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1 “Territorialidades emergentes“Ladera de Cali” Seminario: Economía Ecológica JOSE ALONSO GONZALEZ SOLANO [email protected] Doctorado en Ciencias Ambientales Universidad del Valle Junio 20 de 2013

Territorialidades Emergentes. Ladera de Cali

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En un mundo dominado por los postulados de la economía neoclásica y su correlato la economía ambiental, se ha intentado dar respuesta a problemas ambientales desde una visión antrópica. La Economía Ecológica abre el espectro de comprensión de las relaciones entre los complejos ecosistemas naturales y el sistema económico, permitiendo que en ello intervengan otras disciplinas, en un auténtico trabajo inter y transdisciplinar. Foladori, G. (2001)

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    Territorialidades emergentes

    Ladera de Cali

    Seminario: Economa Ecolgica

    JOSE ALONSO GONZALEZ SOLANO

    [email protected]

    Doctorado en Ciencias Ambientales

    Universidad del Valle

    Junio 20 de 2013

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    Territorialidades emergentes bajo un enfoque ecosistmico en Ladera de Cali

    Jos Alonso Gonzlez Solano MSc

    Doctorado Ciencias Ambientales. Seminario Economa Ecolgica.

    1. Consideraciones iniciales

    Los tiempos actuales demandan de los hombres de ciencia, aperturas mentales que les

    facilite no slo la comprensin de mltiples realidades, propias de un mundo complejo,

    diverso y disperso; sino, una inquebrantable disposicin para el encuentro con otras

    disciplinas en lo que se ha dado en llamar dilogo de saberes1. Sin duda, la Economa

    Ecolgica se constituye en una oportuna y evidente respuesta a esta demanda.

    En un mundo dominado por los postulados de la economa neoclsica y su correlato la

    economa ambiental, se ha intentado dar respuesta a problemas ambientales desde una

    visin antrpica. La Economa Ecolgica abre el espectro de comprensin de las relaciones

    entre los complejos ecosistemas naturales y el sistema econmico, permitiendo que en ello

    intervengan otras disciplinas, en un autntico trabajo inter y transdisciplinar. Foladori, G.

    (2001)

    La Economa Ecolgica se sita en el marco de una discusin histrica que por serlo no ha

    perdido vigencia: la dialctica naturaleza sociedad. Discusin que aun hoy se mantiene y

    que debido a las nuevas configuraciones sociales, culturales y econmica de un mundo

    cada vez ms globalizado, antes que perder importancia, gana espacios de estudio y

    anlisis. Tal vez uno de estos lo constituya los problemas inherentes al crecimiento

    incontrolable de las ciudades, como efecto de procesos de planificacin en los que la clave

    ambiental-ecolgica no ha estado presente o ha sido subvalorada.

    El presente artculo ofrece una aproximacin conceptual y metodolgica al estudio del

    encuentro naturaleza sociedad desde la inclusin de la categora de anlisis:

    1 Dilogo de saberes, concepto o enfoque asociado a la educacin y la investigacin, cuyo objetivo fundamental se encuentra en la construccin grupal del conocimiento.

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    territorialidades. Complexus de relaciones e interacciones que despliegan colectivos

    humanos en el objetivo de configurar territorios de vida.

    En esa direccin el documento acoge ciertos procesos de territorialidad como productores

    de un territorio que opera como la interfase entre naturaleza y sociedad. Para ello, se sita

    en el municipio de Cali con toda su espacialidad. Constituida por zona urbana, zona rural y

    zona de ladera. Esta ltima ofrece una imagen medio imaginaria, medio real, de frontera

    o borde. Oportuno referir lo expuesto por GEPCyD. (2009):

    El espacio de borde es desde la mirada de la ecologa el lugar donde

    estn ubicados () ecosistemas diferentes, pero mixturados o

    yuxtapuestos. Este espacio no es una transicin de un ecosistema a otro,

    ms bien tiene su propia especificidad, es decir, es un hbitat de borde,

    con sus propias caractersticas, ciclos, ritmos, etc..

    Tan vlido como enunciar qu se encontrar en el artculo, es hacer lo propio con aquello

    que no har parte de su contenido y desarrollo. El artculo no es un compendio de datos y

    cifras estadsticas, ni tampoco un reportorio de citas histricas. Ms bien, su posible utilidad

    deba estar en presentar de manera simple lo que en realidad es un asunto complejo: las

    territorialidades emergentes.

    2. Origen e implicaciones de la dialctica: Naturaleza Sociedad

    El inters del hombre por comprender el comportamiento de la naturaleza no es nada

    nuevo. Siempre le ha inquietado ese mundo externo a l. Desde ese afuera est la

    naturaleza, filsofos, poetas, telogos, hombres de ciencia, han intentado poner en algn

    sitio aquello que es motivo y generador de sus pensamientos y preguntas. Ha sido y

    contina siendo objetivo poner las cosas en su lugar, como una forma evidente de ejercer

    dominio, de lo cual la naturaleza no se ha salvado. Reflejo de ello sera, que todo lo que no

    es propiamente produccin humana recibe el calificativo de natural y por lo tanto externo

    al hombre. Siendo, lo producido por l, artificial. Expresiones autnticas de ese juego de

    palabras2, con el cual se ha intentado comprender los fenmenos de la vida. El mundo nos

    ha sido dado en el marco de opuestos.

    2 Entre estas figuras se encuentra la anttesis. Juego dual de significaciones, de contraposiciones y contrasentidos que permiten confrontar hechos y realidades. En particular la dualidad. arriba y abajo.

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    En esa direccin, al poner por fuera la naturaleza, el hombre toma distancia sobre ella, lo

    que le otorga un mayor grado de posibilidades para dominarla o resistirla, como lo expresa

    -Gastn Bachelard: Comprendemos la naturaleza resistindola. Seguramente de todas

    las especies vivas, el hombre sea el nico que hace esa clara escisin. Justa separacin la

    que le otorga, segn l, el carcter de superioridad sobre la naturaleza misma y las dems

    especies. Origen de la visin antropocntrica del mundo, cuyo postulado central plantea

    que la biodiversidad se debe preservar para beneficio de los seres humanos, as mismo

    como la naturaleza est al servicio del hombre.

    Pero, una separacin, que no slo ha tenido injerencia en el pensamiento de filsofos o en

    el juego de metforas de escritores y poetas. Tambin ha oficiado como paradigma de la

    investigacin convencional, en la que el sujeto se encuentra separado del objeto de

    observacin o investigacin. Referencia til para las intenciones del estudio, en cuanto que,

    se sugiere acoger el conjunto: naturaleza sociedad como un todo y no como objetos

    separados de observacin y anlisis.

    Pero, si el hombre se ha considerado fuera de la naturaleza. Tendra, entonces que, por

    ese mismo juego de opuestos, pertenecer a un adentro. Un adentro que va produciendo

    en la medida que toma consciencia de su carcter social. Es la sociedad el adentro al que

    pertenece, y al que quiere y busca pertenecer. La sociedad le es propia, en ella se siente

    como en casa3. Y nada ms mueve al hombre que sentirse cmodo.

    Comodidad que asocia a la tenencia y dominio de un espacio propio, tanto como le mueve

    tener dominio sobre el tiempo. Se configura as, sin duda, una de las ms aejas dialcticas

    que han dominado la vida del hombre: naturaleza sociedad. La sociedad es, entonces,

    una suerte de depositario de todo aquello que l crea. Esto es, de lo artificial como opuesto

    a lo natural. Visin y postura heredada del predominio del pensamiento racional. Como bien

    lo refiere Max Neef (2004:10)

    En el curso de la evolucin humana, la transicin de la comunicacin oral,

    en que el conocimiento se imparta a travs de historias y de mitos, a la

    comunicacin escrita, producto fundamentalmente (en Occidente) del

    desarrollo del alfabeto () se fue imponiendo la primaca del pensamiento

    3 Alusin cercana a la etimologa de la palabra ecologa que proviene del griego oikos que significa hogar. Extensin de un juego lingstico con el cual se busca la aproximacin semntica de esas dos realidades que aparecen irremediablemente en oposicin. Naturaleza y sociedad.

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    racional por sobre el relacional. Desde entonces, ha sido tal la fascinacin

    que ha producido la razn, que hemos perdido otras facultades y

    sentimientos que nos facilitaban entender, por as decirlo, la naturaleza

    desde adentro.

    3. El Territorio, entre el concepto y la praxis

    En el juego dialectico afuera adentro hay presencia y valoracin por una categora

    conceptual que al hombre, en su esencia como ser terrenal, le inquieta y sobre el cual

    construye un variado arsenal de definiciones, convirtindolo en un concepto polismico y por

    lo tanto complejo: el territorio. Sin duda, un trmino que le acompaa en su permanente

    esfuerzo por ubicarse, por poner en un lugar todo aquello que considera propio, sean

    propiedades materiales, simblicas, emocionales y hasta imaginarias.

    Diramos que el territorio es una forma de resistencia a la separacin radical de la naturaleza

    y lo social. Pues, la nocin de territorio trasciende lo uno y lo otro, es tanto social como

    naturaleza misma. Seguro esta ltima aseveracin nos remitira a la nocin de espacio,

    esencialmente de espacio geogrfico (Santos, M. 2000: 27).

    En un intento por aclarar o simplificar lo que en esencia no es simplificable, diramos que la

    naturaleza y la sociedad son formas acotadas de espacio y cabe decir que en ellas o entre

    ellas el hombre configura sus territorios histricos, de dominio, de vida, de muerte, de

    significado. El territorio es un espacio socializado y culturizado (Garca, J.L. 1976: 26).

    Cabe luego la posibilidad de acoger el territorio, como cierta forma de interfase entre ese

    mundo natural y el mundo social, que no es otro, como se ha venido afirmando, que el

    construido por el hombre en un proceso ciertamente histrico. Se configura de esta manera

    otra de las grandes dimensiones que hacen parte de la dialctica: naturaleza sociedad; el

    tiempo.

    Al reconocer su incapacidad para dominar la temporalidad de la naturaleza, entonces lo hace

    todo por dominar el tiempo social, que al fin de cuentas es su creacin. Esto ltimo nos

    permite entender el territorio como construccin social, pero adems como construccin con

    cronologa propia. El empeo del hombre por territorializarlo todo, es tambin su esfuerzo

    por temporalizarlo todo (Rodrguez Valbuena, D. 2010).

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    4. Interseccin Naturaleza Sociedad, desde un espacio concreto

    Ms all de dialctica, proponemos referir interseccin naturaleza sociedad, como espacio

    geogrfico, que en su forma ms fsica o material es tierra. Pero, tambin es producto social.

    Para el caso en estudio, la naturaleza, corresponde a un amplio y diverso espacio geogrfico

    denominado parque nacional natural PNN Farallones. La sociedad, es el Municipio de Cali y

    su latente extensin urbana. Entre el parque natural y la ciudad hay tierra. Tierra como

    espacio geogrfico. Espacio que al observar la estructura fsica del relieve y lo enunciado

    por el POT (Plan de Ordenamiento Territorial) contiene entre otras formas la denominada

    Ladera, que hace parte del piedemonte. Tal como se lee y constata en: Seccin Transversal

    Generalizada del Municipio. (Grfico No. 1)

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    Grfico No. 1

    Con mayor detalle el grfico No. 1 ilustra, la naturaleza sobre el costado occidental del

    municipio. La que est circundada por la cordillera Occidental, extensin del sistema

    montaoso de los Andes. Contiene adems del PNN Farallones y zona de reserva forestal,

    valores ambientales (agua y vientos) y paisajsticos. En direccin occidente oriente, al

    extremo, la ciudad o rea urbana, zona plana, en donde se identifican entre otras figuras:

    pendientes suaves, suelos de expansin y alta concentracin urbana.

    El centro del grfico corresponde, al piedemonte. Donde se ubican zonas como las de ladera,

    sobre la cual existe un reconocimiento ante todo fsico por su ms que evidente presencia

    en el relieve, pero no tanto desde lo institucional para quien la ladera no pasa de tener un

    corto espacio de enunciacin en algunos documentos o en ciertos discursos, sobre todo

    polticos. Cuenta tambin con, zonas dedicadas, no autorizadas, a la actividad minera;

    zonas, deficientemente planificadas para vivienda campestre; accidentes como pendientes

    altas, y problemas ambientales como deslizamientos y avenidas torrenciales. Justo ese

    centro con toda su carga social, fsica, institucional opera como la interseccin: naturaleza

    sociedad.

    Por lo tanto, se infiere de la interseccin naturaleza sociedad, y consecuente con la

    dialctica, un entramado complejo de acciones, relaciones e interacciones a travs de las

    cuales el hombre se hace a un territorio, demarca un territorio, le da significado a esa porcin

    de tierra o de espacio. Sobre l vaca todo la carga de intenciones, intereses, sueos,

    utopas, por controlar, por dominar, por hacer propio. Es a lo que los antroplogos y otros

    cientficos sociales llaman territorio pensando, vivido, hablado, en ltimas culturizado. Y tal

    como lo sugiere Nates, B. (2011:210) ese territorio toma formas como las que ilustra la Figura

    No. 1.

    Revisando en detalle lo que nos ilustran las imgenes 1 y 2, tenemos un territorio o varios

    territorios co-existiendo en un mismo espacio geogrfico. Son estos: territorio rural, territorio

    rurbano, territorio de ladera, territorio de extensin urbana. Territorios que le dan forma a lo

    que el estudio asume como interseccin naturaleza sociedad. Pero, siguiendo la lnea de

    lo expuesto, en sentido de que el territorio es una construccin social que viene por cuenta

    de procesos de territorialidad que crea y despliega el hombre, cabra preguntarse cules

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    son algunas de esas territorialidades que le han dado y continan dndole forma a ese

    territorio que se ubica en la interseccin?

    Figura No. 1

    5. Visin problmica de un contexto en estudio

    Mencin especial demanda, por obvias razones, la ladera: territorio social, accidente

    geogrfico o simplemente borde en la configuracin de los espacios de vida de la ciudad.

    Existen sobre ella, diversas visiones y conceptos. Pero, casi todos coincidentes en un rasgo

    particular: es la ladera una estructura ambiental delicada y por lo tanto de extrema

    complejidad para el presente y futuro sostenible de una ciudad como Cali, que crece a un

    ritmo acelerado y que pareciera no tiene punto de retorno.

    Tercera ciudad de Colombia por poblacin, tambin es ciudad de marcados contrastes4. Es,

    junto con Bogot, la ciudad con el ms alto ndice de recepcin de grupos humanos en

    4 El territorio del Municipio de Cali lo componen 56.000 hectreas de las cuales solo 12.000, el 20%, son urbanas-citadinas. El resto es rea rural. Paradjicamente es un Municipio rural con el 70% de su rea en la

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    condiciones de desplazamiento o movilidad, como se le quiera estudiar. La violencia, el

    despojo de tierras, dinmicas laborales y educativas, bsqueda de mejores servicios y

    calidad de vida, son entre otros los motivos por los cuales Cali recibe permanentemente

    sobre su espacio estos grupos humanos.

    Justo en los ltimos aos, muchos de estos grupos, han centrado su atencin y esfuerzo de

    ubicacin en zonas como la ladera, en especial aquellos cuya movilidad est asociada a

    unas mnimas posibilidades econmicas, que les conduce irremediablemente a asentarse

    en lugares, como este, de altsima sensibilidad ambiental para la ciudad, en tanto representa

    punto de conexin en la lnea de extensin de servicios ecosistmicos.

    6. Dinmicas productoras de Territorialidades. El ex ante5.

    Sin duda el asunto toma un matiz de complejidad cuando se advierte que en la construccin

    de territorio confluyen diversas territorialidades, por razn de que, en primer lugar, no se

    trata de una construccin esttica en el tiempo y en el espacio. Segundo, porque son

    producidas generalmente por colectivos humanos que se movilizan bajo el signo de intereses

    y significados diversos. Tercero, porque la territorialidad como proceso trasciende la nocin

    prctica y adquiere en ocasiones formas discursivas (Damonte, G. 2009). As como las

    territorialidades configuran territorio, es vlido aceptar, a su vez, la existencia de dinmicas

    diversas del orden social, econmico, poltico o cultural o todas en su conjunto, que ofician

    como generadoras de estas territorialidades.

    Considerando el tipo de espacio natural que est en estudio y que constituye un conjunto de

    ecosistemas de gran riqueza y variedad, la primera dinmica, productora de territorialidad,

    montaa, con influencia del mar Pacfico Biogeogrfico. Al territorio municipal, su hbitat funcional lo define la naturaleza de occidente a oriente, con los ros como ejes ambientales y urbanos, y los corregimientos unidades ecolgicas. Martnez, V.R. (2011) 5 El trmino ex-ante, es una palabra neolatina que significa "antes del suceso.

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    que se propone son los servicios ecosistmicos6. Que tienen origen en el PNN Los

    Farallones7.

    Por cuenta de la sociedad, dos dinmicas generadoras de territorialidades, las encontramos

    en los discursos8 ambientales que provienen de diversas instancias y que representan

    diferentes intereses y contenidos. Y las prcticas socio-productivas9 originadas y

    desarrolladas por una comunidad. A travs de las cuales busca legitimarse como instancia

    social con identidad propia. De esta manera la territorialidad se asocia con procesos

    identitarios.

    En el mbito del discurso ambiental, y como esfuerzo por aproximarlo a los intereses del

    actual estudio, vale enunciar lo que sobre l refiere Massa, M. (2004:177) en cuanto a su

    uso y utilidad en la prctica educativa:

    La consideracin del discurso como un espacio de prcticas educativas

    permite analizar la forma en que diferentes procesos y sujetos se relacionan

    entre s en funcin de una cadena de significados que se expresan,

    intercambian, negocian y construyen en la dinmica del aula. () se

    analizan las prcticas discursivas y los argumentos que una profesora y sus

    alumnos formulan sobre los conceptos "agua potable - agua contaminada"

    en una clase de Ciencias Naturales en la que se abordan contenidos de

    Educacin Ambiental.

    Extrapolando la escena educativa a un escenario social como el que concentra la atencin,

    no resulta difcil valorar la importancia y oportunismo que posee la dinmica discurso

    6 La Evaluacin de los Ecosistemas del Milenio define los servicios ecosistmicos como aquellos beneficios que la gente obtiene de los ecosistemas. Esos beneficios pueden ser de dos tipos: directos e indirectos. Se consideran beneficios directos la produccin de provisiones agua y alimentos (servicios de aprovisionamiento), o la regulacin de ciclos como las inundaciones, degradacin de los suelos. Los beneficios indirectos se relacionan con el funcionamiento de procesos del ecosistema que genera los servicios directos (servicios de apoyo), como el proceso de fotosntesis y la formacin y almacenamiento de materia orgnica; el ciclo de nutrientes; la creacin y asimilacin del suelo y la neutralizacin de desechos txicos. Los ecosistemas tambin ofrecen beneficios no materiales, como los valores estticos y espirituales y culturales, o las oportunidades de recreacin (servicios culturales). 7 Complejo con una extensin de 150.000 hectreas, provee numerosos bienes y servicios ambientales, principalmente para los habitantes de las comunidades aledaas y para el resguardo de una parte significativa de biodiversidad del pas. 8 Palabra cuyo significado se comprende ms cuando se le asocia con trminos como: "lenguaje", "comunicacin", "interaccin", "sociedad" y "cultura", con los cuales guarda una estrecha afinidad. 9 La prctica socio-productiva representa el quehacer del hombre, es la forma o el medio a travs del cual logra su reconocimiento.

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    ambiental como productora de territorialidades. Este complejo de relaciones e interacciones

    est marcado por cdigos lingsticos que en su devenir delimitan, amplan o estrechan

    espacios de vida. Tal vez un ejemplo de ello, hoy, lo constituya las llamadas fronteras

    invisibles muchas de las cuales son en lo fundamental discursos de exclusin.

    Entre tanto, la Figura No. 2 ilustra, precisamente, la forma como las dinmicas productoras

    de territorialidades: servicios ecosistmicos, prcticas socio-productivas y discursos

    ambientales, se interceptan sobre el espacio geogrfico que produce el encuentro naturaleza

    sociedad. El producto de esas intersecciones son las territorialidades que a su vez sern

    productoras de territorio.

    A travs de la imagen se puede apreciar que el espacio interseccin naturaleza sociedad

    no es un espacio vaco en sentido de no responder o no contener dinmica social,

    econmica, poltica o cultural alguna de grupos humanos. Recordemos que justo sobre ese

    espacio se asientan entre otras: zona rural, zona rurbana, zona de ladera, zona de extensin

    urbana, entre las ms significativas.

    Figura No. 2

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    7. Territorialidades productoras de Territorio

    La dinmicas: servicios ecosistmicos, prcticas socio-productivas y discursos ambientales

    son en esencia un complejo de acciones, interacciones y relaciones que en su despliegue

    van configurando territorialidades. Para efectos del estudio sern aquellas que se producen

    del cruce entre ellas y que copan el espacio interseccin: naturaleza sociedad.

    En la Figura No. 3 se observa como cada dinmica en su despliegue se encuentra con las

    otras dinmicas produciendo intersecciones que son asumidas como territorialidades. De

    esta manera tenemos: Procesos de territorialidad: servicios ecosistmicos. Procesos de

    territorialidad: servicios ecosistmicos prcticas socio-productivas. Procesos de

    territorialidad: servicios ecosistmicos discurso ambiental. Procesos de territorialidad:

    prcticas socio-productivas discurso ambiental. Opera como soporte de todas las

    territorialidades, los servicios ecosistmicos dada su estratgica importancia en la

    construccin de un territorio ambiental.

    Figura No. 3

    8. El Territorio objeto de estudio

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    Sobre el espacio: interseccin naturaleza sociedad, que entre otras zonas contiene la

    Ladera, asumida como unidad de anlisis; reposa la interseccin de las tres dinmicas. Es

    justo el rea en donde se cruzan o interceptan el complejo de relaciones que configura cada

    una de las tres dinmicas. La Figura No. 4 seala justo ese espacio que para efectos

    prcticos se configura como territorio objeto de estudio.

    Las territorialidades emergen a partir de sus propias dinmicas, pero tambin del influjo que

    recibe de otras. Veamos: los discursos ambientales son productores por si de

    territorialidades, que se dimensionan y complejizan cuando entra en interaccin con otras

    dinmicas y sus respectivas territorialidades, (v.g.) el cruce con las prcticas socio-

    productivas. En esencia la vida es un complejo entramado de relaciones que se hacen y

    deshacen continuamente.

    Figura No. 4

    9. Conclusiones

    La verdadera problemtica que enfrenta el hombre con la naturaleza, est justamente en el

    punto de sus interacciones. La naturaleza per se, aun en su inconmensurable majestuosidad

    tiene sus propios ritmos, sus propios tiempos. Es el hombre el que siempre intenta alterarlos.

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    Una medida razonable para adentrase en la comprensin de esta dialctica la representa,

    sin duda, la concepcin totalizante del fenmeno a comprender. Esto es, naturaleza

    sociedad como una totalidad. Cuando tradicionalmente, de ah el conflicto, se les ha tomado

    por separado o lo que es lo mismo de manera fragmentada. Postura que adems responde

    a un paradigma hegemnico de ciencia positiva o cartesiana.

    La complejidad del estudio propuesto en el presente artculo se expresa en la nocin de

    movilidad que caracteriza cada una de las variables o categoras de anlisis seleccionadas.

    De un lado los servicios ecosistmicos, las prcticas socio-productivas y los discursos

    ambientales constituyen por separado o en su conjunto, un cuerpo en movimiento constante,

    acelerado y en crecimiento. Lo que implica estudiarles justo en la medida de su dinmica.

    Es decir, no resulta procedente realizar abstracciones del problema para estudiarles en

    quietud o estabilidad, cuando su realidad es marcadamente opuesta. De ah el inters y el

    esfuerzo por acoger la territorialidad como una suerte de dispositivo metodolgico, que

    facilite el abordaje del problema, en pleno movimiento, en plena dinmica, toda vez que son

    las territorialidades producto de estas dinmicas, pero a su vez ellas son productoras de

    territorio. Y, es el territorio el objeto de estudio ltimo.

    En las figuras que ilustran el cuerpo del documento y del discurso expresado en l, se

    advierte una ubicacin intencional y premeditada de las tres dinmicas. As, los servicios

    ecosistmicos estn del lado de la naturaleza y por su parte, las prcticas y los discursos de

    parte de la sociedad. Sin embargo, sabemos que en la realidad el asunto no es tan

    geomtrico como se le quiere exponer.

    Existen servicios ecosistmicos urbanos, tanto como discursos y prcticas que se originan

    en la inmensidad de la naturaleza y que probablemente se queden ah. Nos referimos, tal

    vez, a ciertas prcticas y ciertos discursos de poblaciones humanas absolutamente

    integradas a la naturaleza como escenario de vida. Es posible imaginar a los esquimales

    como un ejemplo de ello.

    Dndole rienda a ese juego metafrico que acompaa el escrito en algunos de sus apartes,

    diramos que para los esquimales el adentro o sea la sociedad-urbana es su afuera. Y,

    en esa misma lnea el afuera que en la tesis del escrito, no es otro que la naturaleza, para

    los esquimales sera su adentro. Por supuesto que no aplica slo para esta comunidad

    humana. Existen muchas otras para las cuales es evidente el desdoblamiento de esas dos

    caras o realidades de una misma figura o totalidad.

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    Lo nico claro es que hay naturaleza en el interior de la sociedad y hay sociedad en el interior

    de la naturaleza. De ah que resulte en ocasiones incoherente marcar todo el nfasis en el

    conflicto naturaleza sociedad como una dialctica de opuestos y distantes, que muy

    probablemente slo existe en el imaginario del hombre. Por eso, el documento se la juega

    mejor por interseccin.

    10. Bibliografa

    Colectivo: Grupo de Ecologa Poltica, Comunidades y Derechos (GEPCyD), IGG, UBA.

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    Sur, Cap., Fed.

    Damonte, G., 2009. Territorialidades y territorios en comunidades Aymaras de Per y Bolivia.

    Revista Argumentos, Edicin ao 3, N 3. Lima.

    Foladori, G., 2001. Economa Ecolgica. Coleccin Estudios del Desarrollo, Capitulo 7.

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    Garca, J.L., 1976. Antropologa del Territorio. Madrid.

    Massa, M., 2004. El discurso como mediador de la educacin ambiental en una clase de

    ciencias naturales: un estudio de caso. Investigaes em Ensino de Cincias. V9 (2), pp.

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    Rodrguez-Valbuena, R., 2010. Territorio y territorialidad. Nueva categora de anlisis y

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