78
1 PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES CARRERA DE HISTORIA TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO Y LAS ELECCIONES DE 1970 JUAN CAMILO GÓMEZ GUZMÁN Director: ALVARO OVIEDO 2010 CORE Metadata, citation and similar papers at core.ac.uk Provided by Repositorio Institucional - Pontificia Universidad Javeriana

TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

  • Upload
    others

  • View
    1

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

1

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES

CARRERA DE HISTORIA

TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR

LA ANAPO Y LAS ELECCIONES DE 1970

JUAN CAMILO GÓMEZ GUZMÁN

Director: ALVARO OVIEDO

2010

CORE Metadata, citation and similar papers at core.ac.uk

Provided by Repositorio Institucional - Pontificia Universidad Javeriana

Page 2: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

2

TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN______________________________________________________03

La Bibliografía Existente_________________________________________________07

CAPÍTULO 1: Colombia y el Mundo: Época de Cambios y Continuidades__________13

1.1 Los Éxitos y Fracasos del Frente Nacional

1.2 La Revolución y la Represión en América Latina

CAPÍTULO 2: Gustavo Rojas Pinilla y la ANAPO_____________________________ 24

2.1 Del Cuartel a la Política

2.2 La ANAPO y el Candidato

CAPÍTULO 3: Las Elecciones de 1970______________________________________42

3.1 Situación Preelectoral

3.2 El 19 de abril

3.3. Reacciones del Momento

3.4 De la ANAPO al M-19

CONCLUSIONES______________________________________________________69

BIBLIOGRAFÍA________________________________________________________74

Page 3: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

3

Introducción

El presente trabajo de grado gira en torno a un análisis histórico del comportamiento

político de la Alianza Nacional Popular –ANAPO- y de su líder Gustavo Rojas Pinilla

alrededor de las elecciones de 1970 y sus repercusiones, entre ellas el surgimiento del M-

19. Se intentará dilucidar la relación existente entre la frustración provocada por la debacle

del 19 de abril y sus efectos sobre la legitimidad del partido y dentro del escenario político

colombiano.

La evolución histórica de la ANAPO como formación partidista de oposición surge en el

marco de uno de los periodos históricos más importantes de la Colombia contemporánea.

La ANAPO fue fundada durante la vigencia del sistema de alternancia bipartidista conocido

como el Frente Nacional (FN), comprendido entre 1958 y 1974. La implantación de dicho

sistema fue el resultado de los acuerdos de Benidorm y Sitges entre los partidos políticos

Liberal y Conservador, realizados respectivamente el 24 de julio de 1956 y el 20 de julio de

1957, siendo posteriormente ratificados mediante el plebiscito del 1 de diciembre de 1957

(Ayala, 1996, pp.61-68), (Hartlyn, 1993, pp. 81-89). Dichos pactos se concretaron para

derrocar al gobernante militar Gustavo Rojas Pinilla, quien había llegado al poder en 1953,

con el fin de recuperar la estabilidad política de un establecimiento que quería mantenerse

en el poder y temía las consecuencias de la Violencia tanto bipartidista como

revolucionaria que había sido desatada e intensificada después del magnicidio de Jorge

Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948 (Hartlyn, 1993, pp. 79-80).

Page 4: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

4

En un primer momento los acuerdos lograron reestablecer cierto grado de concordia tanto

entre los dirigentes partidistas como entre sus respectivas bases populares, pero pronto

trajeron consigo sus propias complicaciones. Las elecciones, al ser necesariamente

gobernadas por la alternancia, perdieron mucho de su carácter ideológico real, dejando de

ser un terreno propicio para la confrontación de ideas. En vez de eso, se convirtieron en un

escenario donde, a causa de un creciente grado de consenso entre las estructuras

bipartidistas y su consiguiente neutralización del debate, en la práctica se sucedieron

administraciones presidenciales cada vez más criticadas y menos populares entre el

electorado (Bushnell, 1993, pp. 240-241). Las limitaciones del sistema estaban excluyendo

casi cualquier tipo de oportunidad legal para construir propuestas alternativas frente a los

programas gubernamentales, programas que debían pasar obligatoriamente por medio de

la rotación de alguno de los dos partidos en el poder (Hartlyn, 1993, pp.180-183).

Miembros disidentes provenientes de los partidos Liberal, Conservador y desde otros

sectores como ciertas facciones dentro de la izquierda, comenzaron a reunirse alrededor

de la figura de Rojas Pinilla, quien conservaba la intención de volver a hacer parte del

juego político después de su derrocamiento en 1957 y su enjuiciamiento en 1959 (Hartlyn,

1993, pp. 210-211).

La formación partidista resultante fue la ANAPO, emergiendo el 23 de abril de 1961, la cual

consolidaba distintas corrientes ideológicas tanto nacionalistas y populistas como de

oposición. Entre las múltiples tendencias que construyeron la estructura de la ANAPO a lo

largo de los años sesenta se encuentran, entre otras, sectores del conservatismo

(reformistas, simpatizantes de la democracia cristiana, nacionalistas), ex-miembros del

Page 5: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

5

gobierno militar de Rojas Pinilla, e incluso algunos antiguos gaitanistas como Jorge

Villaveces y Milton Puentes (Pécaut, 2006, p. 199). Las diversas agrupaciones

representaban sectores opositores y disidentes frente al excluyente bipartidismo que se

había legalizado con el FN. Sus miembros se incorporaron o se aliaron a la ANAPO,

especialmente a partir de los resultados electorales que el nuevo partido obtuvo después

de las elecciones de 1964 (Ayala, 1996, cap. 3-4). Bajo la presidencia de Carlos Lleras

Restrepo, la reforma constitucional de 1968 le abrió cierto grado de espacio político a la

ANAPO, al empezar a facilitar la participación de la oposición en el Congreso y en las

corporaciones públicas (Aponte y Morales, 2008, pp. 172-173). Entre otros aspectos, dicha

reforma incluía la derogación de la composición paritaria previamente establecida para las

elecciones de las asambleas departamentales y concejos municipales, que en adelante se

regirían mediante el sistema del cuociente electoral. Para el Senado y Cámara de

Representantes, el mismo sistema se adoptaría a partir de 1974 (Uribe, 1977, p. 1224).

El discurso político del partido de Rojas Pinilla alcanzaría quizás su mayor grado de

receptividad entre la población hacia el año de 1970 (Bushnell, 1993, pp. 240-242). En

ese año se realizaría la que sería una última rotación presidencial bajo el cada vez más

deslegitimado sistema del FN. En esas elecciones se presentaron dos candidatos

principales frente a la opinión pública: Misael Pastrana Borrero y el general retirado

Gustavo Rojas Pinilla. Pastrana Borrero acudía a las urnas ostensiblemente representando

al bipartidismo. Al mismo tiempo, su partido estaba dividido entre su candidatura y las de

Evaristo Sourdis y Belisario Betancur, opciones minoritarias que representaban posturas

más o menos reformistas, pero sin llegar al grado de oposición presente en la plataforma

política de la ANAPO (Ayala, 2006, cap. 4).

Page 6: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

6

Al transcurrir la tensa jornada electoral del 19 de abril de 1970, la interrupción de los

boletines oficiales por orden de Lleras Restrepo, ocurrida hacia el final del día después de

la difusión de resultados electorales que señalaban una marcada tendencia hacia el triunfo

de Rojas Pinilla, fomentó amplias sospechas de fraude entre los anapistas y otros

observadores (Ayala, 2006, cap 8). En las horas y días siguientes, a raíz de reportes sobre

la presunta manipulación de algunas urnas, las sospechas fueron dando lugar a cada vez

más acusaciones y denuncias. Se presentaron disturbios en Bogotá y otras réplicas o

tentativas menores en localidades a largo del territorio nacional (en el Valle, Boyacá y

Santander entre otros departamentos), aún antes de que se oficializara el estrecho triunfo

del candidato Pastrana Borrero. Después de los hechos, los voceros y comunicados

oficiales salieron en defensa de la legitimidad del sistema electoral, mientras el gobierno

declaraba el estado de sitio para contener los desórdenes, implementado el toque de

queda y ordenando que se mantuviera vigilados y bajo arresto domiciliario a varios líderes

anapistas (Ayala, 2006, cap 8).

La actitud vacilante de Rojas Pinilla y la falta de iniciativa de la dirigencia anapista

finalmente llevarían a la aceptación tácita de un resultado electoral altamente cuestionable,

siendo dicha inacción motivo de gran frustración para muchos de los seguidores de la

ANAPO que se sintieron impotentes frente a lo que consideraban una derrota injusta y

fraudulenta (Ayala, 2006, pp. 234). Como consecuencia, el partido se debilitaría

rápidamente después de 1970 y ello conduciría a la fragmentación de su electorado

(Hartlyn, 1993, pp. 210-211).

Page 7: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

7

A partir de ese momento y a raíz de esos acontecimientos, la debacle electoral de la

ANAPO y la frustración que la acompañó serviría como fuente de inspiración tanto dentro

como fuera del sistema político. Algunos disidentes decidieron organizar nuevos proyectos

políticos de oposición, entre ellos el Movimiento Amplio Colombiano –MAC- y la Unión

Nacional de Oposición –UNO- (Pécaut, 2006, pp. 198-202), pero otros recurrieron a la

lucha armada argumentando que buscaban conseguir por la vía de la violencia los

cambios que todavía esperaban de un sistema ilegítimo que no le había permitido a la

ANAPO de Rojas Pinilla la oportunidad de gobernar. La creación del Movimiento 19 de

Abril, el M-19, en enero de 1974 fue la expresión más reconocida de esa línea de

pensamiento y daría inicio a una nueva experiencia guerrillera (Lara, 2002). La

organización armada utilizaría tácticas audaces y novedosas para conseguir sus objetivos

y generaría tanto odios como simpatías, pero su historia no estaría exenta de sus propias

debacles y al final terminaría abandonando su lucha, regresando al camino de la legalidad

y de la democracia electoral en 1990 (Navarro e Iragorri, 2004, cap. 5-6).

Considerando tanto el auge y decadencia de la ANAPO como sus consecuencias para la

historia de Colombia, sigue siendo de vital importancia estudiar el impacto que el

cuestionado resultado electoral de 1970 tuvo sobre dicha organización política, lo que

puede revelarnos sobre su naturaleza y sus efectos sobre el escenario político colombiano

a la luz de los acontecimientos anteriores y posteriores.

La Bibliografía Existente

Page 8: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

8

Muchos autores han estudiado a la ANAPO, su papel dentro del Frente Nacional y los

hechos del 19 de abril de 1970, lo que nos obliga a considerar brevemente cómo lo han

hecho algunos de ellos, para contribuir a establecer la pertinencia de la presente

investigación dentro del contexto académico.

El autor Cesar Augusto Ayala Diago (1995, 1996, 2006) aborda el tema de la formación, la

ideología y la acción política de la ANAPO y su interacción con otros movimientos

disidentes durante el FN. Ayala Diago propone que a partir del gobierno de Rojas Pinilla se

promovieron distintos intentos para crear “terceras fuerzas” en oposición al bipartidismo,

canalizando las demandas de una población en su mayoría excluía. El autor acierta al

describir con detalle el contexto político a través de las figuras de la oposición,

específicamente aquellas alrededor de Rojas, construyendo una visión de la ANAPO

desde sus orígenes hasta su desarrollo como partido de oposición, incluyendo su

participación en los comicios del 19 de abril de 1970. Desde la perspectiva de la presente

investigación, sería necesario articular y contrastar la visión del autor con el resto de la

información disponible para así analizar críticamente el papel de la ANAPO en su contexto

histórico.

Otro autor, Ricardo Santamaría, se ocupa de las condiciones socio-políticas del FN y de la

forma como se montó y luego se intentó desmontar una estructura política excluyente e

ilegítima. Santamaría argumenta que el FN fue un sistema político cerrado ante la

disidencia, cuyo legado empezó a superarse durante el gobierno de Belisario Betancur

(Santamaría, 1984). El texto de Santamaría trabaja en detalle el contexto político del

frentenacionalismo, resaltando positivamente el papel de la oposición en sus estructuras

Page 9: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

9

partidistas, pero es débil en su tratamiento del contenido de las mismas, sin valorar cuál

sería concretamente el aporte anapista. Valdría la pena articular la contextualización y el

análisis sobre la legitimidad de Santamaría con el estudio específico de las actitudes y

acciones de la oposición.

A su vez, Carlos Augusto Noriega trata el tema del fraude en las elecciones del 19 de abril

de 1970. El autor nos propone que varias irregularidades ocurrieron a nivel local pero no

nacionalmente y menos involucrándolo a él personalmente como Ministro del Gobierno,

quien apoyó a la institucionalidad en todo momento (Noriega, 1998). Es útil su testimonio

sobre las divergencias y juegos de poder dentro del FN y del gobierno de Carlos Lleras

Restrepo, pero parece subestimar demasiado el papel de la oposición y de ANAPO, sin

entrar en algún tipo de análisis más profundo de sus posturas y de sus propuestas. Lo

anterior implicaría que faltaría contrastar su obra con la de otros autores, como por

ejemplo la del mismo Ayala Diago, para tener una visión más coherente de la época.

Una visión adicional que resulta escéptica frente a la ANAPO es la de Juan Pablo Martínez

y María Isabel Izquierdo, quienes se ocupan de las relaciones entre la oposición y el FN.

Los autores argumentan que la oposición de la ANAPO contra el FN fue deficiente debido

a las limitaciones de su estructura de clase, su conservatismo y su reformismo (Martínez e

Izquierdo, 1972). Si bien los autores consiguen defender parte de su propuesta al emplear

herramientas útiles para el análisis de la composición social del partido y del electorado

anapista, se quedan cortos a la hora de desarrollar sus conclusiones de una manera

menos discursiva y más dispuesta a adaptar las categorías teóricas a la complejidad de la

realidad colombiana, algo que debería hacerse para poder articular apropiadamente lo que

Page 10: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

10

fue la estructura de la ANAPO y lo que sería su desarrollo práctico dentro de la arena

política.

Vemos, por otra parte, en Samuel Moreno Díaz, a la dirigencia anapista contemporánea

intentando abordar el fraude electoral desde una posición de rechazo al mismo. Moreno

Díaz argumenta que la votación por Rojas Pinilla debe valorarse como un claro rechazo

generalizado de la población ante el FN (Moreno, 1970, enero a junio, pp. 529-538). Dicha

interpretación es valiosa testimonialmente, en cuanto a que revela la aplicación práctica de

la ideología anapista frente a los hechos del 19 de abril de 1970 y a su vez el

reconocimiento de algunos de los sentimientos y aspiraciones de parte la población, pero

su naturaleza de llamamiento político constituye un elemento subjetivo que debe

abordarse críticamente. Se hace necesario contextualizar y contrastar sus planteamientos

con lo que realmente habría sucedido en la práctica, tanto de parte de la ANAPO como del

FN y otros actores del momento.

Permaneciendo dentro de una corriente semejante, también encontramos a María Eugenia

Rojas, cuya obra biográfica sobre su padre aborda los hechos anteriores y posteriores a

las elecciones de 1970 desde una posición necesariamente privilegiada, dados los lazos

tanto familiares como políticos involucrados, que le permiten incluir bastante información

de primera mano (Rojas, 2000). Se debe mencionar que se trata de un trabajo de carácter

personal y ostensiblemente apologético, elementos que no se pueden perder de vista a la

hora de analizar su contenido, y en ocasiones las descripciones de los hechos pueden ser

demasiado limitadas por su misma naturaleza, aunque también existan señales que

demostrarían cierto grado de investigación y de lectura bibliográfica.

Page 11: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

11

Las perspectivas extranjeras que nos proporcionan el norteamericano David Bushnell

(1993) y el francés Daniel Pécaut (2001, 2006), ambos reconocidos especialistas que han

trabajado diferentes temas de la historia moderna de Colombia, también son útiles al

proporcionarnos una mirada alejada del Frente Nacional en su conjunto que, en mayor o

menor grado, se apartarían de los sentimientos y pasiones nacionales que siempre pueden

reducirse mas no eliminarse por completo del panorama académico e histórico local. Por

otra parte, esa misma distancia puede en ocasiones llevar a omisiones generalizaciones

explicables que obligan al investigador a no bajar la guardia.

Los numerosos periódicos colombianos de la época en que ocurrieron los hechos que

aborda la presente investigación son materiales valiosos para el historiador precisamente

por el color político explícito o implícito que normalmente los guía, de una u otra forma

pero especialmente durante la temporada electoral, y dichas tendencias pueden verse

reflejadas en sus reportajes, columnas o entrevistas según sea el caso. Si bien no se trata

de buscar una única verdad superior que vaya más allá de las demás, su propia diversidad

y multiplicidad puede servir para contrastar entre sí sus diferentes puntos de vista y así

obtener una visión más detallada y amplia de la situación.

Después de realizar el anterior balance hemos encontrado que, a pesar de que exista una

amplia cantidad de bibliografía sobre la historia del FN, sobre el impacto del fraude del 19

de abril de 1970 todavía hay una relativa escasez de articulación en los trabajos que han

desarrollado sus diversos aspectos. Al mismo tiempo, su profundidad ha sido desigual, lo

que justifica el que se intente abordar ese hecho histórico de una manera algo más

Page 12: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

12

sistemática y contextualizada. El presente trabajo de grado utilizará las distintas fuentes

disponibles para abordar la historia de la ANAPO desde el contexto que precedió a su

creación hasta sus reacciones frente a las elecciones de 1970, siendo éste un momento

clave, cuando la legitimidad de la organización sufrió un duro golpe que reflejaría sus

propias debilidades y a la larga las del sistema político en su conjunto.

Page 13: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

13

CAPÍTULO 1

Colombia y el Mundo: Época de Cambios y Continuidades 1.1. Los Éxitos y Fracasos del Frente Nacional

La época que enmarca a los acontecimientos del 19 de abril de 1970 se caracteriza por

la polarización política y los cuestionamientos a la legitimidad gubernamental. Una

tragedia histórica, el asesinato del jefe Liberal colombiano Jorge Eliécer Gaitán

acontecido el 9 de abril de 1948, había dejado su marca imborrable en las mentes de los

políticos y de población en general, siendo la culminación de una cada vez más agresiva

enemistad entre los partidos Liberal y Conservador. En medio del derramamiento de

sangre desatado después del magnicidio, el establecimiento conservador presentaba la

muerte de Gaitán como el fruto de una conspiración revolucionaria planeada por el

Comunismo internacional para sabotear la Conferencia Panamericana de aquel

entonces en Bogotá, mientras que las masas liberales, por su parte, elevaron a su líder

a la categoría de mártir considerando su desaparición como un crimen de estado

perpetrado por el gobierno de Mariano Ospina Pérez en alianza con la oligarquía que

temía perder su poder. De esta forma, la sombra de Gaitán cubría a Colombia tanto

explícita como implícitamente. El Frente Nacional, el llamado “pacto de paz” que

acordarían ambos partidos para conseguir una restauración superficial del orden y la

concordia, no haría olvidar a los colombianos la intensificación de la violencia fruto de la

muerte del caudillo Liberal, ni resolvería del todo el resto de los traumatismos que

afectaban a la sociedad colombiana (Bushnell, 1993, p.203-221).

Page 14: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

14

Económicamente, los índices de crecimiento generalmente fueron positivos bajo el

Frente Nacional, observándose un aumento constante del PIB per cápita entre 1958 y

1970 (Gutiérrez, 2007, pp. 93-94). La inflación no dejó de ser una preocupación bastante

importante, pasando del 8.1% en 1958 a una cifra históricamente alta de 32.56%

durante 1963 antes de volver a estabilizarse hacia 1967 con un 7.32%, llegando a verse

tasas del 8.58% y 6.8% en 1969 y 1970 respectivamente (Ochoa y Martínez, 2005, abril

a junio, pp. 85-86). A pesar de los intentos que buscaban implementar lo que el

presidente Carlos Lleras Restrepo llamó la “revolución económica”, la desigualdad social

claramente seguía siendo un obstáculo para tales objetivos y, especialmente, ese y

otros factores adicionales impedirían que se pudiera llevar a cabo una reforma agraria

que respondiera al clamor tanto popular como político (Gutiérrez, 2007, pp. 95-97).

También encontramos que el desarrollo la agitación estudiantil, especial pero no

únicamente en torno a las universidades públicas, toma cada vez mayor fuerza durante

estos años. Dichas protestas contarían con la solidaridad de otros estudiantes y

profesores, entre ellos los de escuelas públicas pero también algunos de entidades

privadas. El fenómeno llevaría a numerosos disturbios en la sede de la Universidad

Nacional en Bogotá, donde los estudiantes protestarían ante las directivas y en contra

de los cierres temporales. Para Helg, hubo tensiones en el ambiente estudiantil que

opacaron cualquier posible logro educativo de la administración:

Page 15: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

15

“Con la llegada de Carlos Lleras Restrepo a la presidencia de la República la

represión se agudizó. En octubre de 1966, algunos estudiantes atacaron al

presidente y al norteamericano John D. Rockefeller III en el momento en que éstos se

encontraban inaugurando nuevas instalaciones en la Universidad Nacional. Lleras

ordenó al ejército ocupar la Ciudad Universitaria y detener a los responsables con el

objeto de llevarlos ante la justicia militar [...] En los años siguientes, se multiplicaron

las huelgas, destrucciones, represión militar y cierres temporales de la Universidad

Nacional, alternando, en ocasiones, con tentativas de negociación entre el gobierno y

estudiantes” (1989, p.141).

Para dicho entorno, la muerte en combate del ex-sacerdote Camilo Torres, poco

después de abandonar la vida civil para incorporarse a las filas del naciente Ejército de

Liberación Nacional (ELN), liderado por los hermanos Vásquez Castaño, quedaría como

un referente inolvidable. Igualmente, varias de nuevas tendencias que se estaban

organizando en el seno de la Iglesia Católica hallarían una forma de canalizarse hacia la

protesta social o, en su defecto, a la lucha armada. El llamado “Grupo de la Golconda”

reuniría a varios de los “sacerdotes rebeldes”, paras quienes su adhesión a Cristo debía

tener un compromiso que podría encajar perfectamente dentro de la lucha de clases, al

optarse “preferencialmente” por los pobres (Cifuentes, 1998).

En el campo político, la confrontación bipartidista sufriría un cambio de escenario: cada

facción dentro de uno de los dos partidos lucharía por obtener y consolidar su

hegemonía, no sólo en términos electorales sino también programáticos y quizás,

inevitablemente, burocráticos.

Page 16: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

16

El Liberalismo encontraría dentro de sí el reto del MRL, el movimiento liderado por

Alfonso López Michelsen, hijo del ex-presidente Alfonso López Pumarejo. En un

principió optó por alejarse de la tradicional maquinaria y concentrarse en la promoción

de un programa más cercano a la línea ideología “social” del partido, por decirlo de

alguna manera. Dicho esfuerzo, empero, terminaría de manera ambigua. El mismo

López no lograría solucionar las fisuras entre las líneas “blanda” y “dura” del MRL, y no

tardaría demasiado en volver a integrarse dentro de la “gran carpa” que representaba el

Partido Liberal por medio de la “identidad de principios” (Alarcón, 2007, p. 80).

El Partido Conservador, por otra parte, también mostraba signos de fragmentación

heredados de la época de La Violencia. La lucha entre los ex-presidentes y sus

sucesores potenciales o escogidos era difícil de ocultar. El sector ospinista, bajo el

liderazgo de Mariano Ospina Pérez, pretendía impulsar la candidatura presidencial de su

propio líder buscando su respectiva reelección. El laureanismo, aunque dividido, también

era una fuerza con la que había que contar. Guillermo León Valencia, uno de los

primeros presidentes y el primer conservador bajo el Frente Nacional, mantenía sus

propias aspiraciones y su influencia no era despreciable (Pécaut, 2001, pp.595-596).

La política, a pesar de todo, no se limitaba exclusivamente a los dos grandes partidos y

sus respectivos entornos. El Partido Comunista (PCC), fundado oficialmente en 1930, si

bien no podía participar políticamente usando su propio nombre bajo las normas que

Page 17: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

17

instituyeron el Frente Nacional, tenía la opción de hacerlo a través de agrupaciones

afines, entre ellas los sindicatos y movimientos agrarios, además de sus alianzas con

disidencias liberales como el MRL De hecho, varias de sus principales figuras fueron

elegidas para diferentes cargos por medio de tales alianzas regionales, lo que les

permitía ubicarse dentro de las listas liberales y así competir dentro del sistema

electoral. Al tiempo que el PCC incursionaba en la política legal de los años 60, algunos

de sus miembros estaban entre las filas de las autodefensas campesinas que después

del operativo militar de 1964 contra Marquetalia se darían a conocer en 1966 como las

reorganizadas “Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia” (FARC), representando

otra de las formas de oposición frente a la institucionalidad legal (Bushnell, 1993, pp.

242-246).

Precisamente, es durante ésta época que más y más movimientos de oposición

empezaron a surgir y desarrollarse. La abstención electoral había pasado de un

promedio de 34.71% en 1958 a 57.33% en 1966 (Gutiérrez, 2007, p. 107) y así se estaba

creando un ambiente propicio para que Gustavo Rojas Pinilla y la ANAPO entraran de

lleno en el escenario político

1.2 La Revolución y la Represión en América Latina

Inmersos dentro de las tensiones internas descritas, no podemos olvidar que ni

Colombia ni América Latina en su conjunto eran del todo ajenas a la confrontación

ideológica, económica, tecnológica y militar entre los Estados Unidos (EE.UU.) y la

Unión Soviética (URSS), las dos superpotencias que se habían consolidado como tales

Page 18: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

18

después de la derrota de la Alemania nazi y sus aliados del Eje al final de la Segunda

Guerra Mundial en 1945. Ambos bloques pretendían proteger del enemigo sus

respectivas zonas de influencia y a su vez extender las hegemonías capitalistas y

socialistas a lo largo de las demás naciones y regiones, interviniendo en sus crisis y

controversias internas para tal efecto, buscando sacar el mayor provecho de las mismas

y neutralizar el que pudiese obtener su rival. Iniciativas como la llamada “Doctrina

Truman” de 1947, política del presidente norteamericano Harry Truman que buscaba

contener cualquier avance del comunismo en Europa (“The Truman Doctrine, 1947”,

s.f.), y los recursos destinados a la reconstrucción de posguerra mediante el Plan

Marshall pretendían reafirmar y promover la influencia estadounidense. De manera

paralela, la fundación del Consejo de Ayuda Mutua Económica, conocido como CAME o

COMECON en 1949, sería el instrumento económico que emplearía el régimen soviético

de Stalin y sus sucesores Europea Oriental sino inclusive llegando décadas después a

Cuba (1972) y Vietnam (1978) (“COMECON”, 2009). En el plano bélico se inició una

carrera armamentista tanto convencional como nuclear dentro del marco de la

Organización del Tratado del Atlántico Norte (4 de abril de 1949) y del Pacto de Varsovia

(14 de mayo de 1955), estableciendo un esquema de alianzas e inversiones militares

que dividiría a Europa y mantendría viva la amenaza de una nueva guerra mundial por

más de una generación (Enciclopedia Barsa, 1988, tomo XI).

Colombia y la América Latina contemporánea fueron apenas uno de los campos de

batalla donde las potencias pondrían en práctica dichas maniobras, directa o

indirectamente, alimentando sus conflictos internos y, en últimas, los procesos tanto

subversivos como represivos que los rodean. Dada su proximidad a los Estados Unidos,

Page 19: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

19

la región ya se encontraba bajo la sombra de la “Doctrina Monroe” formulada en 1823, y

por lo tanto era un hecho que dicha potencia consideraba necesario impedir cualquier

intervención externa desde hace más de un siglo (“Monroe Doctrine, 1823”, s.f.). En

1946 Estados Unidos estableció en Panamá la Escuela de las Américas, donde se

formarían miles de militares latinoamericanos en tácticas castrenses y anticomunistas,

varios de ellos posteriormente implicados en violaciones de los derechos humanos y en

el eventual establecimiento de dictaduras militares en Brasil, Argentina, Uruguay, y Chile

(Grimmett y Sullivan, 2009). A partir de 1947 se empieza a implementar el Tratado

Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), mediante el cual los países firmantes y

Estados Unidos estrechaban aún más sus lazos militares y estratégicos, al crear un

instrumento que podría utilizarse para contener las amenazas internas y externas que

fueran identificadas como tales. El texto del tratado incluye en su artículo sexto lo

siguiente: “Si la inviolabilidad o la integridad del territorio o la soberanía o la

independencia política de cualquier Estado Americano fueren afectadas por una

agresión que no sea ataque armado, o por un conflicto extra continental o

intracontinental, o por cualquier otro hecho o situación que pueda poner en peligro la paz

de América, el Organo de Consulta se reunirá inmediatamente, a fin de acordar las

medidas que en caso de agresión se deben tomar en ayuda del agredido o en todo caso

las que convenga tomar para la defensa común y para el mantenimiento de la paz y la

seguridad del Continente“ (“Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca”, 2009).

Muchos gobiernos y partidos afines a las políticas anticomunistas o en su defecto a los

intereses de los Estados Unidos recibieron asistencia económica, técnica y militar.

Colombia no fue la excepción, pasando del TIAR a firmar un pacto adicional de

Page 20: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

20

asistencia y asesoría militar en 1949 para recibir tanto entrenamiento castrense como

nuevos aviones de guerra, reforzando así una relación bilateral que, en esta esfera,

venía consolidándose con cierta regularidad desde la llegada de una misión aérea

norteamericana en 1938 (Torres Del Río, 1994, pp.210-215). Dicha cooperación se

mantendría e inclusive sería, guardadas las debidas proporciones, recíproca. Durante la

Guerra de Corea (1950-1953), Colombia hizo parte del Comando Unificado organizado

por la Organización de Naciones Unidas (ONU) y para tal fin puso a disposición del

mismo un batallón de infantería y dos fragatas. En ese momento el presidente de la

Comisión Política y de Seguridad de la ONU donde se aprobó la propuesta

norteamericana que dio lugar a dicho Comando era el colombiano Roberto Urdaneta

Arbeláez (Torres Del Río, 1994, pp.218-219).

De esta forma, en diferentes naciones el establecimiento existente fue apoyado por una

de las dos potencias en nombre de la lucha contra el comunismo. Dicha situación no

sería ajena a los disidentes y movimientos de oposición, existiendo el riesgo de un

cambio en la balanza de poder o, en su defecto, de una intervención para mantener el

status quo. La intervención norteamericana en Guatemala propició la caída del

presidente Jacobo Árbenz, quien contaba con el apoyo de los comunistas locales, en el

año de 1954 (“History of Latin America”, 2009).

En cuanto a la Unión Soviética, se presentaron desarrollos equivalentes aunque algo

desfasados, debido a la naturaleza de su relación con América Latina. De acuerdo a

Miller (1989, cap. 1), desde los años 30 Moscú intentaba impulsar tanto las relaciones

diplomáticas de estado a estado como la militancia en la Internacional Comunista

Page 21: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

21

(Comintern), generando todo tipo de tensiones entre ambas actividades. Adicionalmente,

el grado de anticomunismo que poseían las clases dirigentes latinoamericanas era

bastante elevado, dando lugar a sospechas de todo tipo. El comercio entre la URSS y

América Latina era generalmente inestable y se había reducido considerablemente hacia

1935, limitándose a partir de entonces en buena medida a los acuerdos bilaterales que

se firmarían con la Argentina de Juan Domingo Perón en los años 40 y 50,

aprovechando las tensiones entre dicha nación y los Estados Unidos. Aún después de

que el gobierno de Nikita Krushev introdujo durante el XX Congreso del Partido

Comunista de la Unión Soviética (1956) el concepto de la “coexistencia pacífica” e inició

un nuevo acercamiento hacia las naciones en desarrollo, no hubo una renovación

importante de las relaciones entre la URSS y América Latina. La intervención

norteamericana en Guatemala (1954) había sido, para la Rusia soviética, una señal más

de que el verdadero potencial del Tercer Mundo, tanto en términos políticos como

bilaterales, se encontraba en Asia y África. (Miller, 1989, p. 7-8).

Solamente sería hasta 1959, en cabeza de Fidel Castro y sus compañeros del

Movimiento 26 de Julio, que un cambio de régimen en Cuba alteraría el balance

estratégico de la región en una dirección mucho más útil para la URSS. Precisamente,

la Revolución Cubana había saltado al escenario mundial y, si bien inicialmente no tenía

un carácter comunista, lo adquirió en breve (Miller, 1989, cap. 3). Ambos países no

tardarían demasiado en iniciar amplias relaciones diplomáticas, comerciales y bilaterales

en general. Su influencia se puede notar inclusive en la actitud de la misma Unión

Soviética, la cual en el XXII Congreso del Partido Comunista de 1961 decide

públicamente darle su apoyo a los movimientos de “liberación nacional” a lo largo y

Page 22: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

22

ancho del mundo. Al año siguiente, la Crisis de los Mísiles (1962) sería la muestra más

clara de que América Latina podía ser un escenario peligroso para la confrontación

directa entre las dos superpotencias, pero también marcaría una cierta distancia política

entre la nueva Cuba y sus amigos soviéticos (Miller, 1989, cap. 3-4).

A pesar de que la injerencia directa de los soviéticos en los conflictos de la región sería

relativamente limitada mas no inexistente (Shultz, 1988, p. 20), desde ese momento el

factor más importante sería Cuba. El ejemplo de una revolución victoriosa persistió para

inspirar tanto a los insurgentes armados como a los movimientos nacionalistas civiles y

estudiantiles de toda la región, quienes lo vieron con buenos ojos e intentaron imitarlo a

su manera dentro de sus propias naciones. El impacto de la revolución en América

Latina fue, por lo tanto, significativo y poderoso (Wright, 2000, pp. 39-45). El régimen de

Castro inicialmente tuvo posiciones vacilantes frente a los esfuerzos del revolucionario

Ernesto “Che” Guevara por internacionalizar directamente la revolución mediante la

lucha de guerrillas, un intento que a nivel personal llevaría al “Che” a morir en Bolivia en

1967. Sin embargo, tal postura no había sido un obstáculo para que Cuba promoviera

dicha lucha en público, tanto ideológica como políticamente, en 1966 durante la

conferencia Tricontinental y en otras ocasiones. Tampoco impidió que la isla de Cuba

sirviera como centro de entrenamiento y de refugio para los nacientes focos guerrilleros,

a la vez que el gobierno realizaba sus propios intentos de intervención directa a una

escala internacional, como fue el caso del conflicto angolés en África a mediados de los

70 donde participaron miles de soldados cubanos (Wright, 2000, pp. 34-35).

Page 23: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

23

De esta forma, las expectativas generadas por la Revolución Cubana y su discurso

amenazaban con alterar el equilibrio de poder entre las respectivas hegemonías

capitalistas y socialistas, manteniendo tanto a Colombia como a América Latina y al

mundo en su conjunto en un estado convulsionado y perplejo, inmerso en un conflicto

bipolar. Es en ese mar de tensiones externas donde encontramos a Colombia envuelta

en sus propios dilemas internos, aquellas situaciones que ponían en entredicho la

legitimidad de su sistema político aún desde antes del 19 de abril de 1970 y que

fomentaron las diferentes formas de oposición al mismo.

Page 24: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

24

CAPÍTULO 2

Gustavo Rojas Pinilla y la ANAPO

2.1 Del Cuartel a la Política

La figura del General Gustavo Rojas Pinilla y su relación con la ANAPO constituyen uno

de los elementos cuyo análisis es necesario abordar. Independientemente de las

controversias al respecto, en palabras de su hija María Eugenia (2000, p. 34) el General

llegaría a ser “uno de los personajes fundamentales en el desarrollo político [...] de

Colombia”, particularmente durante la segunda mitad del siglo XX, y su personalidad

jugaría un papel importante, tanto por acción como por omisión, en el desenlace que

tendrían las elecciones del año 1970 y la actitud que la ANAPO asumiría en aquel

entonces.

Nacido en Tunja el 12 de marzo de 1900 como el quinto de seis hijos dentro de una

familia de tradición conservadora asentada en torno a Villa de Leyva, Gustavo Rojas

Pinilla completaría su educación al ingresar a la Escuela Militar el 1 de febrero de 1919,

obteniendo hacia finales del año siguiente el grado de Subteniente dentro del Ejército

(Rojas, 2000, pp. 33-53). Su carrera militar empezaría en la artillería del Regimiento

Tenerife No. 2 de Medellín. Obtendría, tras un período de dos años (1925-1927) como

estudiante neoyorquino, el título de Ingeniero Civil en el Tri-State College de los Estados

Unidos y ejercería dicho oficio durante la construcción de la carretera Soapaga-Socha-

Page 25: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

25

Casanare, antes de reintegrarse a las filas castrenses en 1933 con motivo del conflicto

fronterizo colombo-peruano (Rojas, 2000, pp. 51-65).

Es a partir de dicho momento que Rojas Pinilla empezaría a dedicarse de lleno a la

milicia, obteniendo una serie de ascensos que finalmente lo llevarían alcanzar el rango

de General de la República en el año de 1949. Uno de los sucesos más destacados, y

quizás hasta cierto punto revelador frente a los acontecimientos posteriores, que tuvo

lugar durante dicho período fue su participación como Comandante de la Tercera

Brigada en la pacificación de los disturbios que se desataron en la ciudad de Cali el 9 de

abril de 1948 después del magnicidio de Jorge Eliécer Gaitán. No obstante su éxito en

tal labor la polémica no le fue ajena, ya que en su momento fue acusado formalmente

por presuntamente cometer detenciones arbitrarias, siendo finalmente exonerado por las

autoridades competentes (Rojas, 2000, pp. 81-83).

No pasaría mucho tiempo antes de que el mundo de la política ejerciera cierta influencia

sobre Rojas, más allá de las circunstancias propias de su condición de oficial. Con

anterioridad, el Teniente Coronel Rojas Pinilla en su calidad de Director de la

Aeronáutica civil entre 1945 y 1946 ya había tenido un breve choque con el influyente

líder conservador Laureano Gómez a propósito de la construcción del Aeropuerto El

Dorado, entonces en su etapa de planificación, y el mismo Rojas encontraría allí el inicio

de cierta enemistad entre ambos (Rojas, 2000, pp. 74-75). No obstante, se ha conocido

que periódicos de diferentes tendencias conservadoras como el laureanista El Siglo y el

alzatista Diario de Colombia le dedicarían cierto espacio a la promoción de los logros

profesionales del oficial durante varios años y de tal manera contribuirían directa o

Page 26: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

26

indirectamente a construir su imagen ante la opinión publica nacional de aquel entonces

(Ayala, 2003, 9 de junio).

Podría concluirse que el incidente al que se ha aludido anteriormente no impediría que

las relaciones de Rojas con el Partido Conservador y en particular con la administración

de Mariano Ospina Pérez fueran productivas para su carrera militar, siendo promovido al

Ministerio de Correos y Telégrafos en diciembre de 1949. Con la llegada de Laureano

Gómez a la presidencia en 1950 y el nombramiento de Rojas Pinilla a la Comandancia

General de las Fuerzas Armadas en 1951 se evidenciaba el paso de las presuntas

tensiones personales a las institucionales, específicamente entre el jefe del poder

político y la cabeza visible del poder militar. Al mismo tiempo se confirmaría que las

preferencias políticas de Rojas Pinilla se inclinaban por el ospinismo o, en su defecto,

por las facciones conservadoras diferentes al laureanismo (Rojas, 2000, pp.85-98).

Dicha situación en cierto sentido podría describirse como un juego entre el gato y el

ratón: Gómez intentaría deshacerse de Rojas enviándolo al exterior, aparentemente

buscando un pretexto para su eventual destitución (Bushnell, 1993, p. 214). A su vez, el

General estaba dispuesto a exaltar la figura de Roberto Urdaneta Arbeláez mientras éste

ejerciera la presidencia en calidad de encargado, lo cual no fue bien visto por el

presidente titular ni por sus seguidores (Rojas, 2000, 89-93).

No podría durar indefinidamente lo que a todas luces parecería ser un equilibrio

inestable y con pocas perspectivas de mejoramiento. Menos aún cuando Laureano

Gómez no solamente tenía que enfrentarse a la oposición liberal tanto civil como armada

Page 27: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

27

sino también al ospinismo, dentro del cual se había llegado a considerar que la rigidez

doctrinaria de Gómez y las controvertidas reformas constitucionales que se proponía

instaurar estaban lejos de resolver la delicada situación de orden publico sino que, al

contrario, podrían ser una causa más de su degradación sin salida (Bushnell, 1993, pp.

214-215).

El 13 de junio de 1953 los acontecimientos llevarían al General Rojas Pinilla a la

Presidencia de la República. Existen varias interpretaciones al respecto, las cuales

podrían reseñarse brevemente sin detenerse demasiado en los particulares del asunto.

Para el laureanismo y su líder derrocado tal evento sería el resultado de las intenciones

golpistas, mientras que el historiador norteamericano David Bushnell ha considerado

que Rojas habría llegado al poder de una manera no premeditada, inclusive

circunstancial, en lugar de ser el fruto de cualquier tipo de conspiración planeada por

adelantado (1993, p. 215).

Desde el punto de vista de Maria Eugenia Rojas, la hija del General, “mi padre no buscó

codiciosamente el poder, esos no eran los planes de la familia. [...] El ambiente estaba

caldeado y, la verdad sea dicha, cundía por todos los cuerpos de la tropa una gran

inconformidad y un larvado deseo de insubordinación” (2000, p. 105). En pocas

palabras, siguiendo su versión Laureano Gómez habría “desaparecido” después de

firmar el decreto que llamaría a la reserva a Rojas Pinilla y Urdaneta se habría negado a

volver al poder como encargado, lo que por fortuna obligó al General a asumir el mando

de la nación (2000, p.110-112).

Page 28: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

28

El autor César Augusto Ayala Diago ha afirmado que:

“Aunque realmente fue un golpe de estado, el alborozo de los colombianos impregnó

la salida castrense de una aura de salvación nacional. La gente no se interesó en

averiguar los pormenores del cuartelazo. A nadie le importó que se tratara de una

pelea entre conservadores o que detrás del nuevo gobernante estuvieran alzatistas y

ospinistas, los enemigos del mismo partido de gobierno. Para el común de la gente lo

importante era el derrocamiento de la tiranía de Laureano Gómez” (2003, 9 de junio).

Poco después de la toma del poder, el político liberal Carlos Lleras Restrepo, en una

carta dirigida al ex-presidente Eduardo Santos, se refirió a lo que llamó un “golpe

palaciego”, nacido de entre las “camarillas conservadoras“ con el supuesto fin de

permitirle al Ejército tomarse el poder en caso de que Laureano Gómez removiese a

Urdaneta, considerando que las manos de los líderes conservadores Mariano Ospina y

Gilberto Alzate Avendaño no serían del todo ajenas al asunto. Ya en ese entonces

Lleras Restrepo observaba el brote de cierta simpatía o “entusiasmo” liberal hacia Rojas

Pinilla, aclarando que no era fruto de la acción de los dirigentes liberales en sí mismos

(Santos, 2007, pp. 16-18).

Cualquiera que sea el caso, el hecho consumado sería esencialmente el mismo y

afectaría el panorama político colombiano, particularmente a corto y mediano plazo, a

pesar de que Rojas no duraría en el poder más allá de los tradicionales cuatro años de

los presidentes civiles, aunque no sin antes intentar prolongar su mandato.

Page 29: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

29

El breve paso de Rojas Pinilla por la presidencia sería recibido positivamente y tendría

un grado importante de legitimidad a lo largo y ancho del escenario político y de masas,

al menos en un principio, pero no estaría exento de diferentes controversias que

demuestran por sí mismas los contrastes que desde entonces rodearían su figura. Si

bien su gobierno experimentó una reducción de la violencia, en buena parte debido a las

amnistías ofrecidas a las guerrillas que todavía seguían luchando a lo largo del territorio

nacional, nunca desapareció totalmente el derramamiento de sangre ni hubo una

pacificación total (Bushnell, 1993, p. 216).

También podría considerarse polarizador, partiendo de hechos como la masacre de la

Plaza de Toros en Bogotá a inicios de 1956 que dejaría un saldo de entre uno y ocho

muertos según las diferentes versiones, recogidas por Rojas (2000, pp. 229-325) y

Bushnell (1993, p.218). Dentro de los aspectos más positivos, como resultado de su

administración procedería a instaurarse el verdadero sufragio universal mediante la

inclusión del voto femenino, junto a los esfuerzos del Secretariado Nacional de

Asistencia Social (SENDAS) y obras públicas como la construcción del Aeropuerto El

Dorado en Bogotá. (Rojas, 2000, p. 217), (Bushnell, 1993, pp. 215-218).

Tanto el empresario colombiano (Rettberg, 2001, enero) como la Iglesia Católica

(Bushnell, pp. 215, 220-221) fueron, más allá de los soportes propiamente partidistas,

dos de los pilares sobre los cuales el nuevo mandatario intentaría apoyarse durante su

administración. Igualmente, la corta vida del Movimiento de Acción Nacional (MAN),

dentro del cual participarían desde socialistas hasta conservadores, sería una muestra

de las intenciones tempranas del rojaspinillismo por crear una tercera fuerza política que

Page 30: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

30

ha sido considerada como una experiencia semejante a la gaitanista (Ayala, 1996, pp.

21-24, 34-36) y que en su conjunto contribuiría a sostener la naciente base social rojista

(Gutiérrez, 2007, pp.101-102).

Pero a la larga todo lo anterior no le proporcionaría al régimen la estabilidad necesaria.

Para sus críticos, las acciones represivas del gobierno militar, entre ellas su decisión de

1955 sobre mantener el estado de sitio en el país hasta 1958 (Ayala, 1996, p. 21),

además de la ocupación policial de las sedes de importantes periódicos nacionales

como El Espectador y El Tiempo, demostrarían la verdadera naturaleza del régimen que

en un principio habían bienvenido o al menos tolerado frente a los peligros de la

reacción conservadora y de la prolongación de la violencia (Villar, 2007, pp. 47-49).

Quizás una de las figuras más representativas de dicho proceso sería el influyente

dirigente liberal Alberto Lleras Camargo, quien después de renunciar a Secretaría

General de la Organización de Estados Americanos (OEA) no solamente volvería al país

para adelantar una campaña en pro del pleno reestablecimiento del sistema electoral

republicano y democrático sino que sería la figura clave en los acercamientos del

liberalismo con el Partido Conservador y muy especialmente con el mismo Laureano

Gómez desde 1956, lo que uniría a ambos partidos en torno a una causa común (Villar,

2007, p. 49).

En todo caso, aún los partidarios del gobierno militar sabían que la situación empezaba

a complicarse, tanto por los elementos previamente mencionados como por lo que Maria

Eugenia Rojas llamaría el “desgaste” de toda administración frente a la opinión (2000, p.

229). A pesar de un último intento por extender su mandato mediante la rápida

Page 31: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

31

aprobación de su reelección por cuatro años más, el mismo mandatario sabía que su fin

estaba próximo (Hartlyn, 1993, p. 83). El 10 de mayo de 1957 saldría del poder rumbo a

España, nombrando a cinco de sus altos funcionarios y colaboradores a la junta militar

que habría de reemplazarlo, compuesta por cuatro generales y un almirante, presidida

por el General Gabriel París Gordillo. Rojas Pinilla estaba plenamente convencido,

según su hija, de su popularidad y de que “el pueblo” no olvidaría su obra de gobierno

(Rojas, 2000, p. 245). Dicho organismo castrense se constituyó como un gobierno de

transición cuyas lealtades no estaban con el mismo Rojas sino que rápidamente se

moverían hacia otro lugar, sea por supuesta “traición” o por legítima convicción, al llamar

a la realización de un plebiscito para el 1 de diciembre de 1957 con el fin permitir nuevas

elecciones dentro de un año.

Ese sería el contexto que facilitaría el nacimiento práctico del Frente Nacional, ratificado

popularmente aquel día de diciembre, que traería de vuelta a la superficie la realidad

política bipartidista mediante un acuerdo de repartición paritaria del poder, aunque

quizás no con los mejores resultados, como el tiempo habría de mostrarlo, al excluir de

la esfera de la representación pública cualquier otra alternativa política.

Si la carrera política de Rojas Pinilla hubiera terminado allí, es probable que su paso por

la historia colombiana no dejaría de ser apenas una anécdota, la de un General que ya

sea por su propia voluntad y ambición o como un instrumento más de las intrigas que se

mueven detrás de los bastidores del poder había constituido un gobierno transitorio, sin

demasiadas penas ni demasiadas glorias. El otrora gobernante de facto pronto tendría

una nueva oportunidad de volver al escenario político.

Page 32: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

32

2.2 La ANAPO y el Candidato

Los orígenes de la Alianza Nacional Popular se remontarían al año de 1961 y

particularmente a una concurrida reunión que tuvo lugar a finales de lo que había sido el

primer gobierno del Frente Nacional (FN), específicamente durante la presidencia de

Alberto Lleras Camargo (1958-1962):

“El 23 de abril de 1961, en la casa de Ernesto García, se reunieron las siguientes

personas: Generales Gustavo Berrío Muñoz, Jaime Lozano Bahamón, Ezequiel

Palacios; el Coronel Guillermo Padilla Manrique; los doctores José María Nieto Rojas,

Gabriel Díaz, Francisco Plata Bermúdez, Bernardo Uribe Holguín, Ernesto García

Acero, Enrique Cipagauta Galvis, Alfonso Amézquita, Francisco Palacios, Benjamín

Burgos, Carlos Monroy Reyes, José Castañeda Morales, Fidel Perilla Barreto,

Alfonso Suárez Pineda, Carlos V. Soto, Ernesto Harker, Guillermo García Carvajal;

los Capitanes Manuel Pérez González y Juan B. Godoy; y las señoras Alicia Sierra de

Díaz y Beatriz Leiva de Uribe Holguín. El invitado de honor fue el General Gustavo

Rojas Pinilla” (Rojas, 2000, p. 435).

Dichos personajes buscaban crear lo que se denominará en principio un “movimiento”,

dadas las rigurosas limitaciones iniciales del FN para quienes pretendían crear un

“partido” que no fuera estrictamente Liberal o Conservador, al menos formalmente o por

su propia naturaleza y militancia. La figura de Rojas Pinilla se presenta como un

Page 33: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

33

elemento central dentro de la misma reunión y, fuera del valor puramente anecdótico, su

importancia no puede subestimarse. Medófilo Medina confirma lo anterior al afirmar:

“[La ANAPO] comenzó en 1961 como un Frente Nacional por abajo cuando el ex-

dictador General Gustavo Rojas Pinilla emprendió una asombrosa parábola de

recuperación política. El ex-dictador quiso presentarse luego de un sonado debate

que se le siguió en el Congreso por parte de los dirigentes de los partidos

tradicionales como un perseguido por la oligarquía. Otra vez las masas se

movilizaron al calor de invitaciones a la revancha social y de las consignas

antioligárquicas teñidas de fuerte coloración nacionalista” (Historia Crítica, 1989,

enero a junio, pp. 20-32).

Aquí encontraríamos una interpretación interesante de lo que sería, en un principio,

buena parte del arsenal ideológico de dicha agrupación política y cuál sería su objetivo

básico: crear una especie de coalición bipartidista rival “desde abajo” que vendría a ser

la otra cara del Frente Nacional, la de los sectores sociales y políticos excluidos por su

funcionamiento o por sus deficiencias. Los candidatos del partido representarían a

dichos sectores utilizando plataformas liberales o conservadoras, según fuera el caso,

para así lograr participar en las elecciones a medida que se iban alternando tales

banderas tanto desde el oficialismo como desde la nueva oposición (Hartlyn, 1993, pp.

210).

No podría, en cualquier caso, hablarse de la participación del antiguo gobernante y

ahora ex-militar en ese nuevo proyecto sin mencionar lo que fue su rehabilitación

Page 34: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

34

política, ya que es precisamente allí donde encontramos el origen de otra característica

anapista: la rehabilitación simbólica no únicamente del individuo sino de toda la

administración rojaspinillista y sus logros, reales o percibidos, que le darían a su

plataforma política cierto sustento dentro del imaginario popular. En palabras del autor

César Augusto Ayala Diago, los referentes de la ANAPO “se remontan, inevitablemente,

al paso del General Gustavo Rojas Pinilla por el poder. Los contenidos y las imágenes

que identificaron posteriormente al anapismo fueron herencia dejada por este período

[...] La ANAPO parecía resurgir de las ruinas de los fracasos políticos del General, de

sus múltiples experiencias, de su peculiar escuela política” (1996, pp. 15-16).

Las audiencias del que sería calificado como juicio político tuvieron lugar en el Senado a

partir del 22 de enero de 1959. Al finalizar el proceso, Gustavo Rojas Pinilla sería

declarado “indigno [...] por mala conducta en el ejercicio del cargo de Presidente de la

República” y se le condenaría a perder los derechos políticos para elegir y ser elegido en

su calidad de ciudadano colombiano (Rojas, 2000, p. 304). Años después, la sentencia

finalmente perdería cualquier efecto jurídico gracias a una serie de decisiones judiciales

posteriores, incluyendo el pronunciamiento del Tribunal Superior de Bogotá en 1966

confirmado al año siguiente por la Corte Suprema de Justicia, pero sólo en noviembre de

1967 la Registraduría Nacional habilitaría formalmente a Rojas Pinilla para volver a

hacer parte del censo electoral (Rojas, 2000, pp. 350-353),.

La ANAPO entra en escena como una formación política con dos alas, una liberal y otra

conservadora, de una manera que podríamos considerar bastante útil para adaptarse al

flujo de la alternancia y paridad dentro del sistema bipartidista imperante. A su vez,

Page 35: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

35

Rojas Pinilla y sus partidarios sabían que debían apelar a una audiencia mucho más

amplia, más allá de las lealtades políticas como tales. Desde el mismo 23 de abril ya el

principal líder anapista hablaba, usando un lenguaje directo con ciertos tintes católicos y

populistas, de una variedad de temas mucho más específicos.

“Rojas habló [...] del hambre y de la angustia del pueblo que sufría el recrudecimiento

de la violencia; se quejó del monopolio que ejercían sobre la economía y las riquezas,

las sesenta familias que desde la independencia explotaban al pueblo; considerando

que la necesidad y el hambre no tenían color político, instó a organizar un movimiento

de recuperación moral y material sin distinciones partidistas que evitara una

revolución anárquica y atea” (Ayala, 1996, p. 154).

Cuando la naciente ANAPO participó por primera vez en el proceso electoral en 1962,

obtendría el 3.7% de la votación total y el 8.2% del voto conservador para las

corporaciones públicas, una suma pequeña pero a la vez considerable para lo que era

una nueva agrupación, sobre todo en regiones como Valle, Boyacá, Cundinamarca,

Antioquia y Santander (Ayala, 1996, pp. 195-196, 278). En seguida intentó llevar el

nombre de quien fuese su caudillo a las urnas para las elecciones presidenciales del

mismo año, sin importar las dificultades legales, pues los votos correrían el riesgo de ser

declarados nulos por las autoridades electorales como efectivamente sucedió en dicha

ocasión. La participación de Rojas Pinilla, en una elección donde los candidatos debían

ser ostensiblemente conservadores por motivos de la alternancia acordada, obteniendo

apenas un 2.1% de los votos, sería rechazada no solamente por el gobierno sino el

conjunto de las fuerzas políticas del Frente Nacional (Ayala, 1996, pp. 203-207).

Page 36: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

36

No todos los anapistas buscaban atenerse única y necesariamente a las vías electorales

y lo mismo podría decirse de su jefe máximo. Según Ayala Diago, por tal motivo se

había creado una percepción negativa que habría indispuesto a los votantes contra el

mismo Rojas en 1962 (1996, p. 207).

Vale la pena resaltar que los seguidores de Rojas dentro de las Fuerzas Armadas no se

habían quedado quietos, aunque es de suponer que con el tiempo su número iría

disminuyendo. El 2 de mayo 1958 ya habían intentado un nuevo golpe que pretendía

crear las condiciones para el derrocamiento del gobierno frentenacionalista y así

posibilitar un nuevo ascenso de Rojas, con su bendición. Simbólicamente, el fracaso de

tal manifestación castrense ilustraría la naturaleza dual del anapismo y de su propio líder,

pues mientras el movimiento intentaba organizarse como una alternativa electoral válida,

no dudaba en promover una interpretación que podríamos inclusive considerar

apologética de tales medidas de fuerza. Para la hija del General Rojas, quien se

reconoce a sí misma como “protagonista de un episodio político-militar, al borde de la

victoria, y cuyo triunfo le habría ahorrado al país 40 años de infortunio“ (2000, pp. 263),

lo acontecido prácticamente se justificaba:

“El pueblo se sintió frustrado porque no había tenido éxito la sublevación del 2 de

mayo y regresó a sus labores, oprimido y explotado por los voraces personeros del

Frente Nacional que se habían instalado en el poder. Tengo la lista tanto de militares

como de civiles comprometidos en aquella memorable jornada pero no me anima

ningún interés en causarle daño a nadie [...] Si ese movimiento hubiera triunfado, lo

Page 37: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

37

repito, el país se habría ahorrado muchos años de miseria, desolación y

muerte“ (Rojas, 2000, pp. 265-267).

La vena conspirativa del anapismo no se había detenido allí y se tienen noticias de al

menos seis planes o intentonas golpistas adicionales hasta 1963 (Ayala, 1996, 231-233).

Como ya ha sido señalado, tal circunstancia era un evidente motivo de rechazo en ese

momento de la historia colombiana, pero no sería un obstáculo inamovible para las

aspiraciones políticas futuras del movimiento a medida que sus actividades proselitistas

le daban mayor impulso y el FN empezaba a perder el suyo propio.

Si bien Rojas Pinilla se proclamaba a sí mismo como conservador y católico, los antiguos

aliados que una vez tuviera dentro de esa tradicional colectividad lo veían a él y a la

ANAPO como un elemento perturbador del orden social y político. Los sectores ospinistas

y alzatistas, quienes había apoyado al mismo Rojas para el golpe de 1953, llegaron a

atacarlo con el argumento de que “Rojas Pinilla está apoyado estratégicamente por el

comunismo porque este cree que con ello resta fuerza al conservatismo” (Ayala, 1996, p.

241). De hecho, en torno a las elecciones de 1964 se estaban presentando esfuerzos

específicos por restarle a la ANAPO cualquier simpatía conservadora, afirmándose en

comunicados oficiales que era “un movimiento anárquico cuyo programa contenía

principios incompatibles con la ideología conservadora” y se utilizaba el pasado dictatorial

de Rojas como un fantasma que contaría en contra de su movimiento político (Ayala,

1996, p. 241).

Page 38: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

38

Como lo ha anotado Ayala Diago, había aspectos en común entre las plataformas

políticas anapistas y comunistas en cuanto a que rechazaban el estado actual del país y

proponían alternativas para mejorarlo, desde sus respectivos puntos de vista, apelando a

las difíciles condiciones de vida que afrontaban las masas populares y el país en general,

pero el Partido Comunista en realidad no había apoyado la candidatura de Rojas en 1962

(Ayala, 1996, pp. 205-206). Dicho partido tampoco creía que un movimiento liderado por

el antiguo General fuese una verdadera fuerza de oposición cuando, como fuera el caso,

él mismo había declarado su ilegalidad en 1954 durante su paso por el poder (Uribe,

1977, p.1177). Igualmente, se mantenía en la memoria el recuerdo del bombardeo contra

Villarrica en 1955, cuando fueron atacados los enclaves comunistas de la región y sus

grupos de autodefensa campesina (Safford y Palacios, 2002, p. 323).

Por su parte, dentro del liberalismo se podían oír argumentos semejantes a los de sus

pares conservadores, cuando Julio César Turbay Ayala afirmó “que no era improbable la

hipótesis de que un reaccionario como Rojas se hubiese alineado con un revolucionario

como Castro puesto que la alianza se ajustaba bien a las metas diabólicas de ambos”

(Ayala, 1996, p. 242). La culpa por asociación o, quizás más exactamente, por

coincidencia ideológica se convertía en un arma política efectiva. No sería, sin embargo,

la única, y en varias ocasiones habría acontecimientos en los cuales distintas autoridades

interferirían con la realización de actos políticos anapistas, a la vez que Rojas amenazaba

inclusive con reaccionar o “castigar” cualquier posible fraude por medio del uso de la

fuerza, apelando a la “dialéctica de los puñales“ (Ayala, 1996, pp. 261-263).

Page 39: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

39

Nuevamente se reitera la existencia del lado menos amable y civil de la ANAPO, pero

ambas acusaciones contra el movimiento de Rojas Pinilla parecerían ser contradictorias o

al menos algo simplistas. En medio de las críticas provenientes de ambas direcciones,

hacia 1966 la ANAPO había logrado crecer considerablemente. Después de obtener en

los comicios regionales de 1964 una amplia representación parlamentaria con el 13.7%

de los votos, en buena parte gracias a “un aparato organizativo que operaba en la mitad

de los municipios del país“, el partido no podía estar en mejores condiciones (Ayala,

1996, pp. 278-279, 261).

En contraste, el Movimiento Revolucionario Liberal (MRL) de Alfonso López Michelsen,

que se había configurado a inicios de la década del 60 como la disidencia liberal que

representaba la alternativa más clara al Frente Nacional, después de unos pocos años se

encontraba en una etapa de lenta pero progresiva decadencia que culminaría con su

reintegración al seno del oficialismo en 1967 (Pécaut, 2006, p. 194), al tiempo que la

ANAPO estaba tomando fuerza como una nueva opción política para muchos de sus

antiguos votantes.

Entre 1959 y 1961 había predominado en el MRL un discurso radical, incluyendo su

participación activa en la organización de huelgas obreras y su apoyo a las

reivindicaciones agrarias, dando lugar a que numerosos miembros de sus juventudes

inclusive escucharan el llamado que los invitaba a unirse a los que para ese entonces

eran apenas unos nacientes focos guerrilleros a la sombra de la Revolución Cubana. Las

Page 40: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

40

relaciones del partido con su similar comunista también fueron bastante productivas,

permitiendo que los diferentes candidatos del PCC se reunieran bajo las banderas del

MRL para así ejercer plenamente sus derechos políticos de elegir y ser elegidos. Sin

duda que el MRL fue en un principio sumamente atractivo para amplios sectores de la

oposición al sistema frentenacionalista, lo que llevó a que en las elecciones de 1962 sus

resultados electorales superasen el medio millón de votos, pero a partir de 1964 la

división entre una línea “blanda” más moderada y otra “dura” más revolucionaria preferida

por los comunistas empezaba a demostrar que había grietas tanto en su estructura como

en su caudal electoral (Pécaut, 2006, pp.193-194), (Ayala, 1995, p. 210).

No debe sorprendernos, por lo tanto, el que la ANAPO pudiera aprovechar el

debilitamiento relativo del MRL en beneficio de su propio crecimiento. En la elección

presidencial de 1966 el candidato del ala liberal del anapismo sería José Jaramillo

Giraldo, quien a pesar de ser considerado como “poco conocido” obtendría unos 742.133

votos, equivalentes a un cuarto de la votación total en medio de una tasa de abstención

cada vez más alta, como lo han indicado Pécaut (2006, p.42) y Alarcón (2007, p. 80). A

pesar de que no se esperaba su victoria, para la ANAPO no dejaba de ser una buena

señal (Rojas, 2000, pp. 368-369). Como lo ha indicado Ayala (1995, p. 210) al tomar una

muestra de doce departamentos (Antioquia, Boyacá, Cundinamarca, Huila, Santander,

Norte de Santander, Tolima, Atlántico, Bolívar, Caldas, Meta y Valle), de los más de

497.000 votos por el MRL en 1962 se había pasado a los 298.000 y 294.000 de 1964 y

1966, respectivamente, mientras que la ANAPO había incrementado su respaldo en

dichas regiones al aumentar sus 16.000 votos de 1964 a más de 100.000 en 1966. En

otras palabras, “los éxitos del anapismo liberal sobre el MRL en cuatro ciudades

Page 41: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

41

capitales: Bogotá, Medellín, Barranquilla y Tunja fueron el inicio de su conversión en la

segunda fuerza liberal del país y en la primera como Movimiento de oposición” (Ayala,

1995, p. 223).

La formación y consolidación de la ANAPO daría lugar a una de las controversias más

importantes que seguirían al partido durante esta etapa de la historia colombiana: tanto

para la izquierda como para la derecha, el gobierno y sus opositores, la ANAPO

representaba una especie de cuerpo extraño, algo que parecía estar más allá de su

comprensión superficial porque no se ajustaba del todo a las categorías políticas

ortodoxas. Tal vez como el mismo Rojas Pinilla, era a la vez algo conocido y algo

desconocido, lo que, al menos en potencia, proporcionaba tanto una amenaza para el

status quo del régimen bipartidista como una competencia para las ambiciones

revolucionarias de otras fuerzas.

Al mismo tiempo, quizás esa misma situación le daría a la ANAPO la flexibilidad suficiente

para embarcarse seriamente en el que sería su mayor reto electoral, despertando las más

grandes esperanzas y a su vez las más grandes decepciones.

Page 42: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

42

CAPÍTULO 3

Las Elecciones de 1970

3.1 Situación Preelectoral

La presidencia del liberal Carlos Lleras Restrepo (1966-1970) a grandes rasgos

representaba una especie de renovación, bautizada como “Frente de Transformación

Nacional” (Pécaut, 2006, p. 45), del Frente Nacional (FN), cuyo final ya se aproximaba a

la vez que empezaba a mostrar señales de un desgaste preocupante que no tardarían

en aprovechar tanto la oposición encabezada por la ANAPO como los diferentes

candidatos conservadores, fuesen disidentes o cercanos al régimen, que aspiraban a

suceder al mandatario. A pesar de gozar de una relativa estabilidad de precios al nivel

macroeconómico (Kalmanovitz, 2003, pp. 443-450), en la esfera política el país que

pronto entregaría Lleras Restrepo demostraba ciertas convulsiones a medida que se

acercaban los comicios del 19 de abril de 1970, de una manera que quizás terminaría

siendo premonitoria.

Las intenciones reformistas de Lleras mostrarían, al menos a simple vista, algunos de

sus mayores éxitos al considerarse la puesta en práctica de un nuevo intento de reforma

agraria y la reforma constitucional de 1968 que por fin le abriría un poco las puertas a

una mayor pluralidad dentro de la política nacional (Alarcón, 2007, pp. 80-81). Pero la

Page 43: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

43

otra cara del reformismo de Lleras fue, no obstante, la de la autoridad o, en su defecto,

del autoritarismo ocasional. La misma reforma del 68 facultaba al primer mandatario,

respaldado por su gabinete, para declarar estados de emergencia por un máximo de

noventa días al año ante aquellos hechos que “perturben o amenacen perturbar en

forma grave e inminente el orden económico o social del país o que constituyan también

grave calamidad pública” (Uribe, 1977, p. 1221). Para Pécaut, desde el principio de su

gobierno el Presidente se había opuesto a toda clase de “huelgas ilegales, paros cívicos,

marchas de protesta, en resumen todo lo que hasta entonces habían sido expresiones

admitidas de descontento y reivindicación” (2006, p.47).

A pesar de que Lleras mantuviese cierta popularidad personal entre las clases medias,

como al parecer lo reflejarían las encuestas (El Espectador, 1970, 23 de marzo, p. 5), no

había dudado en enfrentarse a agitaciones estudiantiles en Bogotá y Medellín,

incluyendo numerosas ocupaciones militares de la Universidad Nacional, o a los

sindicatos de los maestros en Santander, y tales sucesos seguirían presentándose hasta

prácticamente el final de su mandato (Pécaut, 2006, pp. 46-47, 65-69).

La abstención durante las elecciones parlamentarias de 1968 llegaría a una tasa

increíblemente alta para ese entonces, 68.4% (Pécaut, 2006, pp. 47, 65), lo que a todas

luces sería una advertencia sobre la decepción de los votantes frente los partidos

tradicionales y , en particular, la forma de hacer política dentro del FN. De hecho, según

un sondeo publicado el 23 marzo de 1970, el conjunto de opiniones críticas que

consideraban al Frente como ““no benéfico” (32%) y “perjudicial” (10%) casi igualaba al

de quienes le otorgaban el rótulo de benéfico” (44%) (El Espectador, p. 5).

Page 44: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

44

No estaban ausentes las controversias frente a los logros anteriormente mencionados.

La reforma constitucional llevaba dentro de sí la prolongación de la paridad bipartidista

aún después de que el sistema frentenacionalista llegase a su fin y el manejo de la

reforma agraria terminaría siendo el motivo de intensas confrontaciones políticas

(Alarcón, 2007, p. 81).

La más visible desde mediados de 1969 sería el debate del senador liberal del antiguo

MRL José Ignacio Vives Echeverría contra el ministro de agricultura Enrique Peñalosa,

quien había acusado a Vives de recibir un soborno de un gran latifundista y sería a su

vez acusado de tráfico de influencias. El desenlace llevaría a la renuncia del ministro y al

senador Vives a perder su inmunidad parlamentaria durante un corto arresto, para luego

pasar a las filas de la ANAPO después de recibir el apoyo de ese movimiento y otras

fuerzas opositoras. Para completar un panorama poco halagador, la reforma agraria en

sí misma no “produjo una modificación de la estructura agraria[...]solo benefició a un

reducido porcentaje de familias, puesto que el ministro reconocía que más de un millón

de familias necesitaban tierras” (Pécaut, 2006, pp. 80-89).

En materia de orden público, de una manera un tanto optimista se anunciaba el fin de la

guerrilla de las FARC y la captura de Óscar Reyes, presentado como su jefe político y

quien presuntamente habría sido arrestado después de concurrir a un evento en favor

de Rojas Pinilla (El Colombiano, 1970, 16 de abril, p. 5). La guerrilla del ELN, por su

parte, se debatía internamente debido a los fusilamientos que llevaba a cabo su líder

Fabio Vásquez contra sus propios hombres, además de encontrase fraccionada en

Page 45: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

45

numerosos grupúsculos. Pero había razones para preocuparse, pues no solamente

aumentaba el número de enfrentamientos que ocurrían en el país sino que aparecían

nuevos grupos como el EPL de tendencia maoísta y otras organizaciones menores

como las Fuerzas Armadas de Liberación (FAL) o el Frente Unido de Liberación (FUL)

(Pécaut, 2006, pp. 96-97). Todos esos grupos seguían en armas y no habían detenido

sus actividades subversivas, aunque a simple vista no parecieran ser una amenaza seria

en contra del funcionamiento de la administración pública ni para la existencia del Frente

Nacional como tal.

En medio de tales circunstancias, los candidatos que se enfrentarían durante la

campaña electoral fueron un total de cuatro, en buena parte debido a la falta de unidad

dentro del partido conservador. Bajo el liderazgo del ex presidente Mariano Ospina

Pérez y de Álvaro Gómez Hurtado, casi 600 delegados participaron en la convención de

la colectividad celebrada del 5 al 6 de noviembre de 1969 en un intento por llegar a una

decisión unitaria al respecto de la candidatura oficial que representaría a sus distintas

vertientes políticas. Sin embargo, tales esfuerzos resultaron en vano y la polarización

interna se hizo evidente durante las dos rondas de votación. En la primera votación de

carácter secreto el resultado fue de 276 votos por Evaristo Sourdis, quien contaba con el

apoyo del alvarismo, y de 272 por Misael Pastrana, quien tenía a las huestes ospinistas

de su lado. En la segunda votación, que fue pública gracias a la no muy amable

“petición” de Ospina Pérez, se presentó un insólito empate de 278 votos para cada uno.

El caos fue inmediato y aquella precaria unidad saltó, de momento, por los aires. Según

el análisis de Ayala (2006, pp.115-120), “Ospina cerraba tristemente su carrera política”

al tratar de imponer la candidatura de Pastrana contra viento y marea buscando que su

Page 46: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

46

grupo político siguiera usufructuando el poder a toda costa, ante la aparente

inconveniencia de una nueva candidatura del anciano ex presidente debido al fantasma

del 9 de abril y en general a su responsabilidad frente a la violencia desatada.

Indudablemente, para la inminente candidatura de Pastrana fue determinante la

intervención tardía del partido liberal a su favor, ratificando de esa manera las

intenciones de Ospina, y así aquel terminaría siendo el candidato oficial en

representación del Frente Nacional en su conjunto después del fracaso de la convención

de noviembre (Pécaut, 2006, pp.100-102). Si bien tal resultado dejaría contentos a

algunos sobra decir que muchos otros no aceptarían fácilmente la decisión, rápidamente

calificada de imposición, y en un gesto de independencia tanto Evaristo Sourdís como

Belisario Betancur obtendrían los suficientes adeptos para continuar con sus propias

aspiraciones presidenciales y así seguir en el terreno de juego (Ayala, 2006, p. 120-

122). Ese panorama complicaría de sobremanera la campaña al impedirle al

conservatismo presentarse como un frente unido en contra del reto emergente que

representaban Rojas Pinilla y la ANAPO para la que sería la última aplicación de la

alternancia presidencial.

Misael Pastrana, quien llegaría a ser descrito por sus conocidos como un “animal

político” que “es de temperamento independiente y no se deja manosear” en uno de sus

perfiles publicados por la prensa bogotana (El Tiempo, 1970, 18 de abril, p.17),

representaba sin mayores contemplaciones la “continuidad dentro del cambio” del Frente

Nacional como lo expresaría a inicios del mes de marzo de 1970 (El Espectador, 1 de

marzo, p. 5). Habría que añadir, en todo caso, que fuera del apoyo del ex presidente

Page 47: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

47

Mariano Ospina, Pastrana gozaría de la simpatía de los grandes diarios liberales,

incluyendo a El Tiempo, donde se aseguraba que las encuestas ya habían sellado el

resultado a su favor (1970, 18 de abril, p. 22), y El Espectador, quien le pediría a sus

lectores aportarle al menos 200.000 votos a su candidatura en Bogotá (1970, 2 de

marzo, p. 3). Otros liberales como Virgilio Barco, ex alcalde de la ciudad, también le

expresarían su apoyo en cuanto a la defensa FN y en consecuencia no dudarían en

criticar al candidato anapista o a sus huestes (El Espectador, 1970, 5 de marzo, p.1). El

mismo Pastrana no dudaría en agradecerle a medios como El Espectador por su

respaldo (1970, 17 de abril, p. 1).

Belisario Betancur, político antioqueño de raíces relativamente humildes, sostendría su

candidatura sobre el apoyo del ex presidente Guillermo León Valencia y otros dirigentes

conservadores (La Patria, 1970, 18 de abril, p. 1). Dentro del liberalismo, se destacaba

Carlos Restrepo Arbeláez del antiguo MRL como uno de sus aliados (Ayala, 2006, p.

119). No lo apoyaría el diario El Colombiano de Medellín, el cual se limitaría a

argumentar que el candidato no era favorable a los intereses de su mismo departamento

(1970, 5 de abril, p. 3), a criticar los “extremos punibles“ en que incurrirían las huestes

de todas las campañas con la supuesta excepción de la pastranista (1970, 9 de abril, p.

3), y en general estaba siguiendo la línea oficial frentenacionalista. En cambio, sí tendría

a La Patria de su parte, argumentando que solamente con Betancur sería posible

derrotar a Rojas (1970, 8 de abril, p. 1), a la vez que acusaría a Rojas Pinilla de “pactar”

con los comunistas en Caldas (1970, 13 de abril, p. 1).

Page 48: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

48

Evaristo Sourdis había conseguido la mayoría de los delegados durante la convención

conservadora pero no los suficientes como para obtener un triunfo reglamentario y

cualificado (El Tiempo, 1970, 18 de abril, p. 17). En todo caso, Sourdis se consideraría

a sí mismo como el “candidato legítimo del Frente Nacional” (El Heraldo, 1970, 18 de

abril, p. 1). Identificado como el candidato del grupo político de Álvaro Gómez Hurtado

dentro del conservatismo (Rojas, 2000, p. 376), obtendría sus principales apoyos

periodísticos y editoriales desde El Siglo, diario dirigido por Alfredo Araujo y fundado por

Laureano Gómez, para el cual la candidatura de Pastrana era poco más que una

“imposición” (1970, 1 de abril, p. 4), cuestionando a su vez lo que percibía como una

falta de neutralidad del presidente Carlos Lleras al implantarse la censura oficial durante

la jornada electoral. (1970, 12 de abril, p. 1), (1970, 6 de abril, p. 4). El periódico El

Occidente de Cali publicaría encuestas a su favor (1970, 12 de abril, p.1) y llamaría a

votar por él (1970, 19 de abril, p.1), mientras que diario liberal El Heraldo de Barranquilla

también encontraría motivos para apoyarlo y cuestionar al pastranismo (1970, 15 de

abril, p.1).

Gustavo Rojas Pinilla, candidato natural del anapismo y plenamente habilitado para

participar legalmente en las elecciones después de su rehabilitación judicial, contaba

con el apoyo proporcionado por órganos propagandísticos de la ANAPO como Alerta

(1970, 31 de enero, p.1) y de otros medios de oposición como El Sol, una publicación

crítica frente al FN que se pasaría del liberalismo al anapismo pero siguiendo en todo

caso su lema de estar ”al servicio del pueblo”, desde donde se le describía como el

representante de las mayorías nacionales (1970, marzo a 19 de abril, p.1). Rojas, en

una alocución nacional, se describía a sí mismo como el hombre indicado para recoger

Page 49: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

49

las “banderas de justicia social” de Jorge Eliécer Gaitán, dándole a su discurso populista

cierto toque providencial (El Espectador, 1970, 10 de marzo, p.1).

En contraste, prácticamente todos los grandes diarios, independientemente de su

posición frente al candidato oficial del Frente Nacional, mantenían una dura línea

político-ideológica en contra del candidato anapista. En El Espectador se le describiría

como un “perseguidor implacable de las libertades democráticas” (1970, 17 de marzo,

p.2). El Tiempo afirmaría que “para cualquier colombiano, Rojas Pinilla es el caos, es la

anarquía que despierta tan sospechoso entusiasmo entre los comunistas que le siguen

disfrazados de liberales anapistas. Para cualquier liberal, Rojas es la tiranía, la

arbitrariedad y el atropello” (1970, 19 de abril, p.4), al menos si no se era víctima del

llamado “subdesarrollo intelectual” de sus seguidores (1970, 15 de abril, p.4). El

Colombiano (1970, 13 de abril, p. 1) y El Heraldo (1970, 13 de abril, p.1), entre otros, le

darían amplio despliegue en primera página a las declaraciones del ex presidente

Alberto Lleras Camargo, quien diría que si Rojas gana las elecciones daría un golpe de

estado contra la institucionalidad y dejaría de regir la constitución política de la nación.

Las promesas electorales de Rojas eran presentadas como nefastas artimañas cuyo

verdadero fin era “burlar y engañar” al pueblo para que repitiera una experiencia pasada

que en realidad había sido dolorosa (El Colombiano, 1970, 11 de abril, p. 3).

A escasos diez días del proceso electoral, todos los candidatos, por supuesto,

aseguraban que obtendrían la victoria y cada uno de los grupos políticos inclusive

manejaba distintas cifras mediante las cuales estimaban el tamaño de su caudal

electoral: los pastranistas se veían vencedores con 1.750.000 votos, los anapistas con

Page 50: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

50

1.500.000, Betancur con 1.400.000 y Sourdis con 1.100.000 (El Espectador, 1970, 9 de

abril, p.1). No hace falta decir que los pronósticos se muestran mutuamente excluyentes

y escasamente podrían tener mayor realización con la realidad.

Como lo hemos mencionado, a medida que pasaba el tiempo, la prensa se hacía sentir y

jugaba un papel de no poca importancia en los eventos cruciales y en la difusión de las

percepciones por parte de la ciudadanía, el gobierno y los partidos políticos, teniendo en

cuenta la manera como cada medio de comunicación se aproximaba tanto a la realidad

nacional como a la campaña electoral. La neutralidad no era muy común que digamos,

por no decir francamente escasa. Inclusive lo que podríamos denominar como una

especie de indiferencia autocomplaciente de parte de la Voz Proletaria y el Partido

Comunista frente al grueso del sistema electoral, más allá de llamar a votar por sus

propios candidatos a los concejos y asambleas (1970, 8 de enero, p. 5), no sería

precisamente una señal alentadora.

Así las cosas, hemos visto que Pastrana contaba con El Tiempo y El Espectador como

sus dos pilares dentro de la prensa bogotana y tenía en El Colombiano un aliado dentro

de la antioqueña. Por su parte, Sourdís era apoyado por El Siglo, en su calidad de

histórico órgano alvarista, además de El Heraldo de Barranquilla y El Occidente de Cali

al tiempo que Betancur tendría a La Patria de su lado. En ese sentido, podríamos

considerar que la gran prensa no era para nada rojista ni anapista. Si bien muchos de

los periódicos nacionales o regionales de la época estaban dispuestos a difundir en sus

páginas la publicidad política pagada de cualquier candidato, además de información

general de la ANAPO y de los recorridos por el país de Rojas Pinilla -entre ellos El

Page 51: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

51

Espectador (1970, 1 de marzo, p.7) (1970, 17 de abril p.10), El Siglo (1970, 5 de abril,

p.8) y El Heraldo (1970, 10 de abril, p. 1)- no por ello estarían exentos de asumir

responsabilidades periodísticas y éticas por el resto de sus posiciones y cubrimiento

electoral, tanto antes como después de los acontecimientos del 19 de abril.

3.2 El 19 de abril

El domingo cuando, como lo publicaría El Tiempo, Colombia decidiría su destino

inmediato empezaría en “calma total” (1970, 19 de abril, p.1). La Registraduría

informaba que todo se encontraba listo. En algunas de sus últimas declaraciones, Misael

Pastrana afirmaba que el país “hoy ciertamente despejará el porvenir de su democracia,

para continuar una política que garantizará con lealtad el goce de las libertades

tradicionales y el respeto de las garantías individuales”, Belisario Betancur aceptaba la

“invitación a trabajar por un nuevo país”, Sourdis anunciaba de antemano la “segura

victoria que nos espera en esta empresa nacional”, y Rojas Pinilla declaraba que

“nuestro triunfo está asegurado por el efectivo y voluminoso respaldo que hemos

recibido a todo lo largo y ancho del pais [...] porque en esta ocasión la voluntad del

pueblo es [llevarme] por segunda vez a la presidencia de la república“ (El Tiempo, 1970,

19 de abril, p. 6).

Se anunciaba por parte de Inravisión que los resultados oficiales al igual que los

reportes sobre la situación de orden público serían suministrados para la televisión

exclusivamente por el Ministerio de Gobierno, presentando lecturas de los boletines a

Page 52: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

52

partir de las 6:30 PM a través de informaciones leídas por los canales nacionales cada

media hora (El Tiempo, 1970, 19 de abril, p.9)

La posibilidad de que ocurrieran algunos inconvenientes no era para nada desconocida.

La campaña pastranista intentaba prevenir contra un fraude que podría engañar a los

electores con el fin de disminuir la votación pastranista, mediante la alteración de urnas

o papeletas (El Tiempo, 1970, 19 de abril, p.1).

Después del cierre de las urnas y a medida que avanzaba la noche la situación

empezaría complicarse más de lo que se había anticipado. Los datos electorales que se

transmitían por la radio, como lo publicarían los diarios al día siguiente, mostraban que

la contienda electoral era muy reñida (El Tiempo, 1970, 20 de abril, p.1), pero

generalmente se aceptaba que Rojas Pinilla estaba a la cabeza en los primeros

resultados (El Siglo, 1970, 20 de abril, p.1). Algunos medios registraban los hechos del

día con cierta prudencia y otros, por el contrario, no lo hacían. El Heraldo

publicaba:“Pastrana y Rojas se disputan la Presidencia” (1970, 20 de abril, p.1). El

Tiempo, no obstante informar que Pastrana iba ganando con 1.368.981 votos frente a

1.366.364 de Rojas en su primera página, más abajo también publicaba datos parciales

para las capitales del país en las cuales la ANAPO iba claramente a la delantera (1970,

20 de abril, p.1).

Según Maria Eugenia Rojas (2000, p. 402), quien durante las elecciones se habría

dirigido a las oficinas de la Registraduría Nacional, “cómo a eso de las 8 de la noche el

triunfo apuntaba en más de 300.000 votos. El desarrollo proporcional que siempre se

Page 53: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

53

presenta en esos casos, indicaba un estruendoso triunfo del General”, y desde ese

momento empezaba a celebrarse prematuramente lo que para sus copartidarios era casi

un hecho consumado.

A su vez, el Ministerio de Gobierno se apresuraba a afirmar que muchas de las cifras en

circulación eran “improvisadas y no oficiales”. En uno de sus primeros reportes el

ministro Carlos Augusto Noriega había dado a conocer datos oficiales que indicaban

744.022 votos para Pastrana y 753.243 para Rojas (El Siglo, 1970, 20 de abril, p.1), los

cuales ascenderían a 1.228.736 de Rojas Pinilla y 1.200.000 de Pastrana hacia las

12:40 AM. La radio dejaría de suministrar información electoral a partir de las 02:00 AM,

si no antes según otras fuentes del momento (Rojas, 2000, p. 403), y el último informe

oficial que se proporcionaría de manera continua durante la jornada saldría a las tres de

la mañana, donde por primera vez se mencionaba que Pastrana había obtenido una

ventaja de 5.000 votos sobre el candidato anapista, en contra de lo que había sido la

tendencia general registrada hasta entonces (Ayala, 2006, p. 202).

Independientemente de lo que se quisiera opinar sobre la existencia formal de un fraude

electoral, es un hecho que dicha percepción empezaría a extenderse, quizás aún desde

el mismo momento en que Rojas Pinilla le dijera hacia el final de la jornada electoral a

sus seguidores que estuvieran atentos ya que “el gobierno nos va a robar la victoria” (El

Tiempo, 1970, 20 de abril, p1). De la aparente seguridad y confianza inicial que rodeaba

a todas las partes involucradas se estaba pasando rápidamente a la incertidumbre y con

ella vendrían a generarse toda una serie de acontecimientos tanto desde del gobierno

como de la oposición anapista.

Page 54: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

54

3.3. Reacciones del Momento

Si bien la mayor parte del día 20 transcurriría en una tensa calma, mientras se esperaba

que los resultados finales resolvieran las incógnitas, hacia las horas de las tarde la

situación cambiaría. Uno de los primeros piquetes militares entraría en acción,

conteniendo a los manifestantes rojistas que se dirigían hacia el Palacio de San Carlos

en Bogotá (El Colombiano, 1970, 21 de abril, p.16). El ejército disolvería más

manifestaciones de los militantes anapistas en la capital del país, mientras que pedreas

y destrozos se presentaban en sectores como el Parque Santander (El Siglo, 1970, 21

de abril, p. 1).

Aunque en las horas de la mañana del día 20 el presidente Lleras había aceptado a

petición de Álvaro Gómez conformar una comisión para ostensiblemente ocuparse de

cualquier posible fraude, el mandatario se preocupaba principalmente por el

mantenimiento del orden público y así se lo hizo saber a Rojas Pinilla durante una breve

charla telefónica (Serpa, 2008, pp.420-421). No fue de extrañar, por tanto, que el día 21

Lleras Restrepo declaró el estado de sitio en todo el país (El Colombiano, 1970, 22 de

abril, p.1) mediante una alocución televisiva en las horas nocturnas, incluyendo medidas

como el toque de queda en Bogotá y la censura de radio, anunciando que el gobierno

haría todo para impedir que cualquier intento de subversión tuviera éxito. Ese día, “en

las principales ciudades las masas anapistas convencidas del fraude electoral se

enfrentaron con la fuerza pública. Asaltaron vehículos, apedrearon algunos edificios y

sedes de los periódicos del establecimiento”, no solamente en la capital sino también en

Page 55: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

55

otras ciudades como Cartagena, Armenia, Pereira, Valledupar, Pradera, Cartago y

Sevilla (Ayala, 2006, p. 208-220).

El Sol, medio partidario de Rojas que daba por sentado que el “bienhechor” había

derrotado a la oligarquía dirigente del país, en su edición del 22 de abril denunciaba que

las autoridades habían detenido a 60 dirigentes de la ANAPO (1970, 22 de abril, p.1).

Desde ese momento la Registraduría negaba cualquier clase de fraude (El Colombiano,

1970, 22 de abril, p.1), pero eso no sería suficiente para impedir que para el día 24,

cuando según El Colombiano había retornado la normalidad, ya se sumaran más de 668

detenidos por desórdenes en Bogotá (1970, 24 de abril, p.17).

La ANAPO intentaba utilizar la incertidumbre a su favor cuando difundió el 21 de abril

un comunicado que hacía pensar en una acción insurrecional futura y que los medios

impresos no tardarían en registrar en sus ediciones del día 22.

“El Comando Nacional de la Alianza Nacional Popular declara: Que el gobierno

oligárquico que explota a Colombia después de haber preparado un escandaloso fraude

que está acabando de consumar, pretende ahora imponer al país un resultado electoral

que burla la opinión inequívocamente expresada en las urnas por la abrumadora

mayoría nacional: que el Presidente de Colombia es el general Gustavo Rojas Pinilla

[...] que ante la evidencia del fraude y del atropello nos sentimos moralmente impedidos

para contener la justa reacción popular y por ello responsabilizamos al gobierno y al

presidente Lleras de las consecuencias que su doble y falsa conducta le traiga al país;

que estamos tomando las medidas necesarias y eficaces para impedir que la oligarquía

le robe el poder al pueblo colombiano; que desde este momento nos constituimos en el

Page 56: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

56

Comando Nacional Revolucionaria, que encausará las justas aspiraciones y la

justificada reacción de las grandes mayorías nacionales” (El Tiempo, 1970, 22 de abril,

p.2).

El mismo General Rojas Pinilla desde el día 20 había dado declaraciones a la prensa en

la cuales se refería a lo que consideraba un fraude y advertía “que el pueblo había

reaccionado porque estaba consciente de la victoria y él, pese a que venía predicando la

paz, tampoco podía contener la cólera popular desatada, cuando el pueblo se dio cuenta

de la burla a su decisión”, mientras que negaba la participación de los anapistas en los

saqueos (Rojas, 2000, p.409). Sin embargo, poco tiempo después había sido puesto

bajo una especie de arresto domiciliario no declarado al ser vigilada su residencia

militarmente (El Colombiano, 1970, 23 de abril, p.20).

Allí encontramos un momento clave, ya que si bien Rojas se decía dispuesto a recurrir a

los medios que fueran necesarios para defender su victoria, no fue lo suficientemente

claro con sus propios seguidores ni actuó con la suficiente rapidez, dadas las medidas

militares y policivas que el gobierno tomó rápidamente en su contra para impedir el que

progresara cualquier clase de conspiración o revuelta masiva.

El comunicado “revolucionario”, si bien no se oponía sino que justificaba cualquier tipo

de reacción popular o insurrecional, dejaba toda la responsabilidad organizativa sobre

los hombros de las mismas directivas y las decisiones del comando, sin llegar a ser una

verdadera llamada a la acción inmediata de los cuadros. En palabras de Ayala Diago,

Page 57: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

57

“cuando las masas empezaron a actuar ya era tarde. El corte militar del movimiento

anapista las obligaba a aguardar una orden que nunca llegaría” (2006, p.213).

Carlos Toledo Plata, en ese entonces uno de los cuadros del movimiento anapista, se

encontraba en Bucaramanga el día de las elecciones y llegaría a Bogotá el 21, donde

pudo comprobar que había gente “dispuesta a tomarse los cuarteles, las gobernaciones,

lo que fuera, pero se requería de una acción unificada en todo el país. El levantamiento

no debía realizarse en una sola parte. La orden que dio el general a través de Maria

Eugenia y que Pedro Pablo me transmitió a mí, fue la de que no podían efectuarse

acciones violentas” mientras el mismo Rojas Pinilla no tomara una decisión en tal

sentido (Lara, 2002, pp.38-40).

Hernán Vergara, el “líder espiritual” de la ANAPO, influyó en la actitud vacilante del

candidato anapista al aconsejarle a Rojas que evitase un derramamiento de sangre y

aceptase que “al escoger usted la vía del sufragio, admitió implícitamente cierta

posibilidad de fraude”. Vergara le presentó la disyuntiva entre el materialismo y el

cristianismo frente a la acción política a la hora de enfrentar un problema de legalidad,

haciéndole notar que mientras el primero no tiene más camino que la acción humana,

“en tal caso la violencia”, el segundo puede luchar dentro del marco de la legalidad,

confiando en que Dios “sabrá hacer finalmente su Justicia” (Ayala, 2006, pp. 220-222).

No es fácil medir qué efectos concretos tuvo el comunicado revolucionario en si mismo,

pero poco a poco pasaban los días y la ANAPO iba dando la impresión de que a la larga

Page 58: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

58

prefería las vías legales para intentar disputar desde allí la legitimidad y autenticidad de

la elección.

El día 25 de abril, Rojas Pinilla y Carlos Lleras Restrepo se encontraron en una reunión

secreta en la Nunciatura Apostólica, ubicada a algunos metros de la residencia del líder

anapista. La versión del mismo Lleras la presenta como “buena para la república” en

razón de que allí Rojas se mostró dispuesto a respetar la “paz pública” y lo que

indicasen los resultados finales del escrutinio electoral, después de que el entonces

presidente hiciera énfasis en la independencia de las autoridades competentes y en la

calidad de la comisión nombrada para vigilar su buen funcionamiento, siendo la posición

del gobierno la de garantizar el triunfo de cualquiera de los candidatos. En otras

palabras, su mensaje había sido que Rojas simplemente debía confiar en la

institucionalidad. Al mismo tiempo, las inquietudes de Rojas sobre la suerte del detenido

dirigente anapista José Ignacio Giraldo fueron bien recibidas por Lleras, según su relato,

dando lugar a que el gobierno ordenase su libertad. (Serpa, 2008, pp. 423-425). Pero

para la hija de Rojas (2000, pp. 414-419), por el contrario, dicha reunión fue todo menos

“saludable” en razón de que “el fraude de todos modos se perpetró y sólo 30 días

después de las elecciones se conocieron los datos, ya arreglados” y, lo que es peor, la

entrevista entre ambos personajes dejó en el ambiente la sensación de que allí se

habían “vendido” las elecciones, dejando a muchos seguidores de la ANAPO

desilusionados y escépticos. Ni siquiera la famosa comisión fue del agrado de Maria

Eugenia dada su inutilidad como un simple “testigo mudo” cuyos miembros no habrían

sido nombrados con la autorización previa del candidato anapista. De acuerdo a su

versión de los hechos, Lleras tampoco cumplió con la promesa de liberar de inmediato a

Page 59: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

59

más de cien figuras anapistas que en ese momento se encontraban en la cárcel y que

no recobrarían su libertad sino más de una semana después. Aunque no lo diga

explícitamente y teniendo en cuenta que es relativamente fácil asumir actitudes

desafiantes después de los hechos, al menos se puede concluir que la hija no compartía

la actitud conciliadora de su padre y la califica como un error histórico.

Quizás sea precisamente por esa actitud de Rojas que los llamados iniciales a las vías

de hecho no obtendrían muchos resultados después del brote original de protestas que

fue a la larga controlado por las autoridades aprovechando la circunstancia excepcional

del estado de sitio, y ni siquiera en términos conspirativos se logró aglutinar a los

simpatizantes del partido para embarcarse de lleno en esa riesgosa aventura. Cuando

hubo intentos de hacerlo, sufrieron fallas de organización que los condenaron al fracaso.

(Lara, 2002, pp. 40-41). Como lo ha mencionado Daniel Pécaut (2006, pp.114-120, 206-

207), los “cantos de sirena” de la ANAPO en los cuales se apelaba, por ejemplo, “al

patriotismo de los comandantes de las Fuerzas Armadas para que, conforme a la

promesa que han hecho solemnemente al país, hagan respetar el resultado de las

elecciones del 19 de abril de 1970” tampoco serían escuchados.

A medida que los escrutinios fueron aplazándose (El Tiempo, 1970, 30 de abril, p. 7),

cada vez parecía más difícil lograr rescatar un resultado favorable al partido a pesar de

los intentos de lograr alguna rectificación legal del escrutinio electoral. Pasaron los

meses y nada cambiaría. La Registraduría del Estado Civil “dosificó la entrega de los

resultados; además en muchos lugares, a solicitud de los rojistas, se recontaron los

votos de las mesas cuestionadas, se verificaron las planillas y se revisaron las actas. Se

Page 60: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

60

especuló con los votos depositados en el exterior, pero la verdad sea dicha, ellos no

influyeron en el margen que favoreció a Misael Pastrana, quien según el organismo

electoral obtuvo 1.625.025 votos, seguido de Gustavo Rojas Pinilla con 1.561.468” y así

las cosas el hecho de obtener una nutrida bancada parlamentaria de 38 senadores y 71

representantes, el 32.2 y 33.8 por ciento de cada cámara respectivamente, no sería más

que una victoria pírrica amarga para la ANAPO ante la imposibilidad de concretar su

ansiada aspiración principal (Serpa, 2008, p.425).

Para el 20 de Julio de 1970, Misael Pastrana ya había recibido una credencial oficial que

lo acreditaba como ganador de las elecciones y en consecuencia no tuvo mayores

problemas para posesionarse posteriormente, a pesar de las protestas de los

parlamentarios anapistas y la constancia que Maria Eugenia Rojas presentó, dando

lugar a un ruidoso incidente que culminó con su retiro a la fuerza del recinto, como

muestra de la voluntad de lucha que –según ella- animaba a la ANAPO y al pueblo a no

reconocer ni a perdonar el “robo electoral de que fue víctima el 19 de abril” (Rojas, 2000,

pp.430-435).

Pero tales expresiones serían bastante retóricas y poco prácticas dentro de su contexto

inmediato. La misma ANAPO demostraría claras señales de desunión cuando Rojas

llegase a expulsar al otrora ilustre senador Vives durante de las luchas internas sobre

quién sería el sucesor del General a la candidatura presidencial, lo cual no sería bien

recibido por todos sus partidarios. Si bien el movimiento por fin se convertiría en 1971 en

un partido que contaría con una nueva plataforma ideológica considerada “nacionalista,

Page 61: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

61

revolucionaria y popular” mediante la cual confirmaba su oposición a los postulados del

Frente Nacional (Pécaut, 2006, p. 119), su debilidad estructural empezaba a notarse.

No volverían a verse unas elecciones tan reñidas como las de 1970. La fragmentación

interna del electorado anapista y de sus cuadros fue sintomática. En 1974, María

Eugenia Rojas sería la candidata anapista y no sería capaz de mantener el grueso de

los votos de su padre, alcanzando un lánguido tercer lugar con 492.166 sufragios a su

favor. Como lo sugiere Pécaut (2006, p.206), el que las multitudes anapistas ya no

pudieran rivalizar con las grandes manifestaciones liberales y conservadoras había sido

un mal presagio. Para todos los efectos prácticos, su momento había quedado atrás.

3.4 De la ANAPO al M-19

Las mismas elecciones del 19 de abril de 1970 que anunciaron el comienzo del fin para

la ANAPO en términos de sus éxitos electorales fueron un duro golpe para unas bases

sociales que nuevamente vieron rotas sus ilusiones de obtener lo que esperaban fuese

un cambio social por las vías legales y, en consecuencia, para algunos dirigentes

anapistas desilusionados como Carlos Toledo Plata y varios de sus compañeros, se

generó la necesidad de utilizar la alternativa de la violencia para alcanzar el poder

político, dado el inmenso grado de frustración que colmó el ambiente nacional. (Lara,

2002, p. 38-42), (Bushnell, 1993, p. 242-245).

Page 62: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

62

En un plazo relativamente corto ya se habían establecido diferentes vertientes y

disidencias de la ANAPO. Siguiendo a Pécaut (2006, p. 199), “se multiplican las

deserciones. Afectan tanto al sector reaccionario de la Anapo como a su sector

progresista, a la fracción liberal y a la conservadora, a los viejos militantes como a los

nuevos reclutas. El reflujo es particularmente apreciable en dirección al Partido

Conservador [...] Pero el regreso al Partido Liberal no es menos sensible” y ni siquiera la

fugaz perspectiva de una nueva candidatura de Rojas Pinilla parece restaurar el ánimo

de una organización en plena decadencia. Abandona el partido Manuel Bayona

Carrascal junto a otros quince congresistas anapistas, creando en agosto de 1972 el

Movimiento Amplio Colombiano (MAC) para luego hacer causa común con el Partido

Comunista y el MOIR (Movimiento Obrero Independiente Revolucionario) en un intento

de aglutinar a la oposición en torno a un nuevo frente electoral, la Unión Nacional de

Oposición (UNO) fundada en noviembre de ese mismo año (Duque, 2007), (Baez, 2006,

p 158), (Pécaut, 2006, p. 199-202). Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos su

acogida resulta ser aún menor que la de la ANAPO de Maria Eugenia y el mismo

General no lamenta en absoluto la retirada de quienes llama burlonamente los

“comunistas” del MAC. El candidato de la UNO para las elecciones de 1974, el antiguo

anapista Hernando Echeverri Mejía, obtendría apenas 137.000 votos en dicha contienda

frente a los 492.000 de la “Capitana” (Guarín, 2005, p. 53). Así las cosas, no es difícil

concluir que buena parte del entusiasmo por la antigua ANAPO y la vía electoral que

representaba se ha perdido sin remedio aparente en medio de tanta división y

frustración.

Page 63: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

63

Fuera de lo que parecía ser un deprimente ámbito electoral, Carlos Toledo Plata y

Andrés Almarales, entre otros anapistas de la línea radical representada por la llamada

“ANAPO socialista”, mantenían contactos con miembros de las FARC y con la Juventud

Comunista (Baez, 2006, p. 171) para crear la que sería, a la larga, tal vez la más

concreta repercusión socio-política del 19 de abril de 1970: El Movimiento 19 de Abril

(M-19), cuyo nacimiento se daría a conocer a conocer a la luz pública el 17 de enero de

1974, cuando ya expiraba el último año del gobierno del conservador Misael Pastrana

Borrero (Lara, 2002, pp. 38-42). El nombre del naciente grupo guerrillero implicaba una

apelación directa hacia la percepción generalizada de fraude en ese memorable 19 de

abril de 1970. En palabras de Álvaro Fayad, una de las personas que formarían parte de

la nueva formación subversiva, “ese día quedó en mi memoria para siempre... Yo fui

quien insistió después en que nuestro movimiento se llamara así, Movimiento 19 de

Abril. Algún día esa fecha, que recuerda la derrota del pueblo colombiano, se convertirá

en el símbolo del triunfo” (Lara, 2002, p. 65).

Su primer acto público fue sustraer de la Quinta de Bolívar una espada perteneciente al

Libertador, después del cual se empleó la consigna “¡con Maria Eugenia, con el pueblo,

y con las armas al poder!”. La inclusión del nombre de Maria Eugenia Rojas constituía

un referente electoral vigente en aquel momento dado su papel directivo en la ANAPO,

sus posturas políticas y su existente candidatura presidencial, dando a entender que el

M-19 inicialmente se consideraba, de una u otra forma, la prolongación armada de ese

partido, dentro de la simbología política, y dichas referencias también se hallaban en la

adopción de los mismos colores (azul, blanco y rojo) de la reconocida bandera anapista.

Page 64: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

64

En términos estrictamente organizativos no hubo, a la muerte del general Rojas Pinilla

en 1975, la suficiente unidad de acción dentro de la ANAPO que pudiera hacer posible

una vinculación formal y duradera entre el partido y el M-19, a pesar de las intenciones

de quienes así lo querían. Las disputas internas y desacuerdos que surgieron en torno a

las labores políticas de Maria Eugenia y su esposo, quienes no veían con buenos ojos la

creación de la ANAPO socialista como una alternativa para los disidentes más radicales,

entre otros factores de discordia, lo impidieron (Lara, 2002, p. 40-43).

Como organización guerrillera, el M-19 representaba una verdadera novedad para

Colombia. A diferencia de las más numerosas FARC, consideradas como un movimiento

guerrillero de naturaleza predominantemente rural, el M-19 era una agrupación más

pequeña con una mayor presencia urbana que pretendía apelar tanto al electorado

anapista como a otros sectores de la población, incluyendo distintos profesionales de

clase media y universitarios, mediante acciones tan osadas como populistas que

mostraban un lado más amable y por lo tanto políticamente atractivo. Aunque no todos

sus miembros provenían de las filas anapistas, algunos como Jaime Bateman y Carlos

Pizarro habían estado vinculados a las FARC en el pasado y tenían cierta formación

guerrillera, sus actividades fueron más allá de la lucha armada tradicional. (Dudley,

2008, pp. 88-90). La substracción de más de 5.000 armas del Cantón Norte en 1978, por

ejemplo, fue algo inusitado para la Colombia de entonces (Lara, 2002, p. 46). Al

considerar su proyección internacional, varias de las tácticas urbanas del M-19 parecen

haber sido tomadas de los Tupamaros uruguayos. En otras palabras, se podría afirmar

que por medio del M-19 se introdujeron a Colombia varios métodos que otras

organizaciones subversivas ya utilizaban a nivel mundial (Bushnell, 1993, p. 245).

Page 65: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

65

Sin duda que el grupo recurrió a acciones espectaculares que asombraron al país desde

su aparición, pero su uso del secuestro de civiles e inclusive del asesinato como formas

de lucha demuestran que las líneas entre la admiración, el miedo y el horror podían

cruzarse fácilmente. El secuestro y ejecución del líder sindical afro-colombiano, José

Raquel Mercado, acusado de “traicionar” al pueblo, sería un indicio temprano al respecto

(Bushnell, 1993, p. 246). Otros secuestros realizados por el M-19 incluirían el del

animador Pacheco en julio de 1981, el periodista Germán Castro Caicedo en 1980, un

helicóptero cargado con dinamita en octubre de 1981, un avión con 130 pasajeros y

numerosos secuestros motivados por la extorsión. (Lara, 2002, pp. 47-50, 320),

(Bushnell, 1993, p. 246).

La reacción gubernamental contra el accionar del M-19 no se haría esperar. Después de

la humillación que supuso el ataque al Cantón Norte el gobierno aplicó medidas

particularmente represivas para recuperar los fusiles robados, bajo el amparo del estado

de sitio y el recién promulgado Estatuto de Seguridad (Lara, 2002, p.128-129).

Funcionarios de la administración de Julio César Turbay (1978-1982) “aceptarían por lo

menos tácitamente el uso de métodos ilegales para combatir la violencia guerrillera”.

Aunque en opinión de Bushnell (1993, p. 257) los abusos resultantes no llegarían a la

escala de los vistos bajo los gobiernos militares de Chile y Argentina, el uso de la tortura

contra los detenidos, entre ellos Iván Marino Ospina quien sería uno de sus principales

mandos y muchos otros militantes, fue suficiente para ser denunciado ante y por

organismos de derechos humanos como Amnistía Internacional (Lara, 2002, pp. 45-46,

166-175).

Page 66: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

66

De entre todos los golpes audaces del M-19, seguramente sería la toma de la embajada

de la República Dominicana en 1980 la que tendría la mayor repercusión internacional,

dado el carácter diplomático de los personajes que fueron mantenidos como rehenes,

incluyendo el embajador de los Estados Unidos y unos trece más, al igual que gracias a

su eventual solución por medio de negociaciones entre el gobierno de Turbay y la

guerrilla, las cuales desembocarían en la salida de los miembros del comando

insurgente hacia Cuba y el pago de un rescate (Lara, 2002, pp. 45-46, 316-318),

(Bushnell, 1993, pp. 253-254).

En contraste, el acto que marcaría el mayor desastre para el M-19 sería la toma del

Palacio de Justicia en noviembre de 1985. La intención detrás de toma era presionar al

presidente Belisario Betancur (1982-1986) a raíz de las múltiples acciones y

enfrentamientos que arruinaron los intentos por alcanzar una paz negociada durante los

años y meses anteriores, pero el resultado inmediato fue aún más trágico. El hecho llevó

llevaría a la muerte a más de cien personas, incluyendo al antiguo anapista del M-19

Andrés Almarales y a otros dirigentes guerrilleros que lo acompañaron durante el

operativo, además de la mitad de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia que

fueron mantenidos como rehenes (Bushnell, 1993, p. 254). Alrededor de una docena de

empleados de la cafetería del edificio fueron víctimas de la desaparición forzada

después de la violenta operación de retoma que corrió a cargo del ejército colombiano.

(Echeverri y Hanssen, 2005), (Dudley, 2008, pp. 134-136).

Page 67: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

67

Después del Palacio de Justicia, nada volvería a ser igual para el M-19. No solamente

había perdido personal valioso durante la tragedia sino que los recuerdos y

recriminaciones al respecto se encargarían de empañar parte de la simpatía que

producía la imagen “justiciera” del grupo guerrillero, construida desde sus inicios para

así canalizar el apoyo de una base social que llegó a incluir hasta sectores de la

burguesía (Echeverri y Hanssen, 2005, pp.9-21), (Nasi, 2007, p.325).

Si bien el M-19 había nacido, en buena parte, como el resultado de una frustración

inmensa frente a la derrota de la ANAPO y a la subsiguiente desilusión sobre las

posibilidades de la democracia colombiana, el movimiento guerrillero compartiría con el

partido que la inspiró una ideología nacionalista y populista que, siguiendo a Bushnell

(1993, p.245-246), a la larga lo convertiría en un movimiento más cercano al

pragmatismo y al reformismo que a la ortodoxia revolucionaria.

Debilitado aún más por una serie de embestidas militares entre 1985 y 1988, el M-19

finalmente llegaría a firmar un acuerdo de paz el 9 de marzo de 1990, cercano al final

del período de gobierno de Virgilio Barco (1986-1990), y así el movimiento guerrillero

entraría en un escenario donde volvería a retomar la misma ruta de la legalidad que sus

inspiradores anapistas habían rechazado abiertamente después del 19 de abril de 1970.

Como una cierta ironía histórica, el secuestro del dirigente conservador Álvaro Gómez

Hurtado el 29 de mayo de 1988 contribuyó a abrir las puertas del diálogo entre el

establecimiento y la guerrilla. El camino de la paz sería difícil y el asesinato del entonces

comandante Carlos Pizarro el 26 de abril de 1990, mientras viajaba a Bogotá en un

avión de pasajeros, puso en riesgo todo el proceso. A pesar de todo, la reincorporación

Page 68: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

68

del M-19 a la vida civil sería considerada como relativamente exitosa. Sobre todo en sus

primeros años, la nueva Alianza Democrática M-19 (AD/M-19) jugaría un papel

importante en la política colombiana mediante su participación en la Asamblea

Constituyente de 1991. Las divisiones internas frente a las coyunturas políticas

impidieron que la Alianza se consolidase, pero en el mediano plazo varias de sus

antiguas figuras terminarían haciendo parte del proceso de consolidación de la izquierda

colombiana a principios del siglo XXI (Bushnell, 1993, pp. 258-259), (Navarro e Iragorri,

2004, cap. 5-6), (Nasi, 2007, pp. 325-238).

Page 69: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

69

Conclusiones

La evolución histórica de la ANAPO durante el Frente Nacional y alrededor de los

acontecimientos del 19 de abril de 1970 nos revela como una de sus constantes la

existencia de cierta alternancia y ambigüedad respecto al uso de la violencia y la política

para alcanzar fines y objetivos dentro de un sistema político como el colombiano.

¿Cuál sería el origen de dicha ambigüedad? Podemos encontrarla desde antes de la

fundación de la ANAPO. El símbolo viviente que inspiraría al movimiento anapista, el

General Gustavo Rojas Pinilla, había sido durante su gobierno (1953-1957) un personaje

con al menos dos caras, reflejadas en su obra: la de un pacificador que le traía los

beneficios del desarrollo al país después de la tragedia nacional desatada por el 9 de abril

de 1948, y la de un dictador militar que utilizaba medidas arbitrarias para intentar

mantenerse en el poder. A la vez que intervenía a la gran prensa bogotana y se

presentaba como una alternativa al regreso de Laureano Gómez, el General declaraba

ilegal al Partido Comunista y atacaba a sus autodefensas agrarias. No era un asunto de

coherencia ideológica sino uno de conveniencia política y personal, según lo determinaran

las circunstancias.

Caído en desgracia y fuera del poder, Rojas se reinventaría años después para desafiar al

Frente Nacional y así aglutinar alrededor suyo y de la ANAPO a distintas fuerzas de

oposición dado el creciente descontento entre la población. El antiguo represor del

Page 70: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

70

comunismo volvía a representar el cambio, desde la otra orilla, y sin demasiadas

contemplaciones era inclusive tildado de comunista por el establecimiento. Los candidatos

del nuevo partido podían, desde luego, inscribirse como liberales o conservadores, lo que

les permitía ir a la par con las sucesivas elecciones locales y nacionales. En las elecciones

de 1970 Rojas Pinilla tenía que aceptar las reglas de juego del sistema político bipartidista

que lo había reemplazado, siendo él mismo de origen conservador, pero los cuadros de su

movimiento estaban preparados para “defender” su esperado triunfo aún utilizando la

violencia si fuese necesario.

Cuando los acontecimientos del 19 de abril demostraron la necesidad de definiciones se

daba por hecho que la ANAPO tomaría las medidas necesarias para organizar un

levantamiento general, pero el movimiento se contuvo en su reacción más allá de lo

previsto porque así lo quiso Rojas Pinilla al mostrarse reservado, esperando que el asunto

se resolviera por las vías legales del conteo de votos y al aceptar finalmente su derrota con

el paso del tiempo.

Si esa hubiera sido la actitud de su movimiento desde un principio habría sido una señal

de coherencia, pero es aquí donde podríamos pensar que el líder máximo de ANAPO,

aunque intentaba canalizar un sentimiento popular en respuesta tanto a sus ambiciones

personales como a las necesidades del momento histórico en que vivía, finalmente no

lograría definirse del todo entre la vía electoral y la vía armada, prefiriendo la indefinición

práctica a pesar de usar un lenguaje ocasionalmente incendiario. Mientras otros dirigentes

anapistas llamaban a la insurrección mediante un comunicado, Rojas escuchaba los

consejos espirituales de Hernán Vergara y –quién lo creyera- inclusive de Carlos Lleras

Page 71: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

71

Restrepo en la Nunciatura Apostólica, sin responder ante las expectativas creadas. Una

actitud que en teoría parecería conveniente, pero en tiempos como los que han sido tema

de la presente investigación eso naturalmente llevaría a la decepción entre las bases

rojistas, sobre todo al tratarse de un movimiento caudillista sin la coordinación ni la

flexibilidad suficiente como para actuar independientemente de su líder a gran escala.

No solamente no se obtendría la victoria electoral reclamada por la ANAPO sino que el

gobierno de Carlos Lleras Restrepo pudo controlar la situación sin mayores traumatismos

inmediatos. Misael Pastrana Borrero obtendría sin dificultades su credencial para

posesionarse como Presidente de la República y el mismo Rojas Pinilla, antiguo

gobernante de facto convertido en líder populista, moriría cinco años después. Con él

murió buena parte de lo que quedaba del sueño que para sus seguidores había

representado la ANAPO de 1970.

Una ANAPO que no pudo reinventarse exitosamente bajo Maria Eugenia Rojas, cuya

votación en las elecciones de 1974 fue francamente decepcionante frente a la de su propio

padre apenas cuatro años antes. Los demás intentos del momento por recoger de alguna

manera las banderas del cambio dentro de la legalidad tampoco contaron con la suficiente

acogida, a pesar de la creación de disidencias como el Movimiento Amplio Colombiano

(MAC) y en general de la participación de anapistas en proyectos más amplios y

ambiciosos, como la Unidad Nacional de Oposición (UNO) que buscaba sumar voluntades

junto a otras fuerzas políticas. Su existencia demuestra que el sistema político no estaba

totalmente cerrado, formalmente, a permitir la participación electoral de las propuestas

alternativas pero se deduce que su legitimidad ya estaba gravemente herida.

Page 72: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

72

La ambigüedad de Rojas en 1970 había llevado a la ANAPO a la inacción y a perder su

legitimidad como alternativa de poder dentro del establecimiento, mientras que el M-19

entraría en escena desde 1974 buscando construir su propia legitimidad mediante

acciones contra ese mismo establecimiento.

Para conseguirlo, el grupo guerrillero utilizaba métodos tanto violentos como políticos.

Como organización demostraba ser diferente de la ANAPO, a pesar de la participación de

antiguos anapistas incluyendo a Carlos Toledo Plata, pero también se presentaba una

cierta alternancia y ambigüedad entre su empleo de la política y de las armas. El

movimiento tenía sus pies dentro de la ilegalidad y desde allí trataba de construir una base

social que aumentase su legitimidad para proseguir su lucha contra el mundo legal. Sería

la acción, no la inacción, la que llevaría al inesperadamente nefasto desenlace de la Toma

del Palacio de Justicia en 1985, el cual produciría una gran desilusión sobre la legitimidad

del movimiento y la de sus enemigos.

Cuando no se cumple con las expectativas despertadas entre quienes esperan ya sea un

triunfo electoral dentro de la legalidad o un levantamiento armado, como fue el caso

durante las elecciones del 19 de abril, movimientos como la ANAPO pueden desplomarse

rápidamente por la frustración resultante. El fracaso condujo a la división de sus huestes y

el 19 de abril se convirtió en un símbolo dentro del imaginario político que fue utilizado

para justificar una reacción armada, dando lugar a la creación del M-19. Cuando la opinión

positiva acumulada por organizaciones armadas mediante acciones políticas y populares

se invierte en actividades inesperada y violentamente trágicas, como la Toma del Palacio,

Page 73: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

73

la frustración que nace de esa pérdida de legitimidad puede llevar a dichas organizaciones,

como en el caso del M-19, a optar por la desmovilización y reintegración al sistema .

El debatirse entre las armas y la política puede tener efectos demoledores para la

legitimidad del establecimiento colombiano, aunque también para la de aquellas

organizaciones e individuos que pretendan emplear cualquiera de los dos instrumentos a

su conveniencia. El impacto de la frustración del 19 de abril fue muy negativo para el

sistema político colombiano, dejando a diversos sectores sociales con menos alternativas

frente a la lucha armada al reducir el potencial electoral de la ANAPO y de las

organizaciones disidentes que se esforzaron por tomar su lugar dentro de la oposición

legal. Pero, irónicamente, el legado de Rojas Pinilla y de la ANAPO del 70 no es ni la

culminación de todas las expectativas que originalmente despertaron ni su total abandono.

El encadenamiento de los hechos históricos, en su conjunto, indica que la experiencia que

daría a luz al M-19 compensaría parcialmente la pérdida de legitimidad, al crear una fuerza

política que, a pesar de su propia debacle, terminaría por abandonar las armas y contribuir

a una limitada renovación constitucional e institucional del país.

Page 74: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

74

BIBLIOGRAFÍA

Libros

Aponte, J. y Morales, O. (2008) Carlos Lleras Restrepo., Cien Años de Historia. Bogotá, Academia Colombiana de la Abogacía. Arizmendi, I. (1989), Presidentes de Colombia. 1810-1990. Bogotá, Planeta Colombiana Editorial. S.A. Ayala, C. A. (1995), Nacionalismo y populismo. Anapo y el discurso político de la oposición en Colombia: 1960 –1966. Bogotá, Universidad Nacional de Colombia. __________ (1996), Resistencia y oposición al establecimiento del Frente Nacional : los orígenes de la Alianza Nacional Popular, Anapo Colombia 1953-1964. Bogotá, Colciencias. __________ (2006), El populismo atrapado, la memoria y el miedo. Bogotá, La Carreta Editores E.U. Baez, A. (2006), La Alianza Nacional Popular (Anapo) en Santander. 1962 – 1976. Bucaramanga, Universidad Industrial de Santander. Bushnell, D. (1993), The Making of Modern Colombia. Berkeley and Los Angeles, University of California Press. Dudley, S. (2008), Armas y Urnas. Historia de un genocidio político. Bogotá, Editorial Planeta. Echeverri, A. y Hanssen, A.N. (2005), Holocausto en el silencio .Bogotá, Editorial Planeta. Echeverri, H. (2006), Pinceladas y brochazos presidenciales de Caro a Uribe 1892 – 2006. Bogotá, Editorial Carrera 7. Enciclopedia Barsa (1988), “Organismos internacionales”, tomo XI, San Mateo Tecoloapan, Encyclopaedia Britannica de México, S.A. de C.V.

Page 75: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

75

Gaviria, J. F. (1989), “La economía colombiana. 1958-1970”, en Nueva Historia de Colombia, vol. V. Guarín, R. (2005), “Colombia: Democracia incompleta. Introducción a la oposición política“, en Proyecto Integral para la Modernización del Sistema Electoral Colombiano, tomo II. Bogotá, Editorial Guadalupe.

Gutiérrez, F. (2007), ¿Lo que el viento se llevó? Los partidos políticos y la democracia en Colombia. Bogotá, Grupo Editorial Norma. Hartlyn, J. (1993), La Política del Régimen de Coalición. Bogotá, Tercer Mundo Editores. Helg, A. (1989), “La educación en Colombia. 1958-1980”, en Nueva Historia de Colombia, vol. IV. Kalmanovitz, S. (2003), Economía y Nación. Una Breve Historia de Colombia. Bogotá, Editorial Norma. Lara, P. (2002), Siembra vientos y recogerás tempestades. La historia del M-19, sus protagonistas y sus destinos. Bogotá, Editorial Planeta Colombiana S.A. Martínez, J. P. e Izquierdo M. I. (1972), ANAPO: Oposición o Revolución. Bogotá, Ediciones “Camilo”. Miller, N. (1989), Soviet Relations With Latin America, 1959-1987. New York, Cambridge University Press. Morales, O. y Vallejo, F. (2000), Carlos Lleras Restrepo. Perfil de un Estadista. Bogotá, Academia Colombiana de Jurisprudencia. Nasi, C. (2007), Cuando callen los fusiles. Impacto de la paz negociada en Colombia y en Centroamérica. Bogotá, Editorial Norma. Navarro, A. e Iragorri, J.C. (2004), Mi guerra es la paz. Bogotá, Editorial Planeta. Noriega, C. A. (1998), Fraude en la elección de Pastrana Borrero. Bogotá, Editorial Oveja Negra. Palacios, M. (2003), Entre la Legitimidad y la Violencia. Colombia 1875-1994, Bogotá, Editorial Norma. Posada, J. (2008), Carlos Lleras Restrepo. Estadista del Siglo XX. Bogotá, Editorial Planeta Colombia S.A. Pécaut, D. (2001), Orden y violencia. Evolución socio-política de Colombia entre 1930 y 1953. Bogotá, Editorial Norma.

Page 76: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

76

________ (2006), Crónica de cuatros décadas de política colombiana. Bogotá, Editorial Norma. Rojas, M. E. (2000), Rojas Pinilla, mi padre. Bogotá, Panamericana Formas e Impresos. Safford, F. y Palacios, M. (2002), Colombia. Fragmented Land, Divided Society. New York, Oxford University Press. Santamaría, R. (1984), Proceso político en Colombia: del Frente Nacional a la apertura democrática. Bogotá, CEREC. Serpa, J. (2008), Rojas Pinilla. Una historia del siglo XX. Bogotá, Intermedio Editores. Shultz, R. H. (1988), The Soviet Union and Revolutionary Warfare. Stanford, Hoover Institution Press. Torres Del Río, C. (1994), Grandes agresiones contra Colombia (1833-1994). Bogotá, Ediciones Roca Ltda. Uribe, D. (1977), Las Constituciones de Colombia. Madrid, Ediciones Cultura Hispánica.

Wright, T. C. (2000), Latin America in the Era of the Cuban Revolution. London, Praeger.

Revistas Alarcón, O. (2007), “1957-1974. El Frente Nacional“, en Credencial Historia. El Siglo XX Colombiano, tomo III, pp. 73-83. Historia Crítica (1989, enero a junio), “Bases urbanas de la violencia en Colombia”, número 01, pp. 20-32. Moreno Díaz, S. (1970, enero-junio), “Punto de vista de Anapo”, en Revista Javeriana, tomo LXXIII, pp. 529-538. Ochoa, H. y Martínez A. M. (2005, abril a junio), “El comportamiento de la inflación en Colombia durante el período 1955-2004”, en Estudios Gerenciales, vol. 21, no. 95, pp. 85-86 Rettberg, A. (2001, enero), “Dos crisis, dos desenlaces: retos realidades del empresariado organizado colombiano en los años cincuenta y noventa”, en Revista de Estudios Sociales, no. 008. Revista Javeriana (1974, enero a junio), “Anapo”, tomo LXXXI, pp. 153.

Page 77: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

77

Santos, E. (2007), “13 de junio de 1953. Las diez horas agitadas de un sábado tranquilo“, en Credencial Historia. El Siglo XX Colombiano, tomo III, pp. 9-19. Villar, L. (2007), “1906-2006. El Siglo de Alberto Lleras“, en Credencial Historia. El Siglo XX Colombiano, tomo III, pp. 41-51. Sitios de Internet Alchin, L. K. (2006), “Cold War Timeline”, en History Timelines [en línea], disponible en: http://www.history-timelines.org.uk/events-timelines/03-cold-war-timeline.htm, recuperado: 1 de junio de 2009. Ayala, C.A. (2003, 9 de junio), “Cincuenta años después del júbilo”, en Revista Semana [en línea], disponible en: http://www.semana.com/wf_InfoArticulo.aspx?IdArt=70762, recuperado: 1 de junio de 2009. Burges, M. (2003, 2 de julio), “A Brief History of Terrorism” [en línea], disponible en: http://www.cdi.org/friendlyversion/printversion.cfm?documentID=1502, recuperado: 1 de junio de 2009. Cifuentes, M. T. (1998), “Los Católicos colombianos y las repèrcusiones de la II Conferencia de Obispos Latinoamericanos” [en línea], disponible en: http://www.espaciocritico.com/articulos/mtct-a01.htm, recuperado: 1 de junio de 2009. “COMECON” (2009), en Enciclopedia Microsoft Encarta Online 2009 [en línea], disponible en: http://es.encarta.msn.com/encyclopedia_761562291/comecon.html, recuperado: 1 de junio de 2009. Duque, J. (2007), “Los partidos políticos colombianos 1974-2006: Subinstitucionalización de los partidos tradicionales y emergencia de organizaciones políticas alternativas”, en Red de Bibliotecas Virtuales de Ciencias Sociales de la Red CLACSO [en línea], disponible en: http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/becas/semi/2004/partidos/duque.pdf, recuperado: 1 de enero de 2010. Grimmett, R.F. y Sullivan, M. P. (2009), “United States Army School of the Americas: Background and Congressional Concerns” [en línea], disponible en: http://www.globalsecurity.org/intell/library/reports/crs/soa.htm , recuperado: 1 de junio de 2009. "History of Latin America" (2009), en Encyclopædia Britannica Online [en línea], disponible en: http://www.britannica.com/EBchecked/topic/331694/Latin-America, recuperado: 1 de junio de 2009. “Monroe Doctrine, 1823” (s.f.) [en línea], disponible en: http://www.state.gov/r/pa/ho/time/jd/16321.htm, recuperado: 1 de junio de 2009.

Page 78: TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE HISTORIADOR LA ANAPO …

78

“The Truman Doctrine, 1947” (s.f.) [en línea], disponible en: http://www.state.gov/r/pa/ho/time/cwr/82210.htm, recuperado: 1 de junio de 2009. “Todo sobre el Plan Cóndor” (2001, 21 de julio) [en línea], disponible en: http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/latin_america/newsid_1449000/1449096.stm, recuperado: 1 de junio de 2009. “Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca” (2009) [en línea], disponible en: http://www.oas.org/juridico/spanish/tratados/b-29.html, recuperado: 1 de junio de 2009. Periódicos

Alerta (1970, enero, abril).

El Colombiano (1970, abril).

El Espectador (1970, marzo a abril).

El Heraldo (1970, abril a mayo).

El Occidente (1970, abril a mayo).

La Patria (1970, abril a mayo).

El Siglo (1970, abril a mayo).

El Sol (1970, abril a julio).

El Tiempo (1970, abril a mayo).

Voz Proletaria (1970, abril a mayo).