Embed Size (px)
Citation preview
htt
p:/
/w
ww
.av
em
pa
ce.c
om
/pe
rso
na
l/jo
se-a
nto
nio
-ga
rcia
-fe
rna
nd
ez
Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 518 666 - Fax: 976 730 169
1
TERUEL, LA CIUDAD DE LOS AMANTES
Teruel es una ciudad histórica de Aragón, capital de provincia, rica en patrimonio. El Ayuntamiento, la Diputación Provincial, la Fundación Bodas de Isabel de Segura, el Instituto de Estudios Turolenses, el Museo de Teruel, el Obispado, la plataforma
logística PLATEA… son instituciones presentes en esta ciudad de unos 30 mil habitantes, emplazada al sur de Zaragoza, cercana a Valencia y al litoral mediterráneo.
Es también la ciudad del Torico y del Óvalo, del mudéjar patrimonio de la Humanidad, de Dinópolis y los restos paleontológicos, de la cerámica de Punter, de las fiestas del Ángel Custodio (10 de julio) y la Vaquilla, de los toros ensogados, de la Batalla de Teruel durante la Guerra Civil, del viaducto-acueducto de los Arcos, de la autovía mudéjar, del magnífico jamón de la localidad con denominación de origen, de las magras (jamón con tomate) y las migas turolenses, de la teruelita (una variedad de dolomita muy apreciada por los cristalógrafos que es característica de la provincia), de las carrascas, abubillas, ardillas, ginetas y oropéndolas que abundan en los alrededores, de la magnífica techumbre de la catedral de Santa María de Mediavilla, de la coordinadora reivindicativa “Teruel existe”, de las peñas, de las cofradías de Semana Santa con sus inevitables tambores...
Turolenses ilustres (de la capital y la provincia) son: Francés de Aranda, consejero real y compromisario de Caspe; Juan Yagüe de Salas, notario y secretario del ayuntamiento, escribió sobre los amantes; Francisco Mariano Nipho, fundador del periodismo hispánico; Braulio Foz, autor de Pedro Saputo; Salvador Victoria, pintor; Isidoro Antillón, geógrafo y político; Segundo de Chomón, cineasta; Francisco Loscos, botánico; José Pardo Sastrón, botánico; Nicanor Villalta, torero; Juan Cabré, arqueólogo; Víctor Pruneda, político; Pedro Laín Entralgo, polígrafo; Luis Buñuel, director de cine; Juan José Gárate, pintor; Antón García Abril, compositor; Manuel Pertegaz, modisto; David Civera, cantante; Javier Sierra, periodista y novelista… En la provincia turolense son muy conocidas las bellísimas poblaciones de Albarracín, Rubielos de Mora y Mora de Rubielos. Un poco más alejadas, están las poblaciones de Alcañiz, Calanda, Híjar, Albalate del Arzobispo, Valderrobres… Pero sobre todo, Teruel es la ciudad de los amantes. Isabel de Segura y Diego Marcilla, inmortalizados para siempre en la literatura y la historia, revividos cada año en torno al Día de San Valentín (14 de febrero), con la escenificación de sus amores en las calles de la ciudad en representaciones populares en las que participan muchos vecinos.
El primer asentamiento cercano al casco urbano es celtibérico, más concretamente turboleta, un pueblo y una cultura poco conocidos: los yacimientos del Alto Chacón, a unos cuatro
kilómetros de la ciudad demuestran que en aquellos tiempos ya había población cerca de la ciudad. Luego sabemos que Abderramán III pasó por Tirwal en el 935, cuando iba desde Córdoba a Zaragoza, por el camino de Cuenca. Tirwal debía de ser una pequeña plaza fuerte administrada por un gobernador; con los musulmanes pasó a poder de los Banu Gazlun, familia bereber, y luego de los Banu Racin, fundadores de la taifa de Albarracín, cuando cayó el califato cordobés y se desmembró en taifas independientes. Evidentemente, el origen de Teruel es militar, enclavado en un punto estratégico con funciones defensivas, en las frías sierras de la Ibérica y en la confluencia de los ríos Guadalaviar (llamado Turia en cuanto se aleja de Teruel rumbo a Valencia) y Alfambra. Además, fue tierra de
Introducción:
Teruel y provincia
Historia
htt
p:/
/w
ww
.av
em
pa
ce.c
om
/pe
rso
na
l/jo
se-a
nto
nio
-ga
rcia
-fe
rna
nd
ez
Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 518 666 - Fax: 976 730 169
2
frontera o extremadura aragonesa (límite cristiano-musulmán y límite aragonés-castellano) hasta el siglo XV, en que se produjo la unificación nacional con los Reyes Católicos.
En el escudo de la ciudad hay un toro y sobre él una estrella. Según la leyenda, en plena expansión aragonesa cuando la Reconquista, Alfonso II dio orden de fundar una villa que consolidase las fronteras cristianas. Los musulmanes frenaban el avance de los cristianos poniendo frente a ellos manadas de toros con antorchas en sus astas. Hubo una sangrienta batalla, ganaron los cristianos y querían fundar la nueva ciudad pero no sabían muy bien dónde hacerlo. Un toro que sobrevivió a la matanza sobre el que brillaba lo que parecía una estrella sirvió de señal. Allí se fundó Teruel en 1171 (o 1169, según el estudioso Antonio J Gargallo), y al poco ya tenía su muralla y su planificación urbana.
En 1176-77 el rey Alfonso II concedió los fueros a la villa de Teruel dándole dominio sobre un vasto territorio:
“Por esto sea conocido por todos, los presentes y los venideros, que nos, Alfons, por la gracia de Dios Rey de Aragón, Conde de Barcelona, Marqués de Provenza, franca y voluntariamente hago y pueblo una villa en el lugar que llaman Teruel (…). Y para que los habitantes y pobladores que lleguen, habiten allí más segura y gustosamente, y otros deseen venir, les concedo y hago esta carta de población, costumbre y franqueza y que hará válido a perpetuidad fielmente lo que allí está escrito”
Los fueros los confirmaron los sucesivos monarcas de Aragón. En
1247 el rey Jaime I unificó toda la legislación del reino en los Fueros de Aragón, y se modificó levemente la carta turolense. Los Fueros estuvieron vigentes hasta 1598, cuando Felipe II suprimió el fuero de Teruel y el de Albarracín, (incorporando a estas poblaciones al sistema foral vigente para todo el territorio aragonés), en un famoso conflicto en el que su secretario personal, Antonio Pérez, refugiado en Zaragoza, fue acusado de alta traición. Los fueros concedían privilegios e intentaban atraer colonos, para asegurar las fronteras y la organización municipal. Los fueros igualaban a infanzones (nobles de bajo linaje) y villanos, lo que daba a Teruel un gobierno de aire democrático, sin sumisiones feudales a grandes nobles o
altas dignidades eclesiásticas y bajo protección y dependencia directa del monarca. Los habitantes de la villa estaban exentos de pagar impuestos, pero no así los de las aldeas. Esto determinó que la “caballería villana” de la ciudad, progresivamente enriquecida, copase los mejores puestos del funcionariado en Teruel. También produjo que la Comunidad de Aldeas se independizase de la villa en 1485, el mismo que la Inquisición se estableció allí.
En el siglo XII Teruel tenía todo su perímetro amurallado, con dos puertas principales: la de Guadalaviar, que daba paso al camino real hacia
Cuenca, y la puerta de Zaragoza. Otras puertas eran: la de Valencia, el Postigo (portillo secundario), el portal Nuevo (más reciente que las anteriores) y la puerta de Daroca o de la Andaquilla1, única medieval que se conserva, pues la puerta de
1 Según la leyenda, cuando Diego Marcilla volvió a Teruel para casarse con su amada Isabel de Segura, entró en la
ciudad por la puerta de la Andaquilla.
Los fueros de
Teruel
Teruel en la Edad
Media
htt
p:/
/w
ww
.av
em
pa
ce.c
om
/pe
rso
na
l/jo
se-a
nto
nio
-ga
rcia
-fe
rna
nd
ez
Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 518 666 - Fax: 976 730 169
3
San Miguel es del siglo XVI2. La muralla rodeaba un perímetro de 17 hectáreas y tenía sus torres (algunas aún existen: Ambeles, Bombardera…). El diseño intramuros es rectangular, con algunos campanarios como puntos de relevancia visual, excepto la judería, de diseño radial. En el centro, la plaza Mayor, actual plaza del Torico, con mercado los jueves. Otra plaza relevante es la de Santa María, que luego se convierte en predominante al construirse en ella la catedral y el palacio arzobispal.
En el siglo XIII habían crecido muchos los extrarradios. Frente a la puerta de Zaragoza, se levantaban el Arrabal, la casa de la Merced y la iglesia de San Marcos (dependiente de la Orden de Santiago). Frente a la puerta de Daroca, el hospital de San Sebastián, el barrio del Rebalejo y el convento de San Francisco. Otros edificios periurbanos eran: la leprosería de San Lázaro, ermitas, molinos, talleres artesano-fabriles, huertas, edificios agrícolas. Esta configuración de la ciudad se mantuvo hasta el siglo XVIII.
El mestizaje cultural judío-cristiano-musulmán de la Edad Media
marcó definitivamente la ciudad y le ha dado una fisionomía especial y única, en la que sobresale la magnífica aportación mudéjar, declarada patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. De todos los monumentos del mudéjar, el más destacado es la techumbre de la catedral, del siglo XIII, en madera policromada, una obra de arte que ha resistido el paso del tiempo, las guerras, restauraciones poco afortunadas…, y que todavía hoy luce en todo su esplendor.
Para nosotros, es también muy importante la
iglesia de San Pedro, ubicada en la calle Hartzenbusch3, muy vinculada a los amantes. En su fachada se encuentra la célebre mano de Fátima, un típico amuleto musulmán que se realizaba también en joyería. Su interior está muy reformado, porque en 1873 la iglesia sufrió un grave incendio y fue restaurada en clave historicista por Pablo Monguió.
En 1412 pasó por la ciudad san Vicente Ferrer, que iba a Caspe como compromisario. En 1485
se estableció en la ciudad la Inquisición y realizó algunos autos de fe. En 1492 los Reyes Católicos expulsaron a los judíos de la Península: doscientos semitas turolenses, entre ellos médicos, prestamistas, mercaderes, tuvieron que partir a la diáspora con rumbo a Sagunto. En 1495, la única minoría que quedaba en la ciudad, la mudéjar, representaba el 10% de la población total. Los mudéjares, unas ochocientas personas, fueron expulsados en 1610 por Felipe III. Entonces eran aproximadamente el 21% de la población turolense.
2 Al portal de san Miguel se le conoce también como el de la Traición, pues, según se cuenta, un juez de la ciudad
lo abrió a las tropas castellanas durante la guerra de los Dos Pedros, en 1363, fecha esta que no concuerda con la
datación del portal actual, que es del siglo XVI. La consecuencia de esta traición fue que el rey Pedro IV de Aragón
anuló los privilegios que él mismo había concedido a Teruel en 1347. La paz entre el rey y los turolenses llegó en
1366, tras la salida de los castellanos de la ciudad. Entonces, el rey Pedro devolvió a Teruel sus privilegios.
3 En la capilla de san Cosme y san Damián de la iglesia de San Pedro se encontraron las momias de los amantes y
allí se expusieron durante tres siglos, en el armario que aún puede verse en el claustro. En 1955 Juan de Ávalos
hizo el mausoleo actual, en alabastro, que se instaló en el edificio anexo donde hoy se muestran al público. En
2005 se inauguró el Conjunto Amantes, obra del arquitecto turolense Alejandro Cañada.
htt
p:/
/w
ww
.av
em
pa
ce.c
om
/pe
rso
na
l/jo
se-a
nto
nio
-ga
rcia
-fe
rna
nd
ez
Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 518 666 - Fax: 976 730 169
4
El Renacimiento y el Barroco también enriquecieron el patrimonio urbano de Teruel. Se reformaron obras anteriores (cimborrio de la catedral, reconstrucción de El Salvador y San Martín) y se construyeron nuevos monumentos, como el acueducto-
viaducto de los Arcos y el acueducto del Arquillo, que permitieron el suministro normalizado de agua en la ciudad y el fin de la dependencia de los aljibes medievales. El suministro llegó a la ciudad en 1558, aunque la obra no se terminó completamente hasta 1580 para dar servicio a catorce fuentes públicas, la primera de las cuales fue la de la plaza Mayor o del Torico4.
Otro edificio renacentista destacado es la casa del Deán. También el palacio episcopal, sede del
Museo de Arte Sacro (de los siglos XVI-XVII); el palacio de los marqueses de Tosos (de inspiración barroca, siglo XVII); los conventos de Santa Clara y las Carmelitas Descalzas; la casa de la Comunidad de Aldeas de Teruel, actualmente sede del Museo Provincial, erigida entre 1591 y 1593 en estilo renacentista.
En la Guerra de Sucesión, en el siglo XVIII, Teruel y Aragón tomaron el partido del archiduque Carlos, de la casa de Austria. Teruel fue tomada por el bando Borbón y reconoce a Felipe V en 1708. Desde entonces, sufre los decretos de Nueva Planta y la
derogación definitiva de los fueros e instituciones de autogobierno, más la imposición de un corregidor como representante de la autoridad real. Del siglo XVIII es la casa de la Marquesa o palacio de los marqueses de la Cañada.
Con la Guerra de la Independencia, Teruel fue tomada en 1809 por el general Laval. Parte del
seminario y del convento de Capuchinos es destruida y surgen el paseo del Óvalo y el de la Glorieta. Con las guerras carlistas también sufre asedios. En Teruel tuvo fuerza el republicanismo en el siglo XIX, gracias a la figura de Víctor Pruneda, republicano turolense muy activo y carismático. El XIX es la época de la industrialización y del tren (la línea Calatayud-Teruel-Sagunto entró en funcionamiento, pero la línea Teruel-Alcañiz-Lérida no llegó a hacerse jamás, a pesar de las infraestructuras iniciadas). En este siglo nació el cineasta Segundo de Chomón (1871-1929) y es también la centuria del modernismo, introducido gracias al arquitecto catalán Pablo Monguió, instalado en Teruel en 1897 como arquitecto municipal, y al turolense Matías Abad, especialista en forja.
En el siglo XX, la década de los happy twenty traen a Teruel la
Escalinata (1920) de José Torán, que conecta la estación con el paseo del Óvalo, una obra hecha en estilo neo-mudéjar con farolas claramente modernistas y que salva un desnivel de 26 metros; en la parte superior de la escalera se abre una plaza-mirador presidida por un relieve con la historia de los amantes, obra de Aniceto Marinas. Otra obra de principios del XX es el viaducto viejo de Fernando Hué (1929), que dio origen al nuevo barrio del Ensanche.
En 1936-39, la Guerra Civil española se vivió aquí con especial
crudeza, como testimonian las fotografías de Robert Capa o Alfonso Sánchez Portela o las crónicas de Ernest Hemingway, Herbert L.
Matthews y Sefton Delmer o los recuerdos de Miguel Hernández, que luchó por la República atrincherado en la nieve. En los pozos de Caudé, cerca de Teruel, se levanta el monumento en recuerdo de los fusilados por las tropas franquistas, más de mil personas.
4 La escultura del Torico mide solo 37 cm, pero es de bronce macizo y pesa 55 kilos. Durante la Guerra Civil fue
retirado para protegerlo y a su término fue de nuevo ubicado en la plaza, pero hasta los años sesenta no recuperó
su orientación original, pues al reemplazarlo fue colocado en sentido contrario a donde antes apuntaba.
Teruel en la Edad
Contemporánea
Teruel en la Edad
Moderna
htt
p:/
/w
ww
.av
em
pa
ce.c
om
/pe
rso
na
l/jo
se-a
nto
nio
-ga
rcia
-fe
rna
nd
ez
Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 518 666 - Fax: 976 730 169
5
La reconstrucción de la ciudad al terminar la contienda aporta la plaza de san Juan, de estética franquista neo-castellana y neo-renacentista, donde se ubican el Gobierno Civil, la Diputación Provincial, la Audiencia) y el seminario (inspirado en El Escorial). También el mausoleo de los Amantes de Teruel (1955) y el monumento al obispo Polanco (asesinado por los republicanos en la guerra civil), obras ambas de Juan de Ávalos. Y el Círculo Mercantil, de José Gonzalvo, y el Casino. José Gonzalvo es también el autor del monumento a la Vaquilla, situado en la ronda de Ambeles.
En 1976 Pablo Serrano hizo para la ciudad la escultura a la Labradora Turolense, ubicada en el
parque de los Fueros. En 1994 se inauguró el viaducto nuevo. Los edificios más modernos son el Palacio de
Congresos y las instalaciones de Dinópolis. En el siglo XXI, gracias al plan Urban II de la Unión Europea, se están realizando muchas obras
de rehabilitación urbana. Las leyendas más célebres de Teruel son de origen medieval, todas sobre temas al uso: amores, dragones, milagros… La más famosa es la de los amantes, pero hay otras como la
lucha entre los alarifes (=albañiles, constructores) Omar y Abdalá por el amor de la bella Zoraida, para lo cual construyeron las torres mudéjares de San Martín y El Salvador, que son asombrosamente parecidas. Quien construyera la torre más hermosa se llevaría a la joven según el acuerdo que habían alcanzado. Omar acabó la torre de San Martín primero, pero al retirar los andamios se apreciaba una leve inclinación que afeaba la belleza del trabajo. Al poco, Abdalá terminó la torre del Salvador y fue declarado ganador, por lo que Omar, compuesto y sin novia, se suicidó arrojándose al vacío desde lo alto del campanario que había edificado.
Otra leyenda muy conocida es El tributo de Leonor,
historia de una joven muy bella que se envanecía de enloquecer de amor a los hombres y que, por vanidad, llegó a pactar con el diablo entregándole su alma a cambio de conservar para siempre su atractivo. Pero el amor se cruzó en su camino. El viernes en que debía entregarse al demonio estaba ella con su amado y fue muerto al instante por los demonios que venían a buscarla. Leonor se refugió en la iglesia de San Esteban, donde pudo haberse confesado; pero como no lo hizo, se condenó eternamente y, según cuentan, su alma en pena aún vaga por la plaza del Torico los viernes de luna llena. Leonor enlaza con el tema del doctor Fausto, el hombre que vendió su alma al diablo, una leyenda también de origen medieval que convirtió en mito de la literatura universal el genio de Goethe.
Otra leyenda es la del puente de doña Elvira, una hermosa mujer noble felizmente casada, que
vio su felicidad truncada cuando un antiguo pretendiente, despechado, mató a su marido en uno de los puentes turolenses sobre el río Turia. Como a ella le descorazonaba cruzar aquel puente de infausto recuerdo, mandó construir uno nuevo, que desde entonces lleva su nombre.
La leyenda de Alvar y Sancha recuerda a la de los amantes: los dos jóvenes se amaban, pero sus
familias, los Muñoces y los Marcilla respectivamente, se odiaban. Aprovechando la visita a la ciudad del rey Alfonso V de Aragón, decidieron casarse. Los Muñoces finalmente accedieron, pero los hermanos de Sancha Marcilla los alcanzaron en el camino de Alfambra y dieron muerte a Alvar. Allí, hay un peirón rematado en cruz que recuerda que el amor viaja unido frecuentemente a la sangre.
Leyendas
htt
p:/
/w
ww
.av
em
pa
ce.c
om
/pe
rso
na
l/jo
se-a
nto
nio
-ga
rcia
-fe
rna
nd
ez
Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 518 666 - Fax: 976 730 169
6
Catedral de Santa María de Mediavilla. C/ Salvador, s/n. Tel.: 978 618 016. Web: www.diocesisdeteruel.org/cateruel.html. Mail: [email protected]. Horario: de 11 a
14 y de 16 a 19 h.
Museo de Arte Sacro.
Museo de Teruel.
Conjunto Amantes. C/ Matías Abad, 3. Tel.: 978 618 398 y 978 221 143. Web: www.amantesdeteruel.es. Horario: de 10 a 14 h. y de 16 a 20 h.
Aljibes medievales Fondero y Somero.
Centro de Interpretación del Arte Mudéjar. Torre del Salvador.
Dinópolis.
Los momentos principales de la historia de Teruel que han pasado a la literatura son: la historia de los amantes y la batalla de Teruel en la Guerra Civil española.
En El caballero del alba. Crónica de cinco años, de Sebastián Roa (editorial De Librum Tremens) se cuenta la historia de Diego durante el tiempo que estuvo fuera de Teruel buscando fortuna.
Isabel y Diego, los amantes de Teruel (editorial Perruca) es una historia para niños con texto de Toni Losantos y dibujos de Pascual Berniz.
El bardo de la memoria (editorial Aragón Vivo Ediciones), de Francisco Lázaro, con ilustraciones de Juan Iranzo, es una recopilación mitos, leyendas y narraciones de la provincia turolense.
Campo de sangre (editorial Alfaguara), de Max Aub, es uno de los libros de la serie El laberinto mágico y habla sobre la guerra civil y las luchas en Teruel.
La esperanza, de André Malraux, dedica al frente turolense en 1937 muchas páginas.
Concierto al atardecer (Gobierno de Aragón), de Ildefonso Manuel Gil, da la visión de la población civil presa en las cárceles.
Si me quieres escribir (ediciones Debolsillo), de Pedro Corral, sobre la batalla de Teruel. El Instituto de Estudios Turolenses tiene una serie de ensayos y estudios fundamentales para el aficionado a las cosas de Teruel:
La batalla de Teruel, de Manuel Tuñón de Lara, estudio clásico e indispensable.
El arte mudéjar en Teruel y su provincia, de Gonzalo Borrás.
La cerámica de Teruel, de María Isabel Álvaro.
Los judíos de Teruel en la Edad Media, de Miguel Ángel Motis.
La verdad actual sobre los Amantes de Teruel, de Conrado Guardiola.
El concejo de Teruel en la Edad Media, 1177-1327. de Antonio J. Gargallo (varios tomos).
Los amantes de Teruel, de la historia a la leyenda
Esta es sin duda la más famosa leyenda medieval de Teruel. En torno a ella realidad y ficción, historia y misterio se funden a partes iguales. El argumento es más o menos el siguiente: Juan Diego Martínez de Marcilla sentía un gran amor por Isabel de Segura. El padre de ella no aceptaba la boda, porque Diego procedía de una
Visitas
principales
Literatura
htt
p:/
/w
ww
.av
em
pa
ce.c
om
/pe
rso
na
l/jo
se-a
nto
nio
-ga
rcia
-fe
rna
nd
ez
Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 518 666 - Fax: 976 730 169
7
familia menos rica. El joven pidió a su novia que lo esperara cinco años y él partió a buscar fortuna en la guerra. Cuando el plazo se cumplió, él no había regresado, por lo que Isabel aceptó el matrimonio que le proponía su padre. Como el chico finalmente volviera y se encontrara a su amada casada con otro, no pudo aceptar la situación, se introdujo en la habitación de Isabel y le suplicó que le diera un beso de amor, pues de no ser así moriría desesperado. Pero ella, impedida por su vínculo conyugal, se lo negó y él cayó muerto allí mismo. Isabel despertó a su esposo, le contó lo sucedido y, para evitar el escándalo, entre ambos cónyuges se llevaron el cadáver a la calle. Cuando se celebraron los funerales en la iglesia de San Pedro, Isabel tenía mala conciencia, no dejaba de pensar en que Diego había muerto por culpa de su negativa. Así que llegó hasta el cadáver y le dio el anhelado beso. Inmediatamente después, también ella cayó muerta. Los turolenses, incluido el marido de la joven, impresionados por aquel testimonio de amor, decidieron enterrar juntos a los amantes. El suceso se fecha en el siglo XIII, en el año 1217. Pasó a formar parte de la tradición oral, se hizo una primera versión literaria en 1550. El notario Juan Yagüe de Salas encontró la historia de los amantes en “un papel de letra antigua” por él hallado en 1619 y copió el protocolo, hoy conservado en el archivo provincial. Además, mandó excavar la capilla de san Cosme y san Damián de la iglesia de san Pedro y levantó acta de la exhumación de las momias encontradas, que desde entonces han sido expuestas al público. La tradición literaria ha añadido detalles como la llegada a Teruel de Diego el mismo día que Isabel se casaba o que el marido de Isabel fuese el señor de Albarracín. Los apellidos de las familias, Marcilla y Segura, están bien documentados y son reales. ¿Una historia real o inventada? ¿Se puede morir realmente de amor? ¿Es una exageración? El misterio aún continúa. La Fundación Amantes de Teruel publica cada año las nuevas investigaciones sobre esta leyenda turolense y universal.
Poemas a los amantes de Teruel
“Murieron como vivieron,
y como cuando vivían uno por otro morían
uno por otro murieron…” (Juan de Tarsis, 1582-1622)
“Fortunados amantes, que os sepulta
un mármol, y el amor de entre ambos sella, así juntos viváis en una estrella
que con Luna y con Sol no brille oculta…” (Francisco López de Zarate, 1580-1658)
“Amor dispuso que Segura amase,
sin que Leonor de amor quejas tuviese, que mal sería amor el que estuviese en pecho que el honor aventurase”
(Gurrea y Heril)
htt
p:/
/w
ww
.av
em
pa
ce.c
om
/pe
rso
na
l/jo
se-a
nto
nio
-ga
rcia
-fe
rna
nd
ez
Prof. José Antonio García Fernández DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 518 666 - Fax: 976 730 169
8
Bibliografía
Prames: Guía turística de Teruel. Una visión nueva y completa de Teruel. Prames, Zaragoza, 2010.
Fundación Amantes de Teruel: http://www.amantesdeteruel.es/
