TEMA 1. La luz. Naturaleza y propagación. Espectro visible

PROC. Y MEDIOS DE COMUNICACION Org. Y proceso de realización de representaciones • 1

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TEMA 43: Organización y proceso de realización de representaciones escénicas y espectáculos. Funciones del equipo de dirección. Los elementos escénicos. Documentación técnica. El montaje de la obra. El plan de ensayos. La dirección de actores.

Esquema: 1. Organización y proceso de realización de representaciones escénicas y espectáculos.

2. Funciones del equipo de dirección.

3. Los elementos escénicos.

4. Documentación técnica.

5. El montaje de la obra. El plan de ensayos.

6. La dirección de actores.

7. Conclusiones.

8. Referencias bibliográficas y documentales. 1. ORGANIZACIÓN Y PROCESO DE REALIZACIÓN DE

REPRESENTACIONES ESCÉNICAS Y ESPECTÁCULOS.

Una representación escénica o un espectáculo en vivo es cualquier manifestación artística, ya sea teatral, musical, de danza, o circense, en la que un intérprete (un actor o un artista) ofrece una actuación dramática o artística a un público con el objetivo de provocar en el mismo una respuesta emocional, buscando entretenerle, divertirle, entristecerle o hacerle pensar. La relación que se establece entre los actores (artistas) y el público no deja de ser un acto de comunicación que se produce en vivo y en directo, compartiendo el mismo espacio/tiempo y a partir de un código preestablecido. Una representación escénica y un espectáculo en vivo son el fruto de un trabajo colectivo que comienza con una idea intangible, una idea, que a través de la utilización de unos medios materiales, se materializa, cobra vida y se lleva a la escena. Cualquier idea susceptible de ser llevada a escena ante un público es, hasta su primera representación, un proyecto escénico, y la característica fundamental de este tipo de proyectos es que se realizan en vivo y en directo, de ahí su dificultad. Por ello, todos los elementos escénicos que intervienen deben estar



perfectamente planificados y organizados para poder alcanzar los objetivos propuestos, una actuación, una puesta en escena que cautive y que convenza al público, que sea un éxito. La realización de un proyecto escénico comienza con la gestación de la idea. La idea de llevar a escena un texto dramático, una partitura o una propuesta artística determinada, puede partir de un productor teatral o de un empresario del espectáculo, del director artístico de un centro de producción público o de un autor que quiera llevar a escena su obra. En cualquier caso, es indispensable contar con dos profesionales imprescindibles para la realización de un proyecto escénico: el productor y el director artístico. El productor se encargará de la financiación, de la organización y de la gestión del proyecto. El director artístico se ocupara de la realización artística del proyecto, será el responsable de diseñar la propuesta escénica inicial y de llevar a cabo la puesta en escena para la representación o el espectáculo. Las etapas o fases del proceso de realización de un proceso escénico son las siguientes: Preproducción, producción y montaje del proyecto, estreno y gira. • Fase de Preproducción.

Es la fase de planificación y diseño del proyecto escénico. Esta es la etapa de preparación en la que Producción trabaja estrechamente con la Dirección para concretar todos los aspectos y requisitos técnicos, artísticos y financieros del espectáculo. El proceso de trabajo empieza cuando el productor, una vez realizado el estudio previo del proyecto, elabora el presupuesto para conocer su coste y las posibilidades de financiación. El director artístico propone la contratación de los colaboradores artísticos principales, encargados del diseño artístico del proyecto, y del reparto (actores o artistas), y el productor formaliza la contratación. Se planifica el trabajo, se concreta el lugar donde se va a llevar a cabo la representación o el espectáculo y el lugar en que se van a realizar los ensayos. Una vez contratado el ayudante de dirección se planifican los ensayos, se elaboran los calendarios, horarios y convocatorias de los artistas, los técnicos y las entregas del equipamiento, la escenografía, etc. Finalizada la planificación y la contratación del resto del equipo técnico y artístico ya se puede poner en marcha la producción. • Fase de Producción y Montaje. En este período Producción coordina los equipos de diseño y realización para que el espectáculo llegue al estreno con todos los elementos necesarios, en la fecha prevista y respetando el presupuesto inicial. Esta es la fase de ensayos y realizaciones. Los primeros ensayos suelen ser



para los actores y el director artístico, la parte técnica va teniendo importancia a medida que el proyecto avanza. El primer día de ensayos el director hace una exposición de la propuesta escénica y si el proyecto parte de un texto teatral se realiza la primera lectura del texto. A partir de ese primer día se llevan a cabo los ensayos parciales, ensayos en los que el director trabaja con los actores la puesta en escena, la interpretación, las acciones y los movimientos. En el caso de un proyecto escénico musical el director musical ensaya con los cantantes, los músicos y los coros. Poco a poco se irán incorporando los decorados, la utilería, el vestuario, las luces, el sonido y los movimientos de tramoya. A la par que avanzan los ensayos, los responsables artísticos de la puesta en escena, cada uno desde su parcela, terminan y entregan sus diseños de escenografía, iluminación, sonido, vestuario, etc., y los equipos técnicos hacen realidad esos diseños. Se construyen e instalan los decorados, se coloca la luz, se prepara el sonido, se confecciona el vestuario y se prepara la tramoya y la utilería. Es también el momento de realizar las pruebas de luces, de vestuario y de caracterización. Una vez que la puesta en escena está preparada, los ensayos son más completos, con la escenografía definitiva y la intervención durante los mismos del equipo técnico. A estas alturas del proyecto debe haberse incorporado ya a los ensayos el regidor de escena, que será quién se haga cargo de la representación o del espectáculo. A pocos días del estreno se realizan los ensayos generales, uno o dos como máximo. Es la representación o el espectáculo completo, sin interrupciones, tal y como será el día del estreno, con la diferencia de que se hace generalmente sin público. • Fase de Estreno y Gira. A partir del día del estreno la figura más relevante del proyecto pasa a ser el regidor de escena. El regidor es el responsable del buen desarrollo del espectáculo, llevando el control y la coordinación de los técnicos y de los actores/artistas, estando pendiente de que siempre estén preparados para sus entradas a escena y de que entren en el momento marcado por la dirección artística. Su trabajo comienza con el control de la llegada de todo el personal técnico y artístico a la hora de convocatoria. Luego comprueba que los equipos están preparados, mediante la Pasada, y el escenario a punto para el inicio de la función, y también se ocupa de coordinar, con el regidor de paredes y el jefe de sala, la entrada de los espectadores. En el diseño y la planificación del proyecto es importante determinar el tiempo de explotación y comercialización del mismo. El número previsto de representaciones y si el espectáculo saldrá de gira. Si es así, el equipo de producción deberá



tenerlo todo organizado con anticipación, asegurándose de que todos los espacios en los que se llevara a escena el espectáculo responden a las necesidades técnicas del mismo. La organización de los inventarios, embalaje y transporte también serán responsabilidad de la Producción. El presupuesto habrá de incluir dietas y gastos de alojamiento. Cualquier representación escénica o espectáculo en vivo es el fruto de un trabajo colectivo, en el cual, la labor de todas y cada una de las personas que intervienen resulta igualmente importante. Desde el trabajo del director de escena al iluminador, pasando por el utilero o el tramoyista, todos son eslabones de la misma cadena, y el buen trabajo de todos y cada uno de ellos es imprescindible para que el día del estreno la representación o el espectáculo sea un éxito. Los equipos humanos que intervienen en el proceso de realización de una representación escénica o de un espectáculo en vivo se agrupan en tres grandes grupos, tal y como queda reflejado en la ficha técnica y en el dossier de cualquier proyecto escénico. A estos equipos habrá que sumar la presencia de dos personas destacadas dentro de cualquier proyecto, el productor, o en su caso, el director de producción, responsables de la gestión económica y de la organización del proyecto, y el autor, cuando el proyecto tiene como base un texto teatral. • Equipo Artístico. Es el equipo creativo. Es el equipo encargado del diseño artístico y estético del proyecto. El responsable máximo de la puesta en escena, de la escenificación de un proyecto escénico es el director artístico, denominado director de escena si se trata de un proyecto teatral. De él parte la propuesta escénica, que es el marco estético y artístico a partir del cual deben trabajar el resto de los componentes del equipo artístico, responsables cada uno de ellos, desde su propia disciplina, de llevar a escena dicha propuesta. Junto al director de escena, existen dos figuras fundamentales para la puesta en escena del proyecto, el iluminador y el escenógrafo. El iluminador es el responsable del diseño de la iluminación. Decide, a partir de la propuesta escénica presentada por el director de escena, cómo ha de ser la iluminación de la representación o del espectáculo de que se trate, qué tipo y que número de proyectores de iluminación deben utilizarse, donde deben colocarse y que características deben tener (intensidad y color). El escenógrafo es el encargado de diseñar el espacio escénico, la escenografía. En algunos proyectos escénicos también puede llegar a ser responsable del diseño del vestuario y de la caracterización, incluso del diseño de la utilería.



Al equipo artístico pertenecen igualmente el compositor, si la música es original, el diseñador del espacio sonoro, que determina el tipo de sonido que necesita el espectáculo, ya sea a partir de música y efectos sonoros pregrabados y mezclados, o de sonido directo, y el director musical, responsable máximo de toda la parte musical (cantantes, coros y músicos) de un proyecto de teatro lírico o de teatro musical. También forma parte de este equipo humano el coreógrafo, que diseña los movimientos coreográficos que se puedan producir en escena, tanto para un proyecto escénico que incluya baile, como es el caso del teatro musical y de la danza, en los que dirige el movimiento y la interpretación de los bailarines, como para un proyecto que tenga su origen en un texto dramático o de teatro lírico, sobre todo si hay en escena un gran número de personajes en movimiento. Por último, y no por ello menos importante, destacar el trabajo del figurinista, responsable del diseño de vestuario y de todos los accesorios y complementos del mismo, y el trabajo de los responsables de la caracterización, maquillaje y peluquería, que en algunos casos, merecen, sin lugar a duda, ser incluidos dentro del equipo artístico del proyecto. A medio camino entre el equipo artístico y el equipo técnico podríamos situar al ayudante de dirección y al regidor de escena. El ayudante de dirección es el asistente del director de escena durante el montaje del proyecto. Trabaja con el equipo de producción organizando los ensayos y realiza el seguimiento de los mismos. El regidor de escena es el máximo responsable de la representación o del espectáculo desde el día del estreno. Si el proyecto escénico no cuenta con un ayudante de dirección, es el regidor de escena quién desempeña sus funciones. • Equipo técnico. Los diseñadores diseñan y los técnicos realizan, y hacen de estos diseños una realidad escénica. De hecho, el figurinista diseña el vestuario y el sastre lo confecciona. El iluminador diseña la iluminación y los técnicos de iluminación manipulan los equipos de luces, tanto en la instalación y manejo de los mismos, como en su utilización a través de la consola de iluminación durante la representación. El técnico de sonido colocará los micrófonos y realizará las mezclas y los efectos de sonido desde la mesa de mezclas. Los técnicos son pues, todas aquellas personas que trabajan en cada una de las secciones técnicas que participan en el montaje del proyecto y en la representación o el espectáculo, especializados en luces, sonido, vídeo, efectos especiales, etc. Al equipo técnico pertenecen también el tramoyista, responsable de mover la maquinaria escénica durante la representación, como puede ser, la subida y bajada de



telones, los cambios de decorado, la aparición y desaparición de personajes de la escena, etc., y el utilero, o encargado del atrezzo, responsable de todos aquellos objetos que intervienen dramáticamente en la acción o son manipulados por los personajes, como pueden ser, una pistola, un periódico, un paraguas o una taza de café. El equipo técnico generalmente está dirigido por un director o jefe técnico que depende directamente del productor y del director artístico. El director técnico es quien ha de organizar y supervisar todo el trabajo técnico y coordinar el escenario en los períodos de montaje de decorados, equipos de iluminación y todos los materiales que se utilicen en la representación. Del mismo modo, en función de la complejidad del proyecto escénico o de la disponibilidad de personal del teatro, pueden existir jefes de sección responsables de cada uno de los equipos técnicos según la especialidad: iluminación, sonido, tramoya, utilería, etc. • El Reparto. También conocido como elenco, o en término anglosajón, cast, de ahí el vocablo casting, que se refiere a las pruebas que se realizan para elegir el reparto de un proyecto escénico. Es el conjunto de actores y actrices que interpretan a los personajes de una representación escénica, o en su caso, los artistas que intervienen en un espectáculo en vivo. Dentro del reparto existen distintas categorías en función de la importancia y presencia que tienen en la representación. La figura más importante es la de protagonista (masculino y femenina), también conocido como actor o actriz principal. A continuación, en esa escala de importancia, encontramos a los personajes secundarios y a la figuración, y en último lugar a los extras. Si la representación o el espectáculo fueran musicales los protagonistas serían los cantantes, seguidos por los coros, y al mismo nivel los músicos. Si hablamos de danza, o de baile, el protagonismo absoluto lo tienen los bailarines. 2. FUNCIONES DEL EQUIPO DE DIRECCIÓN.

Junto al equipo de producción (responsable de la gestión y de la organización), el equipo de dirección es el máximo responsable del proyecto escénico. El equipo de dirección determina los proyectos escénicos que se van a realizar y dirige la parte artística de los mismos. Es el equipo responsable de la puesta en escena, de la escenificación del proyecto escénico. Para ello debe diseñar la propuesta escénica, combinando los elementos escénicos necesarios, y debe dirigir el trabajo del resto del equipo artístico. La cabeza visible del equipo de dirección es el director artístico, que puede, dependiendo de sus



funciones y del tipo de proyecto escénico en el que se trabaje, desempeñar al mismo tiempo las funciones de director de escena. • El Director Artístico o Director de Escena. Las responsabilidades del director artístico varían según sea la naturaleza de su trabajo. Si es el director artístico de un teatro o de un festival, se ocupará de la programación, es decir, de seleccionar las obras y espectáculos que se van a contratar. Si es el director artístico de una compañía o de una empresa de producción, decidirá los proyectos escénicos que se van a producir, los proyectos que se llevarán a escena. Si es el director artístico de un espectáculo, decidirá los artistas que van a intervenir, y a partir de la propuesta o guión artístico decidirá cómo será el espacio escénico, la luz, la música etc. Si es el director de un proyecto teatral realizará las funciones del director de escena, por lo tanto, será el máximo responsable de la puesta en escena, de la escenificación del proyecto. Las funciones específicas del director de escena de un proyecto teatral son:

- Elección del texto. - Elección del equipo artístico. - Elección del reparto. - Definición del proyecto y realización de la propuesta escénica. - A partir de la propuesta escénica, abre el Libro de Dirección. - Dirige la puesta en escena, de la cual, es el máximo responsable. - Dirige los ensayos. - Cierra el Libro de Dirección que incluye el trabajo con el texto, los

diseños de iluminación, sonido, música, escenografía, vestuario, y movimientos escénicos.

• El Ayudante de Dirección. Es el asistente del director de escena durante el proceso de producción y montaje del proyecto escénico. El ayudante de dirección es el responsable, junto al equipo de producción, y con el visto bueno del director, de planificar, organizar, controlar y coordinar los ensayos. Las funciones específicas del ayudante de dirección son, entre otras, las siguientes:

- En colaboración con producción es el encargado de realizar las citaciones de todo el equipo, generalmente a través de la tablilla.

- Planificar, en colaboración con el regidor, el espacio y los materiales necesarios para los ensayos. Si el proyecto es musical coordina con la producción la asistencia a los ensayos del maestro



repetidor (persona encargada de llevar el acompañamiento musical al piano durante los ensayos).

- Sustituye al director y dirige el ensayo en ausencia de éste. - Da los pies de diálogo de un actor si éste falta al ensayo. - Marca los pies de efecto en los ensayos técnicos. - Ayuda a dirigir la puesta en escena de la figuración, sobre todo si

ésta es numerosa. - Recoge en el Libro de Dirección, durante los ensayos, como si de

un script se tratara, todas las incidencias que se produzcan en el proceso de montaje: movimientos, acciones generales, efectos, necesidades de utilería, vestuario, etc.

- Colabora estrechamente con el regidor una vez que éste se incorpora al proyecto y le proporciona toda la información que necesite sobre el proceso de montaje del proyecto escénico.

• El Regidor. Incluimos al regidor en el equipo de dirección porque si el director artístico es el máximo responsable de la puesta en escena del proyecto escénico, a partir del día del estreno, el responsable de la representación escénica o del espectáculo es el regidor de escena, también denominado regidor de compañía. El regidor de escena es el puente que une la dirección artística con la parte técnica. Básicamente las funciones que desempeña un regidor de escena son:

- Coordinar el trabajo de todas las personas que forman parte del proceso de creación y desarrollo de un espectáculo.

- Organizar el trabajo en el escenario durante los ensayos y las representaciones.

- Marcar en el Libro de Regiduría, durante los ensayos a los que asiste, todas las incidencias en relación a entradas y salidas de actores, movimientos o cambios de escenografía, efectos de iluminación, sonido, efectos especiales, etc.

- Realizar, antes de cada representación, con el equipo técnico, la Pasada, en la cual los técnicos revisan los efectos, comprobando que todo está correcto de acuerdo a los pies señalados y aclarando las dudas que pudieran surgir.

- Controlar y dirigir todo lo que sucede en escena durante la representación. El regidor de escena, en constante comunicación con el equipo técnico y artístico, generalmente a través de intercoms, señales acústicas o visuales, da los pies y los avisos de entrada a escena a los actores, cantantes, bailarines y figuración,



y marca la entrada de efectos de luz, sonido, etc. El puesto de regiduría suele estar situado en la primera caja del escenario y desde allí realiza el seguimiento y control del espectáculo.

Según sea el tipo de regiduría que ha de realizar, de escena, de paredes o de espacio, las responsabilidades del regidor pueden variar, pero en todos los casos su labor es la de organizar y coordinar. El regidor de paredes es aquél que trabaja en teatros y salas donde habitualmente no se hacen producciones propias y por lo tanto no hace la regiduría de los espectáculos. Su trabajo es básicamente el de coordinación de los trabajos de montaje y preparación de los espacios que van a utilizar los grupos o compañías invitadas (recibe a la compañía, controla el acceso y el aparcamiento del transporte, coordina la descarga del material y ayuda a distribuir e instalar los materiales). Durante la representación, asiste al regidor de escena y al resto del equipo técnico y artístico en todo lo que necesiten, y es el encargado de avisar, en coordinación con el regidor de escena, al jefe de sala, para abrir las puertas al público. El regidor de espacio desempeña prácticamente las mismas funciones que el regidor de paredes, con la dificultad añadida de que realiza su trabajo en espacios distintos a los habituales, como puede ser la regiduría para un espectáculo al aire libre, en un local o en cualquier espacio polivalente.

3. LOS ELEMENTOS ESCÉNICOS.

La puesta en escena es la escenificación del proyecto. Se trata de llevar la idea al papel y del papel a la escena. Para ello es necesaria la combinación de una serie de elementos que son imprescindibles para que la puesta en escena funcione. El máximo responsable de la puesta en escena de un proyecto escénico es el director artístico, o en su caso, el director de escena. Si el autor de un texto dramático realiza una escritura literaria, el director de escena realiza una escritura escénica. Por ello, un mismo texto puede tener tantas puestas en escena como directores tengan la oportunidad de realizarlas. Cada director realizará su propia escritura a partir del mismo texto dramático y creará su propia puesta en escena. Esta es una de las características fundamentales del hecho teatral que hace que los grandes textos perduren a lo largo del tiempo, pues en cada momento la lectura e interpretación que se hace de ellos es distinta a las anteriores. Ante el reto de llevar a escena un proyecto escénico de la naturaleza que sea, el director artístico debe presentar al productor su propuesta escénica, su propuesta artística. La idea que tiene sobre el texto o sobre el espectáculo, que intenciones tiene, que respuesta emocional quiere crear en el espectador, y para ello, qué estilo, qué estética, qué tono, en



qué tiempo, qué códigos piensa utilizar. Cómo será la luz que ilumina la escena, cómo utilizará el sonido y qué tipo de músicas va a utilizar, cómo piensa recrear el espacio escénico y qué tipo de decorados piensa que serán los idóneos. Cómo vestirán, se moverán, hablarán y actuarán sus personajes. Para hacer realidad su propuesta escénica y convertirla en una puesta en escena, el director necesita la colaboración de todo un equipo artístico que comparta sus ideas sobre el proyecto y sepa traducir y dar respuesta a sus demandas creativas. Necesita de un escenógrafo, de un iluminador, de un figurinista, (…), que pongan su creatividad y su trabajo a disposición del director artístico para que la idea inicial cobre vida en el escenario. Del mismo modo es necesario un equipo técnico que pueda construir y dar cuerpo a esa realidad recreada por el director y sus colaboradores artísticos. La puesta en escena es la combinación en el escenario de toda una serie de elementos artísticos y técnicos, todos ellos igualmente importantes, dirigidos por una persona que tiene la responsabilidad artística máxima, el director. Debe ser como la interpretación de una partitura dirigida por un director de orquesta y ejecutada por un conjunto de músicos, cada uno de ellos con su propio instrumento. Por lo tanto cabe deducir que en cada representación escénica, y en cada espectáculo en vivo, intervienen múltiples elementos escénicos que debidamente combinados contribuyen a producir en el espectador una determinada respuesta emocional. De entre todos ellos, lo más importantes son los siguientes: • El espacio escénico. La escenografía y los decorados. El espacio escénico define de manera fundamental la puesta en escena. Constituye el marco donde se llevará a cabo la interpretación, y el contexto espacial en el que se desarrollará la acción dramática. La escenografía debe ser coherente con la acción que se va a desarrollar, y en el caso de la puesta en escena de un proyecto escénico presenta una importante característica que es consecuencia directa de los códigos que se utilizan en las artes escénicas, códigos que el espectador suele interpretar correctamente: debe representar una realidad no intentar ser la realidad misma intentando reproducirla engañosamente, de hecho en la mayoría de las ocasiones, la realidad escénica adquiere un valor simbólico que es suficiente para que el espectador pueda interpretar perfectamente el espacio en el que se desarrolla la acción. La escenografía es también el espacio en el que actúan los actores, el espacio en el que se mueven, por ello es determinante que el diseño del



espacio escénico se realice en función de ello, no como un marco meramente decorativo. El responsable del diseño de la escenografía de un proyecto escénico es el escenógrafo, que deberá trabajar en contacto directo con el director artístico hasta llegar a una solución que dé respuesta satisfactoria a las características y expectativas de la propuesta escénica. Para lograrlo el escenógrafo debe conocer perfectamente las características de ésta y traducirla en materiales, formas, volúmenes, texturas y colores, que constituyen la materia prima de su trabajo. • La utilería. El atrezzo. La utilería, también denominada atrezzo, son todos aquellos elementos de la escena que se mencionan en el texto y que tienen una utilidad específica. Son pequeños objetos (una pistola, un paraguas, un periódico, una taza de café, etc.) que intervienen dramáticamente en la acción y que los actores utilizan durante la representación. La utilería se compra, se alquila o se construye. En la mayoría de los teatros existe un taller de utilería y en la mayoría de los proyectos escénicos existe una persona o un equipo encargado de la utilería, el utilero o el equipo de utilería. Para poder evaluar las necesidades de utilería del proyecto se recurre a los desgloses por escenas y personajes y se realiza un inventario. Tanto para los ensayos, como posteriormente para las representaciones, la utilería se coloca en mesas donde todos los objetos están perfectamente visibles y fácilmente localizables, incluso poniendo el nombre de cada objeto en la zona en que está situado. Si es necesario también se pone el nombre del personaje que lo va a utilizar. Estas mesas están generalmente situadas cerca de la entrada a la escena, en uno de los laterales del escenario. • La iluminación. La iluminación es un elemento escénico de primer orden a la hora de crear una puesta en escena. En primer lugar porque es el medio que permite al espectador contemplar en toda su extensión la representación escénica o el espectáculo. Por lo tanto la primera misión del iluminador es que todo se vea perfectamente desde cualquier posición que ocupe el espectador. De hecho es importantísimo no sólo iluminar a los actores y artistas sino que también habrá que iluminar la escenografía, los decorados, e incluso, si es necesario el lugar destinado al público. Y en segundo lugar, porque de los valores que transmita la iluminación va a depender en gran parte el estado anímico y emocional del espectador. La iluminación de un espectáculo, dependiendo de las características del mismo, de los recursos económicos disponibles y del espacio donde va a tener lugar, puede ser una iluminación espectacular o intimista, con un trabajo del color importante, y que va a cambiar según se vaya



desarrollando la actuación, incluso destacando mediante proyectores de seguimiento a un intérprete del resto. La iluminación de una obra teatral presenta una característica diferenciadora básica, es una iluminación dramática, de acento, que puede intervenir de modo decisivo en la acción. A través de la utilización de los códigos escénicos preestablecidos puede marcar un cambio temporal (pasar de la noche al día) o espacial (interior/exterior) y puede reforzar o disminuir la tensión dramática y dirigir la atención del espectador, seleccionando nuevas zonas de actuación en el escenario, destacando a un personaje del resto. El responsable del diseño de la iluminación de un proyecto escénico es el iluminador. El iluminador tiene la enorme responsabilidad de iluminar un espacio escénico creando una atmósfera y un ambiente estético y dramático que responda fielmente al diseño artístico del proyecto. Debe ser capaz de crear la luz de un espectáculo a partir de unas intenciones escritas en un papel (mientras que un texto dramático suele tener algún tipo de indicaciones sobre el tiempo o el espacio en el que se desarrolla la acción, la luz hay que imaginarla y recrearla). Al mismo nivel que el escenógrafo, el iluminador es uno de los principales colaboradores del director artístico a la hora de desarrollar la propuesta escénica inicial y realizar la puesta en escena. A la hora de diseñar la iluminación debe conocer las características que va a tener la escenografía, pues tendrá que iluminarla sin desvirtuarla, las zonas de actuación de los actores y artistas, para no dejarles en zonas indeseables de sombras, y el vestuario, puesto que tanto los tejidos como las texturas y los colores del mismo, deben ser tenidos en cuenta a la hora de iluminar. El iluminador es un profesional cualificado que a su talento artístico debe sumar una gran capacitación técnica. Debe convertir las intenciones estéticas y dramáticas de la propuesta escénica en términos de color, posición, dirección e intensidad de luz que son las características de los proyectores de iluminación, con sus soportes y accesorios, que son sus herramientas de trabajo. • El vestuario y la caracterización (maquillaje y peluquería). El vestuario y la caracterización (maquillaje y peluquería) son elementos artísticos imprescindibles para que un actor pueda convertirse en el personaje que debe representar. Vestirse, maquillarse y peinarse como el personaje ayuda al actor a moverse, a gesticular y a hablar como el personaje, haciendo creíble su representación. Con la ayuda de estos recursos artísticos el actor se transforma en un anciano, una princesa, un soldado o un animal. Son pues elementos importantísimos para la puesta en escena que deben responder lo más fielmente posible a la propuesta escénica y artística del director.



Como el resto de los elementos artísticos que forman parte de la puesta en escena, el vestuario y la caracterización deben responder a unos códigos escénicos. Deben acentuar las propiedades de los personajes, enfatizando sus características dramáticas. En las representaciones escénicas y los espectáculos en vivo es importante que el espectador más alejado pueda visualizar y apreciar el vestuario y la caracterización de los personajes en toda su extensión. El vestuario de un espectáculo puede ser alquilado, pues existen casa especializadas en la confección y alquiler de vestuario escénico, aunque en la mayoría de los proyectos escénicos, cuya finalidad es la de conseguir un valor artístico reconocible y exista presupuesto para ello, se encarga el diseño y la elaboración del vestuario a profesionales artísticos especializados. El diseñador del vestuario, denominado figurinista, es el responsable, junto al sastre, de la creación del vestuario, del conjunto de trajes, vestidos, zapatos y complementos que van a llevar los actores en su interpretación de los personajes durante la representación o que van a utilizar los artistas durante el espectáculo. El maquillaje y la peluquería son responsabilidad del departamento de peluquería y maquillaje, que forma parte del equipo técnico, del equipo encargado de las realizaciones, aunque en realidad dependen del equipo artístico y deben trabajar en colaboración directa con el escenógrafo y el iluminador, y en la mayoría de las ocasiones su trabajo alcanza tales cotas de valor artístico que aparecen en dosieres y fichas técnicas del espectáculo formando parte del equipo artístico. Durante el proceso de ensayos se realizan las denominadas pruebas de vestuario, maquillaje y peluquería, supervisadas por el director artístico y el ayudante de dirección, para comprobar su idoneidad y si existe la necesidad de retocar o cambiar algo. Recordemos que el vestuario se hace a medida de cada artista y tanto la peluquería, que puede incluir postizos y pelucas confeccionados a propósito, como el maquillaje, necesitan de unas pruebas previas que confirmen que son los adecuados para cada personaje. • El movimiento escénico. Movimientos de tramoya. Movimiento de los

actores. La coreografía. Cuando nos referimos al movimiento escénico nos referimos a cualquier tipo de movimiento que suceda en la escena durante la representación o el espectáculo. Por ello forman parte de la puesta en escena al mismo nivel que el resto de elementos escénicos. Los movimientos que se producen en escena básicamente son movimientos de tramoya, movimientos de los actores, y más específicamente movimientos coreografiados de actores, artistas y bailarines. Los movimientos de tramoya son fundamentales a la hora de marcar el inicio y el final del



espectáculo, mediante subida y bajada o apertura y cierre del telón de boca (en ausencia de telón se utiliza la iluminación, mediante encendido y a pagado de la misma, lo que se entiende como abrir de negro y cerrar a negro). También son movimientos de tramoya los cambios escenográficos que se puedan producir en escena, como puede ser el giro de un trasto para cambiar la escenografía de la escena, o la aparición y desaparición, a través de escotillón o desde el peine, de elementos del decorado o de personajes. Estos movimientos deben prepararse a conciencia, coordinándose con el resto de los elementos escénicos que forman parte en un momento dado de la puesta en escena, para ello se producen los ensayos técnicos, conjuntos y generales. Los encargados de realizar estos movimientos son los tramoyistas, dirigidos por el director o jefe técnico, y coordinados durante el espectáculo por el regidor. Los movimientos de los actores y artistas en escena los determina el director artístico o director de escena, los define en sus estudios previos sobre la puesta en escena del proyecto, mediante las hojas de dirección de movimiento, y los ensaya con los actores durante la fase de ensayos. Es necesario que cuando se definen los movimientos en escena de los actores, estén claramente marcadas sus zonas de actuación y desplazamientos, así como las entradas y salidas a escena. Para ello es imprescindible, casi desde el principio de los ensayos, la presencia de la escenografía, o bien un boceto lo suficientemente desarrollado y definitivo como para poder realizar marcas en el suelo del escenario, con indicaciones precisas de emplazamiento del mismo (mobiliario, elementos escenográficos, puertas y accesos de entrada y salida a escena, etc.). Del mismo modo y hasta la instalación de los decorados, en los ensayos se utilizan sustitutivos, que elementos corpóreos que hacen las veces de elementos escenográficos, y que a ayudan a los actores a moverse con soltura por la escena sin chocarse. En algunas ocasiones y en función de las características de la acción dramática o del espectáculo, los movimientos de los actores y artistas sobre el escenario deben estar perfectamente medidos y armoniosamente ejecutados, sobre todo si hay sobre la escena un gran número de ellos; para ello es necesario que los movimientos estén debidamente coreografiados, y en ese caso, se necesita la presencia de un coreógrafo, que es un profesional especializado en el tema. Esto ocurre siempre que hay baile, y más específicamente, en las representaciones y espectáculos cuyos protagonistas principales sean los bailarines. • El sonido. La música.



Tanto el sonido como la música son elementos primordiales en la puesta en escena de cualquier proyecto escénico. Son elementos con los que el director artístico trabaja desde la misma concepción del proyecto y en el diseño de su propuesta escénica y artística. En cuanto a la presencia e importancia que adquiere el sonido en el proyecto escénico, ésta depende fundamentalmente del tipo y de la naturaleza del proyecto. Cuando se trata de un proyecto teatral basado en un texto, el sonido, generalmente en forma de efectos, y la música, son elementos que pueden intervenir decisivamente en la acción dramática, enfatizándola o marcando el propio desarrollo de la misma. Mediante los efectos de sonido y la música se pueden recrear ambientes, espacios, y marcar acciones, que incluso quedando fuera de escena, afectan a la misma. De hecho el sonido se diseña como si de un espacio se tratara, el espacio sonoro. Si la música es original, especialmente creada para el proyecto escénico, esto representa un valor añadido. Es evidente que en un espectáculo musical, de la naturaleza que sea, el sonido es la base del mismo, y es importantísimo que sea de gran calidad para que los resultados sean los esperados. En este sentido, la calidad acústica del recinto es de vital importancia. Además para alcanzar la calidad de sonido requerida es fundamental el trabajo que desarrolla el equipo técnico de sonido, que se encarga de instalar y preparar el equipamiento de sonido (micrófonos, cajas acústicas, etapas de potencia, mesas de mezclas, etc.) y de realizar las mezclas durante la representación, y el equipo artístico, encargado de ejecutar la música (cantantes y músicos). En el teatro lírico, la ópera y la zarzuela, y en el teatro musical, es de vital importancia el trabajo que desarrolla el director musical, imprescindible en cualquier proyecto escénico de este tipo. Es el responsable de preparar y dirigir la puesta en escena en lo referente a la música, y dirige los ensayos del coro, de los músicos (generalmente una orquesta) y de los cantantes. • La interpretación. Quizás sea la interpretación y la actuación de los actores y artistas sobre el escenario el elemento escénico más importante de los que conforman la puesta en escena. Los actores y artistas son, junto al público, los elementos verdaderamente imprescindibles de una representación escénica y de un espectáculo en vivo. Podemos llevar a cabo una representación o un espectáculo sin la presencia de medios técnicos y humanos. Sin iluminación, sin efectos de sonido, sin decorados, sin utilería, incluso sin vestuario… sólo un actor frente a un público



desarrollando una interpretación, una actuación, es suficiente para que exista la representación y el espectáculo. El éxito de cualquier proyecto escénico depende directamente del trabajo y del talento de los actores y artistas. El reparto es una pieza básica en la construcción, diseño y realización del proyecto. Son contratados prácticamente desde el principio, y en muchas ocasiones son uno de los valores de la producción más importantes con los que se cuenta. El responsable de que su trabajo interpretativo sea el mejor posible, en función de la propuesta escénica realizada, es el director artístico o director de escena. 4. DOCUMENTACIÓN TÉCNICA.

• El libro de dirección. El libro de dirección es la biblia de la puesta en escena de un proyecto escénico. Por lo general, el Libro de dirección registra el momento y lugar de las entradas y salidas de los actores, cada movimiento y acción, pausas, cortes, anotaciones acerca del tiempo y el ritmo de los diálogos y sus inflexiones e insistencias, los cambios de decorado y de vestuario, las indicaciones respecto al sonido, la música, las luces y, a veces, los apuntes interpretativos del director. En resumen, el Libro de dirección debe contener toda la información necesaria acerca de la representación, para mostrar clara y completamente cómo debe escenificarse la obra o el espectáculo. Los apuntes deben ser esquemáticos y toscamente indicados, o pormenorizados y exactos, según la tendencia individual de cada director. Existen distintos métodos para preparar el libro de dirección, pero siempre debe haber una página en blanco al lado de una de texto donde poder dibujar, desplazamientos, acciones, etc. Generalmente se parte de una copia del texto o del guión artístico por una sola cara, con las modificaciones, cortes y arreglos que se hayan realizado, dejando espacio entre líneas y con un gran margen en el lado derecho para las anotaciones. Con un separador se dividen escenas y actos, numerándolos al mismo tiempo. Con lápiz, para poder corregir, se anotan los “pies” de luz, sonido, efectos especiales, cambios de escena y movimientos. Durante los ensayos, el ayudante de dirección, o en su caso el regidor de escena, toma nota, como si de un script se tratara, de cómo se va utilizando el mobiliario, la utilería, el vestuario, y de todos aquellos cambios sobre la propuesta inicial que se puedan producir. Antes de incorporar las modificaciones definitivamente al Libro de Dirección, el ayudante de dirección consultará con el director, avisando a Producción si se introducen cambios relevantes que



modifiquen el presupuesto o las necesidades técnicas. Al finalizar el montaje el libro de dirección constituirá la memoria completa del proyecto escénico. • El libro de regiduría. El documento base para el regidor. Es el libro donde está el texto, el guión artístico, con todas las acotaciones. Cada regidor tiene su manera de elaborarlo, lo importante es que se den las claves necesarias para que todo el personal que interviene en el desarrollo del proyecto las entienda. Para poder establecer estas claves es necesario saber cuáles son las necesidades técnicas de maquinaria, luz, sonido, vestuario, vídeo, etc., y adjudicar a cada una de ellas un color, un símbolo o cualquier otra marca que sirva para diferenciar cada uno de los efectos, entradas, salidas y movimientos. En el libro de regiduría quedan reflejados todos los detalles que puedan ayudar a la rapidez y efectividad del trabajo, como el tiempo de que se dispone, si el cambio ha de ser más o menos rápido, el lugar por donde entrar o salir, si es por la derecha, por la izquierda…. Las indicaciones que deben aparecer en el Libro de Regiduría son, teniendo en cuenta que pueden variar según las características propias de cada espectáculo, las siguientes:

- Pie: Es el movimiento, gesto, palabra o frase que marca el momento preciso en que hay que ejecutar la entrada o salida de un efecto de luz, sonido, un movimiento de maquinaria, utilería, entrada o salida de un actor o un artista.

- Efecto: Palabra que se utiliza para denominar no solo lo que significa básicamente la palabra complemento acústico, visual o sonoro destinado a reforzar un ambiente o a dirigir la atención del espectador-, sino que también se usa para denominar toda la luz, sonido o imagen que está presente en cada una de las escenas o momentos del espectáculo. Los efectos están numerados y se debe especificar qué tipo de efecto es.

- Cambio: Indica que con una sola orden se deben ejecutar movimientos de maquinaria, y entradas o salidas de luz y sonido a un mismo tiempo. También se refiere a un cambio de escenografía, vestuario o cualquier otro elemento escénico.

- Entrada y Salida: Se refieren a cuando entra o sale uno o varios actores o artistas del espacio escénico, y también se refiere a la ejecución de un efecto. En definitiva, cualquier elemento escénico que aparezca o desaparezca de escena. Algunos técnicos cambian el significado de estos términos y a la entrada al escenario lo denominan salida a escena.



- Tiempo: Es el tiempo de que se dispone para realizar un cambio, la duración de una música, de un efecto sonoro, una proyección o cualquier otro tipo de efecto.

- Prevención: Es un aviso que indica que hay que prepararse para un cambio, una entrada o un movimiento. Según de qué se trate, se debe calcular el tiempo que necesita el técnico para prepararse. Si es la entrada o salida de un efecto de luz, por ejemplo, y tenemos una mesa digital, el tiempo será mínimo; si se trata de un movimiento de maquinaria o la entrada de un elemento escenográfico de gran volumen, como pueda ser un trasto, el tiempo de prevención deberá ser mayor.

- Ejecución: Es el momento en que se hace el cambio, la salida o entrada de luz, sonido u otro elemento escénico. Para saber cuál es el momento exacto sólo hay que seguir los pies.

• El guión técnico. La hoja de efectos. El guión técnico, también denominado hoja de efectos o escaleta, es un documento que debe contener de manera esquemática todas las acciones, efectos, pies, entradas y salidas, tiempos, e indicaciones, que afectan al desarrollo técnico de la representación escénica o del espectáculo. Todo lo que sucede en escena y en qué momento del texto, partitura o guión artístico, sucede. Se obtiene a partir del libro de regiduría. Se puede hacer en columnas, una por cada uno de los tipos de recursos técnicos que se utilicen, luz, sonido, tramoya, etc., o bien en forma de listado cronológico, según se utilizan, de principio a final. Cuando no existe un texto o partitura como base de la representación o del espectáculo, el punto de partida suele ser un guión artístico, y en este caso lo recomendable es elaborar un guión técnico con la descripción de las acciones que se llevan a cabo, la música que suena, los movimientos que se producen en escena, los efectos especiales, etc. El libro de regiduría y el guión técnico sirven para el trabajo del regidor durante la representación, además de constituir una memoria técnica del proyecto escénico, tanto si se ha de hacer una reposición como para posibles sustituciones durante el tiempo de explotación. Además del guión técnico del regidor, cada departamento debe tener su propio guión técnico, sus propias hojas de efectos. A este respecto cabe destacar las hojas de efectos o memorias de iluminación y de sonido, en las cuales aparece muy detallada la iluminación y la sonorización del espectáculo, sobre todo a nivel técnico, puesto que son los documentos que utilizarán los técnicos de iluminación y de sonido a la hora de manejar durante el espectáculo la consola de iluminación y la mesa de mezclas de sonido.



Es práctica habitual que el libro de regiduría y el guión técnico se elaboren como un único documento, de hecho es bastante práctico tener el texto o el guión artístico con todas las indicaciones marcadas, pies, tiempos de entrada y salidas, efectos y movimientos. • El diseño escenográfico. Del boceto al plano acotado, plantas y

alzados. La maqueta. Tras conocer la propuesta escénica del director el escenógrafo comienza su labor realizando unos primeros bocetos del espacio escénico en el que se va a desarrollar la acción dramática o el espectáculo. Si el director da el visto bueno a los bocetos, el escenógrafo diseña el espacio escénico utilizando para ello planos a escala, a partir de los cuales realiza alzados y planos en tres dimensiones (usando generalmente soportes informáticos), acota y describe materiales, medidas y todas aquellas indicaciones útiles para la construcción de los decorados, que suelen realizar empresas auxiliares especializadas. Una vez realizados y en constante supervisión del escenógrafo, son instalados. La maqueta es la representación física a escala de la escenografía, y aunque no es un documento como tal, es una herramienta de gran utilidad para la puesta en escena del proyecto escénico porque es utilizada por el resto del equipo artístico a la hora, tanto de diseñar los movimientos en la escena, como de diseñar la iluminación. • El plano de luces. El plano de luces es el documento técnico que muestra el diseño completo de la iluminación de un proyecto escénico, tanto si se trata de una representación escénica como de un espectáculo en vivo. El plano de luces es elaborado por el iluminador, que previamente debe contar con un plano detallado de la ubicación de la escenografía, de los movimientos de la maquinaria, de los actores, etc. Consiste en un plano de la planta del espacio escénico que incluye todos los proyectores y puntos de luz que se van a utilizar en el espectáculo. El plano de luces recoge además las varas de luces utilizadas, las torres de calle, los soportes de suelo o aquellos que vayan dentro del decorado y, en general, todas las estructuras necesarias para emplazar proyectores. También se reflejan las alturas respecto al suelo del escenario y la distancia desde el proscenio de las mismas. En el mismo plano debe aparecer una leyenda que se utiliza para interpretar la simbología utilizada: tipo de proyector y cantidad. Cada proyector lleva una información inscrita: el número de canal de mesa, el número del color del filtro y el número de circuito usado. Asimismo debe especificarse si el proyector lleva algún tipo de accesorio (viseras, gobos, etc.) mediante un dibujo aclaratorio, o bien en la propia leyenda.



• Los Figurines. El diseñador diseña el vestuario en forma de bocetos y dibujos denominados figurines, uno o varios por personaje y situación. De ahí que al diseñador del vestuario se le conozca como figurinista. El figurín es un documento de trabajo que no solo debe ser un dibujo a mano alzada de un determinado traje o vestido, sino que debe incluir información precisa, si es necesario, del tejido, la textura, los colores, los accesorios y complementos, y todas aquellas indicaciones y explicaciones que sean precisas para su posterior elaboración. 5. EL MONTAJE DE LA OBRA. EL PLAN DE ENSAYOS. El montaje es la fase más importante en la realización de una representación escénica o un espectáculo en vivo. Es la fase equivalente a la fase de rodaje en un proyecto cinematográfico. Es el momento en el cual, una vez organizados los recursos humanos y materiales, se llevan a la práctica, se concretan, y se materializan todos los diseños y preparativos previos para llevar el espectáculo a la escena. La planificación del montaje escénico encuentra su máxima definición en el plan de ensayos, en el que se planifica tanto el trabajo técnico como artístico. En una primera fase, tras las primeras reuniones de trabajo, y mientras se define la producción, es tan solo el equipo artístico el que trabaja en los bocetos bajo la supervisión del director y del productor. En este período el equipo de producción se encarga de preparar los contactos previos en cuanto a recursos materiales y personales para organizar el proyecto. En el momento que el equipo artístico presenta la propuesta escénica se produce la fase de pre-ensayos que tiene una duración más o menos extensa en relación a las dificultades que pueda presentar la selección de actores y artistas. En una producción teatral estándar (obra de noventa a cien minutos de duración, en dos actos y una media de ocho atores y dos figurantes), lo habitual es tardar de un mes y medio a dos, teniendo en cuenta la posible organización de unas pruebas o entrevistas de selección (castings y audiciones), las gestiones de precontratos y el estudio de producción necesario para poner en marcha cualquier proyecto. Según sea la naturaleza del proyecto escénico (teatral, musical, danza) los períodos de preproducción y la planificación general del montaje sufrirán ligeras variaciones en cuanto a plazos y planificación de los ensayos. La mayor diferencia se presentará relacionada con los mecanismos de producción y sobre todo en lo referente a los recursos materiales y humanos. El período de montaje podemos dividirlo en tres partes; una primera parte de ensayos de mesa y aproximaciones al texto, a la propuesta escénica y a la visión del proyecto que tiene el director. Este trabajo



suele ser muy concentrado en lo puramente artístico y sólo participa, junto al director y los actores, el ayudante de dirección. En una segunda fase, cuando se comienza a poner en pié el espectáculo, se hace necesaria la ayuda de la producción y el equipo técnico para procurar aquellos materiales imprescindibles para la acción, sean los definitivos o los sustitutivos para los ensayos. En la tercera fase de ensayos, cercanos ya a los conjuntos y generales, es cuando se incorpora el regidor y cuantos técnicos vayan a servir la función; es el momento en que comienza a utilizarse la escenografía definitiva, la utilería y el vestuario. Es el momento de incorporar también la banda sonora definitiva o los músicos en directo. En el tramo final de esta fase se producen los ensayos técnicos, conjuntos y generales. Los ensayos técnicos consisten en pasar todo el espectáculo en sus movimientos de escenografía, luz, sonido y resto de efectos que tengan que ver con las partes técnicas, a estos ensayos tienen que asistir los actores para marcar los pies de acción y de texto, aunque en la mayoría de las ocasiones estos ensayos los marca el ayudante de dirección que da los pies al regidor. Los ensayos generales se planifican entre la dirección artística y la producción. Según sean las características del proyecto se suelen realizar entre seis conjuntos máximo y dos como mínimo. Los generales oscilan entre cuatro y uno. En este período participan todos los integrantes del equipo técnico, y además del regidor, generalmente se cuenta con un jefe técnico (en las compañías privadas suele realizar esta labor el tramoyista, en los teatros públicos lo tienen siempre). Los ensayos generales, que tienen las mismas características que una representación, no deben interrumpirse salvo accidentes graves. Sirven para medir la capacidad artística y técnica de la producción, y las correcciones ante posibles fallos deben hacerse a posteriori. Los planes de ensayo los planifica el ayudante de dirección siguiendo las directrices del director y en colaboración con la producción. Para ello se tienen en cuenta todas aquellas circunstancias que puedan determinar el calendario de ensayos. Las particularidades de la contratación de los actores, sus compromisos previos y paralelos a los ensayos, los horarios de ensayos según el convenio laboral, horario y disponibilidad de la sala de ensayos o el escenario, los trabajos paralelos del director y del resto de colaboradores artísticos, etc. Los ensayos se planifican semanalmente, aunque siempre suelen producirse variaciones de un día a otro. En el caso del teatro lírico es donde menos cambios se permiten dada la complejidad de las producciones y la mecánica de trabajo de los cantantes. Siempre hay excepciones pero no obstante el poco tiempo de ensayos (nunca más



de un mes) y la disciplina de los músicos y de los cantantes (los cantantes de ópera, de repertorio, tienen la partitura completamente integrada) hace que el período de montaje resulte de una gran precisión y con resultados bastante fiables. Eso quiere decir que si se ha programado montar una escena, un aria o una parte musical, en un día determinado con un horario fijo, deberá cumplirse escrupulosamente, obteniendo el resultado deseado, porque de lo contrario no habrá otra oportunidad. En los proyectos teatrales las cosas son más subjetivas e imprevisibles y generalmente se necesita más tiempo para obtener un buen resultado de los actores, y esto es conveniente que se tenga en cuenta a la hora de planificar los ensayos. Al comienzo del período de ensayos Producción entrega al ayudante de dirección una relación de los artistas y colaboradores de la producción. Esta relación contiene información sobre el reparto, las responsabilidades y los teléfonos personales o de contacto. La producción se encarga de citar la primera vez a todos los implicados en los ensayos, artistas y técnicos. A partir de ese momento las citaciones se realizan por tablilla. Esto es obligatorio y aunque el ayudante de dirección tomara como mecánica personal el aviso personal con llamadas telefónicas, esto no puede sustituir la convocatoria diaria en la tablilla. Las convocatorias de ensayos se colocan a diario en el tablón de anuncios de la sala de ensayos o de los camerinos del teatro. Se llama tradicionalmente tablilla. Es obligación de todos los participantes en la producción consultar diariamente la tablilla, donde se colocan además las citaciones de pruebas técnicas, montaje técnico, ensayos de música, de baile, pruebas de vestuario, de peluquería. Toda la mecánica del trabajo de un teatro, en cuanto al escenario, en una producción escénica, se encuentra reflejado en la tablilla. La tablilla la realiza el ayudante de dirección y el jefe de producción, o en su caso el ayudante de producción, teniendo en cuenta la coordinación con el jefe técnico, y en algunos casos, con los servicios generales del teatro. Los ensayos pueden realizarse en horario continuado o fragmentado. Lo normal es lo primero, ya que el resto del tiempo suele ocuparse en reuniones y control de realizaciones con los equipos artísticos colaboradores. En un momento de los ensayos se producirán las pruebas de vestuario, peluquería, maquillaje…, y deberá contarse con un tiempo libre para estas necesidades. De igual modo pueden producirse ensayos complementarios de danza o canto, éstos suelen realizarse en horario distinto al de los ensayos comunes. La duración de los ensayos está marcada según convenio, pero lo normal es que en el primer tramo de los mismos no supere las cuatro



horas, contando con dos horas más de ensayos complementarios. Cuando se inicia el período de montaje propiamente dicho (segunda o tercera semana) el horario se aumenta a seis horas. No siempre ensaya todo el reparto. El trabajo se suele dividir en fragmentos (escenas) y se cita sólo a los implicados. Esto quiere decir que el equipo de dirección está todas las horas en el ensayo, mientras que los actores sólo trabajan el fragmento para el que se les ha convocado. En la última fase de ensayos la asistencia de todos los componentes del equipo es imprescindible ya que se comienza a repetir el montaje en continuidad. Es una regla del teatro no comenzar un ensayo si no están todos los cómicos. En los ensayos normales pueden producirse alguna excepción pero en los conjuntos y generales eso es inadmisible. A partir del primer día de representación las citaciones de funciones, sean en sitio estable o en gira, las realiza la producción. Si la dirección artística necesitara ensayar alguna de las partes por problemas de degradación del espectáculo o sustitución de alguno de los componentes del reparto se emplea la misma mecánica de los ensayos normales. Una obra teatral de duración media con no más de doce actores tiene un promedio total de ensayos de dos meses a dos meses y medio. Con este referente la duración de los períodos de ensayo puede variar en relación a la complejidad del montaje, duración del espectáculo, número de participantes y recursos económicos de los que se dispone. Existe la creencia de que cuanto más se ensaya mejores resultados se obtienen, y eso conduce a error. Se dice en la profesión que una obra se encuentra pasada de ensayos, esto quiere decir que ya no se aporta nada y que se hace necesaria la confrontación con el público. Siempre ocurre con todas las producciones escénicas sean del tipo que sean. La participación del público es fundamental, todo se hace para el público, y si no se encuentra presente a partir de un momento determinado, los ensayos no funcionan y se corre el riesgo de que la tensión y el ritmo necesarios desaparezcan y se produzca un desánimo que haga fracasar el proyecto. 6. LA DIRECCIÓN DE ACTORES. De entre todas las funciones que desarrolla el director de escena, quizás sea la dirección de los actores la más importante. Desde las primeras lecturas y los primeros ensayos la prioridad absoluta de su trabajo debe ser dirigir la interpretación, la puesta en escena de los



actores, puesto que éstos constituirán la base sobre la que edificará su proyecto escénico. En primer lugar, el director debe conseguir que los actores comprendan perfectamente cuáles son las características de la propuesta escénica, y qué es lo que se espera de ellos, de hecho el trabajo de la dirección de actores comienza incluso antes de hacerles llegar la propuesta, la propia elección del reparto ya es una decisión que determinará lo que se espera de cada uno de los actores que van a intervenir en el proyecto. La tarea del actor será dotar de credibilidad y descubrir la naturaleza del personaje que ha de interpretar, y comprender la actitud del personaje ante cualquier situación y frente a cualquiera de los demás personajes. Debe entender lo que quiere decir el personaje en cada una de las palabras que expresa y debe identificar e interiorizar las emociones que se supone que siente en cada momento. Para conseguirlo, el actor debe ensayar a fondo las expresiones faciales, las posturas, los gestos y actitudes físicas, la forma de andar y de moverse. Del mismo modo el volumen, el tono, el tiempo, el ritmo y el timbre de su voz deben también ajustarse al personaje, a cada emoción y a cada idea. La tarea del director será conducir al actor hacia la transformación que debe seguir para convertirse en el personaje. El director debe proporcionarle al actor las claves suficientes y la información necesaria para que conozca perfectamente al personaje, sepa cómo piensa, cómo actúa, como se relaciona, como habla, cómo siente. Para ello, desde el primer contacto del actor con el texto, el director debe hablar constantemente con él facilitándole en todo momento su labor. El director será el encargado durante los ensayos de manejar los hilos que mueven al actor en la escena. Guiará sus pasos, la posición, la dirección del movimiento, la ejecución de las acciones, los gestos, la forma de hablar, siempre en función de cómo lo haría el personaje. Una muletilla que los directores utilizan a menudo en los ensayos para ejemplificar ante el actor el comportamiento en escena del personaje es el “…como si…”, como si fuera, como si pensara, como si mirara, como si dijera, (…). El propósito fundamental de los ensayos consiste en corregir, ajustar y afinar, la interpretación del actor hasta que éste tenga totalmente asumido que ha dejado, de forma natural, de ser él mismo para ser el personaje al que interpreta. Un buen director de escena debe dejar siempre un margen de actuación para que el actor aporte cosas al personaje que puedan enriquecerlo, sin someterse al estricto diseño del mismo que había perfilado con anterioridad, aún así, el actor se sentirá más seguro y obtendrá mejores resultados si el trabajo previo del director ha sido serio y concienzudo, y marca la dirección de los ensayos con decisión y claridad de ideas. Si el director quiere que los ensayos transcurran bien y en orden deberá haber planificado detalladamente la



escenificación, sin olvidar que el reparto ha sido elegido por él porque confía en su buen hacer y en su talento. De hecho existe un gran número de directores que confían ciegamente en sus actores y les permiten un grado de libertad importante a la hora de desarrollar su trabajo interpretativo. En muchas ocasiones una sola indicación, incluso sin que sea excesivamente detallada, es suficiente para que el actor, si es un profesional con experiencia, sepa interpretar y desarrollar su trabajo del modo adecuado. 7. CONCLUSIONES. Las representaciones escénicas y los espectáculos en vivo son el fruto del trabajo colectivo de un grupo de profesionales que aúnan sus esfuerzos para llevar a la escena un proyecto escénico y artístico cuyo objetivo principal es hacer disfrutar al público. Los responsables de dirigir este tipo de proyectos son el Productor, responsable de la financiación, gestión y organización del proyecto y el director artístico que tiene la responsabilidad artística del mismo. Junto a ellos trabaja un equipo humano formado por creadores y diseñadores, actores y artistas, músicos y técnicos que desarrollan una labor imprescindible para que la puesta en escena, la escenificación del proyecto sea posible. El origen de una representación escénica o de un espectáculo en vivo puede abarcar, desde un texto teatral, que a partir de una propuesta escénica se traduzca en una puesta en escena , en una representación teatral, hasta una propuesta artística, que a partir de un guión artístico, se convierta en un espectáculo. En cualquier caso, no sólo es imprescindible la existencia de unos equipos humanos, es también necesaria la existencia de unos recursos materiales y técnicos con los que construir y materializar el proyecto. Tras una primera etapa de preparación, de planificación, y de organización en la que se boceta, se diseña, se contrata, y el proyecto comienza a tomar forma, llega la fase de ensayos y realizaciones, llega el montaje, la fase en la que se construyen los decorados, se confecciona el vestuario, se colocan los proyectores,…, y el escenario empieza a cobrar vida, los telones suben y bajan, los actores ensayan sus papeles, el coreógrafo define los movimientos de los bailarines, el músico interpretan la partitura, el ayudante de dirección toma nota de todo y el regidor avisa a la figuración de que debe estar preparada para entrar en escena. Todo el mundo trabaja, todo el equipo en perfecta coordinación desarrolla su labor con profesionalidad, el día marcado se acerca. Ese día es el día del estreno. El día de presentar el trabajo ante el público. Y el momento ha llegado. El regidor de escena avisa al regidor de paredes de que todo está preparado, y el regidor de paredes avisa al jefe de sala para que abra las puertas, el público toma sus asientos, los técnicos de luces y sonido están preparados, los actores esperan entre cajas, el regidor



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de escena marca el pie, y se abre el telón, y se hace la luz sobre la escena y comienza el espectáculo, y se hace la magia, gracias al esfuerzo de un grupo de entusiastas que lo único que espera con la bajada del telón y el final de la función es el aplauso del público. 8. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Y DOCUMENTALES.

- Cuaderno de Dirección Teatral. Agapito Martínez Paramio. Pedagogía Teatral. Serie Teoría. Ed. Ñaque. Ciudad Real, 2006.

- Dirección Escénica. Luis Dorrego. Ed. La Avispa. Madrid, 1996. - Dirigir Teatro. Giraldo M. Cárdenas. Serie Teoría. Ed. Ñaque.

Ciudad Real, 1999. - El arte de la Dirección Escénica. Curtis Canfield. Serie teoría y

Práctica. Ed. ADE (Asociación de Directores de Escena de España). Madrid, 2004.

- Gestión, Producción y Marketing Teatral. Teresa Valentín-Gamazo y Grego Navarro. Cuadernos de Técnicas Escénicas. Ed. Ñaque. Ciudad Real, 1998.

- Iluminación. Juan Carlos Moreno. Cuadernos de Técnicas Escénicas. Serie Práctica. Ed. Ñaque. Ciudad Real, 1999.

- Regiduría. José María Labra. Cuadernos de Técnicas Escénicas. Teoría escénica. Serie Práctica. Ed. Ñaque. Ciudad Real, 2008.

- Regiduría. ¿Arte o Técnica?. Violeta Segura Celma. Ed. La Avispa. Madrid, 2004.

- Sonorización. Miguel Ángel Larriba. Cuadernos de Técnicas Escénicas. Serie Práctica. Ed. Ñaque. Ciudad Real, 1998.

NOTAS

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TEMA 1. La luz. Naturaleza y propagación. Espectro visible