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TEMA 1
1. LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA DE 1978:
1.- Estructura: a) Parte Dogmática: hace referencia a los principios programáticos que van a inspirar el nuevo orden político. Lo conforman el título
preliminar y el Título I.
b) Parte Orgánica: hace referencia a la organización política y jurídica del Estado. Lo conforman del Título II al Título X.
– Un Preámbulo: En toda Constitución escrita suele haber un preámbulo. No está estructurado en artículos sino que se trata de un
conjunto de frases que nos ilustran sobre cuáles son los objetivos de la Constitución, qué es lo que pretende, cual es el orden de valores que
la Constitución recogerá en su texto. También nos alumbra normalmente sobre quien detenta la soberanía (el pueblo, la nación, el rey). Tiene
valor interpretativo, no tiene fuerza vinculante – 169 artículos.
– 4 disposiciones adicionales.
– 9 disposiciones transitorias.
– 1 disposición derogatoria.
– 1 disposición final.
Está dividida en 11 Títulos: ( un Titulo Preliminar y 10 Títulos más)
- Título Preliminar (arts. 1 a 9) principios generales. (Parte dogmática) Es la que recoge el orden
de valores que responde la Constitución, los principios constitucionales que son esenciales para la comprensión del orden jurídico
general y los derechos fundamentales que la Constitución reconoce y protege. En la parte dogmática también se encuentran deter-
minadas declaraciones generales que se agotan en su propia formulación (Ejemplo: La capital de España es la villa de Madrid.).
- Título I “De los derechos y deberes fundamentales”, los arts. 10 a 55, se inicia con el
artículo 10, para posteriormente dividirse en cinco capítulos: (Parte dogmática)
Capítulo I, (De los españoles y extranjeros), artículos 11 al 13;
Capítulo II (Derechos y libertades),artículo 14, distingue dos Secciones:
Primera, “De los derechos fundamentales y delas libertades públicas” artículos
15 a 29). Ley Orgánica.
En cuanto a los derechos y libertades afectados, el Tribunal Constitucional se pronunció
pronto por su limitación a los comprendidos en la Sección 1ª del Capítulo II del Título I de la Constitución (STC 76/1983), esto es, a los artículos 15 a 29 CE, exigiéndose forma orgánica para las leyes que los desarrollen de modo directo en cuanto tales derechos, pero no cuando meramente les afecten o incidan en ellos (STC 6/1982).
Segunda, “De los derechos y deberes de los ciudadanos” (artículos 30 a 38);
Capítulo III (“De los principios rectores de la política social y económica”), de
los artículos 39 a 52;
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Capítulo IV (“De las garantías de las libertades y derechos fundamentales”),
artículos 53 y 54;
Capítulo V (“De la suspensión de los derechos y libertades”) Artículo 55.
- Título II (arts. 56 a 65) “De la Corona”( El resto de los títulos parte orgánica) Es la parte
de la Constitución que regula el conjunto de los órganos en que se articula el poder del Estado y su funcionamiento. Constituyen
Derecho válido e inmediatamente aplicable, sin perjuicio de la existencia de leyes de desarrollo.
- Título III, “De las Cortes Generales”, se divide en tres Capítulos:
Capítulo I, “De las Cámaras” (arts. 66 a 80)
Capítulo II, “De la elaboración de las leyes” (artículos 81 a 92)
Capítulo III, “De los Tratados Internacionales” (artículos 93 a 96);
- Título IV, “Del Gobierno y de la Administración”, de los artículos 97 a 107; el Título
- Título V, “De las relaciones entre el Gobierno y las Cortes Generales” (arts. 108 a
116);
- Título VI, “Del Poder Judicial” (arts. 117 a 127);
- Título VII, “Economía y Hacienda” (arts. 128 a 136);
- Título VIII, “De la organización territorial del Estado”, distingue tres Capítulos:
Capítulo I, “Principios Generales”(artículos 137 a 139)
Capítulo II, “De la Administración local” (artículos 140 a 142)
Capítulo III, “De las Comunidades Autónomas” (artículos 143 a 158);
- Título IX, “Del Tribunal Constitucional” (arts. 159 a 165)
- Título X, “De la reforma constitucional” (arts. 166 a 169).
2. VALORES SUPERIORES:
Los textos constitucionales se elaboran con base en una serie de principios y valores
superiores, a partir de los cuales se desarrolla el sistema político y el ordenamiento jurídico que
propugnan. Estos valores se configuran como garantes de la unidad del ordenamiento y son, a
su vez, pauta para su interpretación y aplicación.
Artículo 1.1 CE:
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“España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como
valores superiores de su ordenamiento jurídico, la libertad, la justicia, la igualdad y el
pluralismo político”.
La libertad: En la constitución hay diversas manifestaciones de este principio, bien de forma
expresa o tácita.
-9.2. Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad…
-Capítulo Segundo del Título I:
- libertad ideológica y religiosa (art. 16)
- libertad personal (art. 17)
- libertad de residencia y circulación (art. 19)
- libertad de expresión (art. 20)
- libertad de enseñanza (art. 27)
- libertad de sindicación (art. 28)
- libertad de empresa (art. 38), entre otros.
En cuanto al concepto intrínseco de libertad, podemos hablar, el de la libertad democrática,
propia de un Estado Social y Democrático de Derecho, comprensiva de toda la actuación
personal del ciudadano, es decir, en su libertad interior o psicológica y en su libertad de
actuación.
La justicia es difícil dar un concepto comprensivo de todos sus elementos. La mayor parte de
la doctrina, dada la ambigüedad del concepto, señala la importancia de referirlo al momento y
al caso concreto de aplicación. En la CE, encontramos la plasmación del valor superior de la
justicia en los siguientes artículos:
- art. 24, relativo a la protección judicial de los derechos
- art. 31.1 al establecer un sistema tributario justo
- arts. 52 y 53 con la protección jurisdiccional de los derechos.
- Título VI, “Del Poder Judicial”
- Título IX se sientan las bases del Tribunal Constitucional.
La igualdad como valor superior, junto con la libertad es significativo. Nuestra Constitución
opta por entender que ambos valores lejos de ser contrapuestos han de ser necesariamente
conjugados de forma conjunta. Los artículos relacionados con este valor superior son:
- art. 9.2 corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad
y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas
- art 14 igualdad ante la Ley . - art. 35, la igualdad en el trabajo, sin que pueda hacerse discriminación por razón de
sexo. El Tribunal Constitucional ha realzado la importancia de la constitucionalización del valor de la igualdad, al que ha califi-
cado de “valor preminente” en el ordenamiento jurídico español al que debe colocarse en un “rango central”, en su Sentencia
núm.8/1983, de 18 de febrero.
El pluralismo político Su reflejo más claro dentro del texto constitucional lo encontraremos
en:
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- art. 6 que afirma que “los partidos políticos expresan el pluralismo político”.
Asimismo, se ha destacado su valor de instrumento para la consecución del valor libertad,
esencialmente, así como de los valores igualdad y justicia.
3. PRINCIPIOS INSPIRADORES:
A la hora de hablar de los principios inspiradores de nuestra norma suprema, hay que citar
el Título Preliminar de la Constitución que recoge los principios básicos sobre los que la
Constitución pretende establecer el orden social, político, institucional y territorial del Estado.
El artículo 1.1 define el Estado español como un “Estado social y democrático de Derecho”
1.- Es social porque el Estado interviene para atender las necesidades de la ciudadanía
- Art. 9.2 “ Corresponde a los poderes públicos remover los obstáculos que impidan o
dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida po-
lítica, económica, cultural y social.
2.- Es democrático en cuanto la constitución se la da así misma el pueblo, al residir en éste la
soberanía nacional.
- Art. 1.2 “ la soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes
del Estado.
3.- Es un Estado de Derecho porque las leyes y otras normas jurídicas obliga a la ciudadanía y
a todos los poderes públicos, instituciones y organizaciones.
- Art. 9.1 “ Los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la Constitución y al
resto del ordenamiento jurídico.
- Art. 9.3 “ garantiza el principio de legalidad, jerarquía normativa, publicidad de las nor-
mas ….
Principios de organización política
- Art. 1.2 Soberanía popular
- Art. 1.3 Monarquía parlamentaria
- Art. 2 Unidad de la Nación Española, Autonomía de las nacionalidades y de las regio-
nes y Solidaridad interterritorial
- Art. 3 Definición de la lengua oficial del estado y de las CCAA.
- Art. 4 Definición de la bandera nacional.
- Art. 5 Definición de la capitalidad española en Madrid.
- Art. 6 Funciones y organización de los partidos políticos.
- Art. 7 Sindicatos
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- Art. 8 Funciones de las fuerzas armadas.
Principios informadores del ordenamiento jurídico
Art. 9
1. Los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la constitución y al resto del ordena-
miento jurídico.
2. Le corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la
igualdad del individuo y de los grupos en los que se integra sean reales y efectivas, el Estado
debe de remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación
de todos los ciudadanos en la vida política económica, cultural y social.
3. La Constitución garantiza el principio de legalidad, la jerarquía normativa, la publicidad de
las normas, la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas
de derechos individuales, la seguridad jurídica, la responsabilidad, la interdicción de la arbitra-
riedad de los poderes públicos.
Así, los distintos principios contenidos en este precepto son:
Legalidad. El poder legislativo esta vinculado a la Constitución y debe de respetar los
límites establecidos en ella, su incumplimiento suponer de viciar a la ley de
inconstitucionalidad.
El poder ejecutivo, la actividad administrativa y la jurisdicción están sometidas a la Ley en
todas sus actividades, no pudiendo actuar libremente ya que sería desviación de poder.
Jerarquía normativa. El ordenamiento jurídico es un todo estructurado, la Constitución es
la base del ordenamiento y las demás normas son su desarrollo.
Competencia. División de poderes. recogido por el art. 66 de la Constitución, declara que
las Cortes Generales tiene la potestad legislativa y controla la acción del gobierno. Esta teoría
es un verdadero sentido jurídico-política.
Legislativo, cuya misión es hacer las leyes y controlar la acción del Gobierno.
Ejecutivo, tiene por misión ejecutar las leyes y velar por la seguridad interior
exterior del estado.
Jurisdicción o Poder judicial, juzga los delitos, controla la actividad de la
administración y gobierno sea legal.
Publicidad de las normas y leyes. Principio básico de todo estado de derecho, es la base
de la seguridad jurídica. Para que una norma tenga valor jurídico y garantiza su validez, tiene
que ser publica en el boletín oficial correspondiente, para que todos los ciudadanos tengan
acceso al ordenamiento jurídico.
Irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables. Y la retroactividad
de las normas favorables. Las normas no pueden regular actuaciones anteriores a su
ublicación a no ser que sea más favorables al individuo que la ley que regia en el momento en
que se realizó la actuación.
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Seguridad jurídica. Los jueces tienen control total de la actividad administrativa, las
normas y actos de la administración, siempre a posterior, a través de los Tribunales
Contenciosos Administrativos.
La administración tiene autotutela declarativa, ya que tiene la potestad para emitir
declaraciones que crean o modifican situaciones subjetivas sin concurso judicial.
La administración tiene autotutela ejecutoria, la potestad para ejecutar sus propias
decisiones a través de embargos.
Responsabilidad de los poderes públicos
Legislativa, cuando el legislador regula una materia de forma contraria a la
constitución, se está incurriendo en responsabilidad y debe ser declarada
inconstitucional esa norma.
Judicial, los tribunales y sus funcionarios son responsables de los daños producidos
por error judicial,
Administrativa, la administración es responsable directa de los daños causados por los
servicios públicos con independencias de la actuación sea dolosa o culposa, ya sea
voluntaria o por imprudencia.
Interdicción ante la arbitrariedad de los poderes públicos.
Principios informadores de la actividad concreta del estado
Sometimiento a la Constitución y al Ordenamiento Jurídico
Promoción de las condiciones para hacer efectivas la igualdad y la libertad.
Facilitar la incorporación de todos los ciudadanos a la vida pública.
4. DERECHOS Y LIBERTADES
Están recogidos en el Título I de la Constitución con 46 artículos, pone los derechos y
deberes fundamentales, agrupados en cinco capítulos muy desiguales.
El artículo 10 del Título I dispone: “La dignidad de la persona, los derechos inviolables
que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la Ley y a los derechos
de los demás son fundamento del orden político y de la paz social”. Se inspira en los artículos 1 y 2 de la
Ley Fundamental de Bonn.
La Sección 1ª del Capítulo II del Título I, el artículo 14, reconoce igualdad ante la Ley o
igualdad legal.
Estos artículos se completan con otros preceptos que imponen la igualdad en otros casos:
*“los hijos, iguales éstos ante la ley, con independencia de su filiación (art. 39.2), las
mujeres en el campo laboral (art. 35.1 ), en el acceso a los cargos públicos (art. 23.2), y los
deberes tributarios (art. 31.1).
En el artículo 15, se protege no solo el derecho a la vida, sino también el derecho a la
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integridad física y moral quedando prohibidas de forma expresa la tortura, así como las penas
o tratos inhumanos o degradantes. La pena de muerte está abolida; no obstante, esta abolición
no es completa por cuanto se prevé una importante salvedad:“ lo que puedan disponer las leyes
militares en tiempos de guerra”. Actualmente, se encuentra abolida por la Ley Orgánica 11/1995, de 27 de noviembre, de
abolición dela pena de muerte en tiempo de guerra.
En el artículo 16 la libertad de conciencia se extiende a la libertad ideológica y a las
manifestaciones externas de la libertad religiosa (libertad de culto) reconocida no solo a los
individuos sino también a las comunidades.
El apartado segundo establece una importante cautela suplementaria al impedir que se
pueda obligar a nadie a declarar sobre sus propias creencias o convicciones.
Este precepto se complementa con la objeción de conciencia que se reconoce en el
artículo 30.2 respecto a las obligaciones militares de los españoles y el artículo 27.3 que
garantiza a los padres el derecho de que “sus hijos reciban la formación religiosa y moral que
esté de acurdo con sus propias convicciones”.
El artículo 17 establece una serie de garantías que deben acompañar a los casos de
detención preventiva:
– La detención preventiva no ha de “durar más del tiempo estrictamente necesario para la
realización de las averiguaciones tendentes al esclarecimiento de los hechos, y, en todo caso, en
el plazo máximo de 72 horas el detenido deberá ser puesto en libertad o a disposición judicial”.
– Derecho a ser informado, “de forma inmediata, y de modo que le sea comprensible, de sus
derechos y de las razones de su detención”.
– Derecho a no ser obligado a declarar.
– Derecho a la asistencia de abogado en las diligencias policiales y judiciales, en los términos
que la Ley establezca.
– Habeas corpus. (La ley regulará un procedimiento para poner ante un Juez la persona detenida
ilegalmente.
El artículo 18 reconoce el derecho a la intimidad que comprende:
– El derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen. Desarrollado a través de
la Ley Orgánica 1/1982, de 5 de mayo, de Protección Civil del Derecho al Honor, a la Intimidad Personal y Familiar y a la Propia Imagen.
– La inviolabilidad del domicilio, en virtud de la cual cualquier entrada o registro sin
consentimiento del titular exige resolución judicial, salvo en caso de flagrante delito.
– La inviolabilidad de las comunicaciones, a reserva de resolución judicial.
– La protección frente a la informática, tanto en orden a garantizar el honor y la intimidad
personal y familiar como para garantizar el ejercicio de los derechos de los ciudadanos. Ley
Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal.
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En el artículo 19 se garantiza a los españoles la libre elección de domicilio y la libre
circulación por el territorio nacional, no pudiendo los poderes públicos adoptar en situaciones
ordinarias medidas que restrinjan y obstaculicen el ejercicio de estos derechos.
En el artículo 20 quedan comprendidas las siguientes libertades:
– La libertad de expresar y divulgar, por cualquier medio, las propias ideas.
– La libertad de creación artística, literaria, científica y técnica, debiendo considerarse
comprendida entre estas últimas la libertad de investigación.
– La libertad de cátedra.
– La libertad informativa, seguida del derecho a una información veraz. Esta libertad viene
asegurada mediante el reconocimiento de la cláusula de conciencia y el secreto profesional.
En los artículos 21 y 22 se reconocen las libertades públicas de reunión, manifestación
y asociación. Así, en el artículo 21 se garantiza el derecho de reunión pacífica y sin armas, que
no necesitará autorización previa. En el caso de que transcurran en lugares de tránsito público
y manifestaciones, será necesario comunicarlo previamente a la autoridad, que solo podrá
prohibirlas “cuando existan razones fundadas de alteración del orden público, con peligro para
personas o bienes”.
Por otro lado, de la misma forma que queda reconocido y garantizado el ejercicio del derecho
de asociación en el artículo 22, el artículo 24 ampara el derecho de fundación y protege su
ejercicio.
En el artículo 23. Incluye tanto el derecho de sufragio electoral activo como el pasivo,
permitiendo acceder en condiciones de igualdad a los cargos públicos. El derecho electoral
activo es un derecho esencialmente ciudadano, si bien el texto constitucional recoge una
salvedad en el artículo 13.2 que permitirá, eventualmente, a ciudadanos de otros países,
atendiendo a criterios de reciprocidad, reconocida por tratado o por ley, ejercer el derecho de
sufragio activo y pasivo en las elecciones municipales.
En el artículo 24 se garantiza el derecho al acceso efectivo a los Tribunales y a las
garantías procesales. Este derecho contiene a su vez entre otros: el derecho al juez ordinario
predeterminado por la Ley, a la defensa y asistencia de letrado, a ser informado de la acusación
formulada contra ella, a un proceso público sin dilaciones indebidas y con todas las garantías,
a utilizar los medios de prueba pertinentes para su defensa, a no declarar contra sí mismos, a no
confesarse culpable y a la presunción de inocencia.
En el artículo 25 se establece que en caso de ser declarado culpable, el condenado a una
pena privativa de libertad, ésta no podrá consistir en trabajos forzados. Estas penas, por otro
lado, deberán orientarse hacia la reeducación y reinserción social. Asimismo, se señala que el condenado seguirá gozando de sus derechos fundamentales, salvo los que se limiten por el
contenido del fallo condenatorio, el sentido de la pena y la pena penitenciaria.
En el artículo 26 se prohíben los Tribunales de Honor en el ámbito de la Administración
civil y de las organizaciones profesionales.
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En el artículo 27.1 se reconoce a todos el derecho a la educación y la libertad de
enseñanza.
27.2: La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en
el respeto de los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades
fundamentales.
27.3: Los poderes públicos garantizarán el derecho que asiste a los padres para que sus
hijos reciban la información religiosa y moral que esté de acuerdo con sus principios y
convicciones.
27.4: La enseñanza básica es obligatoria y gratuita (ESO)
27.5: Los poderes públicos garantizarán el derecho de todos a la educación mediante
una programación general de la enseñanza.
27.6: Se reconoce a las personas físicas y jurídicas la libertad de creación de centros
docentes.
27.7: Participación de los profesores, padres, y en su caso, los alumnos intervendrán en
el control y gestión de todos los centros sostenidos con fondos públicos.
27.8: Los poderes públicos inspeccionarán y homologarán el sistema educativo para
garantizar el cumplimiento de las leyes.
27.9: Los poderes públicos ayudarán a los centros docentes que reúnan los requisitos
que la ley establezca.
27.10: Se reconoce la autonomía de las Universidades, en los términos que la ley
establezca.
En el artículo 28.1, se reconoce El derecho a sindicarse libremente, comprendiendo el
derecho a fundar sindicatos; si bien, se atribuye a la Ley tanto la posibilidad de limitar o
exceptuar el ejercicio de este derecho a las Fuerzas o Institutos armados o a los demás Cuerpos
sometidos a disciplina militar como la regulación de las peculiaridades de su ejercicio para los
funcionarios públicos.
En el apartado segundo del mismo artículo 28 se garantiza el derecho de huelga, que
ha sido tradicionalmente uno de los instrumentos más importantes de los trabajadores en la
lucha por la defensa de sus intereses, siempre que se establezcan las garantías precisas para
asegurar el mantenimiento de los servicios esenciales de la comunidad. Con carácter más
general se reconoce en el artículo 37.2 el derecho de los trabajadores y empresarios a adoptar medidas de conflicto colectivo.
En cuanto a los deberes constitucionales, éstos derivan de la vinculación de los
ciudadanos a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico, como enuncia el artículo 9.1.
Suponen un conjunto de obligaciones, bien personales, bien patrimoniales, impuestas a los
individuos para tutelar los intereses colectivos de la comunidad en que aquéllos se integran.
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Los deberes constitucionales universalmente reconocidos son el deber de defensa y el de
tributación.
La consagración del deber de defensa en el artículo 30, se complementa con el
reconocimiento del derecho a la objeción de conciencia del apartado segundo. No obstante, es importante
señalar que, a través de los Reales Decretos 247/2001, de 9 de marzo y 342/2001, de 4 de abril, quedan suspendidas la prestación del servicio
militar y la prestación social sustitutoria del mismo respectivamente, a partir del 31de diciembre de 2001.
El deber de tributación es un deber de carácter patrimonial que responde a la obligación
general de contribuir al sostenimiento de los gastos públicos. Se rige por los principios de
capacidad económica, igualdad y progresividad, sin que en ningún caso llegue a tener alcance
confiscatorio.
5. GARANTÍAS Y CASOS DE SUSPENSIÓN
Un tema importante es el de la garantía de los derechos fundamentales que nuestra
Constitución reconoce. Precisamente en el artículo 53 de la Constitución se gradúan los
diferentes niveles de protección de los derechos y libertades fundamentales.
Apartado primero, todos los derechos y libertades del Capítulo II del Título I,
comprensivo de los artículos 14 al 38) vinculan a los poderes públicos y solo podrán regularse
por ley, Ley que ha de respetar el contenido esencial del derecho y que podrá controlarse
mediante los mecanismos de control de la constitucionalidad mediante el recurso de
inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional (art.161.1 recurso de inconstitucionalidad).
La explícita reserva de Ley excluye el Decreto-Ley de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 86 del texto constitucional.
Apartado segundo, algunos de los derechos y libertades del Capítulo II gozan de una
protección reforzada. Concretamente, se trata del artículo 14 y de los derechos fundamentales
y las libertades públicas contenidos en la Sección 1ª del citado Capítulo II (arts. 15 al 29), los
cuales podrán ser recabados ante los Tribunales ordinarios por un procedimiento basado en los
principios de preferencia y sumariedad. Este procedimiento judicial se contempló inicialmente en la Ley 62/1978, de 26
de diciembre, de Protección Jurisdiccional de los Derechos Fundamentales de la Persona, pero en la actualidad es la Ley 29/1998, de 13 de
julio, Reguladora de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, la que incorpora un procedimiento especial en sus artículos 114 a 122 y
deroga la citada Ley preconstitucional.
También podrán acudir al Tribunal Constitucional mediante el recurso de amparo,
siendo aplicable este último recurso también a la objeción de conciencia reconocida en el
artículo 30. Además, el desarrollo de los derechos y libertades de la Sección 1ªdel Capítulo II
precisa de una Ley Orgánica exigencia del artículo 81, está excluida de la delegación legislativa
(artículo 82), son de aplicación directa y una posible modificación constitucional que les
afectara se equipara a la reforma total de la Constitución(artículo 168). Es, pues, el núcleo duro
de los derechos constitucionales.
Apartado tercero se refiere al Capítulo III, dedicado a los principios rectores de la
política social y económica, comprensivo de los artículos 39 al 52), cuya virtualidad depende
de la ley, pues solo podrán alegarse ante los Tribunales de acuerdo con las leyes que los
desarrollen. Estos principios, no obstante, informarán la legislación positiva, la práctica judicial
y la actuación de los poderes públicos.
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Otro garante de los derechos y libertades reconocidos por la Constitución, es el Defensor
del Pueblo, institución recogida en el artículo 54 de la Constitución como alto comisionado de
las Cortes Generales, designado por éstas para la defensa de los derechos comprendidos en el
Título I, a cuyo efecto podrá supervisar la actividad de la Administración, dando cuenta a las
Cortes Generales. Su régimen jurídico se completa en la Ley Orgánica 3/1981, de 6 de abril, del Defensor del Pueblo, la Ley 36/1985,
de 6 de noviembre, por la que se regulan las relaciones entre la Institución del Defensor del Pueblo y las fi guras similares de las distintas
Comunidades Autónomas y el Reglamento de Organización y Funcionamiento del Defensor del Pueblo, aprobado por las Mesas del Congreso
y del Senado, a propuesta del Defensor del Pueblo, en su reunión conjunta de 6 de abril de 1983.
El estado de alarma, excepción o sitio (Ley Orgánica 4/1981)
Artículo 4
El Gobierno, en uso de las facultades que le otorga el art. 116, 2, de la Constitución, podrá
declarar el estado de alarma, en todo o parte del territorio nacional, cuando se produzca al-guna de las siguientes alteraciones graves de la normalidad:
a) Catástrofes, calamidades o desgracias públicas, tales como terremotos, inundacio-
nes, incendios urbanos y forestales o accidentes de gran magnitud
b) Crisis sanitarias, tales como epidemias y situaciones de contaminación graves.
c) Paralización de servicios públicos esenciales para la comunidad, cuando no se ga-
rantice lo dispuesto en los arts. 28, 2 y 37, 2 de la Constitución, y concurra alguna de
las demás circunstancias o situaciones contenidas en este artículo.
d) Situaciones de desabastecimiento de productos de primera necesidad.
Artículo 6
1. La declaración del estado de alarma se llevará a cabo mediante decreto acordado en Con-sejo de Ministros.
2. En el decreto se determinará el ámbito territorial, la duración y los efectos del estado de
alarma, que no podrá exceder de quince días. Sólo se podrá prorrogar con autorización ex-
presa del Congreso de los Diputados, que en este caso podrá establecer el alcance y las condi-ciones vigentes durante la prórroga.
El decreto de declaración del estado de alarma, o los sucesivos que durante su vigencia se dicten, podrán acordar las medidas siguientes:
a) Limitar la circulación o permanencia de personas o vehículos en horas y lugares de-
terminados, o condicionarlas al cumplimiento de ciertos requisitos.
b) Practicar requisas temporales de todo tipo de bienes e imponer prestaciones perso-
nales obligatorias.
c) Intervenir y ocupar transitoriamente industrias, fábricas, talleres, explotaciones o
locales de cualquier naturaleza, con excepción de domicilios privados, dando cuenta
de ello a los Ministerios interesados.
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d) Limitar o racionar el uso de servicios o el consumo de artículos de primera necesi-
dad.
e) Impartir las órdenes necesarias para asegurar el abastecimiento de los mercados y el
funcionamiento de los servicios y de los centros de producción afectados por el apar-
tado d) del artículo 4.º.
Artículo 12
1. En los supuestos previstos en los apartados a) y b) del art. 4.º, la Autoridad competente po-
drá adoptar por sí, según los casos, además de las medidas previstas en los artículos anterio-
res, las establecidas en las normas para la lucha contra las enfermedades infecciosas, la pro-tección del medio ambiente, en materia de aguas y sobre incendios forestales.
2. En los casos previstos en los apartados c) y d) del art. 4.º el Gobierno podrá acordar la in-
tervención de empresas o servicios, así como la movilización de su personal, con el fin de ase-
gurar su funcionamiento. Será de aplicación al personal movilizado la normativa vigente sobre movilización que, en todo caso, será supletoria respecto de lo dispuesto en el presente artículo.
CAPÍTULO III
El estado de excepción
Artículo 13
1. Cuando el libre ejercicio de los derechos y libertades de los ciudadanos, el normal funcio-
namiento de las instituciones democráticas, el de los servicios públicos esenciales para la co-
munidad, o cualquier otro aspecto del orden público, resulten tan gravemente alterados que el
ejercicio de las potestades ordinarias fuera insuficiente para restablecerlo y mantenerlo, el Go-
bierno, de acuerdo con el apartado 3 del art. 116 de la Constitución, podrá solicitar del Con-greso de los Diputados autorización para declarar el estado de excepción.
2. A los anteriores efectos, el Gobierno remitirá al Congreso de los Diputados una solicitud de autorización que deberá contener los siguientes extremos:
a) Determinación de los efectos del estado de excepción, con mención expresa de los
derechos cuya suspensión se solicita, que no podrán ser otros que los enumerados en el
apartado 1 del art. 55 de la Constitución.
b) Relación de las medidas a adoptar referidas a los derechos cuya suspensión especí-
ficamente se solicita.
c) Ambito territorial del estado de excepción, así como duración del mismo, que no
podrá exceder de treinta días.
d) La cuantía máxima de las sanciones pecuniarias que la Autoridad gubernativa esté
autorizada para imponer, en su caso, a quienes contravengan las disposiciones que
dicte durante el estado de excepción.
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CAPÍTULO IV
El estado de sitio
Artículo 32
1. Cuando se produzca o amenace producirse una insurrección o acto de fuerza contra la sobe-
ranía o independencia de España, su integridad territorial o el ordenamiento constitucional,
que no pueda resolverse por otros medios, el Gobierno, de conformidad con lo dispuesto en el
apartado 4 del artículo 116 de la Constitución, podrá proponer al Congreso de los Diputados la declaración de estado de sitio.
2. La correspondiente declaración determinará el ámbito territorial, duración y condiciones del estado de sitio.
3. La declaración podrá autorizar, además de lo previsto para los estados de alarma y excep-
ción, la suspensión temporal de las garantías jurídicas del detenido que se reconocen en el apartado 3 del artículo 17 de la Constitución.
Otra cuestión es la de los límites de estos derechos y libertades, es decir, de los supuestos
de suspensión de los derechos previsto en el artículo 55 de nuestro texto constitucional.
El citado artículo distingue entre una suspensión de carácter general y otra, individual:
– Suspensión general de derechos: cuando se acuerde la declaración de los estados de
excepción o de sitio, regulados en el artículo 116 y en la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio,
de los Estados de Alarma, Excepción y Sitio, podrán suspenderse los siguientes derechos:
▷ Derecho a la libertad y a la seguridad (art. 17), salvo el apartado tercero (información y
abogado al detenido), que solo podrá suspenderse en estado de sitio.
▷ Derecho a la inviolabilidad de domicilio y al secreto de las comunicaciones (art. 18.2 y 3).
▷ Derechos a la libre elección de residencia, a la libre circulación por el territorio nacional y a
entrar y salir libremente de España (art. 19).
▷ Derecho a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la
palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción; derecho a comunicar o recibir
libremente información veraz por cualquier medio de difusión; exigencia de resolución judicial
como requisito imprescindible para el secuestro de publicaciones, grabaciones y otros medios
de información (art. 20.1.a) y d) y 5).
▷ Derechos de reunión y manifestación (art. 21).
▷ Derecho de huelga (art. 28.2).
▷ Derecho a adoptar medidas de conflicto colectivo (art. 37.2).
– Suspensión individual de derechos: en este caso se requiere que una Ley Orgánica determine
la forma y los casos en los que, de forma individual y con la necesaria intervención judicial y
el adecuado control parlamentario, pueden suspenderse para personas determinadas, en relación
con las investigaciones correspondientes a la actuación de bandas armadas o elementos
terroristas, los siguientes derechos:
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▷ La garantía de la duración máxima de setenta y dos horas de la detención preventiva (art.
17.2).
▷ Derecho a la inviolabilidad de domicilio y al secreto de las comunicaciones (art. 18.2 y 3).
La utilización injustificada y abusiva de estas medidas, a tenor del último inciso del artículo
55.2, puede dar lugar a responsabilidad penal según el texto constitucional, también civil según
la legislación de desarrollo- como violación de los derechos y libertades reconocidos por las
leyes; lo cual es lógico, si se tiene en cuenta que la suspensión de derechos y libertades es una
medida cuya adopción, según venimos diciendo, ha de ser muy excepcional, y que solo se
justifica en casos también excepcionales