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Textos y autoedición Aunque los procesadores de textos han recorrido un largo camino desde la inhóspita pantalla en blanco y negro de los años 80, un procesador está pensado para documentos de oficina o correspondencia, informes, apuntes... pero no par un uso intensivo de imagen o tratamientos especiales del texto. Por ejemplo, podríamos escribir fácilmente una novela o un libro de poesía tal como se imprimiría, pero difícilmente seríamos capaces de maquetar una revista, un catálogo a color o un folleto informativo con alto contenido gráfico. Las soluciones más profesionales para estos propósitos son los progamas de DTP (de desktop publishing, o Autoedición.) Estos programas tienen funcione mucho más avanzadas para el diseño de las páginas, el manejo de bloques de texto, control tipográfico, gestión del color y colocación de imágenes. Una aplicación adicional que ha dado un nuevo sentido a este tipo de programas es la generación de ficheros PDF, en los cuales todas las decisiones de diseño de página y tipografía se mantienen fielmente para el lector. La forma en que los programas DTP manejan el texto es bastante diferente, y mucho más flexible, que en un procesador. Los textos y gráficos se pegan como si fueran recortes que se pueden mover libremente por la página, o de una página a otra; reservarse al lado de la página, sobre la “mesa de trabajo”. El texto que no cabe en un bloque, fluye hacia otro bloque, que se indica con le programa. Esto permite composiciones complejas y creativas de texto e imagen, como las que tenemos en las revistas o catálogos; por otra parte, también puede automatizarse el flujo de texto para crear distribuciones más regulares y simples (como en el texto de un informe o un libro.) Software de maquetación. Los programas de autoedición o maquetación de páginas no son precisamente aplicaciones caseras (con algunas excepciones), y tienen su ámbito de aplicación esencialmente en el mundo de las artes gráficas. Los más utilizados son: Adobe InDesign/Adobe Pagemaker. Éste último llegó hasta la versión 6.5, pero ha sido sustituído por InDesign como herramienta de maquetación muy bien integrada con programas de gráficos del mismo fabricante, y con una interfaz semejante. QuarkXpress es estrictamente una herramienta profesional, la que suelen utilizar en las imprentas. Según parece, el programa no sirve más que para publicaciones impresas y tiene escaso o nulo soporte para edición de html o para la pantalla. Muchas limitaciones del programa se suplen con lo que se denominan “Xtensions” —plugins que incorporan nuevas funciones y que deben adquirirse por separado. Corel Ventura es un viejo programa que después de muchas vicisitudes fue adquirido por Corel. Algunas versiones de CorelDraw (como la versión 5 de hace unos años) incluían Ventura, pero ahora se vende por separado. No se utiliza mucho, porque en el pasado, según parece, ha tenido poca fiabilidad (cosa que también ha pasado con algunas versiones del propio Draw.)

Textos y Autoedicion

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Page 1: Textos y Autoedicion

Textos y autoedición Aunque los procesadores de textos han recorrido un largo camino desde la inhóspita pantalla en blanco y negro de los años 80, un procesador está pensado para documentos de oficina o correspondencia, informes, apuntes... pero no par un uso intensivo de imagen o tratamientos especiales del texto. Por ejemplo, podríamos escribir fácilmente una novela o un libro de poesía tal como se imprimiría, pero difícilmente seríamos capaces de maquetar una revista, un catálogo a color o un folleto informativo con alto contenido gráfico. Las soluciones más profesionales para estos propósitos son los progamas de DTP (de desktop publishing, o Autoedición.) Estos programas tienen funcione mucho más avanzadas para el diseño de las páginas, el manejo de bloques de texto, control tipográfico, gestión del color y colocación de imágenes. Una aplicación adicional que ha dado un nuevo sentido a este tipo de programas es la generación de ficheros PDF, en los cuales todas las decisiones de diseño de página y tipografía se mantienen fielmente para el lector. La forma en que los programas DTP manejan el texto es bastante diferente, y mucho más flexible, que en un procesador. Los textos y gráficos se pegan como si fueran recortes que se pueden mover libremente por la página, o de una página a otra; reservarse al lado de la página, sobre la “mesa de trabajo”. El texto que no cabe en un bloque, fluye hacia otro bloque, que se indica con le programa. Esto permite composiciones complejas y creativas de texto e imagen, como las que tenemos en las revistas o catálogos; por otra parte, también puede automatizarse el flujo de texto para crear distribuciones más regulares y simples (como en el texto de un informe o un libro.)

Software de maquetación. Los programas de autoedición o maquetación de páginas no son

precisamente aplicaciones caseras (con algunas excepciones), y tienen

su ámbito de aplicación esencialmente en el mundo de las artes

gráficas. Los más utilizados son:

Adobe InDesign/Adobe Pagemaker. Éste último llegó hasta la versión 6.5, pero ha sido sustituído por InDesign como herramienta de maquetación muy bien integrada con programas de gráficos del mismo fabricante, y con una interfaz semejante. QuarkXpress es estrictamente una herramienta profesional, la que suelen utilizar en las imprentas. Según parece, el programa no sirve más que para publicaciones impresas y tiene escaso o nulo soporte para edición de html o para la pantalla. Muchas limitaciones del programa se suplen con lo que se denominan “Xtensions” —plugins que incorporan nuevas funciones y que deben adquirirse por separado. Corel Ventura es un viejo programa que después de muchas vicisitudes fue adquirido por Corel. Algunas versiones de CorelDraw (como la versión 5 de hace unos años) incluían Ventura, pero ahora se vende por separado. No se utiliza mucho, porque en el pasado, según parece, ha tenido poca fiabilidad (cosa que también ha pasado con algunas versiones del propio Draw.)

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El usuario doméstico o no profesional, tiene a su disposición dos programas no muy caros que hacen la tarea de maquetar más o menos decentemente: Microsoft Publisher y Serif Page Plus. El segundo es más económico y es una ganga, puesto que tiene muchas más prestaciones que Publisher: se acerca más al ámbito profesional. Publisher, por su parte, está en muchos hogares por el hecho de venir incluído en distintos paquetes de software doméstico y en ocasiones por ofrecerse incluído con la compra de un pc.

Para terminar, señalar que, igual que la frontera entre procesadores y programas de maquetación se ha hecho borrosa con las últimas versiones, también hay una aproximación de los programas de diseño gráfico (CorelDraw, Illustrator, Freehand) a los de DTP. Las funciones de texto y gráficos que incorporan los programas mencionados los convierten en aptas herramientas para la producción de publicaciones ricas en gráficos. De este trío, es Freehand sobre todo el que se utiliza mucho para la producción de publicaciones cortas (catálogos, folletos, trípticos, informes.)

Herramientas digitales para el diseño gráfico

Durante la última década ha cambiado por completo el proceso

de producción editorial, y como se preparan los textos y gráficos

que constituyen las publicaciones impresas o digitales. Los

sistemas digitales se han impuesto por completo.

Los programas que son la esencia de la autoedición —o

composición digital de documentos— son:

1. Los programas de composición de página, como Pagemaker, QuarkXpress o Indesign. Pretenden hacer lo mismo algunas alternativas más domésticas como el Publisher de Microsoft o Serif PagePlus.

2. Aplicaciones de ilustración (o dibujo vectorial) como Illustrator, CorelDraw o Freehand.

3. Utilidades de tratamiento de imágenes y fotografías, como Photoshop o Paintshop Pro.

De hecho, estos últimos años se ha dado una tendencia a engordar

estos programas, añadiendo prestaciones, de modo que pueden llevar

a acabo tareas de casi las tres bases de la autoedición comentadas. La

consecuencia principal ha sido la aparición de programas monstruosos,

innecesariamente complicados, devoradores de recursos y lentos, que

a veces hacen añorar las primeras versiones, más rápidas simples y

fiables, y con un mejor enfoque en trabajos específicos. De todos estos

programas, y de lo que ofrecen hablamos en la segunda sección.

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La forma de trabajar y los formatos de archivo que usaremos depende

mucho de si el producto final será una publicación escrita o si será un

documento para “colgar” en la red. Discutiremos más en detalle la

obtención y procesamiento de las imágenes y los formatos de archivo

que se emplean en cada caso en las secciones de Ilustración Digital y

Manejo de las imágenes.

Una buena forma de entender cómo ha cambiado la idea tradicional

que podíamos tener de la publicación de revistas, libros, boletines,

etcétera, es pensar en lo que supone la Web, la www. Además, en

parte impulsados gracias a Internet, surgen en los últimos años nuevos

sistemas de publicación digital, como el formato Acrobat PDF —

formato de documento portátil— con unas muy interesantes cualidades

que también tratamos en estas páginas.

Preguntas de Autoedición ¿Los programas de autoedición pueden conseguir fotografías de casi 1000 puntos?

Si, porque un usuario normal de autoedición dispondrá de una impresora láser, con una resolución superior a 2400 ppi, dispositivo que un usuario es difícil que tenga. Como los programas de autoedición tienen que conseguir calidad de impresión es necesario que tengan una resolución superior. Esto da lugar a que empiecen a surgir las empresas de servicios relacionados con la autoedición que realizan las tareas de autoedición para sus clientes. Características en el proceso de creación de un documento con un programa de autoedición.

1º La información textual se crea con un procesador de textos. 2º Con un programa de diseño se crean los dibujos y gráficos. 3º Se retocan las imágenes digitalizadas con un programa de tratamiento de imágenes. 4º Un programa de autoedición maqueta, compone y pagina todos estos items. Ofrecen tres módulos: uno para el trabajo con texto, otro para el diseño de página y un módulo para el color de impresión. Con los programas de autoedición se puede tener un gran control de la impresión, disponiendo de capacidades como separación de color, orientación de la hoja, impresión a dos caras y utilización de la paleta de colores pantone. Importan y exportan texto de los procesadores de texto más usuales y de las imágenes en formato TIFF, EPS, PCX, etc. Lo que los diferencia de los procesadores de textos es su capacidad para reservar espacio para texto o imágenes en cada una de las páginas (layout de la página). Otra de las funciones que los procesadores de texto no incorporan, es el trabajar con publicaciones. La publicación es dividida en capítulos que son archivados en ficheros de forma que se registra qué ficheros forman parte de la publicación, para así poder crear, por ejemplo, la tabla de contenido, numerar las páginas o imprimir la publicación completa. Las últimas versiones del Word, al trabajar en ver modo esquema si permite incluir subdocumentos.

Funciones que hay en los programas de autoedición que no encontramos en el word.

Las diferencias más notables son (de la autoedición con respecto a los procesadores): Mayor precisión. Más libertad de movimientos.

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Mejor tratamiento de la tipografía. Mejor control de los colores. Utilización de funciones inexistentes en los procesadores de textos: Capas, páginas maestras, siluetado del texto. Layout de la página (explicado en la pregunta anterior). Trabajo con publicaciones. Para introducir un documento utilizaremos un procesador de textos e importaremos el texto desde el programa de autoedición que incluyen funciones como diccionarios, de búsqueda, hojas de estilo, correctores ortográficos, etcétera. Con Word ya podemos utilizar cuadros de texto, disponemos de controles tipográficos, de controladores de impresoras, posibilidad de formato HTML, gestión de documentos, para controlar versiones, modificaciones, etc. Pero editar un folleto en Word es tremendamente lento e impreciso, mientras que hacerlo en cualquier programa de autoedición es sencillo, rápido y ofrece mayor libertad. Una función que no hemos encontrado en los procesadores: Páginas Maestras. En los programas de autoedición se pueden editar tablas, pero Word tiene muchas más opciones.

Historia del software de autoedición.

Sus orígenes se pueden remontar a los laboratorios de Rank Xerox en Palo Alto, de allí llegaría el Star. Posteriormente, Apple sacaría el Lisa, que luego daría lugar al Macintosh, una máquina que por sus características ofrecía las posibilidades de un sistema de autoedición (pantalla gráfica, ratón, posibilidad de combinar textos y gráficos, etc.). Pero a estas prestaciones les faltaba la posibilidad de salida de los textos con una calidad suficiente (impresoras láser) y dispositivos de entrada como escáneres gráficos. El uso extensivo de los sistemas de autoedición, del telefax y de las impresoras láser va en contra de la suposición clásica de que la implantación progresiva de la tecnología ofimática nos conducía hacia una oficina sin papel. Junto al ahorro de tiempo y dinero, otra gran ventaja consiste en la posibilidad de control de las tareas normales de redacción, composición, maquetación e impresión En las que intervienen tantas o más personas como pasos tiene el proceso. Actualmente, Apple es el número uno en ventas de sistemas de autoedición. Rank Xerox y Hewlett Packard son las otras dos compañías que están dedicando importantes esfuerzos a encontrar un hueco en este mercado. También Atari o Ast Premium. Dentro del software, destacaremos por su amplia difusión Pagemaker y Ventura, que integran texto y gráficos, permiten editar, diseñar y producir publicaciones y trabajan con numerosos procesadores de texto, paquetes gráficos y un número elevado de impresoras. Cada vez existen menos diferencias entre los programas de tratamiento de textos y los paquetes de autoedición.

La maquetación de páginas en los programas de autoedición.

Donde destacan todos los programas de autoedición es en la maquetación de documentos. Cajas de texto: pueden ser rectangulares, circulares, ovoides o poligonales. La función de una caja de texto es contener un bloque de texto importado. Las cajas se pueden enlazar, para que el texto fluya por cada una de las cajas enlazadas. Las páginas maestras: (no existe esa opción en Word, el equivalente sería la plantilla, para el documento). Es una página donde definimos los encabezados y pies de página del documento, añadimos el logotipo de la empresa o una línea o un dibujo. Todo lo que insertamos en una hoja maestra se repite durante los capítulos asociados a dichas hojas. Podemos utilizar varias páginas maestras dentro de un documento. De esta forma, si cambiamos algo de la página maestra, sólo observaremos el cambio en las páginas del documento relacionadas con esa página maestra. También sirven para cambiar la orientación de página dentro del mismo documento. Los márgenes y el resto de las definiciones de página. Una vez que se crea un elemento de página, podemos girarlo, duplicarlo, agruparlo con otro objeto, colorearlo, alinearlo a otros objetos, arrastrarlo a otro documento o biblioteca, extenderlo a varias páginas o suprimirlo. Trabajar por capas: para dar propiedades a todos los elementos de una capa de manera rápida y única. Las capas pueden designarse dentro de una publicación y luego activarse o desactivarse para visualización, modificación, exportación o impresión según se desee.

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Las capas permiten mantener varias versiones de un mismo documento, publicar en varios idiomas, albergar diferentes textos y gráficos e incluso para guardar distintas maquetas del mismo documento. ¿Qué reflexiones debes hacer antes de empezar a escribir un libro? ¿Por qué?

Cuando vamos a escribir un documento largo hay que usar un programa apropiado para este trabajo: en este caso FrameMaker, seguido de Corel Ventura. Porque estos programas poseen herramientas para generar tablas de contenido, referencias cruzadas y lo que es más importante, soporte de múltiples documentos. PageMaker se defiende bastante bien con los documentos largos, con funciones que facilitan la gestión de documentos. Una buena utilización del programa elegido nos facilitará el trabajo, nos aportará más libertad, nos proporcionará herramientas de autoedición y funciones que con otros programas nos sería imposible de efectuar.