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  • Pgina 1 Tema 3. Los instrumentos para la escritura

    La escritura se ha esculpido, modelado o se ha realizado por incisin en piedras, tablillas de barro o cera. Pero con la llegada de el papiro, el pergamino y el papel se necesit un nuevo material, el clamo, y despus la caa, que absorbe la tinta por capilaridad. Las plumas no se usan hasta el siglo XIV.

    En cuanto a las tintas, la ms importante es la negra, que tiene base vegetal y cenizas de madera. A partir del siglo II se empieza a usar una nueva tinta de base mineral mezclada con goma arbiga.

    Entre los tiles de escritura encontramos:

    Estilo (stilus)

    La palabra stilus designa una especie de punzn del tamao de un lpiz de nuestros das, que se utilizaba para escribir sobre las tablillas enceradas. Se relaciona con el griego stlos, 'columna', y tambin 'punzn', si bien el trmino griego ms corriente con este ltimo significado es grphion. El ms comn era de hierro, pero poda ser de hueso, marfil, plata, etc. El extremo usado para escribir tena una punta afilada, mientras que el opuesto, ms ancho y

    aplanado, se utilizaba para borrar o raspar la cera y aplastarla de nuevo en caso de error.

    Caa (calamus)

    Los romanos conocieron la plumilla de bronce para escribir con tinta, pero su falta de flexibilidad hizo que cayera en desuso. Para escribir con tinta sobre el papiro o el pergamino se empleaba el calamus scriptorius, es decir, una caita de junco, uno

    de cuyos extremos se afilaba con el culter o scalprum librarium, una especie de cortaplumas, y se henda de modo anlogo a las plumillas, para que el corte absorbiese la tinta por capilaridad. Plinio (Historia Natural, XVI 157) asegura que las mejores procedan de Egipto y de Gnido. Se guardaban en la theca calamaria. En espaol conservamos la expresin latina lapsus clami con el significado de error cometido al correr de la pluma, es decir, al escribir.

    Pluma (penna)

    Adems de los calami, en el siglo IV comenzaron a usarse para escribir las plumas de ave, preferentemente de oca, que eran ms flexibles y se adaptaban mejor a la escritura sobre pergamino. La pluma (penna)

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    se endureca calentndola e introducindola en arena. Lo mismo que en el calamus, la extremidad del can de la pluma se cortaba en bisel mediante un cortaplumas, con distintos ngulos que determinaban la forma de los caracteres; luego se practicaba una incisin en el centro para que absorbiera la tinta.

    Raspador (rasorium)

    Con el fin de eliminar las manchas de tinta o de efectuar correcciones (rasurae) sobre el texto, el copista se vala para raspar el pergamino del rasorium.

    Tinta (atramentum)

    La tinta, de color negro, se llamaba atramentum (del lat. ater, negro) scriptorium o librarium. En la Edad Media se impuso el vocablo de origen griego encaustum, de donde deriva el italiano inchiostro, el francs encre y el ingls ink. Nuestra palabra tinta as como el alemn Tinte vienen del latn medieval tincta, teida. El recipiente para la tinta se llamaba atramentarium, tambin scriptorium y calamarium. El molusco que llamamos calamar, con su bolsa de tinta negra, recibi su nombre precisamente por ser una especie de tintero porttil.

    De acuerdo con Plinio (Historia Natural, XXXV, 6), la tinta se haca al principio a base

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    de holln, resina, heces de vino o tinta de sepia, que se mezclaban con goma. Ms tarde se emplearon otros ingredientes, como la agalla de encina o el sulfato de hierro, diluidos en vitriolo, vinagre o incluso cerveza, con lo que la tinta negra tom otros tonos y matices, adems del negro. La tinta roja, a base de minium, o terra rubrica (de ruber, rojo, era el bermelln, es decir, cinabrio reducido a polvo), se usaba en las rubricae, ttulos e iniciales, y para todo lo que se quera resaltar.

    La tinta era espesa y untuosa, y su adherencia era muy variable, dependiendo tambin de la capacidad de absorcin de cada material; en fresco, poda borrarse simplemente restregndola con una esponja hmeda (spongia deletilis). Suetonio, Cal. XX., cuenta que el emperador Calgula obligaba a los poetas que no le agradaban a borrar sus obras con la lengua. Los romanos tambin utilizaron tinta invisible: Ovidio recomienda a los amantes escribir con leche fresca, que sera ilegible hasta que sus cartas

    fueran espolvoreadas con carbn, y Plinio menciona para este uso la savia de determinadas plantas.

    Colores para iluminar (pigmenta)

    El copista reservaba en el pergamino los espacios en blanco sobre los que posteriormente trabajara el miniaturista. La miniatura era la tcnica por medio de la cual se embellecan las pginas de los m a n u s c r i t o s , l o q u e a f e c t a b a particularmente a las iniciales. El vocablo miniatura procede del ya citado minium. Se utiliz tambin el trmino alluminare, que significaba 'dar alumbre', es decir, iluminar con lacas obtenidas por reaccin qumica del alumbre (alumen) mezclado con materias colorantes vegetales.

    Las diversas clases de tintas y sustancias colorantes, los pigmentos de origen animal, mineral o vegetal, se hacan ms consistentes y tenaces con goma arbiga,

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    aunque tambin se utiliz miel o clara de huevo; hasta el cerumen se emple, precisamente para combatir la espuma de la clara de huevo batida. Gracias a la hiel de buey, el pergamino reciba mejor los colores al agua. En occidente no se utiliz la decoracin de oro (pan de oro) o plata tanto como en los cdices bizantinos, debido a la peor adherencia de los pergaminos, aunque se ide el procedimiento de dorarlos con purpurina, es decir, con el metal pulverizado. En cuanto a la decoracin de plata, se sustituy con hoja de estao. En los cdices de gran valor se utiliz tambin el extico lapislzuli para preparar un pigmento muy vivo de color azul ultramar.

    BIBLIOGRAFA

    MARN MARTNEZ, T. y RUIZ ASENCIO, J. M., Paleografa y Diplomtica (UNED.), Madrid, 1977

    MILLARES CARLO, A., Tratado de Paleografa Espaola (con la colaboracin de J. M. Ruiz Asencio), 3 vols., Madrid, 1983

    ROMERO TALLAFIGO, M., RODRGUEZ LIAEZ, L. y SNCHEZ GONZLEZ, A., Arte de leer escrituras antiguas en Espaa. Paleografia de lectura, Universidad de Huelva, 1995