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TEXTOS DE AMOR
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Eros, el ms hermoso entre los dioses inmortales, que afloja
los miembros y cautiva de todos los dioses y todos los
hombres el corazn y la sensata voluntad en sus pechos.
Hesodo
Ests enamorada. Qu hay de extrao en esto?
Le sucede a muchos mortales.
Cipris es irresistible, si se lanza sobre nosotros con
fuerza. Al que cede a su impulso se le presenta con
dulzura, pero al que encuentra altanero y soberbio,
apoderndose de l puedes imaginrtelo? lo mal-
trata. Ella camina por el ter y est en las olas del mar y
todo nace de ella. Es la que siembra y concede
el amor, del cual nacemos todos los que habitamos
en la tierra.
Eurpides
As pues, por muchas fuentes se reconoce que Eros es con
mucho el ms antiguo. Y de la misma manera que es el ms
antiguo es causa para nosotros de los mayores bienes. Pues
yo, al menos, no sabra decir qu bien para uno recin
llegado a la juventud hay mayor que un buen amante y
para un buen amante que un buen amado. Lo que, en efecto
debe guiar durante toda su vida a los hombres que tengan
la intencin de vivir noblemente, esto, ni el parentesco, ni
los honores, ni la riqueza, ni ninguna otra cosa son capaces
de infundirlo tan bien como el amor.
Platn
Amor, invicto en la batalla,
Amor, que caes sobre las riquezas,
que en las delicadas mejillas
de una doncella acechas,
y vas y vienes sobre el mar
y por las agrestes moradas.
A ti no escapa ninguno de los
inmortales ni de los mortales hombres,
Y el que te tiene enloquece.
Sfocles
Odio y amo. Por qu hago esto, quiz te preguntes?
No lo s, pero siento que as sucede y me atormento.
Catulo
Tu beso es liga, y son fuego, Timarin, tus ojos:
Si miras quemas y, si tocas, atas.
Meleagro
El amor, Eros, otra vez, el que afloja los miembros,
embriagador me arrastra,
dulce y amarga, invencible serpiente.
Safo
Me parece igual a los dioses, el hombre
que enfrente de ti se sienta, y tan de cerca
te escucha absorto hablarle con dulzura
y rerte con amor.
Eso, no miento, no, me sobresalta
dentro del pecho el corazn; pues cuando
te miro un solo instante, ya no puedo
decir ni una palabra,
la lengua se me hiela, y un sutil
fuego no tarda en recorrer mi piel,
mis ojos no ven nada, y el odo
me zumba, y un sudor
fro me cubre, y un temblor me agita
todo el cuerpo, y estoy ms que la hierba
plida, y siento que me falta poco
para quedarme muerta
Safo
,
-
.
Safo
Dicen que es una tropa de jinetes,
o una escuadra de infantes,
o una flota lo ms bello
en la tierra a lo que hay que cantar.
Pero yo digo que es la persona amada.
Safo
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] ,
Safo
Vivamos, Lesbia ma, y amemos;
los rumores severos de los viejos
que no valgan ni un duro todos juntos.
Se pone y sale el sol, mas a nosotros,
apenas se nos pone la luz breve,
sola noche sin fin dormir nos toca.
Pero dame mil besos, luego ciento,
despus mil otra vez, de nuevo ciento,
luego otros mil an, y luego ciento
Despus, cuando sumemos muchos miles,
confundamos la cuenta hasta perderla,
que hechizarnos no pueda el envidioso
al saber el total de nuestros besos.
Catulo
Cintia, fue ella la primera, me atrap con su mirada,
pobre de m, que fuera antes inmune a los deseos.
Baj Amor luego la altivez constante de mis ojos
y aplast mi crneo bajo el peso de sus pies.
Propercio
Ven junto a m tambin ahora (Afrodita), y lbrame de mis
amargas penas, y lo que mi alma anhela que se cumpla,
haz que se cumpla, y t misma en esta guerra s mi aliada.
Safo
Eros ha sacudido mis entraas, como el viento que en el
monte sobre las encinas se abate.
Safo
Llegaste e hiciste bien, te estaba yo buscando
a ti, que has refrescado mi corazn que arda de deseo.
Safo
Dulce madre, no puedo trabajar en el telar; me derrota el
amor por un muchacho por obra de Afrodita floreciente.
Safo
Se ha puesto la luna y las Plyades: es la media noche; pasa
el momento y yo duermo sola.
Safo
Inmortal Afrodita de bien labrado trono, hija de Zeus
trenzadora de engaos, yo te imploro, con angustias y
penas no esclavices mi corazn, Seora...
Safo
,
, ,
,
Safo
Arde Dido en amor y su fuego le cala hasta los huesos...
Virgilio
Vuelvo a sentir en m la huella de la primera llama...
Virgilio
Pero, vas a luchar tambin contra un amor que es de tu
agrado?...
Virgilio
A quien le ciega la furia del amor, de qu le sirven
promesas? de qu santuarios?...
Virgilio
Quin podra engaar a quien est enamorada?...
Virgilio
Perverso amor! A qu trances no obligas al corazn
humano?...
Virgilio
Amor crescit dolore repulsae.
El amor crece con el dolor del rechazo.
Ovidio
Arte mea capta est: arte tenenda mea est.
Con mis artes la he cautivado; con mis artes he de
retenerla.
Ovidio
Credula res amor est.
Cosa crdula es el amor.
Ovidio
Intret amicitiae nomine tectus.
Que el amor entre disimulado bajo el nombre de amistad.
Ovidio
Amor et melle et felle est fecundissimus.
El amor es fecundsimo en miel y en hiel.
Plauto
Amantes, amentes.
Los amantes, dementes.
Terencio
Amantium irae amoris integratio est.
Rias de enamorados, renovacin del amor.
Terencio
Improve amor, quid non mortalia pectora cogis!
Oh amor cruel, a qu no obligas a los corazones mortales!
Virgilio
Litore quot conchae, tot sunt in amore dolores.
Como conchas en una playa, tantas son las penas en el
amor.
Ovidio
Militat omnis amans, et habet sua castra Cupido.
Todo amante es soldado, y Cupido tiene su propio
campamento.
Ovidio
Mille modi Veneris.
Mil maneras de amar.
Ovidio
Nihili est qui nihil amat.
Nada es quien nada ama.
Plauto
Nunc scio quid sit amor.
Ahora s qu es el amor.
Virgilio
Odi et amo. Quare id faciam, fortasse requiris.
Nescio: sed fieri sentio et excrucior.
Odio y amo. Por qu hago esto, podras preguntarte. Lo
ignoro, pero as me siento y me torturo.
Catulo
Odi, nec possum cupiens non esse, quod odi.
Odio, pero no puedo dejar de desear lo que odio.
Ovidio
Omnia uincit amor, et nos cedamus amori.
El amor todo lo vence, dmosle paso al amor.
Virgilio
Qui amant ipsi sibi somnia fingunt?
los que aman se inventan ellos mismos sueos?
Virgilio
Semper tivi pendeat hamus:
quo minime credis gurgite, piscis erit.
Ten siempre el anzuelo a punto; en las aguas ms
inesperadas habr peces.
Ovidio
Si uis amari, ama.
Si quieres ser amado, ama.
Sneca
Cuando t me amabas y ningn rival poderoso oprima tu
cuello con sus brazos, me senta ms feliz que el rey de los
persas.
Horacio
Y otra vez amo y ya no amo
y deliro y no deliro,
estoy loco y no estoy loco.
Anacreonte
El amor es una especie de milicia. Apartaos los que seis
flojos! Estas enseas no deben ser defendidas por gentes
pusilnimes. Noches, borrascas, largos caminos, crueles
dolores y toda clase de trabajos entran en este campamento
del placer.
Ovidio
Arroja de tu corazn virginal las llamas que te consumen,
si puedes desdichada! Si yo pudiera, sera ms duea de m
pero me arrastra, contra mi voluntad, una fuerza inslita, y
una cosa me aconseja mi deseo, otra mi razn: veo lo mejor
y lo apruebo, pero sigo lo peor.
Ovidio
Me parece que es igual a un dios, me parece, si no es
impiedad, que sobrepasa a los dioses aquel que, sentado
ante ti, sin cesar te contempla y te oye sonrer dulcemente,
dicha que arrebata a mi pobre alma todos los sentidos; pues
apenas te he visto, Lesbia, se me apaga
se me paraliza la lengua, un fuego sutil corre por mis
miembros, me zumban con un sonido interior los odos y
una doble noche se extiende sobre mis ojos.
Catulo
Yo me veo zarandeado, puesto en tortura sin tregua ni
reposo, aguijoneado, volteado en la rueda del Amor, sin
poder respirar, infeliz de m, lanzado de ac para all,
puesto en el potro, hecho pedazos. Mi alma, ensombrecida
de tinieblas: donde estoy, no me hallo; donde no estoy, all
va mi pensamiento. Esta es la situacin espiritual ma. Lo
que ha un momento me gustaba ya no me da ningn placer.
Y en tal manera se burla Amor de m: unas veces me
ahuyenta, otras me empuja, me atrae, me arrastra, me para,
me ceba con esperanzas, me colma de alegras, me da lo que
en verdad no da, pues todo es burla. Lo que ahora aconseja
luego desaconseja. Lo que me hizo ver que no haba me lo
pone ahora a la vista.
Plauto
Msero Catulo, deja de hacer locuras y lo que ves que se
perdi, dalo por perdido. Brillaron en otro tiempo para ti
luminosos das, cuando corras all donde te llamaba una
muchacha querida por nosotros como ninguna otra ser
jams querida. En aquel tiempo no haba sino alegres
solaces; todo lo que t queras, no lo rehusaba tu amada.
Brillaron, s, para ti luminosos das. Desde hoy ella ya no te
quiere; tambin t, dbil corazn, cesa de querer. No
persigas a la que huye, no te amargues la vida, antes, con
obstinado nimo, resiste, tente firme. Adis, amiga: desde
hoy Catulo no cede, no ir a buscarte, no te dirigir ruegos
que t rechazaras. Pero t llorars, cuando no te veas
requerida. Ay de ti, miserable! Qu vida te espera! Quin
se te acercar ahora? Quin te encontrar bonita? A quin
amars ahora? A quin dirn que perteneces? A quin
besars? A quin morders los labios? Pero t, Catulo,
resuelto, tente firme.
Catulo
No bien me haba quejado, cuando abri l su aljaba
inmediatamente y escogi una flecha destinada a mi
perdicin. Curv vigorosamente el sinuoso arco sobre la
rodilla y dijo: 'Toma, poeta, argumento para tus versos'.
Desgraciado de m! Fue certera la flecha del famoso nio.
Me abraso, y el Amor es el rey de mi corazn solitario.
Ovidio