¿Cómo logro que el alumno de preescolar realice acciones para cuidar y aprender los recursos sustentables?

Los pequeños comenzaran: con la separación de basura, la granja y la siembra semestral de huertos, pero invitaremos además a las lombrices, el agua, la luz y el papel a nuestro proyecto.

La granja y el huerto no pueden quedar a un lado, porque siguen dando la oportunidad a los niños y las niñas del preescolar para aprender a amar a las plantas y a regarlas, para sorprenderse porque "las gallinas ponen huevos calientitos, la tierra da zanahorias que crecen para abajo, las mazorcas envuelven sus elotes como bebés". Todas estas son exclamaciones de asombro espontáneas, que vienen de ojos que no han olvidado cómo llenarse de belleza; ojos a los que si se ayuda un poco, y se les enseña cómo, muy pronto terminan por admirar y cuidar de la creación. De eso se trata en parte la sustentabilidad. La última parte importante del proyecto de sustentabilidad en el preescolar, es el contacto cercano con las personas que hacen posible lo que aprendemos, como Carlos y Nazario, que nos enseñan a sembrar, o Miguel que nos ayuda a arreglar los excusados y los apagadores para que no se tire el agua y se aproveche la luz. Jesús mismo nació de una mujer que seguramente sabía hacer estambre con la lana, como las señoras indígenas de Nenemi que nos vinieron a enseñar. Valorar y respetar el trabajo de quienes parecen invisibles en el Colegio, de aquellos a quienes solemos ignorar, es aprender de ellos cómo servir, cómo cuidar y ser con los demás, es completar el principio y fundamento de Ignacio, el servicio, que es también el principio y fundamento de la sustentabilidad.