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¡Te damos la bienvenida a nuestros módulos
virtuales!
Por medio de la presente guía
queremos orientar la escritura de tu
narrativa médica. Cada módulo
está creado para ayudarte con
cada parte de la narrativa. No hay
un orden estricto. Así que si hay
algún tema particular que desees
trabajar puedes ir directamente al
mismo.
Esperamos que este Objeto de
Aprendizaje Virtual sea de gran
ayuda y te anime a escribir una
gran narrativa médica.
Para facilitar la
comprensión de cada
uno de los módulos,
hemos hecho una
metáfora entre la
narrativa médica y
algunas partes del
cuerpo humano:
ANATOMÍA DE LA NARRATIVA MÉDICA
Modificado de: (ClipartXtras, 2017; GetBodySmart, 2018)
MODULO 1:
NARRATIVA MÉDICA
MODULO 2: EL
CONFLICTO
MODULO 6: LA
REDACCIÓN
MODULO 5: LA
ATMÓSFERA
MODULO 4: LOS
PERSONAJES MODULO 3: LA VOZ
MÓDULO 1: NARRATIVA MÉDICA
Lina González
MEDICINA NARRATIVA
La Medicina Narrativa es medicina practicada con la
competencia narrativa para reconocer, interpretar y
ser movido a acción por los predicamentos de otros
(Charon R., 2001 citada en Coulehan, 2003).
Desarrollada en la Universidad de Columbia en el año
2000, la Medicina Narrativa fortifica la práctica clínica
con la habilidad de reconocer, absorber, interpretar, y
ser movido por las historias de la enfermedad
(Columbia - Narrative Medicine, s.f.), su objetivo
principal es mejorar la efectividad del cuidado médico
(Oxford Medicine Online, s.f.).
ORÍGENES
Para Konner M.; 1993Morris DM, 1998 citados en Charon (2001), a pesar de los
sorprendentes procesos en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, los
doctores carecen a veces de la capacidad para reconocer las situaciones de sus
pacientes, para extender empatía a los que sufren, y acompañarlos en su
enfermedad.
RITA CHARON
Tomado de: (Charon, 2018)
Charon (2001) afirma que con sus
pacientes tenía que seguir el hilo de
narrativa con todo lo que la lectura de
una historia implica. La
desambigüación, así como la
identificación de textos implícitos, de
imágenes y metáforas en el texto oral
del paciente.
PROPÓSITO
De acuerdo con Coulehan (2003) los pacientes entienden su enfermedad de forma
narrativa, independientemente de que sus doctores se den cuenta de esto o no.
Cuando los doctores lo ignoran, contribuyen a expandir la idea de que los doctores
son formados para objetivizar a sus pacientes y mantenerse emocionalmente
alejados.
LA NARRATIVA MÉDICA COMO TIPOLOGÍA TEXTUAL
Para Charon (2001), el conocimiento narrativo es lo que se usa para entender
el significado y la importancia de las
historias a través de medios cognitivos,
simbólicos y afectivos.
ESCUELA DE MEDICINA
Cada escuela de medicina en el mundo, tiene sus prácticas
y reflexiones en torno al quehacer médico. ¡La Escuela de
Medicina de la Universidad Nacional de Colombia reafirma
sus invaluables aportes a la comunidad a través de la
Narrativa Médica!
Referencias
Charon, R. (17 de Octubre de 2001). Narrative Medicine. A model for Emplathy,
Reflection, Profession and Trust. JAMA, 286(15)
Charon, R. (2006). Narratrive Medicine: Honoring the stories of illness. New York: Oxford
University Press.
Charon, R. (2018). The Division of Narrative Medicine. Columbia.
https://www.narrativemedicine.org/team_members/rita-charon/
Columbia - Narrative Medicine. (s.f.). Narrative Palliative Care: An Advanced Narrative
Medicine Workshop. Obtenido de The program in Narrative Medicine:
http://www.narrativemedicine.org/event/nmadvancedworkshop-spring2018/
Coulehan, J. (2003). Metaphor and medicine: Narrative in Clinical Practice. Yale journal of
biology and medicine , 87 - 95.
Fundadora del movimiento de literatura y medicina, en la que se anima a los
doctores para escribir en prosa narrativa sobre su práctica clínica, Rita
Charon deja clara la relación entre paciente - doctor y novela - lector.
Oxford Medicine Online. (s.f.). The Principles and Practice of Narrative Medicine. Obtenido
de Abstract: http://oxfordmedicine.com/view/10.1093/med/9780199360192.001.0001/med-
9780199360192
Santillán-Doherty, P. (2014). Medicina, Narrativa y Ser. Neumología y cirugía del toráx,
73(2), 102 – 105
MÓDULO 2: LA MÉDULA O CONFLICTO CENTRAL DE LA NARRACIÓN
Laura Patiño
“Hasta el instante previo al momento en que empezamos a escribir, tenemos a
nuestra disposición el mundo— el que para cada uno de nosotros constituye el
mundo, una suma de datos, de experiencias, de valores—, el mundo dado en
bloque, sin un antes y un después, el mundo como memoria individual y como
potencialidad implícita; y lo que queremos es extraer de este mundo un argumento,
un cuento, un sentimiento: o, tal vez más exactamente, queremos llevar a cabo un
acto que nos permita situarnos en este mundo”. Ítalo Calvino
Escojamos una experiencia médica significativa y aislémosla de las demás. Una experiencia que evoque un sentimiento o reflexión particular que se quiera compartir y que, ante todo, se desee poner en palabras.
Después de escoger nuestra experiencia médica debemos depurarla ¡Dejar lo esencial! “No toda la información que tenemos sobre nuestra historia debe aparecer en ella. En realidad, gran parte puede quedar por fuera, pero tenerla a mano nos sirve para hallar el mejor modo de crear una atmósfera apropiada, definir el tipo de personajes que caben o hace falta incluir –y percatarse cuando alguno sobra o estorba– y manejar los diálogos, las voces del relato y el tipo de juegos de lenguaje serán pertinentes en cada caso” (Renata, p. 84).
“Una forma de saber cuándo un elemento está de más es quitarlo y verificar si el relato cambia sustancialmente, si se sostiene o, por el contrario, cojea sin él. Muchos elementos pueden ser, en la etapa inicial de la creación, información obvia o superflua; su eliminación contribuirá a crear un texto fresco y dinámico, que hará fluida la narración y la despojará de datos innecesarios y lugares comunes” (84-85).
La médula es la sustancia esencial que queda
cuando depuramos nuestra experiencia médica.
Es el conflicto que motiva la acción narrativa y la
reflexión y, por esto, es algo que atraviesa la
historia de principio a fin. Podemos entenderla
como un eje sobre el cual giran todos los
acontecimientos. No podemos prescindir de ella
porque de ser así la historia no se sostendría.
Tampoco debemos abusar y tener más de un
conflicto central. ¡Debemos pensar en solo uno,
el más importante! Y en base a esto comenzar a
escribir.
Inicios y cierres de la narración
“La lectura funciona secuencialmente: los párrafos, como unidades de sentido, se
suceden unos a otros en un orden determinado. Pero ese orden se construye, es decir,
el texto usa a menudo estructuras no lineales; así pues, tenemos una secuencia lineal
que va entregando al lector, una por una, en un orden preciso, las piezas de un
rompecabezas. El diseño de cada una de esas piezas debe ser tal que sea posible
ordenarlas, que ninguna sobre o falte en el dibujo final, que todas encajen bien” (p.
87).
“El final de un relato es decisivo para que el efecto de integración narrativa tenga lugar. Y son tan decisivas las últimas tres líneas como las primeras tres: en ellas se juega el autor tanto el inicio de la tensión como su clímax final. El título, por su parte, debe ser una manera de aportar a la construcción y a la significación del relato; debe servir para crear una expectativa, y saber jugar –en pocas y muy precisas palabras– con su sentido de fondo, arrojar luz sobre él o sobre un motivo específico del mismo que el autor quiera resaltar” (88).
INICIAR…
INICIO NUDO FINAL
A continuación se presentan algunos inicios de cuentos memorables que pueden
darnos ideas más concretas sobre lo que es un buen inicio. ¿Cómo iniciar la tensión
narrativa? La idea es que identifiquemos los elementos esenciales de cada
fragmento y al final tomemos algunos de ellos para construir el inicio de nuestra
narración.
Inicio Elementos constitutivos
«Todas las familias felices se parecen unas a otras, pero cada familia infeliz lo es
a su manera» León Tólstoi
Ana Karenina comienza con una reflexión del autor que no
nos da demasiadas pistas sobre la caracterización de los
personajes, ni del espacio donde sucederá la acción. No obstante, tal reflexión genera
muchas preguntas y suscita en las/los lectores un interés por
entender el significado de esta a través de la lectura ¿Acaso será la historia de una familia
infeliz?
«Soy un hombre enfermo... Un hombre malo. No soy agradable. Creo que padezco del hígado. De todos modos, nada entiendo
de mi enfermedad y no sé con certeza lo que me duele. No me cuido y jamás me he
cuidado, aunque siento respeto por la medicina y los médicos» Dostoievsky
Aquí por el contrario, la novela de Dostoievsky comienza con una presentación que hace el
narrador de sí mismo. Autopercepción a la que se
enfrentará el lector a lo largo del texto. Asimismo, el inicio revela cierta insatisfacción con la vida, es decir, nos anuncia la crisis
del personaje.
«Al día siguiente no murió nadie» José Saramago
«Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de
algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal
negro» Juan Ramón Jiménez
«El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5:30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el
obispo» Gabriel García Márquez
EL CLÍMAX
El clímax es la parte obligatoria de la historia. A partir del conflicto inicial los espectadores
han estado anticipando con creciente realismo la escena en la que el protagonista se va
a encontrar cara a cara con las fuerzas antagonistas más poderosas y centradas de su
existencia. El clímax debe plantear un verdadero dilema. Según cómo se decida el
protagonista en este momento, nos dará la visión más importante de su naturaleza más
profunda, la expresión última de su humanidad. El clímax del último acto es nuestro gran
salto imaginativo. Sin él no tenemos historia. Las historias se vuelven a escribir en gran
medida vigilando ese momento, de adelante hacia atrás. Trabajaremos y repasaremos
desde el final para garantizar que cada imagen, cada golpe de efecto, cada acción o
cada línea de diálogo se relacionen de un modo u otro y preparen al lector para ese gran
resultado1.
A continuación, recorreremos los caminos y recovecos de la montaña de nuestra historia
hasta alcanzar el punto álgido: ¡el clímax! ¿Cómo la recorrerá?2
1Tomado de “¿Qué es el clímax narrativo?” en Centro de estudios narrativos http://sergiomonguilo.blogspot.com/2008/07/qu-es-el-clmax-narrativo.html
2 Inspirado en “Cómo crear el clímax y atrapar al lector en tu novela” en Campus de escritores https://blog.campusdeescritores.com/8-ideas-para-crear-el-climax-en-la-novela-de-ficcion/
Narrativa
Clímax
Peripecias
1. ¡Escojamos un camino!
La única manera de llegar al punto más alto de la montaña (el clímax) es que dejemos
claro, desde el principio, cuál es la médula de nuestra historia. Esto determinará el
camino que recorreremos, pues, aunque queramos, no vamos a poder subir la montaña
por caminos diferentes al mismo tiempo. Por ello, es importante que no nos desviemos
demasiado del “núcleo duro” de la acción narrativa, ya que nuestro argumento empezará
a perder fuerza y el lector se aburrirá. Para que la tensión narrativa se intensifique
debemos concentrarnos en el punto más importante.
2. Dejar huellas
La idea es que, durante nuestro recorrido, le recordemos al lector que sucederá algo
que cambiará el rumbo natural de los hechos. Debemos dejar caer pequeñas pistas,
piedras que anuncien que la cima está cerca o huellas que ayuden al lector a
especular sobre el lugar al que se llegará. Esto generará cierto suspenso en el lector
y lo motivará a seguir el recorrido de la mano del narrador. No olvidemos no ser
demasiado explícitos, nuestras pistas no pueden adelantarse al clímax.
3. No mantengamos la tensión durante mucho tiempo ¡Avancemos!
No intentemos estirar lo inestirable. Llega un punto en que la historia ha de perder
fuerza, queramos o no ¿Por qué? Porque si intentamos sostenerlo durante largo rato,
el lector se va cansar de tanto giro y tanto desconcierto y abandonará antes de
alcanzar la cima
4. Acompañemos el camino con la fluidez del río La fluidez de nuestra narrativa depende en gran medida de lo agudos que seamos con
el lenguaje escrito. Para darle dinamismo, es aconsejable que evitemos las frases
infinitas plagadas de comas. ¡Así que revisemos bien la estructura de cada oración! No
necesitamos poner obstáculos que entorpezcan la lectura, sino agilizarla, buscar el
equilibrio dentro del párrafo.
5. Respetemos la verosimilitud
Todo clímax debe respetar la verosimilitud, lo que encuentre el lector en la cima debe
respetar la coherencia del relato. No debemos acudir al “y de repente” poniendo algo tan
inesperado que en la historia resulte postizo, increíble, por no adecuarse al carácter de
los personajes.
Referencias Calvino, Italo. Seis propuestas para el próximo milenio. Trad.
Aurora Bernández y César Palma. Barcelona: Círculo de lectores, 2000.
Monguilo, Sergio. “¿Qué es el clímax narrativo?” en Centro de estudios narrativos, 2008 http://sergiomonguilo.blogspot.com/2008/07/qu-es-el-clmax-narrativo.html
Nestorlutefisk. “Cómo crear el clímax y atrapar al lector en tu novela” en Campus de escritores, 2017 https://blog.campusdeescritores.com/8-ideas-para-crear-el-climax-en-la-novela-de-ficcion/ RENATA. Guía para talleres de escritura creativa. Creación y planeación. Bogotá: Taller de edición Rocca S.A, 201
MÓDULO 3: LA VOZ
Laura Patiño
Podría decirse que cuando escribimos una historia rompemos un silencio a través de la palabra. Las historias están llenas de voces y estas voces son justamente las que nos dan acceso a los personajes y sucesos que se narran. Debemos imaginar las particularidades de cada voz, su tono y timbre, para que detrás de cada parlamento se encuentre una pista que ayude a dilucidar la esencia de cada personaje y, por supuesto, del narrador. Debemos, sobre todo, saber poner en juego la variedad de voces de nuestra narración para dotar de verosimilitud al relato y, también, para enriquecer la imaginación de los lectores. Las posibilidades creativas que tenemos para construir las voces de nuestro relato son muchas. ¡Veamos algunas!3
3 El módulo está basado en RENATA. Guía para talleres de escritura creativa. Creación y
planeación. Bogotá: Taller de edición Rocca S.A, 2010
El monólogo interior
La voz aquí es la de los pensamientos. Es una voz que no va dirigida a nadie, solo reproduce la voz de la conciencia tal y como brota en el interior del personaje. Esto no significa que haya una separación tajante con el mundo de afuera, pues, los pensamientos no siempre dejan de estar relacionados con la realidad tangible. Así sucede en el siguiente pasaje de Los ejércitos de Evelio Rosero, en el cual el personaje expresa a través del monólogo interior lo que siente cuando avanza por la calle.
Me apoyo en la fachada de cada casa, para avanzar. Lo descubro de pronto, es el clamor, congelado; no estoy solo en la calle: regresan las voces compactas, me vuelvo en derredor, son voces que se tuercen y se retuercen ni muy cerca ni muy lejos. (Los ejércitos, Evelio Rosero).
Monólogo
interior
Monólogo
teatral
Diálogos
La voz del
narrador
El monólogo teatral
Es un discurso dirigido a otros que están por fuera del espacio- tiempo del personaje. Estos son espectadores directos de quien está emitiendo el discurso. Podemos pensar que, muchas veces, es una interpelación a los mismos lectores, a continuación veremos uno par de ejemplos.
Sé que me acusan de soberbia, y tal vez de misantropía, y tal vez de locura. Tales acusaciones –que yo castigaré a su debido tiempo– son irrisorias. Es verdad que no salgo de mi casa, pero también es verdad que sus puertas –cuyo número es infinito– están abiertas día y noche a los hombres y también a los animales. Que entre el que quiera. (La casa de Asterión, Jorge Luis Borges).
Les apetezca o no escucharme, ahora quiero contarles por qué no pude convertirme ni siquiera en un insecto. Les diré solemnemente que muchas veces quise convertirme en un insecto. Pero ni siquiera eso logré. Les juro, señores, que tener exceso de conciencia es una enfermedad; una enfermedad real y completa. (Las memorias del subsuelo, Fiodor Dostoievsky)
Los diálogos
El diálogo es un intercambio en el que participan varias voces. Es este le damos la palabra a nuestros personajes para que el lector los conozca mejor. Es importante que se guarde la coherencia y se permita una lectura fluida de los diálogos, de manera que el lector siempre reconozca cada una de las voces entretejidas en el relato.
Para escribir diálogos debemos tener presentes, principalmente, cuatro cosas: 1. Un indicador que señale quién emite el parlamento 3. La puntuación (el uso del guion) 4. El parlamento (siempre va en tiempo presente). Los comentarios del narrador sí pueden estar en pasado, como en el ejemplo citado. 5. La acotación Miremos como se ven estos elementos en el siguiente ejemplo.
Tendría cerca de cuarenta años y sus gestos, algunos abandonos que delataban la inmadurez. Cuando salió para tomar el ómnibus, el enfermero dejó de mirarme, alzó el vaso de vino y se volvió hacia la ventana.
—¿Y este? ¿Se vuelve caminando o con las patas para adelante? Si está enfermo y va al hotel, lo atenderá Gunz. Tengo que preguntarle.
Lo decía en broma o tal vez pensara asegurarse las posibles inyecciones. Me hubiera gustado sentarme con él y decirle algo de lo que había visto y adivinado (…). Pero no salí de atrás del mostrador; me puse a quitar polvo de unas latas y apenas hablé.
—Sí, está picado, no hay duda. Pero no es muy grave, no está perdido. Y, sin embargo, no se va curar. —¿Por qué no se va curar si puede? ¿Porque Gunz lo va a matar
Yo también me reí; hubiera sido sencillo decirle que no se iba a curar porque no le importaba curarse; el enfermero y yo habíamos conocido mucha gente así.
(Los adioses, Juan Carlos Onetti)
Uso de la raya
Usamos la raya antes de cada intervención. No se debe dejar espacio entre la raya y la primera palabra de la intervención:
—Ya no existen palabras ásperas, todas se volvieron lisas de tanto rodar en los altoparlantes.
Para enmarcar las observaciones del narrador dentro de los diálogos, teniendo en cuenta que si el personaje deja de hablar una vez hecha la observación del narrador, no se debe poner guion de cierre, pero si el primero sigue hablando después de la observación, hay que poner guion de cierre:
—Ya no existen palabras ásperas, todas se volvieron lisas de tanto rodar en los altoparlantes –dije instigado por el discurso del escritor. —¿La tienes? —repuso—. Si supieras que...
Acotaciones
Son las sugerencias que da nuestro narrador sobre la manera específica en que se
comportan los personajes que hablan. Estas sirven para orientar sobre la actitud
que adoptan las distintas personas cuando se comunican y sirven para indicar la
interpretación del narrador que las escucha y para representar las diferentes
personalidades que participan de la narración.
En el pasaje de Los adioses de Onetti, citado anteriormente, por ejemplo, sabemos
que el enfermero no habla muy seriamente gracias a las acotaciones que nos da el
narrador.
Cuando escribimos un diálogo e imaginamos las diferentes voces que participan en
él, debemos hacernos preguntas concretas que, además de ayudarnos a
representar a nuestros personajes, nos sirven para dibujar el lugar en el que se
desarrolla el diálogo. (Para este punto es importante el módulo de creación de
personajes que veremos más adelante)
¿Cómo se ve la persona que está hablando?
¿Qué ropa lleva? ¿Se encuentra bien de salud?
¿Qué gestos hace?
¿Hacia dónde orienta la mirada? ¿Mueve las manos?
¿Es neutral su forma de transmitir las palabras?
¿Tiene una jerga particular? ¿Está bromeando? ¿Está enojada? ¿Qué edad tiene? ¿De dónde viene?
¿En dónde se desarrolla el diálogo?
¿Es un lugar abierto o cerrado? ¿Qué colores hay allí? ¿Qué olores? ¿Hay ruido?
MÓDULO 4: PERSONAJES Vanessa Melo
PERSONAJES
Los personajes suelen ser el corazón de las historias, por eso son tan importantes
al momento de construir una narrativa médica. Que los personajes sean lo más
sólidos posible es vital para que la narrativa tenga coherencia interna. Para poder
llegar a darle solidez a los personajes es importante conocer las características que
tienen y que los hacen únicos, por tal razón vamos a hacer 2 cosas;
Una descripción física de nuestro(s) personaje(s) principales(s). Esta descripción física puede ser vital
para una historia donde, en realidad, las condiciones físicas del personaje
cobran gran relevancia. Ya que puede ser un aspecto muy importante para las
narrativas médicas el que tenga un componente médico (una enfermedad,
trastorno o padecimiento).
Posteriormente vamos a intentar hacer una hoja de vida de nuestro(s)
personaje(s) principales(s), donde vamos a dejar claro cómo es en varios aspectos importantes para la historia
que queremos contar.
DESCRIPCIÓN FÍSICA
En el siguiente cuadro debes hacer un dibujo de lo(s) personaje(s)
principales(s), donde se haga especial énfasis en las características
importantes para la narrativa médica que vamos a construir. Si el
dibujo no es lo tuyo, también puedes utilizar este espacio para hacer
una descripción escrita de tu personaje. No debemos olvidar poner
en la parte de abajo del cuadro si el personaje sufre o va sufrir de
una enfermedad, trastorno o padecimiento.
Ejemplo.
Basado en: Kendall, de la narrativa médica: Muñoz, G. 2018. Cuidado con el cuidado.
El niño tenía: síndrome de Sturge weber. Dibujo basado en Kendall, de la narrativa médica: Muñoz, G. 2018. Cuidado con el cuidado.
HOJA DE VIDA
La idea es hacer un mapeo general de cómo es el
personaje justo antes de que empiece la historia que
se va a contar en la narrativa médica, por tanto todos
los datos consignados deben ser anteriores al comienzo
de la narrativa.
NOMBRE DEL PERSONAJE
Fecha de Nacimiento:
Estado Civil:
Dónde vive:
Con quién:
Nivel socioeconómico:
Estado de salud:
ACONTECIMIENTOS PREVIOS
En esta sección se deben registrar todos los acontecimientos que le sucedieron
a nuestro personaje y que son relevantes para la narrativa que se busca quiere
escribir.
FORMACIÓN ACADÉMICA
En este espacio se deja registro de los estudios realizados por el personaje.
ACTIVIDADES EXTRACURRICULARES
En este espacio, la idea es consignar todas las actividades que realizaba el personaje en su vida diaria y que van a ser relevantes para la narrativa.
EXPERIENCIA LABORAL
En este espacio, consignará qué tipo de trabajos va a realizar el personaje antes de comenzar la historia que estará registrada en la narrativa.
PERSONALIDAD
En este espacio vamos a describir a nuestro personaje; qué tipo de personalidad tiene: es alegre, extrovertido, pasivo, melancólico, neurótico etc? ¿Cómo se relaciona con los demás? Cómo es moralmente; ¿Es correcto? ¿Tiene claros los límites de la moral? ¿Es inteligente o más bien no? En fin, ¿Cómo es? ¿qué matices tiene? ¿qué lo hace especial?
Ejemplo
Basado en la narrativa médica: Barbosa, N. & Bautista M. 2018. El inicio de un final.
HOJA DE VIDA
Sara
Fecha de Nacimiento: En algún momento del 2000
Estado Civil: Soltera
Dónde vive: En Bogotá
Con quién: Con sus padres y sus hermanos
Nivel socioeconómico: Clase media
Estado de salud: Terminal
ACONTECIMIENTOS PREVIOS
Tuvo osteosarcoma cuanto tenía 14, a los 16 tuvieron que cortarle la pierna
hasta la rodilla.
FORMACIÓN ACADÉMICA
Estudió hasta secundaria
ACTIVIDADES EXTRACURRICULARES
Le gusta pasar tiempo con sus amigos y estudiar para conseguir las mejores notas y graduarse con honores.
EXPERIENCIA LABORAL
Nunca trabajó.
PERSONALIDAD
Es una persona alegre y muy extrovertida. Se siente resignada con respecto a su estado de salud y aunque sufre porque no podrá compartir su vida con sus
amigos y familiares, no muestra signos de desolación.
MODULO 5: ATMÓSFERA
Vanessa Melo
ESPACIO
La mayoría de las historias suceden en un espacio geográfico determinado, por ello el tenerlo claro antes de comenzar la narrativa puede ayudar a que no surjan confusiones, incoherencia o equivocaciones.
La narrativa puede pasar en un espacio geográfico amplio y abierto, como una ciudad, un barrio, un país etc., o en un espacio cerrado como una casa, un cuarto, un hospital, etc., por tanto, para ambos tipos de espacios vamos a construir un mapa, ambos tipos de mapas los haremos en base a lo que pasará durante la historia contada en la narrativa médica.
● Si es un lugar abierto, será un mapa donde estén resaltados los lugares que será relevantes para la narrativa y la ruta que se
va a seguir en ella, no es relevante que se repitan las rutas. ● Si es un lugar cerrado, también será un mapa pero que deje explícito los diferentes cuartos o espacios en los que está
dividido el espacio.
Ejemplo
Basado en la narrativa médica: Gallego, L. & Acosta J. 2018. La vocación de los médicos.
Mapa tomado de: Google, (2018)
TIEMPO
En una narrativa médica el tiempo puede ser algo muy flexible. La historia puede suceder en un solo día o extenderse por años, por tanto, también pueden surgir incoherencias o confusiones en la redacción de la misma. Para evitar esos problemas vamos a construir una línea temporal. Empezaremos con el nacimiento del personaje, luego registraremos los diferentes acontecimientos sucedidos antes de la historia narrada que quedaron registrados en la hoja de vida, y luego registraremos los sucesos que sucederán durante el desarrollo de la narrativa. Para ello podemos utilizar diferentes unidades de tiempo (años, meses, días, horas etc) y saltar de una a otra a medida que se construye la línea temporal.
.
Ejemplo
MÓDULO 6: LA REDACCIÓN Lina González
Expresarnos a través de un texto narrativo implica que seamos capaces de entablar
una conexión con nuestros lectores. ¿Qué harías si estás hablando frente a frente
con un amigo y de repente hay una cortina negra entre los dos?: solamente podrías
escuchar lo que dice, pero ya no tendrías acceso a otra información como los gestos
que está haciendo con su rostro o con sus manos. Si además de eso no puedes
escucharle habrás perdido también detalles como el tono de su voz; que siempre
complementa la información y aporta elementos como dar énfasis.
Tomado de: (Paddey, 2016)
Nadie nos podría explicar mejor que
Cassany (1996) cómo empezar a
construir nuestra hoja:
La organización de las ideas tiene que
quedar reflejada en el texto de alguna
manera, si queremos que el lector siga
la estructura que hemos dado al
mensaje. Las divisiones y subdivisiones
de nuestro esquema tienen que
corresponderse con unidades
equivalentes al texto. Cada división deber tener
unidad de contenido, pero también tiene que marcarse gráficamente. Sólo
Como lo explica Côrte Vitória (2018):
Cuando se trata de escritura, es bueno recordar que la
comunicación a través de textos no cuenta ni se
complementa con ningún recurso que no sea específico
de la lengua escrita. Por lo tanto, los gestos, las
mímicas, la expresión facial o la expresión corporal,
todos ellos propios de la comunicación oral,
gramática, elementos de cohesión y coherencia,
vocabulario, etc (p.158).
Cuando estamos en el rol de lectores la
hoja frente a nosotros es todo lo que
tenemos para entender al autor.
Esa hoja nos dirá el orden y la claridad
con los que el escritor puso sus
pensamientos. También, nos llevará por
un camino para descubrir de la mano de
las palabras lo que quería expresar el
escritor sin lugar a ambigüedades o
confusión.
La hoja es la expresión de los
pensamientos del autor y la construye
desde la organización de su cerebro.
de esta manera conseguiremos comunicar de forma coherente lo que nos
hemos propuesto (p.37).
¿Crees que los párrafos son elementos del texto a los que no debemos prestar
atención?, ¿cuál de las siguientes hojas crees que te sentirías más cómodo
leyendo?:
La unidad del texto. Tomado de: (Cassany, 1996, p. 41)
Una organización adecuada del párrafo garantiza que haya claridad y uniformidad
en la forma en que se están presentando las ideas. La cantidad de información y el
tipo de información que elegimos deben guardar una unidad. Así, “para el margen
de estas estructuras tipificadas, la escritura cuenta con su propia organización
jerárquica […] Es como un juego de muñecas rusas que se meten unas dentro de
otras, las pequeñas dentro de las grandes”(Cassany, 1996, p. 37)
Tomado de: (Annushka, 2013)
La muñeca grande corresponde al texto, dentro de ella hay apartados y estos a su
vez están segmentados en párrafos. ¿Qué tienen las muñequitas de los párrafos
dentro de ellas? Más muñequitas; que en el texto llamamos frases u oraciones.
Estructura del escrito. Tomado de: (Cassany, 1996, p. 37)
Los textos escritos se
organizan en párrafos,
constituidos por una sola
idea esencial que es
explicada y desarrollada
con otras ideas de rango
inferior o secundarias. Los
párrafos se vinculan entre sí,
mediante las conexiones que
permiten la progresión de
ideas, hasta conseguir la
estructura del texto deseada
(Vargas Franco, 2015, p.240).
¡Recuerda siempre prestar atención al párrafo!
El párrafo es como una mano que coge objetos variados: un puñado de arena, un
chorro de agua, un mango, un montón de hojas o tres pelotas de tenis. Adopta
formas distintas según los casos, pero siempre tiene un pulgar grande y enérgico
que aprieta el objeto contra los otros dedos. De la misma manera, el párrafo
necesita un dedo, una idea clave que dirija el resto de las frases y les dé unidad y
sentido. Louis Timbal-Docleux
Para Côrte Vitória (2018):
Escribir es pensarse como interlocutor de un diálogo virtual, pues
independientemente de la interface que utilizamos, nuestro lector es siempre
alguien imaginado y, en función de ello, tendremos que poner en marcha todos
nuestros recursos de expresión escrita para hacernos comprender en esta
interlocución asincrónica que se da entre quien escribe y quien lee (p.157).
Hacerse comprender a través de la escritura requiere entonces de mecanismos que
nos garantices que el lector entenderá lo que queremos decir sin necesidad de
hacernos preguntas. La asincronía imposibilita todo tipo de contacto con el lector,
quién sólo podrá hacerle preguntas a la ‘hoja’.
Tomado de: («11 Questions to Ask Before Choosing a Medical Writer for Your Ad Board», 2017)
Vargas Franco (2015) nos explicará mejor qué otros elementos podemos emplear
para hacernos entender en el diálogo virtual que entable nuestra narrativa médica:
La puntuación es decisiva en los procesos de escritura y de lectura. Al
aproximarse el sentido, al recrearlo, al construirlo, tanto el escritor como
el lector requieren el uso de pausas mayores o menores para aclarar las
ideas, para comprender el significado del texto, para evitar la
ambigüedad y la confusión (p.87).
…pero, ¡no es para encontrar espacios para respirar!
Tomado de: (Beeldbewerking, s. f.)
Como humanos nuestro
aparato fonador (en
compañía del
respiratorio) encontrará
siempre formas de
hacer pausas para
respirar cuando lee.
Nuestro sentido sobre
el lenguaje es tan fuerte
que al leer lograremos
realizar la entonación
adecuada aún si no
contamos con una
coma (,) cada tres o
cuatro palabras.
Los signos de
puntuación crean
pequeños cajoncitos
que tienen jerarquías
dentro del texto. Por
esta razón debemos
ubicarlos pensando en
ser corteses y
respetuosos con las
ideas:
¡No las interrumpamos!
Côrte Vitória (2018) nos hace reflexionar al respecto y nos comenta lo siguiente:
Los signos de puntuación son mecanismos eficaces para jerarquizar la
información del discurso escrito. Es cierto que cuando se nos enseña a leer
se insiste enormemente en las pausas de mayor o menor duración que
debemos hacer al hilo de los puntos o comas del texto, pero esto no
quiere decir que sea algo diseñado para que el lector encuentre pausas
en las que respirar, ni se trata de un sistema que represente fielmente las
modulaciones de la lengua hablada. La puntuación pertenece más a la
escritura que la lengua oral (p.38).
Así, es preciso que entendamos cómo funcionan las herramientas que nos pueden ayudar
a expresar nuestras ideas de forma adecuada, es decir los signos de puntuación.
Los signos de puntuación se pueden clasificar en:
DELIMITADORES PRINCIPALES
Establecen los límites entre las unidades discursivas (grupos sintácticos, oraciones, enunciados).
Punto . Coma , Punto y coma ; Dos puntos :
DELIMITADORES DE SEGUNDO DISCURSO
Delimitan un segundo discurso que interrumpe el principal para introducir un inciso, citar palabras de otro, etc.
Paréntesis () Corchetes [] Rayas — Comillas «»
INDICADORES DE MODALIDAD (Y OMISIÓN)
Informan sobre la actitud del hablante (si pregunta, exclama, etc.)
Signos de interrogación ¿? Signos de exclamación ¡! Puntos suspensivos …
Modificado a partir de: (Vargas Franco, 2015, p. 182)
Aunque la usemos desde niños, aún guardamos muchas ideas erróneas sobre el uso de la
puntuación. De forma similar, no necesariamente conocemos las diferencias entre un texto,
un párrafo o un enunciado. Por esto, nos es también difícil considerar qué signos usamos
al interior del enunciado y con cuáles otros podemos delimitarlo.
Te invito a que juntos leamos a García Cañete (2015), ella tienen algunas cosas
interesantes que explicarnos sobre los conceptos que aún no tenemos claridad.
Tomado de: (Whitemay, s. f.)
(p. 38 – 39)
Los signos de puntuación nos permiten guardar la información en cajoncitos y
además jerarquizarla. Miremos juntos lo que Vargas Franco (2015) nos dice sobre
las funciones y usos de la puntuación:
Indicar los límites de las unidades discursivas, ya sean grupos sintácticos (Inés, venga un momento, por favor), o enunciados (Me voy a mi casa. Hasta mañana).
Indicar la modalidad de los enunciados, es decir, si son enunciativos o aseverativos (Ha comido ya), interrogativos (¿Ha comido ya?), exclamativos (¡Ha comido ya!) o imperativos (¡Come ya!), o si se añade a su contenido alguna estimación subjetiva, como duda (Bueno…, él asegura que volverá), ironía (Tendrá gracia (?) que al final se saliera con la suya), etc.
Indicar la omisión de una parte del enunciado: A caballo regalado… (p.181).
¿Qué se logra expresar en los ejemplos anteriores a través del uso de cada uno de
los signos de puntuación?
¿Recuerdas la cortina oscura que podría haber entre un amigo y tú mientras
conversan y la posterior imposibilidad de escucharlo? Los signos de
puntuación son tus mejores aliados a la hora de imprimir en tu texto
emocionalidad, énfasis y todos los matices que logramos en una
conversación con la voz humana.
GUÍA PARA EL USO CORRECTO DE LOS SIGNOS DE PUNTUACIÓN
.
EL PUNTO (.)
El punto se coloca detrás del cierre de comillas: «Vos
seguíais desmayada; / yo estaba caso ahogado. / Dijo,
pues: “Hasta la aurora / en mi casa las tendré”. / Y
hemos, doña Inés aquí» (Zorilla).
El punto debe colocarse siempre tras el paréntesis, la
raya, el corchete o las comillas de cierre. Ejemplo 1: Se
fue dando un portazo. (Creo que estaba muy enfadado).
Ejemplo 2: Se llamaba Elvira Muñoz —si no recuerdo
mal—.
El punto señala el fin de un enunciado —que no sea
interrogativo ni exclamativo— de un párrafo o de un
texto.
Cuando un enunciado se cierra con exclamación,
interrogación, con puntos suspensivos o con un punto
correspondiente a una abreviatura, no es necesario
añadir un punto más antes de la mayúscula de inicio del
siguiente enunciado.
Basado en: (García Cañete, 2015; Vargas Franco, 2015)
,
LA COMA (,)
Los incisos son elementos suplementarios que aportan
precisiones, ampliaciones, rectificaciones o
circunstancias a lo dicho. Normalmente aparecen
intercalados en el enunciado y se escriben entre comas,
aunque a menudo pueden ir también entre paréntesis o
rayas: El mundo del espectáculo, especialmente el de la
danza, me fascina.
Para separar los elementos que funcionan como enlaces
oracionales: Estas dos palabras son sinónimas, es decir,
se refieren a lo mismo.
Se suele poner coma delante de las oraciones
introducidas por pero, mas, aunque y también delante de
conque, así que, de manera que: Puedes llevarte mi
choche, pero no lo dejes sin gasolina.
No se escribe coma detrás de pero cuando precede a una
oración interrogativa o exclamativa: Pero ¿dónde vas a
estas horas?; Pero ¡qué bonito!
Basado en: (García Cañete, 2015; Vargas Franco, 2015)
Basado en: (García Cañete, 2015)
;
:
EL PUNTO Y COMA (;)
Es frecuente utilizarlo para separar los elementos de una
enumeración cuando se trata de expresiones complejas
que incluye comas: a mi hermano le encantan los
regalices; a mi madre, los chicles; a ti, las nubes; y a mí,
las gominolas.
El punto y coma delimita unidades discursivas inferiores
al enunciado: Se equivocó; lamentablemente.
Se escribe punto y coma para separar oraciones
independientes entre las que existe una estrecha relación:
Lo hizo por el bien de su familia; no puede reprochársele
nada.
Si el vínculo entre las oraciones se estima débil, se podría
utilizar el punto y seguido.
Basado en: (García Cañete, 2015; Vargas Franco, 2015)
LOS DOS PUNTOS (:)
Cuando se anuncia o cierra una serie, los dos puntos se
incluyen después de la palabra que hace referencia a
dicha enumeración. Ejemplo: Que no se te olvide lo
siguiente: fruta, tomate, lechuga y embutido.
Para expresar consecuencia o resumen de la oración
anterior: El arbitraje fue injusto y se cometieron
demasiados errores: al final se perdió el partido
Hay que tener en cuenta que es incorrecto usar los dos
puntos entre una preposición y el sustantivo o
sustantivos que esta introduce: *En la reunión había
representantes de: alumnos, profesores y coordinadores.
Debe evitarse el uso repetido de los dos puntos en un
mismo enunciado. Se requieren dos tratamientos: uno
físico y otro psicológico: el primero con un fisioterapeuta
y el segundo con un equipo de psicólogos.
Basado en: (García Cañete, 2015; (Vargas Franco, 2015)
…
LOS PUNTOS SUSPENSIVOS (…)
Se emplean al final de enumeraciones abiertas o
incompletas, con el mismo valor que la palabra etcétera o
su abreviatura: Puedes hacer lo que quieras: leer, ver la
televisión, oír música…
Expresan estados de suspensión de ánimo, duda, temor,
etc. Ejemplo: Escucha: te han puesto un…sobresaliente.
Se usan para expresar vacilación en el discurso.
Ejemplo: Entonces…, bueno… me acerqué y… la verdad
es que no sé cómo decírtelo.
Sirven también para que el escritor deje una frase sin
terminar porque le interese que el sentido de la misma
quede suspenso o porque este ya es conocido por el
lector. Ejemplo: Ya sabes que a buen entendedor…
Debe evitarse, por reduntante, aparición conjunta de
ambos elementos: Puedes hacer lo que quieras: leer, la
televisión, ír música, etcétera…
Basado en: (García Cañete, 2015; (Vargas Franco, 2015)
Basado en: (García Cañete, 2015)
¿?
¡!
LOS SIGNOS DE INTERROGACIÓN Y EXCLAMACIÓN (¿?) (¡!)
En obras literarias, así como en textos con fuerte carga
expresiva , es posible escribir dos o tres signos de
exclamación para indicar mayor énfasis en la
entonación exclamativa: ¡¡¡Traidor!!!
En nuestra lengua es obligatorio poner siempre el
signo de apertura y el de cierre. A diferencia de otras
lenguas.
El signo de interrogación se pregunta en donde inicia
la pregunta así ya haya comenzado el enunciado.
Ejemplo: Si no responde, ¿qué le vamos a hacer?
En ocasiones, se utilizan los signos de final de
interrogación (?) o de exclamación (!) entre paréntesis.
El primero, para expresar duda o ironía y el segundo,
para la sorpresa o también la ironía. Ejemplo: Tardó en
llegar a su tierra veinte años (?).
Nunca se escribe punto después de estos signos.
Ejemplo: *Y después le pregunte: ¿comiste ayer en
casa?. Pero no me dijo nada.
Basado en: (García Cañete, 2015; (Vargas Franco, 2015)
()
EL PARÉNTESIS ()
Cuando se interrumpe el sentido del discurso con un inciso
aclaratorio o incidental, sobre todo si este es largo o de
escasa relación con lo anterior o con lo posterior. Ejemplo:
Las asambleas (de tres horas de duración) se celebran en
este salón.
El texto contenido dentro de los paréntesis tiene su propia
puntuación independiente. Sus signos deben colocarse
dentro de los paréntesis: Su facilidad para los idiomas
(¡habla con fluidez siete lenguas!) le ha abierto muchas
puertas.
En cuanto a la combinación de los paréntesis con otros
signos, los signos de puntuación se colocan siempre detrás
de los paréntesis de cierre. Ejempo: ¿Cuántos países tienen
la UE (Unión Europea)?
Si los puntos suspensivos o el cierre de interrogación o
exclamación preceden al paréntesis de cierre, el enunciado
debe cerrarse con punto: Para curar un resfriado, se
recomienda tomar bebidas calientes (¡nunca alcohol!).
Basado en: (García Cañete, 2015; (Vargas Franco, 2015)
—
LA RAYA (—)
Para introducir o encerrar los comentarios del narrador.
Ejemplo: «—Es para Santiago Nasar —le dijo mi
madre—. Me dijeron que lo habías invitado a
desayunar» (García Marquez)
No se escribe raya de cierra si tras el comentario del
narrador no sigue hablando inmediatamente el
personaje:
—Espero que todo salga bien— dijo Azucena con gesto
ilusionado.
En cambio se conservan las dos rayas cuando la
intervención del personaje continúa tras la interrupción
del narrador:
—Lo principal es sentirse viva— añadió Pilar—.
Afortunada o desafortunadamente, pero viva.
Si tras el comentario del narrador continúa el
parlamento del personaje, es necesario colocar la raya
de cierre tras la intervención del narrador y escribir
después un punto:
—¿Puedo irme ya? —Se puso en pie con gesto
decidido—. No hace falta que me acompañe. Conozco
el camino.
No debe confundirse con el guión (- ) ni con el signo
menos (-) pues estos tienen usos distintos.
Basado en: (García Cañete, 2015; Vargas Franco, 2015)
-
EL GUION (-)
Sirve para dividir una palabra al final del renglón cuando
no cabe completa en este.
Separa los elementos de una palabra compuesta, sea
que estén formados por dos adjetivos o por gentilicios.
Ejemplo: Lección teórico-práctica; franco-canadiense.
Se usa en las expresiones onomatopéyicas (las que
imitan o recrean un sonido) formadas por la repetición
de elementos. Ejemplo: tic-toc; rrin-rrin.
No debe confundirse con la raya ( — ) ni con el signo
menos (-) pues estos tienen usos distintos.
El guion no debe separar letras de una misma sílaba,
sino que debe colocarse en alguna de las fronteras
silábicas de la palabra.
Las secuencias de vocales no se separan nunca con
guion de final de línea, ni siquiera cuando las vocales
pertenecen a sílabas distintas.
Basado en: (García Cañete, 2015; Vargas Franco, 2015)
«»
“”
‘’
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Cassany, D. (1996). La cocina de la escritura. Anagrama, 256.
LAS COMILLAS («») (“”) (‘’)
Las comillas angulares, también llamadas latinas o
españolas («») y las inglesas (“”) pueden usarse
indistintamente. Sin embargo, se alternan cuando hay
que utilizar comillas dentro de un texto ya
entrecomillado. Por ejemplo: Al ver la ficha, su
maestra le dijo «Menuda “obra de arte” que nos traes
hoy».
Las comillas simples (‘’) se usan para indicar el
significado o el sentido de una palabra.
En las obras literarias de carácter narrativo, las
comillas se emplean para enmarcar los textos que
reproducen de forma directa los pensamientos de los
personajes: «No tengo nada que perder», pensó
Manuela.
Cuando en la cita se intercala entre rayas un
comentario del transcriptor, no es necesario cerrar las
comillas para volverla a abrir después del inciso:
«Es imprescindible» —señaló el ministro— «reforzar
los controles sanitarios en la fronteras».
«Es imprescindible —señaló el ministro— reforzar los
controles sanitarios en la fronteras».
Basado en: (García Cañete, 2015; Vargas Franco, 2015)
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