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Análisis y comentario del timbre forense y del timbre notarial
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ANÁLISIS Y COMENTARIO DE LOS TRES PRIMEROS ARTÍCULOS DE LA LEY DEL TIMBRE
FORENSE Y NOTARIAL
Es sobremanera importante para el estudiante de derecho, y más aún para el Abogado en
la práctica forense y judicial, y el Notario en su función de fedatario público, conocer
acerca de cada uno de los timbres a los que está afecto cada uno de los documentos o
contratos que realiza, siendo diferentes según la materia del derecho que se trate, como
ya se dijo, en el ámbito judicial el uso correcto del timbre forense por parte del abogado, y
el uso correcto del timbre notarial según su cuantía o valor, al momento de realizar el
Notario un contrato o documento público. Por lo que en este sucinto pero completo
ensayo, analizamos los artículos uno, dos y tres de la Ley del Timbre Forense y Notarial,
Decreto 82-96 del Congreso de la República, haciendo un juicio acerca de cada uno de los
mencionados artículos.
Artículo 1. Se crea un impuesto, que cubrirán los abogados y Notarios en ejercicio de sus
profesiones. Dicho impuesto se recaudará por medio de timbres o estampillas específicas para el
efecto, que se denominaran, según su clase y objeto, Forense y Notarial. Se exceptúan del
impuesto a que se refiere esta ley, los contratos autorizados por el Escribano de Gobierno y todas
las actuaciones de asuntos tramitados ante los bufetes populares de las universidades del país.
Para el ejercicio de la práctica forense y notarial se han creado ciertos impuestos para
poder llevar a cabo cada uno de los actos que realizan los Abogados y Notarios. Estos
impuestos son pagados generalmente cuando el Abogado y Notario realiza un documento
que va a tener cierta importancia legal: Ya sea una solicitud que deberá plantear o
promover en un órgano jurisdiccional de la república, utilizará un timbre forense, cuyo
único valor es de un quetzal, el cual incrusta en las hojas que han de contener las
peticiones que este hará ante un órgano judicial, actuando para esto en calidad de
Abogado, o bien sea en el momento de llevar a cabo un contrato a solicitud de parte o
darle legalidad a cierto documento o ciertos actos, utilizando un timbre forense, este sí de
varios valores de los cuales el mínimo es de un quetzal, realizando su papel de Notario.
No está de más recordar que los notarios guatemaltecos ostentan los títulos académicos
de Abogado y Notario, pudiendo ejercer simultáneamente las funciones de abogado y
notario, sin que exista ninguna incompatibilidad, sin embargo, habiendo ciertas
prohibiciones cuando se ejerce algún puesto de funcionario público, en donde se ve
limitada la función notarial o donde no se puede actuar como abogado en un litigio,
estando por esto los abogados y notarios exonerados de tener que imprimir o utilizar
estos timbres a los actos que realizan.
Artículo 2. Los fondos provenientes de tal impuesto son privativos del Colegio de Abogados y
Notarios de Guatemala, el que recaudara y empleará su producto solamente en el desarrollo de los
programas de prestaciones sociales establecidas a favor de sus miembros colegiados activos que
contribuyan a su mantenimiento con sujeción a los reglamentos que determinarán su naturaleza,
orden, métodos y planes que se han de seguir para la aplicación de los respectivos programas de
prestación.
La colegiación profesional en Guatemala, por mandato constitucional, es obligatoria para
los Abogados y Notarios, sin embargo, el presupuesto del Colegio de Abogados y Notarios
para el beneficio de los colegiados no puede ser una carga más para el Estado. En virtud
de esto, se creó el impuesto de los timbres forenses y notariales con el fin de que los
mismos abogados y notarios que pagan dicho impuesto, puedan recibir ciertas
prerrogativas o beneficios sociales durante el transcurso de su carrera profesional. Es por
esto que la Constitución Política de la República de Guatemala y estas leyes le dan la
facultad a los Abogados y Notarios de gozar estos servicios, los cuales pueden verse
traducidos en pensiones de jubilación una vez que se retiren del ejercicio profesional,
algún tipo de compensación que pudiera necesitar el Abogado o Notario por alguna
enfermedad o accidente, en fin, una serie de beneficios sociales los cuales pueden gozar
los abogados y notarios gracias al pago de estos impuestos. Claro, debemos de mencionar
que como toda organización que maneja fondos públicos (en este caso privativos, del
Colegio de Abogados y Notarios, pero públicos al final de todo, para los mismos Abogados
y Notarios, pues son de ellos) a veces se pueden dar casos de corrupción, y que los bienes
dinerarios con los que se cuentan en las arcas del colegio, se desvíen a otros gastos que no
sean propios para el beneficio de los colegiados, sino tergiversados y manchados.
Artículo 3. El impuesto se pagará en la forma y modo que a continuación se determina:
1. Timbre Forense: en las demandas, peticiones o memoriales que de conformidad con las leyes deben ser auxiliados por Abogado, o en cualesquiera otros escritos o peticiones suscritos por dichos profesionales en ejercicio de su profesión, se empleara el Timbre forense, cuyo valor será de un quetzal (Q.1.00), por cada hoja.
2. Timbre Notarial: sobre todo acto o contrato autorizado por Notario en la forma que a continuación se expresa:
a) Contratos de valor determinado: dos por millar, pero en ningún caso bajará del límite mínimo de un quetzal (Q.1.00), ni excederá del límite máximo de trescientos quetzales (Q.300.00).
El timbre se pagara por unidades de quetzal, forzándose las fracciones a la otra inmediata superior;
b) Contratos de valor indeterminado y protocolaciones. Diez quetzales (Q. 10.00); c) Actas notariales y de legalización de firmas o documentos. Diez quetzales (Q.
10.00);
d) En los testamentos y donaciones por causa de muerte: Veinticinco quetzales (Q.25.00): e) En las resoluciones de trámite que dicten los Notarios en cualquier asunto que se gestione
en jurisdicción voluntaria, dos quetzales (Q.2.00) por cada resolución y, en la resolución que termine el asunto, diez quetzales (Q. 10.00).
El Timbre Notarial se cancelará de la siguiente manera:
1. El Timbre Notarial se adherirá a la primera hoja de los testimonios especiales que para el efecto los Notarios están obligados a enviar al Archivo General de Protocolos.
2. En actas notariales y de legalización de firmas o de fotocopia de documentos, se fijará en la primera hoja del documento o al margen del acta respectiva según el caso.
3. En los testamentos abiertos y donaciones por causa de muerte, se fijarán en la plica que contenga la disposición de última voluntad; y en los testamentos cerrados, en el testimonio especial de la razón notarial.
4. En las resoluciones notariales, se fijaran al margen de las mismas.
Este artículo es importantísimo pues nos da la pauta para saber la forma correcta que
debemos utilizar para imprimirle o pegarle los timbres a los documentos que autorizamos
como Abogados y Notarios. Los estudiantes y abogados y notarios acuciosos, deben de
tener este artículo grabado en la memoria, para no tener ningún problema en los
tribunales, Archivo General de Protocolo, y demás instituciones a donde vayan a parar
aquellos documentos autorizados por abogados y notarios, pudiendo ser algunos de ellos
la SAT, por ejemplo, al momento de realizar una legalización de firmas en un Título de
Propiedad de Vehículos, o alguno de los Registros de la Propiedad que se encuentran en
Guatemala.
Conocer y saber los valores de los timbres es primordial, y aún más importante es saber la
cantidad de timbres que se le debe asignar a cada documento según el contrato que se
está realizando, y en que parte del documento han de imprimirse o postearse.
Me parece que a pesar de que en la actualidad el quetzal cada vez más se devalúa, las
cantidades utilizadas en esta ley son las adecuadas para el momento actual que se vive en
Guatemala, en donde la economía no es tan favorable como otrora. Y no está de más
indicar que ojalá que cada vez que se aporte al Colegio de Abogados y Notarios
imprimiendo los timbres de ley en donde se debe, responsablemente y apegado a la ley, la
Junta Directiva de nuestro futuro Colegio (lo digo como estudiante de derecho que soy)
haga buen uso de los fondos que se le están brindando, aprovechando bien cada centavo.
UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR
Campus Regional San Roque González de Santa Cruz S, J.
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
Notariado I
Catedrático: Notario. Aczel Tobías
“ANÁLISIS Y COMENTARIO DE LOS TRES PRIMEROS ARTÍCULOS DE LA LEY DEL TIMBRE
FORENSE Y NOTARIAL”
Julio Sergio Montt Calderón
Carné: 2143611
Huehuetenango, febrero de 2015