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Técnicas de disciplia
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TÉCNICAS BÁSICAS DE DISCIPLINA PARA PADRES
LLAMADAS DE ATENCIÓN
Son avisos y órdenes o formas de recordar al niño las normas o los límites
de su comportamiento. Se deben hacer teniendo en cuenta las siguientes
orientaciones:
- Tono de voz ajustado: sin gritar pero con contundencia. En
ocasiones los padres llaman la atención con tanta dulzura que las
llamadas de atención no son efectivas.
- Siempre que las conductas inadecuadas se producen (levantarse de
la mesa, no cuidar el material,….). al niño hay que llamarle la
atención siempre que se esté comportando de manera inadecuada
para su edad. Si le toleramos esas conductas le transmitimos al niño
el mensaje de que eso está permitido y se puede hacer.
- Sin abusar de ellas. No más de tres veces, después de las cuáles si
no resulta efectivo adoptaremos otras medidas. Si llamamos
indefinidamente la atención al niño se acostumbra a escuchar
nuestros avisos como una “música de fondo” sin darle importancia.
- Procurar ofrecer la conducta alternativa: las llamadas de atención
casi siempre las empleamos señalando lo que no se puede hacer (no
grites, no te levantes,…). Señalarla al niño lo que tiene que hacer es
más eficaz (habla más bajo, por ejemplo).
- Anticipar las consecuencias: supone incluir en las llamadas de
atención reiteradas las consecuencias positivas o negativas, por
ejemplo, si sigues molestando a tu hermana te irás a la habitación,
no te levantes más que cuando acabes de cenar te daré tu postre
favorito. Importante que las consecuencias negativas o positivas
que le hemos anticipado que tendrán lugar tras su conducta se
cumplan siempre.
LAS REPRIMENDAS
Regañar de una manera contundente ( no quiere decir gritando) una vez
que el comportamiento inadecuado ha tenido lugar. Las llamadas de
atención suelen tener un carácter más preventivo y la reprimenda más
sancionador. Algunas orientaciones sobre cómo hacerlo son:
- Tono de voz adecuado: con contundencia, firmeza y seguridad. No
es el momento de mostrarnos afectuosos.
- Breves: no es necesario un largo discurso. Mensaje claro y concreto.
- En cuanto sea posible: el momento más oportuno es después de
producirse, si se cumplen dos condiciones: que no se haga en
público o delante de personas no implicadas y que los padres estén
en condiciones de hacerlo con serenidad. Si no se dan esas dos
condiciones lo pospondremos, pero lo menos posible.
- No hacer más comentarios: una vez que se ha hecho la reprimenda
no se debe hacer más alusión al tema eso ya no sería efectivo para
mejorar la conducta.
- Sin herir: sin descalificaciones personales, dirigida a su conducta no
a su persona. Más correcto decir: eso que has hecho me ha
parecido muy mal, que decirle, eres un niño muy malo.
A
OBLIGAR
Cuando ni las llamadas de atención ni las reprimendas resultan
eficaces para que el niño haga lo que le estamos mandando, cuando
el niño se niega reiteradamente a cumplir una orden a pesar de las
llamadas de atención, habrá que forzar al niño pues no siempre es
posible razonar (por ejemplo a determinada hora se tiene que
levantar de la cama si no acude a la tercera llamada hay que ir a por
él y traerle de la mano).
Ocasiones en las que no es conveniente forzarlo: por ejemplo
cuando no quiere comer, con miedos,…
TIEMPO FUERA
Recibe otros nombres como mandar al rincón o la silla de pensar.
Consiste en apartar al niño de la situación de conflicto por un
tiempo limitado, para dejar de recibir atención.
Normas que hay que tener en cuenta para que funcione de manera
eficaz:
- Llevar al niño a un lugar aburrido: donde no tenga nada con que
entretenerse. No debe ser un lugar que al niño le de miedo. Debe
permanecer sólo aunque los padres pueden supervisarlo de vez en
cuando. Lo ideal es que ya tengamos en casa un lugar previsto para
ello.
- Mantenerlo un tiempo limitado: como referencia puede servir
tantos minutos como años tiene el niño
- Al terminar: se acude a por el niño y se le dice que puede dejar el
lugar sin más comentarios sobre su conducta. Importante que el
tiempo fuera no le sirva para eludirse de obligaciones.
Si el niño se niega a acudir, se levanta o se escapa debemos de
proceder del siguiente modo:
- Obligarlo a estar allí. Si no quiere ir lo llevaremos de la mano
ignorando su pataleta.
- Si se escapa lo volveremos a llevar y le avisaremos que lo
penalizaremos un minuto más
- Si vuelve a escaparse lo volvemos a penalizar por última vez. No
debemos añadirle más de dos minutos. En este caso tendremos que
permanecer con él hasta que se tranquilice y adoptar después otro
tipo de medidas como la retirada de privilegios.
Esta técnica del tiempo fuera es válida para las siguientes ocasiones:
- Conductas negativas que tienen como finalidad llamar la atención:
hacer trastadas, gritar, molestar al hermano…
- Comportamientos negativos que hay que cortar inmediatamente y
donde no es posible razonar, por ejemplo pegar.
Conviene no abusar de la técnica empleándola en determinado tipo
de comportamientos. Si hacemos un uso excesivo de la misma el
niño se acostumbrará y no será eficaz. Como referencia no se debe
emplear más de tres veces al día. Se puede combinar con otras
técnicas.
Evitar los siguientes errores frecuentes: no controlar el tiempo, el
lugar no es aburrido, prestar atención al niño.
RETIRADA DE PRIVILEGIOS
Consiste en retirar de manera temporal alguna actividad u objeto
que le resulte atractivo o de interés al niño. Se aconseja que en la
medida de lo posible el niño conozca previamente los privilegios
que pierde ante determinadas conductas, así como variar los
privilegios que se retiran para evitar que el niño se acostumbre.
- Retirada de objetos: un determinado juguete, la bicicleta, un
videojuego, el ordenador, el teléfono, golosinas, dinero de su paga o
de sus ahorros….
- Retirada de actividades: ver la TV o determinado programa, no ir a
determinado lugar, no salir de casa, no salir a jugar, no ir a la
piscina, usar determinado espacio de la casa, no jugar con la
mascota, no poder realizar una actividad con su padre o madre
¿Cuánto tiempo?: las retiradas de larga duración no son más
eficaces que las de duración breve, suelen resultar completamente
ineficaces por tres razones:
o Es inviable. Es muy difícil mantener un mes al niño sin ver la
TV, por ejemplo.
o Se acostumbra a estar sin lo que le hemos retirado y no lo
echa de menos
o Nos obliga a rectificar mostrándonos incoherentes ante el
niño
Orientaciones por edades:
- Niños de 3 a 8 años:
o el tiempo de retirada más eficaz es una tarde (o una mañana,
no más)
o Es efectivo retirarles determinado juguete, alguna golosina,
un programa de TV,…
o No es conveniente retirarles actividades como ir al parque o
salir a jugar, que en gran medida son necesarias para el niño.
En estos casos puede retirarse un objeto relacionado, por
ejemplo una tarde puede ir al parque pero no llevar la pelota.
- Niños de 9 a 12 años:
o Aquí el tiempo más efectivo sigue siendo una parte del día, en
determinadas ocasiones puede ser un día del fin de semana,
el fin de semana completo o para algún privilegio periodos de
tiempo más largo. (por ejemplo, en estas edades un niño que
no quiere hacer los deberes y que dedica mucho tiempo a los
videojuegos puede ser conveniente retirárselo todo un
trimestre)
o En esta edad se puede emplear como retirada de privilegios,
parte del dinero de su paga semanal si la tiene, el ordenados,
el móvil, los videojuegos o las salidas con los amigos.
IGNORAR SISTEMÁTICAMENTE
Muchos de los comportamientos inadecuados buscan llamar la
atención de sus padres. La ignorancia sistemática consiste en no
prestar ninguna atención al niño cuando presenta la conducta
negativa que queremos tratar. Se emplea sobre todo en las
rabietas.
Orientaciones:
- No hay que prestarle ninguna atención, ni mirarlo, ni hacer
comentarios, ni alterarnos. Cualquier signo o respuesta de los
padres puede hacer que la conducta se prolongue.
- Apartarse del lugar o al menos retirarse.
- Intentar seguir como si nada ocurriera
- Cuando el niño abandona el mal comportamiento le acogemos sin
hacer más comentarios sobre lo sucedido.
Es obvio que hay situaciones en las que no se puede emplear esta
técnica, sobre todo cuando el comportamiento del niño daña o
pone en peligro a otras personas o a él mismo. En esas ocasiones
habrá que recurrir a otra técnica de entre las expuestas.
DEJAR SUFRIR LAS CONSECUENCIAS
Consiste en dejar al niño que sufra las consecuencias de su
conducta inadecuada y deshaga el daño realizado. Especialmente
eficaz para niños mayores de 8 años.
Las situaciones más recomendables para aplicarla:
- Se hace un mal uso de las cosas, se estropean por no tener cuidado,
se rompen a propósito o se pierden.
- Se provocan gastos considerables por falta de responsabilidad, por
ejemplo, el uso del teléfono.
- Se daña a otras personas o se estropean sus cosas.
Algunas orientaciones:
- Colaborando en los gastos: por ejemplo con el dinero de su hucha
- Restableciendo el daño: limpiar lo que ensucia, arreglar lo que se
rompe, ordenar…
- Restablecer el daño a las personas: reponerlas, arreglarlas.
Aprender a pedir perdón o disculparse.
LOS PROGRAMAS DE CONDUCTA
Se emplea sobre todo para aquellos comportamientos más
resistentes. Se propone aquí una forma de emplearlo en casa donde
las personas implicadas no son especialistas.
Los pasos a seguir son:
- Seleccionar una conducta a modificar , no hay que caer en la
tentación de tratar varias a la vez.
- Motivar al niño: proponérselo como algo positivo, no como un
castigo o amenaza. Es válida la explicación de “a partir de ahora
vamos a enseñarte a ser un poco mayor…”
- Explicarle lo que tiene que hacer: de manera precisa y concreta
dejando claro el criterio para considerar que la conducta se ha
cumplido
- Señalar los logros en una gráfica: un calendario, dibujando un sol,
una carita sonriente,…. Si el niño no consigue la conducta deseada
es mejor no dibujar nada y nunca borrar las anteriores ni quitar
puntos por mala conducta.
- Establecer las recompensas: se pueden establecer como referencia
a los 3, 7, 12 y 18 logros. El niño debe saber cuántos soles le faltan
para tener la recompensa. Deben de ser variadas para que el niño
tenga que elegir. Se aconseja mejor actividades con los padres que
comprar cosas materiales. Por ejemplo, ir con mamá a comprar, dar
un paseo en bici, ayudar a preparar la comida, alquilar una peli, una
tarde de juegos todos juntos,…
- Limitar el tiempo de aplicación: durante dos semanas con niños de 3
a 5 y tres semanas con niños de 6 a 8.
- Dejar un tiempo de descanso: después de su aplicación dejar al
menos varias semanas de descanso, retomarlo de nuevo pasado ese
tiempo seleccionando otra conducta, aunque la inicial no se haya
logrado.