18
ENTtlli LIBROS Y LRCTORES I I'ill, desterrando e1 prejuicio que contribuye a privilc gi:1J' 10 infantil y dasconocer suoestat.~to de objeto de es- I.lldio perteneciente al campo literario. Capitulo 3 1£1 texto literario I-Del estructuralismo a las teorias de la rcccpcion \ L as diferentes corrientes tcoricas se basan en SIl- puestos, metodos y conccpciones de literatura que ~e oponen 0 se complementan entre SI y que gen~- ran modus de aburdaje a los textos litcrarios. Al mismo tiernpo, y aun cuando no es intencion do los teoricos, ill- Iluyen en la escuela a craves de la formacion que 1£1 uni- versidad brinda a 103 alumnus -futuros profesores- en los mementos de vigencia de las distintas posturas teo- rico-criticas. Ofrecernos entonces una breve mirada a las tcorias que influyeron en el campo de la literatura durantelos iiltimos arios. En realidad, Iueron dos los grandcs blo- ques teoricos que, alivianados y simplificados, ticnen presencia en las aulas: las teorias estructuralistas y las teorfas del text.o. EI estrucl.uralismo -que, en realidad, tuvo muy diver- 80S enfoques peru que la institucion escolar recibio extra- madamente simplificado- centro su mirada, en )0 que respects a1 campo literario, cn los elementos exclusivos del discurso de Ia literature, aquellos que 10 podrfnu identificar frente a1 resto de los discursos, preocupaudo se muy particularmente de 811 retorica. Esta b(l~qlWd'l WI m.

TEXTO LITERARIO

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: TEXTO LITERARIO

ENTtlli LIBROS Y LRCTORES I

I'ill, desterrando e1 prejuicio que contribuye a privilcgi:1J' 10 infantil y dasconocer suoestat.~to de objeto de es-I.lldio perteneciente al campo literario.

Capitulo 31£1texto literario

I-Del estructuralismo a las teoriasde la rcccpcion

\

Las diferentes corrientes tcoricas se basan en SIl-

puestos, metodos y conccpciones de literaturaque ~e oponen 0 se complementan entre SI y que gen~-ran modus de aburdaje a los textos litcrarios. Al mismotiernpo, y aun cuando no es intencion do los teoricos, ill-Iluyen en la escuela a craves de la formacion que 1£1uni-versidad brinda a 103 alumnus -futuros profesores- enlos mementos de vigencia de las distintas posturas teo-rico-criticas.

Ofrecernos entonces una breve mirada a las tcoriasque influyeron en el campo de la literatura durantelosiiltimos arios. En realidad, Iueron dos los grandcs blo-ques teoricos que, alivianados y simplificados, ticnenpresencia en las aulas: las teorias estructuralistas y lasteorfas del text.o.

EI estrucl.uralismo -que, en realidad, tuvo muy diver-80S enfoques peru que la institucion escolar recibio extra-madamente simplificado- centro su mirada, en )0 querespects a1 campo literario, cn los elementos exclusivosdel discurso de Ia literature, aquellos que 10 podrfnuidentificar frente a1 resto de los discursos, preocupaudose muy particularmente de 811 retorica. Esta b(l~qlWd'l

WI m.

Page 2: TEXTO LITERARIO

ENTRE LIBROS Y LECTORES I

de la "literariedad", de los rccursos propios del lenguajr-poetico, centro ::.uanalisis en los hmites de 1a frase comoobjeto de analisis para cncontrar en ella rasgos propiosdel Ilamado Ienguaje literario. ASl: en esa busqueda,analiza las distintas cornbinaciones textuales como rea-lizaciones concretes de una estructura basica cornun atodos los textos; es decir, concede notable importancia aIn estructura de 10obra literaria e intcnta reconocer ele-mentos cornunes en Ias distintas producciones,

En sfntcsis, el estructuralismo:a) protcnde encontrar elementos intrfnsecos al dis-

cursu Iiterario que to definan como tal y dilerencien delos otros discursos;

b) postula una estructura basica (lei texto literariocomo rnatriz eatable conum a todos los textos y analizalAS distintas combinaciones textuales como realizacio-nes concretas de eSR matriz;

c) centra su busqueda de la "litorariedad" tiel textofundamentalmcnte en la retorica;

d) plantea una mirada inmanentc al texto, Sill teneren cuenta 10 contextual;

e) sa mueve dentro de los limitcs de la frase -comoen linguistica para analizar los reCUl'SOS retoricos;

I) como consecuencia de la concepcion tIel texto lite-rario como matriz eatable, su mirada no trasciendo loslimites de In obra y deja de Indo al receptor,

Sus aportes Y su mirada cientifica rigurosa, a pesarde las crlticas que ha rccibido, fueron sumamcnte im-portantes como 10 prueba el recollocimiento de 1M teo-das post.eriores.

El esiruduralismo con;;;tituye una corriente que ue-termi.no 1a enseiianza de 1a lit~ratura en 1a segunua mi-tAd de1l:>iglo y sigue vigenle en las practicas de muchas

66

,,'/ lexto litera~rtO~'~ . _

uistitucioncs. Por las suceaivas deva1uaciones a que ~la• ido sometido, derive en Iormas estrechas que sornetie-Ion a los textos a un anciljsis modelico, igual para todos.AHi, la institucion escolar reafirrno el texto como pr~-ducto unico de sentido, ignorando al lector y su capaci-dad de producir Las consecuencias qlle tuvo en la escue-In se pueden rssumir de 1a aiguiente manera:

• derive en un analisis modelico igual para todoslos textos;

• utilizo una mirada deoC1'iptiva para buscar enlos textos elementos ostructurales y form81es: los recur-sos ratoricos;

• !'Iereforz6 la idea, siempre vigcntc en la ascue-la, tie que "el" sentido est.a solamerite en cl texto.

A partir de los afios 70 cc~mifmzan a hncers.~ es<.:ucb,arpropuestaa tc6ricas que rsclaman la superacion de est.Amirada centrada solu en 10inrnancntc a1 texW para em-pe7.RY a considerar 1<1 totalidad del texto liLer~~·jocomouna unidad de sentido y a atcndcr a su relacion con e1contexte. A pesar de que ya en los 30, Bajtin, entreOb'OR, habia iniciado sstudios en tal sent,iuo~ solo en Indet:ada del 70 sc pudo instalar esta perspective.

Las Ilamadas teorfas textuales postulan entonces que:a) el objeto de analisis es el texto y no la frase ya quo

este es mas que In suma de las oraciones que 10 COl'~lpOne~1;b) pam seceder 0.1conocimiento de la obrn Iiteraria

son tan importantes los elementos text.~ales como loscontextuales (el momento histtirico social en que Hl~

produce); ." . . ' ~ 'j _

c) la sanci6n sOCIal decIde que se enllende pm htc 1.1

tUfa en cada contexto;

0'1

Page 3: TEXTO LITERARIO

ENTRE LIBROS Y LEcrORES J

d) la litoratura es una forma de comunicacion social-mente diferenciada por 10 cual aparece como fundamen-tal la instancia del lector-receptor.

Estas propuestas abrieron el estudio literario a va-rias corrientes entre las que se pueden sefialar las teo-rias de la recepci6n, la nueva retorica, la semiotica cul-tural, Ia narratologfa y la pragmatics literaria--.

Todas ellas ofrecen una mirada explicativa para ana-lizar el objeto Iiteratura. En nuestra propuesta con tern-plarnos algunos de sus elementos que nos parecen uti-1es. 81u embargo, y teniendo en cuenta Ia funcion espe-cffica q ue el presente Lexto tiene en cuanto a su preocu-pacion por la prornocion de la literatura y la formaci6nde Iectores, pensarnus que las miradas centradas en e1lector nos olrecen aportes interesantes por la importan-cia que le conceden ell Ia construccion del sentido de laobra literaria.

Estas teorias tienen como algunos de sus exponentesa la teorfa de la recepcirin de Jauss 0 Isser, a la semioti-ca pragmatica de Umberto Eco y, lejos de ofrecer unahomogeneidad, presentan enfoques diversos. Sin em-bargo, hay algunos elementos comunes que pUJden se-fialarse y que sintetizaremos H continuacion:

• se abandona la busqueda de propiedades intrinse-cas del objeto Iiterario y se trata el texto como prod uctosocial e hlstorico tanto en los circuitos de produccion co-mo en los de recepcion;

12. Para ampliar estes tCIl111S ee rccomicnda vcr el texto de PozucloYVi.lIlCOS ciCaua en h.l uiltJiagTafia, ya que ofrece un panorama rip.la>; tAIHJencias te6,.icas contempOl"<lneaS de la literatura.

68

El texto tiierorio

• 5e plantea la posibilidad de una "competencia litera-ria" entendida como construcci6n social de cada indivi-,duo, como capacidad siempre en expansion, de recibir yreconocer como literarios ciertos fen6menos culturales;

• se considera al lector como constituyente del texto,como Lilla estrategia del discurso mismo y se postula laexistencia de un lector implfcito ("lector modelu" paraEco), en pie de igualdad con la voz de In enunciacicn;

• se sostiene la posibilidad de la interpretacion mul-tiple del texto, posibilidad de realizar mas de una lectu-ra del discurso Iiterario;

• aparece el texto literario como ol lugar privilegiadode las "cosas 110 dichas", poseedor de un alto grade deimplicitacion, de silsncios, espacios en blanco que el1ec-tor debe completar,

Asi como el estructuralismo lleg6 a la escuela, tam-bien sobre estas posturas estan llegandu coletazos quesolo circulan alrededor de la idea de que un text.o puedetener mas de una lectura. Pero, de todas las propuestasfundantes de estas miradas teoricas que se centran enla funcion del lector, no quedo ninguna y, e11 nombre dela libertad del lector y las multiples lecturas, solo se ins-Lauro una mirada aun mas liviana y superficial de la li-teratura en la escuela, sin pal"ellu conseguir ni In actua-lizacion de contenidos ni una actitud respetuosa ante Inlectura de los alumnos porquc el lector sigue estandoausente, 10 mismo que la lectura. Los responsables, oneste caso son la Ley Federal de Educacion y las ::'IC(·jo

nes ministeriales que esta desencadeno: los Cunl.ouidu«Basicos Cornunes, la Keel Federal de Capacitaciou , 1'1Plan Social Ec1ucativu y los cursos de perfcccioHl1l1liol1

t.o que se dictaron al amparu de]a Reforma.

nl

Page 4: TEXTO LITERARIO

8NTllli LII::lROSY LECTORES I

A partir del diaguosLico sornero que hicimos de 10.lit.on.rt~lra en la escuela, es que en este libro protcndcmostrabajar ~l teXLO literario desde una mirada tcorica queno se aleje de Ia practica,

2-El texto literario

. No cs posiblo dar una definicion univarsa 1 ciel1iecholitcrario, yo. que su conccptualizacion 1';Urgfl ne un COIl-sens~ 0 acucrdo de las institllcimlAs 8or.-iflll?S en lin de-tcrm~no.do memento hist6rico. Defini r I1n texto como li-torario no dcpondc s6lo de elementos intrmaocos, sinotambicn de como so 10 lee: del modelo rJp.lectu 1'<'1 acepta-do ~ de 10 que cada cpoca considers como litp.l'ar'io. 1£1crttico ospanel Pozuclo Yvancos (89) SO::ltienfl que:

"el recolJOcimielltu dl! un I.H:do como literario no provienetanto de sus propiedades eSJH~crri(;l1H ell'! tipo lingufstico cuan-to de su u.so o funcion en la vida H()c:i}II".

. y a~rcga que csta funcion esta social e hir-:torir.amentedetcrminada, IIist6ricamente por cuanto nn texto nacidoc~mo litcrario en una cpoca puede dejar de serlo em otra vVlccversa: Y en.cuo.mo ala sancion socil'lll'p.cordeHlOs queun tex~o litcrario, cuando llega R nuestras manes, ya ha 1:>1-do dcsignado como tal: es de nn autor; se 1n8<':1'11JI::'en unadnl.(\:mrnada colec:ci6nde Ulla ewLorial, viene rotulado por1"11gene!,l), ~e lu reCOllUCe desde la critico. 0 la o.co.dcmio..

AI J'u::;pedu dit:e T. Eagleton (88):

(·... !locic'mos ubundonnr de una vez po,. LodHH lH ill1sion deq\l(' ,1;1 C'nI.(:g'orln literatul'a es una c(1L~~()rf;.lubjetiva, en el:wnlldo dc' :::iI'r- algo jJlnllLtl':lhl~ d<l(lo IJ(irH t.oda 121 eternidad

70

I l tcxto liierario

c..) Periodos historicos dctcrminados han elaborado paraII!; propios fines un Romero 0 un Shakespeare diferentes y

hn n encontrado en ellos elementos Clue dcbcn valor» rse 0 do-VII luarsc (no nscesa riarncnte los misuros). Dicho cit; otra for-IIIn, las socicdades reescribon, asi sea inconscienterm ..mLe, to-dns las ohras literarias que leon. Mas aun, leer equivaloniempre a reescribir."

Peru no solo a traves del ticmpo las obras literariasudquieren distintos sen Lidos. En una Iectura contempo-I'anea estes textos posibilitan, 0 meier, exigen, variaslectures, que son producto de los distintos publicos quese aduefian de ellas. En la cooperacion entre cl lcctor y1~1tcxto se ccnstruyc e1 significado que nunca es unicosino que eo uno de los posibles scntidos qu(-!un texto Ii-terrrrio perrnite.

Tenicndo en cuenta ostos presupuestos, nuestro con-cepto de literal.ura parte de renonocer la preponderan-cia de 10.funcion estctica del discurso literario como ele·mente constitutive, al igual que su cstatuto ficcional. Elf exto literario e" producto de una escritura de calidadqu~ busca un efecto cstetico en cl lector, desdc su pro-puesta discursivc-pragmatica. Es un discurso que dejaespacios para la coopcracion del lector en la construe- .!Y2cion de uno de ::iUS posibles sentidos y que " .. como ca- etegu"ia. social e hil:>/.orir.a, constit.u.ye 1a evidenc.:ia.decisi· ~)va de Unt~ forma parti<:.u,lo,r del desarrollo social clellp.n· :g

::lguaje" (vViIJjams, 80). ~SEste plauteo, 110debemoR oividarlu; es valido para to- :6

dos los teX(:OR litcrario!:l, incluyendo los de literal.llrn ..gPara chico::;0 adolescenL€R. Tro.nscribimos dos conceptos ro

't~de literaLUl'a que pueden rcsult.ar utiles para pensllr Jl3

_(\)

nuestro objeto, ya qLte Al ejc de ambos cnfoques :..m (;('n

'11

Page 5: TEXTO LITERARIO

ENTRE LIBROS Y I,ECTORES I

L.I'uen el Ienguaje. Uno referido a la litcratura en gene-ral y otro para Ia Iiteratura infantil:

"J:!.:J discurso litcrario es caracterizado como un diRCUJ.'SO

connotativo, ficcional, plurfvoco, autorreferencial, donde pre-domina Ia funcion poetica del lenguaje, el trabajo intertex-tual y el recurso a figuras y tropes verbales. De un modo gni-fico, se podria decir que, el discurso literario es un lugar pri-vilegiado y prolffico rle aparicion de esos rasgos, perc que nodotenta 8U exc)usividAd. CaRL todos los otros discursos son, dealguna manera, connotafivoa, plurivocos y estableccn rclacio-nes intertextuales. Lo que los difercncia es que estes rasgosse articulan con UI1H dominante, as decir, una articulacion je-rarquica diferente",

Pampillo y Alvarac1o(~6).

"Pares ernpezar; si la literatura infantil mcrecc el nornbreque tiene, Hi as literatura, cntonccs os un universo de. pala-bras con raglas de juego propias, que 110 nombra al universede los refarentes, del mismo modo que cada una de las pala-bras que '10 Iorman lo nombrarian on otro tipo de discurso, unurriverso de palabras que sc nombra a sf mismo y alude, sim-bolicamente, a todo 10 demas".

G. Montes (9cJ).

3-Caracterizaci6n del texto literario

El texto es una construcci6n lingutstica compleja,q Liefunciona, en tanto produce scntidos, a traves de!$U, transcurrir sintactico. Para generar cse senti do 01cmisor utiliza el sistema Iingufstico imponiendolemarcus subjetivas que abarca n la tot.alidad delonundndo:

72

El Ceria titerario

• selecciona unas palabras y desecha otras;• opta por una forma sintactica;• marca el texto temporal y espacialmente;• valera el mundo que esta creando con sus palabras;• en tabla un tipo particular de comunicacion, es de~

cir, busca efectos pragmaticos.

Estas caracteristicas son comunes a todos los discur-sos. Ahara bien, i,como se manifiestan en un discursoaceptado como literario?

Retomaremos la definicion de Pampillo y Alvarado yprofundizaremos los diferentes rasgos que menciona.De cste modo pretendemos orientar a los lectores acer-ca de algunos elementos que forman parte de las rcfle-xiones teorico-criticas acerca de la literatura a fin de fa-cilitar la seleccion de textos literarios de calidad.

Sin embargo, debemos sefialar que la complejidaddel texto Iiterario irnpide aplicarle rfgidos criterios,por 10 tanto esperamos que no se trasladcn estas ideasa un inventario a partir del cual se ponga a prueba ca-da produccion escrita. Par 18110, es necesario reiterar lanoci6n de que 10 literario no puede agotarse en una se-rie de rasgos sino que solo se entendera como tal en lamcdida que responds a uu sistema social de convencio-nes vigentes.

3.1 Es un discurso ficcional

La litcratura no refleja la realidad, no la copia, no IIIimita, funda su realidad. a traves de las palabras. Croasu m'l;ndo can sus leyes, con sus personajes, can SUFI bintorias. Esa realidad debe ser creible y en ella debemmlcreer. No existi6 l1unca 1a Farolera ni el famoAo 'Crop!'

Page 6: TEXTO LITERARIO

ENT.I:{t; Lumos Y r.F:CTORES I

zon', salvo en la ronda infantil; 110 existio el Coronel Au-reliano Buendia sino en Cien A,nos de Soledad.

Estas son las condiciones de la ficcionalidad: crearrealidades, mundos posibles, pero de fonemas 0 de letras,

El scr ficcional es; quizas, la caracterietica mas pro-pia del lenguaje Iiterario. Perc, si bien es una caracte-ristica necesaria para definirlo, no es suficiente. Sin fie-cion no hay Iiteratura.

E1 hahlar literario crea un mundo "posible" que noosta sujeto al criterio de verdad y, por ella, de ese mun-do no se pnede predicar que sea verdadero 0 false; esaficcion debe plasruarse como hocho estetico, como unafunci6n particular del lenguajc. «Deotro modo" los mun-dos posibles de Lafantasta quedarian. aulorruiticamenteanulados y prohibidos para la creacioti artistica". (San-chez Corral, 85)

Sin embargo, no se puede negar que todo texto lite-rario alude a personajes, hechos, lugares que puedenLener existcncia historica perc, en el memento en queson instaurados pOl' la palabra Iiteraria en un mundoIicticio, son tan ficcionales como los otros elementosinventados que los acompaflan. La obra literaria, eu-tonces, sc constituye en una estructura autonorna. Esun mundo crcado dentro y a partir de la palabra, qUIT

se organiza y funciona segun sus propias leyes. Lo queeBLl:l en cl mundo 5e iran::;iorma en referente v el enun-dador crea a partir de ello. La obra artistica -se cUllsti-tuye en una autorrealiuad ya que no conoee nUlS limi-tcs que 10::; derivados de su propia codjfi.caciull pudicn-do asi tr.:msmutar 10 irrcal en real 0 desrealizar la reo-lid ad para recrearla.

Pero, pal'a que la fiecion Re pueda aceptar y entenc1flrcomo tal, d.ebe cumplir con 51.1 funci6n comunicativa, oe-

74

El texio iiteraiio

be ser recibida como liccion por sus lectures. Esta mi rada comunicativa (pragmatica) determina el modo enque una obra es leida .y se rclaciona CUll el concepto doverosimilttud, que plantca que Ia obra no cs tenida co-mo verdadera sino como posibls de ser verdadera en elmundo creado en el que se mueve. Para cllo debe regir-sc por ciertas leyes no necesariarnente las del mundoreal y su causalidad-, debe responder a una logica =queno es totalmente ajcna ala conocida-, lcyes y logica quese instauran en el memento de enunciar e1 mundo Iicti-eio y que Ie dan sustento-s. Debe existir una coherenciay una causalidad internas que nos permitan creer en 10que pasa. La posibilidad del relate de User inteiigible J'SI1. Mgiea. causal, su ordenacion. 0 composicion .., es to quecrea el espacio de lo oerostrnil" (Ricoeur, 95).

LB relacion comunicativa 5e manificsta en fll pactoficcional que se cstablece entre emisor y receptor sincl cual es imposible leer la ficcion literaria, Este pacto,ligado indisolublementc a las nociones de fiecion yvpro-similitud, nos permite cntrar en eljuego de In literate-ra rcspetando dos reg-las:

1. Usted sabe que yo miento pero a usted no Ie impor-ta que 10 haga, IJurqUG mi finalidad no es darlo informa-cion verdadera 11i falsa, Yosoy 011 mentiroso autorizado.

2. Me comprometo a que mi b-abaju, e] tcxto liten'Jrio,sea verosfmil y que ademAR Rea un producto estp.tico.

1::1.F£te piantco aspird a criti<'.::tr a cie.rtas. "literaluras para chicof.l'·'una3 qUe, amparandose cn cl SUPlIe:;to oe 13 libre imogi illl(:ioll Yfant.l'l!>la,generan tcxtos ljue rlly;:m eu 10 illcoherelll(! .y 'IU (,(1111;truycn un mum.lu ficcionlll verosimil, y uLras qllA, (l)1{IJrll(flltl IIIgonu!1menre a 1::1realidad, gCllenHl lexto1; qlle 110$1'1)('1'1111 III "I"gir.::J de 10 razonnble",

II.

Page 7: TEXTO LITERARIO

El\'1HE LIBROS Y LECTOHES I

Palpandose el perfil:y trenzando milnotnbre en do« sexos.

A su. manera[lorecio por primaoerapara. dar gracias at xoly perfumar la vereda ... "

8i la literatura no refleja la rcalidad sino que 10.in-venta, 10 que enuncia y funda es otra realidad, ajena, di-ferentc, nueva, original, siempre extrana.

Es decir, el discurso literario cxtrafia la realidad, Aesta caracterfstica SI:' Ia denornina extranamtento.

En sentido estricto, se presenta el extrafiarniento co-mo un procedimicnto. Consiste en presentar cl rnundo co-mo si se viera POl' prirnera vez, can una mirada inaugu-ral; un clemente, una situacion son re-creadas, ell el sen-tido estricto del tcrmino, es decir, crcadas nucvarnente ymostradas como siendo la misma cosa pero, sin embargo,siendo otra. Desdc el siernpre insolito procedimiento deCortazar, cuyo narrador mira con oios nuevos cl hecho co-tidiano de subir uno. escalera y as! genera una de sus Ins-irucciones ... 17, hasta el frccuente recurso de una voz na-rradora infautil que mira el mundo de los RdultOs sincornprcndorlo y 10 presents a partir de su logica, los rno-dos de utilizar est.e proccdimiento son irmumerablcs.

Si bien pcdemos sonalar algunos mementos 0 pasajesde un t,exlo cn los que, como pror.edimicnto, apal'ece da-ramente diseiiado, podrfarnos decir que e1extrafiantien-

17. Cort.azar, Julio. illstrucciones para subir una ~sc(l.{era,p.n llisio-rias de cmnopios.r de {GlnUS, Dllenos Aires, Minolauro, 1972.

78

El Lexto Hterario.~~-----------------------------

to esta prescnte en la literature como parte coustitu i:i-va del decir literario, ya que todo enunciador presentasiernpre un mundo en el que ve casas nunca vistas, cos-tados no percibidos. En sentido arnplio, entonces, pede-mas pensar el axtrariamiento como una mirada singulardel mundo propia del arte que se rclaciona con el carac-tel' estetico de todo tcxto Iiterario.

3.2- Es un discurso connotative

Micntras que el1engunje cientffico se caracteriza porreducir 01 minima grade de ambiguedad SUI:) enuncia-dos, la utilizacicn poetics oe la lengua en e1 texto litera-rio torna al misrno radicalmente ambiguo, 10 que justi-Ilea las diversas interpretaciones que sobra esle discur-1:iO pucdan hacerse. Tal ambiguedad, inherente ala obraartfstica, es producto de los juegos de connotacion dol1enguaje literario.

La connotaeion, entcndida como un plus de signifi-cacion, agrcga sentidos y sugerencias a todos los nivelesdel Ienguajc. El enunciado no posee 8610 un senticlo lite-ral, denotado sino que, mediante la connotacion, se po-tencian a1 mriximo sus posibilidades significativas. Comoen el caso de la ficcionalidad, la connotacion no es LUl ras-go exclusivo de los textos literarios pero, R diterencia deotros diSCUTSOS, en estc es imprescindible, ya que aspiraa despcrtar las sugercncias y a ampliar los significados.Estn propiedad del texto literario cs una intencion quedebe sp.renl..endida cn todo el ambito del texto; no hRYuna palabra 0 una frase qUI::! son connot.aLivas ya que lof.!senticlos agregados son resultado del texto en su t:out! i-dad. Entre estos sp.ntidoo y sugerencias pucden sc:i'i.,dm'se connotaciones afedivas, valon'ltivas, intcnciOJII'H dill

Page 8: TEXTO LITERARIO

BNTRE LIBROS Y LECTORES I

omisor, esquemas para elaborar relaciones inesperadas(como las metaforas 0 las rnetonimias), miradas ironicasde situacionss, hechos a personajes.

Ahara bien, tambien existe un plus de significadoque cada lector If! pone a 10 que lee, que no puede serprevisto por cl texto y que os favoreeido por el lenguajea fin de buscar la apertura a las distintas posibilidadesde los divcrsos lectores. Es decir, las rCSOl1F1 ncias quodespierta una obra estan marcadas, por un lado, por eltexto, y, POI' e1 otru, son fruto de Jas oxperiencias de ca-da lector particular,

Vercmos como ejemplo un fragmento de La guerra delos panes 18 de Graciela Montes:

"El Rulo rue pur aiios nuestro unico patuulero, el pa-tuulero de Florida, el dueiio de las flauta« y liu: flauti-ttis, de los miiiones, de las milonguitas, de los felipes,de tOB caseritos, del pari chico y el pan grande, y tam-bien. de las tortitas negras, la..~ medialunas, los bizco-cliitos, los cuernitos, el pan de leche :y los uigilantes.Ccuia uez que uti [loridense mojalia uri poco de rniga enel tuCI.I de los raoioles se acordaba del Rulo. Necesaria-mente. Cada uez que echabamos lao yerba en el mate,nuestro. nariz se preparaba para aspirar el incompara-ble aroma de sus. bizcochitos de grasa. Para, {in de a1ioel. Rulo hacio. uri pan dulce con muclios pinones, quenus parecia ei mejor del mundo, :v despu.es, de yapa,nos presto.b(l. el horno a todus los que qu.isieramos ha.-eer nuestro::; techone,s."

IR Montf!s, Gracicla, La glLp.rra de los pane,'!, Ruenes Aire~, Suclameri-ea lla , 1997.

HO

EI texio liierario

En este fragmcnto, la variedad de productos que ela-bora Ia panaderia del Rulo estan trabajados de maneraque cada uno, mas alla de ~er identificado como tal enel plano de la denotacion (medialunas, bizcochitos degrasa, rnilonguitas, etcetera), busca y cncuentra reso-nancias en nuestra historia personal, evoca sabores,afectos, mementos en los que los gustamos, sensacionesY sentimientos asociados.

Para podcr identificar los rccursos que produce laconnotacirin hay que saber Clue en ella intervicncn nosolo e1 sen Lido de una pala bra, reconocido pal' una co-munidad, sino tambicn losotros planes del lenguaje: fo-nico, grafico, prosodico, sintaetico, Pero todos estos pla-nos aluden y enriqucccn Al significado porque cl feno-mcno de connotacion cs especificarnente semantico.

Tomamos el siguientc fragrneuto de Doiia Clementi-na Queridita, LaAchicadora:

':'_lDon Ramon! iD6nde se metui usted, queriditot -llamoDoria Clementina.

- iAca rWoy! - dijo una (Joz chiquiui Y lejana.Dona Clementina se apoy6 sobre Polmostrador y miro del

otro lculo.Alla abajo, en el suelo, opoyado contra el zocalo, estab« :~

Don Ramon, tan gordo )' tan. colorado como siempre, pero mIL- 1§OJ

chisimo mas chiquito." c:'0'u::J

En este cjcmplo ellllilizar una tipogrofi;q. espllcial, es :gdecir, movers€ en e1 plano gd.fico y, par 10 tanLo, en 10 ~fonico, agrcga infOl'mac.:i6nsobre el pcrsonaje y la situa- ~cion que est6. mas aHa de 10 simplemcntc escrito: una 'iiivoz mtly baja, tan pequeiia como el achicado y ~lejad.o ~Don Ram6n. ~

81

Page 9: TEXTO LITERARIO

ENTRE LIBROS Y LECTORES 1

intaresantes mucstras de un discurso rico en T?CurSOS yper eso hernos preferido trabajarla en algunos cuentos,para los que tradicionalmcnte Ia escuela ha raservadoun tipo de analisis centrado en la estructura, los perso-najes, el Iugar 0 e] tiempo.

Debemus insistir en ?I hecho de que Ia connotacion esuna caracterisl.ica del lenguajc litcrario, un efecto bus-cado que genera sentidos y que se encuentra en todo eltcxto. Sefialar una 0 dos pa hibras como connotativas noagota 13 comprension de est? fen6meno que carga desentidos sugeridos cada uno de los elementos del texto.

3.3- Es un discurso plurfvoco y polisernico

Este aspecto e::;ta fuertemente relacionado cou el an-terior ya que las palabras nunca estan pucstas por quesf en un discursu literario; cada una, por inocente queparezca, curnple una funcion en cstc p~oceso de r.;on~-trucci6n de sem.ido y ?s producto de un mtenso trabajode alaboracion en el plan de escritura del autor, Peru, nosolo 10 connotative, 10 poliscmico de cada palabra abre alecturas dilerentes sino Que es todo el texto el que gene-ra diversas interpret,acioncs D. partir de las resonanciasque daspierl.a en cada lector empirico; es decir, 81 textoalberga Ia plurtvocidad propia del arte.

El discurso Iiterario, por sus proccsos de connola-ci6n, pOl' el uso part-jeu lar del lenguaje (su ret6rica) ypor cl hecho de mover~e en mnndos posibles de ficcion yno en mundos reales, pretende ab1'iT los sentidos masQllP- cnncelarlos. Nunca es Lot.almente explicito, ofrecesilencins n vados que debe cumplelar el1ector paTa as!cOflstt:l,lire] sentido de su lectura. POI' 860 se pueden (hu'diver'sidad de lecturas sobre un mismo texw aunque, es

86

EL iexto literario

ncccsario aclararlo, estas no SOIl infinitas ya que debenestar contenidas en los Hrniles que el mismo texto impo-ne (Eco, 92). Como dice Pozuelo Yvancos, hay varias lee-turns posibles de un texto: algunas son razonables,otras son imposibles y ninguna cs verdadera. Este feno-meno propio del lenguaje literario sc funda en que cadapalabra 0 cada expresion ha perdido su caracter de de-signacion propio del lcnguaje cormin y ellector esta dis-puesto a recibirlo de mancras muy distintas. As;, Iaobra se transforma en un texto "abierto" que los lecto-reo aceptan y recrean.

Veamos, por ejemplo, cl cucnto El arbol mas alto23 de(] usl.avo Roldan. En el, la particular construccion de unrnundo ficcional y el jucgo de connotaciones del lengua-je permite leerlo des de lugarcs clifcrcntes, que no soncontrapuestos sino complementarios y que redundan enIa riqueza y la profundidad de su comprension. fi;n unTaller de Lectura para nuestras alumnas de magisterioaparecieron rniradas divers as que posibilitaron lecturasdiferentes de e5te cuento. Alli se dijo: "Es un texto quehabla del aprendizaje, que da vuclta la tradicional rela-cion de quien ensena y quien aprendc al otorgar cl pa-pel de ensenante al nino y de aprcndiz al adulto". PeroLambien: "Es un texto que roivindica modos de conocery disfrul.ar la vida a traves de la rovaloracion de todoslos sentidos y no solo del scntido de 11'1vista, privilegio-do en nuestra cultul'a occidental". Otra mirada: "Es L11l

texto que plantea e1 tema de la comuniCF.lcion,del dcciry no decir, como formas que impiden 0 favorecen 1a com·prensi6n entre dos mnndos diferentes". Y iinairuont.{':

23. Roldan, Guatavo, El arbol mas alto P.ll El monte em, 1/111/, /71'11(11,BllP.llOS Airp.s, Colihu8, U:I9'1, Col. Libras del Malabad:ltll.

,,'

Page 10: TEXTO LITERARIO

~NTRE LTBROS Y LECTORES I

l.Cuantos mundos posibles da a entender este juegodel discurso poctico? (,Cuantas intcrprctacioncs pucdcnhacerse de los dos ultimos versos?

3.4-La autorreferencia en el discurso literario

ITl texto, como unidad de scntido, tiene la capacidady a la vez la obligatoricdad de citarse a sf mismo y paraella despliega proccdimicntos que le dan cohcrcncia ycohesion. Si no fuera asi, es decir, si el lenguaje no cum-pliera con esos requisites, serfa imposible In comunica-ci6n texto-lector. A csta propiedad sc In da cl nombrc deautorreferencia.

l.Y que pasa con la autorreferencia en un discursotan particular como cl Iitcrario?

Ducrot y Todorov (74) al definir cl tcrmino "poctica"scfialan que "el enunciado, en su estructura material seconsidera poseedor de uri valor intrinseco, como uri (in ensi mismo", Si como dijimos, el lenguaje no puede ser eV3.-luado de acucrdo can la realidad externa sino con su pro-pio mundo croado, los signos son aut6nomos y sugeren-tes. De allf que todo texto literario funciona como un to-do que funda su propio contexto y se refiere a sf mismo yal sistema del que forma parte.

El jucgo de autorrcforcncias que cl texto literariodosplicga pcrrnitc aludir a otras partes del tcxto no so-lo para recuperarlas sino para ampliar sus significacio-nes. Asi, en los cuentos 0 en las poesias, cada palabra,oracion, par+afo 0 verso alude 8 10 ya dicho y ofrece llnA

vuelta mas de tuerCcl sobre el sentido que bene y queadquiere ell esa particular realizaci6n. COlllO diceNicolas Bralur:;evich(92), "representa dentro de La f'iccionla depende.ncia de 10 que se dice con respecto a to ya di-

90

El texto literario

cho " E~ el lector quicn debe recuperar e1 sentido otor-gandole cada vez mas significaciconss.

Por ultimo, debemos rcmarcar que esta condicion deautcrreferencial i-propin de todo textc-- adquiere un va-lor fundamental para la creacion de sentido, en conso-nancia can los rasgos yo. mencionados de ficcionalidad,connotacion y plurivocidad

Veamos como la autorreferencia se evidcncia en Mo-nigote en la arena26, de Laura Devetach.

"La arena estaba tibia y jugaba a carnbiar de colores cuan-do soplaba el uiento. Laurita apoyo la cora sobre un. monton-clto y Ie dijo:

-Por ser tan linda y amarilla te rJOY a. dejar un regale- ycor: In punta del dedo dibujo un fnonigote de seda y se fue.

Monigote quedo solo, mu,Y sorprerulido. Oy6 como canta-ban Pol agua y el uiento. Via las nubes acomodandose una al la-do de las otras para [ormar cuadros pinuuloe. Via las maripo-"as azulee que cerraban. las alas ,'/ se ponlari a. dormir sobrelos caracoles.

-Glubi glubi; monigote en la arena es cosa que dura poco-dijo preocuptula y dio dos pasos hacia atra« para no mojarlo./Que monigote mas lindo, tenemos que euldartel

-iQue:? t,Es que puede pasarme ulg() malo? - pregzmt6 Mo- :!l1nlgote tirandose de los botones como bacia cuando se ponia ~neruwso. OJ

-Crucri crucri -cantarori lus hojas uoladoras , Monigote :8en let arena es cosc que dura poco. ~Que.podemos hacerpara I,~que no se barre? tl.a

l1tlonigote se sinli6 solo solo solo. '~:!I

:11

1:'.26. Dp,v~t.ach, Laura. "'tlonigot~en la arena. An Mnnigote CII, t(1, (1.1'1'1 I/(I

Buenos Aires, Colihue, 1984-2()OO, Col. Libros del M,,[I\'bfll'i:I(H

'J I

Page 11: TEXTO LITERARIO

ENTRF LmROS Y 1-£CTORES I

Fern(I,lI.dp'z?9 de Ema Wolf le cnenta cuentos a su gatoCOIl el objetivo torapeutico de mantenerlo despierto.

3.5- La intertextualidad en el discurso literario

En cad a texto que producimos, escrito U oral, siem-pre aparcccn rastros de otros discursos ya dichos algu-na vez -ccrcanos 0 lejanos, individuales 0 sociales-,Bajtin sosticno que tude discurso se construye sobre 1abase de otros discursos: cads texto dialoga, interrnga,responde, niega y recrea otros textos.

Una opinion que sostenemos 0 oscribimos segura-mente afirma 0 niega otras opinioncs ya vertidas conlas que coincidimos 0 disentimos. Parcce, por )0 tanto,improbable 10 originalidad absoluta 0 la posibilidad degeneral' algrin discurso en el que no "dialoguen otras vo-ces", E::>Lacaracterfstica del discurso se conoce COIL ein0111b1'8 de +ntcrtcxtualidad.

1£J texto litorario coincide con otros discursos ell el he-cho de ser un aparato intertextual pero, en tanto comuni-cacirin literaria, ofrece un lISO particular de esta caracte-rfstica; toma la literatura y la transforrna en Ull recnrso;profundiza, en forma consciente, 10 que es una eondiciondiscursive y con ello busca efectos cstcticos en el receptor,

En litoratura se pueden sefialar elementos de inter-textualidad en sentido arnplio 0 en sentido estricto. Eseste ulLimo p.lque nos interesa pOTqUP. relaciona un tex-to liLerarjo con otros textos literarioR y osume formasespecliicas eomo In cita directa, la all1sion, In parodia, larecread6n, el epigrafe, etcetera.

29. Wolf, Ema, fh~t()ri(J.sa Femandcz, Bueno;:; Aires, Prilllera Suda-IIl~rlcan!l, 1994,

94

El iexto litcrarin

La intertextualidad, en cualquiera de sus formas, 0.~un plus, un agrcgado de significado al tcxto que SA A?-

ta leyendo y constituye una referencia concrete para ellector al que esta destinada: Ie pidc que se acuerde deesa obra a In que se alude y la rcficra a 18.que esta ]e-yen do; es decir, Ie pide al lector un trabajo extra paracompletar el sentido.

El discurso Iiterario ofrece, con estes procedimientosde intertextualidad concretes, 1111F1 dificultad agregadaOP. reconocimiento: .

"para descifrarlo es necesario conocer el discurso cita-do y reconocerlo en su nuevo contexio. Arnbas operacionesdeben. set' inrnediatas porque Lacita 0 la purodia explica-d(1"~Jcomo un chiste, pierden. toda efect«:" (Sarlo, 94)

Para ejemplificar vercmos como algunos autorcs ha-cell uso de este rocurso en sua diversas formas:

Cuarido Gustavo Roldan USFI el eplgl'aie en El mon-te ero. ana fiesta'dO y 10 dcdica a Hemingway "con superm.iso", recupera csta forma particular de intertcx-tualidad que funciona scnalando 81 lector algunos po-sibles sentidos que enriquecen la lectu ra de su cuento81 mismo Liempo que cncierra 1111 hornenaje al autorclA Pu.rLS era una fiesta, pero I1demas propene una ta-rea extra al lector quicn debe relacionar el epigrafeCOIl 10 que va a leer. Y, qUi7.Rpodrta generar en aquc-1106 lcctores que no conocen a Ernest Hemingway 111M

necesidad, una posible bUi:>quedadel conocimip.ni:o rioese nutor.

80, Roldan, C+llstavo, El moltl~ ~ra una fi(M/.'a, en F:l fll.ontc' (WI /III"fiesta, Buenos Air~s, Colihlle, HJ8!1,Col. Libros del Ivl'lIlidllll'injll,

Page 12: TEXTO LITERARIO

eacioti linguistica del relata; una realizacioti particular(ie las propiedades de lu. lengua. Es, pues, la enuncia-cion del texto" CA.Paredes, 93),

Seguircmos a 'Ibmachevskiw (1925) para definir masclaramcntc ambos terminos: la historia es Polconjuntode acontccimientos vinculados entre sf que nos son co-municados El 10 largo de la obra; la misma seguirfa unordon natural, cronologico, causal de lOR acontecirnien-tOB, con indepeudencia del modo en que han side dis-puestos " organizados en cl texto. F,1discurso, en cam-bin, prop one un orden de aparicion en Ia obra, que 1'0-sulta sel' e1modo en que cl lcctor SA entera de 10sucedi-do. El discurso es la construcci6n artfstica.

En el nlvel del discurso no son los acontecimientosrofcridos ]08 que cuentan sino la manara como 1:11na-rrador nos los da a conocor. Una misma hisl.cria -lade Caperucita, per ejemplo puede construir textos 0discursos diferantes. Podomos afirmar que es en elnivol del discu 1'80 donde se jucga mas clararnente elcaracter litararIo qUI:1 se le atribuye a] texto. Como di-jimos 0.1 principio, ambos (historia y discurso) SUH

una unidad signiticante; no hay historia que puedaser analizada independientcmontc del discu rso q Lit:!

10 presents.NOR interesa aqui trabajar especialmente el plano

del discurso por cuanto homos dicho que es 1:11que pre-senta la c.oIU:,t.rucci6nartistic;:) del relata.

ali. 'l'I'~ma y argulllcnto suu los rerminm: que utiliw 'l'omachevskipara csoos du;, concR.pt.()s, Su plante~, si bien rue acuiiau() (oml::Isprillleras der.~ciasdel siglo, os rccuperau.o J}ostflriorl11ente pOl'lasHII(:osiva.s teorlas de la narracion.

tOO

El texto literario

En e1 nivcl del discurso pueden aislarse algunos olementes que construyen la totalidad textual. Es en eldondc sc presenta el mundo Iiccional creado, su ordena-cion, las condiciones del pacto ficcional, cl narrador quecuenta esc mundo y las <.:araderisticas del lector queese texto propene.

El escritor clige una construccion, presenta una orde-nacion de lOR hechos. Esta prssantacion, puede realizer-oe desde perspectivas distintas, desde diferentes puntosde vista u ofrecer ma~ 0 monos descripciones. Asi es re-cibido por el lector. En el discurso, cntonces, Alguien (elnarrador) cuenta (con las caracteristicas ya enunciadas)0. Alguien (el receptor narrativo) una historia.

2- El pacto narrativo

En el mundo ficcional quedan suspendidas las"condiciones de uerdad referidas at mundo real en elque se encuenira el lector antes de abrir el libro" (Po-zuelo YVFlllCOS, 89) y se trastoca Loda nncion de reali-dad. Este in stante inaugura un pacto =propio de tododiscurso narrative en el cual el lector acepta 10 queel texto le propene y respcta las condiciones impucs- ·Etas: acepta el "como 81" de la ficcion. Para que estc ~~pacto se realice el texto debe cumplir con la conrlicionde vcrosimilitud ya vista. Para cllo, acept.a tambinn .~que cl autor -que no aparflce como persona real He' "

dlsfraza constant(:lmente, cflde su voz a pen;oIHlj('H !1que son -a veces- 108 encargados de nan'aT ]0 OGIlI'rido y pucden llegar a ser muy difcrcntes a ai. Hi IltI 'It

aceptamos e.sta p):,opufl~ta no creemos en la nC(·jl)n. fJdeshacemus el pacto.

'II.,

III I

Page 13: TEXTO LITERARIO

ENTRE LIBROS Y r.ecrones I

2.1-El narrador

EI narrador es quien, al construir eJ relate, asurneIa fundacion del mundo ficcional, par 10 cual, sus de-cisiories afectan a todo cl eutrarnado textual: la his to-ria, su estructuracion, 11'1modalidad narrative, e1punto de vista, el registro, la adrninistracion de 108

datos, cl manejo temporal y espacial , los convcncio-nes ret6ricas; en una pal aura, todos los elementosque intcrvienen en el rel 1'1to. Es la voz encargada deentablar nn vcrdadero dialogo con el lector, rccono-cieudo SUR cornpetencias y 110 subvalorando sus posi-bili clades j nterpreta Livas.

Las marcas que e1narrador deja en la narration nosobligan a separar R 1narrador (quien cucnta Ia histo-ria) del autor (quien escribe ellibro). Quien escribe noes quien cxiste, decfa Barthes. Esta voz qUA uarra eltexto, como ya hernos dicho, no debe SAr confundida conel autor empirico. Del 111i8momodo que se acepta e1 es-tatuto Iiccional del texto literario, tambicn se debeaceptar el cstatuto ficcional del narrador, ya que esteLambien es un producto de] discurso, construido por cltexto y deducido por el lector en el transcurso de Ia lee-tura. Si nadie supone que Silvia Schujer "es" Oliverio,ya que este os tan ficcional como su prime Federico y 81conflicto planteado, del mismo modo, nadie pued~ creerque "e:,:" Grncie1a CAballa qlle cucnta como experien-cins personales las disLinto5 situaciones quP. aparccE'lUen sus tcxtos. SimplernentR. crea tanto la historia comoquieJl la cuenta.

8i no aceptamos esto estamos desficcionalizando Jaliteratura.

102

El tcxm titerario

2.2-Ellector modele

Lo mismo ocurre en el plano de Ia recepcion, deridetambicn es posible distinguir e1 receptor real del receptorque actua dentro del te~o. 1\.81,no s~ (.;Onfu~dc el ")~r.tOI'real" 0 "ampirico" -por ejcmplo, Andres, 15 anos, habitan-te neuquina- del lector que preve y construyc cl texto.

Aqui cobra importancia la idea de.lect~r.modelo, en1.1terminclogia de U. Eco, 0 lector implfcito, en .1adeIscr, que es una de las ideas esntrales para la miradatcorica que relaciona a1 texto con ellecto~. .

El lector implicito cs un concepto teorico que obvia-mente no guard a correSpOndflJ1eia con los l~ct~res Al~l-

pfricos, sino que esta prcsente en 1(:\enUnClOCl?ll lTI1S-

rna del texto. (,En que lugar? En toda Ia extension tex-tual: S8 VA. construyendo a merlidA qu~ se desarrolla lanarracion. .

Cuando la "\'01. narradora construye e1 Lexto, ehg~ de-cir algunos CORaspara eonstruir su mundo de ficcion eimplfcita otras, 0 sea, selecciona qui: dice, que calla, quevacfos deja, que blancos dibuja en e5:-. murrdo, esperan-do que cl lector en un acto cooperative complete esosblancos. oonstruyendo el sentido textual. Para Eco cstanocion de lector modele equivale a «las condicione~ ~le[elicidad est(J.bll!.Gicias textualment:- .que deben eatisfo-cerse pam. que el conienido potencial. de. un. texto quedeplcnamente a<:iu.alizado".

(,Que sncede ~n tanto con ellect.or ell~pirico? En ?1 Ar.~to de lectura, activa alguno de esos sentldos poteneHlII'H.

B1 cOllcept.o de lectoT implicito eo fundamental plll"nIFl seleccion que huga el mediado!" de un texto: i\I,-w(,'('cionar estamos, de F.llgunaiorma, evaluondo ~~IO!-i~(I{',(.II

res empiricos a quienes ofrecemos cl mntor'lld LIPIIIIII

III"

Page 14: TEXTO LITERARIO

ENTRE LIB!{OS Y LECTOHES 1

una historia previa de lectura, si poseen competenciaspara un abordajs feliz y no frustrants. Y en casu de notener.las, debemos prever estrategias que 10 ayuden aampliar sus compctencias lectoras y Iiterarias, su enci-clopodia, para que puedan acceder a textos Iiterariosmas exigenLes. Para que puodan generar Iecturas cadavez mas profundas 1'1 traves de 11'1actualizacion de diver-sos sentidos potencialss del texto, realizando una efec-tiva cooperacion entre texto y lector,

3-EI narrador: figuras de la riarracirin

Estas caracteTfsticas del relate narrative estrin rela-cionadas con el narrador Y sus modes de ccntar nlso aalguien, siempre con la finalidad de producir dete;mi-nudes etectos. Estas opciones no son meramanto forma-les, sino que contribuyen a la produccion de sentido, antanto tienen una relacion solidaria con el m undo narra-do, e1tema, la perspectiva ideologiea y los etectos que sebusca producir en eJ lector,

Estas figuras son producto OP.las convenciones de IR~poca y los Iectores; en tanto participamos de estas con-voncioues acoptamos 0 rechazamos, nos acercamos 0alcjarnos de los modes de narrar vigentes.

3.J -La mirada del narrador

Ef3ta particular actitud d(;lla voz narradora es un as-pec:u fundamenta~ de la ef3tructura narrativa ya que,segun sea la elecc16n, expresa concepciones del mundoal up.tar POl' cuntar a]gunas cosaR y no otral"l,desde muvcerca 0 desdl:! muy 1ejos, desde adentro 0 desde afuerR ....

104

El texto UterariD

Una forma posible de plantear Ia perspectiva os Infocaltzacion externa, en Ia que la mirada que manrlues 1a de un narrador E::!XLel'nOa la historia, que ve desdoafuera todo 10 que pasa y lranscribe lo que 108 persona-jos dicen y hacen. Esta opcion -conocida COIllU narra-dor omnisciente- ofrece la ilusion de objetividad, Iaque, sin embargo, can la selecci6n de las palabras esLcigenerando valoracionos, opiniones Y recortes parLicula-res de 10 qne cucnta. Las novelas del siglo XIX qUI:! no-sotros conocemos (El Conde de Montecristo de AleiandroJ )umas, Los Miserable« de V. Hugo) prcscntan un na-rrador externo 11 los hechos que sabc todo de sus perso-najes, conoce todo de In historia y expresamente 10 man-ciona (''Ya.ueremos mas adelanie, lector, en que termina-,.6, esta historic", por ejomplo). Fue propio de un esl.adoparticular del desarrollo de la novela en occidenl.e. Pa-ra un lector poco acostumbrado este modo de narrarpuede resultar len to porIa cantidad de informacion quebrinda. Victor Hugo es un ejernplo de quienes han recu-Dido a tal tipo de narrador:

"Hagamos aqui 1J,n. cortu pureuiesis. Esta es Lasegundo uczque ei autor de este libra en 11/1.'<; estudios sobre Lacueetioti penal y sobre la cadena legal, toma el mho dv. un. pun como pun-to de partido del desastre de u.n destino. Cltuuli« el niendiuohabia robado un. pa.n. Una estadtstica inglesa ilernuesira queen Londres, de cada cinco 1'ob05: cuatro tieneri por (;(ULSCI ill-

mediata el hombre.Juan: VaJ.jeanhabia entrada en el presidio sollozaruiov tern

bl()rww; ~ali6 impasible. Elltro desesperado; sali6 sombr/II.;.Qu.P.halm], pasado con su almaf"36

:.la. Vict.or Hugo; Los miserables, ::;If, Barcelona, Editor'illl l'I'(I'\IlIIrll,1I

lUI.

Page 15: TEXTO LITERARIO

ENT~ LmROS Y LEGT"OHES I

Hay otras formas de focalizaciou externa a los hechosque pucdcn ser Iija 0 var-iable. E1 prirnero P.S eJ caso enel que un narrador so cine I'! un personaje y cuenta lascosas sornetido a la vision de eSI::! personaje, ]0 sigue y aveces llega a confundirse COl). el. Tal es el caso de Mari-na. y la lllwia37, de Laura Devetach, donde el efecto quese crcc f!R et de adhesion a un personaje del que tone-mos una arnplia pcrcepcion, tanto de 10 que hace comode 10 que siente U opina trente a los heehos 0 frente I'!

otros personajcs.El segundo coso, una Iocalizacion externa variable, con-

siste en organizar un texto a partir de la mirada sucesivade distintos personajes, esta figurn nos ofrece las variadasformas de entender un mismo hecho (JeRde perspectivas d i-fercntes. ItllEl sol es uri techo alt£simo38 de Liliana Sanrir-so, sc generan amplias posibilidadcs de comprensi6n nosolo de cada personaje sino tambicn del heche narrado.

Es importante cntendar que la mirada no es s010.-mente In eleccion de que SA va a vor y contar sino queopinioncs. VI'! IOI'l:!s,juicios, elecciones ideolrigicas se donR traves de ellas.

En el final de El Club de liN::Perfectosv' de GracielaMontes puode observarso un narrador cronista que va-lora y opinn aunque a traves de una forma impersonal:

"Cuentan tanibieri que en La cas a de IlL calle Warnes aharacrece» maloonee.

37. Devetach, Laura, Marino Y lu lluuta en La torre de cllbos.lluc-nos. Aires., Colihuc, 1985/2000, Col. Libros del Malabarista.

38. Santirso, Liliana: El s()! es WI tech() altl.'1i.mo, llucnos Aires, Co-lihue, 1993, Col. Cuentos del Pajar'ito Hemcndauo.

;:18. ~\1onte8, Gri'lcieJa: El C/.u.b rip. los Perfec/()Ii, Bup.oos Aires, Coli-hue, 1Hl:KI,Col. Cuentos del PlljaJ'iLo Remendado.

106

El texio liierw-io

Y parece que asi as mucho mejor que antes."

£11 cambio, 81 narrador de Ilistoria de un. primer /1/1,de semana-lO, de Silvia Schujer explicitamente valera lasituacion n partir de la perspectiva elegida, exterior aIus hechos:

"De entrada, La del printer fin de semarui rue una liistoriatriste para, Ricardo.

Y tambien para MarfaPara Violeln y para. Daniela.Yes que el primer fin de semana de nuestra historia, (JS La.

historia del primer (in de semanu.Del primer [in. de semana que Ricardo estuvo solo C:()fL las

n.cnas.Solo COlL Yioleta y con Daniela.Porque es La hi ..storia del primer fin de seman a que Vlolet«

)' Daniela se quedaroti en la casa del pap«.Sin embargo, ahara que el tiempo P(].W) para todos (porque

el tiempo sicmpre P08(]' para todos), La liistoria del primer fill.de seman a se conoirtu) en un recuerdo grato. Gracioso.

Casi casi divertido.Rmpezo un uierne ...(l 10 neche."

Entre los narradores iut.ernos a In historia, podcmOR sefialar aqucllos cuya mirada csta lirnitada a unsolo aspecto de la historia, qUI:! es 01 que tienen posibilidades <.Ieconocer en tF:II1topersonajcs que participan d"10 ocurrido dcsde Ull determinado lugar, Cuando pialumno de El examens), cuento de Fernando Berton, ob-

40. Schujer, Silvia, Historia rip. u.n primer (in d« semon«,Quirquincho, 1088.

41. Berton, Fernando, El eXClInCl1, Cll Veinte j6ven.es CIIC'II/ilo/H'I tI,geniih()s: Bup.llos Aires: Colihue, 19B!), CoL LC'cr y en'IlI·.

jW/

Page 16: TEXTO LITERARIO

ENTRE Lrsnos Y LECJ'URES I

serva a lOR tres profesores cuenta 10 que ve Y supone loque no puede observer:

"El que [umaba czpa.gael cigarrillo. Se leuanta. Cantinapor el salon, muy despacio. De uez en cuando me mira. Pare-ce preocupado. Se acerca a la uentana y mira la plaza. Siguemiriindome. En sus ojos puedo darme cuenta que tiene preble-mas. Segurametite se peleo con la esposa. 1() me hago el gil"

3.2-La voi del narrador

En terminos generales se puede hablar de narradoresque hablan de otros y de narradores que hablan de sf mig-mos. El narrador externo (generalmente en 3ra. porso-na) suele Ilarnarse nar-rador- no personaje, bj::; e1nan-a-dor de Los reyes no SP. equiuocan= de Graciela Cabal:

"Julieta termino de lustraree los zapatoe de ir ala. cscuela.Cierto que ella hubiera preferido potter las zapatillas roses(;011. estrellitas, las que le habia. regalado Sit madrina para eicumpleaiios ruunero seis.

Pero la mama, dijo que esas zapatillas eran. una pura hila-chn y que ibcai a pensar los Reyes Magus."

'1 .os narradores Internes a los hechos son persona-jes y puedcn contar 10 que les ocurre a e110s como pro-tagonistas 0 ser testigos de 10 que pasa. Esta forma decontar puede Cl'ear la ilusi6n de acercamiento en elIec-tor y, cuando eSLa en primel'a persona, sugicre COIl fuer-

42. Cab:!l, Grnciela, Lns reyes no se equ;uocan en Historia:; pam rw-nat y perrit()s, Buenos Aires, A-Z Edilol'<'I,1995,

108

El iexio LiLerariu

7.3 el valor de Ia experiencia y se torna mas "convincen-te", POl' ejernplo, el narrador de El desertorw de Marco10 Eckhardt:

"Sov un desertor de Maluinas. Uti deserter anacronico. UriN.l'.,r,u;t. peeudo-deeoparecido en falsa accion. JLa accion. debeser tJeraz, ceraz a traues de los cuerpos, del oalor, tle lis c,{ren-da vital de tu pulsos Aun. ho.y, fLO lo :"U.Lo cierto e,'; que, deedemi perspectiva, desde mi cobardia de:-;ut{;duranl« W7.(]' bata-lla cuerpo a cuerpo contra LOR gun;u:;. E:;(Lfal,wI, accion. me sal-v6 La vida,"

En el extreme de este modo de narrar p.sbl e1mono-logo interior en el que e1narrador deja "fluir su con-cicncia", ofrccc, no solo el hilo de las acciones, sino el hi-10 de su pcnsamionto, sus pcrcepciones, sus recuerdos.Si bien cs diftcil cncontrar cste tipo de narrador en la li-teratura para chicos, hay intontos de ofrecer a los lceto-res noveles formas de narrar diforcntcs a las que clmercado los tiene acostumbrados y, en esc senti do, clnarrador de AlRO aqui adentro+, de Silvia Schujcr nosperrnite acsrcarnos a ellas:

Yo no sc la.pedi: As! que ... ni loco se la hubiera pedido. Peroohora st que estoy frito. Porque va. a oenir a buscarla dentro de-:un rato Y testos malditos tornillos que no aparecenl Tambientquwn I1l.emandai Todo porque el bobo de Julian dijo que aden-tro de las guitarras electricas hay piles. Y yo que le digo que HO

)' apostamos una ca,ia de chicles.i' claro, paru aueriguarlo £u.l)('

"1:3.Eckhardt; Marcelo, EI dcsert.or, Buenos Aires, Quipu, 19~)2,Col,Los nanllljas de Quipu.

44. Schujer, Silvia, Algo aq/JJ. ad.m.tro, fin Oliup.ri,() ,1IJ.1lf.(1, P/'('nllll/rUl,Buenos Aires, Sudamericana, 1988, Col. Pan FhluLt'l.

10.

Page 17: TEXTO LITERARIO

ENTRE LIBH()S Y LECl'ORES I

que deetornillarla y abrirla, iMi primo me mauil Y buena. El meLa dejo porque quiso. j'() no se la pedi. Pero ?,por que tenia que pa-sarme esto? Justo can Federico que edemas no es uno cuulquie-ra: Porque los primos hermanos son mas que primos. Sobre to-do Federico. Ahara no va a querer prestarme mas nada ..Ni meva. a acornpaiiar a 14 pista de patinaje. Ni va. a querer que yo10ayude a ordenar los cables de sus instrumentos. '"

3.3- El ticmpo de la narracirin

Sin desdenar IRS profundas discusiones que tal catc-gorfa ha provocado, quercmos senalar solamcnte el va-101' fundamental que 81 ticmpo ticne en la narrativa ycomo cl discurso Sf! carga de nuevos efectos csteticos so-gun e1 usn del ticrnpo que se eJija. Al cuento, n 1Ft nove-11'1,el tiernpo nunca les es ajeno porqua el lcnguaje estemporal, l'ledesarrolla e11 la sucesion y tambicn porquelos hechos de Ia historia se desarrollan en el ticmpo. Porello, el discurso nan-Ativo organ iza y administra ne al-guna forma el tiempo de los hechos en 1."J historia y aol"crea una nueva dimension temporal".

Si la historia prcsenta uno. serie de hechos que SP. su-ccdeu en un orden logico causal, el discurso puede orga-nizar esos hechos en una SUCP.S.iOll temporal difereule:

• de una manera cronologica, tal como se slH~eden(aull cuando no hAya coincidenc..:iaentTe el ticmpo ue lal1istoria y e1 tiempo del diSClll'SO),

• de un.a maner.a anacr61l.ica rctrospectiva -hacia elpasado- en donde se presenta una nal'rad6n f!ll Ja que seinsert-a una seglJnd(~ narraci6n tcmporalmcnte anterior,

• ne una manera anacronica prospectiva -bAciael futuI'o- 011 claude se ins(:)rton fragmentos de antic:ipa-ci6n de 10 que va a pasar.

110

El texto liierario

Para ilustrar estas dos ultimas posibilidades podernosmencionar e1texto de Pablo De Santis Astronauta solol\·)y la version de Jorge Luis Borges de El brujo posterga-dn46. El primero inicia el capitulo contando un succso quecorresponde al pasado del tiempo de la historia:

"Cuando canoe! a Ana estaba a punto de ecscrse con. lUI. ar-quitecio, recien recibido pero ,)'a prospero. Le espembo una. ui-da llena de ccmodidades, como se suele decir. Hobian com-prado departamento, Io hobian. llenado de coscs,"

El otro texto -muy conocido por todos- presenta, porcl contrario, una vision anticipadora que le permite albrujo saber Cluesu pretendido discipulo le pagaria coningratitud aUR snsefianzas, put' 10 cual decide no acep-tarlo como alum no.

Mas alla de estaa Iineas generales aparecen diversi-dades intercsantos como ocurre en La Nona Insulinas",de Emu Wolf donde el tiernpo del relate avanza c1'on016-gicamente micntras que 108 hechos que le OCUfI'en alpersonaje van hacia cl pasado:

"POI' p.l3amisma epoca Ie.empezaron a gustar ma.s los tacos .~alto.,; CJlle laoS pantuflas. ~

En. u.n.os aiios naci6 su.. t't.ltimo n.ieto; .r poco despues, el c:primero. :8,R45. Dc Sllntis, Pablo: .4stronauta solo, Buenos Air~s: f',olihue, HJHI!, t1

CuI. La Muvida, . N46. Borg~~, .Jorge Lllis: El brlljo postergado, en Historia uni.ue,.,~/ll 1.11'

998 .ltl1fT. infam.i.a, ilnenos Ail'es, Aliunzu, 1 . . . t

47.\oVolf,Emu: La fIO/l.a lrtsulinu, en £Os impos~bles, Buenos AII·ol. ill1988. Prim~rtl Sudamericana, 1988.

I I I

Page 18: TEXTO LITERARIO

ENTRE LI.I:HZOS Y l.fi:CTORES I

Be jubilo de maestro. d(~piano.Pronto le desaparecieroti las primeras (:(1n(1,8. ( . .)

Haeta entones [ue criando a sus dos hijoe, que le daban ca-da uez mas trabajo (J. medida que se hacian. chicos."

3.4-La modalidad: polifonia

Excede nuestro proposito trabajar los distintos tiposde rncdalidades del decir que pueden aparecor en untexto narrative: est.ilo directo, estilo indirecto, cstilo in-directo librc, etcetera, aun cuando reconocemos su im-portancia en la eonstruccion de un relate. Solamcntequeremos scfialar en este apartado que un cucnto ~una novela osta compuesto per muchas voces, es un lu-gal' de encuentro de la "polifonia de los discursos uer-')(J,L(~}:;" (Bajtin). Alli aparece la voz del narrador, las delos persunajes (que ofrecen puntos de vista diferentes aeste) y otros juegos de voces y citas de otros textos quegeneran Iormas divcrsas de ver los hcchos, las situacio-nes y los personajcs. Esta polifonfa so da fundamental-mente en la narrativa actual que abandona el discursoimpersonal y el discurso I'mel que una sola VOl. 812hacecargo del relate y no conternpla la posible inclusion deotras voces y otras posturas . .A estes discursos 8e los co-noce como mono16gicos por oposici6n al discurso dia-16gico que plante6 Bajtin para 111 novela polifonicacont.empuranea,

Para aclarar estp. tema vamos a cameniar dos tcxtos,uno d.e Martha Saiotti, en el que e] cliscul'!:,o monol6gicoimpera en Ia nflrraciull, y otro en 81 que la polifonia do-mina el texto cornu es caracterfstico de 1a cscritllra de, .Gustavo Roldan.

11.2

E[ texto titerario

En todos los cuentos de El.Patito Coletonv', Ia voz do-minante es la del narrador que ea, a1 mismo tiempo, au-torizada y autoritaria, Es (mica porque es portavoz deldiscurso hegemonico, moralizantc y didactico, como escvidente en El Pollito Desobediente donde la voz de lamadre acompafia 1/3. actitud del narrador y se sancionala desobediencia del pollito.

En el caso de Uti ruido muy grandew, las distintasvoces portadoras de visioncs difsrentes accrca de loselefantes no solo se ven en las posturas que sostienenlos animalcs presentee (piojo, mono; quirquincho) sinoque SE:! enfrcntan al contradiscurso de la lechuza, muyfuerte y apoyado en 1'a160s razonamientos. A su vez hayuna vuelta mas de tuerca en esta polifonia, ya que estespersonajes y cstos razcnamicntos citan 0 aluden a otrostextos anteriores.

Hay, sin duda, otras figuras que se refieren al modocomo e1 narrador presenta la historia, perc su trata-miento excede los Hmites e intenciones de este trabajo.Creernos que los ejemplos senalados pueden ser utilespara ejercer la mirada critiea que todo promotor ticnesobre la literatura, porque ufreccn posibilidades muyvariadas que responden a modes diversos de estructu-rar un relate.

A diferencia de los relates que suelen circular par lasinstituciones educativas, =basad os unicamente en unllcstructura canonico de iniciaci6n, nudo y desenlace, con

4R. Salotti, :MarLha, R{. patito Ci)lelul~J 5·0 wr.n.tos para Jal'cUIJ (ll' '1/j'antl::;, Buenos Aires, Guaualupp., , !:I75.

49. Roldan, Gusr.avo, Un ruidu rn!!..ygrrmde, en La lIoch(' ci(>/ (·/,'II/I/It.Bup.nosAircs, ColillUH, 19H5, CoL Libros dd Ml'1hl1mril'ltll.

I I"