuarta función universitaria?
Liderazgo: Currículum para la Sustentabilidad
“Quizá sólo haga faltala voz de una persona
más para que la pazllegue al mundo”
Joseph Jaworski
La humanidad se encuentra en un momento decisivo de la historia. Enfrenta la
perpetuación de las disparidades, el agravamiento de la pobreza, el hambre, las
enfermedades y el analfabetismo y el continuo empeoramiento de los ecosistemas de los
que depende su bienestar.
No obstante, si se integran las preocupaciones relativas al medio ambiente y al
desarrollo y se les presta más atención, se podrán satisfacer las necesidades básicas,
elevar el nivel de vida de todos, conseguir una mejor protección y gestión de los
ecosistemas y lograr un futuro más seguro y más próspero. Ninguna nación puede
alcanzar estos objetivos por sí sola, pero sí todos juntos en una asociación mundial para
un desarrollo sostenible.
La Universidad ha de asumir la responsabilidad de proteger el medio ambiente y
los recursos naturales. El desarrollo humano sustentable debe de ser una política
imperante en todas las universidades.
Al definir el concepto de sustentabilidad, la Comisión Brundtland de las Naciones
Unidas estableció varias dimensiones entre las cuales destacan: a) La económica, que
significa que el desarrollo crea empleos y oportunidades económicas y que es viable el
hacerlo; b) La social, que exige que el desarrollo mejore la salud y bienestar de la región,
respetando de manera simultánea sus rasgos culturales únicos, y que es deseable el
118
realizarlo; y c) La ecológica, que significa preservar y mejorar el ecosistema, local y
globalmente, y que es posible el hacerlo realidad. De acuerdo con esta perspectiva, sólo
en la interacción de las tres dimensiones ocurre la verdadera sustentabilidad:
Figura 4. Dimensiones del concepto de sustentabilidad
¿Qué clase de liderazgo se necesita para cambiar actitudes en la comunidad
universitaria, a fin de que integren en su forma de vida los factores ecológicos, sociales,
económicos y académicos, tanto en el entorno universitario como en su entorno personal,
centrando su quehacer en la capacitación, investigación, cultura, deporte y
responsabilidad social? Esto es, modificar el modelo tradicional de funcionamiento de la
universidad, en el que Los universitarios giran libremente, alrededor del espacio
universitario; a un modelo ideal de universidad, en el que ahora los universitarios se
integran en una estructura sólida, con objetivos comunes.
La sustentabilidad es un cambio de paradigmas. La sustentabilidad no se refiere
únicamente a agregar cosas a las estructuras y los planes de estudios existentes, sino
implica un cambio en el conocimiento fundamental de cultura, en el pensamiento y en las
prácticas educativas. ¿Qué es la sustentabilidad universitaria? Es una comunidad que
enfrenta sus responsabilidades locales y globales, para proteger los ecosistemas y
119
propiciar el bienestar de sus integrantes y su área de influencia. Orienta activamente el
conocimiento generado, para enfrentar los desafíos ecológicos y sociales en el presente
como en el futuro (Garza y Medina, 2010).
Uno de los grandes desafíos del mundo contemporáneo es, junto con el llamado
“desarrollo sustentable”, la transformación del conocimiento en riqueza. La pregunta
entonces es ¿Cómo establecer patrones de producción y de consumo que tengan en
cuenta las demandas de poblaciones en aumento en todos los rincones del País,
preservando la calidad de vida y el equilibrio del medio ambiente en el planeta?
La preocupación por la sustentabilidad ha ocupado un lugar importante en la
agenda global desde hace varias décadas, colocando sobre la mesa, la necesidad de
orientar los esfuerzos de ciencia y tecnología para atender los desafíos del reto global por
la sustentabilidad. Pero, ¿Cómo pueden contribuir más efectivamente la ciencia y
tecnología al logro de las metas de la sociedad en el tema del desarrollo sustentable del
campo de México?
Ningún esfuerzo para incrementar los umbrales actuales de la producción
sustentable que beneficie a los sectores más pobres del mundo rural será posible sin
nuevas alianzas entre las empresas, la sociedad civil, las organizaciones de productores,
el gobierno y las universidades.
Un tema por demás sobresaliente es el de la naturaleza del liderazgo indispensable
para llevar a cabo los cambios que se requieren. Esto significa que tenemos que
replantear la manera en que concebimos y entendemos el liderazgo para asegurar
acciones coherentes que reduzcan el desorden, la incertidumbre y la ambigüedad que nos
ha invadido. A ello se refiere el mismo Kelly (2006) como las paradojas el liderazgo, y que
tienen que ver con la manera en que los líderes visualizan su relación con el mundo, con
otros y consigo mismos. La importancia de ellas reside en la relación que tienen con el
desarrollo de actitudes y aptitudes mediante la educación. Un liderazgo capaz de
impulsar, abogar y defender los principios de la sustentabilidad, descansa en esas tres
poderosas paradojas, que en conjunto permite delinear el perfil de los líderes en los
tiempos actuales. La primera tiene que ver con la relación líder-entorno, para lo cual
deberán contar con una visión holística, que sin dejar de ver el bosque, reconozcan a los
árboles individuales; y que compartan una actitud de aprendizaje de por vida, que les
capacite a mantenerse bien informados acerca de lo global y de lo particular. La segunda
120
se refiere a la interacción del líder con quienes desea influir y persuadir, para lo cual debe
mostrarse equilibrado y pragmático, con valores y creencias firmes, llenos de energía y en
todo momento estar al servicio de los demás. Y la última que es la relación del líder
consigo mismo, y que significa el desarrollo de fortalezas relacionadas con la tenacidad y
perseverancia en situaciones difíciles, la habilidad de delegar y discernir, no perder la
moral, y una auténtica humildad para solicitar ayuda, para actuar con firmeza sin herir
susceptibilidades. Otras cualidades propuestas para el Líder Creativo e Innovador que
plantea Escorcia (2012), son: saber crear oportunidades, saber decir “no lo sé”, ser
visionario, desarrollador de talento, prosperar en la paradoja, hacer, ensayar y repetir,
saber esperar y ser optimista.
Pero sobre todo, se requiere de un liderazgo con profunda honestidad intelectual
para contrarrestar a los ambientalistas radicales y conservacionistas que manipulan las
evidencias científicas, tal y como lo ha puesto en evidencia Lomborg (2001). Situación
que recientemente ha desenmascarado y denunciado Nickson (2012), quien de manera
clara y valiente describe como en nombre de la conservación y de la sustentabilidad, los
activistas ambientales, algunas organizaciones no gubernamentales y burócratas de la
conservación, cual si fueran dioses verdes, en realidad están acabando con los recursos
naturales en los Estados Unidos y otras partes. Ella expone con abundantes ejemplos
como está sucediendo una disminución en la riqueza de los productores rurales, en la
riqueza de la tierra y en la salud de la tierra. Inclusive plantea el mal uso que se da a los
resultados de supuestas investigaciones, que denomina mala ciencia, mediante los cuales
se atemoriza a los ciudadanos de los daños supuestos de la destrucción ambiental, por
parte de las prácticas tradicionales de manejo de los recursos, que ahora requieren pasar
al estado de tierras públicas. Todo ello bajo la suposición sin fundamento científico de que
el no uso del recurso es un buen uso. Y esto no es nuevo en el área de manejo de los
recursos naturales renovables; Allan Savory (1988) desde hace más de 30 años advertía
del verdadero significado de la ‘desertificación’ del planeta, y que provenía de nuestra
ignorancia, y falta de humildad para reconocer las causas reales del deterioro de la tierra.
Por ello, debe de formarse, educarse y prepararse un líder a prueba de verdades a
medias, blindado con principios sólidos y ética profesional. Un líder que asuma con
objetividad y responsabilidad los principios de la sustentabilidad, que responden a la idea
de que tanto necesita el hombre de la naturaleza, como ésta del hombre; que ambos
deben de tratarse juntos –con todas las implicaciones sociales, económicas y políticas–,
121
de visualizarse y percibirse como un todo, de manera holística. A conclusiones similares
arribaron Nava et al (1979) quienes al fundamentar la propuesta de un enfoque en que
hombre y naturaleza sean visto como una unidad, señalaron: “…Es frecuente que se
observe con sorpresa el fracaso de medidas llevadas a cabo traspasando las fronteras de
la universal legalidad de los procesos que rigen a la naturaleza, a lo cual se le atribuye las
explicaciones más inverosímiles. Se llega incluso a interpretar tales fracasos como una
equivocación de la naturaleza…”
Un líder armado con una mentalidad holística, sólo puede educarse en las
universidades; y éstas deben asumir más temprano que tarde esta inaplazable tarea.
La formulación de políticas públicas sustentables es un tema tan serio que no
puede dejarse sólo en las manos de los políticos. Hay que formar un ejército de líderes de
la sustentabilidad despojados de la visión mercantilista y capitalista de priorizar por arriba
de todo, la economía; con una buena dosis de sentido humanístico, de sensibilidad social,
y amplios conocimientos de los principios ecológicos y físicos que determinan el uso que
debe darse a los recursos. Un líder debe estar bien preparado en el arte de la
comunicación para convertirse en lo que Pink (2012) ha bautizado como el ‘vender sin
estar en ventas’; esto es, persona capaz de persuadir, convencer e influir a otras
personas a realizar cosas de manera distinta. Un líder dedicará una importante proporción
de su tiempo a motivar a otras personas.
Un líder para la sustentabilidad tiene que estar preparado para reconocer los
nuevos paradigmas del entorno y que acechan. Estar atento de aquellos que por su
utilidad, pueden ser positivos al desarrollo. Shirky (2008), uno de los más talentosos
observadores, de la cultura, del poder transformador de las nuevas formas de interacción
social que hoy permiten las tecnologías, plantea los términos en que la sociedad moderna
está cambiando. Él ha estudiado los efectos de las redes, en particular donde se traslapan
las redes sociales y las redes tecnológicas, dando lugar a una nueva arquitectura de
participación social. Las mismas instituciones de ayer y hoy continuarán existiendo, pero
sus formas tradicionales de operar serán diferentes. Veremos formas novedosas de
acción social. ¿Qué y cuándo cambiará?, es una pregunta que los líderes habrán de
hacer muy a menudo. Se espera que los cambios ocurran fuera de los protocolos
administrativos y burocráticos actuales; los mismos que limitan o limitaron la efectividad o
desarrollo de la sociedad misma. Ésta forma inédita de agrupamiento de la gente que
122
desea llevar a cabo algo, está sucediendo por todas partes; no es exclusiva de un grupo o
región del mundo en particular. Y al hacerse sin respaldo institucional de ninguna suerte,
es un gran cambio, un gran reto, más que un mejoramiento de la sociedad
contemporánea.
A éste fenómeno, Clay Shirky le denomina el poder de la organización sin
organizaciones –también llamado organizando la desorganización– y afirma que cuando
piensa en tecnologías, su tiempo y energía los usa más para ‘escardar’ que para ‘plantar’;
o sea, le dedica más tiempo a eliminar lo irrelevante que a aprender algo novedoso. Esto
es particularmente cierto para los que han nacido antes de que las herramientas de las
redes sociales estuvieran disponibles para todos.
La generación que se está formando en el aula universitaria, están asimilando toda
una nueva legión de herramientas sin tener que borrar la cantidad de datos irrelevantes
que los mayores de edad han aprendido. Este aprendizaje y adopción de nuevas
herramientas sociales ubica al humano en el umbral de la era actual u Holoceno y la
siguiente qué bien se podría llamar –por el brutal impacto de las tecnologías humanas en
el ambiente– la era del Antropoceno.
Una tecnología, por sí misma, hace posible pero no induce el cambio social. Éste
se da cuando el comportamiento, la apropiación que se hace de la misma es generalizado
o ubicuo. Un líder completo de este tiempo requerirá dominar procedimientos,
instrucciones y programas (Software) y de equipo e infraestructura (Hardware), pero sobre
todas las cosas, será indispensable una sólida mentalidad, de cultura y formación
(Mindware).
Por ello el impacto real de una tecnología se da no cuando está disponible sino
cuando se hace ubicua. Todos hemos crecido en un mundo de recursos limitados e
instituciones jerárquicas; estamos en un continuo reaprendizaje de las nuevas reglas al
adoptar tecnologías novedosas y romper con las antiguas. Para los que vienen detrás de
nosotros, jóvenes y niños, y que forman parte de éstas tecnologías, las nuevas reglas no
serán ya reglas nuevas. Hasta entonces empezaremos por fin a ver cumplidas las
promesas de estas tecnologías.
Parecería muy aventurado y paradójico el expresar que en abono a la visión de
sustentabilidad que debe de ser auspiciada por la universidad, hay un principio unificador
123
de la relación sociedad-tecnología que aporta el profesor y consultor Shirky, al aseverar
que sólo cuando la sociedad adopta nuevas conductas se sientan las bases para arribar a
una revolución tecnológica. Ello confirma lo expresado por Robinson (2011) "Las grandes
revoluciones de la historia humana han sido fruto muchas veces de ideas nuevas, de
nuevas formas de ver la realidad que han hecho añicos las viejas certezas. Es el proceso
fundamental del cambio cultural". Ninguna tecnología, por promisoria que sea, prosperará
en el mundo del mañana si no se apalanca en el triple basamento de la sustentabilidad,
sociedad-ecología-economía. Y debe estar bajo el dominio del liderazgo contemporáneo.
Porque la sustentabilidad es el “… dilema inevitable de nuestro tiempo, un tema de
estudio y reflexión, y un reto a la acción; es un asunto científico y moral, un tema esencial
de significado vital para la humanidad, es en su totalidad…la sustentabilidad del espíritu
humano, así como del ambiente…” (Cullingford, 2004). Entendida así la sustentabilidad,
¿Qué tan comprometidas están las universidades con, para y por la sustentabilidad?
¿Tendrán las universidades el liderazgo fundamental para asumir esta responsabilidad?
¿Estamos en el umbral de tal desiderátum? ¿O será sólo una Utopía?
Hoy, en los cimientos de la sustentabilidad edificados por el hombre descansa el
optimismo y esperanza para aseverar que se está traspasando el umbral de la utopía al
desiderátum. Estamos ciertos que no sólo es posible diseñar, construir y vivir en un nuevo
orden; sino que es indispensable hacerlo; e imprescindible será también que el
conocimiento sustentable se trueque en cultura sustentable. Es posible, si cambiamos
nuestra actitud y relación con el planeta, desterrar el desalentador escenario de una
‘ausencia de futuro’ (López y Sánchez, 2009). Los cambios reales en la sociedad no se
dan por el hecho de que ésta adopte nuevos conocimientos, herramientas o tecnologías;
suceden sólo cuando la sociedad adopta nuevas conductas. El fermento del cambio está
en su mejor sazón. Tiempo atrás Víctor Hugo nos aconsejaba acerca de los momentos
cruciales para todo cambio: “No hay nada más poderoso que una idea a la que le ha
llegado su tiempo”
Para ello, pongamos en práctica lo apuntado por Sir Ken Robinson "No permitas
que te roben las ideas, regálalas"
124
125
DesenlaceAl Despertar, la Sustentabilidad Estaba Ahí
Hemos llegado al final de una jornada, en la que espero, estemos todos juntos y a
tiempo. Jornada que también espero que todos hayan fortalecido su convicción más que
su conveniencia, de la importancia y prioridad de mantener y acrecentar a la gallina de los
huevos de oro –sea la familia, el trabajo, la universidad o el país–; en equilibrio con el
deseo humano de obtener o conseguir resultados. Es indispensable mantener un sólido
balance entre los medios y los fines; entre el corto y el largo plazo; entre lo urgente y lo
prioritario; entre los sustentable y lo insustentable; entre principios y valores; entre la
intención de hacer y el hacerlo. No todo lo eficaz es eficiente, no todo movimiento es
siempre proporcional a la fuerza usada para realizarlo. Conocida es la frase ¿aplastarías
una mariposa con una rueda?, que da a entender claramente que muchas veces ocurre lo
que lleva por título una de la obras de Shakespeare ‘mucho ruido y pocas nueces’; que
nos revela los resultados mínimos obtenidos de hechos exagerados, o las promesas
incumplidas y apariencias engañosas. Muchas acciones que a pesar de consumar un
gran alboroto o revolución, al final no ofrecen resultados reales ni positivos, y por el
contrario el mucho ruido al final produce poco útil, puro artificio. Similar a lo que sucede
con aquellos pequeños ratoncillos que en su jaula yace una rueda, en la cual se ponen a
correr a diario, sin llegar a ninguna parte y que por más que se esfuerzan por llegar más
lejos, siguen en el mismo lugar. Ello es equivalente, aunque en un contexto diferente, a lo
que sido denominado por Kiyosaki y Lechter (2004). "La carrera de la rata".
Usando ésta analogía, la sustentabilidad marca la diferencia entre una nación rica y
una nación pobre. Y ello implica romper con los patrones o hábitos culturales, transitar de
lo insustentable a lo sustentable, cuya base común es la educación; pero realizada esta
bajo esquemas no tradicionales. Esto es salirse o alejarse de la ‘Era de la Información’, en
que la educación se centra en las habilidades derivadas de las capacidades lógicas,
lineales y computacionales y están bajo el dominio del hemisferio izquierdo del cerebro.
Y de manera alterna apropiarse e ingresar a la pista de alta velocidad (en contraste
con la pista de la ‘carrera de la rata’) que se denomina la ‘Era Conceptual’ (Pink, 2006), en
126
la que son necesarias nuevas capacidades, tales como la creatividad, la empatía y la
visión global, y cuyo dominio reside en el hemisferio derecho del cerebro. El sistema
educativo presente debe transformarse, para enfocarse en las habilidades relacionadas
con el hemisferio derecho. Seguir insistiendo en mejorar las aptitudes relativas al
hemisferio izquierdo sin poner mayor atención en las del derecho, es caer en un esquema
educativo insustentable. La educación del siglo y milenio actuales debe de propiciar el
desarrollo de una mente más equilibrada y útil. De no hacerlo, la gran mayoría de los
jóvenes que hoy cursan estudios superiores, estarán en el umbral de la línea de salida de
pista de la carrera de la rata, engrosando sus filas. De no hacerlo, los universitarios serán
gradualmente menos valorados, con salarios que no compensan los estudios realizados
después de la carrera e incluyendo ésta, con mayores índices de desempleo, y en el que
los títulos y diplomas irán perdiendo el prestigio social que disfrutaban antaño. . ¿Cuáles
fueron los méritos de Roger Walcott Sperry para obtener el Premio Nobel en Medicina en
1981? Sus investigaciones, desde 1950, acerca de las funciones de los hemisferios
cerebrales. Por ello, el trabajo de Pink es una gran metáfora educativa para nuestro
tiempo.
La opción sustentable para las escuelas, colegios y universidades será el tomar
acciones que fomenten la creatividad de niños y jóvenes, que alienten capacidad de
conocer y que los estimule a sacar y usar su talento. No es despreciable de ninguna
forma lo que la atención y el desarrollo del lado izquierdo del cerebro han hecho para
crear una sociedad rica y materialmente abundante. Al nuevo invitado de la educación –el
hemisferio cerebral derecho– hay que acogerlo para hacer frente al futuro que ya nos
alcanzó. La propuesta de Pink es que la educación contemporánea se integre con el
dominio de seis aptitudes, destrezas o sentidos para conseguir la mente completa y
equilibrada de la ‘Era Conceptual’: Diseño (no sólo la funcionalidad), narración (para
complementar los argumentos), sinfonía (con un enfoque en la síntesis), empatía (que
complemente el pensamiento lógico), juego (y no tanta seriedad) y significado (además de
la acumulación material). Estas nuevas habilidades que ahora interesan más, son
atributos fundamentalmente humanos; y siempre han sido parte de lo que significa ser
humano. Durante unas cuantas generaciones dentro de la ‘Era de la Información’ esa
musculatura cerebral se diezmó. Aun y cuando la ‘Era Conceptual’ está en sus albores, el
reto actual y futuro es acondicionar la nueva mente; hacer que esas habilidades de
‘concepto elevado’ y de ‘toque elevado’, como las nombra Daniel Pink, ingresen a la pista
de carrera rápida y de mente flexible o abierta. Esta es la ruta única y viable para transitar
127
hacia el desiderátum de cultivar al campo y educar al cultivador en el crisol llamado
‘sustentabilidad’; en el que las debilidades se convierten en retos, las fortalezas se
transforman en la posibilidad de caer en el conformismo, las amenazas son sólo peligros
temporales y las oportunidades no es otra cosa que ventanas de crecimiento. La
sustentabilidad más que una meta o propósito es una norma; es fines y medios, implica
valores y principios. No tiene que ver con filosofía, doctrinas o visiones. Tampoco es
receta, dogma o moda pasajera. Ni mucho menos es un nivel de vida, sino que va más
allá de un estilo de vida, hacia un modo de vida cuyo centro es el ser humano, en el que
cohabitan la justicia, la producción, la rentabilidad, la protección de los recursos naturales,
la disminución de la pobreza y la desigualdad social. Para muchos representa un terreno
desconocido, no aceptable por nuestro arraigo a lo familiar, a lo que conocemos. Es un
llamado a la acción y participación de la sociedad para de manera integrada: aprovechar y
conservar los recursos naturales, reconocer los límites físicos que hacen imposible el
crecimiento infinito, priorizar el logro de objetivos sociales, satisfaciendo las necesidades
actuales y futuras, y tener como base la solidaridad intra- e intergeneracional (Garza y
Medina, 2010).
Alcanzar la cima de la sustentabilidad requiere superar políticas públicas
sostenidas por el afán de lucro en que han caído muchos países en cuanto a sus
sistemas educativos, que han descartado incautamente el desarrollo de otras habilidades,
basadas en las humanidades y artes. Esta son las referentes al pensamiento crítico, el
trascender las lealtades locales y enfocar los problemas globales como un ciudadano del
mundo, las de imaginar con empatía los apuros del prójimo; en fin, aquellas relativas a
formar seres humanos completos que piensen por sí mismos, critiquen lo tradicional y
sean capaces de entender los logros y sufrimientos de otras personas (Nussbaum, 2010)
Si le concedemos la razón a Ortega y Gasset (1987) de que una época se define
no solamente por lo que en ella se ha hecho sino por lo que ha dejado de hacerse, lo que
no ha sido posible hacer en ella; estaríamos presenciando una nueva época en los
albores de la sustentabilidad. Al igual que en el ocaso de los hombres, de lo que nos
podemos arrepentir será de lo que no pudimos, no quisimos o no nos atrevimos a hacer.
¿Por qué será tan difícil caminar por la ruta de la sustentabilidad? ¿Pasará lo mismo que
con los cinturones de seguridad del automóvil, que fabricados para nuestro beneficio, nos
tienen que imponer multas para usarlos? ¿Será como esos remedios homeopáticos que
curan un mal con el mismo mal?; o, ¿Será necesario caer en las garras de la
128
insustentabilidad con todos sus malestares y daños para que eliminemos de raíz todo lo
que nos impide emprender la carrera por senderos sustentables? Estoy convencido de
que una respuesta muy aproximada es que requerimos un cambio mental, como el que
nos sugiere Bob Proctor en la narración de la historia de un joven que se mudó al desierto
y que decidió que quería tener un agradable césped verde, para lo cual compro varios
litros de pintura verde y pintó todo el frente de su casa con un verde brillante. Al
preguntársele por qué lo hacía el respondía: ‘Porque todo mundo lo sabe, no puedes
cultivar pasto en el desierto’ Sus vecinos se reían de él a escondidas y pasado algunos
meses el joven volvía a pintar el patio de su casa y cada vez que alguien le hacia la
misma pregunta el contestaba ‘Porque todo mundo lo sabe, no puedes cultivar pasto en el
desierto’. Finalmente un vecino se apiadó del joven y le preguntó ¿cuál es el deporte
número uno en Las Vegas? El jovencito lo medito un rato y contestó ‘Golf’ y ‘¿Dónde está
Las Vegas?’ ‘En el desierto’ ‘¿Entonces por qué nunca has cultivado césped?’ ‘Porque no
se puede cultivar…..’ Y el joven hizo una pausa ‘¿…pasto en el desierto?’
Esta anécdota nos habla de nuestro sistema de creencias, que no es muy lógico y
que muchas veces contradice la lógica y trabaja en nuestra contra al retarlo. Todo lo que
se requiere es un cambio de perspectiva, un cambio que nos sumerja en el arroyo de la
consciencia como lo ha sugerido el pensamiento sufí. A pesar del flujo constante y
permanente de la vida, nos aferramos a seguir siendo los mismos, a no cambiar, a nadar
contra la corriente. A pesar de esos esfuerzos siempre permanece lo esencial de uno, de
la vida. Muy a propósito nos llega la historia que nos narra Osho (2005), una historia
magnífica que nos ayudará a entender mejor –eso espero— todo lo relacionado con la
sustentabilidad y su relación con la vida; y verla como la única posibilidad que tenemos,
sin otra opción o elección:
«Un arroyo, desde su nacimiento en las lejanas montañas, después de atravesar todo tipo
de paisajes, alcanzó por fin las arenas del desierto. Igual que había cruzado todas las
demás barreras, el arroyo trató también de cruzar esta, pero se encontró que en cuanto
se adentraba en la arena, sus aguas desaparecían.
Sin embargo, estaba convencido de que su destino era cruzar ese desierto, y de que a la
vez no había manera de cruzarlo. Entonces una voz oculta, que salía del mismo desierto,
le susurró: “El viento cruza el desierto, e igualmente puede hacerlo el arroyo”.
129
El arroyo objetó que estaba arremetiendo contra la arena, pero que sólo estaba siendo
absorbido; que el viento podía volar y de que gracias a esto podía atravesar el desierto.
“Arremetiendo de tu manera habitual no podrás atravesarlo. Desaparecerás o te
convertirás en una marisma. Debes dejar que el viento te lleve a tu destino.”
“¿Pero cómo puede esto suceder?”.
“Dejando que el viento te absorba”.
Esta idea no era aceptable para el arroyo. Después de todo, nunca antes había sido
absorbido. No quería perder su individualidad, y una vez que la hubiese perdido, ¿cómo
iba a saber que podría volver a recuperarla?
“El viento”, dijo la arena, “cumple esa función. Evapora el agua, la transporta a través del
desierto, y después la vuelve a dejar caer. Al caer en forma de lluvia, el agua se vuelve a
convertir en un río”.
“¿Cómo puedo saber que esto es verdad?”
“Así es, y si no me crees, no podrás convertirte más que en un cenagal, e incluso eso te
costará muchos, muchos años; e indudablemente no es lo mismo que un arroyo”.
“¿Pero, no puedo seguir siendo el mismo arroyo que soy hoy?”
“No puedes seguir así en ningún de los casos”, dijo el susurro. “Tu parte esencial es
transportada y vuelve a formar un arroyo. Tú recibes el nombre que tienes, incluso hoy,
porque no sabes que parte de ti es la esencial.”
Cuando el arroyo escucho esto, comenzó a resonar un cierto eco en sus pensamientos.
Débilmente, recordó un estado en el cual él — ¿o era una parte de él?— había sido
sostenido en los brazos del viento. También recordó —¿lo recordó?— que esto era lo que
realmente había que hacer, aunque no necesariamente lo más obvio.
Y el arroyo hizo ascender su vapor hacia los acogedores brazos del viento, que
suavemente y con facilidad le llevaron hacia arriba y a lo lejos, dejándole caer
suavemente en cuanto alcanzó la cima de la montaña, muchos, muchos kilómetros más
allá.
130
Y como había abrigado sus dudas, el arroyo fue capaz de recordar y grabar con más
fuerza en su mente los detalles de la experiencia.
Él reflexionó. “Sí, ahora he conocido mi verdadera identidad”.
El arroyo estaba aprendiendo. Pero las arenas susurraron: “Nosotras lo sabemos, porque
lo vemos suceder un día tras otro y porque nosotras, las arenas, nos extendemos desde
la orilla del río por todo el camino hasta la montaña”.
Y por eso se dice que el camino por el que el arroyo de la vida tiene que continuar su
viaje, está escrito en las arenas. »
La Universidad no sólo debe ser un lugar dónde los jóvenes encuentran ayuda para
navegar el territorio que los conduzca de un ser adolescente a un ser adulto; debe de
guiarlos sin restricción a cruzar ese terreno pantanoso en busca de su autoconocimiento,
y ayudarles a desarrollar ciertas cualidades de la mente y del corazón que los haga
ciudadanos pensantes y reflexivos. Se distingue por ser, además, un lugar en el que se
transmite el conocimiento pasado para que el estudiante pueda usarlo como un recurso
para apoyar su futuro. Y cada vez de mayor trascendencia, es el lugar donde se
conduce una gama de investigaciones para crear conocimientos nuevos que le permitan a
la humanidad no quedarse atrapada en el pasado. Una lista resumida de esas cualidades
necesarias para el desarrollo del ciudadano futuro, ha sido formulada por Delbanco
(2012) e incluyen: 1) insatisfacción escéptica del presente, con base en un sentido del
pasado 2) habilidad para conectar entre fenómenos aparentemente distintos, 3)
apreciación del mundo natural, ampliada por el conocimiento de la ciencia y las artes, 4)
disposición a imaginar experiencias desde perspectivas distintas a las de uno, y 5) sentido
de responsabilidad ética. En la medida en que se cumpla con este cometido, la
Universidad se convertirá en el vehículo para transportar al ciudadano a un mundo
sustentable.
Equipados con una nueva mentalidad, lo podemos transformar todo, empezando
por nosotros mismos. Es un camino lleno de riesgos, sí, pero es el único que tenemos. No
hay atajos.
En el vehículo de la sustentabilidad no hay pasajeros. Todos somos conductores
131
Quinta Parte
Lectura de las Fuentes Seminales
132
133
Desiderátum. m.Objeto de un vivo o constante deseo.
Lo más digno de ser apreciado en su línea. TheFreeDictionary.com
Utopía o Utopia.f(Del gr. , no, y ,
lugar: lugar que no existe)Plan, proyecto, doctrina o sistema
optimista que aparece como irrealizableen el momento de su formulación.
Real Academia Española
‘Educar es cultivar a un tiempo el conocimiento de lo verdadero,
la voluntad de lo bueno y lasensibilidad de lo bello’
Salvador Polo De Medina
Mucho de lo que se narra, proviene de la memoria, de los recuerdos, del imaginario del autor y también de la consulta a otros autores; esta últimase realiza bajo restricciones múltiples: tiempo, acceso, idioma, interpretación subjetiva, hechos no verificados o información sesgada. Sin embargo, para los lectores son importantes las citas consultadasporque mediante su estudio se amplían los saberes, se contrastan datos, se transforma la información en mejor entendimiento, en conocimiento yse agudiza el pensamiento.
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Enero de 2013. Saltillo, Coahuila de Zaragoza, México.
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