TITULO DECIMO PRIMERO...TITULO DECIMO PRIMERO TITULO 15o . De losaviadoresde minasy de losmercaderesde pa.lat 1. Losmineros muchasvecesrtaba - jnussminscon caudlesder,osot o porque

T ITUL O DEC IMO PRIMEROT I TUL O 15o.

D e los aviadores de minas y de los mercaderes de plata.

1 . L osminerosmuchasvecestraba-jan susminascon caudalesde otros,o porque desde el principio no lostuvieren para habi l itarlas, o por ha-ber consumido los suyos en obras yfaenasantesde haber sacado metal ,que les deje ventaja sobre su costo;y suelen pactar con susav iadoresdeuna de dos manera: o dándoles laplata, y oro, que sacaren, por algomenos de su precio legal y justo,dejándoles la uti l idad de esta dife-rencia, lo que l laman aviar a pre-mios de platas: o interesándose elaviador en parte de la mina, hacién-dose para siempre dueño de el la, ode losmetalespor algún tiempo, porespecie de companía. Y porque lanecesidad de losmineros, y la faci-l idad de algunos av iadores suelehacer que l lanamente se convenganen ciertos pactos, que por inicuos yusurarios, o por mal entendidos alprincipio, los reclaman después losunos, y los otros, ocasionándose deesto l i tigi os, y suspenderse losavíos, perdiéndose las minas, y logastado en el las: Se ordena y mandaque ningún minero celebre pacto deavíos de minas, sin que sea porEscrito, y con testigos o ante escri-bano: lo que indispensablemente seobserve siempre que se considere

1 . L os mineros trabajan muchasveces sus M inas con caudales deotros, o porque desde el principiono los tuvieren para habi l itarlas, opor haber consumido los suyos enobrasy faenasantesde haber sacadometal que les deje ventaja sobre sucosto; y suelen pactar con susAvia-dores de una de dos manera: o dán-dolesla plata, y oro, que sacaren, poralgo menosde su precio legal y justo,dejándoleslautil idadde esta diferen-cia, lo que l laman av iar a premiosde platas: o interesándose el aviadoren parte de la M ina, haciéndosepara siempre dueño de el la, o de losmetalespor algún tiempo, por espe-cie de companía. Y porque la nece-sidad de losM ineros, y la faci l idadde algunos Aviadores suele hacerque l lanamente se convengan enciertos pactos, que por inicuos yusurarios, o por mal entendidos alprincipio, los reclaman después losunos, y los otros, ocasionándose deesto litigios, y suspenderse losavíos,perdiéndose las Minas, y lo gastadoen el las: esmi Soberana voluntadque ningún M inero celebre pacto deavíos de M inas, sin que sea porContrata firmada, QUEDANDO ASU ARBITRIO EL CEL EBRARL A, ONO , ante Escribano o T estigos,

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que los avíos puedan pasar de lacantidad de mil pesos, bajo la penade que siendo de otra manera, no seatenderá en Juicio a las estipulacio-nes particulares, que alegaren, sinoque se determinará por solas lasreglas generales.

bajo la pena de que siendo de otramanera, no se atenderá en juicio alas estipulaciones particulares quealegaren, sino que se determinarápor solo las reglas generales.

Nota: N o es necesario persuadir mucho la necesidad y uti l idad quetiene nuestraM ineríade conservar y promover el comercio de av iar M inas,y el derecho de los av iadores, de estos hombres uti l ísimos que no siendodueños de el las habi l itan con su caudal a los que lo son; para que el unopor este medio; y el otro por el de su industria, trabajo y mina, hagan unacombinación de que resulte la recíproca uti l idad de entrambos. En todaslas negociaciones del mundo sucede esto mismo porque en todos sentidosunos hombres se hacen de otros, y rara vez se hal lan en uno solo juntasla fortuna, y la industria necesaria para aventajarla; pero en la M inería senecesita esto más que en ninguna otra negociación, o por que muchasveces ni hal lan, ni se atreven a trabajar lasM inasal principio másque lospobres que no son capaces de seguirlas por sí mismos, o porque aunquetengan caudal , no corresponde la estima de loscostos, y lo consumen antesde concluir su empresa; y en fin la mayor parte de las de este género lascomienzan los pobres, y las acaban los ricos.

D e los av iadores resultan necesariamente los Mercaderes de platas,porque aquél los las más veces avían por la uti l idad del premio en el las,que no es otra cosa sino la diferencia de su precio legal a aquél en que seconviene a entregárselas el M inero. T ambién los meros Mercaderes deplatas aunque no tengan establecido pacto de aviar con ningún minero,son sin embargo una especie de av iadores de ocasión, porque suelenanticiparle reales o efectos en confianza de que les venda la plata quesacare. Pero aun aquel losMercaderesque no hacen otra cosa que comprarlasPlatasde contado, son con todo eso muy úti lesen losRealesde Minas,porque como tienen un fondo suficiente de que regularmente carece elM inero, le ahorran la di lación que había de padecer en el cambio de susplatas, habiéndolas de remitir hasta México; y ya se sabe que en cuales-quiera negociación el tiempo es dinero, principalmente en las de estaespecie: fuera de que por este medio gira la industria con mayor movi-miento y con provecho de todos aquél los entre quienes gira; y deben

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repetirse aquí las mismas ideas que expusimos, hablando de los Rescata-dores de metales: véanse las Notas al T ítulo 1 0.

Esmuy cierto que como el objeto de estos negocios es lo más preciosoen la estimación de los hombres, el los son más ocasionados que ningunosotrosal fraude, y la iniquidad, fáci les resultasde la necesidad y la codiciade losque contratan. En losprimerosañosdespuésde la conquista de estosReinoseran tan logrerosy engañosos lospactosque se hacían en el rescatede plata y oro, que en el Conci l io Mexicano primero se trató de pedir aSu Majestad que absolutamente se prohibiese toda especie de compra, opermutación de estos metales, según consta de algunos manuscritos queconserva esta Santa Iglesia Catedral . Y a se ve que esto no era posible,pero se conoce muy bien hasta qué extremo habría l legado la maldad y elescándalo en este asunto. Pero no es de admirar que un congreso dePrelados de la I glesia cristiana abominase tanto esta corrupción, cuandolosantiguosRomanos, asegura Catón el Censor, que en susprimeras leyescondenaban al ladrón en el duplo, y en el cuádruplo al usurero. Cato DeRe Rustica I n Pr. En efecto la usura de los avarientos es el cuchi l lo máscruel de los necesitados, y una de las cosas que inmediatamente ofendena la Humanidad. Pero el remedio de esto no esextinguir el comercio de quehablamos porque fuera del gran perjuicio que resultaría, todos los de loshombres están más o menos expuestos al abuso de algunos de el los, elremedio es declararlos, y arreglarlos, como se hace en estasOrdenanzas.

L a confusión de las cláusulas, o condiciones que ordinariamente seponen en los contratos de av íos de minas es una causa fecundísima depleitos y cuestiones muy difíci les, y esto procura ev itar la presenteOrdenanza cuya última decisión se funda en aquel principio de derecho:C ontra eum qui apertius legem dicere potuit, et non dixit, i nterpretatiofacienda est. Reg. 57 de Regul . Juris in 6o.

L os demás Artículos de este T ítulo no incluyen cosa que necesite delconocimiento práctico de la M inería y de sí mismos están bastantementeintel igibles.

2. Que para pactar el tanto de lospremios de platas se atienda y con-sidere el número de marcosde cadaremisión y la frecuencia de el las: loque si por los accidentes de lasminascreciere o menguare conside-

2. Para pactar el tanto de los dichospremiosde platasDE QUE TRATA ELART ÍCU L O ANTECEDENTE se ha deatender y considerar el número demarcos de cada remisión y la fre-cuencia de el las, para que si ésta

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rablemente, pueda cualquiera de losdos contrayentes aumentar, o dis-minuir el premio de platas, sin quele obste el pacto celebrado al prin-cipio en otra consideración: paracuyo efecto en el instrumento, queal principio celebraren, se adv iertasiempre a que número de remisio-nes anuales de platas y de marcosen cada una acotan aquel premio deplatas, o si essu voluntad renunciardesde luego su derecho en este gé-nero de accidentes.

por losaccidentesde lasM inascre-ci ere o menguare consi der-ablemente, pueda cualquiera de losdosContrayentesaumentar o dismi-nuir el premio de platas, sin que leobste el pacto celebrado al principioen otra consideración; a cuyo fin enel I nstrumento que al principio ce-lebraren se ha de advertir siemprea que número de remisionesanualesde platas, y de marcos en cada una,acotan Y CAPI TU L AN aquel premiode platas, o si essu voluntad renun-ciar desde luego su derecho en estegénero de accidentes EN CU YOCASO DEBERÁ OBRAR TODOS SUSEFECTOS EL CONTRATO CEL EBRA-DO EN D ICHA FORMA .

3. Que si el minero asegurare losavíos hasta cierta cantidad por me-dio de hipotecas o fiadores a satis-facción del av iador, no pueda ésterecibir más premios, que aquel los,cuya suma anualmente importe elcinco por ciento del capital inverti-do y nada más.

4. Que los aviadores ministren losavíos en reales de contado o letraspagables sin premio, ni pérdida: ysi el minero le pidiere géneros yefectos, se los remitan al mismoprecio, cal idad, y condición, que sien aquel lugar se comprasen condinero en mano; y no de otra ma-nera.

3. Si el M inero asegurare losAv íoshasta cierta cantidad por medio dehipotecas o fiadores a satisfaccióndel Av iador, no podrá éste recibirmás premios que aquel los cuyasuma importe anualmente el cincopor ciento del capital invertido, ynada más.

4. L osAviadoreshan deministrarlos avíos en reales de contado o enL etras pagables sin premio ni pér-dida; pero si el M inero les pidieregénerosy efectos, se loshabrán deremitir de la propia calidad y con-dición al mismo precio que si en elL ugar de la residencia del Avia-dor se comprasen con dinero enmano, y no podrán hacerlo en otramanera.

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5. Que los riesgos y accidentes delcamino en la conducción de losavíos, y los fletes y alcabalas (si sepagaren) sean de cuenta del minero,siendo el pacto a premio de platas;pero si fuere de compañía, sean decuenta de entrambos, salvo que otracosa se prevenga expresamente porparticulares convencionesen el ins-trumento, que hubieren otorgado.

5. L os riesgos y accidentes del ca-mino en la conducción de losAvíos,y los fletes y alcabalas que se pa-garen, han de ser de cuenta delM inero, si el pacto fuere a premiode platas: pero si fuere de compa-ñía, han de ser de cuenta de en-trambos, salvo que otra cosa seprevenga expresamente por particu-laresconvencionesen el I nstrumen-to, que hubieren otorgado.

6. Que si se consumiere el caudalde avíos, o quedare en parte descu-bierto, no se entienda que el mineroquedó obl igado a satisfacerlo con supersona ni con otrosbienes, aunquelostenga, másque con lasuti l idadesde la mina, y con la hacienda debeneficio, si con aquel caudal sehubiere fabricado; pero quede obl i-gada la mina con sus uti l idades yfrutos; de los que deducidos loscostosse vayan pagando losav iado-res, uno en pos de otro, y comen-zando por el último o menos anti-guo. Y si el minero desertare lamina por necesidad y sin mal icia,av isando previamente a los acree-dores, no quedará ésta obl igada alos anteriores créditos, hal lándoseya en poder de otro dueño.

6. Si se consumiere el caudal deAv íos, o quedare en parte descu-bierto, no se ha de entender que elM inero ha de estar obl igado a sa-tisfacerlo con su persona, ni conotros bienes aunque los tenga, sinoúnicamente con las uti l idadesde laM ina, y con la Hacienda de benefi-cio si con aquel caudal se hubierefabricado; pero ha de quedar obl i-gada la mina con sus uti l idades yfrutos, para que, deducidosloscos-tos, se vayan pagando los av iado-res, uno en pos de otro, y comen-zando por el úl timo o menosantiguo; BIEN QUE ENTEND IÉNDOSEQUE, SIENDO ÉSTE UN PRIV I L EGIOQUE EL DERECHO CONCEDE A L OSCRÉD ITOS QUE PROV IENEN DE RE-FACC IÓN , DEBEN CONCURRIR L ASTRESCAL IDADESDE ÉSTA PARA GO-ZARL E ; mássi el M inero desertarelaM ina por necesidad y sin mal icia,av isando previamente a los acree-dores, no quedará ésta obl igada alos anteriores créditos, hal lándoseya en poder de otro dueño. Y ADE-MÁS DECL ARO QUE SI EL CAUDAL

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CONQUE SE AV IÓ L A TAL M I NA, YDE QUE PROCEDA EL ENUNC IADODESCUBIERTO , NO SE MIN ISTRÓ PORCOMPAÑ ÍA CEL EBRADA ENTRE ELAV IADOR Y EL M I NERO , EN CUYOCASO DEBE SER COMÚN LA GANAN-C IA O L A PÉRD IDA, SINO POR PRÉS-TAMO, Y EL M I NERO OBL IGÓ SUSBIENESPORQUE L O QU ISO HACER, OPORQU E EL AV IADOR L O PI D IÓPARA MAYOR CAUC IÓN , EN TAL ESC I RCU NSTANC IAS HA DE TENEREFECTO D ICHA OBL IGAC IÓN EN TO-DAS SUS PARTES, Y NO OBSTANTEL A GENERAL D ISPOSIC IÓN DE ESTEART ÍCU L O .

7. Que si no se pactare desde elprincipio el modo de ir abonando ocubriendo los av íos, cuando éstosson a premiosde plata, ni el av iadorpueda hacerlo de manera que perju-dique al minero en el laborío de sumina, acortándole losav íos, ni tam-poco esté obl igado a recibir en cor-tas cantidades las que hubiere sub-ministrado.

8. Que aunque el minero no adviertaen algún tiempo, que su plata tieneley de oro, cuyo apartado sea costea-ble, o la plata, que se hallare en lostejosdeoro de baja ley, y lo advirtiereel aviador porque los haga ensayar,o de otra manera, no por eso se en-tienda que aquella es util idad suya,sino que debe abonársela al minero,o dueño de losmetalesen la cuenta,que con él l levare.

7. Si no se pactare desde el principioel modo de ir abonando o cubriendolosAvíos, cuando éstossean a pre-mios de plata, el aviador no ha depoder hacerlo de manera que per-judique al Minero en el laborío de suMina, acortándole los avíos, ni tam-poco ha de estar obligado a recibirDEL M INERO en cortascantidadeslasque le hubiere suministrado.

8. Aunque el M inero no advierta enalgún tiempo que su plata tiene leyde oro cuyo apartado sea costeable,o la plata, que se hal lare en lostejosde oro de baja ley, y lo advirtiere elAv iador porque loshaga ensayar, ode otra manera, no por ello se hade entender que aquel la es uti l idadsuya, sino que debe abonársela al

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Minero o dueño de los metales enla cuenta que con él l levare.

9. Que cuando se pactan los av íospor especie de compañía en el do-minio, y propiedad de la mina; elcaudal invertido en esto hasta quecomience a haber uti l idades sobrelos costos, no se deduzca de el lassin partirlas hasta que se cubra elaviador; sino que se partan desdeluego quedando aquel caudal inver-tido y vivo; mientrasno se separarela companía.

9. Cuando se pacten los Avíos porespecie de compañía en el dominioy propiedad de la mina SE HA DEENTENDER que el caudal invertidoen ella hasta que empiece a haberuti l idades sobre los costos no se hade deducir de éstascon preferen-cia, sino que se han departir desdeluego quedando aquel caudal inver-tido y vivo; mientrasno se separarela companía.

1 0. Que los mercaderes de platas,que las reciben sin av iar a sus due-ños, ni aventurarse en cosa algunalas paguen por sus precios justos; yque si laspermutaren por efectosdesu tienda, los den a los precioscorrientes, y de toda buena cal idad.

1 0. L osMercaderesO COMPRADO-RES de platas, que las reciban sinaviar a sus dueños, ni aventurarseen cosa alguna, las han de pagarpor sus precios justos; y si las per-mutaren por efectos de sustiendaslos deberán dar a los precios co-rrientes, y de toda buena cal idad.PERO ORDENO Y MANDO ESTRE-CHAMENTE QUE L OS EX PRESADOSMERCADERESO COMPRADORESDEPL ATASL ASHAN DE REC IBIR DE L OSDUEÑOS DE M I NAS ENSAYADAS YQU INTADAS, CONFORME A L O D IS-PUESTO POR L EYES Y REPET IDA-MENTE PREV EN IDO POR REAL ESD ISPOSIC IONES, PARA EV ITAR ELQUE SE EX TRAV ÍEN Y DED IQUEN AL OS D IFERENTES USOS EN QUE SEDEFRAUDAN MIS REAL ES DERE-CHOS: DECL ARANDO , COMO DE-CL ARO , QUE EN L OS REAL ES DEM I N AS EN QU E NO HUBI ERE FÁC I L

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PROPORC IÓN PARA V ERIFICAR ELQUE SE ENSAYEN Y QU INTEN L ASTAL ES PL ATAS POR L A D ISTANC IADE L AS CAJAS REAL ES O CAJAS-MARCAS, SE HARÁ OBL IGAC IÓNPOR L OS MERCADERES O COMPRA-DORESDE EL L ASANTE L A JUST IC IAREAL y D I PU TAC IÓN TERRITORIALDE L L EV ARL AS EN DERECHURA ALA CAJA DEL D ISTRITO PARA CUM-PL IR CON D ICHA OBL IGAC IÓN DEPAGAR L O QUE POR MIS REAL ESDERECHOS ADEUDASEN , Y V ERIFI -CAR L A COMPROBAC IÓN DEL CO-RRESPOND IDO DE AZOGUESSEGÚNL A FIANZA QUE ESTÁ EN COSTUM-BRE OTORGAR PARA D ICHO FIN ENNUEV A ESPAÑA, SEÑAL ÁNDOL ESPARA LA PRÁCT ICA DE TODO EL L OL AS MISMAS JUST IC IAS Y D I PU TA-C IÓN EL TÉRM INO PREC ISO , Y DAN-DO AV ISO , ADEMÁS, A L OS RESPEC -T I V OS OFIC IAL ES REAL ES DE L APREV EN I D A O BL I GAC I Ó N PARAQUE, EN DEFECTO DE SU CUMPL I -M IENTO , SE ENT IENDA CAER D I -CHAS PL ATAS EN COMISO , Y PUE-D A N PR O C E D E R A H A C E R L EEFECT I V O , CON L A IMPOSIC IÓN DEL ASDEMÁSPENASD ISPUESTASPORL AS L EYESA L OSDEFRAUDADORESDE M IS REAL ES DERECHOS.

1 1 . Que todoslosmercaderesde losReales de minas tengan balanzasfieles y l igeras, en que solamentepesen la plata y el oro, y que nuncalo pesen en romana, aunque sean

1 1 . Todos los Mercaderes de losRealesde Minashan detener balan-zas fieles y l igeras en que solamentepesen la plata y el oro, sin que nuncalo puedan hacer en Romana aun-

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grandes masas y que así mismotengan pesas marcadas y bien ajus-tadas,

el Juez y

demil pesospor la primera vez, quecontravinieren a estos artículos, yde la confiscación de la mitad desus bienes, si reincidieren; apli-cándose uno y otro a gastos públi-cos y fondo de aquella Minería.

que sean grandes L ASmasasO POR-C IONES DE ESTOS METAL ES; y asi-mismo han de tener Pesas marca-dasy bien ajustadasSEGÚN L ASQUEL EGÍ T IMAMENTE HAYAN REC IBIDODE L A AUTORIDAD REAL ORD INA-RIA. Y PERMITO EL QUE L AS PUE-DAN RECONOCER CON FRECUENC IAL OS RESPECT IV OS D I PU TADOS DEL A M I NERÍA, (SIN PERJU IC IO DE L AV I SI TA QUE INCUMBE A LA JUST IC IAREAL Y MAGISTRADO PÚBL ICO) YCEL AR QUE EL PESO SE HAGA SIEM-PRE AL FIEL Y AL JUSTO PARA QUE,EN EL CASO DE RESUL TAR Y JUST I -FI CARSE ALGÚN FRAUDE, SE PRO-CEDA, Y EN SU REINC IDENC IA, PORL A JUST IC IA REAL , A QU IEN COM-PETE EL CONOC IM IENTO DE ESTASCAUSAS, A L A IMPOSIC IÓN DE L ASPENAS CONFORME A LA MAL IC IA YGRAV EDAD QUE SE PROBARE DELDEL I TO CON ARREGL O A DERECHO ,OYENDO PREC ISAMENTE EN RAZÓNDE EL L AS POR V ÍA INFORMAT IV A AL A D I PU TAC IÓN DEL D ISTRI TO .

1 2. Que todos los mineros tengansusherramientasmarcadas, y que elque lascomprare de algún operario;o las recibiere en prendas, lo paguecon el duplo.

1 2. T odoslosmineroshan detenersusherramientasmarcadas, y el quelas comprare de algún Operario; olas recibiere en prendas, las ha depagar, con el duplo.

1 3. Que los referidosmercaderes oaviadores puedan quemar las mar-quetasde plata de azogue a su satis-facción y la del dueño en fuego decarbón y no a la l lama, de manera

1 3. L os referidos Mercaderes oAviadorespodrán quemar lasMar-quetasde plata de azogue a su satis-facción y la del dueño en fuego decarbón, y no a la l lama, de manera

las que reconozcan con fre-cuencia D i putados de

aquel la M inería; y que siempre pe-sen al fiel y al justo, bajo l a pena

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que no l legue a fundir, si no fuereen crisoles; y que también puedanpartirlas para examinarlas por den-tro. Pero esto, o el picar lostejosdeplata de fundición se haga sobre elmostrador, o de manera que el due-ño pueda barrer y l levarse los frag-mentos, tierrasy desperdiciosde suplata.

que no l legue a fundirse, si no fuereen crisoles; y también lesserá per-mitido el que puedan partirlas paraexaminarlas por dentro; pero CONTAL QUE esto, o el picar lostejosdeplata de fundición, se haga sobre elMostrador, o de suerte que el due-ño pueda barrer y l levarse los frag-mentos, tierrasy desperdiciosde suplata.

1 4. Que cualquiera av iador puedaponerle en cualquier tiempo inter-ventor al minero, que av iare, aun-que no se haya así expresado en elinstrumento de avíos, pero que ésteinterventor sólo cuide de la buenacuenta y razón, y tenga en su poderlos reales y efectos, y no se intro-duzca en dirigir ni impedir lasobrasde la mina, que determinare el mi-nero, salvo que podrá diferir suejecución mientras da cuenta a laJusticia pidiendo peritos, si pudieresufrirse esta demora.

1 4. Todo aviador podrá poner encualquier tiempo Interventor al mi-nero que av iare, aunque no se hayaasí expresado en el instrumento deavíos, pero entendiéndose que eltal I nterventor únicamente ha decuidar de la buena cuenta y razón,y de tener en su poder los reales yefectos, sin poderse introducir adirigir ni impedir las obras de laM ina que determinare el minero ysólo sí podrá diferir su ejecuciónmientrasdecuentaa losDiputados,pidiendo Peritos, y esto si el casopudiese sufrir semejante demora.

1 5. Que en atención a que el co-rriente laborío de lasminasno pue-de suspenderse sin grave perjuicio,principalmente si son de desagüe:Se ordena y manda que si el av ia-dor, ministrando losav íossucesiva-mente, dejare de darlos, de maneraque cumpl ido el tiempo de la rayano haya con que pagarla: el minero,si temiendo y previniendo el caso leha i nterpel ado y reconv eni do al

1 5. En atención a que el corrientelaborío de las M inas no puede sus-penderse sin grave perjuicio, prin-cipalmente si son de desagüe, man-do que si el Av iador, ministrandolos av íos sucesivamente, dejare dedarlos, de manera que cumpl ido eltiempo de la raya no haya con quepagarl a, Y HUBI ESE PRECED IDOQUE el minero, temiendo y previ-niendo este caso, haya interpelado

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aviador, y dado parte al Juez yD iputados no sólo podrá pagar laraya con lo más bien parado de lamina, aunque sean los aperos y he-rramientas; sino que podrá tambiéndemandar ejecutivamente lo que sedebiere, y buscar dinerosde otro, otratar con otro nuevo aviador, cuyocrédito preferirá al del antecedentecuando la mina empiece a deven-garlos.

y reconvenido al TAL aviador, ydado parte a laDiputación, ENTON-CESno sólo podrá pagar la Raya conlo más bien parado de la M ina aun-que sean los Aperos y Herramien-tas, sino que podrá también EL M I -NERO demandar ejecutivamente ALAV IADOR lo que se debiere, y bus-car dinero de otro, o tratar connuevo Aviador, cuyo crédito ha depreferirse al del antecedente cuan-do la M ina empiece a devengarlos.

1 6. Que los que con pretexto detomar avíos para minas usurpen yextrav íen, o de cualquiera manerainviertan en otro destino los cauda-les y efectos, que se les ministrennara trabajarlas, no solo lospagueny todo el daño e interés de la partecon su persona y cualesquiera bie-nes, sin que les valga el priv i legiode mineros, ni otro alguno; sino que

1 6. L os que con pretexto de tomarAvíos para M inas usurpen y extra-v íen, o de cualquieramanera invier-tan en otro destino los caudales yefectos que se les ministren naratrabajarlas, no solo los han de pa-gar y todos los daños e interesesde la parte, con su persona y cua-lesquiera bienes, sin que les valgael priv i legio de M ineros, ni otroalguno sino que han de ser castiga-dos con las penas correspondien-tes a la gravedad cualidad y cir-cunstancias del caso, y conparticularidad si recibieren losavíosen confianza; ARREGLÁNDO-SE PARA EL CONOC IM IENTO DE ES-TAS CAUSASA L O D ISPUESTO EN ELART ÍCU L O 29DEL T Í T U L O 3o.

1 7. Que los cateadores, busconesyoperarios, y cualesquiera otras per-sonas, que presentaren piedras ymuestras y piedras ricas, suponien-do ser de cierta mina para la cual

1 7. L os Cateadores, Buscones uOperarios, y cualesquiera otrasper-sonas que presentaren piedras ymuestras suponiendo ser de ciertaM i na para l a cual sol i ci tan av í os,

también sean extraordinariamentecastigados con pena de presidio, yotras graves, conforme a la cal idady ci rcunstanci as del caso ,principalmente si recibieron losav í os reserv adamente y enconfianza.

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sol icitan av íos, siendo el lo falso ysólo con el fin de estafarlos defrau-dando y engañando a las personasincautas: sean castigados con todorigor de justicia

siendo el lo falso, y sólo con el finde estafar defraudando y engañan-do a los sujetos incautos, MANDOQUE sean castigados con todo rigorde justicia, según las circunstan-cias, gravedad y malicia que seprobare en dichosdelitos, POR ELJUZGADO A QU IEN CORRESPONDACON ARREGL O A L O DECL ARADO ENEL MISMO C ITADO ART ÍCU L O 29DEL T Í T . 3o. DE ESTAS ORDENAN-ZAS.

con l as penas de

v ergüenza públ i ca, dosci entosazotesy presidio perpetuo, según lagravedad del del ito.

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