Tello (2015) Lectura Clave.pdf

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    Tello, C. (2015). La/s poltica/s educativa/s. Campo terico, campo de intervencin y la preocupacin tica en la investigacin. Curso de Posgrado. UNLP-ReLePe. Buenos Aires, pp. 1-29

    LLLLaaaa/s/s/s/s ppppolticaolticaolticaoltica/s/s/s/s educativaeducativaeducativaeducativa/s. /s. /s. /s.

    CCCCampo tericoampo tericoampo tericoampo terico,,,, campo de intervencincampo de intervencincampo de intervencincampo de intervencin y la y la y la y la

    preocupacin tica en la investigacin.preocupacin tica en la investigacin.preocupacin tica en la investigacin.preocupacin tica en la investigacin.

    Csar Tello1

    PresentacinPresentacinPresentacinPresentacin

    Me han pedido varias veces un artculo de este tipo y siempre me rehus

    porque no soy un investigador demarcacionista. De todos modos tanto han insistido

    los colegas que escribir estas lneas a los fines del Curso de Posgrado que dictar la

    ReLePe. Y, claro, como creo que ya lo he definido en otras expresiones como

    publicaciones o conferencias hilvanar mis argumentaciones tomando parte de

    algunos de esos trabajos.

    Comenzar presentando una definicin de poltica educativa2 que, considero,

    puede ser una buena introduccin para las ideas que quiero plantear. En uno de sus

    1. Texto elaborado para el Curso de Posgrado Introduccin a los Estudios Tericos y Epistemolgicos en Poltica

    Educativa

    2. Empleo poltica educativa como sinnimo de poltica educacional para los luso-parlantes.

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    Tello, C. (2015). La/s poltica/s educativa/s. Campo terico, campo de intervencin y la preocupacin tica en la investigacin. Curso de Posgrado. UNLP-ReLePe. Buenos Aires, pp. 1-29

    ltimos artculos en el que cita a ReLePe como un modo innovador de investigacin

    en poltica educativa- el investigador espaol Puellez Benitez afirma:

    El grado de Pedagoga aspira a formar un pedagogo, no un

    politlogo de la educacin, pero, a diferencia de otras disciplinas

    afines la sociologa de la educacin o la economa de la educacin

    , que han conseguido asentarse en el currculo como saberes

    complementarios, la poltica de la educacin corre el riego de

    desnaturalizarse si no se enraza en la ciencia poltica de la que

    procede. (2013, p. 50)

    En primer trmino, debo sealar que acuerdo con Puellez Benitez en cuanto

    el pedagogo o el graduado en ciencias de la educacin no debe ser un politlogo de la

    educacin. Ahora bien, la pregunta que nos hacemos desde ReLePe es: qu acontece

    cuando, habiendo terminado la graduacin, el graduado quiere convertirse en

    politlogo de la educacin?.

    Es a partir de all que se hace necesario preguntarnos qu es/son la/s poltica/s

    educativa/s. Un campo profesional? Ciertamente lo es. Lo que hace el Estado?

    Tambin. Lo que se estudia para entender la realidad? S, claro que eso tambin lo es.

    Veamos si en este texto podemos dilucidar algunas de estas cuestiones.

    El El El El campocampocampocampo de la de la de la de la poltica educativapoltica educativapoltica educativapoltica educativa

    Nuestro posicionamiento respecto al territorio del cual abreva la poltica

    educativa es que lo hacen fundamentalmente de las ciencias sociales y polticas. Y

    desde all se da uno de los puntos iniciales para comprenderla como campo.

    Entindase que no decimos que proviene de la pedagoga. Sin embargo, incluimos a

    la pedagoga y a las ciencias de la educacin en el campo amplio de las ciencias

    sociales.

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    Aqu es necesario realizar un aclaracin que planteamos a modo de

    afirmacin: el campo terico de la poltica educativa debe gran parte de su

    constitucin a las ciencias polticas. No pareciera arbitrario sostener esta afirmacin,

    considerando los procesos histricos del pensamiento en ciencias polticas como una

    proto-historia hasta la institucionalizacin del campo, y as nos remitimos

    brevemente al surgimiento de la ciencia poltica como campo terico

    institucionalizado, teniendo en cuenta, que, como seala Camina Bada (1996) la

    institucionalizacin se genera por las primeras asociaciones que agrupan a los

    estudiosos y profesionales de esta materia. A lo largo del ltimo tercio del siglo XIX,

    y desde la fundacin por Emile Boutmy de la cole libre des Sciences Politiques en

    1872, surgiendo as en Europa occidental y EEUU instituciones relacionadas con el

    estudio de la ciencia poltica. Los primeros grandes clsicos de la ciencia poltica

    aparecen en EEUU, pero bajo la influencia del pensamiento europeo en lo que se

    podra denominar la proto-historia del campo de las ciencias polticas sosteniendo

    una fuerte relacin con el derecho y la necesidad de ese perodo en tanto

    ordenamiento constitucional de los Estados3, as el nacimiento de la ciencia poltica

    actual se produce a travs de la separacin de los estudios polticos respecto de la

    matriz tradicional del derecho a partir de ciertas publicaciones que fueron hitos en

    las ciencias polticas como Laswell (1951), Easton (1969), Jones (1970), entre otros.

    Ahora bien, en el ao 1948 se marca el hito fundacional en la ciencia poltica:

    a pedido de la UNESCO, se renen en Pars expertos y estudiosos con la finalidad de

    tratar de redefinir y acotar su objeto de estudio. Las deliberaciones concluyen con la

    confeccin de la clebre "Lista Tipo", elaborada bajo una fuerte influencia del

    pensamiento anglosajn. Si bien ella constituye tan slo una mera enumeracin

    pragmtica de temas, sigue siendo a pesar de los sesenta aos de su elaboracin un eje

    de referencia para la elaboracin de marcos tericos y la confeccin de currculas

    3. Vase Cooley, T. M General Principles of Constitutional Law de 1880, o de Burgess, J. Political Science and

    Comparative Constitutional Law de 1890. O los textos de Abbot Lowell sobre el gobierno, Arthur Bentley sobre el

    proceso poltico, los estudios centrales sobre las bases del voto y la comunicacin poltica desarrollados por Lasswell

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    universitarias en relacin a las ciencias polticas, incluyendo el rea curricular de la

    poltica educativa actual en las carreras de pedagoga y ciencias de la educacin.

    I. Teora poltica: a) Teora poltica. b) Historia de las ideas

    polticas.

    II. Instituciones polticas: a) Constitucin. b) Gobierno central. c)

    Gobierno regional y local. d) Administracin pblica. e) Funciones

    econmicas y sociales del gobierno. f) Instituciones polticas

    comparadas.

    III. Partidos, grupos y opinin pblica: a) Partido poltico. b)

    Grupos y asociaciones. c) Participacin del ciudadano en el

    Gobierno y la Administracin. d) Opinin pblica.

    IV. Relaciones internacionales: a) Poltica internacional. b)

    Organizacin y administracin internacional. (UNESCO, 1948, p.

    583).

    En un momento de la reunin se desarroll un acalorado debate. La

    cuestin?: cmo emplear el trmino ciencia poltica en singular o en plural?. Segn

    se observan en las actas de la Segunda Sesin de la Conferencia General en ingls se

    utiliza la expresin en singular, en la versin francesa de las mismas actas se emplea

    en plural. Sin dudas que aqu no estamos ante una mera cuestin gramatical

    Obviamente, el tema no es una simple cuestin de gramtica, pero se refiere

    al contenido del adjetivo "poltico". Segn las actas el trmino "ciencia" no fue menos

    difcil de definir. Fue para ser tomado en el sentido estricto de "conocimientos

    adquiridos verificados por la observacin precisa y pensamiento lgico", o en el

    sentido ms amplio de "la suma de conocimiento relativo a un tema determinado"?

    La adopcin de este ltimo sentido implicaba claramente una ampliacin

    considerable de los temas y abordajes de la investigacin. Finalmente la decisin la

    tom el Directorio de la UNESCO: ciencia poltica en singular (UNESCO, 1950).

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    Es a partir de este perodo que se comienzan a desarrollar en distintas

    universidades latinoamericanas la/s ciencia/s poltica/s como campo de estudio con

    pretensin cientfica, y casi exclusivamente desde el enfoque jurdico-

    institucionalista.

    Esta particularidad hace que la formacin en poltica educativa se centrara

    durante un largo perodo de tiempo sobre la enseanza de la legislacin y con una

    fuerte influencia de los textos emanados de la UNESCO sobre educacin. Eso era

    ensear y aprender poltica educativa en Latinoamrica. En algunos pases se

    incluan normas y leyes, y algunos debates propios del pas pero para estar en la

    punta, en la cresta de la ola se deban leer y aprender los textos de la UNESCO que

    fue el principal asesor sobre polticas educativas con fuerte influencia en

    Latinoamrica hasta entrada la dcada de 1980 que perdi el lugar de gran asesor

    ocupado por la banca internacional, los organismos de crdito y los grupos que se

    desprendan de ellos. En definitiva Latinoamrica cambi de asesor en poltica

    educativa.

    Aqu es necesario sealar que en Latinoamrica se tuvo un alto impacto de la

    corriente francesa de las ciencias de la educacin como campo multidisciplinar pero

    fuertemente centrado en la pedagoga que tomaba como continente las

    humanidades, a esta matriz debemos considerar que se le suma la corriente

    anglosajona con anclaje en la psicologa experimental y la sociologa funcionalista

    (Southwell, 2003) que da como resultado un campo de la poltica educativa con un

    fuerte esquema intervencionista, pragmtico y positivista, propio de la pedagoga

    tradicional humanista.

    Los defensores de la corriente francesa en ocasiones sin saberlo- definen los

    campos de estudio de las ciencias de la educacin como dependientes de la

    pedagoga. Nuestra perspectiva es otra respecto a la poltica educativa, dado que las

    matrices tericas de la poltica educativa devienen de las ciencias sociales y polticas

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    (particularmente del enfoque de las polticas pblicas) y abreva de la pedagoga. Sin

    embargo, si no se analiza su surgimiento histrico se concluye rpidamente que la

    poltica educativa se desprende de la pedagoga, generando, as, una pedagogizacin

    de la poltica educativa. Tambin existe otra posicin, por ejemplo Jimnez Eguizbal

    et al. plantea que:

    Como forma de conocimiento pedaggico, la poltica educativa se

    nos brinda como una nueva atalaya desde la que acceder al

    conocimiento y a la comprensin del fenmeno pedaggico. (2006,

    p. 255).

    En este caso Jimnez Eguizbal et al. (2006) buscas desprenderse de la

    pedagoga. Y plantea que la poltica educativa permite otro ngulo de mirada del

    fenmeno pedaggico. Lo cual es muy interesante porque no niega la pedagoga pero

    le da otro status epistemolgico al campo terico de la poltica educativa, un estatus

    superior, el colega en sus desarrollos se refiere a la ciencia poltica de la

    educacin, claro que yo no acuerdo con esta mirada.

    De este modo hemos planteado el debate de la pertenencia del campo de la

    poltica educativa, sea a) desde la pedagoga en la corriente francesa de la filosofa y

    de las humanidades, b) como campo de las ciencias sociales y polticas o c) como

    espacio autnomo que contribuye a la reflexin de la pedagoga.

    De todos modos no consideramos que aqu se encuentre el eje de la cuestin

    que planteamos en este artculo. Pero, nos permitimos pensar que en esta debilidad

    de pertenencias de campos se encuentra una debilidad pero no del campo de la

    poltica educativa, sino de quienes no tienen claro estos ejes, ya que no se puede

    asumir y reflexionar sobre el campo desde un no lugar, vimos tres lugares posibles

    para pensar el campo y ello genera caminos diversos y en ocasiones opuestos. Con

    esto argimos que existen diferencias en la cotidianeidad de las aulas si partimos de

    una concepcin pedaggica de la poltica educativa, o una concepcin politolgica

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    del campo, o finalmente, una concepcin autnoma. La transmisin del

    conocimiento, la investigacin y la formacin de investigadores depender del punto

    de partida, del ngulo desde donde se posicione quien asuma el rol de docente,

    educador, formador y/o investigador.

    Estas disquisiciones no son menores al momento de la investigacin, del

    estudio, la enseanza o la formacin de investigadores ya que una cuestin

    problemtica que podemos traer al anlisis, tiene que ver con que en cualesquiera de

    los roles asumidos (estudiante, investigador, profesor) deben plantearse a s mismos,

    desde cul de estas posiciones ensean, forman o investigan en poltica educativa.

    Los grandes cambios sociales y polticos han influido e influyen, sin

    duda, sobre el curso de las ciencias sociales, proyectan nuevos

    objetos de estudio e investigacin, cuestionan metodologas que

    parecan consolidadas e, incluso, provocan el retorno al punto cero

    de la epistemologa. En nuestro caso la pregunta epistemolgica es,

    aparentemente, muy simple, como la planteaba Cerroni: es posible

    una poltica como ciencia? O bien, formulada de manera ms

    general: es posible un conocimiento cientfico de la realidad

    poltica?. (Caminal Bada, 1996, p. 27)

    El campo de las El campo de las El campo de las El campo de las polticapolticapolticapolticas educativas s educativas s educativas s educativas

    Aqu nos encontramos con la realidad. Con los procesos polticos, con lo

    poltico, en fin con las polticas educativas. Es decir, con lo que estudia la poltica

    educativa, la poltica educativa estudia las polticas educativas. Ese espacio que, para

    nosotros los investigadores, es difcil de capturar, de aprehender, de indagar. Con

    una multiplicidad de actores (o sujetos o individuos segn el posicionamiento

    epistemolgico que se asuma), de escenarios (o entramados o instituciones, de

    acuerdo al posicionamiento epistemolgico del investigador) de grupos (o redes o

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    coaliciones teniendo en cuenta la posicin epistemolgica), ente otros componentes

    de la multiplicidad del campo de las polticas educativas. Es decir, nos encontramos

    con el swarming4 de la realidad

    Sera un error afirmar que el campo de las polticas educativas es el campo

    real o material y el campo de la poltica educativa es el espacio simblico o subjetivo.

    Acaso en el campo de las polticas educativas no existe espacio simblico y

    subjetivo? O tambin podramos preguntarnos desde el otro punto el campo de la

    investigacin en poltica educativa no es un campo real? Por eso, a pesar de que

    existen investigadores que quieren explicarlo de esa forma, desde mi punto de vista

    no es correcto, en particular porque se pueden plantear las preguntas sealadas

    anteriormente para ambos espacios sociales5.

    No me extender ms sobre esta cuestin ya que es la parte que todos

    conocemos y acordamos rpidamente en su definicin, es decir cuando hacemos

    referencia a las polticas educativas nos referimos a aquello que sucede en la realidad.

    Del mismo modo, en ocasiones se expresa que es en el territorio de las

    polticas educativas que se da el espacio de lucha, as me permito preguntarme: qu

    acontece cuando hacemos investigacin? acaso no ser ese el espacio de lucha que

    nos onde a los investigadores?. Bourdieu, tena muy claro esta cuestin a tal punto

    que poco antes de su muerte se estren el film Bourdieu. La sociologa es un deporte

    de combate un documental de Pierre Carles que fue parte de la Muestra de

    Documentales del 12 Festival de Cine Europeo en Bolivia. Y que de algn modo se

    llev a cabo en un homenaje al modo de hacer investigacin de Pierre Bourdieu6. El

    ttulo del documental surge de una entrevista radial al socilogo cuando le preguntan

    `qu es la sociologa a lo cual Bourdieu responde:

    4. Se emplea la categora de swarming por el desarrollo realizado en Tello (2014)

    5. Entiendo las polticas educativas y la investigacin en poltica educativa como la construccin social de la realidad.

    6. El film cuenta principalmente presenta entrevistas realizadas al socilogo, conferencias y filmaciones realizadas en

    el propio lugar de trabajo del autor.

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    El socilogo, como todos los cientficos sociales, busca entender

    regularidades, es decir definir los principios por qu la gente hace

    lo que hace?. Lo que el mundo social hizo, el mundo social, armado

    de ese saber, puede deshacerlo y para eso est la sociologa, es como

    si fuera, o debera ser, al menos para m: un deporte de combate.

    Pero no por el mero hecho de hacer deporte. Se combate por

    incomodidad, por injusticia. Por ejemplo yendo a lo que yo hago,

    me pregunto: por qu, por ejemplo, los hijos de profesores tienen

    ms xito que los de obreros? Por qu? quiere decir: Por qu

    razn es as?, por qu esto es as?, por qu esto es as en la

    sociedad y no de otra manera?. (Film Bourdieu. La sociologa es un

    deporte de combate, 2001)

    Ahora bien, voy a abandonar los prolegmenos y hacer la pregunta que pens

    desde el comienzo de este apartado y que quiz no deje a muchos contentos. Nunca

    se puede dejar a todos contentos. No busco dejar a todos contentos, solo escribir lo

    que pienso. En fin, qu es para nosotros la investigacin en poltica educativa?. Para

    algunos ser un cmodo partido de golf que juega mientras toma un martini seco,

    respondiendo preguntas polticamente correctas. Para otro ser describir lo que

    sucede en las polticas educativastampoco es muy incmodo describir en fin

    espero que seamos muchos los que entendamos la investigacin en polticas

    educativas -parafraseando a Bourdieu- como un deporte de combate.

    Porque hacer investigacin tambin puede ser combatir, puede ser

    transformar la realidad.

    La La La La ppppoltica educativaoltica educativaoltica educativaoltica educativa y las y las y las y las polticapolticapolticapolticas s s s eeeeducaducaducaducativastivastivastivas

    Existen mltiples dificultades para entendernos entre los investigadores en

    poltica educativa respecto a qu nos referimos con poltica/s educativa/s. Es

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    necesario sealar que en general nos entendemos cuando hablamos de Teora

    Poltica, Teora de la educacin, Epistemologas de las ciencias, Teora

    sociolgica entre tantos otras categoras. Sin embargo cuando hablamos de poltica

    educativa emergen mltiples concepciones, y en pocas ocasiones se la vincula al

    campo terico. Y la respuesta se puede comenzar a hilvanar desde su propia matriz

    histrica al considerar que el campo de la poltica educativa desde sus inicios en

    Latinoamrica surge como un campo eminentemente profesional, y as, el

    profesional en poltica educativa deba intervenir hacia la dcada de 1950- como

    gestor, como administrador, como planificador, entre otros. Esto llev a priorizar el

    escenario de intervencin del profesional en poltica educativa en detrimento de la

    profundizacin terica, analtica y epistemolgica de los instrumentos para pensar la

    realidad. Por s mismo no es negativo, la dificultad acontece cuando, con el tiempo,

    se lo piensa y nombra como un campo eminentemente profesional. Tomemos por

    caso un campo eminente profesional: la ingeniera en construcciones alguien podra

    decir que no posee una dimensin terica? O, como plantean otros, las cuestiones

    tericas del campo de la poltica educativa es para intelectuales. Imaginen si solo

    los intelectuales se dedicarn a la dimensin terica de la ingeniera en

    construcciones. cuntos puentes se caeran? cuntos edificios se derrumbaran?

    Acaso no viene aconteciendo eso con la/s poltica/s educativa/s en los ltimos 50

    aos: cadas, derrumbes, desorientacin?

    Muy a menudo, en nuestra regin, se escuchan frases tales como los

    investigadores debe dedicarse a debatir como sigue impactando el neolibarlismo en

    nuestra regin no importa la teora, la cuestin clave para los que hacemos

    investigacin en educacin es el derecho a la educacin, entre tantas otras frases

    que se oyen. Sin embargo, y aunque parezca algo que nadie discutira, esos anlisis se

    realizan desde determinados posicionamientos y no desde otros, con determinadas

    herramientas y no con otras. Hacerlo desde esos lugares construye sentidos, sentidos

    de comprensin. Sentidos de comprensin subjetiva sobre aquello que debe hacer o

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    indagar un investigador en polticas educativas. Sentidos acerca de cmo acontecen

    los hechos socio-polticos educativos. Sentidos que en ocasiones se contraponen y

    obturan el desarrollo del pensamiento. Porque otros dicen que es lo importante.

    Otros dicen pero desde el surgimiento del campo de la poltica educativa es que no

    se encuentra el rumbo. En consecuencia, creemos que el detrimento de los aspectos

    tericos en poltica educativa en pos de un supuesto perfil profesional es un grave

    error que solo conduce a establecer el campo, como campo sin reflexin. Nos

    conduce a encontrarnos con profesionales, expertos y tcnicos en poltica educativa.

    alguien ha visto un politlogo de la educacin?. De hecho se podr observar que

    esta palabra es muy poco empleada en la academia latinoamericana. Acaso, despus

    de graduarse y realizar la posgraduacin especializndose en poltica educativa uno

    no se convierte en un politlogo de la educacin por qu no se emplea ese trmino?.

    Como habrn notado hemos empleado el trmino poltica educativa en

    singular y polticas educativas en plural. La primera aclaracin conceptual la

    planteamos a fines de distinguir los estudios sobre la poltica educativa (lo que

    denominamos campo terico o epistemologas de las polticas educativas), y las

    polticas educativas (aquellas que hacen referencia especfica a la gestin, toma de

    decisiones y accin poltica). Max Weber (1991, p. 83 [1918]) en El poltico y el

    cientfico, sostuvo con nfasis la clara diferenciacin que distingue a las tomas de

    posicin poltica (polticas educativas en plural) del anlisis cientfico de los

    fenmenos polticos (poltica educativa en singular).

    En ocasiones se comete el error de definir el campo de la poltica educativa

    vinculada a adjetivaciones o a la realidad poltica. Y esta dificultad es una carga que

    tenemos los investigadores latinoamericanos de la escuela americana con una

    definicin muy empleada en nuestras investigaciones. Nos referimos aqu a las

    politics y a las policy, que para los no anglo-parlantes son categoras que como afirma

    Cox (2006, p. 3) no se puede recuperar el sentido del segundo trmino si no es

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    especificando polticas sectoriales. Por tanto intentar definir la poltica educativa

    desde estas categoras genera confusin en las regiones que deben realizar la

    traduccin (es el caso de los pases hispano-parlantes de Latinoamrica, tampoco

    existe un modo de traducir esas categoras al portugus, francs, alemn o italiano).

    Esta cuestin no es menor para nosotros que intentamos analizar y estudiar el

    campo terico de la poltica educativa, dado que, tal como seala Yehezkel Dror

    (1982, p. 33) la falta de una diferencia entre politics y policy en un gran nmero

    de idiomas, crea un gran problema en el desarrollo del anlisis de polticas en

    muchos pases. Al mismo tiempo, la falta de esta diferencia seala realidades y

    percepciones descuidadas en el anlisis de polticas [] (el nfasis es mo).

    Siguiendo los postulados de Nohlen (2003) las tres dimensiones de las

    polticas que, debido a limitaciones idiomticas, ni en portugus ni en castellano

    podemos diferenciar conceptualmente bien: polity, politics y policy (en ingls), o sea

    la forma, el proceso y el contenido de las polticas. En este sentido el autor plantea

    un ejemplo refirindose a la cuestin de la democracia y explica que para que el

    investigador, para nosotros investigadores en polticas educativas, conozca la

    categora de democracia se deben atravesar tres momento: como forma: polity, como

    proceso: politics y las condiciones internas que llevan a las democracias como

    resultado: policy. Aqu debemos comprender inicialmente que ninguna de las tres

    designa el campo terico y epistemolgico de la poltica educativa. A diferencia de lo

    que podra suceder si mencionamos las ciencias polticas, en su propia

    categorizacin de ciencias pareciera encontrarse el trasfondo terico y

    epistemolgico de las ciencias polticas y de la cual abreva la poltica educacional.

    Siguiendo a Ana Vitar (2006, p. 26) No debemos confundir los procesos

    polticos y sociales con las herramientas para pensarlos. As podemos afirmar que en

    trminos de la academia americana nos estaramos refiriendo a la science policy of

    education, ms all de que la consideremos una ciencia o no, cualquier otra

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    traduccin que se quiera realizar del campo de la poltica educativa, es desde mi

    punto de vista: es errneo. Sea politics of education, policy, etc.

    En definitiva debemos considerar, teniendo en cuenta la historia del campo,

    lo que se denomin en EE. UU el enfoque del anlisis de las polticas pblicas que

    surge en los aos de las posguerra en este pas, con la obra editada por Lerner y

    Lasswell en 1951 con el ttulo de The policy sciences: recent developments in scope

    and method. En fin, estamos planteando que a los fines tericos-analticos el uso de

    poltics y policys tal como se emplea en USA y Gran Bretaa y en algunos pases

    como Francia y Alemania (aunque la categora es confusa en estos pases por su

    traduccin) puede traer serias dificultades si no se explican y debaten estas

    cuestiones. Y que las epistemologas de la poltica educativa se acercan a lo que se

    entiende como el enfoque del anlisis de las polticas pblicas en su perspectiva

    analtica ms que en su definicin normativa. Esto es muy importante ya que

    podemos definir, analizar y observar el campo terico de la poltica educativa, en

    trminos de Bonetti (en prensa) desde una perspectiva cultural etnocntrica y ese

    anlisis se ver obstaculizado en trminos epistemolgicos por una cuestin de

    lenguaje.

    La La La La ppppoltica oltica oltica oltica eeeeducaducaducaducativa: ciencia o disciplina?tiva: ciencia o disciplina?tiva: ciencia o disciplina?tiva: ciencia o disciplina?

    En tiempos de no demarcacionismo epistemolgico no considero necesario

    tener que demostrar que la poltica educativa es una ciencia o una disciplina. Ms

    bien prefiero denominarla como un campo terico. Un campo terico que estudia las

    polticas educativas.

    Ahora bien, debemos considerar que por ms que se desarrolle una disciplina,

    una asignatura o una materia de poltica educativa, para definir el campo en

    trminos tericos lo debemos hacer como campo rizmatico con mltiples

    atravesamientos tericos. Podramos pensar en la posibilidad de definir algunos

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    Tello, C. (2015). La/s poltica/s educativa/s. Campo terico, campo de intervencin y la preocupacin tica en la investigacin. Curso de Posgrado. UNLP-ReLePe. Buenos Aires, pp. 1-29

    rasgos de las epistemologas de la poltica educativa pero nunca considerar que se

    podra definir la teora de la poltica educativa entendida esta ltima como una

    reduccin epistemolgica, dado que los planteos epistemolgicos actuales no

    requieren de la demarcacin disciplinar, lo cual responde ms bien a estudios y

    concepciones clsicas desde la epistemologa que distingua por ejemplo: ciencia-

    pseudociencia-disciplina, entrando en el falso camino del cientificismo; por el

    contrario, asumimos en el sentido de Wallerstein (1999), una postura a favor de la

    ciencia y el conocimiento y en contra del cientificismo.

    Nuestras premisas consisten en considerar, por un lado, que la poltica

    educativa como campo terico se define a partir de la perspectiva y el

    posicionamiento epistemolgico de quien la interprete o caracterice y, por otro lado

    que esa definicin con un determinado posicionamiento epistemolgico responde a

    una episteme de poca. Con esto decimos, no existen caracterizaciones universales de

    la poltica educativa como campo terico y de su objeto de estudio. Dado que el

    objeto de estudio de la poltica educativa se construye de un modo que no es neutral,

    as el propio desarrollo histrico del campo terico va definiendo nuevos objetos de

    estudio o transformando el existente a modo de lo que Khun denomin como

    paradigma y del contexto en el que se define el objeto de estudio de la poltica

    educativa, en trminos de Foucault, como una episteme de poca.

    La La La La poltica educativapoltica educativapoltica educativapoltica educativa como campo terico y su objeto de estudio: lo polticocomo campo terico y su objeto de estudio: lo polticocomo campo terico y su objeto de estudio: lo polticocomo campo terico y su objeto de estudio: lo poltico

    El xodo no es nostalgia, pero considerar al Estado-nacin como un refugio s es nostlgico. El xodo no es un retroceder, sino un salir de la tierra del faran; la tierra del faran fue hasta hace una o dos generaciones el Estado-nacin, hoy la tierra del faran es el Estado mundial y los Estados nacionales son como caparazones vacos, como cajas vacas y, por eso, sobre ellos se hace una carga emotiva que, naturalmente, es muy peligrosa, porque corre el riesgo de

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    Tello, C. (2015). La/s poltica/s educativa/s. Campo terico, campo de intervencin y la preocupacin tica en la investigacin. Curso de Posgrado. UNLP-ReLePe. Buenos Aires, pp. 1-29

    transformarse antes o despus en xenofobia o, de todas maneras, en una actitud rabiosa y subalterna al mismo tiempo: rabia y subalternidad juntas, base de los distintos fascismos postmodernos. (Virno, 2006, p. 34).

    El objeto de estudio de la poltica educativa es, como dijimos, las polticas

    educativas en tanto la propia realidad socio-educativa, en sus mltiples dimensiones;

    debemos considerar que los diversos enfoques epistmicos generan en s, un objeto

    en permanente construccin (Galindo Cceres, 1999). Esto es, los ngulos de anlisis7

    de la realidad socio-educativa le permiten al campo terico de la poltica educativa la

    construccin desde diversos ejes que confluirn en su objeto, por ejemplo el Estado,

    la jurisprudencia, la micropoltica, el discurso poltico, los debates polticos, la

    gobernabilidad educativa, el derecho a la educacin, entre otros. Burch (2009),

    oponindose a la definicin clsica del objeto de estudio de la poltica educativa

    como accin de un Estado, explica que cada vez se hace ms difcil sostener el

    modelo tradicional del objeto de estudio de la poltica educativa dado que el campo

    est cada vez ms congestionado: nuevas relaciones y nuevas formas de relacin

    estn siendo establecidas en la poltica y en relacin con ella. Y afirma que los

    lmites entre Estado, economa y sociedad civil son cada vez ms imprecisos

    explicando que existe una multiplicidad de voces que intervienen en los dilogos en

    torno a la poltica y nuevos conductos por los que se incorpora el discurso al debate

    de ideas sobre el tema. Como afirma Ball (2011, p. 11) Hoy en da, la poltica

    educativa y social dentro del gobierno se piensa, se hace y recibe influencias en

    muchos sitios diferentes, y la comunidad que constituye la poltica educativa es cada

    vez ms diversa e inestable (el nfasis es mo) lo cual implica un pasaje del

    desarrollo de relaciones que suponen reciprocidad e interdependencia en

    contraposicin a jerarqua e independencia (Peterson, 2003, p. 1. Citado en Ball,

    7. Tambin podramos considerar estos ngulos de anlisis como mediaciones segn los objetos de estudio que se

    pretenda indagar. La categora de mediaciones las desarrollo en Tello (2014)

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    Tello, C. (2015). La/s poltica/s educativa/s. Campo terico, campo de intervencin y la preocupacin tica en la investigacin. Curso de Posgrado. UNLP-ReLePe. Buenos Aires, pp. 1-29

    2011). Con esto decimos que claramente existen mtodos de anlisis de las polticas

    educativas centradas en el Estado, sin embargo al encontrarnos con una nueva

    configuracin estatal esos mtodos o abordajes de anlisis deben se renombrados o

    nombrados sin supremaca del Estado. Es decir, si el objeto de estudio de la

    investigacin se toma al Estado como eje entonces realizar una investigacin desde

    un enfoque centrado en el Estado. Pero eso no implica que el objeto de estudio de la

    poltica educativa sea la accin del Estado. Desde mi perspectiva es una reduccin

    del campo terico. Ms an, si un investigador decide centrarse en la acciones del

    Estado debe asumir los otros componentes de las mediaciones polticas que no sern

    investigadas.

    En mi caso particular voy a coincidir con Whitty y Edwards (1994, p. 15)

    cuando plantean que es necesario darse una definicin de poltica educativa,

    asumiendo de algn modo el planteo de Jennings (1977) al resear que lo poltico es

    producto de una decisin: la suma de innumerables decisiones

    El objeto de estudio de la poltica educativa es la toma de decisiones (o no

    toma de la mismas) en el mbito y dimensin educativa de los diversos actores que la

    constituyen.

    Ahora bien, claramente los actores del mbito educativo toman innumerables

    decisiones individuales y/o colectivas, decisiones en diversos niveles de un sistema

    educativo, decisiones acompaadas o que se resisten o que son resistidas. Decisiones

    que emplean el poder conjunto o individual; decisiones mediadas por rganos de

    gobiernos en niveles macro o micro poltica, etc. Podemos comenzar a configurar

    diversos escenarios, innumerables escenarios, que, ahora s, podemos situar como

    escenarios que se convierten en objetos de estudios de las investigaciones y no del

    campo terico de la poltica educativa.

    As es necesario distinguir los ngulos de estudio de este complejo y

    rizomtico objeto de estudio, por ejemplo: polticas curriculares, polticas docentes,

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    Tello, C. (2015). La/s poltica/s educativa/s. Campo terico, campo de intervencin y la preocupacin tica en la investigacin. Curso de Posgrado. UNLP-ReLePe. Buenos Aires, pp. 1-29

    polticas de financiamiento etc., que se pueden observar a travs del ejercicio del

    poder del gobierno, de actores sindicales, docentes, tcnicos, etc, en los niveles

    micro, meso y macro del sistema educativo o en su interrelacin entre ellos.

    Debemos considerar que el enfoque racional del Estado moderno asumi para

    s el ejercicio y la decisin poltica como en una lnea de arriba hacia abajo. Pero

    hay tomas de decisiones que van ms all de las decisiones de un gobierno, existen

    decisiones ms all de las que toma un gobierno estatal.

    Aqu tenemos un dilema: necesitamos definir el objeto de estudio de la

    poltica educativa a los efectos de organizacin del campo o podramos sealar que

    no es posible definirlo, a no ser que la intencin sea operativa y estratgica como lo

    han planteado Whitty y Edwards y as establecer que la poltica educativa tendr

    como objeto de estudio solo la decisiones que se toman desde los gobiernos estatales.

    De todos modos siempre habr arbitrariedad manifiesta en cualquier definicin del

    objeto de estudio de la poltica educativa porque siempre se lo hace desde un

    posicionamiento como lo hago con la definicin que he construido. De todos modos

    considero que existen definiciones ms del objeto de estudio del campo de la poltica

    educativa ms slidas y argumentadas y debo decir que: definir el campo de estudio

    de la poltica educativa solo por las acciones del Estado me parece un reduccionismo.

    Bowe et. al. (1992) advierten sobre la dificultad de comprender y analizar las

    polticas educativa de un modo verticalista, as Raab (1994) explica que el Estado

    debe comprenderse como un componente ms de la compleja trama de las polticas

    educativas. En este sentido al reflexionar sobre el referencial terico de Sabatier,

    Deubel plantea que:

    La unidad de anlisis no puede limitarse a la estructura

    gubernamental, sino a un subsistema de poltica. Este subsistema,

    como parte del sistema poltico, est compuesto por una variedad de

    actores, pblicos y privados, que estn activamente implicados o

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    Tello, C. (2015). La/s poltica/s educativa/s. Campo terico, campo de intervencin y la preocupacin tica en la investigacin. Curso de Posgrado. UNLP-ReLePe. Buenos Aires, pp. 1-29

    interesados en un problema de poltica o en una controversia.

    (Deubel, 2008, p. 82).

    La organizacin del campoLa organizacin del campoLa organizacin del campoLa organizacin del campo de la poltica educativade la poltica educativade la poltica educativade la poltica educativa en el proceso de en el proceso de en el proceso de en el proceso de

    investigacininvestigacininvestigacininvestigacin

    Como un modo de aproximacin general que englobe las diversas

    multiplicidades para la caracterizacin del objeto de estudio de la poltica educativa,

    nos atrevemos a considerar que el objeto de estudio de la poltica educativa es lo

    poltico, en tanto suceso, fenmenos, acontecimientos y procesos que devienen de la

    realidad socio-educativa. As, es necesario definir qu entendemos por lo poltico.

    Nuestra posicin se sita en el origen de la humanidad, cuando el primer homnido

    se encontr con otro homnido se reconocieron, acordaron, confrontaron, definieron

    estructura, crearon instituciones para gobernarse, se representaron el uno al otro,

    etc. En fin, lo poltico no son las polticas. Claro, lo poltico constituye las polticas.

    Lo poltico no son las leyes, el Estado, el gobierno, la escuela. All se pueden analizar,

    en trminos de investigacin terica a las polticas. Pero sin lo poltico (que no son la

    escuela, las leyes, el Estado) se desvanecen las polticas.

    Otra de las cuestiones que se deben tener en cuenta son las mediaciones para

    investigar sobre el campo de la poltica educativa como campo terico, esto es sobre

    lo poltico. Las mediaciones para abordar lo poltico pueden ser la escuela, las leyes,

    el Estado, etc. Con esto digo: el objeto de estudio de la poltica educativa es lo

    poltico en trminos educativos y no las mediaciones. Las mediaciones se pueden

    constituir en objetos de estudio de las indagaciones de los investigadores para

    comprender lo poltico en el recorte realizado en su investigacin.

    Desde esta perspectiva debemos situar el objeto de estudio de la poltica

    educativa como campo terico en una episteme de poca, la cual variar junto con

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    Tello, C. (2015). La/s poltica/s educativa/s. Campo terico, campo de intervencin y la preocupacin tica en la investigacin. Curso de Posgrado. UNLP-ReLePe. Buenos Aires, pp. 1-29

    las mediaciones que permiten el estudio de lo poltico en tanto suceso, fenmenos,

    acontecimientos, estructuras y procesos que devienen de la realidad socio-educativa.

    En esta lnea de anlisis consideramos que el estudio de la poltica educativa

    como campo terico supone algn acuerdo respecto a aquello que se valora en el

    campo: Los que participan en la lucha contribuyen a reproducir el juego, al

    contribuir, de manera ms o menos completa segn los campos, a producir la

    creencia en el valor de lo que est en juego. (Bourdieu 2000, p. 122). Esta

    conceptualizacin bourdieana permite sealar la existencia de un campo como el

    conjunto de prcticas, sentidos, mecanismos regulatorios, etc. que se estructuran en

    torno a las actividades que desarrollan las instituciones, en el caso de este trabajo,

    particularmente las instituciones universitarias y los actores que participan del

    campo de la investigacin en poltica educativa.

    Ahora bien, con la definicin hilvanada anteriormente se podra sostener que

    cualquier estudio o investigacin es poltica, dado que lo poltico est presente en

    el quehacer humano. Sin embargo a los efectos de la organizacin del campo se hace

    necesario establecer al menos, en trminos de episteme de poca, que existen ciertos

    lmites, claro est: nunca fijos, sino porosos que de algn modo y a partir de los otros

    campos de estudio establecen un espacio de estudio del campo de la poltica

    educativa, y como un modo, claramente artificial de acordar sobre qu hablamos y

    estudiamos, y que en trminos de organizacin del conocimiento resulta

    imprescindible pader nombrar. As el campo terico de la poltica educativa se puede

    organizar en estudios sobre a) polticas docentes, b)polticas de financiamiento

    educativo c)polticas de desarrollo curricular d)polticas de gobierno del sistema

    educativo e)polticas de reforma educativa f)polticas de evaluacin educativa

    g)polticas universitarias h) estudios de micropoltica educativa (etnogrficas)

    i)Poltica y legislacin del sistema educativo j)Poltica educativa comparada y se

    podran agregar ms.

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    Tello, C. (2015). La/s poltica/s educativa/s. Campo terico, campo de intervencin y la preocupacin tica en la investigacin. Curso de Posgrado. UNLP-ReLePe. Buenos Aires, pp. 1-29

    Entendiendo que esto no es ms que una construccin arbitraria y organizada

    por quienes constituimos el campo como investigadores.

    IIIInvestigacin en nvestigacin en nvestigacin en nvestigacin en poltica educativapoltica educativapoltica educativapoltica educativa: reflexividad tica, justicia social y : reflexividad tica, justicia social y : reflexividad tica, justicia social y : reflexividad tica, justicia social y

    produccin del conocimiento con el oprimidoproduccin del conocimiento con el oprimidoproduccin del conocimiento con el oprimidoproduccin del conocimiento con el oprimido

    En primer lugar considero que la pregunta por la produccin de conocimiento

    en poltica educativa es precisamente una pregunta poltica que deviene en la

    pregunta por la justicia social. En este sentido Linch (en Gewirtz, 2007) expresa una

    preocupacin, -que Gewirtz (2007, p. 7) explica como ausencia de reflexividad tica

    en la investigacin- y la denomina relativo silencio sobre los valores. En este

    sentido el Enfoque de las Epistemologas de la Poltica Educativa se asume en su

    centralidad, en su ncleo como una epistemologa de los valores: de la justicia social.

    Linch argumenta que la mayora de las investigaciones asume un dominio

    normativo positivista o posmoderno (citado en Gewirtz, 2007, p. 9). Podramos

    plantear segn las argumentaciones que venimos construyendo: dogmtico o

    eclctico donde la investigacin se convierte en mera descripcin y que en ocasiones

    se traduce en ausencia de posicionamiento del investigador.

    Y as, argumentamos tambin, que no pensamos en aquella justicia social

    sobre la que se ha teorizado en los ltimos cien aos, unas teoras de las justicia social

    liberal, impulsada particularmente por las reflexiones de John Rawls. Por el

    contrario asumimos la justicia en trminos del otro. Para Levinas (1980), la

    singularidad de las relaciones humanas sostiene la trascendencia en la presencia del

    otro, que a travs del lenguaje y con un rostro propio adviene por su singularidad8,

    imposible de reducir a una totalidad, al conocimiento neutral como creen los

    positivistas o al conocimiento dogmtico como creen los investigadores cegados. Solo

    8. Para Rawls la tesis de la prioridad del principio de libertad supone la interpretacin de la libertad

    como valor absoluto y, consecuentemente, la interpretacin de la necesidad como valor relativo.

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    Tello, C. (2015). La/s poltica/s educativa/s. Campo terico, campo de intervencin y la preocupacin tica en la investigacin. Curso de Posgrado. UNLP-ReLePe. Buenos Aires, pp. 1-29

    el acontecer original de la significacin (Levinas, 1980, p. 181), desde mi

    perspectiva, es loable de investigacin. Pues, el resto, es mera descripcin con un

    silencio de valores.

    Esta ausencia de valores en trminos de posicionamiento en la produccin de

    conocimiento en poltica educativa implicara un definicin de justicia social

    vinculada a la epistemologas de la poltica educativa como aquella que sostiene

    Rawls (2000): un asunto meramente privado, dado que siguiendo sus

    argumentaciones cada cual tendra la libertad de emplear sus bienes materiales y

    simblicos como quisiera, ms all de las consecuencias sociales de ello. Sin duda que

    para Rawls existen ciertos lmites normativos. Obteniendo de este modo una

    produccin de conocimiento individualista, capitalista y produccionista, donde el

    sentido del otro y la reflexividad tica de la investigacin pueden o no estar

    presentes y enunciadas.

    Tambin es necesario considerar que la produccin de conocimientos en

    poltica educativa en Latinoamrica posee una fuerte influencia de las corrientes

    anglosajonas. En este sentido Rodolfo Kusch plantea que en Latinoamrica no slo:

    No se hace filosofa, sino tambin [] se imita el pensar occidental

    a pie juntillas [] simplemente Occidente no tiene un instrumental

    adecuado para pensar a nivel filosfico el estar que caracteriza

    nuestro vivir. (1976, p. 155)

    As, la justicia social eurocntrica y liberal posee en trmino de Souza Santos

    (2006) una invisibilidad de la injusticia social latinoamericana. Intervenir, pensar y

    comprender desde la produccin de conocimiento en poltica educativa es con los

    otros y no para los otros. Intervenir es intentar escribir el texto que se presenta como

    inamovible hasta llevarlo a los lmites de la sangre y el hedor latinoamericano.

    Construyendo escenarios donde los caminos de lo necesario se muestran como lo

    imposible. As, la intervencin se reinscribe en la medida que la pregunta poltica

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    Tello, C. (2015). La/s poltica/s educativa/s. Campo terico, campo de intervencin y la preocupacin tica en la investigacin. Curso de Posgrado. UNLP-ReLePe. Buenos Aires, pp. 1-29

    pueda escribir nuevos relatos con otros, donde nuevamente el otro se presenta como

    lugar de legitimidad en la realidad social latinoamericana. De algn modo podramos

    pensar la justicia en trminos de las ausencias. Quines estn ausentes en nuestras

    investigaciones? acaso las agendas de investigacin en nuestros mbitos acadmicos

    no provienen de una lista de temas que estn de moda?

    Sin dudas que con la concepcin de justicia social nos enfrentamos a la

    concepcin eurocntrica que declara su carcter universal. Con todos los riesgos que

    esto implica para las diversas regiones y contextos del mundo. En trminos de

    Bonetti (2015) se asumira de este modo un carcter etnocntrico y endogmico de la

    concepcin para todo el mundo. En este sentido Symington y Henao explican que:

    La performatividad y las funciones especficas que ejerce una

    determinada forma de justicia en una comunidad dan la percepcin

    como si un modelo de justicia fuera a-histrico (como si siempre

    hubiera sido el mismo), cuando la historia nos muestra

    precisamente lo contrario (2011, p. 88).

    En este sentido podramos preguntarnos si indagar acerca de la justicia social

    en poltica educativa es un posicionamiento. Para Nancy Fraser (2008) sera ms

    apropiado emplear la categora de poltica de reconocimiento; para Stephen Ball

    (2006) la conceptualizacin ms apropiada sera el estudio del poder y los modos en

    que la opresin puede funcionar de formas variadas; o en trminos de Habermas

    (1989) desde una pragmtica universal y moderna podramos establecer la teora

    intersubjetiva, donde el otro ocupa un lugar central para la comunicacin de iguales.

    En otro sentido Gewirtz y Cribb (2011) explican que en la investigacin en

    polticas educativas existen mltiples facetas acerca de la justicia social y, esas

    facetas, en ocasiones se encuentran en tensin entre s: a. justicia distributiva b.

    cultural y, c. asociativa.

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    Tello, C. (2015). La/s poltica/s educativa/s. Campo terico, campo de intervencin y la preocupacin tica en la investigacin. Curso de Posgrado. UNLP-ReLePe. Buenos Aires, pp. 1-29

    La justicia distributiva, por un lado se puede referir a los clsicos enfoques de

    Rawls y tiene que ver con cmo los bienes se distribuyen en la sociedad o en

    trminos de Nancy Fraser que incluye la preocupacin por la justicia econmica. Por

    su parte, la justicia cultural es definida en trminos de dominacin cultural, no

    reconocimiento o falta de respeto. Y la justicia asociativa se plantea en trminos de

    Power y Gewirtz (2001) en cuanto los sujetos no participan activamente de la toma

    de decisiones.

    Por tanto nos preguntamos desde nuestro rol de investigadores cuntas

    justicias sociales existen? Qu justicia social tomar como objeto de estudio?. Sin

    dudas que existen mltiples posicionamiento al respecto y el problema de una

    investigacin que indague acerca de la justicia social es que su posicionamiento no

    sea explcito. Porque no har otra cosa que legitimar la injusticia.

    Salir de s es ocuparse del otro: hacia una epistemologa del oprimido.

    Levinas (1906-1995) realiza un desarrollo perifrico acerca de la justicia.

    Especficamente centrado desde el otro. Y es desde all donde comenzamos a pensar

    esta categora acuada por Romo (2006): la epistemologa del oprimido. La

    epistemologa del oprimido, para este autor, lee el mundo con la mirada del

    oprimido, la epistemologa de la poltica educativa latinoamericana como poltica

    educativa en clave de justicia social no podra dejar de posicionarse en ese lugar. Lo

    que muchas veces se observa en investigaciones sobre polticas educativas es que se

    desarrollan polticas educativas PARA el oprimido y no DEL oprimido.

    Para Levinas se debe pasar del no matars al no dejars morir que en

    trminos de produccin de conocimientos se traduce como una simultaneidad de

    actividad y pasividad (Levinas, 1980, p. 62).

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    Tello, C. (2015). La/s poltica/s educativa/s. Campo terico, campo de intervencin y la preocupacin tica en la investigacin. Curso de Posgrado. UNLP-ReLePe. Buenos Aires, pp. 1-29

    Por tanto, pensar la poltica educativa ya sea en el campo de la investigacin

    como en la accin poltica educativa para el oprimido por ms salvadora y

    redentora que parezca no es ms que posicionarse en una antropotica de la injusticia

    y la legitimacin de una cultura dominante. Por el contrario la poltica educativa

    DEL oprimido, se posiciona como poltica educativa para la justicia socio-educativa,

    que est en busca de la perspectiva del oprimido, de esa mirada que ve el mundo,

    epistemolgica y polticamente, como un espacio del s mismo CON el otro. El ser

    humano no puede pensar (se) solo, sin los otros. En ese sentido, existe un pensamos

    que establece al pienso.

    Tenemos que ir detrs de la ciencia del oprimido, de la msica del oprimido,

    de la literatura del oprimido, no solamente por generosidad y compromiso poltico

    con los desarrapados del mundo, sino tambin, por clarividencia epistemolgica y

    necesidad ontolgica de realizacin de nuestra humanidad. (Romo, 2006, p. 11). En

    este sentido para Lvinas ser humano es pensar, no slo estar vivo de un modo

    determinado; pero pensar es aceptar una libertad semejante y exterior a la ma

    ConsideracionesConsideracionesConsideracionesConsideraciones finalesfinalesfinalesfinales

    En estas notas finales queremos sealar que la traspolacin de problemticas

    forneas y una tendencia a la subalternidad latinoamericana no promueve la

    atencin a las realidades regionales. Como afirma Lander (2000, p. 3)

    El pensamiento poltico y social sobre este continente ha estado

    atravesado histricamente por una tensin entre la bsqueda de sus

    especificidades y miradas externas, que han visto estas tierras desde

    la ptica reducida de la experiencia europea.

    Por tal, dejarnos interpelar por la realidad latinoamericana es comenzar a

    buscar caminos alternativos legitimados, no por otros, sino por el sentir de nuestra

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    Tello, C. (2015). La/s poltica/s educativa/s. Campo terico, campo de intervencin y la preocupacin tica en la investigacin. Curso de Posgrado. UNLP-ReLePe. Buenos Aires, pp. 1-29

    propia tierra. Esto significa que la mirada y epistemologa latinoamericana no

    consiste slo en pensar y hacer una lista de los problemas que los pases centrales no

    tienen, sino asumir la responsabilidad que los problemas latinoamericanos requieren

    de un abordaje diferente, donde la sensibilidad intelectual y la capacidad de estar

    atento son fundamentales.

    El pensamiento latinoamericano lo situamos, en nuestro caso, para el campo

    de las polticas educativas en una afirmacin de Ingrosso de hace treinta y cinco

    aos, pero que se convierte en una afirmacin actual, segn el estado del campo que

    venimos describiendo:

    Ningn aparato conceptual nunca sirvi para aprehender la

    racionalidad y el desarrollo de los acontecimientos sociales en

    nuestros pases: hasta hace unos aos, una dcada o poco ms, las

    ciencias en Amrica Latina se hallaban en una situacin de casi

    completa dependencia respecto a las norteamericanas y europeas...

    Se copiaban casi acrticamente fines, interpretaciones, anlisis e

    instrumentos metodolgicos de las ciencias sociales occidentales,

    con adaptaciones de escasa importancia a la realidad

    latinoamericana (Ingrosso, 1973, p. 18).

    Ahora bien, siguiendo la lnea de Boaventura De Souza Santos (2006),

    asumimos la categora de Mundializacin Alternativa, esto es, no ignorar per se la

    potencia de pensadores de otras regiones. El rechazo a la colonialidad del saber no

    consiste en ignorar la potencialidad de ideas, sino en pensar o resolver problemas

    que son de otras regiones. Esa es la clave de la epistemologa de la poltica educativa

    latinoamericana, dejar que la miseria, el analfabetismo, y las imposibilidades

    educativas nos invadan para fortalecer el conocimiento sensible y asumir la mirada

    del oprimido (Romo, 2006).

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    Tello, C. (2015). La/s poltica/s educativa/s. Campo terico, campo de intervencin y la preocupacin tica en la investigacin. Curso de Posgrado. UNLP-ReLePe. Buenos Aires, pp. 1-29

    Existe la necesidad de establecer modos de intervencin en tanto realidad

    poltica-educativa propia, es decir no copiadas, y en algunos casos reactivas y

    contestatarias, con estrategias profundamente arraigadas en nuestra manera de ver

    nuestros problemas y necesidades, desde el sentir de nuestra propia tierra: la riqueza

    de culturas y tradiciones; las situaciones de injusticia social signada por la

    explotacin por sectores neocolonialistas; la profunda asimetra en la distribucin de

    sus recursos; la precarizacin laboral y la restriccin a los beneficios tecnolgicos,

    entre los principales.

    Este es uno de los principales aportes que consideramos que podemos realiza

    como politlogos de la educacin en trminos de comprensin del campo: contribuir

    al fortalecimiento epistemolgico del campo terico, sin tener como horizonte la

    distincin entre ciencia, disciplina o subdisciplina, entendiendo en trminos de

    Tenti Fanfani (2007) en el campo de lo social, toda clasificacin y divisin disciplinar

    es, en buena parte, una construccin arbitraria y no supone necesariamente un

    origen ligado a la naturaleza de las cosas (p. 224)

    Por el contrario el fortalecimiento epistemolgico del campo terico se da en

    la medida que asume su multidisciplinariedad y complejidad interdisciplinaria en el

    desarrollo para la investigacin en poltica educativa, que se manifiesta en su

    multidimensionalidad de posicionamientos epistemolgicas, perspectivas

    epistemolgicas y enfoques epistmetodolgicos con la construccin de objetos de

    estudios diversos.

    Al ser un campo eminentemente de las ciencias sociales, se despliega desde la

    propia multiplicidad terica, lo cual no cuestiona desde nuestra perspectiva- su

    fortaleza epistemolgica sino muy por el contrario es un espacio frtil y slido, a

    partir de su diversidad, para el anlisis de las polticas educativas.

    A modo de reflexin final considero clave que los investigadores en poltica

    educativa busquemos comprender la realidad. No podemos renunciar a nuestra tarea

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    Tello, C. (2015). La/s poltica/s educativa/s. Campo terico, campo de intervencin y la preocupacin tica en la investigacin. Curso de Posgrado. UNLP-ReLePe. Buenos Aires, pp. 1-29

    de investigadores, como tarea de comprensin para la denuncia, el combate y la

    confrontacin pero esto exige claridad y rigurosidad conceptual. Luego, y en

    ocasiones a partir de los resultados de investigacin podemos desarrollar diversos

    proyectos y programas para incidir sobre la realidad, para asesora de los tomadores

    de decisiones etc. De todos modos sostengo firmemente que comprender la realidad

    es, de algn modo, comenzar a transformarla.

    ReferenciasReferenciasReferenciasReferencias

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