Upload
feliciana-macias
View
12
Download
4
Embed Size (px)
Citation preview
Todo comienza con la llamada del Señor que te invita a un encuentro con Él
Es una llamada invitándome a consagrarle todo mi ser, al el servicio de los niños, niñas y jóvenes más necesitados
Y por esto me pregunto: "¿por qué,
Señor, por qué me llamaste a
mí, precisamente a
mí?
¿Qué viste en mí, Señor,
que te movió a llamarme,
a escogerme?
¿Qué plan de amor
pensaste para
mi vida?
Y hoy, ¿te hace
feliz mi
respuesta?
Son preguntas necesarias para revivir el don de Dios que es la vocación.
Son diversos los caminos que el Señor ha empleado para hacernos oír su voz:
"En cuanto descubrí que existía Dios, comprendí que sólo podía vivir buscándolo".
Cada vocación tiene una historia concreta: Dios se ha
servido de personas, de acontecimientos, de circunstancias para
llamarnos.
Es hermoso ver la mano de Dios,
guiando con amor
los pasos de nuestra vida
Pregúntate ante Él y en diálogo con Él:
"Señor , ¿qué fue lo que me movió a decirte que sí?".
"¿Qué fuerza tiene hoy
en mí el "sí"
que quiero darle
Cada una de nosotras podría decir: "He oído su voz y me he decidido a
buscarle".
Quien busca a Dios de verdad comienza
por olvidarse de sí mismo yvive dejándose llevar por Dios, en
una actitud de disponibilidad total y de servicio a los hermanos
El que desea encontrar a Dios lo busca por el camino del silencio,
necesita tiempos, espacios de silencio y oración.
Buscar a Dios consiste en mantener vivo el deseo de Él.
Si buscas a Dios en verdad, descubrirás que necesitas ser pobre y sencilla en tu oración:
irás a Él con la convicción de que está, de que te espera... y te
limitarás a decirle: "Aquí estoy, Señor, a tu disposición".
Buscar a Dios, buscarle, es amarle. Y para amar de verdad es necesario darse, abrir todas las puertas, estar dispuesta a todo con tal de complacer a quien amas.
Deja a un lado tu temor al "¿qué me puede pedir el Señor?".