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Historia El Origen de los Reinos Francos Mayordomos de Palacio Carlomagno Sacro Imperio Romano Organización del Imperio Carolingio Cultura Carolingia Desmembramiento del Imperio Carolingio El Imperio Alemán Arte Características de Arte Carolingio Arquitectura Escultura Decoración de Libros

Trabajo Imperio Carolingio

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Historia

El Origen de los Reinos Francos

Mayordomos de Palacio

Carlomagno

Sacro Imperio Romano

Organización del Imperio Carolingio

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Desmembramiento del Imperio Carolingio

El Imperio Alemán

Arte

Características de Arte Carolingio

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Escultura

Decoración de Libros

Los Reinos Francos y el Imperio CarolingioHacia el año 250, un grupo de francos, aprovechándose de la debilidad delImperio Romano, llegó hasta Tarragona (en la actual España), ocupando esta región durante una década antes de que las fuerzas romanas los doblegaran y expulsaran de territorio romano. Unos cuarenta años después, los francos tomaron el control de la región del río Escalda (actual Bélgica), interfiriendo en las rutas marítimas de Bretaña. Los romanos pacificaron la región, pero no expulsaron a los francos.

Los francos eran una tribu procedente de Baja Renania y de los territorios situados inmediatamente al este (Westfalia).

Entre los años 355 y 358, el emperador Juliano se encontró con las vías fluviales del Rin bajo el control de los francos, y una vez más volvió a pacificarlos. Roma les concedió una parte considerable de la Gallia Belgica, momento a partir del cual pasaron a ser foederati del Imperio Romano. De este modo, los francos se convirtieron en el primer pueblo germánico que se asentó de manera permanente dentro de territorio romano.

A pesar de ser aliados de Roma, desde la década de 420, los francos aprovecharon la decadencia de la autoridad romana sobre la Galia, para extenderse al sur, de manera que fueron conquistando gradualmente la mayor parte de la Galia romana al norte del río Loira y al este de la Aquitania visigoda.

Lo poco que se sabe acerca de los reinos de los primeros jefes francos,Faramond (aproximadamente entre 419 y 427) y Clodión (aproximadamente entre 427 y 447), parece tener más de mito que de realidad, y su relación con la dinastía de los merovingios permanece poco clara. Se menciona a Clodión como el primer rey que inició la conquista de la Galia. Se identifica sin demasiada seguridad a Meroveo como el rey de los francos, epónimo de la dinastía y posible hijo de Clodión. Meroveo fue sucedido en el trono por Childerico I.Clodoveo I, hijo de Childerico I, comenzó una política de expansión de su autoridad sobre las otras tribus francas y de ampliación de su territorio al sur y oeste de la Galia. Así, comenzó una campaña militar con la intención de consolidar los varios reinos francos en la Galia y Renania, dentro de la cual se enmarca la derrota de Siagrio en 486. Esta victoria supuso el fin del control romano en la región de París.

Los Reinos Francos, año 511 dC

La conversión de Clodoveoal cristianismo en 493, pudo haber ayudado a acercarlo al Papa y a otros soberanos cristianos ortodoxos. La conversión de Clodoveo supuso la conversión del resto de los francos. Al profesar la misma fe que sus vecinos católicos, los recientemente cristianizados francos encontraron mucho más fácilmente la aceptación por parte de la población local galo-romana que los arrios, los visigodos, los vándalos o los burgundios. De esta forma, los merovingios dieron lugar a la que con el tiempo sería la dinastía de reyes más estable de Occidente.

El área franca se expandió aún más bajo el reinado de los hijos de Clodoveo, llegando a cubrir la mayor parte de la actual Francia (con la expulsión de los visigodos), pero incluyendo también zonas al este del río Rin, tales comoAlamannia (el actual sudoeste de Alemania) y Turingia (desde 531); Sajonia, en cambio, permaneció fuera de las fronteras francas hasta ser conquistada porCarlomagno siglos más tarde.A su muerte en 511, repartió el reino entre sus cuatro hijos, hasta que su hijoClotario I reunió temporalmente los reinos, tras él, los territorios francos volvieron a dividirse en 561 en Neustria, Austrasia y Borgoña.En cada reino franco, el mayordomo de palacio ejercía las funciones de jefe de estado. Los reinados de Clodoveo IV y Childeberto III entre 691 y 711 tuvieron todas las características de los de los rois fainéants (reyes holgazanes).

Reinos Francos, año 714 dC

CuandoPipino de Heristal, mayordomo de palacio, murió en 714, el reino se hundió en una guerra civil y los duques de las provincias periféricas se desvincularon de la influencia de los pipínidas. El sucesor designado de Pipino en la Mayordomía de Palacio fue Teudoaldo. Pronto apareció otro candidato a la mayordomía de Austrasia: el hijo adulto e ilegítimo de Pipino de Heristal, Carlos Martel. Finalmente, en la batalla de Soissons (718), Carlos derrotó a sus rivales y los forzó definitivamente a resignar todos sus cargos, aceptando el eventual regreso del rey Chilperico a condición de que el propio Carlos recibiera las dignidades de su padre Pipino como mayordomo de todos los reinos. No hubo más reyes merovingios que ejercieran como tales después de este punto, y Carlos y sus herederos, los Carolingios, gobernaron a los francos, pero no como reyes.

Después de 718, Carlos Martel emprendió una serie de guerras para consolidar la hegemonía de los francos en Europa occidental.Poco antes su muerte en octubre de 741, Carlos Martel dividió el reino como si él fuera rey entre dos de sus hijos. La división del reino dio Austrasia, Alemannia, yThuringia a Carloman y Neustria, Provenza, y Borgoña a Pipino. Éste, logró destronar a su rey merovingio Childerico III en 751, y fue reconocido rey de los francos con apoyo del Papa Zacarías, y posteriormente ungido como rey por el Papa Esteban II en 754. Así, aunque Pipino fue rey electo, aseguró su legitimidad divina a través del Papa.

Pipino repartió el reino a su muerte en 768, entre sus hijos Carlos y Carlomán. Éste se retiró a un monasterio y murió poco tiempo después, dejando a su hermano como único rey, quién pasaría más tarde a ser conocido comoCarlomagno. Era un personaje poderoso, inteligente y relativamente culto, que se convertiría en una leyenda para la historia posterior tanto de Francia como de Alemania. Carlomagno restableció un equilibrio de poder entre el emperador y el papa.

Carlomagno

A partir del año 772,Carlomagno emprendió una larga guerra en la que conquistó y derrotó a los sajones para incorporar sus territorios al Imperio Franco. Esto expandió el Imperio Franco hacia el este, hasta el río Elba, algo que el Imperio Romano sólo intentó una vez, y en lo que falló en la batalla del Bosque de Teutoburgo (año 9 d.C.). Para poder cristianizar con más efectividad a los sajones, Carlomagno fundó varias diócesis, entre las que se cuentan las de Bremen, Münster, Paderborn y Osnabrück. Al mismo tiempo (773 - 774), Carlomagno conquistó a los lombardos, incluyendo de esta manera el norte de Italia en su esfera de influencia. En el 788, incorporó Baviera a su reino. Hasta el 796, Carlomagno continuó expandiendo su reino todavía más hacia el sureste, hasta la actual Austria y a partes de Croacia. De esta manera, Carlomagno creó un reino que alcanzaba desde los Pirineos al suroeste, pasando por casi toda la Francia moderna (a excepción de Bretaña, que nunca fue conquistada por los francos), y al este la mayor parte de la actual Alemania, incluyendo el norte de Italia y la actual Austria.

El Imperio Carolingio

El día de Navidad de 800, el papaLeón IIIcoronó aCarlomagnocomo “Emperador que gobierna el Imperio Romano”, en Roma, en una ceremonia presentada como inesperada, puesto que Carlomagno no deseaba encontrarse en deuda con el obispo de Roma, y a su hijo Carlos el Joven como rey de los francos. Esto originó una serie de disputas con los bizantinos por el nombre de Imperio Romano. Tras una primera protesta por la usurpación, en 812, el emperador bizantino Miguel I Rangabé reconoció a Carlomagno como “emperador” (basileus), pero no como “emperador de los romanos”, título que se reservó el bizantino como el verdadero sucesor de los emperadores romanos. La coronación sirvió para dar una legitimidad permanente a la primacía carolingia entre los francos.Tras la muerte de Carlomagno el 28 de enero de 814 en Aquisgrán, fue enterrado en su Capilla Palatina.

Reparto del Imperio Carolingio, años 843 y 870 dC

Carlomagno tuvo varios hijos, pero sólo uno le sobrevivió. Fue Luis el Piadoso, quien sucedió a su padre al frente del imperio unificado. Tras tres guerras civiles, Luis murió en 840, y sus tres hijos supervivientes decidieron repartirse el territorio en el tratado de Verdún, en 843:

1. El hijo mayor (de los que sobrevivieron) de Luis, Lotario I emperador desde el año 817, le correspondió los francos centrales con las capitales imperialesAquisgrán y Roma. A su vez, sus hijos se dividieron este imperio en Lotaringia,Burgundia e Italia (septentrional). Estas zonas desaparecerían más tarde, integrándose en el Imperio germánico.

2. El segundo hijo de Luis, Luis el Germánico, pasó a ser rey de los francos del este. Esta zona sería el origen de lo que más tarde fue el Sacro Imperio Romano Germánico, que con el tiempo llegó a ser, aproximadamente, la actual Alemania.

3. Su tercer hijo, Carlos el Calvo, pasó a ser rey de los francos del oeste. La zona que ocupó llegaría a ser la actual Francia.

El reino de Carlomagno sobrevivió a su fundador y se extendió por gran parte de la Europa occidental, sin embargo, sus sucesores se mostraron incapaces de mantenerlo.

El 12 de diciembre de 884, tras una serie de fallecimientos, el emperador Carlos III el Gordo reunió la mayor parte del Imperio Carolingio, sólo Bosón de Provenza resistía como rey en Vienne.A finales de 887, su sobrino, Arnulfo de Carintia se sublevó y se hizo con el título de rey de los francos del este (actual Alemania). Carlos se retiró y murió poco después, el 13 de enero de 888. Italia, y las dos Borgoñas tuvieron reyes propios. En la Francia occidental, Odón, conde de París fue elegido rey y fue coronado al mes siguiente, pero en Aquitania Ranulfo se proclamó rey. Diez años más tarde, los carolingios recuperaron el poder en Francia, donde gobernaron hasta 987, año de la muerte del último rey de la dinastía carolingia Luis V.

Otón I, hijo de Enrique I el Pajarero, duque de Sajonia y rey de Germania, en 929 ya fue asociado al trono por su padre para facilitar así la sucesión. A la muerte de Enrique I, fue ungido y coronado en Aquisgrán en 936 con el título carolingio de Rex et sacerdos. Tuvo la vocación de restaurar el imperio de Carlomagno (Imperio Carolingio) y es el primer representante del Sacro Imperio Romano Germánico.

Mayordomo de palacioDurante el periodo merovingio, el Mayordomo de palacio (del latín: maior domus o majordomo: 'el más importante, el principal', entendiendo que se habla de servidores) era el intendente principal del rey. Durante el reinado de los últimos reyes merovingios, ostentaban realmente el poder político, ejerciendo la función de «primer ministro», función ésta que se transmitía, con frecuencia, de padres a hijos.

Periodo merovingio

A lo largo de este periodo aparece la familia de los piponidas (descendientes de Pipino de Landen,

o Pipino el Viejo), que da paso al nacimiento de la dinastía carolingia.

El poder de los mayordomos de palacio fue incrementándose de un modo continuo. En principio

eran servidores del rey y responsables del palacio, pero de forma progresiva y a partir del siglo

VII desarrollaron un verdadero poder detrás del trono de Austrasia, el sector noreste del reino de

los Francos bajo la dinastía Merovingia, por lo que este oficio se convirtió en una apuesta entre los

aristócratas y rápidamente llegó a ser heredable en la familia de los Carolingios.

Dagoberto I, consciente de la amenaza que éstos representaban, se separa del mayordomo Pipino

de Landen y retoma, personalmente, el poder. Pero cuando muere, el reino recae definitivamente

en manos de los mayordomos pipínidas. La ascensión de los pipínidas no se realizó sin tropiezos y

durante 20 años, de 662 a 680, fueron expulsados del poder por la familia de Vulfoald. Ansegisel,

padre de Pipino de Heristal fue asesinado durante este periodo. Los soberanos descendientes de

Dagoberto I, a menudo muy jóvenes y con una esperanza de vida muy corta, no podían reinar sin

la ayuda de los mayordomos de palacio. Éstos aprovecharon la situación para acrecentar su

poderío y dirigir el país reemplazando a los soberanos: ellos nombraban a los obispos, los condes

y los duques, firmaban los acuerdos con los países vecinos, decidían y mantenían las campañas

militares. Los mayordomos de palacio tejieron, para su provecho, una red de fidelidades basadas

en las dotes y las alianzas matrimoniales.

En definitiva, el soberano no tenía ninguna función, de ahí el nombre de «reyes holgazanes» que

se atribuía a los soberanos descendientes de Dagoberto I. (Aunque debe relativizarse esta

expresión de «reyes holgazanes». En efecto, la dinastía carolingia se empeñó, tan pronto como

llegó definitivamente al poder, a denigrar a la antigua dinastía merovingia, intentando legitimar su

golpe de Estado). Ellos (los carolingios) disponían del prestigio y de la legitimidad de su dinastía.

Los otros (los merovingios), de su sangre real.

El último rey merovingio, Childerico III, fue encerrado en un monasterio por Pipino el Breve en 751.

Pipino pide al Papa Zacarías que le reconozca como soberano del reino franco. Se trata de una

usurpación y de un golpe de Estado, legitimado por los historiadores de la dinastía carolingia, en

particular por Eginardo. Pipino es proclamado rey en 751, más tarde es consagrado en la Basílica

de Saint-Denis en 754. De este modo nace la dinastía carolingia. Su hijo, Carlomagno, asumió

incluso un mayor poder que su padre al ser coronado como Emperador del Sacro Imperio Romano

Germánico, convirtiéndose en una de las más grandes figuras en la historia de Francia y Alemania.

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Carlomagno

Carlos I el Grande, llamado Carlomagno (alemán: Karl der

Grosse; francés e inglés: Charlemagne; latín: Carolus Magnus) (¿Herstal?, 2 de

abril de 742, 747ó 748 – Aquisgrán, 28 de enero de 814), fue rey de los francos desde 768 hasta

su muerte, rey nominal de los lombardos (764–814) y emperador de Occidente(800–814).

Hijo del rey Pipino y de Bertrada de Laon, sucedió a su padre y correinó con su

hermano, Carlomán I. Aunque las relaciones entre ambos se tornaron tensas, la repentina muerte

de Carlomán evitó que estallara la guerra. Reforzó las amistosas relaciones que su padre había

mantenido con el papado y se convirtió en su protector tras derrotar a los lombardos en Italia.

Combatió a los musulmanes que amenazaban sus posesiones en la Península Ibérica y trató de

apoderarse del territorio, aunque tuvo que batirse en retirada y a causa de un ataque de

los vascones perdió a toda su retaguardia, así como a su sobrino Roldán, en eldesfiladero de

Roncesvalles.1 Luchó contra los pueblos eslavos. Tras una larga campaña logró someter a los

sajones, obligándolos a convertirse al cristianismo e integrándolos en su reino; de este modo allanó

el camino para el establecimiento del Sacro Imperio Romano Germánico bajo la dinastía sajona.

Expandió los distintos reinos francos hasta transformarlos en un Imperio, al que incorporó gran

parte de Europa Occidental y Central. Conquistó Italia y fue coronado Imperator Augustus por

el papa León III el 25 de diciembre de 800 en Roma, gracias a la oportunidad ofrecida por

la deposición de Constantino VI y lo que se consideraba la vacancia del trono imperial, ocupado

por una mujer, Irene. Estos hechos provocaron la indignación de la corte imperial, que se negó a

reconocer su pretendido título. Tras unos frustrados planes de boda entre Carlomagno e Irene,

estalló la guerra. Finalmente, en 812 Miguel I Rangabé reconoció a Carlomagno como emperador

(aunque no emperador de los romanos).

Comúnmente se ha asociado su reinado con el Renacimiento carolingio, un resurgimiento de la

cultura y las artes latinas a través del Imperio carolingio, dirigido por la Iglesia católica, que

estableció una identidad europea común. Por medio de sus conquistas en el extranjero y sus

reformas internas, Carlomagno sentó las bases de lo que sería Europa Occidental en la Edad

Media. Hoy día es considerado no sólo como el fundador de las monarquías francesa y alemana,

que le nombran como Carlos I, sino también como el padre de Europa. Pierre Riché escribe:

Contexto histórico

Miniatura del Libro de horas de Carlos VIII de Francia, manuscrito iluminado en pergamino del siglo XV, f.º 13v.

Representa a Luis XII orante y tras él, de pie, Carlomagno.

A finales del siglo V se produjo la cristianización de los francos, mediante la conversión de su

rey Clodoveo, de la familia de los merovingios. El reino merovingio se convirtió, a partir

de 507 (Batalla de Vouillé) en el más poderoso entre los reinos resultantes de la caída del Imperio

romano de Occidente. Sin embargo, el declive de la dinastía se hizo evidente tras la Batalla de

Tertry (687), y ningún soberano trató ya de remediar la situación (Reyes holgazanes).3 Finalmente

todos los poderes gubernamentales se ejercerían a través de los oficiales mayores o

del mayordomo — 'maior domus'.

Pipino de Heristal, mayordomo de Austrasia, terminó con el conflicto existente entre los diversos

reyes francos y sus mayordomos con su victoria en Tertry, tras la que se convirtió en único

gobernante de todo el reino franco. Era nieto de dos de las más importantes figuras del reino

austrasiano: Arnulfo de Metz y Pipino de Landen. A su muerte, fue sucedido por su hijo ilegítimo

Carlos, que sería llamado Martel («el Martillo»); sin embargo, jamás adoptó el título de «rey».

Martel fue sucedido por sus dos hijos: Carlomán y Pipino   el Breve , padre de Carlomagno. A fin de

frenar el separatismo presente en la periferia del reino, los hermanos emplazaron en el trono

a Childerico III, último rey merovingio.

Tras la renuncia de Carlomán a su cargo, Pipino depuso a Childerico con la aprobación del papa

Zacarías, quien lo eligió y ungió rey de los francos en 751. En 754,Esteban II volvería a ungirle a él

y a sus hijos, herederos de un reino que abarcaba la mayor parte de Europa Occidental y Central.

Así fue como la dinastía merovingia fue sustituida por la carolingia, cuyo nombre deriva del padre

de Pipino, Carlos Martel.

Bajo esta nueva dinastía el reino franco se extendió sobre la mayor parte de los territorios de

Europa Occidental. La división administrativa efectiva durante esta época se corresponde con los

modernos países de Francia y Alemania.4 Francia, geográficamente situada en el centro de

Europa, dio origen a una evolución en el terreno religioso, político y artístico que dejó su huella en

toda Europa Occidental.

[editar]Fecha y lugar de nacimiento

Generalmente se ha fijado su fecha de nacimiento en 742. Sin embargo, diversos factores han

llevado a los expertos a reconsiderar esta fecha, ya que su nacimiento se calculó a partir del año

de su muerte y en los Annales Petarienses figura otra fecha, el 1 de abril de 747, que coincidía con

la Pascua. Esta coincidencia resultaba tan sospechosa que ha sido cuestionada en numerosas

ocasiones. Los historiadores modernos defienden que esta fecha constituye una farsa destinada a

encumbrar la figura del emperador, y sugieren que éste nació un año más tarde, en 748.

Actualmente es imposible conocer con certeza la fecha de su nacimiento. Las hipótesis más

factibles son las del 1 de abril de 747, el 15 de abril de ese mismo año o el 1 de abril de 748.

Carlomagno nació en Herstal, ciudad natal de su padre, de donde eran oriundas las dinastías

carolingia y merovingia, y ubicada en las inmediaciones de la ciudad de Lieja (Bélgica). Cuando

tenía 7 años, fue a vivir con su padre a Jupille, por lo que en casi todos los libros de historia dicha

ciudad aparece como uno de sus posibles lugares de nacimiento. También se han barajado como

tal otras ciudades, entre ellas Ingelheim, Prüm, Düren, Gauting y Aquisgrán.

[editar]Idioma

Su idioma materno ha sido objeto de intenso debate. Se presume que su madre hablaba

un dialecto germánico común entre los francos de la época; no obstante, los lingüistas difieren en

cuanto a la identidad y evolución del idioma. Incluso se ha llegado a afirmar que en el momento de

su nacimiento (742/747) el franco antiguo ya se encontraba extinto. Se ha reconstruido la

estructura sintáctica y ortográfica del franco antiguo a través de su evolución: el bajo fráncico, que

influyó en el francés antiguo y posteriormente dio origen al holandés antiguo. El escaso

conocimiento del franco antiguo que tienen los lingüistas corresponde a frases y palabras

presentes en los códices de leyes de las principales tribus francas,Nota 1 escritos en un latín que

integra elementos germánicos.5

Su lugar de nacimiento no ha ayudado para determinar su idioma materno. Muchos historiadores

han defendido que, al igual que su padre, nació en los alrededores de Lieja; otros afirman que

en Aquisgrán, ciudad ubicada a 50 km de la anterior. La cuestión se complica a consecuencia de

que esta zona comprende una gran diversidad lingüística. Si se toma la Lieja del año 750, nos

encontramos con una región en la que se habla bajo fráncico en el norte y el noroeste, galo-

romance en el sur y suroeste, y dialectos del alto alemán en el este. Si se excluye el galo-romance,

Carlos habría hablado el antiguo bajo fráncico o un dialecto alto alemán, probablemente con gran

influencia franca.

Además de su lengua materna, hablaba latín «con fluidez semejante a la de su propio idioma»,

además de comprender un poco de griego:

Grecam vero melius intellegere quam pronuntiare poterat. Comprendía griego mejor que lo hablaba.

Eginardo, Vida, 25

[editar]Nombres de Carlomagno

A consecuencia del número de idiomas hablados dentro del Imperio, y su expansión a escala

europea, el nombre de Carlomagno ha sido preservado bajo abundantes formas en un gran

número de diferentes lenguas. Su propio idioma ya no existe en sí, sino que evolucionó hasta

convertirse en el idioma fráncico.

«Carlos», su nombre de nacimiento, deriva del de su abuelo, Carlos Martel; este nombre proviene

a su vez de Karl, lexema germánico que significa 'hombre' u 'hombre libre',6 y que está relacionado

con elChurl inglés. Los nombres latinos Carolus o Karolus constituyen las primeras formas

existentes de su nombre.

Retrato de Carlomagno, por Alberto Durero. Se pintó varios siglos tras su muerte; el escudo de armas situado

encima de su cabeza muestra el águila alemana y laflor de lis francesa.

En diversos dialectos eslavos, el término «rey» corresponde a una derivación de su nombre

eslavizado.

Las modernas variantes existentes en los idiomas de origen germánico son:

En danés, noruego y sueco: Karl den Store

En neerlandés: Karel de Grote

En alemán: Karl der Große

En luxemburgués: Karel de Groussen

En frisón occidental: Karel de Grutte.

El nombre germánico fue latinizadoNota 2 y preservado en las modernas lenguas romances:

En español: Carlomagno

En catalán: Carlemany

En aragonés: Carlemanyo

En francés: Charlemagne y Charles le Grand, derivación del francés antiguo Charles le Magne

En italiano: Carlo Magno y Carlomagno

En portugués: Carlos Magno

En valón: Tchårlumagne y Tchåle li Grand.

Las variantes modernas de los dialectos eslavos de influencia germana son:

En croata: Karlo Veliki

En checo: Karel Veliký

En polaco: Karol Wielki

En eslovaco: Karol Veľký

En esloveno: Karel Veliki.

La variante en euskera: Karlomagno y Karlos Handia.

La variante bretona es Karl-Veur.

[editar]Aspecto físico

Aunque no existe descripción alguna de Carlomagno contemporánea al monarca, su

biógrafo Eginardo ofrece una detallada visión de su aspecto físico en su obraVita Caroli Magni. En

el artículo 22 del escrito afirma:

Fue de cuerpo ancho y robusto, de estatura eminente, sin exceder la justa medida, pues alcanzaba siete pies

suyos; de cabeza redonda en la parte superior, ojos muy grandes y brillantes, nariz poco más que mediana,

cabellera blanca y hermosa, rostro alegre y regocijado; de suerte que estando de pie como sentado realzaba

su figura con gran autoridad y dignidad. Y aunque la cerviz era obesa y breve y el vientre algún tanto

prominente, desaparecía todo ello ante la armonía y proporción de los demás miembros. Su andar era firme, y

toda la actitud de su cuerpo, varonil; su voz tan clara, que no respondía a la figura corporal.7

El emperador carolingio era conocido entre sus coetáneos por ser un hombre rubio, alto, corpulento

y de cuello excesivamente grueso. En su época, la tradicional técnica pictórica romana realista se

había visto eclipsada por la costumbre de dibujar los retratos de personalidades rodeados de

elementos icónicos. En su condición de monarca ideal debía ser representado de manera

correspondiente. A su ascenso al trono se le presenta como la encarnación de Dios en la Tierra;

los cuadros de esta época contienen un número considerable de iconos vinculantes a Cristo. Los

retratos modernosNota 3 muestran a un hombre de recia complexión y larga melena rubia, a

consecuencia de un error en la interpretación del escrito de su biógrafo; se ha traducido «canitie

pulchra» o «hermoso cabello blanco» como melena rubia o dorada.

[editar]Vestimenta

Parte del tesoro de Aquisgrán.

Carlomagno vestía la tradicional, discreta y ordinariaNota 4 vestimenta de la nación

franca. Eginardo la describe así:

Vestía a la manera de los francos: camisa de lino y calzones de lo mismo, túnica con pasamanos de seda;

envolvía sus piernas con polainas de tiras, y en invierno protegía hombros y pecho con pieles de foca y de

marta.7

Gustaba de llevar una capa azulada, así como una espada, normalmente acabada en

una empuñadura dorada o plateada. En los banquetes o recepciones de embajadores portaba

imponentes tizonas enjoyadas. No obstante:

Los trajes extraños, por hermosos que fuesen, los desechaba, de modo que sólo una vez, a petición del

pontífice Adriano, y otra a ruegos del papa León, se vistió la larga túnica y la clámide y usó el calzado a la

usanza romana.7

En las festividades importantes portaba diadema y vestía ropajes bordados y enjoyados; en estas

ocasiones su capa incluía una hebilla dorada. Sin embargo,Eginardo afirma que el monarca franco

despreciaba la ropa ostentosa, vistiéndose comúnmente con arreglo al modo plebeyo.

[editar]Ascenso al poder

[editar]Primeros años de vida

Carlomagno fue el primogénito de Pipino el Breve (714 – 24 de septiembre de 768, rey desde 751)

y su esposa Bertrada de Laon (720 – 12 de julio de 783), hija deCariberto de Laon y Gisela de

Laon.Nota 5 Entre sus hermanos más jóvenes, los registros sólo refieren a Carlomán, Gisela y a un

niño llamado Pipino que falleció a corta edad. En ocasiones se ha afirmado que la

semilegendaria Redburga, esposa del rey Egberto de Wessex, fue hermana de Carlomagno (o

cuñada o sobrina), y las leyendas lo señalan como tío materno de Roldán a través de una dama

llamada Bertha.

La mayor parte de lo que se conoce acerca de su vida procede de los escritos de

su biógrafo Eginardo, quien escribió la Vita Caroli Magni (o Vita Karoli Magni), la Vida de

Carlomagno. Eginardo afirma sobre los primeros años de vida de Carlos:

Sería disparatado, creo yo, escribir una sola palabra respecto al nacimiento y la infancia de Carlos, o incluso

sobre sus primeros años, ya que nunca se escribió nada al respecto y no existe nadie con vida que pueda dar

información de ello. En consecuencia, decidí pasar esto por alto y dedicarme de inmediato a su persona, sus

obras y otros hechos de su vida que merecen ser relatados y divulgados, y me referiré primero a sus acciones

locales y en el extranjero, luego sobre su persona y actividades, y por último acerca de su gobierno y muerte,

sin omitir nada que merezca o sea necesario conocer.

Moneda con el grabado de Carlomagno y con la inscripción KAROLVS IMP AVG.

Tras la muerte de Pipino, y continuando con la tradición, se dividió el reino de los francos entre

Carlomagno y Carlomán. Carlos tomó las regiones exteriores del reino, las cuales bordeaban el

mar, es decir, Neustria, el oeste de Aquitania y el norte de Austrasia; mientras que a Carlomán le

correspondió la región interior: el sur de Austrasia, Septimania, el este de

Aquitania, Borgoña, Provenza y Suabia, territorios que limitaban con Italia.

[editar]Reinado compartido

El 9 de octubre, inmediatamente después de celebrarse el funeral de su padre, ambos jóvenes se

marcharon de Saint-Denis a fin de ser coronados reyes por los nobles y ungidos por los obispos.

La investidura de Carlomagno tuvo lugar en Noyon, mientras que la de Carlomán lo fue

en Soissons.

El primer acontecimiento importante producido durante el reinado conjunto de los hermanos fue el

levantamiento de los aquitanos y gascones, en 769, en el territorio dividido entre ambos reyes.

Años atrás, Pipino había sofocado la revuelta de Gaifier, Duque de Aquitania. Ahora, un hombre

llamado Hunaldo (que según parece no se trata del duque Hunaldo) guio a los aquitanos hacia el

norte, hasta Angulema. Carlomagno se reunió con Carlomán, pero este se negó a participar y

regresó aBurgundia. Carlomagno se dispuso para la guerra y lideró un ejército hacia Burdeos,

estableciendo un campamento en Fronsac. Hunold se vio obligado a huir a la corte de Lupo

II, Duque de Gascuña. Lupo, temeroso de Carlomagno, entregó a Hunold a cambio de la paz y éste

fue desterrado a un monasterio. Finalmente, los francos sometieron Aquitania por completo.

Los hermanos mantuvieron una relación tibia gracias a la mediación de su madre, Bertrada, pero

en 770 Carlomagno firmó un tratado con el duque Tasilón III de Baviera y se casó con una princesa

lombarda (a quien actualmente se conoce como Désirée), hija del rey Desiderio, con el fin de

rodear a Carlomán con sus propios aliados. Pese a la oposición inicial del papa Esteban III a su

matrimonio con la princesa lombarda, pronto éste tendría pocos motivos para temer una alianza

entre francos y lombardos.

Apenas un año después de su matrimonio, Carlomagno repudió a Désirée y al poco tiempo volvió a

casarse con una sueva de 13 años llamada Hildegarda. La repudiada Désirée regresó a la corte de

su padre en Pavía. Encendida su furia, Desiderio se hubiese aliado gustosamente con Carlomán

para derrotar a Carlos, pero Carlomán murió el 5 de diciembre de 771, antes de que estallara el

conflicto. La esposa de Carlomán, Gerberga, huyó junto con sus hijos a la corte de Desiderio en

busca de protección.

[editar]Campaña en Italia

[editar]La conquista de Lombardía

El año del nombramiento como papa de Adriano I (772), éste demandó que le fuera reintegrado el

control sobre ciertas ciudades constituyentes del antiguo Exarcado de Rávena, a cambio de un

acuerdo respecto de la sucesión de Desiderio. No obstante, Desiderio tomó algunas ciudades

papales e invadió Pentápolis en su camino hacia Roma. En otoño, Adriano envió una delegación

ante Carlomagno, solicitándole que cumpliera las políticas de su padre, Pipino. A su vez, Desiderio

envió su propia embajada negando lo que le imputaba el papa. Ambas delegaciones se reunieron

en Thionville, donde el monarca de los francos manifestó su apoyo al papado. A las demandas de

Adriano se unieron las de su aliado; viéndose en esta tesitura, el duque toscano juró que jamás

cedería. Carlomagno y su tíoBernardo cruzaron los Alpes en 773 y persiguieron a los lombardos

hasta sitiarlos en Pavía. Eventualmente Carlos abandonó el sitio a fin de hacer frente al hijo de

Desiderio, Adelgis, quien estaba levantando un ejército en Verona. Los francos persiguieron al

joven príncipe hasta el litoral adriático. Desde allí Adelgis huyó hacia Constantinopla a fin de

solicitar la ayuda de Constantino V Kopronymos, por entonces en guerra con Bulgaria.

El rey franco Carlomagno era un católico devoto que mantuvo una estrecha relación con el papado durante toda su

vida. En 772, cuando el papaAdriano I fue amenazado por los invasores, el rey se dirigió velozmente a Roma para

proporcionar su ayuda. En esta imagen puede verse al papa solicitando la asistencia de Carlomagno durante un

encuentro cerca de Roma.

El asedio de Pavía se prolongó hasta la primavera de 774, época en que Carlomagno hizo una

visita al papa en Roma (2 de abril); allí confirmó las cesiones de territorios que su padre había

estipulado en su testamento.Nota 6 Ciertas crónicas posteriores, de dudosa veracidad, afirman que

amplió los mismos. Después de que Adriano le concediera el título de patricio regresó a Pavía,

donde los lombardos se hallaban al borde de la derrota.

A cambio de sus vidas, los lombardos se rindieron y abrieron las puertas de la ciudad a comienzos

de la estación estival. Se envió a Desiderio a la Abadía de Corbie; su hijo Adelgis murió en

Constantinopla como un patricio. Tras haberse ceñido la Corona Férrea, los señores lombardos —

a excepción de Arechis II, quien proclamó la independencia de los territorios bajo su control—

rindieron un homenaje al nuevo monarca en Pavía. Al convertirse en nuevo Rey de Lombardía,

Carlomagno se convertía también en el señor más poderoso de Italia. A su marcha dejó una

poderosa guarnición en Pavía, a la que envió tropas de refuerzo cada año.

A pesar de su victoria, los territorios italianos continuaban inestables: en 776, se rebelaron

los duques Rodgaudo de Friuli e Hildeprando de Spoleto. Carlomagno se trasladó

apresuradamente desde Sajonia a Italia a fin de combatir a los sediciosos. Se enfrentó a Rodgaudo

en una batalla que derivó en una victoria aplastante sobre los rebeldes y la muerte del propio

duque. Viéndose derrotado, Hildeprando accedió a firmar un tratado de paz. Su co-conspirador,

Arechis, no fue sometido y Adelgis, su candidato al trono, jamás abandonó Bizancio. El norte de

Italia había sido pacificado.

[editar]Italia meridional

En 787 Carlomagno dirigió su atención hacia Benevento, donde Arechis reinaba de forma

independiente; tras asediar Salerno, el duque ofreció su vasallaje. Sin embargo, cuando murió

en 792, Benevento volvió a proclamar su independencia bajo la égida de su hijo, Grimoaldo III.

Aunque los ejércitos de Carlos y sus hijos le atacaron en repetidas ocasiones, al no regresar el

monarca franco al Mezzogiorno, estos territorios no serían nunca sometidos.

[editar]Carlos y sus hijos

Carlos, como era tradición entre los monarcas y mayordomos del pasado, comenzó a nombrar a

sus hijos para que ocuparan los cargos de mayor importancia del reino durante el primer periodo

de paz por el que atravesó su gobierno (780 – 782). Habiendo sido ungidos por el papado, hizo

reyes a sus dos hijos más jóvenes (781): Carlomán, el mayor de ellos, tomó la Corona Férrea Nota 7  y

el nombre de «Pipino» al ser nombrado rey de Italia; y el más joven, Luis, fue nombrado rey de

Aquitania. Carlos ordenó que ambos se criaran en el conocimiento de la costumbres de sus reinos,

al tiempo que les otorgaba a sus regentes cierto control sobre dichos territorios. No obstante,

aunque los dos jóvenes tuvieran la esperanza de heredar el reino algún día, el poder estuvo

siempre en manos de su padre. Además, no toleró insubordinación alguna de parte de sus hijos:

en 792 desterró a Pipino   el Jorobado  a consecuencia de una revuelta de la que era partícipe.

Al alcanzar la mayoría de edad, los hijos del monarca combatieron en su nombre durante el

transcurso de numerosos conflictos. A Carlos le preocupaban especialmente los bretones, con los

que compartía frontera y quienes se rebelaron contra él en al menos dos ocasiones (aunque fueron

fácilmente subyugados), y también luchó intensamente contra los sajones. En 805–806 se internó

en el Böhmerwald, la moderna Bohemia, a fin de hacer frente a los eslavos que habitaban dichos

territorios, los modernos checos. Tras una rápida campaña, les sometió hasta el punto de

obligarles a rendirle homenaje. Tras ello los francos devastaron el Valle del Elba e impusieron

tributo en la zona. Pipino se enfrentó a los ávaros, así como a los beneventani y a los eslavos del

norte. Cuando finalmente surgió un conflicto con elImperio bizantino a consecuencia de su

coronación imperial y de la rebelión de Venecia, la organización política interna era inmejorable.

Luis se posicionó al frente de la Marca Hispánica y, al menos en una ocasión, se dirigió al sur de

Italia a fin de enfrentarse al duque de Benevento. El hijo de Carlos tomaría Barcelona tras un

importante asedio en 797.

La actitud de Carlomagno hacia sus hijas ha sido motivo de gran controversia; las mantuvo en casa

junto a él y se negó a permitir que contrajeran matrimonio —probablemente a fin de evitar el

establecimiento de subramas familiares que pudieran rebelarse contra la principal, como fue el

caso de Tasilón III de Baviera— aunque les permitió mantener relaciones extramaritales, llegando

incluso a honrar a sus concubinos, y guardó gran aprecio por los hijos bastardos que engendraban.

Al parecer nunca creyó las historias que circulaban en torno a su salvajismo. Tras la muerte de

Carlomagno, su hijo Luis las desterró de la corte y las envió a conventos que su padre había

elegido. Una de ellas, Bertha, mantuvo una relación, o quizá un matrimonio, con Angilberto,

miembro de la corte de su padre.

[editar]Campaña en la península ibérica

[editar]La campaña de Roncesvalles

Roldán jura fidelidad a Carlomagno. Ilustración perteneciente a un manuscrito del Cantar de Roldán.

Según el historiador musulmán Ibn al-Athir, la Dieta de Paderborn recibió en 777 a los

representantes de los gobernantes musulmanes de Zaragoza, Gerona, Barcelonay Huesca,

quienes habían acudido allí debido a que sus señores habían sido arrinconados en la Península

Ibérica por Abderramán I, el emir de Córdoba. Estos gobernantes musulmanes o «sarracenos»

ofrecieron homenaje al gran rey de los francos a cambio de su ayuda militar. Carlomagno, al ver la

oportunidad de extender tanto la Cristiandad como su propio poder y creyendo que los sajones

eran una nación subyugada, acordó dirigirse a península ibérica.

En 778, lideró el ejército de Neustria a través de los Pirineos Occidentales, mientras que los

austrasios, lombardos y burgundios cruzaban los Pirineos Orientales. Los ejércitos se reunieron en

Zaragoza y recibieron el homenaje de Sulayman al-Arabí y Kasmin ibn Yusuf, los gobernantes

extranjeros. Sin embargo, Zaragoza no cayó con la rapidez que Carlomagno pensaba; incluso se

encontró ante la batalla más difícil que afrontara en toda su carrera y, temiendo una derrota,

decidió retirarse y regresar a casa. Carlomagno no podía confiar en los musulmanes ni en

los vascones, a quienes se había enfrentado durante su conquista de Pamplona, y estaba

abandonando la península por el Paso de Roncesvalles cuando ocurrió uno de los acontecimientos

más famosos de todo su reinado: Los vascones cayeron sobre su retaguardia y carros de carga,

destruyéndolos. La Batalla de Roncesvalles, más bien una escaramuza que una batalla, arrojó

varios famosos muertos, entre los que se encontraban el senescal Eggihard, el conde del palacio

Anselmo y el prefecto de la Marca de Bretaña, Roldán, posterior inspiración del Cantar de

Roldán (Chanson de Roland), el famoso cantar de gesta francés.

[editar]La guerra contra Al-Ándalus

La conquista de Italia hizo que Carlomagno entrase en contacto con los sarracenos que, en esa

época, controlaban el Mediterráneo y ocupaban arduamente a su hijoPipino. Carlomagno

conquistó Córcega y Cerdeña en fechas desconocidas, y las islas Baleares en 799. Dichas islas

eran blancos frecuentes de ataques por parte depiratas sarracenos, mas el conde

de Génova y Toscana (Bonifacio) los mantuvo a raya mediante el envío de una numerosa flota

cuya operatividad se prolongó hasta el fin del reinado de Carlomagno. El rey llegó a tener contacto

con la corte del califa en Bagdad: en 797 (o, posiblemente, 801), el califa de Bagdad, Harún al-

Rashid, obsequió a Carlomagno con un elefante asiático llamado Abul-Abbas y un reloj.8

En Hispania, la lucha contra los musulmanes continuó sin disminuir en intensidad durante toda la

segunda mitad del reinado de Carlomagno. En 785, los soldados de su hijo Luis, que se

encontraba encargado de defender la frontera con España, conquistaron Gerona de forma

permanente y extendieron el control franco al litoral catalán; dicho control se mantuvo durante el

resto del gobierno de Carlomagno (e incluso siguió siendo nominalmente franco mucho tiempo

después, hasta el Tratado de Corbeil en 1258). Los líderes musulmanes del noreste de la España

islámica se sublevaban continuamente contra las autoridades cordobesas y, a menudo, pedían la

ayuda de los francos, cuya frontera continuó expandiéndose lentamente hasta 795, año en que

Gerona, Cerdaña, Osona y Urgelfueron agrupadas en la nueva Marca Hispánica, dentro del

antiguo ducado de Septimania.

En 797 Barcelona, la ciudad principal de la región, cayó ante los francos cuando Zeid, su

gobernador, se rebeló contra Córdoba y, tras fracasar, la entregó a Carlomagno. Pese a que las

autoridades omeyasconsiguieron reconquistarla en 799, Luis marchó junto a todo su ejército, cruzó

los Pirineos y asedió la ciudad durante dos años, pasando allí el invierno desde 800 a 801, hasta

su rendición. Los francos continuaron arremetiendo contra el emir: en 809 ocuparon Tarragona y,

en 811, Tortosa. Esta última conquista los llevó hasta la desembocadura del Ebro y les permitió el

acceso a Valencia, lo que impulsó a que el emir Alhakén I reconociera sus conquistas en 812.

[editar]Campañas en el este de Europa

[editar]Guerra contra los sajones

Artículo principal: Guerras sajonas.

Carlomagno estuvo involucrado en batallas constantes a lo largo de su reino, frecuentemente a la

cabeza de sus escuadrones de élite o scara y con su legendaria espada, Joyeuse, en mano. Tras

treinta años de guerra, logró conquistar Sajonia y procedió a convertirla al cristianismo, empleando

la fuerza siempre que fuera necesario. A finales del siglo VIII el ejército carolingio de cerca de

100.000 hombres en campaña, este incluía una gran cantidad de tropas reclutadas temporalmente

de diversas regiones y tribus, unos 10.000 soldados profesionales a tiempo completo, unos 6.000

caballeros montados y una cifra similar de mercenarios.9

Los sajones fueron distribuidos en cuatro grupos, de acuerdo a sus regiones de

pertenencia: Westfalia, que lindaba por el oeste con Austrasia y, más allá, Estfalia. En medio de

estos dos reinos se encontraba el de Angria, y al norte de los anteriores Nordalbingia, en la base

de la península de Jutlandia.

Durante su primera campaña, Carlomagno venció a los sajones en Paderborn y obligó a los

habitantes de Angria a que, en 773, cortaran y entregaran un irminsul (un pilar de madera sagrado)

que se encontraba cerca de Paderborn. La campaña fue interrumpida por su primera expedición a

Italia en 774, con la rebelión aún activa. Cuando regresó al año siguiente (775), atravesó Westfalia

y conquistó el fuerte sajón de Sigiburg. Luego, cruzó Angria, donde nuevamente derrotó a los

sajones. Por último, en Estfalia, venció a un destacamento sajón y convirtió a su líder, Hessi,

al cristianismo. En su camino de vuelta por Westfalia, estableció campamentos en Sigiburg

y Eresburg, que hasta entonces habían sido importantes bastiones sajones. Toda Sajonia se

hallaba bajo su dominio, a excepción de Nordalbingia; sin embargo, la resistencia sajona no había

concluido.

Después de su campaña en Italia subyugando a

los duques de Friuli y Spoleto (Rodgaudo e Hildeprando, respectivamente), Carlomagno regresó

velozmente a Sajonia en 776, puesto que una revuelta había destruido su fortaleza en Eresburg.

Una vez más, los sajones fueron aplastados, pero su líder más importante, el duque Widukind,

consiguió escapar a Dinamarca, hogar de su esposa. Carlomagno construyó un nuevo

campamento en Karlstadt y, en 777, llamó a una dieta nacional en Paderborn para completar la

integración de Sajonia al reino franco. Siguiendo fielmente su política religiosa, hizo bautizar a un

considerable número de sajones.

En el verano de 779, invadió nuevamente Sajonia y reconquistó Estfalia, Angria y Westfalia

(perdidas en la rebelión del año anterior). En una dieta realizada cerca de Lippe, dividió el territorio

en distintasmisiones y asistió en persona a varios bautismos en masa (780). A continuación

regresó a Italia y, por primera vez, no hubo una revuelta inmediata sajona. En 780 Carlomagno

decretó la pena de muerte para aquellos sajones que no se bautizaran, no celebraran las fiestas

cristianas y cremaran a sus muertos. Entre 780 y 782, Sajonia vivió un período de paz.

Carlomagno volvió a Sajonia nuevamente en 782. Estableció un código de leyes y designó

varios condes, tanto sajones como francos. Las leyes eran severas en temas religiosos, y

el politeísmo germanoautóctono quedó en una condición sumamente precaria respecto del

cristianismo, lo que despertó antiguos conflictos. Ese mismo año, Widukind regresó en otoño para

liderar una nueva revuelta, la cual resultó en varios ataques contra la Iglesia. En respuesta, se cree

que Carlomagno ordenó en Verden, Baja Sajonia, la decapitación de 4.500 sajones que habían

sido capturados practicando su paganismo nativo luego de haberse convertido al Cristianismo.10 El

hecho, conocido como la Masacre de Verden, desencadenó dos años de sangrientos conflictos

(783–785) que significaron el traslado forzado de unos 30.000 sajones a otras regiones del

imperio.11 Durante esta guerra, el rey franco venció en las batallas de Lippspringe (782) y de

Delmont (783) y finalmente consiguió someter a los frisones e incendiar una gran parte de su flota.

La guerra concluyó cuando Widukind aceptó ser bautizado en 804.

Tras este hecho, los sajones se mantuvieron en paz durante siete años, hasta que los habitantes

de Westfalia volvieron a rebelarse en contra de sus conquistadores. Estfalia y Nordalbingia se

unieron a ellos en 793, pero la sublevación no contó con el apoyo de toda la población y fue

sofocada hacia 794. A continuación, se produjo una revuelta en Angria en 796, aunque fue

aplacada rápidamente gracias a la presencia de los sajones cristianos, los eslavos y del mismísimo

Carlomagno. El último intento independentista ocurrió en 804, más de treinta años después de la

primera campaña de Carlomagno en Sajonia. En esta ocasión, la más turbulenta de todas, el

pueblo de Nordalbingia se halló a sí mismo incapacitado para volver a conducir una nueva rebelión.

Según Eginardo:

La guerra que había durado tantos años concluyó al fin cuando accedieron a los términos ofrecidos por el

Rey; los cuales consistían en renunciar a sus costumbres religiosas nacionales y a la adoración de demonios,

aceptar los sacramentos de la religión y de la fe cristiana, y unirse a los francos para conformar un único

pueblo.

La resistencia pagana en Sajonia había finalizado. Para asegurarse de ello Carlomagno ordeno el

traslado forzado de 10.000 familias sajonas y la entrega de sus tierras a los leales abroditas.10

[editar]Sometimiento de Baviera

En 788, Carlomagno volvió su atención hacia Baviera y acusó a Tasilón de hacer tratos con

los ávaros y otros enemigos suyos, rompiendo de este modo su promesa de fidelidad. Sometido a

juicio, Tasilón fue depuesto y condenado a muerte, pero Carlos le indultó y se contentó con hacerle

rapar y recluirle en el monasterio de Jumièges.12 Finalmente, en 794 Tasilón fue obligado a

renunciar a sus derechos y a los de su familia (los agilolfingos) sobre Baviera, en

el sínodo de Fráncfort. Baviera, al igual que Sajonia, fue subdividida en condados por los francos.

[editar]Campaña contra los ávaros

En 788, los ávaros, una horda asiática pagana que se había establecido en la

actual Hungría (Eginardo los llama hunos), invadieron Friuli y Baviera. Carlos estuvo ocupado con

otras cuestiones hasta 790, pero en ese año marchó a lo largo del Danubio hasta su territorio,

asolándolo hasta Raab. Luego, un ejército lombardo al mando de Pipino se adentró en el valle

del Drava y devastó Panonia. Estas campañas habrían continuado de no ser por una nueva

revuelta de los sajones en 792 que puso fin a siete años de paz en la región.

Los siguientes dos años, Carlos estuvo atareado tanto con los eslavos como con los sajones. Sin

embargo, Pipino y el duque Eric de Friuli prosiguieron sus ataques a las fortalezas circulares de los

ávaros. El gran Anillo de los Ávaros, su fortaleza de mayor importancia, fue tomada en dos

ocasiones. El botín reunido se envió a Carlomagno, quien se encontraba en su capital, Aquisgrán,

y la redistribuyó entre sus seguidores y gobernantes extranjeros, incluido el rey Offa de Mercia. Al

poco tiempo, los tuduns ávaros desistieron y viajaron a Aquisgrán para someterse a Carlomagno

como vasallos y cristianos. Carlos aceptó y uno de los jefes nativos, quien había sido bautizado

como Abraham, fue enviado de regreso con el antiguo título de Jaghan. Abraham mantuvo la

disciplina entre su gente, pero para el año 800 los búlgaros al mando de Krum habían acabado

completamente con el estado ávaro. En el siglo X los magiares se establecerían en la llanura

panónica, presentando una nueva amenaza para los descendientes de Carlomagno.

[editar]Expediciones contra los eslavos

La expansión territorial que experimentó el Imperio carolingio hasta 789 le llevó a tomar contacto

con nuevos vecinos paganos, los eslavos. Carlomagno encabezó un ejército formado por soldados

de Austrasia y Sajonia, con el cual cruzó el Elba y entró en tierras abroditas. Los eslavos liderados

por Witzin se rindieron de inmediato. Posteriormente, Carlos aceptó la sumisión de los veleti,

gobernados por Dragovit, exigiendo rehenes y el permiso para enviar, sin interferencias, misioneros

a la región. El ejército alcanzó la región báltica antes de volver sobre sus pasos y dirigirse hacia

el Rin con el botín logrado y sin sufrir hostigamientos. El estado tributario eslavo se convirtió en un

aliado leal. En 795, cuando se quebró la paz con los sajones, tanto obodritas como veleti se

levantaron en armas para acompañar a su nuevo amo en contra de los rebeldes. Witzin murió en

combate y Carlomagno lo vengó asolando la región del Elba correspondiente a Estfalia. Thrasuco,

el sucesor de Witzin, lideró a sus hombres en la conquista de Nordalbingia y entregó a los líderes

rebeldes a Carlomagno, lo que le valió grandes honores. Los obodritas se mantuvieron leales a

Carlos hasta su muerte y luego combatieron contra los daneses.

Carlomagno también centró su atención en los eslavos del sur del jaganato ávaro:

los carantanianos y los eslovenos. Estos pueblos fueron sometidos por los lombardos y los

bávaros, y convertidos en tributarios, aunque jamás se incorporaron al estado franco.

[editar]Imperio

[editar]Diplomacia imperial

La capilla de Carlomagno en laCatedral de Aquisgrán.

El reinado de Carlomagno llegó a su punto decisivo a fines del año 800. En 799, el papa León

III había sido atacado por los romanos, quienes intentaron arrancarle los ojos y la lengua. León

escapó y se refugió con Carlomagno en Paderborn, solicitándole que interviniera en Roma y

restaurara su gobierno. El rey franco, aconsejado porAlcuino de York, aceptó viajar a Roma y así lo

hizo en noviembre de 800. El 1 de diciembre realizó una asamblea y, el 23 del mismo mes, León

tomó juramento declarándose inocente. Durante la misa celebrada en Navidad (25 de diciembre),

cuando Carlomagno se arrodilló para orar ante el altar, el papa lo coronó Imperator

Romanorum ('emperador de los romanos') en la Basílica de San Pedro. Con este acto, el papa

intentaba transferir a Carlos el cargo de Constantinopla. Eginardo señala que Carlomagno ignoraba

las intenciones de León y no deseaba dicho nombramiento:

Al principio fue tal la aversión, que declaró que no hubiese puesto un pie en la Iglesia el día que le fueron

conferidos [los títulos imperiales], pese a que fue un gran día festivo, de poder haber previsto los designios del

papa.

Muchos académicos modernos indican que, en realidad, Carlomagno estaba al tanto de los planes

de coronación. Ciertamente, al aproximarse a rezar, no pudo haber dejado de observar la corona

engarzada con joyas que aguardaba en el altar. En todo caso, ahora podía aprovechar las

circunstancias para afirmar que él era el restaurador del Imperio romano, que aparentemente se

había degradado bajo el mando de los bizantinos. No obstante, después de 806, Carlos pasaría a

designarse a sí mismo no como Imperator Romanorum ('emperador de los romanos', un título

reservado al emperador bizantino), sino como Imperator Romanum gubernans

Imperium('emperador gobernante del Imperio romano').

La iconoclasia de la dinastía isauria y los consiguientes conflictos religiosos con la

emperatriz Irene, quien en el año 800 ocupaba el trono de Constantinopla, probablemente fueran

las principales causas por las que el papa deseaba aclamar formalmente a Carlos como emperador

romano. Además, también ansiaba incrementar la influencia del papado, honrar a su salvador —

Carlomagno— y resolver las cuestiones constitucionales que por entonces afligían a los juristas

europeos, en una época en que Roma no se hallaba en manos de un emperador. De este modo,

cuando Carlomagno asumió el título de emperador, a los ojos de los francos e italianos no se trató

de una usurpación del cargo; pero sí lo fue en Constantinopla, donde Irene y su sucesor, Nicéforo I,

protestaron vigorosamente sin que ninguno de ellos lograse algo al respecto.

Sin embargo, los bizantinos siguieron conservando varios territorios en Italia: Venecia (lo que

quedaba del Exarcado de Rávena), Reggio (en Calabria), Brindisi (en Apulia) y Nápoles (el Ducado

Napolitano). Estas regiones permanecieron fuera del dominio franco hasta 804, cuando los

venecianos, desgarrados por luchas internas, transfirieron su lealtad a la Corona Férrea de Pipino,

hijo de Carlos. La Pax Nicephori concluyó y Nicéforo asoló las costas con una flota y, así, comenzó

la única guerra entre bizantinos y francos. Los enfrentamientos se prolongaron hasta 810, cuando

el bando probizantino en Venecia le confirió una vez más el dominio de la ciudad al Imperio

bizantino y los dos emperadores de Europa hicieron las paces: Carlomagno recibió la península

de Istria, y en 812 el emperador Miguel I Rangabé reconoció su condición de emperador.

[editar]Los ataques daneses

Tras la conquista de Nordalbingia, el territorio franco colindaba con Escandinavia.

Los paganos daneses («una raza casi desconocida para sus ancestros; [de Carlos]. Pero destinada

a ser ampliamente conocida por sus hijos» tal como los describió Charles Oman) que habitaban la

península de Jutlandia habían oído muchas de las historias relatadas por Widukind y sus aliados,

quienes se refugiaban en la corte danesa, así como de la ferocidad con que el rey cristiano trataba

a sus vecinos paganos.

En 808, el rey danés, Godofredo, construyó la gran Danevirke a lo largo del istmo de Schleswig.

Esta muralla defensiva, que en un principio medía 30 km de largo, fue utilizada por última vez

durante laGuerra de los Ducados en 1864. La Danevirke tenía por objeto proteger a los daneses, al

mismo tiempo que le proporcionaba a Godofredo la oportunidad de saquear Frisia y Flandes por

medio de ataques piratas. Además, el danés sometió a los veleti (aliados de los francos) y

combatió a los obodritas.

Godofredo invadió Frisia y bromeaba con visitar Aquisgrán. Sin embargo, no pudo hacer otra cosa

ya que fue muerto, aunque se ignora si a manos de un asesino franco o de uno de sus propios

hombres. Godofredo fue sucedido por su sobrino Hemming, quien firmó el Tratado de Heiligen con

Carlomagno a finales de 811.

[editar]Muerte

El «Sarcófago de Perséfone», donde descansan los restos de Carlomagno.

En 813, Carlomagno convocó a su corte a Ludovico Pío, rey de Aquitania y su único hijo

sobreviviente. Una vez allí, lo coronó con sus propias manos como coemperador para luego

enviarlo de regreso a Aquitania. A continuación, pasó el otoño de cacería antes de volver a

Aquisgrán el 1 de noviembre. En enero de 814, enfermó de pleuritis (Eginardo 59) y el 21 cayó en

cama. Eginardo cuenta que:

Murió el veintiocho de enero, el séptimo día desde que cayó en cama, a las nueve de la mañana, tras

participar de la eucaristía, en su septuagésimo segundo año de vida y el cuadragésimo séptimo de su reinado.

Carlos fue sepultado el mismo día de su muerte en la Catedral de Aquisgrán, pese a que el clima

frío y la naturaleza de su enfermedad no imponían apuro alguno a su entierro. Un relato posterior,

narrado por Oto de Lomello, conde del Palacio de Aquisgrán en época de Otón III, indicaría que él

y el emperador Otón habían descubierto la tumba de Carlomagno; estos dos hombres sentaron al

emperador en un trono, le vistieron con una corona y un cetro de celebración y cubrieron con

ostentosas ropas su cuerpo incorrupto. En 1165, el emperador Federico I abrió de nuevo la tumba

y trasladó el cuerpo a un sarcófago que emplazó debajo del suelo de la catedral.13 En

1215, Federico II volvería a introducirle en un ataúd de oro y plata.

La muerte de Carlomagno afectó profundamente a muchos de sus cortesanos, en especial a

aquellos que formaban una especie de «camarilla literaria» adherida al emperador en Aquisgrán.

Así se lamenta un anónimo monje de Bobbio:

Desde las tierras donde se alza el sol hasta las playas occidentales la gente llora y se lamenta... los francos,

los romanos y todos los cristianos se duelen con enorme preocupación... jóvenes y ancianos, gloriosos

nobles, todos lamentan la pérdida de su César... el mundo lamenta la muerte de Carlos... Cristo, tú que

gobiernas los cielos, concede a Carlos un lugar tranquilo en tu reino. Para mi desgracia.14

Fue sucedido por su hijo superviviente, Ludovico, quien había sido coronado el año anterior. Su

imperio permaneció intacto una sola generación más; la historiografía afirma que la división

efectiva entre los hijos de Ludovico dio pie a la formación de los modernos estados

de Francia y Alemania.

[editar]Administración

Carlomagno destaca como administrador merced a las numerosas reformas que se llevaron a cabo

durante su reinado: económicas, gubernamentales, militares, culturales y eclesiásticas. Constituye

el protagonista del «renacimiento carolingio».

[editar]Reformas económicas y monetarias

Monograma de Carlomagno, elaborado a partir de un diploma real: «Signum (monogr.: KAROLVS) Caroli

gloriosissimi regis».

Carlomagno desempeñó un importante papel a la hora de sentar las bases del futuro económico

europeo. Siguiendo las reformas de su padre, abolió el sistema monetario basado en el oro sou y,

junto al rey anglosajón Offa de Mercia, impulsó el sistema que había puesto en marcha Pipino. En

esa época existían razones pragmáticas para tomar esta decisión, principalmente la escasez de

oro en sí, consecuencia del tratado de paz que se había firmado con Bizancio, la cesión de

Venecia y Sicilia, y el fin de las relaciones comerciales con África y Oriente.

Comenzó a circular una nueva moneda, la libra carolingia (cuyo nombre deriva de la libra romana,

la libra moderna), basada en una libra de plata, una unidad tanto monetaria como de peso,

equivalente a 20 sous (del latín solidus, que fue utilizado principalmente en registros contables

pero sin ser nunca acuñado, y del cual deriva el chelín moderno) o 240 deniers (del latín denarius,

el penique moderno). Durante este período, la livre y el sou fueron unidades de cuenta, mientras

que sólo el denier era una moneda real.

Carlomagno instituyó los principios de la contabilidad mediante el capitulare de villis (802), escrito

que establece una serie de normas por las que debían ser registrados todos los ingresos y gastos

públicos.

La usura fue prohibida, prohibición reforzada en 814, cuando se introdujo la Capitulare de los

judíos, por la cual se prohibía a los judíos prestar dinero.

Además de estas prácticas macroeconómicas, el monarca francés llevó a cabo un importante

número de ejercicios microeconómicos, tales como el control directo sobre los precios o los

gravámenes especiales a determinados bienes y productos básicos.

Carlomagno aplicó este sistema a gran parte del continente europeo; paralelamente, el sistema de

Offa se adoptó de forma voluntaria en Inglaterra. Tras la muerte del monarca franco, la moneda

europea sufrió una importante degradación, haciendo que la mayor parte de Europa adoptara el

uso de la moneda británica hasta c. 1100.

[editar]Reformas educativas

Gran parte del éxito de Carlomagno como militar y administrador puede atribuirse a su admiración

por el aprendizaje. A causa del renacimiento de la enseñanza, la literatura, el arte y

la arquitectura que los caracteriza, ciertos historiadores se refieren a su reinado y a su época bajo

el nombre de «renacimiento carolingio». Carlomagno entró en contacto con la cultura y la

educación presente en otros países, especialmente en la España visigoda, la Inglaterra

anglosajona y la Italia lombarda, merced a sus conquistas. Durante su reinado se multiplicaron las

escuelas monásticas y scriptorias existentes en Francia. Los escolares carolingios copiaron y

preservaron muchas de las obras clásicas latinas que habían sobrevivido. De hecho, los primeros

manuscritos disponibles en los textos antiguos tienen su origen en esta época: casi todos los textos

que sobrevivieron hasta su reinado sobreviven hoy en día. Muchos hombres que trabajaban para el

emperador indican la existencia del carácter paneuropeo que tenía la influencia carolingia: Alcuino,

un anglosajón de York; Teodulfo, un visigodo de Septimania; Pablo   el diácono , lombardo; Pedro de

Pisa y Paulino de Aquilea, italianos; y Angilberto, Angilramm, Eginardo y Waldo de Reichenau,

francos.

Carlomagno mostró un serio interés en las becas y en la promoción de las artes liberales en la

corte. Ordenó que todos sus descendientes fueran bien educados. Él mismo estudió gramática con

Pablo el diácono; retórica, dicción y astronomía con Alcuino,Nota 8 y aritmérica con Eginardo. Este

último menciona el único fracaso académico de Carlomagno, el no saber escribir: trató de aprender

en su vejez practicando durante su tiempo libre en su cama la formación de las letras en libros y

tablas de cera que escondía bajo la almohada, «sus esfuerzos llegaron demasiado tarde y dieron

poco fruto». Su capacidad para leer se ha puesto en tela de juicio, pues Eginardo no hace

referencia a la misma en ningún momento, ni está avalada por fuente contemporánea alguna.15

[editar]Reformas culturales

Página del Lorsch Gospels, escrito durante el reinado de Carlomagno.

Durante el reinado de Carlomagno, la letra romana mayúscula y su modalidad cursiva, que había

dado lugar a diversas letras minúsculas, se combinaron con determinados tipos de letra empleados

en los monasterios ingleses e irlandeses. La minúscula carolingia fue creada a partir de esta

combinación durante el reinado del emperador homónimo. Es probable que participara en su

concepción Alcuino de York, hombre que trabajaba en la escuela de palacio y en el scriptorium de

Aquisgrán. A pesar de ello, el carácter revolucionario de la reforma carolingia ha podido ser

sobreestimado; los esfuerzos por dominar las intrincadas caligrafías merovingia y germánica ya

estaban presentes antes de que Alcuino llegara a Aquisgrán. La nueva minúscula fue difundida

primero desde Aquisgrán, y posteriormente desde el influyente scriptorium de Tours, donde Alcuino

ingresó como abad.

[editar]Reformas políticas

Carlomagno realizó numerosas reformas que no tenían precedente entre sus antecesores en el

trono de los francos; no obstante, optó por continuar con muchas prácticas tradicionales, como la

división del reino entre los hijos.

[editar]Organización

Artículo principal: Gobierno del Imperio carolingio.

El rey carolingio ejerció el bannum, el derecho a reinar y comandar. Gozaba de la jurisprudencia

suprema en materia judicial, legislaba, lideraba el ejército, y tenía el deber de defender a la Iglesia

y a los desfavorecidos. Su administración llevó a cabo un intento de organizar y adherir al reino la

iglesia y la nobleza; no obstante, el reino era dependiente de la eficiencia y la lealtad de ambos

órdenes.

[editar]Coronación imperial

Trono de Carlomagno en la Catedral de Aquisgrán.

Los historiadores han debatido durante largo tiempo si Carlomagno era consciente de que el papa

tenía la intención de coronarle emperador antes de que dicho nombramiento se hiciera efectivo.Nota

9 No obstante, este debate ha ensombrecido a otro mucho más importante: por qué razón se

concedió este título al monarca franco, y por qué razón éste lo aceptó.

Roger Collins señala que «los motivos que sitúan la aceptación del título imperial como

consecuencia de un interés romántico y antiguo por resucitar el Imperio romano son sumamente

improbables».16 Por un lado, tal aspecto romántico no habría llamado la atención ni de los francos

ni de los católicos romanos de principios del siglo IX, puesto que éstos desconfiaban de la

herencia clásica. Los francos se vanagloriaban de haber «combatido y sacudido de sus hombros el

pesado yugo romano» y del «conocimiento obtenido a través del bautismo, ataviando en oro y

piedras preciosas los cuerpos de los santos mártires a quienes los romanos habían matado con

fuego, espadas y animales salvajes», tal como describió Pipino III en una ley emitida en el año 763

o 764.17 Además, el nuevo título conllevaba el riesgo de que el emperador «introdujese cambios

drásticos en las formas y procedimientos tradicionales de gobierno» o «centrase su atención en

asuntos de Italia o el Mediterráneo con mayor frecuencia»,18 lo que amenazaba alienar al líder

franco.

Tanto para el papa como para Carlomagno, el Imperio romano seguía siendo un poder importante

dentro de la política europea de la época, y aún conservaba una parte considerable del territorio de

Italia, con fronteras no muy lejos de la mismísima ciudad de Roma. Se trata del imperio al cual la

historiografía ha denominado Imperio bizantino, puesto que su capital era Constantinopla —la

antigua Bizancio— y cuyo pueblo, gobernantes y costumbres tornaron poco a poco hacia sus

raíces griegas. Ciertamente, Carlomagno estaba usurpando las prerrogativas del emperador

romano de Constantinopla, en primer lugar, con el sencillo acto de poder juzgar al papa:

¿Por quién, no obstante, podría él [el papa] ser juzgado? ¿Quién, en otras palabras, estaba cualificado para

emitir un juicio acerca del Vicario de Cristo? En circunstancias normales la única respuesta posible a esta

pregunta sería el emperador de Constantinopla, pero en ese momento Irene ocupaba el trono imperial. Que la

emperatriz fuera famosa por haber cegado y asesinado a su propio hijo era algo, para León y Carlos,

irrelevante: sencillamente se trataba de una mujer. Ambos creían que el sexo femenino era incapaz de

gobernar, y la tradición sálica impedía que ocurriera. Por lo que respecta a Europa Occidental, el trono

bizantino estaba vacío: Irene no era más que una prueba, si es que se necesitara alguna más, del

envilecimiento en el que había caído el Imperio romano.

John Julius Norwich Byzantium: The Early Centuries, pag. 378

Coronación de un rey idealizado, presente en el sacramentario de Carlos el Calvo (c. de 870).

Por ello, para el papa «no había ningún emperador en el trono bizantino en esa época».19 No

obstante, Henri Pirenne pone en duda esta cuestión al afirmar que la coronación «no se vio

alterada por el hecho de que en ese momento una mujer estuviera reinando en

Constantinopla».20 Desde 727, el papado había mantenido una tensa relación con los predecesores

de Irene en el trono de Constantinopla. Esta tensión diplomática había sido provocada por la

adhesión de los bizantinos a la cultura iconoclasta y la destrucción de imágenes cristianas. En 750,

el poder secular del Imperio bizantino en Italia Central había sido neutralizado. Al conceder la

corona imperial a Carlomagno, el papa se arrogaba a sí mismo «el derecho de nombrar al

emperador de los romanos, haciendo de la corona imperial un regalo personal suyo, y al mismo

tiempo concediéndose de forma implícita una cierta superioridad sobre un emperador al que él

mismo había creado». Además, «los bizantinos se habían mostrado incapaces de hacer honor a su

posición militar, doctrinal y políticamente, por lo que el papa estaba en la obligación de

reemplazarlos por un monarca occidental: un hombre que por su sabiduría, su capacidad política y

su poder territorial se destacara por encima de sus coetáneos».

Representación de la coronación imperial de Carlomagno.

Con la coronación de Carlomagno «se mantenía la unidad del Imperio romano, y los dos

[Carlomagno y León] tenían la responsabilidad de mantener su cohesión, con Carlos como su

emperador.» Aunque existía la posibilidad de que «la coronación, con todo lo que implicaba, sería

airadamente rechazada en Constantinopla».21 Observando las circunstancias del nombramiento de

Carlos desde un punto de vista realista, el papa y el propio Carlomagno debieron darse cuenta de

que existían pocas posibilidades de que los bizantinos aceptaran al monarca de los francos como

su emperador. Alcuino habla esperanzadamente en sus cartas de un Imperium

Christianum ('Imperio Cristiano') en el que, «del mismo modo que en el Imperio romano, los

habitantes estuvieran unidos por una ciudadanía común». Asimismo, la responsabilidad de

mantener una unidad imperial recaería en la fe cristiana.22 Pirenne comparte este punto de vista al

afirmar que «Carlos era el emperador de la ecclesia concebida por el papado, de la Iglesia

Romana, reconocida como la Iglesia universal.»23

Independientemente, de acuerdo con los escritos del cronista Teófanes,24 la primera reacción de

Carlomagno tras su coronación fue enviar una embajada a Irene a través de la cual le proponía

matrimonio. Inesperadamente, la reacción de la basilissa fue favorable a este enlace, ya que la

ayudaría a consolidarse en el trono. Sólo el rechazo de los bizantinos a esta unión y la concepción

de una conspiración que tenía como objetivo derrocar a Irene y nombrar emperador a Nicéforo —

cosa que finalmente ocurriría— hicieron a Carlomagno abandonar los planes de boda. Tras este

fracaso, Carlomagno redujo al mínimo el alcance de su título e hizo que el pueblo se dirigiera a él

como «Rex francorum et langobardum» («rey de los francos y los lombardos»).

El título de emperador se mantuvo en su familia durante todo su reinado y el de su hijo, siendo

abandonado tras el conflicto que enfrentó a los descendientes de Luis por alcanzar la supremacía

del Estado franco. No obstante, el papado no olvidó el título ni renunció a su derecho de

concederlo. Cuando la dinastía carolingia cesó de producir herederos considerados «dignos», el

papa optó por coronar a cualquier líder italiano capaz de protegerle de sus enemigos. La

arbitrariedad que caracterizaba a la concesión del título abrió la puerta —como era de esperar— a

su desaparición durante casi cuarenta años (924–962). Finalmente, en la Roma de una Europa

radicalmente diferente a la de Carlomagno, el papa volvió a coronar (962) a un «emperador

romano». Este nuevo emperador, Otón el Grande, vinculó este título a los monarcas alemanes

durante casi un milenio, ya que la historiografía le considera el primer representante del Sacro

Imperio Romano Germánico. Otón era el sucesor de Carlomagno, y por ende, el de Augusto.

[editar]Divisio regnorum

En 806, Carlomagno realizó las primeras previsiones a fin de dividir su Imperio a su muerte. A

Carlos el Joven le habría legado Austrasia, Neustria, Sajonia, Borgoña y Turingia; a

Pipino Italia, Baviera ySuabia; a Luis Aquitania, la Marca Hispánica y la Provenza. No existe

mención alguna a los títulos imperiales, no obstante, ciertos historiadores han afirmado que el

monarca franco consideraba los títulos como una recompensa que debía ganarse cada uno, y no

como una herencia.

Esta división podría haber sido efectiva, pero los fallecimientos de Pipino (810) y Carlos (811)

obligaron a Carlomagno a reconsiderar el reparto. En 813 brindó a Luis la oportunidad de reinar

con él hasta su muerte, al coronarle y nombrarle co-emperador y co-rey de los francos. La única

parte del Imperio que no concedió a su heredero fue Italia, prometida años atrás a Pipino, hijo

ilegítimo de Bernardo.

[editar]Relaciones de Carlomagno con la Iglesia y el Papado

Carlomagno continuó la política de su padre Pipino el Breve de alianza y defensa del Papado. En el

caso de Carlomagno, a las razones políticas para ello se agregaba su auténtico convencimiento

sobre las bondades de un Imperio cristiano en el cual el Emperador y el Papa colaboraban

mutuamente. Todavía joven y algo inexperto en sus relaciones con el astuto Papa Adriano I, con su

sucesor León IIICarlomagno estableció naturalmente la supremacía del Emperador sobre el Papa.

En el caso de Adriano I, Carlomagno lo sostuvo frente a los lombardos. Debe destacarse que las

relaciones entre Carlomagno y Adriano I fueron siempre buenas y mutuamente provechosas pues

se trataba de dos personalidades destacadas cuyos fines, en el fondo, eran complementarios y

ellos supieron reconocerlo.

Debemos destacar que la relación entre el Papa y el Emperador contribuyó a acrecentar

grandemente el prestigio del Papado. En efecto, esta relación fue clave para acelerar

enormemente el lento proceso -duró siglos- que paulatinamente fue convirtiendo al Papa, de su rol

original de Obispo de Roma casi en igualdad de condiciones con los obispos de otras diócesis

importantes e incluso inferior al Patriarca de Constantinopla, en jefe de la cristiandad.

A la muerte de Adriano I, su sucesor, León III, enfrentó una rebelión de las familias aristocráticas

de Roma y fue depuesto. Apeló a Carlomagno, quien se apersonó en Roma con un ejército y

presidió un sínodo que actuó como Juez del Papa, ya que sus detractores acusaban a León III de

adulterio y de perjurio. El sínodo dio por bueno el juramento de León III de que era inocente de los

cargos y lo absolvió, devolviéndole la tiara pontificia.

Lo importante de este hecho más allá de lo anecdótico es su simbología: Carlomagno actuó como

Juez del Papa. Con ello, estableció la supremacía del Emperador. No obstante, al recibir la corona

del Imperio de manos del Pontífice -Eginhardo consignó después que Carlomagno no hubiera

concurrido ese día a la basílica de San Pedro de haber sabido lo que se proponía a hacer León III;

es obvio que Carlomagno estaba de acuerdo con su coronación como Emperador pero tal vez

hubiera objetado que fuera el Papa y no él mismo quien pusiera la corona sobre su cabeza- se

generó un peligroso antecedente que más adelante tendría consecuencias catastróficas para la

dignidad imperial, entregada como fue a reyezuelos por una serie de débiles y corruptos papas,

hasta que Otón I la rescató bajo el nombre de Sacro Imperio Romano Germánico de la ignominia

en que había caído.25 26

[editar]Causas de la rápida disgregación del Imperio después de su muerte

A pesar de sus esfuerzos y su empeño, Carlomagno no logró dotar a su Imperio de una

organización política que pudiera subsistir por sí misma a las amenazas que se cernían sobre él.

Toda la organización del Imperio descansaba sobre una condición necesaria: la fidelidad de los

nobles al Emperador y Rey de los Francos y de los Lombardos. Todo ello en un contexto

económico y social en el cual los condados se volvían cada vez más autónomos: en principio,

como resultaba muy costoso mantener a un guerrero a caballo con todo su equipamiento, sólo los

grandes propietarios podían permitírselo y los restantes hombres libres no tenían otra alternativa

que encomendarse a un señor como vasallos. Hay que destacar que no existía un ejército

permanente en el Reino de los Francos sino que se realizaban levas de armas y cada guerrero

debía equiparse por su cuenta. Se vivía en una sociedad rural cuya economía era la agricultura de

subsistencia, la población de las ciudades había disminuido y estaba reducida a su mínima

expresión mientras que el comercio occidental había prácticamente desaparecido a partir del

dominio del Mediterráneo por los árabes. La burguesía aún no había surgido como clase social y

las provincias tenían que subsistir con sus propios recursos.

Así, entre el Emperador y los hombres libres cada vez cobró más fuerza la casta intermediaria de

los nobles a quienes sus vasallos debían responder. Era sólo cuestión de tiempo que en un tan

extenso Imperio en el cual las comunicaciones eran tan escasas y deficientes, los vasallos

respondieran más a sus señores locales que al Emperador. Mientras Carlomagno vivió, su

extraordinario prestigio, su mano firme y su férrea voluntad hicieron que se le obedeciera por

encima de la desintegración que estaba en ciernes. Únicamente si su sucesor hubiera sido un Rey

con los talentos de Carlomagno hubiera tenido el Imperio posibilidades de sobrevivir. Pero su hijo

Carlos, quien tenía un gran talento militar y a quien Carlomagno había confiado algunas de sus

misiones más difíciles, no le sobrevivió.

Ya en vida de Carlomagno se había producido un hecho que marca el debilitamiento de la fidelidad

sobre la base de la cual estaba erigido el esqueleto del Imperio. En el verano del año 807 muy

pocos de los señores y guerreros convocados a la asamblea anual se presentaron y, por primera

vez, la asamblea no pudo realizarse. Fue un hecho sin precedentes. Carlomagno lo interpretó

como una rebelión a su autoridad, envió a sus missi a investigar cada condado y castigó con

edictos esa creciente deserción.

Muerto Carlomagno y dadas las pocas luces de su hijo y sucesor Luis el Piadoso, los hechos se

precipitaron. Las guerras civiles entre el monarca y sus hijos acabaron con el prestigio del

Emperador. La mágica fidelidad que a esa altura sólo se mantenía por la extraordinaria figura de

Carlomagno desapareció y el Imperio, ya herido de muerte, terminó de naufragar merced a la

exacerbación de los ataques de los nórdicos, dando paso al pleno auge del Feudalismo.

El Imperio era inviable dadas las condiciones económicas, políticas y sociales de la época y sólo la

figura de Carlomagno había podido sostenerlo. Sus sucesores iban a sufrir la misma suerte que

sus antepasados le habían prodigado a los últimos reyes merovingios: primero la pérdida del poder

efectivo, que se trasladó en este caso a los grandes señores feudales, y finalmente la pérdida del

trono, que en Germania pasó a la casa de Sajonia -paradójicamente, el país que había conquistado

Carlomagno- y en Francia a los Capetos. 27 28

[editar]Impacto cultural

Estatua ecuestre de Carlomagno,Agostino Cornacchini (1725), Basílica de San Pedro en Vaticano.

El nombre y la figura de Carlomagno son y han sido atemporales. El autor de Visio Karoli Magni —

escrita hacia 865— emplea extractos de la obra de Eginardo y datos obtenidos a partir de sus

propias observaciones acerca del declive de la familia de Carlomagno tras las disensiones internas

que desembocaron en una guerra civil (840–843) como base para escribir acerca de una visión en

la que se le apareció el espíritu de Carlos.

Carlomagno —que se convirtió en un modelo de caballero, al formar parte de los Nueve de la

Fama— ejerció un profundo impacto en la cultura europea. La materia de Francia, uno de los más

importantes ciclos literarios medievales, tiene en Carlomagno a uno de sus personajes centrales.

Además, en el famoso Cantar de Roldán se narra la batalla de Roncesvalles, en la que

combatieron el célebre Roldán y los paladines franceses análogos a los caballeros de la Mesa

Redonda de la corte del Rey Arturo. Dichos cuentos constituyen el primer cantar de gesta de la

historia.

La Coronación de Carlomagno, por los ayudantes de Rafael, circa 1516–1517.

En el siglo XII se reconoció su santidad dentro de las fronteras del Sacro Imperio romano.

Su canonización —oficiada por el antipapa Pascual III a fin de obtener el favor de Federico

Barbarroja (1165)— no fue reconocida por la Santa Sede, que anuló todas las ordenanzas de

Pascual tras la celebración del Tercer Concilio de Letrán (1179). No obstante, finalmente

se confirmaría su beatificación.

Se ha afirmado que Carlomagno apoyó la inserción del filioque en el Credo de Nicea. Los francos

habían heredado la creencia visigoda de que el Espíritu Santo procedía de Dios Padre y del

Hijo (Filioque); y durante el reinado de Carlomagno, los francos obviaron lo estipulado en

el Concilio de Constantinopla y declararon que el Espíritu Santo sólo procedía del padre.

El papa León III se opuso a dicha creencia e hizo tallar el Credo de Nicea en las puertas de

laBasílica de San Pedro sin la ofensiva frase. La insistencia de los francos desembocó en un

declive de las relaciones entre Roma y Francia. No obstante, la Iglesia Católica acabó adoptando

esta frase, enemistándose esta vez con Constantinopla. Este hecho es contemplado como uno

más de los muchos precursores del Cisma de Oriente, sucedido siglos más tarde.29

En la Divina Comedia su espíritu se aparece a Dante en el «cielo de Marte» acompañado de otros

«soldados de la fe».

Según la etimología popular el Carro de la constelación de la Osa Mayor recibía el nombre de

«Carro de Carlos» (Charles's Wain) en honor a Carlomagno.

Los voluntarios franceses de la Wehrmacht y la ulterior Waffen-SS se organizaron durante

la Segunda Guerra Mundial en una unidad llamada 33ª División de Granaderos SS Voluntarios

Charlemagne. Una unidad alemana de la Waffen-SS empleó el nombre de «Karl der Große»

durante el año 1943, pero acabó llamándose 10ª División Panzer SS Frundsberg.

La ciudad de Aquisgrán concede desde 1949 un premio internacional llamado Karlspreis der Stadt

Aachen en su honor. Se galardona anualmente a los «hombres de mérito que han promovido la

idea de una unidad occidental a través de sus esfuerzos políticos, económicos y literarios».30 Entre

los laureados se encuentran el Conde Richard Coudenhove-Kalergi, fundador del movimiento

paneuropeo, Alcide De Gasperi, y Winston Churchill.

En la película Indiana Jones y la última cruzada se cita en una ocasión a Carlomagno cuando,

después de haber empleado su paraguas a fin de inducir a que una bandada de gaviotas

rompieran el cristal de la cabina y obstruyeran el motor de un avión caza que se hallaba

persiguiéndole, Henry Jones —interpretado por Sean Connery— observa: «De repente me he

acordado de Carlomagno: "Que mis ejércitos sean las rocas y los árboles en la tierra, y los pájaros

en el cielo"». A pesar de que esta cita se hizo popular tras la difusión de la película, no existen

pruebas de que Carlomagno la pronunciara.31

The Economist, una publicación semanal británica centrada en noticias internacionales, dedica un

artículo llamado «Carlomagno» a algún líder gubernamental europeo.

Arquitectura y Arte Carolingio

Después de la etapa del llamado arte bárbaro (siglos VI, VII y parte del VIII) surgió un proceso cultural realmente importante, el llamado Renacimiento Carolingio.

El Renacimiento Carolingio fue un intento deliberado de reclamar la herencia romana. Se trató de la renovación del Antiguo Imperio Romano con un doble propósito: extender la fe cristiana y difundir al máximo la cultura.

El Renacimiento Carolingio estuvo directamente promocionado por el emperador Carlomagno, que potenció la cultura con el fin de reafirmar su poder político, muy débil frente al de los grandes señores del Imperio.

Para ello, Carlomagno convirtió Aquisgrán en uno de los mayores centros culturales del imperio, apoyándose siempre en hombres de iglesia de magnífica preparación intelectual, como el anglosajón Alcuino de York.

El mundo carolingio va a tener raíz latina. Se inspiró más en la cultura romana que en la bizantina. Ante esa necesidad de preparar intelectualmente a clérigos, monjes y personal administrativo, la cultura sale de los monasterios para acceder y constituir centros intelectuales en catedrales e incluso en el palacio real de Aquisgrán. De esta manera, se crearon escuelas monacales, escuelas catedralicias o episcopales y una gran escuela palatina.

El mayor esfuerzo de este proceso cultural se centró en la producción de libros. Las bibliotecas se enriquecieron con numerosas copias de libros que procedían de Irlanda, Italia y España.

No sólo se copiaron libros de los grandes padres de la iglesia, sino también de la antigüedad clásica como Cicerón, Plinio, Tito Livio, etc.

Paralelamente, se creó una caligrafía de letras pequeñas, redondeadas y separadas entre sí, que facilitaba enormemente la copia, la difusión y la lectura de estos libros. Es la llamada letra carolingia.

Durante el reinado de Carlomagno también se reguló la enseñanza y se llegó a determinar dos grados diferentes: elemental y superior. La enseñanza elemental se impartía en las escuelas parroquiales y consistía fundamentalmente en aprender a leer. La superior o artes liberales, se impartía en las grandes escuelas (monacales, catedralicias y palatina) y se dividía en 2 grandes ramas: la de la lógica que compendiaba la gramática, retórica y dialéctica, y la rama de la física con aritmética, geometría, música y astronomía.

En el plano religioso, Carlomagno asumió un doble papel político y religioso, lo que le llevó a convertirse en una especie de César y Papa similar al sistema cesaropapista de Justiniano. De esta manera, también los grandes clérigos de la época se convierten en oficiales de la administración (ministros del estado).

El arte carolingio, al seguir la tradición romana, recupera la concepción figurativa mediterránea inscrita en su aspecto tridimensional. El arte se convierte en un medio de propaganda y, por tanto, su finalidad será fundamentalmente didáctica.

La Ciudad Palatina de Aquisgrán

Carlomagno rompió con la tradición anterior de que las cortes fueran itinerantes, construyendo una gran ciudad palatina en Aquisgrán similar a la ciudad palatina de Constantinopla pero totalmente inusual en el marco político europeo. De la ciudad palatina de Aquisgrán sólo quedan restos arqueológicos, pero son suficientes como para darnos una idea de cómo era.

Esta ciudad estaba inscrita en un rectángulo. Al norte presentaba un aula palatina. Ésta tenía una planta rectangular y terminaba en una gran exedra que, sin duda, sería el lugar donde se encontraba el trono, por lo que era un aula regia donde el emperador haría una serie de actos con la corte. También tenía dos exedras en los muros laterales a cada lado, con un valor meramente ornamental.

También había un pórtico o galería porticada, probablemente cubierto con madera, que unía el aula palatina con la capilla palatina, recorriendo toda la ciudad en su eje norte-sur. Este pórtico estaba presidido por una gran puerta de carácter triunfal que recuerda mucho a los arcos del triunfo romanos. Esto indica que probablemente todos los edificios que constituían el ámbito privado del emperador se encontrarían hacia el este, mientras que al oeste estarían los edificios palatinos más ligados a la administración del imperio. Entre estas construcciones se encontraba, aunque no se sabe dónde, la escuela palatina.

En el sur de la ciudad se encontraba la capilla palatina a la que el Papa otorgó incluso la consideración de catedral y se la dedicó a la Virgen. Tenía al oeste un gran atrio porticado al que se accedía a través del pórtico. Era un atrio muy monumental (se sabe que cabían hasta 7000 personas en él) y era donde el emperador celebraba justicia. El hecho de que esté junto a la capilla simboliza que Carlomagno hace justicia en nombre de Dios. Precisamente con el fin de administrar justicia, se construye un pórtico avanzado que presentaba dos pisos. Como la capilla era de planta poligonal también con dos pisos (piso bajo y tribuna), el piso bajo del pórtico se comunicaba con el de la capilla, en tanto que el piso alto del pórtico se comunicaba con la tribuna del deambulatorio.

En este piso alto del pórtico, mirando hacia el atrio, había un trono, en donde se sentaba el emperador para ejecutar las prácticas de justicia y, por tanto, se comunicaba directamente con el deambulatorio de la capilla que disponía de otro trono donde, ya mirando al este, se sentaba el emperador para asistir a los oficios litúrgicos. El acceso a la tribuna del pórtico se hacía mediante unas escaleras de caracol que había a ambos lados. Esto significa que el emperador accedía del exterior, probablemente por unos pasillos que llevarían a su palacio, que tenía que estar muy cercano.

También había dos capillas laterales que aparecían en los lados norte y sur de la capilla, que han desaparecido y cuya función exacta se desconoce, pero se especula con una posible gran afición de Carlomagno por las reliquias, que se guardarían en estas capillas.

La Capilla Palatina (Aix-la-Chapelle)

Es una iglesia de planta centralizada poligonal formada por un núcleo y un deambulatorio, que tiene 16 lados, en tanto que núcleo central es un polígono de 8. El núcleo presenta un cuerpo cupulado con un gran tambor horadado que proporciona al centro luz directa. La tribuna está desdoblada en dos registros, el registro inferior es lo que propiamente desemboca al deambulatorio, mientras que el superior nos lleva a una bóveda de cañón muy baja.

Da una cierta sensación achaparrada porque los arcos del piso inferior resultan demasiado bajos en comparación con los dos registros de la tribuna. Al este se encuentra la cabecera de testero recto y también dividida en dos pisos, seguramente para que el emperador no tuviera que estar pendiente de lo que ocurría en el primer piso.

Lo que es realmente importante es la cubierta del deambulatorio, debido a la influencia que tuvo posteriormente. El piso inferior está formado por ocho lados mayores, todos cubiertos con bóveda de aristas, y por ocho lados menores, cubiertos con bóveda de cañón de forma triangular, son pequeñas cuñas triangulares. En el piso superior, que es todavía más interesante, los lados mayores se cubren con bóvedas de cañón que apoyan sobre muros diafragma que dan a arcos muy bajos, y los lados menores cubren con cuñas triangulares cubiertos también con bóveda de cañón. El que la bóveda de cañón se apoyara sobre un muro diafragma apoyado en un arco se hizo porque este muro sostiene muy bien el empuje de la bóveda de cañón. Esta parte del muro diafragma es la que corresponde con el registro superior en que está desdoblada la tribuna.

Se desconoce cómo era la bóveda original del núcleo central, aunque es posible que fuera gallonada. La actual tiene ocho plementos. Sin embargo, sí sabemos cómo era el mosaico que la cubría: sobre una bóveda celeste con estrellas aparece un Cristo Cosmocrator (sentado sobre el

mundo) y Apocalíptico (ya que encuentra acompañado por los veinticuatro Ancianos del Apocalipsis, aunque no por los símbolos del Tetramorfos). Abajo aparece un crismón muy simple.

Monasterios carolingios: La utopía de Saint Gall

Una de las cuestiones tópicas que siempre se mencionan cuando se aborda el arte carolingio es su influencia en el nacimiento del románico.

Independientemente de esta posible influencia, hay un hecho incuestionable, el modelo de monasterio que nace en el mundo Carolingio constituye la base conceptual del futuro Monasterio de Cluny y, a su vez, éste va a determinar la estructura de edificios del monasterio de época románica.

En efecto, Carlomagno quiso que los monasterios del Imperio se rigieran por la regla de Benito de Nursia, aunque matizada por las influencias y connotaciones religiosas propias del Imperio Carolingio. La regla benedictina "Regula Sancti Benedicto" se puso en marcha especialmente en tiempos de Luis el Piadoso, hijo de Carlomagno, cuando consiguió que San Benito de Aniane lograse implantar la regla en la mayoría de los monasterios carolingios.

En la biblioteca del Monasterio de Saint Gall, uno de los más importantes del mundo carolingio, se ha conservado un plano originario del primer tercio del s. IX donde se representa el modelo ideal de monasterio carolingio-benedictino. A este plano se le ha denominado "Utopía de Saint Gall" por lo complejo y perfecto de su estructura funcional.

Actualmente muchos arqueólogos creen que este modelo sí se logró trasladar a algunos grandes monasterios del Imperio Carlongio y que fue sin duda una base fundamental para conformar, ya en el s. X, el monasterio benedictino de Cluny, que más tarde se tomará coma base del monasterio románico en los siglo XI y XII.

A diferencia de, por ejemplo, el monasterio visigodo cuyo centro es la iglesia, el Monasterio Carolingio de San Gall ubica el claustro como corazón del complejo monástico organizando el resto de dependencias a su alrededor.

La planta nos depara la existencia de cuatro ámbitos insertos en un trazado cuadrangular. Se accedía al monasterio a través de una avenida occidental que desemboca en un gran atrio semicircular con dos puertas, una que iba a la zona norte y otra que la zona sur.

Zona de hospedería de noblesLa puerta norte nos introduce en el ámbito menos privado del monasterio. Allí aparecía una gran hospedería de nobles. Se trata de una muestra de la adaptación de la regla de San Benito al contexto político carolingio en el que religión y poder político estaban unidos. A continuación, hacia el este, aparece una escuela destinada a hijos de nobles y, por último, el palacio del abad empleado para recepciones, dado su alto estatus político. Este palacio abacial tenía cocina, letrinas y un pasadizo que se unía con la iglesia para los momentos en los que el abad se reunía a los demás monjes.

Zona de las Dependencias Monásticas propiamente dichasLa puerta sur nos introduce en el ámbito propiamente privado, lo que los arqueólogos llaman "el monasterio dentro del monasterio".

Se articula en torno a un claustro de alas porticadas, elemento que aparece en esta época y que será el corazón del futuro monasterio románico. A la entrada había unos edificios: el locutorio y la estancia del pobrero, el monje destinado a recibir a las personas que querían introducirse en el monasterio y era el que estaba en relación directa con la hospedería de los pobres.

Unido a la iglesia, en el este, estaba el dormitorio (por exigencias de la regla) que normalmente tenía escaleras o un pasillo que lo comunicaba con la iglesia. Este edificio tenía dos pisos: en el inferior estaba la sala de los monjes, donde podían reunirse, y en el superior estaban los dormitorios, con letrinas y baños.

Paralelo a la iglesia, y en su lado opuesto del claustro se encontraba el refectorio, sala donde comían los monjes. En el piso superior del refectorio estaría la ropería. El refectorio tenía conexión con la aneja cocina.

Cerrando el claustro se encuentra la cilla o almacén de dos pisos, el superior para el grano y el inferior para bodegas y otros usos.

Zona de enfermos y noviciosLa tercera zona o ámbito, al este, estaba destinada a enfermos y novicios e incluía una iglesia pequeña dividida en dos, con ábsides contrapuestos; la parte occidental para enfermos y la parte oriental para novicios.

Zona de SeviciosEl cuarto ámbito era la de los servicios, donde había graneros, corrales, talleres etc., y las dependencias del personal que se ocupaban de los mismos. Todo ello aseguraba que el monasterio fuera independiente.

La gran iglesia monásticaLa iglesia era un enorme templo de ábsides contrapuestos. El hecho de que siga este modelo se debe a causas litúrgicas. El ábside oriental es el que utilizaba la comunidad monástica para realizar su liturgia, mientras que el occidental estaba destinado a la liturgia parroquial. Generalmente estas iglesias tienen un altar justo en el centro de la nave, llamado "altar de la Santa Cruz", que es justo el límite a partir del cual podemos hablar hacia el este de iglesia monástica y hacia el oeste la iglesia parroquial. Solamente en ciertos momentos la iglesia se destinaba al culto parroquial, en el resto se convierte toda ella en iglesia monástica, con 17 altares a través de los cuales sabemos que los monjes hacían recorridos procesionales.

Además, la regla benedictina aconsejaba a los monjes el rezo personal y parece que la colocación de tantos altares obedece no sólo a la necesidad de los recorridos procesionales, sino también a satisfacer el rezo personal de los numerosos monjes.

La iglesia solía estar dividida en tres naves con un transepto ligeramente sobresaliente en planta con dos alas. La zona lateral o ala orientada al norte era una pequeña construcción de dos pisos, en el inferior con un scriptorium y en el superior la biblioteca, ya que el monje debía llevar una práctica intelectual, esto también es nuevo frente a la regla benedictina. El ala orientada al sur era una sacristía, en el piso inferior se guardarían los objetos sagrados y en el superior, las vestimentas.

Algunos edificios de Arquitectura Carolingia

Iglesia de la Abadía de FuldaSe trata de una iglesia de ábsides contrapuestos, con la particularidad de que en Fulda los monjes quisieron imitar la iglesia de San Pedro de Roma. Así, el ábside que está junto al transepto está occidentalizado. Toda la parte de la cabecera está dedicada a San Bonifacio y el transepto está muy desarrollado.

Existía en el centro un altar igual que en Saint Gall. El ábside contrapuesto orientado al este era el destinado a cultos parroquiales. El problema de este tipo de iglesia es que se rompe el eje

longitudinal de la iglesia, lo que obligó a hacer otro tipo de iglesia, que no todos los monasterios eligieron: es la iglesia con West Werk, con macizo occidental.

Iglesia de la Abadía de Saint Riquier o CentulaAparte de la gran iglesia, parece que esta abadía tenía otras dos iglesias, una dedicada a Santa María y otra a San Benedicto. 

Tras el ábside aparece un gran transepto que al exterior se convierte en un gran macizo con tres hileras de ventanas y que está coronado por un gran cimborio y al interior es un espacio vacío normal, sólo que con unos muros altísimos. Tras esto, aparecen las tres naves ad triangulum cubiertas con madera e iluminación directa e indirecta. Y tras las naves, aparece otro macizo al exterior exactamente igual que el oriental: es el macizo occidental. Éste, sin embargo, no se encuentra vacío al interior, sino que está dividido en tres pisos: el primero está lleno de soportes para no romper el eje longitudinal y que soportaba bóvedas de aristas de piedra que además sirven de contrarresto al peso de los otros dos pisos. El segundo tiene el santuario que en las otras iglesias estaba en el ábside contrapuesto y que servía para la liturgia parroquial. El tercer piso estaba formado por una tribuna que rodea el segundo piso por tres de sus lados, desde donde se veía toda la iglesia y donde se colocaba el coro (estamos en el inicio del coro Gregoriano, con dos coros que se contestan). Al lado había unos torreones laterales con escaleras helicoidales para subir a los otros dos pisos.

Esto supone que las tres filas de ventanas del transepto oriental eran por imitación de las del macizo occidental que eran necesarias por la existencia de los tres pisos. Como el macizo no era lo suficientemente grande para albergar a los fieles de la misa parroquial, seguramente los fieles laicos se situarían en las naves mirando al oeste, mientras que en el segundo piso estaría el clérigo con sus acólitos. Entre los dos pisos superiores no hay suelo. La cubierta superior es de madera.

Iglesia de la Abadía de CorveyEs la única en la que se conserva el West Werk, aunque fue muy remodelado en la época románica (todas las galerías superiores son románicas). En esta iglesia no encontramos simetría ya que no hay macizo oriental, al contrario que en la iglesia de Riquier. Sobre el macizo occidental hay un gran cimborrio que seguramente tendría una cubierta tronco-piramidal.

Grupo Episcopal de MetzLa aparición de un conjunto de edificios destinados a los canónigos de la catedral, articulados en torno a un claustro y anejos a la catedral, surgió en época carolingia, mediante la reforma de Saint Chro de Gand. Antes, los canónigos (los clérigos que ayudaban a los obispos en su tarea diocesana) vivían independientemente, ajenos a reglas y generalmente con sus barraganas. Así, surgió la necesidad de que los clérigos vivieran bajo las normas de una reglas, generalmente la de San Agustín, y todos juntos en torno al obispo y la catedral. Esto originó la creación de unos edificios especiales destinados a estos clérigos y surgieron los primeros complejos catedralicios como el claustrum de Metz. Parece que había una serie de pequeñas iglesias u oratorios para que los clérigos hicieran sus rezos.

Germiny des PrèsFue la iglesia oratorio de Teodulfo de Orleáns, obispo de esta ciudad y uno de los grandes mandatarios del imperio que era de linaje visigodo. Por ello, construyó una iglesia de claras influencias visigodas. Es una iglesia de cruz inscrita en un cuadrado, al que se le añaden tres ábsides en la zona este, dos en el tramo del transepto y uno en la zona occidental, que curiosamente no rompía el eje longitudinal de la iglesia puesto que una puerta se abría justo en el centro del ábside. No es, por tanto, un ábside de carácter litúrgico, sino que simplemente está buscando reproducir un modelo arquitectónico.

Está totalmente abovedada. Los ejes ortogonales se cubren con bóveda de cañón, presididos por un gran cimborrio de influencia carolingia, mientras los tramos de las esquinas se cubren con pequeñas cúpulas. Todo este abovedamiento se apoyaba fundamentalmente en cuatro pilares centrales. Es un modelo visigodo pero también con profundas huellas bizantinas, lo que indica que en el mundo visigodo existían templos más bizantinizados que los que se han conservado. Sólo se ha conservado la parte oriental y el transepto.

En el interior destacan los arcos de herradura y la compartimentación, características de clara influencia visigoda.

En la bóveda del presbiterio, al igual que en la capilla palatina de Aquisgrán, hay un mosaico de tema peterotestamentario del Antiguo Testamento: el Arca de la Alianza, donde se guardaban las tablas que Dios entregó a Moisés, rodeada por cuatro ángeles, dos muy pequeños y dos más grandes, que tienen una actitud de exaltación. En este mosaico se observan claras influencias bizantinas: el fondo es dorado y las figuras son esquemáticas y estereotipadas.

Cripta de San Germán de AuxerreLas criptas carolingias son muy importantes porque en ellas se realizaron numerosos experimentos sobre un posible abovedamiento en piedra que pudiera emplearse en futuros edificios románicos.

Eran semisubterráneas y cuadradas, no circulares como las paleocristianas o como serán las románicas.

Tenían pasillos laterales de entrada que daban acceso al testero de la cripta donde se abrían las capillas, en las que se guardaban las reliquias y podía incluso enterrarse algún personaje importante. Se encontraban justo debajo del gran presbiterio carolingio que casi siempre estaba cubierto con madera.

La cripta de San Germán de Auxerre estaba cubierta con bóveda de cañón corrida, pero otras, como la de San Medarde de Soissons, estaban cubiertas con bóvedas de aristas.

La Miniatura Carolingia

La miniatura o iluminación de manuscritos es una pieza fundamental en el Renacimiento Carolingio, y la producción de códices se incrementó acusadamente con el fin de recopilar al máximo posible todo el conocimiento de la época. Los scriptoria, por tanto, se dedicaron a elaborar numerosos manuscritos con ilustraciones de gran calidad.

La miniatura es la mejor expresión de que el arte carolingio se inspira en el arte de la Baja Antigüedad. Por ello, observamos un florecimiento extraordinario de las artes figurativas, ubicadas en sus tres dimensiones y con una buena proyección en el espacio. En el mundo de la Miniatura carolingia hubo cuatro principales escuelas:

Escuela palatina de AquisgránDesarrolló su labora durante el último cuarto del siglo VIII. Esta escuela sitúa a los personajes sobre fondos arquitectónicos muy recargados. Es una etapa inicial de la miniatura en la que se puede observar cómo los artistas de este taller buscan modelos en las fuentes clásicas, bizantinas e incluso del mundo anglosajón.

Los libros más representativos de esta escuela son el Evangeliario de Godestalc y los Evangelios de Ada.

Escuela de Ebbon de Reims:Pertenece ya a tiempos de Ludovico Pío (o Luís el Piadoso), hijo de Carlomagno, del primer cuarto del siglo IX.

Es una escuela que se distingue por representar a los personajes en un espacio aéreo, es decir, en plena naturaleza y generalmente solos, aunque alguna vez aparecen agrupados.

Todos los personajes ofrecen una gran vivacidad en su expresión y el modelado no se realiza mediante trazos sino mediante el color: la línea desaparece y los colores se disponen en pequeños toques yuxtapuestos. Destaca el Evangeliario de Ebbon.

Escuela de Tours

Activa durante el segundo tercio del siglo IX. Es una escuela de gran sobriedad que imita fielmente el arte antiguo. Los colores son muy discretos, poco numerosos y especialmente realzados por el oro y la plata. Una derivación de esta escuela es la escuela de corte de Carlos I el Calvo, del último tercio del s. IX, con ejemplares como el Evangeliario de San Emerano de Ratisbona.

Taller de Drogo de MetzSegunda mitad del s.IX. Se inspira en decoraciones murales o en mosaicos romanos del tipo de Santa Constanza. Así, las figuras son pequeñas y hay mucha vegetación y ligeras construcciones recortadas sobre el fondo. Los colores suelen ser poco utilizados y la obra adquiere una gran elegancia. Destaca el Sacramentario de Drogo.

 

Arquitectura y Arte Carolingio

Después de la etapa del llamado arte bárbaro (siglos VI, VII y parte del VIII) surgió un proceso cultural realmente importante, el llamado Renacimiento Carolingio.

El Renacimiento Carolingio fue un intento deliberado de reclamar la herencia romana. Se trató de la renovación del Antiguo Imperio Romano con un doble propósito: extender la fe cristiana y difundir al máximo la cultura.

El Renacimiento Carolingio estuvo directamente promocionado por el emperador Carlomagno, que potenció la cultura con el fin de reafirmar su poder político, muy débil frente al de los grandes señores del Imperio.

Para ello, Carlomagno convirtió Aquisgrán en uno de los mayores centros culturales del imperio, apoyándose siempre en hombres de iglesia de magnífica preparación intelectual, como el anglosajón Alcuino de York.

El mundo carolingio va a tener raíz latina. Se inspiró más en la cultura romana que en la bizantina. Ante esa necesidad de preparar intelectualmente a clérigos, monjes y personal administrativo, la cultura sale de los monasterios para acceder y constituir centros intelectuales en catedrales e incluso en el palacio real de Aquisgrán. De esta manera, se crearon escuelas monacales, escuelas catedralicias o episcopales y una gran escuela palatina.

El mayor esfuerzo de este proceso cultural se centró en la producción de libros. Las bibliotecas se enriquecieron con numerosas copias de libros que procedían de Irlanda, Italia y España.

No sólo se copiaron libros de

los grandes padres de la iglesia, sino también de la antigüedad clásica como Cicerón, Plinio, Tito Livio, etc.

Paralelamente, se creó una caligrafía de letras pequeñas, redondeadas y separadas entre sí, que facilitaba enormemente la copia, la difusión y la lectura de estos libros. Es la llamada letra carolingia.

Durante el reinado de Carlomagno también se reguló la enseñanza y se llegó a determinar dos grados diferentes: elemental y superior. La enseñanza elemental se impartía en las escuelas parroquiales y consistía fundamentalmente en aprender a leer. La superior o artes liberales, se impartía en las grandes escuelas (monacales, catedralicias y palatina) y se dividía en 2 grandes ramas: la de la lógica que compendiaba la gramática, retórica y dialéctica, y la rama de la física con aritmética, geometría, música y astronomía.

En el plano religioso, Carlomagno asumió un doble papel político y religioso, lo que le llevó a convertirse en una especie de César y Papa similar al sistema cesaropapista de Justiniano. De esta manera, también los grandes clérigos de la época se convierten en oficiales de la administración (ministros del estado).

El arte carolingio, al seguir la tradición romana, recupera la concepción figurativa mediterránea inscrita en su aspecto tridimensional. El arte se convierte en un medio de propaganda y, por tanto, su finalidad será fundamentalmente didáctica.

La Ciudad Palatina de Aquisgrán

Carlomagno rompió con la tradición anterior de que las cortes fueran itinerantes,

construyendo una gran ciudad palatina en Aquisgrán similar a la ciudad palatina de Constantinopla pero totalmente inusual en el marco político europeo. De la ciudad palatina de Aquisgrán sólo quedan restos arqueológicos, pero son suficientes como para darnos una idea de cómo era.

Esta ciudad estaba inscrita en un rectángulo.

Al norte presentaba un aula palatina. Ésta tenía una planta rectangular y terminaba en una gran exedra que, sin duda, sería el lugar donde se encontraba el trono, por lo que era un aula regia donde el emperador haría una serie de actos con la corte. También tenía dos exedras en los muros laterales a cada lado, con un valor meramente ornamental.

También había un pórtico o galería porticada, probablemente cubierto con madera, que unía el aula palatina con la capilla palatina, recorriendo toda la ciudad en su eje norte-sur. Este pórtico estaba presidido por una gran puerta de carácter triunfal que recuerda mucho a los arcos del triunfo romanos. Esto indica que probablemente todos los edificios que constituían el ámbito privado del emperador se encontrarían hacia el este, mientras que al oeste estarían los edificios palatinos más ligados a la administración del imperio. Entre estas construcciones se encontraba, aunque no se sabe dónde, la escuela palatina.

En el sur de la ciudad se encontraba la capilla palatina a la que el Papa otorgó incluso la consideración de catedral y se la dedicó a la Virgen. Tenía al oeste un gran atrio porticado al que se accedía a través del

pórtico. Era un atrio muy monumental (se sabe que cabían hasta 7000 personas en él) y era donde el emperador celebraba justicia. El hecho de que esté junto a la capilla simboliza que Carlomagno hace justicia en nombre de Dios. Precisamente con el fin de administrar justicia, se construye un pórtico avanzado que presentaba dos pisos. Como la capilla era de planta poligonal también con dos pisos (piso bajo y tribuna), el piso bajo del pórtico se comunicaba con el de la capilla, en tanto que el piso alto del pórtico se comunicaba con la tribuna del deambulatorio.

En este piso alto del pórtico, mirando hacia el atrio, había un trono, en donde se sentaba el emperador para ejecutar las prácticas de justicia y, por tanto, se comunicaba directamente con el deambulatorio de la capilla que disponía de otro trono donde, ya mirando al este, se sentaba el emperador para asistir a los oficios litúrgicos. El acceso a la tribuna del pórtico se hacía mediante unas escaleras de caracol que había a ambos lados. Esto significa que el emperador accedía del exterior, probablemente por unos pasillos que llevarían a su palacio, que tenía que estar muy cercano.

También había dos capillas laterales que aparecían en los lados norte y sur de la capilla, que han desaparecido y cuya función exacta se desconoce, pero se especula con una posible gran afición de Carlomagno por las reliquias, que se guardarían en estas capillas.

La Capilla Palatina (Aix-la-Chapelle)

Es una iglesia de planta centralizada poligonal formada

por un núcleo y un deambulatorio, que tiene 16 lados, en tanto que núcleo central es un polígono de 8. El núcleo presenta un cuerpo cupulado con un gran tambor horadado que proporciona al centro luz directa. La tribuna está desdoblada en dos registros, el registro inferior es lo que propiamente desemboca al deambulatorio, mientras que el superior nos lleva a una bóveda de cañón muy baja.

Da una cierta sensación achaparrada porque los arcos del piso inferior resultan

demasiado bajos en comparación con los dos registros de la tribuna. Al este se encuentra la cabecera de testero recto y también dividida en dos pisos, seguramente para que el emperador no tuviera que estar pendiente de lo que ocurría en el primer piso.

Lo que es realmente importante es la cubierta del deambulatorio, debido a la influencia que tuvo posteriormente. El piso inferior está formado por ocho lados mayores, todos cubiertos con bóveda de aristas, y por ocho lados menores, cubiertos con bóveda de cañón de forma triangular, son pequeñas cuñas triangulares. En el piso superior, que es todavía más interesante, los lados mayores se cubren con bóvedas de cañón que apoyan sobre muros diafragma que dan a arcos muy bajos, y los lados menores cubren con cuñas triangulares cubiertos también con bóveda de cañón. El que la bóveda de cañón se apoyara sobre un muro diafragma apoyado en un arco se hizo porque este muro sostiene muy bien el empuje de la bóveda de cañón. Esta parte del muro diafragma es la que corresponde con el registro superior

en que está desdoblada la tribuna.

Se desconoce cómo era la bóveda original del núcleo central, aunque es posible que fuera gallonada. La actual tiene ocho plementos. Sin embargo, sí sabemos cómo era el mosaico que la cubría: sobre una bóveda celeste con estrellas aparece un Cristo Cosmocrator (sentado sobre el mundo) y Apocalíptico (ya que encuentra acompañado por los veinticuatro Ancianos del Apocalipsis, aunque no por los símbolos del Tetramorfos). Abajo aparece un crismón muy simple.

Monasterios carolingios: La utopía de Saint Gall

Una de las cuestiones tópicas que siempre se mencionan cuando se aborda el arte carolingio es su influencia en el nacimiento del románico.

Independientemente de esta posible influencia, hay un hecho incuestionable, el modelo de monasterio que nace en el mundo Carolingio constituye la base conceptual del futuro Monasterio de Cluny y, a su vez, éste va a determinar la estructura de edificios del monasterio de época románica.

En efecto, Carlomagno quiso que los monasterios del Imperio se rigieran por la regla de Benito de Nursia, aunque matizada por las influencias y connotaciones religiosas propias del Imperio Carolingio. La regla benedictina "Regula Sancti Benedicto" se puso en marcha especialmente en tiempos de Luis el Piadoso, hijo de Carlomagno, cuando consiguió que San Benito de Aniane lograse implantar la regla en la mayoría de los monasterios carolingios.

En la biblioteca del Monasterio de Saint Gall, uno de los más importantes del mundo carolingio,

se ha conservado un plano originario del primer tercio del s. IX donde se representa el modelo ideal de monasterio carolingio-benedictino. A este plano se le ha denominado "Utopía de Saint Gall" por lo complejo y perfecto de su estructura funcional.

Actualmente muchos arqueólogos creen que este modelo sí se logró trasladar a algunos grandes monasterios del Imperio Carlongio y que fue sin duda una base fundamental para conformar, ya en el s. X, el monasterio benedictino de Cluny, que más tarde se tomará coma base del monasterio románico en los siglo XI y XII.

A diferencia de, por ejemplo, el monasterio visigodo cuyo centro es la iglesia, el Monasterio Carolingio de San Gall ubica el claustro como corazón del complejo monástico organizando el resto de dependencias a su alrededor.

La planta nos depara la existencia de cuatro ámbitos insertos en un trazado cuadrangular. Se accedía al monasterio a través de una avenida occidental que desemboca en un gran atrio semicircular con dos puertas, una que iba a la zona norte y otra que la zona sur.

Zona de hospedería de nobles

La puerta norte nos introduce en el ámbito menos privado del monasterio. Allí aparecía una gran hospedería de nobles. Se trata de una muestra de la adaptación de la regla de San Benito al contexto político carolingio en el que religión y poder político estaban unidos. A continuación, hacia el este, aparece una escuela destinada a hijos de nobles y, por último, el palacio del abad empleado para recepciones, dado su

alto estatus político. Este palacio abacial tenía cocina, letrinas y un pasadizo que se unía con la iglesia para los momentos en los que el abad se reunía a los demás monjes.

Zona de las Dependencias Monásticas propiamente dichas

La puerta sur nos introduce en el ámbito propiamente privado, lo que los arqueólogos llaman "el monasterio dentro del monasterio".

Se articula en torno a un claustro de alas porticadas, elemento que aparece en esta época y que será el corazón del futuro monasterio románico. A la entrada había unos edificios: el locutorio y la estancia del pobrero, el monje destinado a recibir a las personas que querían introducirse en el monasterio y era el que estaba en relación directa con la hospedería de los pobres.

Unido a la iglesia, en el este, estaba el dormitorio (por exigencias de la regla) que normalmente tenía escaleras o un pasillo que lo comunicaba con la iglesia. Este edificio tenía dos pisos: en el inferior estaba la sala de los monjes, donde podían reunirse, y en el superior estaban los dormitorios, con letrinas y baños.

Paralelo a la iglesia, y en su lado opuesto del claustro se encontraba el refectorio, sala donde comían los monjes. En el piso superior del refectorio estaría la ropería. El refectorio tenía conexión con la aneja cocina.

Cerrando el claustro se encuentra la cilla o almacén de dos pisos, el superior para el grano y el inferior para bodegas y otros usos.

Zona de enfermos y novicios

La tercera zona o ámbito, al este, estaba destinada a enfermos

y novicios e incluía una iglesia pequeña dividida en dos, con ábsides contrapuestos; la parte occidental para enfermos y la parte oriental para novicios.

Zona de Sevicios

El cuarto ámbito era la de los servicios, donde había graneros, corrales, talleres etc., y las dependencias del personal que se ocupaban de los mismos. Todo ello aseguraba que el monasterio fuera independiente.

La gran iglesia monástica

La iglesia era un enorme templo de ábsides contrapuestos. El hecho de que siga este modelo se debe a causas litúrgicas. El ábside oriental es el que utilizaba la comunidad monástica para realizar su liturgia, mientras que el occidental estaba destinado a la liturgia parroquial. Generalmente estas iglesias tienen un altar justo en el centro de la nave, llamado "altar de la Santa Cruz", que es justo el límite a partir del cual podemos hablar hacia el este de iglesia monástica y hacia el oeste la iglesia parroquial.

Solamente en ciertos momentos la iglesia se destinaba al culto parroquial, en el resto se convierte toda ella en iglesia monástica, con 17 altares a través de los cuales sabemos que los monjes hacían recorridos procesionales.

Además, la regla benedictina aconsejaba a los monjes el rezo personal y parece que la colocación de tantos altares obedece no sólo a la necesidad de los recorridos procesionales, sino también a satisfacer el rezo personal de los numerosos monjes.

La iglesia solía estar dividida en tres naves con un transepto ligeramente sobresaliente en planta

con dos alas. La zona lateral o ala orientada al norte era una pequeña construcción de dos pisos, en el inferior con un scriptorium y en el superior la biblioteca, ya que el monje debía llevar una práctica intelectual, esto también es nuevo frente a la regla benedictina. El ala orientada al sur era una sacristía, en el

piso inferior se guardarían los objetos sagrados y en el superior, las vestimentas.

Algunos edificios de Arquitectura Carolingia

Iglesia de la Abadía de Fulda

Se trata de una iglesia de ábsides contrapuestos, con la particularidad de que en Fulda los monjes quisieron imitar la iglesia de San Pedro de Roma. Así, el ábside que está junto al transepto está occidentalizado. Toda la parte de la cabecera está dedicada a San Bonifacio y el transepto está muy desarrollado.

Existía en el centro un altar igual que en Saint Gall. El ábside contrapuesto orientado al este era el destinado a cultos parroquiales. El problema de este tipo de iglesia es que se rompe el eje longitudinal de la iglesia, lo que obligó a hacer otro tipo de iglesia, que no todos los monasterios eligieron: es la iglesia con West Werk, con macizo occidental.

Iglesia de la Abadía de Saint Riquier o Centula

Aparte de la gran iglesia, parece que esta abadía tenía otras dos iglesias, una dedicada a Santa María y otra a San Benedicto.

Tras el ábside aparece un gran transepto que al exterior se convierte en un gran macizo con tres hileras de ventanas y que está coronado por un gran cimborio y al interior es un

espacio vacío normal, sólo que con unos muros altísimos. Tras esto, aparecen las tres naves ad triangulum cubiertas con madera e iluminación directa e indirecta. Y tras las naves, aparece otro macizo al exterior exactamente igual que el oriental: es el macizo occidental. Éste, sin embargo, no se encuentra vacío al interior, sino que está dividido en tres pisos: el primero está lleno de soportes para no romper el eje longitudinal y que soportaba bóvedas de aristas de piedra que además sirven de contrarresto al peso de los otros dos pisos. El segundo tiene el santuario que en las otras iglesias estaba en el ábside contrapuesto y que servía para la liturgia parroquial. El tercer piso estaba formado por una tribuna que rodea el segundo piso por tres de sus lados, desde donde se veía toda la iglesia y donde se colocaba el coro (estamos en el inicio del coro Gregoriano, con dos coros que se contestan). Al lado había unos torreones laterales con escaleras helicoidales para subir a los otros dos pisos.

Esto supone que las tres filas de ventanas del transepto oriental eran por imitación de las del macizo occidental que eran necesarias por la existencia de los tres pisos. Como el macizo no era lo suficientemente grande para albergar a los fieles de la misa parroquial, seguramente los fieles laicos se situarían en las naves mirando al oeste, mientras que en el segundo piso estaría el clérigo con sus acólitos. Entre los dos pisos superiores no hay suelo. La cubierta superior es de madera.

Iglesia de la Abadía

de Corvey

Es la única en la que se conserva el West Werk, aunque fue muy remodelado en la época románica (todas las galerías superiores son románicas). En esta iglesia no encontramos simetría ya que no hay macizo oriental, al contrario que en la iglesia de Riquier. Sobre el macizo occidental hay un gran cimborrio que seguramente tendría una cubierta tronco-piramidal.

Grupo Episcopal de Metz

La aparición de un conjunto de edificios destinados a los canónigos de la catedral, articulados en torno a un claustro y anejos a la catedral, surgió en época carolingia, mediante la reforma de Saint Chro de Gand. Antes, los canónigos (los clérigos que ayudaban a los obispos en su tarea diocesana) vivían independientemente, ajenos a reglas y generalmente con sus barraganas. Así, surgió la necesidad de que los clérigos vivieran bajo las normas de una reglas, generalmente la de San Agustín, y todos juntos en torno al obispo y la catedral. Esto originó la creación de unos edificios especiales destinados a estos clérigos y surgieron los primeros complejos catedralicios como el claustrum de Metz. Parece que había una serie de pequeñas iglesias u oratorios para que los clérigos hicieran sus rezos.

Germiny des Près

Fue la iglesia oratorio de Teodulfo de Orleáns, obispo de esta ciudad y uno de los grandes mandatarios del imperio que era de linaje visigodo. Por ello, construyó una iglesia de claras influencias visigodas. Es una iglesia de cruz inscrita en un cuadrado, al que se le añaden tres ábsides en

la zona este, dos en el tramo del transepto y uno en la zona occidental, que curiosamente no rompía el eje longitudinal de la iglesia puesto que una puerta se abría justo en el centro del ábside. No es, por tanto, un ábside de carácter litúrgico, sino que simplemente está buscando reproducir un modelo arquitectónico.

Está totalmente abovedada. Los ejes ortogonales se cubren con bóveda de cañón, presididos por un gran cimborrio de influencia carolingia, mientras los tramos de las esquinas se cubren con pequeñas cúpulas. Todo este abovedamiento se apoyaba fundamentalmente en cuatro pilares centrales.

Es un modelo visigodo pero también con profundas huellas bizantinas, lo que indica que en el mundo visigodo existían templos más bizantinizados que los que se han conservado. Sólo se ha conservado la parte oriental y el transepto.

En el interior destacan los arcos de herradura y la compartimentación, características de clara influencia visigoda.

En la bóveda del presbiterio, al igual que en la capilla palatina de Aquisgrán, hay un mosaico de tema peterotestamentario del Antiguo Testamento: el Arca de la Alianza, donde se guardaban las tablas que Dios entregó a Moisés, rodeada por cuatro ángeles, dos muy pequeños y dos más grandes, que tienen una actitud de exaltación. En este mosaico se observan claras influencias bizantinas: el fondo es dorado y las figuras son esquemáticas y estereotipadas.

Cripta de San Germán de Auxerre

Las criptas carolingias son muy importantes porque en ellas se

realizaron numerosos experimentos sobre un posible abovedamiento en piedra que pudiera emplearse en futuros edificios románicos.

Eran semisubterráneas y cuadradas, no circulares como las paleocristianas o como serán las románicas.

Tenían pasillos laterales de entrada que daban acceso al testero de la cripta donde se abrían las capillas, en las que se guardaban las reliquias y podía incluso enterrarse algún personaje importante. Se encontraban justo debajo del gran presbiterio carolingio que casi siempre estaba cubierto con madera.

La cripta de San Germán de Auxerre estaba cubierta con bóveda de cañón corrida, pero otras, como la de San Medarde de Soissons, estaban cubiertas con bóvedas de aristas.

La Miniatura Carolingia

La miniatura o iluminación de manuscritos es una pieza fundamental en el Renacimiento Carolingio, y la producción de códices se incrementó acusadamente con el fin de recopilar al máximo posible todo el conocimiento de la época. Los scriptoria, por tanto, se dedicaron a elaborar numerosos manuscritos con ilustraciones de gran calidad.

La miniatura es la mejor expresión de que el arte carolingio se inspira en el arte de la Baja Antigüedad. Por ello, observamos un florecimiento extraordinario de las artes figurativas, ubicadas en sus tres dimensiones y con una buena proyección en el espacio. En el mundo de la Miniatura carolingia hubo cuatro principales escuelas:

Escuela palatina de Aquisgrán

Desarrolló su labora durante el último cuarto del siglo VIII. Esta escuela

sitúa a los personajes sobre fondos arquitectónicos muy recargados. Es una etapa inicial de la miniatura en la que se puede observar cómo los artistas de este taller buscan modelos en las fuentes clásicas, bizantinas e incluso del mundo anglosajón.

Los libros más representativos de esta escuela son el Evangeliario de Godestalc y los Evangelios de Ada.

Escuela de Ebbon de Reims:

Pertenece ya a tiempos de Ludovico Pío (o Luís el Piadoso), hijo de Carlomagno, del primer cuarto del siglo IX.

Es una escuela que se distingue por representar a los personajes en un espacio aéreo, es decir, en plena naturaleza y generalmente solos, aunque alguna vez aparecen agrupados.

Todos los personajes ofrecen una gran vivacidad en su expresión y el modelado no se realiza mediante trazos sino mediante el color: la línea desaparece y los colores se disponen en pequeños toques yuxtapuestos. Destaca el Evangeliario de Ebbon.

Escuela de Tours

Activa durante el segundo tercio del siglo IX. Es una escuela de gran sobriedad que imita fielmente el arte antiguo. Los colores son muy discretos, poco numerosos y especialmente realzados por el oro y la plata. Una derivación de esta escuela es la escuela de corte de Carlos I el Calvo, del último tercio del s. IX, con ejemplares como el Evangeliario de San Emerano de Ratisbona.

Taller de Drogo de Metz

Segunda mitad del s.IX. Se inspira en decoraciones murales o en mosaicos romanos del tipo de Santa Constanza. Así, las figuras son pequeñas y hay mucha vegetación

y ligeras construcciones recortadas sobre el fondo. Los colores suelen ser poco utilizados y la obra adquiere una gran elegancia. Destaca el Sacramentario de Drogo.

Cultura y arte

Se suele conocer a este periodo del entorno del año 800 con el nombre de Renacimiento carolingio, no tanto porque diera origen a algo similar al Renacimiento del siglo XV, sino por comparación con la decadencia cultural del periodo anterior.

Carlomagno (como la mayoría de los hombres de su tiempo, incluidos los nobles y muchos clérigos) no sabía leer, ni escribir, ni siquiera aritmética. No obstante, intentó elevar el nivel cultural del Imperio creando la Escuela Palatina de Aquisgrán, y puso en su dirección al célebre Alcuino de York. En ella se formaron él, sus hijos y todos los funcionarios de la corte.

Esta Escuela se convirtió en modelo para la fundación de otras en toda Europa. Divulgó las artes, las ciencias, las letras y todo el conocimiento de la Antigüedad con sus materias:

Trivium: retórica, gramática y dialéctica.

Quatrivium: geometría, astronomía, aritmética y música.

El arte carolingio estaba basado fundamentalmente en dos estilos: el arte clásico griego 1 y 2 y el arte cristiano, pero con algunas influencias de sus vecinos bizantino e islámico.

Escultura: Los ejemplos conservados son muy escasos, si bien las esculturas de marfil han sobrevivido y son de una gran belleza.

Arquitectura: La arquitectura carolingia se reflejaba en edificios religiosos y algunos palacios. Se caracteriza

por usar la planta de cruz latina de tres naves; arcos de medio punto, de herencia romana; cubiertas de madera; columnas con capiteles esquemáticos y pilares cuadrados y cruciformes.

Mosaicos y miniaturas: Entre las obras de arte más notables de esta época, sobresalen los mosaicos y las miniaturas que ilustran los Evangelios, además de la orfebrería que decoraba todos sus templos.

En materia cultural, Carlomagno procuro estimular el desarrollo de las letras y de las ciencias, decaídas por efecto de las luchas, a través de su propio ejemplo. A tal efecto, aprendió el latín y estudió la lengua germánica. Fundó escuelas y se rodeó de sabios, entre los cuales sobresalieron el teólogo Alcuino, nacido en Inglaterra, el lombardo Diácono y el germano Eginardo. Carlomagno asistió a la escuela que funcionó en su propio palacio de Aquisgrán, que mas bien tenía el carácter de una academia, donde se trataban y discutían temas de carácter científico y literario, basados en el estudio de las denominadas artes liberales, que comprendían el trivium (gramática, retórica y dialéctica) y el quadriuium (geometría, aritmética, astrología y música), según el método de lectura y comentario de textos. Paralelamente funcionaba una escuela para niños, que visitaba con frecuencia.

Hasta entonces eran pocos los que tenían una cultura clásica. Entre ellos sobresalían los monjes benedictinos, quienes fueron los más celosos custodios de

esa valiosa herencia.   Este resurgimiento cultural ha sido llamado el renacimiento carolingi