Teatro Novohispano, Peña, Margarita

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1 EL TEATRO NOVOHISPANO EN EL SIGLO XVIII MARGARITA PEA

Es el drama mi nombrey mi deber corregir al hombre haciendo en mi ejercicio amable la virtud, odioso el vicio.

(Versos atribuidos al virrey Bernardo de Glvez en el teln del Coliseo Nuevo, ca. 1786)

A Hctor Azar, in memoriam INTRODUCCIN Diremos, para empezar, que el teatro en la Nueva Espaa, siglo teatro XVIII, no se tanto explica sin el antecedente del como neoclsico, y sin un

peninsular,

ureo

nombre que llena, por lo menos, el primer tercio del siglo. Por lo que respecta al nombre, ste es el de Eusebio Vela, autor espaol venido a Amrica -de la estirpe de Gonzalo de Riancho y Arias de Villalobos en siglos anteriores-, quien anima la escena teatral en la primera mitad del siglo. Es un tpico "vehculo de comunicacin" que proyecta los modos de la comedia espaola del XVII en la escena local, escribiendo, dirigiendo, actuando y administrando una compaa teatral. Las listas de comedias prohibidas por la censura inquisitorial, casi todas las cuales provienen de la pennsula, sirven para documentar la proyeccin de la comedia urea en nuestro siglo XVIII, y forman parte de las colecciones de "sueltas" que se

2

conservan

todava

en

bibliotecas

europeas

diversas. 1

A

lo

largo de varios documentos de la poca, apreciamos la riqueza de la representacin teatral en ese siglo; la importacin de piezas fundamentales y de otras de menor rango; la presencia de los grandes dramaturgos de los Siglos de Oro (Caldern de la Barca, Lope de Vega, Guilln de Castro) y de una cauda de autores secundarios a la (si se puede de la llamar escena as a quienes que

contribuyeron

grandeza

espaola,

llenaron los escenarios peninsulares y coloniales en el XVII y XVIII (Juan Bautista Diamante, Luis Belmonte Bermdez, Andrs de Claramonte, Agustn de Salazar y Torres, Francisco Bances Cndamo, Francisco Luciano Comella...). Inventarios de las

provenientes del Archivo del Puebla (1791) dan fe de

Ayuntamiento utensilios

de la ciudad usados en

los

representaciones, que luego se tasan y se rematan: un anillo, de El anillo de Giges; un puente usado en El Puente de la Mantible...Y as, damos con denuncias, prohibiciones y

documentos de contenido vario. Es el teatro novohispano en el siglo XVIII un teatro que cobija a una comunidad variopinta de comediantes; emprende la semi-secularizacin, en lo topogrfico al menos, respecto a

la Iglesia (el teatro del Hospital Real de los Naturales dar paso al Coliseo, construido lejos del hospital, para alivio de1 Cfr., para obras censuradas, Ricardo Camarena Castellanos, El control inquisitorial del teatro en la Nueva Espaa durante el siglo XVIII. Tesis para obtener el ttulo de Licenciado en Lengua y Literatura Hispnicas. Facultad de Filosofa y Letras, UNAM, Mxico 1993, pp. 222-229.

3

los enfermos, que ya no padecern ruido y alboroto); cuenta con el apoyo de virreyes atentos al fenmeno teatral, como Bernardo de Glvez; crea normas y reglamentos y padece censura semejante a la que sufre el teatro peninsular. Viene a ser, en gran medida, proyeccin especular de un teatro allende el

ocano. Por otra parte, al crear productos con sello propio, tales las comedias hace de Eusebio Vela o Cayetano al Cabrera y

Quintero,

aportaciones

novedosas

contexto

teatral

iberoamericano, rindiendo tributo al mbito que le dio origen: Espaa.2

ANTECEDENTES PENINSULARES: LA PRECEPTIVA NEOCLSICA. LAS COMEDIAS SUELTAS.Echemos un vistazo a lo que, durante la primera mitad del siglo XVIII, suceda en la pennsula en materia de credo teatral. Ignacio Luzn

afirmar: Los errores de la poesa dramtica son fciles de conocer, si se saben sus reglas. No ser verosmil la fbula, no tener las tres unidades de accin, de tiempo y de lugar, ser las costumbres daosas al auditorio o pintadas contra lo natural y verosmil, hacer hablar las personas con conceptos impropios, y con locucin afectada...

En 1737, afirma Germn Viveros,en Espaa fue editada por primera vez La potica del zaragozano Ignacio de Luzn;

especialmente su Libro

III pronto se

constituy en lo que

podra ser llamado el canon del neoclasicismo espaol [...] Hay en sta[...] ideas que sirvieron de punto de partida para la creacin teatral de su poca, tanto para la tragedia como2 Cfr. Margarita Pea,Proyeccin del teatro ureo en la Nueva Espaa en Prodigios novohispanos. Ensayos sobre literatura de la Colonia. Departamento de Literatura, UNAM, Mxico, 2005, p. 108.Ignoramos si Vela y Cabrera Quintero hayan sido representados en la pennsula.

4

para la comedia. Sean

recordadas

algunas,

que

al menos

en

Nueva Espaa, orientaron la actividad escnica: La comedia [...] es una representacin dramtica de un hecho particular y de un enredo de poca importancia para el pblico, el cual

[...] se finge haber sucedido entre personas particulares o plebeyas con fin alegre y regocijado; y que todo sea dirigido a utilidad y entretenimiento la virtud del auditorio, inspirando

insensiblemente amor a

y aversin al vicio, por

medio de lo amable y feliz de aqulla y de lo ridculo e infeliz de ste... 3 Por inverosmiles e irreverentes, veta Luzn las comedias de santos, atribuyndoles grandes daos sobre el espectador. 4 Por lo dems, la rigidez de los preceptos luzonianos se vio apoyada por la prohibicin, en Mxico, de las comedias de magia. Es decir, aqu no podran haberse representado La cueva de Salamanca, o La prueba de las promesas, dos obras

excepcionales de Juan Ruiz de Alarcn. Aunque si se escenific repetidamente El anillo de Giges, mgico rey de Lidia. Sea lo que fuere, apunta G. Viveros, el hecho es que el

neoclasicismo espaol [...]sobre todo, defenda el argumento de que la justificacin de todo drama radica en [...]hacer del teatro una escuela de costumbres e imitacin de la vida, peroGermn Viveros Maldonado, Tala novohispana. Espectculos, temas y textos teatrales dieciochescos. Instituto de Investigaciones Filolgicas, UNAM, Mxico, 1996, pp. 42-43. Ms adelante, Luzn afirmar: Los errores de la poesa dramtica son fciles de conocer, si se saben sus reglas. No ser verosmil la fbula, no tener las tres unidades de accin, de tiempo y de lugar, ser las costumbres daosas al auditorio o pintadas contra lo natural y verosmil, hacer hablar las personas con conceptos impropios, y con locucin afectada... 4 loc.cit., Viveros pp. 44-453

5

rechazando toda afectacin, extravagancia, y en general, todo exceso.5 Era de sta otros la tnica que caracterizaba dieciochescos, las tales

proposiciones

intelectuales

Toms de Iriarte, Juan Pablo Forner, Agustn de Montiano y Luyando, Jos Clavijo y Fajardo, e incluso dramaturgos como Vicente Garca de la Huerta y Leandro Fernndez de Moratn. La gran premisa era ensear y corregir deleitando. 6 A partir de dichos principios, nos preguntamos: qu

qued en el siglo XVIII de la deslumbrante vitalidad de Lope de Vega, la pasin teolgica de feminismo de por Tirso ser, Caldern de en de la Barca, El segundo del el se que

sorprendente sigui

Molina? general,

representando

autor

gustaban los virreyes. De los otros, hay algunos ejemplos en las listas de comedias. 7 Por lo que toca a las sueltas, no se podra explicar el auge del teatro novohispano en el XVIII sin la importacin5loc.cit. 6 Cfr. Comedias completas de D. Leandro Fernndez de Moratn.(El viejo y la nia, La comedia nueva, El barn, La mojigata, El s de las nias, La escuela de los maridos, El mdico a palos, Hamlet). Nueva edicin. Juicio crtico y notas de Pascual Hernndez. Librera Garnier Hnos., Pars 1881, pp.14-16 (Juicio crtico de Mariano Jos de Larra). Se sabe que circul en el siglo una composicin annima que resuma el credo teatral ilustrado: ...Con risa y canto alivio pesadumbres / y de todos corrijo las costumbres./Ra, llore, cante, embelese, asombre:/ser mi fin la correccin del hombre. G. Viveros,ob. cit, p. 31.Juan Pedro Viqueira Albn ha apuntado: Los ilustrados vieron en el teatro un espectculo que, desarrollado con tino y sabidura, poda transformarse en un poderoso medio de regeneracin moral de la sociedad. En Relajados y reprimidos? Diversiones pblicas y vida social en la ciudad de Mxico durante el Siglo de las Luces.3. ed., Fondo de Cultura Econmica, Mxico 2005, p.72. (Seccin de Obras de Historia). 7 Para nuestra sorpresa, son escasas las menciones a obras del dramaturgo novohispano Ruiz de Alarcn en las nminas teatrales, a diferencia de la presencia regular de ellas en las colecciones de sueltas de los acervos europeos y de su decidido empuje en Francia (s. XVII, Le menteur, de Corneille) y en la crtica francesa del XIX.

6

masiva al virreinato de estos cuadernillos de 16 fojas (32 pginas) que reproducan, cada uno, una comedia de autores del Siglo de Oro. 8 A tal cmulo comedias de autores del XVIII. 9 Parte de este acervo riqusimo se precipit en aluvin bibliogrfico se sumaban las

hacia el Nuevo Mundo, configurando el tesoro teatral que iba a dar a manos de asentistas, autores y comediantes de la Nueva Espaa (estando estos ltimos obligados comedias entregado por contrato a de

regresar a los empresarios, las comedias Permanece que en se les hubieran

y las sacas para

memorizar).

el misterio una

cuestin esencial: en dnde

quedaron los textos espaoles que alimentaron los escenariosCfr. Margarita Pea, Juan Ruiz de Alarcn ante la crtica, en las colecciones y en los acervos documentales. M. A. Porra, ed., UAM, BUAP, Mxico, 2000, 324 pp. Ver especialmente el captulo Juan Ruiz de Alarcn y los coleccionistas del siglo XIX, PP. 149-214. El fenmeno se omite entre quienes frecuentan crticamente el teatro del XVIII, por lo que considero que cabra hacer una cala. Baste decir que durante este siglo, los editores peninsulares reimprimieron el teatro ureo a partir de las colecciones de comedias de autor (Lope de Vega, Caldern de la Barca, Tirso de Molina, Juan Ruiz de Alarcn, Juan Prez de Montalbn, entre otros), o de colecciones miscelneas preexistentes, as como de ejemplares de comedias del XVII que circulaban a la deriva, obra de dramaturgos que, o no las haban recopilado, o no contaban con una produccin suficientemente amplia (Luis Belmonte Bermdez, Fernando Zrate Castronovo -seudnimo de Antonio Enrquez Gmez- , Diego Jimnez de Enciso, Francisco Bustos, etc.). 9 Impresores espaoles, o radicados en Espaa, que multiplicaron mediante sueltas el acervo teatral fueron Theresa de Guzmn (Madrid), Joseph y Thoms de Orga (Valencia), Antonio Sanz (Madrid), Alonso del Riego (Valladolid),la Imprenta del Cruzado (Madrid), Imprenta de la Plaza del Carbn (Zaragoza), Librera de la Vda. de Quiroga (Madrid), Toms Piferrer (Barcelona) y Francisco de Leefdael (Sevilla), entre otros. Las sueltas fueron, a su vez, recogidas frecuentemente en colecciones miscelneas que integraban a autores del XVII y del XVIII, y actualmente es posible consultarlas en bibliotecas europeas, adonde llegaron por la va de donacin o venta por parte de biblifilos coleccionistas. Tal el caso de John Rutter Chorley (Biblioteca del Museo Britnico); Joaqun Hazaas y La Ra (Biblioteca de la Facultad de Filologa de la Universidad de Sevilla), Alfred Morel-Fatio (Biblioteca Municipal de Versalles), Tekla Y Gottfried von Baist/Adolf Schaeffer (Biblioteca de la Universidad de Friburgo), amn de muchos ms. Cfr. M. Pea, loc. cit.8

7

mexicanos del siglo XVIII? Se destruyeron, se perdieron, o acaso la censura oblig a entregar los ejemplares al Tribunal de la Inquisicin? Y si esto pas aqu, cmo es que no

sucedi en la pennsula, en donde las colecciones se guardan todava en la Biblioteca Nacional de Madrid y en otros

repositorios, adems de los ya mencionados? Habrn existido, acaso, impresores novohispanos que reimprimieran el material proveniente de Espaa? Los Ontiveros, Bernardo Hogal, la Vda. de Bernardo Hogal? En Mxico y Puebla? Hasta donde sabemos, no sobrevivieron tales colecciones de comedias. Quizs el

descuido de los asentistas, o la incuria de los desaprensivos comediantes determinaron lo que puede considerarse una prdida irreparable. Por lo que toca a los autores espaoles de fines del siglo XVIII cuyas comedias pasaron, o pudieron haber llegado a la Nueva Espaa para representarse, parntesis mencionemos el periodo a en los que

siguientes, producen:

indicando

entre

Manuel Fermn de Laviano (1770-1790); Jos Concha (17721795); Antonio Valladares de Sotomayor(1777-1800)que, con Caldern de la Barca, alcanz cierta junto en

popularidad

Mxico; Luciano Francisco Comella (1780-1800); Fermn del Rey (1780-1800).10 La primera parte del siglo, igualmente, alimentada en Mxico con las comedias de pudo haber sido otros autores

espaoles ya del XVIII, a saber:10

M. Pea, Juan Ruiz de Alarcn ante la crtica..., p. 210.

8

Juan de la Hoz y Mota (1700-1714); Armesto Antonio Acevedo Francisco (1720-1731); Jos Fernndez Tello de Meneses A

Manuel Francisco de (1730-1733); Tllez de

Bustamante y

(1730-1735) ellos se

Antonio los fines

(1730-1740). Antonio de

suman (de

renombrados del XVII),

Bances

Cndamo

Antonio Zamora (muere en 1728) y Jos de Caizares (fallece en 1750), autor del Anillo de Giges, mgico rey de Lidia ocupara el cargo de Fiscal de Comedias, y quien la

manejando

produccin dramtica en Espaa. Adems de comedias de magia, escribi Don Juan de Espina, El asombro de Francia, as como de santos: San Vicente Ferrer, El Falso nuncio de Portugal. Por lo que toca a su entre dos contemporneo y dos Antonio de Zamora, (habsburgos es y

puente

siglos

dinastas

borbones), proporcion obras para representarse en el Palacio del Buen Retiro y fue el ltimo de los poetas oficiales de la Corte. Alguna de sus comedia, que quizs pas a la Nueva

Espaa es Don Domingo de don Blas, refundida de la comedia del mismo ttulo de Ruiz de Alarcn. Escribi comedias heroicas y de figurn. 11 Lo que se representa en el Real Hospital de los

Naturales y ms tarde en los Coliseos (el que se incendia en11

Los autores y las comedias arriba citados aparecen con suma frecuencia en las colecciones miscelneas de sueltas, entremezclados con autores del siglo XVII, de los cuales menciono a continuacin, indicando fechas de nacimiento y muerte, a unos cuantos que continuaban representndose en el XVIII: lvaro Cubillo de Aragn (1596?-1661); Antonio de Sols (1610-1686); Juan de Matos Fragoso (1610?-1692); Agustn Moreto (1618-1669); Juan Bautista Diamante (1625-1687); Francisco de Leyva (1630?-1676?), Francisco Antonio de Bances y Lpez Cndamo (1662-1704). Listas de comedias que se enviaban a Indias se pueden leer en el captulo 1 de Andanzas y picardas de Eusebio Vela. Autor y comediante del siglo XVIII, de Armando de Maria y Campos. Compaa de Ediciones Populares, Mxico s/f.

9

1722 y el que se construye e inaugura posteriormente, en 1725) es teatro peninsular. Como veremos, el panorama de teatro dieciochesco por las se singulariza ms por las que nuestro reformas por una las

introducidas produccin

autoridades y

borbnicas Sin

local

original

abundante.

embargo,

comedias sern junto con los toros, caas y juegos de naipes, las festividades religiosas y las fiestas en las entradas a la ciudad de virreyes y arzobispos-, el nico entretenimiento de que dispone el hombre novohispano. Vamos a ver que, como fenmeno social, el teatro no careci de contrastes; de

esplendor y miseria; de sabor, sal y pimenta. 12

EL TEATRO EN EL SIGLO XVIII NOVOHISPANO Entre Olavarra los dramaturgos en la a que se refiere Enrique de en

y Ferrari

Resea histrica del teatro

Mxico, figura Manuel Zumaya, con El Rodrigo. Menciona entre las piezas teatrales, El portento mexicano y veinte loas de Jos Antonio Prez Fuente; La invencin de la cruz, de Manuel Santos Salazar; No hay mayor mal que los celos, del padre Juan de Arriola; La troyana, del padre Agustn de Castro, autor tambin charros). Captulo aparte en la escena dieciochesca vendran a ser los dramaturgos Francisco de Soria, Cayetano Cabrera Quintero y Eusebio Vela.12

de

sainetes

costumbristas

(Los

remendones,

Los

Nadie mejor para informarnos sobre el teatro novohispano que Enrique de Olavarra y Ferrari, quien con su bien documentada, y pionera, Resea histrica del teatro en Mxico. 3. ed. Ed. Porra, Mxico, 1961 (Biblioteca Porra, 21), que se public por primera vez entre 1880 y 1884, es la fuente de casi todos los trabajos posteriores sobre el tema.

10 De Francisco de Soria se sabe que era oriundo de Tlaxcala. Jos Mariano Beristin de Souza y su lo califica imitador de poeta Pedro

ingenioso, fcil y Caldern de la

modesto, en

feliz

de D.

Barca

Biblioteca

hispanoamricana

septentrional y enumera sus comedias: El Guillermo, duque de Aquitania, La mgica mexicana, La Genoveva, puntualizando: se han representado en los teatros de la Nueva Espaa 13 Se ha citado tambin otro ttulo: De los celos y el amor, cul es

afecto mayor. Alfonso Reyes consider a Soria un imitador cosa que, pensamos, Vela podra aplicarse se tambin, en todo caso, a

Eusebio

y a

otros que

atenan al canon dramtico

espaol vigente. Para Germn Viveros El Guillermo puede ser considerada una comedia de capa y espada, en la que

permanentemente se pone en juego el honor de sus personajes principales... 14 Nos parece Soria, un intelectual dieciochesco de la estirpe de Miguel de Reyna Zevallos (tambin poblano, oriundo de Tehuacn), y Francisco Ruiz de Len, que, adems de la poesa pica, intent la dramaturgia. De Cayetano Cabrera Quintero (nace en Mxico; m. en 1774) podra decirse que fue personaje sobresaliente en la cultura del siglo XVIII como autor teatral y participante en la

descripcin de varios arcos triunfales. Su obra dramtica Y se aade algo sustancial para entender el carcter especular de nuestro teatro: Basta revisar las listas de comedias que se escenificaban durante los mismos aos en Valladolid, Valencia y Barcelona para comprobar que se representaban las comedias en ambos lados del Atlntico.13

mismas

15

El Iris de Salamanca

Jos Mariano Beristin de Souza, Biblioteca hispanoamericana septentrional. Vol IV, 3. ed. Eds. Fuente Cultural, Mxico, s/f., P. 369. 14 Para esto, ver Teatro mexicano. Historia y dramaturgia. IX. Dramaturgia novohispana del siglo XVIII. Est. intr. y notas de Germn Viveros Maldonado. Coord. Hctor Azar. CONACULTA, Mxico, 1993, p. 31. 15 Para lo anterior, ver: Cayetano Javier de Cabrera y Quintero, Obra dramtica. Teatro novohispano del siglo XVIII. Ed. crtica, intr. y notas

11 trata de la vida y milagros de San Juan Sahagn y narra su muerte redentora. La edicin incluye doce piezas menores

atribuidas al autor. Al revisar el panorama del teatro diociochesco

novohispano aparece como figura dominante la de Eusebio Vela. Aun cuando existen otros nombres, en el de Vela se anan el escritor, asentista, empresario y actor; es decir es un

hombre de teatro. Nacido en Toledo, en 1688, en una familia de actores, y muerto en Veracruz en 1737, en 1713 ingresa con un hermano, Jos, a la Compaa del Coliseo de Mxico.16 En medio de las vicisitudes que implicaba el oficio de arrendador del Coliseo, escribe varias comedias: Apostolado en las Indias y martirio de un cacique y Si el amor excede al arte, ni amor ni arte a la prudencia, consignadas por Cayetano de la Barrera y Leirado como existentes en forma de manuscrito en la

Biblioteca Nacional de Madrid. Por otra parte, se ha dicho que el catlogo de manuscritos de la Biblioteca del Museo Britnico registra la Comedia nueva. La Prdida de Espaa (De don Eusebio Vela), en una copia de Zaragoza, 1775.17 La primera, Apostolado en las Indias... procede de las crnicas en que se relata la labor que llevaron a cabo los primeros doce franciscanos en su empeo por convertir a los indgenas Hernn a la fe cristiana. de Personajes son, entre otros, de

Corts,

Alonso

Estrada

(gobernador),

Martn

Calahorra (soldado), Fray Martn de Valencia (franciscano), Axotncatl, Iztlizchil, Izchuatl (demonio), Axolote y

Mendrugo (graciosos). Se mantienen tipos de la comedia ureade Claudia Parodi. Instituto de Investigaciones Filolgicas, UNAM, Mxico 1976, pp. X-XI. 16 De acuerdo con Armando de Maria y Campos en Andanzas y picardas de Eusebio Vela..., p. 42, este hermano no existi. En cuanto a E. Vela, algunos crticos lo consideran un hombre megalmano e iluso, y De Maria y Campos lo tilda de trapacero. 17 Debe tratarse del catlogo de manuscritos espaoles del Museo Britnico elaborado por Pascual Gayangos.

12 como el gracioso y el esquema maniqueo tradicional de lucha entre el bien -representado por los espaoles y la religin cristiana- y el mal, simbolizado por Izchuatl y la idolatra. Se reconocen de varias los constantes de la conquista: el apego el papel los

relevante

primeros

franciscanos;

de

indgenas a sus antiguas creencias (Axotncatl)que alimentan hostilidad religin; (Cristbal, disimulada, la escisin de y luego entre abierta, los y hacia la nueva

indgenas Mihuazchil,

convertidos madre del

hijo

Axotncatl

joven); el sacrificio de ste por su padre; los planes de Axotncatl para destruir a los espaoles y la batalla final entre indios y espaoles, en la que estos ltimos triunfan gracias a la intervencin del apstol Santiago. Los versos iniciales nos ilustran sobre el tono picocristiano de un teatro que, entre otras cosas, recoge en el siglo XVIII el tema cortesiano, retomado en el mismo siglo por Francisco Daz de Len y Juan de Escoiquiz en sus poemas respectivos La Hernanda y Mxico Conquistada. Segn

indicacin del autor, sale Corts, barba (es decir, de edad madura), y pronuncia: Ya, famoso Axotncatl,/ veo mis deseos cumplidos,/ pues el motivo primero/ del triunfo que he conseguido,/ fue el deseo de ensalzar/ la fe en aquestos dominios,/ extendiendo sus misterios/ en los ms remotos indios,/ que ignorantes de tal bien/ adoran a dioses mentidos;/ y para lograr mi celo,/ ya mi seor Carlos Quinto/ enva un apostolado,/ que a imitacin de Cristo/ os instruyan en la fe,/ no con el rigor prolijo/ que habis experimentado/ hasta aqu; porque, benignos,/ os obligarn afables,/ y os conquistarn rendidos...1818

Tres comedias de Eusebio Vela. Apostolado en las Indias y Martirio de un cacique; Si el Amor excede al Arte, ni amor ni arte a la Prudencia; La prdida de Espaa. Imprenta Universitaria, Mxico 1948. Ed. intr. y notas de Jefferson Rea Spell y Francisco Monterde, pp. 3-4. Sobre La prdida de Espaa, Hildburg Schilling ha sealado que tiene un argumento legendario [...] opuesto a las comedias [...]semi-religiosas o de enredos profanos y que, por existir una copia en el Museo Britnico, es posible que Agustn Vidarte se la haya llevado a Espaa antes de 1731. Teatro profano en la

13 En Si el amor excede al arte, ni amor ni arte a la prudencia el escenario no es ya Amrica sino el mundo

griego, puesto que se trata de las aventuras de Telmaco en la isla de la la ninfa con Calipso, la quien de se enamora de lo l. que

Concluye

obra

partida

Telmaco,

demuestra que la prudencia puede ms que los sentimientos. La tercera comedia, La prdida de Espaa recrea la leyenda de la derrota del rey Rodrigo, y pone en escena al Conde Don Julin y a la cava Florinda, resumiendo escnicamente la entrega de Espaa a los moros. Las comedias de Eusebio Vela alcanzaron gran popularidad y Si el amor excede al arte.... se escenific, de acuerdo con De Maria y Campos, de las en ocasin del cumpleaos las del rey de de con los

Espaa,

el 19

diciembre

de 1729

y 1730.Era, junto favoritas

Apostolado en virreyes.

Indias..., una de

Digna de mencin es Hernn Corts en

Cholula, comedia

heroica de Fermn del Rey, escrita en 178219. De ella nos dice su editor, A. Gonzlez Acosta: Hernn Corts en Cholula puede deberse a un intento de arqueologa temtica para resucitar novedosamente la variante del antiguo enredo entre moros y

cristianos Xicotncatl es un moro amigo de igual forma que Teutile es un moro retador-, pero sobre todo por la necesidad de diversificar la escena espaola, algo agotada ya en ese momento, segn demostr la reaccin crtica de Moratn en La Comedia Nueva.20. El escritor cataln Fermn del Rey, a quien se debe asimismo Hernn Corts en Tabasco (1790) y al que

Nueva Espaa. Fines del siglo XVI a mediados del XVIII. Imprenta Universitaria, Mxico 1958, p. 46. 19 Hernn Corts en Cholula. Comedia indita de Fermn del Rey. ). Ed. y est. prel. de Alejandro Gonzlez Acosta. Instituto de Investigaciones Bibliogrficas, UNAM, Mxico, 2000(Fuentes para el estudio de la Literatura Novohispana, II). 20 ob.cit., pp. 27-28

14 Moratn sealara como primer apunte en una compaa espaola, fue autor tambin de La Defensa de Barcelona por la ms fuerte amazona21, de 1788. Hernn Corts en Cholula no se escenific en Mxico, pues, como seala Gonzlez Acosta, una comedia indianista escrita visin para Madrid del se trataba de y un pblico La

peninsular. Refleja la

europea

Nuevo Mundo.

exaltacin del espaol se da desde los primeros versos, en los que Teutile profiere: luego ya el fiero espaol, / sin que puedan contenerle entrar pretende... / repulsas de22

mi monarca, /

por

Cholula

Se sabe de la existencia de

un dramaturgo del XVIII,

escasamente conocido, Fray Juan de la Anunciacin, y de los Coloquios que escribi. Fray Juan (Juan Gonzlez Barrios para el siglo) naci en Madrid en 1691 y posteriormente profes en Mxico, en la orden del Carmelo Descalzo. Vivi en Puebla, Morelia, Toluca, Quertaro y Celaya y se movi en el ambiente criollo novohispano; fallece en 1764 y es sepultado en el

Convento del Carmen de la Ciudad de Mxico. Escribi lo que puede considerarse teatro23

de son

colegio, dilogos

gnero

al

cual

pertenecen sus Coloquios. ;

dramatizados cuyo

lxico mezcla lo popular, lo culterano y lo teolgico con una barroca vivacidad variedad mtrica y estrfica, en que dio energa En y el su conjunto24.

a la expresin potica

Coloquio de las tres gracias -compuesto en homenaje a Jernimo de la Madre de Dios, prior del Colegio Carmelita de Quertaro, G. Viveros, el editor, seala la presencia de alegoras que escenifican llamaban21 22

temas

varios Sin

y

configuran

lo

que el

entonces teatro

se de

mascaradas.

embargo,

afirma,

ibid, p.16 ibid, p.61 23 Ver El teatro de Fray Juan de la Anunciacin en Germn Viveros, Tala Novohispana. Espectculos, temas y textos teatrales dieciochescos, pp. 230234 24 ibid., pp. 246-247

15 nuestro fraile carmelita [...] ms se aproximaba al teatro de colegio espaol, por su idiosincrasia monstica de ascendencia medieval, al modo de los misterios...25. Otras piezas de Fray Juan de la Anunciacin son El Coloquio de las flores y el Coloquio del mejor Apolo de Delos, en alabanza del vicario Mateo Mndez Vasconcelos, y del que citamos los versos

siguientes, relativos a este personaje: y por fin en l se ven, / juntas y unidas en uno / cuantos dones, cuantas gracias / la natura y gracia supo, / con su universal potencia, / comunicar a hombre puro...26 CENSURA Y TEATRO EN EL SIGLO XVIII NOVOHISPANO Conocido es el papel represivo del Tribunal del Santo

Oficio en lo tocante a la produccin literaria y teatral de la Colonia. An cuando no fue el teatro el objeto primordial de la censura inquisitorial, la poesa que enfil fundamentalmente sus

armas contra

satrica,

poltica

y de costumbres

(Manuscrito de Juan Fernndez, de las postrimeras del XVIII), etc., hubo casos en que se reprimi tambin al apuntador,

responsabilizndolo del contenido de la comedia escenificada (Zacatecas, representacin del entrems de la Condesa, siglo XVIII).27 Como se dijo, el tema ha sido investigado a fondo.28 Comedias de magia, como El anillo de Giges, de Caizares, o una obra curiosa, El diablo predicador, de Luis Belmonte Bermdez, contemporneo y amigo de Juan Ruiz de Alarcn,

figuran en las listas de obras prohibidas29. Conformmonos aqu con repasar aqullas de las que nos han llegado los textos. En primer lugar cabe referirse al Entrems del galn liberal que25 26

ibid., pp.248-249 ibid., pp. 248-249.

27 Expediente en el AGN, Ramo Inquisicin. Ricardo Camarena C., loc. cit. 29 Para una muestra de literatura censurada en la Nueva Espaa, ver M. Pea, La palabra amordazada. Literatura censurada por la Inquisicin. 2a. ed. Facultad de Filosofa y Letras. UNAM. Mxico, 2000, 125 pp.28

16 procedente de Filipinas a principios del siglo XVIII30, de los

formaba parte Narciso vuelto

de un espectculo a lo divino.

amplio sobre la fbula El entrems y de pareci a

inquisidores falto

de circunspeccin

buen ejemplo31.

Posiblemente se escribi en el Colegio de San Jos, de la ciudad de Manila. Interlocutores son Damin, Cosme, Quiteria, Julia y los versos iniciales dicen: Julia: ests, por mi vida, tan atractiva, / que an a m tu donaire me cautiva. // Quiteria: todo este adorno, amiga de mis ojos, / sirve para ganar varios despojos. / El tocado tienta, la cinta encanta, / el zapatillo ttere ataranta, / y si nos faltan estos pareceres, / fantasmas, dicen, somos las mujeres.32 Se supone que el desenfado de estos personajes femeninos motiv la censura del capelln, Manuel Jos Avendao. La Comedia famosa y fiesta para su Majestad, con tramoya de El Buen retiro, de don Luis Mndez de Haro fue igualmente censurada por el Santo Oficio. Hay que sealar que un don Luis de Haro era nada menos que el ministro del rey Felipe IV que sucediera temporalmente en el cargo al Conde Duque de Olivares cuando el valido cay en desgracia. No podemos afirmar que el autor sea el mismo que el funcionario del Rey Planeta;

quizs el nombre se usara simplemente como un seudnimo. Los personajes de la breve comedia son don Luis de Haro, bobo; San Germn y otros, ladrones; los Consejos [...],ancianos, etc. La Comedia empieza con las siguientes lneas: Yo soy, de estado, Consejo de Inocencia./ yo, de Aragn, Consejo de Malicia./ Yo, de Guerra, Consejo sin Milicia./ Yo, de Castilla, Consejo de Insolencia./ Yo, de Flandes, Consejo de Apariencia/.../ Yo, de Hacienda, Consejo de Codicia./ Yo, de Indias, Consejo sin Conciencia./ Yo soy Su

30

Localizado por Edelmira Ramrez Leyva; rescatado y editado por G. Viveros en Tala Novohispana, pp.109-186. 31 ibid, p.104 32 ibid, p.110

17 Majestad y yo el valido./ Yo soy Espaa y el rey es sobretodo.33 El fragmento tiene un evidente color de crtica poltica referente a la decadente monarqua espaola. Igualmente censurados en el siglo XVIII fueron la comedia histrica Mxico rebelado, reimpresa en Madrid en 1786, que se apoyaba en La monarqua indiana de Torquemada y en La poltica indiana de Solrzano Pereira. Dos mojigangas, una titulada

Mojiganga de los frailes y otra dedicada a Carlos IV y su estatua, figuraban asimismo en las listas inquisitoriales. Dramaturgos menores no censurados y obras annimas. Si de Eusebio Vela opina Luis Gonzlez Obregn que fue el autor dramtico ms importante del siglo XVIII en Mxico, se dijo tambin, en clara alusin: de los Eusebios es escribir con acierto34. Mas no se pueden negar los empeos de

dramaturgos menores: Juan Ortiz de Torres (un monlogo), Jos Villegas (Coloquio tierno y lastimosos ayes de Amrica en la muerte del Exmo. E.R. Bernardo de Glvez...); Diego Valverde (El Triunfo de Carlos en el carro de Apolo); Manuel Quirs y Campo Sagrado (Loas); Fernando Gvila (La lealtad Americana)35; Juan Manuel Sartorio (Coloquios a la Concepcin Pursima de Mara); de Juan Medina y sus pantomimas Los juegos de Egea, Muerte trgica de Muley [...] emperador de Marruecos, as como

33 34

ibid, pp. 83-88 En el folio 2 del Manuscrito de la Comedia Nueva del Apostolado de las Indias se lee una curiosa cuarteta: Eusebio, de los Eusebios/ es escribir con acierto/ en todo: como lo muestran /las obras de cuatro Eusebios. J. Rea Spell y F. Monterde, ob. cit., p.2. 35 Era el primer galn en la compaa del Coliseo..., Antonio Magaa Esquivel, Ruth S. Lamb, Breve Historia del teatro mexicano. Eds. de Andrea, Mxico, 1958 (Manuales Studium, p. 441). F. Gvila, actor/autor, recrea el tema de la piratera, oponiendo los bravos espaoles a los corsarios del pirata Morgan. No sabemos de otra comedia que retome dicho asunto tratado, en cambio, en el mismo siglo, como crnica naval en prosa por Juan Rodrguez de Len: Juyzio militar de la batalla [...] del vizconde de Centenar [...] con diez y siete naos de Holanda...Mxico, Bernardo Caldern, 1638. (Cfr. M. Pea, Letras y nobleza..., en Casa del tiempo. UAM. Vol. I, poca III, no. 10, pp. 6- 13.).

18 otras, de las Yulfa ,36

que

se de

conocen slo los ttulos: Ircana Guesclin, Apeles y Campasme,

en

Adelaida

Dido Por

abandonada; son pantomimas sin dilogos ni didascalias. se desconocen38: El

lo dems, gracias a los dictmenes de la censura, se sabe de comedias cuyos autores ms honrado ms

loco. Astucias por heredar un sobrino a un to, Pueblo feliz, Leandra o la virtud perseguida.

EL TEATRO COMO EMPRESA Y ESPECTCULO El rico acervo de sueltas importadas de Espaa floreci en la representacin escnica determinada por una

secularizacin relativa del teatro respecto a la Iglesia, la creacin de nuevos locales, y el nacimiento de una clase

teatral formada por los arrendatarios y administradores de los teatros como el propio Vela, Antonio de la Serna, Jos Crdenas abnegado sucedi Agustn a (quien, en opinin protector Eusebio del Vela de De Maria Ana y Campos, Castro del fue un

teatro), en el

Mara

(actriz; Coliseo),

arrendamiento as

de Vidarte, Apelo Corbulacho, los actores39.

como

asentistas,

apuntadores, y, claro,

Entre ellos se puede

citar al mismo Vela; a Alejandro Monzn, Juan Elas Gonzlez (galanes); Juan de Almodvar, Clemente Figueredo (barbas, es decir,viejos),Juana de Almodvar, Felipa Snchez, Nicolasa de Campos, cuada de Vela (damas); Josefa Trejo, Francisca de Rivera (cantantes); Nicols de la Cueva (traspunte). Estos integraban la compaa que actu en el segundo Coliseo, en marzo de 1727.

36 38

ibid, p.45 Tambin se tiene noticia de la prohibicin que recay en la primera y segunda parte de El tejedor de Segovia, de Ruiz de Alarcn por considerar que subvertan el orden, segn afirma G. Viveros en su Tala novohispana. 39 Por lo que toca a estos, en la poca se hablaba de la congenial malicia de los farsantes, segn A. de Maria y Campos, ob. cit., p. 47.

19 Trifulcas de camerino y cosas diversas. Conocidas fueron las trifulcas de camerino que

protagonizaron actores, actrices y empresarios a lo largo del siglo. Ellas se negaban a representar de San (Antonia ya Rivera, por

Gertrudis

Cervantes,

Antonia

Martn,

fuera

supuestas dolencias, o bien porque decidan retirarse de la escena para ingresar a un convento); actrices que se agredan violentamente entre s (Antonia de San Martn contra Brbara Ordez, presuntamente por amenazas de muerte de la segunda) y que en el mejor de los casos adoptaban actitudes de autnticas vedettes, como Ana Mara de Castro que antojadiza y

voluntariosa [...]sostuvo un ruidoso pleito con la viuda de Vela, a decir de Antonio de Maria y Campos (p.69); directores contra empresarios Monzn, (Vela actor, versus contra un tal Francisco de Blanco; Las

Alejandro

Francisco

Utrera).

escrituras o contratos de los cmicos especificaban, entre otras cosas, que ni que se stos deban de para as volver las sacas y que, a de en los

comedias

les entregaban lean-,

memorizar como no

ocasiones,

siquiera

faltar

ensayos (cosa que no siempre se cumpla), ni a la

funcin

(sola suceder). Se usaba buscar actores en Espaa por falta de stos en Mxico, lo cual determin algn viaje de Vela a la pennsula. Respecto al vestuario y atavo de los actores,

Olavarra y Ferrari, cita a un historiador madrileo, quien dice: ...otras veces era Semramis la que sala peinada a la papillota, con arracadas semejantes a las usadas por las

charras, con casaqun de glass, bucles angelicales [...] y zapatos de tacn alto. A Julio Csar se le presentaba con su corona de laurel peinado a la rinoceronte, sombrero de plumaje [...] casaca de terciopelo [...], espadn de concha, y corbata guarnecida orquesta de encajes. por Todo cinco esto era acompaado desafinados por y una un

formada

violines

20 contrabajo ronco..., y concluye Olavarra: Si tal situacin guardaba el teatro en Madrid, muchos aos despus de

inaugurado el Coliseo es creble que fuera ni mejor ni ms digna la del nuestro?40 Por lo que toca a los utensilios de la escenografa del Coliseo, se mencionan en relacin con varias comedias: Cuatro lienzos [...] pintados al temple, de Emperadores Romanos. Tres Banderas de lienzo blanco, con las armas de Espaa; dos

lienzos [...] con dos ninfas [...];una estatua a caballo; seis leones; [...]una corona imperial de latn amarillo [...]un

bculo de otate[...]una capilla de papel pintada [...]para la comedia de San Agustn; dos spides de badana para la comedia de Cleopatra [...];dos barbas con sus cabelleras de ixtle para stiros [...], y as sucesivamente, en un conjunto abigarrado en el que el mestizaje est a la vista: banderas espaolas, ixtle y otate.41 Punto importante era la msica: tonadillas como El amor buscn, La confusa turbada; seguidillas (Un majo de

chupete, A la fuente, Narciso); peras (La dicha en el precipicio), as como msica para Psiquis y Cupido y El bruto de Babilonia.

E. de Olavarra y Ferrari, op. cit., p.25. Se refiere a los aos que mediaron entre 1753-1767. 41 Para una relacin de utensilios en el Coliseo de Puebla en 1791, ver: Jess Guevara Martnez, Novenarios y comedias en la Puebla de los ngeles, en Juras, exequias, arcngeles y comedias. M. Pea, coord. Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades, BUAP, Puebla 1997, pp. 61-64. (Cuadernos del Posgrado en Historia, 2). Entre los artculos que se consignan para remate o almacenamiento figuran: Comedias [...] veinticinco, setenta sainetes[...], veintitrs comedias maniescritas[...]. El puente de Mantible,[...]la Venta del Mgico[...]la boca del Infierno [...],una cabeza de len[...]el rbol de Santa Genoveva, la rueda de Santa Catarina [...]la puerta de la comedia de Sansn... Forman un conjunto pintoresco y proporcionan pistas sobre las comedias representadas. (pp. 6263).

40

21 Los teatros y las reformas borbnicas. Cuestin central es la de los locales teatrales. Existe el antecedente de que a la muerte, en el siglo XVII, de Felipe IV, extraordinariamente aficionado al teatro y a su mundo comediantes, de Austria arquitectos, decret la etc.), la reina de las los

(dramaturgos, regente comedias

Mariana en

suspensin

los hasta

territorios que su hijo

espaoles, Carlos II,

incluyendo el

virreinatos,

Hechizado,

tuviera edad para gustar de ellas. El teatro, entonces, se ve afrentado y perseguido por el fanatismo que domina42

la

corte segn el ilustrado Jovellanos As, espectculo no es se de extraar que

en a

la

Nueva

Espaa

el de

mantuviera

cercano

los

hospitales

religiosos durante aos, incluso ya a XVIII, en lo topogrfico y en lo

principios del siglo dado que se

econmico,

entregaba a aquellos una parte de las ganancias. El primer teatro erigido en la ciudad de Mxico hacia 1672 se ubicaba en el claustro del Hospital Real de los Naturales (hoy eje Lzaro Crdenas y Victoria). La edificacin contaba con dos pisos de aposentos o palcos; stos tenan celosas y antepechos; haba cazuela de madera y escenario, o tablado, de altura y

extensin considerables, convenientemente separado de la sala. El 20 de enero de 1722 este teatro de madera se incendi (ese da se haba representado La destruccin de Jerusaln y para el siguiente estaba anunciada Aqu fue Troya: coincidencia o premonicin?), y el virrey dispuso que en el lugar se erigiera una Iglesia y que el Coliseo se mudara a un sitio separado de lo sagrado. Ignorando la disposicin, se levant ah mismo otro teatro, cuya cercana molestaba a los enfermos del

Hospital Real y as, en 1725 se inaugur el que se consider formalmente el segundo Coliseo, en lo que hoy es Motolina y42

E. Olavarra..., ob. cit., p.18.

22 16 de Septiembre. Fue escenario de los xitos de Eusebio Vela y se mantuvo en pie durante un cuarto de siglo.43 Posteriormente, hacia 1752, por instrucciones del virrey Conde de Revillagigedo, se inici la construccin del que se llamara Coliseo Nuevo en la calle del Colegio de Nias, hoy Bolvar; cazuela era de cuatro pisos con 18 palcos en cada piso al y

palco de

los vuelos

(desde el

que

volaban

escenario los

ngeles o los

demonios), patio con luneta

mosquete en la parte trasera. Haba palcos reservados para el virrey y su familia. La inauguracin tuvo lugar el 23 de diciembre de 1753 con la comedia Mejor est que estaba.44 Rebasadas las ordenanzas sobre teatro de 1703 y 1741, el virrey Teatro. Bernardo Fue un de Glvez firm el primer de la Reglamento organizacin de y a

impulsor

permanente teatral.

mejoramiento del espectculo

Entre los virreyes

quienes toc vigilar la buena marcha del teatro e introducir reformas diversas, se debe mencionar al Marqus de las

Amarillas (hacia 1755); jesuitas en 1767);

Marqus de Croix (expulsin Bucareli humanitario

de los y buen

Virrey

gobernante-, que falleciera en 1779. Entre los asentistas que se ocupaban del Real Asiento y Direccin de comedias del

Coliseo- famosos en la poca estn Juan de San Vicente, Jos Moreno, Pedro Galup. Volviendo sobre el material dramtico, los expedientes que consult Olavarra y Ferrari revelan un repertorio variado: Los tres afectos de amor, Los siete

infantes de Lara, Antoco y Seleuco, Maanas de abril y mayo, Reinar despus de morir, El mariscal de Viron, La gitana de Menfis, El negro valiente en Flandes, El mayor monstruo los

43

Se dice que los virreyes eran transportados hasta l en canoa a lo largo de la acequia que le daba nombre a la calle. Cfr. para esto y lo anterior, A. Magaa Esquivel..., ob. cit., p.43. 44 ibid., p.47.

23 celos.45 Como puede apreciarse alternan comedias de los siglos XVII y XVIII y queda de relieve la popularidad de Caldern de la Barca. de en Los textos serviran como libretos semejantes de Madrid.46 teatrales a los

plagados existentes

anotaciones el Archivo

manuscritas, Histrico

Pueden

consultarse en ste y otros repositorios europeos.47

La economa teatral Como es de suponer, ingresos y egresos, salarios, XVIII.

ganancias y prdidas variaron a

lo largo del

siglo

Eusebio y su hermano Jos Vela, en 1718, arrendaron el Coliseo del Hospital en tres mil pesos anuales. Avanzando en el siglo, hacia 1753 un abono a un palco de primera en el Nuevo Coliseo costaba 300 pesos; el abono a banca o luneta 6 pesos al mes, y de manera eventual, de uno a tres pesos. En total la entrada eventual poda alcanzar la suma de 600 pesos. El ingreso era gratuito para el virrey y su squito, funcionarios prominentes y cmicos. En cuanto a los sueldos de los comediantes por temporada, en el ao de 1786, una primera dama (Antonia de San Martn) ganaba 1800 pesos; una segunda dama (Mara Ortega), 1000

pesos; la que haca de graciosa (Ana de Hijar), 800 pesos; una cantarina y bailarina (Loreto Rendn), 1000 pesos; un

primer galan (Justo Hidalgo), 1200 pesos; un segundo galn (Jose Domingo Rosales), 850 pesos; un segundo bailarn (Jos Moral), 1000 pesos; un primer barba (Vicente Tomasi), 900 pesos;45 46

un

apuntador,

que

asuma

tambin

labores

diversas

Para esto y lo que antecede ver: E. Olavarra..., ob. cit. pp. 27-28. Valiosos documentos sobre cuestiones teatrales de los Siglos de Oro se guardan en este Archivo. Por ejemplo, letras de pago, nminas de actores, licencias para representar, aprobaciones, censuras, etc. Ver M. Pea, Juan Ruiz de Alarcn ante la crtica... pp. 236-244. 47 Para una lista especfica de los acervos europeos con colecciones de sueltas ver ibid., pp. 178-179.

24 (Norberto Inzaurraga), 475 pesos. Los msicos estaban mal

pagados: 597 pesos un primer violn, y de ah en

adelante

hasta 100 pesos al agregado a la orquesta que deba tocar el violn cuando se le mandara.48 La nmina de una compaa del teatro de esta Corte era sumamente amplia. Podemos

preguntarnos si el pblico dara para tanto. Por lo dems, y para finalizar este apartado, hay que sealar que las demandas por incumplimiento de contrato (VelaAlejandro Monzn) no faltaban, as como tampoco los econmicos de los comediantes. Un slo ejemplo: a apuros Felipa

Snchez, estando, en una ocasin enferma de gravedad, le fue embargado su vestuario por deudas49 Hay que insistir en que en el siglo50

XVIII el

teatro

comparta honores con las corridas de toros . Ambos cosechaban aplausos y, ocasionalmente, denuestos. Ambos formaban parte del claroscuro de un mundo colonial que pronto vera su fin. EL TEATRO EN OTRAS CIUDADES DURANTE EL SIGLO XVIII. De acuerdo con Hildburg Schilling, existieron en la ciudad de Puebla un corral y casas de comedias a partir del siglo XVI. En el XVIII, Jos de Paredes anuncia que ha tenido

noticia que esta nobilsima ciudad tiene dispuesto fabricar un coliseo pblico[...]por lo que se ofrece a costear de su caudal dicho coliseo, para lo cual solicita licencia....52 Posteriormente, en 1743, Francisco Xavier Salazar hace un

pedimento solicitando se le adjudique el coliseo, obligndose a construirlo, pagar a farsantes y dar 150 pesos en cada un48 49

E. Olavarra..., ob. cit., pp. 37-44. J. Rea Spell... Tres Comedias de Eusebio Vela..., pp. XI-XII. 50 Cfr. Pavel Granados, Andrs Ambrosio de Llanos y Valds, doctor en cnones y grande enemigo de los toros, en Maestros, caballeros y seores. Humanistas en la Universidad, siglos XVI-XX. M. Pea, A. Velasco Gmez coords. Facultad de Filosofa y Letras, UNAM, Mxico 2003, pp. 253-260.

25 ao al Hospital de San Roque cuando las comedias se

representaran.51 Logr su propsito, aunque en 1759 se tom la decisin de derrumbar dicho coliseo, ubicado en las

proximidades del convento de Santa Mnica. Las religiosas de Santa Clara proporcionaron los medios para la construccin de uno nuevo en la Plazuela de San Francisco. Sin embargo, en 1783, debido a que el teatro no result la fuente de ingresos que se esperaba, el procurador Manuel Antonio Bravo pidi que el coliseo sirviera para otros propsitos que no fueran las comedias. Se sabe que hubo locales teatrales tambin en Guadalajara

(A. de Maria y Campos) y posiblemente alguno en Veracruz, ya que Schilling menciona la existencia, en 1660, de un corral de comedias en la Nueva Veracruz, vecino al Hospital Real Montes Claros. de

PBLICO Y ESPECTCULO TEATRAL. La acogida del pblico generalmente de ello fue es la entusiasta -

cuando no apotesica-

y prueba

popularidad

alcanzada por cmicas tales Ana Mara de Castro (en la poca de Vela) y Antonia de Brbara Josefa Ordez, San Martn, un poco despus; o por enemiga acrrima de la San Martn,

requerida hacia 1794 para que abandonara su retiro voluntario (Casa de Recogidas de Santa Mara Egipcaca, en Puebla), y se reintegrara a las tablas. Simplemente, ni las autoridades de los

virreinales ni el pblico, les permitan ausentarse

escenarios y ello define una de las caractersticas del teatro del XVIII. Sin embargo, en 1768, muchos oan con horror el solo nombre de comedia y era impensable para las familias de

51

Hildburg Schilling, ob. cit., pp. 37-38.

26 honor [...] asistir a tales espectculos.53 En 1786 el virrey Conde de Glvez tuvo la iniciativa de emitir un reglamento para hacer del teatro una diversin conforme a la decencia, decoro y arreglo debido a las buenas costumbres.... Se exiga a los actores que en escena se portaran con recato y

compostura en gestos y palabras, y que evitaran la indecencia y la provocacin. Se amenazaba al actor o actora que incurriera en desrdenes con arresto y crcel durante un mes.54 Una disposicin curiosa de 1725, que se mantuvo por aos, fue la de colocar al frente y a lo largo del escenario una tabla de la altura de una tercia para evitar que los espectadores pudieran ver los pies de las actrices.55 Para J.P. Viqueira Albn, las corridas de toros simbolizan en el siglo XVIII la reaccin, en tanto que el teatro encarna el progreso ilustrado, pese al puritanismo reinante. Sostiene que al final del XVIII se da una escisin entre el teatro culto que proponan los ilustrados, y el teatro del populacho, del pueblo. La solucin fue la creacin de mercados teatrales diferenciados: el del teatro de la lite y el del pueblo.56 La evolucin y transformacin lo que del espectculo la teatral reforma se del

fundament en

se configur como

teatro, impulsada de manera definitiva por el citado Conde de Glvez y el Reglamento de 1786. Recapacitando, concluimos que el programa inicial de la Ilustracin se cumpli slo a medias. Difcilmente se habrn ajustado a las premisas de moral, decoro y verosimilitud,

obras como El diablo predicador, Los spides de Cleopatra o El falso nuncio de Portugal. Sin embargo, el teatro dieciochesco

53 54 55 56

J.A. Viqueira Albn, ob. cit., pp. 75-76 ibid., pp. 77-78. loc. cit. J.P. Viqueira, ob. cit. p. 131.

27 novohispano dio cima a una finalidad trascendente que ataa a la sociedad entera, enunciada en su momento, por el Virrey Glvez: Poner los espectculos en trminos que,

interrumpiendo los afanes de los concurrentes, los entretenga algn tiempo en un ocio inculpable, y los haga despus ms prontos y diligentes para las fatigas de sus destinos.57 Con estos plausibles deseos del gobernante, expresados en los catorce o quince aos previos al final del siglo, el teln va cayendo sobre la escena dieciochesca.

LAS POSTRIMERAS DEL SIGLO. Encabalgados entre el XVIII y el XIX, hay varios nombres

que deben ser mencionados: Jos Joaqun de Fernndez Lizardi (El Pensador Mexicano, seudnimo y ttulo del diario por l

fundado), que nace en 1776 y muere en 1827. Fundamentalmente novelista y periodista, escribe algunas obras dramticas: Auto mariano para recordar la milagrosa aparicin de Nuestra Madre y Seora, El negro sensible, El unipersonal don Agustn de Iturbide, La tragedia del padre Arenas, Todos contra el Payo y el Payo contra todos..., coloquio en tres actos y en verso. Se percibe un nuevo tono, de crtica poltica y social, acorde con57

la ruptura del

orden establecido

y

el triunfo

de

la

Considerandos del Reglamento de Teatro de 1786, cit. en ibid., p. 70. Una descripcin de Viqueira Albn da idea del tipo de pblico:Una vez acostumbrado al humo y a la mala iluminacin, uno perciba la abigarrada muchedumbre de hombres y mujeres, compuesta por todos los grupos sociales, desde altos funcionarios [...], ricos criollos vestidos con sus mejores galas, petimetres y currutacos, hasta artesanos mestizos y algunos jornaleros que, vestidos con su ropa de domingo, iban a divertirse ruidosamente a la comedia. Slo faltaban los indgenas, que vivan integrados en los barrios y pueblos de las afueras de la ciudad. ob. cit., p.72. Se trata de los arrabales, en trminos de Francisco Cervantes de Salazar, siglo XVI, en sus Dilogos: Mxico 1554.

28 insurgencia. Juan Wenceslao Barquera (1779-1840), defensor de la lucha insurgente, public el Diario de Mxico, y dej tres comedias manuscritas: El triunfo La de delincuente la honrada, Las La seduccin de

castigada,

educacin.

premisas

reivindicacin social y moral, as como la preocupacin por educar a los jvenes, estn implcitas en los ttulos. Anastasio Mara de Ochoa y Acua (1783-1833), compone El amor por apoderado, La hurfana de Tlalnepantla, y una tragedia: Don Alfonso. Intentan asimismo el teatro, Francisco Luis

Ortega, don Antonio Santa Anna, Francisco Escolano y Obregn, Juan Policarpo. De autor annimo es una comedia, La mamola, que recoge, convirtindolo en ttulo, un trmino utilizado en

la poesa burlesca del Siglo de Oro y de la Colonia, con el significado de caricia que se hace a alguien en la barbilla. La intencin jocosa y el doble sentido estn a la vista. Por lo dems, zarzuelas y peras inundan el Coliseo, introduciendo en el gusto del pblico el gnero lrico. Los arriba mencionados son dramaturgos que, nacidos en el siglo XVIII estrenan sus obras en el XIX. Pese a los

movimientos polticos, a una decadencia teatral temporal que se registra en los primeros aos del siglo, ste traer

nuevos aires, y a aquellos autores se sumarn, entre otros, Manuel Fernando Eduardo de Gorostiza, dando lugar Ignacio a un Rodrguez Galvn, a

Caldern,

teatro que llegar

configurarse como decididamente romntico (Galvn, Caldern). A la efectista, variada, relumbrante y prosopopyica comedia

dieciochesca que haca la delicia de los virreyes, suceder el costumbrismo convertido en la folla popular; o bien, la

comedia de costumbres (Contigo pan y cebolla, de Gorostiza); se buscarn nuevas atmsferas y temas medievales (Hermann o la vuelta del cruzado, de Caldern); se experimentarn

influencias francesas, inglesas, alemanas. El pblico mexicano

29 ya no novohispano- seguir asistiendo al Coliseo a disfrutar la comedia, divirtindose en medio de los afanes de autores, empresarios, actores, actrices, y de las infaltables

trifulcas de camerino, como medio insustituible en el XIX y en el XVIII- para conjurar las fatigas de sus destinos.

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