TEOLOGÍA DEL

REINO

R A Y M O N D D L O M B A R D

MIS RECONOCIMIENTOS

A mi esposa, Amanda, por la inspiración, aliento, apoyo y edición de

este ejemplar – mis más sinceros agradecimientos.

A mis estudiantes de la Escuela Bíblica en la Iglesia Lewende Woord

en Parow – gracias por los desafíos que continuamente ponen

delante de mí.

Mi agradecimiento por el diseño de la portada – A mi hija Clarissa.

A Adri Theron, por la ardua labor y asistencia en asuntos

concernientes a la realización – por por el exelente trabajo.

Al Pastor Dick Robberts, gracias por la traducción de este libro del

Afrikáans al Inglés.

Este libro está dedicado con la más profunda gratitud y

reconocimiento a mi Padre Celestial, Su hijo Jesucristo y el Espíritu

Santo.

Teología Del Reino

Copyright © 2016 by Raymond D. Lombard

Todas las citas de las Sagradas Escrituras son de la Versión Reina Valera Actualizada®. Copyright

© 1982 por Thomas Nelson, y con el permiso de la Sociedad Bíblica de África del Sur – Todos los

derechos son reservados.

Ninguna sección o parte de esta publicación, pueden ser reproducidas de ninguna manera o

medio, ya sea electrónico, mecánico, fotocopia o grabación, de ninguna forma sin el

consentimiento por escrito del Editor. Todos los derechos de copia quedan reservados.

Diseño de Portada: Clarissa Kat

Traducción del Afrikáans al Inglés por el Pastor Dick Robberts

Traducción del Inglés al Español por el Misionero: Adin Rodriguez A.

Printed by Durbanville Commercial Printers, South Africa.

Índice PRÓLOGO

Capítulo: Página

División 1: Los Pactos Bíblicos

Parte 1: Pactos en la Biblia

1. Estudio sobre pactos 7 2. El significado de la palabra pacto 15 3. El primer o antiguo pacto 23 4. El Nuevo o mejor pacto 29

Parte 2: Los diferentes pactos

5. La simiente prometida 33 6. El pacto con Noé 39 7. El pacto con Abraham 43 8. El pacto de la ley 51 9. El pacto con Josué 75 10. El pacto de David 79 11. El pacto post-exílico 85 12. La ruptura del antiguo pacto (ley) 87 13. El Nuevo pacto (mas bien Nuevo Testamento) 91 14. El Nuevo pacto (futuro) con Israel 99

División 2: Estudios Dispensacionales

15. ¿Qué son los estudios dispensacionales? 105 16. La hermenéutica de los estudios dispensacionales 111 17. Revelación progresiva 113 18. Divisiones de los estudios dispensacionales 123

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División 3: Los misterios y el estudio del reino

Parte 1: El misterio 19. Los misterios del Nuevo Testamento 139 20. Entendiendo los misterios 151 Parte 2: El misterio Concerniente al reino y la iglesia

21. El misterio del reino 159 22. El Rey y su reino rechazado 167 23. El misterio del cuerpo de Cristo 179 24. El misterio del cuerpo de Cristo 185 25. El misterio de la morada de Cristo 193 26. El misterio de la fe 197 27. El misterio de la piedad 199 28. El misterio del rapto 203 29. El misterio de las siete estrellas y los siete

Candelabros de oro 207

Parte 3: El misterio Concerniente a Israel

30. El misterio del incremento del endurecimiento de Israel 213

Parte 4: El misterio de los tiempos finales

31. El misterio de los injustos 223 32. El misterio de Babilonia 228 33. El misterio de la plenitud de Dios 235

Bibliografía 239

Prólogo

Hay una gran confusión entre muchos creyentes con respecto a los pactos y la enseñanza del reino como se revela en la palabra de Dios, la Biblia. La correcta concepción de los diferentes pactos, dispensaciones o divisiones de los misterios y la teología del reino en las Escrituras tendrá una influencia tremenda en nuestra actitud hacia Dios. Se ha dicho que cada generación de cristianos debe descubrir la palabra de Dios por sí mismo. La verdad permanece igual en todas las generaciones, pero debe aplicarse a las circunstancias y necesidades alteradas del período presente. El objetivo principal de estos estudios en teología del reino es renovar nuestro enfoque sobre los grandes principios fundamentales en el Antiguo Testamento de teología del pacto, así como los dogmas sobre los misterios en el Nuevo Testamento, mientras que en todo momento prestamos atención a las diferentes dispensaciones y La teología del reino como se muestra en las Escrituras. Jesús manifestó claramente en el capítulo 13 de Mateo que los misterios del reino de los cielos solo se dieron para el beneficio de los creyentes, que estaban preparados para escuchar y comprender. ¡Estos misterios no debían ser dados a los incrédulos! Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento hablan del reino de Dios. La teología del reino se da a conocer en todas sus facetas en la Biblia. Permita que las Escrituras hablen por sí mismas.

Raymond D. Lombard

DIVISIÓN 1

LOS PACTOS BÍBLICOS

PARTE 1

PACTOS EN LA BIBLIA

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Capítulo 1

ESTUDIO SOBRE LOS PACTOS

a correcta concepción de los diferentes pactos en la Biblia tendrá una tremenda influencia en nuestra actitud hacia Dios y en la actitud de Dios hacia Sus promesas para la

humanidad. El pacto de Dios con el individuo, el pueblo de Israel y la humanidad en su conjunto, así como toda la creación, tendrá consecuencias de gran alcance para todos y todo lo que esté involucrado en ello. Existe una conexión inequívoca entre los pactos, y es por estas razones que los teólogos generalmente solo hablan ampliamente del "pacto". No obstante, la Biblia diferencia claramente entre el propósito y el desarrollo de cada pacto. Definitivamente no solamente hay un pacto en toda la Biblia.

• El apóstol Pablo habla sobre un Antiguo Testamento (2 Cor. 3:14) y un Nuevo Testamento (pacto) (1 Corintios 11:25).

• El escritor de Hebreos compara el prime pacto (Heb. 9:1) con el mejor pacto (Heb. 7:22; 8:6).

• Pablo esbozó drásticamente y contrastó las diferencias entre el antiguo y el nuevo pacto en Gálatas 4:22-31.

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Los exégetas hablan del Antiguo Testamento como que también es la dispensación del antiguo pacto. El Nuevo Testamento ahora se denomina como la dispensación del nuevo pacto o "El período de la Iglesia". Dios unió las dos Sagradas Escrituras, lo que llamamos La Santa Biblia que contiene tanto el Antiguo y como el Nuevo Testamento (que incluyen el antiguo y el nuevo pacto). La de Agustín lo tiene de este modo: Lo Nuevo contiene lo Antiguo y lo Antiguo se explica en lo Nuevo. Estrictamente hablando, un pacto y un testamento no son precisamente los mismos, ya que no siempre cubren los mismos (refiriéndose a) campos teológicos y semánticos. Sin embargo, nosotros hemos optado por utilizar la palabra "testamento" y "pacto" de manera intercambiable en este libro. ¿Qué son los estudios del pacto? Debemos hacer una pausa por un momento en lo que los “pactos” llaman teología del pacto. El teólogo Charles Ryrie define esto como: En la teología del pacto, se dice que el pacto de las obras es un acuerdo entre Dios y Adán que promete la vida a Adán para la obediencia perfecta incluyendo la muerte como castigo por el fracaso. Pero Adán pecó y, en consecuencia, el hombre no cumplió con los requisitos del Pacto de obras. A partir de entonces se puso en marcha un segundo pacto de gracia. Cabe mencionar inmediatamente que los defensores de esta definición no encontrarán la terminología "pacto de obras" y "pacto de gracia" en ninguna parte de la Biblia. En este sentido, es claro que la teología del pacto, debido a la inflexibilidad del principio trinitario a través de la Biblia con respecto al pacto de gracia eterno, nunca puede aceptar un sistema de revelación

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progresiva. En realidad, en ninguna parte de las Escrituras leemos un "pacto de gracia". Sin embargo, si leemos sobre los pactos con Noé, Abraham, David y demás, también en el Nuevo Testamento del nuevo pacto. Los defensores de este "estudio del pacto" ven la historia como una lucha continua entre el bien y el mal que solo cesará en la eternidad. En este punto de vista, no hay un propósito previsible en la historia actual, por lo tanto, hace que las personas sean naturalmente pesimistas. El único gran problema al que se dirigen los "pactantes" es que no hacen distinción entre la nación Israel (el pueblo) y la Iglesia del Nuevo Testamento. La Biblia está espiritualizada y, por tanto, está despojada de su significado fundamental. El verdadero pueblo del pacto, Israel, son los descendientes biológicos de todas las doce (12) tribus de Israel. Se les llama "el pueblo del pacto" porque Dios hizo pactos muy especiales con sus antepasados, lo que incluye la ocupación perpetua de la tierra conocida como Israel. En la historia de Israel nunca se mostró ninguna duda sobre la autenticidad de las promesas incondicionales que el Señor había hecho a los fundadores de Israel. Dios mismo es el garante del pacto de Abraham (Génesis 15:18). El pacto cananeo (Números 33:51 - 34:15) y el pacto davídico (2 Samuel 7:12-16; Salmos 89:3 - 4; 33 - 36) le dieron a Israel derechos laborales eternos sobre la tierra y los confirmó La permanencia del trono de David. El exilio de Israel de la tierra como resultado de la falta de fe no cancela su derecho a la tierra y transfiere ese derecho a otros pueblos o grupos religiosos. A pesar que Israel haya sido infiel, el Señor sigue siendo un Dios de pactos y fiel que los restaurará a su tierra como es la situación actual. Los pactos con Abraham, Isaac y Jacob son intransferibles. Como resultado, solo los verdaderos descendientes de las 12 tribus de Israel pueden

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regresar a su tierra: Israel. El hecho que Israel siga siendo incrédulo, sin salvación, ya que su población siempre ha rechazado al verdadero Mesías, no los descalifica para regresar a su tierra (Levítico 26:44-45; Jeremías 31:10; Ezequiel 22:19-22). Pablo confirma en Romanos 11:25-26 el hecho que el líder espiritual nacional de Israel solo aparecerá en los últimos tiempos cuando se realice la plenitud de los gentiles (es decir, cuando se haya completado la cosecha espiritual del pueblo no judío).

• Hermanos, para que no sean sabios en su propio parecer no quiero que ignoren este misterio: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles. Y así todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el libertador; quitará de Jacob la impiedad (Rom. 11:25-26)

Pablo confirma además que todo Israel se salvará después de la era de la Iglesia. Después de esto vendrá la salvación nacional de Israel como pueblo (Zac. 12:10-11). El Mesías restaurará el trono caído de David restaurando la espiritualidad de los israelitas, como se muestra en el libro de Hechos a través de Santiago, como lo enseña el Nuevo Testamento.

• Después de esto volveré y reconstruiré el tabernáculo de David que está caído. Reconstruiré sus ruinas y lo volveré a levantar para que el resto de los hombres busque al Señor y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre”. (Hechos 15:16-17)

En el reino del Mesías (el milenio) después de su regreso visible, Jesucristo gobernará desde Jerusalén en el trono restaurado de David.

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• “En aquel tiempo a Jerusalén la llamarán Trono del SEÑOR. Todas las naciones se congregarán en Jerusalén por causa del nombre del SEÑOR, y no andarán más según la dureza de su malvado corazón”. (Jeremías 3:17)

• Así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos: “Aún vendrán gentes y habitantes de muchas ciudades. Los habitantes de una ciudad irán a otra y dirán: ‘¡Vayamos a implorar el favor del SEÑOR, a buscar al SEÑOR de los Ejércitos! ¡Yo también voy!’. Y vendrán muchos pueblos y fuertes naciones a buscar al SEÑOR de los Ejércitos en Jerusalén, para implorar el favor del SEÑOR. Así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos: Acontecerá en aquellos días que diez hombres de las naciones de todos los idiomas se asirán del manto de un judío y le dirán: ‘¡Déjennos ir con ustedes, porque hemos oído que Dios está con ustedes!” (Zacarías 8:20-23).

Por consiguiente, no podemos darnos el lujo de involucrarnos en Teología de Reemplazo y proclamar que la Iglesia ahora es el Israel espiritual. ¿Cuál es la actitud de la Iglesia ante el concepto simiente de Abraham? Nuestra respuesta es la siguiente: La Iglesia es una simiente de Abraham. Pero eso de por sí, no significa que la Iglesia sea Israel. Las Escrituras hablan de más de un tipo de simiente de Abraham.

• Está la simiente natural: La posteridad física de Abraham: Pero tú, Israel, siervo mío eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham mi amigo. (VRV) – (Is. 41:8).

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• Está Cristo: Ahora bien, las promesas a Abraham fueron pronunciadas también a su descendencia. No dice: “y a los descendientes”, como refiriéndose a muchos, sino a uno solo: y a tu descendencia, que es Cristo. (Gal. 3:16)

• Está la Iglesia: Y ya que son de Cristo, ciertamente son descendencia de Abraham, herederos. (Gal. 3:29).

Tenga en cuenta que Pablo en el contexto de Gálatas 3 solo se enfoca en una de las promesas del pacto Abrahámico:

• La Escritura, habiendo previsto que por la fe Dios había de justificar a los gentiles, anunció de antemano el evangelio a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones. (Gal. 3:8).

Está claro que todos los cristianos son la simiente de Abraham (Gal. 3:27, 29; 1 Cor. 12:13).

Sin embargo, en ninguna parte del Nuevo Testamento se afirma o se menciona que la Iglesia es heredera del pacto nacional que concluyó con la posteridad física de Abraham. El nombre o término descriptivo Israel nunca fue dado a la simiente espiritual de Abraham. En los tiempos del Antiguo Testamento, los judíos creyentes (fieles) eran el Israel espiritual y eran la semilla física y espiritual de Abraham. Pero la fe y no la raza es la razón concluyente o definitiva para ser llamada la semilla espiritual de Abraham. Solo cuando alguien pertenece a la posteridad física de Abraham y es creyente, esa persona puede ser llamada un israelita espiritual. La Iglesia de Jesucristo se diferencia de Israel y no es un nuevo Israel espiritual. Los redimidos en el cuerpo de Cristo, la Iglesia en esta era actual (dispensación) del Nuevo Testamento, es la

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continuación de los redimidos de todos los siglos, pero forman un grupo distintivo en la Jerusalén celestial: Más bien, se han acercado al monte Sion, a la ciudad del Dios vivo, a la Jerusalén celestial, a la reunión de miríadas de ángeles, a la asamblea de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el juez de todos, a los espíritus de los justos ya hechos perfectos, a Jesús el mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel. (Hebreos 12:22-24). Pablo, luego lo declara correctamente en el Nuevo Testamento cuando escribe: No sean ofensivos ni a judíos, ni a griegos, ni a la iglesia de Dios. (1 Corintios 10:32). En los estudios dispensacionales se hace una distinción entre Israel y la Iglesia. Esto lleva a la conclusión que la Iglesia del Nuevo Testamento en la tierra será eliminada antes del comienzo de la gran tribulación. La gran tribulación afectará intensamente al pueblo de Israel, en cierto sentido, porque es la semana 70 profetizada en Daniel que ahora se cumplirá. Los 7 años de la gran tribulación serán seguidos por el reinado milenario de Cristo (1 000 años) aquí en la tierra. La escatología dispensacional anticipa todos estos sucesos como acontecimientos reales que deben cumplirse en la tierra, mientras que la escuela del pacto simplemente los espiritualiza. Esto no significa que los dispensacionalistas no hayan reconocido la autoridad de Dios en los corazones de los creyentes de la actualidad; sino que el cuerpo de creyentes pertenece a la Iglesia y no al reino de David, hoy. El reconocimiento de la diferenciación entre la Iglesia e Israel, y la

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subsiguiente interpretación literal de las promesas y el pacto con Israel son la base de la escatología dispensacional.

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Capítulo 2

EL SIGNIFICADO DE LA

PALABRA “PACTO”

rimero aprendimos desde el principio (en Génesis) el significado de la palabra "pacto" tal como se usa en la Biblia. Un pacto (hebreo: Berith; griego: Diathékě) es un

acuerdo que Dios hace con el hombre y que a menudo se afirma por medio de algún acto de Dios. A través de tal pacto, Dios, por un lado, hace ciertas promesas al hombre y por otro lado, hace responsable al hombre por ciertos requisitos y decretos. En gran medida, un pacto es un acto o regalo misericordioso de parte de Dios, especialmente como se expresa a través de la palabra griega "Diathékě", que también se puede traducir como testamento. Si ahora hablamos sobre el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, simplemente estamos usando otros nombres para el antiguo pacto y el nuevo pacto como Dr. F.P. Möller escribe como una aclaración. También podemos llamar al antiguo pacto, el pacto de Abraham, ya que Dios concluyó esto con Abraham (Génesis capítulos 12, 15 y 17). El nuevo pacto, según el Dr. Lemmer du Plessis, puede llamarse el "pacto de Jesús" como estaba escrito en el Gólgota.

• Por esta razón, también es mediador del nuevo pacto, para que los que han sido llamados reciban la promesa de la herencia eterna, ya que intervino muerte para redimirlos de las transgresiones bajo el primer pacto.

P

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Porque donde hay un testamento es necesario que se presente constancia de la muerte del testador. El testamento es confirmado con la muerte, puesto que no tiene vigencia mientras viva el testador. (Heb. 9:15-17).

Todos los demás formatos de pacto, como los pactos con Noé (Génesis 9:9); Abrahán; Sinaico (el pacto de la ley) con Moisés e Israel (Éxodo 24:7); Josué (Josué 24); David (2 Samuel 7:8-17); el post-exílico (Nehemías 9:38); y el pacto de sangre (Hebreos 9:11-12), todos llevan cadencias de la relación de Dios con el hombre y en la mayoría de los casos amplían los pactos antiguos y nuevos. El primer principio: seré tu Dios y tú serás mi pueblo, está consagrado en todos estos pactos. El Antiguo Testamento o antiguo pacto fue suscrito por la sangre (muerte de animales, terneros y cabras):

• “Entonces lo llevó fuera y le dijo: Mira, por favor, al cielo y cuenta las estrellas, si acaso las puedes contar y añadió: Así será tu descendencia. Él creyó al SEÑOR, y le fue contado por justicia. Entonces le dijo: Yo soy el SEÑOR, que te saqué de Ur de los caldeos, para darte esta tierra como posesión. Él respondió: Oh SEÑOR Dios, ¿cómo sabré que yo la he de poseer? Le respondió: Tráeme una vaquilla de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón. Él tomó todos estos animales, los partió por la mitad y puso cada mitad una frente a otra. Pero no partió las aves” (Génesis 15:5-10).

• Y sucedió una vez que el sol se puso y hubo oscuridad que he aquí, apareció un horno humeante, y una antorcha de fuego pasó por en medio de los animales divididos. Aquel día el SEÑOR hizo un pacto con Abram diciendo: A tus descendientes daré esta tierra, desde el

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río de Egipto hasta el gran río, el río Éufrates; la tierra de los queneos, quenezeos, cadmoneos, heteos, ferezeos, refaítas, amorreos, cananeos, gergeseos y jebuseos. (Génesis 15:17-21).

• Por esto, ni aun el primer testamento fue inaugurado sin sangre. Porque habiendo declarado Moisés todos los mandamientos según la ley a todo el pueblo, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos junto con agua, lana escarlata e hisopo, y roció al libro mismo y también a todo el pueblo diciendo: Esta es la sangre del pacto, el cual Dios les ha ordenado. (Heb. 9:18-20).

El Nuevo Testamento o el nuevo pacto se confirma por medio de la sangre de Jesús, el Cordero sacrificial en Gólgota.

• Al día siguiente, Juan vio a Jesús que venía hacia él y dijo: ¡He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo! (Juan 1:29).

• porque esto es mi sangre del pacto, la cual es derramada para el perdón de pecados para muchos. (Mateo 26:28).

• Entró una vez para siempre en el lugar santísimo logrando así eterna redención, ya no mediante sangre de machos cabríos ni de becerros sino mediante su propia sangre. Porque si la sangre de machos cabríos y de toros, y la ceniza de la vaquilla rociada sobre los impuros, santifican para la purificación del cuerpo, ¡cuánto más la sangre de Cristo, quien mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará nuestra conciencia de las obras muertas para servir al Dios vivo! (Heb. 9:12 – 14).

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Lo que hemos visto hasta ahora es que la Biblia nos muestra que la sangre de cabras, terneras y animales eran las garantías requeridas por el antiguo pacto (Lev. 1-7; Heb 9:12; 18-20). El antiguo pacto comienza con el pacto de Abraham en los capítulos 12, 15 y 17 de Génesis, luego se extiende en el pacto del Sinaí (el pacto de la ley) en Éxodo capítulo 24, luego se confirma en el Pacto de Josué en el capítulo 24 de Josué. Es más adelante fortalecido por medio del pacto de David en 2 Samuel capítulo 7 y se reafirma después del regreso del exilio en el pacto de Nehemías (Nehemías 9:38) Todos estos pactos se encuentran en una línea común y forman parte del antiguo pacto nacional que Dios concluyó con el pueblo de Israel. El Nuevo Testamento comienza en Gólgota y no en Mateo 1:1. Significa que los 3 años y medio del ministerio de Jesús hasta la crucifixión se cumplieron en su totalidad bajo la dispensación del Antiguo Testamento. El Antiguo Testamento terminó a las doce de la noche durante la traición de Judas, luego a las horas del día de la crucifixión, y no en Malaquías 4:6.

• ¡Abre tus puertas, oh Líbano, y que el fuego consuma tus cedros! Gime, oh ciprés, porque ha caído el cedro; porque los poderosos son destruidos. Aúllen, oh encinas de Basán, porque es derribado el bosque impenetrable. Se oye un gemido de pastores, porque su esplendor es desolado. Se oye el rugido de los cachorros de león, porque la espesura del Jordán es destruida. Las ovejas y los dos cayados. Así ha dicho el SEÑOR mi Dios: “Apacienta las ovejas destinadas al matadero, a las cuales matan los que las compran y no se sienten culpables. El que las vende piensa: ‘¡Bendito sea el SEÑOR, porque me he enriquecido!’. Ni sus pastores tienen lástima de ellas. Por tanto, dice el SEÑOR, no tendré más compasión de los habitantes de la tierra. He

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aquí, yo entregaré a los hombres, cada uno en mano de su prójimo y en mano de su rey. Así desmenuzarán la tierra y no los libraré de sus manos”. Apacenté, pues, las ovejas destinadas al matadero, a cuenta de los comerciantes de ovejas. Entonces tomé dos cayados; al uno le puse por nombre Gracia, y al otro, Vínculo. Y apacenté las ovejas. Eliminé a tres pastores en un mes. Mi alma se impacientó por causa de ellos y también el alma de ellos se hastió de mí. Entonces dije: “No los apacentaré más. ¡La que muere, que muera; la que se descarría, que se descarríe; y las que queden, que devore cada una a su compañera!”. Entonces tomé mi cayado Gracia y lo quebré para anular mi pacto que hice con todos los pueblos. En aquel día fue anulado; y los que comerciaban con ovejas y que me observaban, reconocieron que era palabra del SEÑOR y les dije: “Si les parece bien, denme mi salario; y si no, déjenlo”. Y pesaron por salario mío treinta piezas de plata. Entonces el SEÑOR me dijo: “Échalo al tesoro. ¡Magnífico precio con que me han apreciado!”. Yo tomé las treinta piezas de plata y las eché en el tesoro, en la casa del SEÑOR. Y quebré luego mi segundo cayado Vínculo para romper la fraternidad entre Judá e Israel. (Zac. 11:1-14).

• “Entonces, uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes y les dijo: ¿Qué me quieren dar? Y yo se los entregaré. Ellos le asignaron treinta piezas de plata; y desde entonces él buscaba la oportunidad para entregarlo” (Mateo 26:14-16).

• “Entonces Judas, el que le había entregado, al ver que era condenado, sintió remordimiento y devolvió las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Pero ellos dijeron: ¿Qué nos importa a

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nosotros? ¡Es asunto tuyo! Entonces él, arrojando las piezas de plata dentro del santuario, se apartó, se fue y se ahorcó. Los principales sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito ponerlas en el tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre. Y habiendo tomado acuerdo, compraron con ellas el campo del Alfarero, para sepultura de los extranjeros. Por eso aquel campo se llama Campo de Sangre hasta el día de hoy. Entonces se cumplió lo que fue dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: Y tomaron las treinta piezas de plata, precio del apreciado, según el precio fijado por los hijos de Israel; y las dieron para el campo del Alfarero, como me ordenó el Señor” (Mateo 27:3-10).

El Nuevo Testamento fue escrito en Gólgota y está abierto a judíos y gentiles.

• “Pero ahora en Cristo Jesús ustedes, que en otro tiempo estaban lejos han sido acercados por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz, quien de ambos nos hizo uno. Él derribó en su carne la barrera de división, es decir, la hostilidad, y abolió la ley de los mandamientos formulados en ordenanzas para crear en sí mismo de los dos hombres un solo hombre nuevo, haciendo así la paz. También reconcilió con Dios a ambos en un solo cuerpo por medio de la cruz, dando muerte en ella a la enemistad” (Efesios 2:13-16).

Por lo tanto, el Nuevo Testamento no podría entrar en funcionamiento antes de la muerte del testador:

• “Por esta razón, también es mediador del nuevo pacto, para que los que han sido llamados reciban la promesa de la herencia eterna, ya que intervino muerte para redimirlos de las transgresiones bajo el primer pacto.

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Porque donde hay un testamento es necesario que se presente constancia de la muerte del testador. El testamento es confirmado con la muerte, puesto que no tiene vigencia mientras viva el testador” (Heb. 9:15-17).

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Capítulo 3

EL PRIMER O ANTIGUO PACTO

l llamado de Abraham y las promesas que Dios le hizo en Génesis 12:1-7, después que Abraham fue obediente y después que la tierra de Canaán había ingresado, se

estableció en Génesis capítulo 15. En Génesis 15:18, Dios hizo un pacto con su siervo Abram:

• Aquel día el SEÑOR hizo un pacto con Abram diciendo: A tus descendientes daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el gran río, el río Éufrates; la tierra de los queneos, quenezeos, cadmoneos, heteos, ferezeos, refaítas, amorreos, cananeos, gergeseos y jebuseos. (Génesis 15:18-21).

Se reiteró en Génesis 17:7-14, pero con la adición de la circuncisión:

• “Este será Mi pacto entre yo y ustedes que guardarán tú y tus descendientes después de ti: Todo varón de entre ustedes será circuncidado. Circuncidarán sus prepucios, y esto será la señal del pacto con ustedes. A los ocho días de nacido será circuncidado todo varón de entre ustedes, a través de sus generaciones; tanto el nacido en casa como el comprado con dinero a cualquier extranjero que no sea de tu descendencia. Deberá ser circuncidado el nacido en tu casa y el comprado con tu dinero. Así estará mi pacto en su carne como pacto

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perpetuo. El hombre incircunciso, que no haya circuncidado su prepucio, esa persona será borrada de su pueblo, porque ha violado mi pacto” (Gn. 17:10-14).

Después de un lapso de 430 años, los hijos de Israel al llegar a Sinaí entraron en una relación de pacto con Dios a través de la Ley (Éxodo 24:1-8; Gálatas 4:24-25). Esto se aclara por el Dr. A.H. Verster de la epístola de Pablo en Gálatas 4:24-25, donde la ley fue comparada con Agar, la esclava de Abram y, por lo tanto, es equivalente a un pacto de obras, que coincide con la ley dada en el Monte Sinaí. Esto representa la actual Jerusalén del pueblo judío que es de la carne, que está circuncidado, y recibirá una herencia terrenal en "Canaán" y no los de la promesa. Este pacto de trabajo o pacto de ley solo se aplica al pueblo de Israel. Así que leemos la ley en el pacto que se añadió 430 años después:

• “Moisés llamó a todo Israel y les dijo: “Escucha, Israel, las leyes y decretos que proclamo hoy a sus oídos. Apréndanlos y tengan cuidado de ponerlos por obra. El SEÑOR nuestro Dios hizo un pacto con nosotros en Horeb. No fue solo con nuestros padres que el SEÑOR hizo este pacto, sino también con nosotros, nosotros que estamos aquí hoy, todos vivos” (Deuteronomio 5:1-3).

Este pacto no se hizo con Abraham, Isaac y Jacob, sino con los israelitas en el Monte Sinaí. Así que la ley dada a través de Moisés (Juan 1:17) fue dada solamente a Israel. Esto se confirma aún más para nosotros de la siguiente manera:

• “Ha manifestado sus palabras a Jacob, sus leyes y sus decretos a Israel. No ha hecho esto con otras naciones, y

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no han conocido sus juicios. ¡Gloria al SEÑOR!” (Salmos 147:19-20).

Es aquí donde la circuncisión y los pactos de la ley se cumplen como una unidad. La circuncisión y la ley se funden por completo. El apóstol Pablo también reconoce esto, como él lo dice:

• “Y otra vez declaro a todo hombre que acepta ser circuncidado, que está obligado a cumplir toda la ley” (Gálatas 5:3).

• “Porque la circuncisión aprovecha, en verdad, si guardas la ley; pero si eres transgresor de la ley, tu circuncisión ha llegado a ser incircuncisión” (Romanos 2:25).

Este pacto de ley no solo fue dado a Israel, sino que también fue dado por un período de tiempo determinado:

• “Entonces, ¿para qué existe la ley? Fue dada por causa de las transgresiones, hasta que viniera la descendencia a quien había sido hecha la promesa. Y esta ley fue promulgada por medio de ángeles, por mano de un mediador” (Gálatas 3:19).

• “De manera que la ley ha sido nuestro tutor para llevarnos a Cristo, para que seamos justificados por la fe. Pero, como ha venido la fe, ya no estamos bajo tutor” (Gálatas 3:24-25).

La “descendencia” (simiente) en Gálatas 3:16, 22 es Cristo:

• “Ahora bien, las promesas a Abraham fueron pronunciadas también a su descendencia. No dice: “y a los descendientes”, como refiriéndose a muchos, sino a

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uno solo: y a tu descendencia[g], que es Cristo” (Gálatas 3:16).

• “No obstante, la Escritura lo encerró todo bajo pecado para que la promesa fuera dada por la fe en Jesucristo a los que creen” (Gálatas 3:22).

Por tanto, está claro que el pacto de Sinaí que se dio 430 años después del pacto de Abraham (Gal. 3:17) solo cubrió el período desde el Sinaí hasta el advenimiento de Cristo el Mesías.

• “Porque Dios hizo lo que era imposible para la ley, por cuanto ella era débil por la carne: Habiendo enviado a su propio Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne” (Romanos 8:3).

• “Y de todo lo que por la ley de Moisés no pudieron ser justificados, en él es justificado todo aquel que cree” (Hechos 13:39).

• “porque la ley no perfeccionó nada. Sin embargo, se introduce una esperanza superior por la cual nos acercamos a Dios” (Hebreos 7:19).

• “Él mismo nos capacitó como ministros del nuevo pacto, no de la letra, sino del Espíritu. Porque la letra mata, pero el Espíritu vivifica y si el ministerio de muerte, grabado con letras sobre piedras, vino con gloria tanto que los hijos de Israel no podían fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual se había de desvanecer, ¡cómo no será con mayor gloria el ministerio del Espíritu! Porque si el ministerio de condenación era con gloria, ¡cuánto más abunda en gloria el ministerio de justificación! Pues lo que había sido glorioso no es glorioso en comparación con esta

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excelente gloria. Porque si lo que se desvanecía era por medio de gloria, ¡cuánto más excede en gloria lo que permanece! Así que, teniendo tal esperanza, actuamos con mucha confianza; no como Moisés, quien ponía un velo sobre su cara para que los hijos de Israel no se fijaran en el fin de lo que se estaba desvaneciendo. Sin embargo, sus mentes fueron endurecidas; pues hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, el mismo velo sigue puesto, porque solo en Cristo es quitado. Aún hasta el día de hoy, cada vez que leen a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos. Pero cuando se conviertan al Señor, el velo será quitado. Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Por tanto, todos nosotros, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor” (2 Cor. 3:6-18).

• “Porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree” (Rom. 10:4).

• “Él anuló el acta que había contra nosotros, que por sus decretos nos era contraria, y la ha quitado de en medio al clavarla en su cruz” (Colosenses 2:14).

Parece evidente que el pacto de la ley terminó con Cristo en la cruz. El escritor de los hebreos también ve esto:

• “Al decir “nuevo”, ha declarado caduco al primero; y lo que se ha hecho viejo y anticuado está a punto de desaparecer” (Hebreos 8:13).

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Capítulo 4

EL NUEVO O MEJOR PACTO

on referencia a Gálatas 4:24, 26 Sarah, la esposa de Abraham ahora también es una mujer libre, representa el mejor pacto y se identifica con la Jerusalén de arriba y

es la madre de todos los creyentes por medio de la promesa, es decir, Cristo.

• “Y la Escritura, habiendo previsto que por la fe Dios había de justificar a los gentiles, anunció de antemano el evangelio a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones” (Gálatas 3:8).

Aquí, Dios no está trabajando con un pueblo y una nación especiales a través de una circuncisión como en el antiguo pacto: un pacto de ley, sino misericordiosamente con toda la humanidad por medio de Cristo. Pablo además declara en Gálatas 4:30-31;

• “Pero, ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la esclava y a su hijo; porque jamás será heredero el hijo de la esclava con el hijo de la libre. Así que, hermanos, no somos hijos de la esclava, sino de la libre” (Gálatas 4:30-31).

El hijo de la esclava = el pacto de la ley.

El hijo de la mujer libre = el pacto de gracia.

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También es por esta razón que Pablo dice en Romanos 6:14

• “Porque el pecado no se enseñoreará de ustedes, ya que no están bajo la ley sino bajo la gracia” (Romanos 6:14).

En el capítulo 7 versículo 6 va aún más allá al escribir:

• Pero ahora, habiendo muerto a lo que nos tenía sujetos, hemos sido liberados de la ley para que sirvamos en lo nuevo del Espíritu y no en lo antiguo de la letra (Romanos 7:6).

El apóstol Juan es uno de los muchos que está de acuerdo, donde escribe:

• “La ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo” (Juan 1:17).

PARTE 2

LOS DIFERENTES PACTOS

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Capítulo 5

LA SIMIENTE PROMETIDA

hora se debe afirmar de inmediato que lo que se presenta como estudio de pactos esquemáticos en artículos de fe, obras teológicas y formulaciones

bautismales definitivamente no siempre debe verse en la Biblia. Existe una confusión reconocida que prevalece entre muchos creyentes en cuanto al contenido exacto de los diferentes pactos. Esta presentación está escrita con el objetivo principal de ser estrictamente bíblica, sin ninguna explicación tediosa, para determinar cuál es el verdadero objetivo de Dios al concluir su pacto. Además, con quien hizo pactos y con los que todavía están en curso, qué promesas se hicieron allí y qué condiciones se agregaron o no. ¡Es de mayor importancia determinar cuáles son los pactos y cuáles no! También debemos determinar lo que Dios prometió y lo que no, a quiénes estaban destinados y a quiénes no. La razón de esto es que nuestra salvación está estrechamente relacionada con los pactos y es una rama de al menos tres de los pactos y, al mismo tiempo, está vinculada indirectamente con los demás. Trataremos brevemente algunos de los pactos, mientras que otros serán tratados a profundidad. Es cierto que existe una conexión inequívoca entre los pactos. Podemos hablar que Dios tiene un plan redentor como está redactado en los diferentes pactos. Además, veremos los pactos en el siguiente orden, durante el cual colocaremos la simiente prometida en Génesis 3 como la primera en ser analizada.

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• La descendencia prometida – Génesis 3:15

• El pacto con Noé – Génesis 9

• El pacto con Abraham – Génesis 12, 15, 17

• El pacto de la ley – Éxodo 24

• El pacto con Josué – Josué 24

• El pacto con David – 2 Samuel 7

• El pacto post-exílico– Nehemías 9

• La ruptura del viejo pacto (ley) – Zacarías 11:10-13; Mateo 27:3-4; Jeremías 19:1-2; 11-12

• El pacto del Nuevo Testamento – Hebreos 9

• Los nuevos (futuro) pactos con Israel – Jeremías 31:31-34; Ezequiel 36:24-27; Hebreos 8:8-12.

LA DESCENDENCIA PROMETIDA Esta promesa de la semilla prometida se hizo después de la caída de Adán y Eva. Dios se unió a la destrucción de Satanás por medio de la simiente (singular) de la mujer (la simiente es Cristo):

• “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y su descendencia; esta te herirá en la cabeza, y tú la herirás en el talón” (Génensis 3:15).

Dios luego expandió la promesa de incluir a Abraham:

• “A la mujer dijo: Aumentaré mucho tu sufrimiento en el embarazo; con dolor darás a luz a los hijos. Tu deseo te llevará a tu marido, y él se enseñoreará de ti” (Gn. 3:16).

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El cumplimiento de este compromiso es indestructible. El ingrediente principal de la promesa es Jesucristo, la Semilla de la mujer. Cristo ha cumplido esta garantía. En sí mismo, esto no es una promesa o garantía de la redención de ningún individuo, a menos que esa persona confiese fe en Jesucristo, aquel a QUIEN se refiere esta promesa. Cuando Satanás fue conquistado por medio de la crucifixión de Jesucristo, esta fue la cúspide de todo el plan de redención que Dios tiene para el hombre caído. ¡Esta promesa que está en Génesis 3:15, es de hecho la verdadera raíz del evangelismo! Esta promesa de Dios que vendrá un futuro Salvador, corre como un "hilo de oro" por medio de los escritos del Antiguo Testamento: Adán, Seth, Noé, Sem, Abraham, Isaac, Jacob, David, Cristo (la Semilla):

• “Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham. Abraham engendró a Isaac; Isaac engendró a Jacob; Jacob engendró a Judá y a sus hermanos; Judá engendró de Tamar a Fares y a Zéraj; Fares engendró a Hesrón; Hesrón engendró a Aram; Aram engendró a Aminadab; Aminadab engendró a Najsón; Najsón engendró a Salmón; Salmón engendró de Rajab a Boaz; Boaz engendró de Rut a Obed; Obed engendró a Isaí; Isaí engendró al rey David. David engendró a Salomón, de la que fue mujer de Urías; Salomón engendró a Roboam; Roboam engendró a Abías; Abías engendró a Asa; Asa engendró a Josafat; Josafat engendró a Joram; Joram engendró a Uzías; Uzías engendró a Jotam; Jotam engendró a Acaz; Acaz engendró a Ezequías; Ezequías engendró a Manasés; Manasés engendró a Amón; Amón engendró a Josías; Josías engendró a Jeconíasa y a sus hermanos en el tiempo de la deportación a Babilonia. Después de la deportación a Babilonia, Jeconíasa engendró a Salatiel;

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Salatiel engendró a Zorobabel; Zorobabel engendró a Abiud; Abiud engendró a Eliaquim; Eliaquim engendró a Azor; Azor engendró a Sadoc; Sadoc engendró a Aquim; Aquim engendró a Eliud; Eliud engendró a Eleazar; Eleazar engendró a Matán; Matán engendró a Jacob. Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo. De manera que todas las generaciones desde Abraham hasta David son catorce generaciones, y desde David hasta la deportación a Babilonia son catorce generaciones, y desde la deportación a Babilonia hasta el Cristo son catorce generaciones” (Mateo 1:1-17).

• “Al comenzar su ministerio, Jesús tenía como treinta años. Él era (según se creía) hijo de José, hijo de Elí, hijo de Matat, hijo de Leví, hijo de Melqui, hijo de Jana, hijo de José, hijo de Matatías, hijo de Amós, hijo de Nahúm, hijo de Esli, hijo de Nagai, hijo de Maat, hijo de Matatías, hijo de Semei, hijo de José, hijo de Judá, hijo de Joanán, hijo de Resa, hijo de Zorobabel, hijo de Salatiel, hijo de Neri, hijo de Melqui, hijo de Adi, hijo de Cosam, hijo de Elmodam, hijo de Er” (Lucas 3:23-28).

• “El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. Para esto fue manifestado el Hijo de Dios: para deshacer las obras del diablo” (1 Juan 3:8).

• “Él anuló el acta que había contra nosotros, que por sus decretos nos era contraria, y la ha quitado de en medio al clavarla en su cruz. También despojó a los principados y las autoridades, y los exhibió como espectáculo público habiendo triunfado sobre ellos en la cruz” (Colosenses 2:14-15).

• “Cristo nos redimió de la maldición de la ley al hacerse maldición por nosotros (porque está escrito: Maldito

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todo el que es colgado en un madero, para que la bendición de Abraham llegara por Cristo Jesús a los gentiles, a fin de que recibamos la promesa del Espíritu por medio de la fe. Hermanos, hablo en términos humanos: Aunque un pacto sea de hombres, una vez ratificado, nadie lo cancela ni le añade. Ahora bien, las promesas a Abraham fueron pronunciadas también a su descendencia. No dice: “y a los descendientes”, como refiriéndose a muchos, sino a uno solo: y a tu descendencia, que es Cristo. Esto, pues, digo: El pacto confirmado antes por Dios no lo abroga la ley, que vino cuatrocientos treinta años después, para invalidar la promesa” (Gálatas 3:13-17).

Un estudio más detallado de Génesis mostrará que Satanás (la serpiente antigua en Apocalipsis 12:9) y la tierra están malditos. La pareja humana (Adán y Eva) no fue maldecida, sino que fue castigada individualmente y por separado. Jesús en la cruz tomó nuestros pecados y culpa sobre sí mismo. Se cumplió el compromiso de la Semilla prometida. Dios hizo lo prometido; Cristo nació de la simiente de una mujer. Dio su vida en la cruz, pero al tercer día, se levantó de entre los muertos, siendo vencedor por la eternidad.

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Capítulo 7

EL PACTO CON ABRAHAM

Estos tres capítulos en el libro de Génesis – los capítulos 12, 15 y 17 abarcan el núcleo del pacto de Abraham. En relación a este pacto leemos lo siguiente en Génesis

capítulo 12:

• “Entonces el SEÑOR dijo a Abram: “Vete de tu tierra, de tu parentela y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Yo haré de ti una gran nación. Te bendeciré y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendigan, a los que te maldigan maldeciré. Y en ti serán benditas todas las familias de la tierra”. Abram se fue, como el SEÑOR le había dicho, y Lot fue con él. Abram tenía setenta y cinco años cuando salió de Harán. Abram tomó a Saraí su mujer, a Lot su sobrino y todos los bienes que habían acumulado y a las personas que habían adquirido en Harán; y partieron hacia la tierra de Canaán. Después llegaron a la tierra de Canaán, y Abram atravesó aquella tierra hasta la encina de Moré, en las inmediaciones de Siquem. Los cananeos estaban entonces en la tierra. Y se apareció el SEÑOR a Abram y le dijo: “A tu descendencia daré esta tierra”. Y él edificó allí un altar al SEÑOR, quien se le había aparecido” (Génesis 12:1-7).

• “Aquel día el SEÑOR hizo un pacto con Abram diciendo: A tus descendientes daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el gran río, el río Éufrates; la tierra de los

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queneos, quenezeos, cadmoneos, heteos, ferezeos, refaítas, amorreos, cananeos, gergeseos y jebuseos” (Génesis 15:18-21).

• “Abram tenía noventa y nueve años cuando el SEÑOR se le apareció y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; camina delante de mí y sé perfecto. Yo estableceré mi pacto entre tú y yo, y te multiplicaré en gran manera. Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él diciendo: He aquí que mi pacto es contigo: Tú serás padre de muchas naciones. Ya no se llamará más tu nombre Abram[a]; tu nombre será Abraham[b], pues te he constituido en padre de una multitud de naciones” (Génesis 17:1-5).

• “Yo establezco mi pacto como pacto perpetuo entre tú y yo, y tu descendencia después de ti por sus generaciones, para ser tu Dios y el de tu descendencia después de ti. Yo te daré en posesión perpetua, a ti y a tu descendencia después de ti, la tierra en que resides, toda la tierra de Canaán. Y yo seré su Dios” (Génesis 17:7-8).

• “Este será mi pacto entre yo y ustedes que guardarán tú y tus descendientes después de ti: Todo varón de entre ustedes será circuncidado. Circuncidarán sus prepucios, y esto será la señal del pacto con ustedes” (Génesis 17:10-11).

GÉNESIS 12 En este capítulo leemos las promesas de Dios para con Abram de bendiciones que se otorgarán a su familia genética, así como

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a todas las familias de la tierra. Ellos serán bendecidos por la obediencia fiel de Abram. En primer lugar, que Dios hará de Abram una gran nación (Génesis 12:2); estas personas, que serán la nación de Israel, deben ser un pueblo de pacto especial de Dios con un destino y un llamamiento eternos (Jeremías 31:36; Romanos 11:28-29). Dios no reconoce a ninguna otra nación, solo a Israel como los descendientes genéticos de Abraham, a quienes les dio la poderosa seguridad que solo cuando las ordenanzas relativas al sol, la luna y las estrellas se aparten de delante del Señor, entonces la semilla de Israel también cesará para siempre de ser una nación ante él (Jeremías 31:35-36; Lucas 1:32-33). Las promesas y el pacto son de Israel (Romanos 9:4-5; Efesios 2-12) En segundo lugar – Dios bendecirá a Abram (Génesis 12:2). Ser bendecido por Dios significa que la persona que es tan bendecida se convierte en un objeto de toda la bondad y el favor de Dios hacia él por todo el tiempo y la eternidad. En tercer lugar – Dios bendecirá a los que bendigan, a Abram y a los que lo maldigan los maldecirá (Génsis 12:3). Esta promesa también no solo es válida para Abram, sino también para sus descendientes. En cuarto lugar – Dios bendecirá a todas las familias de la tierra en Abram (Génesis 12:3). En Génesis 22:18, esta promesa se aplica específicamente a la posteridad de Abram (simiente). Pablo muestra en Gálatas 3:16 que la "semilla" (posteridad) se usa en singular, lo que apunta a una persona, es decir, a Jesucristo, que nacería de la posteridad de Abraham.

• “De la misma manera, Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia. Por lo tanto, sepan que los que se basan en la fe son hijos de Abraham. Y la Escritura,

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habiendo previsto que por la fe Dios había de justificar a los gentiles, anunció de antemano el evangelio a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones. Desde luego, los que se basan en la fe son benditos junto con Abraham, el hombre de fe” (Gálatas 3:6-9)

• “Para que la bendición de Abraham llegara por Cristo Jesús a los gentiles, a fin de que recibamos la promesa del Espíritu por medio de la fe” (Gálatas 3:14).

• “Y ya que son de Cristo, ciertamente son descendencia de Abraham, herederos conforme a la promesa” (Gálatas 3:29).

Es por medio de Jesucristo que todas las naciones de la tierra serán bendecidas. Las naciones gentiles que llegan a la salvación creyendo en Jesús también son herederas según la promesa, es decir, descendientes espirituales de Abraham, pero no son su descendencia genética. Los judíos salvados son genética y espiritualmente descendientes de Abram; con respecto a los gentiles, ellos solo son descendientes espirituales de Abraham según la promesa (Génesis 12:3) que han adquirido esto a través de Cristo. En Quinto lugar – Dios le dará a Abram y a sus descendientes la tierra de Canaán (Génesis 12:7; 15:18-21; 17:8). Este complemento a la promesa significa que Canaán se entrega a los descendientes genéticos de Abram. En Génesis 13:14-17 En este punto, Dios ya le mostró a Abram cuál es la Tierra Prometida para sus descendientes. En Génesis 15:18-21, el Señor da más detalles sobre los límites de la Tierra Prometida.

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GÉNESIS 15 En este capítulo encontramos el acuerdo solemne entre Dios y Abram que finalizan esta parte del pacto de Abraham. Esta tierra será más adelante conocida como Israel. Por favor, lea todo el capítulo 15. En las escrituras hebreas originales, el versículo 18 dice: "AQUEL DÍA EL SEÑOR CORTÓ UN PACTO CON ABRAM" Los traductores de la Biblia usaron un lenguaje aprobado "se hizo un pacto". De hecho, Dios "cortó el pacto" con Abram. Esta fue la palabra común en uso para cualquier pacto en Israel (Jeremías 34:18-19). El cortar el cadáver de un animal por la mitad indica la muerte del que romperá el pacto (Jer. 34:8-11; 13-20). El simbolismo de caminar entre las dos partes es que el que rompe el pacto trae consigo un castigo terrible: ¡Debe ser tratado de la misma manera que el animal! Lo que vemos que sucede después de la puesta del sol entre Dios y Abram es excepcional. En Génesis 15:17, ¡es Dios el que se mueve entre los cadáveres y no Abraham! Dios hizo el pacto unilateralmente. Abram no caminó, no era necesario prometer nada al Señor. La promesa de Dios a Abram fue parcial, solo Dios se unió a las promesas. ¡Dios se atará a sus propias promesas, sin reservas, fiel y eternamente! La promesa que la tierra de Canaán siempre pertenecerá a la nación de Israel, Dios no la romperá. La promesa que Cristo vendrá, que la descendencia (Semilla) de Abram vendrá y que las bendiciones también vendrán a través de Cristo, son todas las cosas que se prometieron, y serán promulgadas por un Dios que no puede mentir.

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• “Porque todas las promesas de Dios en él son “sí” y, por tanto, también por medio de él decimos “amén” a Dios, para su gloria por medio nuestro” (2 Cor. 1:20)”

GÉNESIS 17 En este capítulo, el Señor confirma su pacto con Abram e instituye la circuncisión como señal de tal pacto. En los versículos 2-6, Dios le da a Abram la seguridad que lo hará sumamente fructífero y que Abram será el padre de muchas naciones. Por esa razón, el nombre de Abram será en el futuro Abraham. En los versículos 7-8, el Señor le confirma a Abraham que su posteridad poseerá la tierra de Canaán para siempre. El Señor al mismo tiempo declara que Él será el Dios de Abraham y sus descendientes. El primer principio del pacto de Dios es: Yo seré tu Dios, y tú serás para mí un hijo de naciones. En los versículos 9-14 vemos que sucede algo excepcional. Si bien hemos visto en Génesis 15 que solo el Señor promulgó el pacto, el Señor Dios ahora le ordena a Abraham que circuncide a cada uno de sus descendientes varones cortando sus prepucios. La posteridad de Abraham debe mantener la circuncisión de generación en generación. La circuncisión como una señal del pacto de Dios con los descendientes genéticos de Abraham permanece hoy y lo será eternamente. La circuncisión fue la señal que un israelita compartió la promesa del antiguo pacto. La circuncisión lo convirtió en parte de la nación del pacto de Israel y le dio una herencia en la Tierra Prometida. Lo que hemos visto en Génesis 12, 15 y 17 es que la mayor parte del contenido del pacto tiene que ver con Israel como nación con promesas específicas respecto a la pertenencia de la

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tierra, los descendientes (genéticos) de Abraham y la circuncisión. Esto no tiene nada que ver con los gentiles. Solo en Cristo, la Simiente de Abraham, los gentiles compartirían las bendiciones espirituales. El renacimiento se refiere a la circuncisión del corazón (Romanos 2:29; Filipenses 3:3; Deuteronomio 10:16). En Cristo, cada creyente comparte la circuncisión del corazón (Colosenses 2:9-12). Esta circuncisión no es de la carne, sino del Espíritu. Lo que Dios le juró a Abraham en Génesis 22:15-18 se cumple en Cristo.

• “El ángel del SEÑOR llamó por segunda vez a Abraham desde el cielo, y le dijo: He jurado por mí mismo, dice el SEÑOR, que porque has hecho esto y no me has rehusado tu hijo, tu único, de cierto te bendeciré y en gran manera multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está en la orilla del mar. Tu descendencia poseerá las ciudades de sus enemigos. En tu descendencia serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste mi voz” (Génesis 22:15-18).

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Capítulo 8

EL PACTO DE LA LEY

ste pacto también se conoce como la ley mosaica, porque se dio a conocer a Moisés (el pacto de la ley de Sinaí).

Generalmente se habla de este como el pacto antiguo o el Antiguo Testamento. El Antiguo Testamento en sí no es los libros desde Génesis a Malaquías, sino que es el antiguo pacto. Debido al propósito de nuestro análisis usamos las dos palabras, testamento y pacto para el mismo tema. Un testamento y/o un pacto puede ser un acuerdo entre dos partes o grupos designados que contienen compromisos entre los dos. Sin embargo, podría ser un pacto unilateral como se describe entre Dios y Abraham. Luego asume el carácter de un testamento o un legado. El pacto mosaico se entregó a Israel en tres secciones, cada una de las cuales es esencial para el otro y juntas forman el pacto mosaico:

• Los mandamientos: Expresa la voluntad justa de Dios (Ex. 20:1-17).

• Los decretos: Que organizó la vida comunal de Israel. (Ex. 21:1-24:11).

• Las leyes ceremoniales: Eso formó la base de la vida devocional de Israel. (Éxodo 24:12-31:18).

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Estos tres elementos juntos formaron la ley tal como se expresa y se usa en el Nuevo Testamento.

• “No piensen que he venido para abrogar la Ley o los Profetas. No he venido para abrogar, sino para cumplir. De cierto les digo que hasta que pasen el cielo y la tierra ni siquiera una jota ni una tilde pasará de la ley hasta que todo haya sido cumplido” (Mateo 5:17-18).

Los mandamientos, los decretos y la ley ceremonial forman un sistema religioso. Pablo lo caracteriza como un ministerio de condenación, un ministerio de muerte (la ley).

• “Y si el ministerio de muerte, grabado con letras sobre piedras, vino con gloria tanto que los hijos de Israel no podían fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual se había de desvanecer, ¡cómo no será con mayor gloria el ministerio del Espíritu! Porque si el ministerio de condenación era con gloria, ¡cuánto más abunda en gloria el ministerio de justificación!” (2 Corintios 3:7-9).

• “No como Moisés, quien ponía un velo sobre su cara para que los hijos de Israel no se fijaran en el fin de lo que se estaba desvaneciendo. Sin embargo, sus mentes fueron endurecidas; pues hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, el mismo velo sigue puesto, porque solo en Cristo es quitado. Aún hasta el día de hoy, cada vez que leen a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos. Pero cuando se conviertan al Señor, el velo será quitado” (2 Corintios 3:13-16).

La ley de Moisés no negó el pacto Abrahámico determinado, sino que simplemente se le agregó por tiempo limitado, hasta que la Semilla (Cristo) viniera.

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• “Porque todos los que se basan en las obras de la ley están bajo maldición, pues está escrito: Maldito todo aquel que no permanece en todas las cosas escritas en el libro de la Ley para cumplirlas. Desde luego, es evidente que por la ley nadie es justificado delante de Dios, porque el justo vivirá por la fe” (Gal. 3:10-11).

• “Esto pues, digo: El pacto confirmado antes por Dios no lo abroga la ley, que vino cuatrocientos treinta años después para invalidar la promesa. Porque si la herencia fuera por la ley ya no sería por la promesa; pero a Abraham Dios le ha dado gratuitamente la herencia por medio de una promesa” (Gal. 3:17-18).

• “Pero antes que viniera la fe estábamos custodiados bajo la ley, reservados para la fe que había de ser revelada. De manera que la ley ha sido nuestro tutor para llevarnos a Cristo, para que seamos justificados por la fe. Pero, como ha venido la fe, ya no estamos bajo tutor. Así que, todos son hijos de Dios por medio de la fe en Cristo Jesús porque todos los que fueron bautizados en Cristo se han revestido de Cristo” (Gal. 3:23-27).

EL ORIGEN DE LA LEY Hemos leído sobre el sábado por primera vez en la Biblia y particularmente en relación con la colección del maná en Éxodo 16:23-26.

• “Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho el SEÑOR: “Mañana es sábado de reposo, el sábado consagrado al SEÑOR. Lo que tengan que cocer al horno, cuézanlo hoy; y lo que tengan que cocinar, cocínenlo. Y todo lo que sobre, déjenlo a un lado y guárdenlo para la mañana”. Ellos lo guardaron para la mañana, según lo había mandado

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Moisés, y no hedió ni crió gusanos y dijo Moisés: Cómanlo hoy, porque es el sábado del SEÑOR. Hoy no lo hallarán en el campo. Seis días lo recogerán; pero el séptimo día es sábado, en el cual no será hallado” (Éxodo 16:23-26).

Unas semanas después, Dios entregó los Diez Mandamientos en el Monte Sinaí en Éxodo 20:8-10.

• “Acuérdate del día sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu obra, pero el séptimo día será sábado para el SEÑOR tu Dios. No harás en él obra alguna, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu animal, ni el forastero que está dentro de tus puertas” (Éxodo 20:8-10).

El sábado está ahora en la ley y ahora debe ser conmemorado. Fue el día que el Señor arregló durante la colección del maná. La ley de los Diez Mandamientos, que también incluye el sábado, fue dada exclusivamente a Israel y no a sus padres Abraham, Isaac y Jacob (Deuteronomio 5:1-22).

• “Moisés llamó a todo Israel y les dijo: “Escucha, Israel, las leyes y decretos que proclamo hoy a sus oídos. Apréndanlos y tengan cuidado de ponerlos por obra. El SEÑOR nuestro Dios hizo un pacto con nosotros en Horeb. No fue solo con nuestros padres que el SEÑOR hizo este pacto, sino también con nosotros que estamos aquí hoy, todos vivos. Cara a cara habló el SEÑOR con ustedes en el monte de en medio del fuego. Yo estaba entonces entre el SEÑOR y ustedes, para declararles la palabra del SEÑOR; porque ustedes tuvieron temor del fuego y no subieron al monte. Entonces él dijo: ‘Yo soy el SEÑOR tu Dios que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud: ‘No tendrás otros dioses delante de

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mí. ‘No te harás imagen ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo ni abajo en la tierra ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás ante ellas ni les rendirás culto; porque yo soy el SEÑOR tu Dios, un Dios celoso que castigo la maldad de los padres sobre los hijos, sobre la tercera y sobre la cuarta generación de los que me aborrecen. Pero muestro misericordia por mil generaciones a los que me aman y guardan mis mandamientos. ‘No tomarás en vano el nombre del SEÑOR tu Dios, porque el SEÑOR no dará por inocente al que tome su nombre en vano. ‘Guarda el día del sábado para santificarlo, como te ha mandado el SEÑOR tu Dios. Seis días trabajarás y harás toda tu obra, pero el séptimo día será sábado para el SEÑOR tu Dios. No harás en él obra alguna, tú ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el forastero que está dentro de tus puertas; para que tu esclavo y tu esclava descansen como tú. Acuérdate que tú fuiste esclavo en la tierra de Egipto y que el SEÑOR tu Dios te sacó de allí con mano poderosa y brazo extendido. Por eso el SEÑOR tu Dios te ha mandado que guardes el día del sábado. ‘Honra a tu padre y a tu madre, como el SEÑOR tu Dios te ha mandado, para que tus días se prolonguen y te vaya bien en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da. ‘No cometerás homicidio, ni cometerás adulterio, ni robarás, ni darás falso testimonio contra tu prójimo, ni codiciarás la mujer de tu prójimo, ni desearás la casa de tu prójimo, ni su campo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna que sea de tu prójimo’. “Estas palabras habló el SEÑOR a gran voz a toda su congregación en el monte, de en medio del fuego, de la nube y de la oscuridad, y no añadió más. Luego las escribió en dos tablas de piedra, y me las dio a mí” (Deuteronomio 5:1-22).

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En esta declaración se establece claramente que la ley fue dada aquí por medio de Moisés, quien fue el principio de la ley y el sábado.

• “La ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo” (Juan 1:17).

LA LEY FUE DADA SOLO POR UN PERIODO DE TIEMPO Este hecho fue confirmado por Pablo: Gálatas 3:19, 24-25. La ley que fue dada 430 años después de Abraham, solo cubrió el período de Sinaí a Cristo. Dios le prometió a Israel otro pacto NUEVO.

• “He aquí vienen días, dice el SEÑOR, en que haré un nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No será como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto, mi pacto que ellos invalidaron, a pesar de ser yo su señor, dice el SEÑOR. Porque este será el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el SEÑOR: Pondré mi ley en su interior y la escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Ya nadie enseñará a su prójimo ni nadie a su hermano, diciendo: ‘Conoce al SEÑOR’. Pues todos ellos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice el SEÑOR. Porque yo perdonaré su iniquidad y no me acordaré más de su pecado” (Jer. 31:31-34).

Este pacto indudablemente apunta a Jesucristo porque leemos en Isaías 42:6

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• “Yo, el SEÑOR, te he llamado en justicia y te asiré de la mano. Te guardaré y te pondré como pacto para el pueblo, y como luz para las naciones” (Isaías 42:6).

El antiguo pacto o ley dada a Moisés en tablas de piedra para Israel (Ex. 34:27-28; Dt. 4:13; 8:9-15) termina en Cristo como el nuevo pacto (Jer. 31:31). -34; Isaías 42:6; 49:8) (Hebreos 8:6-13).

LA LEY SE CUMPLE EN CRISTO Cuando los Diez Mandamientos se repiten en Deuteronomio, Moisés comienza el pasaje con el versículo 1:

• “Moisés llamó a todo Israel y les dijo: “Escucha, Israel, las leyes y decretos que proclamo hoy a sus oídos. Apréndanlos y tengan cuidado de ponerlos por obra” (Deuteronomio 5:1).

Luego en el Nuevo Testamento leemos:

• “Él anuló el acta que había contra nosotros, que por sus decretos nos era contraria, y la ha quitado de en medio al clavarla en su cruz” (Col. 2:14).

• “y abolió la ley de los mandamientos formulados en ordenanzas para crear en sí mismo de los dos hombres un solo hombre nuevo, haciendo así la paz” (Efesios 2:15).

Claramente, los mandamientos que fueron violados por nosotros y la ley misma fueron borrados por el nuevo pacto en Cristo.

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Pablo lo menciona pertinentemente en Romanos 14:4

• “¿Quién eres tú que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie o cae; pero será afirmado porque poderoso es el Señor para afirmarle” (Rom. 14:4).

Incluso el sábado (que también era parte de la ley ceremonial - Lev. 23:2-3) era solo una sombra del cuerpo que iba a venir. Esta sombra (el sábado) también se cumplió en su cuerpo, es decir, en Cristo.

• “Por tanto, nadie los juzgue en asuntos de comida o de bebida, o respecto a días de fiesta, lunas nuevas o sábados. Todo ello es solo una sombra de lo porvenir, pero la realidad pertenece a Cristo” (Colosenses 2:16-17).

Es por esta razón que Pablo también nos advierte a todos que los que salían de las obras de la ley están malditos.

• “Porque todos los que se basan en las obras de la ley están bajo maldición, pues está escrito: Maldito todo aquel que no permanece en todas las cosas escritas en el libro de la Ley para cumplirlas” (Gálatas 3:10).

• “En cambio, ahora que han conocido a Dios o, mejor dicho, ya que han sido conocidos por Dios, ¿cómo es que se vuelven de nuevo a los débiles y pobres principios elementales? ¿Quieren volver a servirlos otra vez? ¡Ustedes guardan los días, los meses, las estaciones y los años! Me temo por ustedes, que yo haya trabajado en vano a su favor” (Gálatas 4:9-11).

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• “No desecho la gracia de Dios; porque si la justicia fuera por medio de la ley, entonces por demás murió Cristo” (Gálatas 2:21).

• “Ustedes, que pretenden ser justificados en la ley, ¡han quedado desligados de Cristo y de la gracia han caído!” (Gálatas 5:4).

Debemos notar que Jesucristo mismo rechazó proféticamente cualquier mezcla entre los dos pactos (antiguo y nuevo):

• “Entonces los discípulos de Juan fueron a Jesús y dijeron: ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos frecuentemente pero tus discípulos no ayunan? Jesús les dijo: ¿Pueden tener luto los que están de bodas mientras el novio está con ellos? Pero vendrán días cuando el novio les será quitado, y entonces ayunarán. Nadie pone parche de tela nueva en vestido viejo, porque el parche tira del vestido y la rotura se hace peor. Tampoco echan vino nuevo en odres viejos, porque los odres se rompen, el vino se derrama y los odres se echan a perder. Más bien, echan vino nuevo en odres nuevos, y ambos se conservan” (Mateo 9:14-17).

El Dr. Lemmer du Plessis ha escrito que Juan el Bautista y sus discípulos más los fariseos por un lado contrastan con Jesús y sus discípulos. Dispensacionalmente, Juan el Bautista y los fariseos cayeron bajo la ley del antiguo pacto. Jesús es el novio de la fiesta de bodas que será quitado de sus discípulos, los invitados. Este es un anuncio profético que apunta a la muerte, resurrección y ascensión de Jesús. Lo que Jesús dijo es que sus discípulos solo ayunarán después que este nuevo pacto comience con su ascensión. (Hechos 13:2; 1 Corintios 7:5). En esta ilustración, la ropa vieja y los odres viejos simbolizan el antiguo pacto que es Juan el Bautista y los fariseos. La nueva

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ropa y el nuevo vino representan el nuevo pacto, este es Jesús y sus discípulos. Una mezcla de los dos es imposible, ya que la tela se rasgará y el odre estallará. Prestemos atención a la advertencia de Jesús: cualquier creyente que quiera estar con un pie bajo la ley y el otro bajo la gracia, sus odres estallarán y todo su vino se agotará. El vino nuevo del pacto nuevo debe servirse con odres nuevos refrescados por medio del Espíritu Santo (2 Corintios 3:6-18).

LA LEY DE MOISÉS Y LA LEY DE CRISTO Este es un tema muy importante porque muchos creyentes no están seguros de cómo están hoy en relación con la ley de Moisés. El propósito de este estudio es proveer una perspectiva cristiana sobre ciertas escrituras que tratan el tema. El dilema al que se enfrenta cada creyente es, ¿hasta qué punto debo guardar la ley de Moisés? Algunos dividen la ley en mandamientos ceremoniales, legalistas y morales. Sobre la base de esta división, muchos llegan a la conclusión de que el creyente está libre de los mandamientos ceremoniales y legalistas, pero aún está bajo los mandamientos morales. El resultado es que creen que los Diez Mandamientos siguen siendo válidos hoy, mientras que los otros 603 mandamientos ya no son válidos. Todos saben que Moisés recibió la ley de la mano de Dios, en el Monte Sinaí. Los diez mandamientos fueron escritos por el dedo de Dios en tablas de piedra. Los otros 603 mandamientos de Dios fueron escritos por Moisés. Las Escrituras nos enseñan que Dios dio la ley de Moisés siendo de los ángeles mediadores:

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• “Él dijo: “El SEÑOR vino de Sinaí y de Seír les resplandeció. Apareció desde los montes de Parán y vino con miríadas de santos, y a su diestra fuego refulgente” (Deuteronomio 33:2).

Esto se confirma en tres lugares diferentes en el Nuevo Testamento:

• ” ¡Ustedes que han recibido la ley por disposición de los ángeles, y no la guardaron!” (Hechos 7:53).

• “Entonces, ¿para qué existe la ley? Fue dada por causa de las transgresiones, hasta que viniera la descendencia a quien había sido hecha la promesa. Y esta ley fue promulgada por medio de ángeles, por mano de un mediador” (Gal. 3:19).

• “Pues si la palabra dicha por los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución” (Heb. 2:2).

De las Escrituras aprendemos que el pueblo judío recibió la ley, pero la ley estuvo disponible a través de los ángeles. La ley es dada a Moisés y puesta a disposición por medio de los ángeles. De lo anterior queda claro que los Diez Mandamientos fueron escritos por el dedo de Dios y no por el dedo de un ángel. Los otros mandamientos de la Ley mosaica fueron mediados, o puestos a disposición por los ángeles. También sabemos que la ley de Moisés consta de 603 mandamientos y no solo de diez.

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EL PROPÓSITO DE LA LEY

¿Cuál fue el propósito de la ley mosaica? Hay varias razones para esta ley:

• Revela la santidad de Dios. Revela el estándar de justicia que Dios exige para una relación correcta con él.

• Provee la regla de vida para los creyentes del Antiguo Testamento. Nunca fue dada como forma de obtener salvación: “Porque por las obras de la ley nadie será justificado delante de él; pues por medio de la ley viene el reconocimiento del pecado” (Rom. 3:20). Por consiguiente, asumimos que el hombre es justificado por la fe, aparte de las obras de la ley (Romanos 3:28).

• Revela el pecado. “Pero sabemos que todo lo que dice la ley, lo dice a los que están bajo la ley para que toda boca se cierre y todo el mundo esté bajo juicio ante Dios. Porque por las obras de la ley nadie será justificado delante de él; pues por medio de la ley viene el reconocimiento del pecado” (Rom. 3:19-20). Pablo deja claro que no hay justificación por la ley. La ley fue dada para darnos el conocimiento del pecado, para revelarnos exactamente qué era el pecado. Pablo declara más en Romanos 7:7 “¿Qué, pues, diremos? ¿Que la ley es pecado? ¡De ninguna manera! Al contrario, yo no habría conocido el pecado sino por medio de la ley; porque no estaría consciente de la codicia si la ley no dijera: No codiciarás” Pablo nuevamente enfatiza que la ley fue dada para que pudiéramos saber qué es el pecado.

• Hace que la gente peque más. Por extraño que parezca, esto es en realidad lo que hace: “Pero al que no obra sino que cree en aquel que justifica al impío, se

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considera su fe como justicia” (Rom. 4:5). “La ley entró para agrandar la ofensa, pero en cuanto se agrandó el pecado sobreabundó la gracia” (Romanos 5:20). ¿Cómo funciona esto? ¿Cómo debemos entenderla? “¿Qué, pues, diremos? ¿Que la ley es pecado? ¡De ninguna manera! Al contrario, yo no habría conocido el pecado sino por medio de la ley; porque no estaría consciente de la codicia si la ley no dijera: No codiciarás. Pero el pecado, tomando ocasión en el mandamiento, produjo en mí toda codicia; porque sin la ley el pecado está muerto. Así que, yo vivía en un tiempo sin la ley pero, cuando vino el mandamiento, el pecado revivió y yo morí y descubrí que el mismo mandamiento que era para vida me resultó en muerte porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó y, por él, me mató. De manera que la ley ciertamente es santa; y el mandamiento es santo, justo y bueno. Luego, ¿lo que es bueno llegó a ser muerte para mí? ¡De ninguna manera! Más bien, el pecado, para mostrarse pecado, mediante lo bueno produjo muerte en mí a fin de que, mediante el mandamiento, el pecado llegase a ser sobremanera pecaminoso” (Rom. 7:7-13). Lo que básicamente dice Pablo en Romanos, es que la naturaleza humana necesita una base para operar, y la ley es la base. Si no hay ley, entonces tampoco hay ofensa. El término "ofensa" es un tipo específico de pecado que viola una ley específica. Las personas eran pecadoras antes que la ley fuera promulgada, pero se convirtieron en intrusos una vez que fue dada. Desde la entrega de la ley, la naturaleza pecaminosa tiene una base para operar.

• Esto nos conlleva a la fe. El objetivo final de la ley es llevarnos a la fe. “De manera que la ley ha sido nuestro tutor para llevarnos a Cristo, para que seamos

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justificados por la fe. Pero, como ha venido la fe, ya no estamos bajo tutor” (Gálatas 3:24-25). El argumento de Pablo en Romanos y Gálatas es que el conocimiento de la ley conduce a más pecado hasta que nos lleva a la fe, especialmente a la fe en Jesucristo, el Mesías.

LA UNIDAD DE LA LEY DE MOISÉS Debe tenerse en cuenta que la ley mosaica se presenta en la Escritura como unidad. La palabra "Torá" significa "ley". Cuando se usa para la ley de Moisés, siempre está en singular, aunque contiene 613 juicios, órdenes o mandamientos. Lo mismo se aplica a la palabra griega “nomos” en el Nuevo Testamento”. La división de la Ley de Moisés en secciones ceremoniales, legalistas y morales puede ser útil para el estudio de diferentes tipos de mandamientos, pero nunca se divide de esta manera en las Escrituras. No hay motivos bíblicos para separar los Diez Mandamientos de la totalidad de 613 y hacerlos aplicables por sí mismos. Los 613 forman una unidad en sí misma. Este es entonces precisamente el principio de la unidad de la ley de Moisés que se destaca en la declaración que encontramos en Santiago 2:10: “Porque cualquiera que guarda toda la ley pero ofende en un solo punto se ha hecho culpable de todo”. El punto que se hace aquí es claro: una persona necesita romper solo uno de los 613 mandamientos para ser culpable de violar toda la ley de Moisés. Esto solo puede ser cierto si la ley mosaica funciona como unidad.

LA LEY DE MOSES ES INOPERANTE La clara enseñanza del Nuevo Testamento (Pacto Nuevo) es que la ley de Moisés se ha vuelto inoperante con la muerte de Jesucristo. En otras palabras, la ley en su conjunto ya no tiene

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autoridad sobre ningún creyente del Nuevo Testamento. En primer lugar: Porque está claro en Romanos 10:4: Porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree. Esto está claro, Cristo es el fin de la ley que incluye todos los 613 mandamientos, con el resultado que la ley ha dejado de funcionar. No hay justificación por la ley:

• “Pero sabiendo que ningún hombre es justificado por las obras de la ley sino por medio de la fe en Jesucristo, hemos creído nosotros también en Cristo Jesús, para que seamos justificados por la fe en Cristo y no por las obras de la ley. Porque por las obras de la ley nadie será justificado” (Gálatas 2:16).

• “porque la ley no perfeccionó nada. Sin embargo, se introduce una esperanza superior por la cual nos acercamos a Dios” (Hebreos 7:19).

En segundo lugar: La intención de la ley nunca fue administrar permanentemente, sino más bien de manera temporal: “Entonces, ¿para qué existe la ley? Fue dada por causa de las transgresiones, hasta que viniera la descendencia a quien había sido hecha la promesa. Y esta ley fue promulgada por medio de ángeles, por mano de un mediador” (Gálatas 3:19). La ley se ha otorgado temporalmente hasta que la Simiente, que es Cristo, venga y ahora que ha venido, la ley fue clausurada. Esta ley como complemento dejó de funcionar con la crucifixión de Cristo. En tercer lugar: Con Cristo hay un nuevo sacerdocio según el orden de Melquisedec, ya no según el orden de Aarón. La ley de Moisés proporcionó la base para el sacerdocio levítico. Un nuevo sacerdocio asume una nueva ley bajo la cual puede operar. Esto está claro en Hebreos 7.

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• “Ahora bien, si fuera posible lograr la perfección por medio del sacerdocio levítico (porque bajo este el pueblo ha recibido la ley), ¿qué necesidad habría aún de que se levantase otro sacerdote según el orden de Melquisedec, y que no fuese llamado según el orden de Aarón? Porque de haber cambio de sacerdocio, es necesario que también se haga cambio de ley” (Heb. 7:11-12).

• “A la verdad, el mandamiento anterior fue abrogado por ser ineficaz e inútil” (Heb. 7:18).

El punto que se señala en Hebreos 7:11-12, es que solo se permitió un tipo de sacerdocio y ese fue el sacerdocio levítico. Este sacerdocio no podía ser llevado a la perfección. Esto se explica en detalle en Hebreos 9-10, que establece que la sangre de los animales no puede llevar a la perfección, solo la sangre de Cristo puede lograr eso. La ley mosaica era la base del sacerdocio levítico. El autor del libro de Hebreos afirma que el sacerdocio levítico debe ser descartado y reemplazado por un nuevo sacerdocio, el de Melquisedec, y eso exige una nueva ley. Mientras la ley de Moisés esté operativa, ningún otro sacerdocio es válido, excepto el sacerdocio aarónico o levítico. ¿Hubo un cambio en la ley? Absolutamente, Hebreos 7:18 declara que la ley mosaica fue abolida. Como ya no funciona, ahora tenemos un nuevo sacerdocio según el orden de Melquisedec. Si la ley mosaica todavía funcionara, entonces Jesucristo no podría actuar como sacerdote. Ahora que la ley mosaica ya no es válida, Cristo puede ser sacerdote según el orden de Melquisedec. En cuarto lugar: La ley mosaica que se hace inoperante, incluye los Diez Mandamientos.

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“no que seamos suficientes en nosotros mismos, como para pensar que algo proviene de nosotros, sino que nuestra suficiencia proviene de Dios. Él mismo nos capacitó como ministros del nuevo pacto, no de la letra, sino del Espíritu. Porque la letra mata, pero el Espíritu vivifica y si el ministerio de muerte, grabado con letras sobre piedras, vino con gloria tanto que los hijos de Israel no podían fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual se había de desvanecer, ¡cómo no será con mayor gloria el ministerio del Espíritu! Porque si el ministerio de condenación era con gloria, ¡cuánto más abunda en gloria el ministerio de justificación! Pues lo que había sido glorioso no es glorioso en comparación con esta excelente gloria. Porque si lo que se desvanecía era por medio de gloria, ¡cuánto más excede en gloria lo que permanece!“ (2 Corintios 3:5-11). Pablo habla de los Diez Mandamientos en los versículos 3 y 7: No en tablas de piedra, escritas y grabadas en piedras. Llama nuestra atención sobre el hecho que los Diez Mandamientos son el ministerio de la muerte y el ministerio de la condenación” (v. 9). Si los Diez Mandamientos fuesen válidos hoy, serían verdaderos, pero ya no tienen autoridad, porque los versículos 7 y 11 establecen que la ley ha "pasado". La palabra griega "katargeo" significa "poner fuera de orden". Dado que los Diez Mandamientos se enfatizan en las Escrituras, la intención aquí es que son los Diez Mandamientos los que han "muerto" (perecieron). La ley de Moisés, y en particular los Diez Mandamientos, ya no están vigentes. Por el contrario, la excelencia de la ley de Jesucristo se ve a la luz del hecho que nunca será destituida ni perecerá. Vemos en Efesios 2:11-16 y 3:6 que Dios dio ciertos pactos y promesas a Israel. Hay cuatro pactos eternos e incondicionales que Dios hizo con Israel, es decir, el pacto de Abraham, el Pacto de Palestina, el Pacto de David y el Nuevo Pacto. Todas las bendiciones de Dios, tanto material como espiritualmente, fueron mediadas por estos

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cuatro pactos judíos que son eternos e incondicionales. Al mismo tiempo, Pablo muestra que el quinto pacto es temporal y condicional. Este es el pacto mosaico, el pacto de la ley que incluye la ley mosaica. Según Efesios 2:14, la ley mosaica sirve como un "muro medio de separación". No lo hemos referido previamente. Este "muro intermedio de separación" impidió que los gentiles disfrutaran de las bendiciones espirituales judías. Para disfrutar de las bendiciones del período del Antiguo Testamento, un gentil tenía que convertirse en un prosélito. Este “muro intermedio de separación” se derrumbó por de la muerte del Mesías (Efesios 2:13-19). Este muro fue la ley mosaica. Esto significa que la ley de Moisés fue eliminada. Si bien los creyentes gentiles no participan actualmente en las bendiciones físicas, sí comparten las bendiciones espirituales. En resumen, la ley como que consta de 613 mandamientos, en conjunto, ya no funciona debido a la muerte del Mesías (Col. 2:14). Ninguno de estos mandamientos permaneció operativo o continuó después de la crucifixión del Mesías. La ley de Moisés de hecho está allí para ser usada como herramienta para enseñar al hombre, el estándar de justicia de Dios, el pecado y la necesidad de una expiación sustitutiva. Puede usarse para mostrarnos la necesidad de Cristo, el Mesías.

• “Pero antes que viniera la fe estábamos custodiados bajo la ley, reservados para la fe que había de ser revelada. De manera que la ley ha sido nuestro tutor para llevarnos a Cristo, para que seamos justificados por la fe. Pero, como ha venido la fe, ya no estamos bajo tutor“ (Gálatas 3:23-25).

Hay algo sobre lo cual el Nuevo Testamento es muy claro, y es que la ley de Moisés es inoperante y que ya no tiene ninguna autoridad sobre los creyentes.

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EL CREYENTE ESTÁ BAJO UNA NUEVA LEY La ley de Moisés se vuelve inoperante y los creyentes ahora están bajo una nueva ley. Esta nueva ley se llama La Ley de Cristo (Gálatas 6:2) que se encuentra en el Nuevo Testamento también como la ley del espíritu de vida (Rom. 8:2). Esta es una ley completamente nueva, totalmente separada de la ley de Moisés. La ley de Cristo contiene todos los mandamientos que son aplicables al creyente del Nuevo Testamento. La razón por la que existe tanta confusión con respecto a la relación entre la ley de Moisés y la ley de Cristo es porque hay muchas similitudes entre las dos leyes. Muchos cristianos creen ahora, o llegan a la conclusión que ciertas partes de la ley de Moisés siguen vigentes. Esto puede explicarse mejor cuando se entiende que hay diferentes dispensaciones en la Biblia: por ejemplo, las dispensaciones del paraíso, Noé, Abraham, Moisés y el Nuevo Testamento. Una nueva dispensación en la economía de Dios puede incluir mandamientos de la dispensación anterior, pero esto no significa que dicha dispensación sea aplicable aún. Esto también es cierto cuando la ley de Moisés se compara con la ley de Cristo. Por ejemplo, nueve de los Diez Mandamientos se encuentran en la ley de Cristo, pero eso no significa que la ley de Moisés sea válida. Hay muchos mandamientos diferentes en el Antiguo Testamento. Bajo la ley de Moisés, a un creyente del Antiguo Testamento no se le permitió comer carne de cerdo, pero bajo la ley de Cristo, es permisible. Si no robamos o matamos, no es por la ley de Moisés, sino por la ley de Cristo. En otras palabras, si robo, no soy culpable de violar la ley de Moisés, sino de violar la ley de Cristo.

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Comprender esto puede resolver muchos problemas entre los cristianos legalistas fundamentalistas: como las mujeres que visten ropa de hombre, guardar el sábado, y así sucesivamente. Si los mandamientos concernientes a estas cosas se basan únicamente en la ley de Moisés y no en la de Cristo, entonces no tiene validez para el creyente del Nuevo Testamento.

EL PRINCIPIO DE LA LIBERTAD El creyente en Cristo está libre de la ley de Moisés. Esto significa que está libre de la necesidad de guardar los mandamientos de aquel sistema. Sin embargo, si la persona decide guardar ciertas partes de la ley de Moisés, es libre de hacerlo, siempre que no ponga en peligro la obra redentora de Cristo. Los motivos bíblicos para esta libertad de cumplir con ciertos aspectos de la ley de Moisés se pueden ver en la conducta de Pablo, especialmente hacia los creyentes judíos.

• El voto de Pablo: Pero Pablo, habiéndose detenido allí muchos días más, se despidió de los hermanos, e iba navegando hacia Siria; y con él iban Priscila y Aquilas. En Cencrea se rapó la cabeza, porque había hecho un voto (Hechos 18:18). Esto se basa en Números 6:2, 5, 9 y 18.

• El deseo de Pablo de estar en Jerusalén en la fiesta de Pentecostés: pues Pablo había decidido pasar de largo a Éfeso para no detenerse en Asia; porque, de serle posible, se apresuraba para pasar el día de Pentecostés en Jerusalén (Hch. 20:16). Esto está basado en Dt. 16:16.

• Pablo guardó la ley a causa de los creyentes judíos. Cuando llegamos a Jerusalén, los hermanos nos recibieron de buena voluntad. Al día siguiente, Pablo entró con nosotros para ver a Jacobo, y todos los

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ancianos se reunieron. Después de saludarlos, les contaba una por una todas las cosas que Dios había hecho entre los gentiles por medio de su ministerio. Cuando lo oyeron, glorificaron a Dios. Y le dijeron: Tú ves, hermano, cuántos miles de judíos hay que han creído; y todos son celosos por la ley. Pero se les ha informado acerca de ti, que tú enseñas a apartarse de Moisés a todos los judíos que están entre los gentiles, diciéndoles que no circunciden a sus hijos ni anden según nuestras costumbres. ¿Qué hay, pues, de esto? Seguramente oirán que has venido. Por tanto, haz esto que te decimos. Entre nosotros hay cuatro hombres que han hecho votos. Toma contigo a estos hombres, purifícate con ellos, paga por ellos para que se rapen sus cabezas, y todos sabrán que no hay nada de lo que se les ha informado acerca de ti, sino que tú también sigues guardando la ley. Pero en cuanto a los gentiles que han creído, nosotros hemos escrito lo que habíamos decidido: que se abstengan de lo que es ofrecido a los ídolos, de sangre, de lo estrangulado y de inmoralidad sexual. Entonces Pablo tomó consigo a aquellos hombres. Al día siguiente, después de purificarse con ellos, entró en el templo para dar aviso del día en que se cumpliría la purificación, cuando se ofrecería el sacrificio por cada uno de ellos (Hechos 21:17-26). El apóstol Pablo, que estaba libre de la ley, él mismo guardó la ley.

Lo que vemos por medio de las acciones de Pablo es que el creyente está libre de la ley de Moisés, pero también es libre de guardar parte de ella. Pedro también es un buen ejemplo de ello. (Hechos 10:9-16). Si un creyente judío sentía la necesidad de abstenerse de comer cerdo, tenía la libertad de hacerlo. Lo mismo se aplica a otros ciertos mandamientos.

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El peligro por el que debemos estar vigilantes es de obligar a los creyentes gentiles a guardar la ley de Moisés. El otro peligro es también obligar a otros creyentes a guardar los mismos mandamientos que elegimos guardar. Esto está mal y limita con el legalismo. El que elige usar su libertad para guardar ciertas cosas en la ley de Moisés, debe respetar la libertad del otro creyente que no lo hace. (Rom. 14:13-23; 1 Cor. 8:7-13; 10:23-31; Col. 2:16, 17; Rom. 14:5-12). La palabra de Dios es clara acerca de la ley de Moisés y la ley de Cristo: Porque el pecado no se enseñoreará de ustedes, ya que no están bajo la ley (ley de Moisés) sino bajo la gracia (la ley de Cristo) (Rom. 6:14). La ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo (Juan 1:17). Pablo llamó a la ley de Cristo en Romanos 7:22, 26 "la ley de Dios". La ley de Dios, escribe Juan, no es más que la palabra de Dios. Jesús dijo: El que tiene Mis mandamientos y los guarda, él es quien Me ama y el que Me ama será amado por Mi Padre, y yo lo amaré y Me manifestaré a él… El que no Me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que escuchan no es Mía sino del Padre que Me envió (Juan 14:21, 24). Por tanto, podemos ver que en la dispensación de la gracia (N. T.) el creyente en Cristo debe organizar su vida en torno a la Palabra (mandamientos) de Dios. Por esta razón, Pablo escribe: La palabra de Cristo habite abundantemente en ustedes, enseñándose y amonestándose los unos a los otros en toda sabiduría con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando con gracia a Dios en su corazón (Col. 3:16). Así, el creyente está libre de la ley de Moisés, pero está sujeto a la ley de Cristo. Cuando ya no estamos limitados por lo que dicta la palabra, estamos sin ley, y la Biblia dice que la ilegalidad es pecado (1

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Juan 3:4). Nunca debemos perder de vista el hecho de que el aspecto principal de la libertad cristiana, y nuestras vidas relacionadas con el Señor, siempre deben centrarse en la obediencia completa a la ley de Cristo, la ley del Espíritu. Como creyentes del Nuevo Testamento, estamos verdaderamente libres del yugo de la ley de Moisés y del poder del pecado, pero estamos atados a la ley de Cristo, esa es Su palabra. “Entonces algunos que vinieron de Judea enseñaban a los hermanos: “Si no se circuncidan de acuerdo con el rito de Moisés, no pueden ser salvos”. Puesto que surgió una contienda y discusión no pequeña por parte de Pablo y Bernabé contra ellos, los hermanos determinaron que Pablo, Bernabé y algunos otros de ellos subieran a Jerusalén a los apóstoles para tratar esta cuestión. Entonces los que habían sido enviados por la iglesia pasaban por Fenicia y Samaria, contando de la conversión de los gentiles; y daban gran gozo a todos los hermanos. Una vez llegados a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia, por los apóstoles, por los ancianos, y les contaron todas las cosas que Dios había hecho con ellos. Pero algunos de la secta de los fariseos que habían creído se levantaron diciendo: Es necesario circuncidarlos y mandarles que guarden la ley de Moisés. Entonces se reunieron los apóstoles y los ancianos para considerar este asunto. Como se produjo una grande contienda, se levantó Pedro y les dijo: Hermanos, ustedes saben que, desde los primeros días, Dios escogió entre ustedes que los gentiles oyeran por mi boca la palabra del evangelio y creyeran. Y Dios, que conoce los corazones, dio testimonio a favor de ellos al darles el Espíritu Santo igual que a nosotros y no hizo ninguna diferencia entre nosotros y ellos, ya que purificó por la fe sus corazones. Ahora pues, ¿por qué ponen a prueba a Dios, colocando sobre el cuello de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar? Más bien, nosotros creemos que somos salvos por la gracia del Señor Jesús, del mismo modo que ellos. Entonces toda la asamblea

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guardó silencio y escuchaban a Bernabé y a Pablo, mientras contaban cuántas señales y maravillas Dios había hecho por medio de ellos entre los gentiles. Cuando terminaron de hablar, Jacobo respondió diciendo: Hermanos, óiganme: Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles para tomar de entre ellos un pueblo para su nombre. Con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito: “Después de esto volveré y reconstruiré el tabernáculo de David, que está caído. Reconstruiré sus ruinas y lo volveré a levantar, para que el resto de los hombres busque al Señor, y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre”, dice el Señor que hace estas cosas, que son conocidas desde la eternidad. Por lo cual yo juzgo que no hay que inquietar a los gentiles que se convierten a Dios, sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de inmoralidad sexual, de lo estrangulado y de sangre. Porque desde tiempos antiguos Moisés tiene en cada ciudad quienes le prediquen en las sinagogas, donde es leído cada sábado. Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos con toda la iglesia que enviaran a unos hombres elegidos de entre ellos a Antioquía con Pablo y Bernabé: a Judas que tenía por sobrenombre Barsabás, y a Silas, quienes eran hombres prominentes entre los hermanos. Por medio de ellos escribieron: Los apóstoles, los ancianos y los hermanos, a los hermanos gentiles que están en Antioquía, Siria y Cilicia, saludos. Por cuanto hemos oído que algunos que han salido de nosotros, a los cuales no dimos instrucciones, les han molestado con palabras, trastornando sus vidas, de común acuerdo nos ha parecido bien elegir unos hombres y enviarlos a ustedes con nuestros amados Bernabé y Pablo, hombres que han arriesgado su vida por el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Así que hemos enviado a Judas y a Silas, los cuales también les confirmarán de palabra el mismo informe. Porque ha parecido bien al Espíritu Santo y a nosotros no imponerles ninguna carga más que estas cosas necesarias: que se abstengan de cosas sacrificadas a los ídolos, de sangre, de lo

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estrangulado y de inmoralidad sexual. Si se guardan de tales cosas, harán bien. Que les vaya bien” (Hechos 15:1-29).

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Capítulo 9

EL PACTO CON JOSUÉ

l antiguo pacto comenzó con el pacto de Abraham en Génesis 12, 15 y 17. Este se amplió con el pacto Sinaico o pacto de la ley descrito en Éxodo 24. En Josué capítulo

24, el pacto se renueva una vez más después del establecimiento de la nación de Israel en la Tierra Prometida, la tierra de Canaán.

• “Y el pueblo respondió a Josué: ¡Al SEÑOR nuestro Dios serviremos, y su voz obedeceremos! Aquel mismo día Josué hizo un pacto con el pueblo, y les dio leyes y decretos en Siquem. Josué escribió estas palabras en el libro de la Ley de Dios. Y tomando una gran piedra, la erigió allí debajo de la encina que estaba junto al santuario del SEÑOR. Luego Josué dijo a todo el pueblo: He aquí, esta piedra será un testigo contra nosotros. Ella ha escuchado todas las palabras que el SEÑOR nos ha hablado. Será, pues, testigo contra ustedes, no sea que nieguen a su Dios. Después Josué despidió al pueblo, cada uno a su heredad” (Josué 24:24-28).

A.W. Pink pregunta: ¿Cuál fue la naturaleza precisa del pacto que Dios celebró en el Sinaí con Israel? Fue la compilación de una constitución en referencia a Israel como nación, y fue para regular la vida religiosa, política y social de Israel. Ahora que la nación pobló la tierra de Canaán y Josué era de edad y lleno de años, la nación confirmó nuevamente que servirían fielmente a

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su Dios. Dios había cumplido todas sus promesas a Abraham, Isaac y Jacob. Dios ha cumplido sus promesas de hacer de Abraham una gran nación, y que expulsaría a todas las naciones de Canaán antes de su pueblo, estableciéndolos así en la tierra de Canaán. Todo lo que había dicho se había cumplido, nada quedaba sin cumplirse. Josué convocó a la nación para reconocer esto.

• “He aquí que yo estoy para ir por el camino de todo el mundo. Reconozcan, pues, con todo su corazón y con toda su alma que no ha fallado ni una sola palabra de todas las buenas promesas que el SEÑOR su Dios les había hecho. Todas se han cumplido para ustedes; no ha fallado de ellas ni una sola palabra” (Josué 23:14).

Josué actuó como mediador entre Dios y el pueblo. El pacto con Dios es renovado. Esto fue en realidad una renovación del pacto anterior que concluyó con Dios bajo la guía de Moisés.

• “Luego mandó a unos jóvenes de los hijos de Israel, y estos ofrecieron holocaustos y mataron toros como sacrificios de paz al SEÑOR. Moisés tomó la mitad de la sangre y la puso en tazones, y esparció la otra mitad de la sangre sobre el altar. Asimismo, tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que el SEÑOR ha dicho, y obedeceremos. Entonces Moisés tomó la sangre y roció con ella al pueblo, diciendo: He aquí la sangre del pacto que el SEÑOR ha hecho con ustedes referente a todas estas palabras” (Éxodo 24:5-8).

El núcleo del pacto de Josué es que la nación lo renovó solemnemente y lo confirmó ante Dios que, ahora que estaban establecidos en su tierra, seguirían siendo fieles para preservar

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los decretos, las leyes y los mandamientos. Por último leemos en Jueces:

• “El pueblo sirvió al SEÑOR todo el tiempo de Josué y todo el tiempo de los ancianos que sobrevivieron a Josué, quienes habían visto todas las grandes obras que el SEÑOR había hecho por Israel. Josué hijo de Nun, siervo del SEÑOR, murió cuando tenía ciento diez años y lo sepultaron en el terreno de su heredad en Timnat-séraj, en la región montañosa de Efraín, al norte del monte Gaas y toda aquella generación fue también reunida con sus padres. Después de ellos se levantó otra generación que no conocía al SEÑOR ni la obra que él había hecho por Israel. Los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos del SEÑOR y sirvieron a los Baales” (Jueces 2:7-11).

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Capítulo 10

EL PACTO DE DAVID

o que hemos visto hasta ahora es que la gente del pacto, Israel, eran los descendientes bíblicos de las doce tribus de Israel. Fueron llamados el pueblo del pacto porque Dios

ha hecho pactos especiales con sus antepasados que incluían la tierra de Israel como su hogar eterno. El profesor Johan Malan escribe que nunca hubo un momento en la historia de Israel como nación con la menor duda sobre la validez de las promesas hechas por Dios a los padres de la nación. DIOS MISMO ES EL GARANTE DEL PACTO ABRAHÁMICO (GÉNESIS 15:18); EL PACTO CANAANÍTICO (NÚMEROS 33:51-34:15) Y EL PACTO DE DAVID (2 SAM. 7:12-16; PS. 89:3-4, 34-37) QUE DA A ISRAEL EL TÍTULO ETERNO SOBRE LA TIERRA Y DIO PERMANENCIA AL TRONO DE DAVID. El hecho que Israel estuviera lejos de la tierra debido a su falta de fe no puede anular estos pactos y transferirlos a otras personas. A pesar que fue infiel, el Señor mantiene el pacto fiel. El Dios que los restaurará a su tierra.

• “Aun con todo esto, estando ellos en la tierra de sus enemigos, yo no los rechazaré ni los detestaré hasta consumirlos, invalidando Mi pacto con ellos; porque yo, el SEÑOR, soy su Dios. Pero a favor de ellos me acordaré del pacto con sus antepasados, a quienes saqué de la

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tierra de Egipto a la vista de las naciones, para ser su Dios. Yo, el SEÑOR" (Lev. 26:44-45).

Este pacto no es transferible a ninguna otra nación, por consiguiente, solo los descendientes reales de las doce tribus de Israel pueden regresar a este. El hecho que Israel todavía no sea salvo debido a que esta nación rechazara al Mesías no los descalifica para que sean devueltos a su tierra. Pablo confirma en su carta a los romanos que la espiritualidad nacional de Israel solo se restaurará durante los últimos tiempos, cuando se termine la cosecha completa de los gentiles (es decir, la cosecha espiritual del pueblo no judío).

• Hermanos, para que no sean sabios en su propio parecer no quiero que ignoren este misterio: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles y así todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el libertador; quitará de Jacob la impiedad (Rom. 11:25-26).

La salvación nacional de Israel en los últimos tiempos después de los siete años de la gran tribulación es descrita por el profeta Zacarías de la siguiente manera:

• "Y derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén un espíritu de gracia y de súplica. Mirarán al que traspasaron y harán duelo por él con duelo como por hijo único, afligiéndose por él como quien se aflige por un primogénito. “En aquel día habrá gran duelo en Jerusalén, como el duelo de Hadad-rimón, en el valle de Meguido” (Zac. 12:10-11).

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En lo que respecta al pacto de David, vemos que una vez que la vida espiritual de la nación haya sido restaurada, el Mesías también restaurará el trono caído de David.

• “Después de esto volveré y reconstruiré el tabernáculo de David, que está caído. Reconstruiré sus ruinas y lo volveré a levantar, para que el resto de los hombres busque al Señor, y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre” (Hechos 15:16-17).

El Señor Dios le prometió a Abraham que los reyes saldrían de sus entrañas:

• “Yo te haré muy fecundo; de ti haré naciones, y reyes saldrán de ti” (Génesis 17:6).

Dios prometió grandes cosas a David, un descendiente de Abraham.

• “Tu casa y tu reino serán firmes para siempre delante de mí, y tu trono será estable para siempre” (2 Sam. 7:16).

El trono de David está vacante debido a la dispersión del pueblo judío, pero el pacto con David, al igual que el pacto con Abraham, es eterno e indestructible. El cumplimiento total de las promesas de Dios se revela en la persona de su Rey ungido, el Mesías (Jesucristo). El reinado del Mesías en el trono restaurado de David es descrito por el profeta Isaías:

• “Todo calzado del que marcha con estruendo y el manto revolcado en sangre serán para quemar, pasto para el fuego. Porque un niño nos es nacido, un hijo nos es dado, y el dominio estará sobre su hombro. Se llamará

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su nombre: Admirable Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz“ (Isaías 9:5-6).

Naturalmente, esto no sucedió durante la primera venida del Mesías, porque los líderes judíos de la nación de Israel rechazaron a Jesús el Cristo y lo expulsaron a la cruz. En este sentido, el gobierno de Cristo sobre la tierra en el trono de David ha sido pospuesto. El profeta Jeremías profetiza de la siguiente manera por medio del Espíritu:

• “He aquí vienen días, dice el SEÑOR, en que levantaré a David un Retoño justo. Reinará un Rey que obrará con inteligencia y que practicará el derecho y la justicia en la tierra. En sus días será salvo Judá, e Israel habitará seguro. Este es el nombre con el cual será llamado: ‘SEÑOR, justicia nuestra” (Jeremías 23:5-6).

• “He aquí vienen días, dice el SEÑOR, en que yo cumpliré la buena promesa que he hecho a la casa de Israel y a la casa de Judá. En aquellos días y en aquel tiempo haré brotar para David un Retoño de justicia, que practicará el derecho y la justicia en la tierra. En aquellos días será salvo Judá, y Jerusalén habitará segura. Este es el nombre con el cual será llamada: ‘El SEÑOR, justicia nuestra’. Porque así ha dicho el SEÑOR: No faltará a David un hombre que se siente sobre el trono de la casa de Israel” (Jeremías 33:14-17).

También está claro que la restauración del trono de David con Cristo que gobierna a Israel pertinentemente se confirma en el Nuevo Testamento.

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• “Entonces el ángel le dijo: ¡No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios! He aquí concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de su padre David. Reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y de su reino no habrá fin" (Lucas 1:30-33).

JESUCRISTO DURANTE SU SEGUNDA VENIDA regresará no solo para reinar sobre su pueblo Israel, sino también a todo el mundo habitado, pero David será llamado a servir bajo la autoridad del reino mesiánico como príncipe.

• “Más bien, servirán al SEÑOR su Dios y a David su rey, a quien yo levantaré para ellos” (Jer. 30:9).

• “Yo levantaré sobre ellas un solo pastor, mi siervo David; y él las apacentará. Él las apacentará y así será su pastor. 24 Yo, el SEÑOR, seré su Dios, y mi siervo David será príncipe en medio de ellos. Yo el SEÑOR, he hablado” (Ezequiel 34:23-24).

• "Mi siervo David será rey sobre ellos, y habrá un solo pastor para todos ellos. Andarán según mis decretos; guardarán mis estatutos y los pondrán por obra. 25 Habitarán en la tierra que di a mi siervo, a Jacob, en la cual habitaron sus padres. En ella habitarán para siempre, ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos. Y mi siervo David será su gobernante para siempre” (Ezequiel 37:24-25).

• "Porque muchos años estarán los hijos de Israel sin rey ni gobernante ni sacrificio ni piedras rituales ni efod ni ídolos domésticos. Después volverán los hijos de Israel y buscarán al SEÑOR su Dios y a David su rey. Temblando

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acudirán al SEÑOR y a su bondad en los días postreros” (Oseas 3:4-5).

Los profetas Isaías, Jeremías, Ezequiel y Oseas hablan de una futura restauración y restablecimiento del trono de David, donde no solo reinará el Mesías, sino también donde reinará el rey David como auxiliar. Una contemplación precisa del texto muestra que David, además de ser rey, también será príncipe. Desde el punto de vista de Israel, David gobernará sobre ellos como rey. Desde el punto de vista del Mesías, David servirá como príncipe bajo su autoridad. (Salmos 89:20-38; Jeremías 30:9; Ezequiel 34:23-29; 37:24-28; Oseas 3:5).

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Capítulo 11

EL PACTO POST-EXÍLICO

uchos años después de recibir el pacto de la ley en el Monte Sinaí y la ratificación del mismo con Israel después de haberse establecido en la tierra de

Canaán, los judíos fueron expulsados de su tierra debido a su desobediencia hacia Dios. El SEÑOR les había advertido esto por medio de su siervo Moisés (Dt. 28:63-67). Nuevamente en Nehemías leemos sobre el pacto concluido por Dios después que él los tuvo en cuenta cuando regresaron a su tierra después del exilio.

• “A causa de todo esto, nosotros hacemos un firme compromiso, lo escribimos y fue firmado por nuestros gobernantes, por nuestros levitas y por nuestros sacerdotes” (Nehemías 9:38)

• “Se adhieren a sus hermanos, sus dirigentes, y se comprometen bajo imprecación y juramento: A andar en la ley de Dios, la cual fue dada por medio de Moisés, siervo de Dios. A guardar y cumplir todos los mandamientos del SEÑOR nuestro Dios, sus decretos y sus leyes” (Nehemías 10:29).

• “Ahora pues, hagamos un pacto con nuestro Dios: Despediremos a todas las mujeres y a los hijos nacidos de ellas, según el consejo de mi señor y de los que temen

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el mandamiento de nuestro Dios. Hágase conforme a la ley” (Esdras 10:3).

En este pacto después del exilio, los judíos y algunos de los de Israel que Dios regresó a Jerusalén, concluyeron un pacto jurado con Dios para andar en el camino de la ley dada por Moisés y para guardar todos los mandamientos, reglas y decretos. El pueblo se reafirmó solemnemente por medio del pacto de Nehemías (el pacto post-exílico) para mantener el pacto del Sinaí. Todos estos pactos: el Abrahámico, el Sinaico (ley), el de Josué, el de David y el post exílico (Nehemías) se encuentran en una línea común y forman parte del antiguo pacto que Dios concluyó con Abraham y el pueblo de Israel. El Dr. Lemmer du Plessis escribe que el propósito del Antiguo Testamento era para que Dios escogiera a un pueblo por medio del cual el Mesías podía ser procreado. Dios hizo un pacto con aquel pueblo. La circuncisión era una señal de esto. Dios les dio Su palabra y Su ley. Los pactos de Abraham y de Sinaí se juntan (Hechos 7:32-38). Dios les dio la promesa de la tierra de Canaán.

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Capítulo 12

LA RUPTUTA DEL ANTIGUO

PACTO (LA LEY)

l Antiguo Testamento finaliza a la media noche después de la traición de Judas, pero antes de la crucifixión.

• “Entonces tomé mi cayado Gracia y lo quebré para anular mi pacto que hice con todos los pueblos. En aquel día fue anulado; y los que comerciaban con ovejas y que me observaban, reconocieron que era palabra del SEÑOR y les dije: “Si les parece bien, denme mi salario; y si no, déjenlo”. Y pesaron por salario mío treinta piezas de plata. Entonces el SEÑOR me dijo: “Échalo al tesoro. ¡Magnífico precio con que me han apreciado!”. Yo tomé las treinta piezas de plata y las eché en el tesoro, en la casa del SEÑOR” (Zacarías 11:10-13).

El profeta Zacarías pidió su salario y recibió treinta piezas de plata, el valor de un esclavo (Éxodo 21:32). Zacarías lo tomó, fue y lo tiró al templo para el alfarero. Según Mateo 27:1-10, esta acción de Zacarías fue profética cuando Judas vendió (traicionó) a Jesús por 30 piezas de plata. Judas luego trajo el dinero al templo y lo arrojó allí. Los sacerdotes tomaron el dinero y compraron un pedazo de tierra al alfarero para enterrar a los extraños allí.

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Zacarías nos predice sobre la ruptura del pacto. Dios tomó su bastón de belleza con el que cuidaba el rebaño de Israel y lo rompió. El Dr. Lemmer du Plessis señala que el pacto que Dios había celebrado con todos los pueblos, las doce tribus de Israel (Zac. 11:10), ahora estaba roto. Esta expresión "pueblos de Israel" también aparece en Hechos 4:27 y significa las "tribus de Israel". De hecho, hay una sola nación de Israel. ¿Cuándo rompió Dios el bastón de belleza con el que mantuvo el pacto con Israel? Zacarías declara que se rompió en este día (Zac. 11:11). Por lo tanto, hubo un día y una ocasión específica en que se rompió el antiguo pacto. ¿Qué día se rompió? Se rompió el día en que las ovejas pagaron a su pastor y terminaron sus servicios. ¿Cómo le pagaron? La Escritura dice que Israel fijó su salario en 30 siclos de plata (Zacarías 11:12). El pastor no aceptó el dinero, sino que les dijo:

• “Entonces el SEÑOR me dijo: “Échalo al tesoro. ¡Magnífico precio con que me han apreciado!”. Yo tomé las treinta piezas de plata y las eché en el tesoro, en la casa del SEÑOR” (Zacarías 11:13).

La expresión "Magnífico precio" está cargada de sarcasmo al ver que Judas Iscariote hizo un trueque de Jesús por el mismo precio que un esclavo herido (Éxodo 21:32).

• “Si el buey cornea a un esclavo o a una esclava, el dueño del buey dará trescientos treinta gramos de plata al dueño del esclavo; y el buey morirá apedreado” (Éxodo 21:32)

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Judas y el Sanedrín (Consejo Judío) habían rechazado colectivamente a Jesús en nombre de toda la nación de Israel (Zacarías 11:12 (b); Mateo 26:14-15). Jesús estaba con sus discípulos celebrando la Pascua en la noche de la traición. Mientras servía la Pascua, Jesús dijo:

• “Asimismo, después de haber cenado, tomó también la copa y dijo: Esta copa es el nuevo pacto en Mi sangre que por ustedes se derrama“(Lucas 22:20).

¡Qué emocionante que en la misma ocasión en que se terminó el antiguo pacto por medio de la traición, Jesús anunciara la llegada del nuevo pacto! Unas horas más tarde, a la mañana siguiente, se derramó la sangre de Jesús en Gólgota y el Nuevo Testamento comenzó más tarde aquel mismo día (Hebreos 9:17). El comentarista de la Biblia, Warren Wiersbe, escribió que Mateo 27:9 se refiere a este evento como el cumplimiento de las palabras del profeta Jeremías. Sin embargo, citó a Zacarías, el profeta. ¿Cómo rima esto? Parece que Mateo repitió estas acciones usando Jeremías 19:11-12, donde el Señor rompió una vasija de cerámica y se pronunció un juicio sobre Judá y Jerusalén. Jeremías también dio a conocer que Tófet (el Valle de Ben-hinom) fuera de la ciudad de Jerusalén se convertiría en un cementerio. Estos incidentes a los que se refiere Jeremías ocurrieron cerca de la entrada de la Puerta de los tiestos (Jer. 19:1-2). También hay una referencia a la sangre de los inocentes, una frase que Judas Iscariote utilizó cuando devolvió la plata (dinero) a los sacerdotes (Mateo 27:3-4). Mateo tomó prestadas las imágenes de la tierra del alfarero, sangre inocente y el cementerio del profeta Jeremías. Cuando Mateo se refiere a las treinta piezas de plata que se arrojan al templo, saca esto

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de Zacarías (Zacarías 11:12-13). Al ver que Jeremías era un profeta mayor, y Zacarías solo uno menor, Mateo solo cita a Jeremías.

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Capítulo 13

EL NUEVO PACTO

(ANTES BIEN, EL NUEVO TESTAMENTO)

l Antiguo Testamento es la narración de las transacciones de Dios con el pueblo hebreo con el objetivo de preparar al mundo para la venida del Mesías. En cuanto al pacto

del Nuevo Testamento, vemos que el Señor Dios en su providencia estaba preparando a todas las naciones para la venida del Mesías en el momento exacto (Gálatas 4:4). Grecia había establecido el griego como el idioma universal para los países de Europa, Asia Menor y África del Norte. Halley escribe que Roma creó un imperio mundial que estaba conectado por la construcción de las carreteras romanas que unen tres continentes, Europa, Asia y África, con el Medio Oriente en medio, todos juntos. La tierra de Israel, donde el Mesías tenía que hacer su aparición, está justo en medio de estos tres continentes. Ya hemos visto que el Nuevo Testamento comienza en Gólgota y no en Mateo 1:1. El nuevo pacto o Nuevo Testamento está garantizado por la sangre de Jesús (Mateo 26:28; Hebreos 9:14-15). Un testamento solo se vuelve legal (válido) cuando el testador muere (Hebreos 9:16-18), el nuevo pacto o testamento se ratificó por de la sangre derramada de Jesucristo

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(Marcos 14:24; Lucas 22:20; 1 Cor. 11:25-26; 2 Cor. 3:6; Heb. 7:22). Por eso la palabra de Jesús en Mateo dice:

• “Porque esto es Mi sangre del pacto, la cual es derramada para el perdón de pecados de muchos” (Mateo 26:28).

El vino simbolizó la sangre de Jesús como el sello del Nuevo Testamento. La palabra original que se traduce como testamento no significa, como se usa aquí, un acuerdo entre dos partes, sino que en este caso es un acuerdo soberano, unilateral por una parte que es vinculante a la otra parte. La meta y el contenido de este testamento es el perdón de los pecados de muchos. Este nuevo pacto o Nuevo Testamento es mejor que el antiguo pacto (la ley). El escritor a los hebreos lo confirma:

• “De igual manera, Jesús ha sido hecho fiador de un pacto superior” (Hebreos 7:22).

• “Pero ahora Jesús ha alcanzado un ministerio sacerdotal tanto más excelente por cuanto él es mediador de un pacto superior, que ha sido establecido sobre promesas superiores. Porque si el primer pacto hubiera sido sin defecto no se habría procurado lugar para un segundo“(Hebreos 8:6-7).

• “no como el pacto que hice con sus padres el día en que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto. Porque ellos no permanecieron en mi pacto y yo dejé de preocuparme por ellos”, dice el SEÑOR. “Porque este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días”, dice el Señor. “Pondré mis leyes en su mente y en su corazón las inscribiré y yo seré para ellos Dios, y para mí ellos serán Mi pueblo” (Heb. 8:9-10).

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• “Al decir “nuevo”, ha declarado caduco al primero; y lo que se ha hecho viejo y anticuado está a punto de desaparecer” (Hebreos 8:13).

• “a Jesús el mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel” (Heb. 12:24).

Que Jesús se llame "Mediador", significa que Él es el intermediario entre dos partes. Debe organizar todos los asuntos de importancia en los que las dos partes tienen un interés común. Con ello, debe encontrar una solución satisfactoria para cualquier diferencia por la mediación y la reconciliación entre ambas partes. Cristo como mediador se encuentra en su labor como profeta, sumo sacerdote y rey. En estos tres oficios, Jesucristo completa efectivamente sus actividades como mediador (Hebreos 9:11-28; 10:1-14). Cada Testamento está sellado con sangre, al igual que el Nuevo Testamento. El escritor de Hebreos sostiene que es solo por la muerte del testador que se activa el Testamento. Incluso el Antiguo Testamento fue activado con sangre (Heb. 9:18-23). En cuanto al Nuevo Testamento es claro:

• “Pero estando ya presente Cristo el sumo sacerdote de los bienes que han venido, por medio del más amplio y perfecto tabernáculo no hecho de manos; es decir, no de esta creación entró una vez para siempre en el lugar santísimo logrando así eterna redención, ya no mediante sangre de machos cabríos ni de becerros sino mediante su propia sangre” (Hebreos 9:11-12).

• “Porque Cristo no entró en un lugar santísimo hecho de manos, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora delante de Dios a nuestro favor. Tampoco entró para ofrecerse muchas veces a sí mismo, como entra cada año el sumo sacerdote en el lugar

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santísimo con sangre ajena. De otra manera, le habría sido necesario padecer muchas veces desde la fundación del mundo. Pero ahora, él se ha presentado una vez para siempre en la consumación de los siglos para quitar el pecado mediante su sacrificio” (Hebreos 9:24-26).

Esta vez la venida de Cristo sucedió al final de los siglos, es decir, que a su venida terminó un período particular del tiempo. El antiguo pacto fue cerrado, lo que condujo a un nuevo período, el del nuevo pacto. La meta detrás de su aparición al final del primer período, donde reinaba el pecado, era eliminarlo ahora y para siempre por medio de su sacrificio. A la luz de esto, Hebreos 10:1-20 muestra que la excelencia del sacrificio único de Cristo fue superior a todos los sacrificios de la ley. Lo mejor que podía hacer la sangre del antiguo pacto era solamente cubrir el pecado:

• “Porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados” (Hebreos 10:4).

¡Mas la sangre del Nuevo Testamento, la sangre de Cristo, quitó el pecado!

• “Al día siguiente, Juan vio a Jesús que venía hacia él y dijo: ¡He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!” (Juan 1:29).

• “Pero este, habiendo ofrecido un solo sacrificio por los pecados, se sentó para siempre a la diestra de Dios” (Hebreos 10:12)

La limpieza completa de la humanidad y el perdón absoluto del pecado por medio de la sangre del Nuevo Testamento hacen que cualquier sacrificio adicional por el pecado sea innecesario.

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PATERNIDAD Y HERENCIA En el corazón del Nuevo Testamento se encuentra el concepto de la paternidad y la herencia. Como miembros del Nuevo Pacto, Dios nos hizo Sus hijos y herederos (Romanos 8:17). También somos co-herederos de Cristo. Pablo afirma además que Dios nos bendijo con todas las bendiciones espirituales en el cielo en Cristo (Efesios 1:3). Esto significa que no hay nada en el cielo que no sea dado a nosotros bajo la voluntad de Dios. No hay nada que no nos pertenezca, ya sea el mundo o la vida o la muerte, o las cosas presentes o futuras, todo nos pertenece como herederos del Nuevo Testamento (1 Corintios 3:21-23). Pedro nos dice en 1 Pedro 1:3-5 que Dios según Su abundante misericordia nos ha engendrado nuevamente a una esperanza viva por medio de la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, a una herencia incorruptible y sin mancha y eso no se desvanece. Está reservado en el cielo para nosotros, que somos guardados por el poder de Dios a través de la fe.

EL MANDAMIENTO DEL NUEVO TESTAMENTO La Iglesia de Jesucristo no se especializa en los Diez Mandamientos del Antiguo Testamento, ya que tiene un nuevo pacto, el mandamiento del Nuevo Testamento de amarnos los unos a los otros.

• “Un mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Como los he amado, ámense también ustedes los unos a los otros. En esto conocerán todos que son Mis discípulos: si tienen amor los unos por los otros” (Juan 13:34-35).

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El Dr. Lemmer du Plessis lo dice así: “el Espíritu Santo nos ayuda a cumplir este mandamiento en la medida en que Él obra por medio de nuestras vidas con este amor.

• “Y la esperanza no acarrea vergüenza porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado” (Rom. 5:5).

• “Pero el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe” (Gálatas 5:22).

En el corazón del Nuevo Testamento se encuentra el concepto de parentesco y herencia. Dios nos ha hecho, como miembros del nuevo pacto, sus hijos y herederos (Romanos 8:17). También somos co-herederos de Cristo. Pablo va más allá y dice que Dios nos ha bendecido con todas las bendiciones espirituales en los lugares celestiales en Cristo (Ef. 1:3). Esto significa que no hay nada en el cielo que Dios no nos haya prometido. No hay nada que no nos pertenezca, ya sea el mundo, la vida, la muerte, las cosas ahora o las cosas por venir. Todo nos pertenece como herederos del nuevo pacto. (1 Corintios 3:21-23). Pedro comparte con nosotros lo que Dios dice:

• “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según su grande misericordia nos ha hecho nacer de nuevo para una esperanza viva por medio de la resurrección de Jesucristo de entre los muertos; para una herencia incorruptible, incontaminable e inmarchitable reservada en los cielos para ustedes, que son guardados por el poder de Dios mediante la fe para la salvación preparada para ser revelada en el tiempo final” (1 Pedro 1:3-5).

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Capítulo 14

EL NUEVO (FUTURO) PACTO

CON ISRAEL

xiste aún una fase pendiente del nuevo pacto que debemos examinar. Es el nuevo pacto (futuro) con Israel como lo mencionaron los profetas Jeremías y Ezequiel

(Jer. 31: 31-34; Ezequiel 36:24-27). En el libro de Hebreos leemos sobre el futuro cumplimiento de estas profecías:

• “Porque, reprendiéndoles, dice: “He aquí vienen días”, dice el Señor, “en que concluiré con la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto; no como el pacto que hice con sus padres en el día en que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto. Porque ellos no permanecieron en mi pacto, y yo dejé de preocuparme por ellos”, dice el Señor. “Porque este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días”, dice el Señor. “Pondré mis leyes en la mente de ellos y en su corazón las inscribiré y yo seré para ellos Dios, y para mí ellos serán pueblo. Nadie enseñará a su prójimo, ni nadie a su hermano, diciendo: ‘Conoce al Señor’; porque todos me conocerán, desde el menor de ellos hasta el mayor. Porque seré misericordioso en cuanto a sus injusticias y jamás me acordaré de sus pecados” (Hebreos 8:8-12).

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Ahora podemos hacer la pregunta: ¿Cuál será la posición profética de los judíos, es decir, lo que será en el futuro? La respuesta está en Hebreos 8:

• “Porque, reprendiéndoles, dice: “He aquí vienen días”, dice el SEÑOR, “en que concluiré con la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto; no como el pacto que hice con sus padres en el día en que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto. Porque ellos no permanecieron en mi pacto, y yo dejé de preocuparme por ellos”, dice el SEÑOR” (Heb. 8:8-9).

El escritor de hebreos no puede referirse al Nuevo Testamento cristiano en un sentido más amplio. Esto solo puede ser un nuevo pacto en una forma más específica o puntual que realmente tenga en mente una nación revivida. El cumplimiento del nuevo pacto es el mismo Jesucristo. Este cumplimiento se otorgará a la nación judía durante el milenio (mil años de paz). El cumplimiento de estas profecías está en el futuro, después de la era de la Iglesia y la gran tribulación, en los días del milenio. Es el mismo Mesías:

• Romanos 11:1-2

• Romanos 11:15

• Hechos 15: 14-16

• Romanos 11:25-27

• Génesis 15:18

• Génesis 17:8

• Isaías 42:6

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• Isaías 49:8

• Jeremías 31:31-34

• Ezequiel 36:24-27

DIVISIÓN 2

ESTUDIOS

DISPENSACIONALES

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Capítulo 15

QUÉ SON ESTUDIOS

DISPENSACIONALES?

l Dr. A.H. Verster en su guía de estudio - Estudios de la dispensación, aclara los asuntos de la siguiente manera: La palabra inglesa dispensación proviene de la palabra

latina dispensatio que se utiliza en la Vulgata para traducir la palabra griega oixonomia. El significado central de la palabra griega es administrar o manejar asuntos del hogar. La palabra en sus diversas formas anteriores se usa como: Mayordomo (Lucas 12:42; 16:1, 3, 8; Gálatas 4:2), Mayordomo (Lucas 16:2), Mayordomía (Lucas 16:3-4), Mayordomo (1 Cor. 4:1-2; 1 Pedro 4:10), Tesorero (Romanos 16:23), Obispo (Tito 1:7), Mayordomía (1 Cor. 9:17), Ministro (Efesios 3:2, Col. 1:25), el cumplimiento de los tiempos (Efesios 1:10), administración (Efesios 3:9) y la edificación (1 Timoteo 1:4). Bíblicamente, una dispensación es la administración sobre la propiedad de otro. Esto incluye responsabilidad y fidelidad por parte del gerente. Los estudios dispensacionales ven al mundo como una unidad económica de Dios. En esta unidad económica, Dios administra todos los negocios según su voluntad en el transcurso del tiempo y de acuerdo con las diversas etapas de la revelación. Estas etapas están claramente desactivadas para las diversas economías en la expansión de su objetivo perfecto. A estas unidades económicas las llamamos dispensaciones. En este

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sentido, el Dr. Ironside ha escrito: En cada era sucesiva, Dios da a los hombres de fe cierta mayordomía, o les da a conocer cierto orden o administración, según su responsabilidad de conducta. Entonces, una dispensación es un período de tiempo en el que Dios lidia con los hombres de alguna forma en la que Él no lo ha hecho antes. Solo cuando se da una nueva revelación de Dios, cambia la dispensación. Una dispensación en el punto de vista de Dios es una coyuntura; desde el punto de vista del hombre es una responsabilidad; y en relación con la revelación progresiva es una etapa en dicha revelación.

DISPENSACIÓN Y REVELACIÓN Las Sagradas Escrituras (la Biblia) son una revelación de Dios a los siervos de su plan y su objetivo para la tierra y la humanidad a través de los siglos. Esta revelación no se da de una vez, sino que se despliega en una serie de actos durante un período de 1600 años (desde 1492 a.C. a 100 d.C.) y fue registrada por alrededor de 40 autores diferentes. La Biblia no es un enredo heterogéneo de historia, mitos, leyendas o especulaciones religiosas, sino que muestra una revelación progresiva y positiva. Los jueces sabían más que los patriarcas, los profetas sabían más que los jueces y los apóstoles más que los profetas. La revelación progresiva no considera a la Biblia como libro de texto teológico, sino más bien como la apertura continua de la revelación de Dios en los siglos pasados a través de varios medios. En esta evolución hay claras fases visibles de revelación cada vez que Dios presenta algo nuevo de lo que la humanidad tendrá que asumir responsabilidad. Estos períodos de tiempo son para la economía y el manejo de las dispensaciones en la evolución del objetivo de Dios. El Dr. Ironside escribe: Por ello, el dispensacionalismo reconoce tanto la unidad de su propósito como la diversidad en el

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desarrollo de la misma. La teología del pacto enfatiza la unidad solo hasta el punto de forzar interpretaciones injustificadas, inconsistentes y contradictorias de las Escrituras. Solo el dispensacionalismo puede mantener la unidad y la diversidad al mismo tiempo y ofrecer un sistema de interpretación coherente, cohesivo y complementario.

EL ESTUDIO DE LA ENSEÑANZA DE LA DISPENSACIÓN Hay varias razones por las cuales la enseñanza dispensacional debe ser estudiada. Entre otras cosas, hay razones bíblicas y filosóficas que deben discutirse aquí. RAZONES BÍBLICAS En primer lugar está el mandamiento directo de Dios a nosotros:

• “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza bien la palabra de verdad” (2 Timoteo 2:15).

En la medida en que tracemos correctamente la palabra de verdad, solo hasta ese punto llegaremos a conocer la verdad, para que nos presentemos aprobados ante Dios como obreros aceptables para Él. Las consecuencias lógicas del asunto son que, si no trazamos la palabra correctamente, no podemos llegar a la verdad, y nosotros como obreros de Dios, no podemos complacerlo interpretando Su palabra correctamente. La segunda razón es que si vemos incorrectamente la Biblia como entidad invisible, estamos actuando en contra de 2 Timoteo 2:15, donde se nos ordena trazar la palabra. Aunque la Biblia es para toda la humanidad y fue escrita para nuestra instrucción, no está dirigida a la humanidad universalmente.

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Una parte fue escrita para los judíos, otra fue dirigida a los gentiles y otra fue para ser únicamente aplicable a la Iglesia. Esta es también la división que Dios ha hecho entre la humanidad (1 Cor. 10:32). Lo que Dios ha separado, el hombre no debe mezclarlo. La consecuencia de esto es que, aunque la Biblia fue escrita para la instrucción de la Iglesia, no todo lo escrito concierne a la Iglesia. ¿Significa esto que en la actualidad, solo podemos predicar del Nuevo Testamento? ¡La respuesta es definitivamente no! Todo el Antiguo Testamento también es para nosotros:

• “Pues lo que fue escrito anteriormente fue escrito para nuestra enseñanza a fin de que, por la perseverancia y la exhortación de las Escrituras, tengamos esperanza” (Romanos 15:4).

No se puede dejar de lado la revelación anterior como si no tuviera un mensaje para el creyente actual, solo porque hubo un cambio en las dispensaciones. La verdad siempre es eterna. Si Dios dijo en el Antiguo Testamento:

• “Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida. Como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré ni te desampararé” (Josué 1:5)

Esto sigue siendo cierto en el Nuevo Testamento:

• “Sean sus costumbres sin amor al dinero, contentos con lo que tienen ahora porque él mismo ha dicho: Nunca te abandonaré ni jamás te desampararé” (Hebreos 13:5).

Cuando Dios dijo en el Antiguo Testamento:

• “Encomienda al SEÑOR tu camino; confía en él, y él hará” (Salmos 37:5).

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Esto todavía se aplica en el Nuevo Testamento, lo cual dice:

• “Echen sobre él toda su ansiedad porque él tiene cuidado de ustedes” (1 Pedro 5:7).

Tal como Dios exigía santidad de Israel,

• “Porque yo soy el SEÑOR su Dios, ustedes se santificarán; y serán santos, porque yo soy santo. No se contaminen por causa de ningún reptil que se desplaza sobre la tierra” (Levítico 11:44).

También lo exige de nosotros hoy en día:

• “Antes bien, así como aquel que los ha llamado es santo, también sean santos ustedes en todo aspecto de su manera de vivir porque escrito está: Sean santos porque yo soy santo” (1 Pedro 1:15-16).

En este sentido el Dr. Bullinger escribe: “Nunca te dejaré, ni te desampararé”; esto es eternamente verdadero de Dios para todo su pueblo, y por ende, aunque esta promesa se refiere, por interpretación a la persona o gente a quienes se les dijo en ese momento, existe una aplicación eterna de esto hasta que es hasta el fin de los tiempos para Todos los que tienen al Señor como su Dios”. RAZONES FILOSÓFICAS La Escritura en sí no es filosofía de historia, pero abarca el tema. En otras palabras, la Escritura como historia incluye ciertos conceptos que requieren explicación. Esta interpretación o filosofía de conceptos y eventos es tarea del teólogo. Karl Lonith define una filosofía de la historia como: "Como interpretación sistemática de la historia universal según

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un principio por el cual los eventos históricos y las sucesiones se unifican y se dirigen hacia el significado final". Esta definición abarca tres cosas:

• El reconocimiento de sucesos históricos y sucesiones o un concepto preciso de revelación progresiva. La enseñanza dispensacional otorga a la concepción precisa un lugar en esta evolución. En las diversas administraciones de Dios se dan diversas revelaciones a la humanidad, y tales revelaciones fueron progresivas tanto en su alcance como en su contenido. Es así que, debemos estudiar la enseñanza dispensacional con el fin de dar información correcta para comprender la revelación.

• Nuestra definición también habla sobre el principio de unidad en lo que respecta a eventos sucesivos de la historia. En los estudios dispensacionales, el principio es escatológico, porque las dispensaciones variadas revelan la gloria de Dios, ya que su carácter se manifiesta en las diferentes dispensaciones, hasta que culmina en la gloria del milenio. Así estudiamos la verdad dispensacional porque la unidad de la misma, es decir, la escatología no solo incluye la soteriología, sino que también es más amplia, más inclusiva y más progresiva que la unidad continua de la soteriología.

• Nuestra definición también tiene el propósito final de la historia ante nosotros. Con respecto al propósito de la historia, la verdad dispensacional encuentra esto en el milenio. Estudiamos la enseñanza dispensacional, porque contemplar del cumplimiento del propósito de la historia en el espacio del tiempo presenta un enorme optimismo para el futuro.

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Capítulo 16

HERMENÉUTICA DE LOS

ESTUDIOS DISPENSACIONALES

a hermenéutica es la ciencia que proporciona principios para la interpretación de las Escrituras. Estos principios dirigen y guían la teología de cualquier persona. La enseñanza

dispensacional acepta el principio hermenéutico de la interpretación literal. Es decir, cada palabra significa exactamente lo mismo que en el uso normal de dicha palabra en una declaración. Existen tres razones principales para usar este método:

EL OBJETIVO DEL LENGUAJE LO EXIGE El idioma es REGALO DE DIOS con el propósito de comunicarse con la humanidad, para que su mensaje pueda ser entregado. Por tanto, las Escrituras no se pueden ver como ilustración para algún u otro uso especial del idioma, por eso no es necesario buscar un significado más profundo en las palabras para la interpretación. En otras palabras, Dios usa el lenguaje y espera que la humanidad aplique dicho lenguaje de manera literal, normal y simple.

ES BÍBLICO Las profecías en el Antiguo Testamento concernientes a la venida de Cristo, su nacimiento, educación, ministerio, muerte y resurrección, se cumplieron literalmente.

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ES LÓGICO Si una persona no usa un método de interpretación literal y simple, pierde toda la objetividad o la calidad de la materia. ¿Qué protección habría contra toda la variedad de declaraciones que puede producir la imaginación de la humanidad, si no hay un estándar objetivo como lo ofrece el principio literal? En consecuencia, ver un significado diferente al normal dará lugar a muchas declaraciones y derivaciones debido a la cantidad de personas. La interpretación literal resulta en un respeto por la aceptación de las Escrituras en su valor nominal y, como resultado de esto, se tiene en cuenta la diferencia que hace las Escrituras entre distintas personas (1 Corintios 10:32). Reconoce las diferencias en el proceso de revelación que lleva a la conciencia de las diferentes economías en el desarrollo del programa de Dios. En otras palabras, la interpretación literal constante es la base de la enseñanza dispensacional, y al ver que la literalidad constante es un principio de interpretación lógica y consciente, el estudio de las dispensaciones viene a ser más que justificado.

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Capítulo 17

REVELACIÓN PROGRESIVA

a verdad completa de Dios no se da a conocer en ningún momento. Las diferentes etapas de la revelación han demostrado que Él obra de diferentes maneras en

diferentes momentos. El exégeta debe considerar con mucho cuidado la revelación progresiva. Los estudios dispensacionales ayudan a abrir con precisión las Escrituras. Aunque Dios solo tiene un plan para la salvación, Él ha tenido diferentes métodos para manejar a la humanidad durante un largo período de tiempo. Las Escrituras nos han demostrado que estos largos períodos de preparación han sido necesarios. El principio de la revelación progresiva se muestra claramente en las Escrituras:

• “Pero cuando vino la plenitud del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley” (Gal. 4:4).

• “Dios, habiendo hablado en otro tiempo muchas veces y de muchas maneras a los padres por los profetas” (Hebreos 1:1).

• “La ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo” (Juan 1:17).

• “Y yo rogaré al Padre y les dará otro Consolador para que esté con ustedes para siempre” (Juan 14:16).

• “Pero el Consolador, el Espíritu Santo que el Padre enviará en mi nombre, él les enseñará todas las cosas y

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les hará recordar todo lo que yo les he dicho” (Juan 14:26).

• “Hasta ahora no han pedido nada en mi nombre. Pidan y recibirán, para que su gozo sea completo" (Jn. 16:24).

La revelación progresiva reconoce que el mensaje de Dios a la humanidad no se da en una acción simple, sino que se desarrolla en una serie de acciones sucesivas por medio de pensamientos y manos de muchas personas de diferentes orígenes durante un período de tiempo. Aunque Dios nunca cambia, sus métodos pueden cambiar. Al principio usó un jardín perfecto (el jardín del Edén), después de la caída, la conciencia de la humanidad pasó a primer plano, luego del diluvio, el gobierno a través del hombre, después de eso las promesas a Abraham y un pacto con él, luego la ley de Moisés, finalmente por medio de Jesucristo y la revelación del Nuevo Testamento, y por último, Cristo reinará personalmente en la tierra. En cada una de estas pruebas puestas por Dios a la humanidad, ellos fracasaron, Dios los juzgó al final de cada una. Lo mismo ocurrirá con la dispensación actual y con las del futuro. La Primera Dispensación Dios puso a nuestros antepasados en el jardín del Edén en el ambiente más perfecto. Los sometió a una prueba simple y los advirtió contra las terribles consecuencias en caso de ser desobedientes en esta prueba (Génesis 2:16-17). Satanás, la vieja serpiente y tentadora, engañó a la humanidad en el jardín (Gn. 3:1-7; compare Ap. 12:9; Mt. 4:3), por ello, Dios declaró culpable al ser humano. La naturaleza de la humanidad se volvió pecaminosa y corrupta. Ellos murieron espiritualmente y dicha naturaleza ahora es heredada por sus hijos. Dios no tuvo más opción que expulsarlos del jardín, pero prometió un futuro Salvador de la semilla de la mujer (Génesis 3:15).

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La Segunda Dispensación La humanidad ahora es gobernada por su conciencia. El ser humano tiene la oportunidad de mostrar que la ley de Dios está grabada en su naturaleza y sería suficiente para traerlo de regreso a Dios, pero Caín se convierte en asesino. Toda carne se volvió más corrupta y perversa (Gn. 6:5-6; 12-13). La conciencia era incapaz de traer a la humanidad de regreso a Dios. El Señor Dios envía el gran diluvio como juicio sobre la humanidad. La Tercera Dispensación Después del diluvio, Dios le da a Noé una nueva iluminación con respecto al gobierno humano. También instituye la pena de muerte. Esta es una función del gobierno que tiene máxima prioridad (Gn. 9:1-7; Rom. 13:1-7). La humanidad desobedece de nuevo y se niega a poblar la tierra; elige construir la torre de Babel (Gn. 11:1-4). Dios se ve obligado a intervenir. Confunde las lenguas (Gn. 11:5-9) y de esta manera los dispersa por todo el mundo. La Cuarta Dispensación Abram es llamado por Dios para que abandone su país, su pueblo y migre a un nuevo país que Dios le mostrará. Abram es obediente, Dios concluye un pacto con Abram. Una nación se establecería a través de Abram y un Mesías prometido que otorgaría la salvación a la humanidad saldría de esta nación. La Quinta Dispensación Se establece una nación a partir de la simiente de Abraham, Isaac y Jacob. En un tiempo determinado, Moisés lleva al pueblo al Monte Sinaí donde reciben los Diez Mandamientos, la ley de Dios. Aquí el pueblo promete solemnemente hacer todo

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lo que el Señor mande (Ex. 19:8). Ellos no tuvieron en cuenta su naturaleza pecaminosa. El pueblo inclinó su corazón a la adoración de ídolos y la infidelidad, debido a esto, no pudieron ingresar a la tierra prometida rápidamente. Una vez que entraron a la Tierra Prometida, le fallaron a Dios. Sus tiempos de bonanza y sus “males” son bien conocidos durante los tiempos de los Jueces y al final de Reyes. Finalmente, Dios los castigó y tuvieron que exiliarse por un tiempo determinado. Honraron a Dios con sus labios, pero su corazón estaba lejos de él. Esta es la prueba que las instrucciones legales no pueden hacer que la humanidad busque a Dios. Las ofrendas de animales bajo las mismas circunstancias tampoco pueden provocar un cambio de corazón en ellos. La Sexta Dispensación Dios envía al Mesías tan esperado en el momento adecuado (Gálatas 4:4). El pueblo de Israel lo rechaza, y lo entrega a los romanos para que lo crucifiquen. El plan de salvación ahora estaba completo, porque Jesucristo trajo la ofrenda perfecta por medio de su sangre preciosa y sin pecado que fue derramada. (1 Pedro 1:18-20). La era de la Iglesia había comenzado. Dios ahora le pide a la humanidad que acepte la salvación ha logrado en Cristo. El ser humano que acepte y reciba esta oferta a través de la fe en Jesucristo nace de nuevo por medio del Espíritu Santo (Juan 3:3-8; Rom. 3:22-28; 10:8-13). Tan simple y claro como es el plan de Dios para la salvación del hombre, no obstante, la gran mayoría de la humanidad no ha reaccionado a esta invitación de Dios. Por el contrario, leemos en las Escrituras que la gran apostasía llega a medida que se acercan los últimos tiempos, y la maldad se extenderá por toda la tierra (2 Tim. 3:1-5; 1 Tim. 4:1; Ap. 9:20-21).

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La Séptima Dispensación Por medio de Jesucristo, Dios llevará a su Iglesia (el cuerpo de Cristo) lejos de la tierra a través del rapto y entregará la tierra a una gran tribulación para experimentar su ira. La Octava Dispensación Los mayores cambios vienen con la llegada del milenio (Los mil años de paz). Cristo Jesús viene a establecer su reino por 1000 años. Él gobernará con un cetro de hierro y su reino se caracterizará por su justicia (Isaías 9:5-6; 11:5). La tierra será diferente a como la conocemos (Isaías 11:6-10). Satanás no será permitido en la tierra durante este tiempo (Ap. 20:1-3). Todos los países de la tierra que son "naciones ovejas", tendrán el privilegio de invocar al Mesías, Jesucristo, quien reinará desde Jerusalén (Isaías 65:20-25; Zacarías 8:3-8; 14:9-23). Sin embargo, a pesar de la presencia de Cristo en Jerusalén, habrá muchos que no se convertirán a él. El final de los 1000 años de paz dice mucho sobre la condición depravada de los corazones de muchas personas. En el momento en que Satanás sea liberado al final de los mil años de paz, él atraerá a las naciones a venir de los cuatro rincones de la tierra para hacer guerra contra Cristo. ¡Hay una vez más rebelión contra Dios alimentada por el corazón malvado y corrupto de la humanidad! El juicio cae sobre toda la humanidad y Satanás es condenado al infierno por la eternidad (Ap. 20:7-10). Una vez más vemos que incluso los mil años del reino del milenio no logran hacer al mundo justo. Luego sigue un nuevo orden eterno (Apocalipsis capítulos 21-22) que introduce una nueva dispensación eterna. La revelación progresiva no es vista como un libro sobre teología, sino más bien como un desarrollo continuo de la

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revelación dada por Dios por medio de varias maneras en épocas sucesivas. También podemos ver en este desarrollo que hay fases inseparables de revelación cada vez que Dios quiere dar a conocer la introducción de algo nuevo de lo que la humanidad será responsable. Estas etapas de la revelación involucran las coyunturas y la administración de las dispensaciones (las eras) en el desarrollo del plan de salvación de Dios. La enseñanza dispensacional reconoce la unidad del propósito (plan) de Dios, así como la diversidad en el desarrollo de la revelación. Solo el estudio de la revelación progresiva puede cumplir simultáneamente la unidad y la diversidad del plan de salvación de Dios, y al mismo tiempo preservar una exégesis sistemática consistente de las Escrituras. La enseñanza dispensacional reconoce diferenciaciones definidas, distintivas y aún una unidad básica en la revelación del plan de Dios en las Escrituras. Una comprensión correcta de las diferentes coyunturas de Dios es esencial para una interpretación bíblica y responsable de la revelación de Dios dentro de las diferentes coyunturas. El Dr. Scofield lo expone de la siguiente manera: Una dispensación es un período de tiempo durante el cual se prueba al hombre respecto a la obediencia a alguna revelación específica de la palabra de Dios. Tres factores importantes están implícitos en esta definición:

• Primero: la introducción de una revelación divina por la voluntad de Dios. Esto incluye lo que Dios exige de la humanidad respecto a su comportamiento, conducta o apariencia.

• Segundo: La mayordomía o administración de la revelación divina por parte del ser humano por la cual son responsables de obedecerla.

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• Tercero: un período de tiempo que a menudo se llama era o dispensación en la que esta revelación divina es dominante al poner a prueba la obediencia en sí a la obediencia de la humanidad hacia Dios.

Debe entenderse claramente que a través de las Escrituras solo hay una base para la salvación y eso es por gracia por medio de la fe. Lo que no podemos hacer es establecer límites firmes o barreras en cuanto a la finalización de las dispensaciones (eras), porque en ciertos casos hay una superposición y en otros se requiere una responsabilidad dada por Dios, incluso después que el transcurso de ello haya terminado. La esencia del dispensacionalismo (era) se puede resumir de la siguiente forma:

• El reconocimiento de una distinción constante y consistente entre Israel y la Iglesia.

• El uso constante y continuo de una forma literal o principio de interpretación de las Escrituras.

• Una noción u opinión básica y primaria del propósito de Dios. El énfasis está en Dios y no en la humanidad.

Para concluir, podemos hacer la siguiente pregunta: ¿significa que una dispensación se cierra cuando se inicia o introduce una nueva, o en qué sentido termina?

• En primer lugar, debe recordarse que ciertas promesas claras que se dieron en dispensaciones anteriores no se han cumplido necesariamente en esa coyuntura o época. Las promesas con respecto al reino milenario venidero no se cumplirán antes del regreso de Cristo, incluida la promesa de la tierra a Abraham como se dio a conocer en Génesis 15:18-21.

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• En segundo lugar, ciertos asuntos que se dieron a conocer en una de las dispensaciones anteriores han continuado a lo largo de la historia de la humanidad. El hombre a imagen de Dios (Gn. 1:26), aunque fue atacado por el pecado, ha continuado hasta hoy (Santiago 3:9). La promesa del arco iris como señal que Dios nunca más destruirá el mundo por medio de un diluvio nuevamente, sigue en pie hasta la actualidad.

• En tercer lugar, ciertos asuntos que se han introducido en una dispensación se han ampliado o incluso cambiado en otra. Cuando Dios introdujo la pena de muerte, solo se aplicó al asesinato (Gn. 9:6). De acuerdo con la ley de Moisés, la pena de muerte también se usó como castigo por otras infracciones, además del asesinato, por ejemplo, el divorcio (Lev. 20:10); falsas profecías (Dt. 13:1-10); y la violación (Dt. 22:25).

• En cuarto lugar, a pesar que las eras llegan a su fin, ciertos comandos aún son legales y se pueden trasladar a la siguiente dispensación. Nueve de los Diez Mandamientos están incluidos en la dispensación de la gracia (era de la Iglesia).

• En quinto lugar, ciertos asuntos han cambiado completamente. Las restricciones alimenticias de Moisés se han suspendido en la era de la gracia (1Tim. 4:3). El guardar el sábado tampoco es un requisito legal en la era de la Iglesia (Hechos 15).

Una cosa en la que los dispensacionalistas siempre insistirán es en que la Iglesia no ha tomado el lugar de Israel ni que Israel es la Iglesia. Estas ideas son mutuamente exclusivas. El dispensacionalismo clásico es el resultado de una aplicación consistente de los principios hermenéuticos básicos de una

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interpretación literal normal o simple de las Escrituras dentro del contexto y la referencia, y siempre habrá una búsqueda adecuada de una exégesis literal de las Escrituras. Ningún otro sistema o teología puede hacerlo tan efectivamente como lo puede hacer el dispensacionalismo. En otras palabras, el significado literal constante y consistente es la base del dispensacionalismo y asegurarse que la forma literal y consistente es el principio lógico y obvio de la interpretación, el dispensacionalismo y los estudios del mismo quedan más que justificados. Esta es la única manera de abrir consistentemente la Palabra de Dios y dar una exégesis y exposición con base Bíblica.

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Capítulo 18

DIVISIONES DE LOS ESTUDIOS

DISPENSACIONALES

RESUMEN DE LAS DIFERENTES DISPENSACIONES

n los estudios de las dispensaciones, se diferencia entre las siguientes eras y las dispensaciones que se pueden describir a continuación:

• La Primera dispensación (La era edénica) – Inocencia

• La Segunda dispensación (La era post – diluvial) – Conciencia

• La Tercera dispensación (La era Post – Diluvial) – Gobierno humano

• La Cuarta dispensación (La era Patriarcal) – Promesa

• La Quinta dispensación (La era Israelí) – La ley de Moisés

• La Sexta dispensación (La era de la Iglesia) – La Gracia

• La Séptima dispensación (El Intervalo) – La Gran Tribulación

• La Octava dispensación (La era Mesiánica) – Gobierno teocrático.

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Estas ocho dispensaciones desempeñan un papel en la historia humana en un intervalo de tiempo medido específico, es decir, un período o una era. El período de tiempo en el que vivimos ahora es entre la creación de la humanidad en Génesis 1 y el nuevo cielo y la nueva tierra de Apocalipsis 21. La dispensación en la que vivimos ahora es la era de la Iglesia, la sexta.

SCRIPTURAL ERAS

Cuando tomamos en consideración el periodo bíblico de cada era, podemos hacer las siguientes distinciones apropiadas:

• Primera: La era (Edénica) Génesis 1:26 – 3:6

• Segunda: La era (Pre-Diluvial) Génesis 4:1 – 8:14

• Tercera: La era (Post-Diluvial) Génesis 8:15 – 11:9

• Cuarta: La era (Patriarcal) Génesis 11:10 – Éxodo 18:27

• Quinta: La era (Israelí) Éxodo 18:27 – Juan 19:42

• Sexta: La era (Iglesia) Juan 20:1 – Apocalipsis 3:22

• Séptima: La era (Intervalo) Apocalipsis 4:1 – 19:21

• Octava: La era (Mesiánica) Apocalipsis 20:1 – 20:15

El Dr. A.H. Verster en teología, explica que debemos entender el tiempo como el período entre el principio y el final y se divide en ocho eras; comienza con la creación del hombre y termina con la incineración de la tierra y la inauguración de la eternidad.

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LA ERA EDÉNICA (Jardín del Edén)

• La naturaleza de esta era – El carácter de esta era se describe como inocencia: Adán no solo estaba perfectamente formado, sino que también era santo, ya que estaba en posición de comunicarse cara a cara con Dios. A pesar que Adán y Eva fueron creados con una disposición santa en la que sus variadas emociones y actos espontáneos se dirigían normalmente hacia el bien, su santidad aún no estaba establecida y aún eran susceptibles a la tentación externa. La santidad solo puede establecerse o puede llegar a la imposibilidad de ser capaz de pecar cuando se pasa la prueba prescrita. En este sentido, Dios tuvo que someterlos a una prueba.

• El propósito de esta era – En primera instancia, Adán fue nombrado administrador de la economía de Dios. Sus responsabilidades eran: el mantenimiento del jardín y no comer nada del árbol del conocimiento, en segundo lugar, debido a que existía la posibilidad que la humanidad pudiera tomar una decisión equivocada, ya que su santidad aún no era firme, era una necesidad que Dios los probara, a fin de evaluar hasta qué punto la humanidad sería fiel en obediencia a la palabra de Dios (Génesis 2:16-17).

• El final de esta era – Adam falló la prueba prescrita por su desobediencia al comer del árbol prohibido. Su situación cambió de inmediato y se convirtió en un tipo de persona diferente a la que Dios había creado. Su situación de inocencia y santidad no probada ahora cambió a la carnalidad y al pecado. Dios expulsó a Adán y Eva del jardín y puso una maldición sobre la tierra, pero no fue sin una promesa de salvación (Gn. 3:15).

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• El periodo de duración de esta era – El tiempo bíblico de la duración fue desde la creación de Adán hasta su caída y expulsión del Jardín (Gn. 1:26-3:6).

LA ERA PRE – DILIVUAL

• La naturaleza de esta era – La naturaleza de esta era se conoce como conciencia. Erich Sauer llama a esta era la autodeterminación, ya que el hombre fue responsable (Rom. 2:15) de sus propias acciones cuando Dios dirigió y guió a la humanidad a través de la voz de la conciencia. Ahora sabía la diferencia entre el bien y el mal (Gn. 2:17), pero debido al pecado, la humanidad a través del tiempo perdió en gran medida su capacidad para comprender el concepto de espiritualidad y se desensibilizó más con respecto a la espiritualidad (Rom. 8:7-8; 2 Cor. 4:4).

• El propósito de esta era – Durante este período de orientación, la humanidad fue responsable ante Dios, por medio de la motivación de su conciencia, en lo que respecta a los sacrificios de sangre prescritos a Dios para la propiciación de sus pecados (Gn. 3:21; 4:4). “Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio superior al de Caín. Por ella recibió testimonio de ser justo, pues Dios dio testimonio al aceptar sus ofrendas. Y por medio de la fe, aunque murió, habla todavía” (Hebreos 11:4). “Así que, la fe viene por el oír y el oír por la palabra de Dios” (Romanos 10:17). Esto significa que Abel había escuchado la palabra de Dios ya que su padre Adán le explicó (Gn. 3:15). Él había creído esto y trajo las ofrendas de sangre deseadas que típicamente apuntaban hacia la promesa ejemplar de Dios.

• El final de esta era – Las Escrituras solo mencionan sobre algunas personalidades como Abel, Enoc y Noé,

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que creyeron a Dios, mientras que la gran mayoría de la humanidad tuvo una relación antinatural con la carne extraña, es decir, los hijos de Dios (Gn. 6:2). Con el tiempo hubo una flagrante violencia y corrupción: “El SEÑOR vio que la maldad del hombre era mucha en la tierra, y que toda tendencia de los pensamientos de su corazón era de continuo solo al mal” (Gn. 6:5). Esto requirió que Dios destruyera a la humanidad por medio de un gran diluvio para eliminar el pecado (Gn. 6:6-7). Sin embargo, al mismo tiempo, Dios mostró misericordia hacia los justos Noé y su familia al salvarlos a través de la construcción de un Arca (Gen. 6:8).

• El periodo de duración de esta era – La revelación de esta era de la conciencia se extiende desde la caída de Adán hasta el gran diluvio, un período de aproximadamente 656 años (Gn. 4:1 - 8:14).

LA ERA POST-DILUVIAL

• La naturaleza de esta era – Dios le dio a Noé y a la humanidad después del gran diluvio nuevos complementos para guardar. El miedo y el terror serían de ahora en adelante la gran cantidad de animales (Gn. 9: 2). Ahora por primera vez se le permite comer carne al hombre. La pena de muerte también se instituyó para el hombre (Gn. 9:6). Dios se obligó a sí mismo a nunca más destruir a la humanidad y los animales con diluvio (Gn. 9:8-17). Estos cuatro hechos constituyen nuevas verdades en la revelación progresiva de Dios a la humanidad e instituyen una nueva era. La pena de muerte constituye la base y el carácter de esta era como autogobierno. Dios ahora le da al hombre el derecho a ejercer este castigo, un derecho nunca antes dado (Gn. 4:15, 23-24). Le dio al hombre autoridad para ejercer la

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función más alta del gobierno humano; el derecho a gobernar sobre los demás (Romanos 13:1-5).

• El propósito de esta era – El objetivo de Dios con la humanidad era que aumentaran, y luego se extendieran por todo el mundo con un solo idioma y luego con diferentes nacionalidades llenen la tierra con gente que adoren al único Dios verdadero (Gn. 9:1; 10:32; 11:1).

• El final de esta era – El punto de Dios sobre el aumento del pecado entre la gente se hizo realidad rápidamente:

“El SEÑOR percibió el grato olor, y dijo el SEÑOR en su corazón: “No volveré jamás a maldecir la tierra por causa del hombre, porque el instinto del corazón del hombre es malo desde su juventud. Tampoco volveré a destruir todo ser viviente, como he hecho” (Gn. 8:21).

El hombre comenzó a construir ciudades para que no se dispersaran por toda la tierra como Dios les había ordenado que hicieran. También decidieron, como imperio construir un asentamiento permanente:

“Al principio, su reino abarcaba Babel, Erec, Acad y Calne, en la tierra de Sinar” (Génesis 10:10).

“Y dijeron: “Vengan, edifiquémonos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue al cielo. Hagámonos un nombre, no sea que nos dispersemos sobre la faz de toda la tierra” (Génesis 11:4).

La autonomía era la gestión de Dios, mas la construcción del imperio es el plan del diablo para unir al mundo contra Dios.

“Pues son espíritus de demonios que hacen señales, los cuales salen a los reyes de todo el mundo habitado para congregarlos para la batalla del gran día del Dios Todopoderoso” (Apocalipsis 16:14).

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Dios confundió su lenguaje en la tierra de Sinar y así cumplió su objetivo a través del juicio (Génesis 11:9).

• El periodo de tiempo de esta era – La manifestación bíblica de esta coyuntura o era se encuentra en Génesis 8:15 - 11:9 y se extiende desde que terminó el diluvio hasta la torre de Babel, un período de casi 427 años.

LA ERA PATRIARCAL

• La naturaleza de esta era – La naturaleza particular de esta era se resume en la promesa de Dios a Abraham (Génesis capítulos 12-13, 15, 17, 22; Heb. 6:13-15; 11:8-9). En todas las épocas anteriores, el Señor trabajó directamente con la humanidad completa, en esta era, Dios eligió una familia y finalmente, una nación para él a fin de convertirlos en prueba representativa para toda la humanidad.

• El propósito de esta era – La responsabilidad y objetivo de los patriarcas era simple. Tenían que recibir la promesa de Dios y servirle. La Tierra Prometida era solamente de ellos, mientras vivieran en la tierra.

• El final de esta era – El desastre final en esta era fue cuando Jacob llevó a su pueblo a Egipto, donde poco tiempo después fueron castigados por la esclavitud. Sin embargo, el Señor misericordiosamente tuvo un libertador en Moisés que despertó tanto al pueblo que los sacó de su esclavitud y de Egipto.

• El periodo de tiempo de esta era – La manifestación bíblica de esta era se extendió desde Génesis 11:10 hasta- Éxodo 18:27, es decir, desde Abraham hasta la ley; un período de 430 años (Gal. 3:17).

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LA ERA ISRAELÍ (LA ERA DE LA LEY)

• La naturaleza de este periodo – La característica de esta era fue el manejo de Dios a Israel por medio de la ley de Moisés. La ley no era el medio para la salvación (Rom. 3:20; Gálatas 3:11), sino que era la forma prescrita en que los israelitas tenían que avanzar. Riggs escribió: La Ley era el camino en la vida pero no el camino a la vida Sal. 1:1-2; Sal. 119:32; 97; 103; 127; 163; 174).

• El propósito de esta era – La promesa fue dada a Abraham (el pacto de la circuncisión) que sus descendientes heredarían la tierra prometida. No obstante, se produjeron tantas infracciones que Dios agregó la ley al pacto para trabajar contra el pecado (Gálatas 3:19). Además, ellos se mantuvieron bajo control (custodia) por la ley, incluyendo vigilar la fe que se revelaría. Por ello, la ley era nuestra disciplina que conducía a Cristo, para que pudiéramos ser justificados por medio de la fe. (Gal. 3:23-24).

• El final de esta era – A pesar de todas las desgracias y juicios, por ejemplo, la deportación de las 10 tribus a Asiria y las 2 tribus a Babilonia, el fiasco final en esta era, fue el rechazo del Mesías por el remanente y su dispersión en todo el mundo (Lucas 21:24). A pesar de todo esto, Dios había prometido que Israel heredaría dicha Tierra, porque la ley no podía hacer que el pacto quedara sin efecto (Gálatas 3:7, 18). Esta promesa se cumplirá en el reinado milenario de paz. (Jer. 31:31-34; Heb. 8:8-13).

• El periodo de tiempo de esta era – Bíblicamente, esta era se extendió desde Éxodo 18:27 hasta Juan 20; un período de tiempo aproximado de 1600 años desde que Moisés recibiera la ley hasta la muerte de Jesús.

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LA ERA DE LA IGLESIA

• La naturaleza de esta era – La característica de esta era es la gracia (Rom. 6:4). Esto no significa que no hubo gracia en las eras anteriores, sino que la gracia es un factor que fluye como nunca antes. El ser humano es responsable aceptar el don de la justicia de Dios bajo la gracia que Él ofrece libremente (Rom. 5:15-18).

• El propósito de esta era – El propósito principal de Dios en esta era es reunir una iglesia de todos los pueblos y naciones (Hechos 15:13-15).

• El final de esta era – Las Escrituras enseñan que esta era terminará en una condición de declive espiritual (Lucas 18:8; 1 Timoteo 4:1; 2 Timoteo 3:1-5; 4:3-4).

• El periodo de tiempo de esta era – Bíblicamente, esta era se extenderá desde Juan 20 hasta Apocalipsis 3:22; este es un período desde la resurrección de Cristo de la muerte hasta la constitución de la Iglesia y el cielo.

LA ERA INTERVALO (LA GRAN TRIBULACIÓN)

• La naturaleza de esta era - Esta era será conocida principalmente por la gran tribulación bajo la autoridad del Anticristo (Mateo 24:9-28; Apocalipsis 6:1-19; 21).

• El propósito de esta era – El objetivo principal de Dios es juzgar a Israel a través de la gran tribulación (Jer. 30:4-7; Dan. 12:1) y prepararlos a ellos y a las naciones para la ocupación del reino mesiánico (Mat. 25:31-46).

• El final de esta era – El final de la gran tribulación ocurre con el regreso de Cristo a la tierra, 7 años después de la remoción de la Iglesia, cuando Él haya golpeado a las fuerzas del Anticristo, después de lo cual

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el Anticristo y el falso profeta son arrojados vivos al pozo de fuego (Apocalipsis 19:11-21).

• El periodo de tiempo de esta era – Esta es la era más corta de todas y se extiende bíblicamente desde Apocalipsis 6:1-17; 21 y dura aproximadamente 7 años (Dan. 9:27); un período de tiempo desde la aparición del Anticristo hasta el regreso de Cristo a la tierra.

EL REINO MESIÁNICO

• La naturaleza de esta era – La naturaleza de esta era es una de las reglas teocráticas. Tendrá esta forma, ya que Cristo gobernará con una vara de hierro (Salmos 2:9; Isaías 11:1, 4; Apocalipsis 19:15). La base sobre la cual se operará esta era, es que no habrá ley, ni gracia ni juicio, sino solo justicia.

• El propósito de esta era – El propósito principal de Dios es una vez más gobernar a la humanidad en general. Dios hará esto a través de Israel como cabeza de las naciones (Deuteronomio 28:13,44; Is. 60:10-15; Zac. 8:20-23) y además para permitir que el nuevo pacto se cumpla (Is. 42:6; 49:8; Jer. 31:31-34; Heb. 8:8-13).

Entonces los descendientes de Abraham se convertirán en una bendición para todas las naciones: “Y la Escritura, habiendo previsto que por la fe Dios había de justificar a los gentiles, anunció de antemano el evangelio a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones” (Gálatas 3:8). “Muchos pueblos vendrán y dirán: “Vengan, subamos al monte del SEÑOR, a la casa del Dios de Jacob, para que él nos enseñe sus caminos, y nosotros caminemos por

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sus sendas”. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra del SEÑOR” (Isaías 2:3). “Pondré en ellos una señal, y enviaré algunos de los sobrevivientes de ellos a las naciones: a Tarsis, a Fut, a Lidia (donde disparan el arco), a Tubal, a Grecia y a las costas más distantes que no han oído de mi fama ni han visto mi gloria, para que anuncien mi gloria entre las naciones” (Isaías 66:19). “Así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos: Acontecerá en aquellos días que diez hombres de las naciones de todos los idiomas se asirán del manto de un judío y le dirán: ‘¡Déjennos ir con ustedes, porque hemos oído que Dios está con ustedes!” (Zacarías 8:23). El reino del milenio será un período determinado y excepcional para las misiones, de modo que las naciones del mundo sabrán quién es el verdadero Dios como nunca antes: la predicación del Dios de Israel: “Y este evangelio del reino será predicado en todo el mundo para testimonio a todas las naciones, y luego vendrá el fin (Mateo 24:14). La profecía de Joel se cumple a plenitud: “Sucederá después de esto que derramaré mi Espíritu sobre todo mortal. Sus hijos y sus hijas profetizarán. Sus ancianos tendrán sueños; y sus jóvenes visiones” (Joel 2:28).

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Así como las de Isaías y Habacuc: “No harán daño ni destruirán en todo mi santo monte, porque la tierra estará llena del conocimiento del SEÑOR, como las aguas cubren el mar” (Isaías 11:9). “Porque la tierra estará llena del conocimiento de la gloria del SEÑOR, como las aguas cubren el mar” Todos conocerán los caminos del Señor y vagarán por ellos. (Habacuc 2:14).

• El final de esta era – Esta era, como todas las anteriores, termina en declive (Ap. 20:1-10). El fin de los mil años de paz (el reino del milenio) es también el fin de todas las épocas terrenales, así como el tiempo que conocemos.

• El periodo de tiempo de esta era – La duración bíblica de esta era es desde Apocalipsis 20:10 hasta 20:15 y dura mil (1000) años; un período de tiempo desde el regreso de Cristo a la tierra hasta la incineración de la tierra (2 Pedro 3:7-12).

Podemos considerar los siguientes aspectos interesantes respecto a las eras, como también lo demuestra Riggs:

Se encontrará que cada uno tiene una palabra clave que representa su condición moral o rasgo característico. Cada uno tiene un propósito definido en el plan de Dios, que está claramente indicado. Cada uno tiene un hombre que lo dirige... Cada uno comienza con una nueva revelación de Dios, atestigua un alejamiento gradual y una desobediencia de la revelación.

DIVISIÓN 3

LOS MISTERIOS Y EL ESTUDIOS DEL REINO

PARTE 1

EL MISTERIO

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Capítulo 19

LOS MISTERIOS DEL NUEVO

TESTAMENTO

a palabra griega usada para misterio es una traducción de la palabra musterion, que significa misterio o secreto. La referencia a esto en el Nuevo Testamento significa que lo

que se revela ahora nunca aparece en el Antiguo Testamento. Para que algo se califique como misterio del N.T. no debe mencionarse en absoluto en el A.T. Por consiguiente, un misterio solo se conoce como tal en el Nuevo Testamento.

La palabra misterio en el Nuevo Testamento significa que algo que originalmente se cerró ahora se está revelando bíblicamente y está destinado a los tiempos del N.T. En este sentido, los misterios pueden entenderse; en otras palabras: los pensamientos, secretos, los planes y las dispensaciones de Dios, previamente cubiertos y desconocidos, ahora se revelan en el Nuevo Testamento. La palabra misterio es solo una idea del Nuevo Testamento al igual que la palabra Iglesia.

LOS MISTERIOS EN EL NUEVO TESTAMENTO

Diferenciamos entre los misterios determinados y amplificados en el Nuevo Testamento de la siguiente manera:

• El misterio del reino de Dios (Mateo 13:11)

L

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• El misterio del cuerpo (La Iglesia) Efesios 3:1-12)

• El misterio de la Iglesia como la novia del Mesías (el ungido) es decir, Cristo (Efesios. 5:22-33)

• El misterio de la morada de Cristo (Col. 1:24-27)

• El misterio de la fe (1 Timoteo 3:9)

• El misterio del rapto (1 Corintios 15:51-58)

• El misterio de la divinidad (1Timoteo 3:16)

• El misterio del de las siete estrellas y los siete candelabros (Apocalipsis 1:20)

• El misterio de la dureza de Israel (Rom. 9:1 – 11:36)

• El misterio de la desobediencia (2 Tesalonisenses 2:1-10)

• El misterio de Babilonia (Apocalipsis 17:5-7)

• El misterio de Dios cumplido (completado) (Apocalipsis 10:1-7).

EL PERIODO ENTRE LAS SEMANAS SEXAGÉSIMO NOVENA Y SEPTUAGÉSIMA DE DANIEL (DAN. 9:24-27)

Hay un período oculto entre la semana 69 (la crucifixión de Cristo) y la semana 70 (la gran tribulación) en Daniel 9:24-27.

El paréntesis profético del cual los profetas del Antiguo Testamento no tenían conocimiento se revelaría en el Nuevo Testamento como la era actual de la Iglesia, también llamada "misterio del reino de los cielos". La palabra "misterio" se encuentra veintisiete veces. Veinte de estas referencias se encuentran en las Epístolas de Pablo. El término no aparece en ninguna de las demás Epístolas, pero sí aparece una vez en

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cada una de Mateo, Marcos y Lucas. Los cuatro restantes aparecen en el libro de Apocalipsis. Debemos tener en cuenta que, con algunas excepciones, el término "misterio" siempre se refiere a la Iglesia, incluso en los casos excepcionales, el término se refiere a asuntos relacionados con la Iglesia (Ap. 1:20) o lo que está en conflicto con la Iglesia ( 2 Tesalonicenses 2:7; Apocalipsis 17:5).

EL MISTERIO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

Los discípulos le preguntaron a Jesús por qué se desviaba de su estilo normal de predicación, se desviaba de allí y ahora hablaba en parábolas: “Y él, respondiendo, les dijo: Porque a ustedes se les ha concedido conocer los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no se les ha concedido“ (Mateo 13:11). “De manera que se cumplió lo dicho por medio del profeta diciendo: Abriré mi boca con parábolas; publicaré cosas que han estado ocultas desde la fundación del mundo” (Mateo 13:35).

Fue por medio de esta afirmación que el Señor dio a entender que existía algo así como un misterio en la era del Antiguo Testamento. Jesús lo llamó: Los misterios del reino de los cielos, un secreto que ahora estaba preparado para revelarse a los que creían en su predicación. Una revisión cuidadosa de las siguientes partes de las Escrituras mostrará sin duda que hay un período de misterio entre el ministerio terrenal de Cristo y la gran tribulación (la septuagésima semana de Daniel).

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• Daniel 9:24 “Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar con la transgresión, para acabar con el pecado, para expiar la iniquidad, para traer la justicia eterna, para sellar la visión y la profecía, y para ungir el lugar santísimo”

Esta porción de la Escritura muestra que hay un reino mesiánico seguro inmediatamente después del final de la semana setenta. Cristo como el ungido será crucificado al final de la semana sesenta y nueve (Dan. 9:25-26). Luego sigue el milenio inmediatamente después de la semana setenta. El período entre la semana sesenta y nueve y setenta es el período de la Iglesia. Si la semana setenta siguiera, inmediatamente después de la semana sesenta y nueve, los mil años de paz habrían comenzado 7 años después de la crucifixión de Cristo. Esto nunca sucedió. Este período entre la semana sesenta y nueve (la crucifixión de Cristo, Dan. 9:26a) y la semana setenta (la gran tribulación, Dan. 9:27) es la semana oculta que Daniel nunca vio. Este intervalo secreto, o período oculto de misterio, surge por primera vez en el Nuevo Testamento como la era de la Iglesia.

• Isaías 9:6-7 “Porque un niño nos es nacido, un hijo nos es dado, y el dominio estará sobre su hombro. Se llamará su nombre: Admirable Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su dominio y la paz no tendrán fin sobre el trono de David y sobre su reino, para afirmarlo y fortalecerlo con derecho y con justicia, desde ahora y para siempre. El celo del SEÑOR de los Ejércitos hará esto”.

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En el mismo contexto en el que se muestra el nacimiento de Cristo, el profeta Isaías nos dice que Cristo se sentará en el trono de David. Aquí vemos que el milenio sigue después del nacimiento de Cristo, por ende, el reino mesiánico de paz. Esto no sucedió. La era de la Iglesia actual comenzó con la venida de Cristo y terminará antes de la venida del reino mesiánico.

• Isaías 11:1-9 “Un retoño brotará del tronco de Isaí, y un vástago de sus raíces dará fruto. Sobre él reposará el Espíritu del SEÑOR: espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de conocimiento y de temor del SEÑOR. Él se deleitará en el temor del SEÑOR. No juzgará por lo que vean sus ojos ni arbitrará por lo que oigan sus oídos; sino que juzgará con justicia a los pobres, y con equidad arbitrará a favor de los afligidos de la tierra. Golpeará la tierra con la vara de su boca, y con el aliento de sus labios dará muerte al impío. La justicia será el cinturón de sus lomos, y la fidelidad lo será de su cintura. Entonces el lobo habitará con el cordero, y el leopardo se recostará con el cabrito. El ternero y el cachorro del león crecerán juntos, y un niño pequeño los conducirá. La vaca y la osa pacerán, y sus crías se recostarán juntas. El león comerá paja como el buey. Un niño de pecho jugará sobre el agujero de la cobra, y el recién destetado extenderá su mano sobre el escondrijo de la víbora. No harán daño ni destruirán en todo mi santo monte, porque la tierra estará llena del conocimiento del SEÑOR, como las aguas cubren el mar“.

Está claro que el profeta pronosticó el nacimiento de Cristo. Un retoño brotará del tronco de Isaí, y un vástago de sus raíces dará fruto, pero de inmediato nos llevará al reino de la paz de los mil años, cuando el lobo también habitará con el cordero, el leopardo se acostará con la cabra joven. El profeta no ve la inserción de la era de la Iglesia. Aquí tenemos la era entre el

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nacimiento de Cristo y el milenio como el misterio al que se refería Cristo en Mateo 13:11. También consideramos lo que Isaías y Lucas dicen:

• Isaías 61:1-3 “El Espíritu del SEÑOR Dios está sobre mí, porque me ha ungido el SEÑOR. Me ha enviado para anunciar las buenas nuevas a los pobres, para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar libertad a los cautivos y a los prisioneros apertura de cárcel, para proclamar el año de la buena voluntad del SEÑOR y el día de la venganza de nuestro Dios, para consolar a todos los que están de duelo, para proveer a los que están de duelo por Sion y para darles diadema en lugar de ceniza, aceite de regocijo en lugar de luto y manto de alabanza en lugar de espíritu desalentado. Ellos serán llamados robles de justicia, plantío del SEÑOR, para manifestar su gloria”.

• Lucas 4:18-21 ”El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado para proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos y para proclamar el año agradable del Señor. Después de enrollar el libro y devolverlo al ayudante, se sentó y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. Entonces comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura en los oídos de ustedes”.

Parece que Jesús separó a propósito estos eventos entre sí como dos períodos de tiempo proféticos distintos que no deben ser acoplados. En otras palabras, entre "el año aceptable del Señor" y "el día de la ira de nuestro Dios" tenemos una brecha entre las profecías que estaban ocultas a los profetas del Antiguo Testamento. El día de la ira de nuestro Dios señala

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a la gran tribulación y la parte restante del capítulo describe la restauración de los judíos como una nación en el reino mesiánico, que sigue cronológicamente después de la gran tribulación. El Nuevo Testamento revela que el rapto de la Iglesia está antes de la gran tribulación (2 Tes. 2:6-8). En consecuencia, esta brecha o misterio profético no es más que una referencia a la era actual de la Iglesia como la conocemos.

EL MISTERIO REVELADO EN EL NUEVO TESTAMENTO

Jesucristo se refirió a esto en Mateo 13:11 y Mateo 16:18, aunque solamente fue revelado después de la crucifixión y su resurrección de entre los muertos. Sólo entonces se reveló plenamente en el Nuevo Testamento.

• Efesios 1:20-23

“Dios la ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo hizo sentar a su diestra en los lugares celestiales, por encima de todo principado, autoridad, poder, señorío y todo nombre que sea nombrado, no solo en esta edad sino también en la venidera. Aun todas las cosas las sometió Dios bajo sus pies y lo puso a él por cabeza sobre todas las cosas para la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que todo lo llena en todo”.

• Colosenses 1: 24-27 “Ahora me gozo en lo que padezco por ustedes, y completo en mi propia carne lo que falta de las tribulaciones de Cristo a favor de su cuerpo, que es la iglesia. De ella llegué a ser ministro según el oficio divino que Dios me dio a favor de ustedes, para dar pleno cumplimiento a la palabra de Dios: el misterio de Dios que había estado oculto desde los siglos y las

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generaciones, pero que ahora ha sido revelado a sus santos. A estos, Dios ha querido dar a conocer cuáles son las riquezas de la gloria de este misterio entre las naciones, el cual es: Cristo en ustedes, la esperanza de Gloria”.

• Romanos 16:25-27 “Y al que puede hacerles firmes según mi evangelio y la predicación de Jesucristo, y según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos pero que ha sido manifestado ahora y que, por medio de las Escrituras proféticas y según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las naciones para la obediencia de la fe, al único sabio Dios, sea la gloria mediante Jesucristo para siempre. Amén”.

• Efesios 3:1-11 “Por esta razón yo, Pablo, prisionero de Cristo Jesús a favor de ustedes los gentiles...Sin duda han oído de la administración de la gracia de Dios que me ha sido conferida en el beneficio de ustedes. Por revelación me fue dado a conocer este misterio, como antes lo he escrito brevemente. Por tanto, leyéndolo, podrán entender cuál es mi comprensión en el misterio de Cristo. En otras generaciones no se dio a conocer este misterio a los hijos de los hombres, como ha sido revelado ahora a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu, es decir: que en Cristo Jesús los gentiles son coherederos, incorporados en el mismo cuerpo y copartícipes de la promesa por medio del evangelio. De este llegué a ser ministro, conforme a la dádiva de la gracia de Dios que me ha sido conferida, según la acción de su poder. A mí, que soy menos que el menor de todos los santos, me ha sido conferida esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo y para aclarar a todos cuál es la administración del misterio que desde la eternidad había estado escondido en Dios, quien creó

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todas las cosas. Todo esto es para que ahora sea dada a conocer, por medio de la iglesia, la multiforme sabiduría de Dios a los principados y las autoridades en los lugares celestiales conforme al propósito eterno que realizó en Cristo Jesús, nuestro Señor”.

ESCRITURAS CLAVES Y OBSERVACIONES RESPECTO A

LAS REVELACIONES DEL NUEVO TESTAMENTO

• Mateo 13:11,35

• Romanos 16:25-26

• 1 Corintios 2:7

• Efesios 3:3-6

• Efesios 3:9

• Colosenses 1:26

De los pasajes Bíblicos anteriores podemos hacer las siguientes observaciones:

Uno: Durante la escritura del Nuevo Testamento, los misterios ya se habían conocido, pero no se habían revelado en el tiempo del Antiguo Testamento.

Dos: El misterio se revela específicamente a los apóstoles y profetas del Nuevo Testamento. Tuvieron que establecer los cimientos de la Iglesia (Efesios 3:19-24). Ellos tuvieron que escribir estas revelaciones de Jesucristo en el Nuevo Testamento (Ef. 3:1-10) reveladas por él por primera vez en Mateo 16:18. Esta fue la razón y el objetivo de los dos dones Apóstoles y Profetas (Efesios 4:11).

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Tres: Este misterio que ahora se revela debe ser comprendido por todos los creyentes con de la ayuda del Espíritu Santo (1 Cor. 2:7-14).

Cuatro: La palabra "misterio" en el Nuevo Testamento no se usa de manera aleatoria o arbitraria, sino que es un término cuidadosamente elegido que es importante para la exégesis y la aclaración de las Escrituras. A la luz de la teología sistemática, toca especialmente la eclesiología (el estudio de la Iglesia) y la escatología (el estudio de los últimos tiempos), ya que todos los misterios tienen una referencia directa o indirecta a la Iglesia.

Cinco: El orden de la revelación del misterio está en dos etapas:

• Jesucristo fue el primero en revelar que existía un misterio (Mateo 13:11; Mateo 16:18). Por ello tenemos las parábolas del reino de los cielos (Mateo 13:34-35).

• La revelación total del misterio se vería afectada por los apóstoles y profetas del Nuevo Testamento. (Romanos 16:25-26; Efesios 3:3; 5).

Fue por esta razón que tomó solo una generación para escribir el Nuevo Testamento, mientras que para escribir el Antiguo Testamento tomó 1500 - 1600 años. El Nuevo Testamento se completó cuando el último de los apóstoles, Juan, había muerto, y por ende también la finalización de la revelación de los misterios.

Seis: Pablo tuvo la tremenda responsabilidad de ser el elegido especialmente del Señor Jesucristo para dar a conocer el misterio con gran detalle (1 Corintios 4:1; Efesios 3:3, 4, 8-9; 6:19-20; Colosenses 1:25-27; 4:3-4).

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EL USO DEL TÉRMINO “MYSTERIO”

Con respecto al uso de esta palabra, existen básicamente tres categorías:

• La primera es la forma en que se usa la palabra. "Misterio" se usa para revelar el plan divino para describir al Mesías (Jesucristo). Incluye cosas tales como el misterio del reino de los cielos, el papel de los gentiles; y la Iglesia (Mateo 13:11; Rom. 11:25-32).

• El segundo es donde dos veces vemos secretos revelados a los creyentes fieles (1 Cor. 13:2; 14:2).

• El tercero es donde encontramos significados ocultos o cubiertos en símbolos y tipología. Algunos ejemplos son las siete estrellas y los siete candeleros (Apocalipsis 1:20), y el misterio de Babilonia (Ap. 17:5, 7). Era un misterio porque el significado tipológico estaba cubierto u oculto en símbolos específicos.

OPOSICÓN CONTRA EL MYSTERIO

En el momento de la primera revelación de los misterios de Jesús en Mateo 13, al mismo tiempo dejó en claro que Satanás se oponía al reino (versículos 3-7; 18-22; 24-30; 36-42). En 1 Corintios 2:6-8; Efesios 6:19-20 y Colosenses 4:3-4. Pablo declaró que había oposición contra él proclamando el misterio. En Apocalipsis 17:5-7 vemos el misterio de Babilonia (el falso sistema religioso), el cual sabemos que es la oposición de Satanás al verdadero misterio de Dios (Ap. 10:7).

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REFERENCIAS BÍBLICAS DEL MYSTERIO

Adicionalmente vemos pasajes bíblicos alusivos al misterio en las siguientes referencias de las Escrituras del Nuevo Testamento:

• En los Evangelios: Mateo 13:11; Marcos 4:11; Lucas 8:10.

• En la Epístolas de Pablo: Romanos 11:25; 16:25-27; 1 Corintios. 2:7; 4:1; 13:2; 14:2; 15:51; Efesios 1:9; 3:1-12; 5:32; 6:19-20; Colosenses 1:26-27; 2:2-3; 4:3; 2 Tesalonisenses 2:7; 1 Timoteo 3:9; 16.

• En el libro de Apocalipsis escrito por el apóstol Juan: Ap. 1:20; 10:7; 17:5, 7.

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Capítulo 20

COMPRENDIENDO LOS

MISTERIOS

cómo llegamos a un entendimiento práctico de estas revelaciones del Nuevo Testamento de los misterios que se nos dieron a conocer en el Antiguo Testamento?

Cuando Jesús habló sobre los misterios en Mateo 13:10-17, dejó en claro que los misterios (la verdad del reino) no debían darse a los impíos, sino a los salvos, los que están preparados para escuchar y entender. En 1 Corintios 2:6; 3:3, Pablo describe cuatro grupos de personas en relación con el misterio:

• La persona natural: Estas son las personas no salvas. No saben nada sobre el misterio (2: 7-8), y no tienen la capacidad de entender el misterio (2:14).

• Los bebés en Cristo: Estos son los nuevos salvos en Cristo que están aún siendo alimentados con la leche de espiritual de la palabra de Dios (3:1).

• El creyente carnal: Estos son creyentes que tienen la capacidad o deberían tenerla, pero carecen de madurez espiritual debido a la falta de motivación o deseo de alimento espiritual para adultos (3:1-3).

• La persona espiritual: Ellos entienden el misterio. Estudian la palabra de Dios y entienden el plan de Dios para esta dispensación o edad (2:11-13; 15-16).

¿

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¿Qué debemos hacer nosotros como personas espirituales para entender? Las Escrituras nos hablan de los misterios, por consiguiente debemos prestar atención a la palabra escrita.

• 1 Corintios 4:6 – Pablo advierte a la Iglesia que no persiga las cosas atractivas a los ojos o carnales, ni que vaya más allá de lo que está escrito (la palabra escrita).

Las personas impías y los engañadores aumentarán, al igual que aquellos que son seducidos y estafados. Para evitar todo esto, debemos permanecer en las Escrituras, la palabra escrita de Dios (2 Tim. 3: 14-17). Debemos seguir enseñando y predicando la palabra (2 Timoteo 4:1-2). Esto servirá como elemento disuasorio para las falsas enseñanzas (2 Timoteo 4:3-4).

Los creyentes que se apartan de la enseñanza de la Biblia y persiguen experiencias, serán engañados y defraudados. La manera de llegar a una comprensión sólida de los misterios es buscar a través de la sana enseñanza y la doctrina en la palabra, y así llegar a la comprensión correcta del plan de Dios en Cristo como se da a conocer en las Escrituras del Nuevo Testamento.

RESUMEN DEL CONTENIDO DEL MISTERIO

La palabra misterio se usa en los Evangelios, en las Epístolas de Pablo y en el libro de Apocalipsis.

LOS EVANGELIOS

• Mateo 13:11 – El misterio el reino de los cielos

• Marcos 4:11 – El misterio del reino de Dios

• Lucas 8:10 – El misterio del reino de Dios

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Como se expresa en las tres Escrituras anteriores, el reino en su forma actual se describe en parábolas como existiendo junto con el mal. Estas Escrituras también enfatizan la incapacidad de los no creyentes para entender o comprender las comparaciones en forma parabólica.

LAS EPÍSTOLAS DE PABLO

Al leer las Escrituras relevantes, podemos resumir el uso del apóstol Pablo de la palabra "misterio" de la siguiente manera:

• Romanos 16:25-27. El misterio revela el plan de Dios para llevar a todas las naciones a obedecer la fe.

• 1 Corintios 2:7. La sabiduría de Dios es un misterio en contraste a la sabiduría mundana que no puede explicar el misterio de Dios (1 Cor. 1:18 – 3:9).

• 1 Corintios 4: 1. Pablo es un servidor y administrador del misterio que la Iglesia de Corinto debe tomar en serio.

• 1 Corintios 13: 2. Incluso si fuera posible conocer todos los secretos (misterios), no significaría nada si no se revela o se proclama en el amor.

• 1 Corintios 14: 2. Las lenguas sin interpretación son un misterio para el hablante ya que no sabe lo que está diciendo, no obstante, habla cosas que no se revelan.

• 1 Corintios 15:51. El misterio en cuanto a la glorificación de nuestros cuerpos ocurrirá en el momento del rapto.

• Efesios 3:1-13. El misterio (leemos en los versículos 3-4, 9) es que los gentiles creyentes son compañeros herederos en el cuerpo de Cristo, y ahora se está

154

dando a conocer a través de la Iglesia. Los creyentes judíos y gentiles ahora son un cuerpo en Cristo.

• Efesios 5:32. La Iglesia y Cristo, la novia y el Novio son parte del misterio, porque la unidad del hombre y la mujer es paralela a la unidad entre Cristo y la novia (Iglesia). Véase Génesis 2:24.

• Efesios 6:19-20. Pablo habla sobre el misterio del Evangelio y su predicación del evangelio está relacionada con su proclamación del misterio en sí que ahora debe darse a conocer.

• Colosenses 1: 26-27. La palabra "misterio" se usa dos veces, para enfocarnos en Cristo mismo, y Cristo entre nosotros que es la esperanza de gloria. El misterio es Cristo viviendo en cada creyente.

• Colosenses 2:2-3 habla sobre el misterio de Dios y de Cristo, porque el Mesías era el misterio de Dios.

• Colosenses 4:3. El misterio incluía al Mesías (Cristo) y la Iglesia. Esto es lo que hay que proclamar y debido a esto, Pablo está encadenado.

• 2 Tesalonicenses 2: 7. Aquí se debate el misterio de la injusticia. La obra del diablo es dar a luz a aquel hombre de pecado (el Anticristo).

• 1 Timoteo 3:9 habla del misterio de la fe, porque este misterio es el objeto de esa fe que está oculta a los incrédulos y a los impíos.

• 1 Timoteo 3:16. Pablo habla del misterio de la justicia que también está oculto a las personas sin Dios, porque el misterio es Cristo nuestra justicia.

155

EL LIBRO DE APOCALIPSIS

En el libro de Apocalipsis, la palabra se usa tres veces en Escrituras separadas.

• Apocalipsis 1:20 el apóstol Juan comparte con nosotros el misterio de las siete estrellas y los siete candeleros. Las siete estrellas son los siete ángeles representados por los siete candelabros.

• Apocalipsis 10:7 el tema de discusión es el misterio de Dios que se cumplirá con la voz del séptimo ángel cuando suene su trompeta (Apocalipsis 11:15).

• Apocalipsis 17: 5-7: aquí leemos la palabra "misterio" dos veces:

o El misterio de la Gran Babilonia; y

o El sistema de adoración falsa durante los días de la gran tribulación, y su juicio es el tema en discusión.

PARTE 2

EL MISTERIO CONCERNIENTE AL

REINON DE LA IGLESIA

159

Capítulo 21

EL MISTERIO DEL REINO

anto el Antiguo como el Nuevo Testamento hablan del reino de Dios. El significado básico del reino de Dios es "el dominio de Dios". Es la esfera del dominio soberano de

Dios. Él tiene el derecho de gobernar. Existe la esfera del reino de Dios, la realidad de tal reino y el dominio donde gobierna su poder y autoridad.

En los evangelios, la terminología "reino de los cielos" y el reino de Dios se usan como sinónimos (compare con Mateo 4:17 y Marcos 1:15; Mateo 8:11 y Lucas 13:28; Mateo 13:11 y Marcos 4:11). Debido a que el evangelio de Mateo está dirigido principalmente a los judíos, él no solía usar la fórmula "reino de Dios". Por consiguiente, Mateo usó principalmente "cielo" en lugar de "Dios", por lo tanto "reino de los cielos".

Reconocemos cinco facetas diferentes del reino en la Biblia. Cuatro de ellas ya son conocidos en el Antiguo Testamento; La quinta faceta se da a conocer por primera vez en el Nuevo Testamento.

EL REINO ETERNO O UNIVERSAL

El significado básico de "El Reino Universal" es el control soberano de Dios sobre la creación presente. Las cosas surgen a través de la voluntad directa de Dios, a veces a través de su voluntad permisiva, pero nada sucede fuera del control de Dios.

T

160

Las Escrituras hablan del control eterno y soberano de Dios sobre toda su creación.

• “Tuyos son, oh SEÑOR, la grandeza, el poder, la gloria, el esplendor y la majestad; …y en tu mano está la facultad de engrandecer y de fortalecer a todos” (1 Crónicas. 29:11-12)

• “¡El SEÑOR es Rey para siempre!...” (Sal. 10:16).

• “El SEÑOR se sentó ante el diluvio; el SEÑOR se sentó como rey para siempre” (Salmos 29:10).

• “Sin embargo, Dios es mi Rey desde los tiempos antiguos” (Salmos 74:12).

• “No entregues a las fieras la vida de tu tórtola; no olvides para siempre la congregación de tus pobres" (Salmos 103:19).

• “Pero el SEÑOR es el verdadero Dios; él es el Dios vivo y el Rey eterno…” (Jeremías 10:10)

• …que lo da a quien quiere y que constituye sobre él al más humilde de los hombres” (Dan. 4:17).

EL REINO ESPIRITUAL

La segunda faceta del reino es el espiritual; esto se refiere al control de Dios sobre el corazón del creyente, el reino espiritual es la asamblea de todos los creyentes, solo los creyentes. A lo largo de la historia humana, la entrada en el reino espiritual solo sucede mediante el nacimiento del Espíritu Santo. En la dispensación actual, que se extiende desde Juan 20 hasta el rapto, el reino espiritual y la Iglesia (ecclesia) son sinónimos. Sin embargo, el reino espiritual existió antes que naciera la Iglesia, y seguirá existiendo después que la Iglesia sea raptada.

161

En este sentido, el reino espiritual incluye a todos los creyentes del Antiguo Testamento y todos aquellos que existirán después del rapto.

Algunas escrituras, que muestran el reino espiritual, se dan a continuación:

• “Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas” (Mateo 6:33).

• …De cierto les digo que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos“ (Mateo 19:23).

• “....que a un rico entrar en el reino de Dios” (Mateo 19:24).

• “…no puede entrar en el reino de Dios” (Juan 3:5).

• “Pero cuando creyeron a Felipe mientras anunciaba el evangelio del reino de Dios…” (Hechos 8:12).

• “…que son colaboradores conmigo en el reino de

Dios...” (Col. 4:11).

• “…que los llama a su propio reino y gloria” (1 Tes. 2:12).

El reino espiritual está formado por todos los creyentes desde Adán hasta la última persona salvada al final del reino mesiánico (el reinado de mil años de paz - milenio).

EL REINO TEOCRÁTICO

La tercera faceta del reino la llamamos el reino teocrático, porque se refiere al dominio de Dios sobre Israel. Este reino comenzó en el Monte Sinaí cuando el pueblo de Israel entró en una nueva relación con Dios al recibir la ley

162

como su pacto con Dios. La ley de Moisés servía como la constitución del reino teocrático. Distinguimos dos fases claras en este reino teocrático del Antiguo Testamento.

La primera fase – el período es de Moisés a Samuel. Dios gobierna por medio de Moisés, Josué y los jueces, el último juez es Samuel. La segunda fase: el período es del rey David a Sedequías, el último rey cuando los babilonios destruyeron la ciudad y el templo en el año 586 a.C. El reino teocrático llegó a su fin y comenzó el "tiempo de los gentiles".

Las Escrituras referentes al reino teocrático comenzaron con Éxodo 19 y terminan con 2 Crónicas 36. Estas Escrituras cubren el período histórico del reino teocrático en la vida del pueblo de Israel.

EL REINO MESIÁNICO

Este reino de mil años de paz es la cuarta faceta en los estudios del reino. El significado de esto es que se establecerá un reino terrenal, literal y político en esta tierra. Es un reino mesiánico porque el Mesías (Jesucristo) personalmente gobernará el reino y durará mil años. Este reino, que está enraizado en el pacto davídico, es uno de los temas principales de las profecías del Antiguo Testamento.

Este es el reino que Juan el Bautista proclamó como un reino cercano (Mateo 3:1-2). Jesucristo ofreció este reino a Israel; Los líderes judíos rechazaron tal oferta (Mateo 12). En consecuencia, esta oferta fue retirada de esa generación. Desde un punto de vista humanista, el reino mesiánico se pospuso, pero desde una perspectiva divina, todo esto era parte del plan

163

de Dios. Este reino será ofrecido una vez más a los judíos durante los días de la gran tribulación; ellos lo aceptaran Entonces se establecerá el reino mesiánico.

EL MISTERIO DEL REINO DE LOS CIELOS

Esta quinta faceta del reino es la única de las cinco que no se reveló en el Antiguo Testamento; fue revelado por primera vez en el Nuevo Testamento como un misterio. El anuncio del reino de los cielos se produjo como resultado del rechazo judío de Cristo como el Mesías. Por consiguiente, Jesús detuvo la oferta del reino mesiánico. La nación fue probada en lugares especiales, lugares como Capernaum, Betsaida, etc. (Mateo 11:20-24) donde el Rey rechazado se convirtió en Aquel que rechazó.

Los misterios del reino de los cielos se revelaron en las parábolas de Mateo 13. Este reino comenzó con el rechazo de Jesucristo como el Mesías (Mateo 12-13) y termina con la aceptación de Jesús como el Mesías por Israel al final de la tribulación de siete años (Mateo 24-25; Zacarías 12). Este reino que se ocultó incluye el período desde Mateo 13 hasta Juan 20, incluida toda la Era de la Iglesia (Juan 20 hasta Apocalipsis 19), así como la gran tribulación (Apocalipsis capítulos 6 al 19. En consecuencia, un creyente de la era de la Iglesia está en el reino espiritual de Dios y en el reino de los cielos en misterio.

La palabra cristiano se refiere a la comunidad de personas o naciones que profesan el cristianismo (Diccionario Conciso Penguin). Esto cubre a todos aquellos que son ortodoxos, falsamente adoctrinados, evangélicos o protestantes, de manera correcta o incorrecta.

164

El reino de los cielos en su forma o estatura actual se expresa en el término cristianismo. Este término es el más descriptivo de la naturaleza y esencia de la forma del reino que ahora aparece. Es por esa razón que encontramos en las parábolas de Mateo 13 salvos y no salvos, creyentes e incrédulos, la buena semilla y las malas hierbas juntas, como co-iguales, porque el reino está en la forma de un misterio. Esta dispensación actual del cristianismo, o reino de los cielos en misterio, es entonces característica de cómo es el reino ahora. Estar en la esfera cristiana no significa que uno sea salvo. El creyente genuino es alguien que ha nacido de nuevo y ha entrado en el reino espiritual y ha experimentado la salvación. Entonces, la esfera actual del cristianismo es el reino de los cielos, el misterio. El reino continuará de esta manera hasta el regreso de Jesucristo.

Los misterios del reino de los cielos deben diferenciarse de las otras cuatro facetas del reino, porque:

• El reino en misterio no es lo mismo que el reino universal o eterno. El reino en el misterio está limitado en el tiempo, mas no así el reino universal.

• El reino en misterio no es lo mismo que el reino espiritual, ya que incluye tanto a los creyentes como a los incrédulos, el cual no es así en el caso del reino espiritual.

• El reino en misterio no es lo mismo que el reino teocrático, porque no incluye el control de Dios sobre Israel.

• El reino en misterio no es lo mismo que el reino mesiánico, porque Jesús no gobierna este reino en misterio desde Jerusalén.

165

• El reino en misterio no es lo mismo que la Iglesia. La Iglesia está dentro del reino en misterio, ya que este último tiene creyentes en él; la Iglesia es el grano, e incluye el tesoro y la perla (ver la parábola en Mateo 13), pero no es el total previsto por Dios.

Por lo tanto, la Iglesia es una parte o una característica del reino en misterio, y también lo es el reino espiritual, pero ambos no forman una totalidad del reino en misterio.

El problema de los profetas de la antigüedad era que no podían arrojar ninguna luz sobre el período de tiempo entre el rechazo del Rey y su regreso. Los misterios (secretos) del reino de los cielos ofrecen una respuesta (Mateo 13). Jesucristo, más adelante en Mateo 16, revelaría otro secreto o misterio del propósito de Dios. Yo edificaré mi iglesia y las puertas de los hades no prevalecerán contra ella.

167

Capítulo 22

EL REY Y SU REINO RECHAZADO

a introducción y presentación del Rey y su Reino al pueblo por

medio de la predicación del evangelio del reino fue rechazada por

la mayoría. Una vista más cercana del tema de Mateo también

muestra tres divisiones claramente discernibles. Primero está la

presentación e introducción de Jesús como el Mesías, luego tenemos la

oposición de los fariseos y los escribas, y en tercer lugar tenemos el

rechazo final de Cristo y su reino.

PRIMERO: LA PRESENTACIÓN Y CONFIRMACIÓN DEL REY

Esta primera división del evangelio de Mateo, es decir, la presentación

y confirmación de Jesús como Rey, cubre los capítulos 1:1-11:1, que se

pueden dividir en tres subdivisiones.

LA PRESENTACIÓN DEL REY (Mateo 1:1-4:11)

Mateo comienza su presentación de Jesús al pueblo con:

• Su venida a la tierra (Mateo 1:1-2:23). Bajo este epígrafe él se

ocupa de:

L

168

o El descenso de Cristo a la carne, para probar su derecho

al trono (Mateo 1:1-17).

o El nacimiento del Señor Jesús, para mostrar por el

nacimiento virginal que Él tenía derecho legal al trono

(Mateo 1:18-23).

o El Nombre del Señor Jesús y con ello para conectarlo con

Josué como el Salvador de su pueblo (Mateo 1:24-25).

o El Señor Jesús siendo honrado por los reyes magos del

Oriente como el Rey de los judíos (Mateo 2:1-12).

o La estancia del Señor Jesús en Egipto debido a la

hostilidad de Herodes (Mateo 2:13-23).

• La presentación del Embajador del Rey (Mateo 3:1-12). Con

esto, Mateo muestra que las escrituras proféticas en Malaquías

3:1 se cumplieron. La venida de Jesús a la tierra y la venida de

su precursor, Juan el Bautista que fue después de la aprobación

del Rey.

• La aprobación del Rey (Mateo 3:13-4:11). Bajo esta sección,

Mateo registra:

o El testimonio del bautismo de Jesús donde Dios lo

separó y lo ungió como el Mesías (Mateo 3:13-17).

o La victoria del Señor Jesús sobre Satanás, confirmando

su derecho espiritual de gobernar (Mateo 4:1-11).

169

LA PROCLAMACIÓN DEL REY (Mateo 4:12-7:29)

En el capítulo 4:12-25, Jesús comienza su ministerio público con el

mismo mensaje que el de Juan el Bautista (Mateo 3:1-2; 4:17). A

diferencia del caso de Juan, la predicación de Jesús fue acompañada

por milagros. Los milagros tenían que servir como evidencia de fe a los

judíos de que Jesús es el Mesías esperado.

Inmediatamente después de Su presentación del reino como cercano y

la confirmación de Su reinado como Rey, comienza a explicar los

principios del reino de los cielos en su sermón en el monte (Mateo 5:1-

7:29). Scofield llamó al Sermón del Monte también como la constitución

del reino de los cielos. En consecuencia, la predicación en el monte no

se puede ver o interpretar por separado del reino de los cielos. No

significa que no se pueda aplicar espiritualmente a la dispensación de

la iglesia. Inteendeel, Toda la Escritura…y es útil para la enseñanza,

para la reprensión, para la corrección, para la instrucción en justicia (2

Timoteo 3:16). Además, Pablo nos dice que las acciones de Dios con

Israel en el desierto también nos sirven como ejemplos en el Nuevo

Testamento para no hacer lo que hicieron para que no caigamos en el

mismo juicio que caen ellos (1 Cor.10:1-6).

LA AUTORIDAD DEL REY (Mateo 8:1-11:1-19)

Estos capítulos contienen el argumento de Jesús sobre su autoridad

como el Mesías y la confirmación de su crédito como Señor sobre los

espíritus malignos (Mateo 8:16, 28-34; 9:31-34); enfermedad (Mateo

8:1, 5-13, 14-17; 9:1-8, 27-31); muerte (Mateo 9:18-26); naturaleza

(Mateo 8:23-27; y el hombre (Mateo 8:18-22; 9:9-13; 10:1-42). La

delegación de autoridad a sus discípulos es la prueba final de su

170

privilegio mesiánico porque solo una persona con dominio puede

transmitir esa autoridad a otros.

SEGUNDO: LA OPOSICIÓN HACIA EL REY (MATEO 11:20-24)

La segunda división del Evangelio de Mateo (Mateo 11:2-30) está

dedicada a la actitud de Jesús hacia la oposición de los fariseos y

escribas. En el capítulo once encontramos indicios definidos de un

cambio en el procedimiento de la predicación de Jesús, debido a la

actitud adoptada por los fariseos.

En los primeros quince versos, el Señor Jesús muestra a la oposición

que si están dispuestos a recibirlo (versículo 14), es decir, el reino de los

cielos (versículos 11 y 12), entonces Juan habría sido el esperado

profeta Elías. En otras palabras, la profecía del Antiguo Testamento de

Malaquías 4:5-6, que predijo la conversión de la gente a través de Elías,

se habría cumplido. Pero en cambio, el Señor Jesús les recuerda que no

lo aceptaron (versículos 20-24). Los pronunciamientos de Jesús son sin

duda, el flujo de su oposición y hostilidad hacia Él. Sin embargo, a pesar

de su oposición, Jesús mantiene una última invitación y llena de gracias

a los niños (versículos 25-30).

TERCERO: EL RECHAZO FINAL DEL REY (MATEO 12:1-42)

En Mateo 12:1-21 tenemos una descripción de la confrontación de

Jesús con los fariseos en el día de reposo, que resultó en la separación

final de sí mismo de los judíos. Su primer choque con los fariseos fue en

los campos de grano (versículos 1 y 2), donde les mostró que las

necesidades físicas del hombre, por ejemplo el hambre, son mayores

que el sábado (versículos 3 y 4); que la adoración y el servicio a Dios

deben ser preferibles a todas las reglas y regulaciones del sábado (v. 5);

171

y que Él también es el Señor del sábado (versículos 6-8). En otras

palabras, Él es Dios, y por eso puede usarlo para servir al hombre en su

angustia, incluso si eso significaba romper todas sus reglas y

regulaciones tradicionales, e incluso si parecía que había roto los

preceptos externos de la ley. Si los sacerdotes pueden hacerlo para

poder cumplir con el deber requerido en el templo, cuanto más podrá

hacerlo como el Señor del sábado quien lo instituyó. El sábado es solo

una provisión divina a través de la cual el hombre puede ser renovado

espiritual y físicamente. El sábado debe servir al hombre, y no debe

atar, cargar o esclavizar. Por lo tanto el sábado fue hecho para el

hombre, y no el hombre para el sábado (Marcos 2:27).

El Señor Jesús no solo reprendió a los fariseos porque consideraron el

ritual más que al ser, sino porque hicieron a las personas esclavos de la

ley por sus muchas añadiduras y regulaciones adicionales. En lugar de

mostrar misericordia y usar la ley para servir a las personas,

condenaron a inocentes por su propia ignorancia de las Escrituras.

Aún en el mismo sábado, ocurrió un segundo enfrentamiento entre

Jesús y los fariseos (versículo 9). Cuando Jesús vino a la sinagoga, los

fariseos también estaban allí. Inmediatamente confrontan al Maestro

acerca de un hombre con una mano seca y le preguntan: ¿Es lícito sanar

en sábado? – para poder acusarlo (versículo 10).

Los fariseos no estaban tan preocupados por el hombre y su bienestar,

sino por el cumplimiento de sus propias reglas y regulaciones; Sus

propias adiciones e interpretaciones de la ley. William Barckley dice que

incluso en aquel tiempo, solo se puede usar un tratamiento que pueda

prevenir el deterioro de la condición del paciente. El tratamiento no

debe ser de naturaleza curativa. Por ejemplo, una herida solo se puede

cubrir con un apósito limpio sin la administración de ningún

172

medicamento. En este caso, no había duda que la vida del hombre no

corría ningún riesgo y no podía haber empeorado. Ante la insistencia

de la pregunta de los fariseos, Jesús sabía que, de acuerdo con sus leyes

y tradiciones, no podía curar a este hombre. En otras palabras, ahora

Jesús fue colocado en una posición comprometedora por sus enemigos

en una situación en la que tuvo que, ya sea reconocer sus tradiciones

o defender la verdadera naturaleza del sábado para el cual fue el

propósito de Dios.

La reacción de Jesús ante esta delicada situación es significativa. No

solo reclama su autoridad sobre el sábado, sino que también afirma que

el hombre es su propiedad. Este hombre le pertenece, y Él está aquí

para salvar su propiedad, como el dueño de una oveja lo salvará

(versículo 11). En consecuencia, sus antagonistas deben observar muy

bien que la función principal del sábado es servir al hombre. Jesús usa

su propiedad del hombre para sanarlo. No hay tiempo tan sagrado que

no pueda o deba usarse para ayudar a un ser humano necesitado: …De

manera que es lícito hacer bien en sábado. Entonces dijo a aquel

hombre: Extiende tu mano. Él la extendió, y su mano fue restaurada

sana como la otra (Mateo 12:12-13).

Ante esto, los fariseos salieron de la sinagoga para aconsejar juntos

sobre cómo podrían destruirlo (versículo 14). Jesús al romper la ley judía

tradicional del sábado, se produjo entre Jesús y los judíos la ruptura

final. Todo esto debido a que el sábado era la señal del favor de Dios

hacia Israel; fue la señal de la relación especial de Dios con Israel (Isaías

20: 12-20). Según Campbell Morgan, el sábado fue el símbolo más

sagrado del carácter y la esencia del judaísmo; de todas las naciones, el

sábado era un día peculiar para los judíos y representaba su relación

especial con Yahvé. Cuando los judíos de la antigüedad profanaron el

sábado de Dios, se liberaron de su relación de pacto con Dios. La

173

indiferencia de Jesús por las leyes y tradiciones judías del sábado les

indicaba que había declarado que su relación especial con ellos había

terminado.

Por un lado, Jesús ahora ordena estrictamente a la multitud que no lo

divulgue entre los judíos (versículo 16) porque su ministerio, que era

solo para las ovejas perdidas de la casa de Israel (Mateo 10:5-7),

finalmente había llegado a su fin. Por otro lado, la hora había llegado

para que se cumplan las palabras del profeta Isaías (42:1-4) acerca de

Él (versículos 17:21). Isaías lo describe como el siervo de Dios, no solo

para los judíos, sino como el que debe cruzar los límites de todas las

naciones gentiles para proclamarles la ley de Dios (Mateo 12:18; Is.

42:1). Es notable que los gentiles ahora sean mencionados por primera

vez favorablemente en Mateo. Por esto el Señor quiere que quiere

aceptar a los gentiles para tomar de entre ellos un pueblo para Su

nombre (Hechos 15:14) en lugar de los judíos.

Él no cumplirá este ministerio a los gentiles con peleas ni a gritos

(versículo 19), como es el caso con su predicación a los judíos. Su voz

no volverá a ser escuchada personalmente en las calles. En otras

palabras, su ministerio a los gentiles no sería manejado personalmente

por él mismo, sino por alguien más. No obstante, ahora sabemos que

se refirió a su Iglesia que todavía era un misterio en aquel momento

(versículo 19).

Jesús concluye su discurso haciendo una declaración muy interesante:

La caña cascada no quebrará, y la mecha que humea no apagará, hasta

que saque a triunfo el juicio (Mateo 12:20). Lo que Jesús está diciendo

aquí es que ahora no borrará a los fariseos como la caña cascada y

mecha humeante; y no los castigue ahora por su hipocresía, sino que

sacará a triunfo el juicio, es decir, después que Su ministerio haya sido

174

completado a los Gentiles a través de la Iglesia, los romperá como caña

cascada y apagará las mechas de lámparas humeantes en el día del

juicio.

Así que, por medio de la transgresión, Pablo dice, ha venido la salvación

a los Gentiles (Rom. 11:11) Y las costas (las naciones) esperarán su ley.

(Is. 42:4), dice Isaías. Y en su nombre los gentiles pondrán su esperanza

(Mateo 12:21). Entonces, la salvación, que primero llegó a los judíos

pero fue rechazada por ellos, ahora ha llegado a todo el mundo.

El hecho que Jesús se está alejando de los judíos a los gentiles está

claramente establecido por él en Mateo 12:38-42. Aquí dice que les

dará otra señal en lugar del sábado, una señal para describir su relación

con las personas que aceptarán Su evangelio, es decir, la señal de Jonás.

Así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del gran pez

y regresó virtualmente de entre los muertos para llevar el evangelio a

los paganos de Nínive, así a través de la malvada crucifixión, Él se

levantará el tercer día para presentar el Evangelio a todo el mundo. El

capítulo concluye con estas palabras: “Porque cualquiera que hace la

voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi hermano, mi

hermana y mi madre”.

EL REINO DE LOS CIELOS POSPUESTO (MATEO 13:1-17)

No era un secreto que el reino de los cielos, tal como los profetas

predijeron hace mucho tiempo, no sería aceptado; que el rey sería

rechazado; que el mesías sería se quitará la vida al Mesías, y no por él

mismo (Dan. 9:26), es decir, sin establecer su reino (Isaías 6:9,10;

Salmos 78:2; Daniel 9:26). Todas estas cosas han sido reveladas y

predichas por Dios para que sucedan.

175

Esto ha sucedido debido a la dureza del corazón de las personas y su

inflexible perseverancia en sus creencias. Su rechazo de Cristo causó el

aplazamiento de la venida y el establecimiento del reino de los cielos

hasta el regreso de Cristo a la tierra (Mateo 21:33-46; 22:1-10; Hechos

1:6, 7; 3:19). 26; Ap.19:11-21). No puede haber un reino sin rey, por lo

tanto, mientras Cristo se haya ido, el reino ha sido suspendido y

pospuesto hasta que Él regrese. Pero ahora, la pregunta más

importante es: ¿qué sucede con el reino durante el período de

suspensión? Este aspecto no nos fue revelado por los profetas. El Señor

Jesús lo mantuvo como un misterio hasta que él mismo lo declare,

como veremos más adelante en el análisis.

EL REINO EN MISTERIO

Durante el período de suspensión del reino de los cielos toma su forma

oculta bajo el nombre de los misterios del reino de los cielos (Mateo

13:11).

En esta etapa del ministerio de Jesús, hubo un cambio definitivo en la

metodología de su predicación después de su rechazo por parte de los

judíos (capítulo 12 de Mateo). De repente comenzó a enseñar en

parábolas. Tan notable fue el cambio en su predicación, que sus

discípulos le preguntaron: ¿Por qué les hablas a través de parábolas?

(Mateo 13:10). Ciertamente debe haber una razón para el cambio en la

predicación. El Señor Jesús no nos deja en la oscuridad sobre el asunto.

Inmediatamente comenzó a responder a la pregunta cuando dice:

…Porque a ustedes se les ha concedido conocer los misterios del reino

de los cielos, pero a ellos (los judíos quienes lo rechazaron) no se les ha

concedido (Mateo 13:11). La razón por la cual el entendimiento del

misterio fue dado a sus discípulos, y no a los judíos, fue una cuestión de

relación (Mateo 13:13-15). A sus discípulos que creyeron en él, les

176

declarará, los misterios del reino de los cielos por medio de parábolas

porque al que tiene, le será dado, y tendrá más (Mateo 13:12). Pero

aquellos cuyos corazones se endurecieron contra él y lo rechazaron,

pero a ellos no se les ha concedido (Mateo 13:11) el conocer los

misterios del reino de los cielos. En consecuencia, pero al que no tiene

(este conocimiento) aun lo que tiene (por medio de la predicación de

las parábolas) le será quitado (Mateo 13:12).

Con esta declaración, el Señor Jesús quiere decir a los judíos que

finalmente ha roto su relación con ellos; que como Mesías no les debe

nada más; que no tiene nada más que decirles por la dureza de su

corazón, su incredulidad y rechazo hacia él. Pero para aquellos que lo

aceptaron y creyeron, Jesús profundiza en las verdades de los misterios

de la nueva dispensación que está cercano. En este sentido, Barckley

hace la siguiente declaración informativa: La parábola se revela al que

desea la verdad; oculta la verdad de quien no desea tenerla. No significa

que Jesús habló deliberadamente en parábolas para que las personas

no entendieran lo que dijo, y así evitar que se arrepintieran (Mateo

13:15). Jesús no vino a esconder la verdad de la gente; Él vino a explicar

la verdad a la gente. En Marcos 4:21-25, Jesús usa la lámpara brillante

en un sobre un candelabro como ilustración. En otras palabras, las

parábolas no se dieron para cubrir la verdad, sino al contrario para

revelarla e iluminarla. Sin embargo, los judíos incrédulos no pudieron

recibir las verdades del reino de los cielos debido a la actitud que

tomaron hacia Jesús. Su propio prejuicio y dureza de corazón los

descalificaron y los hicieron incompetentes para recibir la verdad. Su

estado mental de inmadurez fue el resultado de su propia acción.

Por consiguiente, llegamos a la conclusión clara que el Señor Jesús

revela a sus discípulos el curso y la naturaleza del reino en misterio por

medio de las parábolas del reino de los cielos.

177

La palabra sinónima para los misterios del reino de los cielos es

CRISTIANISMO.

En este sentido, los misterios del reino de los cielos hablan del

cristianismo tal como aparece en el período de tiempo entre la

crucifixión / resurrección y el regreso visible de Jesucristo.

• Mateo 13:24, 31, 44-45, 47.

EL RECHAZO FINAL DEL REY Y SU REINO – MATEO CAPÍTULOS 13 AL 26

Jesús es despreciado en Nazaret:

• Mateo 13:53-58

Otra confrontación entre Jesús y los líderes judíos:

• Mateo 15:1-14

Jesús visita a los Gentiles:

• Mateo 15:21-28

La levadura de los fariseos:

• Mateo 16:1-12

The Confession of Peter:

• Mateo 16:13-19-21

La conversación sobre la misión divina de Jesús con Moisés y Elías:

• Mateo 17:1-9 (Véase Lucas 9:30, 31).

• Mateo 17:22-23.

La conversación privada de Jesús con sus doce discípulos:

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• Mateo 20:17-19; 27-28.

La entrada de Jesús en Jerusalén como rey:

• Mateo 21:4-5.

Jesús y los principales sacerdotes y ancianos del pueblo:

• Mateo 21:23-27; 31-32; 43 - 46.

Jesús y los fariseos y herodianos:

• Mateo 22:15, 16; 22.

Jesús y los Saduceos:

• Mateo 22:23-33.

Jesús y el abogado:

• Mateo 22:34-40

Jesús y los Fariseos

• Mateo 22:41-46

Jesús reprende a los escribas y fariseos:

• Mateo 23:1-30; 37-39

Jesús y sus discípulos:

• Mateo 26:1-5;

• Mateo 26:6-7, 12-13;

• Mateo 26:26-29;

• Mateo 26:53-56 (Véase también 24:25-27; 44-45).

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Capítulo 23

EL MISTERIO DEL CUERPO DE

CRISTO

ero ahora en Cristo Jesús ustedes, que en otro tiempo estaban lejos han sido acercados por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz, quien de

ambos nos hizo uno. Él derribó en su carne la barrera de división, es decir, la hostilidad, y abolió la ley de los mandamientos formulados en ordenanzas para crear en sí mismo de los dos hombres un solo hombre nuevo, haciendo así la paz. También reconcilió con Dios a ambos en un solo cuerpo por medio de la cruz, dando muerte en ella a la enemistad y vino y anunció las buenas nuevas: paz para ustedes que estaban lejos y paz para los que estaban cerca, ya que por medio de él ambos tenemos acceso al Padre en un solo Espíritu. Por lo tanto, ya no son extranjeros ni forasteros sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios. Han sido edificados sobre el fundamento de los apóstoles y de los profetas, siendo Jesucristo mismo la piedra angular. En él todo el edificio, bien ensamblado, va creciendo hasta ser un templo santo en el Señor. En él también ustedes son juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu. Por esta razón yo, Pablo, prisionero de Cristo Jesús a favor de ustedes los gentiles...Sin duda han oído de la administración de la gracia de Dios que me ha sido conferida en el beneficio de ustedes. Por revelación me fue dado a conocer este misterio, como antes lo he escrito brevemente. Por tanto, leyéndolo, podrán entender

“P

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cuál es mi comprensión en el misterio de Cristo. En otras generaciones no se dio a conocer este misterio a los hijos de los hombres, como ha sido revelado ahora a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu, es decir: que en Cristo Jesús los gentiles son coherederos, incorporados en el mismo cuerpo y copartícipes de la promesa por medio del evangelio. De este llegué a ser ministro, conforme a la dádiva de la gracia de Dios que me ha sido conferida, según la acción de su poder. A mí, que soy menos que el menor de todos los santos, me ha sido conferida esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo y para aclarar a todos[b] cuál es la administración del misterio que desde la eternidad había estado escondido en Dios, quien creó todas las cosas. Todo esto es para que ahora sea dada a conocer, por medio de la iglesia, la multiforme sabiduría de Dios a los principados y las autoridades en los lugares celestiales conforme al propósito eterno que realizó en Cristo Jesús, nuestro Señor” (Efesios 2:13-22; 3:1-11) El misterio del reino de los cielos fue el primer misterio en nuestro estudio de los misterios. El misterio del cuerpo es el segundo misterio que debemos examinar ahora.

La Iglesia no debe ser confundida con el reino. Respecto a la Iglesia, Cristo es la cabeza del cuerpo (Ef. 1:22; 4:15; Col. 1:18) pero nunca el rey del cuerpo. Respecto al reino, Cristo es el Rey (Dan. 2:34-35; 7:13-14) pero nunca su cabeza.

En contraste a la Iglesia que es un cuerpo u organismo vivo, el reino mesiánico es un reino terrenal visible donde Jesús gobernará a las naciones por medio de David como rey (Jer. 30:9; Ezequiel 34:24; 37:24; Oseas 3:5; Ap. 20:4-6).

La Iglesia se forma a través de creyentes bautizados en el Espíritu individual que se unen de todas las naciones como un

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cuerpo en Cristo (1 Cor. 12:13). En consecuencia, la Iglesia es internacional en esencia, mientras que el reino mesiánico será judío y por lo tanto, de carácter nacionalista. Cristo, el Mesías judío, regresará a la tierra para gobernar (Sal. 72:8,11; 96:10-13; Isaías 11:1-16; Miqueas 4:1-7; Zacarías 14:1-10; Mateo 24:29-30; Apocalipsis 19:11-21). Aunque hay una diferencia esencial entre el reino y la Iglesia, no serán extraños, ni separados unos de otros, durante el milenio o mil años de paz. Con respecto al reino mesiánico, el reino y la Iglesia tendrán una relación definida entre sí.

El Señor Dios gobernará sobre las "naciones ovejas" (Mateo 25:31-46), y todos aquellos que no recibieron la marca del Anticristo (Apocalipsis 14:9-12), a través de:

• Jesucristo (Isaías 2:2-4; 9:5-6; 11:1-16; 24:23; Miqueas 4:1-4; Zacarías 14:4-9)

• David (Salmos 89:28; Jeremías 30:9; Ezequiel 34:23-29; 37:24-28; Oseas 3:5)

• Los apóstoles (Mateo 19:27-28; Lucas 22:29-30)

• Los mártires (Apocalipsis 20:4)

• Los judíos (Daniel 7:18-27)

• Los 144 000 (Apocalipsis 7:4-8; 12:5) y

• La Iglesia Church (2 Timoteo 2:12; Ap. 2:26-27; 5:10).

LOS JUDÍOS Y LA IGLESIA

En el Nuevo Testamento, las Escrituras clasifican a la humanidad actual en tres divisiones: El judío, el gentil y la iglesia (1 Cor. 10:32). El judío y el gentil están separados el uno del otro, mientras que la Iglesia es una composición del judío y el gentil, una "nueva creación" (Efesios 2:15).

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El judío tiene su origen por medio del patriarca Abraham, y se convirtió en una nación independiente durante el éxodo. La Iglesia fue establecida después de la resurrección de Jesús, con Jesucristo como la cabeza del cuerpo.

EL MISTERIO DEL CUERPO Pablo aclara en Efesios 3 que el misterio de la Iglesia es el cuerpo de Cristo. Él usa la palabra misterio tres veces en las Escrituras desplegadas en Efesios 3:

• Que Dios le hizo saber a Pablo el misterio a través de una revelación (v. 3);

• Que los creyentes pueden entender el misterio de Cristo (versículo 4);

• Que el misterio no se dio a conocer en otros tiempos como se reveló a los santos apóstoles y profetas (v. 5).

• Que el propósito del misterio es que los judíos y los gentiles sean codirectores y miembros conjuntos del cuerpo de Cristo (versículo 6);

• Que Pablo había recibido a través de la gracia de Dios el ministerio para dar a conocer el misterio por medio de la predicación del evangelio (versículo 7-8);

• El objetivo ahora era revelar a todos e iluminarlos sobre el misterio que estuvo oculto durante siglos en Dios, quien había creado a través de Jesucristo. (versículo 9);

• Que a través de la Iglesia se daría a conocer a los principados y potestades (el mundo espiritual) la sabiduría de Dios al reunir a los judíos y gentiles en una nueva creación como el cuerpo de Cristo (versículo 10); y

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• Que aunque esto solo se estaba dando a conocer ahora, era un pensamiento por toda la eternidad dentro del corazón de Dios, según Su propósito eterno en Cristo Jesús (versículo 11).

¿Qué es entonces exactamente el misterio? El misterio ahora revelado es que los creyentes judíos y gentiles están unidos en un solo cuerpo, y que este cuerpo es la nueva creación en Cristo Jesús (Efesios 2:15-16; 3:6).

El hecho de que los gentiles se salvaran no es un misterio, como ya se dio a conocer en el Antiguo Testamento. (Isaías 11:10; 42:1-8; Mateo 12:15-21). El misterio que no se reveló previamente, es el hecho de que tanto los creyentes judíos como los gentiles formarían una nueva identidad: el cuerpo de Cristo, una nueva creación, la Iglesia. Por consiguiente, los gentiles creyentes ahora tenían un nuevo estatus, en Cristo, los dos, judíos y gentiles, son co-herederos y también miembros conjuntos dentro del cuerpo y, en tercer lugar, socios conjuntos de las promesas en Cristo (Efesios 3:6). Esta promesa se deriva de las promesas de pacto de bendiciones espirituales que los gentiles compartirán en Cristo Jesús (la simiente de Abraham), y la indicación de la adquisición de esto es por el evangelio de Jesucristo: su muerte, su entierro y Resurrección.

La revelación de este misterio de la Iglesia fue relatada por Jesucristo de antemano, aunque no fue aclarada en ese momento (Mateo 16:18). Esto solo sucedería después de su resurrección. Los detalles relacionados con la doctrina, posición, conducta y el futuro de la Iglesia que es su cuerpo, solo se revelarían a Pablo, a sus compañeros apóstoles y profetas después de la resurrección de Jesucristo (Efesios 3:5; Rom. 16:25-26).

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Hay dos estaturas de la Iglesia, el cuerpo de Cristo. Existe por un lado, en su forma invisible, espiritual y mística y por otro lado, en su forma visible y congregacional. La Iglesia en su forma invisible es el cuerpo místico de Cristo que consiste en todos los creyentes más allá de los límites de la Iglesia, en ese sentido, la Iglesia es un organismo vivo. Por otro lado, la Iglesia visible es vista como el cuerpo de Cristo encarnado en una estructura organizacional. Al igual que las siete Iglesias en Apocalipsis 2-3, la Iglesia se establece en varias Iglesias locales. Muchas de estas se agrupan bajo el nombre de alguna denominación u otra. La constitución del cuerpo místico de Cristo y su expresión visible en unión Iglesia fue originalmente una creación planificada por Dios.

En la última revelación de Jesucristo de sí mismo al apóstol Juan en la isla de Patmos, le mostró a Juan que vagaba entre los siete candeleros de oro, que eran siete iglesias (locales), a quienes cuidaba y que conocía las circunstancias de cada uno. En consecuencia, Jesucristo es muy consciente de los beneficios y los males de cada una de sus Iglesias, así como de cada creyente que es de Su cuerpo.

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Capítulo 24

EL MISTERIO DE LA NOVIA DE

CRISTO

hora vamos a analizar el tercer misterio del Nuevo Testamento: el misterio de la novia de Cristo. En esta dispensación, la Iglesia es el cuerpo de Cristo, pero

después del arrebatamiento de la Iglesia, se convertirá en la novia. Pablo escribió tanto a la Iglesia de Corinto como a Éfeso:

• “Porque les celo con celo de Dios, pues les he desposado con un solo marido para presentarlos como una virgen pura a Cristo” (2 Corintios 11:2).

• “para presentársela a sí mismo una iglesia gloriosa que no tenga mancha ni arruga ni cosa semejante sino que sea santa y sin mancha” (Efesios 5:27).

El apóstol Juan escribió a las siete iglesias en Asia Menor de la siguiente manera:

• “Gocémonos, alegrémonos y démosle gloria, porque han llegado las bodas del Cordero, y su novia se ha preparado y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, resplandeciente y limpio”. Porque el lino fino es los actos justos de los santos” (Apocalipsis 19:7-8).

• “Vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete últimas plagas, y habló conmigo

A

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diciendo: “Ven acá. Yo te mostraré la novia, la esposa del Cordero” (Apocalipsis 21:9).

Esto solo puede significar que la Iglesia será llevada a la relación más íntima con Cristo. El Señor Jesucristo se unirá con su esposa a su regreso, después de esto tendrá lugar la gran fiesta y el banquete de bodas. El retrato que aparece con fuerza en el primer plano, es de la novia, vestida correctamente, y se presenta ante el Novio celestial.

LA UNIÓN ENTRE CRISTO Y SU IGLESIA La Iglesia es la esposa de Cristo (Efesios 5:29-32). Al ver que el propósito divino del matrimonio es una completa integración de los dos y una unión absoluta entre sí, es claro que la posición eterna de la Iglesia es la misma que la de Cristo (Juan 17:10, 16, 21-24). Pablo declara en Romanos 7:1-6 que los creyentes ahora están en unión con Cristo y que él ya los ve desde su ascensión como su esposa en este momento.

“Yo, Jesús, he enviado a mi ángel para darles a ustedes testimonio de estas cosas para las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana”. El Espíritu y la esposa dicen: “¡Ven!”. El que oye diga: “¡Ven!”. El que tiene sed, venga. El que quiera, tome del agua de vida gratuitamente“(Apocalipsis 22:16-17).

La unión entre Cristo y su Iglesia se presenta ante nosotros como ejemplo de una relación matrimonial en Efesios 5:22-23. Pablo también señala expresamente en 2 Corintios 11:2 que Dios “ató” a la Iglesia a un solo esposo: Cristo. Esta palabra significa "unir en matrimonio". Por ello, 2 Corintios 11:2 declara

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que la Iglesia está "unida" a Cristo por medio del matrimonio. Es por esta razón que la Iglesia es un co-heredero con Cristo (Romanos 8:7). En este sentido, la Iglesia como la esposa de Cristo, tiene una posición de bendición y honor. Actualmente la Iglesia es el cuerpo de Cristo. En cuanto a su futuro, es la esposa de Cristo. Con respecto a la unión de Cristo con la Iglesia, la Iglesia es su cuerpo. En cuanto a la relación íntima de Cristo con la Iglesia, la Iglesia es la novia de Cristo. La Iglesia Como la Novia En Efesios 5, la analogía de un hombre y una esposa se usa para retratar la unidad de Cristo y su Iglesia.

• Versículo 22: Las casadas estén sujetas a sus propios esposos como al Señor.

• Verse 23: porque el esposo es cabeza de la esposa así como Cristo es cabeza de la iglesia, y él mismo es salvador de su cuerpo.

• Verse 24: Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, de igual manera las esposas lo estén a sus esposos en todo.

• Verse 25: Esposos, amen a sus esposas así como también Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella.

• Verse 26: a fin de santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua con la palabra.

• Verse 27: para presentársela a sí mismo una iglesia gloriosa que no tenga mancha ni arruga ni cosa semejante sino que sea santa y sin mancha.

• Verse 28: De igual manera, los esposos deben amar a sus esposas como a sus propios cuerpos. El que ama a su esposa, a sí mismo se ama.

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• Verse 29: Porque nadie aborreció jamás a su propio cuerpo; más bien, lo sustenta y lo cuida tal como Cristo a la iglesia.

• Verse 30: porque somos miembros de su cuerpo.

• Verse 31: Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne.

• Verse 32: Grande es este misterio, pero lo digo respecto de Cristo y de la iglesia.

La Novia debe prepararse En Apocalipsis 19:7-9 tenemos una futura boda o matrimonio del Cordero que sucederá después del rapto. La Iglesia no se viste a sí misma en la tierra, sino solo en el cielo, y esto solo puede ocurrir después que la sentencia en el tribunal de Cristo haya tenido lugar:

• 1 Corintios 3:11-15: Las obras del creyente serán probadas antes de recibir cualquier recompensa.

• 2 Corintios 5:10: Cada creyente vendrá ante el tribunal de Cristo para que todos sean recompensados de acuerdo con lo que ha hecho en el cuerpo.

• Romanos 14:10-12: El juicio se deja a Cristo, ya que cada uno tiene que rendir cuentas de sí mismo a Dios.

Después que termine la sentencia del juicio de Cristo en cuanto a la recompensa del creyente, este será vestido con lino fino que reflejará sus obras justas. La mujer o la iglesia, llega a su diestra en la boda. La Iglesia ahora está unida de manera excepcional a Cristo, ya no solo con la cabeza sino con el Rey, que es el Novio. La Iglesia ahora vestida de pureza en lino fino y

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resplandeciente, ahora está lista para ser presentada al Padre (Efesios 5:27; Colosenses 1:23; 3: 4; 1 Tesalonisenses 3:13). Debe tenerse en cuenta: que en la boda del Cordero (Ap. 19:7-9) el enfoque no está en la novia y no es como tal, el cumplimiento de las expectativas de la novia, ya que es la finalización de la voluntad de Dios para su Hijo (Efesios 1:4). El Mesías como el Novio Según Mateo 22:1-14; Juan 3:29 y Apocalipsis 19:7, el Novio es el Hijo del Rey, en este caso el Novio no es otro que Jesucristo mismo. En Juan 14:1-3, Jesucristo hace una promesa reconfortante: “…Voy, pues, a preparar lugar para ustedes y si voy y les preparo lugar, vendré otra vez y los tomaré conmigo para que donde yo esté ustedes también estén”. Esta promesa es una analogía del convenio matrimonial judío tradicional hecha en tiempos bíblicos. El compromiso era el primer paso importante en un matrimonio judío que abarca el cierre de un acuerdo matrimonial. Se acostumbraba a que dicho acuerdo concluyera por iniciativa del esperado Novio, por esta razón, él viajaba desde la casa de su padre a la casa de su novia deseada. Allí el novio negociaría con su padre el precio a pagar por ella. Después que esto era pagado por el novio, el acuerdo del matrimonio se cerraba. A partir de aquel momento, la novia era declarada dedicada, consagrada y aislada para su novio. Después del cierre del acuerdo de matrimonio, el novio abandonaba la vivienda de la novia y regresaba a casa de su padre. Allí se aislaba de su novia y se mantenía ocupado con el equipamiento de las habitaciones dentro de la casa de su padre para presentarla a su novia a la hora acordada.

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Al final del período de aislamiento, el novio judío iba buscar a su novia para que viniera a vivir con él. Esto usualmente sucedía en la noche. Él, su mejor hombre y otros compañeros, viajaban a la casa de la novia. A pesar que la novia, al final del período de aislamiento, lo esperaba, ella no sabía la noche precisa en que él vendría. Como resultado de esto, la llegada del novio era precedida por fuertes llamadas. A través de esto, la novia era advertida de la llegada del novio y tenía que estar lista para dicha llegada. A la mañana siguiente, cuando la familia de la novia se daba cuenta de su ausencia y de las de sus amigas, sabían que el novio había venido la noche anterior. Luego, también como grupo separado, se mudaban a la casa del novio para asistir a la fiesta matrimonial. Cuando el novio judío y sus compañeros regresaban a la casa de su padre, la novia todavía tenía un velo y él la llevaba a la cámara nupcial, donde estaban solos durante siete días, por lo que el matrimonio finalmente se consumaba. Mientras tanto, los invitados llegaban para celebrar la consumación del matrimonio. Después de siete días, el novio presentaba a su novia sin velo a los invitados para que todos pudieran verla. Esto llevaba a una gran alegría y exuberantes celebraciones. (Mateo 25:1-13; Ap. 19:7-8; Salmos 45:9-10; 14-17). Los invitados a la fiesta de bodas “El ángel me dijo: “Escribe: Bienaventurados los que han sido llamados a la cena de las bodas del Cordero”. Me dijo además: “Estas son palabras verdaderas de Dios” (Ap. 19:9). La novia tenía el lugar que le correspondía y no necesitaba una invitación para la fiesta. Debido a que la novia es la Iglesia, los

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invitados serían personas fuera de la Iglesia. Estos solo podían ser los santos del Antiguo Testamento y los mártires que salían de la gran tribulación (Apocalipsis 6:9-11).

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Capítulo 25

EL MISTERIO DE LA MORADA

DE CRISTO

hora miramos más allá al cuarto misterio en el Nuevo Testamento, porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad (Col. 2:2, 9; 1 Tim. 3:16), el que es

la sabiduría de Dios. (1 Cor. 2:7). El apóstol Pablo escribe a la iglesia en Colosas sobre el misterio del Cristo que mora en la casa:

• “Ahora me gozo en lo que padezco por ustedes, y completo en mi propia carne lo que falta de las tribulaciones de Cristo a favor de su cuerpo, que es la iglesia. De ella llegué a ser ministro según el oficio divino que Dios me dio a favor de ustedes, para dar pleno cumplimiento a la palabra de Dios: el misterio de Dios que había estado oculto desde los siglos y las generaciones, pero que ahora ha sido revelado a sus santos a estos, Dios ha querido dar a conocer cuáles son las riquezas de la gloria de este misterio entre las naciones, el cual es: Cristo en ustedes, la esperanza de gloria” (Colosenses 1:24-27).

La revelación del misterio se describe aquí. Se mencionan dos períodos; El pasado y el presente. El pasado: donde el misterio ha estado oculto durante siglos y generaciones; luego el

A

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presente, donde ahora es revelado a los santos. Se enfatiza la verdad, el hecho que no se revela en el Antiguo Testamento como tal y que ahora se da a conocer por primera vez en el Nuevo Testamento. ¿Cuál es el misterio que ahora se revela? Se dice que es Cristo morando dentro del creyente:

• “Con Cristo he sido juntamente crucificado; y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en la carne, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios quien me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2:20);

• “A estos, Dios ha querido dar a conocer cuáles son las riquezas de la gloria de este misterio entre las naciones, el cual es: Cristo en ustedes, la esperanza de Gloria” (Colosenses 1: 27);

• “Aquí no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, esclavo ni libre; sino que Cristo es todo y en todos” (Colosenses 3:11).

También es el Espíritu el que anuncia la morada de Cristo en el creyente (Juan 14:16, 20). Esto se convierte en una realidad, la verdad, Cristo morando en el creyente, después de la resurrección de Jesucristo de entre los muertos. Debemos recordar que la morada del Espíritu no era un misterio en el Antiguo Testamento. Ya se reveló en el Antiguo Testamento que el Espíritu vive en los creyentes.

• “Entonces el faraón dijo a sus servidores: ¿Podremos hallar otro hombre como este, en quien esté el espíritu de Dios?” (Génesis 41:38).

• “Luego el SEÑOR dijo a Moisés: Toma a Josué hijo de Nun, hombre en el cual hay espíritu, y pon tu mano sobre él” (Números 27:18).

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Lo que no se revela en el Antiguo Testamento es el hecho de que el Mesías también morará dentro del creyente (Juan 14:20, 23). Esta gloriosa verdad era un misterio, pero ahora se revela, Cristo dentro de nosotros es la esperanza de gloria. Más de esta esperanza de Gloria se da en Colosenses 2:9-10 y donde Pablo escribe: Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad; y ustedes están completos en él, quien es la cabeza de todo principado y autoridad, Y: porque han muerto, y su vida está escondida con Cristo en Dios” (Col. 3:3). Cuando Cristo se revele en nuestras vidas, entonces seremos revelados con Él en gloria (Colosenses 3:4). Cristo dentro del creyente es el cumplimiento de la promesa dada por Él mismo en Juan 14:20, 23. La morada de Cristo dentro del creyente es un misterio que ahora se revela en el Nuevo Testamento.

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Capítulo 26

EL MISTERIO DE LA FE

ste es el quinto misterio que analizaremos ahora. Se refiere a la vida espiritual interna de la fe, la cual no es accesible a la observación humana; pero es realmente

evidente en una conducta casta en la vida. Pablo haría que un hombre de Dios condujera su vida de fe con una conciencia limpia y buena.

• “Que mantengan el misterio de la fe con limpia conciencia” (1 Tim. 3:9).

Fe – Las palabras en 1 Timoteo 3:9 se refieren al cristianismo como una forma de revelación, como se nos muestra en el Nuevo Testamento. Esta es una revelación de la verdad que se ocultó y ahora se da a conocer en un momento determinado. Se está dando a conocer por medio de revelación divina. Este misterio de fe es guardado por una conciencia clara. La conciencia es el recipiente en la que se guarda el misterio de la fe. Una predisposición puramente intelectual con respecto al misterio no es adecuada. El intelecto, no importa cuán poderoso y activo sea, debe acompañarse con una conciencia impura, no avanzar una vida en la fe. Una conciencia pura y confiable debe tener este misterio de fe. Las grandes doctrinas de la fe se ocultan de quienes no tienen fe, pero son entendidas por aquellos que confían en Dios. Los

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cristianos deben ser obedientes a la instrucción cristiana y vivir con buena conciencia. Sus decisiones deben estar basadas en la palabra de Dios. Sus decisiones también deben estar respaldadas por la casta vida piadosa que llevan; la fe se vive en una conciencia casta. El cristianismo es un misterio que no puede ser descubierto a través de la razón o en la naturaleza, porque la fe cristiana es una revelación de Dios. Es un misterio que se sostiene con una conciencia clara por aquellos que han venido a Jesucristo en fe.

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Capítulo 27

EL MISTERIO DE LA PIEDAD

n la descripción del misterio de la santidad, Pablo resume el evangelio de Jesucristo en seis hechos históricos sin tener en cuenta ningún orden cronológico. Este es el

sexto misterio que estamos tomando en consideración.

• “Indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Él fue manifestado en la carne, justificado por el Espíritu, visto por los ángeles, proclamado entre las naciones, creído en el mundo y recibido arriba en gloria” (1 Tim. 3:16).

La Iglesia es un pilar y eje principal de la verdad (1 Timoteo 3:15). Este aspecto enfatiza que el ministerio de la Iglesia es principalmente para proclamar que la palabra es la verdad. Como lo pone Pablo a la Iglesia en Filipos, “reteniendo la palabra de vida…” (Fil. 2:16). La verdad principal de la cual la Iglesia debe ser testigo es la persona y obra de Jesucristo (1 Timoteo 3:16). Primero: Dios se manifiesta en la carne – Dios con nosotros (Mateo 1:23), Cristo se manifiesta en la carne, es decir, con un ojo en la fragilidad y la mortalidad de la naturaleza humana: el que nació de la carne de la semilla de David (Rom. 1:3).

• “En el principio era el Verbo, el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios” (John 1:1).

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• “Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y contemplamos su gloria, como la gloria del unigénito del Padre lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14).

Segundo: Justificado en el Espíritu – Por el Espíritu, Jesús es justificado por su resurrección y ascensión en cuanto a su afirmación de ser el Hijo de Dios. En la medida en que fue declarado Hijo de Dios con poder según el Espíritu de santidad por su resurrección de entre los muertos (Rom. 1: 4). Aunque la humanidad crucificó a Jesucristo como un criminal, él fue resucitado de entre los muertos por el poder del Espíritu. A través de esto, la sentencia del hombre se mostró falsa y Él fue justificado. Tercero: Él se apareció a los ángeles – Las obras que Jesucristo realizó fueron de naturaleza tan abrumadora que tanto el cielo como la tierra se vieron afectados. El Verbo encarnado está protegido por los ángeles: en el nacimiento de Jesús, su tentación, su lucha en Getsemaní, su resurrección y ascensión. De tal modo que, los ángeles fueron asociados a lo largo de la vida y el ministerio de nuestro Señor Jesucristo. Cuarto: Predicó en medio de los Gentiles – La gran verdad es que Jesucristo no pertenece exclusivamente a ninguna nacionalidad. Quinto: Continuó creyendo en el mundo – Después de la muerte, resurrección y ascensión de Jesús, su número total de adeptos fue de ciento veinte (Hechos 1:15). Todo de lo que pudieron hablar es sobre la historia de un carpintero de Galilea que fue crucificado en una colina en las afueras de Jerusalén. Esa historia alcanzaría los confines de la tierra, y de cada nación, tribu y lengua, la humanidad aceptaría a este Jesús crucificado como Salvador y Señor.

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Sexto: Recibido arriba en gloria – La ascensión de Jesucristo, el día en que fue llevado (Hechos 1:2, 22). La historia de Jesús comenzó en el cielo y terminó en el cielo. Este misterio ahora se predica (proclama) en todo el mundo.

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Capítulo 28

EL MISTERIO DEL

ARREBATAMIENTO

ste séptimo misterio, llamado el rapto, es una revelación del Nuevo Testamento, ya que el regreso de Jesucristo (Mesías) ya se conocía en el Antiguo Testamento, pero el

rapto de la Iglesia no lo era. La Iglesia es un misterio del Antiguo Testamento. Por consiguiente, es obvio que el rapto de la Iglesia sería un misterio. Pablo escribe a las Iglesias en Corinto y Tesalónica:

• “He aquí, les digo un misterio: No todos dormiremos, pero todos seremos transformados en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final. Porque sonará la trompeta, y los muertos serán resucitados sin corrupción; y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible sea vestido de incorrupción, y que esto mortal sea vestido de inmortalidad” (1 Corintios 15:51-53).

• “Pues les decimos esto por palabra del Señor: Nosotros, que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, de ninguna manera precederemos a los que ya durmieron. Porque el Señor mismo descenderá del cielo con aclamación, con voz de arcángel y con trompeta de Dios; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivimos y habremos quedado, seremos

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arrebatados juntamente con ellos en las nubes para el encuentro con el Señor en el aire; y así estaremos siempre con el Señor” (1 Tesalonisenses 4:15-17).

El rapto de la Iglesia y el visible retorno de Jesucristo son dos sucesos separados por un período de siete años, que se conoce como la gran tribulación. La traducción más apropiada de la palabra griega harpazo (sacar), que significa "arrancar" o "quitar" en la traducción inglesa es "arrebatar" o "ser atrapado". El término rapto o "arrebatamiento", como en el caso de la palabra trinidad, no es una palabra bíblica traducida, sino una interpretación. La palabra bíblica "arrebatar" es el origen de nuestra idea de que la Iglesia está siendo arrebatada al cielo. La traducción latina de la palabra "abducción" es rapturo, de la cual deriva la palabra inglesa rapto. Jesucristo sacará a su Iglesia nupcial con extrema fuerza de este orden mundial malvado, la arrebatará y la transportará para encontrarse con Él en el aire y así ir con él al cielo (Juan 14:3; 1 Tesalonisenses 4:17; 1 Corintios 15:51-53). Como resultado del hecho que estamos tratando con un misterio, es completamente comprensible y obvio por qué el Antiguo Testamento solo menciona la segunda venida y no el rapto. El misterio de la Iglesia solo se revela a Pablo en el Nuevo Testamento. El regreso visible de Jesucristo mismo es una enseñanza tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento (Sal. 2; Isaías 11:1-9; Daniel 2:34-35, 44-45; 7:13-14; Mateo 24:30; 25: 31-32; 2 Tesalonisenses 1: 7-9; Apocalipsis 19:11-16). Toda una generación de creyentes entrará en la eternidad, pero primero pasará por la puerta de la muerte. Ellos nunca fallecerán. Esto nunca fue revelado en el Antiguo Testamento. El hecho de que el rapto sea parte de este misterio que una generación entera de creyentes nunca fallecerá, es una de las

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razones por las que debemos diferenciar entre el rapto y el retorno visible del Mesías. Concluimos entonces que el acontecimiento del arrebatamiento es un misterio en el Antiguo Testamento, mientras que el regreso de Jesucristo para establecer su reino en la tierra, una paz de mil años (milenio), es un hecho bien conocido en el Antiguo Testamento. En ambos casos, tanto el misterio del Cristo residente como el evento del rapto, la palabra "misterio" (misterion) apunta a lo que al principio se ocultó, y ahora se da a conocer. En realidad, señala lo que solo se conocía en la etapa de planificación de Dios y no se dio a conocer hasta ahora. Este plan celestial que fue conocido durante toda la eternidad solo por el corazón de Dios, ahora se da a conocer: Cristo en el creyente y el rapto que Cristo hace a su Iglesia nupcial; No todos los creyentes morirán. Estos son los hechos sagrados y gloriosos que Pablo ahora puede revelar a todos los creyentes:

• Cristo en el creyente, la esperanza de la gloria. Cristo se presenta como el que ofrece la esperanza de experimentar la gloria Shekinah de Dios. Cristo es la razón por la cual los creyentes pueden llenarse de esperanza ya que Él es la Fuente.

• El misterio del acontecimiento del rapto. La verdad que antes estaba oculta, pero se dio a conocer por medio de la resurrección de Jesús. Hay una generación de creyentes que nunca morirán. Aquellos, en ese día que aún no hayan muerto, pasarán por una transformación que será equivalente al cambio cuando uno se levanta de entre los muertos.

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Ambos de estos misterios ahora se dan a conocer a los creyentes por medio de la predicación del Evangelio. Pablo estaba completamente consciente del hecho de que sus órdenes eran predicar el mensaje pleno de Dios para que todos los creyentes pudieran llegar al conocimiento de Cristo (Colosenses 1:24-27).

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Capítulo 29

EL MISTERIO DE LAS SIETE

ESTRELLAS Y LOS SIETE CANDELABROS DE ORO

ste octavo misterio revela a las siete Iglesias simbolizadas por los siete candelabros de oro como también las siete estrellas que son los ángeles de las siete Iglesias.

Jesucristo mismo es aquel que revela el misterio.

• “En cuanto al misterio de las siete estrellas que has visto en mi mano derecha, y de los siete candeleros de oro: Las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros son las siete Iglesias” (Ap. 1:20).

Las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias. Cuando la palabra "estrellas" aparece en forma simbólica, se refiere a los ángeles (Job 38:7; Ap. 9:1; 12:4-9; 20:1-3). La palabra "ángel" también se refiere nuevamente a "mensajero". Aquí tenemos una de dos posibilidades: la palabra "estrella" podría referirse a un ángel, o "mensajeros" de Jesús, los maestros o pastores de las siete iglesias. Los maestros, los mensajeros de Dios (predicadores) en la Iglesia no son un misterio, esto es un hecho bien conocido. Si significa que el misterio y sus consecuencias completas se llevan a cabo en el contexto y la promesa de Apocalipsis 1, esto podría significar que cada Iglesia local tiene su propio ángel, que es un ángel guardián. Esta

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verdad era desconocida en el Antiguo Testamento. Sabemos bien que los ángeles en el Antiguo Testamento cuidaban a los creyentes (Salmos 91:11). Esto también se revela en el Nuevo Testamento (Hechos 12:15; Hebreos 1:14). Los ángeles están intensamente involucrados con las Iglesias de Jesucristo. Hay gran gozo en el mundo angelical cuando los pecadores vienen a la salvación (Lucas 15:10). Los ángeles están presentes en las reuniones de la Iglesia (1 Cor. 11:10; 13-15), y tienen un gran interés en la predicación de la Palabra de Dios (1 Pe. 1:12; Ef. 3:8-11). Los ángeles son testigos del sufrimiento y la valentía heroica de los cristianos (1 Cor. 4:9). También llevan las oraciones de los creyentes a la presencia de Dios (Apocalipsis 8:3-4). Los siete candelabros de oro son las siete Iglesias. Este es un misterio que se revela en el Nuevo Testamento: Los siete candelabros de oro representan cada uno una Iglesia. En el Antiguo Testamento solo había un candelero en el tabernáculo con copas en las ramas que emanaban del candelero (Éxodo 37:17, 23) tipificando así la unidad del pueblo de Pacto, la nación de Israel. Esto no era un misterio. Dentro de la revelación del Nuevo Testamento encontramos el misterio, las Iglesias son siete candelabros, cada uno de ellos representa a una Iglesia: siete candelabros de oro, siete Iglesias. Apocalipsis también presenta candelabros como testigos.

• “Yo mandaré a mis dos testigos, y ellos profetizarán por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio. Ellos son los dos olivos y los dos candeleros que están delante del Dios de la tierra” (Apocalipsis 11:3-4).

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En consecuencia, cada iglesia local es un testigo de Jesús. Si una Iglesia no hace esto, se eliminará el candelabro (Apocalipsis 2:5).

PARTE 3

EL MISTERIO CONCERNIENTE A ISRAEL

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Capítulo 30

EL MISTERIO DEL INCREMENTO

DE LA DUREZA DE ISRAEL

a existencia de cuatro mil años de Israel, a la que se le ha prestado mucha atención en la Biblia, se puede resumir en tres cadenas de eventos sobresalientes. Podemos hablar

del pasado, presente y futuro de Israel. Primero: el llamado y establecimiento de Israel en la Tierra Prometida (pasado). Segundo: la dispersión de Israel a nivel internacional debido a la incredulidad (presente). En tercer lugar: la restauración del tiempo del fin de Israel en su propia tierra (futuro). Estos tres son los aspectos más destacados de la vida nacional de Israel. Este noveno misterio lidia con el endurecimiento de Israel y su dispersión internacional a causa de su incredulidad.

• “Hermanos, para que no sean sabios en su propio parecer no quiero que ignoren este misterio: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles y así todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el libertador; quitará de Jacob la impiedad“ (Romanos 11:25-26)

Para comprender mejor este misterio, será necesario estudiar los capítulos de Romanos 9 al 11 en su totalidad.

• Romanos 9:1-29 El rechazo de Israel

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• Romanos 9:30 – 10:21 El rechazo de Israel aclarado

• Romanos 11:1-36 El consuelo de Israel

EL RECHAZO DE ISRAEL Según el Dr. Arnold Fruchtenbaum, podemos dividir Romanos 9 en subdivisiones para que sea más fácil de entender. La primero subdivisión: Romanos 9:1-5 Pablo habla de su propio dolor y los privilegios de Israel. En cuanto a su conciencia y dolor, el Espíritu Santo, como testigo, lo acompaña. En lo que respecta a Pablo, estaría dispuesto a perderse si esto llevara a la salvación a Israel. En cuanto a los privilegios de la nación judía, a ellos pertenecen la adopción como hijos, la gloria, los pactos, la ley (de Moisés), el servicio de Dios (la ordenanza levítica), las promesas (particularmente las mesiánicas), los padres (Los patriarcas: Abraham, Isaac y Jacob), y el mismo Cristo (el Mesías). La segunda subdivisión: Romanos 9:6-13 Pablo habla aquí del rechazo del Mesías a la luz del conocimiento bíblico. Hay dos tipos de Israel. Hay todo Israel, esto incluye a todos los judíos; los descendientes de Abraham, Isaac y Jacob, y luego está el remanente (de Israel), la minoría de la nación judía, que son creyentes. Pablo usa dos ilustraciones: Ismael e Isaac, Jacob y Esaú. Por medio de estas ilustraciones, Pablo hace evidentes a cuatro elementos. Primero, aunque Israel había fallado, la palabra de Dios no falla. Segundo, las bendiciones espirituales no se basan en la descendencia física, sino solo en aquellas personas de descendencia física que creen. Tercero, las bendiciones espirituales vienen a través de la gracia y la voluntad de Dios.

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Cuarto, las promesas no se vuelven reales solo por ser parte del cuerpo físico de los descendientes, el remanente formará parte de aquellos judíos que son física y espiritualmente judíos, se necesitan ambos componentes. La Iglesia no reemplaza a Israel. El remanente de Israel ha recibido las promesas, mientras que el resto, no. La tercera subdivisión: Romanos 9:14-19 Pablo aquí discute el rechazo por parte de Israel a la luz de ciertos principios bíblicos. Lo hace planteando dos preguntas. La primera: ¿Es Dios quizás injusto? Por lo tanto: ¿es Dios injusto porque solo Él concede misericordia a la parte de Israel que cree y no al resto? ¡Ciertamente no! Dios concede la misericordia a quien desee, Dios en su estado soberano solo puede decretar conceder la misericordia a los que creen en Israel. La segunda: ¿Por qué todavía los rechaza, porque quién ha entendido su voluntad? Pablo postula una respuesta a modo de ilustración, la de un alfarero y su barro. Los incrédulos se preparan para el juicio mientras Dios está preparando a los creyentes para la salvación. Dios también encuentra algunos gentiles para guiar a la salvación. Por otro lado, una gran parte de Israel se ha convertido en instrumento de juicio, pero alabado sea Dios, todavía hay un remanente en Israel. Podemos ver claramente: el rechazo de Israel al Mesías no sorprendió al Señor; esto era parte del plan de Dios y como resultado del rechazo de Israel a la gracia de Dios del Mesías, se extendió a los gentiles. Esto no conduce a la exclusión de los judíos; viendo que todavía hay un remanente de judíos creyentes.

EL RECHAZO DE ISRAEL ACLARADO Podemos dividir Romanos 9:30-33 hasta 10:21 en las siguientes subdivisiones:

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La primera subdivisión Romanos 9:30-33 Se explica que los gentiles obtuvieron la justicia por medio de la fe, mientras que Israel trató de obtenerla a través de las obras, en consecuencia, fracasó en su intento. La segunda subdivisión Romanos 10:1-11 El deseo de Pablo era rescatar a Israel. Israel se mantuvo negligente en cuanto a diferenciar entre la justicia legal y la justicia por la fe. La fe es el único medio de obtener la justicia de Dios a través de la salvación. El que Israel desconociera el camino de Dios hacia la justicia a través de la fe en Jesucristo es el tema en discusión. Pablo quiere afirmar claramente que el objetivo de la ley nunca fue el camino a la salvación, sino solo una forma de vida para alguien que ya había adquirido la salvación en el contexto del Antiguo Testamento. La tercera subdivisión: Romanos 10:12-13 Pablo enfatiza aquí que Dios es el Señor de todos, judíos y no judíos, sin discriminación. El argumento es: Como la salvación está disponible gratuitamente, ya que la gracia de Dios lo hizo posible por medio de Jesucristo, esto significa que está disponible tanto para los judíos como para los griegos. Todo el (judío o gentil) que invoque el nombre del Señor será salvo. La cuarta subdivisión: Romanos 10:14-21 Pablo discute la ignorancia de Israel en cuanto a predicar el evangelio en todo el mundo. Nadie puede invocar el nombre del Señor sin fe; la fe no puede existir a menos que se escuche el evangelio; el evangelio no puede escucharse sin predicar, y en el análisis final no puede haber predicación a menos que alguien sea enviado a hacerlo. En lo que respecta a Israel,

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tienen la palabra de Dios, por lo que han escuchado el mensaje, pero se han negado a reaccionar a él. El Antiguo Testamento predijo esto, por lo tanto, profetizó que el mensaje sería enviado a los gentiles, y que muchos de los gentiles creerían y serían salvos.

EL CONSUELO DE ISRAEL Podemos dividir Romanos 11 en las siguientes subdivisiones: La primera subdivisión: Romanos 11:1-10 Pablo pregunta: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? ¡Ciertamente no! Pablo mismo es un israelita, de la simiente de Abraham, de la tribu de Benjamín. Al igual que en los días de Elías, hubo un remanente de Israel que eran creyentes, así también en el presente hay un remanente, mientras que algunos israelitas están endurecidos. La segunda subdivisión: Romanos 11:11-15 Pablo aquí aclara la razón por la cual Israel tropieza. A través de sus tropiezos y caídas, la salvación llegó a los gentiles. Esto vuelve a poner celoso a Israel. En la actualidad, solo una pequeña parte de Israel cree: el remanente. Pero en el futuro habrá una salvación nacional de Israel en conjunto. Así: el tropiezo de Israel fue para la salvación de los gentiles, mientras que la salvación de los gentiles causará una vez más la aparición de la salvación para los judíos. La tercera subdivisión: Romanos 11:16-24 Pablo usa la ilustración de un olivo. Primero da una doble ilustración: los primeros frutos de la masa (pan) y la raíz de las ramas. Los primeros frutos y las raíces representan a los

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patriarcas y al pacto de Abraham. La masa y las ramas representan a Israel como una nación. El principio aquí en Romanos 11:6 es el mismo que en Números 15:17-21. La santidad de las raíces funciona a través de las ramas y la dedicación de los primeros frutos funciona por medio de la masa. Así como los primeros frutos santifican toda la cosecha, así también será santificado todo el Israel un día. El pacto de Abraham, que incluye a los patriarcas, es la base para la futura salvación de todo Israel. El olivo representa el lugar de las bendiciones espirituales (v. 17). También representa a Israel, la gente judía está representada por las ramas naturales. Esto tampoco representa a los gentiles. Ellos están representados por las ramas del olivo silvestre. Como ya se dijo: el olivo representa el lugar de las bendiciones espirituales. Los gentiles, junto con los creyentes judíos, se han convertido en partícipes de las bendiciones espirituales de los judíos. Los creyentes judíos y gentiles son partícipes de las bendiciones espirituales del pacto y las promesas judías. La participación gentil de las bendiciones se basa en la fe y no en el mérito de las obras. Los gentiles también pueden ser removidos del lugar de bendición. Los versículos aplicables abordan el tema de la salvación para las nacionalidades de judíos y gentiles, y no en lo que respecta a los individuos. El razonamiento de Pablo es que los judíos y los gentiles pueden ser removidos de las bendiciones espirituales. Sin embargo, Israel eventualmente será restaurado y reconstruido, porque Dios tiene la autoridad para hacerlo. El árbol pertenece a Israel, es el olivo de Israel, las bendiciones del pacto que pertenecen a la nación de Israel. Por tanto, una vez más habrá un injerto, donde Israel será nuevamente injertado en el árbol, el lugar de todas las bendiciones espirituales. La cuarta subdivisión: Romanos 11:25-32 Pablo ahora trata con el misterio en sí. El verso 25 comprende el contenido del misterio. Primero, el endurecimiento de Israel

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es solo parcial. Como Pablo ya ha demostrado, hay un remanente creyente. Segundo, el endurecimiento de Israel es temporal. ¿Por qué? Hasta que la plenitud de los gentiles haya venido, el misterio es un endurecimiento parcial y temporal de Israel hasta que se alcanza la plenitud de los gentiles. Esto fue algo que no fue revelado en el Antiguo Testamento. Cuando la plenitud de los gentiles haya llegado, entonces todo Israel se salvará. Esta es la futura salvación nacional de Israel. Esto conducirá a que todo Israel se salve (v. 26). Sabemos que la salvación de Israel sucederá al final de la gran tribulación, la semana setenta de Daniel. Mientras tanto, la posición actual de Israel (la parte endurecida de la misma) es con respecto al Evangelio, hostilidad hacia la fe cristiana. El Israel incrédulo y endurecido está en contra del evangelio de Jesucristo. En cuanto a la elección, ellos son los elegidos por medio de los padres. Se refiere a la elección nacional de Israel (como pueblo). ‘Los padres’ se refiere a los patriarcas y al pacto de Abraham. Por esta razón habrá un día la salvación nacional. El llamado de Israel es una elección nacional y los dones de gracia son el pacto que le pertenece. La desobediencia y la incredulidad de Israel llevaron a Dios a mostrar gracia a los gentiles. Ahora Dios puede mostrar una vez más, gracia a Israel, lo que los llevará a su salvación. Entonces Dios muestra gracia y misericordia a los judíos así como a los gentiles. Pablo concluye con la famosa canción de alabanza en los versículos 33-36.

• “¡Oh profundidad de las riquezas, de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán incomprensibles son sus juicios e inescrutables sus caminos! Porque: ¿Quién entendió la mente del Señor? ¿O quién llegó a ser su consejero? ¿O quién le ha dado a él primero para que sea recompensado por él? Porque de él, por medio de él y para él son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén” (Romanos 11:33-36).

PARTE 4

EL MISTERIO DE LOS TIEMPOS FINALES

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Capítulo 31

EL MISTERIO DE LOS INJUSTOS

n lo que escribió Pablo a la Iglesia en Tesalónica, él discute el hecho de que la segunda venida de Cristo será precedida por la aparición o manifestación del Anticristo.

Este es el décimo misterio que debemos observar más de cerca.

• “Ahora, con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo y nuestra reunión con él, les rogamos, hermanos, que no sean movidos fácilmente de su modo de pensar ni sean alarmados ni por espíritu ni por palabra ni por carta como si fuera nuestra, como que ya hubiera llegado el día del Señor. Nadie los engañe de ninguna manera; porque esto no sucederá sin que venga primero la apostasía y se manifieste el hombre de iniquidad, el hijo de perdición. Este se opondrá y se alzará contra todo lo que se llama Dios o que se adora, tanto que se sentará en el templo de Dios haciéndose pasar por Dios. ¿No se acuerdan de que mientras yo estaba todavía con ustedes les decía esto? Ahora saben qué lo detiene, a fin de que a su debido tiempo él sea revelado. Porque ya está obrando el misterio de la iniquidad; solamente espera hasta que sea quitado de en medio el que ahora lo detiene y entonces será manifestado aquel inicuo, a quien el Señor Jesús matará con el soplo de su boca y destruirá con el resplandor de su venida. El advenimiento del inicuo es por operación de Satanás, con todo poder, señales y prodigios falsos, y

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con todo engaño de injusticia entre los que perecen por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos” (2 Tesalonisenses 2:1-10).

Pablo nos enseña quién es el injusto: el hombre de pecado, el hijo de perdición, el adversario (versículos 3-4). Pablo también nos enseña lo que hará el injusto: exaltarse a sí mismo, se sentará en el templo de Dios y fingirá ser Dios (versículo 4). Él nos enseña cuándo aparecerá el injusto: cuando a la que ahora restringe (la Iglesia) sea sacada del camino (arrebatamiento) y luego el que no tiene la ley será revelado (versículo 7-8). En el contexto de 2 Tesalonicenses, descubrimos lo que está impidiendo que el “sin ley” (el Anticristo) se revele completamente antes de su tiempo señalado, el momento apropiado que Dios ha propuesto para la persona sin ley.

• “Porque ya está obrando el misterio de la iniquidad; solamente espera hasta que sea quitado de en medio el que ahora lo detiene y entonces será manifestado aquel inicuo, a quien el Señor Jesús matará con el soplo de su boca y destruirá con el resplandor de su venida” (2 Tesalonisenses 2:7-8)

A la que ahora restringe, se refiere a la Iglesia de Jesucristo. Primero debe eliminarse la Iglesia (en el rapto), y luego el Anticristo puede hacer su aparición en la escena mundial. Por consiguiente, solo después del rapto, puede ser completamente revelado.

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El versículo 8 luego describe el juicio divino sobre el que no tiene ley en el día de la aparición visible de Jesucristo, la segunda venida. Ahora, el injusto y aparentemente invencible simplemente será consumido con el "aliento" de la boca del Señor y el brillo de su "venida". El versículo 9 aclara que la aparición del "sin ley" se debe principalmente a la acción de Satanás. Sus acciones se manifiestan de dos maneras a través del Anticristo: a través de los milagros y la gente que desvía. Satanás es claramente el que orquesta la aparición del Anticristo. Este anticristo aparece con una poderosa demostración de poder, es decir, con milagros, señales y prodigios. Los tres están calificados por falsedad. Esto no significa que estas maravillas no sean así, sino que se realizan bajo la inspiración del padre de las mentiras (Juan 8:44) con el propósito expreso de engañar a las personas. El Anticristo se presenta principalmente con una mala orientación abominable, diversas tentaciones de naturaleza seductora e injusta para aquellos que se pierden. Los versículos 11-12 tratan con los juicios piadosos sobre los seguidores del anticristo, quienes, debido a que no aceptan el amor de la verdad, siguen el error. En 2 Tesalonicenses podemos ver claramente que el misterio de la injusticia es el programa de Satanás para la anarquía, que ya está en marcha. Esto culminará con la aparición del "sin ley", el Anticristo mismo en los últimos días. El anticristo será reconocido inmediatamente por los creyentes que acuden a la salvación durante la gran tribulación. Sabrán que él es el Anticristo en el momento en que se siente como Dios en su templo, pretendiendo ser así. Esto sucederá a la mitad (tres años y medio) de la gran tribulación de siete años; que él subirá al templo judío y lo convertirá en su hogar.

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El misterio que no se da a conocer en el Antiguo Testamento es el hecho de que el Anticristo será retenido por la presencia de la Iglesia de Jesucristo en la tierra. Pero esta estancia cesará al suceder el rapto. Entonces el "sin ley", el mismo anticristo, será revelado en la tierra. Solo Dios conoce el tiempo y la hora. La adoración del Anticristo será obligatoria durante este tiempo (Apocalipsis capítulo 13). Muchas personas en la tierra serán engañadas por maravillas, señales y actos poderosos que harán el Anticristo y el falso profeta. También durante este tiempo, las personas desviadas, engañadas recibirán la marca 666 para demostrar su lealtad al Anticristo (Ap. 13:16-18). Esto asegurará y sellará su lugar en el lago que arde con fuego y azufre (Ap. 16:9-11). Aquellos que en esos días se niegan a aceptar el 666, pagan por su negativa con sus vidas. La palabra dice esto de ellos:

• “Y vi tronos; y se sentaron sobre ellos, y se les concedió hacer juicio. Y vi las almas de los degollados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios. Ellos no habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni tampoco recibieron su marca en sus frentes ni en sus manos. Ellos volvieron a vivir y reinaron con Cristo por mil años” (Apocalipsis 20:4).

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Capítulo 32

EL MISTERIO DE BABILONIA

n el undécimo misterio revelado en el Nuevo Testamento leemos el misterio de la gran Babilonia.

• “La mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y estaba adornada con oro y piedras preciosas y perlas. En su mano tenía una copa de oro llena de abominaciones y de las impurezas de su inmoralidad. En su frente estaba escrito un nombre, un misterio: “BABILONIA LA GRANDE, MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA” (Apocalipsis 17:4-5).

• “Y el ángel me dijo: “¿Por qué estás asombrado? Yo te explicaré el misterio de la mujer y de la bestia que la lleva y que tiene siete cabezas y diez cuernos” (Apocalipsis 17:7).

La mujer presenta y representa la religión falsa en los días de la gran tribulación: la gran ramera (Ap. 17:2), la Babilonia mística es un sistema religioso falso y poderoso que se destacará poderosamente en los últimos tiempos, una religión mundial falsa. Las religiones falsas tienen muchos nombres, pero el Señor las llama por lo que son: grandes prostitutas. Las falsas religiones están en los ojos del Señor, la prostitución espiritual o fornicación. Estas falsas religiones gobiernan a la humanidad.

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Ya están presentes en lo que menciona Génesis y posiblemente lo comenzó Nimrod, ya que se menciona que él construyó la ciudad de Babel (Génesis 10-11). Allí sucedió la primera rebelión registrada contra Dios. Babel simboliza el comienzo de toda la idolatría en la tierra en la Biblia, y es su madre. Ella le dio vida a ello. Que Babilonia sea la madre de las rameras, significa que es la fuente de la idolatría, idolatría espiritual. En el idioma hebreo, Babel y Babilonia son la misma palabra. Cuando se habla de Babilonia en Apocalipsis 17, como "misterio, la gran Babilonia, la madre de las rameras y abominaciones en la tierra", tenemos un nombre típico para quien simbolizaba la rebelión contra Dios desde la antigüedad. El ángel comparte con Juan que le mostrará el juicio de la gran ramera que se sentó en muchas aguas (Ap. 17:1). Las aguas simbolizan la humanidad (versículo 15). Se practica entre la gente la religión falsa. La religión falsa persigue a aquellos que son fieles al Señor Jesucristo durante los días de la gran tribulación (testigos de Cristo), incluso los judíos son perseguidos durante este tiempo (la sangre de los santos) (Ap. 17:6). El misterio no es Babilonia en sí, o que es la fuente de la idolatría, porque esto se conocía en el Antiguo Testamento. El misterio es el hecho que Babilonia en los últimos días simboliza y representa una religión falsa que dominará el mundo, especialmente durante la primera mitad de la gran tribulación. Seguramente será apoyado por los gobiernos de todo el mundo. Esta religión falsa también acabará con todos los que la toleran. Cristianos y judíos serán violentamente perseguidos. La religión falsa no admitirá oposición alguna, hasta el momento señalado en que el Anticristo se sienta como en casa en el templo judío, en medio de la gran tribulación y exige ser adorado. Durante la última mitad de (3½ años) de la gran

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tribulación, se dispensará a la religión falsa y su lugar será ocupado por el culto obligatorio al Anticristo (2 Tesalonicenses 2:4; Ap. 13:4, 12, 15-18; 14:9-11; 16:2). La destrucción del sistema de la religión falsa (Babilonia) preparará al mundo para la adoración del Anticristo, aquel que es el Cristo falso, y junto con su factótum, el falso profeta, obligará a la humanidad a tener el 666 marcado en sus manos derechas o frentes como una señal de su lealtad hacia él (Apocalipsis 13:11-18).

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Capítulo 33

EL MISTERIO DE LA PLENITUD

DE DIOS

pocalipsis 10 tiene que ver con el misterio de la plenitud de Dios que sucederá durante los días de la voz del séptimo ángel. Este es el último misterio con el que

vamos a tratar. Una inspección del libro de Apocalipsis revelará que la voz del séptimo ángel, cuando toque su trompeta, en el orden cronológico del libro de Apocalipsis, ocurrirá durante la mitad de la gran tribulación. Esto sucederá a mediados de la semana setenta de Daniel.

• “Y el ángel que vi de pie sobre el mar y sobre la tierra levantó su mano derecha al cielo y juró por el que vive para siempre jamás, quien creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, el mar y las cosas que están en él: “Ya no hay más tiempo, sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él esté por tocar la trompeta, también será consumado el misterio de Dios, como él lo anunció a sus siervos los profetas” (Apocalipsis 10:5-7).

¿Cuándo se cumplirá el misterio de Dios? Cuando se cumpla el tercer “ay” (Apocalipsis 11:14-15); esto sucederá durante los días del séptimo ángel cuando toque su trompeta, por lo tanto será en los días de la séptima trompeta. Este anuncio está precedido por el juramento del ángel que se levanta sobre el

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mar y la tierra. Esto confirma la gravedad de este misterio. El juramento confirma: en los días en que suene el séptimo ángel, se cumplirá el misterio de Dios. En Apocalipsis 10:8-11 leemos de un libro abierto cuyos contenidos revelarán el misterio de Dios que debe cumplirse.

• “El séptimo ángel tocó la trompeta y en el cielo se oyeron grandes voces que decían: “El reino del mundo ha venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo. Él reinará por los siglos de los siglos”. Y los veinticuatro ancianos, que estaban sentados en sus tronos delante de Dios, se postraron sobre sus rostros y adoraron a Dios diciendo: “Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, que eres y que eras, porque has asumido tu gran poder y reinas. Las naciones se enfurecieron, pero ha venido tu ira y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar su galardón a tus siervos los profetas y a los santos y a los que temen tu nombre, tanto a los pequeños como a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra”. Y fue abierto el templo de Dios que está en el cielo y se hizo visible el arca de su pacto en su templo. Entonces estallaron relámpagos, voces, truenos, un terremoto y una fuerte granizada” (Apocalipsis 11:15-19)

El Señor Dios es glorificado y alabado cuando Cristo toma la autoridad del reino para gobernar como Rey. Las naciones gentiles ahora serán juzgadas cuando la ira de Dios se derrame sobre los impíos. Esto está precedido por la expulsión final de Satanás desde el cielo y sobre la tierra, junto con sus ángeles caídos (Apocalipsis 12:3-9). Después de esto viene una gran voz del cielo que dice:

• “Oí una gran voz en el cielo que decía: “¡Ahora ha llegado la salvación, el poder, el reino de nuestro Dios, y

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la autoridad de su Cristo! Porque ha sido arrojado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios” (Apocalipsis 12:10).

Al mismo tiempo, el Anticristo toma su posición durante los 3 años y medio restantes (42 meses) de la gran tribulación. En conclusión, los días del séptimo ángel se cumplen cuando los siete ángeles y los siete sellos de las últimas plagas de la ira de Dios se cumplen (Apocalipsis 15:1; 16:1), y así se cumple el misterio de Dios. Por lo tanto, la declaración del ángel en Apocalipsis 16:17 que dice: “¡Consumado es!” Conduce a la destrucción final de Babilonia (Apocalipsis 17-18) y la aparición de Jesucristo como Rey de reyes y Señor de señores (Apocalipsis 19). Entonces se cumple el misterio de Dios, tal como las buenas nuevas fueron anunciadas a sus siervos, los profetas. El misterio es entonces una serie de eventos que siguen en los días de la voz del séptimo ángel, Apocalipsis 10:7 - 19:21.

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BIBLIOGRAFÍA

Debe mencionarse que la principal fuente de ilustración

para la redacción de este libro TEOLOGÍA DEL REINO,

fueron las Sagradas Escrituras, la Palabra de Dios, la

Biblia en Español, 1957 y la versión Reina Valera

Actualizada de la Santa Biblia, 1977. Esta es una lista de

otras referencias que se utilizaron.

Alexander, P.

Handboek by die Bybel

Editores Protestantes Unidos Edición africana Ciudad del cabo, 1973

Bass, C.B Backgrounds to Dispensationalism

Eerdmans Press Ground Rapids 1960

Berkhof, Louis

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• El libro de la Revelación (también en francés, español, chino mandarín, hindi, xhosa y sotho)

• El libro de Daniel (también en francés y chino mandarín).

• The Spirit World (también en francés, español, chino mandarín, mongol, árabe, xhosa y sotho)

• Los nombres de Dios (también en francés y chino mandarín)

• El testimonio

• Teología del reino (español, también en Francés)

• Jesucristo en el Antiguo Testamento (también en francés y español)

• ¿Qué enseña la Biblia? Volumen 1 (también en francés, chino mandarín y español)

• ¿Qué enseña la Biblia? Volumen 2

Afrikáans: • Die boek Openbaring (Ook in Frans, Spaans, Mandaryn Chinees,

Hindi, Sesotho en Xhosa)

• Die boek Daniël (Ook in Frans en Mandaryn Chinees).

• Die Geesteswêreld (Ook in Frans, Spaans, Mandaryn Chinees, Mongools, Arabies, Xhosa en Sesotho)

• Jesus Christus in die Ou Testament

• Die Name van God (Ook in Frans en Mandaryn Chinees)

• Die Getuienis

• Koninkryk Teologie (Ook in Frans)

• Sinopsis van die Nuwe Testament

• Wat sê die Bybel? Volume 1 (Ook in Frans, Mandaryn Chinees en Spaans)

• Wat sê die Bybel? Volume 2

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