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Teología y Modernidad El teólogo protestante Dietrich Bonhoeffer (1906-1945), nació en Breslau y pasó sus últimos días en un campo de exterminio de Flossenbürg. Bonhoeffer estudio teología movido por razones culturales que eclesiales, esto condujo que en su vida gira sobre dos ejes de comprensión teológica plasmada en sus obras, el Sanctorum Comumunio (1930), la esencia de la Iglesia, Seguimiento y la vida Común, y sus Epistolarios. Sobre su compresión teológica, hay que señalar lo siguiente: Primero habría que situarlo en torno a 1931, y es el giro del teólogo al cristiano, en el sentido de que el teólogo académico se hace cristiano con un compromiso más directo en la vida de la iglesia; el segundo tiene lugar en torno a 1939, y es el giro del cristiano al hombre actual, en el sentido de que el cristiano se hace compañero de nuestro tiempo. Dentro de esta época de cambios socioculturales Bonhoeffer redacta sus obras, en especial, el Sanctorum Communio (1930). Esta obra de disertación publicada en 1930. Estudia la estructura comunitaria de la Iglesia con la ayuda de las ciencias sociales: no se trata de una investigación sociológica, sino de una investigación dogmática realizada con la ayuda de las ciencias sociales, para percibir la realidad de la iglesia en su carácter empírico, en su concreta naturaleza social; y donde la Palabra es acogida en una comunidad sociológica de personas. Bonhoeffer define en varias ocasiones a la iglesia como «Cristo existiendo como comunidad». Para Bonhoeffer, la realidad empírica y sociológica de la iglesia no es descriptible con las categorías de sociedad e institución (como sucede en la eclesiología católica), sino sólo con las de comunidad y comunión: «la iglesia es estructura comunitaria sui generis, comunión del Espíritu, comunión de amor». El problema radica en la comprensión sistemática de la iglesia concreta. Si el tema de la tesis doctoral, Sanctorum Communio, es la realidad de la iglesia, el de su disertación para la habilitación en 1930, editada en 1931, Acto y ser, es la realidad de la revelación como presupuesto de la iglesia. La tesis defendida por Bonhoeffer es la siguiente: «La revelación [...] acaece en la comunidad». Es de tal manera que la revelación debe interpretarse en términos de acto y de ser, mediante el concepto Iglesia: «No se puede pensar la revelación Elver Arenilla

Teología y Modernidad

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Teología y Modernidad

El teólogo protestante Dietrich Bonhoeffer (1906-1945), nació en Breslau y pasó sus últimos días en un campo de exterminio de Flossenbürg. Bonhoeffer estudio teología movido por razones culturales que eclesiales, esto condujo que en su vida gira sobre dos ejes de comprensión teológica plasmada en sus obras, el Sanctorum Comumunio (1930), la esencia de la Iglesia, Seguimiento y la vida Común, y sus Epistolarios.

Sobre su compresión teológica, hay que señalar lo siguiente: Primero habría que situarlo en torno a 1931, y es el giro del teólogo al cristiano, en el sentido de que el teólogo académico se hace cristiano con un compromiso más directo en la vida de la iglesia; el segundo tiene lugar en torno a 1939, y es el giro del cristiano al hombre actual, en el sentido de que el cristiano se hace compañero de nuestro tiempo. Dentro de esta época de cambios socioculturales Bonhoeffer redacta sus obras, en especial, el Sanctorum Communio (1930). Esta obra de disertación publicada en 1930. Estudia la estructura comunitaria de la Iglesia con la ayuda de las ciencias sociales: no se trata de una investigación sociológica, sino de una investigación dogmática realizada con la ayuda de las ciencias sociales, para percibir la realidad de la iglesia en su carácter empírico, en su concreta naturaleza social; y donde la Palabra es acogida en una comunidad sociológica de personas. Bonhoeffer define en varias ocasiones a la iglesia como «Cristo existiendo como comunidad». Para Bonhoeffer, la realidad empírica y sociológica de la iglesia no es descriptible con las categorías de sociedad e institución (como sucede en la eclesiología católica), sino sólo con las de comunidad y comunión: «la iglesia es estructura comunitaria sui generis, comunión del Espíritu, comunión de amor». El problema radica en la comprensión sistemática de la iglesia concreta. Si el tema de la tesis doctoral, Sanctorum Communio, es la realidad de la iglesia, el de su disertación para la habilitación en 1930, editada en 1931, Acto y ser, es la realidad de la revelación como presupuesto de la iglesia. La tesis defendida por Bonhoeffer es la siguiente: «La revelación [...] acaece en la comunidad» .

Es de tal manera que la revelación debe interpretarse en términos de acto y de ser, mediante el concepto Iglesia: «No se puede pensar la revelación si no es en relación al concepto de iglesia».

En su segunda obra La esencia de la iglesia se subraya más explícitamente el fundamento cristológico de ésta. El tema cristológico pasa a ocupar el primer plano en el curso sobre Cristología de 1933, donde Bonhoeffer plantea la pregunta acerca de quién es Jesucristo, respondiendo a la pregunta sobre el «quién» remontándose de la determinación de la presencia de Cristo a la determinación de su persona: «La comprensión de su presencia abre la comprensión de su persona»10. El ser de Cristo, ontológicamente y no sólo histórica y ónticamente, es «ser-pro-me» y está «por mí/por-nosotros» presente como palabra, como sacramento y como comunidad. En este «ser-pro-me», Cristo es mediador y está en el centro: «Aquel que está presente en la Palabra, en el sacramento y en la comunidad de los fieles está en el centro de la existencia humana, de la historia y de la naturaleza. El tratado de cristología académica se hace cristología práctica, en su obra el Seguimiento, en un intento de actualización que aparece ya en el Preámbulo: « ¿Qué es lo que él [Jesús] quiere hoy de nosotros?». Bonhoeffer distingue entre «gracia barata» y «gracia cara»: la gracia barata es la gracia sin seguimiento; la gracia cara es la gracia que comporta el seguimiento.

En resumen, la aportación del teólogo protestante es introducir a la teología en dialogo con la sociedad moderna y preguntarse ante la figura de ¿Quién es Jesús para nosotros los cristianos del siglo XX? Y sobre la comunidad eclesial en su práctica de hacer la voluntad de Dios.

Elver Arenilla