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Encuentro Educacional ISSN 1315-4079 ~ Depósito legal pp 199402ZU41 Vol. 12(2) mayo-agosto 2005: 173 - 193 Ética praxis educativa y práctica pedagógica del docente universitario Nayibes Jiménez 1 , Marlene Luque 2 y Nelly Chacín 2 1 Facultad de Ingeniería.E-mail: [email protected]. 2 Núcleo Punto Fijo, E-mail: [email protected]; E-mail: [email protected]. Universidad del Zulia, Maracaibo, Venezuela. Resumen En este artículo se proponen algunas líneas estratégicas para fomentar una refle- xión acerca de la Ética y la Practica Pedagógica del docente Universitario. La propues- ta explica cómo fomentar la reflexión ética en la práctica pedagógica de los docentes, se desarrolla partiendo de la relación entre ética, educación y globalización, y se sus- tenta en tres enfoques teóricos: el que hace Pierre Aubenque (1999) acerca de la Pru- dencia Aristotélica; la Educación Moral de Kohlberg (1984); y La Condición Humana de Trías (2000). Se cree que la misma pueda contribuir con el proceso de transforma- ción universitaria, especialmente en la práctica pedagógica orientada hacia la refle- xión ética, por cuanto los docentes son los responsables principales de guiar dicho proceso de transformación. El artículo es el producto de una investigación descripti- vo-documental, se partió de las premisas expresas en las teorìas analizadas. Palabras clave: Reflexión ética, praxis educativa, práctica pedagógica, transforma- ción universitaria. 173 Recibido 14-05-2004 ~ Aceptado: 20-04-2005

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Encuentro EducacionalISSN 1315-4079 ~ Depósito legal pp 199402ZU41Vol. 12(2) mayo-agosto 2005: 173 - 193

Ética praxis educativa y práctica pedagógicadel docente universitario

Nayibes Jiménez1, Marlene Luque2 y Nelly Chacín2

1Facultad de Ingeniería.E-mail: [email protected]úcleo Punto Fijo, E-mail: [email protected];E-mail: [email protected]. Universidad del Zulia,Maracaibo, Venezuela.

Resumen

En este artículo se proponen algunas líneas estratégicas para fomentar una refle-xión acerca de la Ética y la Practica Pedagógica del docente Universitario. La propues-ta explica cómo fomentar la reflexión ética en la práctica pedagógica de los docentes,se desarrolla partiendo de la relación entre ética, educación y globalización, y se sus-tenta en tres enfoques teóricos: el que hace Pierre Aubenque (1999) acerca de la Pru-dencia Aristotélica; la Educación Moral de Kohlberg (1984); y La Condición Humanade Trías (2000). Se cree que la misma pueda contribuir con el proceso de transforma-ción universitaria, especialmente en la práctica pedagógica orientada hacia la refle-xión ética, por cuanto los docentes son los responsables principales de guiar dichoproceso de transformación. El artículo es el producto de una investigación descripti-vo-documental, se partió de las premisas expresas en las teorìas analizadas.

Palabras clave: Reflexión ética, praxis educativa, práctica pedagógica, transforma-ción universitaria.

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Recibido 14-05-2004 ~ Aceptado: 20-04-2005

Ethical Educational Praxis and Practice Teachingfor University Professors

Abstract

In this article, certain strategies are proposed in order to promote a reflection asto “University Professor Ethics and Educational Praxis”. The proposal, whichexplains how to promote ethical reflection in pedagogical teacher practice, developsalong the relations between ethics, education and globalization, and is based onthree theoretical focuses: the one proposed by Pierre Aubenque (1999) in relation toAristotelian Prudence; the moral education of Kohlberg (1984); and the HumanCondition by Tras (2000). It is believed that this could contribute to the process ofuniversity transformation, especially in pedagogical practice oriented towards ethicalreflection, since professors are those principally responsible for guiding thistransformational process. The article is a product of descriptive-documentaryresearch, based on the premises of the theories analyzed.

Key words: Ethics of reflection, practice teaching, educational praxis, universitytransformation.

Introducción

El optimismo reformista de ini-cio de siglo XXI, impulsa a las Insti-tuciones de Educación Superior Ve-nezolana a emerger con la ineludi-ble tarea de transformarse paramantener e incrementar su espacioy legitimidad, proceso de transfor-mación que les exige una máximacalidad en sus funciones de Docen-cia, Investigación y Extensión anteel proceso de globalización. Al mis-mo tiempo, en ese proceso transfor-mador, a la Universidad se le de-manda la atención continuada ypermanente del desarrollo de la hu-

manidad, con miras a desentrañarsus basamentos económicos, políti-cos y culturales.

De tal manera que desde la edu-cación se vaya gestando una culturaque globalice también la justicia, lasolidaridad, y una hermandad real.Para lograrlo, se requieren cambiosestructurales en las misiones, fun-ciones y formas organizativas, ade-más de considerar cambios en la va-loración del hombre, como en la ex-periencia cotidiana y profesional desus docentes.

La praxis educativa lidera las ac-tuales reformas en la medida en quelos docentes son los que implemen-

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tan las exigencias de excelencia, cali-dad y motivación, mediante la prác-tica pedagógica, en un intento porreconstruir la identidad de la insti-tución. Les corresponde a los do-centes universitarios, transmitir esaherencia cultural con eficiencia,competitividad, y mentalidad críti-ca, propiciando a su vez la autono-mía social y cultural del país. Estorequiere a su vez, de un docente ca-lificado, motivado, reconocido porla sociedad, capaz de relacionarsecon su medio social y sobre todoconsciente de su responsabilidadcon los estudiantes y de la unidadde su quehacer personal y profesio-nal, como modelo de comporta-miento ético para las nuevas genera-ciones y como orientador de

La Ética en la práctica pedagógi-ca del docente universitario debe es-tar fundamentada en la aplicaciónde teorías y métodos de enseñanzacon el uso de recursos y medios quetengan la direccionalidad para lle-gar a sus estudiantes, y llevar la se-guridad para inducir un mejora-miento de su competencia profesio-nal, que no se resuelve mediante elaprendizaje de meros saberes teóri-cos o puramente técnicos sino a laorientación esencial del quehacereducativo con el compromiso éticodel docente.

En la nueva sociedad del conoci-miento, la educación juega un papelfundamental y debe fundamentarseen la búsqueda de la calidad, la com-petencia y eficiencia personal (More-

no, 2000), por cuanto la actual edu-cación no responde a las exigenciasdel mundo globalizado y postmo-derno; por ello se hacen esfuerzospor transformar la universidad ypor la implantación prácticamenteen todo el mundo de reformas sus-tanciales de los actuales sistemaseducativos, especialmente en el sis-tema de formación permanente deldocente. En este sentido, Pérez Es-clarin (2000) presenta cuatro ele-mentos fundamentales de las Refor-mas Educativas con las que se buscatransformar la educación a saber:1. La implementación de nuevas

estrategias innovadoras de pla-nificación educativa.

2. Una pedagogía orientada a pro-mover el aprendizaje y centradaen el estudiante.

3. Una evaluación formativa queinvolucre a todos los partici-pantes en el proceso educativo.

4. La transversalidad como mediode garantizar que la universi-dad retome su verdadera di-mensión educativa y ética.En el marco de la globalización,

la educación debe fundamentarseen la transversalidad de la ética,como una acción profundamentehumanizadora a partir de la cual sehacen las nuevas proposiciones cu-rriculares dentro de un contexto ca-racterizado por la armonía, la soli-daridad y la convivencia. En la so-ciedad actual se está configurandoun complejo sistema de interrela-ciones, las cuales impactan a las ins-tituciones, la política, la economía,

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la ecología y la educación (Moreno,2000) y por supuesto la moral. Es-tas nuevas realidades invitan a lasInstituciones de Educación Supe-rior Venezolana a emerger con laineludible tarea de transformarsedestacando la praxis educativa uni-versitaria con sentido ético (Yárza-bal, 1999). Por lo cual la prácticapedagógica debe ser transformadacon un sentido ético

En este sentido la presencia dela ética en la educación superiorpuede orientar la acción humana enel aspecto reflexivo no solamentepor las intenciones que el docenteenuncia oficialmente, sino por lasposiciones que asuma y las conduc-tas que ejecuta a través de su queha-cer cotidiano. Según Bonete (1998)los individuos deben ser formadosen su conciencia moral a través delas instituciones educativas, de losmedios de comunicación y las nor-mativas legislativas. Esta idea con-lleva a determinar que el docentedebe ser formado permanentemen-te en las universidades hacia una ac-tuación ética mediante su desempe-ño, lo cual puede hacerse a través dediversas estrategias.

En consecuencia este artículopresenta los elementos conceptua-les necesarios para sensibilizar ypromover la reflexión sobre la im-portancia del componente ético enla praxis educativa universitaria me-diante la discusión de situacionesrelacionadas con el comportamien-to ético del docente en su práctica

pedagógica tomando en cuenta tresdimensiones: lo organizacional, locolectivo y lo individual. Por lo cualse proponen líneas estratégicas ba-sadas en la promoción moral y éti-ca, en la participación activa, la sen-sibilización y la reflexión sobre lossistemas de valores que sostienen laconvivencia, establecer un códigode conducta para resolver conflictosinterpersonales de la práctica profe-sional, concienciar acerca de comola praxis educativa universitariaocupa un lugar relevante dentro dela universidad.

Consideraciones teóricas quesustentan la ética y la práctica

pedagógica universitaria

Ética, educación y globalizaciónen las universidades

El hombre de esta época, afligi-do por los conflictos entre valorescontrapuestos piensa que la únicavalidez es la decisión de la mayoríasin embargo es importante conside-rar que aún cuando se vive bajo elcontexto de amenazas globales quehacen peligrar como nunca a la hu-manidad, sí existe la posibilidad deorientar este momento históricodesde una perspectiva ética a travésde la interconexión con la-educa-ción y la globalización, donde la éti-ca respalda y ratifica a la educaciónpara coprotagonizar el más profun-do esclarecimiento de muchos pro-blemas humanos. Es por ello que laeducación universitaria ejerce su po-

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der transformador, a través de la ac-tuación y vocación de servicio deldocente, quien ejerce la función demayor relevancia en el proceso edu-cativo.

Por otra parte, el panorama dela globalización, el amedrenta-miento de las grandes potencias consu carrera armamentista y la cons-tante violación de los derechos hu-manos, exigen de la ética el uso deun nuevo lenguaje valorativo, en laque se evalúen las conductas socia-les desde la humanidad, la razón yla conciencia moral. En esta mismalínea Morin (2000), opina que en elnuevo milenio la ética debe formar-se en las mentes, partir de la con-ciencia de que el ser humano es unatrilogía, es al mismo tiempo: indivi-duo, parte de una sociedad y de unaespecie humana, relacionando asíla ética a la nueva dimensión de laera planetaria y sobrepasando lafrontera de la conciencia individual.

El nuevo paradigma pedagógi-co para aprender a conocer, apren-der a ser, y aprender a hacer, enfati-za en el aprender a convivir; se pro-pone así un cambio en la labor edu-cativa, donde la función técnica noexcluye la formación humanista, in-tegral y ética de los docentes. SegúnTaylor (1991), citado por Moreno(2002) la misión de la globaliza-ción es el desarrollo pleno del serhumano, su libertad y la construc-ción de sociedades armoniosas. Sinembargo, el desarrollo científico ytecnológico no ha permitido lograr

esta misión, razón por la cual setiende a aceptar el supuesto de queel conocimiento nunca había sidotan importante para la superviven-cia del hombre. Duplá (1999), cita-do por Esclarín (2000).

Existe la convicción de que laeducación universitaria está llama-da a desempeñar un rol protagóni-co en la formación de individuoscapaces de integrarse a ésta globali-zación sin excluir su desarrollo hu-mano. De ésta manera los docentesdeben estar consciente del procesode humanización de los estudian-tes, así como de una formación quelos haga capaces de:

• Discutir y confrontar diferentespuntos de vista que los guíen ha-cia la validación y comprensióndel conocimiento, hacia la posi-bilidad de pensar estratégica-mente, planificar y respondercreativamente a las demandascambiantes.

• Saber comprender el mundosocial y físico en el que interac-túan.

• Saber convivir con la pluralidadcultural desarrollando el respe-to y la tolerancia.

• Incrementar un sentido positi-vo existencial.Es así como la nueva concep-

ción de la educación universitariaapuesta a la capacidad de transfor-mación cualitativa frente a lasnuevas realidades, surge la oportu-nidad para establecer un hilo con-ductor entre la ciencia, la cultura,

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la sensibilidad y los valores, me-diante una práctica pedagógica quetenga a la ética como centro y quepermita a los estudiantes convertir-se en seres espirituales capaces deconstruir su dirección racional enapertura, respeto y solidaridad ha-cia los demás hombres, para formaral nuevo ciudadano y el nuevohombre de América.

En Venezuela, la educaciónuniversitaria se encuentra inmersaen un gran debate con relación a latemática de la ética y la formacióndocente, prueba de esto es el Progra-ma Nacional de Ética y Docenciadesarrollado por la Universidad Pe-dagógica Experimental Libertador(UPEL), se pretende así llevar a de-bate la dimensión ética de la crisisnacional y proponen un docentemotivado, capacitado y comprome-tido que contribuya a la formaciónintegral de los ciudadanos. (Yegres,1999). Igualmente (Villalobos,2001) señaló que en el Estado Zuliase desarrolló una investigación so-bre la competitividad que arrojó en-tre sus resultados que la pérdida devalores es un inhibidor del desarro-llo regional, por lo cual se organizóun Comité de Valores del Zulia queactualmente trabaja para rescatarlos valores, no sólo en esta sociedadsino en los individuos.

Profundizar en la ética y lapráctica pedagógica del docenteuniversitario es tanto como inda-gar en un ámbito insuficientemen-te abordado y con escasos trata-

mientos desde la investigación. Sinembargo en el escenario universita-rio llegó el momento para que laética junto a la ciencia y a la educa-ción se desarrolle paralelamente fo-mentando la vivencia de pautasmorales aceptadas como valoresuniversales entre ellos: los derechoshumanos, el respeto mutuo, la dig-nidad y la justicia.

El desempeño ético del docenteuniversitario

A lo largo de la historia, la pro-fesión docente ha ganado cierto re-conocimiento pero no tiene el pres-tigio social de otras profesiones. Seobserva como cada día, en la Educa-ción Superior ingresan profesiona-les en áreas especificas como Medi-cina, Derecho, Odontología, Inge-niería, para desempeñarse comodocentes dada las exigencias de di-chas carreras, sin tener la formaciónespecifica en el área de Educación, yaún cuando reciben Cursos de Ac-tualización y Capacitación Docentecarecen de habilidades para la solu-ción de conflictos profesionales re-lacionados con la ética. De la mis-ma manera los docentes universita-rios formados en las escuelas deeducación prestan poca atención alos problemas ético-morales duran-te su práctica pedagógica.

Es importante señalar que el de-sempeño ético del docente universi-tario depende de la formación per-sonal y profesional a través de su

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desempeño, dentro y fuera de launiversidad, lo cual le permite asu-mir un compromiso activo o pasi-vo. Para explicar el desempeño éticodel docente universitario se ha creí-do conveniente ahondar un pocosobre la ética y el èthos docente.

La ética no se agrega a las prácti-cas de la vida profesional, sino queforma parte de ella. No importacuanto se practica sino el compro-miso que involucra en el contratomoral. Lo importante es llevar la éti-ca al campo donde nos desempeña-mos. El objeto formal de la ética esentonces el carácter que se adquierey se va desarrollando a lo largo de lavida a través de hábitos, costum-bres, virtudes, vicios, modo de ser,lo importante es lo que una personaha llegado a ser desde su misma na-turaleza. En este sentido Cortina(l994) e Ibarra (l996), coinciden endefinir la ética como una rama de lafilosofía que se ocupa de la moral ysus manifestaciones, así como desus relaciones con otras conductasdel ser humano. La ética es unaciencia que persigue la conductamoral del hombre, el perfecciona-miento personal es el compromisoque se adquiere con uno mismo deser siempre mejor persona. Es pen-sar en la condición humana dondeexiste la influencia de sentimientosy emociones, que impulsa a debatir-se entre el deber ser, el ser y el poderser, para descubrir sus fuerzas y lo-grar acuerdos que le permitan refle-

xionar sobre los principios conduc-tuales para perfeccionarse.

A fin de explicar los fundamen-tos de una investigación etimológi-ca sobre la ética, Aranguren (1997)expresa que proviene del vocabloETHOS que inicialmente significómorada o lugar que habita, poste-riormente se introduce una nuevanoción que amplía el sentido demorada, refiriéndose a morada delhombre en el ser. Sin embargo, laacepción más usual del vocabloethos desde la tradición filosóficaAristotélica significa modo de ser oforma de vida costumbres que sevan adquiriendo que pueden con-vertirse en hábitos o vicios. Visto deesta manera el ethos se proyectacada día en nuestra praxis, con cadadecisión y cada acto, es así que surgeel quehacer ético.

En ese sentido, la Ética repre-senta un papel fundamental, talcomo lo resume Escobar (1999), alconcebirla como una parte de la fi-losofía que reflexiona sobre la

moralidad, la conciencia moraly la acción ligada al hombre por loque otorga a la ética un caráctereminentemente social. La ética sur-ge en detrimento de la vivencia depautas morales aceptadas única-mente por el individuo que se apo-ya en la ilusión de que se vale todoen este momento histórico caracte-rizado por lo plural, multicultural ypor una exagerada crisis de valores.

Según los planteamientos deAristóteles, se infiere que el fin de la

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ética no es el conocimiento, sino laacción, la praxis; es decir, que elhombre feliz será aquel que vivebien y obra bien. Así mismo, la mo-ral Kantiana es entendida como lalibertad misma, el derecho delhombre a legislarse a sí mismo ycumplir un deber sin presión deninguna naturaleza por su propiavoluntad. (Aranguren: 1997).

Lo anteriormente planteadopermite explicar la condición en eldesempeño ético del docenteuniversitario, lo cual implica consi-derar el ethos docente que según Al-tarejos (1998) “se encarga del estu-dio del carácter o modo de ser delprofesional de la docencia, y a suvez del estudio de los derechos y losdeberes que la práctica docente con-lleva”. Partiendo de esta definiciónresulta interesante preguntarse ¿Sesabe porque se escoge la profesiónde educar en las universidades? ¿SeTiene conciencia de cómo se ejerceel desempeño docente? Dado queesta elección bien por inclinaciónnatural o por un deber reflexivo, seconvertirá en un proyecto funda-mental de la existencia, que va de-terminando situaciones, precedidaspor actos, generadas a su vez por há-bitos, que se articulan para formarla realidad, el docente universitariomuchas veces elige la profesión sintomar conciencia sobre el impactosocial moral que produce sobre losestudiantes y otras personas con lascuales convive en la universidad. ¿Eldocente universitario está conciente

de sus deberes y derechos, de su rec-titud y de sus vicios? ¿Está acostum-brado a reflexionar sobre sus princi-pios éticos? ¿Busca la manera deperfeccionar su desempeño ético?Es muy poco lo que se ha hecho so-bre el particular.

El ethos docente representa laimportancia del conocimiento de lasconductas, habilidades y destrezasque permiten al docente fundamen-tado en su ejercicio profesional elcumplimiento de sus deberes y dere-chos que le están signados, basado

en su proceso de formación, elsaber, la experiencia y en una inten-ción del modo de ser profesional. Elethos docente se concretiza en los de-rechos profesionales que son adquiri-dos por medio del trabajo, de la prác-tica de un oficio que hace que un serhumano no sea solamente hombre,sino además un profesional. De allíque la tarea primordial del docenteuniversitario es el rescate de la defini-ción y la esencia misma de su desem-peño ético como profesional.

Por lo tanto, se requiere un vira-je que conecte al docente a unaprendizaje permanente de la reali-dad en la cuál se desempeña, a unareflexión sobre como esta viviendosu moral en todos los contextosdonde interactúa y como se relacio-na con la inclusión de los códigosde Deontología profesional queconsisten en un conjunto de nor-mas morales que regulan el com-portamiento del ejercicio profesio-nal. Desde este punto de vista la

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praxis educativa encuentra en la éti-ca un guardián que garantiza el bie-nestar y la calidad de vida del edu-cando distanciándose de cualquierposibilidad de abuso, manipula-ción e injusticia. La sociedad conce-de al docente una gran responsabili-dad al reconocerlo como formadorde hombres no sólo en habilidadesy destrezas operativas y cognitivas,sino además y actitudinales.

Este es el gran desafío para lasuniversidades, la necesidad de adap-tación al cambio tecnológico porparte del docente con una visiónmás amplia de carácter académico yético, más que científico dentro delos principios de libertad académicay de preservación de la autonomíacon respecto a los otros. Para ello senecesita el desarrollo de programasde formación permanente en unentorno social altamente competiti-vo con la profundización de unaeducación avanzada para lograr queel proceso educativo universitariosustituya gradualmente el modelovigente de aprendizaje que se adap-ten rápidamente a los cambios y ne-cesidades de la sociedad.

Práctica pedagógica, praxiseducativa, y transformaciónuniversitaria en el ámbitode la ética

El desempeño ético del docenteuniversitario determina la prácticapedagógica, la praxis educativa y latransformación universitaria. Den-tro del nuevo espíritu de la transfor-

mación académica en la universi-dad surge la posibilidad de rescatarla práctica pedagógica en las aulas ofuera de ellas, y la praxis educativaen toda la universidad como orga-nización, de los efectos de las crisisde valores y de la injusticia social. Elquehacer pedagógico implica inte-racción humana, gerencia de pla-nes, programas y sobre todo un rolmoral al modelar a los estudiantesactos de prudencia, justicia, respeto,responsabilidad, uso de la raciona-lidad, puntualidad, flexibilidad ytolerancia.

En este sentido, se hace necesa-rio revisar cómo la praxis educativareta a no mantener la miopía prag-mática según la cual los docentesuniversitarios no requieren apren-der más de lo que hacen en su ejerci-cio profesional, técnico ó racional.Al respecto Crespo.(1998) citadopor Sevilla (2001), declara “que laadquisición de conocimientos debecomprender no sólo el corpus deconocimientos disponibles en unmomento histórico, sino tambiénla adquisición de habilidades quepermitan la actualización en unmismo dominio de especializacióny eventualmente, la recalificaciónen un dominio conexo u otro domi-nio diferente, es necesario ir másallá del dominio de una cienciapara abarcar la pluralidad de cono-cimientos y marcos conceptualescon los que pueda dar respuesta ainterrogantes, recontextualizar, re-interpretar desde enfoques de otras

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disciplinas acerca de las condicio-nes, acciones, motivos, y fines delos actores del proceso educati-vo”.(p.89) Es necesario también to-mar conciencia de las interaccionese influencias sociales, de las necesi-dades de los otros (estudiantes, co-legas, administradores), de los prin-cipios ético-morales, de la posibili-dad de mejorar la practica pedagó-gica con sentido ético y la praxiseducativa como acción macro entoda la universidad, lo cual llevará auna transformación apropiada a losrequerimientos de una sociedadávida de mejoras en los aspectos éti-co-morales.

Existen aspectos importantesrelacionados con la práctica peda-gógica que atiendan a la dimensiónética y están vinculadas al currículo,tales como las estrategias de ense-ñanza-aprendizaje-evaluación, lascuales incluyen actividades, proce-dimientos, tareas, recursos y mediosutilizados por el docente para pro-mover aprendizajes significativos.Díaz Barriga (1999). Los recursos ymedios Instruccionales son consi-derados como materiales, equipos ymedios de comunicación, jueganun papel estimulante al ser el canalfísico para transmitir mensajes quepermitan alcanzar los objetivos Ins-truccionales. La evaluación conside-rada una actividad compleja y almismo tiempo una tarea funda-mental donde se aplican criteriospredefinidos en el currículo, plan de

clase, programa académico, quepermiten obtener información,emitir juicios, o tomar decisionesmediante técnicas seminformales yformales de evaluación. El conoci-miento y aplicación de estos com-ponentes facilitan la práctica peda-gógica del docente.

Es importante señalar tambiénaspectos resaltantes relacionadoscon la praxis educativa de calidad.Probablemente el docente universi-tario enseñará como él pueda, unacosa es la teoría y otra es la práctica,de una u otra manera se va constru-yendo la pedagogía en la cotidiani-dad. Vale preguntar: ¿Qué hacen losórganos de la Universidad, comolos departamentos para promoveruna praxis educativa centrada en laética?, ¿Hasta que punto los docen-tes se reúnen para socializar el co-nocimiento hacia la práctica peda-gógica que protagonizan?

En este orden de ideas, Meirieu(2001) focaliza la interacción hu-mana dentro del quehacer pedagó-gico y refiere que se debe considerarla necesidad y la actitud del docenteal ejercer control y poder sobre el es-tudiante y el grupo. Este afectadopor la urgencia de lo cotidiano, delas presiones institucionales, delcansancio profesional hasta por eldesánimo, entra en riesgo y pierdeel control, no responde de sí mismoaflorando la violencia mediante ac-tos de irrespeto e injusticia socialamenazantes para el estudiante o

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grupo. Practicar la indiferencia cir-cunstancial haciendo una pausaque no nos aleje de nuestro proyec-to educativo es lo sugerido por elautor.

Por otro lado Meirieu (2001)plantea que ejercer el poder sobrelas cosas y los seres implican para eldocente definir por adelantado lafuente de sus intereses, los limitesde sus capacidades, de su progreso yde su tolerancia. Lidiar cotidiana-mente con estas diferencias hacesurgir la condición humana del do-cente que se manifiesta en buscar loreal, los signos, los indicios, lospuntos de apoyo, todo lo que mepermite articular, su proyecto edu-cativo. Y son los éxitos, los fracasosy las resistencias que se descubrenen la acción lo que abre nuevoscampos de conocimiento y acción,en si misma la realidad no es lo quetransforma, es el docente quien pro-voca un movimiento bueno o nodentro de su proyecto de educabili-dad, es nuestro deber trabajar por lapromoción de lo humano, cons-cientes de que a veces no llegará.

Así mismo los valores y losideales que asume el docente antesu devenir profesional le permitebuscar, enfrentarse, y resolver deuna forma determinada su relacióncon el otro a pesar de que en la uni-versidad se le de importancia a losderechos de igualdad y exista unadeclaración de los derechos huma-nos surgen los prejuicios y la subje-tividad como cómplices de decisio-

nes significativas al avance, perma-nencia y egreso de los estudiantesvíctimas. Los docentes universita-rios necesitan identificar cuales sonsus prejuicios en relación a los asun-tos académicos, partidistas, econó-micos, de religión, género, color,educación raza, edad porque estoentorpece su labor diaria.

Enfoques teóricos quefundamentan la ética en la praxiseducativa universitaria

La ética en la práctica pedagógi-ca del docente y en la praxis educati-va universitaria tiene asideros fun-damentales en tres teorías que hansido consideradas en épocas dis-tintas: La Ética de la Prudencia enAristóteles según Pierre Aubenque,el Desarrollo Moral según LawrenceKohlberg, la Ética en la Filosofía delos Límites de Eugenio Trìas.

El desarrollo moral segúnLawrence Kohlberg

La Universidad como comuni-dad justa tiene como función básicamantener y transmitir los valores dela sociedad y desarrollar la moral delalumno, buscando el consenso detodos. Según Kohlberg el desarrollomoral del estudiante sugiere cuatroposibles objetivos educativos:1. Desarrollar en los estudiantes

valores y aptitudes que contri-buyan a lograr un estilo de vidasaludable y satisfactoria.

2. Enseñar a los estudiantes con-ductas y actitudes que reflejen

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los valores tradicionales de susociedad.

3. Modelar a los estudiantes cier-tas técnicas que les permitan vi-vir de manera más eficaz, comomiembros de su sociedad.

4. Promover el desarrollo de lasaptitudes de los estudiantes enáreas de funcionamiento cogni-tivo, social, moral y emocional.No se trata de que el docente

enseñe ética, se trata de que puedecrear una atmósfera moral en elaula, dentro de la cual se use a la éti-ca en función de los conflictos, seestimule el pensamiento de los es-tudiantes para que ellos construyanjuicios y razones. Todo lo que ocu-rra dentro de un salón de clase yvaya en contra de la vida, es antitéti-co. Se requiere entonces un docentepuntual, organizado, negociador,oyente, preparado cognitivamente,con sensibilidad social, capaz dediscernir, canalizar las dificultadesque surjan en el recinto universita-rio, atendiendo al bien colectivo,más que al personal.

Otro aspecto resaltante en la teo-ría de Kohlberg (1984), es la concep-ción sobre la escuela como una “co-munidad justa”, la cual tiene comofunción básica mantener y transmitirvalores” positivos así como contra-rrestar los negativos. Centra su aten-ción en la enseñanza de la justiciamediante la cual se pueden transmitirlos valores consensuales de la socie-dad, porque la justicia es el “...proce-so básico de valoración que subyace a

la capacidad para el juicio moral decada persona”. (Kohlberg, Power yHiggins, 1997). Kohlberg estuvo deacuerdo con el enfoque educativomoral de que la universidad debeocuparse del currículo oculto; por-que aún cuando los valores de lajusticia se discutan en clase, si losestudiantes perciben que seguiradelante en la universidad se rigepor un conjunto de normas total-mente diferentes a su vida social, nodará los resultados esperados. Conesta visión de la universidad, Kohl-berg logra un asidero conceptual deella como una miniatura de la socie-dad, dándole un enfoque más socialque psicológico.

La justicia es un principio moraluniversal que toda persona debe em-plear como base para hacer juiciosmorales. La meta de la universidadno debe limitarse a los objetivos de laeducación, sino que debe extendersehacia los objetivos de la sociedad engeneral, hacia la formación de la ciu-dadanía. La meta del desarrollo mo-ral del alumno debe ser un cambio enla vida de la universidad así como enel desarrollo de cada alumno. La en-señanza de la justicia en el aula tieneun efecto modelador de la conductadel alumno y debe sustentarse en elpropio modo de vida del alumno, ensus experiencias vividas en la univer-sidad, en su familia como en su co-munidad. Para que la universidadcumpla su función en el desarrollomoral hace falta tomar en considera-ción la labor o el rol del docente. En

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primer lugar, debe proporcionar si-tuaciones en un contexto pedagógi-co en el que haya congruencia entreel sistema de valores de la universi-dad y las normas de acción. En se-gundo lugar deben entender queenseñar valores no estimula sola-mente el pensamiento y que no de-ben imponer a los alumnos su pro-pio sistema de valores. En tercer lu-gar debe promover el sentido inna-to de justicia, preparar a los alum-nos para que comprendan y se apro-pien del principio de justicia sobreel que se basa la filosofía moral dela constitución nacional, del nuevodiseño curricular y del reglamentouniversitario. En cuarto lugar debe-rá promover la valoración de la es-cuela como comunidad justa.

Al respecto Kohlberg declaróque el valor social de éste enfoqueevolutivo está mas allá de su efectoen la conducta individual, la educa-ción será mas eficaz cuando se for-ma al grupo y no al individuo. Conesta declaración se reafirma su con-cepción más social que psicológicade su teoría.

La ética de la prudenciaen Aristosteles, según Pierre

Aubenque

Para Aristóteles la prudencia noes una ciencia, no es un arte, sinouna disposición práctica que con-cierne a la regla de elección verdade-ra, que tiene por norma el bien ab-soluto o el bien humano, que pre-

supone no solo de hecho, sino dederecho (como es el caso de las vir-tudes éticas), la existencia del hom-bre prudente y la descripción de estaexistencia.

La prudencia como saber de loparticular permite explicar los prin-cipios de la moralidad, tal comoestá definidos por la conciencia mo-ral o sindéresis a la inamovilidad in-definida de las circunstancias sobrelas cuales se ha de ejercer la acción,para Aristóteles, el objeto de la pru-dencia sería lo contingente, es decir,aquello que ningún saber llegará ja-más a penetrar y sobre todo prever.Aristóteles habrá puesto mucho cui-dado en oponer la prudencia a la sa-biduría la cual no es de ningunaayuda para la acción moral.

Al revisar el texto de Pierre Au-benque (1999) se han identificadolos principios aristotélicos que sus-tentan la teoría de la prudencia. Elprimero de ello es la Acción moralla cual se entiende como una “Ac-ción técnica en y sobre el mundo”.Si el éxito no es sinónimo de acciónbuena, hace falta primero que la ac-ción sea acabada, es decir lograda.Victoria sobre el azar, para que pu-diera ser calificada moralmente. Laética de la prudencia en Aristótelesse caracteriza por el intelectualismodel juicio, más que de la ciencia, delos límites y no del racionalismo.

Otro principio muy interesanteen relación a la prudencia es la nor-ma o regla recta. Para Aristóteles elhombre que habiendo contempla-

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do el orden de la naturaleza y de laverdad saca de él la norma trascen-dente de toda acción. La falta noestá en ley, ni en el legislador sinoen la naturaleza de la cosa... “reco-nocer en su hábito un obstáculo on-tológico, un hiato que afecta a larealidad misma y que ninguna cien-cia humana podrá jamás sobrepa-sar”. (Pierre Aubenque, 1999). Lajusticia abstracta, científica ve unidasu suerte a la de la ley, pero la justi-cia tiene necesidad de ser consegui-da por la virtud de la equidad, quees un conectivo de la falibilidad dela ley. Si la prudencia es la virtud in-telectual que permite en cada mo-mento definir la norma, el hombreequitativo deberá poseer la virtudde la prudencia en el más alto gradopara aplicarle a su propio dominio,el de la distribución de bienes, ymás generalmente, el de las relacio-nes entre los hombres. De manerageneral la virtud moral consiste, enaplicar la regla determinada por elhombre prudente.

Otro principio reconocido en laconcepción de la prudencia aristo-télica es la virtud. La “prudencia esla virtud de la parte calculadora delalma intelectual...” de la esencia dela prudencia que presupone no solode hecho sino de derecho” la exis-tencia del hombre prudente y ladescripción de la existencia. “La Vir-tud se define así como una disposi-ción que consiste en el justo mediorelativo a nosotros, el cual está de-terminado por la regla recta tal cual

como lo determina el hombre pru-dente” (Pierre Aubenque, 1999). Elhombre virtuoso actúa en el justomedio y el criterio del justo medioes la regla recta o norma.

De esta manera, para Aristótelesla prudencia es una disposición con-cerniente a lo que es bueno y lo quees malo para el hombre. El hombreprudente es capaz de deliberación.Hay dos especies de disposición lapráctica o poética, la primera con-cierne a la intención o regla de elec-ción, este tiene por norma el bienabsoluto o el bien humano.

La mejor manera de captar laprudencia consiste en considerarque el hombre prudente, es aquelcapaz de deliberación. Aristótelescaracterizó al hombre prudente ca-ricaturizando al hombre griego, me-diante los célebres casos del magna-nismo en el cual se ha querido ver elretrato idealizado del hombre grie-go. Pierre Aubenque, (1999) asomalas características del hombre pru-dente según Aristóteles.1. No es ni sabio ni erudito, es el

instrumento para extraer su au-toridad de la sabiduría o de laciencia.

2. Sabe lo que es bueno y lo que esmalo para si mismo (prudenciaprivada) y para los demás (pru-dencia política) lo bueno paraAristóteles es aquello que sirvepara vivir pero no para el placerdel cuerpo, ni para la salud.

3. No solamente es el intérpretede la regla recta o norma sino

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que es la regla misma el porta-dor viviente de la norma.

4. No tiene connivencia con losprincipios, es decir, no tolera nidisimula las transgresiones quecometen los subordinados con-tra las leyes. No confabula.

5. Debe ser virtuoso, prudente an-tes que sabio.

6. Está dotado de una inteligenciacrítica, es invocado como juezporque tiene juicio, experienciay un conocimiento; es “inte-ligente de lo inteligible”.

7. Tiene una amplia mirada lo queve es una totalidad concreta yno abstracta e irreal como elmundo de las ideas de platón.El hombre prudente conocetambién lo particular, perotampoco se le discute un ciertoconocimiento de lo universal.

La ética en la filosofía de loslímites de Eugenio Trías

La ética cambia de rumbo conla propuesta de Eugenio Trías(2000) de la Filosofía del Límite.Según él, hoy existe la necesidad debuscar la inspiración de la ética enla reflexión relativa a lo que somos.Solo así es posible promover unapropuesta ética que reviva y recreeotras propuestas tradicionales -c-omo la de Aristóteles- dándole ungiro a la ética. La asunción ontológi-ca del ser y la razón limítrofe es laque hace posible la viabilidad deuso práctico de esa misma razón, así

como una sustentación de la éticaen una reflexión sobre la condiciónlimítrofe y fronteriza de lo que so-mos (Habitantes de fronteras). Laética es el uso práctico de la razónfronteriza en el convivir para disfru-tar de la buena vida.

Al hacer un análisis de esta pro-puesta nos encontramos con tresprincipios básicos de la ética: el ca-rácter limítrofe y fronterizo del ser,la condición humana y la razónfronteriza. El carácter limítrofe yfronterizo del ser concretada en unafrase muy utilizada por Trías quedice: “Somos los límites del mun-do”, expresa que el hombre aban-dona la naturaleza e ingresa al uni-verso del sentido, pero a la vez cons-tituye un límite entre ese mundo devida en el que habita y su propiomás allá. El límite se consideracomo el cerco de misterio que tras-ciende y determina la condición hu-mana, es la condición limítrofe yfronteriza que los sitúa en infinitadistancia entre la naturaleza(prehumana) y el misterio (su-prahumana). El limite marca lacondición entre los físico y lo meta-físico, entre el mundo habitado y elmás allá, entre la razón dogmática yla razón fronteriza; se considera desobre filo o ambiguo lo cual es unainvitación a ser traspasado, fran-queado o revocado, es una incita-ción a la superación y al exceso.

La proposición ética de Tríasprescribe una forma de vida y deconducta que sea “acorde” o “armó-

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nica”. Propone a través de una for-ma verbal imperativa un modo deconducirse y de vivir que se ajuste ala condición del hombre como serfronterizo. En el hombre se aloja laposibilidad de libertad que deter-mina su acción moral o la gestaciónde conductas que derive en conse-cuencias inmorales.

El uso práctico de la ética debesustentarse en una reflexión sobre lacondición humana y lo que pode-mos saber acerca de lo que somos.

Propuesta

La reflexión ética en la prácticapedagógica y en la praxiseducativa universitaria

El análisis presentado en páginasanteriores ha conducido a una refle-xión acerca de cómo la universidadpuede afrontar la necesidad de edu-car para la vida, de cómo puede cons-tituirse en el medio mas eficaz para laformación individual, social-ético-moral del individuo. De ésta manerase presenta a continuación una pro-puesta que pueda servir de mapa paratransformar la universidad medianteun enfoque diferente de la prácticapedagógica del docente universitarioy la asunción de una praxis educativaacorde a las exigencias de la sociedadactual.

Se trata de una propuesta queciertamente se ha de revisar con ul-teriores observaciones.sobre todoen lo referente a la ubicación de ac-ciones según los diferentes contex-

tos. Por lo cual se proponen líneasestratégicas basadas en la promo-ción moral y ética, en la participa-ción activa, la sensibilización y lareflexión sobre los sistemas de valo-res que sostienen la convivencia, es-tablecer un código de conducta pararesolver conflictos interpersonalesde la práctica profesional, concien-ciar acerca de como la praxis educa-tiva universitaria ocupa un lugar re-levante dentro de la transformaciónuniversitaria.

Dicha propuesta se ha organi-zado mediante los siguientes pasos:

• Análisis de las premisas rele-vantes sobre la ética en la prác-tica pedagógica del docenteuniversitario y la praxis educati-va en las teorìas de Koholberg,Aubenque y Trías.

• Establecimiento de objetivossegún las necesidades y proble-mas detectados.

• Determinación de líneas estra-tégicas según las dimensiones:organizacional, colectivo e in-dividual.

Premisas relevantes sobre la éticasegún Koholberg, Aubenquey Trías1. Desarrollar en los estudiantes

valores y aptitudes que contri-buyan a lograr un estilo de vidasaludable y satisfactoria.

2. Buscar el consenso de todosmediante el diálogo, la educa-ción será más eficaz cuando seforma al grupo y no al indivi-duo.

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3. Enseñar a los estudiantes con-ductas y actitudes que reflejenlos valores tradicionales de susociedad. La universidad nodebe limitarse a los objetivos dela educación, sino que debe ex-tenderse hacia los objetivos dela sociedad en general, hacia laformación de la ciudadanía.

4. Modelar a los estudiantes cier-tas técnicas que les permitan vi-vir de manera más eficaz, comomiembros de su sociedad.

5. Promover el desarrollo de lasaptitudes de los estudiantes enáreas de funcionamiento cogni-tivo, social, moral y emocional

6. Crear una atmósfera moral enel aula, dentro de la cual se usea la ética en función de los con-flictos, se estimule el pensa-miento de los estudiantes paraque ellos construyan juicios yrazones.

7. Concebir la Universidad comouna “comunidad justa”, quetransmita valores” positivos yque contrarreste los valores ne-gativos.

8. Principios Universales de la éti-ca: La Justicia,. la Acción moralacabada, la Norma o regla recta,la Virtud. el Carácter Limítrofe yFronterizo del ser, la CondiciónHumana y la Razón Fronteriza.

Objetivos:1. Promover la reflexión sobre la

importancia del componenteético en la praxis educativa uni-versitaria mediante la discusión

de situaciones relacionadas conel comportamiento ético deldocente en su práctica pedagó-gica tomando en cuenta tres di-mensiones: lo organizacional,lo colectivo y lo individual.

2. Proponer a los docentes univer-sitarios el desarrollo de unmodelo ético consensuadopara la práctica pedagógica.

3. Proponer la construcción de unCódigo de Ética basados en losprincipios éticos universales delhombre que regule el desempe-ño profesional de los docentes.

4. Sensibilizar sobre la importan-cia de desarrollar una conductaética en la praxis educativa.

Líneas estratégicas según lasdimensiones organizacionales,colectivas e individuales

Dimensión Organizacional:Según Cortina (1996), las organiza-ciones definen la responsabilidadmoral al desarrollar un clima deconfianza al respetar el pluralismoque la caracteriza, y al respondercon responsabilidad social. Las uni-versidades son organizaciones edu-cativas en las que se debe aplicar losprincipios de la ética del diálogoque considera moral, correcto, justoel lograr un consenso, un acuerdoentre todos. Esto puede producirsediversificando los espacios deaprendizaje, combinando el trabajoen el salón de clases y las múltiplesreuniones comunitarias, con expe-riencias en el resto de la universidad

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y los territorios del quehacer coti-diano. Debe considerarse la políticacomo actividad humana sujeta a va-loraciones morales como cualquierotra actividad (Cuadro 1).

Dimensión colectiva o in-tergrupal: Esta propuesta es guiadapor el aprendizaje social que manejala hipótesis del contacto grupal comomedio para mejorar las relaciones en-tre grupos, de reducir prejuicios, loscorrespondientes estereotipos y la

discriminación. En el quehacer éti-co la decisión individual se une a lade otros y el resultado final es el dela acción colectiva y no el de la ac-ción individual. Autores éticos talescomo Cortina (1996) Aranguren(1997) están a favor de la ética so-cial, organizacional, colectiva. Entrelas razones resaltan que urge mora-lizar a las organizaciones, las profe-siones y los oficios en los que la per-sona desarrolla su vida. No se puede

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Cuadro 1

Dimensión Organizacional

• Considerar los lineamientos que el proceso de transformación institucionalpropone para lograr una excelencia académica.

• Promover comunicación entre los miembros del personal académico.

• Valorar a través de estímulos el desempeño eficiente.

• Promover La construcción del Código de Ética del Docente Universitario.

• Promover el ejercicio de la política unido al bien público, racionalidad,prudencia mas que a intereses partidistas.

• Hacer seguimiento al cumplimiento de las normas establecidas.

• Promover los principio de la ética: justicia, prudencia, normas, condiciónhumana, carácter limítrofe y fronterizo del ser, la razón fronteriza del serhumano.

• Defender posiciones institucionales que conlleven ventajas para la mayoría.

• Organizar el trabajo en equipo de docentes para compartir experiencias yproponer cambios organizacionales deseados.

• Medición del cumplimiento del deber y otros indicadores del desempeñoeducativo.

• Estimular la cooperación, solidaridad y el respeto en las actividadesorganizacionales.

• Promover la interrelación y la comunicación entre los diferentes grupos paralograr satisfacer los intereses de estos.

• Comprometerse con la misión, visión y los valores de la organización y de lagestión.

• Promover la formación de la ciudadanía.

ser libre o justo si no es a través de larelación con otros.La ética se ocupade la dimensión racional de los fe-nómenos y la razón está ligada a laintersubjetividad. “Supongamosque una norma me parece correctaentablo un diálogo sobre ella conotras personas y descubro que ca-rezco de argumentos, no sólo paraconvencerlos, sino para confirmaryo misma mi convicción “. Cortina(1996 Pág. 54) (Cuadro 2).

Dimensión individual: Estapropuesta es guiada por el binomioactitud–conducta presentada por lapsicología social que refiere que laactitud guía la conducta. Se entien-de por actitud el estado psicológicointerno que orienta la acción haciaun objeto por medio de su evalua-ción, Morales (1999). Dentro deeste espacio se considera importan-te vincular el proyecto de vida deldocente con el proyecto educativo,

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Cuadro 2

Dimensión Colectiva o Intergrupal

• Fomentar el desarrollo de las potencialidades a partir del colectivo y lainfluencia del entorno.

• Procurar el bien colectivo basándose en la justicia.

• Lograr el desarrollo de una aptitud emprendedora para resolver problemas másallá de las necesidades individuales.

• Estimular a través del diálogo el establecimiento de acuerdos y consensos sobrelo correcto, de las actividades de la praxis educativa.

• Impulsar la cohesión social.

• Promover una Democracia más participativa, solidaria y eficiente.

• Desarrollar ambientes de trabajo altamente participativos.

• Promover los procesos colaborativos de enseñanza aprendizaje.

• Actuar como faciltadores y co-aprendíces dentro del proceso.

• Construir el sistema de valores y mantener congruencias entre éste y las normasde acción social.

• Promover la superación de creencias que limiten su trabajo.

• Practicas de acción social humanitaria.

• Promover el trato a los demás como personas individuales.

• Generar la reflexión sobre problemas propios del acontecer académico-ético.

ya que esto es garantía de la con-gruencia entre actitud y acciones. Entérminos de Trías en el hombre sealoja la posibilidad de libertad quedetermina su acción moral o la ges-tación de conductas que derive enconsecuencias inmorales.

Consideraciones Finales

Este artículo presentó una visiónteórica sobre la temática ética, enfo-que desde el cual se puede analizarlos conflictos actuales que presentala praxis educativa universitaria.

La propuesta presentada sientalas bases para el desarrollo de unacultura ética que valora el diálogo, fo-menta las alianzas sinérgicas, la justi-cia, la paz y el desarrollo humano.

El impacto de este artículo es es-tablecer la posibilidad de que los ac-tores de la comunidad universitariareflexionen y puedan realizar unpacto social a favor de la calidad enla praxis educativa universitaria.

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