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Ten paciencia, ten fe en los planes de Dios para ti. Aunque no veas la meta aún, Aún cuando las pruebas sean lo único a la vista Dios responderá a tu petición. Fortalece tu paciencia superando pruebas, no en pasiva actitud, sino en una esperanzada acción, pues Dios te dará gloria, honor y paz cuando te fortaleces en este paciente andar. Dale gracias a Dios, busca sus propósitos y permanece creyendo en sus promesas, pues todas las cosas te ayudan a bien. Dile adiós al enojo, la impaciencia y el estrés, Dios atenderá tu petición que has hecho de corazón. Mery Bracho Ten Paciencia, Dios Responde Año XIX Núm 22 Domingo 28 de mayo de 2017

Ten Paciencia, Dios Responde - Iglesia Shalomiglesiabautistashalom.org/shalom/wp-content/uploads/2017/03/May-28.pdf · Los abuelos o nuestros padres nos dicen, “hay tiempo para

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Ten paciencia, ten fe en los planes de Dios para ti.

Aunque no veas la meta aún,Aún cuando las pruebas sean lo único a

la vistaDios responderá a tu petición.

Fortalece tu paciencia superando pruebas,no en pasiva actitud,

sino en una esperanzada acción,pues Dios te dará gloria, honor y pazcuando te fortaleces en este paciente

andar.

Dale gracias a Dios, busca sus propósitosy permanece creyendo en sus promesas,pues todas las cosas te ayudan a bien.Dile adiós al enojo, la impaciencia y el

estrés,Dios atenderá tu petición que has hecho

de corazón.

Mery Bracho

Ten Paciencia, Dios Responde

Año XIX Núm 22Domingo 28 de mayo de 2017

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Siempre humildes y amables,

pacientes, tolerantes unos

con otros en amor.

Efesios 4:2

Imagínate a un sembrador que vive de sus cosechas, el sabe que los tiem-pos son perfectos, sabe cuando poner la semilla en la tierra, para que en determinado tiempo de su fruto; espera, sabe cual es la mejor é poca del año para sembrar, ni mucho calor, ni mucho frio, cuando es el momento comienza a sembrar, le da su espacio a cada semilla, la cubre de tierra con delicadeza, le pone el agua necesaria, dicen que la primera gota es la gota que le da la vida, y después solo debe cuidarla. Si aquel sembrador tiene hijos, tiene tiempo para enseñarles desde su siembra, su brote, su creci-miento, hasta que el fruto salga, pero sobretodo a como cuidar y aprender a esperar. Ahora imagina que ese sembrador no tuviera paciencia. Las semillas desperdiciadas, algunas tálvez se lograrían, pero lo más probable es que no den fruto y si lo dan, seguro no es bueno, tampoco hubiera tenido un momento de calidez con sus hijos, no tendría valor su trabajo, ni las manos acabadas por la tierra trabajada, nada tendría caso.

La mayoría de las veces actuamos sin pensar, es como si presionaras un botón por la mañana y todo lo hicieras en automático, todo a prisa, ha-cemos las cosas rutinarias, siempre lo mismo: levantarse, desayunar, si da tiempo, decir buenos días, si da tiempo, llegar al trabajo ó a la escuela, a veces saludamos, a veces sólo llegamos a nuestro lugar y comenzámos a trabajar, en poco tiempo comémos, seguimos trabajando, llegamos a casa cansados sólo queremos dormir. También tenemos roces con la gente que nos rodea, sea familia, amigos, compañeros, gente como nosotros, nos enojamos sin razón, discutimos sin pensar en las consecuencias, incluso llegamos a perder el control, dejamos a un lado a la gente, no ayudamos y que pasa si tenemos metas por cumplir, se reduce el tiempo y tenemos que hacerlo más a prisa. Desde la adolescencia el sueño es crecer y ser una persona independiente con grandes logros en la vida , pareciéra que es un sueño que nuca se cumple, siempre tienes que trabajar para ello, y si bien te va, te das cuenta si lo lograste hasta que eres viejo. Los abuelos o nuestros padres nos dicen, “hay tiempo para todo, disfruta y verá s los frutos de la vida”.Todo pasa por hacer.

Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con

paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía.Santiago 5:7

Con los niños

ArtículoPaciencia

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La vida al amparo de Dios significa abrirse a las relaciones personales con Dios en un punto preciso en que se agotan y cierran todas las posibilidades humanas. Confiar y caminar; pero también dejarse conducir por su Palabra que nos encuen-tra para hacer un corte definitivo en nuestros corazones. Hay que medir nuestros pasos y fuerzas con su Palabra, que es capaz de unir todos los fragmentos de nuestras vidas rotas para formar con ellos una figura nueva. Cuando los muros se caen, entonces es posible comenzar a reconstruir algo totalmente nuevo. Pero la salida siempre es un punto más alto, teniendo siempre enfrente panoramas más luminosos y plenos, llenos de frescura, nutridos por el encuentro franco y pleno con Palabra de Dios. ¡Esta es la experiencia de la fe, donde nos miramos a no-sotros mismos y nos abrimos al Dios que nos libera! ¡Este es nuestro gran tesoro!

Permítanme compartirles una historia que nos narra el escritor Anselm Grun en un libro sobre espiritualidad. Había un muchacho ingénuo, que es enviado por su padre a rodar por el mundo para que aprenda algo. Una tras otra regresa tres veces el joven a casa de su padre y cuando éste le pregunta qué ha aprendido, responde la primera vez: he aprendido a entender qué dicen los perros cuando ladran. La segunda vez responde: he aprendido a entender qué se dicen los pa-jaritos cuando cantan. Y la tercera vez dice: he aprendido a entender qué dicen las ranas cuando croan. Ante estas respuestas, el padre se siente profundamente contrariado y frustrado, pues para su racionalidad las respuestas y actitudes de su hijo sólo hablan de uno que ha perdido su sano juicio. Entonces, y como era de esperarse, despide a su hijo. El joven sale de su casa sin rumbo fijo y llega a un castillo donde se le ocurre pernoctar. Pero al dueño no le quedan habitaciones libres, sólo tiene disponible la torre del castillo y en ella hay unos perros tan feroces que ya han devorado a más de un incauto. El joven no se amedrenta. Recoge algo para cenar y entra sin temor en la torre. Los perros comienzan a ladrar furiosos pero él se pone a dialogar serena y amistosamente con ellos. Nace la calma y los perros le confían enseguida su secreto: ladran con tanta furia porque guardan un tesoro que hay allí escondido. Le guían por el camino del tesoro, le muestran el lugar y hasta le ayudan a desenterrarlo.

El camino hacia mi tesoro pasa también por el diálogo con los “perros furiosos”, es decir, el diálogo con mis pasiones, mis problemas, miedos y heridas, con todo lo que “ladra” dentro de mí y amenaza con tragarse mis energías. Pero que sucede, normalmente uno empezaría por encerrar a los perros en la torre y se haría construir al lado un bonito chalet de ideas. Pero siempre habría que vivir allí preo-cupados ante la posibilidad de que un día los perros pudieran escaparse y devorar al primero que se encontraran por delante. Habría que vivir además en angustia permanente ante la posibilidad de emboscadas, de caídas, de tentaciones y, sobre todo, quedaría uno aislado de la vida tal y como es en realidad. Todo lo que se

Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. (Gálatas 5:22-23) Dejar que el Espíritu de Dios se mueva dentro de nosotros nos da vida y sobre todo frutos. La paciencia nos ayuda ser mejor cada día, valorar los tiempos, disfrutar las pequeñas cosas, moldea nuestras palabras, acciones y comportamiento acorde a las circunstancias, nos da fuerza para enfrentar las adversidades, nos ayuda a entender que los tiempos son perfectos en manos de Dios.

No hay prisa es tiempo de vivir y de gozarnos, Dios esta con nosotros, sabe los deseos de nuestro corazón, confiemos y actuemos como el nos ha enseñado, y todo lo demás vendrá por añadidura, Dios proveerá.

Para todo hay tiempo, presiona el botón por la mañana da gracias a Dios, alégrate, no te canses de sonreír, ama, voltea a tu alrededor, ve todo lo que sucede, se la luz y la esperanza de los demás, ayuda a la gente que todos la necesitamos, has el bien, observa, escucha y aprende, se humilde, no pierdas la fe ten paciencia que Dios obra en ti y veras crecer los frutos.

Fernanda Báez Aguilar

Sermón

LA PALABRA VIVA DE JESÚS: NUESTRO GRAN TESOROJuan 4:46-54

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prestigio, a la costumbre y a la duda, a sus propios “perros”, a fin de poder exponer su causa ante Jesús. Sin duda que su acción causó revuelo en las personas que rodaban a Jesús: ¡Mira un funcionario del rey viene a pedir ayuda este carpintero! ¡Qué vergüenza!, ¡Qué bajo ha caído!, ¡Qué dirán sus compañeros de trabajo y sus familiares!, ¿Y si se entera el rey Heródes, que creen que le hará? La base de la seguridad de este hombre sufre un golpe, puesto que lo que tenía no era sufi-ciente para cumplir el anhelo más grande su corazón. Cuando esto sucede nuestra ansiedad muy a menudo nos revela hasta qué nivel de profundidad fundamos nuestro sentimiento de seguridad en las cosas. El camino hacia su tesoro pasa también por el diálogo con los “perros furiosos”. A la súplica del funcionario Jesús responde con una sentencia fundamental: “Si no veis señales y prodigios no creéis” (v.48). Pero el hombre no se da por satisfecho con esta respuesta. Más bien, y en fuerte contraste con lo que había dicho Jesús, pone ante sus ojos lo apremiante del tiempo: ¡Ven, Señor, antes de que mi hijo muera! (v.49). El hombre habla en serio y Jesús se dio cuenta de ello, como le su-cedió también con la mujer cananea (Mt.15:21-28). Si el hombre se hubiera dado media vuelta, irritado y petulante; si hubiera sido demasiado orgulloso para aceptar una corrección; si hubiera abandonado desesperadamente su empresa, entonces no le hubiera sido posible experimentar que Jesús tiene palabras de vida aun a distancia. Hay momentos que es preciso hacer acopio de entereza y humildad, de adentrarnos en las profundidades de nosotros mismos para ser capaces de en-frentarnos ante la pregunta Jesús: ¿Crees en mí, más que en ti y en todo lo que te rodea?, ¿Crees que yo soy la resurrección y la vida?, ¿Crees como mi hijo Job, que aún en medio de la desolación y la incredulidad de sus amigos pudo exclamar: ¡Yo sé que mi redentor vive!?, ¿Crees más allá de la retribución?, ¿Crees en mi amor y mi pasión por ti?, ¿Crees en mí? El funcionario no tuvo otra respuesta de fe que: ¡Señor desciende! Ese “desciende” puede tener una doble imagen. La primera y la más lógica es: “Ven y baja a la ciudad”. Pero la segunda tiene que ver con ese Jesús que se pone a nuestro nivel, que baja para conocernos tal como somos y desde allí nos entiende y nos atiende. Así lo dijo Juan en su primer capítulo de su Evangelio: “Y aquel verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros” (1:14). Pero Jesús escoge nacer en un establo y no en un palacio, en Belén y no en la capital del imperio. Es decir, él quiere nacer en el corazón de los que están abajo, de los que, como el funcionario, no tienen otra palabra para Jesús que no sea: “por favor desciende”, “Hazte compañero de mi flaqueza y acompáñame hasta el fondo para descubrir desde allí una fuente nueva de energía vital, una fuente de vida nueva. En lo más profundo hay un tesoro que nos permite renovar una vida gastada y refrescar la vida reseca como en el caso de esta historia. “Descubre el tesoro que me tienes reservado”. LA FE EN LA PALABRA ES NUESTRO TESORO ESCONDIDOEntonces Jesús pronuncia, en tono sencillo y lleno de ternura su palabra milagrosa y llena de poder: Ve, tu hijo vive” (v.50). Aquí está la afirmación fundamental de esta narración, y ahí radica el carácter de señal y de símbolo para el hombre, losdiscípulos y para nosotros hasta el día de hoy: “Jesús tiene palabra de vida”. El

reprime o se esconde queda restado de la vitalidad. Los furiosos perros ladradores están plenos de vitalidad. Si los encerramos quedamos privados de su energía, necesaria para el encuentro con Dios y el encuentro con nosotros mismos. La torre es un símbolo de maduración humana; la torre hunde sus cimientos en la tierra y se eleva al cielo. Es redonda, símbolo de totalidad. Si por una engañosa acción encerramos y atamos los perros ladradores, nos condenamos a vivir en tensión permanente por miedo a que un día se suelten y salgan. Muchas veces huimos de nosotros mismos, nos da pánico mirarnos al interior por temor de ver allí un “peligroso perro”. Pero cuanto más encadenemos los perros tanto más furiosos se vuelven. Se trata, por tanto, de armarse de valor y penetrar en la torre y allí, en paz, dialogar confiadamente con ellos y con Dios. Pronto nos descubrirán el secreto del tesoro que guardan. Ese tesoro puede ser un nuevo impulso de vida, un nuevo estilo de autenticidad personal, la nueva manera de ser yo mismo hasta completar la imagen que Dios se ha formado de mí y quiere que se desarrolle hasta alcanzar la madurez y la plenitud que él no vino a ofrecer en su Hijo Jesucristo. Yo sé que los grandes dilemas de la vida pueden poner en un abismo la fe en Dios y la confianza en nosotros, porque si la vida es una caminata, en nuestro devenir cruzaremos por diversos tipos de caminos. Hay momentos que atravesamos por caminos complejos, y nos preguntamos: ¿Cómo, Señor podré salir de ésta? Cada día nos tiene reservada una sorpresa. Pero solamente si estamos esperándola podremos verla, oírla o sentirla cuando viene. No tengamos temor de recibir la sorpresa de cada día, sea cual sea. Abrirá un lugar nuevo en nuestros corazones, un lugar donde podremos dar la bienvenida a lo que todos los días tiene el Señor para nosotros. Esta historia nos habla precisamente de esa Palabra de Jesús, que cuando se emite hace un “corte de caja definitivo” en la vida de cada hombre y mujer y provoca el descubrimiento de un tesoro de sanidad y de plenitud de vida. Pero este encuentro con Jesús se da en el camino de todos los días, y allí nos encontramos con que su gracia es más poderosa que nuestras flaquezas, y su propósito de vida que es más poderoso que el destino y las circunstancias nos hacen percibir.

PALABRA QUE VIVA QUE ABRE CAMINOS NUEVOSEl hijo de un funcionario que servía en la corte de Herodes Antipas, que por enton-ces gobernaba Galilea (4.a.c. al 39 d.c.) y que había fundado su nueva residencia en Tiberiades, yace enfermo en Capernaúm. Se enteró que Jesús había regresado a Galilea. El hijo del carpintero de la aldea de Nazareth es buscado por este alto funcionario de la misma provincia de Jesús. Además, Jesús se encontraba en Caná y este hombre vivía en Capernaúm; y la distancia que existía entre ambas ciudades era de 30 kilómetros. El hijo de este hombre se encontraba gravemente enfermo. No sólo había un motivo de apremio para que Jesús actuara cuánto antes, sino también por la concepción que en aquel entonces se tenía respecto a toda en-fermedad, y en particular las enfermedades de los infantes. De manera que nos encontramos con un cortesano que hace un largo trayecto para pedir ayuda a un carpintero. No podía haber una escena menos probable en el mundo que está; porque este hombre necesitó sobreponerse a su orgullo, a las convenciones, al

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En Shalom

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Para miShalom es

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centurión de Mateo 8:8, le dice a Jesús: Señor, yo no soy digno de que entres bajo mi techo, di solamente la palabra y mi siervo sanará”. La palabra de Jesús es la palabra viva y vivificante de Dios. Entonces el hombre debe realizar lo único que en esta historia interesa: creer en la palabra de Jesús; recibirla con toda confianza, obedecerla y recorrer el camino de retorno. Cuán difícil le debió costar al funciona-rio caminar en fe y recorrer 30 kilómetros nada más con la seguridad de la palabra que le había dado Jesús. ¿Cuántos perros lo asaltaron en el camino? Hay caminos de fe que no se miden con nuestros parámetros y cálculos, sino con los de su gracia y con la única seguridad de que la palabra de Jesús nunca vuelve vacía. ¡Cuán difícil es creer en una sola palabra de Jesús! Sucede muy a menudo que experimentamos como un anhelo vago y nebuloso el que las promesas de Jesús sean ciertas. La única forma de penetrar en esa experiencia de gracia es adentrarnos en ella creyendo con la ansiosa intensidad de un hombre que se ahoga. Si Jesús dice algo, entonces no es cuestión de que “puede ser cierto”, si no que “debe ser cierto”. La fuerza transformadora no se encuentra en la superficie en que vivimos, sino en las profundidades; y ese camino pasa por la confianza y la decisión, por el desprendimiento y la receptividad. Solo el que escucha la llamada a la vida y la obedece puede encontrar la fuente de la vida en lo profundo. Una vida espiritual es una vida en la que nuestra seguridad no se basa en ninguna de las cosas creadas, por mejores que parezcan, mucho menos en las cosas que nos asaltan sino en la Palabra de Jesús.

PALABRA QUE TRANSFORMA TODOS LOS ESPACIOSLa gracia transforma. El amor transforma. La fe transforma. El funcionario no fue de esos hombres que obtienen lo que quieren de Dios y luego se olvidan de él. “Él y toda su casa creyeron” (v.53). El hombre soportó todo y su fe le valió para sanidad de toda la familia. ¡Su familia creyó por el testimonio del padre y esposo!, ¡Necesitamos cultivar esa clase de fe que nos libere a cada uno de nosotros, de nosotros mismos primero, para luego impactar a los demás!, ¡Gracias a Dios por padres como este hombre! Pero igual pudo haber sido una madre, o un esposo o esposa, o un hijo o hija, o un hermano, o un amigo. El hombre había comenzado esta experiencia con un sentimiento desesperado de necesidad, esa necesidad había sido satisfecha, convirtiéndose en un amor total, pleno y transformador. Descubrió el secreto del tesoro que guardaba la Palabra de Jesús. Ese tesoro fue un nuevo impulso de vida, un nuevo estilo de autenticidad personal, la nueva manera de ser hasta completar la imagen de Dios formada en él, hasta que alcanzó la madurez y la plenitud que Jesucristo le ofreció. Necesitamos fe, esperanza y valor para vivir, si queremos lograr un futuro sanador. Encuentro desde abajo, abertura del alma, creer, caminar en fe, son tareas nuestras que no podemos postergar. Sólo así se llega al milagro, vencedor del temor, del pesimismo paralizante, y se descubre el tesoro que Jesús nos guarda. “Vete, tu hijo vive”, fueron las palabras de despedida y desafío que proporcionaron a este hombre y su familia la fuerza para emprender un nuevo estilo de vida, de esperanza y misión. ¡Que así sea en nosotros también! Amén.

Rev. Javier Ulloa Castellanos/ Domingo 28 de mayo de 2017

Germán Esteban Castro Carmona

Izel Yunue Velazquez Orozco

soy parte del grupo de los jóvenes y pues ocasionalmente ayudo en los niños, sobre todo cuando Fernanda me lo pide.

Soy parte de las brigadas dentales

Soy estudiante de Medicinami familia, en donde sé que a veces tenemos choques entre nosotros, pero seguimos siendo familia y nos queremos. También es el lugar que me vio crecer desde los 5 años y he aprendido muchas cosas de ahí. Gracias a Sha-lom decidí estudiar lo que estoy estudiando.

Soy odontólogaEs un lugar en donde puedo alimentar mi

espiritúTodo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para

todo lo que se hace bajo el cielo:un tiempo para nacer y un tiempo para morir;

un tiempo para plantar, y un tiempo para cosechar;un tiempo para matar, y un tiempo para sanar;

un tiempo para destruir, y un tiempo para construir;un tiempo para llorar, y un tiempo para reír;

un tiempo para estar de luto, y un tiempo para saltar de gusto; un tiempo para esparcir piedras,

y un tiempo para recogerlas; un tiempo para abrazarse, y un tiempo para despedirse;

un tiempo para intentar, y un tiempo para desistir;un tiempo para guardar, y un tiempo para desechar;

un tiempo para rasgar, y un tiempo para coser;un tiempo para callar, y un tiempo para hablar;un tiempo para amar, y un tiempo para odiar;

un tiempo para la guerra, y un tiempo para la paz.

“Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo” Romanos 15:13

En Shalom

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Mi versículofavorito es

Conociéndonos

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Anuncios de servicio

Reunión de matrimonios

Estaremos anunciando diferentes servicios o vacantes prestadas por her-manos de nuestra comunidad. El objetivo es que podamos apoyarnos unos a otros con nuestros trabajos y podamos recurrir a hermanos de confianza.Si necesitas que sea publicadauna vacante o servicio favor de enviar todos los datos a los siguientes correos:[email protected] / [email protected]

El sábado 17 de abril a las 19:00 hrs.

Agradecimientos

Peticiones

-Hna. Iliana García- le da muchas gracias a Dios porque su papa está mucho mejor de salud.-Hno. Alfredo López- le da muchas gracias a Dios porque suple todas sus necesidades y de su familia.-Hna. Gaby González- le da gracias por la vida y la salud de ella y su familia. Le da gracias a Dios porque pudo entrar a la maestría. Le da gracias a Dios porque la guardó de un accidente.-Hno. Gustavo González- le da gracias a Dios porque su esposa Carmen regresó de haber visitado a su mamá.-Hna. Yolanda Ugarte- le da gracias por todas sus bendiciones de Dios para ella, su esposo y su familia.-Hna. Rebeca Montemayor- le da gracias a Dios por todas sus oraciones que pidieron por su salud. Le da gracias a Dios porque Erik Araiza y Veróni-ca Vera ya se encuentran recuperándose de su operación en casa.

-Hna. Paty Suárez- pide que oremos por el retiro de mujeres.-Hna. Ana María Álvarez- pide que oremos por ella ya que se va a vivir a Aguas-calientes. -Hno. Alejandro Hernández- pide oración por su hermano Humberto que se en-cuentra delicado de salud. Pide que oremos por su concuña Esther Zambrano que tiene cáncer. -Hna. Gaby González- Pide que oremos por varias situaciones en el trabajo. -Hno. Gustavo González- Pide que oremos por la salud de la señora Campos. -Hna. Magdalena Delgado- pide por la salud de Gonzalo Romo que tiene cáncer. -Hna. Catalina Montoya- pide que oremos por sus nietos Diego y Marimar que van a salir de viaje, para que el señor los cuide. -Hna. Maricarmen López- pide que oren por su hija Sofía que se lastimó su cara al caerse del triciclo. -Hno. Sergio Pérez- pide que oremos por un amigo Juan Baza, que le diagnosti-caran cáncer.

OREMOS POR TODOS LOS ENFERMOS DE NUESTRA IGLESIA.OREMOS POR TODOS LOS HERMANOS Y HERMANAS QUE NO TIENEN TRABAJO.OREMOS POR LA SITUACIÓN PROBLEMÁTICA DE NUESTRA CIUDAD, MÉXICO Y EL MUNDO.

Nos vamos de campamento el próximo fin de samana,

¿estás listo?Si tienes dudas, acercate con Fernanda Báez

No olvides visitar nuestra página web en donde encontrarás el boletín virtual, galería de fotos y podrás descargar los sermones para

compartirlos.

www.iglesiabautistashalom.org

Con actividades Con oración

LunesMartesMiércolesJuevesViernes

Dios es paciente, mientras que nosotros somos como los jóvenes, llenos de energía,

planes y sueños, confiados en sus propias capacidades, seguros de conquistar el mundo

sin más ayuda que su propia habilidad. Dios es paciente, y nosotros, rebeldes pero sin

mala intención, sólo por confiar en nuestras propias ideas, y no tener la humildad de

escuchar su consejo y aplicarlo a la vida.

“Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que

os falte cosa alguna” Santiago 1:4

Aunque no es un atributo humano, es un regalo del Espíritu “Mas el fruto del Espíritu es

amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe” Gálatas 5:22. Dios desea sembrarlo

en nuestro corazón, como una pequeña semilla que puede ser clave para triunfar en

la vida.

¡Necesitas paciencia por el resto de tu vida!

“… corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante” Hebreos 12:1

La paciencia es el secreto para que las promesas se vuelvan realidad

“… la fe y la paciencia heredan las promesas” Hebreos 6:12

Tener paciencia implica cambiar:

De tus ideas a sus ideas.

De tus planes a sus planes.

De tu forma de ser a su forma de ser.

De ser dueño y señor de tu vida a ser como barro en sus manos.

“Ahora pues, Jehová, tú eres nuestro padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así

que obra de tus manos somos todos nosotros” Isaías 64:8

La paciencia

Santiago 1:4 Gálatas 5:22 Hebereos 12:1Isaias 64:8 Hebreos 6:12

1 Corintios 13:4-5 Proverbios 14:29Efesios 4:2 Romanos 12:12Gálatas 6:9 Proverbios 16:32