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Proyecto Arqueológico Jatanca – Huaca Colorada Temporada 2014

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INFORME FINAL PROYECTO ARQUEOLOGICO JATANCA – HUACA

COLORADA, VALLE JEQUETEPEQUE

TEMPORADA 2014

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INTRODUCCION

El Complejo Arqueológico Cañoncillo constituye uno de los asentamientos urbanos mejor conservados, con una continua ocupación desde el Formativo hasta Horizonte Tardío en la antigua

costa Norte del Perú de la provincia de Pacasmayo, ofreciendo así buenas oportunidades para

estudiar los procesos de urbanización con investigaciones a largo plazo. Nuestra investigación en

este complejo tiene sus orígenes en los estudios de los miembros del Proyecto Pacasmayo dirigido por Tom Dillehay y Alan Kolata (1997-2001) y hasta hace pocos años atrás por John Warner,

director del Proyecto Cañoncillo en los años 2004 y 2005 (Warner 2007).

Edward Swenson, ha participando en el Proyecto Pacasmayo, además de completar su tesis doctoral de la Universidad de Chicago durante los años 2001 y 2002. Su disertación examinó las

políticas de la experiencia religiosa en las regiones rurales del interior del valle Jequetepeque, Perú

(550-1400 d.C.) a través de un análisis arqueológico de la arquitectura ceremonial y de la práctica ritual.

A partir del año 2007, se realizaron nuevas excavaciones en el Complejo Cañoncillo,

específicamente en uno de los componentes conocidos como Jatanca y Huaca Colorada conducidas

por Edward Swenson, Jorge Chiguala y John Warner mediante el Proyecto Arqueológico Jatanca – Huaca Colorada, Valle de Jequetepeque (Swenson et al. 2008, 2009, 2010, 2011 y 2012) como

parte de un programa a largo plazo.

El presente informe, brinda los resultados de la sétima temporada de investigaciones, que en el año 2014, comprendió a Huaca Colorada, el componente Moche Tardío del complejo y a

Jatanca situado cronológicamente en el Periodo Formativo. Este estudio se orienta a comprender el

significado de las transformaciones en la forma y experiencia del espacio ritual y cotidiano de la ocupación Moche y Gallinazo. Posteriormente, nuestros estudios se irán ocupando de componentes

más tardíos de este Complejo.

De otro lado, presentamos los primeros fechados de radiocarbono (Apéndice 2), de las

muestras recuperadas en la temporada del año 2012, importantes datos que nos servirán para sustentar la cronología de nuestras interpretaciones.


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EL COMPLEJO ARQUEOLOGICO EL CAÑONCILLO

A) Descripción geográfica de la región

- Departamento: La Libertad

- Provincia: Pacasmayo

- Distrito: San Pedro de Lloc

- Valle: Jequetepeque.

La longevidad ocupacional, los restos culturales extensos, el ambiente árido, y la

preservación excepcional de los sitios del valle del Jequetepeque, ofrecen un medio ideal para la investigación de las relaciones de poder urbanas y el cambio sociopolítico en la costa Norte del

Perú. El valle, ubicado a 7 grados 45 minutos de latitud Sur y entre 79 grados 45 minutos y 78

grados de longitud Oeste, en la costa desértica del Perú (Eling 1986), está dominado por un sistema fluvial ancho que corre Este-Oeste desde las alturas de los Andes (las precipitaciones de las

elevaciones riegan la costa desértica peruana sin lluvias) al océano Pacífico (Fig. Nº 1). El cultivo

de las tierras agrícolas fértiles del fondo del valle y de las llanuras desérticas irrigables del valle del

Jequetepeque mantuvieron altas densidades de población y sistemas supralocales de interdependencia económica, política y social dentro del valle durante y después del período

intermedio temprano, después del 200 AC (Castillo 2003; Castillo y Donnan 2004a, 2004b).

Los sistemas de manejo de aguas y de irrigación de los períodos Moche y Chimú, que consisten de canales de piedras alineadas o estucados (que varían de redes masivas entre los valles

a complejas ramas de alimentación), acueductos y reservorios, estaban entre los más sofisticados

técnicamente del Nuevo Mundo (Dillehay et al. 2009; Eling 1987; Kosok 1965; Moseley y Day

1982). En la era precolonial, 50% más de la actual zona de cultivo en el fondo desértico fue irrigado y estuvo cultivado (unas 88.000 ha aproximadamente) en el valle de Jequetepeque

(Dillehay et al. 2009; Dillehay et al. 1998; Dillehay y Kolata 1998:C-2; Eling 1986, 1987; Kosok

1965). Los cultivos andinos de bajas altitudes como el maíz, los frijoles, ajíes, calabazas, y algodón, entre otros, han sido desplazados en tiempos recientes por cultivos comerciales tales como

arroz y caña de azúcar, que requieren mayor cantidad de agua, y por lo tanto reducen

considerablemente el área cultivada (Gumerman 1997; Kosok 1965). Entre los sitios arqueológicos más representativos de este valle, tenemos a Dos Cabezas, San José de Moro y Cerro Chepén con

importante ocupación Moche; en tanto que sitios como El Algarrobal de Moro, Pacatnamú, Farfán,

Talambo y Cañoncillo, evidencian arquitectura Chimú (Castillo 2009; Castillo et al. 2010; Dillehay

et al. 2009). La zona Sur del valle de Jequetepeque, donde se encuentra el sitio de Cañoncillo, se

caracteriza por dunas de arena, un bosque de algarrobal y una zona extensiva de canales

prehispánicos (Eling 1986; Warner 2006a, Swenson et al. 2008, 2009, 2010, 2011 y 2012). Este sitio, ocupado entre los años 300 AC y 1500 DC cubre grandes porciones de la Pampa Mojucape

(Pampa de Jatanca), un área de más de 25.7 km2, destacando vastas zonas domésticas, campos y

sistemas de irrigación a gran escala, fortificaciones, construcciones religiosas dispersas y centros administrativos-ceremoniales como Jatanca, Huaca Colorada, y Tecapa (Swenson et al. 2012a,

2014; Swenson et al. 2010: poligonal de área intangible).


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Fig. 1.- Ubicación del Complejo Arqueológico Cañoncillo en el valle Jequetepeque (Escala 1/135000).


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Fig. 2.- Croquis esquemático de Cañoncillo con sus componentes (Tomado de Warner 2007).


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Inicialmente nuestras investigaciones en la zona de Cañoncillo comprendieron al

componente de Jatanca. Esta zona consiste de un centro ceremonial (2 Km2), que se halla rodeado

por un área residencial densa que data de la fase inicial del Periodo Intermedio Temprano, asociado

regionalmente con las culturas Gallinazo y Salinar--- 300-50 AC (Swenson 2012a; 2014, Warner

2006a; 2010). Más allá de este núcleo central, zonas domésticas contiguas, canales y campos

vestigiales cubren una gran parte de la llanura y datan predominantemente de los Periodos

Lambayeque y Chimú (DC 1100-1450). En esta época posterior, el centro administrativo del

complejo urbano se desplazo de Jatanca hacia Tecapa, 3 Km. al nororiente (Ubbelohde-Doering 1960, 1967: 85-86).

En la presente temporada hemos excavado cuatro unidades en Jatanca, dos en el Conjunto

1 y dos en el Conjunto 2. Pero en 2014 nuestras excavaciones se conecentraron en el componente Moche Tardío de Huaca Colorada, ubicado 2 km noreste de Jatanca (La Zona Domestica y la Zona

Ritual).y en el componente Gallinazo evidenciado en Jatanca.

B) Descripción de Jatanca

Jatanca se ubica en el lado Sureste del Complejo Cañoncillo (Fig. 2), y consiste de un centro ceremonial de aproximadamente 2 Km

2, el cual se halla rodeado por un área residencial

densa que data de la fase inicial del Periodo Intermedio Temprano, asociado regionalmente con las

culturas Gallinazo y Salinar--- 300-50 a.C. (Swenson 2011; Warner 2006a). Más allá de este núcleo central, zonas domésticas contiguas, canales y campos vestigiales cubren una gran parte de la

llanura y datan predominantemente de los Periodos Lambayeque y Chimú (1100-1450 d.C.).

El componente de Jatanca, donde se han centrado nuestras investigaciones, se trata de un

grupo de varios conjuntos arquitectónicos, rectilíneos y con múltiples ambientes, con el eje mayor orientado hacia el Norte, que pueden ser subdivididos en series de cuartos interconectados,

corredores, entradas, rampas y plataformas (Fig. 3). Todos los conjuntos principales (Acropolis,

Conjuntos 1, 2, 3, y 4) se caracterizan por plazas enormes cerradas ubicadas en la zona norte de los complejos. Terrazas elevadas (proscenios) dominan los bordes sur de estas plazas, y estas terrazas

contienen dos plataformas apuestas con rampas—el enfoque ceremonial de los conjuntos (Swenson

2011, 2014; Warner 2010). Los numerosos corredores, cámaras, y patios de las zonas interiores de los conjuntos se ubican al sur de los proscenios elevados. La principal técnica constructiva en estas

estructuras es la tapia o ―tierra compactada‖, pero hay dos Conjuntos donde también se utilizó

adobes (Conjunto 4 y Acrópolis).

Mientras la composición de los muros varia en su preservación, parece que la configuración conservada de los muros hubiera alcanzado una altura superior a los 2 m y un ancho de de más de

1 m a lo largo de su base. Estos muros están construidos por segmentos (tanto horizontal como

verticalmente), lo cual puede indicar la presencia de actividad laboral asociativa y organización social. Como hemos indicado cinco Conjuntos (Conjuntos 1-4 y Acrópolis) tienen los elementos de

plaza/rampa/plataforma, localizado en su extremo Norte, que puede haber funcionado como el foco

de actividad pública ceremonial. - El Conjunto 1.- Es el más grande de todos los conjuntos de Jatanca. Sus dimensiones son

aproximadamente de 87 m de ancho por 167 m de largo cuando es medido entre sus puntos axiales

más largos de Norte a sur y de este a Oeste. Está compuesto de un total de 73 ambientes que están

conectados directamente y a través de una serie de corredores. El trafico del corredor fue modificado después de la construcción inicial; esta afirmación es sustentada por la presencia de

numerosos y delgados (<50 cm) muros a manera de ―taponamiento‖ hechos de tapia. El material

usado para estos ―taponamientos‖ delgados es barro pero de color más rojizo, con características de un aspecto más áspero.

El acceso al conjunto desde el exterior parece haber estado relativamente restringido, con

pocos indirectos y estrechos vanos. El transito interno entre los ambientes fue de hecho difícil

también a través de la utilización de una serie de pasajes tortuosos, ―taponamientos‖, accesos restringidos y corredores sin salida.


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- El Conjunto 2.- Sus dimensiones máximas son 69 m de ancho por 145 m de largo

aproximadamente así, constituyendo el segundo conjunto en tamaño. Lo componen un total de 27

ambientes, conectados por una serie de corredores. El acceso es también restringido y al parecer la única entrada desde el exterior estaba ubicada en la plaza cercada; sin embargo es posible la

presencia de otros vanos de acceso, que por la erosión de las estructuras fue imposible ubicarlos.

Fig. 3.- Plano topográfico y arquitectónico de Jatanca (Escala 1/4000).


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- El Conjunto 3.- Es el tercero más grande de los conjuntos de Jatanca. Mide 36 m de

ancho por 179 m de largo. La estreches de este conjunto, es debido a la ausencia de un anexo

occidental, que posiblemente haya estado ubicado en un área donde se sitúa el cercano Conjunto 4. - El Conjunto 4.- Mide 50 m de ancho y 126 m de largo, constituyendo el cuarto de

acuerdo a las dimensiones. Se ubica al extremo Oeste del grupo de conjuntos. Está constituido por

un total de 12 ambientes, que están conectados tanto directamente como a través de una serie de

corredores. No se pudo identificar el acceso al conjunto, por la gran cantidad de arena que cubre porciones de este conjunto; sin embargo creemos que debe tener las mismas características

restringidas que los demás conjuntos.

- El Conjunto 5.- Desafortunadamente, la condición de este conjunto es muy mala, haciendo que cualquier clase de descripción relacionada con sus dimensiones generales sea

altamente especulativa. En general parece, parece como si hubiera numerosas rampas y ambientes a

simple vista, corresponden a arquitectura muy deteriorada. - El Conjunto 6.- Aunque esta estructura, como las otras dentro de Jatanca está compuesta

primariamente de tapia, los vestigios y la disposición de los ambientes relativamente únicas. Este

conjunto tiene aproximadamente 41 m por 41 m de tamaño como dimensiones máximas y no tiene

los componentes en asociación de plaza/rampa/plataforma. Está compuesto de 21 ambientes (incluidas las plazas abiertas hacia el Norte) que pueden ser agrupados en cuatro subgrupos

independientes. El acceso a los tres de subgrupos puede haber estado relativamente restringido,

mientras que el cuarto subgrupo está abierto al Norte y pierde cualquier tipo de vano de acceso o corredor que pudiera incrementar la privacidad/seguridad de los ambientes ubicados más al Sur.

- La Acrópolis.- Así como los conjuntos 5 y 6, La Acrópolis exhibe una configuración

arquitectónica única cuando es comparada con los conjuntos 1-4. Por ejemplo mientras el resto de la arquitectura de Jatanca ha sido construida al nivel del suelo, la Acrópolis asume la forma de una

cuña: su extremo esta elevado aproximadamente 8 m por encima del nivel del suelo. Sus

dimensiones máximas alcanzan 47 m de ancho por 156 m de largo y está compuesta de once

ambientes conectados directamente como a través de corredores. Dado el escaso estado de preservación a lo largo del borde Oeste de la estructura, es imposible saber cuántos ambientes

constituyeron la Acrópolis durante su periodo de uso inicial. La porción Norte de la Acrópolis está

en buenas condiciones, pero se deteriora generalmente hacia el Sur, debido a factores como la erosión y excavaciones clandestinas. La entrada hacia la Acrópolis parece haber estado

relativamente restringida, con solo unas pocas entradas estrechas permitiendo el paso.

C) Descripción de Huaca Colorada

Huaca Colorada, constituye el sector urbano Moche Tardío, ubicado 2 km al noreste de Jatanca al lado Oeste de Tecapa cerca del bosque de algarrobal. El núcleo de Huaca Colorada

consiste de una plataforma elevada y larga construida posiblemente sobre una colina natural (Fig.

4). La cima de la plataforma (Sector B—23 m de altura desde la superficie de la pampa abajo) aparenta consistir de cuatro o cinco series de edificaciones rectilíneas superpuestas construidas de

adobes (100 x 85 m en área) (Swenson et al. 2009, 2010; ver abajo). Los corredores, patios

internos, soportes para vasijas de almacenamiento y grandes cámaras caracterizan sus fases

constructivas finales. Pozos de huaqueo han revelado los restos de coloridos murales y antiguos grafitis representando iconografía religiosa moche (y otros grafitis fueron identificados en esta

temporada). La superficie del sitio también está marcada por una elevada concentración de jarras

decoradas para festines. La arquitectura ceremonial de esta zona elevada se caracteriza de 7 plataformas elaboradas asociadas con sacrificios humanos y ofrendas de metal y animal. Parece

que estas plataformas fueron sacrificadas (terminadas) en sucesión siguiendo un calendario

ceremonial (Swenson 2012a, 2014; Swenson y Warner 2012, ver abajo). De hecho, basurales grandes, lleno de cerámica Cajamarca, huesos animales, y cerámica fina Moche y Lambayeque

Temprano, se rodean la zona monumental en sus lados norte y oeste (Swenson et al. 2013),

evidencia adicional que el Sector B fue una arena de festines elaborados (Swenson et al. 2011,


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2013). Las tapas superiores de estos basurales contenían cerámica transicional/Lambayeque

temprana, y un objetivo importante de la temporada de 2014 fue entender esta ocupación tardía

(post-Moche) (Swenson et al. 2013: 89-143) (ver abajo). Evidentemente, Huaca Colorada fue un importante centro ceremonial y político en Jequetepeque, y representa el mayor asentamiento en el

valle Sur datan del periodo Moche Tardío. Hacia el Norte de la probable fachada del hipotetizado

templo principal (Sector A), se halla una zona de aproximadamente 110 x 150 m, con abundantes

evidencias de preparación de alimentos y acumulación de desechos domésticos; de otro lado la producción de cobre en esta zona es sugerida a partir del hallazgo de evidencias de fundición de

cobre.

Fig. 4.- Plano de Huaca Colorada.


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El sector Sur del sitio (Sector C) está comprendido de una considerable zona doméstica

permanente para residentes o posiblemente peregrinos que visitaban el centro. Restos de cobre

sobre la superficie y la excavación de la Unidad 4-09 y las Unidades 6-10, 7-10, y 11-10 (ver abajo) indican que un taller de producción metalúrgica posiblemente fue ubicada en las zona Sur de

Sector C. Unas pocas estructuras de viviendas de piedra y adobe existen en la superficie de esta

zona. Por fin, las zonas residenciales de D y E se ubican en la pampa abajo de la huaca. El Sector

D (250 m n-s x 275 m e-o), al lado Suroeste de la Huaca Principal consiste de dos cementerios, una zona domestica dispersada, un muro recto de adobe (delineando la aérea Sur del sitio) y una

plataforma pequeña.

El Sector E (170 m n-s x 80 m e-o) se ubica inmediatamente al Este de la plataforma elevada (sectores A-C) y se confía con los muros Chimú-Inca de Tecapa (Fig. 5). Muros de adobes

que forman ambientes pequeños se caracteriza El Sector E. Ambos zonas son asociados con

cerámica y arquitectura Moche Tardío.

Figura 5.- Huaca Colorada y Tecapa.


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D) Antecedentes y problemática

Hasta el trabajo del Proyecto Pacasmayo, sólo habían sido llevados a cabo reconocimiento y excavaciones limitadas en el área más grande de Cañoncillo, principalmente por Ubbelohde-

Doering, Wolfgang y Gisela Hecker, Herb Eling y Christopher Donnan (Donnan 1997; Eling 1987;

Hecker y Hecker 1990: 25-27; Ubbelohde-Doering 1960, 1967). Nuestra investigación se

construirá sobre varios años de valiosa investigación arqueológica en Cañoncillo, conducida por miembros del Proyecto Pacasmayo (Dirigido por Tom Dillehay y Alan Kolata --- 1997-2001) y por

John Warner, director del Proyecto Cañoncillo en los años 2004 y 2005 (Warner 2006a). Estos

estudios se enfocaron primordialmente en el extenso paisaje agrícola y productivo del sistema urbano, suministrando importantes datos geomórficos, datos radiométricos de las redes de canales

e, interpretaciones acerca de las cambiantes relaciones humano-ambientales (Dillehay y Kolata

2004a, 2004b; Dillehay et al. 1998, 1999; Dillehay et al. 2009). Usando una unidad de Trimble, Warner mapeó toda la configuración arquitectónica, identificando y clasificando cronológicamente

las zonas residenciales, los locales ceremoniales, las aldeas dispersas y, los antiguos campos

agrícolas. El realizó también los primeros planos de la arquitectura ceremonial de Jatanca y Tecapa

(Warner 2006a). Además, su programa de excavaciones de prueba limitadas resultó muy importante en determinar la ubicación de unidades de excavación más amplias o de mayor

extensión en el centro ceremonial de Jatanca (temporadas 2007, 2008, 2009 y 2010) En resumen, el

enfoque macroscópico del Proyecto Pacasmayo en el asentamiento y la ecología humana en Cañoncillo ha presentado el trabajo de campo para un estudio exhaustivo de los particulares

históricos y el desarrollo a largo plazo de las relaciones sociopolíticas urbanas en la región. Las

excavaciones conducidas por miembros del Proyecto Cañoncillo y del Proyecto Pacasmayo han

estado limitadas hasta ahora a trincheras de sondeo, principalmente en los canales, sistemas de campo, zonas residenciales y complejos monumentales en Jatanca y Tecapa (Dillehay et al. 1998,

1999; Ubbelohde-Doering 1967; Warner 2006a, 2010). Nuestra investigación propuesta, representó

el primer esfuerzo concertado para interpretar las dinámicas políticas a largo plazo en el sistema urbano a través de un análisis de las prácticas económicas rituales, espaciales y domésticas. En

realidad las excavaciones de las temporadas de los años 2007, 2008 y 2009 han revolucionado

nuestro entendimiento de la organización del espacio ceremonial y residencial del núcleo urbano de Jatanca (Swenson et al. 2008, 2009, 2010).

También, Swenson ha conducido investigaciones arqueológicas en el valle Jequetepeque de

la costa Norte del Perú desde 1997, participando en cuatro diferentes temporadas de campo con el

Proyecto Pacasmayo, además de completar su proyecto de disertación doctoral de la Universidad de Chicago durante los años 2001 y 2002. Su disertación examinó las políticas de la experiencia

religiosa en las regiones rurales del interior del valle Jequetepeque, Perú (550-1400 d.C.) a través

de un análisis arqueológico de la arquitectura ceremonial y de la práctica ritual. Sin duda, muchos de los datos comparativos esenciales para el proyecto propuesto ya han sido recobrados por

Swenson y los otros miembros del Proyecto Pacasmayo (Dillehay 2001; Dillehay y Kolata 1997,

2004a, 2004b; Dillehay et al. 1998, 1999, 2001, 2009; Swenson 2002, 2004, 2006, 2007a, 2007b, 2007c, 2007d) y del Proyecto Cañoncillo (Warner 2006a, 2010). El estudio propuesto, con su

énfasis en las interconexiones sociales entre la arquitectura religiosa pública, el espacio doméstico

y la economía y ritual de zonas residenciales no-públicas en la Jatanca y Huaca Colorada urbana,

complementaran la investigación de disertación de Swenson, la cual se concentró más específicamente en el ceremonialismo rural durante los Periodos Moche y Chimú.

El Proyecto Jatanca-Huaca Colorada, iniciado el año 2007 (Swenson et al. 2008, 2009,

2010, 2011, 2012 y 2013), representa el primer análisis sistemático de la arquitectura Gallinazo ceremonial y residencial en el valle y, mejorará el entendimiento del desarrollo a largo plazo de las

estructuras sociopolíticas en la región. Además, Huaca Colorada representa el sitio Moche Tardío

más grande del valle Sur de Jequetepeque, y el estudio de este complejo es imperativo de entender

las relaciones políticas Moche en la región. De hecho, nuestras investigaciones de los cambios arquitectónicos entre las culturas Gallinazo y Moche, dentro de una gran tradición urbana singular

(una comparación de la organización espacial entre Jatanca y Huaca Colorada) permitirán un


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entendimiento mejor de las fuerzas políticas y religiosas que han efectuado los cambios históricos

en la región. Es significativo, por ejemplo, que muchas de las construcciones rituales en Jatanca,

incluyendo las plataformas dobles con rampas centrales con vista hacia las plazas monumentales, se asemejen estrechamente a la arquitectura ceremonial posterior (Moche Tardío) en las zonas

rurales del valle, la cual ha sido analizada intensamente (Swenson 2004, 2006, 2007a, 2012b). Sin

duda, Jatanca ha sido comúnmente malinterpretada como perteneciente al Intermedio Tardío

cronológicamente (Hecker y Hecker 1990: 27), y su análisis será crítico en la interpretación de la construcción ritual de la memoria social y de la trayectoria histórica de las políticas de identidad

en intensificada diferenciación social, la innovación ritual o, la apropiación local de sistemas de

valor foráneos. En última instancia, el estudio propuesto deberá ser valioso en la reconstrucción de la historia cultural de la región de Jequetepeque mientras avanza en el entendimiento teórico de

cómo las relaciones sociales urbanas y las políticas de identidad estuvieron mediadas por la

producción espacial y el funcionamiento ritual en el antiguo Perú.

Con respecto al trabajo anterior, hemos hecho un estudio de la cerámica superficie de las tres zonas principales de Huaca Colorada en 2008 (Swenson et al. 2009). Este trabajo sugiere la

importancia ritual y política de este sitio Moche Tardío. Tres transectos cada uno (9 en total) fueron

ubicados en los tres principales sectores de Huaca Colorada (la plaza monumental, el templo elevado, y la zona doméstica). La cerámica diagnóstica yaciendo en la superficie al interior de los

límites de las unidades de cuadrados de 5 m fue analizada sobre formas de análisis cerámico

estandarizadas. Estos especímenes fueron entonces marcados y dejados in situ. Las unidades de prospección fueron ubicadas cada 30 o 50 m a lo largo de líneas de transecto que estaban

orientadas hacia el Norte y espaciadas 20-60 m de distancia. En total, más de 300 tiestos

diagnósticos fueron registrados en 27 unidades de prospección. Los resultados preliminares indican

que muchos tipos diferentes de cerámica del periodo Moche Tardío están representados, especialmente en comparación a los sitios ceremoniales rurales analizados por Swenson en los años

2001 y 2002 (Swenson 2004). Los datos pueden indicar que un número de comunidades diversas se

congregaron aquí quizá de acuerdo con ritos dictados calendáricamente de peregrinación o celebración comunal. En otras palabras, aparentemente el gran templo de Huaca Colorada

trascendía lo ―parroquial‖ y que pudo haber servido como capilla regional en oposición a una

estrictamente local. Cerámica de línea fina (incluyendo dos golletes asa-estribo) vasijas para beber Rey de Asiria, otros cántaros-gollete, rostros moldeados de monos y felinos, ralladores, y unos

pocos fragmentos de figurinas fueron analizados en las unidades. La elevada frecuencia de

cerámica decorada señala pasadas actividades rituales y la probable preeminencia religiosa y

política de este sitio Moche. De manera interesante, una concentración estadísticamente alta de cántaros fue

documentada en los transectos del Sector B y también en las excavaciones osteriores, el principal

componente del templo en el sitio, y fueron hallados en menor frecuencia en la ―plaza‖ (Sector A) y el área doméstica (Sector C) (Lynch 2012). Esta evidencia preliminar sugiere que nuestra

sectorización del sitio, basada en salientes diferencias arquitectónicas, corresponde a distinciones

sociales, rituales y posiblemente políticas significativas. Las concentraciones superiores de

cántaros en la elevada plataforma de adobe podrían indicar que festines y ritos de consumo ocurrieron aquí, mientras la preparación de alimentos estaba relegada al área residencial de menor

rango. Nuestras excavaciones en 2010, 2011, 2012 y 2014 apoyan esta hipótesis (Swenson et al.

2010, 2011, 2012 y 2013). De hecho, el Sector C (la zona doméstica) tenía la frecuencia superior de vasijas de almacenamiento (bordes de tinajas) que eran marcadamente menos comunes en la

―zona del templo‖ del Sector B. también vale la pena mencionar que finos tiestos Cajamarca

(alfares Cajamarca Medio Cursivo) fueron encontrados en los límites de los transectos en todos los tres sectores del sitio. Nuestras excavaciones en las temporadas 2009, 2010, 2012, y 2014 han

también identificado una cantidad significativa de cerámica Cajamarca y Cajamarca Costeño en un

basural ubicado directamente al Oeste y Norte de de la cámara ceremonial principal (Swenson et al.

2011, 2012 y 2013). Este descubrimiento sugiere que San José de Moro no tenía el monopolio exclusivo del material de la cultura Cajamarca y la ―capital simbólica‖ en el periodo Moche Tardío,

como ha sido argumentado por Castillo (Castillo 2001). Al final, el estudio de la cerámica a

pequeña escala apunta a patrones significativos y resultó valioso en rediseñar el programa de


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excavaciones previsto para la temporada 2009, 2010, 2011 y 2012 (ver abajo). Las excavaciones de

2009, 2010, 2011 y 2012 indican que Huaca Colorada fue un centro ceremonial y político muy

importante y poderoso en el valle bajo de Río Jequetepeque durante el período Moche tardío. La yuxtaposición de arquitectura ceremonial de alta calidad con estructuras domesticas de elites y

zonas extensivas domesticas y productivas es muy raro en la región. Esos datos van a cambiar

radicalmente nuestro conocimiento de la cultural Moche en Jequetepeque.

E) Objetivos de la investigación

El presente proyecto arqueológico ha contemplado varios años de investigación, tiene la

intención de comprobar si los cambios en la organización del espacio doméstico en el centro

urbano prehispánico de Cañoncillo en el valle Jequetepeque, en el Perú, se correlacionan de manera significativa con las transformaciones en la actividad ritual y en la configuración de la

arquitectura pública. Este enfoque analítico en la praxis espacial, identificando principalmente

asociaciones significativas en los diferentes, aunque superpuestos escenarios, permitirá un mayor entendimiento de las fuerzas políticas que configuran las relaciones sociales urbanas en la Costa

Norte del Perú (Alcock 1993, 2001; Ashmore y Knapp 1999; Canziani 2009, Meskel 2003; Smith

2001, 2003; Uceda 2010). La comparación de las prácticas espaciales ceremoniales y cotidianas, beneficiara la interpretación de los ritmos cambiantes de centralización política definiendo este

complejo urbano, en particular desde los Periodos Formativo hasta el Horizonte Tardío. Entonces

contrastamos la organización espacial entre Jatanca (componente Formativo Tardío) con Huaca

Colorada (componente Moche Tardío / Trancisional). Tal aproximación iluminara adicionalmente las estrategias ideológicas de las diferentes comunidades, tanto urbanas como rurales, como un

medio para interpretar como los diversos agentes promovieron, lucharon o se identificaron con los

planes sociopolíticos predominantes (Januseck 2004). Por lo tanto, el proyecto pretende contribuir al análisis antropológico de las políticas del espacio, mientras avanza en el estudio arqueológico de

las dimensiones relacionales (y no simplemente las estructurales) de las relaciones de poder

prehistóricas (de Certeau 1984; Dovey 1999, Foucault 1979; Gottdiener 1985; Harvey 2000; Lefebvre 1991; Smith 2003).

Cañoncillo representa uno de los asentamientos urbanos mejor conservados, con una

continua ocupación (300 a.C.-1500 d.C.) en la antigua costa Norte del Perú, ofreciendo así buenas

oportunidades para estudiar los procesos de urbanización a largo plazo. La más grande región de Cañoncillo cubre grandes porciones de la Pampa Mojucape (Pampa de Jatanca), un área de más de

25 km2 en el extremo Sur del valle Jequetepeque. Está compuesta de paisajes diversos y

entrelazados, incluyendo vastas zonas domésticas contiguas, campos y sistemas de irrigación a gran escala, fortificaciones, construcciones religiosas dispersas y centros administrativos-ceremoniales

de Jatanca, Huaca Colorada y Tecapa. Un trabajo de inspección previo ha identificado

componentes del Formativo Tardío (Cupisnique y Salinar pero principalmente Gallinazo), Moche y

Periodo Intermedio Tardío (Lambayeque y Chimú), e Inka dentro del sistema urbano de Cañoncillo (Dillehay y Kolata 2004a, 2004b; Dillehay et al. 2009 Donnan 1997; Eling 1987; Hecker y Hecker

1990; Ubbelohde-Doering 1960, 1967; Swenson et al. 2008, 2009, 2010; Warner 2006, 2010).

El estudio arqueológico de la arquitectura ritual, residencial y las actividades económicas domésticas dentro del componente de Jatanca y Huaca Colorada en el complejo urbano de

Cañoncillo los cuales están asociado primordialmente con la cultura material Formativo Tardío

(cerámica Salinar y Gallinazo) y Moche respectivamente, está diseñado para responder tres grupos

de preguntas de investigación relacionados. (1) ¿Como co-varió la practica ritual entre los

sectores público y doméstico en diversos periodos de tiempo, tanto dentro del centro de la ciudad

como en las periferias rurales?, ¿Indican los restos arquitectónicos y de artefactos que las

prácticas religiosas se volvieron cada vez más especializadas y segregadas de la producción y el consumo doméstico?, ¿Convergieron o divergieron espacialmente dentro de Jatanca y Huaca

Colorada la producción artesanal, las festividades, la preparación de alimentos la residencia y el

espacio ceremonial público en un momento dado y bajo condiciones especificas?, ¿Pueden tales


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____

procesos estar vinculados a las correlaciones arqueológicas de conquista extranjera,

estratificación social intensificada, “revoluciones” religiosas o, transformaciones económicas y

ecológicas? (2) ¿En qué sentido la arquitectura doméstica y la compartimentalización cotidiana de la vida cambiaron en Cañoncillo?, ¿Existen diferencias pronunciadas en la disposición de los

patios, fogones, banquetas, áreas para actividad, etc., entre el centro urbano y los lugares rurales

cercanos?, ¿Estaba la adopción de configuraciones domésticas particulares ligada a las

innovaciones ideológicas y a la reconstitución política? (3) El tercer grupo de preguntas es concerniente a la producción espacial y religiosa de la identidad política: como la materialización

diferencial de la memoria social documentando la creación del ―lugar‖ (posiblemente involucrando

el reciclaje ecléctico de símbolos rituales, el resurgimiento arcaico de formas arquitectónicas previamente desaparecidas, o el desplazamiento de ciertas actividades sociales hacia zonas

periféricas) determinó las políticas de identidad en el aspecto urbano de Jequetepeque (Alcock

1993; Connerton 1989; Smith 2001, 2003; Van Dyke y Alcock 2003). ¿Fue el espacio público y

privado estandarizado por ideologías espaciales rígidas en un periodo dado?, ¿La configuración de los conjuntos habitacionales domésticos imitó las formas monumentales o se desvió en vías

posiblemente contradictorias? Finalmente, ¿Que implicaciones políticas pueden ser deducidas de

las variaciones en la construcción y la representación simbólica del espacio dentro y entre los distintos sectores de Cañoncillo (Jatanca, Huaca Colorada, y zonas domesticas rurales)? Nuestra

prospección en la Pampa de Paijan en 2010, 2011 y 2012 ha amplificado nuestra muestra de

arquitectura domestica Moche en zonas periféricas de Huaca Colorada. Estos datos de estructuras temporales mejoran nuestro entendimiento de contactos posibles entre el centro de Huaca Colorada

y grupos sociales peripatéticos asociados con el valle Chicama y Jequetepeque Sur (ver abajo).

Como en la temporada pasada, excavamos una estructura representativa en la Pampa de Paijan en

la presente temporada. Pocas investigaciones han sido emprendidas sobre las prácticas ideológicas de la

considerable y aparentemente diversa población de Cañoncillo. No se ha conducido ningún trabajo

sobre las estructuras residenciales o sobre las realidades materiales cotidianas de sus muchos residentes. La investigación propuesta será de valor particular en evaluar como la actividad ritual

medió los desarrollos regionales en la organización domestica, la producción económica y, la

afiliación política. En última instancia, el proyecto adelantara nuestro entendimiento teórico de la ciudad Andina y de la urbanización preindustrial de una forma más general.

Las temporadas de los años 2009, 2010, 2011, 2012 y 2014, se enfocó específicamente en

la excavación de arquitectura monumental y domestica dentro del centro ceremonial de Huaca

Colorada y por el ultimo año en Jatanca también con el fin de reconstruir la forma, la función, la importancia social y, las transformaciones del espacio religioso público en Cañoncillo. Las

investigaciones de GPR en Huaca Colorada (realizado en junio de 2010) resultaron valiosas para

identificar los muros de adobe principal y otros rasgos importantes en el sector elite y en las zonas residencial y domestica. Hemos adaptado nuestro programa de excavación de acuerdo con los

resultados del equipo de GPR. En temporadas futuras, la ampliación de excavaciones de la

arquitectura ceremonial dentro de Huaca Colorada y en otros sectores periféricos de Cañoncillo,

junto con investigaciones del espacio doméstico y las practicas rituales que ocurrieron en los contextos residenciales, complementaran este programa de excavaciones.


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3 /

EL EQUIPO DE INVESTIGACION

- Director: Dr. Edward Reuben SWENSON (RNA INC Nº CS-0049) Departamento de Antropología de la Universidad de Toronto (Canada). Responsable del Proyecto Arqueológico ante el MC. Encargado del desarrollo de las

excavaciones, gestiones ante el MC y otras autoridades, así como de la logística requerida.

- Co-Director: Mg. Francisco Javier SEOANE PEYON (RNA INC Nº DS-0660)

Universidad Nacional de Trujillo

Responsable del Proyecto Arqueológico ante el MC. Encargado del desarrollo de las

excavaciones, gestiones ante el MC y otras autoridades, así como de la logística requerida. Análisis y dibujo de los materiales arqueológicos no orgánicos.

- Asesor: Dr. John Powell Warner (RNA INC Nº DW-0742) Universidad de Kentucky

Encargado del desarrollo de las excavaciones, así como de la logística requerida. Ha

trabajado en el sitio de Cañoncillo en los años 2004-2005 y en la temporada del año 2007 como asesor y como co-director en los años 2008, 2009, 2010, 2011 y 2012. Ayudó en el desarrollo de

las excavaciones, análisis de materiales y redacción de informe final.

-Asesor: Lic. Jorge Chiguala Azabache (RNA INC Nº BCH-0133) Universidad Nacional de Trujillo.

Asesor de excavaciones, que ha trabajado como co-director en 2007, 2008, 2009, 2010, 2011,

y 2012. Ayudó en el desarrollo de las excavaciones en las zonas domesticas de Huaca Colorada, análisis de materiales y redacción de informe final.

- Estudiantes de arqueología: de la Universidad Nacional de Trujillo:

Virginia Arroyo Huamán Diego Fernández Siccha

Adriana Ramos Mar

- Estudiantes de arqueología: de la universidad canadiense de Toronto.

Aleksa Alaica

Stephen Berquist Laura Charney

Emilia Cordero-Graf

Jacob Dominico

Maria Gonzalez Sally Lynch

Shannon Mascarenhas

Sarah Proulx Daniela Raillard

Andrea Rodriguez-Figueroa

Andrew Smith Christopher Wai


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Giles Spence-Morrow

Desempeñaron labores inherentes a los trabajos de campo, registro y documentación de los

restos arqueológicos intervenidos.

- Auxiliares de excavación: Se contó con cinco obreros de la localidad de Jatanca

principalmente.

- Participación de otros investigadores:

- Biólogo Víctor F. Vásquez Sánchez y Arqueóloga Teresa E. Rosales Tham del Centro de

Investigaciones Arqueobiológicas y Paleoecológicas Andinas, analizaron los materiales paleobotánicos y faunísticos recuperados de las excavaciones (Apéndice 1).


16

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4 /

PLAN DE LAS LABORES EFECTUADAS

Nuestros trabajos arqueológicos fueron autorizados por el Ministerio de Cultura, mediante Resolución Directoral N

o 152-2014-DGPA-VMPCIC/MC, de fecha 03 de abril de 2014 (Apéndice

3), lo que nos permitió iniciar las excavaciones el día 10 de julio, siendo nuestro cronograma de

actividades el siguiente:

Cronograma

Mes 1 10 de Julio a

31 de Agosto

Mes 2 11 de

Agosto a 31 de Agosto

Mes 3 11 de

Septiembre a 10 de Octubre

Mes 4 11 de

Octubre a 10 de

Noviembre

Mes 5 10 de

Noviembre a 10 de

Diciembre

Mes 6 11 de

Diciembre a 10 de Enero

Mes 7 11 de Enero

a 10 de Febrero

Excavación de Huaca Colorada Sector B

X X

Excavación de Huaca

Colorada Sector A, y C

X X

Excavaciones en Jatanca X X

Análisis de Gabinete X X

X X

Preparación de Inventario de las Muestras

X X

Análisis de las Muestras

X X X

Preparación del informe

X X X


17

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5 /

MÉTODOLOGIA Y TÉCNICAS DE EXCAVACIÓN

A) Sistemas de registro

Todas las unidades de excavación fueron descritas cuidadosamente en fichas estandarizadas,

que fueron complementadas con ilustraciones y fotografías digitales. Todo material arqueológico

(cerámica, óseo, malacológico, botánico, carbón, muestras de análisis), fue inventariado por

contexto, siendo llevado al laboratorio en Pacasmayo para ser lavado, catalogado y analizado. Las capas naturales y niveles arbitrarios según fue el caso, fueron registradas detalladamente

describiendo los componentes culturales y elementos arquitectónicos que fueron identificados en

cada capa, en planos de planta, perfiles y cortes (a escalas 1/20, 1/50, según sea el caso). A fin de ubicar tridimensionalmente cada una de las estructuras, contextos y hallazgos que pudieran ser

identificados. Además todas las unidas de excavación fueron mapeado con una estación total y con

métodos nuevos de fotogrametría. Las unidades de excavación fueron denominadas con números arábigos correlativos, según

su apertura. Las capas y niveles culturales y artificiales fueron también denominadas con números

arábigos correlativos.

En el caso de Huaca Colorada, fue sectorizada en cinco zonas (A-E), de acuerdo al levantamiento topográfico realizado el año 2008. Los sectores fueron determinados por medio de

zonas arquitectónicas distintas.

B) Trabajo de campo

Levantamiento Topográfico y Mapeo digital de Huaca Colorada

Para aumentar el mapa arquitectónico y topográfico base de Huaca Colorada hecho en el año 2008, hemos producido un plano más detallado de arquitectura de este componente Moche

Tardío de Cañoncillo con una estación total (Leica TPS 1200). De hecho, en el año 2009 hemos

mapeado los Sectores D y E, nuevamente identificados en esta temporada. El Sector D (250 m n-s x 275 m e-w) incluye toda la zona plana de la pampa al lado Suroeste de la huaca principal (Zonas

A, B, y C) (Swenson et al. 2010). Dos cementerios pequeños, una zona domestica dispersada, un

muro recto de adobe (delineando la aérea Sur de Huaca Colorada) y una diminuta plataforma

asociada con este muro fueron mapeados en esta zona. El Sector E (170 m n-s x 80 m e-w) consiste de una zona domestica al lado Este de la plataforma mayora al borde del bosque de algarrobal de

Tecapa. Restos de muro de adobe entierrados son los rasgos más destacados de esta zona. Ambos

zonas son asociados con cerámica Moche tardío (Fig. 3). En la Temporada 2014, hemos mejorado el plano maestro y hemos mapeado con la estación total todas las amplias unidades y su

arquitectura y rasgos asociados.


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Las Excavaciones

Excavaciones en Jatanca.- El complejo urbano de Cañoncillo ha sido mapeado sistemáticamente (Swenson et al. 2008; Warner 2006a); así que las tres preguntas de investigación

relacionadas que definen el proyecto (ver arriba) serán probadas primariamente a través de la

excavación en bloque horizontal extensiva de sectores claramente identificados dentro de la

porción de Jatanca. Además en la temporada del año 2007, hemos hecho el mapeo completo del centro ceremonial principal con una estación total. El mapeo nos ha dado planos tridimensionales

de la arquitectura religiosa de Jatanca, recursos necesarios para ejecutar exitosamente el programa

de excavación. La excavación está diseñada para deducir las actividades que animaron los complejos ceremoniales y para reconstruir como los espacios habitacionales urbanos y los

asentamientos del interior o del campo co-variaron con los cambios en las prácticas rituales,

administrativas e, ideológicas.

La excavación en el 2014 estará dirigida hacia un componente específico de dos de los complejos principales de Jatanca --- El Conjunto 1 y Conjunto 2. Estos componentes incluyen

cámaras en la zona periféricas oeste y sur de los dos conjuntos.

La excavaciones en 2007 y 2009 de 9 plataformas con rampas y otros sectores públicos han servido para reconstruir la actividad ceremonial que ocurrió en estos espacios. Los datos

provenientes de estos espacios públicos fueron luego comparados con la información obtenida de

los confines más exclusivos y enredados del interior de los conjuntos. Las excavaciones fueron invaluables de responder a las preguntas siguientes: ¿Fueron los recintos principalmente espacios

habitacionales, sedes de almacenamiento, cámaras administrativas o, sepulcros especializados? Se

diferencian los conjuntos en términos de la jerarquización interna del espacio y la actividad social?

¿Son ellos esencialmente replicas de los otros, señalando así la posible existencia de grupos emparentados homólogos distintos, quizás organizados corporativamente (Netherly 1994; Ramírez

1996)?

Las 4 excavaciones estratégicas en Jatanca serán necesarias para (I) evaluar la longevidad del asentamiento y la trayectoria del desarrollo de las formas arquitectónicas; (II) dilucidar aspectos

técnicos y organizacionales de la construcción; (III) deducir los contextos de las prácticas rituales,

domésticas, y administrativas asociadas con la arquitectura ceremonial; (IV) refinar la cronología de Jatanca a través de la identificación de las relaciones arquitectónicas y la localización de los

depósitos intactos de carbón asociados a la arquitectura; (V) investigar las correlaciones materiales

de desigualdad social dentro este sitio. El programa más efectivo diseñado para finalizar nuestras

soluciones a estas cuatro preguntas de investigación incluirá la excavación estratégica de cámaras pequeñas y intermedias en Conjuntos 1 y 2 asociados con la producción, el almacenamiento, y la

deposición de basura. La excavación centrada en los rasgos más sobresalientes de la arquitectura

ceremonial, tales como rampas, montículos de plataforma aterrazados, plazas, patios, fogones, y recintos internamente divididos revelarán los parámetros rituales de los complejos espaciales y

arquitectónicos particulares y proveerán un medio adicional para evaluar cómo la práctica ritual y

doméstica pudo haberse ajustado o divergido entre los diferentes sectores del sitio. Por supuesto,

las interpretaciones tomarán en consideración el posible efecto distorsionador de los procesos de formación (erosión, huaqueo, usos rituales posteriores, etc.).

Exploraremos en profundidad cualquier resto significativo encontrado en el curso de la

excavación, especialmente aquellos relacionados con contextos rituales, tales como depósitos de conchas de Spondylus, vasijas usadas en fiestas, entierros, y cerámicas elaboradas, al expandirse

hacia las unidades adyacentes (Swenson et al. 2008, 2009, 2010). Cuando no encontremos

contextos claros, usaremos niveles arbitrarios de 5cm. Zarandearemos todo el material recuperado con una malla de 6 mm.

Las excavaciones en la Acrópolis, Conjunto 1, Conjunto 2, Conjunto 3, y Conjunto 4 en la

campaña de 2007 y 2008 indican que la sectorización tripartita de estos principales complejos

arquitectónicos segmentaba espacialmente y jerarquizaban las prácticas sociales en Jatanca. La rígidamente codificada compartamentalización del espacio monumental se relacionó con más

probabilidad a la separación y diferenciación ideológica del estatus de las personas (y las

actividades rituales y económicas que los definían). La notable progresión desde el espacio público


19

____

al privado, o de escenarios arquitectónicos, es experimentada en todos los tres conjuntos excavados

mientras uno procede desde el sur desde la plaza monumental a través del terreno de escenificación

con plataformas hacia la masa ―interna‖ de cámaras laberínticas, corredores y patios (Swenson et al. 2008, 2009; Warner 2006a, 2006b, 2007). De hecho, la excavación durante la campaña 2007 y

2008 reveló que esta pronunciada gradación espacial corresponde con salientes diferencias

funcionales, simbólicas y experimentales (representativas) distinguiendo las tres principales zonas

arquitectónicas de los conjuntos excavados. A diferencia de la plaza o un gran número de ambientes excavados en el gran sector laberíntico de los conjuntos, evidencia de quema y detritos

acumulados era rara en las nueve plataformas examinadas en 2007, 2008, y 2009. De hecho, ni una

sola zona achicharrada fue identificada en los pisos principales de las terrazas principales de ninguna de las plataformas excavadas. En cualquier caso, la excavación comparable de los nueve

complejos con rampa revela que estas estructuras ceremoniales focales eran mantenidas

relativamente limpias y libres de desechos. Esta evidencia apoya el argumento que estas elaboradas

estructuras sirvieron primero y antes que nada como verdaderos ―escenarios‖ abiertos de representación ceremonial (Swenson 2011a; Swenson et al. 2008, 2009 Warner 2006b, 2007,

2010).

La consistente segregación espacial de actividades (y estatus) cortando los cinco conjuntos es además apoyado por la excavación de los ambientes ―internos‖ localizados en los sectores sur y

oeste de los precintos. Esta ―clase arquitectónica‖ está comprendida de una serie de cámaras

interconectadas de varios tamaños, patios, pequeñas plazas, y una extensa red de corredores y puntos de entrada que dominan las porciones sur de los conjuntos (Swenson et al. 2008, 2009,

2010; Warner 2010: 339-342). De hecho, podría parecer arbitrario y erróneo tratar estos grandes

sectores laberínticos como un tipo arquitectónico singular, y es seguro argumentar que las diversas

(pero frecuentemente compartamentalizadas) actividades ocurrieron al interior de los complejos internos de ambientes (incluyendo producción, residencia, almacenamiento y ceremonia privada).

La excavación de una banqueta en la Acrópolis y una plataforma interna con rampa del Conjunto1

indican que individuos de alto estatus probablemente residían en estos sectores y supervisaban rituales privados y actividades económicas, incluyendo procesamiento de alimentos y producción

artesanal. Estas asociaciones aparentemente de ―elite‖ de los sectores suroeste es también

tentativamente apoyada por el descubrimiento de vasijas de línea fina negativo-resistente y ofrendas de Spondylus en varias de las cámaras (Swenson et al. 2008, 2009). La concha de

Spondylus era altamente apreciada e infrecuente en el periodo Gallinazo, a diferencia de su uso

más extendido en tiempos posteriores (Pillsbury 1996).

Es destacable que dos cámaras posiblemente asociadas con residencias de ―elite‖ o por lo menos representaciones rituales a pequeña escala (Acrópolis Unidad 4-07 y Conjunto 1 Unidad 2-

07; Unidad 3-08) carecían de evidencia de producción o múltiples pequeños lentes de quema. En

otras palabras, aparentemente las actividades propuestas sobre residencia, almacenamiento, producción y consumo estuvieron espacialmente segregadas al interior de estos sectores

multiambientes. De forma significativa, los pisos de otros ambientes carentes de claros amoblados

como banquetas, rampas o plataformas contenían mayores concentraciones de artefactos y basura

orgánica y frecuentemente estaban asociados con efímeros episodios de quema. Aunque las funciones de estos pequeños fuegos de baja intensidad permanecen en el misterio, apuntan a

actividades productivas o de procesamiento de algún tipo. La Unidad 4-07 del Conjunto 1, por

ejemplo, contenía un gran número de huesos de peces y camélidos junto con evidencia de múltiples pequeños fuegos. Por lo tanto, por el momento, los datos sugieren que un énfasis en la producción

y el almacenamiento se correlacionan fuertemente con muchos de los ambientes internos, en

notable contraste con los sectores públicamente y ceremonialmente localizados del sitio (donde exhibiciones visuales y de consumo parecen prevalecer) (vea Swenson et al. 2008, 2009, 2010,

2011). El descubrimiento en la Unidad 4-07 del Conjunto 2 de los receptáculos alineados de bases

de ollas o improntas, junto con la ausencia de zonas achicharradas en esta cámara, indica además

que la producción estaba compartamentalizada y jerárquicamente organizada en Jatanca. El descubrimiento del entierro y las ofrendas de cuentas de Spondylus en esta unidad también

sugieren con fuerza una rígida separación ideológica de labores, personas, y espacio ceremonial al

interior de estos grandes, variados sectores sur. También vale la pena notar que la presencia de


20

____

hoyos de poste para grandes vigas, alguna vez sosteniendo formidables techos de esteras, fueron

expuestas en comparables cámaras ―internas‖ centrales en la Acrópolis, Conjunto 1, Conjunto 2,

Conjunto 3, y Conjunto 4 demostrando una cierta estandarización de diseños arquitectónicos y programas constructivos al interior del sitio mayor como un todo.

Uno de los más importantes descubrimientos de la campaña del 2008 es la revelación que

los Conjuntos 3 y 4 están caracterizados por particularmente ―intensos‖ y rígidos anidamientos de

espacio ceremonial (Swenson et al. 2009). Los dos conjuntos están caracterizados por dos complejos de plaza y ―proscenio‖ cada uno asociado con plataformas con rampa dobles. De hecho,

los conjuntos más occidentales (Conjuntos 3 y 4) están distinguidos por una duplicación del más

emblemático espacio ceremonial de Jatanca (plaza-proscenio-plataformas duales). Las replicadas y reducidas plazas (―plaza menores‖) difieren considerablemente en tamaño de sus contrapartes

mayores (plazas mayores). Estos patios son más pequeños y más apartados con facsímiles

miniatura de estructuras con rampa contrapuestas. El diseño arquitectónico de los Conjuntos 3 y 4

aparenta ser idealmente adecuado para escenificar ritos de peregrinación y quizá incluso iniciación, donde el ambiente construido era cómplice en conferir distinciones, formar identidades y crear o

transformar identidades (Swenson 2011a; Warner 2010). Nuestras excavaciones demuestran que la

duplicación del icónico espacio ceremonial y la reiteración (replicación) de rituales clave en una secuencia espacial y temporal ceremonialmente formalizada caracterizaban la orquestación de los

espectáculos rituales en los Conjuntos 3 y 4. Las pronunciadamente diferentes configuraciones de

estos sistemas duales de plazas podrían sugerir que grupos corporativos separados gestionaron independientemente los eventos ceremoniales mientras se adhieren a una ortodoxia religiosa quizá

algo rígida. Significativamente, la clara progresión del espacio ritual ―semipúblico‖ a privado está

indeleblemente inscrita en el diseño arquitectónico jerárquicamente configurado en los Conjuntos 3

y 4. Además, Jatanca presenta un ensamblaje arquitectónico intrigante y este ha sido fuente de

considerable confusión entre arqueólogos, dado que parece notablemente tardía en diseño y

distribución. Ubbelohde-Doering (1967: 85-86) argumentaron primero que el centro era Formativo, basados principalmente en las cerámicas superficiales y en excavaciones limitadas conducidas en

La Acrópolis, donde ellos encontraron una escalera alineada con un acceso sobre una terraza alta de

la pirámide. Sus estudiantes, Wolfgang y Gisela Hecker (1990: 26-27), rechazaron su periodización, argumentando que el uso de ladrillos prismáticos de adobe señala una ocupación

mucho más tardía del sitio, durante el Periodo Intermedio Tardío (1100-1350d.C.). De hecho,

muchos arqueólogos han asumido que las estructuras de los Conjuntos horizontales, los accesos

indirectos, los puntos de acceso con pilares, los ejes ubicados al norte y, las plazas con localización al norte sugirieron influencias Chimú si no una construcción indiscutiblemente Chimú del centro de

Jatanca (Dillehay y Kolata 1997). Sin embargo, las cerámica de superficie del núcleo urbano de

Jatanca difieren notablemente de aquellas asociadas con el complejo monumental de Huaca Colorada y Tecapa (el cual es claramente Moche e Intermedio Tardío respectivamente, de acuerdo

a la evidencia cerámica, la arquitectura y el análisis con C14), así como de muchas de las zonas

domésticas adyacentes asociadas con alfarería Lambayeque, Chimú e Inka (Swenson 2014, Warner

2010). Los bordes evertidos de las tinajas y los diseños geométricos alternados, se asemejan estrechamente a la cerámica Gallinazo recolectadas de los asentamientos en los valles Virú y

Moche (Bennett 1950; Fogel 1993; Strong y Evans 1952; Swenson et al. 2008; Warner 2006a). En

las temporadas de los años 2007 y 2008 hemos descubierto cerámica fina Gallinazo, también en contextos rituales de Jatanca (Swenson et al. 2008, 2009 y 2010).

Los fechados posteriores por carbono indican la construcción y la ocupación de Jatanca desde

300-150 a.C. aproximadamente (Dillehay y Kolata 2004a:4327; Swenson et al. 2010). En cualquier caso, la excavación de esta complejo ceremonial temprano no solo ayudara a resolver los

problemas actuales acerca de la importancia social y temporal de la cultura material Gallinazo

(Bawden 1990, 1996; Millaire 2010; Shimada y Maguiña 1994), sino que también suministrará

datos valiosos para interpretar los cambios en las practicas ritual, arquitectónica y doméstica en Jequetepeque durante los periodos subsiguientes. La aparente ―precocidad‖ de la arquitectura

ceremonial de Jatanca suministra una oportunidad sin precedentes para examinar tanto el desarrollo


21

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histórico cultural de los espacios construidos cargados simbólicamente como su importancia

política y religiosa cambiante a través del tiempo.

Objetivos específicos de las excavaciones en Jatanca.- El programa de excavación en la

temporada 2014 se elaboró sobre los patrones y perspectivas observadas en las temporadas

anteriores. Cinco años de intensas excavaciones en Jatanca, basándonos en las anteriores

investigaciones de John Warner (2006a, 2010), nos ha permitido descifrar el simbolismo y funciones globales de la arquitectura ceremonial de Jatanca. En la campaña de 2009 y 2010, las

ocho unidades excavadas confirmaron y problematizaron los emergentes patrones y mejoraron

nuestra comprensión de sus probables significados ideológicos y sociopolíticos. Un descubrimiento importante de la temporada de campo 2009 y 2010 fue el hecho que los Conjuntos 1 y 2 no

estuvieran caracterizados por la replicación del espacio ceremonial icónico de Jatanca, a diferencia

de los Conjuntos 3 y 4 hacia el oeste (Swenson et al. 2010, 2011). A pesar de su tamaño y

configuración notablemente diferente, estos dos complejos vecinos (Conjunto 1 y 2) parecen distinguirse por una organización cuatripartita del espacio arquitectónico: (1) plaza ceremonial y

escenario con plataformas apuestas con rampa; (2) ambientes centrales (en eje con la plaza

principal) distinguido por grandes postes, accesos indirectos, amueblamientos, ofrendas de cuentas de Spondylus; (3) espaciosos patios y plazas internas situadas al oeste del proscenio ceremonial que

albergaba almacenamiento especializado y posiblemente actividades redistributivas; (4) ambientes

modulares periféricos sin amueblamientos asociados con quema, posiblemente actividades productivas, y basurales poco profundos. Para confirmar este esquema tipológico tentativo e

interpretar su significado global, necesitamos incrementar nuestra muestra de cámaras de un

tamaño intermedio y pequeño localizadas en el extremo sur y oeste de los Conjuntos 1 y 2.

Por lo tanto, en el Conjunto 1, hemos abierto las Unidades 1-14 (3 x 2 m) y 2-14 (7.1 x 7.2 m) en las cámaras 64 y 54 respectivamente. El objetivo de esta excavación fue determinar si las

cámaras dadas funcionaron como ambientes de cocina y producción como indicaron los sondeos

anteriores en ambientes ubicados en la zona oeste de la plaza mayor no alineados con la plaza y escenario ceremonial. La Unidad 1-14 se ubicará en la cámara intermedia 64 porque Warner

descubrió porciones de arquitectura elaborada (un probable plataforma) y un basural lleno con

restos orgánicos y cerámicas diagnosticas en su sondeo pequeño excavado en 2004 (Warner 2010: 259-261). La remoción de toda la arena cubriendo la cámara 64 fue importante de verificar las

características únicas de este ambiente que posiblemente no funcionó como una cocina. También

la excavación debe mejorar nuestro entendimiento de puntos de acceso en el recinto. Hemos

abierto la Unidad 2-14 del Conjunto 1 en una cámara pequeña (54) ubicada en la zona noroeste del Complejo. Esta cámara forma parte de una cadena linear de cuatro ambientes pequeños de un

tamaño estandarizado y cuadrado (5 x 6 m in área). En la temporada de 2007 y 2010 hemos

excavado las dos cámaras directamente al norte de la cámara 54 (cámaras 51 y 52) (Swenson et al. 2008: 61-64, Swenson et al. 2011: 36-38). Estas excavaciones han revelado que los ambientes

múltiples, pequeños y de ubicación periférica fueron normalmente dedicadas a la preparación de

comida y a la acumulación de basura y cenizas. Se pudo dar una hipótesis, luego que el depósito,

―retenedor‖, residencia o apoyo de actividades productivas estaba reservado para estos ambientes periféricos. Además es interesante que las dos cámaras excavadas fueran asociadas con pisos duros

de arcilla y pisos de arena efímeros. El desperdicio e incineración se caracterizaron el uso del

último tipo de piso (Swenson et al. 2008, 2009, 2011), y es posible que la función de las cámaras haya cambiado a través el tiempo. Estas ocupaciones efímeras también están asociadas con

posteriores formaciones de cerámica (incluyendo utensilios finos descartando dudas de un posterior

abandono del precinto). La excavación de Unidad 2-14 ha cambiado nuestro entendimiento de este patrón (ver abajo).

Por fin, abrimos las Unidades 1-14 (5.15 x 5.7 m) y 2-14 (5.4 x 1.65 m) en cámaras

pequeñas en la extrema sur del Conjunto 2. Estas excavaciones fueron diseñado para entender si

ambientes de este tamaño han funcionado como almacenes de suministros alimenticios u otros tipos de materias. De toda manera, necesitamos amplificar nuestra muestra de cámaras

rectangulares de tamaño pequeño en Jatanca, y las dos excavaciones mejoraran nuestra

comprensión de la organización espacial del Conjunto 2.


22

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Las cuatro unidades propuestas en la temporada de 2014 fueron importantes para

reconstruir el grado de estandarización o variación en el uso y conceptualización del espacio en

Jatanca, ya sea relacionado a una representación ceremonial, almacenamiento, residencia, administración, etc. Posibles diferencias en las formas y usos de clases replicadas de arquitectura

deben arrojar luz sobre las sospechadas diferencias cronológicas distinguiendo varios conjuntos y

así ayudar en la reconstrucción de posibles transformaciones sociopolíticas a través del tiempo

(Swenson et al. 2008, 2009, 2010, 2011; Warner 2010).

Excavaciones en Huaca Colorada.- La campaña del 2014 fue dedicada principalmente a

la excavación de 9 unidades grandes (entre 6 x 6 m a 6 x 12 m) en el complejo ceremonial Moche de Huaca Colorada, localizado en el sector norte del gran sitio arqueológico de Cañoncillo. El

mapeo sistemático del sitio y el análisis de la cerámica superficial se probó valioso, sin embargo,

en identificar sectores arquitectónicos discretos en Huaca Colorada.

La prospección y mapeo de 2008 y 2009 (ver abajo) y el análisis de GPR en 2010 se probó valiosa en el reformulamiento de nuestra estrategia de excavación. Unidades de excavación de

diferentes tamaños fueran ubicadas sobre formas representativas de arquitectura identificada. Por lo

tanto, una muestra estratificada de sectores arquitectónicos –incluyendo corredores discernibles, grandes cámaras y zonas ceremoniales privadas en la plataforma elevada fueron objetivos tanto de

excavación en bloque como de prueba. Por ejemplo, la excavación sirvió para reconstruir la

actividad ceremonial que ocurría en la principal zona ceremonial de Huaca Colorada, que muy posiblemente ha incluido celebraciones, ritos funerarios, ceremoniales ofertorios, producción

supervisada de comestibles, ritos privados y domésticos de elites y la encarnación orquestada de la

representación ritual. En el Futuro los datos del sector monumental del sitio serán entonces

comparados con información reunida de los confines más exclusivos del interior del montículo aterrizado. ¿Eran estos principalmente espacios de habitación, instalaciones de almacenamiento,

cámaras administrativas, o capillas especializadas? Sobre la base de una reconstrucción

arquitectónica, ¿Huaca Colorada sirvió principalmente como mausoleo, una vivienda elite, un centro para eventos públicos de celebración, un centro de veneración oracular y peregrinación

(con efímeras, episódicas estructuras domésticas), una capilla basada en el parentesco local, o la

sede del culto aliado o en competencia con la afamada sacerdotisa de San José de Moro localizada en la margen norte del valle de Jequetepeque)¿Pudo Huaca Colorada haber servido como un

lugar de producción y redistribución, y puede una clase elitesca comparable a la sacerdotisa de

San José de Moro puede llegar a ser identificada? ¿Cómo podría haberse ejercido la autoridad y

representarse materialmente aquí en comparación a otros centros ceremoniales Moche Tardío? ¿Cómo es que la configuración espacial global y simbolismo arquitectónico de Huaca Colorada se

compara al centro ceremonial anterior y vecino de Jatanca?

Un programa comparable de registro y excavación fue y será conducido tanto en las extensas zonas domésticas (sectores A y C). ¿Acaso las diferencias en riqueza recuperada y bienes

primarios entre las estructuras domésticas de Huaca Colorada y la plataforma ceremonial señalan

distinciones de clase o la monopolización de la producción artesanal y símbolos rituales

particulares por una clase elitesca residiendo en el precinto monumental? En comparación con Jatanca, ¿Cómo eran las desigualdades de estatus materializadas a través del tiempo y

variablemente contextualizadas en los dominios espaciales domésticos o públicos? ¿Qué tan

estrechamente asociadas estaban las actividades ceremoniales y familiares en términos de integración arquitectónica o separación física o simbólica? ¿Cuál fue la principal función de las

zonas domestica y el sector ceremonial central (Sector B) y albergaba ritos similares y actividades

como fueron identificados en los centros anteriores de Jatanca o Dos Cabezas (Donnan 2007)? ¿Hubieron cambios pronunciados en la interrelación del espacio exclusivo e inclusivo y en el

anidamiento de la actividad pública y privada ceremonial? ¿Era el flujo de movimiento

arquitectónicamente predeterminado entre corredores interconectados, cámaras y patios,

significativamente diferente entre Huaca Colorada y sitios anteriores y contemporáneos, y que es lo que indica sobre la mediación espacial del estatus e identidad política en Jequetepeque?

Además Restos de un mural pintado y graffiti fueron saqueado por los huaqueros (Swenson

et al. 2009, 2010), son rasgos señalan la importancia religiosa y política de Huaca Colorada. Las


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excavaciones en la campaña de 2009, 2010, 2011, 2012 y 2014 fueran diseñadas para dilucidar las

más amplias asociaciones contextuales y significados de estos importantes rasgos estéticos. Las 41

unidades excavadas en los años 2009-2012 indican que Huaca Colorada estuvo asociada con figuras de autoridad de alto estatus que compartían los símbolos políticos y religiosos moche, como

ejemplifican los grabados del muro y la iconografía cerámica (Swenson 2012a, 2014; Swenson et

al. 2010, 2011, 2012, 2013). Al mismo tiempo, la única distribución espacial y las características

distintivas del asentamiento señalan adicionalmente una extraordinaria diversidad en la filiación política de los asentamientos en Jequetepeque durante el Horizonte Medio temprano.

Como demostró la excavación de las unidades de 2-09, 3-09, 1-10, 4-10, y 6-11 (Swenson

et al. 2010, 2011), la terraza superior de la plataforma (Sector B) no estaba exclusivamente dedicada a espectáculos públicos religiosos y eventos políticos pero estaba marcada por una

residencia privada y actividades diversificadas relacionadas a la producción. Sin embargo, si

comparamos esta excavación a las unidades 1-09, 1B-09, y 1C-09, 2-10, 3-10, 5-10, 10-11, y 1-12

(ver abajo) hacia el centro-noroeste, es posible que la extensión norte del Sector B pueda haber contenido más precintos abiertos y espacios integradores, mientras el extremo sur y este de la huaca

albergaba prácticas relacionadas a la producción, consumo y vivienda de alto estatus. De hecho,

las impresiones visibles de la arquitectura y muros sepultados hacia el norte de las unidades 2-09 y 3-09 aparentan delinear precintos más amplios y posiblemente inclusivos. De hecho, el

descubrimiento de la cámara ceremonial (Unidad 2-10 y 3-10) en la temporada de 2010 ha

confirmado la importancia religiosa del sector monumental de la Huaca (Swenson et al. 2011). El largo corredor (en la actualidad sepultada bajo una duna de arena) asociado con el mural de la

serpiente puede haber servido para vincular construcciones públicas y privadas al interior de la

mayor prominencia de la huaca. La excavaciones en 2011 ha demostrado la existencia de este eje

norte-sur al lado oeste de la cámara ceremonial principal, pero la arquitectura fue mucho más complicada que hemos anticipado (Swenson et al. 2012, 2013).

Además, gran postes delimitado con columnas circulares de adobes apilados identificados

en la superficie parecen agruparse en las zonas este del Sector B (en estrecha asociación con la Unidad 3-09, Unidad 1-10, y Unidad 6-11 donde un número fue hallado (Swenson et al. 2010,

2011). Excavaciones en el 2011 al norte y oeste de las unidades 2-10 y 3-10 fueran críticas para

confirmar o refutar estas suposiciones (Swenson et al. 2012). Aunque una comparación de 21 unidades excavadas en Sector B (en cuatro temporadas) podría señalar la intrigante

compartamentalización de actividades se diferenciaba claramente de otros sitios moche tardío en el

valle. Sin embargo, el descubrimiento de la plataforma quemada de la Unidad 2-14, en la esquina

sureste de la zona monumental, cambió completamente nuestra interpretación de esta área del Sector B (ver abajo).

El descubrimiento de artefactos de cobre, moldes de cerámica, escoria, y herramientas de

fundición sugieren que el sitio sirvió como un importante centro de producción artesanal – una importante revelación dada la evidencia de manufactura artesanal casi ausente en el valle de

Jequetepeque (Swenson y Warner 2012). Excavaciones en los sectores A y C fueron designadas

para identificar posiblemente lugares de producción y relacionar esas actividades con la

organización política y religiosa del asentamiento. Si la autoridad de las elites de Huaca Colorada fue predicada en base al control o incluso participación directa en la producción artesanal, entonces

los arqueólogos estarán en mejor posición para interpretar las relaciones y el intercambio

económico de naturaleza competitiva como cooperativa. Al final, las excavaciones de las unidades en el Sector B en particular han iniciado la investigación arqueológica de una residencia de moche

de elite en un centro político y religioso especializado (y lo que de hecho fue realmente

―especializada‖ es la interrogante clave que requiere futura elucidación). Muy pocos estudios de este tipo han sido realizados en Jequetepeque.

La asociación de alto estatus de las construcciones residenciales multifuncionales en la

zona monumental (Sector B) parece indisputable. Una gran cantidad de cerámica de línea fina,

cántaros de fiesta, ornamentos de cobre, conchas de Spondylus, y variados restos de nutritivos alimentos (incluyendo coca, ají, huesos de camélido, frutos andinos, etc) fueron recolectados de

todas las 21 excavaciones total en Sector B en 2009, 2010, 2011, 2012, 2013 (Swenson et al. 2010,

2011, 2012, 2013 y ver abajo). De hecho, más cerámica de línea fina y objetos de cobre fueron


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recuperados de Huaca Colorada que de todas las excavaciones combinadas de sitios moche tardío

con arquitectura ceremonial analizados por Swenson en el 2001 (Swenson 2004). El cobre es

escaso (inexistente) en la costa norte, y la mena habría de haberse obtenido de la sierra. Reflejado en la escasez general del cobre, Chapdelaine (2009) señala que ―su escasez hace del cobre, así

como del oro y la plata, metales preciosos que se usaron principalmente en la producción de bienes

no utilitarios reservados para las clases altas de la estratificada sociedad moche.‖ Si esta afirmación

es cierta, entonces los residentes de la terraza superior de Huaca Colorada (asociados con las construcciones residenciales y ceremonial) eran incuestionablemente miembros de la ―clase alta‖.

Aún más importante, investigaciones futuras se requieren para probar si la autoridad de Huaca

Colorada estuvo realmente basada en el intercambio de mineral y su subsiguiente transformación en bienes de estatus con carga ideológica. De manera interesante, la asociación intercultural de la

producción metalúrgica con la transformación ritual/eficacia podría ser relevante para la

comprensión del contexto ceremonial y político de la producción de cobre en Huaca Colorada

(Blakely 2006; Calabrese 2000; Lechtman 1984; O’Connor 1985; Swenson y Warner 2014). El gran número de cántaros para festejar, especialmente vasijas ―rey de Asiria‖ en estilo

Jequetepeque, revela que los miembros de la comunidad de Huaca Colorada participaban de los

motivos comunes de representación religiosa e intercambio social que definía el periodo Moche Tardío. La rica base de datos de cerámica revela además que los festines formaban la base de la

economía política de la comunidad y era el principal vehículo de intercesión y comunicación ritual.

La política de comensales, engastada en el armazón semiótico de la cosmología religiosa moche, unió evidentemente las diferentes organizaciones políticas y los muy variados asentamientos de

Jequetepeque durante Moche Tardío (Castillo 2009; Castillo et al 2008; Swenson 2006).

Finalmente, la colección de un número relativamente grande de cerámica decorada

Cajamarca (principalmente alfares Cajamarca costeños) aparta a Huaca Colorada de muchos asentamientos contemporáneos en la región. Ninguna cerámica tal estuvo asociada con los

asentamientos rurales ceremoniales en el valle, y Castillo (2001) ha argumentado que fueron

monopolizados por las elites de San José de Moro-Cerro Chepen. Su contexto restringido es así interpretado como un testamento del gran prestigio y autoridad del culto de Moro. Ciertamente, los

ejemplos más magníficos e intactos derivan de los entierros de las sacerdotisas de Moro. Sin

embargo, el descubrimiento de numerosos cuencos Cajamarca en las Unidades 2-09, 4-10, 1-11 5-12, 6-12 y 1-14, la recolección de numerosos tiestos de caolín decorados de la superficie y otras

unidades de excavación fuerza a un replanteamiento de esta tesis (Swenson et al. 2010; Swenson y

Warner 2012 ver abajo). Las vasijas no solo demuestran que la comunidad de Huaca Colorada hizo

uso de estilos corporativos foráneos, pero que el intercambio a larga distancia e incluso las alianzas caracterizaba el Horizonte Medio en Jequetepeque. De hecho, la coexistencia de múltiples

organizaciones políticas jerarquizadas con una descentralización religiosa descentralizada en el

valle debe ser comprendida en términos de la presencia de redes bien desarrolladas de interacción política e intercambio económico intra e intervalle. A la luz de esta observación, es de notar que la

cerámica de línea fina moche recuperada de Huaca Colorada exhibe estilos moche tardío

característicos de San José de Moro (el estilo predominante) así como distintivas variantes ―Moche

V‖ típicas del valle de Chicama. En otras palabras, Huaca Colorada aparenta haber estado afiliada en parte con el culto de la sacerdotisa mientras mantenía vínculos con organizaciones políticas al

sur del desierto de Paijan, evidencia que señala a las conexiones panregionales del sitio y al alto

estatus y autoridad de las elites dela sentamiento. Por supuesto, la elevada cantidad de objetos de cobre en proceso y terminados demuestra adicionalmente que el intercambio a larga distancia y

local constituían dimensiones importantes de la economía política de Huaca Colorada.

En última instancia, el hallazgo más importante del análisis de 2010 son las cinco plataformas elaboradas que nos permiten de interpretar los géneros de ritual que han sido

orquestados en la zona nuclea ceremonial del Sector B de la huaca principal (Swenson et al. 2011).

La cámara de 9 x 11.9m descubierta en dos contiguas excavaciones de Unidad 2-10 y 3-10 más allá

de cualquier duda que el enfoque ceremonial de Huaca Colorada fue localizada en la porción central occidental del núcleo monumental del Sector B. Sin embargo, el descubrimiento de la

Plataforma en la Unidad 2-14 (Rasgo 13) indica que la zona techada y elevada en el este fue un

enfoque de ritual igualmente importante (ver abajo). Similar a la plataforma de la Unidad 2-14, la


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cámara hundida y es dominada por la extraordinaria y hermosa plataforma preservada (Rasgo 4)

localizado en el cuadrante sur-central del precinto (Unidad 2-10) (Swenson et al. 2011). De hecho,

este tipo de tarima es comúnmente representada en la iconografía cerámica Moche, y el Rasgo 4 y la Plataforma en Unidad 2-14 (Rasgo 14) representan los mejores conservados ejemplos todavía a

ser descubierto en la Costa Norte del Perú. Las columnas enlucidas sin duda soportaron un techo

en asociación con tres postes alineados descubiertos al frente de la plataforma al norte (Unidad 2,

Nivel 6; rasgos 3, 5 y 6). Esta forma arquitectónica esta comúnmente asociada con un numero de prácticas rituales claves en la iconografía Moche incluyendo la presentación de cautivos, el

sacrificio de guerreros y la presentación de la copa al sacerdote guerrero (ver Wiersema 2010, 175-

182). Tarimas de esta clase también han orquestada eventos festivos o rituales relacionados involucrando la presentación e intercambio de vasijas de cerámica. En caso toda instancia un

oficial bien vestido o de elite es representado sentado en la plataforma en cuestión En plena escala

de la arquitectura Moche, techos armados son encontrados dentro del complejo monumental

asociado consistentemente con la estructura arquitectónica ubicadas en puntos críticos junto a la ruta procesional.

Sin duda, el punto focal de la cámara ceremonial de la Unidad 2-10 y Unidad 3-10 es

incuestionablemente la renovada plataforma del Rasgo 4 (testigo de tres fases de amplificación y modificación). El peldaño gastado (Rasgo 33, Unidad 3-10) está alineado junto con el eje central de

la plataforma más 4m al sur, y los individuos claramente seguían las rutas prescritas de movimiento

dentro de la cámara, como probablemente dictado por la tarima central. Por supuesto, ritualmente predeterminados ejes de patrón cambiaron dramáticamente en el curso del precinto histórico de uso

(Swenson et al. 2012). Sin embargo, durante la principal ocupación del Nivele 8 (sur del Muro G) y

el piso inferior del Nivel 17 (norte del Muro G) (Unidad 3-10), es evidente que los individuos

accedieron al precinto desde el oeste, moviéndose de la plataforma exterior de la Unidad 4-10 a través de la puesta del Muro I y un corto pasaje del Rasgo12. El acceso a la cámara también fue

posible desde al sur vía el corredor largo del Rasgo 37. Las excavaciones de 2011 han confirmado

que una rampa elaborada de nos niveles han seguido la fachada inclinada oeste de la cámara principal (Swenson et al. 2012) Además, parece probable que las primeras entradas fueron

construidas a más al norte del Muro D. En cualquier evento, las ofrendas humanas y de animales

descubiertos al frente de la plataforma corroboran el significado del ritual de sacrificio de la plataforma, mientras los patrones de acceso indican el movimiento giraba alrededor de esta tarima

central (Swenson et al. 2011).

Los expansivos bloques de excavación de las Unidades 2-10 y 3-10 refuerzan el argumento

que Huaca Colorada era un centro Moche altamente especializado en la región de Jequetepeque. A diferencia de San José de Moro o Pacatnamú, el ritual funeral jugaba un secundario si no

insignificante rol en la vida religiosa y política del asentamiento (Swenson et al. 2011). Nuestras

excavaciones extensivas revelan que el Sector B no servía como mausoleo o campo de entierro continuamente usado. Pero esta hipótesis exige verificación en la campaña 2011 y 2012. Más bien,

vivienda residencial, metalurgia de cobre, producción de comida /chicha, crianza de llama, labranza

y varias ceremonias religiosas u políticas definían la práctica social y las relaciones de comunidad

(Swenson et al. 2010, 2011, y 2012). La excavación profunda de la Unidad 3D sugiere que los entierros fastuoso de elite descubiertos en sitios como Sipán, San José de Moro, y Huacas de

Moche están probablemente ausentes en Huaca Colorada. En otras palabras, las reconstrucciones

rituales extraordinarias y usadas por mucho tiempo de la cámara ceremonial de las Unidades 2-10 y 3-10 tuvieron poco que hacer con los ritos mortuorios—y el precinto claramente no estaba

convertido en una tumba. Las claras señales de tráfico pedestre y el uso de umbrales del Muro G y

J (y el peldaño gastado del Rasgo 30) demuestran que la cámara fue continuamente mantenida para orquestar ritos elaborados centrados en la presentación y procesión (Swenson et al. 2011). Es aún

posible que las elites de Huaca Colorada estaban enterrados en otros lugares, posiblemente

incluyendo a San José de Moro. Por ejemplo, uno de los muros grabados más comunes

descubiertos en Huaca Colorada consiste en literas y portadores de literas que parecen estar llevando cabezas decapitadas o muertos (incluyendo ejemplos de los D y M en la Unidad 3-10

descritos arriba). Estas escenas podrían ser representaciones del transporte de los muertos de Huaca

Colorada a otros sitios Moche (Cao Viejo, Pacatnamú, San José de Moro).


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Al final el cuarto grande de ceremonias es inusual en lo que constituye un espacio

intermedio semi-publico, no privado claramente pero no una arena publica de masas (ej. las plazas

monumentales de Dos cabezas o Huaca de la Luna). Aunque incuestionablemente multifuncional, la cámara debe haber provisto el escenario para ritos religiosos y políticos importantes del sitio, por

lo menos en las primeras fases de ocupación. La importancia simbólica y religiosa del precinto está

más allá de la duda, como se demostró por la renovada plataforma y la elaboración artística de esta

estructura y de los muros circundantes de la cámara. Una meta importante de las excavaciones de 2012 fue un análisis sistemático de la historia de renovación de este precinto ritual.

Uno de los descubrimientos más remarcables de las excavaciones de la Unidad 2-10 y 3-10

esta la intensiva y sistemática renovación de la cámara, similar a otras zonas del Sector B (Swenson et al. 2010). Nuestro análisis prueba que la renovación fue concebida como un acto

intrínsecamente religioso. De hecho la ―curación‖ y aun la reconstrucción ―como ofrenda‖ esta

ejemplificado por el entierro de la plataforma de Rasgo 4 en la Unidad 2-10 en toneladas de arena,

resultando en la notable conservación de las columnas enlucidas. Las precisas marcas de quema al frente de la plataforma y las ofrendas de humanos y animales fueron directamente relacionadas a

los rituales de terminación y re-dedicación de este espacio ceremonial. De hecho, la historia de la

renovación arquitectural y sacrificios humanos en esta cámara directamente igualaban y reforzaban simbólicamente dos de las más importantes actividades delimitando el sitio: los ritos comensales y

la producción de cobre. La simbólica sincronización de festejo y producción de cobre en Huaca

Colorada encuentra directo paralelismo con la historia de renovación arquitectural y sacrificio humano en el sitio. Por lo menos, diez fases de reconstrucción distinguen las Unidades 2-10 y 3-10

(con cinco grandes etapas de construcción). El precinto ceremonial y sus plataformas fueron

cuidadosamente desmanteladas y sepultadas con toneladas de arena como prerrequisito de la

construcción (―creación‖, ―nacimiento‖, etc.) de nuevos complejos de plataforma y rasgos asociados (Swenson 2012a, 2014; Swenson y Warner 2012). Esto esta ejemplificado por la

expansión y re-enlucido del Rasgo 4 en la Unidad 2-10 y la construcción de plataformas posteriores

(Unidad 5-10 al este) siguiendo la terminación de esta tarima central (Swenson et al. 2011). Las columnas enlucidos con arcilla del Rasgo 4 en el precinto ceremonial fueron conservados a una

altura aproximada de 1m con gravados aun conservados en sus superficies. Evidentemente se tuvo

gran cuidado en el ritual de clausura e internación de este altar. Este rito de conclusión (terminación) coincidía con la ofrenda de dos muchachas adolescentes, una con la soga atada en su

cuello. Un cuy y perro fueron también colocados en la superficie de este piso en el cual las víctimas

eran depositadas (Swenson et al. 2011). El hecho de que dos sepelios humanos fueron enterrados

sin ofrendas refuerza la interpretación e que ellos fueron sacrificados (al mismo tiempo que la plataforma fue literalmente sacrificada).

Uno de los hallazgos más importante del análisis de 2011 fue la confirmación que la

cámara ritual principal fue reducida 4 veces en fases distintas del uso del precinto. Esta cámara descubierta en dos contiguas excavaciones de Unidad 2-10 y 3-10 más allá de cualquier duda que el

enfoque ceremonial de Huaca Colorada fue localizada en la porción central occidental del núcleo

monumental del Sector B (Swenson et al. 2011). Otra vez esta cámara es dominada por la

extraordinaria y hermosa plataforma preservada (Rasgo 4—Unidad 2-10) localizado en el cuadrante sur- central del precinto (y asociada con sacrificios humanos). De Hecho, Las

excavaciones de las unidades 1-11 y 9-11 confirman que el principal precinto ritual era mucho

mayor durante las ocupaciones tempranas del sitio, extendiéndose aproximadamente 5 m más hacia el norte que durante su última fase de uso. Con el tiempo, la cámara fue periódicamente reducida

en su extremo norte con la construcción secuencial de tres muros que fueron consistentemente

construidos más hacia el sur (entre 1 y 2,2 m de distancia) durante tres fases de reconstrucción diferentes (la extensión del Muro F, el Muro E y finalmente el Muro D). Otra revelación

significativa es el hecho que unas 7 renovaciones fueron coordinadas a través de la extensión de la

cámara y no fueran simplemente realizadas de forma piezada en áreas localizadas del precinto. En

otras palabras, la notable correspondencia de niveles de pisos a través de la cámara, frecuentemente construidos junto con nuevos muros para la cámara, indica fuertemente que las renovaciones del

precinto central fueron cuidadosamente planeadas y siguieron un diseño o patrón singular (que

variaba durante las diferentes fases de reconstrucción) (Swenson 2014; Swenson et al. 2012).


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Ciertamente, las renovaciones a gran escala coordinadas proveen prueba adicional que las

reconstrucciones del núcleo central del Sector B fueron concebidas como actos inherentemente

ritualizados y estuvieron posiblemente motivados por ideologías políticas y religiosas. El descubrimiento de la víctima sacrificial en la Zona E en el relleno entre los Muros D y E (Unidad

1-11) cubriendo el poste colapsado sugiere además que la terminación y rededicación del espacio

ceremonial se conformaba a las ideologías sacrificiales (ver Swenson 2014; Swenson et al. 2011,

2012). La ofrenda de una máscara rota en el acceso indirecto del Sector D y el Spondylus trabajado en el emplazamiento del poste del Sector R probablemente sirvió propósitos similares (Swenson et

al. 2012).

Además el enfoque ritual ha cambiado dramáticamente con la clausura y reconstrucción de las seis plataformas descubiertas en la campañas de 2009 y 2010 (plataformas de Unidad 2-09,

Unidad 4-10, Unidad 2-10, y las tres plataformas superpuestas de la Unidad 5-10—Swenson et al.

2011). Sin embargo, el enfoque de la producción y vivienda posiblemente se quedó en la zona

oriental, como lo demuestra la superposición de múltiples cubos de adobe (para postes) en las Unidades 1-10, 3-10, y 6-11 (Swenson et al. 2010, 2011, y 2012). En las investigaciones del 2012,

hemos tratado de entender mejor estos cambios arquitectónicos y interpretar su significación social

y política. Las excavaciones en bloque en Huaca Colorada en el Sector B en 2010 y 2011 identificaron por lo menos 5-6 principales eventos constructivos en el Sector B incorporando 10 y

12 renovaciones menores (ver también Swenson et al. 2010, 2011, 2012, 2013). Nuestras

excavaciones en el sector B en 2014 fueron diseñadas para confirmar este esquema. La ocupación del sitio fue así considerablemente más permanente y continua que para un buen número de sitios

rurales que fueron testigos de reocupaciones relativamente cortas y episódicas (Swenson 2004). Sin

embargo, basado en un análisis preliminar, Huaca Colorada parece no haber tenido una historia de

ocupación tan larga como San José de Moro, que prosperó por más de 1000 años desde Moche Medio hasta la era Lambayeque (Castillo et al. 2007).

En última instancia, uno de los hallazgos más importante del análisis más reciente en 2012

fue el descubrimiento de la cocina y basurales en frente de la fachada norte de la zona monumental del sector B (las unidades 5-12 y 6-12) (Swenson et al. 2013; Lynch 2013). Las excavaciones de

las Unidades 5-12 y 6-12 han mejorado significativamente nuestra comprensión de la cronología e

historia del asentamiento. Las excavaciones de los basurales de los niveles 2 y 3 en la Unidad 5-12 y los niveles 1B y 5 en la Unidad 6-12 (formando juntos una extensa acumulación de basura)

revelaron que las construcciones posteriores construido justo al Norte del masivo Muro B

perimétrico fechado principalmente a los periodos Moche Terminal y transicional Temprano. En

otras palabras, estos estratos representan los únicos contextos hasta ahora identificados en Huaca Colorada que no datan exclusivamente del periodo Moche Tardío. Estas cuestiones cronológicas e

histórico-culturales básicas requieren más comprobación, un objetivo importante de la temporada

de 2014. En las tres temporadas pasadas, unos pocos tiestos negros y abundante cerámica Cajamarca fue analizada en asociación con la cerámica de línea fina Moche Tardía y vasijas cara-

gollete. En contraste, los basurales superiores y los estratos de las Unidades 5-12 y 6-12 datan

predominantemente del periodo Moche Terminal, Postmoche, y Tansicional. Esta hipótesis está

apoyada tanto por el corpus de cerámica utilitaria y de línea fina asociado con los últimos niveles de basural de las Unidades 5-12 y 6-12. Aproximadamente 90-95% de la cerámica de línea fina

analizada del gran botadero de basura y cocina consistía de cuencos Cajamarca hermosamente

decorados y cucharas (en estilos costeños y serranos), y solamente unos 7 tiestos línea fina Moche Tardío fueron descubiertos en este contexto de basura (ver más atrás). Además, los alfares negros

reducidos Transicionales y Lambayeque Temprano (Sicán) se encontraron en mayores

concentraciones que la línea fina Moche Tardío en el masivo basural cubriendo los cuadrantes Norte de las dos unidades combinadas. Estas frecuencias anómalas de cerámica diagnóstica son

hasta ahora únicas a Huaca Colorada. La cerámica bruñida incluía golletes troncocónicos, elites

con rostros y tocados Sicán, y sapos colgando de asas puente bruñidas. Los tiestos recuerdan

mucho a la cerámica descubierta en los entierros Transicional Temprano y Sicán Temprano excavados en San José de Moro y Batán Grande (Castillo et al. 2007: 66-67, 71; Shimada 1990:

316-320, 328). Los numerosos fragmentos de cuencos Cajamarca son notables por su belleza y


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diversidad, y su variación sugiere que un número de diferentes tradiciones cerámicas Cajamarca

estaban representadas en esta zona de Huaca Colorada.

La cerámica decorada utilitaria e intermedia recuperada del gran basural en las dos unidades provee importante evidencia que el anexo posterior construido en el lado Norte del muro

perimétrico B databa de los periodos Transicional/Sicán Temprano. La vasija para cocinar/servir

más común era el cántaro ondulante, un tipo Moche Tardío que también continuó hasta el siglo X e

incluso inicios del siglo XI como lo indican los estudios cerámicos realizados por Castillo y su equipo en San José de Moro (Castillo 2001; Castillo y Donnan 1994a, 1994b). Lo que es

especialmente significativo es la casi completa ausencia de ollas de plataforma en los Niveles 2 y 3

– una vasija que está confinada al periodo Moche Tardío (las fases Moche tardío A y B de Castillo) (Castillo y Donnan 1994a). En contraste, las ollas de plataforma se encuentran a través del Sector C

y mucho del precinto ceremonial del Sector B (Swenson et al. 2010, 2011, 2012). Vasijas cara-

gollete Rey de Asiria, otro clásico tipo Moche Tardío, fue ciertamente recuperado del botadero de

las dos unidades pero no en las mismas densidades que el basural del festín descubierto en el lado Oeste de la cámara ceremonial excavada en la Unidad 4-10 (Swenson et al. 2011: 120-122).

Las excavaciones de la Unidad 5-12 y 6-12 también probaron que el Muro B funcionaba

como un importante límite simbólico y físico en Huaca Colorada. La preparación de alimentos y el arrojo de basura estaban concentrados justo al Norte del imponente y monumental Muro B,

mientras que los precintos ceremoniales hacia el Sur y el Oeste estaban significativamente más

limpios y carecían de estos depósitos de desechos. Las excavaciones de las unidades 5-12 y 6-12 indican además que durante mucho de la

historia del sitio, las actividades de preparación de alimentos, producción artesanal y arrojo de

basura definieron el núcleo de las prácticas sociales realizadas en el límite Norte del Sector B. Esto

es decir, el área justo al Norte del Muro B parece tener más en común con el área doméstica y productiva del Sector A que con los precintos ceremoniales más elaborados y especializados del

sector B. Sin embargo, la intensidad del arrojo de basura, la complejidad de la estratigrafía, y las

mayores y más sustanciales construcciones excavadas en las unidades 5-12 y 6-12 señalan hacia una escala y organización de la producción única al sitio. En otras palabras, hipotetizamos que los

basurales, fogones, batanes y construcciones de muros encontradas inmediatamente al Norte del

Muro B formaban parte de un área productiva que proveía al sector ceremonial con alimento, cerveza de maíz y otros bienes para festines y rituales representados en los elaborados precintos al

Sur del Muro B. La cantidad de basura amontonada descubierta en las Unidades 5-12 y 6-12 fue

quizá parcialmente generada como subproducto de la preparación de alimentos y sus actividades

relacionadas. Además, esta basura parece simplemente haber sido dispuesta en la vecindad inmediata de fogones y lugares de cocina. Esto explica porque los grandes fogones de chicha y los

pisos estaban construidos directamente sobre grandes depósitos de basura. Al mismo tiempo, las

prácticas de consumo claramente generaron mucho de los desechos (y la basura no era simplemente desechos de la producción), y las densas concentraciones de huesos de llama, cuencos de fiesta

Cajamarca rotos, y otros detritos probablemente fueron arrojados más allá del Muro B desde las

construcciones ceremoniales más elevadas hacia el Sur. Como ya se mencionó, botaderos similares

de festines fueron registrados en el lado Oeste de la cámara ceremonial hundida en las Unidades 4-10, 8-11 y 9-11 (Swenson et al. 2011: 120-126, 2012). Las Unidades 1-14 y Unidad 8-14 tienen la

intención de arrojar luz sobre la ocupación Transicional al sitio.

Huaca Colorada está también caracterizada por extensas zonas domésticas localizadas en espolones situados al norte y sur del complejo ceremonial y residencial de elite (Swenson et al.

2009, 2010, 2013). Ciertamente, el análisis de las 4 temporadas pasadas se probó crítico para

mejorar significativamente nuestra comprensión de la gramática espacial global y la organización social de la vida residencial en Huaca Colorada (Swenson y Chiguala en prensa). Aunque ciertos

patrones clave identificados por primera vez en las campañas 2009 y 2010 fueron confirmadas por

la temporada de campo 2011 y 2012, las excavaciones demuestran que el Sector C estaba

caracterizada por una ocupación más compleja y variada de lo anteriormente registrado. Por ejemplo, las dos plataformas (Rasgos 5 y 11) descubiertos en asociación con los formidables muros

y extensos pisos de la Unidad 11-11 y la Unidad 2-12 revelan la probable presencia de individuos

de mayor estatus en esta zona doméstica inferior. El descubrimiento de estas construcciones sugiere


29

____

intensamente que prácticas funerarias y rituales no estaban confinados al núcleo monumental del

Sector B.

De hecho, la elaboración del promontorio sur del Sector C corresponde con el descubrimiento de concentraciones más altas de mineral de cobre en las laderas inferiores de esta

zona e implementos de cobre terminados en las capas de relleno de las Unidades 4-09, 11-11, 9-12

(Swenson et al. 2010, 2012 y 2013). En contraste, parece que las evidencias materiales de

fundición, vaciado y acabado estaban dispersas hacia el norte de estas estructuras más formales, en el cuadrante sur-central del Sector C asociado con construcciones residenciales provisionales y

efímeras (Unidad 4-11, 7-11, 10-10, 6-10). Esto es decir, parece que la producción/residencias de

bajo estatus y posiblemente la supervisión del intercambio/administración estuvieran espacialmente segregadas en el Sector C. Por supuesto, excavaciones futuras y ensayos estadísticos de la

distribución de los artefactos de cobre y pozos de quema son requeridas para confirmar esta

interpretación. Como una hipótesis que requiere comprobación, puede razonablemente

argumentarse que las elaboradas construcciones de la Unidad 11-11, 2-12, 9-12, y 4-09 sirvieron como un área formal de recepción y distribución, donde diferentes grupos (peregrinos, artesanos,

elites) se reunieron para intercambiar bienes incluyendo materia prima u objetos terminados de

cerámica y cobre. Los depósitos formales descubierto en la Unidad 9-12 apoyan esta hipótesis. Esta hipótesis está apoyada también por una concentración más alta de mineral (traído al sitio) y los

objetos terminados de cobre (¿Para exportación?) recuperados de esta zona más al sur. Está

apoyada además por la estratégica ubicación de estas elaboradas construcciones en la punta sur de la huaca directamente sobre la Pampa de Mojucape.

Las excavaciones del 2011 y sin embargo confirmaron que mucho del Sector C y Sector A,

al norte de la Unidad 4-09 y 11-11, sirvieron como una zona doméstica y productiva probablemente

para migrantes estacionales de bajo estatus (Gatavekas 2011; Swenson et al. 2010, 2011). Tres años de excavaciones sugieren que la ocupación fue estacional, efímera, pero cíclicamente

recurrente (Swenson et al. 2011, 2013). En contraste a las construcciones monumentales en el

Sector B o el área formal ritual-receptiva del área 11-11, no más de dos a cuatro pisos superpuestos se hallaron a través de mucho del cuadrante surcentral del Sector C como fue confirmado por las

excavaciones de las Unidades 4-11, 5-11 y 7-11 descritas más atrás). Los cambiantes y

superpuestos pisos construidos sugieren que la masa de la población de Huaca Colorada solamente habitó el sitio estacional o periódicamente. De hecho, las construcciones domésticas de la Zona C

están caracterizadas por su notable diversidad. Los cimientos de muros de adobe, pisos enlucidos, y

rasgos cuidadosamente construidos están yuxtapuestos con superficies de uso efímeras y cimientos

improvisados. Este heterogéneo contexto podría indicar tanto la interrelación del espacio exterior e interior y a ocupaciones secuenciales caracterizadas por expeditivas reconstrucciones parciales. El

intercalado de delgados lentes de arena eólica (como demostró en las Unidades 5-11 y 11-10),

indexando el abandono a corto plazo, con pisos de arena compactada tanto como enlucidos demostrando que un buen número de los habitantes de la huaca vivieron allí durante ciertos

periodos del año. La ocupación periódica está además indicada por la rápida conversión de

espacios habitacionales en basurales y por la común destrucción de los espacios habitacionales

efímeros (caracterizados por no más de 1 o 2 pisos) por eventos constructivos posteriores que se desviaban de la configuración de las plantas arquitectónicas anteriores. Las piernas cortadas del

entierro del Rasgo 5 en la Unidad 5-11 proveen evidencia de una reorganización bastante azarosa

del espacio residencial en el Sector C. Además, pisos enlucidos delgados y frágiles circunscritos por pequeños adobes alargados (como está documentado en las Unidades 11-10, 4-11, 5-11, 7-11)

aparentan estar construidos en una temporada de ocupación y quizá abandonados poco tiempo

después. Estas inusuales unidades de pisos flotantes salpican la superficie arenosa del Sector C; los habitantes que regresaban obviamente no siempre se sintieron compelidos a restablecer sus

estructuras residenciales en exactamente la misma ubicación, pero construyeron expeditivamente

unidades de pisos comparables durante las reocupaciones subsiguientes del asentamiento. Los

fuertes vientos y rápida acumulación de arena podría haber enterrado y dañado los pisos anteriores en una sola temporada, fomentando así la construcción expeditiva de nuevos segmentos flotantes

de pisos (ver más adelante).


30

____

La evidencia combinada sugiere que las comunidades descendían a Huaca Colorada

durante estaciones particulares para cumplir con sus obligaciones tributarias y tomar parte de las

festividades religiosas asociadas posiblemente relacionadas a la producción de cobre. Durante otros intervalos de tiempo, quizá asociados con la estación agrícola, estos grupos pueden haber residido

en caseríos más pequeños en asociación con los campos agrícolas rodeando Huaca Colorada o en

los asentamientos de ladera distinguidos por terrazas domésticas y arquitectura ceremonial de

piedra (Dillehay et al. 2009; Swenson 2004). Las cuatro unidades abiertas en el Sector A en el 2012 representan el mayor bloque de

excavaciones jamás realizado en el área doméstica más septentrional de Huaca Colorada, y el

análisis ha probado invaluable en mejorar nuestra comprensión de la gramática especial y los ritmos temporales de la vida residencial que ocurrió en el Sector A (Swenson et al. 2013). El

hallazgo más importante de las cuatro excavaciones es que el Sector A tiene mucho más en común

con el área doméstica del Sector C de lo previamente supuesto. Ocupaciones más prolongadas y

formales aparentan haberse alternado con fases de abandono y ocupación estacional o temporal. La construcción de pisos formales al interior de las viviendas delineadas por bases de muros de adobe

y cubiertas posiblemente señala fases de ocupación más permanente, mientras pisos de base de

arena podrían indicar periodos de campamentos episódicos a corto plazo en el sitio. La yuxtaposición y superposición de pisos enlucidos y basados en arena en las unidades 3-12, 7-12, 4-

12 y 8-12 ha sido ampliamente documentada en el Sector C hacia el Sur (Swenson et al. 2011,

2012, 2013), y este patrón podría simplemente apoyar el argumento que la ocupación principal del asentamiento global era estacional, temporal, pero cíclicamente recurrente. Sobre la base del

análisis estratigráfico, es también razonable concluir que los pisos enlucidos estaban reservados

para funciones particulares, mientras las superficies de uso basadas en arena estaban dedicadas a

otras actividades como la producción artesanal, preparación de alimentos, y arrojo de basura. Sin embargo, es interesante notar que los fogones y detritos de producción han sido documentados en

ambas posibles superficies de uso/basurales (Rasgo 2 en el nivel 1 en la Unidad 8-12) y en los pisos

enlucidos de tapia (Rasgo 10 en la Unidad 8-12). En cualquier caso, parece que los habitantes hicieron uso de ambos tipos de construcciones simultáneamente, y que formaban una unidad

culturalmente significativa de la economía doméstica y vida residencial en Huaca Colorada. De

hecho, los equivalentes de los así llamados pisos flotantes descubiertos a través del Sector C fueron también excavadas en las unidades 4-12 y 8-12 (Nivel 10 y 2 respectivamente) (Swenson et al.

2012: 240-245).

Además, la metalurgia del cobre y otras formas de producción artesanal constituyeron

claramente actividades importantes en el Sector A, y objetos de cobre fueron manufacturados al mismo nivel de intensidad que en el Sector C. El descubrimiento de crisoles, escoria, prilles, hojas

de metal y artefactos terminados en muchos de los niveles de las cuatro unidades provee una

sobrecogedora evidencia que la producción de cobre (especialmente fundido y acabado) jugó un importante rol en la economía doméstica del Sector A (Swenson et al. 2011, 2012, 2013). Además,

el descubrimiento de moldes de cerámica y la masa de arcilla de caolín (en la Unidad 8-12) indica

que la cerámica pudo también haber sido manufacturada en el Sector A, incluyendo variedades de

inspiración Cajamarca que eran centrales a las grandes fiestas realizadas en la zona ceremonial del Sector B (Swenson et al. 2011, 2012, 2013). Otro punto de comparación es que los tiestos Moche

tardío de línea fina parecen superar a los cuencos Cajamarca en los sectores A y C. La distribución

contrasta notablemente con las frecuencias muchos mayores de tiestos Cajamarca recuperados de los basurales rodeando los precintos ceremoniales en el Sector B. Sin embargo, esta hipótesis debe

ser verificada a través del detallado análisis estadístico (un trabajo en curso).

Objetivos específicos de las excavaciones en Huaca Colorada.- La temporada de

excavación del año 2014 se construyó sobre la comprensión interpretativa y descubrimientos de la

temporada de campo de los años 2009, 2010, 2011, y 2012. La trinchera de la Unidad 1-14 (12 x 6

m) fue abierta hasta el oeste de las unidades 6-12 y 10-12 para reconstruir los usos cambiantes de la compleja secuencia de arquitectura residencial y ceremonial caracterizando la zona central-oeste de

la prominencia más alta de la huaca (Fig. 6). El descubrimiento de una serie de corredores, rampas,

escaleras y vanos clausurados en la zona oeste de la huaca indica una historia arquitectónica


31

____

compleja, pero no es claro como los peregrinos o los especialistas rituales realmente accedían a las

principales cámaras ceremoniales desde los distritos circundantes inferiores del sitio (Swenson et

al. 2010, 2011, 2012, 2013). La Unidad 1-14 fue diseñada para identificar rampas o escaleras que posiblemente conectarían con la rampa monumental descubierta en las Unidades 2-11 y 8-11

(Swenson et al. 2012). También permitió el análisis de las dimensiones completa de la fachada del

monumento (el Muro B) y sus relaciones con otros muros, rasgos, y sacrificios excavados

directamente hasta el sur. La Unidad 1-14 fue muy importante también para delimitar los límites de los basurales

enormes de festines encontrados inmediatamente al lado norte de la fachada monumental del Sector

B. Las excavaciones de 2012 revelaron que las construcciones al Norte del masivo Muro perimétrico de la zona ceremonial fechado principalmente a los periodos Moche Terminal y

transicional Temprano (Lambayeque temprano). Estos estratos representan los únicos contextos

hasta ahora identificados en Huaca Colorada que no datan exclusivamente del periodo Moche

Tardío. De hecho, el área al Norte del Muro B estuvo por largo tiempo asociada con la disposición de basura y áreas de cocina asociadas con fogones, bases de muros, manos y metates (Gumerman

2010). Esta continuidad es evidente a pesar de los cambios estilísticos en la estratigrafía entre una

ocupación Moche y Lambayeque temprano. Entonces, hemos documento un cambio cronológico pero también continuaciones en las temporalidades de las prácticas sociales. Evidentemente, en la

era postmoche, el acto de celebrar festines en el espacio simbólicamente cargado de la Huaca

continuaba siendo un importante objetivo de la comunidad. Sin embargo, la obsesión anterior con renovar constantemente la arquitectura ceremonial ya no parece haber estado investido con mucha

importancia religiosa o simbólica. Entonces, los datos sugieren que las temporalidades de los

prácticas sociales y rituales de festines habían continuada, pero ha sido un cambio significativo en

las ideologías de la historia y la regulación política del calendario. Esta contradicción entre la continuidad en los ritmos festivos a Huaca Colorada y la discontinuación de la renovación continua

y sacrificial del núcleo monumental puede ser significativa para entender los cambios políticos y

religiosos entre los periodos moche y Lambayeque. Por último, la Unidad 1-14 ayudará a resolver este problema importante.

Además hemos abierto tres unidades en la zona sureste del Sector B, una de las últimas

áreas del sector monumental que no hemos excavado (Fig. 6). En la superficie, las traces de terrazas y muros interconectados sugieren que la arquitectura en esta zona es elaborada y

necesitamos confirmar si hubo una fachada substancial que separó el Sector B elevada del Sector C

abajo al sur. Planificamos de excavar la Unidad 2-14 (6 x 9 m) directamente al sur de la Unidad 6-

11 para identificar y estudiar todos los pozos de poste de adobe que dominan la zona este del Sector B. Como explicamos abajo, esta unidad es una de la más importante excavada en 2014. En

realidad, la zona sur del Sector B mereció más excavaciones y es la zona del núcleo monumental

menos investigado de la zona monumental. Hemos también excavado las Unidades 3-14 (6 x 6 m) y 4-14 (6 x 10 m) al sur de la Unidad 2-14 para clarificar los patrones de acceso entre la zona este y

el precinto central y otras sectores de la zona monumental. También el análisis va a iluminar las

fases y los significados de la reconstrucción. Además la ampliación de la excavación mejorará en

esta zona nuestra comprensión del más amplio contexto social, político y económico de las actividades productivas y residenciales a largo plazo asociadas con la zona este de Sector B.

Además la trinchera de la Unidad 5-14 (7 x 6 m) se ubicó en la zona central de la extrema

sur del Sector B al lado sur del masivo muro. Esta pared divide la Huaca en un eje este-oeste y separa el Sector B del Sector C. Este Muro empieza en el Sector E al este, cerca de Tecapa, y se

extiende más que 200 m, subiendo la huaca antes de descender al lado oeste en la llanura del Sector

D. Las formas de los adobes en porciones de este muro visibles son parecidas a los muros de Tecapa y sugieran que este muro enorme fue construido por los Chimús o Chimú Inka. Sin

embargo, es posible que componentes de este muro en la zona alta de Sector B—visible en fotos

aéreas pero ahora enterados en arena—fueron originalmente construidos por los Moche. De toda

manera, una excavación de este muro fue imperativa para entender los límites físicos y simbólicos de la Huaca y también para reconstruir puntos de acceso entre el Sector B y C.

Por lo tanto, esta investigación en el Sector B fue orientada a reconstruir la posible

compartmentalización y especialización del espacio en el terraplén superior del monumento, y


32

____

verificará si la extrema sur del sector B funcionó exclusivamente como una residencia privada de

alto estatus durante fases específicas de la historia de la huaca. Las excavaciones planeadas de la

temporada 2014 refinarán además las interpretaciones sobre los aspectos monumentales y representacional percibido del principal montículo aterrizado. En otras palabras, las excavaciones

adicionales se requieren para reconstruir la morfología original y propiedades simbólicas de la

disposición arquitectónica original de la huaca.

Adicionalmente, cuatro unidades fueron abiertas en los sectores domésticos y inferiores de A y C. Las excavaciones de 2009, 2010, 2011, y 2012 han confirmado que el principal

componente doméstico del sitio estaba localizado en estos dos sectores. Entonces, las excavaciones

en estas zonas arquitectónicamente delineadas son esenciales para interpretar la organización socioeconómica, historia ocupacional y significado político religioso del asentamiento de Huaca

Colorada de forma global. Las excavaciones de 10 unidades en el Sector C han revelado muros de

adobe, postes, pisos de ocupación, fogones, fusayolas, y restos orgánicos. Ciertamente, las

excavaciones en el Sector C estuvieron dirigidas a completar el importante objetivo de investigación de interpretar correlaciones significativas o contradicciones en la organización,

semiótica y experiencia del espacio residencial privado y la arquitectura pública. En cualquier caso,

un estudio contextual apropiado de los ricos datos artefactuales y arquitectónicos obtenidos en el Sector B solo pueden ser alcanzados a través de la comparación con otras zonas y escenarios

arquitectónicos definiendo el sitio en conjunto. Las excavaciones en el Sector C demostraron que

esta zona particular estaba asociada con actividades de consumo y también productivas. La elevada cantidad de artefactos de cobre indica también que la producción metalúrgica se realizó en el sector

C. Entonces las excavaciones van a probar si los ―pisos flotantes‖ pueden haber funcionado como

los principales espacios de cocina y actividad (como lo sugieren los desechos artefactuales de las

Unidades 4-11 y 7-11), mientras las compactadas superficies de uso arenosas habrían delineado áreas de producción de cobre y cerámica así como de preparación de alimentos.

Asimismo hemos extendido nuestra excavación hacia el norte de la Unidad 11-11, 2-12 y

9-12, la zona más elaborada del Sector C. La Unidad 9-14 (6 x 6 m) ha confirmar si hay más estructuras especializadas y almacenes al norte y oeste de esta área administrativa (ver abajo).

Como una hipótesis que requiere comprobación, puede razonablemente argumentarse que las

elaboradas construcciones sirvieron como un área formal de recepción y distribución, donde diferentes grupos (peregrinos, artesanos, elites) se reunieron para intercambiar bienes incluyendo

materia prima u objetos terminados de cerámica y cobre. Como explicamos arriba, esta hipótesis

está apoyada por una concentración más alta de mineral (traído al sitio) y los objetos terminados de

cobre (¿Para exportación?) recuperados de esta zona más al sur. Además la excavación ha determinado la extensión de muros largos en esta área. Confirmamos si los muros han funcionado

para separar bloques distintos de residencias (ver Swenson et al. 2013).

La excavación de 8 unidades en el Sector A al norte de Sector B se probó que este área ha sido una amplia y diversa zona domestica también. Por lo tanto, las excavaciones de 2014 van

iluminar los patrones emergentes de la organización del espacio domestico y productiva de la Zona

A. Las unidades 6-14 y 7-14 amplificarán la muestra de contextos domésticos en la zona

residencial del Sector A y probarán si la habitación al sitio fue mayormente episódica y estacional como indican los datos de las temporadas anteriores (Swenson et al. 2013; Swenson y Warner

2012). Sin embargo, la Unidad 6-14 (6 x 6 m) se ubicó al norte de la Unidad 12-11 para entender si

la arquitectura elaborada en la zona suroeste de la Zona A confirmará que la ocupación más permanente se caracterizó esta área de la Huaca. También, hemos descubierto mucho cobre en la

zona este del Sector A, y la Unidad 6-14 ha arrojado luces sobre la magnitud y el contexto social de

la organización laboral de la producción de metal, cerámica y tejido (ver abajo). Además la Unidad 7-14 (6 x 6 m) se ubicó en la zona oeste-central del Sector A,

directamente al sur de la Unidad 13-11, para determinar si hay un cementerio formal en la parte

central-norte del Sector A. En la Campaña de 2011 hemos descubierto un entierro de una mujer con

ofrendas de cerámica (Unidad 13-11; Swenson et al. 2012). Este contexto fue asociado con pisos de uso y producción pero la evidencia puede indicar que más entierros se ubican al sur de la Unidad

13-11. El hallazgo de arquitectura formal y tiesos post-Moche en esta unidad ha mejorado nuestro

entendimiento del centro (ver abajo). Huaca Colorada no parece haber sido un sitio funerario


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____

importante, pero tenemos que confirmar esta hipótesis. Por fina, la Unidad 8-14 (6 x 6 m) se ubicó

en la extrema sur de la Zona A, 5 m al norte de las Unidades 5-12 y 6-12 y 15 m al sur de La

Unidad 13-11 para verificar si hubo un componente domestico transicional en esta zona del sector residencial. La cerámica de la superficie en esta zona y las excavaciones de los niveles arribas en

las Unidades 5-12 y 6-12 sugieran que el sitio fue ocupado para una comunidad pequeña

Transicional/Lambayeque temprano durante la época post-Moche (AD 850-1000). Parece que esta

ocupación fue concentrada en la zona sur del Sector A. Por último, esta excavación ha probado si la vida material y las construcciones domesticas han cambiado en relación con las transformaciones

posibles en la ideología religiosa y política.

C) Trabajo de Gabinete

La etapa final de investigación del año 2014 implicó el análisis de cerámica y muestras de suelo en el laboratorio de Pacasmayo, para flotación, así como análisis de la organización espacial

y ritual de la arquitectura. El análisis de datos fue sensible a los temas centrales del problema a

investigar. Primero, el análisis de la cerámica estuvo dirigido a ayudar a descifrar el contexto de los programas rituales, domésticos, y administrativos llevados a cabo en los tres conjuntos

ceremoniales. Por ejemplo, el descubrimiento de un gran número de vasijas de almacenamiento y

vasijas para beber en plazas, grupos de patios o cámaras con banquetas de adobe podría sugerir plenamente que las ceremonias festivas tuvieron lugar en tipos particulares de espacio construido;

esto será complementado con los estudios multidisciplinaros de los diferentes materiales a

recuperarse durante las excavaciones.

Los análisis de los materiales arqueológicos e información serán:

- Análisis estratigráfico: Permitió identificar la secuencia ocupacional de los conjuntos y

del sitio, para esto, los diversos materiales recuperados a través de las excavaciones fueron separados por contextos de cada unidad de excavación, luego se interrelacionaron con sus capas

y/o niveles respectivos.

- Cerámica: Para este análisis se tomaron en cuenta atributos como la morfología de las vasijas, decoración y composición de la pasta.

- Restos Orgánicos: Su análisis fue realizado por personal especializado del Centro de

Investigaciones Arqueobiológicas y Paleoecológicas Andinas del Laboratorio de Bioarqueología de

la Universidad Nacional de Trujillo. Esto permitió identificar las especies vegetales y animales representadas en cada complejo, lo cual servirá para establecer aspectos vinculados al acceso a los

recursos naturales, la producción de alimentos, su variabilidad y distribución en los diferentes

sectores (Apéndice 1). - Fechados Radiocarbónicos: Se viene realizando el trámite de exportación de ocho (08)

muestras de carbón para análisis radiocarbónico, que se llevará a cabo en el laboratorio Beta

Analityc.

D) Manejo y depósito actual de los materiales recuperados

Los materiales arqueológicos recuperados y recolectados durante las excavaciones, luego

de ser analizados por los diferentes especialistas para los fines del presente informe, continúan en el Gabinete del Proyecto con la finalidad de continuar con análisis más específicos, para lo cual se ha

solicitado su respectiva custodia a la Dirección Desconcentrada de Cultura La Libertad del

Ministerio de Cultura, en Huaca Arco Iris. Estos materiales serán comparados con los de futuras

temporadas de investigación en el sitio. El inventario de materiales, es adjuntado al final de este documento (Apéndice 3).


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6 /

DESCRIPCIÓN DE LOS TRABAJOS DE CAMPO

Los trabajos de campo comprendieron a Jatanca y Huaca Colorada, excavando cuatro

unidades, que a continuación describimos, indicando las coordenadas UTM WGS 84 de su ángulo Sureste.

A) Excavaciones en Jatanca

En Jatanca, se realizaron excavaciones en los conjuntos 1 y 2.

UNIDAD SECTOR DIMENSIONES NORTE ESTE ELEVACIÓN

Unidad 1 – 2014 C1 3 x 2 m 9179907.142 670029.882 72.817

Unidad 2 – 2014 C1 7.1 x 7.2 m 9179961.108 670029.882 72.817

Unidad 1 – 2014 C2 5.15 x 5.7 m 9179986.022 670057.708 72.567

Unidad 2 – 2014 C2 5.4 x 1.65 m 9179994.226 670071.485 73.205

Conjunto 1

En este conjunto, se realizaron dos unidades de excavación (Fig. 6).

Conjunto 1, Unidad 1–2014

La Unidad 1-14 fue abierta a lo largo del lado este del Ambiente 64 en la Zona 5

aproximadamente dentro del área centro-oeste del Conjunto 1 (Warner 2010). Este ambiente mide

8 x 10 m de área y forma parte de una serie de pasadizos y cámaras rectangulares interconectadas

(Figs. 6 y 7). Las coordenadas UTM de este ambiente medidas desde el punto central son E0670020/N9179902. El subdatum de este ambiente fue localizado sobre la cima del muro este,

aproximadamente a 1 metro de la esquina sureste del ambiente. Habían dos entradas directas al

Ambiente 64: una localizada en la esquina suroeste y la otra en la esquina noreste. A pesar de la presencia de dos entradas, parece ser que este ambiente estuvo reservado para actividades

relativamente privadas ya que solo se podía acceder moviéndose a través de una serie de pasadizos

y ambientes anidados (Figs. 6 y 7). Por ejemplo, para poder acceder al cuarto por la entrada suroeste, uno primero necesitaba pasar a través de al menos 3 ambientes y un largo corredor. De

manera similar, entrar a través del vano noreste habría requerido pasar a través de 5 ambientes

incluyendo la plaza monumental y una terraza ceremonial elevada que albergaba las dos

plataformas con rampa en oposición de espejo (Swenson et al. 2008, 2009, 2010; Warner 2006, 2010).

El Ambiente 64 fue elegido para excavaciones en el 2014 para resolver un número de

importantes preguntas relacionadas con la organización espacial de las prácticas sociales definiendo la masa interior laberíntica del Conjunto 1. El primer objetivo fue determinar si un


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____

basural fue arrojado en este ambiente, y si estos desperdicios representaron los subproductos de las

actividades de producción o ceremonias relacionadas a festines.

Fig. 6.- Plano del Conjunto 1, indicando las unidades de excavación (Escala 1:1 000)


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____

Fig. 7.- Conjunto 1, Unidad 1-14.

Un pozo de cateo de 2 m x 75 cm abierto por John Warner en 2005 (C1-Unidad 3-2005) en

la esquina sureste del ambiente a lo largo del Muro B reveló la presencia de dos niveles estratigráficos hechos de arena dura y compacta que descansaban sobre un piso de barro de alta

calidad. Los dos niveles de arena compacta contuvieron abundantes restos reminiscentes de un

basural, incluyendo huesos de animales, conchas, y numerosos tiestos de cerámica diagnóstica utilitaria (Warner 2010). A la luz de los descubrimientos de cerámica diagnóstica in situ, un

hallazgo extraño en Jatanca, se requería una excavación en área de la cámara 64. Además, los

basurales laminares poco profundos expuestos en el Conjunto 1 han sido identificados en

ambientes más pequeños y menos elaborados situados al noroeste del eje principal de arquitectura ceremonial y cámaras internas meridionales asociadas con pisos sólidos, banquetas, agarraderas de

cerámica y emplazamientos formales de postes. Por lo tanto, el Ambiente 64 se presentaba como

una posible anomalía (ya que estaba posicionado en el cuadrante centro-oeste del conjunto), y su excavación se consideró necesaria para mejorar nuestra comprensión de la compartamentalización

de las áreas de actividad y la organización del espacio dentro de este gran conjunto en Jatanca.

Desafortunadamente, una gran duna de arena ha inundado la parte suroeste del Ambiente 64; como resultado, los excavadores fueron forzados a limpiar una porción mucho más pequeña del

ambiente de lo que inicialmente se había planeado. Al final, la Unidad 1-2014 midió 3 m (norte-

sur) por 2 m (este-oeste) y se ubicó en el cuadrante sureste de la cámara (Fig. 8). El límite sur de la

unidad coincidió con el límite norte de C1-Unidad 3-2005, mientras el límite este estuvo delimitado por el Muro A, que corre de norte a sur. El límite septentrional de la unidad estuvo arbitrariamente

localizado a 3 metros al norte de la línea meridional de la excavación y el límite occidental fue

ubicado a 2 metros al oeste del Muro A. Cabe mencionar que los Muros A y B empalman formando la esquina sureste del Ambiente 64, y se extienden más allá de los parámetros de la

unidad de excavación. Sobre el nivel de la arenosa sobrecarga superficial, estos dos muros de tapia

estaban severamente erosionados debido a su exposición a los elementos. Estos muros serán descritos en mayor detalle más abajo.

La matriz arenosa superficial estuvo compuesta de arena eólica suelta de color marrón

grisáceo, esencialmente la misma duna de arena que rodea el núcleo de Jatanca. Por razones de

control de procedencia, los 5 primeros cm de la sobrecarga se designaron como la superficie, mientras que la arena que se encontraba debajo, ligeramente más compacta, se designó como Nivel

1. Sin embargo, el Nivel 1 representa una continuación de la duna de arena y no debe ser tratado

como un contexto cerrado (ver más abajo). A lo largo del paramento oeste del Muro A, la sobrecarga superficial estuvo parcialmente compuesta de capas delgadas e intermitentes de un duro


37

____

pero frágil muro de tapia derretido mezclado con arena eólica. El derretimiento fue probablemente

hecho por daño de agua asociado con los eventos periódicos de El Niño.

Se recuperó poco material orgánico y artefactual del nivel superficial dentro del Conjunto 1 de la Unidad 1-14. Los materiales orgánicos estuvieron ligeramente dispersos a través de la

superficie de la unidad, sin concentraciones significativas notadas por los excavadores. Algunas

pequeñas cantidades de hueso animal y conchas fueron notadas, incluyendo cuatro huesos de llama

y 15 NMI de moluscos, principalmente donax y algunos polinices uber (ver Apéndice 1). Además, algunos fragmentos de cerámica (tiestos de cuerpo sin decorar) se presentaron dentro del contexto

superficial de la unidad. Basándonos en el color y la composición de la pasta, todos los tiestos

parecen datar del Formativo Tardío, incluyendo tinajas, cántaros y ollas que fueron comúnmente usados en Jatanca (ver Warner 2010, Capítulo 4).

La sobrecarga superficial estuvo directamente superpuesta sobre el Nivel 1 (Fig. 9), un

estrato de arena eólica de color marrón grisáceo. Esta capa se distinguía de la capa superficial de 5

cm de espesor, por tener una alta concentración de tapia rota derretida que se encontró a lo largo del borde este de la unidad, midiendo los fragmentos de tapia menos de 10 cm de diámetro.

Mientras que la vasta mayoría de este nivel no contenía mucho material de importancia

arqueológica, algo de carbón, conchas (principalmente donax), pequeñas lascas, y astillas de huesos inidentificables (algunos de los cuales habían sido quemados) fueron distinguidos por los

excavadores. Los restos orgánicos recuperados del Nivel 1 incluyeron 65 NMI de moluscos de

diferentes especies, así como también 1 pez y 12 huesos de llama (ver Apéndice 1). Además, tiestos diagnósticos y de cuerpos de vasijas fueron recuperados del Nivel 1, incluyendo un

fragmento de asa sin decorar, un rallador, un pequeño tiesto de cuerpo una línea incisa y tres bordes

simples posiblemente asociados a un cántaro simple. En general, estos tiestos fueron pequeños y

estuvieron en muy malas condiciones. Se debe notar que la concentración de material arqueológico significativo se recuperó de este nivel en la esquina sureste de la unidad. El Nivel 1 midió

aproximadamente 40 cm de profundidad.

Fig. 8.- C1, U1, Nivel Superficial. Fig. 9.- C1, U1, Nivel 1.


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Debajo de la capa superficial de arena eólica y del Nivel 1 se encontró un nivel de

escombros muy compacto de color marrón grisáceo (Nivel 2). Si bien esta capa fue continua a

través de toda la unidad, tendió a ser más gruesa cerca al Muro A, y más delgada hacia el oeste, cerca del centro del ambiente. En general, los escombros se adhirieron al piso de abajo (Nivel 3), y

el nivel midió de 20-30 cm de grosor, con el segmento de mayor espesor a lo largo del Muro A.

Como es típico a través de todo Jatanca, cuando se comparó con la capa superficial de

arena eólica, el nivel de escombro contuvo una mucha mayor concentración de artefactos y ecofactos asociados. Por ejemplo, los excavadores recuperaron 133 moluscos de diferentes especies

junto con huesos de peces, roedores, perro y llama (ver Apéndice 1). Numerosos elementos líticos

y de cerámica fueron también excavados de esta capa de escombros del Nivel 2. Con respecto a lo lítico, dos pequeñas lascas y dos ―choppers‖ o ―hachas de mano‖, fueron encontradas dentro de los

escombros (Fig. 10). Las lascas fueron relativamente pequeñas – menos de 3 cm de largo – con una

de forma bifacial retocada, mientras que la otra terminaba en una punta bastante afilada. Ambas

herramientas fueron hechas de piedra de pobre calidad, probablemente chert y no sílex, que puede encontrarse disperso por todo el sitio. Las dos hachas de mano son relativamente grandes y habrían

cabido cómodamente en una mano humana. Una de las hachas tenía forma de pentágono, había

sido embotada en tres de sus lados, y retocada hasta ser afilada en los dos lados restantes. Este implemento fue relativamente delgado (aproximadamente 3 cm de grosor), aproximadamente de 5

cm x 6 cm de largo y ancho y hecho de un material gris sucio parecido al chert. La otra hacha de

mano tomó la forma de un cuadrado aproximado que tenía un borde muy bien redondeado o festoneado. El lado cuadrado tenía un ángulo muy recto, mientras que el lado redondeado era un

arco bien acabado que terminaba en un borde relativamente cortante que había sido afilado. Esta

herramienta era relativamente delgada (cerca de 2 cm de espesor), aproximadamente de 8 cm x 10

cm y estaba hecha de roca sedimentaria que parecía ser de origen parecido al de la pizarra.

Fig. 10.- C1, U1, Nivel 2, Restos líticos. Fig. 11.- C1, U1, Nivel 2, Fragmentos de cerámica.

Numerosa cerámica (n=23) fue también recuperada del Nivel 2. Entre los tipos funcionales comunes (n=20) estuvieron un número de ollas tipo 1, cántaros tipo 2, cuencos tipo 4 y tipo 9,

algunos de los cuales tenían bordes con muescas (ver Warner 2010) (Fig. 11).La decoración

superficial asociada con estas vasijas fue mínima, y estuvo confinada a la aplicación rápida de simple engobe rojo o crema – especialmente a lo largo del borde exterior y/o interior. El engobe

crema es casi siempre descuidadamente aplicado a un área que se extiende desde el labio hasta el

cuerpo, mientras que el engobe rojo tiende a estar más cuidadosamente pintado, típicamente en una

banda delgada que está confinada al borde de la vasija. Tres tiestos adicionales también fueron recuperados de este nivel y estuvieron pintados en

negativo. Estos tiestos fueron todos pequeños (<3 cm de largo), delgados, y hechos con una pasta

de alta calidad que tenía pocas inclusiones no plásticas. Ninguno de los tiestos pudo ser unido, pero dos de ellos utilizaban un patrón ondulante simple de líneas paralelas y parecen haber provenido de

la misma vasija. El tercer tiesto también usaba la decoración de líneas paralelas, pero las líneas


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parecen haber sido relativamente rectas e incorporaban al menos un punto en el motivo general

(Fig. 11).

Una vez que todos los escombros fueron removidos, los muros y piso (Nivel 3) del Conjunto 1 Unidad 1-14 pudieron ser examinados en detalle. En general, la porción del Muro A

que había sido cubierta por arena y escombros estuvo bien-preservada. Este muro fue de alguna

manera único en términos de construcción y estuvo compuesto de dos hileras paralelas y

empalmadas de tapia, formando lo que podría llamarse un ―muro doble‖. El muro hacia el este es más grande (aproximadamente 2.1 metros de altura x 1 metro de espesor) que el muro adosado al

oeste, que tiene casi 1.3 metros de altura x 0.6 metros de espesor. El enlucido del paramento oeste

de la alineación occidental del Muro A estuvo pobremente preservado, mientras que el enlucido del paramento oeste de la alineación oriental del Muro A se encontraba en excelentes condiciones. De

hecho fue imposible determinar el tamaño de los segmentos de tapia subyacentes usados para

construir esta porción del muro. En general, sin embargo, parecía como si los segmentos de tapia

usados para construir ambos muros fueran relativamente largos – mucho más largos que los típicos segmentos de conjuntos de Jatanca. Además, la cima de la alineación occidental del Muro A no

estuvo protegida por la arena eólica y por ende estaba fuertemente erosionado, resultando un forma

en pendiente. Esta alteración fue evidente a lo largo del eje norte-sur del muro y en términos de su espesor este-oeste. El Muro B, aunque no se encontraba técnicamente dentro de la unidad de

excavación, tuvo una altura máxima de aproximadamente 1 metro de altura y un espesor de 0.75

metros. Este muro empalmó con el alineamiento oriental del Muro A, que claramente fue construido primero. Es de interés resaltar que parecía como si la hilera occidental del Muro A

hubiera sido construida después del empalme del Muro B y el alineamiento oriental del Muro A.

En resumen, entonces, la secuencia constructiva del muro es como sigue: la hilera oriental del

Muro A fue construida primero, seguida por la construcción del adosado Muro B, que fue seguida por el asentado de la hilera occidental del Muro A.

Fig. 12.- C1, U2, Muro A, grafiti

Grabado dentro del enlucido del paramento de la hilera occidental del Muro A estuvo un raro grafiti. Esta imagen abstracta, compuesta de líneas rectas, poco profundas, medía

aproximadamente 30 cm (horizontal) x 20 cm (vertical) y se localizaba aproximadamente a 30 cm

por encima del piso del Nivel 1 y a 2.1 metros al sur de la unión de los Muros A y B (Fig. 12). Diez líneas cruzadas superpuestas, cinco de las cuales estaban orientadas verticalmente (líneas 1-5), y

cinco de las cuales estaban orientadas horizontalmente (líneas 6-10), formaban la composición

principal del grafiti en cuestión. Las dos líneas que definían el registro superior y derecho (sur) de

este diseño pudieron haber servido como un límite intencional ya que las líneas intersectadas, a excepción de la Línea 2, termina mayormente cerca de este límite. Es interesante también notar que

las líneas horizontales 3 y 4 comparten un punto de origen sobre la línea 6. Hubo además cuatro

líneas verticales adicionales (11-14), localizadas en la porción izquierda del registro, que no estuvieron ―unidas‖ a la imagen más grande (Figs. 12). Se debe notar que mientras las líneas 6-10 y

11-14 estuvieron orientadas más o menos verticalmente, el eje de los dos grupos varió. Finalmente,


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hubo una depresión pequeña y redondeada en el muro que fue evidentemente incorporada al diseño

general del grafiti. Esta depresión estuvo ubicada entre las líneas horizontales 1 y 3, las verticales 9

y 10, y era intersectada a través del centro por la línea horizontal 2. Aunque este diseño abstracto pueda no haber tenido la intención de ser figurativo, podría representar una red de pescar estilizada.

Como se mencionó, el escombro del Nivel 2 estuvo directamente superpuesto sobre el duro

piso de barro del Nivel 3 (Fig. 13). Había una ruptura poco profunda dentro del piso del Nivel 3

que corría paralela al Muro A a todo lo largo de la unidad. El espesor de la ruptura varía pero tiene un rango entre 30 a 40 cm. En términos de profundidad, la ruptura no se extendió hasta la llanura

desértica subyacente del Nivel 4, sino que terminaba dentro del Nivel 3, solo unos pocos

centímetros debajo de la superficie intacta. A pesar de un examen cuidadoso, no se pudo determinar la causa de la ruptura, aunque parece haber sido posterior a la construcción del piso de

tapia. La porción restante del Nivel 3 que quedó expuesta por la excavación de la unidad estuvo

compuesta por un gran piso indiferenciado que tuvo poco características saltantes. Además, no

hubo evidencia de ninguna actividad de quema sobre la superficie del Nivel 3.

Fig. 13.- C1, U1, Nivel 3.

Fig. 14.- C1, U1, Perfil.

Subunidad A Para poder comprender la secuencia constructiva del piso del Conjunto 1, Unidad 1-14, el

pozo de cateo original de 1.5 m x 0.5 m excavado en 2005 (Warner 2006, 2010) se expandió 25 cm

hacia el norte. También se esperaba que el cateo permitiera a los excavadores clarificar algunas de las interpretaciones preliminares formuladas en el 2005.

La subunidad fue abierta sobre el Nivel 3, y la excavación de este piso de tapia reveló que

estaba pobremente preservado y que tenía varias fisuras grandes que corrían desde su superficie

hasta el relleno subyacente del Nivel 4. Este nivel de color marrón era duro, medía

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