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UNIVERSIDAD PERUANA LOS ANDES – UPLA FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD CARRERA PROFESIONAL DE TECNOLOGÍA MÉDICA Autor (s): Mallqui Huaroc, Cecilia Docente o asesor: Mg. Flor de Maria Huancayo – Perú 2013 FRECUENCIA DEL SÍNDROME METABÓLICO CON PREVALENCIA A LA DIABETES MELLITUS DE TIPO 2 EN MUJERES POSTMENOPAÚSICAS 40-55 AÑOS

Taller de Investigacion i Sindrome Metabolico

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UNIVERSIDAD PERUANA LOS ANDES – UPLA

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

CARRERA PROFESIONAL DE TECNOLOGÍA MÉDICA

Autor (s):

Mallqui Huaroc, Cecilia

Docente o asesor: Mg. Flor de Maria

Huancayo – Perú

2013

FRECUENCIA DEL SÍNDROME METABÓLICO CON PREVALENCIA A LA DIABETES MELLITUS DE TIPO 2 EN

MUJERES POSTMENOPAÚSICAS 40-55 AÑOS

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RESUMEN DEL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN

I. PROBLEMA

I.1. Planteamiento del problema

El Síndrome Metabólico (SM) conocido también como Síndrome

Plurimetabólico, síndrome de resistencia a la insulina o Síndrome X es

una entidad clínica controvertida que aparece, con amplias variaciones

fenotípicas, en personas con una predisposición endógena,

determinada genéticamente y condicionada por factores ambientales.

(1)

Fue reconocido hace más de 80 años en la literatura médica y ha

recibido diversas denominaciones a través del tiempo. Por otra parte,

no se trata de una única enfermedad sino de una asociación de

problemas de salud que pueden aparecer de forma simultánea o

secuencial en un mismo individuo, causados por la combinación de

factores genéticos y ambientales asociados al estilo de vida en los que

la resistencia a la insulina se considera el componente patogénico

fundamental. La presencia de síndrome metabólico se relaciona con

un incremento significativo de riesgo de diabetes, enfermedad

coronaria y enfermedad cerebrovascular, con disminución en la

supervivencia, en particular, por el incremento unas 5 veces en la

mortalidad cardiovascular. (2)

El incremento del síndrome metabólico va asociado a la expansión de

la epidemia mundial de diabetes tipo 2 y de enfermedades

cardiovasculares, según datos recientes de la Federación Internacional

de Diabetes (FID). Las personas con síndrome metabólico 20 a 25% de

la población mundial(3) tienen una probabilidad tres veces mayor de

sufrir un ataque cardíaco o un accidente cerebro vascular y dos veces

más de morir por estas causas, que las personas que no lo padecen(4).

Lamentablemente, existen diferentes criterios para identificar a las

personas con síndrome metabólico. Aquellos que promueven cada uno

de ellos, dan sus propios fundamentos a favor del uso del que

recomiendan. En el presente estudio, se usará el recomendado por el

Page 3: Taller de Investigacion i Sindrome Metabolico

National Cholesterol Education Program ATP III( 5 ) dado que es el más

práctico para estudios epidemiológicos.

En el Perú, utilizando este criterio, existen varios estudios: en el

departamento de Lambayeque, en un estudio de representación

departamental, se encontró 28,3% de síndrome metabólico en mujeres

post menopáusicas de 50 a 59 años de edad, y en el masculino

23,1%, siendo esta diferencia estadísticamente significativa (6). En el

mismo departamento, comparando un grupo de pescadores contra uno

de agricultores y de edades comprendidas entre los 30 y 70 años, se

encontró 31,7 y 22,1%, respectivamente. Acá también se encontró que

el género femenino presentaba una mayor prevalencia (31,8%) que el

masculino (20,8%). La prevalencia del síndrome metabólico en toda la

población fue 26,7%(7).

En Lima Metropolitana, en una población urbana, de 30 a 92 años, se

encontró 14,4%, el 16,3% en el género femenino y 10% en el

masculino (8). En un estudio realizado en mujeres adultas con

sobrepeso y obesidad, de Lima Metropolitana, se comunicó una

prevalencia de síndrome metabólico de 28 y 30%, respectivamente(9).

Una tesis realizada en Cusco, en mujeres posmenopáusicas, hallaron

16,5% con síndrome metabólico(10). En el mismo departamento,

cuando se comparó un distrito urbano, Wanchaq, frente a uno rural,

Huancarani, se encontró 6 y 0,8%, respectivamente (11).

El objetivo del presente estudio fue conocer la prevalencia del

síndrome metabólico en la población adulta peruana. Los estudios

locales mencionados ya mostraban una presencia importante de este

síndrome y era necesario identificar lo que sucedía en el ámbito

nacional.

I.2. Descripción y delimitación del problema

El síndrome metabólico está conformado por una serie de factores

de riesgo, como la hipertensión arterial, la dislipidemia, la

intolerancia a la glucosa por la resistencia a la insulina y la obesidad

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visceral, elevando la probabilidad de padecer enfermedad

cardiovascular. Su detección y tratamiento es importante para

mejorar la salud de la población.(3)

Determinaremos el síndrome metabólico y sus factores de riesgo en

pacientes mujeres postmenopausicas de las edades de 40 a 55

años, en el policlínico de chilca- Huancayo en el periodo de

setiembre - diciembre del 2013.

I.3. Formulación del problema.

¿Cuál es la frecuencia del síndrome metabólico con relación a la

diabetes mellitus de tipo 2 en mujeres postmenopaúsicas 40-55

años?

II. OBJETIVOS

II.1. Objetivo general

Determinar la prevalencia del síndrome metabólico y diabetes mellitus 2

como factores de riesgo existente en la población de mujeres

postmenopaúsicas de 40-55 años en el policlínico de chilca

II.2. Objetivos específicos

Identificar la prevalencia de Hipertensión Arterial en la población población

de mujerespostmenopaúsicas de 40-50 años en el policlínico de chilca.

Evaluar la prevalencia de Diabetes Mellitus mediante exámenes de

laboratorio en la población de mujeres postmenopausicas.

Diagnosticar las relaciones entre factores de riesgo y morbilidad con

presencia de síndrome metabólico en la población de mujeres post

menopaúsicas.

III. JUSTIFICACIÓN

III.1. Teórica (científica)

Nuestra teoría agrupara los factores de riesgo cardiovascular como obesidad

abdominal central, dislipidemia, hiperinsulinemia e hipertensión arterial y el

notable incremento ponderal en la población, durante las últimas décadas

causadas por sedentarismo y la nutrición inadecuada, ha llevado a un

aumento de la prevalencia de obesidad en la población femenina y por lo

tanto a un riesgo mayor a padecer del síndrome metabólico, agravándose

esta situacióncon los cambios hormonales y los fenómenos de envejecimiento

durante la transición de la menopausia al período postmenopáusico. La

Page 5: Taller de Investigacion i Sindrome Metabolico

presencia de síndrome metabólico incrementa cinco veces el riesgo de

desarrollar diabetes mellitus tipo 2 y duplica el riesgo cardiovascular

III.2. METODOLOGICA:

Mediante exámenes preventivos a la población de mujeres postmenopáusicas

sobre el síndrome metabólico integrándolas e incluyéndolas en hábitos de

vida, mejorará su alimentación, sumado a esto ejercicios físicos y controles

preventivos cada cuatro meses de bajo costo cuyas pruebas serán:

Circunferencia abdominal(crestailíaca):

- Mujeres > 88 cm

intolerancia a la glucosa o Diabetes Mellitus tipo 2 (Glucemia de ayuno

>110 mg/dl y/o 2hr post-carga ≥140 mg/dl.)

Hipertensión arterial: ≥140/90 mm Hg

III.3. SOCIAL

Este trabajo de investigación ayudara a prevenir futuras

enfermedades, con el fin de diagnosticarlas y tratarlas, reduciendo los

índices de mortalidad causadas por la diabetes mellitus de tipo 2 y las

enfermedades cardiovasculares, mejorando así la calidad de vida de

la población de mujeres postmenopaúsicas.

IV. MARCO TEORICO

El incremento paralelo de la frecuencia de la obesidad y del índrome metabólico

es un fenómeno mundial y México no es la excepción. Aunado a esto, estas

patologías son factores de riesgo importantes para el desarrollo de diabetes tipo

2, la enfermedad arterial coronaria y cerebrovascular por arteriosclerosis, que son

las principales causas de muerte en nuestro país. El control de estas alteraciones

metabólicas incide directamente en la morbi-mortalidad de muchos

padecimientos; sin embargo, en la actualidad no existen estrategias de

prevención, diagnóstico y tratamiento eficaces para la mayoría de los casos. Por

estas razones, la obesidad y el síndrome metabólico se han convertido en un

serio problema de salud pública en los países occidentalizados.

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En los últimos años ha crecido el interés de investigadores y clínicos de distintas

disciplinas en el estudio de la obesidad y del síndrome metabólico. Como es

frecuente en las enfermedades complejas, la visión de los expertos tiene una

perspectiva limitada y en el peor de los casos, excluyente de otras que son

complementarias. Si no se trata de un problema de salud pública, esta situación

podría resultar deseable en aras de la pureza de los procesos de generación de

conocimiento. Sin embargo, dada la relevancia de estos padecimientos en la

salud de la comunidad se requiere encontrar estrategias científicas que acorten

los tiempos en la generación de conocimientos y que permitan diseñar modelos

de prevención y tratamiento. La meta se alcanzará cuando estos modelos sean

operables a través de programas asistenciales y se logre disminuir la frecuencia

de estas entidades. (Dr,Sebastián Carranza Lira,* Leonora Guerrero Mills,*

Angélica Castro*)

En las últimas dos décadas la información sobre obesidad y síndrome metabólico

ha crecido rápidamente, lo que ha llevado a algunos sistemas de salud en el

mundo y a numerosas sociedades científicas a formar grupos de expertos que

analicen esta información de manera permanente. En México los esfuerzos que

se realizan por los Institutos Nacionales de Salud, Hospitales Federales de

Referencia y Hospitales de Alta Especialidad para el desarrollo de investigación

básica y clínica de la obesidad, son numerosos; sin embargo, la difusión de los

resultados y la comunicación entre los investigadores aún no es suficiente. Se

carece de un plan maestro que señale logros alcanzados y tareas por desarrollar.

Esto ha determinado que la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de

Salud y Hospitales de Alta Especialidad (CCINSHAE) haya propuesto la

formación de un Grupo Académico para el Estudio la Prevención y el Tratamiento

de la Obesidad y Síndrome Metabólico. El Grupo elaboró un documento que

pretende reunir las reflexiones y las propuestas generales de este grupo de

investigadores y clínicos de los Institutos Nacionales de Salud, Hospitales

Federales de Referencia y Hospitales de Alta Especialidad. Este es el primer paso

para colaborar en el desarrollo de objetivos y lineamientos comunes en el sector

salud, con el propósito de comprender y así poder combatir la obesidad y el

síndrome metabólico. (Dra. Mariela Edith López, Dra. Mirna Alicia Sosa, Dr.

Nelson Paulo María Labrousse)

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Se realizó un estudio descriptivo y transversal de 340 personas divididas en 2

grupos, con y sin antecedentes patológicos familiares de diabetes mellitus tipo 2

(APF de DM2), con el objetivo de detectar si las que presentaban APF de DM2

tenían más hiperinsulinemia, presencia de síndrome metabólico, factores de

riesgo cardiovascular asociados y lesión de órganos diana, expresados en

hipertrofia del ventrículo izquierdo de los sujetos que no tenían dicho

antecedente. Se obtuvo como resultado que la hiperinsulinemia estuvo presente

en 96 pacientes con APF de DM2 (56,5 %) y una significación de p = 0,001. El

síndrome metabólico fue más frecuente en las personas con APF DM2 (90) para

un 52,9 % y una significación de p = 0,000. La hipertrigliceridemia fue el

marcador por excelencia del síndrome metabólico y el factor de riesgo que con

más significación estadística se asoció a los sujetos con APF de DM2. La

hipertrofia ventricular izquierda (HVI) se asoció como expresión de lesión de

órganos diana a los sujetos con APF de DM2. Concluimos que los sujetos con

APF de DM2 son más propensos a tener hiperinsulinemia, al síndrome

metabólico, a factores de riesgo cardiovascular y a lesión de órgano diana en

comparación con los que no tienen dicho antecedente.

La diabetes mellitus tipo 2 es una enfermedad que se asocia a un riesgo

incrementado de enfermedad coronaria y en la actualidad está adquiriendo el

rango de pandemia en la mayoría de los países desarrollados.1 Estudios

epidemiológicos han demostrado que la resistencia a la insulina y la constelación

de alteraciones metabólicas asociadas, como la hipertensión arterial, la obesidad

y la hipercoagulabilidad, influyen en la prematuridad y severidad de la

aterosclerosis que desarrollan los pacientes con diabetes mellitus tipo. La

relación entre la resistencia a la insulina y el proceso aterogénico es directa y

muy compleja. Es probable que la complejidad derive de la interacción que

existe entre genes predisponentes a la resistencia a la insulina y otros que de

forma independiente regulan el metabolismo lipídico, el sistema de coagulación y

la biología de la pared arterial. Con el desarrollo de la biología molecular hemos

podido apreciar que mecanismos inmunológicos e inflamatorios subyacen al

proceso de la resistencia a la insulina y de la aterosclerosis. Hoy día conocemos

que el factor de trascripción nuclear kappa-beta regula la expresión de los genes

que codifican proteínas proinflamatorias, clave en el desarrollo de la placa de

ateroma, y que en el estado de resistencia a la insulina existen múltiples factores

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activadores que pueden explicar la precocidad y severidad del proceso

aterogénico.

La intolerancia a la glucosa y la diabetes mellitus tipo 2 se asocian con

frecuencia a la obesidad, la hipertensión arterial, las dislipidemias, la

microalbuminuria y la cardiopatía isquémica, mientras el denominado síndrome

metabólico (SM) constituye la agrupación de varias de estas entidades.

La resistencia a la acción de la hormona insulina se considera uno de los

factores etiopatogénicos fundamentales del SM, ya que está presente en todas

loas entidades que lo componen, puede preceder en décadas su aparición y es

un predictor de su desarrollo. La elevada prevalencia del SM y la morbilidad y

mortalidad asociadas a este han motivado su inclusión en la lista de prioridades

de las políticas de salud de países desarrollados.

Diversos estudios han demostrado que una intervención temprana mediante

modificación de los hábitos alimentarios, el incremento de la actividad física y/o

fármacos puede modificar favorablemente la historia natural del SM, evitando su

aparición o retardando su progresión y, de esta forma, hacemos prevención de

la diabetes mellitus tipo 2 y de las complicaciones cardiovasculares que con él

se relacionan. Por lo antes planteado, se hace evidente que nuestro problema

científico es el siguiente: ¿Existe un incremento de la prevalencia del síndrome

metabólico y daño vascular en los familiares de primer grado de diabéticos tipo

2? El interés de conocer esta respuesta radica en que los familiares de primer

grado de los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 presentan un riesgo elevado

de desarrollar diabetes mellitus y otros componentes del SM a lo largo de la

vida y constituyen uno de los grupos en los que deberían plantearse

intervenciones de tipo preventivo. Estas intervenciones deberían ser tempranas,

ya que nuestro segundo problema radica en el siguiente cuestionamiento:

¿Cuántos de estos pacientes presentan otros factores de riesgo cardiovascular

y/o lesión de órgano diana en el momento del diagnóstico? Este interés

responde a que muchos pacientes con intolerancia a los hidratos de carbono y

con diabetes mellitus presentan, en el momento del diagnóstico de los criterios

del SM, otros factores de riesgo cardiovascular y lesión de órgano diana,

expresado en hipertrofia ventricular izquierda y cardiopatía isquémica, pero no

tenemos idea de cuántos de los pacientes con síndrome metabólico y familiares

de primer grado diabéticos, excluyendo a los que ya son intolerantes a los

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hidratos de carbono y diabético, tienen también al momento del diagnóstico la

presencia de otros factores de riesgo cardiovascular y/o la presencia o no de

lesión de órgano diana, ya que estas intervenciones deberían ser selectivas

también porque el porcentaje de familiares de diabéticos con riesgo de

desarrollar el SM probablemente no alcanza el 40 por ciento. La importancia del

SM consiste en que aquellas personas que lo presenten pueden, además de

llevar los diagnósticos de hipertensión arterial, obesidad, dislipidemia y

microalbuminuria, tener un estado protrombótico y proinflamatorio

generalizado, lo que representa un alto riesgo vascular expresado en forma de

cardiopatía isquémica y de enfermedad cerebrovascular, como se ha

demostrado en importantes estudios longitudinales. La cardiopatía isquémica es

la principal causa de muerte en pacientes con diabetes mellitus tipo 2, pero

resulta que también lo es para los pacientes que cumplan con los criterios de

síndrome metabólico. Existen evidencias de que los pacientes diabéticos que no

han sufrido un síndrome coronario agudo tienen el mismo riesgo de padecerlo

que aquellos no diabéticos que lo han sufrido previamente. Esto sugiere que,

subyacente a la diabetes mellitus, puede existir una extensa aterosclerosis

coronaria sin una obvia manifestación clínica. Además, el riesgo de muerte por

un acontecimiento cardiovascular en los pacientes diabéticos es de 2 a 4 veces

mayor que en la población no diabética. Este exceso de la mortalidad es más

elevado en mujeres (4 a 5 veces) que en varones (2 a 3 veces). Por estos

motivos, la American Heart Association considera la DM no como un simple

factor independiente de riesgo, sino como una verdadera enfermedad

cardiovascular. Teniendo en cuenta la asociación de la resistencia a la insulina y

el SM con los familiares de primer grado de pacientes con diabetes mellitus y

sus implicaciones de daño vascular (DV), expresado como cardiopatía

isquémica y enfermedad cerebrovascular resultante del síndrome referido, nos

planteamos como objetivo de esta investigación determinar la frecuencia de

hiperinsulinemia y síndrome metabólico en familiares de primer grado de

pacientes con diabetes mellitus tipo 2 e identificar si existe mayor correlación de

factores de riesgo en estos pacientes que justifique por qué tienen más lesiones

de órgano diana y mayor morbimortalidad que los sujetos sin historia de DM2.

(Rev Cubana Endocrinol v.16 n.3 Ciudad de la Habana sep.-dic. 2005)

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Se realizó un estudio de corte transversal en personas con diabetes tipo 2, entre

enero y diciembre del 2005 en el área de salud del hospital Ramiro priale ptiale,

para determinar la prevalencia del síndrome metabólico (SM). Se les realizó

examen físico y se les confeccionó historia clínica.

La diabetes tipo 2 (DM 2) es un trastorno metabólico complejo, de patogenia

multifactorial y poligénica, que se asocia frecuentemente con obesidad y otros

componentes del síndrome metabólico (SM). Hay un componente hereditario muy

claro sobre el que probablemente influyen diversos factores ambientales, como la

alimentación, el sedentarismo, el tabaco, el alcohol, etcétera.

La DM 2 se asocia con otras alteraciones metabólicas y no metabólicas que, con

el posible nexo patogénico común de la resistencia a la insulina (RI), se presentan

de forma secuencial o simultánea en un paciente y aceleran el desarrollo y la

progresión de la enfermedad cardiovascular aterosclerótica. A esta situación se le

ha denominado síndrome metabólico.

La presencia de SM en pacientes con DM 2 multiplica por 5 el riesgo

cardiovascular y coronario. Por ello, por la alta prevalencia de DM 2 asociada con

este síndrome y por el incremento de enfermedad coronaria asociada a la fase de

prediabetes, es preciso realizar su diagnóstico precoz aun en ausencia de DM. El

SM es uno de los síndromes clínicos asociados a RI y esta constituye un factor de

riesgo para la enfermedad cardiovascular. Se sabe que la RI es el proceso

fisiopatológico común al conjunto de factores de riesgo cardiovascular. Por todo lo

antes expuesto, nos propusimos determinar la frecuencia y las características

clínicas del síndrome metabólico en personas con diabetes tipo 2. Los factores de

riesgo cardiovascular múltiples para SM son más comunes en las personas

diabéticas que en las no diabéticas. Se reporta que el 50 % de los diabéticos son

hipertensos, el 50 % también son dislipidémicos y hasta el 80 % son obesos. El

tercer estudio NHANES de los EUA, encontró que la correlación más importante

es la de SM y DM 2. La relación entre estas entidades y la prevalencia de

enfermedad coronaria (EC) se estudió en población mayor de 50 años. La

prevalencia del SM entre sujetos con DM 2 fue de 86 %. La mayor prevalencia de

EC se encontró en individuos con ambos, SM y DM 2 (19,2 %). La presencia de

SM sin DM 2 tuvo una prevalencia de EC (13,9 %). Esta relación sugiere que los

trastornos patogénicos que incrementan el desarrollo de EC en pacientes

diabéticos son aquéllos compartidos con el SM. Se ha demostrado mayor

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porcentaje de obstrucción en las arterias coronarias en pacientes con SM  y este

compromiso es directamente proporcional al número de componentes del SM.

Son múltiples las teorías propuestas para explicar la enfermedad cardivascular y

DM tipo 2 asociadas con el SM. Se sabe que cada uno de los componentes del

SM es un factor de riesgo para ECV. Se ha implicado a la adiposidad visceral y a

la resistencia a la insulina como los causantes. El adiposito visceral, al liberar

factor de necrosis tumoral alfa, IL-6 (manifestando PCR-hs), PAI-1, resistina,

adiponectina baja y altos niveles de ácidos grasos libres, predispone a la

dislipidemia aterogénica, hipertensión arterial, "ateroscleritis", disfunción

endotelial, resistencia a la insulina (disglicemia e hipertrigliceridemia) y estado

protrombótico. ( Rev cubana med v.48 n.1 Ciudad de la Habana ene.-

mar. 2009)

 Se estudiaron 67 pacientes diabéticos, el 59,7% entre los 40 y 60 años de edad,

la mayoría mujeres (80,6%), de todos ellos el 68,6% resultaron con SM. Se

estudiaron 9 intolerantes a carbohidratos, todas mujeres, 6 entre los 40 y 60 años

de edad, de las cuales 6 resultaron con SM. El 45,7% de los diabéticos tenían de

0-4 años y el 23,9% de 5-9 años de evolución de su DM, mientras que en las IC,

el 83,3% tenían de 0-4 años de evolución de su problema. Las asociaciones con

HTAfueron un 56,5% y un 100% entre diabéticos e IC, respectivamente; con

obesidad abdominal un 82,6% y un 83,3% entre diabéticos e IC, respectivamente;

con hipertrigliceridemia un 60,9% y un 66,7%, respectivamente, y con HDLC baja

un 76,1% y un 66,1%, respectivamente. La tríada de asociación más frecuente

para el diagnóstico del SM, tanto en diabéticos como en IC, lo fue hiperglicemia,

hipertensión arterial y obesidad abdominal.

Dos terceras partes de los diabéticos e intolerantes a carbohidratos en control en

el EBAIS La Mansión son portadores de síndrome metabólico, y la gran mayoría

de ambos grupos posee menos de 5 años de evolución del diagnóstico de

hiperglicemia. Lo anterior obliga a utilizar estrategias más agresivas en cuanto a

detección, promoción de estilos de vida saludable, prevención de factores de

riesgo y control metabólico entre los portadores del SM y sus familiares. Se

propone además considerar este síndrome como problema de salud pública en

Costa Rica.

Page 12: Taller de Investigacion i Sindrome Metabolico

El Síndrome Metabólico (SM) o Síndrome de Reaveni está conformado por una

serie de anormalidades metabólicas, hemodinámicas y renales, cuyos

constituyentes principales son:

resistencia a la insulina hiperinsulinemia, obesidad abdominal, hipertensión

arterial esencial, anormalidades en el ritmo circadiano de la presión arterial y la

frecuencia cardiaca, el síndrome diabético dislipidémico, hipercoagulabilidad,

hiperuricemia, patología cardiovascular incrementada y grado de

microalbuminuria, todas contribuyentes a un riesgo aumentado de

morbimortalidad por enfermedades cardiovasculares, especialmente entre los

portadores de diabetes mellitus.

La combinación de resistencia a la insulina, dislipidemia, hipertensión y obesidad

son los determinantes mayores en DM tipo dos, acumulando en diversas

investigaciones hasta el 79% de la varianza de 10 variables ampliamente

estudiadas. Se conoce que hasta el 20% de las personas no diabéticas

portadoras de este "cuarteto mortal", tal y como lo denominó Deedwania,  pueden

favorecer la aparición de diabetes mellitus tipo 2 en menos de 5 años .

En los Estados Unidos de Norteamérica, por ejemplo, la prevalencia del SM

aumentó en un 61% en la última década y la obesidad fue el principal

contribuyente a ese aumento. Lo anterior motivó al Colegio Americano de

Endocrinología y a la Asociación Americana de Endocrinólogos Clínicos, en

agosto de 2002, a declarar esta patología como "epidémica" . En ese país, la tasa

ajustada por edad del SM es del 23,7%, siendo muy similar en ambos sexos, y se

estima que aproximadamente 47 millones de estadounidenses son portadores de

este síndrome .

En Costa Rica se documenta solo una investigación del síndrome X en cien

pacientes obesos y diabéticos tipo 2, llevada a cabo en el tercer nivel de atención

(Hospital Dr. Calderón Guardia). Los factores de riesgo cardiovascular múltiples

para SM son más comunes en las personas diabéticas que en las no diabéticas.

Por ejemplo, el 50% de los diabéticos son hipertensos, el 50% son también

dislipidémicos y hasta el 80% son obesos.

Estudio retrospectivo de 1 año de duración (septiembre de 2001 a agosto de

2002). Se valoran los pacientes diabéticos e intolerantes a carbohidratos en

Page 13: Taller de Investigacion i Sindrome Metabolico

control en el EBAIS La Mansión, documentando las siguientes variables: nombre

completo, número de expediente, domicilio, edad, sexo, presencia de diabetes o

intolerancia a carbohidratos (según clasificación de las guías costarricenses) e

hipertensión arterial y años de evolución de estas, índice de masa corporal,

obesidad abdominal, trigliceridemia, lipoproteinemia de alta densidad y glucemia.

Todos los parámetros de hematobioquímica fueron determinados con los

pacientes en ayunas. ( Acta méd. costarric vol.45 no.4 San José oct. 2003)

El síndrome metabólico es un conjunto de factores de riesgo para diabetes

mellitus tipo 2 (DM2) y enfermedad cardiovascular, caracterizado por la presencia

de resistencia a la insulina e hiperinsulinismo compensador asociados con

trastornos del metabolismo de los carbohidratos y lípidos, cifras elevadas de

presión arterial, y obesidad. Se hizo una revisión en Medline que arrojó 6, 366

entradas para síndrome metabólico. Desde principios del siglo XX se describieron

asociaciones de factores de riesgo. En 1988, Reaven observó que varios factores

de riesgo (dislipidemia, hipertensión, hiperglicemia) tendían a estar juntos. Este

conjunto lo llamó síndrome X. El término síndrome metabólico como entidad

diagnóstica con criterios definidos fue introducida por la OMS en 1998. La

prevalencia del síndrome metabólico varía según factores como género, edad,

etnia, pero se ubica entre 15% y 40%; es mayor en la población de origen

hispano. Existen varios criterios para el diagnóstico de síndrome metabólico. El

más conocido es del ATP III, donde se deben cumplir 3 ó más de los siguientes:

perímetro abdominal elevado (>102 cm en hombres y >88 cm en mujeres), TG

>150 mg/dl, HDL bajo (hombres <40 mg/dl y mujeres HDL <50 mg/dl), TA >130/85

mm Hg, glicemia >110 mg/dl incluyendo diabetes mellitus. Se consideran otros

factores como trombogénesis, inflamación, ácido úrico, estrés, cigarrillo,

sedentarismo, edad, origen étnico, acantosis nigricans, síndrome de ovario

poliquístico, microalbuminuria, hipotiroidismo primario, uso de inhibidores de

proteasa para pacientes con VIH, exceso de glucocorticoides endógeno o

exógeno. El síndrome metabólico (SM) es un tema actual y de debate en la

comunidad médica, y su enfoque es esencial, pues se relaciona con las

enfermedades que causan mayor mortalidad a nivel mundial, y su incidencia va

en aumento. Este es el primero de tres artículos y tratará sobre la historia, la

definición y los criterios del SM.

Page 14: Taller de Investigacion i Sindrome Metabolico

Uno de los grandes problemas que enfrenta actualmente la humanidad, es el

hecho de que la evolución biológica no va a la par con la evolución cultural. La

maquinaria biológica (estructura tisular-orgánica-corporal, procesos metabólicos,

etc.) es la misma de los antecesores de hace miles de miles de años. Pero las

costumbres y estilos de vida cambian vertiginosamente. Así, los antepasados

debían buscar la comida mediante caza, pesca y recolección, muchas veces en

difíciles situaciones ambientales y climáticas, por lo que comían en abundancia

una vez, y después podían pasar varios días sin obtener alimento, además de

considerar todo el gasto energético que implicaba su consecución. Posteriormente

el hombre se hizo agricultor, con lo que los pueblos se pudieron asentar en una

región determinada. Con los siglos, las ocupaciones manuales y de alta actividad

física disminuyeron, a favor de profesiones y oficios de mayor actividad

intelectual, pero por ende más sedentarios. Simultáneamente la disponibilidad de

alimentos es cada vez mayor para buena parte de la población y casi sin ningún

esfuerzo físico. En la época actual no es extraño, utilizar un vehículo para llegar a

un sitio que concentra en un área pequeña todo lo que se necesita para la

supervivencia -léase centro comercial-, lo cual obviamente era impensable para

los antepasados. También se debe considerar que el tiempo es un recurso cada

vez más escaso, y por tanto, el tiempo que se dedica a preparar los alimentos es

más exiguo, y así se origina un alud de alimentos rápidos con alto contenido

calórico. Y todo esto con la misma maquinaria enzimática-metabólica de los

homínidos antecesores que debían ir a cazar el mamut, llevarlo por largas

distancias hasta sus asentamientos, cocinarlo, comer y después migrar a otra

región donde hubiera comida. Las consecuencias de lo anteriormente descrito se

ven en las enfermedades que mayor carga de morbi-mortalidad producen en el

mundo entero. El SM es un conjunto de factores de riesgo para diabetes mellitus

tipo 2 (DM2) y enfermedad cardiovascular (ECV), caracterizado por la presencia

de resistencia a la insulina e hiperinsulinismo compensador asociados con

trastornos del metabolismo de los carbohidratos y lípidos, cifras elevadas de

presión arterial (PA) y obesidad. Como se discutirá más adelante, la existencia del

SM como entidad nosológica aislada es materia de controversia, según la

etiología común del síndrome, pero la mayor evidencia habla del papel central de

la resistencia a la insulina (RI). El primer esfuerzo por introducir el SM a la

práctica clínica lo hizo en 1998 el grupo de la Organización Mundial de la Salud

(OMS). Este grupo enfatizó el papel central de la RI, que es difícil de medir en la

práctica diaria, pero aceptó evidencias indirectas, como la alteración de la glucosa

Page 15: Taller de Investigacion i Sindrome Metabolico

en ayunas y tras carga y la DM2. Entonces según los criterios de la OMS, para

diagnosticar el SM, el paciente debe mostrar marcadores de RI, más dos factores

de riesgo adicional, que incluyen obesidad {medida por índice de masa corporal

(IMC) y/o relación cintura-cadera}, hipertensión, hipertrigliceridemia, nivel de

colesterol HDL bajo y microalbuminuria.

En 1999 el European Group for Study of Insulin Resistance (EGIR) propuso sus

propios criterios. Este grupo empleó el término síndrome de resistencia a la

insulina, más que el de SM, e introduce como necesaria la demostración de la RI,

con medición de niveles plasmáticos de insulina mayores al percentil 75, junto con

otros dos factores, que incluyen obesidad central medida por perímetro

abdominal, hipertensión, hipertrigliceridemia y/o HDL bajo, y estados de

prediabetes (alteración de la glucosa en ayunas (AGA) y/o intolerancia a los

carbohidratos (IC)). Una diferencia importante con el grupo de la OMS, es que

excluyen a los pacientes con DM2. ( Colomb. d. vol.56 no.1 Cali Jan./Mar. 2008)

Se realizó un estudio analítico de corte transversal, tipo caso-control, en el

período comprendido entre el 1 de julio y el 31 de diciembre de 2005, en el

Hospital de Curanilahue. Se analizaron 58 puérperas de 42 días, que durante su

el perriodo de la menopausi (grupo estudio) 42 días que no presentaron DM

(grupo control), que seleccionadas al azar entre pacientes del mismo hospital,

mediante un procedimiento de muestreo que seleccionó sistemáticamente una de

cada dos pacientes, la primera de las cuales se seleccionó al azar, asegurando

así la ausencia de sesgo en la selección de la pacientes. Se midieron los niveles

de triglicéridos séricos, colesterol HDL, glicemias en ayunas y 2 horas post carga

con 75 gramos de glucosa oral, presión arterial, circunferencia de cintura, peso,

talla y cálculo del índice de masa corporal (IMC) de las mujeres

potsmenopausicas , con técnicas de medición debidamente estandarizadas.

Paralelamente, se realizó el diagnóstico de SM de acuerdo a las normas del

NCEP-ATP III. Para la recolección de datos personales, capacitado, factores de

riesgo y mediciones diseñadas de acuerdo a los objetivos de la investigación, se

aplicó una encuesta y los resultados fueron ingresados a una planilla de cálculo

Excel 7.0 para su posterior análisis y determinación de la asociación entre

variables. para determinar la validez de la información muestral, se estimaron los

tamaños de muestra mínimos para obtener una precisión de al menos e =5%, con

un nivel de confianza del 95%. Para comparar los promedios de las variables en

Page 16: Taller de Investigacion i Sindrome Metabolico

estudio se utilizó la prueba t de Student. En el caso de las variables cualitativas se

trabajó con las frecuencias y se utilizó la prueba obtuvieron las razones de riesgos

(RR u odds ratio) a partir de las respectivas tablas de contingencia. ( Rev. méd.

Chile v.135 n.12 Santiago dic. 2007)

BASES TEORICAS

El Síndrome Metabólico es una condición clínica que se asocia en forma

indiscutible a un incremento en el riesgo de desarrollar enfermedad

Cardiovascular.La transición a la menopausia y el perfil hormonal que caracteriza

la postmenopausia, en paralelo a los fenómenos de envejecimiento, incrementan

en forma significativa el riesgo de SM en la mujer y con este la morbimortalidad

cardiovascular.

La implementación de estrategias de intervención multidisciplinaría, en busca de

estilos de vida más saludables, la introducción de terapias eficaces y oportunas

que permitan alcanzar las metas lipídicas, glicémicas y de tensión arterial, así

como la indicación, en ausencia de contraindicaciones, de la terapia hormonal

temprana, durante la llamada “ventana de oportunidad postmenopáusica”, podrán

modificar las consecuencias de este síndrome sobre la salud femenina.

La prevención, el diagnóstico y el tratamiento eficaz y oportuno del SM deberán

formar parte de las estrategias de promoción de salud de nuestras poblaciones.

(Dra Sonia Cerdas Pérez, Endocrinóloga. Hospital Cima. Centro de

Investigación Clínica San Agustin.)

El aumento de peso y la obesidad conducen a mayor prevalencia del síndrome

metabólico en mujeres postmenopáusicas. Situación que se podría prevenir

mediante la educación y el cuidado de las mujeres en etapa de riesgo.

Adicionalmente se podrían establecer programas de clínica de síndrome

metabólico en donde el profesional de enfermería realice intervenciones

encaminadas a mejorar la adherencia a un tratamiento hormonal para aumentar

las probabilidades de éxito y disminuir el riesgo cardiovascular en este tipo de

población.El diagnostico del síndrome metabólico se definió como la presencia de

tres o más de las siguientes alteraciones: a) obesidad abdominal (diámetro > 88

cm en mujeres); presión arterial sistólica > 130 mmHg y diastólica > 85 mmHg o

tratamiento de hipertensión; c) HDL < de 50 mg/dL; e) glicemia > 110 mg/dL

Las variables analizadas fueron: a) indicadores antropométricos (peso, talla,

índice de masa corporal (IMC), cintura); b) indicadores bioquímicos (colesterol,

Page 17: Taller de Investigacion i Sindrome Metabolico

triglicéridos, lipoproteínas de alta densidad y baja Densidad). (Dra. Mariela Edith

López, Dra. Mirna Alicia Sosa, Dr. Nelson Paulo María Labrousse)

Los factores de riesgo cardiovascular tradicionales son: edad, sexo, diabetes

mellitus, sobrepeso, hipertensión arterial, hipercolesterolemia y hábito de fumar.

La hipertensión arterial (HTA) constituye uno de los más importantes factores de

riesgo cardiovascular, por su alta prevalencia en la población adulta como por su

peso en el aumento del riesgo. La obesidad, las hiperlipoproteinemias y la

hiperglucemia se asocian frecuentemente con la HTA aumentando el efecto

aterogénico. Los datos sugieren que en los nativos de altura, la eritremia

compensa la disminución de la presión arterial diastólica (PAD) inducida por la

vasodilatación y vascularización. A menor edad, la eritremia y consecuentemente

la mayor viscosidad de la sangre, no afectaría importantemente los valores de

presión arterial (PA), pero a medida que la rigidez de los vasos se incrementa,

según aumenta la edad del individuo, la posibilidad de que la eritremia aumente

la presión arterial diastólica sería mayor.

El colesterol es uno de los factores de riesgo cardiovascular mejor establecidos

para la enfermedad vascular periférica y la enfermedad de la arteria coronaria

precoz. La hipercolesterolemia reduce la biodisponibilidad del oxido nítrico

derivado del endotelio lo que ocasiona alteración de la vasodilatación. En la altura

disminuye la resistencia a la Insulina, se incrementa el colesterol HDL, disminuye

la concentración de glucosa sanguínea y colesterol total por lo que disminuye los

eventos cardiovasculares y metabólicos. Entre las patologías más frecuentes

asociadas a la obesidad destacan: la hipertensión arterial, la intolerancia a la

glucosa y el colesterol elevado. Precisamente, la presencia de tres o más de

estos factores de riesgo hoy se conoce como Síndrome Metabólico (SM), el que

aumenta las posibilidades de padecer algún tipo de enfermedad Cardiovascular o

diabetes. Entre los factores que contribuyen a que ocurra el síndrome metabólico

(SM) se encuentran la genética, el exceso de grasa (especialmente alrededor de

la cintura), la sobrealimentación y la falta de ejercicio. La prevalencia del síndrome

metabólico varia entre 8.8% a 14.3% dependiendo de la definición. La Asociación

Cardiológica Americana (AHA) estima que entre el 20 y el 25 por ciento de adultos

estadounidenses tienen síndrome metabólico, pero es menos claro cuántos niños

sufren de esta condición. Una de cada cinco personas en los Estados Unidos

tiene el síndrome metabólico, siendo aproximadamente 47 millones que tiene este

síndrome, alcanzando una prevalencia del 50% en ancianos. El síndrome ocurre

en familias y es más común entre las personas afroamericanas, hispanas,

Page 18: Taller de Investigacion i Sindrome Metabolico

asiáticas e indígenas americanas, pudiendo afectar a cualquier edad. En todos los

grupos, la posibilidad de que ocurra el síndrome aumenta a medida que la gente

envejece.(23,24,25). Un 30 por ciento de los niños obesos presentan aspectos

parciales del síndrome metabólico, como el aumento de la insulina y resistencia a

ella ,que puede derivar en diabetes tipo 2, incremento de los triglicéridos,

descenso del colesterol HDL e hipertensión, lo que acrecienta el riesgo de

padecer una enfermedad cardiovascular. Todos los factores asociados con el

síndrome metabólico están interrelacionados, así la obesidad y la falta de

ejercicio conducen a la resistencia de la insulina, esta situación tiene un efecto

sobre la producción de lípidos incrementando a las lipoproteínas de muy baja

densidad (VLDL), a las lipoproteínas de alta densidad (LDL) y a los triglicéridos y

disminuyendo a las lipoproteínas de alta densidad (HDL), esto ocasiona el

deposito de los lípidos en las paredes de las arterias el cual puede ocasionar

enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares. La resistencia de

insulina también ocasiona un incremento de la insulina y de la glucosa en sangre.

El exceso de insulina incrementa la retención de sodio por los riñones lo cual

incrementa la presión arterial, crónicamente los niveles elevados de glucosa

dañan a los órganos y a los vasos sanguíneos.Un elevado índice de masa

corporal (IMC) es un factor de riesgo de SM, considerándose obesos con un IMC

>30 kg/m2. La obesidad incrementa la resistencia a la insulina y por tanto los

niveles de insulina en sangre.Las personas obesas tienen grandes cantidades de

grasa acumulada en el tejido celular subcutáneo, pero el patrón de ganancia de

peso particularmente problemático es la obesidad visceral o central. Aún los

individuos delgados con ganancia central de peso pueden tener el SM. Los

depósitos de grasa se consideraban como regiones de almacenamiento del

exceso de energía, sin embargo los adipocitos secretan numerosas sustancias,

por lo que actualmente se piensa que son órganos metabólicamente activos. Las

células adiposas tienen vías aferentes al sistema nervioso central (SNC). Los

adipocitos abdominales actúan sobre la función de las células beta, la producción

hepática de glucosa, la captación de glucosa por el músculo, la regulación del

apetito y la inflamación en las arterias a través de adipocitoquinas como la leptina,

la resistina, el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-alfa) y la adiponectina.

La grasa visceral tiene una mayor tasa de lipólisis, lo que incrementa el flujo de

ácidos grasos libres (AGL) al hígado, la resistencia a la insulina y la producción de

partículas lipídicas enriquecidas con triglicéridos (TG). Además las células de la

Page 19: Taller de Investigacion i Sindrome Metabolico

grasa visceral son más resistentes a los efectos supresivos de la insulina sobre la

lipólisis que la grasa subcutánea. ( Dr. Aníbal Díaz Lazo)

CAUSAS DEL SÍNDROME METABÓLICO

Dada la participación de tantos factores interconectados en el síndrome

metabólico, aún no se conoce claramente su causa directa. El aumento en la

obesidad, acompañado por un estilo de vida sedentario, contribuye a los factores

de riesgo del síndrome metabólico, como el colesterol alto, la resistencia a la

insulina y la presión arterial alta. Estos factores de riesgo podrían ocasionar

enfermedad cardiovascular y diabetes tipo 2.

Dado que el síndrome metabólico y la resistencia a la insulina están

estrechamente relacionados, muchos profesionales de la atención médica creen

que la resistencia a la insulina podría ser una causa del síndrome metabólico. No

obstante, aún no se ha establecido un vínculo directo entre ambos trastornos.

Otros creen que cambios hormonales, ocasionados por el estrés crónico,

conducen al desarrollo de la obesidad abdominal, la resistencia a la insulina y

niveles elevados de grasa en la sangre (triglicéridos y colesterol).

Otros factores que, según se cree, contribuyen al síndrome metabólico incluyen

variaciones genéticas en la capacidad de una persona de descomponer las

grasas en la sangre, edad avanzada y anormalidades en la distribución de la

grasa corporal.

FACTORES DE RIESGO DEL SÍNDROME METABÓLICO

Un factor de riesgo es todo aquello que puede aumentar la probabilidad que tiene

una persona de desarrollar una enfermedad. Puede ser una actividad como

fumar, la alimentación, los antecedentes familiares o muchas otras cosas. Las

distintas enfermedades tienen factores de riesgo diferentes.

Pero conocer sus factores de riesgo de cualquier enfermedad puede orientarlo

para adoptar las medidas apropiadas, que podrían incluir un cambio de conducta

y recibir un control clínico para la enfermedad.

Los factores de riesgo más estrechamente asociados con el síndrome metabólico

incluyen:

Page 20: Taller de Investigacion i Sindrome Metabolico

Edad: la incidencia del síndrome metabólico aumenta con la edad.

Origen étnico: los afroamericanos y los americanos mexicanos son más

propensos a desarrollar síndrome metabólico. Las mujeres afroamericanas

son alrededor de un 60% más propensas que los hombres afroamericanos

a desarrollar el síndrome.

Índice de masa corporal (BMI) superior a 25: el BMI se calcula como una

medida de la grasa corporal en comparación con la altura y el peso.

Antecedentes familiares o personales de diabetes: aquellas personas que

tuvieron diabetes durante el embarazo (diabetes gestacional) o que tienen

un familiar con diabetes tipo 2 están expuestas a un riesgo más elevado de

síndrome metabólico.

Tabaquismo.

Antecedentes de beber en exceso.

Estrés.

Estado posmenopáusico.

Dietas ricas en grasas.

Estilo de vida sedentario.

síntomas del síndrome metabólico

Si bien los síntomas que se manifiestan con el síndrome metabólico son escasos,

es probable que se observen varios signos. Un síntoma es la evidencia de

enfermedad o malestar físico que siente una persona y ésta que puede describir.

Por el contrario, un signo es una evidencia objetiva de enfermedad según la

observación e interpretación de un médico u otro clínico.

Factores como presión arterial alta, niveles elevados de triglicéridos y sobrepeso

u obesidad podrían ser signos del síndrome metabólico. Las personas con

resistencia a la insulina podrían presentar acanthosis nigricans, un trastorno

caracterizado por manchas oscuras en la piel de la nuca, las axilas y debajo de

los senos. Pero, en general, las personas no sienten los síntomas del síndrome

metabólico directamente.

Page 21: Taller de Investigacion i Sindrome Metabolico

Los síntomas del síndrome metabólico pueden parecerse a los de otros trastornos

médicos. Consulte a su médico para obtener un diagnóstico.

Diagnostico el síndrome metabólico

El Panel de tratamiento para adultos III del Programa Nacional para la Educación

sobre el Colesterol (National Cholesterol Education Program's Adult Treatment

Panel III, NCEP-ATP III), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la

Asociación Estadounidense de Endocrinólogos Clínicos (American Association of

Clinical Endocrinologists, AACE) elaboraron, en forma individual, un conjunto de

criterios que se deben seguir para el diagnóstico del síndrome metabólico.

Entre los criterios de estas organizaciones se cuentan:

obesidad abdominal

índice de masa corporal (BMI)

triglicéridos elevados

colesterol HDL bajo

presión arterial alta (hipertensión) o uso de medicamentos antihipertensivos

(medicamentos que se usan para bajar la presión arterial)

niveles elevados de glucosa en la sangre medida en ayunas (un análisis de

sangre que se usa para controlar la cantidad de glucosa en la sangre

después de un ayuno de un período determinado)

estado protrombótico

resistencia a la insulina identificada por diabetes tipo 2, disminución de la

tolerancia a la glucosa en ayunas o disminución de la tolerancia a la

glucosa (disminución de la tolerancia a la glucosa que mide la respuesta

del cuerpo al azúcar)

otros factores de riesgo Cada organización tiene sus pautas propias para el

uso de los criterios mencionados en el establecimiento de un diagnóstico

de síndrome metabólico. El tratamiento específico para este trastorno será

determinado por su médico basándose en lo siguiente:

Page 22: Taller de Investigacion i Sindrome Metabolico

su edad, su estado general de salud y sus antecedentes médicos

la gravedad de la enfermedad

su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias

sus signos y síntomas

sus expectativas para la evolución de la enfermedad

su opinión o preferencia

Dado que el síndrome metabólico aumenta el riesgo de desarrollar problemas

crónicos más graves, como enfermedad cardiovascular y diabetes tipo 2, es

importante que se administre tratamiento. Entre otros trastornos que podrían

presentarse a causa del síndrome metabólico se incluyen:

síndrome de ovario poliquístico

hígado graso

cálculos biliares por el colesterol

asma

alteraciones del sueño

algunos tipos de cáncer

Los tipos de tratamiento que podrían recomendarse para el síndrome metabólico

incluyen:

CONTROL DEL ESTILO DE VIDA

Un programa para bajar de peso y el ejercicio proporcionan la base del

tratamiento para el síndrome metabólico.  La reducción de peso aumenta el

colesterol HDL (el colesterol "bueno") y disminuye el colesterol LDL (el "malo") y

los triglicéridos. Adelgazar también puede reducir el riesgo de diabetes tipo 2.

Incluso una reducción de peso modesta, del cinco al diez por ciento del peso total,

puede afectar favorablemente la presión sanguínea y aumentar la tolerancia a la

insulina, así como también puede reducir la obesidad central. La dieta y el

ejercicio combinados mejoran los factores de riesgo más que la dieta solamente.

Page 23: Taller de Investigacion i Sindrome Metabolico

Otros factores relativos al control del estilo de vida incluyen dejar de fumar y

limitar el consumo de alcohol.

LA ALIMENTACIÓN

Los cambios en los hábitos alimenticios son importantes en el tratamiento del

síndrome metabólico. Según los datos de la Asociación Estadounidense del

Corazón (American Heart Association), para alcanzar los máximos beneficios en

la modificación de los factores de riesgo del síndrome metabólico es necesario el

tratamiento de la resistencia a la insulina. En general, la mejor manera de tratar la

resistencia a la insulina consiste en adoptar un plan para bajar de peso y

aumentar la actividad física. Se usan diversos métodos para bajar de peso y

aumentar la actividad física. Incorporar varios métodos, tales como realizar

cambios en la alimentación Si bien las dietas ricas en proteínas y grasas y bajas

en hidratos de carbono son cada vez más populares, algunas de ellas ocasionan

riesgos de salud a largo plazo graves debido al énfasis en las grasas saturadas.

Una pérdida de peso satisfactoria que se mantenga durante un largo tiempo

depende más de limitar la energía consumida (calorías) y aumentar el uso de

energía (ejercicio y actividad diaria) que de la composición de la alimentación.

El ayuno puede provocar la reducción rápida de peso, pero, junto con la grasa, se

pierde masa muscular. Las personas obesas pueden hacer dietas líquidas con

supervisión médica y durante un período corto, pero no son una solución a largo

plazo para la reducción de peso.

Las modas, el ayuno y las dietas populares que no han sido estudiadas en

ensayos clínicos rigurosos en general no son una opción saludable para la

reducción de peso. Sin embargo, hay ciertas recomendaciones alimentarias que,

si se respetan, contribuirán a bajar de peso.

Para bajar de peso y no recuperarlo más, comience a pensar en un plan de

comidas personal en vez de en una “dieta”. Con un plan adaptado a sus gustos

tendrá más posibilidades de bajar de peso con resultados duraderos. Una dieta

equilibrada limitada en calorías –entre 1.200 y 1.400 calorías para las mujeres y

1.500 y 1.800 calorías para los hombres– suele ser eficaz. Un dietista certificado

(RD, por su sigla en inglés) puede elaborar un plan alimentario individual en

función de su situación específica.

Page 24: Taller de Investigacion i Sindrome Metabolico

Incluya tipos diferentes de alimentos en su alimentación, No todas las grasas son

malas. En la actualidad se sabe que las grasas poliinsaturadas y monosaturadas

son beneficiosas para la salud y ayudan a mantener el corazón sano. Esto implica

que las nueces, las semillas y ciertos tipos de aceites, tales como el de oliva,

cártamo y canola, deben estar presentes en un plan alimentario saludable.

Prefiera granos enteros como el arroz y el pan integral en lugar del pan y el arroz

blancos. Los alimentos con granos enteros son ricos en nutrientes en

comparación con productos más elaborados. Son más ricos en fibra y, por lo

tanto, el organismo los absorbe más lentamente, y no producen una subida rápida

en los niveles de insulina, lo que puede causar hambre y antojos. El

Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (Department of Agriculture),

en sus recomendaciones alimenticias para el año 2005, señala que al menos la

mitad del consumo de granos de toda persona, cualquiera sea su edad y el nivel

calórico que consuma, debe ser en granos integrales.

De acuerdo con lo indicado en las Recomendaciones alimenticias para 2005,

publicadas por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados

Unidos (Department of Health and Human Services, HHS) y el Departamento de

Agricultura del mismo país (Department of Agriculture, USDA), una persona que

consume 2.000 calorías por día debería comer cuatro tazas y media de frutas y

verduras por día. Esta cantidad variará según la necesidad calórica de cada

persona. Asegúrese de escoger varias frutas y vegetales, ya que diferentes

variedades tienen distintas cantidades y tipos de nutrientes.

Cuando coma fuera de su casa o compre alimentos preparados, pida una caja

para llevar las sobras a su hogar y evite las raciones grandes. Las raciones de los

restaurantes a menudo son demasiado grandes para una persona. Considere

compartir el plato principal o pedir un aperitivo en vez de un plato principal. Lea

con cuidado las etiquetas de los alimentos, prestando especial atención al número

y al tamaño de las porciones del producto. Si la etiqueta dice que una porción

tiene 150 calorías pero el paquete trae tres porciones y se consumen todas, las

calorías se triplican, es decir, son 450 calorías.

EJERCICIO

El ejercicio beneficia a las personas pasadas de peso u obesas, pues las ayuda a

mantener y aumentar el tejido muscular, al mismo tiempo que se disminuye el

Page 25: Taller de Investigacion i Sindrome Metabolico

nivel de grasa. Asimismo, contribuye a aumentar la velocidad con la adelgaza una

persona si ésta ingiere alimentos saludables de acuerdo con un plan alimentario,

dado que, como el tejido muscular tiene un metabolismo más alto, se queman

calorías con más rapidez. Caminar es un ejercicio excelente para las personas

obesas. Un programa de estos debería comenzar poco a poco, caminando 30

minutos al día varios días por semana, para gradualmente alcanzar el objetivo de

caminar durante períodos más prolongados la mayoría de los días de la semana.

El ejercicio disminuye la presión arterial y puede ayudar a prevenir la diabetes tipo

2. El ejercicio también contribuye a mejorar el bienestar emocional, a reducir el

apetito, a mejorar la capacidad para dormir, a aumentar la flexibilidad y a disminuir

el colesterol LDL.

MEDICACIÓN

Las personas que padecen del síndrome metabólico y que están en riesgo

pueden ser aptas para el tratamiento con medicamentos, en especial si otras

medidas, como los cambios en la alimentación y en los estilos de vida, no fueron

eficaces para la pérdida de peso, la disminución de la presión arterial, la

reducción de los niveles de colesterol y/o la disminución de la resistencia a la

insulina. Podrían recetase medicamentos para ayudar a disminuir la presión

sanguínea, mejorar el metabolismo de la insulina, disminuir el colesterol LDL y

aumentar el colesterol HDL, y aumentar la reducción del peso.

CIRUGÍA PARA BAJAR DE PESO

La cirugía para adelgazar (cirugía bariátrica) es la única opción que actualmente

trata con eficacia la obesidad excesiva en las personas en las que han fracasado

medidas más tradicionales como la dieta, el ejercicio y los medicamentos.

Estudios realizados indican que todos los aspectos del síndrome metabólico,

incluida la presión sanguínea, el colesterol y el sobrepeso, podrían mejorar a un

año del procedimiento de una cirugía de bypass gástrico para tratar la obesidad

mórbida. La cirugía bariátrica presenta diferentes enfoques, pero todos son

malabsortivos, restrictivos, o ambos. Los procedimientos malabsortivos cambian

el funcionamiento del aparato digestivo. Los procedimientos restrictivos reducen

drásticamente el tamaño del estómago para que dé cabida a menos alimentos; sin

embargo, las funciones digestivas permanecen intactas. ( 2013 The University of

Chicago Medical Center. All rights reserved.)

Page 26: Taller de Investigacion i Sindrome Metabolico

DEFINICION DE PALABRAS CLAVES

SINDROME METABOLICO

Se denomina síndrome metabólico también conocido como síndrome X,

síndrome plurimetabólico, síndrome de insulinorresistencia, síndrome de la

conjunción de varias enfermedades o factores de riesgo en un mismo

individuo que aumentan su probabilidad de padecer una enfermedad

cardiovascular o diabetes mellitus.( Instituto Nacional de la Diabetes y

las Enfermedades Digestivas y Renales)

MENOPAUSIA

La menopausia se define como el cese permanente de la menstruación y

tiene correlaciones fisiológicas, con la declinación de la secreción de

estrógenos por pérdida de la función folicular. (Fontaine KR, Redden DT,

Wang C, Westfall AO, Allison DB. Years of life lost due to obesity.

JAMA. 2003;289)

DIABETES MELLITUS DE TIPO 2

Diabetes mellitus tipo 2 o diabetes del adulto es una enfermedad

metabólica caracterizada por altos niveles de glucosa en la sangre, debido

a una resistencia celular a las acciones de la insulina, combinada con una

deficiente secreción de insulina por el páncreas.( Zerón Agustín. La

enfermedad periodontal y la Diabetes, Conceptos actuales. Rev

Diabetes Hoy, Para el Médico. 1998; 15:80-3.)

OBESIDAD

La obesidad es la enfermedad crónica de origen multifactorial prevenible

que se caracteriza por acumulación excesiva de grasa o hipertrofia general

deltejido adiposo en el cuerpo; es decir cuando la reserva natural de

energía de los humanos y otros mamíferos.(Pérez-López FR, Chedraui P,

Haya J, Cuadros JL. Effects of the Mediterranean diet on longevity and

age-related morbid conditions)

COLESTEROL

El colesterol es un esterol (lípido) que se encuentra en los tejidos

corporales y en el plasma sanguíneo de los vertebrados. Se presenta en

Page 27: Taller de Investigacion i Sindrome Metabolico

altas concentraciones en el hígado, médula espinal, páncreas y cerebro.

Pese a tener consecuencias perjudiciales en altas concentraciones, es

esencial para crear la membrana plasmática que regula la entrada y salida

de sustancias que atraviesan la célula. (Chedraui P, Pérez-López FR,

Mendoza M, Morales B, Martínez MA, Salinas AM, Hidalgo L. Severe

menopausal symptoms in middle-aged women are associated to

female and male factors. Arch Gynecol Obstet. 2010;281(5):879-85.)

DISLIPIDEMIA

Las dislipidemias o dislipemias son una serie de diversas condiciones

patológicas cuyo único elemento común es una alteración del metabolismo

de los lípidos, con su consecuente alteración de las concentraciones de

lípidos y lipoproteínas en la sangre. (HINOJOSA ANDIA, Lucy J y

BERROCAL KASAY, Alfredo. Relación entre obesidad y osteoporosis,

en mujeres posmenopáusicas del Hospital Nacional Arzobispo

Loayza. Acta méd. Peruana). 

TRIGLICERIDOS

Los triglicéridos, triacilglicéridos o triacilgliceroles son acilgliceroles, un tipo

de lípidos, formados por una molécula de glicerol, que

tiene esterificados sus tres grupos hidroxílicos por tres ácidos grasos, ya

sean saturados o insaturados. ( Devlin, T. M. 2004. Bioquímica, 4ª

edición. Reverté, Barcelona. ISBN 84-291-7208-4)

V. HIPOTESIS

La relación que existe entre la resistencia a la insulina y las mujeres

postmenopausicas radica en que la mayor producción de insulina en las

mujeres potsmenopausicas tiende a desarrollar diabetes mellitus tipo II.

DISEÑO DE INVESTIGACION

Descriptivo

TIPOS DE INVESTIGACION

Retrospectivo – transversal

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