23
Katerine Santo Ciencia del lenguaje (Lingüística): principios generales y desarrollo sistemático UNED 2013-2014 Tercera unidad temática + TFA 1. Introducción 2. El pensamiento generativo 2.1. Hacia un programa minimalista. Por qué y para qué 2.2. Syntactic Structures y el sistema generador de frases gramaticales 2.3. Otros conceptos de la gramática generativa 3. Port-Royal y las estructuras profunda y superficial 4. Humboldt y la Gramática Universal 5. Amor Ruibal y el origen del lenguaje 6. Husserl y la notación sintáctica 7. Ortega y la formación del léxico 8. Consideraciones finales 9. Bibliografía

Tercera unidad temática + TFA

Embed Size (px)

Citation preview

Katerine Santo

Ciencia del lenguaje (Lingüística): principios generales y desarrollo sistemático

UNED 2013-2014

Tercera unidad temática + TFA

1. Introducción

2. El pensamiento generativo

2.1. Hacia un programa minimalista. Por qué y para qué

2.2. Syntactic Structures y el sistema generador de frases gramaticales

2.3. Otros conceptos de la gramática generativa

3. Port-Royal y las estructuras profunda y superficial

4. Humboldt y la Gramática Universal

5. Amor Ruibal y el origen del lenguaje

6. Husserl y la notación sintáctica

7. Ortega y la formación del léxico

8. Consideraciones finales

9. Bibliografía

1. Introducción

En estas páginas hemos pretendido esquematizar el programa minimalista de

Noam Chomsky y comentarlo desde los criterios lingüísticos observados en Port-Royal,

Humboldt, Amor Ruibal, Husserl y Ortega y Gasset durante el estudio de la asignatura

Ciencia del lenguaje (Lingüística): principios generales y desarrollo sistemático. Nos

centraremos en el programa minimalista, aunque explicaremos conceptos de periodos

anteriores de la teoría generativa que han servido de base al programa minimalista. De

cada uno de los lingüistas o grupos con los que hemos comparado el pensamiento

chomskyano hemos extraído un concepto central. Así, de Port-Royal hemos extraído las

estructuras profunda y superficial; de Humboldt el concepto de Gramática Universal; de

Amor Ruibal la cuestión sobre el origen del lenguaje; de Husserl la notación sintáctica y

de Ortega y Gasset la cuestión sobre la formación del léxico. Empecemos, pues, por

caracterizar el punto de vista generativo.

2. El pensamiento generativo

2.1. Hacia un programa minimalista. Por qué y para qué

Empecemos por definir lo mejor posible qué es el programa minimalista y por

qué surgió, aunque esto signifique empezar por el final. Podemos decir que es la línea

que ha seguido la gramática generativa desde los últimos años del siglo XX. Se ha

definido como un medio para investigar y no como una teoría en sí (por eso se

denomina programa). Este medio, pues, no ofrece soluciones específicas, sino que

proporciona el marco conceptual que ha guiado el desarrollo de la teoría lingüística

generativa en las últimas décadas.

La idea de lo minimalista viene a transmitir que la facultad del lenguaje humano

parece estar constituida según “un diseño óptimo y una exquisita organización, que

parecen indicar el funcionamiento interno de unas leyes computacionales muy sencillas

y generales en un determinado órgano mental” (traducido de Boeckx, 2006). Pensamos,

rápidamente, en la idea de Gramática Universal al leer estas líneas, aunque revisaremos

esta relación más adelante. En lo teórico, el programa minimalista se nutre de los

planteamientos de Principios y parámetros (se puede ver un panorama general en

Chomsky, 1998) y de la teoría de Rección y ligamiento (Haegeman, 1991), derivada de

aquellos, aunque propone una visión distinta: considera que los principios y parámetros

que integran nuestro sistema se articulan de forma perfecta y constituyen una solución

computacionalmente óptima en la que no sobra nada y en la que todo lo que hay es

conceptualmente necesario según criterios filosóficos, biológicos y físicos.

Según las líneas minimalistas, lo que ese sistema perfecto necesita para generar

oraciones infinitas son tres componentes: un sistema de conocimiento (formado por el

léxico y la sintaxis) y dos sistemas de actuación que se alimentan de ese sistema de

conocimiento. Los dos sistemas de actuación son aquellos que interpretan las

instrucciones para la emisión del enunciado (sistema articulatorio-perceptual) y que

interpretan las instrucciones para la composición lógico-semántica (sistema conceptual-

intencional). La interacción entre estos tres sistemas da lugar a la forma fonética y la

forma lógica de cada enunciado (volveremos a estos dos conceptos más adelante).

En planteamientos anteriores de la gramática generativa, se consideraba que el

sistema creador de oraciones funcionaba de tal manera que podía generar oraciones

inadecuadas que, después, serían rechazadas en la enunciación debido a ciertas

restricciones. Sin embargo, desde el punto de vista minimalista, esas restricciones se

aplican en todas las etapas y en todos los sistemas (en el de conocimiento, a través del

léxico y la sintaxis, y en los de actuación), de modo que no se producen oraciones que

luego serán inadecuadas y, por tanto, inútiles en la comunicación. Esas restricciones

actúan a través de mecanismos como el cotejo (ing. check), por el cual los elementos de

la oración cotejan sus rasgos (de persona, número, tiempo, modo, etc.) en su posición

original, pues ahí están las exigencias que deben cumplir, antes de ocupar la posición

final en la secuencia lineal de la oración enunciada.

2.2. Syntactic Structures y el sistema generador de frases gramaticales

Volvamos, ahora, un poco más atrás y veamos qué hubo antes del programa

minimalista. Haremos un breve repaso por los fundamentos sobre los que se basa este

último modelo revisando algunas obras y las distintas ideas y conceptos que se fueron

derivando de ellas.

Cuando pensamos en Noam Chomsky, si obviamos su faceta como activista

político y como filósofo, se nos presenta rápidamente como una de las grandes figuras

de la lingüística del siglo XX. Su trabajo, dedicado sobre todo a la sintaxis por

considerarla el centro de todo el análisis lingüístico, se engloba dentro de la teoría de la

gramática generativa, aunque ha pasado por distintas fases que, sin embargo, no han

fragmentado el núcleo de su perspectiva. Podemos proponer, de entrada, algunos

conceptos que desgranaremos en las siguientes páginas y que nos pueden ayudar a

situarnos: hablaremos de sintaxis y semántica, de gramática universal, de racionalismo

en oposición a empirismo, de ciencias cognitivas y de lenguaje formal, entre otros

conceptos.

En 1957 se publica Estructuras sintácticas, obra que podemos considerar como

la fundacional del generativismo. Hasta este momento, la teoría predominante había

sido la estructuralista, apoyada en la psicología conductista, según la cual la adquisición

del lenguaje se producía por medio del aprendizaje y la asociación, igual que cualquier

otra destreza humana adquirida culturalmente. Lo que propone Chomsky en Estructuras

sintácticas es que existe un dispositivo cerebral innato que permite aprender y utilizar el

lenguaje de forma instintiva. La idea de gramática generativa aparece por primera vez

en las primeras páginas de la obra:

“The fundamental aim in the linguistic analysis of a language L is to separate the

grammatical sequences which are the sentences of L from the ungrammatical sequences

which are not sentences of L and to study the structure of the grammatical sequences.

The grammar of L will thus be a device that generates all of the grammatical sequences

of L and none of the ungrammatical ones.”

Vemos que considera la gramática un sistema (device) que genera secuencias

gramaticales. Los datos que maneja ese sistema son los fonemas y palabras, combinados

mediante reglas específicas para cada lengua. Chomsky compara el funcionamiento de

este sistema con el funcionamiento de cualquier lenguaje matemático, que produce

secuencias automáticamente y con corrección si trabaja con las reglas adecuadas.

Veamos con un poco más de detalle cómo se organiza esta visión del lenguaje.

2.3. Otros conceptos de la gramática generativa

Vistos los rasgos generales, una de las primeras distinciones que podemos

analizar en el sistema generativo es la que se establece entre la competencia y la

actuación. Para Chomsky (1965) la competencia lingüística es el conocimiento que el

hablante tiene de su lengua, mientras que la actuación es el uso que hace de ese

conocimiento. Hablamos, pues, de conocimiento frente a conducta, pudiendo dividir ese

conocimiento en tantas partes como dividimos un sistema lingüístico, lo que nos

permite hablar de competencia morfológica, sintáctica, etc.

La competencia lingüística, según esta teoría, es común a todos los seres

humanos y tiene fundamentos genéticos siendo, por tanto, un rasgo definitorio de

nuestra especie. Detrás de la diversidad que encontramos en cuanto a formas de

expresión y construcción en las distintas lenguas del mundo está esa propiedad común

que las ha producido y a la que Chomsky (2002) se refiere como facultad del lenguaje:

una parte de la dotación biológica del ser humano es un ‘órgano del lenguaje’

especializado, la facultad del lenguaje. Su estado inicial es una manifestación genética,

comparable al estado inicial del sistema visual, y parece ser una característica común a

todos los humanos. Por tanto, un niño adquirirá cualquier lengua en las condiciones

apropiadas.

Esta competencia lingüística, pues, es una noción individual que genera o

procesa secuencias en nuestra lengua a través de la aplicación de reglas, principios o

cualquier mecanismo que forme parte de la gramática de dicha lengua. Es un

mecanismo parecido, como se ha dicho muchas veces, al que rige el funcionamiento de

un ordenador que ejecuta un programa. Este procedimiento que genera y procesa

secuencias se ha llamado Lengua-I o lengua interna. La Lengua-I se opone a la Lengua-

E o lengua externa, que es el producto de la interna: son los enunciados emitidos

físicamente y sujetos a condicionamientos pragmáticos y situacionales.

Decíamos que la competencia lingüística es individual, aunque la facultad del

lenguaje es universal. Las discusiones sobre si los fundamentos del lenguaje están en la

naturaleza o en la sociedad son muy antiguas. En líneas generales, lo que dice la

gramática generativa es que el conocimiento del sistema gramatical constituye una

propiedad de los individuos inserta en su facultad del lenguaje. Esta teoría añade que la

forma en la que está constituida o articulada la capacidad de hablar también es común, y

aquí es donde se separa de otras líneas de pensamiento.

Saliendo ya de estas consideraciones, nos centraremos ahora en la propuesta de

cómo se organiza la producción de lenguaje. Para ello debemos comprender antes las

nociones de principios y parámetros, que constituyen una parte de la gramática

generativa. La facultad lingüística estaría dividida en dos partes:

- los principios, que son universales y constantes y que explican las similitudes

entre las distintas lenguas del mundo;

- los parámetros, que también son universales, aunque vienen marcados por un

valor que cambia en cada lengua y que explica las diferencias entre una y otra.

La identificación de todos los principios y parámetros comunes nos llevaría al

conocimiento de la Gramática Universal (de la que hablaremos con más detalle en las

siguientes páginas). En general, la generación de una oración sería producto de la

interacción de un conjunto de principios generales. En este sentido, el desarrollo del

lenguaje debe ser entendido como la adquisición de determinadas características

particulares de cada lengua (los parámetros) sobre la base de un único conjunto de

principios.

3. Port-Royal y las estructuras profunda y superficial

Chomsky hace referencia a la gramática de Port-Royal en varios escritos pero,

sobre todo, en su Cartesian Linguistics (1972), donde hace un recorrido por el

desarrollo de la lingüística partiendo de Descartes y llegando hasta Humboldt.

Considera que la gramática de Port-Royal es un ejemplo casi paradigmático de la

filosofía lingüística cartesiana que él estudia y de la que acepta algunos postulados y

niega otros. La idea que más le interesa es aquella relacionada con la doble estructura de

la frase: los gramáticos de Port-Royal ya consideraron que la frase tiene un aspecto

mental interno o una estructura profunda que encierra su significado, así como un

aspecto externo y físico que da forma a la secuencia fónica (al leer esto pensamos,

rápidamente, en la Lengua-I y la Lengua-E de la terminología chomskyana). Veamos

qué acepta y qué rechaza de esta idea de estructura profunda y estructura superficial.

La teoría de la estructura profunda y superficial en Port-Royal incluye los

recursos redundantes: elementos de la lengua que permiten que una estructura simple se

convierta en una más compleja. Son elementos como las conjunciones, los adverbios,

las negaciones, etc. Lo que Chomsky dice, reformulando esta idea, es que la sintaxis de

una lengua tiene dos sistemas de reglas: uno básico que genera estructuras profundas y

otro transformacional que las convierte en estructuras superficiales. Las reglas del

sistema transformacional son aquellas del tipo de la supresión, la nueva colocación, la

adición, etc. y aquí se sitúan esos elementos recurrentes que mencionábamos. La

estructura profunda y la superficial de una frase pueden no coincidir e incluso pueden

ser opuestas, como vemos en este ejemplo que analiza Chomsky:

Por ejemplo, observa Arnauld que la frase Hay pocos pastores hoy día dispuestos a dar

la vida por sus ovejas, aunque superficialmente afirmativa en cuanto a la forma, en

realidad contiene implícita la frase negativa Muchos pastores hoy día no están

dispuestos a dar la vida por sus ovejas. En general, destaca repetidamente que lo que es

afirmativo o negativo “en apariencia” puede o no serlo en cuanto al significado, es

decir, en cuanto a la estructura profunda. En resumen, “la forma lógica” real de una

frase puede ser totalmente diferente de su forma gramatical superficial (1972: 96)

Esta relación peculiar entre estructura profunda y superficial es la que explica,

por ejemplo, las diversas expresiones que podemos encontrar en las distintas lenguas

para la misma estructura profunda. Un buen ejemplo es el modo que tiene cada lengua

de expresar las relaciones sintácticas, que son universales. En las lenguas clásicas

hablamos de casos, en hebreo encontramos modificación interna, en algunas lenguas

indias de América del Norte encontramos partículas y en francés encontramos un orden

fijo de palabras. Todas estas opciones responden a la misma estructura básica y son

reflejo de una misma estructura de pensamiento.

En la gramática de Port-Royal encontramos un afán por descubrir y caracterizar

la estructura profunda y por estudiar las reglas transformacionales (aunque esto es

terminología de Chomsky) que la relacionan con la superficial. El lingüista

estadounidense considera que este afán es absurdo porque “indica falta de respeto por el

“lenguaje verdadero” (es decir, la forma superficial) y falta de preocupación por el

“hecho lingüístico” (Chomsky, 1972: 108). No rechaza la idea de la distinción, pues este

concepto de la estructura interna y la forma externa lo encontramos, casi intacto, en la

gramática formal de Chomsky o, al menos, en alguna de sus etapas, como la

transformacional. Sin embargo, esta crítica que vemos en Cartesian Linguistics

desaparecerá en etapas posteriores de su trabajo, como veremos más adelante.

4. Humboldt y la Gramática Universal

Por otro lado, lo que Chomsky recupera y desarrolla de la concepción lingüística

de Humboldt es la idea de lo universal del lenguaje (que también aparecía en Port-

Royal). Ambos ven el lenguaje como una capacidad humana ligada a la razón (quizás

las percepciones de razón varíen de un estudioso a otro, pero nos sirve la comparación).

Al igual que Humboldt, Chomsky considera que hay un carácter universal en el

lenguaje, algo que es común a todo ser humano y que se diferencia sólo cuando nos

fijamos en cada lengua en concreto. Esta concepción compartida de la universalidad del

lenguaje es una de las bases de la gramática generativa.

La gramática generativa sostiene que la habilidad para adquirir y desarrollar el

lenguaje humano es innata y que un niño aprende a hablar en parte por aquello que

aprende de la experiencia y en parte por su herencia biológica, que ya le proporciona la

capacidad para realizar ciertas operaciones cognitivas. Todos los seres humanos nacen,

pues, con la capacidad de desarrollar cualquier lengua. En este sentido, el desarrollo del

lenguaje debe entenderse como la adquisición de determinadas características

particulares de cada lengua sobre una base común a todas ellas (podemos pensar aquí en

los principios y los parámetros). La adquisición del lenguaje, en la concepción

generativa, consiste en elegir un valor determinado para cada uno de los parámetros que

caracterizan la lengua adquirida. Este valor determinado se fija a través de la interacción

con otros hablantes (es decir, a través del input). Esto explicaría la adquisición de la

lengua materna y la variación interlingüística. Por otro lado, los distintos valores de

cada parámetro dan como resultado las gramáticas particulares de cada lengua, mientras

que la Gramática Universal se concibe como un estado de la mente de un individuo

previa al desarrollo de una lengua particular. No se ha hecho (todavía) un inventario

completo de parámetros pero, si se hiciera, esos parámetros configurarían la Gramática

Universal, como indicábamos en el apartado anterior.

Chomsky consideró, pues, que los principios que rigen la gramática son

universales en la especie humana. En Syntactic Structures recuperó este concepto de

Gramática Universal, y decimos recuperó porque, como hemos visto, es un concepto

que ya se había manejado en la lingüística.

5. Amor Ruibal y el origen del lenguaje

Si pensamos en el lingüista gallego Amor Ruibal, lo primero que nos viene a la

mente, en este punto del curso, es que fue un pionero, y eso ya lo acerca a Chomsky.

Amor Ruibal sitúa al lenguaje en el centro de la cognición humana. Fue un pionero en

España en adoptar un enfoque cognitivo que parte del comparativismo para explicar el

lenguaje. Su método une principios de los neogramáticos y los paleogramáticos: el

proceso psicológico-lingüístico de unos y el método analítico-experimental de otros.

Este planteamiento sienta las bases para el estructuralismo posterior (recuérdese que

hablamos de finales del siglo XIX y principios del XX) e incluso para teorías más

recientes que tratan la relación entre lenguaje y pensamiento. Así, entendemos que las

variantes y realizaciones individuales están sometidas, por un lado, a la consideración

social y, por otro, a factores externos al individuo e internos al lenguaje en sí, como la

ley de economía lingüística. Este tipo de leyes no aparecen en el sistema chomskyano

de forma explícita, aunque la universalidad, la regularidad y lo sistemático sí son partes

de la concepción generativa.

Encontramos un rasgo que acerca ambos planteamientos, y es el origen del

lenguaje. Para Chomsky el lenguaje es una facultad humana de base fisiológica (alojada

en nuestro cerebro), que surge ahí y se complementa a través del input procedente de lo

que se habla a nuestro alrededor y para Amor Ruibal, sorprendentemente, el lenguaje es

también una capacidad humana innata. Cuando trata sobre el origen y la evolución del

lenguaje sugiriendo que es una invención del ser humano, está negando las distintas

teorías hasta el momento (evolucionista, creacionista...) y se está inclinando por la

perspectiva que más tarde asumirá Chomsky con el innatismo.

Decíamos “sorprendentemente” porque Amor Ruibal tuvo una formación

eminentemente eclesiástica que, sin embargo, supo separar muy bien de sus estudios

sobre el lenguaje. La facultad del lenguaje es natural para el lingüista gallego y la pone

en relación con la naturaleza intelectual del hombre y con los resultados de esa facultad:

lo que habla y entiende. Sin embargo, y aquí Chomsky vuelve a acercarse a él, su

realización se efectúa en correlación con el medio, partiendo del uso, que se convierte

en hábito (proceso de aprendizaje y adquisición para Amor Ruibal, y proceso de

saturación de parámetros para Chomsky).

6. Husserl y la notación sintáctica

La gramática generativa, por ser una gramática de tipo formal, tiene un sistema

de notación sintáctica que ha resultado fundamental en la transmisión de sus

planteamientos. Es un sistema basado en los lenguajes computacionales que se rige por

reglas en principio sencillas y recurrentes. Una de las primeras distinciones que

debemos tener presentes para comprender este sistema es la que se establece entre

núcleo y proyección: todos los sintagmas que maneja la notación generativa son

proyecciones máximas de núcleos. Los núcleos pueden ser palabras pertenecientes a

categorías léxicas (sustantivos, verbos, adjetivos, adverbios) o a categorías funcionales

(determinantes, pronombres, conjunciones, preposiciones y algunos adverbios como la

negación). Estas palabras, cuando se unen a otras que las complementan y, juntas,

cumplen un papel dentro de la oración, forman un sintagma o proyección máxima. Así,

por ejemplo, de un sustantivo (X) unido a un adjetivo (Y) obtenemos un sintagma (X’’)

que, si aparece al lado de un verbo (Z > Z’’), hará la función de sujeto de una oración.

El sustantivo X se une al adjetivo Y en una fase intermedia de su proyección (X’) antes

de conformar el sintagma X’’. A través de este sistema de proyecciones se van

analizando las construcciones sintácticas, paradigmáticamente en forma de diagrama

arbóreo cuyas ramificaciones son siempre binarias (de cada nudo sólo pueden salir dos

ramificaciones) porque se considera que nuestro pensamiento también funciona de esta

manera. El ejemplo típico que se ofrece para justificar este sistema de ramificación

binaria es una suma: si tenemos que sumar mentalmente tres cifras (2 + 3 + 6) no las

sumamos a la vez, sino que sumamos dos y, al resultado de esa suma, le añadimos la

tercera cifra (2 + 3 = 5 / 5 + 6 = 11).

Hay reglas que dictan qué se puede unir a cada núcleo y qué operaciones actúan

en cada nudo o dentro de cada sintagma (estas reglas las dicta el contenido léxico de las

palabras en función de sus necesidades de saturación de significado: un verbo transitivo,

para saturar sus exigencias, necesita un sujeto, un objeto directo y un indirecto; una

preposición necesita un término; etc.). Husserl afirma en sus Investigaciones Lógicas

(Investigación IV) que existen leyes a priori que regulan las formas posibles de enlaces

en la sintaxis. Esas leyes dependen de las exigencias semánticas. Cada categoría

semántica determina con qué otra categoría debe enlazarse. Husserl habla de objetos

dependientes e independientes, que se corresponden, si le buscamos un correlato en la

teoría generativa, con las categorías funcionales y las léxicas (con significado de por sí

unas y con significado dentro de un sintagma o frase otras).

7. Ortega y Gasset y la formación del léxico

Como indicábamos antes, el léxico, dentro del sistema chomskyano, forma parte

de ese sistema de conocimiento que, junto a la sintaxis, aporta datos a los sistemas

conceptual y fónico para crear frases adecuadas en cada lengua. Aunque tanto la visión

de Chomsky como la de Ortega y Gasset sobre el lenguaje son muy amplias, es aquí, en

el léxico, donde encontramos un interés común entre uno y otro.

Las consideraciones de Ortega sobre el léxico se centran en la etimología. Esta

disciplina, para él, no es, o no debería ser, sólo la averiguación de qué forma y

significado hay detrás de una forma más actual, sino que tiene que explicar en qué

contexto surgió esa forma primera y qué movió a aquél que la usó por primera vez. Usa

el caso de hígado y jecur ficatum en latín, diciendo que la etimología debería explicar

qué movió a la persona que, por primera vez, decidió referirse al órgano sólo con la

forma adjetival que lo acompañaba en esta construcción, copiada del griego, y no con el

nombre del órgano en sí (¿por humor? ¿Por olvido? ¿Por ignorancia?) (D’Olhaberriague

Ruiz de Aguirre, 2005-2006). A este propósito, Ortega dice:

De modo que la palabra “hígado” tiene su faz, su aspecto frontal que vemos y es su

presente, pero a este va pegado su dorso, su espalda que no vemos y es su pasado; solo

vemos que lo contiene (op. cit., p. 84).

Para Ortega ese “dorso” o “espalda” es igual o más importante que el aspecto

frontal de una palabra, pues es donde está su verdadera naturaleza. La forma externa y

actual (esto dependerá de la actualidad del que hable) de la palabra es lo único que

vemos y es lo único que podemos utilizar para llegar hasta su naturaleza real. Vemos

aquí una conexión con un aspecto que hemos señalado en páginas anteriores (véase §3)

aunque con matices diferentes a aquellos que veíamos en Port-Royal y en Chomsky.

Ortega considera, al contrario que muchos lingüistas, que la forma superficial no es

capaz de coincidir con el pensamiento y reflejarlo fielmente, pues hay muchos detalles

que se pierden en ella. Por eso utiliza la etimología de las palabras en muchos de sus

escritos, pues ahí encuentra detalles que sí expresan su corriente de pensamiento.

8. Consideraciones finales

Hemos visto, de forma muy sucinta, las conexiones que tiene la gramática

generativa de Chomsky con el pensamiento y los planteamientos lingüísticos de los

gramáticos de Port-Royal, de Humboldt, de Amor Ruibal, de Husserl y de Ortega y

Gasset. Hemos comprobado que ideas que se suelen considerar revolucionarias y únicas

en el pensamiento generativo en realidad ya estaban (de forma más o menos nítida) en

obras anteriores. Estas páginas nos han servido también para rescatar a autores que a

veces quedan olvidados en los cursos de Lingüística pero que, sin embargo, han tenido

una importancia central en el desarrollo de esta disciplina. Es el caso de Ángel Amor

Ruibal, que ya en los primeros años del siglo XX planteaba ideas que se han actualizado

y que se han convertido en fundamentos de otras corrientes en los primeros años del

XXI.

9. Bibliografía

AMOR RUIBAL, Á.: Los Problemas Fundamentales de la Filología Comparada. Su

Historia, su Naturaleza y sus Diversas Relaciones Científicas. Primera Parte.

Tipología Galaica, Santiago, 1904. Edic. facsímil del Consello da Cultura

Galega, Santiago de Compostela, 2005.

____ Los Problemas Fundamentales de la Filología Comparada. Su Historia, su

Naturaleza y sus Diversas Relaciones Científicas. Segunda Parte, Imprenta y

Encuadernación de la Universidad Pontificia, Santiago, 1905. Edic. facsímil del

Consello da Cultura Galega, Santiago de Compostela, 2005. (PFFC, II).

ARNAULD, A. – LANCELOT, CL.: Grammaire Générale et Raisonnée. Éditions Alia,

Paris, 1997.

BOECKX, C.: Linguistic Minimalism. Origins, Concepts, Methods and Aims. Oxford:

Oxford University Press, 2006.

CHOMSKY, N.: Aspects of the theory of syntax. Cambridge, MA: MIT Press, 1965.

Versión española, introducción, notas y apéndice de C. P. Otero, Aspectos de la

teoría de la sin-taxis. Madrid: Aguilar, 1970.

____ Lingüística Cartesiana. Un Capítulo de la Historia del Pensamiento Racionalista.

Editorial Gredos, Madrid, 1972.

____ Syntactic Structures, La Haya, Mouton, 1957. Trad. cast.: Estructuras sintácticas,

México, Siglo XXI, 1975.

____ The Minimalist Program. The MIT Press, Cambridge, Massachussets, London,

(1995), 1996 (2ª reimpr.). Trad. española: El Programa Minimalista. Trad. de

Juan Romero Morales). Alianza Editorial, Madrid, 1995.

____ El conocimiento del lenguaje. Madrid: Alianza Editorial, 1998.

CRUZ-CRUZ, J. "Ortega ante el lenguaje". Anuario Filosófico, 8, 69-116, 1975.

DOMÍNGUEZ REY, A., El Drama del Lenguaje. Edit. Verbum-UNED, Madrid, 2003.

D’OLHABERRIAGUE RUIZ DE AGUIRRE, Mª. C.: El Pensamiento Lingüístico de

José Ortega y Gasset. (Tesis Doctoral, UNED, Madrid, Año académico 2005-

2006) [Actualmente en prensa en la Editorial Espiral Maior, de A Coruña).

HAEGEMAN, L.: Introduction to government and binding theory, Blackwell, Oxford,

1991.

HUMBOLDT, W. Von, Sobre la Diversidad de la estructura del Lenguaje Humano y

su Influencia sobre el Desarrollo Espiritual de la Humanidad. Trad. Y prólogo

de Ana Agud. Anthropos, Barcelona, 1990.

HUSSERL, E.: Investigaciones Lógicas.- I. Revista de Occidente, Madrid, 1967.

____ Investigaciones Lógicas.- II. Idem.