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E L USO DEL CUADERNO DEL NIÑO . (O FXDGHUQR GHO QLxR está al servicio del diálogo familiar, por eso lo trabaja con sus padres, y no en la catequesis. 1R VH WUDWD GH ³KDFHU ORV GHEHUHV GH OD FDWHTXHVLV´ sino de aprovechar sus ele mentos para hablar con vues tro hijo. Tiene abundantes dibu jos para ayudar a los padres en la explicación, y a los pe queños en la comprensión. Los dibujos le ayudan a entender y asimilar. En el libro de padres tienes unas orientaciones para valorarlo, y lo más importante, es que dejes que tu hijo te lo expli que, cuando lo haya colorea do. $GHPiV HO GLEXMR HV pontáneo, os permitirá saber si el niño está captando el mensaje que se le entrega. Cuando dibuje, tu participación será animándo le. Le motivarás con tu diálo go, pero no le digas cómo tiene que hacer el dibujo. No le hables cuando esté haciendo el dibujo, que te lo cuente cuando haya aca bado, que vaya diciendo que es cada detalle No le digas que el dibu jo es feo. Importa lo que dice, y no cómo lo dice. Nunca te rías con ironía. 2IUpFHOH SLQWXUDV 3XH de dibujar con ellas sin usar lápiz. 6L HVFXFKiLV D YXHVWUR hijo y dialogáis, habréis ga nado su amistad. si perdéis la ocasión ahora que es peque ño, podéis perder al adoles cente y al joven. Cuando en una ocasión le preguntaron a Jesús qué era lo más importante, respon dió: Escucha Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor, y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu mente y con todas tus fuerzas, y amarás al prójimo como a ti mismo. Haz esto y vivirás A estas palabras de Jesús les llamamos el Shemá, este nombre viene de las dos primeras palabras tal y como se dicen el hebreo, la lengua que hablaba Jesús: Shemá Israel, que quiere decir:, escucha Israel. Estas palabras serán el eje de toda la catequesis, puesto que son el corazón de todo el Evangelio. De estas palabras brota la vida de Jesús, su relación con Dios, ex presada en el Padre Nuestro, el misterio de la Eucaristía y del sacramento de la Recon ciliación, puesto que son el centre de la Pasión y Resurrección. Estas palabras, recitadas todos los días y guardadas en el corazón, guardarán a los niños y a los que quieran ser como niños en la vida. Ayúdale a tu hijo o hija a apren derlas, recitarlas y profundizarlas. L O MÁS IMPORTANTE . Curso Vida C ATEQUESIS F AMILIAR

Temario Vida

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Materiales para la catequesis familiar

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  • EL U SO DE L CUADE RN O DE L NI O . (OFXDGHUQRGHOQLxR

    est al servicio del dilogo familiar, por eso lo trabaja con sus padres, y no en la catequesis.

    1RVHWUDWDGHKDFHUORVGHEHUHVGHODFDWHTXHVLVsino de aprovechar sus ele-mentos para hablar con vues-tro hijo.

    Tiene abundantes dibu-jos para ayudar a los padres en la explicacin, y a los pe-queos en la comprensin.

    Los dibujos le ayudan a entender y asimilar. En el libro de padres tienes unas

    orientaciones para valorarlo, y lo ms importante, es que dejes que tu hijo te lo expli-que, cuando lo haya colorea-do.

    $GHPiVHOGLEXMRHVpontneo, os permitir saber si el nio est captando el mensaje que se le entrega.

    Cuando dibuje, tu participacin ser animndo-le. Le motivars con tu dilo-go, pero no le digas cmo tiene que hacer el dibujo.

    No le hables cuando est haciendo el dibujo, que te lo cuente cuando haya aca-

    bado, que vaya diciendo que es cada detalle

    No le digas que el dibu-jo es feo. Importa lo que dice, y no cmo lo dice. Nunca te ras con irona.

    2IUpFHOHSLQWXUDV3XHde dibujar con ellas sin usar lpiz.

    6LHVFXFKiLVDYXHVWURhijo y dialogis, habris ga-nado su amistad. si perdis la ocasin ahora que es peque-o, podis perder al adoles-cente y al joven.

    Cuando en una ocasin le preguntaron a Jess qu era lo ms importante, respon-di:

    Escucha Israel: El Seor nuestro Dios es el nico Seor, y amars al Seor tu Dios con todo tu corazn, con toda tu mente y con todas tus fuerzas, y amars al prjimo como a ti mismo. Haz esto y vivirs

    A estas palabras de Jess les llamamos el Shem, este nombre viene de las dos primeras palabras tal y como se dicen el hebreo, la lengua que hablaba Jess: Shem Israel, que quiere decir:, escucha Israel.

    Estas palabras sern el eje de toda la catequesis, puesto que son el corazn de todo el Evangelio. De estas palabras brota la vida de Jess, su relacin con Dios, ex-presada en el Padre Nuestro, el misterio de la Eucarista y del sacramento de la Recon-ciliacin, puesto que son el centre de la Pasin y Resurreccin.

    Estas palabras, recitadas todos los das y guardadas en el corazn, guardarn a los nios y a los que quieran ser como nios en la vida. Aydale a tu hijo o hija a apren-derlas, recitarlas y profundizarlas.

    L O M S I M P O R T A N T E .

    Curso Vida C AT E Q U E S I S F A M I L I A R

  • Es importante ayudar a los nios a entablar un dilogo con Dios.

    Este dilogo es un dilogo vivo, que no pue-de quedar reducido a re-petir unas frmulas.

    Se puede hacer de esta manera:

    1. Repasar el da jun-tos, para ver lo bueno que hemos vivido y a travs de qu personas nos ha querido Dios: quien nos ha ayudado, alegrado, nos ha enseado a hacer algo mejor, etc.

    2. Le pedimos al Se-or lo que necesitamos nosotros, nuestra familia o las personas que quere-

    mos, especialmente lo ms importante: poder querernos. A los nios les explicaremos que a Dios le pedimos lo que no pue-den darnos nuestros pa-dres, ni nadie ms en el mundo: la obediencia, el cario, el ayudar a los otros, etc. Es decir, le pedimos lo que necesita-mos para vivir el Shem, por eso acabamos dicin-dolo en voz alta, como lo deca Jess: (VFXFKD,VUDHO el Seor nuestro Dios es el nico Seor, y amars al Seor tu Dios con todo tu corazn,

    con toda tu mente, con todas tus fuerzas, y amars al prjimo como a ti mismo. Haz esto y vivirs.

    3. Bendices a tu hijo:

    es decir, en voz alta das gracias a Dios por las co-sas buena que hay en l, y pides a Dios que siga cre-ciendo como Jess, y sell-is esta oracin rezando el Padre Nuestro.

    Y acabis con un cuento o un relato de la Biblia. Ms adelante os iremos sugiriendo unos captulos de la Biblia para que se los narris.

    Pgina 2

    P A R A L E E R E L D I B U J O D E L O S N I O S .

    LA O RACIN D E L A N O CH E

    afecto, y lo dibujar pequeito. No es el tamao real, sino el tamao de su estima. Si lo descubres, no se trata de reirle, sino de corregir la relacin.

    La figura pequea dejando mucho espa-cio en blanco, transmi-te sentimientos de de-bilidad, insignificancia e inferioridad.

    Si el dibujo est centrado en la hoja, el nio sabe que es im-portante en su mundo. Si est en un extremo se siente relegado. Los dibujos que ocupan solamente el sector superior son propios de personas imaginati-vas, con tendencia a la fantasa, y que pueden

    no tener los pies es tierra. Los dibujos que ocupan especialmente la parte inferior es el preferido por los tris-tes y deprimidos, y tambin lo ocupan los instintos bsicos de preservacin de la vi-da, como alimento y seguridad.

    La parte izquierda se considera el pasado, y la derecha el futuro.

    Esto no son ms que pistas, y no es matemtica pura, pero puede ayudaros a en-tender lo que el nio quiere decir.

    Segn Lus Font ORV GLEXMRV grandes corresponden a perso-nas que reaccionan habitualmente a las presiones ambientales con actitud agresiva y H[SDQVLYD

    Si son demasiado grandes, tendiendo a presionar los bordes de la pgina, pueden indi-car sentimientos de constriccin ambien-tal, acompaados de fantasas que le sirven para compensar, tam-bin pueden indicar vanidad, o deseo de demostrar algo o de superar sentimientos de inferioridad.

    Si alguno de la casa no le ha mostrado afecto, no le mostrar

    Estas palabras que hoy te digo las guardars en

    tu corazn, se las repetirs a tus hijos cuando te levantes y cuando te acuestes,

    cuando salgas y cuando entres.

    Volumen 1, n 1

  • Pgina 3

    EST IL OS E DU C AT I VOS . El estilo educativo es una

    forma de actuar de los padres a lo largo de un tiempo. Hay mu-chas clasificaciones, la que pre-senta Schaefer, es una de las ms claras. Se encuentra resumida en el cuadro anterior, y presenta ocho estilos educativos:

    Autonoma: Es una forma de educar en el que al hijo se le deja total libertad, sin normas ni lmi-tes.

    Control. Se caracteriza por relaciones familiares en que los padres se entrometen continuamente en las decisio-nes de los hijos, y se coartan las expre-siones de sentimientos.

    Hostilidad. Los padres se dirigen a los hijos con irritabilidad, subrayando lo que hacen mal, y relacionndose poco con ellos.

    Amor. Los padres suelen reconocer las cosas buenas de los hijos, y compar-ten tiempo y expresiones de afecto.

    Hostilidad y control. Implica normas estrictas de comportamiento y castigos y rias.

    Autonoma y hostilidad. Los hijos perciben que no les importan a sus pa-dres.

    Autonoma y amor. Los padres esti-mulan la sociabilidad y dialogan con los hijos, estimulndoles a pensar.

    Amor y control. Los padres se pre-ocupan de estimular a los hijos, junto con una disciplina que se basa en las necesi-dades de los nios en aprender, y no en las molestias que causan a los adultos. Cmo influyen?

    Aunque no hay estilos educativos puros, la investigacin indica que los que ms favorecen el crecimiento de los

    hijos, incluido el mbito reli-gioso, son aquellos que se basan en el afecto, bien sea combinado con la autonoma o con el control. El estilo que ms favorece la educacin de los hijos es el amor y control. Los hijos que lo experimentan pueden afir-mar: - 9DDOXJDUHVLQWHUHVDQWHVconmigo y me habla de cosas LQWHUHVDQWHVTXHYHPRVDOOt

    - /HJXVWDHVWDUHQFDVDFRQPLJRPiVTXHVDOLUFRQORVDPLJRV

    - /HJXVWDUtDSDVDUODPD\RUSDUWHGHOWLHPSRFRQPLJR

    - 6HSUHRFXSDGHPtFXDQGRHVWR\IXHUD

    Los padres que evitan la minuciosi-dad de normas, ofrecen a los hijos pautas alternativas y la posibilidad de decidir, fomentan la independencia, la libertad y la responsabilidad de los hijos para lo-grar progresivamente su autonoma y madurez personales.

    HOSTILI-DAD

    Autonoma y control

    Hostilidad y control

    AUTONOM-A

    CONTROL

    Autonoma y amor

    Amor y control

    AMOR

    l m m j v s d 1 2 S E P T I E M B R E 2 0 0 7

    3 4 5 6 7 8 9

    10 11 12 13 14 15 16 Esta semana comienza la catequesis. Reunin de padres

    17 18 19 20 21 22 23 Preparamos en casa el tema 1 'LRVOLEHUDGRU

    24 25 26 27 28 29 30 Esta semana, Reunin de padres Preparamos en casa el tema 2 /D$OLDQ]D

  • Pgina 4

    l m m j v s d O C T U B R E 2 0 0 7

    1 2 3 4 5 6 7

    8 9 10 11 12 13 14

    15 16 17 18 19 20 21 Reunin de padres Preparamos en casa el tema 3 /RVSURIHWDV

    22 23 24 25 26 27 28 Preparamos en casa el tema 4 /D%LEOLD

    29 30 31 Reunin de padres Preparamos en casa el tema 5 /D9LGD

    No hay cateque-sis

    no hay catequesis esta semana

    l m m j v s d N O V I E M B R E 2 0 0 7

    1 2 3 4 Reunin de padres Preparamos en casa el tema 5

    5 6 7 8 9 10 11 Esta semana la catequesis consistir en una celebracin con padres e hijos

    Proclamacin del Credo.

    12 13 14 15 16 17 18 Reunin de padres Preparamos en casa el tema 6

    0DUtD

    19 20 21 22 23 24 25 Preparamos en casa el tema del Adviento

    26 27 28 29 30 Reunin de padres Preparamos en casa el tema 7

    1DYLGDG

  • Pgina 5

    l m m j v s d D I C I E M B R E 2 0 0 7

    1 2 Reunin de padres Ensayos del Beln

    3 4 5 6 7 8 9

    10 11 12 13 14 15 16 Reunin de padres Ensayos del Beln

    17 18 19 20 21 22 23 Representacin del Beln y Campaa del Kilo.

    24 25 26 27 28 29 30

    31 no hay catequesis esta semana

    no hay catequesis esta semana

    no hay catequesis esta semana

    l m m j v s d E N E R O 2 0 0 8

    1 2 3 4 5 6

    7 8 9 10 11 12 13

    14 15 16 17 18 19 20

    21 22 23 24 25 26 27 Reunin de padres Preparamos en casa el tema 8

    28 29 30 31 Preparamos en casa el tema 9 6tJXHPH

    no hay catequesis esta semana

    no hay catequesis esta semana

    no hay catequesis esta semana

  • Pgina 6

    l m m j v s d F E B R E R O 2 0 0 8

    1 2 3 Preparamos en casa el tema 9 6LJXHPH

    4 5 6 7 8 9 10 Reunin de padres Preparamos en casa el tema 10 /DFHQDGH-HV~V

    11 12 13 14 15 16 17 Preparamos en casa el tema 11 1XHVWUD3DVFXD

    18 19 20 21 22 23 24 Reunin de padres Preparamos en casa el tema 12 El Misterio de Dios

    25 26 27 28 29 Reunin de padres Preparamos en casa el tema 13 /D2UDFLyQ

    l m m j v s d M A R Z O 2 0 0 8

    1 2 Reunin de padres Preparamos en casa el tema 13 /D2UDFLyQ

    3 4 5 6 7 8 9 Preparamos en casa el tema 14 /D,JOHVLD

    10 11 12 13 14 15 16 La catequesis de esta semana consiste en la Procesin de Ra-mos. El domingo a las 11 en el Centro Pastoral

    17 18 19 20 21 22 23 Esta semana habr celebracio-nes con los nios el jueves, vier-nes y sbado a las 11 h. en la Igle-sia.

    24 25 26 27 28 29 30

    31

    Semana Santa: catequesis especial jueves, viernes y sbado

    no hay catequesis esta semana

    Ramos

  • Pgina 7

    l m m j v s d A B R I L 2 0 0 8

    1 2 3 4 5 6 Reunin de padres Preparamos en casa el tema 15 (OSHUGyQ

    7 8 9 10 11 12 13 Preparamos en casa el tema 16 5HXQLGRVFRQ-HV~VUHVXFLWDGR

    14 15 16 17 18 19 20 Reunin de padres Preparamos en casa el tema 17 (OEDQTXHWHHXFDUtVWLFR

    21 22 23 24 25 26 27 Preparamos en casa el tema 18 7UDQVIRUPDFLyQGHOPXQGR

    28 29 30 Celebracin: El Bautismo.

    l m m j v s d M A Y O 2 0 0 8

    1 2 3 4

    5 6 7 8 9 10 11 Primer turno de comunio-nes

    12 13 14 15 16 17 18 Segundo turno de comu-niones

    19 20 21 22 23 24 25 Tercer turno de comunio-nes

    26 27 28 29 30 31

  • Cur so Vida

    La pregunta de los nios:

    a) Cmo vivi Israel en Egipto?

    b) Cmo celebra-ron la Cena de Pascua?

    c) Cmo salieron libres?

    LA E XPE RI EN CIA . El nio sabe que a veces

    quiere hacer bien las cosas, pro no lo consigue. Que se porta mal porque tiene envi-dia de un hermano, hermana o compaero; que a veces se queda viendo la tele cuando debera estar colaborando en el trabajo de casa o estudian-do, o que no desea levantarse de la cama cuando lo llaman por la maana. Tambin sabe que algunas personas sufren por la droga o el alcohol. Esos son aspecto de la escla-vitud de hoy.

    Por otra parte los adultos experimentan tambin la es-clavitud de muchas maneras; con demasiada frecuencia EXVFDQGRXQDPD\RUFDOLGDGGHYLGDQRVPHWHPRVHQcallejones sin salida, que se traducen en jornadas de tra-bajo excesivas: para comprar una casa mejor, un coche mejor, triunfar en el trabajo, y cosas similares.

    Experimentamos el poder opresor del Faran, que re-presenta el mal, lo que des-truye nuestra vida y nos im-

    pide vivir la experiencia del amor.

    Comentad experiencias que puedan tener las perso-nas de esclavitud como por ejemplo:

    Querer hacer el bien y no poder.

    Trabajar excesivamente para algo.

    Estar enganchado/a algo, como el juego, la droga, HWF

    La figura del Faran re-presenta el mal que se apro-vecha de nuestras necesida-des para destruirnos:

    Israel ha tenido que bajar a Egipto porque haba ham-bre en Canaan. Establecido all durante 400 aos. Com-parando Canaan, una tierra semidesrtica, con el jardn del delta del Nilo, Israel que-da seducido por esta tierra, y decide establecerse en ella, pensando que tendr mejores oportunidades.

    El Faran advierte la pre-sencia de Israel, que se ha hecho grande, y somete al pueblo a una dura esclavitud. Se aprovecha de la situacin de Israel, extranjero en tierra H[WUDxDSDUDDPDUJDUOHODYLGDFRQGXURVWUDEDMRVTXHbuscan directamente su des-truccin.

    Si miramos a nuestra pro-pia vida, veremos nuestras necesidades, y como el mal se aprovecha de ellas para

    engaarnos con espejismos. Cules son nuestras ne-

    cesidades ms profundas como personas?. Bsicamen-te nuestra necesidad de afec-to, normalmente nuestra sed de amor es inagotable: nos pasamos la vida buscando un amor completo, que no siem-pre encontramos. Esta necesi-dad fundamental intentamos satisfacerla de mil maneras distintas, y de ella brotan la mayora de las adicciones:

    La adiccin del poder y al dinero pensamos que cuando ms poderosos o ricos sea-mos mas amados seremos, y buscamos promocionar como sea en cualquier sitio.

    La sexualidad desenfrena-da: sustituimos el amor por el sexo, hasta tal punto que aca-bamos confundindolo.

    Es interesante como Dios libera a su pueblo del espejis-mo de Egipto. Se describen las 10 plagas, que se presen-tan como una lucha contra

    los dioses de Egipto: el dios Nilo, del que dependa la prosperidad, se convierte en sangre: el dios Ra, que es el sol, se oscurece: los dioses de la agricultura y el ganado son impotentes, hasta el mismo faran no puede evitar la muerte de su hijo.

    Israel permaneca esclavo porque haba aceptado el poder de Egipto, y quera ser como los egipcios, el Seor hace caer uno a uno los do-los de Egipto, para que su pueblo abra los ojos. El des-encanto es el instrumento de la liberacin.

    Si miramos nuestra vida podemos ir viendo como tantas cosas que nos parecan importantes, se han mostrado incapaces de darnos lo que realmente buscbamos: el trabajo, la buena fama, el poder, la familia, incluso nuestras ideas El Seor va derribando nuestros dolos, para que podamos caminar libres de toda atadura.

    R E F L E X I N P R E V I A : E S C L AV I T U D Y L I B E R A C I N

    T E M A 1 D I O S L I B E R A

  • Las preguntas de los nios: Israel en Egipto.

    El libro del xodo nos narra esta vida, sealando que Israel fue sometido a una dura esclavitud:

    Se alz en Egipto un nuevo rey, que nada saba de Jos; y que dijo a su pueblo: Mirad, los israelitas son un pueblo ms numeroso y fuerte que nosotros. Tomemos precauciones contra l para que no siga multiplicndose, no sea que en caso de guerra se una tambin l a nuestros enemi-gos para luchar contra nosotros y salir del pas.

    Les impusieron pues, capataces para aplastarlos bajo el peso de duros trabajos; y as edificaron para Faran las ciudades de depsito: Pitom y Ramss. Pero cuanto ms les opriman, tanto ms crecan y se multiplicaban, de modo que los egipcios llegaron a temer a los israelitas. Y reduje-ron a cruel servidumbre a los israelitas, les amargaron la vida con rudos trabajos de arcilla y ladrillos, con toda suerte de labo-res del campo y toda clase de servidumbre que les imponan por crueldad.

    El rey de Egipto dio tambin orden a las parteras de las hebreas, una de las cua-les se llamaba Sifr, y la otra Pu, dicin-doles: Cuando asistis a las hebreas, ob-servad bien las dos piedras: si es nio, hacedle morir; si es nia dejadla con vi-da. Pero las parteras teman a Dios, y no hicieron lo que les haba mandado el rey de Egipto, sino que dejaban con vida a los nios. Llam el rey de Egipto a las parte-ras y les dijo: Por qu habis hecho esto y dejis con vida a los nios? Respondie-ron las parteras a Faran: Es que las hebreas no son como las egipcias. Son ms robustas, y antes que llegue la partera, ya han dado a luz. Y Dios favoreci a las parteras. El pueblo se multiplic y se hizo muy poderoso. Y por haber temido las par-teras a Dios, les concedi numerosa prole.

    Entonces Faran dio a todo su pueblo esta orden: Todo nio que nazca lo echar-is al Ro; pero a las nias las dejaris con vida.

    Ms adelante, cuando Moiss pidi al Faran que dejase libre al pueblo, se aadi la opresin a los duros trabajos, dando la orden de que tenan que buscar la paja para hacer los ladrillos, pero que no disminuira la produccin. El pueblo gimi bajo la dura

    esclavitud. Para Israel la experiencia de la esclavi-

    tud provocaba la destruccin de las relacio-nes de amor: el duro trabajo, los capataces y la orden de asesinar a los nios destruan las relaciones familiares, reduciendo a la persona a un instrumento de trabajo.

    De esa experiencia aprendieron la posi-bilidad de una esclavitud espiritual, que es aquella que pone trabas y nos impide hacer lo que nos construye como personas: amar. Lo que veo

    Muestra a dos nios sometidos a una HVFODYLWXGHVSLULWXDOTXHOHVLPSLGHFUHcer como personas. Moiss.

    Naci un nio, y su madre lo escondi durante tres meses, pero al final, antes que los egipcios lo arrojaran al Nilo, lo meti en una canastilla de juncos y lo dej en el ro, esperando que pudiera salvarse. La hija del Faran estaba bandose, y vio la ca-nastilla, y al descubrir que era un nio lo adopt como hijo. Moiss creci en la corte del Faran como un prncipe de Egipto.

    Cuando fue mayor vio a un capataz mal-tratando a un hebreo, y sali a defender al hebreo con tan mala fortuna que mat al capataz. Huy de Egipto y se refugi en Madin, donde trabaj como pastor.

    Un da, decidi ir ms all del desierto, y lleg a una montaa. Dios se le apareci sobre una zarza y lo llam, y le pidi que sacara a su pueblo de Egipto. Despus de una resistencia Moiss acept, y volvi a presentarse al Faran.

    Faran no quiso saber nada, y el Seor mand las diez plagas, que dejaron en evi-dencia al Faran y a los dioses de Egipto: no podan proteger a nadie. La cena de Pascua.

    Moiss pidi a su pueblo que se prepa-rase para el paso del Seor. Celebraran la cena de Pascua escogiendo el mejor corde-ro de su rebao, con su sangre haran una seal en la puerta para que el ngel de la muerte pasara de largo, y lo comeran asa-do, a toda prisa, para estar preparados para salir.

    Esa noche pas algo espantoso: murie-ron todos los primognitos de Egipto, y finalmente Faran claudic y dej marchar al pueblo.

    C M O T R A BA J A R E L C UA D E R N O D E L N I O .

    Pgina 9

    Una alternativa a la narracin sera el ver con vuestro hijo alguna de las muchas pelculas que se han hecho sobre el tema, desde la clsica de los 10 Mandamien-WRVRODGHO3UtQFLSHGH(JLSWRHQGLEXjos, etc.

    Podis organizar una sesin de cine familiar, con palomi-tas y dems.

  • nos ayudan a crecer en el amor.

    2. Les leemos o narra-mos un pasaje de la Biblia. Normalmente os sugerimos una serie de textos. Despus los comentamos y vemos que nos llama la atencin a cada uno; el mismo texto a unos puede darle una alegra, un aviso para ser mejor, etc. Algunas veces no sugiere nada, en estos casos tranqui-lidad.

    3. Le pedimos lo que necesitamos para nosotros, la familia o el mundo. Los ni-

    La oracin por la noche es un momento privilegiado para un contacto diario con los nios. Aprovechadlo.

    Ya desde el ao pasado os proponemos un esquema sencillo.

    1. Repasamos juntos lo bueno del da: que personas nos han querido y cmo, que nos ha salido bien, que nos ha gustado. Vemos el amor con que Dios nos ha amado, y que se manifiesta a travs de las personas que ha puesto en nuestra vida y de los acontecimientos que

    os ya saben que a Dios no le pedimos cosas que pode-mos conseguir nosotros o nuestros padres; le pedimos lo que nadie ms nos puede dar: alegra en el corazn, paz, obediencia, generosi-dad, fortaleza para hacer el bien, etc.

    4. Terminamos pidien-do vivir el Shem y rezn-dolo, bendecimos a los ni-os, y sellamos la bendi-cin rezando el Padre Nues-tro y una saludo a la Vir-gen.

    5.-

  • tra fuerza de voluntad, sino por el amor del Seor. Esta liberacin del pecado se le OODPDMXVWLILFDFLyQ\WDPbin

    La situacin de esclavi-tud que vivi Israel, es una imagen preciosa para com-prender qu es el pecado. El pecado se comporta como un faran, que nos obliga a hacer lo que l quiere, y nos va quitando la vida, es decir, la posibilidad de amar.

    Puedes leer la pgina GHOOLEUR(O7HVRURGHQXHVWUDIHHQODTXHVHhabla del pecado.

    Por otra parte, la libera-cin de Egipto, nos ayuda a entender como somos libra-dos del pecado, no por nues-

    UHGHQFLyQ3XHGHVOHHUHQHO7HVRURGHQXHVWUDIHODpgina 180.

    Domingo Galatas 4, 5-7 Pero, al llegar la plenitud de los tiempos,

    envi Dios a su Hijo, nacido de mujer, naci-do bajo la ley, para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiramos la filiacin adoptiva. La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros co-razones el Espritu de su Hijo que clama: Abb, Padre! De modo que ya no eres es-clavo, sino hijo; y si hijo, tambin heredero por voluntad de Dios. Lunes

    Santiago 2, 12-13 Hablad y obrad tal como corresponde a

    los que han de ser juzgados por la Ley de la libertad. Porque tendr un juicio sin miseri-cordia el que no tuvo misericordia; pero la misericordia se siente superior al juicio. Martes

    Santiago 1, 22-25 Poned por obra la Palabra y no os con-

    tentis slo con orla, engandoos a voso-tros mismos. Porque si alguno se contenta con or la Palabra sin ponerla por obra, se se parece al que contempla su imagen en un espejo:se contempla, pero, en yndose, se olvida de cmo es.

    En cambio el que considera atentamente la Ley perfecta de la libertad y se mantiene firme, no como oyente olvidadizo sino como cumplidor de ella, se, practicndola, ser feliz. Mircoles

    Gal 5, 1 Para ser libres nos libert Cristo. Mante-

    neos, pues, firmes y no os dejis oprimir nuevamente bajo el yugo de la esclavitud. Jueves

    Galatas 5,13-14 Porque, hermanos, habis sido llamados

    a la libertad; slo que no tomis de esa liber-tad pretexto para la carne; antes al contrario, servos por amor los unos a los otros. Pues toda la ley alcanza su plenitud en este solo precepto: = Amars a tu prjimo como a ti mismo. =

    Viernes Isaas 35, 9-10 Habr all una senda y un camino, va

    sacra se la llamar; no pasar el impuro por ella, ni los necios por ella vagarn. No habr len en ella, ni por ella subir bestia salva-je, no se encontrar en ella; los rescatados la recorrern. Los redimidos del Seor vol-vern, entrarn en Sin entre aclamaciones, y habr alegra eterna sobre sus cabe-zas.Regocijo y alegra les acompa-arn!Adis, penar y suspiros! Sbado

    Isaas 62, 12 Mirad que El Seor hace or hasta los

    confines de la tierra:Decid a la hija de Sin:Mira que viene tu salvacin; mira, su salario le acompaa, y su paga le precede. Se les llamar "Pueblo Santo", "Rescatados de El Seor"; y a ti se te llamar "Buscada", &LXGDGQR$EDQGRQDGD

    Pgina 11

    T E X T O S B B L I C O S P A R A L A O R A C I N D E L A N O C H E .

    PA R A S A B E R M S

  • Cur so Vida

    La pregunta de los nios: a) Cmo es la

    alianza que hace Dios con Israel? b) Pero, qu

    relacin tiene con nosotros?

    T E M A 2 L A A L I A N Z A .

    LA E XPE RI EN CIA . Los nios son conscien-

    tes del valor de las palabras de sus padres; les encanta hablar con ellos y que les cuenten cosas, y cuando sus padres les prometen algo, esperan que se cumpla, y si tardan en cumplirlo, se les

    recuerda. Los nios aprecian la

    atencin de los padres, in-cluso cuando son corregi-dos.

    Por eso es importante que haya coherencia entre

    lo que decimos y hacemos: los nios son especialistas en detectar nuestras inco-herencias.

    Las preguntas de los nios.

    Cmo fue la Alianza de Dios con Israel?

    Cuando Israel pas el mar, Dios no les dio ense-guida la alianza. Saba que todava eran esclavos en su corazn, y que no soportar-an ninguna contrariedad. Por eso los llev por el ca-mino del desierto, para sa-car de su corazn todas sus esclavitudes, y que pudie-ran recibir la alianza con un corazn libre.

    A lo largo del camino les hizo pasar por unas pruebas, para que saliera lo que haba de dentro de ellos. La primera prueba: Mar

    Despus de tres das llegaron a Mar, donde haba unas fuentes de agua, pero no pudieron beber por-que eran aguas amargas. El pueblo murmur contra 0RLVpV4XpYDPRVDEHEHU"7UHVGtDVDQWHVhaban visto como el mar se abra para que escaparan y

    ya estaban murmurando!. Se parecen a nios peque-os que lo quieren todo ya y no han aprendido a espe-rar y confiar. Moiss cogi un leo y lo arroj a las aguas, que se volvieron dulces y as pudieron beber. Dicen los santos que ese leo nos anunciaba el leo cruz, por el que Jess nos mostr como se puede cam-biar la amargura del sufri-miento en la dulzura del amor; quien coge su cruz y le sigue, aprende a vivir en paz en medio de los sufri-mientos, y puede seguir amando, en lugar de volver-se un quejica que protesta de todo. La segunda prueba: el Man

    Levantaron el campa-mento y continuaron cami-no, el pueblo volvi a mur-murar contra Moiss y $DUyQGLFLHQGR2MDODhubiramos muerto a ma-nos del Seor en el pas de Egipto cuando nos sentba-mos junto a la olla de carne y comamos pan hasta har-

    tarnos! Nos habis trado a este desierto para matar de hambre a toda esta asam-blea.

    Ya no se acordaban de que en Egipto coman el pan de los esclavos, y la carne justa para seguir tra-bajando. Preferan tener la seguridad de un plato de comida, a pesar de una vida de esclavitud, a la de la li-bertad.

    Y El Seor habl a Moiss, diciendo:

    He odo las murmura-ciones de los israelitas. Di-les: Al atardecer comeris carne y por la maana os hartaris de pan; y as sabr-is que yo soy El Seor, vuestro Dios.

    Aquella misma tarde vinieron las codornices y cubrieron el campamento; y por la maana haba una capa de roco en torno al campamento. Y al evapo-rarse la capa de roco apare-ci sobre el suelo del de-sierto una cosa menuda, como granos, parecida a la

    CUENTLES A TUS HIJOS .

  • escarcha de la tierra. Cuan-do los israelitas la vieron, se decan unos a otros: Qu es esto? Pues no saban lo que era. Moiss les dijo: Este es el pan que El Seor os da por alimento.

    He aqu lo que manda El Seor: Que cada uno recoja cuanto necesite para comer, un medida por cabeza, segn el nmero de los miembros de vuestra fami-lia; cada uno recoger para la gente de su tienda. As lo hicieron los israelitas; unos recogieron mucho y otros poco. Pero cuando lo midieron con el medida, ni los que recogieron poco ten-an de menos. Cada uno haba recogido lo que nece-sitaba para su sustento.

    Moiss les dijo: Que nadie guarde nada para el da siguiente.

    Pero no obedecieron a Moiss, y algunos guarda-ron algo para el da siguien-te; pero se llen de gusanos y se pudri; y Moiss se irrit contra ellos. Lo recog-an por las maanas, cada cual segn lo que necesita-ba; y luego, con el calor del sol, se derreta. El da sexto

    recogieron doble racin, dos medidas por persona. Todos los jefes de la comunidad fueron a decrselo a Moiss; l les respondi: Esto es lo que manda El Seor: Maa-na es sbado, da de descan-so consagrado a El Seor. Coced lo que se deba cocer, hervid lo que se tenga que hervir; y lo sobrante, guar-dadlo como reserva para maana. Ellos lo guardaron para el da siguiente, segn la orden de Moiss; y no se pudri, ni se agusan. Tercera prueba: Mas y Merib.

    Se pusieron otra vez en camino, y cuando acampa-ron no encontraron agua para beber. Todo el pueblo se puso a murmurar otra vez contra Moiss: Danos agua para beber. Les respondi Moiss: Por qu os que-rellis conmigo? Por qu tentis a El Seor? Pero el pueblo, torturado por la sed, sigui murmurando contra Moiss: Nos has hecho salir de Egipto para hacerme morir de sed, a m, a mis hijos y a mis ganados?

    Clam Moiss a El Se-or y dijo: Qu puedo

    hacer con este pueblo? Poco falta para que me apedreen. Respondi El Seor a Moiss: Pasa delante del pueblo, llevando contigo algunos de los ancianos de Israel; lleva tambin en tu mano el cayado con que golpeaste el Ro y vete, que all estar yo ante ti, sobre la pia, en Horeb; golpears la pea, y saldr de ella agua para que beba el pueblo. Moiss lo hizo as a la vista de los ancianos de Israel.

    Aquel lugar se llam Mass y Merib, a causa de la querella de los israelitas, y por haber tentado a El Se-or, diciendo: Est El Seor entre nosotros o no? Lo que veo.

    Los tres dibujos nos muestran a un nio que no le gusta el bocadillo, mien-tras a su lado una nia sufre hambre; a otro nio que no deja el baln, y a otro que miente para que no le rian. Estos tres dibujos muestras personas que slo saben pensar en s mismas, como Israel muestra en las tres pruebas del desierto. Que pinte aquella con la que se siente ms identificado.

    C M O T R A BA J A R E L C UA D E R N O D E L N I O .

    A los tres meses de salir de Egipto, llegaron a la montaa del Sina, donde El Seor se haba mostrado a Moiss.

    Subi Moiss a la monta-a, al encuentro del Seor, y estuvo con l 40 das y 40 noches. El Seor grab en dos tablas de piedra las Diez Palabras de vida, que apren-deremos este ao: Son Diez Palabras que nos ensean a amar, y a que nuestro co-razn no sea esclavo. Mensaje de Jess.

    En el cuaderno tiene el texto bblico que precede a la proclamacin de las Diez Palabras, y en el dibujo la consulta sobre el manda-miento mayor. Lo leis, y le peds a tu hijo que lo apren-da: Es la primera parte del Shem, con lo que Jess resume lo ms importante para vivir.

    Que pinte la figura de Jess. Mi vida cristiana.

    Muestra a los nios de la primera pgina, aprendiendo

    a no pensar slo en s mis-mos, y viviendo el Shem. Que pinte lo que tu hijo le gustara hacer. Actividades.

    * Crucigrama: Hacer alianza es firmar un trato, un pacto o un compromiso.

    * Fuga de vocales: Ama a Dios con todo tu corazn, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Amars a tu prji-mo como a ti mismo.

    $SUHQGHD\~GDOHDmemorizar.

    La Alianza del Sina

    Israel recibi la Torah en el monte Sina. Esta palabra en griego se tradujo FRPR/H\SHURTorah significa ms bien las palabras que un padre le dice a su hijo pequeo que est sentado en sus rodillas. Son palabras para que viva, no leyes ni normas, sino conse-jos, historias y orientaciones que se cuentan con amor para ensear al hijo a que viva feliz.

    Pgina 13

  • la Palabra, le pedimos al Seor lo que necesitamos para vivir el Shem: Escu-char, amar a Dios y a los dems. Terminamos rezan-do el Shem juntos.

    e. Bendices a tus hijos, y sellas la bendicin rezan-do el Padre Nuestro.

    f Saludamos a la Vir-gen.

    Y nunca sobra un cuen-to.

    a. Repasamos el da para dar gracias por lo bue-no, y como Dios nos ha cuidado - como cuid a Israel en el desierto .

    b. Los textos bblicos nos ayudan a repasar y pro-longar el tema:

    Despus de leer el texto, lo comentamos para ver que nos anuncia, que nos pide o que nos ofrece el Seor en esta Palabra. Los tenis en la pgina siguiente distri-buidos por das.

    d. Despus de escuchar

    P A R A R E Z A R C O N L O S N I O S .

    SAN ESTEBAN HARDING, ABAD En el ao 1059 vino al mundo en

    Inglaterra y all comenz a estudiar con los monjes benedictinos, pero las cosas no iban muy bien para los catlicos y tuvo que irse a Francia para seguir estudiando. All estu-vo en las escuelas de las catedrales de Reims y pars. Al terminar los estudios jun-to con un amigo hizo una peregrinacin a Roma y, a la vuelta, queriendo dedicar su vida a Dios, busc en Francia un monaste-rio que le gustase. Oy hablar de Moles-mes y hacia all se fue. Pidi la entrada y le fue concedida.

    Una vez en el monasterio y vivien-do como un monje ejemplar, se dio cuenta de que en su comunidad haba un grupo de buenos monjes que aspiraban vivir ms intensamente la regla de San Benito y bus-caban un lugar para vivir as. A Esteban le gust la idea y tambin se apunt. En 1098 un grupo de monjes se marcharon a un lu-gar llamado Citeaux (Cister) y all fundaron un monasterio. All empezaron a vivir el ideal de San Benito, marcado en su regla estrictamente.

    Las cosas marcharon bien al prin-cipio, pero pronto comenzaron a ir no tan bien. El Papa mand que el Abad regresara a Molesmes, Alberico fue nombrado Abad, pero muri pronto. Entonces Esteban fue el nuevo Abad, el cual estuvo muy preocupa-do durante varios aos por la falta de mon-jes, nadie quera servir a Dios en el nuevo

    monasterio. Hasta que un da le fue revela-do por Dios que vendran muchos nuevos monjes. Y as fue, en 1112 se present a las puertas de Cister, nada menos que Ber-nardo de Claraval que con 30 compaeros suyos, queran hacerse monjes cistercien-ses.

    Eso fue el principio de una expan-sin maravillosa. Los cistercienses se ex-tendieron por toda Francia, luego por Ale-mania, Inglaterra, Espaa, Italia. Todos estaban bajo el gobierno de sus propios abades, pero Esteban segua siendo el Abad superior de todos. Tantas preocupaciones lo tenan absorbido todo el da y l, como quera seguir siendo un buen monje, com-pletamente dedicado a Dios, lo que haca era, cuando entraba en la Iglesia para rezar con todos, mandaba a sus problemas que no lo distrajeses, y mira por dnde, le hacan caso. En la oracin no se distraa.

    (VFULELyOD&DUWDGHFDULGDGTXHsegn los entendidos es un documento que orient a todos los monjes de la Edad Me-dia. Escribi tambin una historia sobre el origen de su Orden. Dirigi, en su monas-terio, un estudio muy serio sobre la Biblia, para que se pudiese rezar con ella, sin erro-res.

    Muri, rodeado de abades de su Orden, el 28 de marzo de 1134.

    En Benaguacil hay un monasterio de

    monjas cistercienses. Algn da podas visi-tarlo con tus padres.

    L O S S A N T O S N U E S T RO S A M I G O S .

    Shem Israel

    Escucha Israel: El Seor, nuestro

    Dios es el nico Seor. Amars al Seor tu

    Dios con todo tu corazn, con toda tu mente y con todas tus fuerzas y amars al prjimo como a ti mismo.

    Haz esto y vivirs.

    Pgina 14

  • Domingo xodo

    15, 23-25 Luego llegaron a Mar, porque era amarga. Por

    eso se llama aquel lugar Mar. El pueblo murmur contra Moiss, diciendo: Qu vamos a beber? Entonces Moiss invoc a El Seor, y El Seor le mostr un madero que Moiss ech al agua, y el agua se volvi dulce. All dio a Israel decretos y normas. Lunes

    xodo 16, 11-21 Y El Seor habl a Moiss, diciendo: He odo las murmuraciones de los israelitas.

    Diles: Al atardecer comeris carne y por la maana os hartaris de pan; y as sabris que yo soy El Se-or, vuestro Dios.

    Aquella misma tarde vinieron las codornices y cubrieron el campamento; y por la maana haba una capa de roco en torno al campamento. Y al evaporarse la capa de roco apareci sobre el suelo del desierto una cosa menuda, como granos, pareci-da a la escarcha de la tierra. Cuando los israelitas la vieron, se decan unos a otros: Qu es esto? Pues no saban lo que era. Moiss les dijo: Este es el pan que El Seor os da por alimento. Martes

    xodo 24, 4-7 Vino, pues, Moiss y refiri al pueblo todas las

    palabras de El Seor y todas sus normas. Y todo el pueblo respondi a una voz: Cumpliremos todas las palabras que ha dicho El Seor. Entonces escri-bi Moiss todas las palabras de El Seor; y, le-vantndose de maana, alz al pie del monte un altar y doce estelas por las doce tribus de Israel. Luego mand a algunos jvenes, de los israelitas, que ofreciesen holocaustos e inmolaran novillos como sacrificios de comunin para El Seor. Mircoles

    Jeremas 31, 32-33 He aqu que das vienen - orculo de El Seor -

    en que yo pactar con la casa de Israel (y con la casa de Jud) una nueva alianza; no como la alianza que pact con sus padres, cuando les tom de la mano para sacarles de Egipto; que ellos rompieron mi alianza, y yo hice estrago en ellos - orculo de El Seor -. Sino que esta ser la alianza que yo pac-te con la casa de Israel, despus de aquellos das -

    orculo de El Seor -: pondr mi Ley en su interior y sobre sus corazones la escribir, y yo ser su Dios y ellos sern mi pueblo. Jueves

    Ezequiel 36, 24-28 Y os dar un corazn nuevo, infundir en voso-

    tros un espritu nuevo, quitar de vuestra carne el corazn de piedra y os dar un corazn de carne. Infundir mi espritu en vosotros y har que os con-duzcis segn mis preceptos y observis y practiqu-is mis normas. Habitaris la tierra que yo di a vuestros padres. Vosotros seris mi pueblo y yo ser vuestro Dios. Viernes

    Hechos de los Apstoles 2, 1-4 Al llegar el da de Pentecosts, estaban todos

    reunidos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido como el de

    una rfaga de viento impetuoso, que llen toda la casa en la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, segn el Espritu les conceda expre-sarse. Sbado

    Marcos 12, 29-34 Jess le contest: El primero es: Escucha, Isra-

    el: El Seor, nuestro Dios, es el nico Seor, y amars al Seor, tu Dios, con todo tu corazn, con toda tu alma, con toda tu mente y = con todas tus fuerzas. El segundo es: Amars a tu prjimo como a ti mismo. No existe otro mandamiento mayor que stos.

    Le dijo el escriba: Muy bien, Maestro; tienes razn al decir que = El es nico y que no hay otro fuera de El, y amarle con todo el corazn, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prjimo como a si mismo vale ms que todos los holocaustos y sacrificios.

    Y Jess, viendo que le haba contestado con sen-satez, le dijo: No ests lejos del Reino de Dios.

    Pgina 15

    T E X T O S B B L I C O S P A R A L A O R A C I N D E L A N O C H E .

    PA R A S A B E R M S Para entender mejor el porqu son importantes los mandamientos, podis leer las pginas 170 y 171

    GHOOLEUR(OWHVRURGHQXHVWUDIH

  • Cur so Vida

    La pregunta de los nios: Quines eran los

    profetas? A qu se dedica-

    ban? Hay profetas

    ahora?

    LA E XPE RI EN CIA . En la experiencia del

    libro de los padres se desta-ca como el nio sabe que pocas veces coincide su vida con los mandamientos. Nosotros adultos, podemos decir lo mismo.

    Es ms, sabemos lo fcilmente que nos auto engaamos, y damos por buenas cosas y acciones que en lo ms profundo sabe-mos que no estn bien.

    Israel viva esta realidad tambin, y el Seor enviaba a los profetas para poner a su pueblo ante la verdad. No siempre Israel aceptaba a estos profetas, a nadie nos gusta que nos digan lo que hacemos mal, y en muchas ocasiones los persiguieron y asesinaros.

    Tambin a nosotros el Seor nos enva profetas: son aquellas personas que

    nos quieren tanto, que son capaces de decirnos la ver-dad, aunque no nos guste, y que nos la dicen para ayu-darnos a corregirnos.

    As los padres son profe-tas para sus hijos cuando los corrigen.

    Piensa en vuestra momentos en que alguna persona te ha querido y se ha atrevido ha corre-girte y os ha dicho que algo lo hacas mal.

    Quines eran los profetas?

    Hoy hablamos de profe-tas cuando nos referimos a personas que adivinan el futuro. Los profetas de Isra-el tenan una misin ms importante: Ayudarle a amar al Seor con todo el corazn, con toda la mente y con todas las fuerzas, y a amar al prjimo como a uno mismo.

    Lo que veo. En la primera pgina del

    tema en el cuaderno del nio aparece el dibujo de un billete, y unas personas adorndolo. Lo miramos y dejamos que el nio nos explique lo que ve en el dibujo.

    Comentamos que eso mismo le pas a Israel cuando entr en la tierra prometida. Era una tierra magnfica, y en la abundan-cia se olvidaron de Dios y

    de su palabra. Pensaban que la riqueza y el poder solu-cionara todos sus proble-mas. La Biblia nos describe como caan en la idolatra, y adoraban a Baal y As-tart, que eran los dioses de los pueblos vecinos, dioses hechos por mano humana, y que estaban hechos a la medida de los hombres, para satisfacer sus deseos, pero no para crecer en esta-tura, sabidura y gracia.

    El libro de los Jueces es rico en historias que pue-den ser narradas como cuentos a los nios: La his-toria de Dbora y Barack -FFDStWXOR/DGH*Hden (Jueces captulos 6 y /DGH6DQVyQ-XHFHVdel captulo 13 al 16).

    La Dedicacin de los profetas.

    Les podis contar la vocacin de Jeremas, que

    sirve como ejemplo. Jerem-as era un muchacho cuan-do Dios le nombr profeta de su pueblo.

    La vocacin de Jerem-as.

    Entonces me fue dirigi-da la palabra de Yahv en estos trminos:

    - Antes de haberte for-mado yo en el seno mater-no, te conoca, y antes que nacieses, te tena consagra-do: yo profeta de las nacio-nes te constitu.

    Yo dije: Ah, Seor Yahv! Mira que no s ex-presarme, que soy un mu-chacho.

    Y me dijo Yahv: No digas: Soy un mu-

    chacho, pues adondequie-ra que yo te enve irs, y todo lo que te mande dirs. No les tengas miedo, que contigo estoy yo para sal-varte - orculo de Yahv -.

    Entonces alarg Yahv

    CUENTLES A TUS HIJOS .

    T E M A 3 L O S P RO F E TA S .

  • su mano y toc mi boca. Y me dijo Yahv: Mira que he puesto mis palabras en tu boca. Desde hoy mismo te doy autoridad sobre las gentes y sobre los reinos para extirpar y destruir, para peder y derrocar, para re-construir y plantar.

    Entonces me fue dirigida la palabra de Yahv en estos trminos: Qu ests vien-do, Jeremas? Una rama de almendro estoy viendo.

    Y me dijo Yahv: Bien has visto. Pues as soy yo, velador de mi palabra para cum-plirla.

    Nuevamente me fue dirigida la palabra de Yahv en estos trminos: Qu ests viendo? Un puchero hirviendo estoy viendo, que se vuelca de norte a sur.

    Y me dijo Yahv: Es que desde el norte se iniciar el

    desastre sobre todos los moradores de esta tierra. Porque en seguida llamo yo a todas las familias reinos del norte - orculo de Yahv - y vendrn a instalarse a las mis-mas puertas de Jerusaln, y frente a todas sus murallas en torno, y contra todas las ciudades de Jud, a las que yo sentenciar por toda su malicia: por haberme dejado a m para ofrecer incienso a otros dioses, y adorar la obra de sus propias manos.

    Por tu parte, te apretars la cintura, te alzars y les dirs todo lo que yo te man-de. 1RGHVPD\HVDQWHHOORV\QRWHKDUp\Rdesmayar delante de ellos; pues, por mi parte, mira que hoy te he convertido en plaza fuerte, en pilar de hierro, en muralla de bronce frente a toda esta tierra, as se trate de los reyes de Jud como de sus jefes, de sus sacerdotes o del pueblo de la tierra. Te harn la guerra, mas no podrn contigo, pues contigo estoy yo - orculo de Yahv - para salvarte..

    Despus de contarle este relato, le preguntamos cual es la tarea que Dios en-comienda a Jeremas.

    (Te subrayamos en el relato las expresiones clave)

    Le ayudamos a responder: avisar a los jefes y a los reyes del mal que hacen para que se corrijan. Les avisa tambin del dao que se harn a s mismos si siguen haciendo lo malo a los ojos del Seor.

    Es un dato interesante notar como el Seor le avisa a Jeremas de los proble-mas que tendr - WHKDUiQODJXHUUD-. Eso

    le pasa a todos los profetas; a nadie nos gusta que nos corrijan y nos digan lo que hacemos mal, y cuando alguien se atreve a KDFHUOROHKDFHPRVODJXHUUD

    Profetas de hoy.

    En el Bautismo, recibimos ser hijos de Dios, unidos a Jesucristo, el Hijo de Dios. El Seor Jess nos hace participar de todo lo que l era, y nos confa su misma misin, que consista en ser profeta, rey y sacerdo-te.

    Todo bautizado es profeta de Dios, est puesto, como Jeremas, para ayudar a todos a descubrir lo que hace mal, y volver al bien. 9HUHOGLEXMRGHODVHJXQGDSiJLQDGHO

    tema). Los padres tenis una misin proftica

    ante vuestros hijos: ayudarles a discernir entre el bien y el mal; animando el bien que hace y corrigiendo el mal, para que vuestro hijo crezca en sabidura.

    Hace falta mucho amor para corregir a los hijos.

    Pero tambin los hijos tienen una mi-sin proftica hacia los padres, y muchas veces sealan sus incoherencias. A veces los mayores reaccionamos enfadndonos, pero cuando lo pensamos bien, podemos descubrir el favor que se nos hace. As nos ayudamos los unos a los otros a crecer en sabidura. Actividades.

    &UXFLJUDPD,VDtDV-HUHPtDV(]Hquiel y Daniel.

    2UGHQD&RQ-HV~VWRGRVVRPRVSURIHtas para anunciar su amor a las personas.

    * Aprende: que estudie el credo (lo tiene en la pgina 67), y los cuatro primeros mandamientos (pgina 69)

    C M O T R A BA J A R E L C UA D E R N O D E L N I O .

    Pgina 17

  • nos dice esta palabra. c) Pedimos a Dios por

    las personas que nos ayu-dan, y lo que necesitamos en nuestra familia para vi-vir amndonos mejor.

    Terminamos las peticio-nes pidiendo poder hacer lo ms importante: el Shem, y lo recitamos.

    d) Bendices a tus hijos, y sellis esta bendicin re-zando el Padre Nuestro. Aads una oracin a la Virgen.

    Durante esta semana, podemos fijarnos de una manera especial en los profetas que hay en nues-tra vida, y dar gracias por ellos.

    a) Repasamos el da, para ver que personas nos han ayudado a hacer las cosas mejor, animndonos o corrigindonos.

    b) Leemos un fragmen-to de la Biblia para medi-tarla.

    Despus hablamos co-mo podemos vivir lo que

    Contad un cuento. Los cuentos y narra-

    ciones son muy importan-tes para los nios.

    Durante esta semana podis aprovechar para leerles algunos relatos del libro de los Jueces. Tam-bin podis contarle la historia del profeta Jons, el profeta que huy.

    P A R A R E Z A R C O N L O S N I O S .

    SAN JUAN DE RIBERA, OBISPO San Juan de Ribera naci en Sevi-

    lla de una familia muy noble y distinguida, su padre lleg a ser nada menos que virrey de Catalua y de Npoles. Naci el 20 de Marzo de 1533 y fue bautizado en la cate-dral de su ciudad. Su madre muri al poco tiempo e nacer el pequeo Juan y su padre se encarg de su educacin. Puso a su dis-posicin varios maestros particulares que le ensearon muchas cosas y al poco tiempo, le dijeron al padre que el muchacho era muy estudioso y muy bueno, que se le pod-a mandar a la mejor universidad de Espa-a: Salamanca.

    As lo hizo el padre y Juan lleg a Salamanca con el nimo bien dispuesto a estudiar con esfuerzo. All, adems, se de-dic a ayudar en todo lo posible a los po-bres, y a la oracin en la Iglesia cercana a su casa. Nunca se juntaba con otros estu-diantes para hacer travesuras o para diver-tirse de mala manera. Siempre s le vea cumpliendo sus deberes de cristianos y de estudiante. Tambin pasaba noches sin dormir para dedicarse a la oracin y coma muy poco, de tal manera que su padre se enter de que pareca enfermo e hizo que volviese a Sevilla.

    All se despert del todo su voca-cin para ser sacerdote. Ingres en el semi-nario y en 1554 ya tena el ttulo de Bachi-ller en Artes. Fue ordenado sacerdote en 1557.

    Siendo ya sacerdote se dedic completamente a Dios, trataba con l en la oracin y en la celebracin de la misa, hablaba a todos de Dios, y segua estudian-do la ciencia sagrada: teologa. Pasaba mu-chas horas en el confesionario para admi-nistrar el Sacramento de la Penitencia. Sus buenas obras llegaron a conocimiento del Rey Felipe II y ste propuso al Papa San Po V que lo nombrase obispo de Badajoz. Juan no quera aceptar el nombramiento porque deca que no era digno de ser obis-po, pero por fin obedeci al Papa y al rey y comenz su labor. Tena 29 aos.

    En Badajoz procur visitar todas las parroquias de la dicesis, animaba a los sacerdotes, segua estudiando y predicaba mucho, ayudaba a los pobres en todo lo que poda, lleg a vender su vajilla para solu-cionar la pobreza de varias familias.

    Tanta bondad llam la atencin del Papa y, al cabo de seis aos, fue nombrado arzobispo de Valencia y Patriarca de Antio-quia. En Valencia sigui el trabajo agota-dor de visitar todas las parroquias, conocer a todos los sacerdotes, llegar a los hospita-les, predicar y dedicarse largamente a rezar y hablar con Dios. Fund un colegio para una mejor formacin de los sacerdotes y dar un buen culto a la Eucarista. An exis-te hoy en da: es el Colegio de Patriarca.

    Lleno de mritos muri el 6 de enero de 1611. Lo declar santo el Papa Juan XXIII el 12 de junio de 1960.

    L O S S A N T O S N U E S T RO S A M I G O S . Pgina 18

  • fundamento de nuestra vida.

    Sera interesante que leyramos y reflexionare-mos sobre la Iglesia, su identidad y su misin.

    En el libro del Tesoro de nuestra fe, podis revi-VDUHODUWtFXORFUHRHQOD6DQWD,JOHVLD&DWyOLFDpginas 69 a la 76.

    La Iglesia tiene una misin proftica, a esta misin nos referimos cuando hablamos de ella como madre y maestra.

    La misin proftica supone ayudarnos a po-nernos en la verdad. A menudo slo utilizamos la verdad cuando nos conviene, y cuando no nos conviene, la dejamos de lado. La Iglesia tiene la misin de recordarnos siempre donde est el

    2 Tes. 3, 10-13 Estando entre vosotros, os enseamos

    con insistencia la norma de que quien no quiera trabajar, tampoco coma. Y es que nos hemos enterado de que algunos de vosotros viven haciendo el vago; no trabajan, y matan el tiempo metindose donde nadie los llama. De parte de Jesucristo, el Seor, les insta-mos y exhortamos a que trabajen y coman su propio pan sin perturbar a los dems.

    Jr 17,7-8 Bendito sea aquel que fa en Yahv, pues

    no defraudar Yahv su confianza. Es como rbol plantado a las orillas del agua, que a la orilla de la corriente echa sus races. No te-mer cuando viene el calor, y estar su folla-je frondoso; ni deja de dar fruto.

    Tb 4, 16-17. 19-20 No hagas a otro lo que a ti no te agrada.

    Da tu pan al hambriento y tu ropa al desnu-do. Pide consejo al sensato y no desprecies un consejo til. Bendice al Seor Dios en todo momento, y pdele que allane tus cami-nos y que te d xito en tus empresas y pro-yectos.

    St 1, 22-25 Pero se trata de que pongis en practica

    ese mensaje y no simplemente que lo oigis, engandoos a vosotros mismos. Y es que quien oye el mensaje, pero no lo pone en prctica, se parece la hombre que contempla su propio rostro en el espejo: se mira, y, en cuanto se va, se olvida, sin ms, del aspecto que tena.

    Dichoso, en cambio, el hombre que se entrega de lleno a la meditacin de la ley perfecta - la ley de la libertad - y no se con-tenta con orla para luego olvidarla, sino que la pone en prctica

    Ef. 4, 29-32 No usis palabras groseras; sea el vuestro

    un lenguaje til, constructivo y oportuno, capaz de hacer el bien a los que os escuchan. No causis tristeza al Espritu Santo de dios, que es en vosotros como un sello que os distinguir en el da de la liberacin final. Nada de amargura, rencor, ira, voces des-templadas, injurias o cualquier otra suerte de maldad; desterrad todo eso. Sed, en cambio, bondadosos y compasivos; perdonaos unos a otros, como Dios os ha perdonado por me-dio de Cristo

    Flp 2, 2-5 Llenadme de alegra teniendo el

    mismo pensar, alimentando el mismo amor, compartiendo los mismos sentimientos, bus-cando la comn armona. No hagis nada por rivalidad o por ostentacin, sed humil-des y considerad que los dems son mejores que vosotros. No busquis el provecho pro-pio, sino el de los dems. Portaos, en fin, como lo hizo Jesucristo.

    Pgina 19

    Lecturas breves para la oracin de la noche.

    PA R A S A B E R M S

  • Cur so Vida

    La pre-gunta de los

    nios: Qu es la Biblia?

    T E M A 4 L A B I B L I A

    LA E XPE RI EN CIA . Los nios han tenido

    contacto con la Biblia en la catequesis. Nosotros les hemos presentado siempre en un libro especialmente cuidado y tratado con respe-to. Han ido escuchando pa-sajes de la misma, y les ayudamos a descubrir que en ella se cuentan las cosas realmente importantes de la vida.

    El nio, y tambin los

    adultos pueden quedarse con la impresin de que es un libro demasiado gordo para poder leerlo.

    En la Escritura se nos habla de la experiencia del eunuco de la reina Canda-ces, (Hechos de los Apsto-les, 8, 26-40) que ante la pregunta de Felipe, (QWLHQGHVORTXHHVWiVOH\HQGR"FRQWHVWD&yPRlo voy a entender si nadie

    PHJXtD$QRVRWURVQRVpasa lo mismo. Sin alguien que nos gue, la Escritura nos suena en muchas oca-siones como algo enigmti-co. Reflexiona:

    (QTXpPRPHQWRVWH

    has sentido cerca de Dios?.

    &yPRFRQWDUtDVHVDV

    experiencias para compar-tirlas?

    Tema 4 La Biblia.

    Es un regalo que Dios nos enva, con una

    palabra ms preciosa que el oro. Necesitamos abrir el regalo y recoger

    este tesoro.

    La pregunta de los nios.

    Podis comenzar miran-do los dibujos de la prime-ra pgina del cuaderno encontraris un dibujo del ambn de la iglesia: es el trono de la Palabra de Dios; en la casa de muchas familias cristianas suelen tener una Biblia en un lu-gar importante de la casa, para leerla y tenerla pre-sente y un dibujo de un ro-llo de pergamino, como eran los libros antiguamen-te.

    La Biblia nos narra la experiencia de Dios que tuvo Israel. Este pueblo tuvo el acierto de descubrir que Dios actuaba en la His-toria. Vivieron la experien-cia del xodo, como la libe-racin de Egipto no poda ser fruto de una serie de casualidades. Y esto marc el punto de salida. Desde

    entonces estuvieron atentos para descubrir qu deca Dios a travs de los aconte-cimientos.

    En un primer momento los padres contaban a sus hijos estos hechos, subra-yando los elementos que mostraban la accin de Dios, y ms adelante co-menzaron a poner por escri-to estos relatos. La Biblia fue creciendo con los escri-tos de los profetas, con po-esas y canciones, y textos de todos los gneros litera-rios, que sealaban el paso de Dios por la vida de las personas.

    Por eso, para entender la Biblia, hay que leerla con el mismo espritu que se escri-bi, de lo contrario no se entiende casi nada. Los es-critores sagrados queran mostrarnos el amor de Dios, tal y como lo haban experimentado.

    Para entender un pasaje de la Biblia, es bueno pre-JXQWDUVHSULPHURTXpexperiencia humana estn YLYLHQGRHVWDVSHUVRQDV"y buscar en nuestra vida momentos en que hemos vivido algo parecido. Eso nos ayudar a entrar en co-nexin vital con ellos. Des-pus buscaremos que se dice sobre lo que hace Dios, y normalmente se nos hablar a travs de smbo-los, que podremos traducir a nuestra cultura, para ver como sigue actuando hoy. Mensaje de Jess.

    Recoge dos dichos de Jess sobre su Palabra.

    Podis contarle la par-bola de la roca:

    3RUTXpPHOODPiLV6HxRU6HxRU\QRKDFpLVlo que os digo?. Todo aquel que viene a mi y escucha mis palabras, y la pone en prctica, puede compararse

    CUENT LE S A TU S H IJ O S .

  • &XiO HV HOPD\RU GHVDItR TXH GHbemos afrontar como obispos de la Iglesia? Cul es la necesidad ms urgente de nuestros contemporneos? Los hombres y mujeres de hoy, como los de todos los tiempos y lugares, anhelan la salvacin. Desean redescubrir la verdad del seoro de Dios sobre la creacin y la historia, encontrar su autorrevelacin y experi-mentar su amor misericordioso en todas las dimensiones de su vida. La gran verdad que hay que proclamar en esta, y en todas las pocas, es que Dios ha entrado en la historia humana para que los hombres y mujeres puedan llegar a ser verdaderamente hijos de Dios. La constitu-cin dogmtica sobre la divina revelacin, Dei Verbum, nos recuerda claramente que la verdad que proclamamos no es sabidura humana, sino que depende completamente de la revelacin de Dios mismo: Quiso Dios (...) revelarse a s mis-mo y manifestar el misterio de su voluntad: por Cristo, la Palabra hecha carne, y con el Espritu Santo, pueden los hombres llegar hasta el Pa-dre y participar de la naturaleza divina (n. 2). Este es el centro del mensaje cristiano y la ver-dad fundamental que los obispos deben procla-mar a tiempo y a destiempo (2 Tm 4, 2).

    En la carta apostlica Tertio millennio adveniente, formul la pregunta: En qu me-dida la palabra de Dios ha llegado a ser plena-mente el alma de la teologa y la inspiradora de toda la existencia cristiana, como peda la Dei Verbum? (n. 36). De parte de todos, pero espe-cialmente de los obispos, la fidelidad a la pala-bra revelada requiere una actitud de acogida atenta y oracin. Requiere que nosotros mismos nos dejemos renovar y transformar por nuestro encuentro con su palabra viva. As, seremos capaces de ayudar a los fieles a comprender que la sagrada Escritura es un don que recibi-mos dentro de la Iglesia. No se trata meramente de un texto para analizar; es, sobre todo, una invitacin a la comunin con el Seor. Hay que leerla y acogerla con espritu de apertura a dicha invitacin. Esto no significa acercarse a la Escri-tura con una actitud acrtica; sino evitar lecturas basadas en un racionalismo estril o en presio-nes culturales que comprometen la verdad bbli-ca. Estos enfoques impiden or la llamada de Dios y privan al texto sagrado de su fuerza salv-fica (cf. Rm 1, 16). San Pablo da gracias a Dios por quienes han aceptado la Escritura segn lo que es realmente: la palabra de Dios, que obra en la comunidad de los creyentes (cf. 1 Tm 4, 13).

    E N L A E S C R I T U R A , D I O S S E M U E S T R A A S M I S M O .

    a un hombre que para construir una casa cav primero profundamente y puso los cimientos sobre la roca viva. Cuando luego se desbord el ro y se produjo una inunda-cin, aquella casa resisti el embate de las aguas, porque estaba bien construida sobre roca.

    En cambio todo aquel que me es-cucha, pero no acta en consecuencia, pue-de compararse a un hombre que construy una casa sin cimientos, sobre arena. Cuan-do el ro se desbord y se precipitaron las aguas sobre ella, se vino abajo al instante y IXHJUDQGHVXUXLQD

    Le indicas a tu hijo que pinte el dibujo, y le dejas tranquilo. Mientras pinta el va rumiando la parbola que le has con-tado y la guarda en su corazn. Cuando acabe de pintar, le pides que te diga lo que ms le ha gustado. Mi vida cristiana.

    Aparecen unos padres haciendo la cate-quesis con su hijo. La Palabra de Dios est presente en la vida familiar a travs de la

    catequesis y de las celebraciones en la igle-sia, especialmente la Eucarista del domin-go. Actividades.

    Tienes el esquema de la Biblia y de los libros que la componen. Aydale a estu-diarlo, y que pueda distinguir el Antiguo Testamento, que es la historia de Israel has-ta el nacimiento de Jess, y el Nuevo Testa-mento, que nos habla de las promesas cum-plidas en Jess, a partir de su nacimiento.

    * Crucigrama. Antiguo y Nuevo Testa-mento. Sugerencias.

    6HUtDEXHQREXVFDUXQOXJDUGHVWDFDGRpara la Biblia en casa. Su presencia ayudar a vivir conscientes del amor que Dios nos tiene.

    * En cada catequesis os entregamos unos fragmentos de la Escritura para leerlos con los nios. Es algo importante.

    C M O T R A BA J A R E L C UA D E R N O D E L N I O .

    Pgina 21

    Os entregamos un fragmento del discurso a los obis-pos de Estados Unidos, que pre-senta el misterio de la Palabra de Dios. Esperamos que os guste

  • e) Pedimos lo que nece-sitamos, y finalizamos pi-diendo lo ms importante, rezando en voz alta el Shem.

    f) Bendecimos a los hijos, y sellamos la bendi-cin con el Padre Nuestro y un saludo a la Virgen.

    Esta semana, por la no-che, podras leer el libro de Tobas. Se encuentra en el Antiguo Testamento, y es un buen ejemplo. Nos muestra el paso de Dios por la vida de una familia buena, a la que todo le sale mal.

    El Seor nos habla a travs de la Biblia, y tam-bin de los acontecimientos de la vida. De hecho la Bi-blia es como un diccionario para aprender a entender como Dios nos habla a travs de la vida.

    a) Repasamos el da, para ver como Dios nos ha amado: a travs de que per-sonas nos ha ayudado o co-rregido, que cosas nos han salido bien.

    b) Leemos un texto de la Escritura. Los tienes indica-dos al margen.

    Se presenta la figura de un hombre, del que luego se dir que es un ngel: es de-FLUXQHQYLDGRGH'LRVLos personajes slo lo descu-brirn al final, mientras dura la historia ellos piensan que estn siendo ayudados por una persona.

    Si miramos nuestra vida, veremos tambin muchos iQJHOHVHVGHFLUSHUVRnas que han estado con noso-tros cuando lo necesitba-mos.

    P A R A R E Z A R C O N L O S N I O S .

    San Vicente se hizo famoso por su martirio. No han llegado hasta nosotros noticias de otras acciones en su vida, pero de su martirio lo sabemos casi todo y con aadidos que nos hacen ver lo conocido que era en toda la Iglesia. Ha sido un santo muy querido en Valencia, y otro gran santo valenciano lleva su nombre, porque lo bau-tizaron el da de su fiesta, es S. Vicente Ferrer.

    Al parecer naci en Huesca, y, al empezar su vida de clrigo, lleg a ser or-denado dicono. Pas a Zaragoza, una gran ciudad en el Siglo IV, y all el obispo San Valero lo hizo su ayudante. Vicente serva al obispo y a la Iglesia de Zaragoza con toda dedicacin y, seguramente, aprenda de Valero a ser fuerte en la fe y en la deci-sin de llevar el nombre de Jess con toda fortaleza.

    Por una denuncia, o porque no se ocultaba cuando tena que ejercer como obispo y dicono, fueron detenidos y lleva-dos ante la autoridad romana. All decreta-ron que fuesen llevados los dos a Valencia, seguramente por ser sta una ciudad en donde an i estaba el cristianismo tan ex-tendido como en Zaragoza y as podan juzgarlos sin miedo a una protesta del pue-blo.

    Llegados a Valencia, los dos con-fesaron abiertamente que eran cristianos, ministros de Cristo, dispuestos a sufrir por

    el nombre del Dios Verdadero. Valero, por ser ms anciano, lo

    desterraron enseguida, y se quedaron con Vicente para intentar convencerlo de que abandonara su fe. Fue el juez Daciano quien se lo propuso; primero con buenas palabras, con amenazas, con promesas; to-do fallaba, Vicente estaba siendo un autn-WLFR YHQFHGRU OR TXH TXLHUH GHFLU VXnombre.

    Daciano dio la orden de que lo torturaran: azotes, quemaduras, lanzas y flechas, hirieron cruelmente su cuerpo, pero su nimo no decay. Le decan al juez que nunca lograran hacerle renegar de su fe, porque con l estaba siempre el Seor. Entonces Daciano mand que lo encerraran en una crcel en la que no entrara nunca la luz. Pero para Vicente, la celda se llen de luz: era el mismo Jess que le ayudaba y animaba. Lleg la muerte por la espada. El juez, como no haba conseguido nada, mand ahora que su cuerpo fuera arrojado a un basurero. Tampoco result; el cuerpo se conserva en buen estado.

    4XH OR WLUHQ DOPDU KDEtDPDQdado Daciano. Y el cuerpo de Vicente vol-vi a la playa. All lo recogieron los cris-tianos y lo enterraron en un lugar cercano a Valencia. All, cuando cesaron las persecu-ciones, se levant un altar primero y una Iglesia despus, que lleg a ser un monaste-rio famoso.

    Los Santos, nuestros amigos: San Vicente Mrtir

    Pgina 22

  • Encontrar un texto en la Biblia.

    La Biblia se divide en libros, que a su vez se divi-den en captulos, y estos en versculos.

    Para citar un pasaje de la Biblia se indica el libro al que pertenece, el captulo y el versculo correspondiente.

    Los nombres de los libros se abrevian utilizando las dos primeras consonantes. Por ejemplo, el evangelio de Ma-teo se abrevia Mt O el de Juan; Jn, o el Gnesis (Gn).

    El nmero del captulo se indica siempre por una coma $VtSRUHMHPSOR0WLQGL

    cara el primer captulo del Evangelio de Mateo.

    Los versculos suelen co-rresponder a una frase, en el texto bblico se expresa por los nmeros pequeitos que estn entre el texto.

    Mt 1, 1-3 quiere decir: Las frases del evangelio de Mateo que estn en el captu-lo primero, entre los nmeros 1 al 3, ambos inclusive.

    En el Catecismo de la Iglesia Catlica dedica el artculo 3 del captulo prime-ro, nmeros 101 al 130, a presentar los elementos bsi-cos de la Sagrada Escritura:

    - Cristo, palabra nica de

    la Sagrada Escritura. - Inspiracin y verdad de

    la Sagrada Escritura. - El Espritu Santo, inter-

    prete de la Sagrada Escritura. - El canon de la Sagrada

    Escritura. - La Sagrada Escritura en

    la vida de la Iglesia. Si no dispones del libro

    del Catecismo, puedes con-sultarlo en Internet: www.vatican.va, que es la web de la Santa Sede. En la pgina principal hay un icono TXHGLFH7H[WRVIXQGDPHQWDOHV

    - Los autores sagrados, ayudados por el Espritu Santo, nos transmiten el mensaje de Dios: 2 Pedro 1,20-21:

    Pero, ante todo, tened presente que nin-guna profeca de la Escritura puede inter-pretarse por cuenta propia; porque nunca profeca alguna ha venido por voluntad humana, sino que hombres movidos por el Espritu Santo, han hablado de parte de Dios.

    - La Palabra es como una lmpara que

    ilumina: 2 Pedro 1,19: Y as se nos hace ms firme la palabra

    de los profetas, a la cual hacis bien en pre-star atencin, como a lmpara que luce en lugar oscuro, hasta que despunte el da y se levante en vuestros corazones el lucero de la maana.

    - La Palabra es para guardarla en el co-

    razn: Juan 14, 23. Jess le respondi: Si alguno me ama,

    guardar mi Palabra, y mi Padre le amar, y vendremos a l, y haremos mora-da en l.

    - Procurando no olvidarla: Mt 7,24 As pues, todo el que oiga estas pala-

    bras mas y las ponga en prctica, ser co-mo el hombre prudente que edific su casa

    sobre roca cay la lluvia, vinieron los to-rrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cay, por-que estaba cimentada sobre roca

    - Ayuda para ensear a los hijos: 2 Ti-

    moteo 3, 16. Toda Escritura es inspirada por Dios y

    til para ensear, para argir, para corre-gir y para educar en la justicia; as el hom-bre de Dios se encuentra perfecto y prepa-rado para toda obra buena.

    - Jess alaba a quienes la escuchan y la

    ponen en prctica: Lucas 11, 28. Sucedi que, estando l diciendo estas

    cosas, alz la voz una mujer de entre la gen-te, y dijo: Dichoso el seno que te llev y los pechos que te criaron!

    Pero l dijo: Dichosos ms bien los que oyen la Palabra de Dios y la guardan.

    - Con ella tendremos la Vida, por-

    que la Palabra es Jess: Juan 20, 30. En el principio exista la Palabra y la

    Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio con Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe. En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres,.

    Pgina 23

    Para leer con tus hijos en la oracin de la noche.

    PA R A S A B E R M S

  • Cur so Vida

    La pregunta de los nios: Quin da la vi-

    da? Vivir siempre?

    LA E XPE RI EN CIA . Todos, incluidos los ni-

    os, llevamos incorporado por instinto el deseo de vi-vir y de vivir para siempre. El nio, y tambin los adul-tos, siente el deseo de gozar de todas las experiencias que la vida le presenta y juega constantemente como una forma de disfrutar de ellas. Valora la vida en la medida en que tiene con-ciencia de la muerte, inte-grando ambas en el mismo

    proceso natural. La ve en un familiar, un animal domsti-co, una planta. La descubre en la calle y la integra en sus juegos.

    Con todo hoy, vivimos en una sociedad que quiere enmascarar a la muerte en la vida cotidiana, y no hablamos de ella. Es fre-cuente que ante la muerte de un familiar, ocultemos el hecho al nios, y procura-mos evitar el tema, con lo

    que el nio se queda ante la sensacin de que es un tema prohibido, sobre el que no sabe que pensar. Poder hablar con naturalidad de la vida y de la muerte, ayuda a los nios y le ayuda a com-prender esta realidad, que de todas maneras percibe de una forma distorsionada a travs del cine o de los di-bujos animados.

    Quin da la vida?

    * Lo que veo. Se muestran unos dibu-

    jos con un incendio y un ro contaminado. Le podis explicar que cuando no se ama, no se cuida la vida. La falta de amor nos conduce a la verdadera muerte, en los textos bblicos se le deno-PLQDVHJXQGDPXHUWH

    La vida la da el que ama. Quien no ama no da vida, slo puede destruirla.

    Podemos contar a los

    nios como vinieron al mundo, y ensearles foto-grafas del embarazo y del nacimiento, les podemos explicar algo as:

    /HVPRVWUDPRVXQDfotografa de mam emba-razada y le preguntamos:

    Sabes donde ests en esta fotografa?.

    Durante nueve meses

    estuviste escondido, prote-gido dentro de mam, mientras se iban formando tus pies, tus manos, tus o-dos, tu corazn y todo tu cuerpo. Durante este tiempo tus ojos an no podan ver, y se iban preparando para poder ver todos los colores, y tus odos aprendan a es-cuchar todos los sonidos, y cuando por fin tu cuerpo estuvo preparado naciste:

    - Saliste al encuentro de este mundo grande y fants-tico, lleno de color, de soni-do, de sensaciones nuevas.

    - Pudiste vernos a pap y mam, y te por fin te tuvi-mos en nuestros brazos y pudimos darte nuestro cari-o.

    - Y comenzaste tambin a amar, y a vivir.

    Cuando el nio naci la madre sinti un gran dolor, fue el parto. Los familiares y amigos que la queran

    bien, la felicitaban por la alegra de haber dado al mundo una nueva vida (Jn 16,21-22)

    Pero aqu no se acaba todo.

    Necesitamos una nueva gestacin para que se for-me, dentro de nosotros, el cuerpo espiritual. Igual que en aquellos nueve meses se fue formando nuestro cuer-po humano, para que pudi-ramos vivir en este mundo, ahora nos vamos preparan-do para ver el mundo futu-ro.

    Ahora es un tiempo mu-cho ms largo, porque nos preparamos para algo mu-cho ms importante:

    Nos espera una felicidad cuya grandeza no vemos, pero sentimos que existe (1 Jn 3,2). Es tan grande que nuestro corazn se romper-a porque no nos cabe de-ntro, nuestro corazn. Por

    CUENTLES A TUS HIJOS .

    T E M A 5 L A V I DA .

    Tema 4 La vida

    Valorar la vida, y poder enfrentarse a la muerte sin angustia, son los dones de la fe en el amor de Dios.

  • En el libro de la Sabidura, captulo 2, se contrasta los pensamientos de los que pien-san que todo se acaba en este mundo, con los de los que sabemos que hay algo ms 'LRVFUHyDOKRPEUHSD

    ra la inmortalidad y lo hizo a imagen de su mismo ser.

    Pero la muerte entr en el mundo por envidia del pecado y la experimentan sus secua-FHV

    La persona de fe vive en la esperanza, que consiste en vivir sabiendo que estamos en manos de un Dios que nos

    ama. La esperanza no tiene nada

    que ver con el optimismo, que es pensar que todo nos va a salir bien, el problema del optimista es que la realidad suele ser tozuda, y no le da la razn.

    La esperanza nos permite descubrir que detrs de todo lo que nos pasa, bueno o malo, hay un proyecto de salvacin de un Dios que nos mira con cario, y que no nos ha creado para la muerte.

    Podis consultar en el Ca-tecismo de la Iglesia Catlica

    HODUWtFXOR&UHRHQOD9LGD(WHUQD

    Est en el captulo III, art-culo 12; nmeros 1020 al 1050.

    Si no dispones del libro del Catecismo, puedes consultarlo en Internet: www.vatican.va, que es la Web de la Santa Se-de. En la pgina principal tie-QHXQLFRQRTXHGLFHWH[WRVIXQGDPHQWDOHVDOOtORSRGpLVencontrar.

    (QHOOLEUR(OWHVRURGHQXHVWUDIHSRGpLVOHHUODVpginas 85 a 88.

    PA R A S A B E R M S .

    eso necesitamos un corazn nuevo. Hay una luz mayor que la del sol, que

    nuestros ojos no pueden ver porque no sir-ven para ella.

    Durante este tiempo, nuestro Padre Dios; Un corazn nuevo, capaz de amar (Ez 36,26-27) para que podamos gozar de su presencia, porque Dios es Amor. Ojos nue-vos, que puedan percibir su luz. Nuevos odos, que puedan escuchar su voz directa-mente.

    Dios nuestro Padre nos regala la heren-cia de su Hijo Jess, que es su vida, y as nuestra vida no termina, solo se transforma. Los que estn a nuestro lado, sentirn el sufrimiento de un nuevo parto, y los que nos quieran bien nos felicitarn, porque un nuevo hijo de esta tierra ha entrado en la Vida eterna. Ser un nuevo nacimiento.

    * 0HQVDMHGH-HV~V Leedlo, y preguntaros: de qu sed

    habla Jess?. Habla de la sed del cuerpo o de otra sed?.

    Repasad el Shem: (VFXFKD,VUDHOhaz esto y vivirs. Quien ama de verdad, no morir para siempre.

    * Mi vida cristiana

    Quien ama a Dios, cuida la vida y las cosas que Dios ha hecho. Quien slo se quiere a s mismo, no le importa lo que hagan los dems.

    * Actividades Ordena: Yo soy la vida.

    6RSDGHOHWUDV4XLHQWHQJDVHGYHQJDDPtDEHEHU

    * Aprende Seguimos aprendiendo los mandamien-

    tos. Repasa con l los anteriores. Puedes encontrarlos en la pgina 69 del cuaderno de los nios. Cuidar la Vida.

    La vida es amenazada por el egosmo. Cuando slo nos queremos a nosotros mis-mos, utilizamos todo en nuestro provecho.

    La historia de Noe nos ayuda a com-prender nuestro mundo: Se indica como el mal creci entre los hombres de tal modo, TXHFRUURPSLHURQWRGR'LRVFDVWLJDenviando un diluvio, es una forma de expli-car que muestra como el egosmo y el des-SUHFLRDORVGHPiVDKRJDWRGRHQQXHVWUDvida.

    Esta historia la podemos ver repetida en nuestras vidas; vemos como el egosmo de Occidente est llevando a la ruina a todo el planeta: nuestra comodidad est contami-nando nuestro mundo, y comenzamos a padecer las consecuencias.

    +D\XQUHIUiQTXHGLFH'LRVSHUGRQDsiempre, los hombres a veces, pero la natu-UDOH]DQXQFD

    El respeto a la vida natural, slo puede proceder de un corazn que ha aprendido a amar y a respetar.

    C M O T R A BA J A R E L C UA D E R N O D E L N I O .

    Pgina 25

    La prxima semana la catequesis ser una ce-lebracin con los padres y los nios. En ella los nios proclamarn el Credo.

    Procurad que lo apren-da bien du-rante esta se-mana.

  • SAN JUAN DE AVILA, SACERDOTE Naci el 6 de enero de 1499 en

    Almodvar del Campo (Ciudad Real). A los 13 aos se traslad a Salamanca para estudiar leyes: quera ser abogado. En Sa-lamanca estudi durante cuatro aos, luego regres a Almodvar y llev una vida nor-mal de muchacho de pueblo.

    Sinti la llamada del Seor para ser sacerdote y comenz los estudios en la Universidad de Alcal en el ao 1520. quera ordenarse sacerdote y marchar a las Indias (Amrica) como misionero.

    Celebr su primera Misa en 1526 en su pueblo y la ofreci por sus padres que ya haban muerto. Casi inmediatamente viaj a Sevilla porque de all salan los bar-cos para Amrica. Quera embarcar porque ya se haba ofrecido al Obispo de Tlaxcala 0pMLFR 3HUR HO DU]RELVSR GH 6HYLOOD QRle dej salir y le hizo quedarse en la ciudad.

    Despus de 18 aos dej Sevilla y se march a Crdoba. Ya tena fama de gran predicador y el obispo le pidi que le ayudara a mejorar la vida de los cristianos. En Crdoba empez a tener amista con Fray Lus de Granada, el gran predicador dominico y escritor de fama universal.

    En 1537, predicando en Granada, tuvo un fruto muy grande, se convirti en muy buena persona, nada menos que Juan Ciudad, un portugus aventurero que des-pus sera San Juan de Dios.

    Comenz sus fundaciones de cole-

    gios, residencias y universidad con Fray Lus de Granada en 1538. despus vendr-an las fundaciones de la Universidad de Baeza, Estudio General de Crdoba, Cole-gio de Santa Cruz de Jerez, San Nicasio en Priego y as hasta 15 colegios.

    San Francisco de Borja habla con l y le expone sus deseos de abandonarlo todo para hacerse jesuita.

    Las enfermedades comienzan a aparecerle en 1551 y ya no lo abandonarn. Por ellas no puede acompaar al arzobispo de Granada al Concilio de Trento.

    Se retira a Montilla porque los achaques no le dejan ya salir a predicar como haba hecho desde que era sacerdote. En Montilla llev una vida de oracin, estu-dio, confesionario y la poca predicacin que sus fuerzas le permitan.

    Todos los grandes santos de su poca se escriben con l. Las cartas son testimonio de lo mucho que queran al Ma-estro Juan de vila.

    Despus de una preparacin inten-sa, muri el 10 de Mayo de 1569. fue ca-nonizado en 1970 por el Papa Pablo VI y declarado Patrono de los sacerdotes dioce-sanos espaoles.

    L O S S A N T O S N U E S T RO S A M I G O S .

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    CIELO E INFIERNO Cierto da, un sabio visit el infierno. All, vio a mucha

    gente sentada en torno a una mesa ricamente servida. estaba llena de alimentos, a cul ms apetitoso y exquisito. Sin em-bargo, todos los comensales tenan cara de hambrientos y el gesto demacrado. Tenan que comer con palillos; pero no podan, porque eran tan largos como un remo. Por eso, por ms que estiraban su brazo, nada conseguan llevarse a la boca.

    Impresionado, el sabio sali del infierno y subi al cielo. Con gran asombro, vio que tambin all haba una mesa llena de comensales y con iguales manjares. En este caso, sin embargo, nadie tena la cara desencajada; todos los presen-tes lucan un semblante alegre; respiraban salud y bienestar por los cuatro costados. Y es que, all, en el cielo, cada cual se preocupaba de alimentar con los largos palillos al que ten-a enfrente.

    EL SECRETO DEL PARASO Un samurai fuerte y corpulento fue a visitar a un pequeo PRQMH(QVpxDPHHQTXpFRQVLVWHHOFLHOR\HOLQILHUQR

    El monje alz los ojos para contemplar al imponente guerrero y le respondi con enorme desprecio: (QVHxDUWHDWLHQTXpFRQVLVWHHOFLHOR\HOLQILHUQR"(QYHUdad que no me sera posible ensearte nada. Eres puerco y hediondo, eres una vergenza, un flagelo para la casta los VDPXUiLV$SiUWDWHGHPLYLVWDQRSXHGRVRSRUWDUWH El samurai mont en clera. Comenz a temblar, el rostro encendido de rabia. no lograba decir una palabra. Desen-vain la espada y la puso en alto, dispuesto a acabar con la vida del monje. - Eso es el infierno - murmur el monje. El samurai estaba confundido. Cunta compasin y rendi-miento en este hombrecillo que haba ofrecido la propia vida para darle esa enseanza, para demostrarle lo que es el in-fierno! Lentamente baj la espada, lleno de gratitud y de una paz inesperada. - Y eso es el cielo - murmur el monje. %UXQR)HUUHUR/DVLOODYDFtDS

  • a) El que ama, da la vi-da. Damos gracias por las personas que nos quieren, y nos dan la vida.

    b) Leemos un fragmento de la Biblia para meditarlo y guardarlo en el corazn. Los tenis al margen.

    c) Pedimos a Dios lo que necesitamos para noso-tros o para los dems. Ya saben los nios que a Dios no le pedimos cosas que podemos conseguir por no-VRWURVPLVPRVOHSHGLPRVlo que ni los paps ni nadie

    PiVQRVSXHGHGDUFRPRcario para los dems, obe-diencia, querer siempre, hacer cosas buenas, etc.

    Es decir, pedimos poder vivir el Shem, por eso lo recitamos en voz alta al acabar las peticiones, para que se cumpla en nuestra vida.

    d) Bendices a tus hijos, y sellas la bendicin con el Padre Nuestro; acabis in-vocando a Mara con una oracin.

    Contar un cuento. Es una forma de prolon-

    gar un rato el tiempo con los nios. Esta semana pod-ais leerle o contarle el libro de Rut, abuela del rey Da-vid, y antepasada de Jess. Lo encontraris en el Anti-guo Testamento.

    P A R A R E Z A R C O N L O S N I O S .

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    Lecturas bblicas breves para la oracin - La vida que nos da Dios dura para

    siempre: 1 Tesalonicenses 4, 14-15: Porque si creemos que Jess muri y

    que resucit, de la misma manera Dios llevar consigo a quienes murieron en Jess. Os decimos eso como Palabra del Seor: Nosotros, los que vivamos, los que quedemos hasta la Venida del Seor no nos adelantaremos a los que murieron.

    - Se va formando en nosotros el

    FXHUSRHVSLULWXDO

    6LFUHHPRVHQ-HV~VJn 3, 36. El que cree en el Hijo tiene vida eter-

    na; el que rehsa creer en el Hijo, no ver la vida, sino que la clera de Dios permanece sobre l.

    /HUHFLELPRVHQODFRPXQLyQJn 6,

    33-35. Jess les respondi:En verdad, en

    verdad os digo: No fue Moiss quien os dio el pan del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida al mundo.

    Entonces le dijeron: Seor, danos siempre de ese pan.

    Les dijo Jess: Yo soy el pan de la vida. El que venga a m, no tendr ham-bre, y el que crea en m, no tendr nunca sed.

    * Le seguimos: Jn 10,14-15. Yo soy el buen pastor y conozco mis

    ovejas y las mas me conocen a m, como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre y doy mi vida por las ovejas.

    * Le amamos y guardamos sus pala-

    bras: Jn 14, 23. Jess le respondi: Si alguno me

    ama, guardar mi Palabra, y mi Padre le amar, y vendremos a l y haremos mora-da en l.

    3HUPDQHFHPRVXQLGRVDpOJn 10,

    27-30 Mis ovejas escuchan mi voz yo las co-

    nozco y ellas mi siguen. Yo les doy vida eterna y no perecern jams, y nadie las arrebatar de mi mano. El Padre, que me las ha dado, es ms grande que todos, y nadie puede arrebatar nada de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno.

    - La vida que nos da Jess, no termina

    con la muerte, se transforma: Jn 11, 25-26

    Jess le respondi: Yo soy la resu-rreccin El que cree en m, aunque mue-ra, vivir; y todo el que vive y cree en m, no morir jams. Crees esto?

  • Cur so Vida

    E L A DV I E N T O

    1. Dios es Amor y Fa-milia, y ha creado al hom-brefamilia para el amor.

    El y el hombre eran amigos, la Biblia lo expresa GLFLHQGRTXH'LRVSDVHDEDcon el hombre a la KRUDGHODEULVD

    2. 8QGtDHOKRPEUHdecidi no hacer caso a Dios, no obedecerle, ir por su cuenta: pec.

    Y desde entonces: - Deja de amar a Dios,

    de ser amigo suyo: se es-conde de l, le tiene mie-do porque cree que le va a castigar. Sin el amor de Dios, separado de l, se queda en la tristeza, no cree que Dios le cuida y que tiene que solucionarse l todos los problemas para vivir. Esto hace que estn siempre preocupa-dos y tristes.

    - Las personas dejaron de quererse entre s, por-que al desobedecer a Dios hacan el mal, y no el bien para s mismos; porque la desobediencia y el pecado matan la felicidad del hombre.

    El libro nos cuenta como dejaron de amarse en la familia; los papas, marido y mujer no se aman; se acusan, se ata-can y defienden, no se quieren. Algunos se sepa-ran, estn tristes porque no se pueden querer. (Gn 3, 11-ss).

    Los hermanos no se

    aman, se pelean, se insul-tan, no se dejan las cosas, son egostas, llegan hasta matarse (Can y Abel). Estn tristes porque no pueden quererse. (Gn 4, 1-16)

    Los padres no quieren a los hijos, ni los hijos a los padres, hasta se aban-donan, porque no pueden quererse. (Lc 1, 17; Mala-quas 3,24).

    No se amaban las fa-

    milias entre si, ni unos pueblos a otros pueblos y haba una gran tristeza porque no se queran:

    - Los pobres eran re-chazados y maldecidos (Is 61,1-2)

    - los hombres eran como sordos y ciegos que no queran or la voz de Dios ni ver su amor (Is 61,1-2)

    - Enfermos, leprosos, SDUDOtWLFRVVLQFXUDcin.

    - los hambrientos, se-dientos, desnudos, enfer-mos, encarcelados, foras-teros no eran queridos ni acogidos. (Mt 25, 31-46).

    - Nadie era capaz de entenderse, porque su soberbia los cegaba. (Es la enseanza de la torre de Babel. Gn 11,1-9).

    Dios mir muy triste a

    los hombres, y le dio pena que sufrieran tanto porque

    ya no eran capaces de que-rerse, y decidi enviar a su Hijo, para que viviera con nosotros, y nos enseara a querernos otra vez.

    Para empezar a salvar a los hombres y empieza a hacerse un pueblo para sal-varlo, y por medio de l salvar a los otros pueblos.

    Envi a este pueblo a sus amigos, los profetas, que escuchaban a Dios y hablaban con l, y que de-can al pueblo que Dios les quiere, y animarles a espe-rar y pedir un Salvador, que les enseara a quererse siempre.

    El pueblo comenz a

    rezar y a pedir un Salvador, solos y en grupo; clamando y llorando, todos los das.

    Pasaron muchos aos, mas de 100, ms de 1000. Dios les escucha, pero an no haba llegado el momen-to. Aunque no llegaba el Salvador, y muchos murie-ron sin verlo, la esperanza les enseaba ya a quererse un poco ms, y a estar ms contentos, porque empeza-ban a querer a Dios, y se daban cuenta de cmo Dios los quera.

    Durante el Adviento

    recordamos como esper Israel al Seor, y pidieron un Salvador.

    Tambin nosotros lo necesitamos. El vino a la tierra hace muchos aos y

    CUENTLES A TUS HIJOS .

    El Adviento Aprendemos a esperar y a pedir un Salvador

    para nuestra vida.

    La catequesis de hoy consiste en una narra-cin que es un resumen de toda la historia bbli-ca. Tienes el esquema a continuacin para que

    puedas prepararla.

  • bre. Podis sealarlo en casa colocando una imagen de la Virgen Mara, y cuatro velas, que representan los cuatro domingos del Ad-viento.

    Los domingos podras

    tener un momento de ora-

    En el mes de noviem-bre puedes comprar a tus hijos un recortable de la Editorial CCS que se llama

  • SAN FELIPE NERI, SACERDOTE Es ste uno de esos santos que lla-

    man la atencin por su santidad an estan-GR HQ YLGD 6H OH OODPy HO VDQWR GH ODDOHJUtDHODSyVWROGH5RPD0~VLFDGH'LRV

  • A partir de esta semana nos vamos preparando para Navidad.

    La oracin de estos das puede ser as.

    1. Repasar lo bueno del da, para dar gracias por el amor con el que hemos sido amados. Nos damos cuenta de cmo Dios ha cumplido su promesa de cuidarnos como a sus hijos, y ha pues-to en nuestra vida las perso-nas que necesitamos.

    2. 3RGpLVFRQWDUOHODV

    narraciones de los evange-lios que preparan el naci-miento de Jess, las encon-traris al principio de los evangelios de San Lucas y de San Mateo.

    3. En este momentos podis pedir para la familia el don de la fe, como Mara y Jos: pedir la fe es pedir amar a Jess.

    Acabamos rezando el Shem, y poder vivirlo como Mara, Jos y Jess.

    4. %HQGHFtVDYXHVWURV

    hijos, y sellis la bendicin con el Padre nuestro, y salu-dando a la Virgen con el Ave Mara.

    Un cuento! El libro de Ester, que