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Innovación en los productos a través de su evolución

Taller de Creatividad

Consideraciones iniciales:

La identificación de nuevos productos, razón de ser de la actividad empresarial, no debe dejarse al azar ni al libre obrar de la intuición. Hoy más que nunca se requiere de productos innovadores que justifiquen abiertamente una inversión y

generen valor agregado a un mercado cada vez más exigente, pero a la vez cada vez más reducido, como consecuencia

directa de la segmentación del que ha sido objeto por parte de las productoras y comercializadoras y como resultado

natural de la estratificación social y económica.

En virtud de esta realidad, es imperante que la creatividad responda a un estudio sistemático y lógico de observación de

todas aquellas variables históricas, culturales, sociales, económicas y políticas que enmarcan la vida de una sociedad.

De esta manera se hace una apuesta por ideas/iniciativas que responden no sólo al interés legítimo y utilitarista de la

población por satisfacer sus necesidades, sino que se le da respuesta a las condiciones cambiantes del medio en el que se han de desarrollar todas las acciones que enmarcan una actividad empresarial.

En este sentido la observación retrospectiva y prospectiva de cómo determinados productos han evolucionado y podrían

llegar a evolucionar en el tiempo en función de satisfacer las necesidades del hombre como ser social, es el primer paso para identificar nuevos e innovadores productos. Es sensibilizarse ante los cambios que se han producido en estos y de los

cuales el hombre no es enteramente consciente. Si bien hace uso de ellos, no dimensiona la forma como se han ido

adaptando a las condiciones que él mismo genera en su diario vivir.

Sin duda, una de las tareas prioritarias que tiene EL EMPRENDIMIENTO en estos tiempos es comprender la

evolución de los productos, cambios que demarcan nuevas formas de vida.

La retrospectiva.

Una mirada en el tiempo pasado para detallar cómo se configuraban aquellos productos que hoy tanto utilizamos. Es

devolverse en el tiempo, es apoyarnos en la imaginación, de tal manera que con ella se cubran aquellos detalles que la

información no proporciona. Entre más atrás ubiquemos nuestra mirada y nuestra imaginación mayor alcance tendrá por consecuencia la observación hacia adelante.

Tomar un producto cualquiera y hacerle una observación retrospectiva conlleva crear un marco de referencia histórico –

conceptual que nos permita entender su morfología y sus características de uso, medio para satisfacer necesidades igualmente históricas.

Este ejercicio implica el rastreo de una evolución, de una transformación en el tiempo, de detallar una trayectoria que nos ha de permitir entender la razón de su forma actual. En la medida en que queden espacios y características sin observar,

mantendremos interrogantes sobre su actual estado y sobre sus posibilidades futuras.

El estado actual.

Es un estadio intermedio; es el presente del producto en observación. Hasta aquí ha llegado su trayectoria evolutiva, este estado debe responder a las particularidades históricas que le ha correspondido vivir. El producto debe estar diseñado

justo y a la medida no sólo de las necesidades actuales que intenta satisfacer, sino de las instancias de evolución que ha

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experimentado. De lo contrario será un bien con desfases en el tiempo en el que fue concebido y para el tiempo en el que

va a ser utilizado.

Tal vez esto nos permita entender el por qué de la inutilidad y desuso de muchos productos, con la consecuente perdida

del negocio que él representaba. Un producto no es intemporal, todo lo contrario, debe responder a una temporalidad

claramente definida y plasmada en su diseño, producción y comercialización. Queda en discusión asuntos como la obsolescencia programada que tantos cuestionamientos recibe en la actualidad.

La prospectiva.

Fin del ejercicio, estadio irreal, imaginario del producto en observación. Como tal no existe, no tiene presencia física, pero puede tenerla en la mente del hombre, justo en la de aquel que es consciente de su uso y de su necesidad.

Proyección o extensión de una necesidad y de un producto que la satisface. Hacia allá se perfila el hombre y su

comportamiento en sociedad, él evoluciona a la par con sus necesidades. Se podría incluso pensar que tener conciencia de éstas es lo que propicia su evolución.

Preparó: ®

José Alonso González Solano

MSc en Educación Estudios Doctorales en Territorio