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TRANSFORMACIÓN Y CONSERVACIÓN DEL PAISAJE EN EL …

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Introducción

El paisaje es información que el hombre reci-be de su entorno ecológico (González Bernaldez,1981: VII) y definimos ecología como la cienciaque se ocupa de las relaciones de los seres vi-vos con el conjunto de factores que los afectanen forma directa y que definen su ambiente(Frangi, 1987:55 - 63).

Medio ambiente supone el sistema complejoque incluye seres humanos y sus actividades,así como las cosas, tangibles o no, naturales ono, que lo conforman. Hablar de “ambiente” esrelacionar al hombre con su entorno, objeto deestudio de las ciencias ambientales y de laecología, que involucra tanto los aspectos bioló-gicos como culturales (Frangi, 1997: 55-63). Jun-to con una acción más integradora y jerárquicade las relaciones del hombre con su entorno, elcampo de estudio de la arquitectura del paisajeproporciona el manejo físico-espacial de los ele-mentos componentes que se evidencia en unamanifestación visual de los sistemas que lo ro-dean en su existencia. Por lo cual, un paisajeequilibrado es indicador seguro de un buen fun-cionamiento del sistema que lo regula.

Los fuertes cambios en el paisaje se debenfrecuentemente a la influencia de las activida-des humanas, unas veces por aumento de suinflujo, otras por cambio de tipo de acción y tam-bién, por abandono o cesación (GonzálezBernaldez, 1981: 13-14).

Los ambientes naturales próximos a los cen-tros urbanos suelen ser áreas de conflicto, enlas que convergen diferentes intereses respecto

del aprovechamiento de los mismos. La falta deespacios verdes y la posibilidad que brindan lasáreas costeras, por la escasa oferta de recursosnaturales ubicados a una corta distancia del lu-gar de consumo, las convierte en áreas muy apre-ciadas para la práctica de diferentes actividadeseconómicas. Éstas abarcan desde explotacionesagropecuarias, zonas de turismo y recreación,hasta la instalación de nuevos asentamientospoblacionales. Muchos de estos ambientes seencuentran amenazados en su sustentabilidadpor usos que los degradan o sustituyen y requie-ren, por lo tanto, acciones de conservación y/ode recuperación.

Frente al actual modelo de globalización y ra-cionalidad económica, el paradigma de paisajeparece basarse en dos valores singulares: la ur-banidad y la sustentabilidad.

Usualmente la teoría económica niega el rolde la naturaleza y el medio ambiente. Aplicar elcriterio de sustentabilidad es esencial para inte-grar la naturaleza a los conceptos de standarden economía, especialmente mediante la incor-poración de factores naturales a la producción.Sin embargo, la naturaleza debe no sólo ser con-siderada como un factor central de la produc-ción, sino también, como componente esencialen el alcance de la calidad ambiental, que es labase de la calidad de vida del ser humano.

El concepto de desarrollo sustentable debeser visto como una alternativa del concepto decrecimiento económico. Asimismo, puede ser vis-to como un freno al proceso cada vez más veloz

TRANSFORMACIÓN Y CONSERVACIÓN DEL PAISAJE EN EL BORDECOSTERO BONAERENSE: la ribera de Quilmes

Cecilia Pascual

Resumen

El crecimiento acelerado de la periferia urbana de Buenos Aires en las últimas décadas ha cambiado drásticamen-te la fisonomía original del paisaje costero del Río de La Plata. Si hasta hace poco era una zona aislada y margi-nal, actualmente, tanto por el avance de la urbanización como por la apertura recreativa y turística del área, existeuna presión relativamente alta sobre estos restos de ecosistemas costeros. De manera paralela, el paisaje cultural,producto del transcurrir de nuestra sociedad sobre la naturaleza, mantiene aún testimonios de vinculaciones his-tóricas potencialmente ricas para revalorizar, rehabilitar y abrir a la utilización actual de la sociedad.El objetivo del presente proyecto de investigación es contribuir a la puesta en valor del paisaje natural y culturalde la costa bonaerense. Favorecer el mantenimiento y recreación de su estética, del agua y de la visión del horizon-te. En lo urbano por medio de las infraestructuras y equipamientos que los vinculan: caminos costeros, faros,miradores y arquitectura destacada. Replantear un espacio que facilite, acentúe, permita, establezca y potencie larelación de la sociedad con la naturaleza en la que se vive.

Palabras clave: paisaje, costa, río - ciudad, avenida costanera, desarrollo sustentable.

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de destrucción y depredación de los recursos na-turales por medio de un crecimiento calificado,que reconcilie el desarrollo económico con la ne-cesidad de preservar el medio ambiente natural.(Birswanger, 1997)

Estudios de medio ambiente del gobierno na-cional incorporan al concepto de desarrollo sus-tentable los de economía saludable, equidad so-cial y calidad ambiental. Es necesario cambiarel enfoque de contradicción entre economía yambiente, reconociendo la complementariedadde su objetivo último: el bienestar ciudadano(http:www.medioambiente.gov.ar/dnds).

Quilmes es un partido del Área Metropolitanacon enormes potencialidades y un presente cas-tigado por problemas ambientales y de prepon-derancia territorial y social. La arquitectura sus-tentable se basa en la sostenibilidad ambiental,técnica, financiera, organizacional y social. Im-plica por lo tanto:

- Responder y resistir a efectos del clima local

- Uso sustancial de materiales y equipamientosustentable, durables y no contaminantes

- El ahorro energético en la utilización de ener-gías limpias

- Mayor confort en la habitabilidad

- Proveer flexibilidad para adaptarse a las nece-sidades, hábitos y modos de vida locales.

Sobre esta idea se deben establecer objeti-vos específicos, que orienten líneas de acciónprogramática y tiendan a favorecer el logro deun desarrollo económicamente sano, socialmenteequitativo y políticamente democrático; en unmedio natural preservado, conservado y prote-gido, pero también para sentir y contemplar. Sonelementos fundamentales de este desarrollo laplanificación, participación e información.

Todo esto implica una comprensión ecológicadel medio, el cual se procura conservar, una va-loración social y de aptitudes del paisaje parasatisfacer los requerimientos sociales y su posi-bilidad de adaptarlo a los diversos usos de ca-rácter económico.

En este contexto los caminos costaneros, quehan tenido históricamente un rol destacado enel fortalecimiento del vínculo paisaje ribereño-paisaje urbano, pueden contribuir a reelaboraresta relación abandonada.

Área de estudio

El Partido de Quilmes se localiza en el ejemetropolitano, formando parte del primer cordón

del Conurbano Bonaerense, dentro de la regiónMetropolitana (Comisión Nacional Área Metro-politana de Buenos Aires, 1995: 17-35). Empla-zado 20 km al sur de la Capital Federal, limitacon los partidos de Avellaneda y Lanús hacia elNO, Berazategui y Florencio Varela al SE, Lo-mas de Zamora y Almirante Brown hacia el SO yen toda su extensión NE linda con el río de laPlata. Posee una superficie de 125 km2, siendola superficie del casco urbano de 9.400 ha. Laevolución del partido se facilitó por las importan-tes vías de circulación que la estructuraron bási-camente en el sentido SE-NE: la ruta provincial36, Camino Gral. Belgrano, Av. Cachalquí, Av.La Plata, el Ferrocarril y la autopista Buenos Ai-res-La Plata. (Fig.1)

El partido de Quilmes se conformó en franjasparalelas al río, siendo la ocupación del áreacostera el 20 % de la superficie total, con límitesbien definidos: el río de la Plata, la autopista Bue-nos Aires-La Plata y los partidos de Avellaneday Berazategui.

La conexión transversal de la costa ribereñacon la ciudad es dificultosa, ya que existen ba-rreras físicas naturales, arroyos y predios indus-triales de grandes superficies y áreas donde severifican asentamientos humanos. (Municipalidadde Quilmes, s/f: informe)

Según datos de censos nacionales (INDEC)el mayor aumento de población se registró entrelos años 1947 y 1960 cuando el número de habi-tantes se triplicó de una fecha a la otra. A partirde aquí el aumento ha sido regular; en los cen-sos realizados cada 10 años la población se fue

Figura 1: Partido de Quilmes: limites -principales viasde circulación-.

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incrementando en 100.000 habitantes, estimán-dose que hacia el año 2000 se alcanzarán los600.000 habitantes aproximadamente. (Banco dela Provincia de Buenos Aires, 1981: 255-259)

Desarrollo histórico

El origen portuario de la ciudad de BuenosAires definió tempranamente su valor económi-co. Su rol de centro receptor de inmigrantes y eldesarrollo industrial, incentivaron el crecimientopoblacional hasta producir el desborde hacia losmunicipios limítrofes.

Las tierras ribereñas del río de la Plata dedi-cadas a la ganadería, en un comienzo medianteel sistema de vaquerías y más tarde a través delestablecimiento de estancias, eran los actualespartidos de Avellaneda, Quilmes y Berazategui.

En el siglo XIX el sector sur de la ciudad sepresentó como el más pujante y concentró esta-blecimientos industriales y comerciales vincula-dos con el comercio de ultramar. En 1865 se ins-taló el Ferrocarril, uniendo la Capital con pue-blos del sur. El aumento de la población y la cons-trucción de las líneas ferroviarias y rutas deter-minaron un crecimiento radial de la ciudad y superiferia. Más tarde los espacios intersticialesfueron completándose en forma concéntrica so-bre zonas sin infraestructura, dando como resul-tado un territorio densamente poblado con siste-mas de comunicaciones en forma radial sin co-nexión entre franjas adyacentes.

La construcción del nuevo puerto de BuenosAires más al norte, aceleró la decadencia del Ria-chuelo y alejó aún más las tierras de Avellaneda,Quilmes y Berazategui (Pato, 1994: 38-44).

Actualmente el desarrollo urbano tiene unatendencia lineal a lo largo del eje fluvial del ríode la Plata y sobre la trama de la autopista Bue-nos Aires-La Plata. Esta autopista recorre laslocalidades del sur con características particula-res en cada una.

Bernal y Quilmes, importantes centros comer-ciales, con buena infraestructura y una pobla-ción urbana consolidada. Quilmes se extiendehasta el río de la Plata con un balneario, fenó-meno que se repite sólo hacia el norte en la Cos-tanera y hacia el sur en Punta Lara.

Aspectos culturales

Los hechos que jalonan el desarrollo históri-co de Quilmes se sucedieron a partir del 14 deagosto de 1812, cuando fue declarada libre la“Reducción de la Exaltación”, población de indí-genas indios Kilmes y Acalianos establecida enel lugar desde 1666.

Los Kilmes, huyendo de la dominación de losIncas llegaron primeramente al Valle Calchaquí,donde con el correr de los años y la mezcla delas sangres, formaron una tribu de gran raza jun-to a los calchaquíes. Pero con el tiempo hicierongran resistencia a la conquista de los españo-les. Como consecuencia de ello en el año 1664fueron desterrados hasta Buenos Aires junto conalgunos Acalianos. Como en Buenos Aires exis-tía entonces una gran epidemia de fiebre amari-lla, se dispuso su traslado unas tres leguas másal sur de la ciudad, donde se instaló la Reduc-ción de la Santa Cruz de los Kilmes. La extinciónde la Reducción sirvió de base a la formacióndel pueblo, concentrando sus moradas alrede-dor de la actual plaza y Catedral.

“...Quilmes ha sido antiguamente el centro deuna tribu de indios, de la que tomó su nombre.Estos indios fueron traídos del interior con el pro-pósito de civilizarlos, y han desaparecido con elandar del tiempo” (William Mac Cann, citado porGiordano de Campelo, 1996: 16-27).

En el año 1818 fue comisionado el PeritoAgrimensor Francisco Mesura para que levanta-ra un plano de lo que hoy es la planta urbana deQuilmes (Fig. 2). Se inició así un período de sos-tenido crecimiento y desarrollo. Se instalaron in-dustrias, fábricas y talleres. En el año 1872, elFerrocarril y en 1888 inició su actividad laMaltería Quilmes. En 1916, posteriormente a superíodo de consolidación, el pueblo de Quilmesfue declarado ciudad.

Es hacia esta época que la costa de Quilmespasa a ser el lugar de veraneo elegido por lasclases altas de la Capital y de los pobladores dela zona. Convocaba turistas de diferentes zonasdel conurbano y se convirtió en el único paseopúblico y costero de la zona (Secretaría de De-sarrollo Ambiental, 1997: s/p.) (Fig. 3).

Posteriormente, en la década del ́70, el pai-saje urbano se deterioró y varias estructurasedilicias significativas desaparecieron o se des-truyeron debido a las características morfológi-cas del sitio y a su clima, que en épocas de in-vierno la somete a periódicas inundaciones.

Conflictos en la costa bonaerense sur

Las principales transformaciones paisajísticasdel litoral sur de la costa bonaerense, puedenreconocerse a partir de diferentes intervencio-nes y acciones producidas en el área. Actual-mente esta zona es objeto de una serie impor-tante de proyectos y obras en ejecución que laafectan. Tal es el caso de las obras de infraes-tructura como la autopista La Plata-Buenos Ai-

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res, cuyo trazado ha modificado el escurrimientodel agua y ha acentuado el corte entre el espa-cio costero y la ciudad. Esa obra vial favorece lapresión, por parte de capitales interesados en laobtención de rentas de la tierra, para la modifi-cación y artificialización de los espacios natura-les periurbanos. Otro emprendimiento de impor-tancia es la posible construcción del puente Bue-nos Aires-Colonia.

También pueden citarse rellenos sanitariosque generan elevación de la cota de nivel mayory contaminación. En Quilmes, actualmente lasuperficie afectada a relleno sanitario represen-ta el 13% de la superficie total del partido. Laimplementación de la técnica del relleno sanita-rio, desde la selección del emplazamiento, la pre-paración del terreno, las obras de infraestructu-ra, la ejecución propiamente dicha, el controlambiental, el uso posterior previsto para las áreasrellenadas y su integración al paisaje circundan-te, no son estrictamente controlados. Se convier-ten en problemas acentuados por la existenciade normas poco rígidas y procedimientospermisivos. Por ejemplo, existen 4500 toneladasde basura muy cerca de una docena de produc-tores de vino patero, que se resisten a abando-nar sus pequeñas quintas de verdes parrales.

También hay que tener en cuenta la presen-cia de cavas, ubicadas en los sectores más altos

del paisaje, ya que allí se encuentra el nivelfreático a mayor profundidad permitiendo de esaforma explotar un mayor espesor de materiales.Las cavas provocan una grave degradación delambiente. Una cava consiste en una explotaciónminera que conduce a la eliminación del recursonatural suelo, imposibilitando otras actividadesque pueden hacer uso de él (M. A. Hurtado et al,1992: 94-97). Muchas veces debido a su ubica-ción estratégica se convierten en lugares quetientan al vertido de residuos domiciliarios e in-dustriales. Un riesgo de este uso es la contami-nación del agua freática por entrar en contactocon los residuos o bien recibir su percolado. Otrascavas abandonadas se transforman en balnea-rios improvisados muy peligrosos, debido a queposeen terrenos sumamente fangosos y conabrupta profundidad. Desde el punto de vistaestético, las canteras constituyen una desvalori-zación del paisaje urbano y rural, particularmen-te en aquellos casos en que se han convertidoen basurales.

La contaminación del río de la Plata y susafluentes merece políticas urgentes de sanea-miento en aras de su preservación como bienambiental. La contaminación mayor se encuen-tra desde la salida de la cloaca porteña, hastaBoca Cerrada. Esta situación está causada porel vuelco de un conducto ubicado a 2500 metrosde la costa, de líquidos cloacales provenientesde Capital Federal y un sector del Gran BuenosAires sin ningún tratamiento, a la altura deBerazategui (El Día, 2001:18).

Además se desarrollan actividades depreda-torias, caza y pesca furtiva, y por otra parte seobserva la presencia de asentamientos huma-nos precarios, con ocupación en zonas antesdeshabitadas.

Por último, corresponde señalar la atracciónque despierta la gran cantidad de espacio libreen la planicie costera, más allá de la ribera pro-

Figura 3:Figura 2:

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piamente dicha, para la localización de empren-dimientos inmobiliarios y productivos como lasurbanizaciones cerradas.

Estas situaciones de impacto negativo y ries-go ambiental destacan la necesidad de una pre-servación integral del área en cuestión, para al-canzar un desarrollo sustentable de la misma.

Características físicas y ecológicas

El borde ribereño del río de la Plata, entre laciudad de Buenos Aires al sur hasta La Plata alnorte, es una faja de ancho variable, como unaamplia y baja terraza que varía desde los 2 m.hasta los 6.50 m. de altura sobre el nivel del río.

Quilmes se encuentra surcado por los arro-yos Giménez, que desagua en el río de la Platay por los de Las Piedras y San Francisco queconfluyen en el Santo Domingo, casi en límitecon Avellaneda. El cauce de estos arroyos corresobre una planicie deprimida, constituyendo unacuenca inundable. Desde ella el terreno alcanzaniveles más altos, escalonándose hasta los 22.50m. en el centro geográfico del partido (Estacióndel Ferrocarril) y continuando en moderado de-clive hacia el NE. La topografía presenta su es-calón más importante a 2 km de la costa descen-diendo abruptamente desde 7.50 a 2.50 para lle-gar en suave pendiente hasta el río, resultandode este modo una franja inundable (Fig. 4).

Estos suelos ocupan áreas bajas y deprimi-das. Su morfología corresponde a una llanurabaja -terraza baja pospampeana- dividida en tressectores: un interior lacustre, el litoral marino yel albardón costero. Debido a su relieve plano,al gran caudal del río y a la acción de los vien-tos, se producen cambios de presión atmosféri-cos que originan lluvias y sudestadas. Esto pro-duce las inundaciones en el área lo que provocael deterioro del suelo -aluvional y gley húmicosalino alcalino con presencia de arena, limos yarcillas- y su erosión, cuando al retirarse lasaguas disminuye la resistencia del mismo(Cappannini y Mauriño, 1996: 18-20).

El clima es uno de los factores esenciales quecondicionan la evolución de los suelos y natural-mente, de los paisajes. Su tipo es templado hú-medo de llanura con temperaturas medias de 16y 18 grados, sin estación seca, con veranoscalurosos y con niveles de precipitaciones entre800 y 900 mm.

Los tipos de vegetación en la terraza baja estárepresentado por las selvas ribereñas: selvasmarginales o selvas en galería, extensos pajo-nales, totorales y juncales y comunidades acuá-ticas. La selva marginal rioplatense, de riquísi-

ma flora, con varios estratos que iban desde elnivel arbóreo de 10 ó 15 metros de altura, hastaun estrato herbáceo pobre y destacándose grancantidad de enredaderas, que le conferían lascaracterísticas de una verdadera selva. Estalujuriosa comunidad vegetal se extendía en unaestrecha franja costera, inundable desde Quilmeshasta Ensenada (M. A. Hurtado. M. Cabral, J. E.Giménez y M. Da Silva, 1992: 94-97).

Esta imagen perteneciente al S. XVII, juntocon ese paisaje fueron profundamente modifica-dos a causa del laboreo agrícola, consistentefundamentalmente en cultivos de maíz y en in-tensa explotación ganadera. Aun persisten algu-nos fragmentos de esta selva en la Reserva deBernal, Berazategui, Hudson y Punta Lara.

Las características físicas condicionaron laurbanización del área ribereña. El territorio evo-lucionó en base a la estructura del suelo descri-ta, con una costa inundable, lo que originó uncrecimiento de población concentrado en las al-tas terrazas y un abandono de la zona costera.

La necesaria dimensión del espacio para laapropiación de la escala urbana y la conserva-ción y reinterpretación del «espacio abierto» sonla materia prima del nuevo espacio público. Susmutaciones y transformaciones, y la “activacióndel vacío” mediante la radicación de usos liga-dos al ocio, al esparcimiento, al espectáculo, for-man parte todavía de un repertorio de cuestio-nes urbanas sin resolver.

Ordenamiento territorial y usos del suelo(Fig.5)

El Código de Ordenamiento Urbano para elárea ribereña está legislado bajo la Ordenanza4545/79, con modificaciones según ordenanza8255/98, que define los usos del suelo de la si-guiente manera:

Figura 4: Grados de anegabilidad

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Zona de esparcimiento uno -ZE1:

Zona de clubes de campo -ZCC

Zona residencial de ribera -ZRR

Zona de Reserva Ecológica -ZRE

Zona de recuperación de cavas -ZRC

Los parámetros a utilizar para el F.O.S. es de0.6 y el F.O.T., 0.8; con una densidad neta de130 hab/ha. Como puntos más importantes es-tablece una altura máxima de edificación de 8.00m. referidos al nivel de aceras en L.M. frente a laparcela. La cota mínima de piso habitable de+4.00 m. Debiéndose hacer un retiro obligatoriode 3.00 m. de la L.M., siendo este espacio debi-damente parquizado. Deberá garantizarse la pro-visión de servicios esenciales (Municipalidad deQuilmes, 1998).

La legislación vigente exhibe puntos a teneren cuenta y otros que deberían profundizarsepara lograr una mayor eficacia o cumplimiento.A estos fines sería recomendable considerar al-gunos aspectos a desarrollar:

- Preservar los recursos hídricos.

- Un plan de obras que potencialice la accesibili-dad al lugar jerarquizando la Avenida Costa-nera para automovilistas, peatones y bicisenda,privilegiando su uso público y recreativo, paralograr la recuperación y renovación del paseocostanero.

- La existencia de corredores formados por lasucesión de avenidas o calles alternadas conespacios abiertos que estén orientados en ladirección de los vientos predominantes.

- La construcción de albardones para evitar lasinundaciones por sudestadas.

La arquitectura propuesta no debe impedir la

circulación del aire como factor descontaminantey regulador ambiental, ya que los vientos predo-minantes producen un enfriamiento del aire y seextienden tierra adentro con una extensión yamplitud de acción subordinada al ancho de lafranja costera adyacente al río produciendo unformidable refrigerante urbano. Favorecido a suvez por la implantación de especies nativas queacompañen el retiro de la línea municipal, logran-do en el lugar una regulación térmica ambientalideal. A su vez la Reserva Ecológica genera be-neficios ambientales al no encontrarse interrum-pida por construcciones altas (Fundación Ciu-dad, 2000: 21-27).

Una buena acción sobre el área permitiría unareconversión de la relación entre la ciudad y elrío. Poniendo en valor estos condicionantes queinciden directamente en un paisaje histórico ycultural, potencializarían el espacio ribereño.

Desarrollo del área costera

“Y únicamente al cabo de un momento, elobservador se da cuenta que, al alzar la vistahacia el horizonte, en la vaciedad singular de laextensión que se despliega ante sus ojos, faltatambién aquello que en la configuración de to-dos los ríos descansa la mirada y la tranquiliza,completando la idea, el arquetipo de la nociónmisma de “río”: la orilla opuesta.” (Saer, Juan J.El río sin orillas. Citado por Varas, 2000: 50)

La crisis ambiental en las ciudades es pro-ducto de fuertes transformaciones en sus estruc-turas, su cultura y su espacio libre, hecho que severifica en la significativa demanda social y pú-blica para crear parques y espacios verdes. Tam-bién, de la huida hacia el suburbio de muchoshabitantes que viajan diariamente a sus casasen la periferia en búsqueda del paraíso naturalperdido. Esta crisis de desarrollo del espaciopúblico, las carencias de oportunidad para la re-creación, la recuperación del río, y por lo tantode una dimensión geográfica negada por la cons-trucción de infraestructuras en su borde -la ma-yor parte de ellas hoy obsoletas- son sólo partede los problemas que pueden detectarse en unrápido análisis.

El río de la Plata es el recurso ambiental, pai-sajístico y productivo más valioso de la histo-ria del área metropolitana. Su costa constituyeun caso particular. En principio, no posee unaindividualidad marcada como paisaje: no sólo lasdos orillas, la uruguaya y la argentina, soncontrastantes en sus condiciones naturales y enlas opciones culturales para su reconversión, sinoque en cada orilla se identifican situaciones ab-solutamente distintas entre sí: la plenamenteFigura 5: Usos del suelo

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metropolitana (Buenos Aires, La Plata, Montevi-deo) y las áreas identificadas y construidas, a lolargo del siglo con la cualidad recreativa de lasplayas turísticas. A medio camino entre paisajede vacaciones y costa urbana, pequeñas ciuda-des como Quilmes o el Tigre, se fueron integran-do con el tiempo a la trama extendida de la me-trópoli, con los rasgos de las unas y las otras(Varas, 2000: 50-54).

Los paseos costaneros

A principios del siglo XX se comienza a bus-car y a pensar en una transición entre la grillaartificial de la ciudad y la naturaleza del río, conel objetivo de embellecer la costa. Los proyectosde avenidas costaneras resuelven un problemade estética y también de vialidad pública, aveni-das de paseo o recreación necesarias para eldesahogo de la población y para encauzar el trá-fico vehicular facilitando su fluidez.

Buenos Aires poseía desde 1850 su paseocostanero llamado Paseo de Julio con su muellede pescadores. Posteriormente, debido al avan-ce del movimiento comercial portuario que ocu-paba la orilla, los baños en el río junto a los pa-seos de recreación y ocio fueron alejándose ha-cia otros puntos de la costa del río de la Plata.

Encontramos antecedentes de este tipo en lascostas planeadas por Forestier y Nöel dentro delPlan Urbano para la ciudad de Buenos Aires de1925. En el mismo se planteaba establecer unaestrecha relación entre la arquitectura y los pro-blemas urbanos a resolver con distintas propues-tas en sitios claves. El punto era la “reconquistadel río” basada en la construcción de una granAvenida Costanera desde Puerto Nuevo hastael límite del Municipio y la creación de parques yjardines costeros y barrios escalonados parale-los a esta avenida. También, proyectos más am-biciosos como la idea de unir la Capital con laciudad de La Plata hacia el sur y con el Tigrehacia el norte. En 1912 se comienza a construirla Costanera Sur (Varas, 1997: 54-61).

Las dimensiones proyectadas por estas inter-venciones compiten con las norteamericanas, sinembargo la articulación de la costa por medio deparques urbanos es más débil. Tal es el caso delas intervenciones en Chicago de Burnham yBenett entre 1905 y 1908, cuya intención eraacercar el parque y los grandes edificios a lacosta (Varas, 2000: 51-61).

La Avenida costanera desde la Capital Fede-ral al Tigre data de 1922, con Duclot y el inge-niero Benito Carrasco como asesores de proyec-to. Consistía en un rond-point a construirse en la

Cabecera del Boulevard de Circunvalación de laCapital Federal y uniría todos los pueblos de lacosta llegando hasta el Tigre después de un re-corrido total de 17 km. Constaba de un anchototal de 70 m., sectorizada en franjas con distin-tas características según usos: un amplioveredón arbolado de 7m. para peatones, junto alborde del río; una gran avenida para autos de25m dividida en dos con columnas de alumbra-do y césped para permitir dos direccionesvehiculares; una faja de jardines de 13 m. bor-deadas con árboles para sombra, que conforma-rían lugares de estar y sitios para exposicionesde obras de arte; un camino de 8 m. para jinetes;un veredón de 3 m. con árboles; una calle de 10m. para coches y carros, y por último un veredónarbolado de 4 m. que servía de límite a las pro-piedades privadas. Para la construcción de talu-des y terraplenes se había adoptado la cota de4.50 m., que ponía a la avenida a cubierto delanegamiento en las mayores crecidas del río yseguía las principales sinuosidades de la costa,para conservar su aspecto agreste y pintoresco(Berjman, 1997: 52-70).

Es hacia esta época, año 1912, que nace elpaseo costanero en la ciudad de Quilmes.Emprendimiento iniciado por la Empresa Fiorito,que compró la estructura que había sido utiliza-da para la fiesta del centenario de La Rural. Enella instaló el Club de Pescadores que con laconstrucción de la rambla, generaron el paseopúblico conocido como La Ribera. También, seinauguró la concesión de un servicio de tranvíasque unía la Estación del Ferrocarril con la costa,lo que posibilitó la creciente afluencia de gran-des contingentes de visitantes al lugar que ofre-cía un solaz reparador a la población laboriosa yun medio de transporte rápido y barato. Todo ellocontribuyó en convertir a Quilmes en una ciudadbalnearia, constituyéndose en un hecho de granmagnitud social durante varias décadas(Lomban, 1991). El lugar contaba con las dosprimeras piletas de agua salada, una glorietadonde los fines de semana venían a tocar or-questas, una rambla que llegó a tener una pan-talla donde se proyectaba cine y un espigón parapescar, aprovechando el espigón de carga queera utilizado para el transporte de arena de 200m. dentro del río (Fig. 6). Todo esto configurabael paseo costanero, donde hoy predominan res-taurantes y pubs (Diario El Pulso - Ciudad, 2001:9). La estructura espacial de la costa queda de-finida en dos sectores: uno central cargado decontenido histórico y social, y otro más amplio aambos lados del anterior, que no participa delárea central siendo la ocupación de su costa casinula al igual que su accesibilidad (Fig. 7).

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Esta imagen original del paseo permitió eldesarrollo de actividades sociales y recreativasque promovían la consolidación del partido, sumantenimiento y desarrollo urbano, hasta la dé-cada del ́40. Ello le confirió una fisonomía so-cial y cultural a la ciudad, que aún se refleja enla ribera con elementos como: la rambla, el bal-neario, el Club de Pescadores, los que exhibenun importante legado histórico de valor patrimo-nial (Figs. 8 y 9).

La percepción del paisaje en esta zona otor-ga a la misma cualidades estéticas y formales,pero sobre todo carácter expresivo y no formalligado a una experiencia y un pasado. Es el hom-bre que vivió en la ribera quien reconoce estascualidades, percibe el amanecer, el cielo, el ho-rizonte, los cambios climáticos que ofrecen dis-tintas tonalidades y variedades al paisaje; valo-res de contemplación a través de las emocionesmás allá de su uso.

Pero el paisaje para la arquitectura exige deuna reinterpretación de esta cultura, porque elrío no es sólo un factor de nostalgia sino de inte-gración de la ciudad a las vistas y disfrute de lasociedad por medio del paseo costanero.

El río de la Plata es una parte esencial delpatrimonio del Área Metropolitana. Es fuente deagua, vía navegable y regulador ambiental. Larelación entre ciudad y río constituye un aspectofundamental en la calidad de vida de los habi-tantes, por la singularidad del paisaje y su rique-za biológica y por la importancia para el medioambiente, la salud, la recreación, las activida-des económicas y el funcionamiento urbano.

Debe conciliarse la relación del río con la ciu-dad con usos circulatorios, recreativos y de es-parcimiento. Ello fortalecerá el frente ribereñodefiniendo paseos urbanos, embarcaderos de-portivos, balnearios y aumentará sustancialmentela accesibilidad a la costa de la ciudad con laventaja de la presencia del río que garantiza lo“natural-natural” y una escala distinta de confron-tación con el horizonte de la ciudad y el río a lavez. Debe mantenerse como límite histórico en-tre la ciudad y su paisaje al paseo costanero,convirtiéndolo en un lugar de encuentro, devol-viéndole a la ciudad el potencial poético de sitioexcepcional, caracterizado por la presencia desus dos horizontes perfectos. La intervención ennodos estratégicos hará posible una nueva es-

Figura 8: Fotografía antigua de la costa de Quilmes.Fuente: Museo Fotográfico de Quilmes.

Figura 9: Fotografía antigua de la costa de Quilmes.Fuente: Museo Fotográfico de Quilmes.

Figura 6:

Figura 7: Fotografía antigua de la costa de Quilmes.Fuente: Museo Fotográfico de Quilmes.

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tructuración del paisaje, consolidando los espa-cios fragmentarios en una unidad.

Será objetivo primordial de la recuperacióndel paisaje costero revertir la creciente separa-ción de la costa y la ciudad. Ello se logrará con

- GONZÁLEZ BERNALDES, Fernando, 1981: “Ecología yPaisaje”. Madrid. Blume Ediciones.

- http: www.medioambiente.gov.ar/dnds

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* La fuente de los planos es la Municipalidad de Quilmes y lainformación volcada en ellos del informe facilitado por la Se-cretaria de Desarrollo Ambiental de la misma Municipalidad-citado en la bibliografía-

la reutilización y reestructuración de la avenidacostanera en un futuro próximo, revalorizando lohistórico y cultural en esa avenida, lo que rela-cionará más estrechamente el río con la socie-dad que se asienta a su vera.

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