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Tesis: La eutanasia un problema social El gran progreso científico y tecnológico, ha conferido al hombre la sensación de poder dominar el mundo a su arbitrio, quedando solo la muerte fuera de esta posibilidad de control. La muerte se presenta entonces, como el oasis de lo imprevisible en un mundo completamente previsible y de allí la necesidad de poderla controlar. Es pues desde esta perspectiva como la eutanasia se constituye en esa posibilidad de control, para que la muerte no llegue ya cuando ella quiere, sino cuando el hombre la desea. La eutanasia significa una muerte buena. Desde el punto de vista jurídico, es la muerte sin sufrimiento físico provocada por propia voluntad de un enfermo incurable. La condición digna de la vida humana es invariable desde que se comienza a existir hasta la muerte, e independiente de condiciones cambiantes a lo largo de la existencia. El uso de la palabra "eutanasia" en el contexto de la cultura Grecorromana alude al mismo hecho del morir humano, como morir bien, En el mundo griego, Platón afirmaba que la ciudad natural o perfecta ha de estar compuesta de hombres "sanos". Los ciudadanos han de gozar de salud, dado que la salud es inseparable de la perfección. En su libro La República escrita en el 390-385 a.c, Platón recomienda a los médicos no cuidar a un hombre incapaz de vivir el tiempo fijado por la naturaleza, por no ser ventajoso ni para el sujeto ni para el estado. Con la Modernidad, se desgaja el pensamiento medieval, la perspectiva cristiana deja de ser la única y se conocen y discuten las ideas de la Antigüedad Clásica, se defiende que la salud puede ser alcanzada con el apoyo de la técnica, de las ciencias naturales y de la medicina. Francis Bacon en 1623, defiende que la muerte de un enfermo ayudado por el médico no constituye un problema religioso ya que es al

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Tesis: La eutanasia un problema socialEl gran progreso cientfico y tecnolgico, ha conferido al hombre la sensacin de poder dominar el mundo a su arbitrio, quedando solo la muerte fuera de esta posibilidad de control. La muerte se presenta entonces, como el oasis de lo imprevisible en un mundo completamente previsible y de all la necesidad de poderla controlar. Es pues desde esta perspectiva como la eutanasia se constituye en esa posibilidad de control, para que la muerte no llegue ya cuando ella quiere, sino cuando el hombre la desea.La eutanasia significa una muerte buena. Desde el punto de vista jurdico, es la muerte sin sufrimiento fsico provocada por propia voluntad de un enfermo incurable. La condicin digna de la vida humana es invariable desde que se comienza a existir hasta la muerte, e independiente de condiciones cambiantes a lo largo de la existencia. El uso de la palabra "eutanasia" en el contexto de la cultura Grecorromana alude al mismo hecho del morir humano, como morir bien, En el mundo griego, Platn afirmaba que la ciudad natural o perfecta ha de estar compuesta de hombres "sanos". Los ciudadanos han de gozar de salud, dado que la salud es inseparable de la perfeccin. En su libro La Repblica escrita en el 390-385 a.c, Platn recomienda a los mdicos no cuidar a un hombre incapaz de vivir el tiempo fijado por la naturaleza, por no ser ventajoso ni para el sujeto ni para el estado. Con la Modernidad, se desgaja el pensamiento medieval, la perspectiva cristiana deja de ser la nica y se conocen y discuten las ideas de la Antigedad Clsica, se defiende que la salud puede ser alcanzada con el apoyo de la tcnica, de las ciencias naturales y de la medicina. Francis Bacon en 1623, defiende que la muerte de un enfermo ayudado por el mdico no constituye un problema religioso ya que es al cientfico a quien le corresponde determinar cundo un hombre enfermo debe morir o no. La eutanasia fue un problema social en aquellas sociedades primitivas en que se practicaba la eliminacin de vidas consideradas intiles, costumbre que estuvo admitida respecto a los recin nacidos con malformaciones o los ancianos en distintos pueblos de la antigedad, hasta que la influencia del cristianismo acab con tales prcticas inhumanas.Desde la llegada del cristianismo, la eutanasia dej de ser un problema social hasta el siglo XX, en que algunos vuelven a convertirla en problema al pretender su legalizacin.

AnttesisAl contrario de lo que los propagandistas en pro de la eutanasia alegan, la Iglesia Catlica nunca ha enseado que deban prolongarle la vida a todo enfermo terminal hasta el ltimo momento utilizando para ello todo medio posible. "La Iglesia ensea que Dios es Quien determina el momento de la muerte de toda persona, y que por lo tanto es tan ilcito el intentar extender dicho momento como abreviarlo"

Hablamos del valor de la vida humana pero, como personas y como sujetos sociales, nos importa cada vez ms sealar en qu consiste y a qu nos obliga si queremos poner en prctica esa valoracin. El conocimiento actual de la vida humana, desde el punto de vista biolgico, alcanza un detalle y una profundidad que nos permite formular con ms y mejor precisin una idea esencial: que cada ser humano es nico e irrepetible, valioso por el hecho de serlo y de vivir. La Ciencia positiva nos muestra cmo es el inicio de la vida del hombre y cundo llega su final natural. Tambin propicia mejores intervenciones para mantener y prolongar la salud a lo largo de nuestro ciclo vital. Pero, el salto a ese mbito de los valores sigue siendo fruto de una actitud de compromiso. Como lo ha sido en tantas ocasiones que a lo largo de la Historia nos llevaron a construir un sistema de valores basado en el ser humano como fin, no como medio. Y sobre todo, cuando se asent el mensaje de que la trascendencia de la vida humana est precisamente en la aceptacin de nuestra pertenencia a una misma especie, con unos derechos que alcanzan a todos.En Grecia, Hipcrates (siglo V a. C.), en su juramento (hoy todava vigente), afirma: Jams dar a nadie medicamento mortal, por mucho que me lo soliciten. El que exista dicho juramento, es un reconocimiento explcito de que se poda violar, ya que los mdicos no tienen slo el poder para curar sino tambin para matar. El juramento, en este contexto cumpla la misin de proteger al paciente vulnerable.Santo Toms de Aquino afirm que el suicidio era un pecado mortal comparable con el asesinato. En el Concilio de Orleans del ao 533 se acord denegar la celebracin de funerales a los suicidas por haber cometido un acto criminal.El cirujano Ambroise Pare (siglo XV) deca: Yo hice las curas, pero solamente Dios es dueo de la vida y de la muerte, de la curacin, la agona, la angustia y serenidadSegn ORTEGA, legalizar la eutanasia bajo ciertos requisitos, nos coloca en el borde de una pendiente por la que nos deslizaremos inevitablemente hacia abajo, llegando a dar los pasos siguientes, no contemplados en un principio por la ley

El auxilio al suicidio y la eutanasia representan atentados contra la vida humana reprobables tica y jurdicamente. Tambin es rechazable la obstinacin teraputica, o el privar a cualquier persona del derecho a asumir lo ms serenamente posible su proceso de muerte. Por ello, ante un enfermo terminal, con dolor fsico y/o sufrimiento moral, lo ms justo y humano es acompaarle, administrarle tratamientos proporcionados y paliar sus dolores, respetando siempre tanto la vida como la muerte.Una consideracin tica de la muerte, a la medida de la dignidad de la persona, reconocer el valor indisponible de cualquier vida humana y rechazar el argumento ideolgico que lleva a considerar unas vidas como dignas y otras no. Sobre esta base, se promueve la inviolable dignidad de la persona humana, la defensa de los derechos que le son inherentes, desde la objetiva y prudente consideracin de la realidad y sentido de la vida y de la muerte.Existen circunstancias en las que nuestro ordenamiento tutela el Derecho a la Vida, tales como la legtima defensa, el estado de necesidad, la guerra o la pena de muerte. En el caso de la legtima defensa, se presenta un incumplimiento del deber de respeto por la vida ajena, por parte del agresor y en el caso del agredido, se da un cumplimiento del deber de conservar su vida; pero se limita el derecho a la vida, porque se establece la posibilidad de acabar con sta si hay una agresin por parte de otra persona que pueda llegar a poner en peligro su vida; as que el derecho a la vida, no sera absoluto, ya que una de sus excepciones, sera este caso, en el cual se estara legitimado para atentar contra la vida de otra persona (agresor).El concepto de la muerte ha venido variando desde hace mucho tiempo. Segn la leyenda de Adn y Eva, consagrada en el Gnesis, en el momento en que esta pareja comiera del fruto prohibido, moriran y como as lo hicieron, desde ese instante nos ha tocado vivir con la conciencia de que vamos a morir. En el aspecto filosfico, se entiende la muerte como un cambio de estado. Claro est que para los filsofos materialistas, al morir se presenta una extincin total; ya que la muerte y la vida son excluyentes y no pueden coincidir. En el Siglo XV se asimilaba la muerte como vida.Posteriormente y durante muchos siglos este concepto fue entendido como la cesacin de los latidos del corazn y de la respiracin. Sea cual sea el concepto que se tenga de muerte, predomina entre nosotros un rechazo hacia sta, ya que nos sentimos inmortales; nuestro inconsciente no puede aceptar nuestra propia muerte.

SntesisLa eutanasia debe examinarse hoy como una realidad, aplicable o no, en situaciones ciertas y comprobables y no simplemente como un ejercicio terico ajeno a las circunstancias y contingencias que ocurren cotidianamente.Es importante aclarar que no se trata de examinar aqu el marco legal para la aplicacin de ninguna prctica eutansica ni tampoco efectuar una indagacin moral de su pertinencia, sino de separar esta accin de muchas otras que pertenecen a la prctica cotidiana de la medicina - salud de este tiempo y que debemos evaluar en todos sus alcances.Gustav Radbruch (1952) de manera impecable al afirmar que en el Estado liberal, filosficamente hablando, el derecho y la moral se relacionan no a la altura de los deberes jurdicos sino de los derechos subjetivos. Es decir, lo que cada persona puede hacer es reclamar del Estado un mbito de libertad que le permita vivir su vida moral plena, pero no exigirle que imponga a todos como deber jurdico lo que ella vive como obligacin moral. Para ejemplificar: nos es legtimo que el Estado haga penalmente sancionable una conducta, porque los catlicos la juzguen pecaminosa. Y todo lo que stos tienen derecho a exigir es que no se les imponga como obligatoria.Epicuro, el mayor exponente del hedonismo naturalista, entiende la muerte como un hecho fuera de la vida; un retorno a la nada en la que se hallaba el hombre antes de su existencia terrena. Desde esta perspectiva, la extincin no puede considerarse un mal para el individuo por cuanto es la privacin misma de la sensibilidad. Esto significa que cuando la muerte es, el hombre ya no existePara KEOWN, la aceptacin de la eutanasia voluntaria lleva necesariamente a la aceptacin de la eutanasia no voluntaria, porque la primera se apoya en el juicio de que algunas vidas no son dignas de ser vividas y que la muerte es lo mejor para esos pacientes, juicio que, lgicamente, puede hacerse tambin aunque el paciente sea incapaz y no pida la eutanasia. Por tanto, aunque haya normativas precisas que permitan solamente la eutanasia voluntaria en casos de sufrimiento insoportable, esas normativas no podrn aplicarse.Para SGRECCIA la pendiente lgica en la eutanasia se produce al negarse el carcter absoluto de los valores que es preciso tutelar. Al legalizarla se afirma que, en cualquier caso, siempre hay un juez que puede velar para evitar los abusos y castigar al mdico que se permita violar las normas, pero, seala este autor, a qu puede apelar el juez cuando la norma quita toda base para definir el abuso mismo? Para Sgreccia (2004) el argumento de la PR en la eutanasia demuestra que funciona inevitablemente en su perversa eficacia, porque sobreentiende la negacin del carcter absoluto de los valores que es preciso tutelar, y va acompaado por un evidente relativismo moral. Afirma tambin que si adems del desnivel de la pendiente lgica acta el inters econmico, entonces el deslizamiento resulta fatal e imparable.

Las difciles circunstancias que provocan algunas enfermedades o una experiencia familiar desagradable pueden ser causa de una posicin personal a favor de la eutanasia. Pero los casos extremos no generan leyes socialmente justas, por las dificultades que estos mismos comportan. Los caso extremos son utilizados y presentados como irresolubles, por lo que si hoy aceptamos matar intencionadamente a un paciente como solucin para un problema, maana podremos halar una centena de problemas para los cuales matar sea la solucin.Si la vida est consagrada como un derecho, y no como un deber, su titular puede legtimamente seguir viviendo o disponer que cese su curso vital. Y si no est en capacidad de ponerle trmino l mismo, es lcito solicitar ayuda a un sujeto libre, quien podr acceder al ruego o rehusarse a hacerlo. Y si elige lo primero, no puede ser penalizado porque no ha atentado contra el derecho de nadie. No existe base alguna para justificar la antijuricidad de su conducta. Es que si se acepta, a la luz de las premisas expuestas, que la vida es un derecho disponible (no existe en el ordenamiento colombiano una norma que establezca otra cosa y si existiera muy diferente sera su estirpe), quien colabora a la efectividad de esa disposicin, ante la imposibilidad de hacerlo el propio titular y ante la solicitud inequvoca del mismo, no puede incurrir en conducta jurdicamente reprochable, por no existir objeto que amparar.